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Coaliciones, políticas y distribución:

La autora explicó que tres mundos fue altamente exitoso en generar una agenda de
investigación productiva y precios por la forma en que Esping Andersen se basa en su
entendimiento del estado de bienestar en análisis comparativo histórico.

El argumento central en tres mundos es que las democracias avanzadas capitalistas


varían no sólo de cuánto gastan en bienestar social sino también en cómo gastan en
bienestar social. Entender el capitalismo de bienestar requiere examinar cómo los
paquetes de instituciones, tanto el estado como el mercado, interactúan para
producir tipos particulares de resultados de distribución.

Tanto la tipología central de tres mundos y el análisis de EA que fue un cambio analito en
enfatizar el entendimiento de las instituciones de bienestar como producto de estructuras
particulares históricas, abrió el espacio a una agenda de investigación productiva.

1) EA intenta entender el cambio a gran escala en las políticas del siglo 20. La
suba y la operación de las instituciones de bienestar. Para hacerlo, arguye que
no podemos vivir en una sola institución (el gasto social, o la política de
mercado) de otras instituciones. Ni entenderla de manera abstracta o
independiente. Los tres mundos arguye que la estructura del mercado de
trabajo y el estado trabaja en tándem, en configuraciones para moldear una
relación de poder más amplia y de resultados.
2) En segundo lugar, EA conceptualiza las políticas del estado de bienestar como
un producto de la tensión entre la desigualdad producida por el capitalismo y
la igualdad de la democracia parlamentaria. Aunque, la resolución de esta
tensión no es ni uniforme ni lineal, sino el producto de peleas particulares
políticas. Para entender cómo el proceso democratico modifica los mercados,
arguye que tenemos que ver a como las coaliciones de actores se juntaron en
momentos históricos particulares que construyen una política social, no sólo
determinantes estructurales genéricos.
3) Arguye que una vez establecido, las instituciones del estado y del mercado
tienen un crucial poder estructural para estructurar resultados políticos y
distributivos futuros. Atención no solo a cómo las políticas de los estados de
bienestar se desarrollan en un tiempo particular y lugar, sino que también
mostrar cómo estas moldean las políticas en una manera sistemática mientras
se desarrollan en el tiempo, es crucial para retener el estado en sí mismo.

Colectivamente estos argumentos ofrecen una conceptualización de capitalismos


democráticos avanzados que se movieron más allá de una interpretación lineal y
funcionalista del estado, enfatizando en vez el poder estructural de instituciones
configuradas históricamente. Este cambio se basa en tanto EA y s compromiso con
los casos histórico comparados, además de su entendimiento en instituciones de
bienestar, como en las dinámicas políticas desde su desarrollo
Aunque gran parte de este trabajo cuestionó la forma precisa en que EA definió la variación
institucional y de mercado, reafirmó en gran medida la idea de que las instituciones se
agrupan de formas particulares con efectos distintos.
Una segunda línea de investigación se tomó en investigar el perfil estructural de estas
agrupaciones institucionales por políticas de bienestar contemporáneas.
Aquí, el trabajo basado en Three Worlds muestra que los diferentes regímenes de
bienestar moldearon fundamentalmente tanto la forma en que los estados de
bienestar avanzados experimentaron cambios económicos y demográficos
estructurales como el poder de las diferentes constelaciones políticas, y el estado
mismo, para abordar estos nuevos problemas.

¿Qué nos dice este profundo legado? Este capítulo argumenta que, aunque gran
parte del trabajo pone en duda los componentes de los argumentos de Esping-
Andersen, los intentos de pasar a una comprensión lineal o puramente deductiva del
estado de bienestar, al tiempo que genera ideas clave, rara vez han eclipsado sus
afirmaciones centrales: amplias macro configuraciones de instituciones dan forma a
los mercados y la política de manera clave, y estas instituciones son el producto de
momentos históricos particulares y luchas distributivas.

. Tanto la relevancia actual del trabajo de Esping-Andersen como su enfoque del


estado sugieren que el compromiso metodológico con casos de países, la atención al
desarrollo de instituciones a lo largo del tiempo y las comparaciones amplias de
grupos de instituciones siguen siendo herramientas cruciales para comprender las
economías políticas contemporáneas.

Sección que examina los argumentos, mientras reseña los debates en el capítulo que
llegaron a la publicación de tres mucho, sus cambios analíticos centrales y sus respuestas
al compromiso con la policía de régimen. EA es altamente influenciador.

ENTENDIENDO EL ESTADO DE BIENESTAR


Se buscan entender al estado de bienestar como una intersección entre democracia y
capitalismo
Se busca ver cómo la desigualdad producida por el capitalismo podía sobrevivir la
igualdad producida por la democracia, y cómo el capitalismo podría sobrevivir a las
demandas de la democracia. El estado de bienestar er inicialmente una respuesta a
este problema

Marshall habla de que el desarrollo de los derechos sociales fue un paso necesario que
seguía la expansión previa de derechos políticos y económicos. Muchos estado de
bienestar modernos son parte de una lógica de desarrollo en democracias capitalistas,
unfolding automáticamente en respuesta a la previa expansión de los derechos de mercado
y políticos. La lógica del industrialismo desarrolla este pensamiento. El desarrollo del
capitalismo simultáneamente llevó a los trabajadores de reses económicas
tradicionales y creó surplus económicos que permitieron a los estados desarrollar
capacidad burocrática. Este desarrollo de capitalismo avanzado por lo tanto creó las
presiones funcionales para el estado de bienestar y los recursos para expandir,
promoviendo desarrollos convergentes.

