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22 Nº 1247
AÑO 24
Los hogares de la pospandemia siguen atravesados por la sobrecarga de las tareas de cuidado y la
superposición, en el mismo espacio, del trabajo remunerado. A este paisaje del agotamiento cotidiano se suma
la inflación que no cede y que representa un temblor del piso ya frágil de la subsistencia. Desde los feminismos
se viene construyendo la demanda de un salario que reconozca esos trabajos que parecen invisibles tanto
dentro de las casas como en los lugares comunitarios. Ahora esa demanda ha unificado a movimientos sociales,
sindicales y feministas por una redistribución urgente de la riqueza.
NO FALTAN TRABAJOS,
FALTAN INGRESOS
POR VERÓNICA GAGO Y LUCI CAVALLERO
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FOTOS: JOSE NICO
MIENTRAS LOS TRABAJOS QUE REALIZAN MAYORITARIAMENTE LAS MUJERES SE MULTIPLICAN, LOS INGRESOS LANGUIDECEN.
lizó” cuando once millones de personas (la sión que se quiere técnica sobre déficit fis- Eleonor Faur: “El SBU sería un excelente chistas y la autonomía económica? Como
mitad de la Población Económicamente cal. Y tal vez una medida a la luz de la modo de reconocer el trabajo de cuidados se viene repitiendo en los paros feministas
Activa del país) solicitaron el Ingreso Fa- cual comprender qué significa que haya no remunerado, a partir de un dispositivo del 8 de marzo, si trabajadoras somos to-
miliar de Emergencia (IFE) en 2020. cada vez más trabajadorxs pobres, que las universal. El desafío sería su diseño e im- das y todes, ¿cómo se desarma la estructu-
Aquella demanda –que sobrepasó toda es- economías populares sigan sosteniendo plementación, así como los mecanismos ra patriarcal y racista que traza la frontera
timación oficial– evidenció una reestruc- barrios enteros, que el trabajo esencial siga para su actualización”. entre trabajo visible e invisible, pago y no
turación profunda de las desigualdades. siendo mayoritariamente no remunerado y En Argentina, la discusión sobre el SBU pago, y que el neoliberalismo no deja de
Desde entonces, se discute una distinción feminizado. ¿Cuáles son los aportes femi- se acelera en un momento atravesado por extremar y aprovechar? Para salir de las
para nombrar ese “universo”: entre quie- nistas al debate y a la organización de una cuestiones estructurales que lo implican y, violencias es necesario garantizar autono-
nes integran la economía popular organi- medida mínimamente reparatoria? a la vez, lo exceden. Podemos al menos mía económica.
zada (estructurada en distintas organiza- enumerarlas, sabiendo que son hilos que Dina Sánchez, secretaria general de la
ciones y cooperativas) y quienes están por se entretejen: 1) el rol de los movimientos UTEP, es una de las voces que milita la
fuera de esos marcos pero no logran un in-
CUIDADOS, sociales 2) una agenda redistributiva frente iniciativa y que no se cansa de decir por
greso mínimo y pueblan el enorme campo SALARIO Y TRABAJO a años consecutivos de pérdida de ingresos qué es una demanda feminista. “Es una
de la precariedad. Este año fueron 7,5 mi- El SBU no es novedad, lo que es nove- y 3) la consolidación de una estructura demanda feminista porque las mujeres so-
llones de personas quienes cobraron el re- dad es el amplio espectro de organizacio- económica en donde pocas empresas con- mos quienes sufrimos el desempleo y la
fuerzo de ingresos, actualizando la pobla- nes políticas que están dando su apoyo a centran la oferta de bienes demandados exclusión del mercado laboral por todas
