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I) Definiciones
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puede denotarse aquello de lo que tenemos sentido. Como se verá , en Kaplan es
diferente, ya que si el individuo es el que determina al componente proposicional o
hay una especie de “identidad” entre ellos, puede pasar que: o 1) no haya un
componente proposicional, a la manera del sentido fregeano, sino que el término
denota directamente al individuo; o 2) que el componente proposicional al estar
determinado por el individuo, el proceso de “determinació n del significado” pueda
darse de lo denotado a aquello que denota (la parte proposicional).
Lo que propone Kaplan parece sensato, ya que, como se verá , no es necesario tener un
conocimiento directo de las cosas para que los nombres designen con sentido. Esto es,
no es la cosa la que determina “el sentido”, porque ya la conocemos, o por lo menos
podemos ubicarla (en palabras kripkeanas: fijar la referencia). Por ejemplo, segú n la
manera en que Kripke lo expone en el ejemplo que da respecto al descubrimiento del
planeta Neptuno, cuando explica có mo utilizamos las definiciones para fijar las
referencias y no para dar un sinó nimo (significado-sentido). Con el nombre fijamos la
referencia del objeto que ya teníamos. Y es así como funciona la ciencia, ya se tiene
toda la teoría que respalda y describe al objeto, y todo ello só lo sirve para ubicar una
referencia.
Es así que Kaplan propone incursionar en una teoría, separá ndose del eje tradicional
“Frege-Russell”, para términos que cumplan con estas características; dicha teoría es
la que trata tales términos como directamente referenciales. Kaplan tomará como
modelo de este tipo de términos a los demostrativos.
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2.1) Demostrativos e indexicales puros
Kaplan se interesa por aquellos términos cuyo referente depende del contexto de uso2
y cuyo significado provee una regla que determina el referente en términos de ciertos
aspectos del contexto. A estos términos los llamará indexicales.
Para él sí es posible distinguir cuando un término es usado como un demostrativo o
como un indexical puro. A continuació n esbozo tal diferencia:
Demostrativos (verdaderos)3
Son aquellos indexicales que requieren, para determinar sus referentes, una
demostració n asociada, por ejemplo la de señ alar. Las reglas lingü ísticas que los
gobiernan no son suficientes para determinar los referentes de éstos en todos los
contextos de uso; estas reglas só lo suponen que la demostració n asociada acompañ e
al demostrativo en cada uso (demostrativo) del mismo.
Un demostrativo es incompleto si no lo acompañ a una demostració n asociada. Los
demostrativos incompletos no son vacuos, a la manera como lo son las descripciones
definidas. Un demostrativo es vacuo cuando a)la demostració n no tiene demostratum,
por ejemplo en el caso de una alucinació n; b) tenemos el demostratum equivocado,
por ejemplo cuando utilizamos “él” para referirnos a un objeto femenino; c) tenemos
muchos demostrata, por ejemplo cuando utilizo “ese” para referirme a objetos
idénticos y contiguos.
Indexicales puros
Estos indexicales no requieren de una demostració n asociada (cualquier suministro
de demostració n es para enfatizar o es irrelevante). Las reglas lingü ísticas que
gobiernan su uso determinan completamente sus referentes para cada contexto. No se
necesitan de acciones o intenciones suplementarias.
2
Esta noció n será explicada má s adelante.
3
Pongo verdaderos entre paréntesis ya que es la calificació n que Kaplan da al hablar de los
demostrativos, pero esto no quiere decir que el término en sí mismo sea verdadero o que el calificativo
tenga que ver con portar un valor de verdad.
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Kaplan utiliza un ejemplo de Bennett para clarificar esta diferenciació n:
(i) Yo estoy aquí.
(ii) En dos semanas yo estaré aquí. (señ alando un lugar específico en un mapa)
En (i) ‘aquí’ es usado como un indexical puro; en cambio en (ii), ‘aquí’ es usado como
un demostrativo.
Estas diferencias sostienen uno de los principios de la teoría de Kaplan: el referente de
un indexical puro depende del contexto, mientras que el referente de un demostrativo
depende de la demostració n asociada.
El otro principio de esta teoría es que los indexicales, tanto puros como demostrativos
por igual, son directamente referenciales.