La crisis de 1970 fue un quiebre en esta literatura porque no se podía dar por sentado
que había una marcha hacia la expansión del estado, generando nuevas preguntas
sobre su origen y carácter.

En este contexto, surgieron dos líneas de estudios que problematizan las explicaciones
lineales y estructurales del desarrollo del bienestar.
1) Una primera línea de trabajo, proveniente de la escuela de los “recursos de poder”,
se basó en la comprensión marxista de las relaciones de mercado conflictivas como
una característica definitoria de los sistemas capitalistas. Sin embargo, para estos
académicos, los estados de bienestar no surgieron simplemente del éter del
desarrollo capitalista; más bien, fueron el producto de “políticas contra los mercados”
(Esping-Andersen 1985) que surgieron de luchas políticas en las que ganaron los
actores de izquierda (Korpi 1983; Stephens 1979).
2) Otra línea de teorización, desarrollada particularmente en el contexto
estadounidense, argumenta que las instituciones políticas y el desarrollo temprano
de políticas eran cruciales para estructurar la traducción de las demandas
electorales en políticas. Por ejemplo, Orloff y Skocpol (1984) analizan las formas en
que el momento de la democratización dio forma a la capacidad de los gobiernos
federales del Reino Unido y los Estados Unidos, abriendo o excluyendo diferentes
coaliciones políticas.

Este trabajo sugería que las interpretaciones lineales o funcionalistas del estado de
bienestar pasaban por alto la naturaleza conflictiva y, en ocasiones, contextualizada
de su desarrollo. Al hacerlo, tanto el trabajo institucionalista como el de los recursos
de poder invocaron el análisis histórico de manera diferente a como lo hacían los
enfoques anteriores, o los propios historiadores, que habían descuidado en gran
medida el estudio del estado de bienestar.

Pero también tiene sus cosillas tipo porque gobiernos de derecha pusieron en estado de
bienestar (contra argumento al enfoque de los recursos de poder o movilización de la clase
trabajadora) si la política es institucional, que explica el origen de esas instituciones?

TRES MUNDOS DE CAPITALISMO


Tres mundos surgieron en este contexto. El argumento central del libro es que los estados
de bienestar varían no sólo en cuánto gastan sino también en cómo gastan y que la
naturaleza de las coaliciones entre clases entre sindicatos y partidos de izquierda y otros
grupos sociales explica esta variación. El resultado son tres “mundos” distintos del
capitalismo del bienestar

EA conceptualiza las variaciones en desarrollo en términos históricos y teóricos


simultáneos.

1) Argumenta que la política de bienestar y la política son fundamentalmente


multidimensionales; aunque el gasto social es importante, no podemos
entender ni la naturaleza ni los orígenes de los estados de bienestar
observando simplemente los niveles de gasto. Para distinguir esta
dimensionalidad, Esping-Andersen desarrolla los conceptos de
desmercantilización y estratificación.
1) Dersmercantilizaciòn: al mercantilizar el trabajo, fuerzan a los trabajadores a
relaciones de dependencia que restringen su poder. Sin embargo, son las
luchas históricas por los derechos sociales que disminuyen el estatus de los
ciudadanos como ‘mercancías''' (3), desmercantilizar los, las que se
encuentran en el corazón del desarrollo de los estados de bienestar y los
mercados laborales contemporáneos. La desmercantilización ocurre cuando
un servicio se presta como una cuestión de derecho, y cuando una persona
puede mantener su sustento sin depender del mercado” (22) y así mantener
“su nivel de vida independientemente de las fuerzas puras del mercado” (3).
Los estados de bienestar y los mercados son constitutivos, los derechos
sociales proporcionados por el estado cambian las relaciones de poder en los
mercados laborales, y las relaciones de poder en los mercados laborales, a su
vez, dan forma a cómo pueden actuar los estados.
2) Estas diferencias en la estructura del estado dan forma no solo a la
distribución de recursos en la sociedad sino también, de manera crucial, a la
distribución del poder. Para Esping-Andersen, la estratificación entre clases
no es un subproducto inevitable de los mercados, ya sea visto positiva o
negativamente, ni un fracaso individual, sino que se construye con el tiempo a
través del proceso político y su institucionalización en los regímenes de
bienestar. El mundo liberal afianza la estratificación basada en el mercado
según ingresos o clases. El mundo conservador se estratifica a lo largo de las
líneas de estatus tradicionales, manteniendo las diferencias entre los grupos.
Finalmente, los estados de bienestar socialdemócratas salvan las divisiones
sociales, promoviendo una distribución más equitativa del poder y los
recursos en la sociedad. Una vez establecida, la lógica de la estratificación se
incrusta en el Estado y el mercado, perpetuandose en el tiempo.

