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(En ningún momento este material reemplaza los manuales oficiales que produce la DIA, se ha
preparado solo con fines pedagógicos)
Preparado por Mauricio A. Buitrago - Dir. J.A. Unión Colombiana del Norte
Aclaración
No hay tal cosa como un adolescente típico. Los adolescentes varían entre ellos como
el resto de la población. No todos los adolescentes gustan de la nueva tecnología o las
computadoras. No todos están obsesionados con el sexo opuesto. No todos los adolescentes
se obsesionan con pensamientos o inclinaciones rebeldes. Tienen ciertamente características
en común, pero cada uno es una persona singular.
Las personas de esta edad desean conocer gente confiable. Desean escuchar que se les
llame por su nombre. Desean que la gente les sonría aun cuando no se sienten como para
sonreír de vuelta. Desean especialmente sentir que los adultos relacionados con su vida
piensan que ellos son importantes y que son de valor.
El grupo de adolescentes tardíos necesitan alguien que guíe y trace el camino a seguir.
No desean ni necesitan a alguien que dictamine, arree, vapulee, se dedique a encontrar
faltas, o sermonee. Lo que los adolescentes necesitan de ti como líder es alguien que sepa a
dónde van (al Reino), alguien que viva genuinamente el evangelio, que les ofrezca atención y
amistad, que los escuche sin juzgarlos, que esté bien preparado para reuniones y eventos, que
tenga respuestas bíblicas cuando se le solicitan, que tenga a Jesús en mente todo el tiempo,
que tenga paciencia y sentido del humor con respecto a la vida y pueda obtener fuera la
ayuda correcta de otras fuentes cuando se necesita.
Nadie nace con todos estos dones y habilidades. La mayoría de ellos se aprenden.
Posiblemente hay un grupo de adolescentes con quienes te relacionas. Si ya conoces de
antemano los principios de este ministerio, aprenderás rápidamente. Los adolescentes te
enseñarán.
Lo que vas a terminar aprendiendo es cómo vas a ser una poderosa presencia, sin
presionar. Sabrás bien tus objetivos y ministrarás de acuerdo con ellos y llegarás a sentirte
confiado en la forma como Dios guía tu ministerio a favor de los Embajadores.
Los “adolescentes tardíos” que vienen a la iglesia varían entre sí. La mayoría de ellos
muy probablemente vienen de familias adventistas y están familiarizados con los conceptos
básicos de salvación, iglesia y estilo de vida en armonía con Dios. Algunos han pasado por la
Escuela Sabática y los Conquistadores. Sin embargo, no puedes asumir que todos los
adolescentes que se presentan tienen ese trasfondo. Algunos tienen una relación personal
con Dios y le han dedicado su vida, mientras que otros todavía están buscando y tomando
decisiones.
Los jóvenes que han terminado de ser Conquistadores, tienen dos opciones: (1)
pueden inmediatamente elegir especializarse en liderazgo, eligiendo ya sea el programa de
Liderazgo Juvenil adventista, o el de Guía Mayor, o, (2) unirse al grupo Embajador. Los
adolescentes que no estuvieron en Conquistadores, pueden unirse al grupo de Embajadores, o
al de Liderazgo JA.
Declaración de misión
La misión del ministerio juvenil adventista del séptimo día es: guiar a los jóvenes hacia
una relación salvífica con Jesucristo y ayudarlos a responder al llamado al discipulado.
Filosofía
El enfoque particular de un grupo local debe ser determinado por el líder y el equipo
de dirigentes locales, en consulta con los adolescentes que desean participar. Durante el
proceso deben mantenerse los blancos, y misión de la organización.
El enfoque puede variar durante cualquiera de los programas anuales y puede cambiar
con los años, según los ciclos de entrenamiento y el arribo de nuevos adolescentes.