Para Kaplan, un término directamente referencial es aquella expresió n cuyo referente,
una vez determinado, es fijo en todas las circunstancias posibles. Las reglas
semá nticas se ocupan de que el referente en todas las circunstancias posibles sea
fijado por el referente actual del término; estas reglas determinan el referente actual,
sin determinar otro componente proposicional.
Para poder comprender esto, necesitamos distinguir entre un contexto de uso y una
circunstancia de evaluación (o contexto de evaluació n). Kaplan establece esta
distinció n para poder caracterizar los términos directamente referenciales y
disociarlos de los designadores rígido kripkeanos. Los contextos de uso son las
ocasiones posibles en las que se usa un término. Una circunstancia de evaluación, es la
circunstancia posible en la que se evalú a lo que ‘se ha dicho’ en una ocasió n de uso
dada.
Kaplan toma las circunstancias posibles de evaluación como situaciones contrafá cticas.
Nos dice que má s que darle un uso al término, lo que debemos preguntarnos es qué es
lo que se ha dicho por medio de éste; debemos preguntarnos si lo dicho es verdadero
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o falso en distintas circunstancias contrafá cticas y averiguar qué individuos (objetos)
son relevantes en tales circunstancias para determinar el valor de verdad de lo dicho
en la expresió n.
4
Kaplan no sigue a Kripke en su caracterizació n de designadores rígidos, má s adelante, en el escrito, se
esboza esta separació n.
5
Kaplan David, <<Demonstratives>>, In Almog, Perry, and Wettstein 1989, pp. 494.
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‘complejo’ que asigna un objeto en cada circunstancia. Las reglas semá nticas
ú nicamente proveen un objeto, no un complejo.
Ahora bien, los términos directamente referenciales no deben entenderse, en general,
como designadores rígidos kripkeanos. Lo que distingue (distinció n que se vuelve
subliminal si adoptamos una semá ntica de mundos posibles) a un término
directamente referencial, es que el designatum -referente- determina el componente
proposicional, en vez de que dicho componente junto con la circunstancia determinen
el designatum. Por consiguiente, el término directamente referencial que designe a un
objeto contingente (existente), seguirá siendo un designador rígido.6 El elemento
proposicional no necesita elegir su designatum de aquellos que se ofrecen a través de
las circunstancias, sino que ya ha asegurado su designatum, antes del encuentro con la
circunstancia.
Kaplan también se separa de Russell al sostener que el significado descriptivo de un
término directamente referencial no forma parte del contenido proposicional, lo que
forma parte son los objetos. El significado descriptivo servirá para determinar un
referente en un contexto de uso y no será relevante para determinar a un objeto en
una circunstancia de evaluació n. El significado descriptivo de los términos
directamente referenciales es inaplicable en las circunstancias de evaluació n.
2.3) Dos tipos de significado para enunciados que contienen indexicales puros:
i) contenido y circunstancia, y ii) caracter.
Kaplan nos dice que si tomamos a la vez los dos principios en los que basa su teoría (a
saber: 1) que el referente de un indexical puro depende del contexto, mientras que el
referente de un demostrativo depende de la demostració n asociada, y 2) que los
6
Kaplan nos dice que podemos entender de dos maneras la noció n kripkeana de ‘designador rígido’. La
primera corresponde al concepto de ‘misma designació n en todos los mundos posibles’, que es la má s
exacta. La segunda, que es donde encontramos problemas, tiene que ver con que el designador rígido
no puede designar algo que no existe, cuando el objeto no existe en algú n mundo posible. La distinció n
arriba señ alada se da con base en este ú ltimo sentido.
Otra diferencia entre los designadores rígidos y los términos directamente referenciales, es que estos
ú ltimos, a diferencia de los nombres propios, si poseen un significado descriptivo.
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indexicales, tanto puros como demostrativos por igual, son directamente
referenciales, entonces los enunciados que contienen indexicales puros tienen dos
tipos de significados. Estos significados son denominados i) contenido, acompañ ado
de la circunstancia (de evaluació n); y, ii) caracter. A continuació n explicaré en lo que
consiste cada uno de ellos.
i) Contenido y circunstancia.