El tema de Esping-Andersen es el desarrollo de estados de bienestar avanzados, una


de las creaciones políticas definitorias de los países democráticos en el siglo XX. Al
examinar la variación entre los estados de bienestar, desarrolla un edificio teórico
que se basa en la comprensión de los regímenes de bienestar como productos
moldeados históricamente de las luchas distributivas entre los representantes de los
trabajadores, sus aliados y otras élites económicas, que, a su vez, tienen sus propias
leyes. estructura temporal sobre la dinámica política futura.

Los actores políticos que crearon los regímenes de bienestar no pensaron en la política
social y del mercado laboral en términos atomizados o inconexos. En cambio, lucharon
ampliamente para redefinir, o mantener, estructuras de poder social y económico
particulares. Comprometerse con los objetivos históricos de los movimientos obreros y sus
contrapartes conservadoras, para cambiar las relaciones de poder, es decir, para la
desmercantilización y la subsiguiente estratificación entre grupos, permitió a Esping-
Andersen tanto establecer conexiones entre configuraciones de políticas como identificar las
amplias diferencias. - diferencias tributarias entre regímenes.
2) EA apunta a la lógica de las coaliciones políticas. Rechaza la idea de que los estados de
bienestar son un subproducto automático de las necesidades capitalistas o de demandas
democráticas económicamente determinadas, rompiendo con las tesis marxistas y de la
“lógica del industrialismo”. Sin embargo, los estados de bienestar tampoco son un producto
indiferenciado de fuertes movimientos laborales. Más bien, argumenta, el estado de
bienestar se deriva de las formas en que los movimientos laborales y
socialdemócratas se unen (o dejan de unirse) con otros actores sociales. Dicho de
otra manera, se basa en la alineación histórica de los grupos sociales.
Esta afirmación constituyó el segundo cambio analítico clave de Esping-Andersen con
respecto al trabajo anterior. La desigualdad producida por el capitalismo y la igualdad
política de los ciudadanos en una democracia no crean un conjunto único de presiones
o resultados. En cambio, para entender la resolución de estas tensiones genéricas,
Esping-Andersen argumenta que necesitamos examinar el poder de los grupos
organizados (sobre todo, los trabajadores) y las coaliciones históricas reales que
ellos golpean. Afirma: “Si, y bajo qué condiciones, las divisiones de clase y las
desigualdades sociales producidas por el capitalismo pueden ser deshechas por la
democracia parlamentaria” (11) es la pregunta central en el estudio del estado de
bienestar. Las estructuras de clivaje social no producen automáticamente una política
determinada (tampoco las demandas de la democracia electoral excluye necesariamente
ciertas posibilidades); más bien, la desmercantilización emerge de luchas de clases
particulares

Para Esping-Andersen, las instituciones son creaciones políticas que moldean


fundamentalmente la distribución del poder en la sociedad. No sirven principalmente
para mejorar la eficiencia del mercado (o inhibir), y uno no puede entender sus
efectos en abstracto, basándose en los roles funcionales particulares que
desempeñan. Más bien, para entender el estado (y el mercado) contemporáneo,
necesitamos entender la forma en que las primeras batallas políticas dieron forma a
su estructura y autoridad de formas particulares que perduran en el tiempo.

RECONCEPTUALIZANDO LOS ORIGINALES Y CARÁCTER DEL ESTADO DE


BIENESTAR

EA destila de demandas históricas para definir las variaciones de regencia. Y aunque esta
categorización se ha mantenido útil y durable, el entendimiento de EA de las instituciones
como variable, fuerzas históricamente moldeadas fueron útiles, incluso con las críticas de su
ruptura con una perspectiva más lineal del estado.

La rama más influenciadora de los tres mundos se basa en la organización de la naturaleza


y orígenes de la variación del régimen.

Aunque muchos críticos se centran en contra del concepto de desmercantilización como


base conceptual para la variación de regímenes. La decodificación juega un rol clave
normativo en el trabajo de EA proveyendo en una forma una vinculación por la
socialdemocracia como fuerza dentro del capitalismo. Pero este concepto como él lo
define y lo mide, no siempre distingue tajantemente las configuraciones
institucionales de los regímenes de bienestar.
Incluso, el estado escandinavo que es el más desmercantilizar, dependía de casi la
participación completa de los ciudadanos en la fuerza de trabajo para mantener esos
niveles altos de beneficios.

Este texto acepta esa ruptura con las perspectivas lineales del estado pero enfatiza
diferentes metas organizativas del estado y por lo tanto efectos diferentes de las
instituciones de bienestar.
1) Castles y Mitchel sugieren que el foco en la desmercantilización como un proceso
que confiere derechos, en vez de resultados redistributivos, es misleading. Ellos se
mueven a recapitalizar el estado en términos de su potencial redistributivo. Eso
mueve a Australia y Nueva Zelanda fuera de los estado de bienestar liberales, pero
mantiene los arreglos o grupos originales, pero con nuevas bases
2) Otros trabajos se focalizan en las reglas de entitlement o redistribución fiscal en vez
de un set más amplio de relaciones de poder estado mercado, sugiriendo otras
maneras de entender la dimensionalidad de los regímenes de bienestar y sus
orígenes históricos. Llevando a estudios que se centran en otros dominios políticos,
con académicos de la salud u otros servicios resaltando la heterogeneidad dentro
del régimen en la provisión de servicios, y cuestionando la aplicabilidad de la lógica
de la desmercantilización de servicios.
Este trabajo confirmó la premisa básica de la variación del estado de
bienestar y sin embargo de alguna recategorización de casos particulares -
distinciones amplias cualitativas entre escandinavia, europa continental y los
estados de bienestar anglo. Lo que desafío fue la base de esas distinciones en
análisis de estructuras de poder, moviéndose en vez a distinciones sacadas
primariamente de la base del diseño institucional.