Diez objetivos del líder de Embajadores
¿En qué consiste el ministerio de Embajadores? Asumiendo que el grupo es un sitio para
adolescentes en necesidad de discipulado espiritual y de la vida, las siguientes, entre otras
áreas de concentración, harán que se alcancen los objetivos de este ministerio:
Etapas de desarrollo
Los adolescentes más jóvenes en edad del grupo Embajador, son una mezcla de
características aparentemente contradictorias. Son muy sensibles y reaccionan fuertemente si
son lastimados, insultados o tratados con injusticia. Pueden sentirse invencibles e
indestructibles. Algunos de ellos han logrado un sentido de confianza propia, mientras que
otros tienen muy poco de ello. Al aprender acerca del mundo que les rodea, los adolescentes
medios pueden manifestar destellos de sabiduría y sentido común, mezclados con
comportamiento impulsivo o riesgoso y decisiones insensatas. Los adolescentes cuyos padres
les enseñaron en años anteriores a pensar en las consecuencias de sus decisiones, tienen más
ventajas en esta etapa.
A partir de la adolescencia media, los adolescentes tienen una capacidad cada vez
mayor para el pensamiento abstracto y un sentido cada vez más amplio de los asuntos de este
mundo. No es sorprendente que los años de la adolescencia son conocidos como una etapa de
cuestionamiento. Las ideas y expectativas que antes aceptaban sin cuestionarlas en la
adolescencia temprana, son ahora temas de discusión. Para muchos adultos, esto puede
parecer arrogancia o rebelión, pero no lo es necesariamente. Como “nuevas personas en la
escena”, los adolescentes no están conscientes de que otros han estado allí antes que ellos,
así que las revelaciones de este mundo lleno de conflictos les parecen totalmente nuevas.
Enfrentados a la resolución a un mismo tiempo de varias tareas relacionadas con la identidad,
los adolescentes posiblemente podrían parecer brutalmente honestos en relación a
problemas y desafíos a la autoridad que a ellos les parece que tiene legitimidad disminuida.
Ellos quieren la “verdad” y necesitan que se les expliquen las cosas honestamente y se las
prueben.
La vida social es clave para los adolescentes y es fuente tanto de estrés como de
felicidad. Las camarillas y los mejores amigos se convierten en un refugio para su seguridad y
familiaridad. Independientemente de los deseos y restricciones de los padres y otras personas,
muchos adolescentes medios y tardíos comienzan a formar pareja y entrar en relaciones de
hombre y mujer. La sexualidad se convierte en una fuerza que hay que tomar en
consideración. La escuela es el foco central de socialización para muchos y es el ambiente para
muchos de los grandes asuntos en la vida de un adolescente.
Aun cuando este grupo se esfuerza por lograr un sentido de identidad personal, los
adolescentes con frecuencia siguen al “rebaño” (presión de grupo) y son influenciados por la
opinión popular. Pueden ser susceptibles a la influencia de celebridades y la cultura de
celebridades en aspectos tales como elección de estilo de vida y valores personales. Para
algunos de ellos, la música y la ropa se convierte en una forma de probar identidades. Pueden
hacer suyos o descartar una serie de valores e ideas. No busquemos consistencia, sino más
bien una madurez creciente mientras los adolescentes avanzan hacia la adolescencia tardía.
Los adolescentes más grandes han encontrado un más o menos estable aunque tal vez
incompleto sentido de sí mismos, con una más o menos redondeada serie de valores. Si se les
da la oportunidad, son capaces de una exploración inteligente y balanceada de nuevas ideas y
de asumir un sentido más maduro de responsabilidad. Con algún entrenamiento, pueden
desarrollar la habilidad de dirigir a otros hacia lo que es bueno, correcto y verdadero.
Carácter y personalidad
En el siglo veinte, el enfoque erudito y popular se puso más sobre la personalidad que
sobre el carácter, dentro del estudio del desarrollo humano, cuando una nueva percepción
sicológica se esparció en la cultura mundial. Cuando vemos una revisión reciente de la
literatura escrita durante los últimos doscientos años, en lo que respecta al éxito, es
interesante notar una clara tendencia. Durante los primeros ciento cincuenta años, el éxito se
definía en términos de cualidades tales como “integridad, humildad, fidelidad, temperancia,
valor, justicia, paciencia, diligencia, sencillez, modestia y la regla de oro”. En otras palabras, el
éxito se definía en relación a rasgos positivos de carácter. Sin embargo, durante los últimos
cincuenta años, ha habido un claro cambio de enfoque ético sobre el carácter a lo cual se le
llama ética de la personalidad. La ética de la personalidad se concentra en la imagen pública y
en una actitud mental positiva (Tom Osborne). On solid ground).