Cuando utilizamos un indexical en contextos diferentes, ‘lo dicho’ (lo que se evalú a en
la circunstancia de evaluació n) también será diferente. Aquello que varía de
circunstancia en circunstancia es el contenido. El contenido de un enunciado, en un
contexto dado, es lo que tradicionalmente ha sido llamado proposición. Sin embargo, la
noció n del contenido no se aplica só lo a los enunciados, sino también a cualquier parte
significativa del discurso tomada en un contexto. Los contenidos son aquello que se
evalú a en las circunstancias de evaluació n. Así, si el contenido de un enunciado en un
contexto es una proposició n, el resultado de la evaluació n será un valor de verdad; en
cambio, el resultado de la evaluació n de un contenido de un término singular, será un
objeto (el objeto relevante).
Generalmente, el resultado de la evaluació n del contenido de una expresió n bien
formada será una extensión apropiada para De este modo, puede representarse
el contenido como una funció n de las circunstancias de evaluació n hacia una
extensió n apropiada: ⨍: CE → e.
Ahora veamos qué papel juega la circunstancia de evaluació n con respecto a los
contenidos. Recordemos que las circunstancias y las circunstancias posibles de
evaluació n son las situaciones en las que debemos de preguntar por la extensió n de
una fó rmula (expresió n) bien formada dada. Una circunstancia, incluye usualmente un
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estado o una historia posible del mundo, un tiempo, entre otras propiedades
(características modales), pero no es el contexto, la circunstancia tiene que ver con la
manera en que ‘son dichas’ las expresiones, dentro de un contexto dado. La cantidad
de informació n que requerimos de una circunstancia está ligada al grado de
especificidad de los contenidos, y, por ello, a los tipos de operadores del lenguaje.
Debido a que representamos los contenidos por medio de intensiones, los operadores
que operan con contenidos son los que se utilizan en la ló gica intensional. De este
modo, una extensión apropiada para un operador intensional es una funció n de las
intensiones a las extensiones: ⨍(e -oi): i → e.
Por su parte, los operadores indexicales son también operadores intensionales, só lo
que difieren de estos ú ltimos en dos aspectos: primero, su extensió n (la funció n de las
intensiones a las extensiones) depende del contexto; segundo, son directamente
referenciales, por tanto, tienen contenido fijo.
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Lo evaluado en la circunstancia.
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lo que Kaplan entiende como contenido, particularmente, en este caso, el contenido
del enunciado (h).
Ahora, de acuerdo al esquema arriba expuesto, tenemos que el contenido del
enunciado (h) “yo lloré ayer” es la funció n que va de la circunstancia de evaluació n
hacia la extensió n del mismo. Pues bien, la circunstancia de evaluació n está
determinada por quién dice el enunciado, y cuá ndo se dice el mismo, pero notemos
que se nos facilita ubicar ésta debido a que dicho enunciado tiene como términos
ingredientes el indexical ‘yo’ y el demostrativo adverbial ‘ayer’. La extensió n, en este
caso, sería la proposició n que proviene del enunciado (h), y, ya que es un enunciado
que se pronuncia dentro de un contexto, la proposició n tendrá que ver con ‘lo dicho’
(circunstancia) en tal contexto. Por ú ltimo, el resultado de la evaluació n de tal
enunciado será el valor de verdad ‘verdadero’, si es el caso que ‘yo he llorado ayer’, de
lo contrario, el resultado será el valor falso. Cabe señ alar que la determinació n del
contenido se ve importantemente afectada por la presencia de los demostrativos
arriba señ alados.
Hasta aquí con este primer tipo de significado, ahora pasemos a la exposició n del
segundo tipo.
ii) Caracter.
Este tipo de significado es el má s prominente en los indexicales, este determina el
contenido en varios contextos. El caracter de una expresió n es fijado por las
convenciones lingü ísticas. Debido a esto, podemos pensar en él como la noció n
tradicional de significado, es decir, como lo conocido por el hablante competente del
lenguaje. El caracter determina el contenido de la expresió n en cada contexto, por ello,
éste se representa como una funció n de posibles contextos hacia contenidos.
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Los indexicales tienen un caracter que es sensible 8 al contexto, recordemos que algo
que los caracteriza es que el contenido varié de acuerdo al contexto. Por su parte, los
no-indexicales tienen un cará cter fijo, no sensible al contexto; para estos el mismo
contenido es invocado en cada contexto, pero dicho contenido es sensible a las
circunstancias, ya que su extensió n varía de circunstancia en circunstancia. Por ello,
típicamente, los no-indexicales son designadores no-rígidos.