3) La escuela feminista se focalizaba directament en el análisis de als estructuras de


poder como una maenra criticar el concepto de descomodifacion. Las políticas
sociales juegan un rol crucial en las relaciones y roles de género. Esto trae el
análisis de las desigualdades de poder que no son primariamente enraizadas en las
relaciones de mercado, sino que dentro de familia y entre familias, el mercado, y el
estado. En este sentido, la perspectiva analítica de Esping-Andersen, tan
problemática como es, proporciona un puente que vincula la erudición feminista con
las trayectorias diferenciales de los regímenes y, por lo tanto, con el potencial
emancipatorio de la política misma. De hecho, incluso si la desmercantilización como
concepto es ciego al género, la agrupación de los Tres Mundos se mapea en
resultados de género bastante diferentes, un hallazgo que provocó una explosión de
trabajo que vincula los regímenes de bienestar con el papel de las mujeres en la
fuerza laboral (Gornick y Meyers 2003), el bienestar de los padres solos (Lewis
1997) y el poder de las mujeres en general (Esping-Andersen 1999; Korpi 2000).
Esta crítica feminista, entonces, confirmó el valor de la categorización del
régimen original de Esping-Andersen al tiempo que impulsaba sus ideas sobre
cómo las configuraciones de las instituciones estructuran el poder en nuevos
dominios ajenos al mercado.
4) También hay una teoría basada en actores no estatales como la religión. Un poco de
esto toca Van Kersbergen
Al alejarse de un enfoque en la desmercantilización como la característica
definitoria de los estados de bienestar y apuntar a una gama más amplia de
resultados distributivos integrados en las instituciones de bienestar, esta
respuesta crítica a Esping-Andersen también marcó el comienzo de un
conjunto de explicaciones menos centradas en el trabajo para variación del
régimen.

Consecuencias de este debate:

1) En primer lugar, mientras que los críticos de Esping-Andersen desafiaron gran


parte de su aparato conceptual, su ruptura con las perspectivas lineales y las
perspectivas diferenciadas sobre el estado de bienestar fue, no obstante, el
núcleo de su trabajo. Si los estados de bienestar no fueran solo sobre “más o
menos gasto” sino también sobre la variación cualitativa en la estructura del
gasto y los derechos, entonces la pregunta de qué constituye el núcleo de esta
variación cualitativa se vuelve importante.
2) En segundo lugar, sin embargo, al desafiar la lógica de la desmercantilización,
este trabajo tendió hacia una definición más institucional y (con la excepción
del trabajo sobre género) menos sociológica del Estado y menos
interpretaciones basadas en la clase de sus orígenes.
3) Finalmente, a pesar de cientos de artículos que reconsideran la variación del
régimen y cuestionan el concepto de desmercantilización, gran parte de esta
erudición destacó en gran medida paquetes de instituciones y categorización
de casos similares a los de Three Worlds. Este último punto es importante, no
porque sugiere que Esping-Andersen tenía razón inequívocamente sobre
todos los aspectos de la variación del régimen, sino porque su tipología, sin
embargo, capturó los componentes clave de la variación del estado de
bienestar.

REGÍMENES COMO MARCO PARA ENTENDER EL CAMBIO

Para EA los regímenes de bienestar son producto de batallas políticas pasadas y


crucialmente estructuran las batallas políticas futuras.

Su estructura existente provee actores claves (y el estado en sí mismo ambiente)


con capacidades y poder diferente Sin embargo incluso cuando EA arguye que los
regímenes de bienestar estructuran tanto las políticas de desarrollo como el cambio
institucional, otros se preguntaron su relevancia.

Desarrollos económicos y policías de 1990 también generaron estas preguntas


sobre la diversidad de las políticas de bienestar y de los estados de bienestar más
generalmente. Como los clivajes sociales tradicionales y el labro organizado
seemingly waned mientras que el poder de la izquierda energía, muchos señalan un
creciente chasma entre los orígenes de las políticas de estados de bienestar y la
configuración de los intereses peleando por políticas sociales y económicas.
Además, frente a las crecientes desigualdades de ingresos, los recortes en los
programas de pensión y desempleo, la mercantilización de los servicios
públicos, un movimiento hacia la activación de “remercantilización” y cierta
expansión de los beneficios para las familias, los académicos preguntaron
además si las distinciones de régimen que definían Los estados de bienestar
de la posguerra siguieron siendo relevantes en la estructuración de la vida
política.
¿Continúan los regímenes de bienestar estructurando la política en la forma
que sugirió Esping-Andersen?

