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Recomendaciones para formulación de Título e

Introducción de Tesis
Para los títulos, considerar
- Relación a la verdad en psicoanálisis, esto es, no hay LA verdad.
- Marcar los conceptos claves del trabajo
- Señalar el material, si es sobre casos, discursos, obra literaria o textos
específicos de autores.
- Situar la investigación en un contexto socio histórico o espacio tiempo
- Referir al psicoanálisis, dado que es una tesis en contexto del Magíster en
Psicología, mención Teoría y Clínica Psicoanalítica.
Ejemplos:

ü CIENCIA FICCIÓN Y PSICOANÁLISIS: Una lectura psicoanalítica sobre la realidad y la ficción en “Los
Títeres” de Hugo Correa.

ü LO MATERNO: FUNCIÓN Y REGISTRO. Consideraciones acerca de la función materna como


fundamento de lo psíquico.

ü ALGUNOS APORTES DE LA TEORÍA PSICOANALÍTICA FRANCESA AL PROBLEMA DE LOS AFECTOS EN EL


TRABAJO CLÍNICO.

ü Cultura, Ley Simbólica y sujeto. A propósito de la nueva ley de Responsabilidad Penal Adolescente
Recomendaciones para formulación de Título e
Introducción de Tesis
Introducción
- Muestra un paneo de la realidad para situar un problema que requiere ser
estudiado.
- En dicha panorámica se señalan vacíos, áreas inexploradas en la materia, etc. que
caracterizan al ’objeto del conocimiento’ y a la necesidad de investigarlo.
- Lo anterior es en cierto sentido la formulación del problema de investigación.
- El problema da lugar a una o varias preguntas de investigación que posibilita la
formulación de los objetivos.
- Se indica cómo se abordarán las preguntas señaladas.

Precauciones
- No confundir una falta de conocimiento propio con un vacío en el campo del conocimiento
en que se plantea la investigación.
- Considerar que se está presentando a un/a lector/a una propuesta, de manera que debe
estar hilada y sin saltos lógicos.
- El o la autora de la tesis es quien ha seleccionado los elementos de la realidad y/o de la
teoría para mostrar al lector o lectora dónde está el problema que pretende abordar y las
preguntas que lógicamente se desprenden… por lo tanto, si se mencionan datos, citas u
otros aportes, debe mencionarse qué es lo que de allí se está tomando para el propósito de
la investigación.
A continuación se presenta un ejemplo, cuyo título e introducción podrían ser intervenidos para marcar si
se realizará un análisis teórico o un trabajo sobre entrevistas o casos clínicos. No obstante, permite
observar cómo se llega a situar los conceptos a abordar en el problema de investigación.
• TRASPLANTE DE ÓRGANOS: La ajenidad y la apropiación desde una aproximación psicoanalítica.

En los últimos años el avance de la Medicina sobre la intervención de la vida y de la salud ha ido en aumento, siendo el trasplante de órganos una
realidad mundial que implica no sólo aspectos biológicos, sino también socioculturales, económicos, éticos y psicológicos.

El trasplante de órganos tiene por definición “trasladar un órgano o un tejido vivo desde un organismo donante a otro receptor, para sustituir éste
al que está enfermo o inútil” (ASALE, 2016). Dependiendo del órgano a trasplantar, el donante puede ser vivo o cadáver y el objetivo principal es
que el receptor viva.
En la actualidad la temática del trasplante ha abordado diversas esferas de la vida de los sujetos; atravesando estatutos legales que regulan la
donación y alcanzando discusiones éticas en la mayoría de los países de Occidente. En este contexto, España se posiciona como “líder” en
trasplante presentando una tasa de 39,7 donantes por millón de población (Organización Nacional de Trasplantes, 2016). En otro extremo, se sitúa
nuestro país con una tasa de 7 donantes por millón de habitantes (Corporación del Trasplante, 2015), lo cual ha generado diversas campañas “pro
donación” ligadas tanto a reformular leyes de donación como a difundir por todos los medios de comunicación los beneficios de ésta. Campañas
que, en general, han sido construidas en base a lo que dicta la ciencia, homogeneizando una temática que no está exenta de particularidades y
complejidades que por lo mismo está en constante discusión entre los seres humanos. Las particularidades que supone una cirugía de esta
proporción en un sujeto son aquellas que se intentarán poner en tensión en esta tesis, en tanto es aquello heterogéneo lo que permitirá la mirada
crítica que merece el trasplante de órganos.

Desde mi práctica clínica como psicóloga en un Hospital público del país he trabajado con pacientes hospitalizados en espera de trasplante y ya
trasplantados, los cuáles han dado cuenta de las repercusiones psíquicas que supone esta intervención. Esto se fundamenta además a partir de
diversos estudios e investigaciones realizadas respecto de la relevancia de los aspectos subjetivos presentes en el trasplante de órganos.
Diversos estudios plantean que el trasplante de órganos tiene un impacto psicológico, siendo los más habituales aquellos cuya postura se aloja en la
vertiente pro donación. En estos casos (Alós, 2001; Mendoza, 2015; Venzon, 2014; Martín 2014; Pérez, 2005) se concluye que el trasplante mejora
la calidad de vida de los pacientes a partir de datos medibles. Así, tanto en los estudios de Alós como de Mendoza y Martín se aplican escalas que
miden sintomatología ansiosa-depresiva en pacientes trasplantados, mientras que otros como Venzon y Pérez plantean la incidencia de algunos
rasgos de personalidad en el afrontamiento del post-trasplante y la presencia de patología psiquiátrica.

