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REVISTA POPULAR HISPANOAMERICANA MEXICO, 0.

F„ 31 DE MAYO DE 1941 * AÑO II NUMERO 24


HAYO A MV EKS1RIO
12ÔC - 30 DE MAYO - 1041
EL DIA 30 DE E8TKMESSE HA CUMPLI­
DO KL DCLXXVI ANIVERSARIO DEL
NACIMIENTO DE DANTE ALIGHIERI.
AQVKL GRAN POETA QUE KS REPRE­
SENTATIVO, JUNTAMENTE CON OTROS
CUANTO», DE LO MAS ELEVADO QUE
El. ESPIRITU DEL HOMBRE KS CAPAZ
DE ALCANZAR. NACIO UANTEEN HO­
RAS KN QUE LA HUMANIDAD. GUIADA
POR LA MARAVILLOSA ITALIA DE EN­
TONCES-TAN DIFERENTE DE LA ITALIA
FASCISTA DE HOY- ANSIABA LA LUZ.. Y
SOLO LA LUZ. I-A BRUTALIDAD. LA
VIOLENCIA. LA SUPREMACIA DE LO ME­
RAMENTE VOLUNTARIOSO. INSTINTIVO
O PRIMARIO -VALORES DIVINIZADOS
POR “EL NUEVO ORDEN” QUE AHORA
QUIERE ADUEÑARSE DEL MUNDO- ERA
LO QUE NEGABA AQUEL HERMOSO
AMANECER. MUY AL CONTRARIO DE
ESTE TENEBROSO ANOCHECER DE HOY.
IMPUESTO AL HOMBRE DE EUROPA.
Y ACASO AL DE AMERICA. POR LA VO­
RACIDAD TOTAIJTARIA. CRUEL Y CIE­
GA Y SIN MAS VIRTUD QVK SU EFICA­
CIA DESTRUCTORA.
REGISTRADO COMO ARTICULO DE SEGUNDA CLASE, EN LA ADMINISTRACION DE CORREOS DE MEXICO, D. CON FECHA 7 DE FEBRERO DE 1904

SI LO HZIEREOES, CID, LO QUE AVEDES FABLADO,-TANTO QUANTO YO BIVA, SERE OENT MARAVILLADO * cantar de mío cid

I í* H
i-.,
sKhâSaÂï.-
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i

Escuela de Bellas Artes en San Miguel de Allende:


Claustro del antiguo convento de la Concepción.
(En la página 11: Del Cuzco a San Miguel, por
Juan de la Encina).

SUMARIO:
LANZA Y ESTILO, Benjamín Jarnés • POE­
SIAS, Enrique González Martínez • LA NA­
TURALEZA, CREADORA DE LOCURAS,
EXCESOS Y DISLATES, Enrique Rioja •
LA POESIA ESPANOLA CONTEMPORA­
NEA, Juan José Domenchina • EL DIARIO
DE HAMLET GARCIA (capitulo de una
novela INEDITA), Paulino Masip ♦ MOTIVOS
CRITICOS, Juan de la Encina • UNA EX­
POSICION DE BELLAS ARTES EN LA
URSS, Igor Grabav • EL CRIMEN DE LA
D, Shmarinov: Una asamblea en el barrio de los ale­ PROFESA EN EL FOLKLORE MEXICA­
manes. (En la págma 12: Exposición de bellas artes NO, Armando de Alaria y Campos • LOS
en la URSS, por Igor Grabav). CLASICOS MUNDIALES EN LA ESCENA
SOVIETICA • ARTE: Exposición Rosen-
bluf.th * EL TEATRO, Julio Acosta * LA

LANZA » MUSICA, José Barros Sierra • ESPEJO DE


LAS HORAS: El destino de America (edi­
torial) • LOS LIBROS POR DENTRO,
notas DE Gerardo Rivera, Ernestina de Cham-
y pourcin, etc. • CIENCIA, HISTORIA Y
SOCIOLOGIA, NOTAS de Florentino M. Tor­
ESTÎL 0 ner, Daniel Tapia Bolívar, etc. • BIBLIO­
GRAFIA de Mexico, Estados Unidos y
Europa ’ BIBLIOGRAFIA hispanoamerica­
Por Benjamín JARNES na • INFORMACION CIENTIFICA * REVISTA DE
Revistas * “A la deriva” • "En acecho”
I * "Locuras de cada día” • Pagina de Cine
la gtraía, último representante de un grupo en vias de desaparición. (En la página 4 La naturaleza
RUMBO A ESQUI VIAS creadora de locuras, excesos y dislates, por Enrique Rioja).

Al leer este reciente y Dr. Ezequiel A. Chávf.z, cuyo cincuentenario de pen­


sabroso libro de Bruno sador y maestro ha celebrado en estos días la inte­
lectualidad mexicana.
Frank —traducido por Paul
Keins— cuyo título es Cer­
vantes, ¡cómo se atropellan
los recuerdos de aquella
mañana dominical, rumbo
a Esquivias, embarcado en
un vagón de tercera!...
Madrid se derramaba jubi­
losamente por los pueble-
citos del contorno. ¡Qué infantil algazara!
Cuántas risas y bromas alrededor de aquel
objeto extremadamente largo, rematado en
punta, cuidadosamente envuelto...
¿Se trataba de alguna caña de pescar?
No. Se trataba de un estilo. No tan lindo
como aquel —del tiempo de Marcial— que
encontramos en Bílbiiis, en otra excursión,
entre residuos de ánforas: no tan breve como
para guardarlo en un estuche: era largo y
severo, como para ganar sus mejores batallas
después de muerto su señor. Estilo de vida y
estilo de creador de vidas.
(Coitlhita tn la páf>ma 2 f
RosenWuelb; Satúratela muerta. (En ¡a página 7:
Exposiciones).
Pagina 2 ROMANCE 31 de Mayo de 1941

LANZA Y ESTILO ahora, agrupados en torno a un héroe que él


¿d id 1 A LA DERIVA lanzó a la tierra. ¡Sea glorificado hoy y'Siem­
pre por haber enriquecido a España con un
lira la lanza de Don Quijote, á el mismo hombre singular que ni nació ni murió, pero
Don Quijote venía con nosotros, en el vagón, VIDAS PARALELAS vive y vivirá mientras España viva!
correctamente vestido, risueño como quien va
N 1846, durante la primera tiranía de do. Y que nos hallamos en situación parecida a IV
a una fiesta. Con toda suavidad —como ha­ aquélla. Franco ha venido a substituir, ¡y con
Narváez, se pensó en restaurar la mo­
ce tres siglos— iba departiendo con Sancho. narquía en México. Mejor diríamos que no cuánto apocamiento!, a Narváez. Es patente oue La batalla más dura
Los niños palmoteaban, reían los mu­ se llegó a pensar, sino que fué una de tantas ei actual detentador del poder de España cuen­ En efecto, un día Miguel de Cervantes
chachos —buscando en vano a Dulcinea del locuras propias de la época. Y si aún queremos ta con mucho menos garbo y salero que el de­
Toboso—; los hombres comentaban alegre­ ser más exactos, digamos propias de la estación, tentador de antaño. Siendo ambos equiparables llegó a Esquivias, y... Bruno Frank —en su
ya que el mal es endémico y ahora mismo vemos en crueldad, no lo son en desparpajo. Hasta en libro, que es al propio tiempo un fervoroso
mente aquella peregrinación a Esquivias cuyo a Franco empeñado en un propósito aún menos eso, hasta en la calidad de sus tíranos, ha ve­homenaje— nos da cuenta de la dura batalla:
soto objeto era. al parecer, una broma: dedicar meditado que aquel, cual es el de extender nada nido a menos España. Del espadón de Loja hase
menos que a otro Continente, un imperio que venido a parar a tan triste y minúsculo “gene­ "Y ahora un nuevo enemigo se alzó con­
cierta calle a un hombre que allí, hace siglos, tra Cervantes, más feroz que los turcos faná­
se había vuelto loco. A un tal ‘‘Alonso Qui­ no existe. Delirios sin duda de una mente que ralísimo”, dictador consorte o jefe de Estado al
jano". Como si fuésemos a dedicársela a Mer­
no rige. alimón con Serrano Súñer. ticos, más que renegados, sanguinarios. Un
Ossorio y Gallardo, en un reciente libro, y Mas volvamos al caso y a la anécdota. Anéc­
enemigo sin ruido ni norma contra quien no
lin o a Viviana.. . refiriéndose a la expedición de Prim a estas tie­ dota atribuida a Narváez y atribuible a Franco
Y con ellos iba el cronista, no poco aver­ rras de México, subraya muy atinadamente: cuando le llegue el caso. existían armas: el tedio. Le halló en los bra-<
gonzado de haber quedado al margen de la “Siempre que en España se apodera del mando Cuentan que a su muerte el sacerdote que zos de Catalina. Se asustó cuando la abrazó
cabalgata, en calidad de un ciudadano cual­
un militarismo cerril, lo primero que piensa es le confesaba hubo de preguntarle: por primera vez. Si aquello no los juntaba,
reconstituir el imperio español reconquistando —¿Perdona usted a sus enemigos? ¿cómo iba a ser posible una vida en que
quiera del siglo XX. \i siquiera representaba América. Este desatino tuvo varias manifesta­
al bachiller, porque Sansón Carrasco —como ciones durante el reinado isabelino”.
—¿Enemigos? No tengo ninguno, respondió tanto dependía uno del otro? Sólo ahora se
el moribundo. dió cuenta: esta niña grande, de la que nada
el barbero— había quedado sin invitación. Las palabras son precisas y sobremanera
elocuente el párrafo. Resta señalar la coinciden­ •—¿Cómo es posible? —dijo pasmado el con­ sabía, salvo que leía libros pueriles, seria todo
Allí venían los duques. Altisidora, el cape­ cia. Coincidencia entre lo que sucedía en 1846 fesor.
—Ninguno, insistió cínicamente Narváez:
su mundo desde entonces. Con ternura me­
llán. .. y lo que ocurre actualmente. Veremos, por lo
drosa, con todos los artificios de su ciencia
pronto, que la manera de “pensar” no ha varia­ los he fusilado a todos.
de amar, buscó un cauce para su sentimiento.
II Pero en esto probablemente consistía su error.
El, héroe de muchas aventuras, de mimada'
¡.a viva lápida bálleresco, sino también por la bizarría de un so Quijano quedará fijo para siempre aquí, en sensualidad, no comprendía la ingenuidad, Ja
corazón, por un pulso humano en fiebre. Al uno de aquellos lugares de cuyo nombre no sencillez, de esta campesina aún a ciegas, a....
En Esquiv ias, solemnemente. Don Quijote hombre de gran fe que, caído, vencido —tal quería el gran poeta acordarse... Si España quien le doblaba la edad. Empezaron las pre­
subió a su ieal rocín y Sancho a su buen ju­ como lo vemos en esa piedra—, sigue afir­ pudiera hacer que ya nunca sus artistas, sus guntas, los titubeos, las caricias; él se acusaba
mento. Todos se agruparon frente a una lá­ mando su admirable locura. Dulcinea —una hombres de ciencia, sus hombres de espíritu, de todo a sí mismo... Ella, muy dócil, no
pida bajo la cual se escondía un inmortal, fascinación— es lo más bello que produjo el escribiesen de nuevo tan famosa y amarga sabía qué hacer, qué contestar. Y cuando aca­
junto a una casa donde cuentan que Cervantes mundo, y él, .Alonso Quijano, se dejará ma­ frase, podríamos creer que para todos comen­ baron estos conflictos de que él sólo se dió
sufrió —-¿dónde no sufrió Cervantesr— todas tar por defender tan alta quimera... Ahí zaba una nueva historia española. cuenta, se instaló en el tedio, aburrimiento del
las calamidades que un hogar sin amor puede está Sancho, medroso, sin comprender por Luego el cronista reprodujo el retrato de cuerpo y del alma. Se lo tropezaba por todas
hacer sufrir. Unos hombres callaron y escu­ qué su señor fué derrotado. Ahí está Roci­ Miguel de Cervantes, diseñado por Heine; partes. El aburrimiento brotaba, como una
charon: otro dijo: nante, siempre fiel, pegado al héroe, sin com­ •—Tenía la frente espaciosa y grande el masa sin forma, de todos los rincones de la
—Un día apareció aquí un paje "muy dis­ prender tampoco la razón de tanta sinrazón. corazón. Maravillosa era la fuerza mágica casa: toda su existencia era puro aburrimiento.
creto y muy agudo” que preguntaba por Te­ Nosotros, sí; nosotros ya lo vamos compren­ de su mirada. Así como hay quien ve a tra­ Se vestía a la mañana y ya con esto su trabajo
resa Panza y por Sanchica... Recordemos el diendo. Hemos visto muchas cosas de hom­ vés de la tierra y distingue los tesoros a los cotidiano estaba hecho. Miraba a la carrete­
capítulo cincuenta de la segunda parte de' bres caidos de pt/ro perseguir una quimera. cadáveres, los ojos del gran poeta penetraban ra, por la que casi nunca se asomaba nadie.
gran libro... Aquel día, el cura y el barbero, Hemos visto demasiadas veces en España co­ hasta el corazón de los hombres y veían dis­ Iba doscientos pasos más allá, llegaba a un
el ama y la sobrina, todos cuantos dudaban cear al espíritu, aplastar al soñador. Pero hoy tintamente lo que en él se ocultaba. Para los límite del cual todo era Mancha. Un campo
de la viva realidad quijotesca, comenzaron a estamos aquí nosotros aplaudiendo el gesto del buenos, era su mirada como rayo de sol que infinito, llano, apenas ondulante, sobre el que
vacilar, se miraron unos a otros, contempla­ vencido, resueltos a alzarlo para siempre en les iluminaba jubilosamente el alma; para los soplaba viento helado. La mirada se detenía
ron los presentes de la duquesa y del goberna­ nuestro recuerdo, en nuestra vida interior, co­ malos, era un acero que destrozaba sin com­ en ocho o diez molinos que salpicaban xl ho­
dor de Barataria, leyeron el billete famoso. mo un modelo de fé, capaz de convertir cual­ pasión sus sentimientos secretos... Cervan­ rizonte, molinos de viento, redondos, con techo
¿Oué había pasado allír' Pero. .. ¿sería ver­ quier labriega en hada. El nombre de Alon­ tes gozaba de la mirada del genio. El nos ve agudo movible, cuyas alas reclinaban en las
dad que Alonso Quijano alanceaba dragones charnelas”.
y enamoraba a princesas? Sí, era verdad. Don Pero un día, en medio de esa nube de
Quijote existió, don Quijote existe. Don Qui­ tedio que amenazaba ahogarle, Miguel de Cer­
jote existirá siempre. Hoy hemos venido aquí
a dar la razón a Sanchica y a Teresa Panza.
Ahí está esa lápida que lo confirma. AI con­
trario de esas lápidas que recuerdan a hom­
bres insignificantes, ya para siempre borrados
de nuestra vida, esta lápida recuerda a un
hombre profundamente significativo. Si es­
NA YA R
por
vantes comenzó a ver la silueta de una lanza
pegada a un enjuto caballero. Una lanzaen
ristre que avanzaba contra pelotones de som­
bras. ..
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tuvo loco, ¿qué le vamos a hacer? Cuerdo o La victoria '■
loco, representa a España. Y quedará para
siempre vivo en ella. Alonso Quijano no ha
podido morir, puesto que acaso no nació. Pero,
MIGUEL ANGEL MENENDEZ La brega fué sonada. Cuando Cervantes
acabó de describir las hazañas de aquel.bur­
lesco lanzón, pudo el mundo darse cuenta de <
¿quién vivió, quién vive hoy en España, en La novela que ha obtenido en México el Premio Nacional 1941 que se había tropezado con un formidable ins­
todo el mundo, con mayor intensidad? Los
pueblos no suelen dedicar sus calles a una trumento expresivo: con la prosa cervantina.
PRECIO DEL EJEMPLAR $6.00 m.u. La lanza era un estilo capaz de ganar todas
sombra. Alonso Quijano es algo más que
uno ficción, puesto que hemos venido hoy a las batallas de la gracia literaria, del espíritu.
Esquivias a recordar y grabar para siempre
EXCLUSIVA DE DISTRIBUCION: Y, ante, todo, la más dura: la de la prosa.
ese nombre. ;Q es que todos estamos locos, El lirismo —en él— comenzó a fraterni­
puesto que todos queremos exaltar la memo­ E.D.I.A.P.S.A. zar con el ingenio. Pronto eran los dos una
y la misma cosa. La sal y la miel. La caricia
ria de un loco?
APARTADO 8092 MEXICO, D. F. que adormece y el picotazo que estimula. Por­
III que si la poesía es un hallazgo, la prosa es
una conquista. Tiempo de poesía, tiempo de
La lança en brega regalados ocios. Tiempo de prosa, tiempo
de lucha viril, siempre alerta a los estímulos
El cronista —y orador— siguió diciendo: PROXIMAMENTE del ingenio. En el principio, la prosa comenzó
—Hay en Alonso Quijano un poco de to­ por no existir: sólo existía —¡oh, Miguel de
dos aquellos que entonces vivían y hoy mis­ Unamuno!— la fácil poesía. Para-que nazca
mo viven, puesta su voluntad en una vida la primera excelente prosa castellana, es pre­
más alta. ¿A quién dedica hoy Esquivias una
calle? A la memoria de una gloriosa batalla
sin fecha, ganada no sólo por el honor ca- EN LA ROSA ciso que se afane un Alfonso el Sabiq. Para
que surja un primer lindo romance, basta con
cualquier juglar.

