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VII.

FACTORES RELACIONADOS CON EL ANÁLISIS DE LAS TRAYECTORIAS


ESCOLARES.

Las trayectorias escolares se han establecido como un importante objeto de estudio


porque poseen una fuerte implicación de la formación de sujetos de diversos niveles
educativos: preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. Las
trayectorias escolares han sacado a la luz un problema fundamental; la brecha o
desfase existente entre el currículo propuesto y la necesidades e intereses de los
sujetos que asisten a la escuela. La distancia entre lo que el estudiante “desea saber”
y aquello que proponen los programas educativos o formativos se hace cada vez más
amplía, al grado de producir un desconocimiento e incomprensión significativa en lo
que quieren o buscan los estudiantes para su formación.

La diversidad cultural, la complejidad social, la cantidad de información que se


produce día con día y la innovación tecnológica son elementos que amplían la
distancia entre una propuesta curricular y la realidad que viven los estudiantes. Es
decir, las transformaciones socio-culturales establecen nuevos desafíos a los
programas de formación y a las culturas escolares. Este análisis, por lo tanto, parte de
la idea de la cultura como un entramado complejo de significados y sentidos que la
sociedad crea en torno a un hecho o acontecimiento social. Ya que “el espacio social
es la realidad primera y a ultima, ya que dirige hasta las representaciones que los
agentes sociales pueden tener sobre ella” [CITATION Bou17 \p 36 \l 2058 ]

Para este análisis se establecen, desde un criterio particular dos tipos de trayectorias:
las trayectorias escolarizadas o, comúnmente llamadas trayectoria escolar teórica
[ CITATION Ter09 \l 2058 ] que son evidentes en las instituciones educativas porque se
caracterizan por niveles de grados de escolaridad. Por otro lado, se encuentran las
trayectorias formativas o comúnmente llamadas “trayectorias reales”, que se gestan o
emergen en la ciudad, barrio, colonia, pueblo, la familia. Ambas trayectorias son parte
un estrato cultural definido, es decir, mientras las trayectorias escolarizadas se
plantean desde una perspectiva institucional (jerarquizada, curricular, gradual), las

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trayectorias formativas (reales, emergentes, complejas) se caracterizan por
determinarse por el sujeto o los sujetos que se forman en tiempo y espacios
diferenciados. En este sentido, los tiempos/procesos del sujeto, a veces, no
corresponden con los tiempos curriculares. Este fenómeno se hace evidente cuando
existe un número significativo de estudiantes con rezago educativo o que no alcanzan
los estándares educativos planteados por el programa. A continuación, se establece
la diferencia entre una y otra.

7.1 Trayectorias Escolarizadas

La cultura escolar tiene múltiples tradiciones y sistemas de creencias que se


mantienen como una constante. Por ejemplo, la linealidad, la gradualidad, los
estándares, propósitos y aprendizajes correspondientes a cada grado son parte
fundamental de las trayectorias escolarizadas. Esta lógica, determinada como un
elemento cultural, va a producir algunas estructuras de razonamiento bastante
significativas al momento de consolidar o potenciar la formación de los estudiantes.
Se hace preciso señalar que a la lógica escolarizada le pueden ser indiferente o
irrelevante la pobreza, el capital cultural de la familia, la movilidad, enfermedad o
condiciones sociales en que se desarrolla los estudiantes. Lo escolar de enfoca a la
perspectiva curricular y el logro de estándares educativos. El énfasis en los
estándares se hace posible porque los individuos han creado una ruptura entre
escuela y sociedad que se valida mediante ciertas formas de pensamiento que a
continuación de enuncian:

 La lógica lineal.
 La lógica gradual.
 La homogenización de la realidad.
 La aniquilación de la diferencia.

Los integrantes de una institución escolar que validan o prefieren un pensamiento


lineal no pueden aceptar que la realidad es diversa y, sobre todo, cambiante. Los
estudiantes, al igual que el colectivo docente son diferentes y poseen intereses

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diversos, incluso opuestos o diversificados. Así, la lógica lineal no asume un
pensamiento alternativo y emergente, no aceptaría que un estudiante, por ejemplo,
curse un nivel educativo asistiendo solamente dos días por semana a la escuela
porque debe cumplir con jornadas agrícolas. Es decir, el pensamiento lineal usa la
norma y las reglas preestablecidas como camisas de fuerza que evitan la movilidad o
la diversidad para cursar cualquier nivel educativo. La lógica lineal, por lo tanto, es un
indicador puede limitar el desarrollo de la potencialidad de los sujetos porque los
somete todo el tiempo a un orden establecido.