Tenemos que tener en cuenta, acerca de estos tipos de significado, las siguientes
características:
° El caracter se aplica só lo, a palabras o frases, como tipo. El contenido se aplica a la
ocurrencia9 de palabras y frases en contextos.
° Ocurrencias de dos frases pueden coincidir en contenido, aunque las frases difieran
en caracter; y dos frases pueden coincidir en caracter, pero diferir en contenido en
contextos distintos.
° La relació n entre caracter y contenido es algo como la consideració n tradicional de la
relació n entre sentido y denotació n, el caracter es una manera de presentar el
contenido.
Kaplan concluye que estos dos tipos de significados sumados a la extensió n, hacen que
el principio fregeano de la intercambiabilidad intensional se transforme en dos
principios:
8
El adjetivo que Kaplan usa es sensitivo en lugar de sensible, pero, a mi parecer, este ú ltimo me parece
má s adecuado, ya que representa la capacidad del caracter por “intuir” el contexto.
9
Má s adelante se hablará sobre la ocurrencia de una palabra o frase.
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F1) El caracter del todo es una funció n del caracter de las partes. Esto es, si dos
expresiones compuestas bien formadas difieren só lo respecto a los componentes, los
cuales tienen el mismo caracter, entonces el caracter de los componentes es el mismo.
F2) El contenido del todo es una funció n del contenido de las partes. Esto es, si dos
expresiones compuestas bien formadas, en contextos posiblemente diferentes,
difieren só lo con respecto a los componentes, cuando son tomadas en sus contextos
respectivos, tienen el mismo contenido, y el contenido de los dos compuestos es el
mismo.
III) INDEXICALES
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En esta parte Kaplan nos habla de la Teoría del índice, la cual fue desarrollada para solucionar el
problema del “agrandamiento” de la intensió n. No la expongo debido a que, Kaplan mismo concluirá ,
que dicha teoría es técnicamente erró nea y extraviada para el tratamiento de indexicales. Esto porque
no hay una doble indexació n, esto es, no se crea un índice para los contextos y otro para las
circunstancias. Lo cual implica que se puedan tomar enunciados del tipo <⎕‘Yo estoy aquí ahora’>
como verdades ló gicas (desde las circunstancias de evaluació n), cuando no lo son.
Sin embargo, má s adelante (p. 511), Kaplan sostendrá que en una aplicació n específica de la teoría de
los indexicales, habrá ciertas características prominentes de una circunstancia de evaluació n, y, por
ello, podemos representar circunstancias mediante conjuntos indexados de características. Todas las
características de una circunstancia, generalmente, será n requeridas como aspectos del contexto, y
viceversa. Pudiendo así representar un contexto mediante el mismo conjunto indexado que usamos
para representar una circunstancia. Esto con el fin de tener una ló gica bidimensional, y no una ló gica
para contextos y otra para circunstancias. (¿DUDA?)
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incluso referirlo a otro contexto (esto significa cambiar su caracter). Esto se hace a
través del uso de signos de puntuació n. Si se menciona el indexical, en lugar de usarlo,
podremos operar directamente con él. Ejemplo:
(menció n) Otto dijo que “yo soy un tonto”.
(uso) Otto dijo que yo soy un tonto.
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Uno en el que el demostratum (objeto) es cambiado.
12
Expongo tal cual el ejemplo de Kaplan.
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bajo qué circunstancia es evaluada la proposició n. Y, darnos cuenta que lo que es
relevante, para el valor de verdad de la proposició n, en el caso de (*), es dó nde vive
Paul. Por tanto,
(T3) La característica relevante del demostratum (x ⎸Fx), a la que apunta el
hablante, no es alguna de las características esenciales que se usan para
identificar al individuo (objeto) relevante en situaciones contrafá cticas –i.e. qué
apariencia tiene, có mo se presenta, etc.