LIBRERIA Y PAPELERIA de los LIBRERIA

VIENTOS
POR
Tramo Norte de la Pérgola del
Palacio de Bellas Artes
JOSE MANCISIDOR
(Avenida Hidalgo) Novela premiada en México en el Concurso
Nacional de Literatura de 1941 ESPECIALIDAD EN
*
Exclusiva de distribución de Ediciones Romance: LIBROS TECNICOS
LIBROS, MATERIAL Y DE TEXTO
DE PAPELERIA Y . E. D. I. A. P. S. A.
OBJETOS VARIOS
Apartado 8092
MEXICO, D. F. AV. GUATEMALA 38
MEXICO, D. F. EDICIONES ROMANCE MEXICO, D. F.
31 de Mayo de 1941 ROMANCE Pagina 3

PO ESIAS
DE
Enrique González
Martínez
Los grabados que ilustran e'ta página $i;n reproducciones de dibujos de Saturnino
Herrén, hechos especialmente para las cubiertas de tres volúmenes de versos de £«rn;u«·

T tú, la que con júbilo secreto


te das a mí para calmar ahora
la crespa furia de mi mar inquieto,
vendrás también cuando la redentora

•»«
trompeta de las almas dé la hora
de contar a los astros el secreto.

Vida,, si no me cansas todavía


¿por qué me inunda el gozo de perderte?
Si eada año al pasar te hace más mía
¿por que esta beatitud- en mi agonía?
¿Por qué este regocijo de la muerte
si de ti no me canso todavía?
Es que soy árbol que la copa eleva
por asomarse al sol tras de la altura
y ahonda la raíz en tierra nueva: SENPERD5 OCULTOS
más al cielo el ramaje, más segura
la planta en el misterio de la hondura ENRIQUE- GONZALEZ -MARTINEZ
y más hundido mientras más se eleva.

» «
ALELUYA DE LA MUERTE
Golpea la esperanza en mi destino; ¡Qué gran temblor, qué jubiloso espanto
'Laissez-moi m’endormir du someil de la terre!”.—Vigny. alguien anuncia en la cerrada puerta cuando logres oír el propio canto
la jornada final del peregrino; tantas veces cantado y nunca oído!
"Nous nous élancerons sur U roer des ténèbres
avec le coeur joyeux d’un jeune passager”.—Baudelaire. y en el curso del áspero camino
se vuelve cierta la pisada- incierta • «
Fronteras de la muerte. Ya la vida y se lava de sombras el destino.
va a prolongarse en alto y en profundo, ¿En qué dantesco círculo me espera
en el mar enigmático de un mundo » « la Beatriz que tenderá su escala
abierto a dimensión desconocida; para las altas curras de la esfera?
y Kay un sollozo de pavor fecundo ¡Oh, sentidos, engaño de las rosas, ¿Qué Virgilio filial irá a mi vera?...
que se resuelve en cántico de vida. traidores mensajeros del profundo ¡Oh, codicia- de amor que apresta el ala
misterio de las almas y las cosas! por saber quién me aguarda y qué me espera!
¡OK, mi sola verdad, límpido sueño, ¡Oh, mis deseos, negras mariposas
' hijo nocturno muerto en la mañana, que sólo vieron del jardín del mundo ¡Oh, barca mía combatida y sola
gracia y dolor en pugna cotidiana, árboles secos y marchitas rosas! que te clavas de quilla en el abismo
fénix combusto en el ardiente leño o te empina- la cresta, de la ola!
del corazón!.... ¡Ya invita la campana Ojos que no miraron de la estrella Ya la nube se rasga y arrebola,
a abrasarme en la pira de mi sueño! sino fuegos ha siglos apagados se aquieta el mar, y por el rumbo mismo,
y no supieron dialogar con ella; surge la orilla codiciada y sola...
Sobre el yerto cadáver de las horas navegantes sin brújula ni huella
que fueron mi deleite y mi castigo, y que turbios de lloros y pecados ¿Quien a bordo ll>'yó, quién me acompaña?
todo lo que era ayer irá conmigo ignoraron el orto de la estrella... ¿quién iza- vela- al sosegado viento
en una eterna plenitud de auroras y señala a mis ojos la montaña?
a la inmortal visión, mientras que sigo ¡Qué legionr# da arcángeles en vuelo, ¿Quién va a- darme su adiós en el momento
ya sin codicia el rumbo de las horas. sobre un ocaso de matices rojos, en que el alma se escape en aliento
van a cruzar el enlutado ciclo! como un pájaro azul ?... ¿Quien me acompaña?
¡Beso de ayer, relámpago de fuego, ¡Qué espadas ígneas rasgarán el velo «
llama de posesión, nieve de olvido, que oculta a la ceguera de los ojos » 9

fugaz vislumbre del instinto ciego! el signo vencedor que incita al vuelo!
¡Ya serás por la muerte convertido En la rada final, cuando la hora
en brasero de rosas encendido, ¡Oh, sordera mortal, pérfido oído ordene la suprema despedida,
en roja lluvia y en volcán de fuego! que dejaste pasar el rumor santo sigue conmigo como va# ahora;
de un monte en otro monte repetido! besante, muerto y quédate en la vida.
Muerte y amor prote jen la jartidu
¡Anhelo insomne que musita al viento
de la emoción la fracasada nota, al mundo eterno de la eterna hora.
verso sin sangre, cántico en derrota ¡Autor y muerte, conjunción- de vida!
que falla en la palabra y el acento, ;!-l de abril de ID'il.
alondra ciega y con el ala rota,
pompa irisada que deshace el viento!
PLEGARIA A LA VIDA
Vas a captar el alma del sonido
en el silencio; la canción que dura, Guarda tu- ceño y guarda- tu sonrisa;
en el sellado labio; la voz pura, tú me forjaste cu esperanza y duda,
en la calma estelar; el perseguido y así estaré cuando la muerte acuda;
temblor, en la distancia de la hondura ni me asalta pavor ni tengo ¡trisa.
en que yacen los ecos del sonido.
he cara- al sol, la madurez divisa
• ' I bien y el mal ; el alma está desnuda
• • en el fragor de la tormenta ruda,
a en el vuelo de aromas de la brisa.
Amores míos, a la par ausentes
heja al reptil bajo la verde alfombra;
y clarados en mí como una daga
deja al amor hirit ndomc en la sombra
de doble punta, cuya- doble llaga hasta agotar las flechas de *u aljaba.
se fuga- en el venero de dos fuentes:
¡vais a perder la esclavitud, aciaga Eé cual mi madre, dura y placentera :
de herir presentes por estar ausentes! ¡qué mar salobre en su actitud Severa,
y qué rio de miel cuando besaba!
Os reintegra la muerte, más que el,alia
en que fundidos voz y pensamiento, J-l de abril de líí'/l.
al más imperceptible movimiento
la comunión del alma se perdía. HOJA Y CANCION
¡Ni adversa sombra ni huracán violento
perturbarán la unión del uñero día! y.*-,/, hoja se llera mi esperan za
y una eaneitut alegra mi eaniiuo.
Esas dos leves sombras perseguida# Y siempre así: contradicción, ntutlanza.
del ávido mirar que nubla el llanto Cada le,va que a >'a>i za­
son ya no más la sombra de dos ridas; hieren mi nimbo y cambia mi destino.
quebraron una el beso y otra <1 cante,; I na hoja se itera mi esperanza-
y una canción alegra- mi camino.
mas —halcón de la muerte— ya levanto
ti vuelo hacia mis aves perseguidas. Y't de abril de EVfl. '
Pagina 4 ROMANCE 31 de Mayo de 1941

