El encéfalo recibe sangre desde dos arterias carótidas internas y dos arterias vertebrales que se encuentran dentro del líquido cerebroespinal en el espacio subaracnoideo. La carótida interna comienza en la bifurcación de la carótida común en el cuello, en donde cuenta con una dilatación que se denomina seno carotídeo. La carótida interna entra en el cráneo a través del conducto carotídeo del hueso temporal. La carótida interna termina al dividirse en las arterias cerebrales anterior y media, justo después de originar las venas oftálmica y comunicante posterior. Las dos arterias vertebrales entran al cráneo mediante el foramen magno después de ascender a través de los forámenes transversos de las vértebras cervicales. La porción craneal de la arteria vertebral se ramifica en las arterias espinal posterior, espinal anterior, cerebelosa posteroinferior, medular y meníngea. Las arterias vertebrales se unen para crear la arteria basilar en la superficie anterior del puente. La arteria basilar se divide en pontina, laberíntica, cerebelosa inferoanterior, cerebelosa superior y cerebral posterior. El círculo arterial cerebral se forma por la anastomosis entre las dos carótidas internas y las arterias que aportan la sangre vertebral, lo cual representa la unión de la cerebral anterior, arterias comunicantes anteriores, carótidas internas, comunicantes posteriores, cerebrales posteriores y basilar. El cuerpo estriado y la cápsula interna reciben sangre mediante las ramas medial y lateral de la cerebral media. El tálamo está irrigado de forma principal por ramas de las arterias comunicante posterior, basilar y cerebral posterior. El mesencéfalo está irrigado por las arterias cerebral posterior, cerebelosa superior y basilar. El puente recibe su aporte sanguíneo desde la basilar y las cerebelosas anteroinferior y superior. La médula oblongada está irrigada por las arterias vertebral, espinal anterior y posterior, cerebelosa posteroinferior y basilar. El cerebelo está irrigado por las arterias cerebelosa superior, cerebelosa anteroinferior y cerebelosa posteroinferior.
Aporte sanguineo de la medula espinal
La médula espinal recibe su aporte sanguíneo de tres arterias pequeñas: las dos arterias espinales posteriores y la espinal anterior. Estas arterias longitudinales son reforzadas por pequeñas arterias dispuestas en segmentos que entran en la columna vertebral a través de los forámenes intervertebrales de la columna vertebral.