Aunado a lo anterior, la lógica gradual que caracteriza al sistema escolarizado. El


transitar de grado en grado o por niveles educativos no permite la diversificación
curricular. Actualmente, con la implicación y uso de las tecnologías de la información y
la comunicación, se ha modificado la asistencia presencial a las instituciones por
modalidades de estudio más flexibles vía internet o a en modalidad a distancia. Sin
embargo, ello no ha permitido que algunos estudiantes, con aptitudes sobresalientes,
por ejemplo, pueden acceder de manera natural a contenidos de otros grados
educativos. Esta lógica tiene repercusiones muy fuertes en el desarrollo del capital
cultural o profesional de los sujetos, debido a que son individuos que han aceptado
terminar los grados correspondientes para empezar a “ser” creativos o a ubicarse en
un posgrado para generar conocimiento. Así, la lógica gradual está desperdiciando el
talento individual y social de los sujetos.

Con los antecedentes mencionados, es posible inferir que la lógica lineal y gradual de
las trayectorias escolarizadas son un limitante significativa en la asimilación de la
realidad como un campo de posibilidades y potencialidades para los estudiantes.
Concebir a los sujetos con un parámetro único, puede fortalecer la reproducción de
las condiciones sociales y familiares. Homogenizar la realidad elimina lo diferente, lo
emergente, sorprendente e inesperado, incluso las utopías de una cultura formativa
más amplia. Es evidente que, en comunidades rurales de Ixtapan de la Sal, por
ejemplo, lo estudiantes expresen sus aspiraciones hasta el terminó de la primaria o
secundaria. Es decir, las trayectorias escolares no se adecuan a la realidad o a las

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características socioculturales de los estudiantes. En términos culturales, lo que se
presenta es una reproducción de las trayectorias existentes.

La prevalencia de éstas lógicas de razonamiento, que devienen de una cultura


escolarizada o primordialmente institucionalizada, desconectada el currículo con la
realidad. Es decir, la institución da la espalda a la sociedad como si fuese ajena a los
sujetos que asisten a un proceso formativo. El riesgo latente, para el desarrollo de
trayectorias escolares, es que las lógicas mencionadas eliminan las diferencias y
hacen de la práctica profesional un ejercicio que excluye o elimina las potencialidades
de los estudiantes y, con ello, sus aspiraciones o una movilidad social hacia una mejor
calidad de vida.

La permanencia de una base epistemológica como la señalada hasta el momento,


además de evitar prácticas inclusivas, coloca barreras al desarrollo de los sujetos y a
las posibilidades de interacción formativa con otros actores. El deseo de transformar y
enriquecer las trayectorias de los estudiantes pasa por fortalecer y diversificar sus
capacidades interactivas, más que limitarlas y controlarlas. Como señala Morin:

“El número y la riqueza de las interacciones aumenta al pasar el nivel de las


interacciones no ya únicamente entre partículas sino en sistemas
organizados, átomos, astros, moléculas y, sobre todo, seres vivos,
sociedades; cuanto más aumente la diversidad y la complejidad de los
fenómenos en interacciones, más aumentan la diversidad y la complejidad de
los efectos y transformaciones surgidos de esas interacciones” [CITATION Mor77
\p 70 \l 2058 ]

Se requiere transitar hacia una perspectiva más abierta, interactiva e incluyente, que
permita que las trayectorias escolares sean viables en una sociedad cambiante y
compleja. Para ello es necesario especificar las trayectorias formativas o reales como
ese espacio que fortalece y enriquece las trayectorias teóricas.

7.2 Trayectorias formativas.

Las trayectorias formativas son aquellas que se gestan en la realidad sociocultural.


