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La doctrina de la Kenosis

La doctrina de la kenosis
El despojo de Cristo
La cuestión del autodespojo de Cristo o
la kenosis (Filipenses 2:7) se ha
discutido a través de la historia de la
iglesia. El Sínodo de Antioquía en 341
afirmó que Cristo se despojó a Sí
mismo del “ser igual a Dios”, mientras
que defendió claramente la deidad
total de Cristo. Durante la Reforma la
discusión se centró en la posibilidad de
que Cristo se despojara a Sí mismo de
los atributos de la omnipotencia,
omnisciencia, y la omnipresencia sin
que Su deidad esencial fuese afectada.
La doctrina de la kenosis
El despojo de Cristo
En el siglo diecisiete algunos afirmaron
que Cristo era menos que divino. Pero
el siglo diecinueve trajo una forma casi
nueva de cristología con el
aparecimiento y el esparcimiento de
muchas ideas falsas de la kenosis. Esto
se debía al hecho de que ese siglo vio
surgir muchas teorías científicas nuevas
como la evolución y la crítica radical.
También trajo un énfasis en el
redescubrimiento de la “genuina”
humanidad de Jesús y con esto la
magnitud de su autodespojo.
La doctrina de la kenosis
El despojo de Cristo
Por supuesto, hay una declaración
genuina de la kenosis, en Filipenses
2:7, y es una declaración que no
contradice otras verdades que las
Escrituras revelan acerca del Señor.
En realidad la Biblia no elabora una
doctrina de la kenosis, aunque
revela los elementos básicos que se
pueden usar para formar una
declaración verídica. Reunir todo
esto y evitar la herejía es la tarea de
este capítulo.
El significado del concepto de la
Kenosis
Filipenses 2:5–11, el pasaje central
acerca de la kenosis, comienza con
una exhortación a la humildad en el
pensar, y a imitar el ejemplo de
Cristo, quien dejó la gloria para
sufrir la cruz. Entonces continúa
con una afirmación concisa tocante
a Cristo antes y después de su
encarnación.
Elementos de la Kenosis
1. La existencia eterna de Cristo (v. 6).
Esto se afirma claramente por la forma “hyparchon”
la cual en este participio presente (especialmente
contrastado con los aoristos que le siguen) afirma la
continuidad indefinida del ser de Cristo. Hay en la
elección de esta palabra (en contraste con “eimi”)
subrayando así la eternidad de Su existencia. Esa
existencia indefinida estaba en la “morfe” de Dios,
la forma esencial que incluye la completa naturaleza
y esencia de la Deidad. Si “forma de Dios” implica
algo menos que totalmente Dios, entonces “forma
de siervo” en Filipenses 2:7 tuviera que significar
que en la tierra Cristo era algo menos que un siervo.
Elementos de la Kenosis

Pero la realidad completa de que El


fuera un Siervo es lo esencial del
pasaje. Igualmente, la completa
realidad de Su deidad es lo esencial
de “forma de Dios”
en el versículo 6.
Elementos de la Kenosis

Un estudio detallado de “morfe” en


la filosofía griega, en Filón, y en el
Nuevo Testamento, revela que la
palabra, connota aquello que es
intrínseco y esencial en algo. Así
aquí significa que nuestro Señor
antes de Su encarnación poseyó la
Deidad esencial
Elementos de la Kenosis
Pablo entonces corrobora la deidad
de Cristo afirmando que la
coigualdad con Dios no era algo de
que tenía que asirse, simplemente
porque El siempre la tuvo. El no la
codiciaba; no tenía necesidad de
hacerlo, porque era Suya
eternamente. Ni tampoco se
aprovechó de ella; más bien, se
despojó voluntariamente de la
misma.
Elementos de la Kenosis
2. El autodespojo (vv. 7–8).
Note que, aparte de lo que el
autodespojo abarcara, fue algo
autoimpuesto. Nadie obligó a Cristo
a venir a este mundo y finalmente
morir en una cruz como la
propiciación por nuestros pecados.
Otros usos del verbo que se traduce
despojar se encuentran en Romanos
4:14 (anular); 1 Corintios 1:17
(hacer vana; 9:15 desavanecer)
2 Corintios 9:3
¿En qué consistió la kenosis?

