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Ministerio Juvenil
Vayamos directo al grano. Ser líder de la SJA es una gran responsabilidad. Su meta es estimular
y motivar las mentes de los jóvenes, adultos jóvenes y adultos para que continúen su camino
hacia Cristo. Para desarrollar un ministerio exitoso, hay varias preguntas que necesitarás pensar:
He aquí una palabra corta sobre compromiso a largo plazo: desarrollando relaciones con jóvenes
(y adultos) toma tiempo. Su iglesia probablemente elige oficiales cada año, así que esta posición
es asignado cada año; sin embargo, necesita ver hacia adelante. No planee solo para este año. No
haga programas solo para diciembre. Haga planes a largo plazo para el desarrollo de los jóvenes
en su iglesia.
1852 por Jaime White. La primera reunión de jóvenes organizada fue en 1879 cuando Harry
Fenner (edad 16) y Lutero Warren (edad 14) organizaron reuniones en Hazelton, Michigan, para
promocionar obra misionera, recaudar fondos para literatura misionera y para fomentar la causa
de temperancia.
La obra de los jóvenes en nuestra iglesia se extiende a través del país y alrededor del mundo. En
1907, la Conferencia General aprobó la formación de un Departamento de Jóvenes y delegaron a
un director. La Sociedad de Misioneros Voluntarios (MV) creó un Calendario de la devoción
matutina y un curso de lectura MV fue adoptado.
En 1978, el nombre fue cambiado a Jóvenes Adventistas, pero la meta permanece igual:
Involucrar a los jóvenes de nuestra iglesia y comunidad en el esparcimiento de las noticias del
regreso de Jesús y guiarlos al servicio de Él.
Para más historia vea El Manual del Ministerio de Jóvenes y el Manual de Entrenamiento para
Liderazgo.
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compañerismo y fuerza. La reunión de la SJA es uno de las más importantes citas de la semana
para cualquier joven, así es que tenga por seguro que planeen reuniones con propósito.
• Proveer tiempo para que los miembros de la SJA tengan la oportunidad de contar/decir “Qué
han hecho para el Salvador.”
La SJA que consistentemente intente lograr estos objetivos será todo un éxito y tendrán una
influencia poderosa en la iglesia y en el mundo.
Para recordar a todos sobre los ideales de JA deberá asegurarse que banderines del Blanco,
Lema, Voto y Ley sean expuestos destacadamente en cada reunión.
Desafío
1. “Preparar a los jóvenes par que lleguen a ser fieles soldados del señor Jesucristo
es la obra más noble que haya, sido confiada alguna vez al hombre.” CONSEJOS
PARA LOS MAESTROS, Pág. 127.
2. “Debiéramos educar a los jóvenes para que ayuden a los jóvenes; y, a medida que
hagan esta obra, obtendrán una experiencia que los calificara para llegar a ser
obreros consagrados en un radio más amplio.” TESTIMONIOS, Vol. 4, Pág. 115.
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4. “¿Que jóvenes de entre nosotros se entregaran a Dios con el propósito de trabajar
por la salvación de sus compañeros?” SEÑALES DE LOS TIEMPOS, mayo, 29,
1893.
Demasiado a menudo el programa J.A, es como un carrusel, en el que todo el mundo sube
a bordo y da vueltas y vueltas en un torbellino de actividades, sin embargo, cuando se
termina la reunión, nos encontramos con que no hemos ido a ninguna parte, a pesar de
toda la conmoción.
2. Planeamiento.
Las buenas reuniones no son casualidades, no suceden tan solo porque si. Las buenas
reuniones han sido planeadas, y el planeamiento requiere tiempo y esfuerzo.
3. Publicidad.
Si nuestra Sociedad de Jóvenes vale la pena, también vale la pena que les digamos a los
demás acerca de ella. Nos preguntamos por qué hay tan pocos jóvenes en la reunión,
quizás se debe a que no les hemos dicho nada acerca del programa.
4. Esfuerzo.
Ningún equipo de fútbol o básquetbol ganara jamás un campeonato sin arduo esfuerzo.
Ningún equipo atlético ha ganado jamás un campeonato por casualidad. El éxito se
obtiene únicamente gracias al trabajo duro.