Todo sujeto nace en una cultura y adquiere los elementos: alternativas, limitantes o

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posibilidades que esa cultura ofrece. Si un sujeto nace en una familia con condiciones
de desigualdad asume barreras u oportunidades que el nicho cultura posee.
Limitantes económicas, abundancia, estabilidad emocional, violencia, oportunidades
de estudio, entre otras, son indicadores fundamentales para entender el proceso de
una trayectoria formativa. Es decir, las trayectorias formativas inician antes, incluso,
de una trayectoria escolariza o institucionalizada.

Por ejemplo, un sujeto que nace en una cultura permeada por el narcotráfico, la
violencia o la pobreza, iniciará un proceso formativo en dicha cultura. Adquiere
hábitos, practicas, lenguajes, códigos y acciones de esa cultura. A veces, una
trayectoria formativa adquiere mayor fuerza que una trayectoria escolarizada, ello se
debe a que la formación emerge de una realidad social o un nicho cultural especifico.
En este sentido cabe la pregunta ¿Cuántos estudiantes abandonan sus estudios por
su orientación u obligación al trabajo como jornaleros, campesinos, obreros,
trabajadores de la construcción, trabajadoras del hogar? La trayectoria formativa se
adquiere en el habitus de la sociedad porque los habitus “son también estructuras
estructurante, esquemas clasificatorios, principios de visión y de división, de gustos y
de diferencias.” [CITATION Bou17 \p 32 \l 2058 ]. Es decir, el capital cultural determinado
por las formas cotidianas de interacción, es un aspecto fundamental para el desarrollo
de una trayectoria.

Así, es importante comprender las trayectorias formativas a partir del fundamento de


la complejidad y de la idea de cultura, ello permite establecer los desafíos y
características que la trayectoria real representa. Para acercarnos a la comprensión
de las trayectorias reales, se especifica que son:

 Emergentes.
 Complejas. (Capital económico, capital social, capital cultural)
 Diversas.

Las trayectorias formativas son emergentes porque no están determinadas a priori


por un currículo o un plan y programas de estudio. Un sujeto que nace en una familia
de carpinteros, por ejemplo, tiene amplias posibilidades de trabajar ese oficio que

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adquirirá con la interacción familiar que tiene a su alcance. El niño recién incorporado
a una cultura no elige la formación, no es como un programa de estudios que se
asume en una institución educativa. El saber familiar representa el capital cultural
inmediato y será parte fundamental, guste o no, de sus trayectorias escolares. La
característica que posee lo emergente son, primeramente, que no es elección del
sujeto, no es un catálogo de opciones formativas. La formación primera del niño son
las condiciones en las que le tocó nacer. Así, el nicho familiar será el primer elemento
de formación que adquiere el sujeto, aspecto que las trayectorias escolarizadas o
institucionales no consideran relevante en el logro de los propósitos de aprendizaje de
cada grado.

En ese sentido, lo emergente estará permeado por infinidad de factores que serán
determinante en las trayectorias escolar, aspectos como desigualdad, racismo,
violencia, pobreza, movilidad social, machismo, son indicadores importantes para
comprender la manera en que un individuo asume o diseña una trayectoria escolar.
Es por ello que las trayectorias formativas se deben estudiar, también, mediante la
teoría de la complejidad. [ CITATION Mor77 \l 2058 ]

La dinámica de la trayectoria formativa tiene una fuerte relación con la realidad en la


que se desenvuelve el sujeto. Existen múltiples dimensiones que son determinantes
en el desarrollo formativo y en las condiciones de movilidad social de los individuos.
No es suficiente exigir/pedir a un estudiante buenos resultados escolares o
aspiraciones de alto nivel si no se considera su complejidad de vida y las condiciones
de su realidad. Las trayectorias formativas son complejas porque se ponen en juego
varios factores: el capital cultural, el capital económico, el capital social, capital
simbólico. Es decir, las trayectorias señaladas pertenecen a un espacio
multidimensional y se hacen prioritarias o importantes porque provienen de una lucha
social histórica que busca eliminar los poderes de dominación que son muy sutiles.