En esta sección argumento que tanto el trabajo que adopta aspectos del enfoque de
régimen como, como muestro en la siguiente sección, el trabajo que aparentemente
lo rechaza, demuestra un legado profundamente estructurante de los
regímenes de bienestar tanto en los patrones de cambio como en los
resultados sociales y económicos. Sin embargo, los estudios que examinan
los mecanismos institucionales para la reproducción hipotética en Three
Worlds han arrojado evidencia más ambigua. Al buscar teorizar la forma en
que las instituciones se reproducen a sí mismas que se extiende más allá del
énfasis de Esping-Andersen en las actitudes de las masas y el poder de clase,
la investigación sobre la reforma del bienestar ha desarrollado en gran medida,
no rechazado, la afirmación de que la atención a la estructura histórica de las
instituciones y el poder arraigado dinámica, importa para la política
contemporánea de la reforma del bienestar. Estas afirmaciones son
importantes porque sugieren que las fuerzas económicas estructurales
cambiantes no obvian la atención al desarrollo histórico de las instituciones;

Muestran un cuadro donde se ve las reformas de los estados de bienestar


avanzados y los resultados económicos, se ve que hay divergencia entre los países.
Mostrando evidencia, aunque no unánime, de variación en los regímenes en
diferentes indicadores del esfuerzo del estado de bienestar. En promedio, los
regímenes socialdemócratas continúan gastando más y tienen programas sociales
más generosos, sindicatos más fuertes y menor desigualdad, mientras que los
regímenes liberales tienden a gastar menos públicamente y tienen programas
menos generosos, tasas más bajas de sindicalización y más desigualdad. Los
regímenes continentales permanecen en medio de estos dos polos.

¿Qué explica las diferencias de los países en la época de presiones y variación?

1) EA: argumento que una vez establecidas las instituciones de estado


mercados condicionan su propia trayectoria diferencial mediante dos
mecanismos:
A) Estas moldean la estructura de apoyo electoral hacia el estado
Importante pero especulativo
La estructura encompassada de los regímenes de bienestar social
demócratas deberían generar apoyo hacia el estado y defender el
conflicto de clase, perpetuando las estructuras generosas. Mientras
que los regímenes de bienestar liberales generan menores niveles de
apoyo y mayores conflictos entre grupos.
Aunque otros autores al investigar esto, encuentran un patrón de
actitudes de masas más complejo.
Las diferencias en el apoyo público al estado y las diferencias en la
prominencia general de clase/ingresó en la formación de preferencias
varían entre regímenes.Svallfors encuentra evidencia de lo primero,
pero no de lo segundo, un hallazgo en sí mismo que estimuló una
gran cantidad de investigaciones que investigan si los regímenes de
bienestar estructuran las actitudes típicas, la distribución de las
actitudes, la prominencia de la clase y los ingresos, y el uso de
diferentes criterios morales. y, nuevamente, produjo hallazgos mixtos

B) EStas moldean el poder estructural de la izquierda (sindicatos y


partidos socialdemócratas)
Para EA los regímenes no solo operan mediante un mecanismo
electoral, sino que también grupos de poder institucionalizados
cruciales, particularmente los partidos socialdemócratas y sindicatos.
Biendo específicamente esta dinámica tiene más evidencia de
political feedback directo.

Korpi mira que los recursos de poder de los sindicatos y de los


partidos de izquierda continúan importando incluso en la era de
austeridad. En contra de interpretaciones sin clase de las políticas de
reducción, las instituciones existentes moldean la constelación de los
intereses de clase y poder en resistir cortes.

Preguntas que nacen de la idea dos de EA: ¿Si los regímenes


estructuran el cambio primariamente mediante su influencia en el
poder de la izquierda, como puede ser que países con una
izquierda débil alteran el estado?

1) Pierson: Las presiones económicas y desgracias en


estados de bienestar avanzados no se traducen
automáticamente en demandas por cortes de bienestar,
sino que el resultado es particularmente lo opuesto. Al
desarrollarse los estados deben estar, éstos crean tanto
costos directos altos para cambiar y movilizar ambos
grupos de interés y constituciones electorales que buscan
preservarlos. Se requiere análisis histórico para entender
esto pero sirve para prestar atención a las maneras en las
que la política crea sus propios costos institucionales u
oportunidades para cambio y empoderan intereses
protectivos que pueden obviar estas peleas políticas
fundacionales. Pierson cambia su foco analitio para la s
reproducción del régimen mediante el poder de la
izquierda a formas en que TODAS las policía crean un
agógica política distinta mediante la maduración
institucional

La contribución de pierson al análisis de EA es muy util.,


Muchos trabajos muestran que los paquetes
institucionales varían en su lógica de reproducción, con
los regímenes siguiente distintos patrones o caminos
(como sugiere EA) pero esta reproducción no ocurre solo
con el poder o por el poder de la izquierda sino también
por mecanismos políticos nuevos (como sugiere pierson)
Este trabajo muestra cómo la estructura del estado
considerablemente cambia o moldea tanto como los
países experimentan nuevas presiones y el poder y
capacidad del rango de los actores en el proceso de
reforma para resaltarlas.