ción a la cual iría dirigido el SBU. La foto la iniciativa y la oportunidad de que fun- por esas transferencias monetarias (espe- las tareas de cuidado que ejercemos en
de la pobreza se amplía y se hace extrema- cione catalizando demandas en un mo- cialmente alimentos) y que son las mismas nuestras casas sin ningún tipo de recono-
damente difícil de encuadrar en categorías mento crítico. El movimiento feminista que fugan capitales, dolarizan sus ganan- cimiento, ni simbólico ni salarial, gracias a
uniformes y, sobre todo, incluye cada vez viene acumulando, politizando, articulan- cias y remarcan precios semanalmente. la ola feminista y a la pandemia se logró
más “trabajadorxs pobres”. do hace tiempo la discusión sobre la re- Por todo esto, sobresale la importancia visibilizar cuáles son las tareas de las muje-
El Salario Básico Universal retoma va- muneración del trabajo de cuidados, de de no discutir al SBU como una propuesta res, sobre todo en los barrios populares
rios debates políticos que ya viene plante- un pago que retribuya la cada vez más ex- aislada, ya que su valor se licúa rápida- donde pusieron el cuerpo para ejercer esas
ando el movimiento feminista. Básica- tensa cantidad de tareas gratuitas e im- mente si no es acompañado de otras repa- tareas ubicando en el centro el cuidado. El
mente expresa la necesidad de remunerar prescindibles y, al mismo tiempo, alertan- raciones y medidas que alteren la concen- SBU daría un ingreso mínimo a todas esas
trabajos que ya se hacen y son invisibiliza- do sobre la necesidad de expansión de ser- tración descomunal del poder económico. mujeres que cuidan y garantizan el soste-
dos. Por eso es importante la vocería de vicios públicos que aseguren la resdistru- nimiento de toda la sociedad”.
militantes y referentas que le vienen po- bución de estas tareas. Como queda claro, la pandemia multi-
niendo cuerpo para presentarlo como de- De allí la importancia de discutir este
CRISIS DE INGRESOS plicó nuestros trabajos pero no nuestros
manda feminista, para vincularlo a lo que proyecto en conexión con la propuesta de Y TRABAJO PRECARIO ingresos. De hecho, en el peor momento
muchas veces se sintetiza en la consigna una Ley Integral de Cuidados, por ejem- Esta semana circuló también la consigna del bienio anterior, hubo una caída del
“no es amor, es trabajo no pago”. Es un plo. Este argumento que viene del debate “Sin Salario Básico Universal No Hay Ni 14% de la tasa de actividad para las muje-
intento de articular una reivindicación co- feminista es clave para entender qué se re- Una Menos”. ¿Qué implica enlazar, una res jefas de hogar con niñxs y adolescentes
mún. Es un modo de no cerrar la discu- munera. Al respecto señala la socióloga vez más, la cuestión de las violencias ma- a cargo, casi 4 puntos más que la caída de
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FOTO: JOSE NICO
SALARIO BASICO que haber una política pública que garan- para el bienestar de nuestra población, en que “deuda, vivienda y trabajo” eran las
UNIVERSAL tice que la gente no se muera de hambre, el marco de un proceso de desprecariza- claves para una agenda feminista pos-pan-
Yamile Socolovsky, secretaria de forma- que tenga derechos básicos. Mientras, có- ción del mundo del trabajo que debe ser demia. No imaginábamos la duración del
ción de la CTA de lxs Trabajadorxs, cuen- mo puede ser que los agroexportadores se abordado como un proyecto integral”. covid-19, menos aún lo difícil que se haría
ta lo que debatieron la semana pasada en siguen llenando de plata y nadie los estig- Continúa Cruz (CTA-A): “Nosotras ge- hablar de un “pos”. De la huida y del des-