El capital más impactante en una trayectoria es el capital económico, este tiene que
ver la capacidad adquisitiva que posee la familia: comercio, trabajo, consumo,
vivienda, propiedad, adquisición de bienes y servicios. Un capital económico limitado
tendrá repercusiones en el tipo de escuela que asisten los hijos (privada, publica,

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escuela de artes o de idiomas) e incluso tendrá que ver con su permanencia en la
institución educativa. En segundo lugar estará el capital cultural que posee una
fuerte incidencia en la información que se maneja o se recibe, los lugares que se
frecuentan o a los que se tiene acceso (cine, biblioteca, teatro, exposiciones, museos)
y que formaran parte fundamental del proceso de adquirir una aspiración hacía una
trayectoria escolar. El capital social también hace posible la complejidad, la
relaciones e interacciones que establecen los sujetos de una determinada cultura
abonan o permiten una movilidad escolar y el ensanchamiento de las aspiraciones
personales. En este sentido, los grupos a los que pertenecen los individuos van
configurando una trayectoria que se enriquece con las visiones de otros o, bajo el
consenso de pequeños grupos es posible crear, a voluntad, aquellas aspiraciones
colectivas que van creando cuadros de formación o de especialidades. El capital
social es fundamental como acompañamiento mutuo, sin embargo, ante la
inexistencia de un capital social enriquecido y dinámico, los sujetos pueden generar
una reproducción de los contextos de vida sin verse favorecidos por el
enriquecimiento social. Finamente el capital simbólico, que contribuye a dar formas
diversas a las dimensiones señaladas, es decir, ¿Qué posibilidades poseen los
sujetos de hacerse conscientes de la fuerza de sus capitales, mediante la
construcción y generación de símbolos que los hagan latentes? ¿De qué manera los
sujetos pueden identificar las formas simbólicas que fortalecen los capitales
mencionados?

Por lo dicho, todas las dimensiones que complejizan la realidad social hacen posible
un espacio o escenario formativo diversificado. Ello quiere decir que no todos los
estudiantes o los sujetos poseen una trayectoria definida, única y homogénea, sino
que sus decisiones, aspiraciones y sus trayectorias escolares serán, sin duda, una
determinación histórico-cultural. La diversidad como fin y principio de una trayectoria
escolar deberá fracturar la idea o noción de ciertos estándares educativo o niveles de
logro homogéneos en una sociedad siempre cambiante y compleja. La lógica de la
diversidad, por lo tanto, rompe con la necesidad de homogenizar lo escolar a
parámetros estables e inamovibles.

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Una vez definidas estos dos modos de trayectorias que experimentan los sujetos, se
hace posible un acercamiento conceptual al significado de “trayectoria escolar” y a la
comprensión de los factores que están en juego para su tratamiento y estudio. Así, el
estudio de trayectorias escolares se hace viable en todo nivel educativo e incluso
previo a la inserción al sistema escolarizado. Esto significa que los modelos
educativos, las reformas educativas y los planes y programas de estudio pueden
verse beneficiados con una nueva reforma en la forma de orientar a los jóvenes en
sus trayectoria escolares.

7.3 Las trayectorias escolares y factores de análisis.

Para comprender una trayectoria es necesario tener en cuenta el volumen global del
capital que poseen los sujetos y también su composición, pero sobre todo las formas
de evolución de los sujetos dentro de la densidad y composición del capital con el que
cuentan, principalmente el económico y el cultural. La evolución o el movimiento de
los sujetos dentro de los capitales disponibles es lo que se nombra como trayectoria.
[ CITATION Bou01 \l 2058 ] Las trayectorias devienen o se configuran en un espacio social
determinado, en este caso la escuela como espacio social: sus prácticas, cultura y
capitales disponibles, serán el espacio propicio para identificar o propiciar trayectorias
escolares.

La evolución o desarrollo de un sujeto no representa un proceso lineal. Las


trayectorias escolares son impredecibles porque contienen factores de la realidad que
complejizan la evolución de los sujetos. Las características del alumno, la familia,
escuela, clase social, redes de apoyo y la estructura curricular son factores
primordiales de análisis que estarán implícitos o serán determinante en el alcance o
logro de una determinada trayectoria. Es por ello que los factores mencionados
requieren un tratamiento particular que a continuación se enuncian.