Hay un peligro en no educar y entrenar a los jóvenes de hoy en los rasgos de carácter
creados por Dios. Esos rasgos de carácter son algunos de los absolutos que crearon en
nosotros una convicción profunda cuando aceptamos los caminos de Dios para nosotros. Ese
es el verdadero enfoque de la obra de Dios en nosotros.
Los adolescentes que nacieron cerca del fin del siglo veinte y a principios del
veintiuno, crecieron en un mundo en que los seres humanos asumieron la responsabilidad de
crear un marco moral que en realidad le pertenece a Dios formar. Hasta muy recientemente, la
sociedad asumió que ciertas cosas iban a estar siempre mal, aun cuando muchos estuvieran
violando el principio implicado. Hoy día, la asunción de que no hay cosas que son
verdaderamente incorrectas, se ha ido desvaneciendo. Ningún líder debería sorprenderse
porque los adolescentes tardíos, aun los que de ellos crecieron en la iglesia, tengan esta
perspectiva no bíblica y tenga qué mostrárseles que algunas cosas son siempre incorrectas.
La bien conocida cita del libro La educación, por Elena G. White se aplica a los líderes
del ministerio Embajadores actualmente: “La mayor necesidad del mundo es la de hombres
que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de
sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya
conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte
de la justicia aunque se desplomen los cielos”. ED 54.
Disciplina
Así que, ¿cómo puede un líder fijar reglas funcionales que puedan ser respetadas y que
le permitan a la organización funcionar adecuadamente? El líder debe dar a conocer sus
expectativas desde el principio, sin hacerlo con mano dura. “Unas pocas y sencillas reglas” es
una buena plataforma de entrada. La regla de oro funciona bien, como también el acuerdo de
amar y edificar a todos. Puedes sacar de la Biblia una lista breve de principios para presentar al
grupo como brújula en la jornada por delante. Presenta de nuevo reglas básicas en actividades
del grupo o al hacer una excursión o viaje como recordativo de que son Embajadores del reino
de los cielos.
Cada líder enfrentará situaciones de mala decisión o mal comportamiento por parte de
alguno o más en el grupo. El líder debe orar y tener alguna idea de qué requerir de ese joven.
Debe llamar la atención hacia el problema, hablando a solas con el individuo en forma
tranquila y cortés y ofrecer una solución que debe seguirse hasta el final. Involucrará un
cambio de dirección y posiblemente castigo. Cada persona debe ser tratada como totalmente
responsable por sus acciones. Así es la vida en el mundo real.
Primero, pasa tiempo en oración con Dios, pidiéndole que te confirme su llamado.
Toma algunos días para examinar tu propio estado espiritual e invita al Espíritu Santo a
revelarte cualquier cosa que necesites ver. ¿Cuáles han sido tus desafíos espirituales? ¿Cómo
está tu fe en estos días? ¿Es tiempo de una buena limpieza o de nueva dedicación de tu vida
Dios? Ríndete a Dios y a su dirección. Deja que el Señor derribe las barreras entre tú y él.
Además de hablar con Dios, toma tiempo para escuchar. Dios es omnisapiente y sabio
más allá de nuestra comprensión. Desea que le permitamos guiarnos en los mejores senderos
en nuestro ministerio; pero no puede guiarnos si no lo escuchamos. Permítele que influya
sobre tu pensamiento y tus acciones.
Cuando trabajas con adolescentes y jóvenes, necesitas esa confianza que viene de
saber que has puesto a Dios a cargo. “Encomienda al Eterno tus obras, y tus planes tendrán
éxito” (Proverbios 16:3). Si procedes según tu propia confianza y consejo; será solo cuestión de
tiempo el que cometas un error que se pudo haber evitado. Sin duda alguna tendrás desafíos y
las cosas irán mal algunas veces, pero cuando pones a Dios al control, él será el que resuelva
las dificultades.