su Congreso extraordinario –donde se matiza”. neramos riqueza, lo que no hace el estado arme de lo doméstico como confinamien-
aprobó la reforma del estatuto con paridad Desde la CTA-Autónoma, Leonor Cruz, es pagarnos ese trabajo que ya hacemos. to impulsado por el ciclo de movilización
de género–: “Aprobamos por unanimidad secretaria de género y referente de Fenat En este momento donde se instala en la feminista pasó a experimentarse una do-
una serie de demandas frente a esta coyun- de Tucumán, sostiene: “El SBU es el piso Argentina más que nunca el pago y el mesticidad intensificada y en transforma-
tura, crítica para los sectores populares, de dignidad entendiendo que la primera acuerdo con el FMI, la crisis la pagamos ción, a tener que soportar la sobrecarga de
entre las que se incluye el reclamo de un violencia que nosotras y nosotres atravesa- las trabajadoras y trabajadores. 7 de cada tareas de higiene y, algunas, a convivir con
Salario Básico Universal que asegure una mos en nuestros barrios es el hambre. No 10 de lxs chicxs viven bajo la línea de po- sus agresores. ¿Qué cambios se alojarán en
asignación monetaria para todas las perso- podemos hablar de nada más en este país breza, una gran mayoría de los y las traba- el espacio doméstico? ¿Qué sucede cuando
nas que carezcan de plena ocupación. Jun- si no eliminamos el hambre. Somos las jadores formales viven bajo la línea de po- esa misma casa en la que se concentra el
to con ello, exigimos como medidas de mujeres y diversidades las que produci- breza. Estamos contentxs con que esta cuidado sanitario está asediada por deudas
emergencia la asignación de una suma fija mos, las que trabajamos y las que sostene- consigna sea tomada por varios movimien- domésticas? ¿Cómo impacta la emergencia
a todas las personas que trabajan, a cuenta mos, al contrario de lo que se plantea hoy tos y por el movimiento feminista. Para habitacional en las dinámicas de cuidado?
de paritarias en el caso de los sectores re- de que no hay trabajo”. nosotras el SBU viene a plantear la auto- ¿Bajo qué procesos los hogares devienen
gistrados, un aumento de jubilaciones y Por esto, queda claro que no se trata de nomía económica también para poder sa- botines para el capital financiero y, a la
pensiones, la convocatoria al Consejo del que sobra mano de obra: el problema es lir de las violencias, algo por lo que veni- vez, espacios de un continuum laboral sin
Salario, y la prórroga y ampliación de la que hay cada vez más trabajo no pagado y mos militando desde el feminismo”. pausa? ¿Qué trae de nuevo la idea de tra-
moratoria previsional. Por supuesto, en que se trabaja más tiempo por menos di- El miércoles hubo más de 150 asamble- bajo esencial en relación a esta mutación?
tanto estas medidas requieren financia- nero. La discusión únicamente centrada as abiertas en todo el país convocadas para ¿Cómo impactó la centralidad dada al es-
miento público, es necesario que se avance en una “vuelta” del pleno empleo disimula discutir un plan de lucha por la imple- pacio doméstico, lograda por los feminis-
en la implementación de mecanismos que que hay cada vez más trabajo mal pago y mentación del Salario Básico Universal mos, en las políticas públicas implementa-
den sustento a la acción estatal redistribu- no registrado, que aumentan las zonas de (que hoy se reclama por una suma de 15 das en la emergencia? Estas preguntas si-
tiva, a través del establecimiento de gravá- explotación laboral que son intensivas de mil pesos), por el aumento por decreto del guen abiertas.