2) Iversen y Wrens (está en el texto anterior) argumentan que


el crecimiento de las fuerzas de servicios en la economía
genera una baja en la productividad, haciendo difícil para
los policy makers mantener simultáneamente altos niveles
de empleo, igualdad de salarios y disciplina fiscal.
Esencialmente se hacen diferentes trade offs entre las
tres opciones teniendo en cuenta las presiones actuales.
Los socialdemócratas internalizan muchos de los costos
de ajuste mediante presupuestos grandes para preservar
la igualdad salarial y el empleo (no tiene la disciplina
fiscal). Mientras que la democracia cristiana quiere
mantener la igualdad y la disciplina fiscal manteniendo el
crecimiento del desempleo, y los políticos liberales
permiten la creciente desigualdad mientras mantienen
disciplina fiscal.
Las instituciones moldean la forma en que las presiones
generadas por el creciente sector de servicios son
experimentadas y las canciones de intereses y
capacidades de los actores políticos en responder a ellas.
EA dice que en europa continental tenes una conjunción
de bienestar sin trabajo como producto de su régimen de
bienestar, sus beneficios que preservaban los estatus
aumentaron los costos del trabajo y perpetúa en
crónicamente bajas tasas de participación de la fuerza
laboral

3) David Rueda: la estructura económica de esos países


estratifica el mercado de labor (a los que están adentros)
con trabajos protegidos y a los de afuera que no tienen
protección fuerte, en la economía mientras que empodera
a los insiders del sistema político. Entonces el resultado
político es la continuidad incluso cuando hay deficiencia.

X EJEMPLOS:
En Europa continental hay dinámicas de cambio donde hay más activación del mercado de
trabajo, cortes á las pensiones, expansión de los beneficio de familia lo que parece empuja
en contra de la estructura tradicional del régimen, lo cual continúa enfatizando el poder
estructural crucial de un régimen de bienestar amplio. La reforma a veces contaba cortes en
las pensiones de los trabajadores tradicionales con la expansión de beneficios para los
autsider, y aunque rompía con la lógica conservadora de bienestar, el régimen existente y
su estructura cero coaliciones particulares que moldearon la oportunidad de los actores de
cooperar y moldear estos cambios.
Promovió los vicios de alto desempleo y bajas actividades.

Socialdemócratas parecía ofrecer una vindicación poderos a de la virtud democrática en la


cada vez más globalizada economía. Aca se examinó cómo la estructura del régimen
existente le permitió a estos pacientes esquema un trade off entre desempleo y
desigualdad. Señalando cómo los paquetes de las instituciones socialdemócratas moldean
la forma en que se experimentan nuevas presiones. Iversen comenta que las instituciones
que promovieron la adquisición de habilidades generales como manera en agrandas la
igualdad en el mercado de labor, le permitió a los países socialdemócratas strasnice de a
altos salarios, alto empleo economicas de servicios. Empoderando tanto a los viejos como
nuevos actores (Incluyendo sindicatos) que se movilizaban para defender la capacidad
redistributiva del estado.

Colectivamente, este trabajo proporciona una fuerte evidencia de que los regímenes
de bienestar continúan teniendo un poder estructurador. Este poder estructurante no
opera precisamente a través de los mecanismos que sugirió Esping-Andersen, pero
no deja de ser institucional. Vemos que los regímenes han moldeado la forma en que
surgen los problemas y las respuestas de los actores políticos. La atención a la forma
en que las configuraciones amplias de las instituciones dan forma a los caminos de la
reforma es, por lo tanto, crucial para comprender el cambio.

POLÍTICAS EN CONTRA DE LOS MERCADOS

EA presenta a los regímenes de bienestar como macro configuraciones de instituciones


creadas por coaliciones de actores particulares, las que luego institucionalizan estructuras
de poder particular que modelan las políticas subsecuentes.
Pero, hay una gran interrogante incluso sobre la relación estructural entre el proceso
geográfico alejado un poco más del enfoque de EA.

¿Qué hace la autora?


En esta sección final, analiza dos enfoques que tomaron el interés teórico de Esping-
Andersen entre las instituciones distributivas, la democracia y el capitalismo, pero lo
hicieron de maneras que desafiaron fundamentalmente las afirmaciones ontológicas
centrales de Esping-Andersen: o repensar las instituciones de manera más funcional
y términos menos conflictivos o repensar el conflicto económico en términos menos
institucionales y más estructurales. En esta sección, argumento que ambas
perspectivas, ya que han tratado de explicar la variación en las políticas sociales
reales y los resultados económicos, regresan a aspectos (aunque no a la totalidad) de
las ideas de Esping-Andersen: enfatizar los resultados configuracionales y no
lineales y el papel de históricamente moldearon instituciones para dar forma a estos
resultados.
destacan la importancia de prestar atención a los procesos históricos, el poder
estructurador de las instituciones y la naturaleza configuracional del Estado para
comprender los resultados distributivos contemporáneos.

