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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA FILOSOFÍA Y ÉTICA

SEMESTRE VIRTUAL 2020-I

LA EPISTEMOLOGÍA

Para tratar el tema relacionado con esta corriente filosófica, utilizaremos como documento de fondo, los
libros “Introducción a la Investigación Científica” de Raúl, TAFUR PORTILLA, “Introducción a la Ciencia”
de Julio, SANZ ELGUERA e "Historia de la ciencia" de Luis, ACUÑA INFANTES.

¿Qué es la epistemología y para qué le sirve al científico?

Definiciones de epistemología hay muchas, al igual que clases (modal, genética, naturalizada,
evolucionista, bayesiana o normativa) y estilos (del Sur, poscolonial o feminista). Sin embargo, más allá de
esta diversidad, es necesario contar con una definición básica que guíe nuestra comprensión del tema.

Dos serán las preguntas que nos ayuden a ello en este artículo: a) ¿qué es la epistemología? y b) ¿para
qué le sirve al científico?
¿Qué es la epistemología?

De acuerdo con Guillermo Briones (1996), autor de Epistemología de las ciencias sociales, la epistemología
es el “análisis del conocimiento científico”, por tanto: analiza los supuestos filosóficos de las ciencias, su
objeto de estudio, los valores implicados en la creación del conocimiento, la estructura lógica de sus teorías,
los métodos empleados en la investigación y en la explicación o interpretación de sus resultados y la
confirmabilidad y refutabilidad de sus teorías.

Para Ignasi Brunet y Antoni Morell (2001), la epistemología es una reflexión sobre la producción de las
disciplinas científicas y el conocimiento científico.

La epistemología como reflexión acerca de lo que las disciplinas científicas están produciendo, trata de
evaluar la naturaleza y calidad de su conocimiento científico, la verdad o falsedad de sus teorías o cómo
proveen de explicaciones adecuadas o cuál es la estructura formal y conceptual de sus teorías o qué
relación debe darse entre la explicación y la predicción de un fenómeno. Además de plantear el problema
de la elección entre diversos métodos y, cómo no, interrogarse acerca de la naturaleza de las regularidades
y leyes científicas.

Según el afamado físico y filósofo argentino, Mario Bunge (2002), la epistemología “es la rama de la filosofía
que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico”.

Finalmente, siguiendo a Pablo Cazau (2011), uno de los significados más importantes del término
epistemología es el referido al estudio de la ciencia.

Un epistemólogo estudia qué hacen los científicos para estudiar la realidad y qué los diferencia de los no
científicos, cómo y por qué construyen sus teorías sobre el mundo, qué métodos utilizan, cómo intentan
probar sus hipótesis, qué características especiales tiene el lenguaje científico, qué razonamientos emplean
y en qué medida la investigación se ve influenciada por las cosmovisiones de cada época y por
determinantes políticas, económicas, etc. El epistemólogo estudia las herramientas del científico, sus
métodos, su lógica, entre otros aspectos.

¿Qué es, entonces, la epistemología? Grosso modo, la epistemología es el estudio del conocimiento
científico, lo cual comprende el análisis de sus conceptos más importantes tales como validez,
objetividad, verdad, fiabilidad, método, teoría, hipótesis, evidencia, ley, etcétera. No obstante, aquí no
queda todo.

Para comprender en qué consiste el conocimiento científico, la epistemología también debe analizar el
conocimiento no-científico en sus diversas formas: doxa, saber popular, pseudociencia, protociencia o
anticiencia.
De este modo, cuando hacemos epistemología de la medicina, la biología o la sociología, básicamente
estamos examinando cómo tales disciplinas estudian sus objetos para producir conocimiento científico. Por
esta razón, en tanto estudio de la ciencia, la epistemología no solo le sirve al filósofo, sino también al
científico.

Para Juan Samaja (2004), autor de Epistemología y metodología: Elementos para una teoría de la
investigación científica, la epistemología estaría, actualmente, más relacionada con la metodología que con
la filosofía:

El siglo XX ha consagrado la idea de que es más profunda la pregunta por el hacer que por el ser. En
particular, la Epistemología ha ido dejando de lado la pregunta por “el ser de la Ciencia”, para preguntarse
“qué hace la Ciencia” (“qué hace el científico cuando hace ciencia” o “qué clase de acto es el acto de
explicar científicamente”), y en este sentido la Metodología ha terminado por coincidir con la Epistemología.
Su objeto de estudio es, pues, “la ciencia como proceso”, y en este objeto ella coincide con la Metodología
y con la Sociología y la Historia de la Ciencia, aunque ingresen a él desde posiciones distintas.