Si bien la mayoría de las investigaciones refieren que el trasplante tiene incidencias psicológicas desde un enfoque científico y psiquiátrico, basados
en escalas que homogeneízan al ser humano en síntomas y conductas, éstas relevan la importancia de abordar lo “psicosocial”. En este punto más
allá del aporte de la psicología, es que cobra relevancia el psicoanálisis.

Magán et al (2015) plantean que la espera de un trasplante genera altos niveles de estrés debido a la incertidumbre y a una baja capacidad de
control en relación a la llegada del órgano, relevando la necesidad de una intervención psicológica. En una línea similar, Pérez et al (2004) postulan
la existencia de diversas repercusiones psicológicas en los pacientes trasplantados, siendo los trastornos del ánimo y ansiedad factores de riesgo
para conductas de no adherencia y posible rechazo al trasplante. Aquellos también refieren que los pacientes trasplantados (o en espera) “en
algunas ocasiones fantasean con las características físicas y psicológicas del donante (…)” (Pérez et al, 2004, p. 102).

Desde el psicoanálisis, Correa (2005) refiere que el sujeto se enfrenta a una modificación de la relación con su cuerpo a nivel simbólico, real e
imaginario, en tanto el órgano nuevo se instala como algo ajeno. Esto generaría en el sujeto algo del orden del extrañamiento ligado a la noción de
ominoso - planteado por Freud - despertando angustia en torno a la intrusión del otro en sí. Además plantea la presencia de la atribución de vida
autónoma al órgano trasplantado.
En la misma línea, se ha postulado que “del lado del receptor se pueden activar conductas de apropiación, investimiento del órgano trasplantado
con proyecciones identificatorias con el donante” (Duek, 2010, p. 259). En relación a esto, Rotenberg (2010) hipotetiza que el riesgo al rechazo del
trasplante aumenta cuando los pacientes se identifican con el muerto o sienten un extrañamiento. Esta autora refiere que en el trasplante se ponen
en juego procesos de incorporación y de asimilación de lo ajeno.

Dobrovsky (2010) ha estudiado ampliamente el tema de las repercusiones psíquicas del trasplante desde el psicoanálisis, postulando la noción de
“fenómeno huésped” como un modo de figurabilidad del donante anónimo y su vínculo con el receptor, cuyo rasgo principal es la presencia del
donante en el órgano. Al igual que los autores anteriores, éste refiere que en el trasplante se presentaría una apropiación del órgano como proceso
importante para la familiarización del receptor con el huésped. Sin embargo, este proceso de incorporación subjetiva del órgano nuevo presenta un
núcleo de alteridad irreductible, que el autor postula como problemático.

Por otro lado, Barros (2000) plantea que en el receptor se activa la fantasía de lo que del otro sobrevive dentro de sí. En este contexto, invita a
reflexionar acerca de lo que es “apropiable” de ese órgano en tanto es ajeno.
En relación a lo investigado conceptualmente, lo problemático se sitúa en la tensión ajeno-propio del órgano nuevo, ya que se “espera” de los
pacientes trasplantados la apropiación de aquello nuevo, la familiarización, sin embargo, hay algo irreductible en lo ajeno que permanece.
Barros (2000) plantea además que los pacientes trasplantados suelen otorgar una significación fantasmática al órgano, que les permite historizar
aquello ajeno y ominoso que se juega en el trasplante. Esto ocurre habitualmente en pacientes cuyos donantes son familiares, activándose ciertos
conflictos inconscientes. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el donante proviene de un cadáver y por ende, es anónimo para quien lo recibe?
A partir de la pregunta anterior, resulta interesante pensar en lo que ocurre en el trasplante de corazón, siempre proveniente de un cadáver
“anónimo” y que además, supone significaciones culturales con los cuales los sujetos se identifican. En relación a esto, Doltó refiere “Parece que es
al corazón al que se le ha reservado la proyección del lugar focal donde el ser humano sitúa simbólicamente sus sentimientos de identificación, de
confianza, de seguridad pasiva o activa, y de intercambios afectivos con su semejante humano” (2000, p. 45).

Entonces, dentro de los trasplantes de órgano, el de corazón tiene una particularidad distinta al resto de los órganos, ya sea por las significaciones
socioculturales como individuales que se le atribuyen. Esta particularidad ligada a los afectos de intercambio entre los seres humanos da cuenta de
una interesante subjetividad que se escucha en la clínica con los pacientes trasplantados (o en espera del trasplante). Es interesante en la medida
en que atraviesa algo del sujeto con sus afectos y con los otros.

Expuesto lo anterior, tanto desde el ámbito teórico como clínico, resulta posible deslindar las preguntas que guiarán este proyecto:¿Qué aspectos
psíquicos determinan la apropiación de un nuevo órgano - de corazón - en tanto siempre hay un resto de ajenidad? ¿Es el concepto de
apropiación aquel que permite ubicar subjetivamente a quienes han sido trasplantados de corazón en tensión con lo ajeno?

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