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RESUMEN CRITICO SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA VARIABLE AFECTIVA EN

EL APRENDIZAJE DE L2
Es importante conocer cosas, pero también es importante saber que sé
cosas.
Pero para poder aprender una lengua distinta debemos tener presente que
existen tres variables según Krashen:
1. La actitud.
2. La motivación.
3. La personalidad.
Según Krashen, un conjunto de situaciones, como lo es el estrés, miedo,
desmotivación, angustia, falta de interés, etc.; nos impiden la adquisición de
los códigos lingüísticos porque funcionan como un muro que nos bloquea.
Por eso para que cualquier estudiante tenga una mejor recepción de los
conocimientos, debe ser fundamental su autoestima, confianza, empatía y su
disposición positiva hacia el aprendizaje de un nuevo idioma.
La metacognición nos permite distinguir lo que sé de lo que no sé, y conocer
el camino que he utilizado para adquirir conocimientos y el que debo
emprender para alcanzar a otros.
No obstante, es también un hecho que siempre sabemos más de lo que
creemos saber.
El cambio de actitud hacia la adquisición de conocimientos está unido al
aprendizaje metacognitivo, pero también está relacionada con la llamada
variable afectiva. Es decir, el modo en que los sentimientos influyen en la
inteligencia del individuo y en su capacidad de aprender por motivación. Por
tal razón parece demostrarse que los sentimientos y el afecto positivo hacia
ciertos estímulos están en gran parte relacionados con el éxito en la
educación y el aprendizaje.
Parafraseando a James Fowler, experto en redes sociales en la Universidad
de California, nos emocionamos mucho más con aquellas personas con las
que estamos conectados socialmente que con otras.
Por eso casi siempre sucede que no siempre el alumno más inteligente
termina siendo el más exitoso, y nos preguntamos ¿Por qué unos son más
capaces que otros de enfrentarse a contratiempos, superar obstáculos y ver
las dificultades bajo una óptica distinta? o ¿Por qué algunos siguen y otros
no? Y así podríamos haber planteado muchas más cuestiones que nos
conducirían siempre a la misma respuesta.
Por lo cual se debería fomentar un aprendizaje emocional con conocimientos
previos de los alumnos para poder descubrir sus objetivos, presentar
estímulos visuales dentro del aula de clases, se debe establecer un ambiente
positivo y más cercano entre docente y alumno, y el maestro debe ser más
empático y afectivo con sus alumnos.
Es por eso por lo que nos debería preocupar como docentes el integrar
actividades que permitan fomentar dichos aspectos facilitando la adquisición,
retroalimentación y refuerzo de los conocimientos y el comprender a los
alumnos para que sean capaces de desenvolverse en el aula, y así lograremos
que los alumnos hagan cosas impensables al demostrar sus emociones.
Por eso todos o casi todos estamos de acuerdo en que los alumnos aprenden
mejor y más cuando están motivados, cuando algo les gusta, cuando sienten
emociones positivas en torno a su aprendizaje, porque esto les motiva y les
empuja a continuar. Por tanto, el proceso debería estar claro, estimular
emociones positivas para motivar a los estudiantes debería implicar un mejor
resultado cognitivo.
Creemos que está en la mente de todos los que nos dedicamos a la
enseñanza que el éxito o fracaso de un aula se debe en gran parte al clima de
afectividad que se desarrolla durante las sesiones, los vínculos afectivos entre
los compañeros de un grupo y de estos con el profesor.
Es indudable que el aprendizaje de conocimientos es fundamental, como
siempre se ha dicho y observado en los sistemas educativos clásicos, pero
también el clima de afectividad que se cree en la clase y en el que tienen
todos que ver, docentes y alumnos.
Por eso Comprender y regular mis emociones como docente y transmitirlas a
los estudiantes para que sean capaces de regular las suyas propias y
utilizarlas como herramientas para comunicar y desenvolverse en el aula,
previamente a realizarlo en un contexto real, Esto debería ser mi objetivo
prioritario.

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