Estos argumentos sostienen que los demostrativos son dispositivos de referencia
directa, y van en contra de la teoría fregeana de los demostrativos. 13
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No expondré aquí ni la teoría fregeana, ni las críticas de Kaplan a la misma. Solo señ alo el punto en el
que Kaplan dice que la teoría fregeana es incorrecta al asociar afirmaciones (pronunciaciones) con
proposiciones. En Frege la proposició n es construida como si el sentido de la demostració n fuera el
sentido del demostrativo; por tanto en situaciones contrafá cticas, el individuo relevante tendría que ser
demostrado. De acuerdo a esta teoría, la denotació n de los demostrativos varía en circunstancias
contrafá cticas diferentes, como el demostrata de un demostració n variaría en tales circunstancias. Esto
no pasa en la teoría de la referencia directa de Kaplan (recordemos el ejemplo de Paul), ya que al
evaluar la proposició n es el demostratum (objeto) actual, el que es el individuo relevante; por ello los
demostrativos son designadores rígidos.
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Recordemos el ejemplo que da Kripke en Nombrar y necesidad, en el cual nos explica có mo , por una
serie de descripciones, se fija la referencia del planeta Neptuno.
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suministra un significado, en el sentido de contenido, para las expresiones. Y, es
natural pensar que la manera en la que el referente de una expresió n es dado por una
regla semá ntica, debe ser la manera en que se establece el contenido de la expresió n.
Esto es plausible só lo si la regla semá ntica que fija el referente, parece agitar nuestro
conocimiento sobre el significado de la expresió n.
No obstante, esto no ocurre con frecuencia. Veamos qué pasa cuando yo tengo la
proposició n expresada por ‘É l es el hombre al que ahora estoy apuntando’. Podemos
ver que es una proposició n (siempre) verdadera, e incluso es analítica, pero no es
necesaria, ya que puedo apuntar a otra cosa. Con ello vemos que la manera en que se
fija el referente de ‘él’, puede diferir de lo que ‘él’ significa (como proveer un
sinó nimo).
Ahora bien, en lo que respecta al significado de un demostrativo en el sentido de
caracter, tenemos que pensar que los demostrativos son términos incompletos que
van siempre acompañ ados de una demostració n asociada. Por tanto, el caracter de un
demostrativo “completo” está dado si en cualquier contexto c, d[δ]15 es un término
directamente referencial que designa el demostratum (objeto), si es que hay alguno, si
no, no designa nada.
15
Má s adelante, en el apartado correspondiente a las demostraciones se explicará esta simbolizació n;
basta aquí señ alar que d se refiere a un demostrativo, y δ a una demostració n.
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D2) ‘Yo’ es en cada pronunciació n directamente referencial.
D3) ‘Yo’ en cada una de sus pronunciaciones, se refiere a la persona que lo pronuncia.
Como puede verse en el caso de las palabras y frases directamente referenciales, su
referencia no parte de su significado. El significado de la palabra ‘yo’ no cambia
cuando distintas personas la usan, sino que el significado de ‘yo’ está dado por las
reglas D1, D2, y D3. Los significados nos dicen có mo el contenido de una palabra o
frase es determinado por el contexto de uso. Las palabras o frases que no sean o
tengan un indexical, expresará n el mismo contenido en todos los contextos, esto es,
tienen un caracter fijo.
° Sinonimia e indexicales. Ahora bien, el dar un sinó nimo de una palabra o frase,
consiste en hallar otra con el mismo caracter. Para que éstas sean sinó nimas, deben de
tener el mismo contenido en cada contexto. En general, para los indexicales, no
pueden encontrarse sinó nimos, ya que éstos son directamente referenciales, y las
frases compuestas (reglas semá nticas) que pueden ser usadas para dar su referencia,
no lo son i.e. D1, D2, y D3. Consideremos el caso de indexicales no demostrativos e.g.
‘yo’, ‘aquí’, ‘ahora’, ‘ayer, etc. Para estas palabras las convenciones lingü ísticas que
constituyen significado, consisten en reglas que especifican el referente de una
ocurrencia (incidencia) dada de la palabra, en términos de diversas características del
contexto en el que se da esta incidencia. Aunque estas reglas fijan el referente, la
manera en que estas reglas son dadas, hace que éstas no provean un sinó nimo para el
indexical. Las reglas nos dicen para cualquier ocurrencia posible del indexical, cuá l
sería el referente; pero éstas no constituyen el contenido de dicha ocurrencia. Las
reglas nos dicen qué es aquello que es referido, estas determinan el contenido de una
ocurrencia particular de un indexical, pero no son parte de este contenido.
3.1) Demostraciones.
