Armando González Escoto, Historia breve de la Iglesia de Guadalajara (Guadalajara:

Universidad del Valle de Atemajac/Arzobispado de Guadalajara, 1998).

“[…] el siglo XVII lo es de lenta germinación, de edificar soleras; sin duda un siglo mucho
más dinámico de lo que pudiera parecer a primera vista, pues a lo largo del mismo se va
consolidando la sociedad regional en sus diversas vertientes”. (95)
“En 1608 el Sr. de la Mota es trasladado a Puebla. Entre ese año, y el de 1702, la Iglesia de
Guadalajara estuvo gobernada por nueve obispos: […] con un total de doce años de sede
vacante”. (98)
“[…] hubo dos excepciones bastante notables, los gobiernos episcopales de los Srs. Juan
Ruiz Colmenero y el de Juan de Santiago León Garabito; precisamente los episcopados más
extensos, 17 y 16 años […]” (99)
“En cuanto a la administración de la diócesis, durante las vacantes, en ocasiones, ocurría
que los cabildos se ‘dividían en bandos y parcialidades con escándalos y alborotos
contrarios al bien común y de los indios”. (100)
“El número de canónigos establecido inicialmente en 12, sufre modificaciones dada la
penuria económica. Ya en 1602, el Cabildo ruega al rey se suprima la dignidad de tesorero
y algunas canonjías vacantes […] En 1626, agravada la pobreza de la diócesis por la
fundación del obispado de Durango, las dignidades se reducen de cuatro a tres; en tanto que
se aumenta una ración, pasando éstas de tres a cuatro. […] En 1636, por las mismas
razones, se suprime la quinta canonjía de gracia. Con el ulterior progreso material de la
diócesis se logran erigir dos canonjías de oficio, primero la magistral en 1672 y luego la
Doctoral”. (100)
“[…] se da un serio conflicto entre el Sr. Obispo Colmenero y su Cabildo, en 1648, por la
resistencia de éste a rendirle cuentas de la administración diezmal. Este asunto genera de
inmediato apelos al monarca, quien finalmente otorga razón al Cabildo en 1653”. (100)
“Con la llegada del Sr. Obispo D. Santiago de León Garabito, uno de los más ilustres que
tuvo la diócesis en este siglo, el santuario de Zapopan confirma su situación como primer
santuario mariano del territorio novohispano”. (116)
“A iniciativa de este mismo obispo se construye una casa episcopal frente al Santuario de
Zapopan, […] allí el obispo ‘pasaba prolongadas estancias y con sólo visitar una sola vez a
la Santísima Imagen recobraba salud’”. (116)