cacísimas en algún momento de la evolución de cluso en invenciones perjudiciales y desfavora­


los animales de esta estirpe, comienzan, en un bles. Ante este hecho exclamaría, con razón, un
tiempo dado, a crecer a más y mejor, sin tasa viejo castellano: “¡lo mejor es enemigo de lo
ni medida, convirtiéndose en un órgano mons­ bueno!”.
truoso, disparatado e inútil, elegante y airoso, en
su doble curvatura de líneas armoniosas, pero to­ Insectos estrambóticos
talmente inservible para el fin defensivo que, Dejemos por el momento los monstruos gi­
sin duda, tuvieron inicialmente. Por tierras me­ gantescos del pasado y paremos nuestra atención
xicanas paseó su enorme mole el Archidiskodon en otras amables travesuras del presente, con lo
imperator, ejemplo y prez de colosos fanfarrones, que mamá naturaleza se recrea, al tiempo que
cuyo espantable continente no estaba, ni con mu­ divierte a pacientes naturalistas y biólogos. Los
cho, en relación eon la menguada eficacia de sus insectos son también victimas de sus volubles
gigantescos colmillos (fig. 1). caprichos. Las selvas de todo el mundo están po­
Cuando los hieios invadieron, en la época de bladas de pequeños y graciosos monstruos ena­
los glaciares, las tierras de los continentes bo­ nos, convertidos por arte diabólico, o por embru­
reales, América y Eurasia se poblaron de unos jada magia, en animadas y grotescas figurillas,
imponentes elefantes, que la naturaleza los defen­ que parecen más bien creaciones de caprichoso
dió del frío, proveyéndolos de largas lanas, mag­ artífice, prevalido de su originalidad, que seres
nífica y suntuosa vestimenta. Pero al mismo naturales.
tiempo que les concedía tan preciosa y útil mer­ Los membrácidos, próximos y presumidos pa­
ced, los condenaba a cargar eon imponentes e rientes de las vulgares cigarras y los no menos
inservibles colmillos, que por sus propias y des­ plebeyos pulgones, son quizás de los más carac­
mesuradas dimensiones les conducía a pronto terísticos de estos seres. La parte anterior de su
y desastroso fin. cuerpecillo enteco se encuentra adornada por
No se crea que la existencia de los mamuts, caprichosos apéndices de traza original, elegante
como se denominan estos colosales proboscídeos, unas veces, rara y desconcertante otras, pero
ha sido producto de la fantasía de los hombres siempre decorativa, y desde luego deliciosamente
Pig. 2.—Diversas representaciones del marnai realizadas por el hombre prehistórico en las cavernas que habitaba da ciencia, pues, aparte de haberse encontrado inútiles. (Pig. 4.)
sus restos en perfecto estado de conservación en No se crea, sin embargo, que estos insectos
el gigantesco frigorífico, que los hielos siberia­ logran el galardón de su récord sin competencia.
nos representan, hasta el punto que los perros de Otros muchos aspiran y les disputan el premio

LA NATURALEZA los exploradores que los descubrieron saciaron en


ellos su apetito sin la menor repugnancia, se co­
nocen hoy en día magníficas y precisas represen­
de extravagancia que ellos, con justicia, exhiben;
sin ocupamos de los ciervos volantes, de los ne-
gasomas y goliatus y tantos otros que lucen el
mismo tipo ornamental, ya muy conocido y gas­
taciones gráficas, que se deben al arte de! hom­
tado, de prolongaciones cefálicas o torácicas, ahí
CREADORA bre troglodita, coetáneo suyo. Esta triste hu­
manidad primitiva se esforzaba en ornar sus tenemos a la chinche de patas foliáceas, orgullo
lóbregos y oscuros refugios con las manifestacio­ y ornamento de las selvas de América tropical,
nes de su arte vigoroso, que alboreaba ya en sus que pasea sus patas posteriores calzadas de ho­
de locuras, excesos y dislates mentes rudas, que asi se abrían al campo de los
más nobles goces estéticos (fig 2).
ja, por los bosques frondosos de tierra caliente
de la República Mexicana (Fig. 4), y si no se
Este disparatado fenómeno, de creación inútil quieren regatear las extravagancias, nada dire­
y desfavorable, tiene mayor amplitud dé lo que mos de las moscas cornudas, cuyos «jos van si­
Por Enrique RIO JA el profano pudiera sospechar. El caso del ma­ tuados en los extremos de estratégicos y larguí­
mut se repite en el ciervo, de grandes cuernos simos apéndices de la cabeza, que sin duda hacen
A admiración por la obra maravillosa de la lar ante sus ojos un rico muestrario de locuras o Megaceros de los naturalistas. Este infortu­ de estos órganos eficaces periscopios, que al

L Naturaleza, su decantada sabiduría, incom­ y disparates vivientes, dignos de alegrar y dar


parable por la aparente armonía y perfección
ras que ella crea, sufre grave daño y quebranto,
se amengua no poco, cuando con espíritu ob­
color al más dislocado carnaval que el mundo
animado podría organizar para solaz, diverti­
de sus obras y la belleza y gracia de las criatu­
miento y asombro de los humanos.
nado animal, dotado de la gracilidad, ligereza y
prestancia de todos los de su estirpe, se encuen­
tra de buenas a primeras que la madre naturaleza
lo condena al más desgraciado sino. La airosa y
elegante cornamenta, que fué su orgullo, y que
mismo tiempo, y por añadidura, sirven tal vez
como adecuados balancines que equilibran el
vuelo. (Fig. 4).
Los increíbles reptiles del pasado
jetivo y sereno, fríamente, se analizan las per­ Más allá de lo razonable y útil sin duda despertó la envidiosa admiración de Hubo una época en la historia de la Tierra,
fecciones y defectos de la arquitectura orgánica otros cérvidos más modestos, comenzó a crecer en la que las fuerzas geológicas se apacigua­
de tantas y tantas criaturas como de sus manos En su desarrollo y evolución, muchos de los de un modo descompasado: el pobre ciervo, antes ron; los volcanes cesaron en su fragor infernal,
salen. órganos de los animales no se detienen dentro de arrogante, se encuentra ahora abrumado e im­ y los titánicos impulsos que retuercen y doble­
La Natu:a!eza, cuyos éxitos y aciertos han los prudentes límites que las necesidades para potente para lucir con garbo tan colosal corna­ gan las capas rocosas dé la corteza terrestre, que
sido cantados por naturalistas y poetas en todos que fueran creados requieren; la marcha pro­ menta; de la machosidad tradicional del ágil ru­ así engendran cordilleras y montañas, dormita­
los lenguajes de la tierra y tonos imaginables, gresiva ascendente los rebasa, llegando a poner en miante no queda nada, y ahora aparece'agobiado ron. Una paz octaviana reinaba sobre la super­
tendría que arrepentirse, en más de un caso, por grave riesgo la existencia de las especies que los y triste por la pesada y descomunal carga de sus ficie del Orbe, siquiera de vez en vez surgiese
haber lanzado al mercado del mundo, no pocos sufren, y que tan excesiva y generosamente han cuernos inútiles. El ciervo megácero, es otra de una revoluciónenla geológica, de tres al cuarto,
seres defectuosos, inservibles y contrahechos, por sido dotadas por el capricho o la veleidad de la Jas innecesarias diabluras locas de la naturaleza; capaz de inundar o sumergir tal o cual conti­
defecto unas veces, por exceso y exhuberancia naturaleza. travesura y juguete de fantasía enfermiza, que nente.
las más. Del ignorado taller donde urde, ensaya
y construye los animados actores, que desde que
el sol alumbra la escena, representan el apasio­
nante y sugestivo drama de su propio vivir, sa­
len a menudo, fracasos y disparates que apenas
sobreviven a un engendro desdichado.
El papel del Polichinela, el del bufón risible,
o el de! payaso ridículo está pródigamente re­
partido entre la grey animal. Seres excéntricos,
de extravagancia inaudita pasean su deforme
indumento por la superficie de la tierra, o lo ocul­
tan avergonzados en el seno de las aguas de los
mares. Como nada pasa, sin embargo, inadver­
tido o ignorado, sus reliquias fósiles quedan re­
gistradas en la pétreas capas de la corteza te­
rrestre, archivo indeleble en el que se patentizan
los desaciertos v desatinos pretéritos, que la des­
bordada fantasía de la naturaleza ha creado, con
febril frenesí, en otros tiempos de su historia.
Entonces, contando, sin duda, con que el es­
píritu critico e inconforme del hombre, una de
sus últimas y más desatentadas creaciones, no
sería testigo de tantos dislates y despropósitos,
se despachó a su gusto creando la más rica colec­ Pig. 1.—Cuatro ejemplos de gigantismo y evolución de talla: el hombre, el más
ción de monstruos de que se tiene noticia. elevado entre los de su estirpe; la giraja, con su cuello descomunal y despro­
Estructuras inútiles, excesivas, inadecuadas porcionado; el colosal archidiskodon. con sus inútiles colmillos, y el gigantesco
gravitan, agobian y avergüenzan a muchos ani­ Baluchithérium, el mamífero de mayor talla de cuantos se han paseado sobre
la Tierra. (Dibujo de Mrs. Helen Ziska)
males desdichados. Trágicos juegos que los con­
ducen a la ruina, decadencia rápida y a la des­ *
aparición más tarde, aun quizás después de ur, En este caso se encuentran los caninos supe­ después de fugaz momento de deleite yace arrum­ En este sestear de cíclopes, en esta beati­
fugaz período de dominio y esplendor. Historia riores de la horrenda babirusa, que si antes fue­ bado en el cuarto de los trastos viejos del mun­ fica tranquilidad de la era mesozoica, la Natu­
veraz e infortunada, cuyo registro perdura en los ron eficaz y temida arma de defensa en su pró­ do viviente, que por las muestras debe estar más raleza hace de las suyas; despreocupada de otras
mudos estratos terrestres que sólo geólogos y ximo pariente el jabalí, se convierten en ella en que colmado (figura 3). más graves atenciones, su fantasía la emprende
paleontólogos pueden leer de corrido. retorcidas y extrañas prolongaciones, que más Los naturalistas, gente ordenada y metódica, con los reptiles, de los que salen las más raras
No se estime nuestro lenguaje exagerado ni parecen adornos o inofensivos cuernos de la de­ que todo lo registran, catalogan v bautizan, han y curiosas ediciones que imaginar pudiéramos.
la acusación infundada: nuestro antipático papel forme cabezota del paquidermo, sin que nada dado a estos disparates naturales el nombre sonoro Reptiles que navegan, reptiles que vuelan, que
de fiscal de causa que todos alaban, ponderan y quede, ni en su apariencia, de la útil herramienta de hypertelia, hyper (por encima de, y telos, fin) corren, que saltan y brincan, que se acometen
ensalzan, y casi nadie discute y menos condena, ofensiva que fué amparo de la existencia de su palabreja cuyo significado etimológico, traducido bravios, o tímidos huyen, con sus cuerpos de des­
tiene en su abono incontables argumentos y ejem­ dueño o de cualquiera antepasado o ancestral a! lenguaje vulgar, es el de estar por encima del medidas formas (Fig. 5). Corpachones mons­
plos que robustecen y nos afianzan en la defensa suyo, hoy desaparecido. fin, es decir, que los órganos hipertélicos han re­
Análogo hecho se repite en el grupo de los basado toda finalidad utilitaria, convirtiéndose en truosos, leviatanes ingentes, acorazados, provistos
de ¡a tesis que sustentamos. Si el que leyere tiene
paciencia o curiosidad para ello, haremos desfi- elefantes; sus poderosos colmillos, defensas efi­ verdaderos estorbos, no sólo innecesarios, sino in­ (Co-nlinúa tn ¡a página $9

Pig S.—La fantasia de la naturaleza se ha volcado al dtseñar las raras conformaciones de los reptiles de! Pig. 4.—Insectos estrambóticos: ios membrácidos. con sus extraños apéndices; la chinche de patas foliáceas
mesozoico, que conocemos por sus restos fósiles. y la mosca cornuda, con sus ojos periscópicos.

x c-
31 de Mayo de 1941
ROMANCE
EFIRIENDOSE a la poesía española, el con­

R cepto de contemporaneidad está perfectamen­


te delimitado. Se desgaje o no de la conti­
güidad casi inmediata de Gustavo Adolfo Bécquer,
como supone Juan Ramón, e incluso aunque proce­
diese, por lo mediato, y a trancas y barrancas, de
Esta bestia sagrada, ladrona y anarquista,
saquea ¡as banastas mugrientas en el mercado,
y los frutos que ella ha hurtado
Góngora, Fray Luis, Garcilaso, San Juan de la Cruz, nutren ai pobre hambriento del festin de la vista,
Gil Vicente y los romances líricos, como fingen
creer por conveniencia y con flagrante inverosimili­
tud algunos detentadores y sustentadores de tesis
inaceptables, incomprobables o impunes, lo cierto es
Poesia Española illestia íasctnerosa, sagrada y anarquista!

