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Son herramientas que permiten organizar la información de una forma visual, facilitando el
aprendizaje, dado que permiten plasmar el contenido educativo o instructivo de una forma más
dinámica, contribuyendo a que sea el alumno quien organice la información.
Son fáciles y rápidos de consultar, además de ayudar a una mejor comprensión del contenido
explicado. Su elaboración permite poner en práctica diferentes habilidades: comparar datos,
ordenar acontecimientos y estructurar la información.
Mapas conceptuales
Permiten mostrar relaciones entre diferentes conceptos. Los datos son expuestos de forma
sintética, pero relacionándola con otras ideas de forma clara.
El origen de la Teoría de los Mapas Conceptuales se remonta a la Teoría del aprendizaje del Dr.
Joseph Novak en los años 70. Él y su equipo de investigadores de la Universidad de Cornell
intentaban comprender y describir la comprensión conceptual de los niños.
En esa época estudiaban las teorías de Piaget sobre los estudios operativos cognitivos. El
psicólogo Jean Piaget planteaba que los niños menores de once años no podían comprender
conceptos abstractos como, por ejemplo, la naturaleza de la materia. Además, el Dr. Novak
también se inspiró en los trabajos de David Ausubel, un conocido defensor de las teorías de
Piaget. Basándose en estos antecedentes, el Dr. Novak decidió trabajar en un nuevo proyecto
en el que se observarían cambios minúsculos en el comportamiento de los niños mientras
aprendían nuevas ideas.
El cerebro humano procesa las imágenes (fotos, diapositivas, entre otras) mucho más rápido
que los textos, unas 60.000 veces más rápido. La teoría de los mapas conceptuales gira mucho
en torno a este hecho. Como tal, esta herramienta está diseñada para ayudar a los usuarios a
visualizar las relaciones entre varios conceptos y mejorar la capacidad de comprensión de
temas complejos. Ayuda a formar una conexión mental, lo que a su vez permite una mejor
comprensión y retención del conocimiento e información.
Aunque el mapa conceptual se aplica generalmente al ámbito académico, también puede ser
útil en varios campos. Los veremos más adelante. Existen diversos beneficios que se pueden
extraer de él:
Ayuda a los usuarios a entender los conceptos con mayor claridad al permitirles visualizar
dichos conceptos.
Aunque se trata de una síntesis de información con la integración de nuevas ideas a las
Ayuda a los usuarios a comunicarse de forma más clara y sencilla con respecto a ideas
complejas.
Los mapas conceptuales, conocidos como diagramas conceptuales, pueden parecer similares a
otros tipos de gráficos. Sin embargo, tienen características únicas específicas:
1. Conceptos
Los conceptos son los patrones aparentes de cualquier evento u objeto que se designan
con una etiqueta. Se representan en el mapa como formas circulares u ovaladas.
2. Palabras/frases de enlace
Están presentes en las líneas que conectan cada idea con la siguiente. Describen la
relación entre los dos conceptos conectados. Estas frases son lo más concisas posible y
suelen contener un verbo. Como, por ejemplo, "causa", "incluye", entre otras.
3. Estructura jerárquica
4. Pregunta de enfoque
5. Enlaces cruzados
El mapa debe estar formado por pocas palabras, de modo que debes sintetizar la
información: utiliza únicamente ideas clave e imágenes.
Inicia siempre desde el centro de la hoja: coloca ahí la idea central (objetivo) y remárcala.
A partir de esa idea central, genera una lluvia de ideas que estén relacionadas con el
tema.
Para darle más importancia a unas ideas que a otras (priorizar), usa el sentido de las
manecillas del reloj.
No te límites: si se te acaba la hoja, pega una nueva; que el papel no limite a tu mente.
2. Ramifica los conceptos importantes que surgen a partir del tema central. Pueden ser
tantos como creas necesarios para explicar el tema. Por ejemplo: el tema de este artículo
es mapa mental y los subtemas podrían ser: ¿qué es?, características y ¿cómo se hace?