menes a la renta extraordinaria de las mano de obra a costos bajísimos y se in- salario mínimo, vital y móvil y de las jubi- La cuarentena y sus correlatos amplifi-
grandes empresas y la repatriación de los tensifica el trabajo reproductivo. laciones, entre otras demandas. La más can la escena de la reproducción social. En
capitales fugados por la especulación fi- En ese mismo sentido, agrega Soco- grande, en CABA, se desarrolló en el hall la casa y en los espacios comunitarios tam-
nanciera”. lovsky: “No pensamos que la estructura de la estación de Constitución con una bién se acumulan disputas políticas que
Celina Rodríguez Molina, militante fe- del empleo sea inmodificable. Es preciso afluencia masiva de organizaciones de to- impactan incluso en la redefinición de las
minista del Darío Santillán, Cte. Plurina- rediseñar la estructura productiva y labo- do el arco político. El jueves hizo acciones políticas públicas. La casa es un territorio
cional, sostiene: “Desde las organizaciones ral, discutir el modo en que se organizan, la Coordinadora por el Cambio Social en que condensa el aterrizaje de nuevas deu-
que conformamos la Coordinadora por el reconocen y remuneran tareas socialmente reclamo de recursos. Para mañana sábado das y de intensificación del trabajo (pago y
Cambio Social, de la Unidad Piquetera, necesarias que hoy se resuelven informal- hay convocada una asamblea feminista pa- no pago). Se anudan allí –entre el come-
estamos en la calle y llamamos a la mayor mente y sin protección de derechos, y de- ra discutir el Salario Básico Universal en dor en la propia casa, el merendero que
unidad de lxs precarizadxs, de lxs trabaja- batir la posibilidad de la reducción de la Jean Jaures 347. funciona 12 horas por día, el teletrabajo y
dorxs informales, de quienes hacen trabajo jornada laboral sin pérdida salarial. Pero las redes feministas–, donde históricamen-
sin remuneración ni reconocimiento. Más en una sociedad con los niveles de infor- te el capital quiso mostrar espacios “no
allá del nombre que tenga, está claro que malidad que tenemos actualmente, es ur-
LA CASA COMO productivos”, formas decisivas de lo que
hay que aumentar los recursos para los gente desarrollar una política de ingresos LABORATORIO hoy está en juego cuando se propone reco-
movimientos sociales y hay que triplicar la que saque de la pobreza a millones de per- Al inicio de las medidas de restricción nocer y remunerar un mundo del trabajo
plata en los hogares más precarios. Tiene sonas. El SBU tiene que ser un reaseguro impuestas por la pandemia, escribimos históricamente desvalorizado.
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EXPERIENCIAS Poner en
práctica la idea de una vida
que conteste a la crueldad
desde la comunidad, que
haga del feminismo una
forma de relacionarse, de
defenderse de las
exigencias capitalistas y de
la violencia machista, de
ampararse y dar amparo;
de eso se trata la
experiencia de La Comuna
Lencha-Trans en Ciudad de
México. Hay otras dos
casas de este tipo en el DF,
PAULINA, ALICIA,
pero una ha sido VIVIÁN, VALENTINA,
desalojada y dos de sus LINDA Y VALERIE;
IMPULSORAS DE
integrantes están presas LA COMUNA
LENCHA-TRANS EN
por ocuparla desde abril. CIUDAD DE MÉXICO.
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TRABAJO En un codo de la ciudad de Buenos Aires funciona Las Madreselvas, una cooperativa que forma parte
del Servicio Público de Recolección Diferenciada en la Ciudad. Las historias de sus integrantes, que empiezan
a narrarse con intensidad desde la crisis de 2001, todo el recorrido hacia una militancia activa y la tarea que las
convierte en imprescindibles para ordenar y recuperar el material de descarte del territorio porteño.
LA REVOLUCIÓN
DE RECICLAR
POR LAURA LITVINOFF cooperativa, que empezaron su día laboral
a las ocho de la mañana, se toman un des-
bierno en ese entonces fue el alquiler de ca-
miones para poder trasladar a los carros des-
obre Avenida del Libertador a la al- canso para conversar con Las12 y recorrer de Provincia hasta Ciudad, lo que a su vez
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FOTOS: CONSTANZA NISCOVOLOS
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ENTREVISTA
Recibió en Madrid el Premio Cervantes en nombre de la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi y protagonizó
Crímenes de familia, una película que tematiza la violencia machista y los lazos entre madres e hijos. En esta nota,
Cecilia Roth reflexiona sobre la maternidad (y la suya propia, después de haber convivido casi dos años con su hijo
y la novia de él), la urgencia de seguir siendo feminista y el estado del arte en general y del cine en particular.