7.3.1 Las características de los alumnos.

Un factor determinante en las trayectorias escolares es sin duda la condición de


nacimiento del alumno y las habilidades biológicas o de salud en las que se
encuentra. Las diferentes discapacidades, síndromes o trastornos, como parte de la

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condición humana, son sin duda un elemento a considerar en las trayectorias
escolares. Un alumno con discapacidad auditiva o visual no tendrá la misma
trayectoria escolar que un alumno con aptitudes sobresalientes. Un niño con
discapacidad motora podrá, por su condición personal asistir a un centro de atención
múltiple, mientras que un niño con aptitudes sobresalientes este inmerso en una
escuela regular. En este aspecto, la característica personal será un elemento
determinante en la evolución de la trayectoria. Ello no significa que una trayectoria
sea mejor o de mayor valor que la otra, solamente significa que las características de
los alumnos pueden ser importantes al momento de prever una trayectoria escolar,
así como observar, objetivamente, sus alcances reales.

Así, en el caso de una persona con o sin discapacidad, el estudio de la trayectoria


escolar deberá considerar siempre ciertas características que pueden ser más sutiles,
por ejemplo, gustos, preferencias, habilidades, impulsos, talentos, emociones o
inquietudes de los alumnos. La detección de los aspectos mencionados, resultan ser
difíciles de detectar. Se requieren diagnósticos precisos y confiables que permitan
vislumbrar las posibles trayectorias por las que puede evolucionar el sujeto. Una vez
teniendo un diagnóstico se hace posible la interpretación o, al menos, un
acercamiento a las posibilidades evolutivas del sujeto. El factor personal que tiene
que ver con las características de los alumnos será el punto de partida desde donde
puede prever un alcance formativo, aquí será preciso vislumbrar si un sujeto puede
adquirir una educación básica, una educación técnica, una formación para el empleo
o la autosuficiencia o puede continuar una trayectoria hasta un posgrado. En todos los
casos, las características personales estarán presentes y se articularan con el factor
familia, ésta podrá enriquecer u obstaculizar la trayectoria de los alumnos.

7.3.2 La familia

El nacimiento en el seno familiar es un acontecimiento importante para la trayectoria


escolar. Como se mencionó anteriormente el capital económico y cultural de la familia
es determinante en el alcance de las trayectorias escolares. Una familia en
condiciones de pobreza no accede a las mismas oportunidades que una familia con
recursos económicos suficientes para comprar alimento, salud, entretenimiento o

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adquirir material de estudio de primera calidad. Por ejemplo, una familia en
condiciones de pobreza no podrá pensar en la adquisición de un libro, es más, no
tendrá los recursos suficientes para adquirir una revista o un material para el
desarrollo de habilidades cognitivas o de conocimiento general. Por lo tanto el capital
económico se vuelve fundamental al momento de enriquecer, potenciar u obstaculizar
una trayectoria escolar.

Algunas familias con un capital económico considerable podrán elegir entre una
escuela particular o una publica, o acceder a cursos o procesos formativos alternos
que no se ofrecen en las escuelas regulares. Es decir, determinadas familias tendrán
la oportunidad de sus hijos estudien clases extracurriculares como inglés, robótica,
ciencias, música, pintura, danza, teatro. Aspectos que exigen de un mayor ingreso
familiar y una solvencia económica permanente, pero también un capital cultural
considerable. Habrá, por ejemplo, culturas familiares que cuenten con el capital
económico, pero carezcan de un capital cultural que permita fortalecer una trayectoria
escolar. Así, el capital económico y cultural de la familia en torno a las características
de los alumnos se corresponden para ampliar una trayectoria escolar o, en el peor de
los casos, limitarla.

La atención, el estudio y el diagnóstico de lo familiar en términos de ambiente


emocional, oportunidades y enriquecimiento cultural/económico, también es un trabajo
fundamental para el análisis de las trayectorias. Sobre todo porque las familias se
conforman por grupos de personas que “involucran a los sujetos como un sujeto
social en un nivel de transformación o modificación global, sin excluir la especificidad.
La formación apunta, desde el sujeto, al desarrollo personal y por ello social e incluye
el desempeño idóneo de las funciones específicas de la realidad social. [CITATION
MarcadorDePosición1 \p 45 \l 2058 ].”

