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“Los intereses estéticos de los medievales”

en Arte y belleza en la estética medieval


De Umberto Eco
La Edad Media dedujo sus problemas
estéticos de la Antigüedad Clásica
introduciendo la visión cristiana
La cultura medieval es más un comentario de
una tradición cultural que una reflexión sobre la
realidad
El hombre medieval tiene una actitud
crítica y es sensible hacia su realidad.
Cuando el filósofo medieval habla de
belleza no se refiere a un concepto
abstracto y se remite a experiencias
concretas.
Para los medievales, la belleza se refiere a
un atributo de Dios
Los medievales elaboraban opiniones
sobre la belleza sensible, sobre la belleza
de las cosas de la naturaleza o el arte
Para los medievales, la atención hacia lo
sensible no debía imponerse sobre lo
espiritual
Los moralistas sienten atracción por los
gozos terrenales.
Los místicos cistercienses no apoyaban el
lujo y la decoración de las iglesias con
seda, oro, plata, vitrales, tapices, etc.
Los místicos piensas que los ornamentos
son bellos, por eso hay que combatirlos.
Algunos místicos piensan que es incorrecto
decorar lujosamente una iglesia cuando los
fieles viven en la indigencia.
Algunos místicos rechazaban las riquezas
y tesoros del mundo por seguir el camino
de Cristo, pero hay un destello de
añoranza de lo mundano en su expresión.
Algunos místicos pensaban que las
riquezas de la iglesia servían para atraer
más donativos y más fieles.
Algunos místicos piensan que los
ornamentos en los claustros distraen de la
oración.
Santo Tomás piensa que la música
instrumenta encamina hacia el deleite y
que el canto conduce mejor a la devoción.
Los místicos se refugiaban en la
contemplación de las Escrituras o en el
goce de un alma en estado de gracia.
Los cuerpos de los mártires son
horripilantes a la vista, pero resplandecen
por su belleza interior.
Al medieval le preocupa la fugacidad de la
belleza terrenal, pues la verdadera belleza
es la interior que no muere.
Para el medieval, el deleite estético
proviene del reconocimiento de la armonía
en la materia como reflejo de la estructura
del alma.
Referencia:

Eco, U. (1987). “Los intereses estéticos de


los medievales” en Arte y belleza en la
estética medieval. Barcelona: Lumen, pp. 13-
23.

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