HABITAR
LAS PALABRAS
POR FLOR MONFORT fácil. Lo descubrí mirándolo atentamente, en este pasa-
je de ser un adolescente a ser un joven adulto. Sigue
Yo también tuve claro que en una sociedad patriarcal siendo mi chiquito pero descubrí muchas cosas, como
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“ES TERRIBLE DECIRLO, PERO ES ASÍ: EL CINE
INDEPENDIENTE SE BUSCA LA VIDA PARA HACER LO QUE
QUIERE Y TIENE MUCHO ÉXITO EN FESTIVALES
INTERNACIONALES, PERO LOS POLÍTICOS NO SE ENTERAN
Y ES EVIDENTE QUE NO LES INTERESA. Y ES MUY FUERTE.
¿QUÉ VAMOS A HACER? SEGUIR PELEANDO.”
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ALBUMINA LA CIFRA
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de cada tres usuarixs de internet en
el sur global es un niño, niña, niñx o
adolescente, mientras que en la
Argentina, las infancias y adolescen-
cias tienen acceso al teléfono móvil
desde edades muy tempranas, más
que en cualquier otro país de la
región, con un promedio de 9,1 años,
asegura una encuesta de Google y
Unicef. En el 46 por ciento de los
casos, lxs niñxs comienzan a pedir el
dispositivo a los 7 años o menos, e
incluso en el caso de las familias que
se plantean establecer normas
estrictas sobre su uso diario, el 30
por ciento manifiesta que permite a
sus hijxs navegar más de tres horas
al día. Y precisamente la Argentina
es uno de los países donde niñxs y
MADRE E HIJA
adolescentes pasan mayor tiempo
frente a las pantallas: suman una
media de más de cuatro horas dia-
rias. El informe “Datos y derechos de
la niñez y adolescencia en el ambien-
te digital: caminos para la protección
A York– es madre de Luigia, una adolescente de gafas y blonda cabellera, que gusta teñir sus
puntas de colores cada varios meses y adora disfrazarse. Lo que no entusiasma a la mucha-
chita, apodada Lulu, son las miradas intrusivas de anónimos que la observan nomás poner un pie
cias, ni con políticas públicas más
efectivas, que tengan en cuenta las
voces de niñas, niños, niñxs y ado-
lescentes. El trabajo, que resalta el
fuera de su casa. La chica se siente juzgada por la única razón de tener síndrome de Down. “Cuan-
do salimos a la calle, vamos al supermercado o al cine, Lulu me dice: ‘Todos me observan, todos carácter constitucional de protección
me odian’”, ofrece una consternada Grevenitis, que decidió responder a quienes importunan a su integral y la Ley 26.061, de Sistema
retoño a través de su medio expresivo, la fotografía. Integral de Protección de Derechos,
Et voilà su serie de imágenes Regard, varias veces laureada: una colección de retratos en blanco y ne- advierte que “aunque el principio de
gro donde Anna sostiene la mirada a cámara en gesto desafiante, a la par que lleva a cabo tareas rutina- protección integral está diseñado
rias, lo más campechanas, junto a su hija: maquillarse, cocinar, escuchar música en el subte, tomar sol para aspectos de la asistencia social
a orillas del mar… “A primera vista, puede parecer que nos estoy ofreciendo como presas vulnerables, (salud, educación, asistencia familiar,
pero nada más lejos de la realidad”, aclara los tantos Grevenitis, y explica que su intención es “enfatizar etc.), no hay razón alguna por la que
nuestro control sobre las circunstancias. Después de todo, las escenas están cuidadosamente ambienta-
no pueda aplicarse a las amenazas
das, meticulosamente iluminadas. Todo está escenificado. Todo es pose”.
Y a la par, todo es reflejo de la más cercana cotidianidad, con momentos elegidos que buscan –en
derivadas del uso de tecnologías
palabras de la fotógrafa– “romper con los prejuicios a partir de presentar un retrato lo más cabal posi- digitales.”
ble de cómo es la vida de alguien con trisomía 21”. “Los medios de comunicación tienen una larga
historia tergiversando a las personas que viven con síndrome de Down, ya sea porque las retratan co-
mo ángeles empalagosos o como víctimas incompetentes. Criar a mi hija me dio un punto de vista
único y una sensibilidad más profunda, y supe desde el principio que quería encontrar una manera de
romper esa ficción e iluminar la verdad”, subraya Anna.