Establecida, así, su utilidad práctica, ¿de qué maneras concretas la epistemología ayuda a la
investigación científica?

¿Para qué le sirve al científico y al estudiante investigador?

Aunque en su definición exista cierto consenso, la utilidad de la epistemología es un tanto incierta y puede
que por esta razón muchos científicos renuncien a estudiarla a profundidad. No obstante, la utilidad
científica de la epistemología estriba en el rol que juega en el proceso de investigación científica, y dado
que este proceso tiene muchas partes, la epistemología muestra un correlato con, al menos, la mayoría de
ellas.

a. Antecedentes
Dado que un primer paso de la investigación científica es profundizar en los antecedentes del tema elegido,
saber epistemología nos pondrá un paso adelante. Al haber aprendido el significado de conceptos como
validez o confiabilidad, podremos determinar con mayor certeza si los antecedentes de un tópico específico
satisfacen determinadas condiciones.

Imaginemos que estudiamos la pobreza en Latinoamérica y hemos recolectado diversos estudios sobre el
tema. Dado que ahora manejamos los conceptos de validez y confiabilidad, podremos identificar con mayor
certeza si aquellos estudios son realmente precisos y exactos en sus resultados.

Nótese que no nos limitamos únicamente a recolectar los antecedentes –como generalmente ocurre– sino
que además los evaluamos críticamente. ¿Qué son los antecedentes si no conocimiento científico en sí
mismo, objeto de la epistemología?

b. Marco teórico
A diferencia de los antecedentes, el marco teórico participa activamente de la investigación al constituir el
conjunto de teorías y conceptos a emplear en el tratamiento de un tema. Si, por ejemplo, investigamos el
empleo de medicina tradicional en comunidades andinas, será necesario construir un marco teórico que
nos permita comprender nuestro problema y qué mejor manera que recurriendo a la epistemología.

En la actualidad, muchas investigaciones –sobre todo en ciencias sociales– estudian determinados


problemas apelando a marcos teóricos o bien refutados (por otros marcos teóricos) o bien cuestionados
(por su antigüedad).

Si nos servimos de la epistemología para analizar las teorías y conceptos que componen nuestro marco
teórico, podremos evaluar su estatus científico. Así, ya no elegiremos las teorías y conceptos más
agradables y populares, sino a las que ofrezcan mejores resultados.
c. Método
El empleo de un método es el núcleo central de la investigación científica. No existe disciplina alguna que
trabaje sin recurrir a uno más métodos. Ante este panorama, conocer sobre epistemología nos dará la
ventaja de saber si determinado método goza de una probada suficiencia, es decir, si sirve o no sirve.
Si realizamos una investigación sobre evolución cultural y utilizamos un método para interpretar los datos
(por ejemplo, análisis de redes), es imperativo conocer no solo en qué consiste dicha estrategia, sino
también sus pros y contras, poniendo en juego nociones como las de validez o replicabilidad.

Ejercicios de esta naturaleza son usualmente olvidados, lo cual genera que académicos de renombre
empleen métodos ampliamente criticados o utilicen estrategias retóricas que ni siquiera constituyen un
método científico.

d. Razonamiento: estructura lógica


Toda investigación contiene un razonamiento básico en su interior, el cómo se piensa. Dado que una de
las disciplinas auxiliares más importantes de la epistemología es la lógica, conocerla nos permitirá
demostrar si el razonamiento efectuado en nuestra investigación es lógicamente coherente.
Aunque para lograr esto no haga falta ser experto en sistemas axiomáticos, no está demás explorar estos
mundos con propiedad; cometer errores lógicos de razonamiento es más usual de lo que se cree.
Muchos estudios que empiezan analizando un caso específico terminan concluyendo sobre un grupo
poblacional entero sin mediar en un planteo argumental adecuado. Conocer sobre epistemología ordenará
el razonamiento de nuestra investigación, evitando que cometamos incoherencias argumentativas,
caigamos en falacias lógicas, combinemos teorías contrapuestas, establezcamos premisas erróneas,
deduzcamos conclusiones equivocadas o generalicemos inductivamente sin sustento empírico.

e. Metadisciplinariedad
Un aspecto importante de la epistemología es su naturaleza metadisciplinar: existe una epistemología de
la matemática, de la psicología, de la biología, de la química, de la sociología, de la neurociencia, etcétera,
y todas tienen por finalidad estudiar el conocimiento científico producido en tales disciplinas.
Conocer de epistemología nos permitirá explorar cómo se produce el conocimiento en aquellos campos en
los que no somos especialistas, lo cual es de amplia utilidad.