Escuela y familia son ámbitos inseparables en las trayectorias escolares. Ambos


espacios sociales pueden potenciar la formación de los alumnos siempre que se
encuentren complementadas para el enriquecimiento de las trayectorias escolares.
Cuando la escuela no atiende las condiciones familiares las trayectorias se verán
limitadas y las potencialidades de los alumnos serán castradas. Muchos alumnos con

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aptitudes sobresalientes pueden perder sus talentos por la inexistencia de proyectos
familiares que podrían enriquecer la evolución de los alumnos. Desde esta lógica, la
familia y la escuela deberán trabajar en proyectos conjuntos para el logro de
estándares educativos de mayor alcance para los estudiantes.

7.3.3 La escuela

Un factor importante en el fortalecimiento de las trayectorias escolares es sin duda la


institución educativa. Una institución que da la espalda a la comunidad, a la familia o
que no reconoce las características de los estudiantes estará limitando la evolución de
los sujetos. La cultura escolar excluyente aniquila las diferencias y evita asumir una
cultura inclusiva, cuando ello sucede las potencialidades sufren una merma en la
población estudiantil. Es por ello que las escuelas deberán estar abiertas al
aprendizaje permanente de sus docentes y a la inclusión educativa.

Una escuela que favorece las trayectorias escolares está en constante aprendizaje,
posee una cultura del trabajo en equipo y consolida sus procesos de desarrollo
mediante estudios diagnósticos sólidos y la constante participación de los padres de
familia. Desde esa lógica, la escuela se piensa como una institución que forma parte
de la sociedad en la que se encuentra inmersa y reconoce las condiciones
económicas y culturales de la comunidad. Existen proyectos que consolidan estos
procesos, algunos de ellos denominados “escuela para padres” donde los padres de
familia se involucran en procesos formativos que permiten transformar,
paulatinamente, sus condiciones de vida. La participación de la comunidad en la
escuela y viceversa son aspectos que proporcionan solidez a una trayectoria escolar.
Si la escuela le da la espalda a comunidad estaría aislada de las necesidades de
formación reales y constituiría un sinsentido en la formación de los alumnos.

La escuela como promotora y detonadora de elementos culturales deberá ser el


vehículo para crear en los alumnos aspiraciones mayores a las que conoce en su
entorno. Ello no es posible sin la preparación permanente y el enriquecimiento cultural
continuo del profesorado. El docente da sentido a la escuela como espacio con

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mayores elementos culturales, simbólicos y profesionales que sirven de ejemplo o
espejo a la sociedad. Al momento en que la escuela se olvida de su importancia en el
enriquecimiento cultural de las poblaciones, pierde su esencia para el desarrollo
integral de los alumnos y limita su conciencia de clase.

7.3.4 Clase social

Las relaciones de clase son relaciones de producción. La base social está


determinada por un valor agregado en la estratificación social y en las zonas donde se
habita, este fenómeno determina formas de pensar y comportarse de acuerdo a la
clase social donde se quiere pertenecer. Las clases sociales existen y son evidentes
en los centros urbanos y en los cinturones de miseria que rodean a las grandes urbes.
La clase social alta cohabita con la media y la baja. Una familia, dentro de una clase
social específica, tendrá que ajustarse a su clase social (donde le toco nacer) o
buscará una movilidad de clases social baja a media, o de media a alta. Esta
movilidad estructural de clase también se hace evidente en la necesidad de transitar
del pueblo a la ciudad o a la zona residencial.

La movilidad de clase también tiene repercusiones en las trayectorias escolares. Las


zonas urbanas poseen mayor afluencia cultural, pero al mismo tiempo implican mayor
gasto en el capital económico de la familia. Es posible pensar en trayectorias
escolares y trayectorias familiares en términos de movilidad de clase o movilidad
social. El movimiento familiar de clase tiene repercusiones significativas en la
evolución de los sujetos escolares. La conciencia de clase, por lo tanto, ayuda a las
trayectorias escolares de una manera más estructural, las familias conformistas o
enclavadas en un capital económico y cultural estancado pueden ayudar poco a los
alumnos en el enriquecimiento de sus trayectorias. La conciencia de clase y su
necesaria movilidad siempre detonará nuevas relaciones e interacciones con nuevos
grupos sociales que facultaran el enriquecimiento de las trayectorias.