3. Establece un orden jerárquico de las ideas. Para ello coloca las ideas en el sentido de las
manecillas del reloj y de adentro hacia afuera.
4. Utiliza líneas para unir los conceptos. Establece la relación entre el foco temático y el
resto de las ideas desarrolladas.
5. Destaca las ideas enmarcándolas en alguna figura. Puedes utilizar óvalos o cuadrados, o
bien resaltarlas con colores, imágenes o cualquier elemento que permita diferenciarlas entre sí
y comprender la relación que hay entre
¿Qué es un mapa semántico?
Los mapas semánticos son herramientas empleadas principalmente para explicar un tema
específico de manera mucho más fácil y clara, ya que sus conceptos están conectados y
relacionados, haciendo más sencillo su estudio.
Gracias a la forma gráfica que presentan los mapas semánticos, cualquier tema puede ser
sintetizado de forma precisa y concreta. Esto se logra porque las ideas principales están
organizadas y relacionadas de acuerdo a su importancia.
Puede decirse que los mapas semánticos son unas de las herramientas más poderosas de
estudio que existen, pues no solo resumen la información relevante de un tema a ser
estudiado, sino que su impacto visual facilita la memorización de conceptos.
Algunas de las características más importantes a considerar en los mapas semánticos son:
Características de forma
Características de estructura
Las flechas o líneas que unen los conceptos relacionados tienen normalmente palabras
enlace que facilitan el entendimiento y conexión de los conceptos principales.
En los mapas semánticos se debe respetar siempre la jerarquía de las ideas relevantes
que explican la información a ser estudiada. Esto se logra ubicando los temas más
importantes en distintos niveles de los cuales se van desprendiendo temas
secundarios o subtemas.
Las estructuras de los mapas semánticos pueden variar, es decir, el tema principal
puede estar en cualquier parte del gráfico. Sin embargo, se debe destacar su
importancia y la jerarquía de las ideas menos relevantes que se van desprendiendo del
tema principal.
Los mapas semánticos pueden tener la cantidad de niveles de jerarquía que necesiten,
es decir, no hay límite para esto. Sin embargo, es recomendable no plasmar muchos
niveles, pues puede generar confusión en quien lo estudia.
Los conceptos principales no deben tener una gran cantidad de palabras o términos,
es decir, los textos del mapa deben ser cortos y concisos, facilitando así su
comprensión.
Los mapas semánticos combinan elementos visuales y de texto a diferencia de otras
herramientas similares en donde emplean otro tipo de elementos.
Los conceptos clave deben ser muy bien identificados para garantizar el
entendimiento del tema a estudiar. Si esto no se logra, pueden darse confusiones en
quien lo lee o falta de claridad.
Los mapas semánticos son estructuras gráficas sencillas y están diseñadas para ser entendidas
fácilmente por cualquier persona, sin embargo, es importante saber cuáles son sus partes y que
elementos lo componen. Esto ayudará a construirlos con mayor habilidad.
Son la esencia y elemento más importante de los mapas semánticos, pues son los que
finalmente explican el tema a ser estudiado. Es de donde parten los demás elementos del
mapa.
Niveles de jerarquía
Es el orden que debe respetarse cuando se ubican los conceptos o palabras claves,
estableciendo así que temas son más relevantes que otros y cuáles son subtemas que se
desprenden de otras ideas.
Para elaborar correctamente un mapa semántico, es importante respetar el orden de los pasos
que se describen a continuación, pues así, se estará garantizando que su estructura ordenada
no se vea comprometida.
1. Antes que nada, se debe establecer el tema principal a ser explicado. Esto es,
determinar cuál será la idea central de la que se desprenden los subtemas que van a
describir este concepto primario.
2. Una vez definido el tema principal, se deben identificar los conceptos claves que se
desprenden del mismo. Estos son finalmente los que van a explicar la idea primaria y
son los que se ubicaran en los diferentes niveles de acuerdo a su importancia.