Para un antropólogo es fundamental leer sociología o psicología, así como lo es para un psicólogo, leer
sociología o neurociencia. De modo semejante, para entender cómo se postulan hipótesis y teorías en
neurociencia, será necesario indagar cómo se construyen teorías en biología o química.
Es más, la mirada metadisciplinar de la epistemología no solo nos permitirá acceder a los conocimientos
gestados en diversas disciplinas desde una perspectiva comparada, sino también desde un enfoque crítico.

f. Ideología
Definida como un sistema de ideas históricamente condicionado, una ideología es capaz de influenciar
la investigación científica de distintas formas: sea mediante la particular caracterización de determinados
fenómenos o sea mediante su radical tergiversación. A este respecto, la epistemología constituye una
salvaguardia importante.

Una cosa es afirmar que los bonobos son animales morales o que los perros tienen personalidad (posibles
antropomorfismos), pero otra cosa es negar la evolución biológica para defender el creacionismo científico,
creer que las mujeres son inferiores a los hombres por cuestiones innatas o aseverar que la transexualidad
es una patología mental.

Conocer sobre epistemología nos brindará acceso a aquellas influencias ideológicas que generalmente se
pasan por alto, sea para un análisis crítico de otras investigaciones o para la ejecución de la nuestra.1

1
Qué es la Epistemología y para qué sirve al científico. Recuperado de
https://cienciasdelsur.com/2019/07/04/que-es-la-epistemologia-y-para-que-le-sirve-al-cientifico/
1. La Epistemología en la antigüedad

Saber lo que significa “epistemología” remite a la palabra “episteme”, usada por los griegos desde los
orígenes de la sabiduría y la cultura, aprox. siete siglos antes de Cristo. Según la historia de la sabiduría,
en los comienzos del saber, la ciencia y la filosofía constituían una unidad; fue preocupación de los primeros
filósofos distinguir el saber del no-saber. Entre lo que consideraban saber o conocimiento admitían uno que
no alcanzaba gran importancia o significación: El conocimiento empírico, sensible o práctico. Había en
cambio otro más elevado, complejo e importante al que platón denominó episteme, que hoy suele
reconocerse efectivamente como conocimiento científico.

La epistemología ha sido desde sus orígenes, la disciplina que ha estudiado la ciencia.

2. La epistemología es principalmente una disciplina filosófica

La epistemología es una reflexión sobre la ciencia que busca la problematización de los aspectos y logros
reconocidos, así como una crítica de la actividad científica (la investigación) y los productos de ella: Los
conocimientos científicos. A la luz de la problematización y la crítica de la ciencia, la epistemología llega a
los fundamentos de la ciencia.

3. Las disciplinas epistemológicas más importantes

En tanto filosofía de la ciencia, la epistemología tiene en su seno un conjunto de disciplinas filosóficas más
específicas, de menor extensión, cada una de las cuales tiene su propio objeto, contribuyendo así a la
epistemología. Estas disciplinas son las siguientes:

La lógica de la ciencia, que es una disciplina aplicada en el sentido en que dispone de la lógica
para el estudio del conocimiento y la actividad científica. Se preocupa por apreciar la estructura de los
conceptos y los métodos de la investigación. Un tema importante perteneciente a la lógica de la ciencia es
la estructura de la explicación, otro el referente a la estructura de las teorías y modelos. Son ejemplos de
problemas que estudia y resuelve la lógica de la ciencia los siguientes ¿Cuáles son los requisitos lógicos
para las definiciones científicas? ¿Qué proceso lógico sigue la investigación científica?

La ética de la ciencia, Cuyo objeto de estudio es la moral del investigador. A esta disciplina le
compete establecer las normas de conducta del investigador, esclareciendo el asunto de la honestidad
intelectual.

La ontología de la ciencia, que estudia las proposiciones generales en las que se asienta y
fundamenta la ciencia. Explícita o implícitamente, toda ciencia se fundamenta en una ontología, en ese
sentido para el científico la ontología debe hacerse explícita. Son tareas de la ontología de la ciencia:
Esclarecer y fundamentar los conceptos de materia, espacio, tiempo, determinación, relación, causalidad,
esencia, fenómeno, etc. es decir, las categorías o conceptos más generales que usa el investigador y que
pertenecen a la filosofía y particularmente a la ontología de la ciencia. También ha de esclarecer
proposiciones como “las cosas (que estudian los científicos) son propiedades”, e hipótesis como “el mundo
externo existe”, “el mundo es cognoscible”, “los fenómenos de la realidad están sujetos a ley”, “en la realidad
todo está causado”, etc.