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PASOS PERDIDOS
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VISTO Y LEÍDO Con trece ENSAYOS Cecilia Gárgano
cuentos fantásticos y de ensaya algunas respuestas
horror bien calibrados, el posibles para una avalacha
debut de Agustina de problemas urgentes:
Zabaljáuregui es una de las incendios, depredaciones y
sorpresas de 2022. extractivismo sin control.
LO SINIESTRO Y
LO FANTÁSTICO
G
enealogías impuras habitan los cuentos del sorprendente primer libro de Agustina
Zabaljáuregui (Buenos Aires, 1984), La hora de las ratas. Humanos transformados en LA CONTEMPLACIÓN
perros zombis, una criatura nacida de la unión entre una mujer y un río bravo, la
huérfana que convive con una colonia de ratas y la nieta que se convierte en su abuela son al-
gunas figuras del elenco de los trece cuentos de esta narradora que en 2018 se llevó el segun-
do premio del concurso de literatura “Manuel Mujica Lainez” con “Pies de robot”, incluido
DEL DESASTRE
POR INÉS HAYES
en el libro y que narra la amistad entre un carnicero parricida y Victoria, que quiere aprender
a patinar. “Pero a pesar de su aspecto amenazante tenía una mirada noble, como la de los pe- De qué forma fue posible instalar como única salida una matriz productiva que multipli-
rros grandes”, reflexiona Vicky. La moralidad de personajes y narradorxs de La hora de las ra-
tas es y no es la de este mundo, y en las comparaciones con los humanos, los animales siem-
pre llevan ventaja.
“ ca en forma sincrónica el daño a la salud colectiva, la depredación ambiental y la des-
igualdad social”, fue la pregunta que guió la investigación de la historiadora Cecilia Gár-
gano que dio origen al libro El campo como alternativa infernal, pasado y presente de una matriz
“Me fascinan los animales y la naturaleza: sus reglas, su belleza, su crueldad –dice la auto- productiva ¿sin escapatoria? de Ediciones Imago Mundi.
ra– . Son una puerta directa a lo sobrenatural porque provocan esa sensación de estar ante El libro, como bien explica su autora en el prólogo, no da respuestas únicas, ni una receta
un milagro”. Hasta que la fisura se vuelve un abismo, las parejas de algunos cuentos funcionan para salir de la encrucijada pero busca abrir entramados “e iluminar algunos mecanismos que
como una misma entidad. “Ya no sabíamos dónde terminaba él y dónde empezaba yo. Nos operan en su construcción, así como en su legitimación”. Fue escrito durante el tiempo de
olvidamos de si él era el obsesivo y yo la desordenada o al revés. Fuimos mutando por el otro”, confinamiento impuesto por la pandemia de covid-19. “La escritura transcurrió en el marco
cuenta la narradora de “Como palas”. de la experiencia de la pandemia que conjugó en forma inédita la crisis del capitalismo del des-
Antes de dedicarse a la narrativa y la coordinación de talleres literarios en El Cuaderno pojo con su expansión. Como una de las fotos de la intensificación de un patrón extractivista
Azul, Zabaljáuregui trabajó como guionista. “No sabía que podía escribir narrativa –señala–. que continúa avanzando, miles de hectáreas fueron arrasadas en más de una decena de provin-
Lo fui descubriendo en el camino, a medida que aparecían las historias. Me encantó ensegui- cias y se redujeron a cenizas kilómetros de humedales en el Delta del Paraná. También en los
da, especialmente por la libertad que hay. En el guión todo es dinero, uno trabaja muy limi- Esteros del Iberá”, escribe Cecilia a la vez que aclara además que mientras todo eso ocurría, se
tado. Viendo el libro terminado me parece que hubo una pulsión inconsciente de venganza cajoneaba el proyecto de ley de humedales y perdía estado parlamentario.