¡Discos nuncios del crimen y de las epidemias;


que la poesía española contemporánea tiene unos sucias piezas de cobre que llevas en la alcancía
puntos de partida harto evidentes e indiscutibles. Y de tu quitada bravia!
que se logra, casi sin excepción —porque la excepción
de Unamuno confirma la regla—, a estímulos de un
CONTEMPORANEA ¡Hostias de las blasfemias,
poeta de habla española, pero no español originario, discos nuncios del crimen y de las epidemias!
que —también como rareza o ejemplo singular en ¡a Te matará un imbécil —alguacil o perrero—
lírica española— es el que fija la pauta y acorta el Por Juan Jose DOMENCHINA besíerucla cordial. Quedará el ciego tullido
ritmo netamente hispánico de nuestra poesía con­
temporánea. Esta nace, con tanta viabilidad como y liendres venusinas. En el ostracismo literario de su órgano preferido
que la realidad les impuso, dícese que los más de sional y ya crónica de Moreno Villa se abellaca
reciedumbre, y no ensayando sino consolidando po­ que no siempre es posible compadecer con las formas y solo en el spndero. . .
siciones, en las aptitudes y actitudes poéticas de ellos estudian las posibles concomitancias de la mu­
gre secular y el anopluro nómada con el espiritismo deliberadamente y asume una desfachatez poética ¡Te matará un imbécil —alguacil o perrero!
Unamuno, Juan Ramón, Manuel y Antonio Macha­ más descendidas y condescendidas de lo aún con­
do, Ramón Pérez de Ayala, Valle-Incián y Díez- y la Goecia”.
Ya no se hacían, pues, efectivamente, versos al siderable o tolerable. Estos versos —escritos a los veintidós años—
Canedo (Enrique de Mesa entronca directamente, Tras de Moreno Villa —en 1917, 1918 y años dibujan ya nítidamente ¡a imperdonable persona­
al margen de la renovación característica de esta modo de Campoamor, Núñez de Arce, etc., pero se
contrahacían a la mala manera de Darío, y a la posteriores—, se unen, sin formar grupo, con soli­ lidad u originalidad de Bacarisse. Muy pocos, en
modernidad imperecedera, y de un modo harto más daridad independiente, los voluntariosos y abnegados efecto, le perdonaron su opulenta v concluyente plás­
tradicional que el mismo Unamuno, con la ortodo­ moda convencional de un Verlaine y un Baudelaire,
puestos en prosa cursi o en verso gemebundo y designios de varios poetas que no se acomodan en tica verbal y sus dotes intelectuales. Tras el pasa­
xia clásica.) Todos ellos, junto a Darío, o bajo la los usos domésticos de (a modernidad y que se fas­
inápéente autoridad y el lustre novel de su égida, prosaico por la desazón modernista de. los simula­ jero renombre que alcanzó con algunos de los poe­
dores de oficio. Posteriormente, y como resultado de tidian con las exhibiciones trabajosamente excéntri­ mas insertos en su obra inicial, quedó al margen,
consagráronse al arduo, menester de su liberación. cas de los acróbatas del ultraísmo. Estos poetas, acerbamente resentido por la injusta indiferencia de
tan estadizas veleidades de la modernidad insatisfe­
Porque en España la poesía de la época tenía que cha, se inauguró el triste, prolific» y monótono inte­ que enarbolan sin arrogancia el gallardete caste­ la crítica. Los más jóvenes se obstinaban en no ver
manumitirse del regusto y de la prosaica afectación llano, cuyo lema natural —y naturalmente ambi­ en Bacarisse sino el autor de “El Paraíso desdeña­
del arte decimonónico. En 1903, y comentando la rregno de los versificadores de El Liberal. Los versifi- do". su libro menos feliz. Ceguedad simulada. Mez­
cioso— reza "plus ultra”, son Mauricio Bacarisse,
obra primigenia de Ramón Pérez de Ayala, escri­ quindad de espíritu. Pero lo que es es, a despecho de
bió Rubén Darío: “No hay una poesía actual es­ hostilidades y esquiveces. Bacarisse —el malogrado
pañola, sino muchos poetas españoles. Pocos exce­ autor de El Esfuerzo y de Mitos— tiene una posi­
lentes. algunos buenos, y los demás... Lo que sí ción señera y envidiable en el Parnaso español con­
se advierte en el primer momento es que la mane­ temporáneo.
ra de pensar y de escribir ha cambiado. La libera­ El caso de Antonio Espina resulta aún más
ción de la intelectualidad es un hecho, v más que expresivo y significativo. Ya desde sus Embraies
la europeización, la universalización del alma es­ (1919). es decir, mucho antes de penetrar con Sig-
pañola. En mi España contemporánea he hablado nario (1923) en el difícil rincón de los elegidos, se
del movimiento mental que por la influencia del le quiso arrinconar como poeta. La actividad de su
simbolismo francés transformó las letras hispanoa­ pluma, dispersa y concentrada en distintas mani­
mericanas. Este movimiento, aunque tardío, '.legó festaciones —el ensayo, el artículo, la novela y la
a España, y dió njieva vida a las letras españolas. biografía—• resultaba insoportable para ¡a acidiosa
Se acabaron el estancamiento, la sujeción a la ley veleidad de los indecisos cultivadores de la inhibi­
de lo anticuo académico, la vitola, el patrón que ción y del titubeo., Al editar Signario, su situación,
antaño uniformaba la expresión literaria. Concluyó que era harto incómoda, se hizo poco menos que
el hacer versos de determinada manera, a lo Fray insufrible. Una autoridad suprema —Juan Ramón
Luis de León, a lo Zorrilla, o a lo Campoamor. o a Jiménez— opinó inequívocamente a propósito de
lo Núñez de Arce, o a lo Bécquer. El individualis­ Signario y lo diputó de genial. Azorin dijo otro
mo. la libre manifestación de las ideas, el vuelo tanto. ¡Infeliz Espina! Todos los gozques de la
poético sin trabas se impusieron. Y eso trajo una ociosidad literaria entretuvieron su haraganería de
floración nueva y desconocida. Y el nivel de los preopinantes sin público en roerle los zancajos. Cuan­
espíritus subió. Hasta hace pocos años, apartando do un maestro dice de un joven primerizo, novel, o
al gran Zorrilla, los poetas castellanos estaban en de un maduro precoz que es genial, le hace un
segundo o tercer término entre los de Europa. Aho­ flaco servicio. Instantáneamente le procura la ani­
ra, entre los poetas jóvenes de España, los hay mosidad y la saña de todos los imbéciles con pre­
que. pueden parangonarse con los de cualquier Par­ tensiones y sin obras. Esto es. la malquerencia de la
naso del mundo. La calidad es ya otra, gracias a mayoría de los inéditos estofados o aficionados del
la cultura importada, a la puerta abierta en la vieja oloroso y difícil laurel. Espina —lírico funambu­
muralla feudal”. Huelga decir que el autor de lesco— corrió ágilmente los graciosos albures de la
Abrojos —y cito adrede esta obra de sus mocedades, animadversión hepática de sus cofrades. Para zahe­
sujeta al más angosto patrón español de las pos­ rirle, todo el pequeño mundo de las letras optó por
trimerías del siglo—, acertando en lo esencial, se asegurar que era un biógrafo de primer orden. Se
forjó hartas ilusiones. Treinta años después escribía le puso por las nubes —por sobre unas nubes que
yo a este propósito en uno de los folletones de El eran de su propiedad legitima— como autor de
Sol: El influjo de Darío llegaba a su colmo. Ya no Luis Candelas. Pero "poéticamente es muy flojo",
se'4iacían versos, es verdad, a la manera de Cam- se aseguraba. Y "no es, como Fulano y Perengano,
poamór, al modo de Bécquer, ni con arreglo a las un poeta puro".
fórmulas graníticas, berroqueñas, que asumió la hi- Afortunadamente Espina no era ni es, en efec­
pergénesis ululadora del engolado, campanudo y apo­ to, un poeta puro. Buen funámbulo de su propia
calíptico Núñez de Arce. Ya no se hacían versos sombra, siempre supo equilibrar estéticamente, con
sobre el patrón finesecular. Pero un nuevo mane­ el balancín del humor, el desequilibrio de sus ner­
rismo se aprestaba a substituir las maneras caducas vios, avanzando, como un feliz creador de belleza,
y ya en desuso por otro accionado de aoariencia por la cuerda, tirante o floja, de su sensibilidad.
flamante o modernista, pero también palmario tra­ Los claroscuros, escorzos, esguinces y tics de burla
sunto imitativo o mimético de ademanes impropios. que alguien reprocha a Espina no son, en mí
La vena original, esencial, de la poesía española, sentir, sino veracidad e inteligencia. Espina sopor­
continuaba manando recatadamente, al margen de ta conscientemente —exonerando en alharacas clasv-
los fuegos de artificio que boquiabrían de estupor y GUSTAVO ADOLFO BECQUER nescas y para el público su angustia íntima— el
voluptuosidad
VOiUPlLKftKidO a A los It
irremediables
ICIHCUiaVítP papanatas.
p«panoi«j, Mas la
«u
triste oficio de poeta moderno.
, .ii __ t_t:_ _ La estética de Antonio Espina es una estética
absoluta cerrazón mental y la ecolalia lírica de estos cadores de El Liberal, llegaron a constituir una plaga
remedadores, en contubernio con el auge del noví- difícil: se diría que viene a ser —y no es dislate—
papel pauiauo
pautado y vi el flujo y el más vergonzoso exponente de la inanidad, vacui­ Antonío Espina, el que esto escribe y, posterior­
simo pape! i»ujo incoercible
im-utitiuic y
y lacrimó-
mnmiv- como el esquema de un post-romanticismo gótico.
geno de las musas enclenques y descalificadas, dieron dad y prosopopeya morfológicas o indumentarias mente, Ramón de Basterra. Por entonces galleaba En la Concéntrica incia! de Signario nos descubre
Ongen Aa un percance que se tradujo
un pciVAiivc iifluuju cu
en ccvuviu, v»
escuela; es- de la simulación modernista. estridentemente el guirigay cacofónico de los ultra- el taciturno fervor de su hastio.
---- ------- i
cuela o camarilla que patentó la jactancia de un ----a. „„ Pero entonces apareció modestamente —y qui­ ístas. Las vociferaciones de aquellos iconomaníacos
rótulo, sin cuidarse de la legitimidad y propiedad zá incluso inadvertidamente— un libro de claras y —o energúmenos de la imagen—, que se desgañifa­
limpias intenciones estéticas: una colección de pro­ ban con estentórea e inútil malevolencia, sólo pro­ ¿Palabras?
de sus productos. Esta argucia... poética, logró
—logro falaz, de logrero—, no dilatada, pero sí pósitos o ensayos de poesía tnsupeditada y personal. vocaron ecos de repulsa y de mofa. No incurrimos No.
próspera vida. Con sus primeras materias de segun­ Me refiero a la intentona inicial y nada precoz de en el torpe rodeo de citar nombres, esto es, de No sirven.
José Moreno Villa, a Garba. (Esto es, gavilla, es- exhumar cadáveres. Pero quien guste de fruir com­
da mano —escorias de Darío, residuos de Verlaine picilegio. haz, fascículo o manojo de espigas, que Mejor es dejarnos
y Baudelaire: pura ganga— contrahizo un surtidor es to que quiere decir garba, vocablo regional ara­ placencias sañudas se puede procurar el libro, tan ir