La axiología de la ciencia, Es la disciplina encargada de los valores de la actividad científica. Son


ejemplos de problemas propios de la axiología de la ciencia los siguientes: ¿Se guían los científicos por
valores, tal como por ejemplo, “la verdad”?. ¿Es la actividad científica una actividad neutral, en el sentido
de que le es ajeno todo valor?. ¿Tiene todo científico su sistema de valores? y si algún científico tiene un
sistema de valores, ¿cuál es la base de sus preferencias?

Cierto es que Albert Einstein, en la ceremonia del sexagésimo aniversario del físico Max Planck se definió
en torno al valor que siguen los científicos, afirmando que hay tres clases de hombres que habitan el
santuario de la ciencia: Los utilitarios, los competitivos y los que aman la verdad. Si un serafín descendiera,
afirmó contundentemente, y expulsara del santuario científico a las dos primeras categorías de hombres,
quedarían muy pocos, entre ellos Max Planck; “y por eso es que lo queremos”, sentenció el célebre
científico.

4. Importancia de la epistemología

La reflexión epistemológica es importante para la ciencia misma. Sólo los dogmáticos -los que se creen
poseedores de la verdad y afirman que la verdad no cambiará- así como los pragmáticos a ultranza,
desposeídos de una sabiduría sobre las teorías que usan, o los escépticos -que no existen por cierto por lo
menos cuando los científicos hacen ciencia- niegan el papel que cumple la epistemología.

Como lo hemos afirmado anteriormente, la reflexión epistemológica ha producido una renovación de


las ciencias actuales: la geometría, la física y la psicología son claros ejemplos de desarrollo científico
impulsado por la problematización y crítica epistemológica ya citadas. De esto se puede desprender una
utilidad en la formación del científico, que no debe darse sólo en el nivel universitario sino también en
niveles inferiores: una formación epistemológica desarrolla capacidades críticas del estudiante, a lo cual no
puede accederse sólo con la ciencia. La ciencia es necesaria pero también es indispensable un
complemento que consolide una propodéutica a fin de que la educación no conduzca al dogmatismo que
haga al estudiante un sabio que usa métodos prefabricados de pensamiento y sistemas cristalizados del
saber.

La epistemología ofrece a los científicos y a los científicos en formación una autoconciencia.


Felizmente nuestro tiempo es epistemológico en el sentido de que la epistemología en tanto reflexión
filosófica de la ciencia se ha visto acrecentada por la vertiginosa creciente del auge tecnológico que tipifica
nuestra época. Por esta razón, reflexionar críticamente, radicalmente, es una necesidad filosófica, a la que
se ha llegado principalmente por el desarrollo de la industria y por la preciada libertad humana. De allí que
estas palabras de Evaristo Agazzi tienen pleno sentido: “Nuestros caminos se libertad son ahora en buena
medida epistemológicos”(16).

Una disciplina reflexiva, crítica, como la epistemología, ayuda a quien la cultiva a protegerse contra
los extremistas intelectuales que degeneran la formación académica e inducen a los jóvenes por sendas
exageradas y a veces ilusas. De esa manera el escepticismo, el positivismo, etc. Encontrarían una férrea
resistencia porque el camino de la formación científica seguiría su mejor camino de protección ante
cualquier posibilidad de quebrantarla por la aparición de seudociencias de moda.

La epistemología es un componente de la política racional. Esto significa que en tanto la política tiene
fines y objetivos que cumplir, que llegan al nivel de auténticos compromisos sociales, éstos, así como todos
los fines y objetivos de la política, han de examinarse reflexivamente. La epistemología debe responder a
la pregunta: ¿Qué es la política racional?. ¿Sobre qué bases se erige una política racional y humanista?.
¿Qué requerimientos se imponen a los que circunstancialmente dirigen la política de un país, un pueblo,
una institución, etc.? Los fundamentos de la política de un país los establece la epistemología.

La epistemología tiene un lugar en la cultura científica. La ciencia no puede fundamentarse por si


misma. Tampoco puede problematizarse ni criticarse a sí misma. En todo, caso es positivo, es bueno que
los científicos problematicen su quehacer, su trabajo, sus posibilidades, sus proyectos, etc. Es muy bueno
todo eso. Pero eso no es hacer ciencia sino es un auténtico trabajo epistemológico. Qué bueno sería que
todos los científicos hicieran epistemología, es decir que criticaran y problematizaran los que hacen. La
cultura científica se vería de ese modo enriquecida por una fundamentación.