7.3.5 Redes de apoyo

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La pertenencia redes de apoyo o grupos sociales diversos tiene que ver con el capital
social que existe alrededor de los sujetos. Un capital social se conforma de grupos de
sujetos [ CITATION Gua72 \l 2058 ] que conformar y comparten sus nichos o espacios
culturales. Un sujeto que convive siempre con el mismo grupo no puede acceder a
otras redes de apoyo, las redes de apoyo se consolidan mediante una movilidad
social que se configura de relaciones e interacciones recurrentes. Por ejemplo, grupos
específicos de profesionales, artesanos, artistas, escritores, lectores, deportistas o
asociaciones civiles van creando redes que sirven de base para el desarrollo
personal, social, cultural y económico.

Las creaciones de redes de apoyo se logran en la medida en que los sujetos


comparten tiempo, espacios e intereses comunes. Las practicas individualistas no
contribuyen a la consolidación de redes de apoyo ni a la construcción de una
conciencia social que permita a los alumnos acrecentar sus aspiraciones o poseer
marcos de referencia alternativos a sus redes sociales. La conciencia y movilidad
social también representa un factor fundamental al momento de comprender las
trayectorias escolares. En ese sentido, los planes y programas también deberán
considerar las redes de apoyo más cercanas a las necesidades de la sociedad y de la
escuela.

7.3.6 Estructura curricular.

Finalmente, los factores mencionados hasta el momento deben considerarse en una


estructura curricular y en el diseño de planes y programas de estudio. Las reformas
educativas que se basan en la transmisión de contenidos como un ejercicio
depositario [ CITATION Pau08 \l 2058 ] no contribuyen a la evolución de los sujetos desde
una perspectiva crítica y liberadora. Más bien consolidad una cultura que reproduce
[ CITATION Har94 \l 2058 ] la desigualdad, la exclusión y la inercia de las trayectorias
escolares limitadas y limitantes de la potencialidad de los sujetos. Es evidente, hasta
el momento, que las estructuras curriculares pertinentes deben transitar por el filtro
del estudio y análisis de los factores de las trayectorias escolares.

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Es decir, si una sociedad pretende ampliar el nivel de estudio de sus ciudadanos en
edad escolar deberá profundizar en el estudio de las trayectorias escolares y diseñar
planes y programa de estudio acordes al capital económico, cultural, social y
simbólico existente en un grupo social determinado. Los diseños curriculares que no
asumen la complejidad de la realidad estarán destinados al fracaso y la permanencia
de trayectorias caracterizadas por el abandono escolar, el rezago educativo o la
simulación profesional. Una estructura curricular deberá contemplar, al menos, los
factores aquí descritos en el diseño de planes y programas, de lo contrario, solo
representan una simulación y la intención de continuar generando mano de obra
barata con aspiraciones culturales limitadas.

Finalmente y a manera de conclusión, la comprensión de las trayectorias


escolarizadas o teóricas y las trayectorias formativas o reales hacen posible la
configuración de trayectorias escolares apegadas a la realidad que viven y comparten
los estudiantes. No es posible pensar en una educación limitada a un perfil de egreso
de educación básica o al logro de contenidos de un grado o nivel escolar. Se hace
necesario crear las condiciones curriculares que permitan que los ciudadanos amplíen
sus aspiraciones y se piensen como sujetos autónomos, creativos, innovadores y
responsables de una sociedad donde comparte trayectorias escolares solidas puestas
al servicio del desarrollo cultural de la nación y de la creación de una mejora calidad
de vida para todos. En definitiva, mientras mejores sean las trayectorias escolares
mejor será la calidad de vida y el espacio social que todos compartimos.

Bibliografía
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respuesta a preguntas inexistentes. Argentina: Siglo XXI.

Guattari, F. (1972). Psicoanalisis y transversalidad. México: Siglo XXI editores .

Morin, E. (1977). El método 1. La naturaleza de la naturaleza. . Madrid: Cátedra.

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Souto, M. (1999). Grupos y dispostivos de formación. Argentina: Novedades educativas.

Terigi, F. (2009). “Las trayectorias escolares, del problema individual al desafío de la política
educativa". Buenos Aires: Minisgterio de educación de la nación.

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