En los deportes, el entrenador no hace solo todo el trabajo. Cada miembro del equipo
trabaja bien duro, o no permanece por mucho tiempo en el equipo. La reunión tendrá
éxito tan solo si estamos listos a pagar el precio: trabajar de veras, y trabajar duro.
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5. Puntualidad.
Las buenas reuniones comienzan a tiempo, con todos los miembros presentes. Cuando
nos dirigimos a la reunión J.A. para encontrarnos con el Señor, ¿sería correcto hacerlo
esperar?
6. Participación.
Ningún programa de jóvenes sobrevivirá por mucho tiempo si el Director es el único que
toma parte, o aun si los mismos tres o cuatro jóvenes que toman parte cada semana.
Los mejores programas son aquellos en los cuales participan muchos jóvenes, y los
dirigentes J.A. se aseguran de que cada miembro J.A. haga algo en el programa a
intervalos regulares. La asistencia y el entusiasmo crecerán de este modo.
7. El programa.
1. Ensayo.
La experiencia ha demostrado que los programas que se ensayan son los mejores.
Una hora que se pase ensayando un programa antes de presentarlo hará maravillas en la
coordinación de los distintos pasos y revelara también las zonas débiles.
¿Qué se debe ensayar? Todo. El ensayo ayuda a que cada uno se sienta más cómodo y
permite que el organizador tenga la oportunidad de hacer sugestiones para obtener mejoras.
Antes del programa, deles las instrucciones necesaria que les indique lo que deseen hacer.
Incluya en ellas las siguientes:
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No permiten que haya momentos de espera después que se anuncien las diversas
partes.
Que no afinen su instrumento musical a última hora.
Que hablen con vigor y entusiasmo, que no pidan disculpas.
Que haya suficientes himnarios para todos.
Que hablen en voz alta, de modo que todos puedan oírlos.
3. Comience a tiempo.
¿Creemos nosotros que la escuela tiene importancia, nuestro trabajo también es importante,
y nuestras citas con nuestros amigos, pero que nuestro encuentro con el Señor no tiene
importancia?
Nuestras reuniones serán necesariamente mejores si nos adherimos con fidelidad al horario
de comienzo.
4. Varíe el Orden.
Demasiadas reuniones J.A, son terriblemente aburridoras y poco interesantes. Una de las
principales razones es que hemos caído en una rutina mortífera.
7. Termine a tiempo.
Algunas reuniones debieran terminar mucho antes de que alguien sienta la necesidad de salir
de la reunión e irse a casa. Termine el programa en cuanto haya recorrido el terreno que
anticipaba, aunque sea todavía temprano. Es mejor que la reunión sea corta y agradable
antes que interesante pero cansadora.
2. Varié el orden.
Aunque la mayor parte de los elementos del programa sean comunes y se repitan todas las
semanas, por lo menos cambie el orden. Un poco de suspenso acerca de lo que viene a
continuación, ayudara a que cualquier reunión evite caer en el surco de la rutina.
3. Varié la música.
Cante una variedad de himnos durante cierto tiempo; no se limite a cantar los
mismos favoritos cada semana.
Aprenda nuevos cantos y coros.
Use coritos e himnos.
Use algunos cantos marciales y llenos de entusiasmo, además de cantos
Devocionales.
Ocasionalmente haga que las muchachas canten una estrofa, luego los
muchachos, o la mitad de los asistentes y luego la otra mitad.
En su música especial, use instrumentalistas, dúos, tríos y cuartetos además de
solistas.
Use algunos relatos referentes a himnos en conexión con la sección musical del
programa.
Esta es la parte del programa que con mayor frecuencia amenaza caer en un surco rutinario.
Si el espíritu de los momentos de oración de su programa no cae bajo el embate del
ritualismo, puede rápidamente ser aplastado por la rutina.
La variedad constituye la nota tónica de una nueva medida de éxito y bendición en las reuniones de
la Sociedad de Jóvenes. Aproveche las oportunidades que le ofrece.
• Mantenerse en contacto con otras iglesias para ver que funciona para ellos.
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• Tener planes específicos para presentar a la comisión.
• Ser un miembro oficial en todos los grupos de trabajo, y como tal, visitar y participar en sus
actividades como fuera posible.
• Cooperar, al final de tu plazo en todas las formas posibles, en asistir al líder entrante de la SJA