En el proceso de investigación, cuando el científico se propone hacer una investigación, hay una
etapa preliminar que es reflexiva: El científico pregunta: ¿qué voy a investigar? Y se responde. Pero
pretenderá que su respuesta sea segura, que tenga asidero, que se fundamente, y tratará de que sea
consistente, que lo que va a investigar sea auténtico problema de investigación, científicamente hablando.
Todas estas reflexiones, los pros y contras, constituyen un quehacer que no es hacer ciencia, es auténtica
labor epistemológica.
Cuando es cada una de las etapas de la investigación, el científico se pone en plan reflexivo sobre los que
hace, por ejemplo se interroga acerca de las soluciones a los problemas de investigación y dice: ¿Son estas
formulaciones propiamente hipótesis?, ¿o serán acaso pseudo hipótesis científicas? ¿Qué es una hipótesis
científica?, ¿cuál es el fundamento de las hipótesis científicas?... o cuando se vale de una o más teorías
para echarse a investigar dirá: ¿qué es una teoría científica propiamente dicha? ¿Sobre qué bases
descansan las teorías científicas? ¿Qué clases de teorías científicas existen?... o cuando se ve en la
necesidad de definir términos, antes de investigar o durante la investigación, dirá: ¿qué es definir términos?
¿Cómo definen los términos científicos? ¿Qué posibilidades de definición de términos tienen los
científicos?... y así. Cuando el científico se percata de que estas cavilaciones son epistemológicas,
entonces recién sentirá la familiaridad con esta disciplina y la estimará realmente.

5. PRIMER PROBLEMA EPISTEMOLÓGICO: ¿QUÉ ES LA CIENCIA?

Plantearse esta pregunta se orienta a saber qué es lo que los científicos hacen, qué es la práctica de los
científicos, pero también es plantearse qué es lo que los científicos de todos los tiempos lograron y
continúan logrando. Plantearse la pregunta y más aún resolverla es incursionar no en un terreno científico
sino epistemológico. En efecto, incursionar en este tipo de cuestiones no es hacer ciencia sino preocuparse
de ella, estudiarla. Es posible, y hasta significativo, que el hombre de ciencia cumpla tareas de este tipo,
pero para hacerla bien requerirá de un determinado dominio de la epistemología.

La importancia teórica de saber qué es la ciencia le reportará al científico un incremento de su cultura


(filosófica), en la medida en que al resolver el problema habrá resuelto un problema epistemológico. Pero
contestar la pregunta tiene también una utilidad práctica en la medida en que si el científico es consciente
de lo que hace podrá precisar su actividad y los productos de ella y -si así lo prefiere- no se alejará de la
naturaleza y espíritu científicos.

5.1. La respuesta a la pregunta que es la ciencia es histórica

La pregunta ¿Qué es la ciencia? Es respondida de manera distinta. Esto nos lleva a la conclusión de que
no a habido -ni hay- una sola respuesta a la pregunta, no hay un sólo concepto de ciencia. Esto obedece a
quienes respondieron a la pregunta dispusieron de los conocimientos de su época, los cuales se renovaron.
Por otra parte la manera de ver la ciencia también ha cambiado y se renueva constantemente,
especialmente cuando ocurren cambios significativos en la sociedad o en la naturaleza de los
conocimientos más importantes.

Para saber cómo ha sido la ciencia nos valemos de la historia, disciplina que nos permite observar las
diferentes concepciones de la ciencia. Podemos recordar, por ejemplo la noción platónica de ciencia y la
concepción aristotélica.

Para Platón la ciencia es una clase de saber distinto y superior al saber empírico. Su objeto de estudio es
el ser: la realidad en general a la cual se propuso explicarla mediante su teoría de las Ideas o Formas.

En Aristóteles encontramos también una noción de ciencia. Para él la ciencia es la disciplina cuyo objeto
es lo general, a los que se llega por la razón. Según Aristóteles, lo general existe sólo en lo singular, que
es sensorialmente perceptible: Sólo a través de lo singular llegamos a lo general, por lo que él sostuvo que
es una condición de la ciencia (condición epistemológica) la generalización inductiva, procedimiento que
exige preliminarmente la percepción por los sentidos. Pero Aristóteles aún no distinguía claramente ciencia
de filosofía, aunque se le considere el fundador de la lógica y de algunas otras ramas particulares del saber.
En el conocimiento “científico” de Aristóteles juega un rol importante su teoría de la causación. Admitía
cuatro causas: Material, formal, eficiente y final. También juega un rol relevante su concepción de la materia
dotada de movimiento y fin, pero cuya última fuente es Dios (el motor primero e inmóvil).