Es importante analizar las demostraciones, ya que los demostrativos son expresiones
incompletas que se “completan” mediante éstas. Un enunciado completo (tipo) incluye
una demostració n asociada para cada uno de sus demostrativos. Por tanto, cada
demostrativo d, debe ser acompañ ado de una demostració n δ, de manera que:
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d[δ]
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Para ver má s a detalle có mo funciona esto está la explicació n que Kaplan da del término Dthat, que
representa el prototipo de un demostrativo.
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Kaplan afirma que no es una propiedad esencial de una demostració n dada que demuestre un
individuo, o que de hecho demuestre cualquiera.
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° Las demostraciones fijan la perspectiva. Al fijar una demostració n δ en un contexto c,
determinamos la perspectiva relevante (los valores de ‘aquí’ y ‘ahora’); a su vez,
determinamos el demostratum (objeto relevante), si es que lo hay. Esto es, ubicamos a
un individuo (objeto) en la circunstancia del contexto, el cual aparece de determinada
manera desde el tiempo y el lugar del contexto. Ahora bien, la ubicació n del contexto
es la ubicació n del agente. Por tanto, el demostratum de una demostració n fijada en
un contexto dado, será el individuo que es demostrado desde el punto de vista
particular del hablante (del que asevera). Al fijar la perspectiva, determinamos para
cada circunstancia posible, qué podría aparecer desde tal perspectiva. Esto es,
determinamos un contenido, que, en general, no será fijo.
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es propia de la teoría de los actos del habla, el segundo pertenece a la semá ntica. Las
aseveraciones toman tiempo y no pueden ser simultá neas (en el mismo contexto).
Distintas ocurrencias de un indexical (en contextos distintos), no só lo tendrá n
distintos referentes, también tendrá n distintos significados, en el sentido de
contenido. Respecto al otro tipo de significado, caracter, dos ocurrencias de la misma
palabra o frase, deberá n significar lo mismo. El caracter es el que determina el
contenido de la ocurrencia de una palabra o frase en un contexto dado. Para los
indexicales, las reglas del lenguaje19 constituyen el significado en el sentido del
caracter. Recordemos el ejemplo arriba expuesto en dó nde se analizaba la proposició n
expresada en el enunciado (h) ‘yo lloré ayer’.
En el orden de desarrollar una ló gica de los demostrativos, tenemos que ser capaces
de evaluar diversas premisas y una conclusió n, todo, en el mismo contexto. No se
pretende que argumentos que contengan indexicales sean vá lidos simplemente
porque no hay un contexto posible en que todas las premisas puedan ser aseveradas
(verdaderamente).
Debido a que el contenido de una ocurrencia de un enunciado que contiene
indexicales depende del contexto, la noció n de verdad se ha relativizado al contexto. Si
c es un contexto, luego la ocurrencia de φ en c es verdadera, si y só lo si el contenido
expresado por φ en este contexto es verdadero cuando ha sido evaluado respecto a la
circunstancia del contexto. Vemos que con la noció n de verdad, y otros aspectos del
contexto, debe de haber una circunstancia posible. Todo contexto sucede en una
circunstancia particular. Si se asevera un enunciado, este será verdadero só lo en el
caso en el que lo que dije (contenido) es verdadero en esta circunstancia.
Ahora bien, para la ló gica de los demostrativos, al igual que para las ló gicas
intensionales, se proveerá a la noció n de estructura con una familia de circunstancias.
Dicha estructura determinará una familia de contextos posibles. La verdad en una
estructura, es verdad en todos los contextos posibles de la estructura. La verdad lógica
es la que es verdad en toda estructura.
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Estas reglas son incompletas debido a que no mencionan que los indexicales son directamente
referenciales, fallan al especificar el contenido completo de una incidencia de un indexical.
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De tal manera que, ϰ es una estructura, en la ló gica de los demostrativos, si y só lo si
hay C (conjunto de contextos), W (mundo), U, (conjunto de individuos), P (conjunto de
posiciones), T (tiempo) e I (funció n que asigna a cada predicado y funtor una
intensió n).
V) EPISTEMOLOGÍA INDEXICAL
¿Podemos considerar a los tipos de significado contenido y carácter como objetos del
pensamiento?
