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Se Robaron la Ciénaga de Martinica?

La Ciénaga Redonda de Martinica está ubicada en la zona rural, a 15 kilómetros


de Montería (Córdoba) y hace parte de la subcuenca tributaria del río Sinú.
Este es un humedal de gran importancia, sin embargo, por más de 45 años ha
sido víctima del desecamiento y reducción de su cuenca por parte de los grandes
hacendados de este departamento costeño, bajo la mirada cómplice de los
directivos y funcionarios de los extintos Incora e Incoder, hoy Agencia Nacional de
Tierras, la Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) y la
propia alcaldía monteriana.

Todo este daño causado al ecosistema ha generado un impacto ambiental de


grandes proporciones que afecta, en forma negativa, a las comunidades de
pescadores y agricultores que derivan su subsistencia de ese humedal.

La Fiscalía General de la Nación adelanta una investigación contra 25 familias


prestantes de Córdoba por el presunto robo de tierras de la Ciénaga de Martinica.
La pesquisa que, en principio, era adelantada por fiscales de Montería, fue
trasladada a la ciudad de Bogotá, por disposición del mismo Fiscal General Néstor
Humberto Martínez.

Dentro de los grandes hacendados investigados por la Fiscalía se encuentra nada


menos que el director del periódico El Meridiano de Córdoba, William Salleg, a
quien también ese mismo organismo judicial le desarrolla una investigación por
presuntos nexos con el ex paramilitar Salvatore Mancuso, con base en las copias
compulsadas por El Tribunal de Justicia y Paz de Medellín

De 6.000 hectáreas hoy solo tiene 1.000. Un robo total

En el año 1973, el Incora delimitó 4.000 hectáreas (Resolución 778 de febrero 8),
aunque campesinos y pescadores aledaños aseguran que el área real era de
6.000 hectáreas y en el año 1975 fue reducida a 2.816. En el año 1986, mediante
resolución 032 de 11 de junio, se deslindaron y declararon baldíos los terrenos
que conforman la ciénaga de Martinica. De las 6.000 hectáreas que tenía
inicialmente el humedal, hoy sólo tiene 1.000.

La ciénaga, que sirvió de hábitat para muchas especies de aves, mamíferos y


plantas, era fuente de sostenibilidad y seguridad alimentaria de aproximadamente
1.000 familias aledañas. Es un legado cultural, llamado cultura anfibia, donde se
aprende a vivir de la pesca, la caza y la agricultura, en oficios que pasan de
generación en generación.

Otras causas del deterioro del humedal


Este estas encontramos: La canalización que han hecho los hacendados
alrededor de dicha ciénaga, y Caño Viejo, que servía de vaso comunicante entre
las ciénagas de Mono Macho y Martinica; la apropiación de terrenos considerados
bienes públicos por parte de reconocidos hacendados y empresarios; al igual que
la indiferencia o complicidad de las entidades gubernamentales, presionadas por
los finqueros, tal como sucedió en 1975, cuando fue reducida la ciénaga a 2.816
hectáreas.

Además la incineración forestal, el arado y el riego con glifosato han acabado con
la bioecología del ecosistema. Pero lo más infame de todo esto es la presencia de
grupos armados “al margen de la ley” para desalojar las familias que dependen de
la ciénaga y favorecer a los grandes hacendados”. (Ver estudio)

Hasta que se clarifique la propiedad de los predios naturales denominados Galán


y Marruecos (en el que actualmente figura como de propiedad del director de El
Meridiano William Salleg) y Ciénaga Redonda, no se sabrá cuántas hectáreas hay
libres en Martinica, pero se puede observar que son menos de 1.000 hectáreas, a
pesar de que el Gobierno declaró reserva del Estado las ciénagas y sus playones.

Luego de que el Incoder le negó la petición, para la adjudicación de terrenos


supuestamente baldíos de la Ciénaga de Corralito, cercana Martinica, a William
Salleg, la decisión fue revocada por la extinta entidad territorial, favoreciendo sus
intereses y voraz apetito depredador de acabar con la Ciénaga Redonda de
Martinica, para apropiarse de las tierras bajo la complicidad estatal que, a través
de resoluciones contrarias a la ley, legalizó la desaparición de la citada Ciénaga.
Al final, Salleg se quedó con los terrenos.

A raíz de todos estos problemas se hace urgente y necesario que se ponga en


marcha un plan para declarar como área protegida a este cuerpo cenagoso e
implementar acciones tendientes a la delimitación real, preservación y
sostenimiento de este ecosistema por parte de autoridades ambientales, gobierno
local y demás instituciones relacionadas con las reservas naturales.

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