varían de un estado a otro, y no es seguro que se hubieran aprobado estos mínimos si el

resultado en este caso hubiera sido diferente.

La Cláusula de Comercio Hoy, al menos teóricamente, el poder sobre el comercio autoriza
al gobierno nacional a regular casi todas las empresas comerciales en los Estados Unidos.
La amplitud de la cláusula de comercio permite que el gobierno nacional legisle en áreas en
las que no se ha concedido explícitamente el poder al Congreso. En los últimos veinte años,
la Corte Suprema ha frenado en ocasiones la autoridad reguladora del gobierno nacional
bajo la cláusula de comercio. En 1995, la Corte sostuvo, por primera vez en sesenta años,
que el Congreso había excedido su autoridad regulatoria bajo la cláusula de comercio. El
Tribunal anuló un acto que prohibía la posesión de armas de fuego a menos de mil pies de
cualquier escuela porque el acto intentaba regular un área que "no tenía nada que ver con
el comercio..." Posteriormente, el Tribunal invalidó partes clave de otros dos actos federales
por exceder la autoridad de la cláusula de comercio del Congresos En un caso notable, sin
embargo, el Tribunal Supremo permitió que el gobierno federal regulara las actividades no
comerciales que se llevaban a cabo enteramente dentro de las fronteras de un estado.
Alrededor de una docena de estados, incluyendo California, han adoptado leyes que
legalizan la marihuana con fines médicos. Sin embargo, la posesión de marihuana es ilegal
bajo la Ley Federal de Sustancias Controladas (CSA, por sus siglas en inglés).6 Después de
que el gobierno federal incautó la marihuana que dos mujeres gravemente enfermas de
California estaban usando por consejo de sus médicos, las mujeres presentaron una
demanda. Argumentaron que era inconstitucional que el estatuto federal les prohibiera el
uso de la marihuana con fines medicinales que eran legales en el estado. La Corte Suprema,
sin embargo, sostuvo que el Congreso tiene la autoridad para prohibir la posesión
intraestatal y el cultivo no comercial de marihuana como parte de un esquema regulador
más amplio (el CSA).7 En otras palabras, las leyes estatales de marihuana medicinal no
aíslan a los usuarios de la persecución federal.
Los poderes reguladores de los Estados
Como parte de su soberanía inherente, los gobiernos estatales tienen la autoridad para
regular los asuntos dentro de sus fronteras. Esta autoridad se deriva de la Décima Enmienda
a la Constitución, que reserva a los estados todos los poderes no delegados al gobierno
nacional. Los poderes reguladores del Estado se denominan a menudo poderes policiales.
El término encomienda no sólo la aplicación del derecho penal, sino también el derecho de
los gobiernos estatales a regular las actividades privadas con el fin de proteger o promover
el orden público, la salud, la seguridad, la moral y el bienestar general. Los códigos de
incendios y de construcción, las leyes antidiscriminatorias, los reglamentos de
estacionamiento, las restricciones de zonificación, los requisitos de licencia y miles de otros
estatutos estatales han sido promulgados de conformidad con las facultades de la policía
de un estado. Local a los estados, todos los gobiernos, incluyendo las ciudades, también
ejercen poderes policiales.8 Aunque emment, los estados pueden no regular directamente