Traza algunos planes básicos en la forma que prefieras trazarlos. La visión de un grupo
Embajador comienza contigo. Redacta blancos específicos basados en las sugerencias
anteriores, piensa en algunas actividades para cada uno de ellos y anota una lista de
posibilidades tales como fecha y lugares para reunirse y un programa tentativo para el primer
año.
Comienza a orar y habla con líderes asociados potenciales. Hay dos cosas que
determinarán tu éxito en el ministerio Embajador: La guía divina y un equipo de liderazgo
entusiasta y competente.
Tienes qué pensar bien a quién preguntar con respecto al lugar de reunión.
Típicamente, el lugar que te gustaría usar es alguna dependencia de la iglesia. La persona que
preside la junta de iglesia es tal vez la primera persona con quien debes hablar. Si tienes planes
de usar los salones de Escuela Sabática como lugar de reunión, habla con el director de Escuela
Sabática.
Liderazgo y estructura
Asigna responsabilidades específicas a los líderes, de modo que les sean claras
Nota que no hay una subcomisión o líder para asuntos espirituales. La Biblia y los
principios de Dios deben estar inmersos en cada categoría de actividad del ministerio
Embajador.
Uniformes
Mantenimiento de registros
Probablemente vas a necesitar que se inscriban los adolescentes del grupo, a fin de
contar con la información básica de contacto. Encontrarás más adelante un ejemplo de
formulario de inscripción. Tú puedes crear el propio de acuerdo a tus necesidades. Se pueden
conseguir en línea algunos otros.
Una vez que hayas lanzado el programa y está sobre la marcha, debes tener en mente
formas de mantenerlo vivo.
Entre una y otra reunión, toma tiempo para preguntar individualmente a los
adolescentes cómo les está yendo y si el grupo les está funcionando bien a ellos. Recuerda
preguntarles acerca de su vida a fin de familiarizarte con lo básico de cada situación.
Asegúrales que pueden ser honestos contigo y que valoras lo que te dicen. Pídeles que te
ayuden en la creación y planificación de actividades.
1. Usa varios medios de comunicación para anunciar los eventos siguientes del grupo
Embajador. Envía dos o tres anuncios con unas dos semanas de separación, con el
segundo y tercer anuncio con un día o dos de anterioridad. Da a conocer esos
anuncios a los miembros del grupo, a todos los líderes y ayudantes y los directivos
de la iglesia.
2. Usa conversaciones personales como parte de la publicidad. Habla
individualmente con los adolescentes acerca de los eventos planificados, llama
por teléfono a comunicadores clave en el grupo y mantén informados a al pastor y
otros dirigentes de vez en cuando. Todos los líderes y ayudantes deben estar
conscientes completa y constantemente de los planes del grupo.
3. Informa a la congregación en forma programada. Algunas opciones a considerar
son el dar un pequeño informe en la sección de anuncios durante el servicio de
adoración en la iglesia; crear un breve boletín que describa las actividades
recientes y que incluya testimonios de los participantes; informar por escrito en el
boletín de la iglesia o distribuirlo por correo electrónico; colocar noticias en el sitio
electrónico de la iglesia o en otros sitios electrónicos.
4. Una vez al año, redacta, o pide a alguien que te ayuda a redactar un artículo
acerca del grupo Embajador para ser sometido a publicación en alguna revista
regional de la iglesia. Incluye fotografías de actividades y eventos.
Reconocimientos y certificación
Todos los que se inscriban en un grupo Embajador, tienen derecho a recibir una
insignia y un distintivo especial. Se ha elaborado un certificado para cada uno de los siete
módulos, que se entregará al terminar con éxito cada módulo. Se entregará un distintivo
especial al término de los siete módulos. Los jóvenes de esta edad necesitan ser reafirmados.