retórico de repelente y quejicosa empalagosidad. gonés que utilizó, tal vez no muy adecuadamente, curioso como documentado, de Guillermo de Forre en la aguja de la llanta.
(La amaritud de las jeremiadas ficticias y los tó­ acerca de ese gárrulo y poco feraz movimiento de
picos de las plañideras a destajo son dulcedumbre y seguramente a disgusto de su verba y de su donaire “las vanguardias" de Europa. ¡Qué delicia!
andaluces, el joven pero no prematuro poeta ma­ (Todo abruma.)
nauseabunda). ¡Horror de horrores! La tristeza de lagueño.) Como ya he dicho, la unión, en poesía, es la
la amada mal vestida o francamente zarrapastrosa, Declaro sin ambages, como acostumbro, que no fuerza, si se entiende la unión como siempre les ¡Qué alegria!
los lirios pulcros, los nenúfares, las magnolias aja­ me ofusca ningún género de simpatía en relación plugo entenderla a todos los modernistas, ultraístas (Todo cansa... )
das de Mimí, las rosas cadavéricas, los féretros de es­ con el proceder lírico y personal de este poeta. Mas y vanguardistas que en el mundo han sido, esto es,
puma y la trascendente cochambre del genio del arro­ aún: su apocamiento y opacamiento habituales, la a todos los propensos a sumar, lana inerte en toda En su verbo retozan una mentalidad agilísima
yo encharcaban con lagrimones de piedad fingida y modicidad o e.xígüedad de sus recursos, los angos­ agrupación o rebaño. En poesía sólo puede enten­ y un clarividente humorismo Para el autor de Um­
con resuellos húmedos y en trémolos —de taquicardía- tos y menguados convencionalismos que le sugiere derse por unión la eficaz congregación lírica de los brales el gato, verbigracia, es el "beilo desconocido”,
co— la permeable sensibilidad de unos cuantos ado­ e impone su cancepto reverencial de la convenien­ elementos de un poema para el logro del mismo. "Monseñor el Gato” y "Su Eminencia Gris”. Su
lescentes famélicos y las inquietudes viscerales y cia, su predisposición a las asimilaciones vergon­ Pues bien: el fervor ultraísta —fervor de retrócolis, escepticismo y su desidia apuntan siempre, con el
psíquicas de no pocas infelices peripatéticas, idó­ zantes o usurpadoras y, sobre todo, el ensimismado de mala postura— aglutinó adeptos y diseminó fa­ afán del gótico, pero mediante la incertidumbre
neamente demacradas y suspirosas. Bajo el signo egoísmo y la falta de estimación y de curiosidad cultades y virtudes poéticas. Como toda tentativa paradójica de la perplejidad barroca, hacia el cielo:
de un meteoro tan insalubre y pertinaz, y a mer­ que siente o finge sentir hacia los afanes, estímu­ unánime, de tropel, se malogró irremisiblemente.
ced de los aguazales más turbios, las musas en los y logros ajenos, me inducen a que lo valore No es posible creer —¡o repetímos hasta la sacie­ Ser humo.
remojo de los poetas fúnebres y alagadizos contra­ equitativamente, con la parquedad que lo caracte­ dad— en la eficacia artística de ¡os grupos. El arte Pero salir por las rendijas y disiparse.
jeron sendas palúdicas, que las depauperaron y esti­ riza. Pero reconozco que en la peligrosa sazón a es una agonía de individualidades. Y salir por la chimenea sin que nos vean.
lizaron hasta convertirlas en hirientes espátulas. que me refiero, el inconcluso lírico de "Puentes que
no acaban”, no consintió en acabarse ni en con­ Ninguno de esos movimientos, que se dicen de
Pues bien: la caquexia lírica y el marasmo cere­ Ser agua.
bral —ineludibles secuelas de un padecer tan con­ fundirse dentro de ese maremagnum de chabacane­ mocedad, es simpático. Porque no son simpáticos
Pero, ¿dulce y prisionera de la cañería?
suntivo— inyectaron, paradójicamente, el busilis ría y de supuestas y superpuestas exquisiteces que los movimientos pseudo-juvtniles, que no son movi­ O ¿amarga y abandonada en el rcm’
del éxito en los osambres mondos de estos números entonces predominaba. En cus orígenes —El Pasa­ mientos de mocedad. El panurguismo, la propen­
de danza macabra y fuegos fatuos. Semejante ron­ jero, Evoluciones. Colección Jacinta ¡a Pelirro­ sión a la reata, nunca se compadece con la juven­
da de espectros —sin posible música de Saint-Saéns, ja...—. José Moreno Villa se produjo cabalmente. tud. La juventud está precisamente en los antípo­ Ser idea.
mas con el aderezo de un organillo de suburbio; y Su obra —esfuerzo solitario, belleza cerebral, an­ das de la docilidad rebañega. Las pléyades ultraís­ Pero fuera del cerebro. ¡a quién importa?
horra de ilustraciones, pues ni al propio Holbein gustia comedida—, despojándose de la facilidad tas, como todas las pléyades, tuvieron una vida Y dentro,
redivivo le hubiera sido dable diseñar una tan irri­ "grata", inició fervorosamente en nuestro páramo los espectacular, de conjunto, y sus individuos, también
soria zarabanda de larvas fíúidicas— halló coro pro­ vagidos, sobremanera caliginosos aún, de la poesía de conjunto, el síndrome histeriforme que cuadra ¡Para que sirve?
picio en las psiques precariamente encarnadas de pura. Después, le plugo exonerarse de su predispo­ a todo espíritu blandengue, marginal y de relleno. Es verdad.
una juventud menesterosa y pusilánime. Pero, a la sición al cántico y sustituir las virtudes del estilo, Mauricio Bacarisse publicó su volumen inicial
que son indelebles, por los garrapateos, no más inteli­ No es verdad.
postre, el sol. luego de absterger y aseptizar tantas -El esfuerzo— en 1917. Con este libro —positiva­
carroñas insepultas, disipó las otoñales nieblas, pa­ gibles y harto más efímeros, de un lápiz desidioso mente maduro y cronológicamente juvenil— instaló
y escéptico. Como ya dije, prescindió, más o me­ Buen poeta obsesionado y obsesivo, le suges­
tentizando la cómica fealdad de aquellos carcomidos su jerarquía de poeta en la sumidad del difícil me­ tiona y aterra la prioridad escalofriante de su som­
despojos. Tan súbita mutación produjo el éxodo y nos cómodamente, de los números arduos. Y quiso nester literario:
creer en la eficacia de una posición horizontal o a bra. "Es el de delante”, repite con angustia.
desbandada de los trasnochados epígonos de las He-
roídas de Murguer, la mayoría de los cuales se la bartola, donde prosperan en dilaciones y apro­ ¡Can sumiso y acólito, como el can de Durero;
ximaciones el ocio y ei desperezo. Desde entonces, Va siempre delante.
murió de asco, y con arreglo a su ortodoxia, en la lazarillo cuadrúpedo, junto al Diablo y a la Muerte
cama de un hospital. Empero, hay supervivientes; va no le preocupa el estricto menester poético: le Siluetado en mancha.
su per vi vientes inocuos que se solapan desde tal fecha, basta con desbordarse en un caos de irresponsabili­ conduciendo leal y juerte Va siempre delante.
quiza por temor al ridículo, en esos antros o espe­ dad sin límites. La expresión desaliñada e interme­ al hombre en su sendero!...
dia y el tono fácil y zumbón —"viva ¡a virgen"— (Es el de delante.)
luncas que la lengua romance designa con el suge­ ¡Can sumiso y acólito, como el can de Durero!
ridor v harto equivoco mote de casas de huépedes constituyen los lerdos "apropósitos” de su poesía,
Es mas: los últimos rapsodas de las meretrices del subversivamente perentoria y en paños menores.
El numen, Ja musa, el estro, las grandes categorías, ) este ciego mendigo de rostro rasurado Vq siempre delante.
hampa y de la universalidad y espiritualidad de! con­ de procónsul de Rama, de trapense o de chalán, Su luctuosa mancha
tacto venereo. aun sintiéndose todavía a merced de las jerarquías mayúsculas —poéticas o proféticas—
un sordo rencor... específico, se encuentran ya li­ del cantor, del soñador, se capitidisminuyen v caben sigue a su guia y guardián. va siempre delante.
bres de Ja comezón poética que ataño ¡os desazona­ holgadamente en lo angosto minúsculo de un libro Porque Dios le ha cavado (Es el de delante.)
ba. y que r.o fue otra cosa que prurito de crenchas de notas. Mediante la abdicación o dejación de su
rango —no huelga el repetirlo—. la manera oca- dos profundos alvéolos en su rostro afeitado.
¡Sombras en el muro!
la página li)
Pagina 6 ROMANCE 31 de Mayo de 1941
libre voluntad de serlo, rey sm trono, destino pe­
ligroso abocado siempre a expulsión y deshaueio.
¿Tenía Aristóteles título académico? —replico
a quienes me reconvienen—. Pues si no lo tenía,
ni lo necesitaba mi antepasado más ilustre, ¿a
qué santo, o a que diablo, —diablo socrático, bien
entendido— he de necesitarlo yo, seguidor hu­
milde de sus huellas remotas ? Soy profesor va­
gabundo y deambulatorio. Quien quiere toma mis
lecciones; quien no, me deja proseguir mi cami­
no. No me faltan discípulos, y algunos apasio­
nados, pero entusiasmo v peculio se compadecen
difícilmente en esta órbita. Me parece feo aña­
dir precisiones más concretas.
Cuando la conocí y me amó, a Ofelia le hacía
gracia el carácter errático de mi ciencia y de mi
alma. Llegó a confesar que me amó por él y no
por otras de mis gracias personales. Yo le pare­
cía ia encarnación de sus ansias sin nombre y
de sus vaguísimos sueños sin cuerpo ni limites.
A sus ojos representaba el perpetuo devenir, la
forma huidiza de las cosas, la transfiguración
constante del mundo, entidades mentales que tan
bien se avienen con los espíritus en crecimiento,
sobre todo si, como el de Ofelia en aquellos
días, están servidos por una masa corpórea bien
proporcionada pero casi traslúcida a fuerza de
sutil.
Cuando, andando el tiempo y el matrimonio,
Ofelia adquirió gravidez y rigidez mentales y fí­
sicas, comenzó a reprocharme mí falta de asidero
y de reposo. Le gustaría que yo fuera un hom­
bre —según dice— como todos los demás, que ae
sabe dónde empiezan y dónde terminan, y ai están
en una habitación, que están en ella y no en otra
Darte, y que cuando se trasladan de lugar se tras­
ladan íntegros, sin dejar partículas de sí mismos
por donde pasan, v no hombre-Vía Láctea, como
se llamó un dia con cierta gracia de expresión.
Sí, quizás sea yo un poco Vía Láctea despa­
rramada, sin objeto, ni contorno en la noche de la
vida contemporánea. Mi modestia me impide
creer que la formo yo solo; no, somos muchos a
componer esta Vía Láctea que, como la sideral,
guía a los peregrinos hacia una Compostela que
es puro tránsito, y luego sigue hasta perderse,
sumida, entre el cielo y el mar.
Yo me encuentro a gusto en esta definición.
Me imagino velo luminoso, inconsútil e impalpa­
ble, tendido sobre las estrellas, sin principio ni
fin y las raíces de mi alma se distienden y dejan
que penetren hasta su hondura lentas bocanadas
de eternidad serena y gozosa.