Esta ideas y muchas otras más como la de Kant, Marx, Hegel, Comte, Etc., merecen atención, pero incidir
puntualmente en cada una de ellas sería un problema histórico, como lo es la pregunta ¿Qué es la ciencia?.
Para romper este entrampamiento, los epistemólogos, para precisar, identificar y definir a la ciencia, acuden
al mecanismo de comparación intentando desligarse un tanto de las dificultades que significa resaltar las
concepciones del mundo. De esta manera se pretende ser más útil a la epistemología. Se compara a la
ciencia con actividades del mismo género, por ejemplo con la actividad práctica y consecuentemente se
contrasta al científico con el hombre práctico, al científico con el empírico, al conocimiento científico con el
conocimiento ordinario.

6. CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y CONOCIMIENTO ORDINARIO

Julio Sanz, en su libro “Introducción a la ciencia” establece las siguientes principales diferencias:

1. El conocimiento científico es riguroso, exacto, mientras que el conocimiento ordinario no lo es. Aquel
es exacto en dos sentidos: cualitativa y cuantitativamente. Esto tiene que ver con la precisión
terminológica correspondiente. Los términos “dureza” y “pesado”, por ejemplo, usados en la ciencia
adquieren un rigor que demanda escalas de dureza al clasificar los materiales como el talco y el
diamante, mientras que usados en el lenguaje ordinario en el que se vuelca el conocimiento empírico
no demandan tal cosa, bastando la experiencia familiar que se tiene con las cosas.

2. El conocimiento científico es sistemático; el conocimiento ordinario no lo es. En la ciencia se forman


sistemas de conocimientos en base a teorías científicas; estas explican por lo general innumerables
hechos, a veces de áreas de la realidad aparentemente diferentes. La teoría de la gravitación universal
de Newton hizo posible explicar y/o predecir la caída de los cuerpos, la órbita de los planetas del
sistema planetario solar, el comportamiento del péndulo, el abultamiento de la zona ecuatorial y el
achatamiento de los polos de la tierra y la producción de las mareas. Sin embargo, no cabe hablar de
un solo sistema de conocimientos científicos; más bien existen muchos sistemas, muchas teorías,
inclusive dentro de una sola disciplina científica. En el conocimiento ordinario se carece de la
integración de conocimientos en torno a teorías. Se trata de una mezcla no sistematizada de
conocimientos, pero no por eso pierden su utilidad en la vida diaria.

3. El conocimiento científico está fundamentado empíricamente, lo mismo que el ordinario. Aquí la


diferencia es de grado. Las teorías, leyes, generalizaciones y hechos que son conocimientos científicos
están respaldados, aunque no siempre en primera instancia, pero si en última instancia, por
observaciones, mediciones o experimentos. Algunas teorías pueden ser muy abstractas, pero sus
consecuencias tienen que observarse, medirse o experimentarse rigurosamente; la repetitividad de
observaciones, mediciones y experimentos está en juego permanentemente en el conocimiento
científico. En cambio, el conocimiento ordinario se nutre y sustenta de la experimentación personal y
colectiva, en la que no se exige mayor precisión específica, sino una precisión general que es suficiente
para los propósitos que cumple. No debemos olvidar sin embargo, que se trata también de una
fundamentación empírica. Antes de que Jenner comenzara a trabajar en la primera vacuna de la
historia de la medicina a fines del siglo XVIII, ya algunos pueblos restregaban la pus de las pústulas
de los enfermos de viruela para producir inmunidad.

4. El conocimiento científico es consistente; excluye y busca excluir toda contradicción posible. En los
campos científicos de vanguardia muchas teorías se han vinculado con teorías más generales, lo que
ha significado una doble ganancia en sistematicidad y en consistencia. Las inconsistencias o
contradicciones son fáciles de detectar si existen grandes sistemas científicos. Donde no hay sistemas,
como en el caso del conocimiento ordinario, las contradicciones son difíciles de chequear. La
experiencia y práctica personal, familiar y colectiva no es suficiente para detectar contradicciones.
Podemos pensar que todo ser humano es egoísta y al mismo tiempo alegrarnos de saber que ha
habido muchos hombres generosos.

5. El conocimiento científico es metódico, es decir, se obtiene por medio de un método, donde la


especificación de problemas, el planteamiento de hipótesis y la contrastación empírica de las mismas
son pasos necesarios. La acumulación del conocimiento ordinario se produce lentamente sin que
quepa plantear distinciones en etapas. La adquisición del método científico y su aplicación eficiente
requiere de un entrenamiento especial, que no cumple papel alguno en el caso del conocimiento
ordinario. La participación en proyectos de investigación conduce al dominio de método científico; un
ejército de aprendices de una ciencia de ejercita así en todos los países.

Pueden señalarse otras diferencias entre el conocimiento científico y el conocimiento ordinario, tal como
lo hace Ernest Nagel (17).