Las reuniones regulares deben celebrarse al menos una vez al mes y preferiblemente una vez a
la semana. Toma en cuenta que hay campamentos y algunas actividades vocacionales que no
entran dentro de las reuniones programadas.
Deportes. Los deportes patrocinados por el programa Embajador deben ser de
participación y en su mayor parte, sin un enfoque en intensa competencia. Observa la cultura
que te rodea y determina qué deportes fomentan el desarrollo de habilidades y carácter y
cuáles se llegan a comparar ahora con competitivos duelos a muerte.
Elena G. White estaba una tarde observando a sus nietos jugar béisbol y alguien lo
cuestionó. Su respuesta fue: “No condeno el ejercicio sencillo del juego de pelota; pero aun
esto, con toda su sencillez, puede ser llevado a la exageración” HC 453. Jugar con el propósito
correcto y en moderación, es la clave para las actividades deportivas saludables.
Los jóvenes se sienten a veces confundidos por las declaraciones de Elena G. White
que aparentemente condenan el ciclismo y el tenis. Ella se estaba refiriendo a situaciones
específicas y trazando principios que pueden aplicarse hoy. En el caso de andar en bicicleta, las
personas estaban gastando grandes sumas de dinero en bicicletas de carreras, equivalentes a
varios meses de salarios familiares, con el propósito de jugar carreras con la gente del pueblo.
Estaban descuidando con ello necesidades básicas de la familia, de alimento y ropa. Esto se
había llevado al extremo. Una situación similar ocurrió con el tenis. Los estudiantes estaban
perdiendo clases en la escuela a fin de jugar “solo un juego más”; había competencia contra la
comunidad que desarrolló un espíritu no saludable que debía refrenarse.
Hacer discípulos. El ministerio juvenil no incluye cualquier cosa que les gusta hacer a
los jóvenes, aun cuando haya diversión y juegos en él. El propósito es la edificación de su
carácter cristiano, enseñarles cómo vivir de acuerdo al llamado de Dios y entrenar a nuevas
generaciones de líderes cristianos. Si los adolescentes no encuentran la puerta y el sendero
angosto de los que habló Jesús, entonces todas nuestras sesiones de planificación y programas
y todo nuestro tiempo, energía y recursos que gastamos, no tienen sentido. Debemos hacer
discípulos en cada esfuerzo que hacemos. Mantén este principio clave en tu mente en todo
momento.
El Pastor Robert Tyson, uno de los primeros directores de jóvenes en la iglesia, enseñó
que si vamos a ser líderes de jóvenes, debemos ser primero personas que gustan de la vida al
aire libre. Eso significa que debemos no solamente ser hábiles en el arte de acampar y
aventura al aire libre, sino que debemos también desarrollar un fuerte aprecio ético por la
naturaleza. La persona verdaderamente amante de la naturaleza no es del tipo “Rambo”, que
toma un largo cuchillo y se lanza hacia un sitio agreste imponiendo su presencia y destruyendo
el ambiente. Más bien, se adatará y se hará parte de este ambiente. Aprenderá a caminar
suavemente y seguirá el axioma: No dejes nada sino tus huellas, no tomes nada, sino solo
fotografías”. Uno de los blancos del grupo Embajador cuando está afuera, es dejar el sitio
todavía más limpio y el condición más natural que como lo encontraron.
Los líderes que gustan de la vida al aire libre, se familiarizan con cada ser viviente y
aprecian cada especie por lo que es –una muestra del acto creador de Dios, otra pieza de su
gran rompecabezas que ilustra la Gran Controversia, cada una con lecciones esperando ser
aprendidas. “Únicamente aquel que reconoce en la naturaleza la obra del Padre, que en la
riqueza y belleza de la tierra lee lo que ha sido escrito por él, aprende de los elementos de la
naturaleza sus más profundas lecciones y recibe su elevado ministerio” (La educación, 106).
Nuestra esperanza
Esperamos que el Ministerio Embajador sirva para proveer una respuesta integral a las
necesidades de nuestros adolescentes a quienes debemos cuidar, desafiar y habilitar para el
servicio y la misión.