También a Ofelia le he replicado con el ejem­


plo del Estagirita, pero, de todas mis razones de­

El D iARio de Hamlet Garcia


fensivas, ésta es la que le ha enfurecido más. No
la había visto nunca tan fuera de sí; le ha dolido
como una injuria atroz. Advirtiendo que mis in­
tentos de componer el yerro aumentaban su ira,
he optado por callar, actitud que siempre me es
grata por filósofo, y útil por marido.
(Cafiituia de tau naveta inédita, próxima a publicare-) Por Paulino MASIP Bajo el paraguas dai silencio me he puesto a
meditar sobre las causas de lá insólita indignación
abuelo fundador de la dinastía metafísica. No de Ofelia y be Regado a la conclusión de qw aca­
DEFINICION Los sucesos de mi vida posterior no. han corre­ so sea uno a modo de pecado contra el Espíritu
gido la versión primera que el mundo me dió de podía ser otra, porque la de mi padre la Sentía
a mi lado clara, distinta, real y por estos tres Santo femenino ofrecerle a una mujer lá éam-
9 de enero de 1935.—No soy Príncipe de Di­ su fisonomía y el comercio de los libros aumentó pañía de un hombre muerto hace cuatro mü «ños
mi desconcierto. Adquirí pronto el hábito de re­ adjetivos no me dolía, ni me importaba nada. La

1 namarca, ni me baten vientos contrarios en


la encrucijada de un drama doméstico. Mi
de mi madre tan honorable como su vida con­
yugal. Pero me llamo Hamlet. Si tuve Ofelia,
chazar las pastillas de chocolate que se me ofre­
padre no fué rey sino de su casa y la viudezcían para evitarme el dolor de su pérdida brusca
en el punto de máximo deleite y, naturalmente,
me guardé muy bien de pedir las que veía en
de mi abuelo me produjo días de inquietud y de
amargura, mejor diría noches, porque era en las
borrascosas noches adolescentes cuando me can­
taba, al oído, su lamento apasionado e inútil. Se
aunque sea en nueva encarnación. Hay en la
mujer una profunda repugnancia hacia el pasado,
hecha, como está, toda ella de presente y de fu­
turo. La mujer rechaza cuanto no puede entrar
fructíferamente en su órbita vital. Un abuelo,
fué callando a medida que las quejas de mi padre
como casé con ella, dejé de serlo, porque la hice • los escaparates. Contemplo gentes que se afanan, crecían. Poco tiempo después mi padre calló tam­ por ejemplo; ¿para qué sirve un abifefo? La
madre y se convirtió en doña Ofelia, aficiona­ gruñen, lloran, enloquecen por llenarse la boca y educación ha edulcorado la respuesta qhe brota
da al agua de los ríos cuando le faltan las den- las manos. Me dan un poco de lástima, pero bién. Calló cuando advirtió, bastante sorprendido,
que al llegar el curso siguiente, yo tomé los li­ de las entrañas femeninas, pero se manifiesta en
. sai y saladas del mar, pero no para ahogarse sonrío y los dejo pasar. ¡Desdichados! —pienso—: otros modos que no parecen menos despiadados.
en ellas, aventura romántica que, si le tentó algún no saben lo que se hacen. Sin embargo, mentiría bros correspondientes y me puse a estudiarlos con
la misma fe regular y monótona de siempre y Si la mujer dijera que los abuelos sólo sirven pa­
día, ya no le tienta. Alguna vez le he mandado si no dijera que, a veces, a veces, me dan también ra abonar los campos con sus carroñas —que es
a un convento, es verdad, pero era una manera un poco de envidia. que asistía con idéntica regularidad a las clases,
tomaba apuntes y repasaba las lecciones que na­ lo que en verdad siente— a los hombres, inven­
figurada de decir, punto de destino imaginario De cuantas pastillas se han puesto a mi al­ tores de los homenajes a la vejez, nos parecería
sin más valor que la luna, o los antípodas. Ni die me había de preguntar y a las que yo no pen­
cance la más apetecible era la cátedra de mi pa­ saba jamás responder como si mi sabiduría fuera muy mal, pero esto, en el fondo, no es más que
ella pensó en hacerme caso, ni vo se lo hubiera dre, que, además, me correspondía por herencia. la expresión de su falta evidente de sentido his­
agradecido. un delito. tórico.
Ese era, al menos, el dogma familiar y yo lo Al final del curso se reprodujeron las escenas
Me llamo Hamlet. Soy profesor ambulante acepté de buen grado. Recusarlo me hubiera pa­ del año anterior, que me perturbaron menos por­ La historia es, para las mujeres, el cajón don­
de metafíisica. Mi profesión me proporciona hon­ recido tan absurdo como recusar mi nariz, más que mi abuelo no intervino para nada en ellas; de se arrojan ios relieves de la mesa, las excre­
ra suficiente y provecho escaso. Ambos me bas­ bien pachona, ei gris oscuro de mis ojos o el mi padre acabó encogiéndose de hombros satis­
color castaño de mi pelo, características hereda­ cencias de la cocina, los restos del plato roto,
tan. Mi mujer me pone ejemplo de vidas con­ fecho, en parte, por la seguridad de que yo estaba
temporáneas, en apariencia más venturosas, pero das visiblemente de mis progenitores. La misma el trapo inservible, todo lo que de un modo u
aprovechando los estudios mejor que cualquier otro ha terminado su vida útil y debe ir a parar
ella ignora que las formas del mundo son incier­ razón que me había hecho algo chato y rubianco estudiante. Del Instituto pasé a la Universidad
tas y capciosas. me haría catedrático de Metafísica. En realidad al servicio de limpieza pública. Cada veinticuatro
y por el mismo procedimiento seguí y di fin a los horas la mujer realiza este cometido en sus do­
Me llamo Hamlet. Tengo una contextura lo era ya al modo que es rey el príncipe heredero cursos y a la carrera que no tengo. No falté un
de un trono. Sin embargo, la corona de mi padre minios sociales y espirituales. Lo que un <m> b»
apoplética y me fatigo al andar. En ocasiones día a clase, no fui jamás a ellas con las lecciones
penosas llega a faltarme el resuello. Soy joven ciñe hoy las sienes de un caballero ajeno a mi aprendidas. Compañeros y profesores lo sabían. incorporado a su torrente circulatorio moral o
y ¡o parezco más aún. Si yo no fuera metafísico y linaje, v yo, como he dicho, soy profesor ambu­ Lno de éstos, en un rapto de amnesia, después de físico en esas veinticuatro horas es basura des­
me guiara por el criterio simple de Ofelia, debe­ lante. ¿Una revolución que truncó en mí la ca­ cierto día de escándalo estudiantil en que yo, preciable o peligrosa, porque puede hacer daño
ría quejarme de esta contradicción y reputarla dena de una dinastía ? ¿ Golpe de Estado acaso ? mitad por costumbre y mitad por huir del estré­ Si tiene una buena nevera conserva algunas cosas
injusta. No lo hago, y, rasgo curioso, Ofelia tam­ Más sencillo, mucho más sencillo. Tan sencillo pito vocinglero, me había refugiado en el aula, me eierto tiempo, para lo espiritual su nevera es lá
poco la subraya como lo hace con otras de me­ que yo apenas lo puedo explicar. Necesitaría unas puso como ejemplo de estudiantes serios y apro­ religión. Los sentimientos religiosos de la mujer
nos bulto y que me interesan menos. palabras nuevecitas, recién sacadas del molde, vechados. Mis compañeros, quejosos contra mí sou a los sentimientos religiosos del hombre lo
forjadas en la fragua elemental de un buen herre­ por la falta de solidaridad, que por ser gratuita, que la carne congelada es a la carne fresca;
Me llamo Hamlet García y he nacido en Ma­ ro aldeano. mejor aun que carne congelada, diría carne mo­
drid. puesto que yo no me examinaba, les molestaba
Ofelia me grita desde la cama que tiene frío mucho más, comentaron la ocurrencia con una mificada, incorruptible y estéril.
8 de enero.—En cierto modo, yo, Hamlet Gar­ y que vaya en seguida a acostarme. Voy, voy.. . carcajada unánime que quería alcanzarnos ai pro­
cía, soy principe heredero de una corona que no fesor y a mí, pero que sólo alcanzó a él, porque Al llegar aquí comprendo que a Ofelia le pro­
he 1 Agrado heredar. Me he quedado en principe 9 de enero.—Mi destronamiento ocurrió en el duzca terror mi ocurrencia de tomar como .mo­
a mí me tenía sin cuidado. El se puso rojo de delo, o de disculparme, con el ejemplo del viejo
heredero in partibus. Mi padre era catedrático trance de ¡a pubertad. En unos meses pasé de cólera y me arrojó del aula con la prohibición
de Metafísica y yo fui destinado a sucederle desde niño a hombre. Aumenté dos palmos de estatura, Aristóteles, y la excuso de todo corazón por su
de volver a poner los pies en. ella. Llevaba yo el arrebato hiriente.
el día de mi nacimiento. Seré más exacto. Mi me apareció el bozo y los rasgos de mi cara se tomo de Metafísica bajo el brazo. Al trasponer
destino estaba predeterminado, tácitamente, desde transfiguraron como removidos por un terremoto. el umbral me acordé de Adán y Eva en la puerta
antes de que mis padres se unieran con lazo que El peio se me oscureció, se me afiló ¡a nariz y del Paraíso. Supongo que a la pareja original 22 de febrero—Andar sobre la nieve o sobre
desataría ¡a muerte. Mi padre había heredado la mis ojos tomaron el tinte parduzco que todavía y originaria le pasaría lo mismo que a la Meta­ arena muy blanda es más penoso que andar so­
cátedra de Metafísica del suyo, mi abuelo, y yo muestran. En suma, se desarrollaron las raíces física y a mí. Todavía no he entendido ¡a lógica bre la tierra dura; moverse entre las nubes
heredaría la suya. En el caso, poco probable, autóctonas de mi personalidad y dejé de parecer- de aquella decisión. —soplos impalpables de nieve y arena— llega a
de que mi libre albedrío pudiera intervenir, a mi me a mi padre. Yo no sé si estas alteraciones Entre el tercer y cuarto curso mi padre volvió ser angustioso. Al cabo de unas cuantas horas
me cabía elección entre nacer o continuar en la somáticas fueron causa o efecto de otras más a encogerse de hombros y esta vez para siempre. de subir y subir tengo de pronto la sensación in-
nada, pero «i nacía tenía ya preparado el molde profundas de mi ser. Sospecho que iban parale­ Se encogió de hombros ante mi carrera, la suya, versa: me parece que estoy cayendo, cayendo
de mi vida. Nací. Como no guardo memoria, ig­ las. Aquel año estudiaba yo el quinto curso de la vida, el Universo, y como, por lo que se ad­ dentro de un pozo sin fondo. Para librarme del
noro sí mi voluntad tomó parte en aquella grave bachillerato. Había trabajado con la misma pa­ vertía, no pensaba cambiar de postura, lo meti­ maleficio me apeo; durante un tiempo, ya en suelo
decisión. Sólo sé que un día me encontré sobre sión que en los anteriores, sabía los programas mos en una caja de madera forrada de sarga firme, poseído aún del vértigo, estoy'como esas
la tierra, sentado en ella, vestido de blanco y co­ al dedillo, pero no me examiné y no me he exa­ negra y lo archivamos, cuidadosamente etiqueta­ palomas a las que les extirpan los canales semi­
miendo una pastilla de chocolate que había lle­ minado nunca más. No he podido volver a poner­ do, en el Museo de los hombres, a la sombra de circulares; me doy de topadas con las'paredes, y
gado a mis manos. Recuerdo un gran ruido de me delante de un tribunal. A la sola idea de tener «nos cipreses esbeltos y oscuros. si me salieran dos pedúnculos en la cabeza cami­
vo:es gigantescas, un tirón brutal y luego un za­ frente a mí cinco señores dispuestos a decidir naría con ella hacia abajo y en alto las piernas
randeo aun más violento. Sin saber por qué, co­ sobre mi porvenir, me acometía una vivísima re­ De vez en cuando me acometen ganas de ir a nativas. En estos trances busco él panto de apo­
mía, y. sin saber por qué. dejé de comer. Sin pugnancia moral traducida en náuseas fisiológi­ vario para pedirle noticias que las entrañas ca­ yo que puede devolverme el equilibrio perdido en
saber por qué, estaba sentado, y, sin saber por cas no menos vivas y más tangibles. lientes de la Tierra deben de comunicar, acerca el contacto con lo infinito; me refugio en la
qué, tuve que echar a andar. Estaba en paz y del sol y de las estrellas y del más allá de las Gramática, ciencia antípoda dé la Metafísica, mun­
Tras algunos vagos y vanos intentos renuncié estrellas, como nuestras entrañas saben y sufren
vino la guerra. En la soledad más íntima de mi a ser estudiante y profesor burocratizado. Re­ do limitado, exacto, sin velos ni trampas, sin
las cosas del corazón y del cerebro. Luego pienso espejismos ni fantasmagorías, producto, al cabo,
alma percibo que aún no me he recobrado de la nuncié a mi corona. En los primeros tiempos no que acaso no sea bueno adelantar los aconteci­
estupefacción que aquel suceso me produjo. me di cuenta de lo que había perdido; luego sí de la mente finita del hombre. Cansado de des­
mientos y me estoy quedo en casa deletreando hacerse con el afán de llenar los espacios sin fin
Así fué mi entrada sensible en el mundo de y me produjo cierto malestar de índole extraña, los silabarios de unos libros, con la esperanza
¡os fenómenos. A éstas alturas el planeta sigue porque no nacía dentro de mí, es decir, dentro del pensamiento puro, mi espíritu agradece que
de que algún día su conocimiento me sirva para le vista la cota de malla gramatical. Yo sospe­
pareciéndome un lugar donde fuerzas oscuras, ex­ del contorno de mi persona, sino que me llegaba, entender la palabra del Misterio que se hará oír
trañas, incognoscibles, te entregan pastillas de traído desde muy lejos, irrealmente, como un men­ cho que también los, gases agradecen que los
en mí inexorablemente. encierren ea bombonas.
chocolate y, cuando mejor te saben, otras fuerzas saje inalámbrico de una telegrafía sin hilos esta­
igualmente oscuras, extrañas e incognoscibles te blecida en el tiempo y no en el espacio. Presenti 19 de enero.—Me encontré, al fin. profesor de
las arrebatan con rudas maneras desconsideradas. que se hacía herida en mi carne la queja de mi Metafísica sin título académico, profesor por mi (Covf-.náa en la página
ROMANCE Pagina 7
31 de Mayo de 1941