1) Variedades de capitalismo
Buscan teorizar la variación en las económicas políticas avanzadas en términos
macro configurativos. En contraste con EA y su lectura de las instituciones, VoC
saca sus conclusiones de las teorizaciones de Williamson y North donde
entienden a las instituciones en términos del rol funcional que juegan en
superar varios problemas de coordinación entre las firmas. Para VOC, las
instituciones, incluyendo el estado de bienestar, sirven primariamente para
resolver problemas de acción colectiva que enfrenta tanto el trabajo como los
empleadores en el mercado laboral.
Este énfasis en la coordinación lleva a VoC a teorizar aislando dos en vez de
tres tipos de economías basadas en su grado de coordinación: LME y CME.
Al ver las instituciones en términos de la función que juegan en moldear la
coordinación de las firmas, se desafía el entendimiento histórico y distributivo
de los estados de bienestar que ofrece EA. Ya que ven cómo la política social,
al reformar el riesgo social sirve a las necesidades de las iras y emerge
mayormente como una respuesta a las necesidades de los empleadores.

Sin embargo, a medida que se desarrollaba esta agenda de investigación,


surgieron nuevas preguntas sobre la "afinidad electiva" entre los tipos de
instituciones productivas en el corazón de VOC y las instituciones
redistributivas asociadas con los estados de bienestar. Al buscar desentrañar
aún más estas conexiones, la investigación de VoC volvió a comprometerse
con dos aspectos clave del trabajo de Esping-Andersen: enfatizar el papel
constitutivo del conflicto distributivo históricamente estructurado y dividir a
los países en tres grupos con similitudes con los Tres Mundos.

B) Iversen Soskice van a la pregunta fundamental de la relación entre capitalismo,


democracia y bienestar. Iversen argumenta que el enfoque tradicional de políticas
entonces de los mercados no puede explicar la compatibilidad del estado de
bienestar y capitalismo. Sin embargo, las configuraciones institucionales de VOC
también requieren una articulación electoral, ya que sus aspectos redistributivos
subyacen en el campo de las políticas democráticas.
Soskice (2001) primero teoriza las preferencias de los votantes por la redistribución
en función de sus conjuntos de habilidades (que se derivan, en parte, del tipo de
economía en la que habitan), luego analiza la forma en que las instituciones
electorales agregan estas preferencias en coaliciones políticas nacionales estables
para la redistribución (Iversen y Soskice 2006), y, finalmente, buscan endogenizar
estas instituciones en los imperativos históricos de las diversas formas de
capitalismo (Iversen y Soskice 2009). Este análisis contrasta con las interpretaciones
del estado centradas en el trabajo, enfatizando las fuerzas económicas estructurales
(en lugar de las políticas).

2) Thelen mira los resultados divergentes en términos de la igualdad y empleo dentro


de variedades de capitalismo similares. Argumenta que el vínculo entre el
capitalismo coordinado y el faltista no es automático. Mientras que la coordinación
entre clases ha sido sumamente estable con el tiempo. las instituciones
produciendo una relativa igualdad de salarios no lo han sido. Para entender
porque, Thelen examina cómo algunas instituciones promueven coaliciones
amplias encompassing que preservan la igualdad en los momentos de
liberalización, mientras que otras promueve coaliciones más estrechas que
preservan la coordinación y permiten que los efectos egalitarios se marchiten.
El trabajo de Thelen (2014) enfatiza el papel de la coordinación entre clases
entre los grupos de productores formados institucionalmente para influir en
estas trayectorias divergentes. Su trabajo divide la VoC en tres trayectorias de
ajuste que coinciden estrechamente con los Tres Mundos y, en términos más
generales, rompe con el funcionalismo. interpretaciones de las instituciones
económicas que enfatizan el variado desarrollo histórico. El trabajo de Thelen,
y hasta cierto punto el de Iversen y Soskice, muestra que, a medida que los
académicos de VoC comenzaron a comprender el conflicto distributivo,
también adoptaron una comprensión de las instituciones más históricamente
variable y política (en lugar de funcional).

3) En contrastación, hay nuevos tratados que empiezan con el puzzle central del
conflicto distributivo- como deberíamos entender tanto la tendencia hacia niveles
crecientes de desigualdad entre las económicas noticias avanzadas y variaciones
entre las economías en la extensión de esta tendencia- inicialmente miran a un
razonamiento más deductivo y formal en vez e histórico. SU estudio se vuelve se
vuelven más desconcertantes porque las tendencias actuales parecen contradecir
las afirmaciones centrales de los modelos deductivos clave de la demanda de
redistribución, particularmente el desarrollado por Meltzer y Richard (1981), que
sugiere que los ciudadanos deberían reaccionar ante la creciente desigualdad
exigiendo más redistribución.
Para comprender por qué los votantes no parecen exigir redistribución cuando
cabría esperar (es decir, cuando la desigualdad es mayor), gran parte de los
estudios recientes se han volcado al nivel micro, buscando comprender cómo
otros aspectos de los intereses materiales de los individuos impulsan
demanda de política social. Inicialmente, gran parte de esta teorización de
“nivel micro” no examinaba explícitamente el papel de las instituciones o los
procesos limitados temporalmente en la configuración del conflicto. Por
ejemplo, Rehm, Hacker y Schleisinger (2012) argumentan que para comprender
las actitudes hacia el estado, debemos observar la coincidencia de la demanda
de sus roles redistributivo y de seguro. Cuando la exposición al riesgo y los
niveles de ingresos son transversales (es decir, no afectan a los mismos
grupos), es más probable que los ciudadanos apoyen una redistribución
extensiva que cuando la exposición al riesgo y los niveles de ingresos
covarían. El enfoque teórico de este trabajo está en el vínculo entre la
estructura económica y las preferencias individuales para la redistribución.
Si bien la teorización reciente a nivel micro tiende hacia una comprensión más
estructural (en lugar de macrohistórica) de la relación entre la desigualdad y la
democracia, estos argumentos suelen ser más históricos de lo que parecen y,
de hecho, llegan a conclusiones familiares. Este trabajo a menudo identifica
patrones de resultados similares a los de los estudios basados en regímenes:
los estados escandinavos redistribuyen más, los países continentales menos y
los países anglosajones se vuelven aún más desiguales.