Lo primero que tenemos que hacer es desentrañ ar dos nociones epistemoló gicas: los
objetos del pensamiento y la significatividad cognitiva de un objeto de pensamiento. Los
objetos del pensamiento los identificamos con los contenidos, y, la significatividad de
los mismos con los caracteres, ya que estos son una manera de presentar un
contenido.
Kaplan se separa de Frege al intentar forjar el vínculo entre la significatividad
cognitiva y el caracter, alejá ndolos de la noció n de sentido fregeana; para lograrlo, es
necesario analizar la sensitividad contextual de los estados cognitivos. 20 Aunque dos
personas se encuentren en el mismo estado cognitivo (o incluso la misma, variando
tiempo y lugar de la circunstancia), estará n en desacuerdo respecto a sus actitudes
(pensamientos) hacia el mismo objeto de pensamiento. La intenció n de Kaplan es
mostrar que al estar identificada la significatividad cognitiva con los caracteres,
usamos estos para individuar los estados psicoló gicos. Apoyá ndose en John Perry nos
dice que son los caracteres y no los pensamientos los que está n empatados con la
acció n humana. De manera que si tenemos pensamientos distintos con el mismo
caracter, tendremos los mismos comportamientos; y, si tenemos el mismo
pensamiento pero diferentes caracteres, tendremos comportamientos distintos.
20
Por ejemplo, si yo y el Dr. Kaplan nos decimos a nosotros mismos (B) ‘Me estoy aburriendo’, desde la
perspectiva fregeana, la manera de presentació n –caracter- presenta al mismo objeto tanto para mí
como para el Dr. Kaplan. Sin embargo, como podemos observar, cuando afirmamos (B) se presentan
objetos diferentes de pensamiento a personas diferentes (Kaplan y yo), incluso se presentan
pensamientos distintos a la misma persona en tiempos diferentes.
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Algo que nos impide distinguir entre un pensamiento y la significatividad cognitiva de
un pensamiento, es creer que los elementos de un objeto de pensamiento son
directamente accesibles a la mente. De esto se sigue que si una proposició n singular es
un objeto de pensamiento, el que la piensa de alguna manera conoce inmediatamente
cada uno de los individuos involucrados. Kaplan sostiene que esto no ocurre, ya que la
proposició n singular se nos puede presentar bajo caracteres que ni implican, ni
presuponen alguna forma especial de conocer cada uno de los individuos de la
proposició n singular.
Ahora bien, la ignorancia del referente, no rechaza al caracter directamente
referencial del indexical.21 Lo que nos permite tomar diversas actitudes
proposicionales respecto a proposiciones singulares, nos es la forma como conocemos
los objetos involucrados en ellas, sino nuestra habilidad para manipular el aparato
conceptual de la referencia directa. La diná mica cognitiva concierne a la retenció n y
cambio de los caracteres bajo los cuales nuestras creencias se sostienen, y no a la
retenció n y cambio de las mismas.
Hemos visto, pues, que el problema radica en confundir la epistemología semá ntica,
con los objetos propios de esta ú ltima.
Principios epistemológicos.
EP1) Objetos del pensamiento (pensamientos)= Contenidos.
EP2) Significatividad cognitiva de un pensamiento= Caracter.
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Respecto a esto, Kaplan sostiene que no hay nada inaccesible para la mente acerca de la semá ntica de
la referencia directa, aun cuando la referencia sea aquello que solo conocemos por descripció n.
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Tesis.
(T1) El significado descriptivo de un indexical puro determina el referente del
indexical respecto al contexto de uso, pero es inaplicable o irrelevante para
determinar el referente respecto a la circunstancia de evaluació n.
(T2) Cuando lo que se ‘ha dicho’, usando un indexical puro en un contexto C, va a ser
evaluado de acuerdo a una circunstancia arbitraria, el objeto relevante (para la
evaluació n) es siempre el referente del indexical de acuerdo a C.
(T3) La característica relevante del demostratum (x ⎸Fx), a la que apunta el hablante,
no es alguna de las características esenciales que se usan para identificar al individuo
(objeto) relevante en situaciones contrafá cticas –i.e. qué apariencia tiene, có mo se
presenta, etc.
Bibliografía.
- Kaplan David, <<Demonstratives>>, In Almog, Perry, and Wettstein 1989, pp.
481-563.
- Kripke S., El nombrar y la necesidad, Universidad Nacional Autó noma de
México, IIF, México 2005.
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