EXPOSICION
de
ROSENBLUETH
N agudísimo escritor mexicano, Salvador No­ ruana, llevaba en sus venas, quien fué uno de sus

U vo, nos hace la presentación. Emilio Rosen­


blueth no es pintor profesional. Es hombre
primeros iniciadores: Gauguin.
Seria interesante un estudio sobre la influencia
—directa o indirecta— que este excéntrico artista
de negocios. Atiende los suyos con escrúpulo y tino.
En horas de ocio, pinta. Comenzó como gustador de francés, exótico en su propia patria, ha ejercido
la pintura. Adquiere obras a los pintores y las pala­ en el arte iberoamericano en formación. Si no esta­
dea con serena fruición. No hay otro modo de gustar, mos del todo equivocados, nos parece que el primer
de entender ei arte: lentitud, fruición, serenidad. Lo contacto se verifica a través o por conducto de
contrario de lo que predica nuestra edad desaforada Diego Rivera, artista de genio propio, mexicano, EL DESTIÑOLE AMERICA
y sangrienta. La civilización, aunque vieja y revieja, fecundado poderosamente por las formas artísticas
anda en malos pasos. Se ha vuelto casquivana. Pare­ europeas. No hay que olvidarse tampoco de Roberto
ce que acabará de mala manera. Se ha dado a la Montenegro, aunque este sea un caso de carácter
mala sida. Ln sentimiento enfermizo de la veloci­ o matiz bien distinto. TB jféCHAS son las agrias vicisitudes que atraviesan las democracias y las que les
dad o de otras cosas peores, la va convirtiendo en ¿Y en qué consiste, en esencia, o mejor, en es­ /■/■ esperan en el curso de esta guerra inverosímil que ahora tiene por escenario el
cliente formidable de nuestro dilecto amigo el ilustre quema, esa corriente? Pues consiste sencillamente _LtJl mar donde hirvieron hace miles de años los primeros brotes de la civiliza­
neurólogo español doctor Lafora. en un retorno a la solidez, al estilo, a la subjetivi­ ción occidental. Muchas y bien ganadas, porque no se deben a albures de la fortuna, ni a
De gustar de la pintura, pasa Emilio Rosen­ dad, si se nos permite hablar en pedante. Sea dicho
blueth a realizarla. Caso de vocación escondida, que de paso, la pedantería es lo que hoy goza de máxima intervenciones cósmicas, imprevisibles e ineluctables. Cuanto ocurre estaba visto y pre­
corre por el cauce de los años sin manifestarse libertad y autoridad; en tal forma se está degra­ visto, para no remontarnos demasiado lejos, desde la entronización oficial del nazismo en
concretamente. Por fin, un día se condensa, surge dando y entosqueciendo eso que campanudamente Unos por voluntad equivocada o torcida, otros por inconsciencia, cuantos hombres
del inconsciente, que hoy día todo lo ampara. Y he llaman los profesores la cultura. De los vellones tuvieron en las democracias europeas responsabilidades directas tic Poder, « partir de esc
aquí que a México, tierra de pintores desde comien­ vaporosos del impresionismo, se pasó a las gentile­ año, merecieron el anatema bíblico: “Tienen ojos y no ven ; tienen oídos y no oyen". A
zos del siglo, le ha nacido otro pintor. zas seguras, precisas como silogismo, de la linea,
¿Lno más? N.o. L’n pintor. Con esto queda dicho al cultivo del volumen, a los “valores táctiles”, “a medida que el bulto enemigo se hacía mayor y sus ruidos más horrísonos, crecían más la
todo. Un pintor. ¿Para qué anteponer o posponer
buscar, como decía precisamente Gauguin, no alre­ ceguedad y la sordera, y catando aquello, de tan grande, llegó a cubrir el horizonte, ya
dedor del ojo, sino en el fondo misterioso del pen­ no cupo por ojos ni oídos. Bulto y ruidos tuvieron que romperse en fragmentos de metra­
a este nombre, tan significativo, epítetos, que, en
lugar de perfilarlo, le merman su pureza? L'n pintor, samiento”. lla para que no pocos viesen y oyesen, y entonces para todos fué tarde, y para matches,
Tornaron, pues, a la vida del arte los "valores”
sí, un pintor. Tres- años de labor, a horas perdidas, que había pretendido aniquilar ei impresionismo. que ahora quieren ver, estando ciegos, y quieren oír, estando sordos, irremediablemente
mejor dicho, ganadas, nos dice Novo; un aprendi­ tarde.
zaje de tres años a la sombra, queremos decir, Se había producido un cambio radical en la ma­
orientado por los consejos y la mirada de un pintor nera de ver. Se ha dicho, por críticos de autoridad, Poco aficionadas a este género de lamentaciones acusadoras —pues es vano hurgar
de nuestra dilección, gracioso, estilista, «iesenvuelto que España dió alientos poderosos al impresionismo. sobre heridas que a todos duelen—, no las anotaríamos si los sucesos y los hombres europeos
Es cierto, históricamente cierto. Pero se ha dicho
y preciso, como es Carlos Orozco Remero. Su Vir­
también que la sensibilidad artística española es de que las engendran no sirvieran de viviente, o de nutriente, ejemplo para la conducta actual
gilio, le llama Salvador Novo. Cuarenta años cum­ y futura de los pueblos y los hombres del continente americano, y si muchos de estos
plidos. .. No nos defraudaron los que, como Roberto índole impresionista. Y esto ya no es cierto: es una
Montenegro, hubieron de hablarnos del pintor de hombres y pueblos no estuvieran también, como los vemos, aquejados de las mismas fla­
vocación tardía. Nuestra ya larga experiencia en quezas que censuramos a posteriori en los del otro lado del Atlántico. Flaquezas que
la materia quizá nos hace un poco recelosos, un tanto pueden resumirse en dos: desconocimiento del peligro nazi; inclinaciones nazistas por ren­
cautos, en «4 arte —porque arte es y de los más cor a terceros.
difíciles— de descubrir talentos y sopesarlos con
conocimiento y sin pasión. ¿Se tratará, nos pregun­ Vale la pena de examinar, bien sea someramente, qué es lo que representaría para
tábamos, de uno de esos pintores que en tiempos . América, y sobre todo para México, el triunfo de la Alemania hitlerista en su contienda
tontos y confiados se llamaron en París “pintores contra Inglaterra. Para hacerlo dejamos suspensa por un memento nuestra fe, no contur­
de domingo”? La autoridad artística del recomen­ bada todavía, en la victoria de las democracias y olvidamos, asimismo, los motivos de
dante pesaba lo suyo, oponiéndose a nuestro escep­ carácter general ideológico que deberían bastar para que los hijos de las libres tierras
ticismo y recelo. Sin embargo, México, tierra de
tanto carácter y tanto vigor, propende a veces, americanas, sintiesen y practicasen el horror hacia los sistemas totalitarios. Nos atene­
en materia artística, ai snobismo ligero y un sí es mos, tan sólo, a los intereses continentales nuestros, y al primero de todos: la conserva­
no es irresponsable. Aunque de ingenio claro y ción de la libertad, nacional e individual, en la paz.
buido, a veces parece como que le falta madurez
de crítica, amor al ejercicio severo de la recta fa­ Entendemos que el acuerdo sobre este punto es unánime. 8i se oye alguna que otra
cultad estimativa. Sorprenden en ocasiones sus mo­ voz discrepante, ésa no cuenta, porque las mismas víctimas americanas de deslumbra­
dos de valorar... y denigrar. La crítica ha de tener mientos nazistas nacidos en rencores de clase o rencores seudonaeionalistas, no se atreven
aquella virtud escéptica atribuida popularmente a a formular para su patria, aunque su nazifilia los contradiga, ningún ideal diverso del
Santo Tomás; ver y creer. americanismo.
Pues bien; ya hemos visto, y lo visto nos agrada.
No es, ni puede ser, todavía un pintor maduro Ahora bien: ¿qué sería de la libertad y de la paz de América si el nazismo se impu­
Emilio Rosenblueth. Un pintor no se forma en tres siera en Europa! Es inútil rechazar las evidencias, y una de ellas es ésta: los Estados
afios. Peto es un ptBtor. Despierta el interés que un Unidos, antes de consumarse aquel suceso, estarían metidos en la guerra como un beli­
Júnior naciente, de talento, puede despertar. Deje-
más de lado las ciares y naturales influencias que
gerante más. Triunfante Alemania podrían suceder entonces varias cosas: una, que de
trascienden de sus obras. Mal discípulo el que no hecho se estableciera una tregua forzada por la necesidad de readaptar y completar los
se parece al maestro; con harta frecuencia de equí­ armamentos —aviones, barcos, etc.— para seguir la lucha entre dos grandes países sepa­
voco porvenir. La pintura de Rosenblueth tiene rados por el Atlántico; otra, que los Estados Unidos firmaran la paz, lo cual apenad
evidentes conexiones, claras y gratas conexiones, con tendría otro valor para Alemania que la garantía de que la tregua sería efectiva; otra-,
la de su maestro inmediato, Carlos Orozco Romero, y
coa el arte popular mexicano. Es forzoso que las que Alemania continuara la guerra de acoso contra los Estados Unidos, convirtiendo en
tenga. En modo alguno amenguan su valor y su ca­ frentes de batalla lugares tan estratégicos como el mar Caribe, el Golfo de México, el
rácter propio. También Orozco Romero tiene las E. Rosenblueth: Las devanadoras. canal de Panamá; y otra, por último, que, acalladas realmente las armas, el nazismo
suyas. También —yéndonos a los más grandes— las prosiguiera en las entrañas de las naciones americanas la tarea que llevó a cabo en las
tuvieron Greco y Velâzquez, etc., etc. Todos somos naciones europeas durante los años anteriores a la guerra, y cuyos frutos fueron el qttis-
hijos de algo, ‘hidalgos”, todos tenemos tradición, tontería, una más, según parece, como tantas otras,
o no somos nada, puros fantasmas, fuegos fatuos, de origen francés. El arte español, la pintura espa­ linguismo noruego, el localismo francés, el leopoldismo belga, etc., etc.; es decir, esa
ñola, la clásica, la del siglo XVI!, se entiende, es tarea de corrupción y descomposición de los valores morales nocionales que convierte a
abstracciones sin vida. solidísima y no fabrica castillos en las nubes —tal
Emilio Rosenblueth es hijo de algo, “hidalgo”. Y el impresionismo—, sino que los hace roqueros y los países en presa de cualquier invasor. Decimos “que prosiguiera’’, porque la nefasta
ese algo, del que es hijo, es una grande, aunque los asienta inquebrantablemente. Cuando acierta el labor del hitlerismo en el continente americano comenzó hace años y si sus efectos no
no absolutamente pura, corriente artística mo­ español, es para la eternidad. Así sucedió con su pin­ han sido graves hasta hoy, se debe tan sólo a los enormes quehaceres de Alemania y a
derna, que de Europa ha saltado a América... como tura clásica. Al impresionismo se lo lleva el viento.
lo hizo Colón con un puñado de españoles sin miedo. la perspectiva de la fantástica multiplicación de la capacidad guerrera que el triunfo sobre
¿Tiene, pues, nada de extraño que un español, toda Europa puede proporcionarle,
Pero lo mismo que, a partir de Colón, comienza andaluz, malagueño, de pronto, siguiendo una co­
un nuevo tipo de humanidad en América, permí­ rriente viva, reivindicara el derecho de la línea, del En este abanico de posibilidades ¿hay, por lo menos, una halagadora para México!
tasenos la comparación, ¡quién sabe si los avalares volumen, del estilo, de la gracia, del juego... y No. Todas compiten en mostrarse a cual más sombría, y, en el fondo, a despecho de las
que ha de recorrer en América, singularmente en el derecho también, tan español, a la anarquía?
Áléxico, esa corriente europea, no acabarán al fin Porque Picasso, del que se han dicho tantas nece­
formas, todas desembocan en el mismo resultado: la pérdida de la- pe y la amenaza a
engendrando un arte propiamente americano, un arte dades, y no se han agotado todavía..., ha hecho nuestras libertades, lo uno y lo otro directa o indirectamente, pues es también inútil negar
de ese nuevo tipo de humanidad, en gestación desde con el arte algo de lo que Cervantes —salvemos las o rechazar las realidades geográficas que predeterminan, nos plazca o no, nuestro destino.
ios tiempos en que unos cuantos aventureros ge­ distancias— hizo con el espíritu caballeresco: burlar­ La realidad geográfica, imposible de remediar, ha colocado el cuerpo físico de México
niales, gente sobrera en España, arribó a las llama­ se sin piedad y sin duelo, pero amándolo entraña­
das indias Occidentales. Quién sabe... El porvenir pegado al cuerpo físico de Norteamérica. Realidades económicas, no más recusables, nos
blemente. como que era sustancia de su propio espí­
duerme en el regazo de los dioses, —decían los ritu. La carcajada de Picasso, dedicada al entonte­ fuerzan a una interdependencia eon la nación vecina, en la que podrá haber altibajos,
griegos—. El caso es que síntomas o barruntos de cimiento del mundo, a la seudocultura. sin tener, ni pero de la que nunca, ni ellos ni nosotros, podremos librarnos. Supongamos ciertos los
que tal fausto suceso pueda darse, los tenemos ante mucho mepos, la intensidad, gracia y elevación sueños más rosados de nuestro sentimiento patriótico: pws bien, aún en este caso, los aza­
> los ojos. de ¡a de Cervantes, tiene su sabor... un gran sa­ res de la nación norteamericana nos afectarían enormemente como a- ella los nuestros,
Esa gran corriente artística a que aludimos, aun­ bor de anarquía española, de nihilismo español. ayer, hoy y siempre. ¥ en los vecinos poderosos no son temibles las venturas, sino las
que particularmente proceda de París, es, sin em­ Pero si Picasso destruye y juega desconsiderada­
bargo, en parte,, de origen español, porque español mente, construye también. È1 arte actual ha sufrido desventuras. Si en su lucha con Alemania, los Estados Unidos sufrieran merma de mer­
és uno de los que han contribuido a formarla: su fortisima impregnación, a veces, como se sufre cados, mengua de sus zonas expansivas, falta de puntos de apoyo para sostener su orga­
Picasso, y algunas gotitas de sangre española, pe- de viruela, otras, ha recibido de él vitaminas. Y nización industrial y social, México no saldría ganando nada, ¥ basten estas palabras
jsira entendernos.
E. Rosenblastb: "Busto de indio F. Rosenblueth: Bañista. El destino de México y el de América entera se juega hoy, exactamente como el de
Europa, en el marco de la dedálica —le convienen los varios sentidos del vocablo— isla
de ('reta. No saberlo ver o negarse a verlo o favorecer consciente e insensatamente ¡os
designios de un sistema político fundado en el aborrecimiento de las razas de color y en
su condena a esclavitud irredimible, es merecer la desdichada suerte que padecen, los hom­
bres y los pueblos europeos, agravada, m nuestro caso; porque tilos no t> nía» la t-j-jr-
rienda que nosotros, mirándonos en el espejo, disfrutamos.