porque está todo lo que te dicen que no en cine: no animales, no niños, no fuego. La mayo- En sus 266 páginas, Gárgano habla de fuegos, sequías e inundaciones conectados por la ruta
ría de los cuentos serían superproducciones de HBO si se filmaran. Como siempre escribí del agronegocio que mercantilizan espacios vitales. “De esa urgencia, de la impotencia que nos
guiones a pedido, encontré en la narrativa un aspecto de mi identidad, los temas y los mun- genera la contemplación del desastre que sabemos no accidental y multiplicador de la asime-
dos que me obsesionan”. tría social, también surge este libro”, dice Cecilia. Once años atrás, el comienzo de una investi-
Por atmósfera y trama, cuentos como “Una botella de whisky y una lata de Nesquik” (am- gación doctoral sobre la producción de conocimientos orientados al agro argentino en una de
bientado en un no-futuro cercano e inquietante), “Una tormenta” e “Hijo del río” merecerían las principales agencias estatales en tiempos de la última dictadura, la llevó a conocer diferentes
ser incluidos en cualquier antología de relatos fantásticos. “Algunos vinieron de una frase y la geografías y a pensar en el Estado y en la trayectoria histórica de la apropiación privada de co-
historia fue apareciendo a medida que tiraba del hilo –revela Zabaljáuregui–. Otros surgieron nocimientos científicos generados en la educación pública. “Esta transformación del saber en
a partir de un lugar o un personaje. Trabajé con lo que había, le hacía preguntas a eso hasta mercancía además de redundar en ganancias corporativas supone la privatización de objetivos
que se dibujaba el resto de la historia o al menos la flecha que marcaba la dirección. Lo sinies- y contenidos. También contiene implicancias socioambientales y políticas sumamente relevan-
tro y lo fantástico apareciendo sin buscarlo. Me amigué con el miedo y la oscuridad. Ponerlo tes para el agronegocio, que en estas páginas se problematizan”, se lee en el prólogo.
en las historias me permitió sacarlo de mi vida. Durante años tuve una sensación de miedo El campo como alternativa infernal tiene dos partes. La primera está conformada por la histo-
constante, una sombra que me acompañaba y que ahora vive en lo que escribo”. ria, que recorre el trayecto desde la Revolución verde al agronegocio desde los años sesenta
Algunos relatos hacen “justicia” con victimarios de toda calaña en represalias desenfrenadas, hasta el neoliberalismo actual y la segunda parte, que se llama “Territorios sacrificados. Posta-
como en el que da título al libro, protagonizado por Luna, una chica que prefiere vivir con las les de pueblos fumigados”, en la que recoge las experiencias de las resistencias populares.
ratas en los túneles del subte antes que con su tío. “Fueron surgiendo en el momento en que La autora dice que el libro es resultado del pensamiento colectivo construido en espacios
me encontré con el feminismo y con las temáticas que me proponía repensar. El aborto, la vio- públicos como la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA donde se formó como historiadora,
lencia hacia la mujer, la maternidad en clave body horror se colaron en las historias. No fue al- la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y el Conicet, instituciones donde trabaja co-
go consciente hasta el momento de la reescritura. Se volvió una decisión dejar esos temas, que mo docente e investigadora. Pero también fue gracias a los estudiantes, dice, que sin saberlo,
estuvieran contenidos por la historia y que fueran parte de los personajes”, agrega la autora, contribuyeron a muchas de las reflexiones que están en sus páginas.
que creció leyendo a escritores norteamericanos. “Convertir territorios y poblaciones en zonas de sacrificio o afrontar una crisis irresoluble.