Por ejemplo, el primero es más o menos abstracto; el segundo es concreto; el conocimiento científico tiende
a ser completo señalando las condiciones iniciales en las que se aplican sus teorías, leyes y
generalizaciones (la temperatura y la presión atmosférica en el caso de la ebullición del agua); eso no es
necesario tratándose del conocimiento ordinario (“el agua hierve cuando se calienta lo suficiente”); el
conocimiento científico es fundamentalmente explicativo, mientras que el ordinario es fundamentalmente
descriptivo.

También se pueden señalar semejanzas entre ambos tipos de conocimientos. Mario Bunge (18), sostiene
que tanto el conocimiento científico como el ordinario son objetivos, racionales, naturalistas y falibilistas.
Concordamos en que ambos son objetivos, aunque haya en este aspecto una diferencia de grado. Bunge
hace consistir la racionalidad en la coherencia, a la que nos hemos referido en estas copias como
consistente. Sin embargo, la semejanza en consistencia es débil, pues la consistencia es una exigencia
primaria en los sistemas de conocimientos científicos, mientras que los conocimientos ordinarios no
constituyen propiamente un sistema de conocimientos y apenas evitan las contradicciones groseras. La
ciencia y la experiencia común u ordinaria, fuentes de los conocimientos científicos y ordinarios
respectivamente, son naturalistas en el sentido de que excluyen la existencia de entidades no naturales y
las fuentes de conocimientos que no sean la lógica o la experiencia. Ambos conocimientos son falibilistas,
según Bunge, porque son provisionales, inciertos y perfectibles.

En tanto que el concepto de falible se opone al de infalible registra una característica importante de los
conocimientos científicos u ordinarios, lo que puede expresarse también con las propiedades de ser
provisionales, inciertos y perfectibles. Pero estas propiedades necesitan manejarse con cuidado.

Dentro del conocimiento ordinario hemos considerado al conocimiento técnico. Aunque gran parte del
conocimiento técnico es de la clase de conocimiento cómo, también incluye conocimiento qué. El
conocimiento técnico podría considerarse como un conocimiento intermedio, pero la ausencia de teorías
científicas y su apoyo exclusivo en la experiencia lo vincula preferentemente al conocimiento ordinario.

7. CLASIFICACIÓN DE LA CIENCIA:

La filosofía cobijó todos los conocimientos especializados hasta por lo menos el siglo XVI. Con la revolución
copernicana y la obra de sus gestores como Copérnico, Galileo, Kepler, Huygens, Descartes, Hooke y
Newton, la temática de las ciencias naturales se concentra en lo que se llama la filosofía natural,
diferenciándose de los temas éticos, sociales, políticos y metafísicos de la filosofía.

Cultores propios de las ciencias biológicas, la química y la geología se distinguen claramente como
diferentes de la física ya en el siglo XVIII. El siglo XX es testigo de una revuelta independentista de las
ciencias, con la autonomía de la psicología y las demás ciencias sociales de la filosofía.

Clasificar a la ciencia no es tarea sencilla, acostumbramos a clasificarla teniendo en cuenta algún criterio,
en nuestro caso clasificaremos a la ciencia teniendo en cuenta su objeto de estudio:

Teniendo en cuenta que los Entes u Objetos del conocimiento que configuran lo que llamamos la realidad
observable son los Objetos Ideales y los Objetos reales, por lo tanto clasificaremos a la ciencia en: Ciencias
Formales o Ideales (matemática, lógica), aquellas que se ocupan del campo de los Objetos Ideales;
Ciencias Fácticas o reales, que se ocupan del estudio de los Objetos Reales.
Por su parte las Ciencias Fácticas se subdividen en Cc. Naturales y en Cc. Sociales o Humanas. Las
Cc.Naturales se subdividen, a su vez, en Cc. Biológicas (seres bióticos) y Cc. Físicas (objetos abióticos) y
las Cc. Sociales se subdividen en Cc. Estructurales (estudian fenómenos sociales acontecidos en la
actualidad) y en Cc. Hermenéuticas (estudian hechos y fenómenos humanos acaecidos en la antigüedad).