Ansell, por ejemplo, argumenta que el gasto en educación superior tiene diferentes
tipos de efectos redistributivos en función del nivel de matriculación existente, por lo
que los partidos políticos lo priorizan de manera diferente en el tiempo y el espacio
en función de su contexto político. El resultado son tres patrones de cambio en la
educación superior, que son muy parecidos a los Tres Mundos, aunque el análisis
no se efectúe en estos términos. Sin embargo, para explicar estas configuraciones
de una manera no similar a un régimen, este trabajo se basa en argumentos
interactivos. La distribución del riesgo laboral, por ejemplo, importa de manera
diferente según la distribución del ingreso, la creciente desigualdad produce
diferentes demandas según su estructura, los partidos se movilizan de manera
diferente según la lógica del sistema electoral y la creciente desigualdad, y así
sucesivamente. . Estos argumentos condicionales recuperan elementos de trabajos
anteriores orientados al régimen, incluso si evitan esta terminología.

El resultado es un retorno al compromiso en la forma en que las instituciones


estructuran las demandas a nivel individual. Primero, al pasar de las
preferencias a las demandas políticamente destacadas, este trabajo tiende a
enfatizar el papel estructurante de las instituciones electorales y otras
instituciones políticas. Anderson y Beramendi (2012), por ejemplo, argumentan
que el aumento de la desigualdad afecta la movilización de votantes de bajos
ingresos de manera diferente en los sistemas electorales, determinando los
niveles de participación, con consecuencias posteriores para abordar la
desigualdad que varían sustancialmente según los tipos de países. En
segundo lugar, ha habido una creciente atención a las micropreferencias en sí
mismas como parcialmente endógenas a las instituciones económicas y de
bienestar pasadas, moviéndose hacia atrás en la cadena causal de la
producción de preferencias.

CONCLUSION
De hecho, lejos de eclipsar el análisis histórico-comparativo, sus métodos, y
compromisos ontológicos más amplios para comprender las
macroconfiguraciones de instituciones construidas temporalmente, siguen
siendo fundamentales para comprender las cuestiones actuales de la
distribución del ingreso, el cambio en el bienestar y el vínculo entre el estado y
la economía.

Este capítulo se ha esforzado por mostrar que las ideas originales de Esping-
Andersen han tenido una influencia tan profunda porque se basaron en
comparaciones históricas para proporcionar una conceptualización
profundamente resonante de la variación construida políticamente en las
instituciones estatales.

El trabajo sobre los orígenes y efectos de los estados de bienestar se basa en


la afirmación básica de Esping-Andersen de que las estructuras del estado de
bienestar son variables y multifacéticas y, a menudo, continúa
conceptualizando los estados de bienestar en la forma en que los describió
Esping-Andersen. Además, si bien los tres mundos ciertamente han cambiado,
los amplios paquetes de instituciones en su núcleo continúan estructurando
profundamente la política de reforma del estado de bienestar y los resultados
distributivos, en general. La Tabla 3.2 resume las principales afirmaciones del
capítulo y las trayectorias de investigación basadas en el trabajo de Esping-
Andersen.

la literatura conductual reciente que se enfoca en cómo el riesgo económico,


la riqueza y las habilidades dan forma a las preferencias de los ciudadanos, ha
contribuido a nuestro conocimiento de los determinantes estructurales
cambiantes de las actitudes de los ciudadanos. Sin embargo, la clase como
concepto siempre ha abarcado más que un vínculo entre las estructuras
económicas y las preferencias, basándose en la forma en que los grupos y
otros actores moldean y politizan las experiencias económicas. Una de las
ideas centrales del análisis histórico-comparativo (no solo el trabajo sobre el
estado de bienestar) es que las relaciones de clase, las coaliciones y el poder
son históricamente contingentes y se configuran de múltiples maneras.
feminismo

David rueda con los insiders


(industria) y outisders (servicios)
Tendenica de los gobiernos social
democratas a no resolver crecientes
problemas de desemplo y srugimeinto
de nuevas inseguridades al interior de
la fuerza de trabajo a causa de la
preservacion de la alianza con
insiders y EB conservador

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