3. Identificar las palabras enlace o de conexión para unir las diferentes ideas que se
relacionan entre sí.
4. Establecer el orden jerárquico en el cual irán los conceptos claves que se desprenden
de la idea primaria. Lo ideal es ir desde las ideas más generales hasta las más
específicas.
5. Determinar la forma gráfica más clara para exponer el tema a ser estudiado. Esto es si
los conceptos clave irán en círculos o cuadros, las relaciones se harán con flechas o
líneas, la idea primaria irá en la parte superior o en el centro, etc.
6. Anexar fuentes bibliográficas que puedan explicar aún más el tema a ser estudiado o
en donde se profundice con mayor detalle sobre estos conceptos.
Cómo hacer un mapa semántico
1. Lee la información que quieres presentar en tu mapa semántico: La información puede ser un
libro de texto, o un artículo en una página de internet, o cualquier otra fuente de
información.
2. Identifica el tema principal: El tema principal puede ser el título del artículo, o un par de
palabras que resuman de lo que habla el artículo.
3. Localiza las palabras y puntos clave: Estas son las palabras que irán dentro de los recuadros o
círculos auxiliares. No olvides subrayarlas o anotarlas para que no se te olviden.
4. Organiza las ideas subrayadas en tu mapa semántico: La idea principal deberá de ir hasta
arriba (o en el centro) de tu mapa, mientras que los conceptos auxiliares o secundarios deben
posicionarse más retirados del tema y subtema correspondiente.
5. Repasa la información: Asegúrate de que tu mapa semántico siga un orden jerárquico de
ideas, es decir, de la idea más general a la más específica.
- Mantiene la motivación.
¿Qué es una línea del tiempo?
Una línea del tiempo es una representación gráfica de una secuencia cronológica de los eventos
de una historia, proceso o narración. Las líneas del tiempo, que se presentan en formato
horizontal o vertical, les brinda a los usuarios un medio simplificado para comprender cómo los
distintos eventos, personas y acciones desempeñaron un rol, o lo desempeñarán, en un
proceso o período determinado. Las líneas del tiempo también se pueden combinar con texto y
gráficos para producir infografías, que sirven para presentar fácilmente estadísticas, eventos
históricos y otra información.
¿Cuáles son los pasos para elaborar una línea de tiempo comparativa?
1. Identifica los hechos históricos y lugares que te interesa conocer y analizar en forma
comparativa.
2. Selecciona los datos y fechas más relevantes a partir de una cronología acerca de esos
acontecimientos.
3. Elabora la línea de tiempo y organiza la secuencia de manera ordenada, respetando la
proporción matemática en la representación gráfica. Por ejemplo, 1 cm equivale a 1 año.
4. Coloca las fechas y, luego, los datos en forma muy breve, pero a la vez suficiente para
comprenderlos.
5. También puedes agregar imágenes para complementar y presentar los resultados en forma
didáctica.
identificar unidades de medida del tiempo (siglo, década, año, mes, etc.); comprender cómo se
establecen las divisiones del tiempo (eras, periodos, épocas, etc.); utilizar convenciones
temporales (ayer, hoy, mañana, antiguo, moderno, nuevo); comprender la sucesión como
categoría temporal que permite ubicar acontecimientos en el orden cronológico en que se
sucedieron (organizar y ordenar sucesos en el tiempo) y entender cómo las Líneas de Tiempo
permiten visualizar con facilidad la duración de procesos y la densidad (cantidad) de
acontecimientos.
Las Líneas de Tiempo son valiosas para organizar información en la que sea relevante el (los)
período(s) de tiempo en el (los) que se suceden acontecimientos o se realizan procedimientos.
Además, son útiles para construir conocimiento sobre un tema particular cuando los
estudiantes las elaboran a partir de lecturas o cuando analizan Líneas de Tiempo producidas
por expertos.