8. CARACTERIZACIÓN DE LAS CIENCIAS FÁCTICAS

Raúl TAFUR PORTILLA, en su libro “Introducción a la investigación científica”, reconociendo lo difícil que
resulta señalar las características de estas ciencias, trata de seleccionar los rasgos fundamentales que las
tipifican; en virtud de ello, nos presenta las siguientes características:

01. Las ciencias fácticas estudian hechos


02. El objetivo de la ciencia es la comprensión del objeto que estudia
03. La ciencia busca el orden de la realidad que estudia
04. La ciencia cumple funciones específicas:
4.1. La función descriptiva
4.2. La función explicativa
4.3. La función predictiva
4.4. La aplicación Científica
05. La ciencia fáctica trasciende los hechos con el trabajo teórico
06. La verificalidad
07. El trabajo científico es honesto
08. La ciencia es comunicable
09. La claridad
10. La especialización
11. La interdependencia con la producción
12. La metocidad
13. La sistematicidad
14. Su falibilidad
15. La ciencia expresa sus logros con generalizaciones
16. La posibilidad de usarla al servicio de la humanidad.

9. FUNCIONES DE LA CIENCIA

La investigación científica es en verdad una empresa, una inquietante aventura cuyas tareas principales
son describir, explicar, predecir y la aplicación científica.

9.1. La función descriptiva

Cuando el científico describe la realidad que estudia, hechos que investiga, responde a las siguientes
preguntas (problemas de investigación): “¿quién...?, ¿dónde..?, ¿cuándo...?, ¿cómo...?”

Cuando los científicos describen objetos, realidades, fenómenos, exponen las características que
pertenecen a esos objetos, realidades, fenómenos, pueden también hacer cálculos, por ejemplo sobre
proposiciones de objetos.

Los estudios descriptivos en la ciencia son posibles cuando los científicos instrumentalizan hipótesis, las
cuales mientras más específicas encausan mejor al investigador en una dirección determinada.

Un problema descriptivo es el siguiente: Si un banco necesita estudiar la distribución geográfica de sus


ahorristas, y por lo tanto requiere determinar el perfil de clientes, está en la posibilidad de plantearse el
siguiente problema: “¿A qué distancia de las sucursales, expresada en términos de porcentajes, viven los
ahorristas de las sucursales del banco X?”. Para este caso se utilizará un formato de hipótesis,
distribuyendo previamente a las zonas por kilómetros, por lo que se dirá que “un 40% de los ahorristas
viven en una zona que dista un radio de 3 kilómetros de la sucursal”. Es posible que los estudios
descriptivos sean muchos más complejos que el ejemplo citado, especialmente cuando se consideran
varias variables y se cruza información: Tiempo en que han sido abiertas las cuentas, monto de actividad,
proporciones de menores de edad, volumen de las cuentas de ahorros, etc.

Los estudios descriptivos son de suma importancia sobre todo porque brindan información, conocimiento,
porque sirven como punto de partida de otras investigaciones como las explicativas y predictivas, y para
las disciplinas prácticas como la administración sirven para tomar decisiones. Es posible que un estudio
descriptivo conduzca a un estudio causal, por ejemplo, en el caso citado, ello ocurrirá si una concentración
geográfica de ahorristas llama la atención o no puede preverse.

9.2. La función explicativa

Hemos afirmado que los científicos tratan de comprender la realidad que estudian pero también que tratan
de encontrar un orden de la realidad que estudian, y para ello buscan las leyes; pero la comprensión del
mundo y la realidad ordenada que pretenden es para lograra una explicación, es decir, una razón específica
de lo que estudian. En otros términos, una tarea relacionada a la descripción es la explicación de lo que se
estudia, es responder a la pregunta ¿Porqué son así los fenómenos que nos llaman la atención, los
fenómenos que provocan nuestra curiosidad científica?.

Con las explicaciones los científicos intentan dar a conocer por qué las cosas son como las apreciamos en
nuestra observación, y cómo es que los hechos pueden racionalmente derivarse de leyes y sus condiciones,
por ejemplo: ¿Por qué los cuerpos caen y se dirigen hacia el centro de la tierra? La explicación es: por la
ley de la gravedad. ¿Por qué el día sucede a la noche? La explicación es: por el movimiento de rotación
de la tierra dadas las condiciones de nuestro sistema planetario.

9.3. La función predictiva

Además de describir y explicar los científicos predicen acontecimientos. Casi siempre es necesario
previamente que el científico describa y explique hechos. Cuando la ciencia logra leyes, dispone de ellas
para predecir acontecimientos, por ejemplo, como Mendel logró precisar las leyes de la herencia, entonces
los científicos pueden predecir que si dos padres contraen matrimonio y ellos tienen ambos ojos azules,
sus hijos tendrán ojos azules, tal como se afirma en la primera ley de Mendel.

9.4. La aplicación científica (tecnología)

La aplicación científica es el uso de los conocimientos científicos para propósitos prácticos. Se trata del
control y dominio de la naturaleza inanimada, incluyendo la vida social.

Probablemente la técnica, ha sido anterior a la ciencia entendida básicamente como teoría controlada
sistemáticamente por la experiencia.

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