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"Por amor al Señor Jesús prometo tomar parte activa en la obra de sociedad de
jóvenes Adventistas, haciendo todo lo que pueda para ayudar a otros y para terminar
la obra del Evangelio en todo el mundo".
POR AMOR AL SEÑOR JESUS: Este pensamiento introductorio dirige la mente hacia el lema de
los JA; es La fuerza impulsora del voto y del movimiento misionero voluntario. El valor del
servicio para el Maestro se mide según el amor y 1a dedicación con que los Jóvenes Misioneros le
sirven. De vez en cuando se debe probar el amor por el Maestro. ¿Hemos vencido el pecado?,
¿Hemos hecho cosas que todavía nos entristecen?, ¿Lo amamos de tal modo que él dirige
completamente nuestra vida?
HACIENDO TODO LO QUE PUEDA PARA AYUDAR A OTROS: Es un compromiso que denota
prontitud y dedicación en favor de otros; significa hacer la mejor y lo máximo por una causa;
representa el mayor esfuerzo por ayudar en todas las fases de actividad en el seno de la
organización de los JA y en la iglesia como un todo. EL verdadero Guías JA esta siempre atento y
solícito para aprovechar toda oportunidad para servir.
Y PARA TERMINAR LA OBRA DEL EVANGELIO EN TODO EL MUNDO: Esta última parte del
voto de los JA induce al joven a pensar en el blanco de los JA. Representa la extensión del
mandato divina de nuestro Señor Jesús en el ámbito universal. Es un desafío a los Guías JA que
debe comprender la orden divina e través de sus diferentes etapas: primero en Jerusalén,
después en Judea, luego en Samaria y finalmente hasta los confines de la tierra. De manera que
comenzando can los parientes, vecinos y amigos, el Guía JA hace todo lo posible para terminar
La abra del Evangelio en todo el mundo. De ese modo se llevará el esfuerzo misionero más allá
de las fronteras locales y se extiende hasta los confines de la tierra.
EL Joven Adventista Misionero leal puede ayudar en cuatro formas diferentes para terminar la
tarea: Viviendo una vida consagrada, aprovechando toda oportunidad para servir, orando por la
obra local y mundial y dando de sus propios medios para la promulgación del Evangelio y la
terminación a de la obra del Señor.