“Cuando me encontré por primera vez con Mariana Enriquez, Selva Almada, Samanta Propagar un modelo agrícola intensivo en agrotóxicos o quedarnos sin PBI. ‘No hay otra sali-
Schweblin, no lo podía creer. Después Alejandra Kamiya, Alejandra Zina, Camila Sosa Villa- da’, ‘necesitamos mantener los niveles de productividad’ y ‘generar divisas’. Avalado por estos
da, Dolores Reyes, un firmamento de rockstars diferentes y todas interesantes. Era cuestión de argumentos, en Argentina el monocultivo sojero se expandió en tiempo récord, transforman-
que las vieran, de que les dieran el espacio o que lo ganaran a patadas. Por supuesto también do los suelos en un laboratorio a cielo abierto. Sus consecuencias son parte de la postal cotidia-
me interesa la obra de autores, especialmente los que escriben género, como Luciano Lamber- na del despoblamiento rural, pérdida de la biodiversidad y deterioro sanitario. ¿Cómo fue
ti, Leo Oyola o Leandro Ávalos Blacha. Pero me genera fascinación que las líderes de la escena construida esta encrucijada? ¿Qué mecanismos estatales, conocimientos y discursos la sostie-
literaria hoy sean mujeres. Crecí escuchando Bikini Kill con su grito riot grrrl ‘Girls to the nen? Este libro analiza la historia y el funcionamiento de esta alternativa infernal, para desna-
front’ y en la literatura argentina siento que por primera vez las chicas están al frente”. turalizar algunos de sus supuestos”, se lee en la contratapa que invita a abrir sus páginas.
La hora de las ratas Se puede descargar gratis de este link:
Agustina Zabaljáuregui ww.edicionesimagomundi.com/producto/el-campo-como-alternativa-infernal/
Notanpüan O pedir en papel a: campo.alternativainfernal@gmail.com
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COSAS VEREDES En París, una
exposición recorre el
incombustible legado de Elsa
Schiaparelli (1890-1973),
diseñadora que –con pasión,
erudición y desenfado– hizo
historia en el mundo de la moda,
haciendo que la alta costura
dialogase con otras
manifestaciones artísticas.
EL LUJO Y LA
VANGUARDIA
POR GUADALUPE TREIBEL ción detallada de la superficie de Marte.
MADAME SCHIAPARELLI, 1938
zedine Alaïa, Givenchy, John Galliano, So- nifestado: “Espero que los jóvenes, y en gene-
Solía comparar los lunares de la mejilla iz- nia Rykiel, Christian Lacroix, etcétera. ral la gente que no conoce a fondo su traba-
esde los pasados días y hasta el 22 de quierda de su sobrina con estrellas de una “Visto desde hoy, cuando se considera que jo, profundicen en su obra y descubran la di-
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TRABAJO Eva Serrano lleva años de lucha denunciando la violencia de género en el ámbito laboral y sindical, la sufrió en
carne propia y hoy acompaña a trabajadorxs de todos los rubros en procesos judiciales. Se organizó junto a otrxs
compañerxs y lograron presentar la primera lista de trabajadores de base para participar de las elecciones del Sindicato
de Comercio que dirige hace décadas Armando Cavalieri. Es la primera mujer que se postula como candidata a la
secretaría de ese gremio en la Ciudad de Buenos Aires.
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FOTO: JOSE NICO
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MARGINALIA La llegada de Evo
Morales a Rosario lleva a buscar
artistas de ese país, cuya cultura
está apenas difundida. Las
canciones acompañan preguntas
sobre los dilemas del presente.
UN UNIVERSO
LEJANO Y
CERCANO LUZMILA CARPIO, EMBAJADORA DE LA CULTURA INDÍGENA.
POR SONIA TESSA recordaremos la palabra del Inca” y promete “¡Recordaremos, escritora y profesora de historia. Su disco se llama “El mar-
recordaremos,/ no olvidaremos!”. tillo de las brujas”, y parte del más famoso de los tratados
sta caminata nace de una coyuntura: el ex presidente Las palabras de Luzmila me hacen caminar más rápido, sobre brujería, publicado en 1487. Le doy una oportuni-
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