En todo lo que implicaba Su muerte en la cruz. Esto incluyó tomar la forma


(morfe) de siervo. Pero aun en esta forma Él no dejaba en lo más mínimo de estar a
la vez en la forma de Dios, aunque Su gloria estaba velada para la mayoría (pero
véase Juan 1:14). Para tomar la forma de un siervo Él tenía que ser humano, algo
que las dos próximas frases en Filipenses 2:7–8 describen. El fue hecho “semejante
a los hombres”. “Semejanza” indica dos cosas: primero que El en realidad era
como los hombres, y segundo que era diferente de los hombres. Su humanidad lo
sometió a pruebas y limitaciones; pero la palabra “semejanza” impide que se
llegue a la conclusión de que Él era idéntico a los hombres. Él era diferente porque
era sin pecado (Romanos 8:3). Además, El fue hallado en la condición (schema) de
hombre. Esta palabra se refiere a aquello que es externo; en acciones, vestir,
modales, y en todas las apariencias Él era un hombre. Así se humilló a Sí mismo y
se hizo obediente hasta la muerte en la cruz, el símbolo de la vergüenza.
¿En qué consistió la kenosis?

El movimiento de este pasaje comienza con la


gloria de Cristo antes de encarnar y procede a
Su muerte vergonzosa en la cruz. Obviamente,
para poder morir, Él tenía que hacerse hombre.
Para lograr esto, se tuvo que despojar de Su
posición de antes de encarnar, pero aun así sin
disminuir la Persona. No había manera en que
El pudiera hacerse hombre y quedarse en la
posición que tenía en Su estado previo a la
encarnación. Pero El podía hacerse hombre, y
lo hizo, conservando la totalidad de los
atributos que tuvo Su persona antes de
encarnar, es decir, la deidad total.
¿En qué consistió la kenosis?

Este autodespojo permitió la adición


de la humanidad y no implicó la
substracción de Su deidad en
ninguna manera, ni el uso de los
atributos de la Deidad. Hubo un
cambio de forma pero no del
contenido del Ser Divino. El no
renunció a la deidad ni al uso de
esos atributos; El agregó la
humanidad. Y esto para poder morir.
Isaías lo dijo en esta forma: “derramó
Su vida hasta la muerte” (53:12).
¿En qué consistió la kenosis?

Es cierto, el Dios- Hombre experimentó


limitaciones; pero es igualmente cierto que el
Dios-Hombre evidenció las prerrogativas de la
Deidad. Por lo tanto, los conservadores sugieren
que la kenosis significa la velación de la gloria
que tuvo Cristo antes de encarnar, lo cual
solamente es cierto en un sentido relativo (véase
Mateo 17:1–8; Juan 1:14; 17:5). O sugieren que
significa prescindir voluntariamente del uso de
algunos de Sus atributos de la Deidad. Esto fue
cierto en algunas ocasiones, pero no siempre, a
través de Su vida (véase 1:48; 2:24; 16:30).
¿En qué consistió la kenosis?

Tampoco hizo El siempre Sus milagros en el poder


del Espíritu, sino que algunas veces usó Su propio
poder (Lucas 22:51; Juan 18:6). Así que, si nuestro
entendimiento de la kenosis viene de Filipenses 2,
debemos de obtener nuestra definición del
concepto allí. Y ese pasaje no discute la cuestión
de cómo o cuánto de la gloria de Cristo estuvo
velada. Ni tampoco dice nada del uso o la
restricción de los atributos divinos. Sí dice que el
despojarse abarcó el hacerse hombre para poder
morir. De modo que la Kenosis significa dejar Su
posición de antes de la encarnación y tomar la
condición humana de siervo.
¿En qué consistió la kenosis?

Una definición
En la kenosis Cristo se despojó a Sí
mismo de retener y aprovecharse de
su condición de Dios y tomó la
naturaleza humana para poder
morir.
LOS SIGNIFICADOS FALSOS DEL CONCEPTO

A. Cristo entregó algunos o todos Sus atributos


Este concepto erróneo afirma que kenosis
significa que nuestro Señor realmente entregó
sus atributos de la Deidad o por lo menos los
atributos relativos a la omnipresencia, la
omnipotencia, y la omnisciencia. Bíblicamente
esto es falso, y teológicamente, imposible. Si El
entregó cualquier atributo, cesó de ser Dios
durante Su vida terrenal. Entonces de ninguna
manera podría haber dicho lo que dijo en Juan
10:30, que Él y el Padre eran uno en esencia.
Cristo no se despojó a Sí mismo de ningún
aspecto de Su deidad.
LOS SIGNIFICADOS FALSOS DEL CONCEPTO

B. Cristo apareció como hombre por disfrazar Su


deidad
Esto es una herejía menos manifiesta, pero
esencialmente también niega la deidad completa de
Cristo, porque el disfraz abarcó un cambio en el
modo de la existencia de Cristo. Niega que Cristo
era Dios a la vez que era hombre. Y si esto es cierto,
entonces ¿cómo podría El decir que cualquiera que
lo veía a El veía al Padre? (14:9).
Toda esta discusión se clarifica si recordamos que la
relación y la actividad de las dos naturalezas en
nuestro Señor implican la doctrina de la unión
hipostática. La doctrina de la kenosis se enfoca más
en el hecho de Su encarnación como necesaria para
Su muerte.

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