esta impregnación, como no podia menos, ha llegado —permítasenos divagar levemente— una? gentes que
a las tierras volcánicas del Orizaba, del Aiusco, y han acertado a imprimir al seco e imperioso y altivs»
del Popocatepetl. Ahora que con distinta fortuna: castellano esa dulcedumbre vivaz, ese desarrollo
algunos se nutren sana y vigorosamente con ella, melódico, esa peculiar musicalidad insinuante, cap­
otros sólo aciertan a tomar su caparazón, o mejor, ciosa, de cuya languidez a veces salta un como
la piel que según ritmo vital cambia la serpiente; en resorte de durísimo acero?
fin, otros, la mixtifican y hacen creer a lo? incautos Emilio Rosenblueth —su apellido denuncia la
que han abierto, como Ingres en su tiempo, escuela extranjería de origen, por lo menos de parte de
de dibujo. Bienaventurados ¡os pobres de espíri­ su sangre— vive indudablemente con su arte en es­
tu... El artista mexicano, según creemos, es nativa­ tos modos que. pareciendo reflejos en el arte mexi­
mente dibujante. ¿Cómo no había de saber valorar cano. no lo son cabalmente, pues caen sobre una
y gustar de la pura, ingrávida, gracilísima linea materia espiritual propicia que los absorbe y asimila
“picassiana”? ¿Y cómo no había de sentir su espí­ espontáneamente. Es dibujante de linea clara y on­
ritu de abstracción, su “espíritu de geometría ', si dulante. suave, como prosodia mexicana. Recuér­
en las ruinas de las civilizaciones aborígenes, y, por dense algunas figuras de indias. Lo mismo puede
consiguiente, en su sangre, o en parte de su sangre, decirse de su color, fino, sobrio, modulado, sin brus­
se halla también presente tal espíritu y como hacién­ quedades de temperamento impetuoso. Se complace
dole señas y guiños amistosos? ¿Cómo no habían en los pulimentos y gradaciones sutiles.
de sentir la melodía de los contornos "picassianos” fCcnti*Ú4 en la pdgvna t“)
Pagîxa 8_____ ______________ _________ ROJIJXCE 51 de .Mayo de 1941

X todos ]J5 rincones de la Unión Soviética talla; un caballero elegante se transforma de


Los Clásicos Mundiales
E Las compañías teatrales ponen en escena
obras clásicas de los maestros universales
dei arte. Por los periódicos del mes de enero de
1940, recibidos en un solo día. se puede compro­
bar que en Ufa se representan “Las bodas de
EN LA
repente en una fiera; relucen las espadas, corre
la sangre y el ruido de la batalla sirve de fondo
a ia manifestación altísima de amor y de huma­
nidad. La antigua Verona se vuelve liza de tra­
gedia, introducida para siempre en el corazón i
Fígaro”, de Beaumarchais; en Rostov. “Otelo”, en la memoria de ja humanidad.
de Shakespeare; en Kuibishev, “Tartuffe”, de
Moliere; “El vaso de agua", de Serio; “El ama
de la fonda”, de Goldoni; "El talento trae dis­
gustos”, de Griboiedov; en Irkutsk, Izhevsk, Omsk,
ESCENA SOVIETICA Tal es ¡a base musical del primer espectáculo
shakespiriano en ballet. Con ia música para el
ballet “Romeo y Julieta”, Prokofiev ha demos­
trado otra vez más su enorme maestría y su sen­
Kazan, “La mascarada”, de Lermontov; obras de tido de gran artista.
Ostro-, ski tales como "El lugar ventajoso”, “Lobos enriquecer la vida teatral local. Un magnífico obligando al público a compartir al desgraciado Se podría hablar mucho sobre la excelente
y ovejas”, “La pobreza no es un vicio" se repre­ edificio recién construido, muy espacioso y pro­ caido entre las garras de Yago. La artista Y. escenificación y el impresionante y artístico mon­
sentan en los teatros de Arjanguelsk. de Kirov, visto de todos los adelantos de la técnica teatral Vaievskaia interpreta magníficamente su difícil taje del espectáculo, pero indiscutiblemente la
de Kuibishev, de Bakú. En Moscú y en Lenin- le fué destinado. El teatro de I. U. Zavadskí papel de Emilia, difícil porque con medios de obra maestra y el centro del espectáculo es la ima­
grado, de las 37 obras dramáticas de Shakespeare, aceptó la misión v levantó muy alta la bandera maestría de actriz debe ser justificado su paso de gen de Julieta creada por la bailarina soviética
27 han sido puestas en escena. La mejor inter­ del arte, creando verdaderas obras maestras. Es la frivolidad al heroísmo con el cual se alza en de­ de enorme talento, Galina Ulanova.
pretación del “Rey Lear*’, ha sido creada por el un teatro de juventud, de una concepción vital fensa de Desdémona. La Julieta de Ulanova supera a todos los crea­
Teatro Hebreo del Estado, que lo interpreta en impetuosa y fresca. El teatro de Rostov “Gorki” no hace mucho dos por ella, hasta ahora. Es una creación perfec­
lengua heorva. En Tashkent se representa “Ham­ El último trabajo del teatro de Rostov que ha celebrado su XV aniversario. Para ilustrar có­ ta de la artista. En el papel de Julieta la baila­
let” en lengua usbeka, y constituye también uno lleva e! nombre de M. Gorki, es “Otelo”. mo el teatro soviético trata la herencia clásica, rina soviética Ulanova ha entrado a formar parte,
de los mejores espectáculos de Shakespeare pues­ ¿Qué ha dado de nuevo el teatro en la tra­ hay que señalar que “Otelo” es un espectáculo con derecho, de los mejores artistas de la danza,
to en la escena nacional de la URSS. gedia de Shakespeare? Se puede contestar a esta de aniversario. El teatro puede estar orgullo­ de aquellos que han impulsado el arte coreográ­
Sobre las obras clásicas, así como sobre las pregunta con dos palabras: la juventud. Lo más so de este trabajo, resultado digno de su actividad fico, definiendo y señalando los caminos de su
valioso en el espectáculo del teatro dramático de fructífera de 15 años. desarrollo^
de los dramaturgos soviéticos, los maestros de la
escena solucionan los problemas modernos del ar­ Rostov “Gorki”, consistía en que se vió a Otelo Las numerosas reseñas y comentarios sobre
joven: Yago tiene 28 años, Otelo algunos más y * * * “Romeo y Julieta” no son iguales, pero, señalan­
te teatral. Desde este punto de vista son muy
interesantes las nuevas escenificaciones de los a pesar de esto, Yago le caracteriza su vejez mal­ do algunos desaciertos en la escenificación, todos
teatros de la capital y de la provincia. vada y a Otelo su apasionada y clara juventud. Tanto para el teatro como para el público so­ coinciden en que ésta puede ser considerada no
-El Teatro de Arte de Moscú ha educado ya a El teatro de Rostov mostró todo esto y lo hizo, viético, Shakespeare es familiar y comprendido. menos que como un gran acierto artístico de los
no a costa de la edad; no. el artista Mordvinov Las obras de Shakespeare se representan en la maestros soviéticos del teatro, y de la música
más de una generación de actores. Llenos de y de la coreografía.
vitalidad, los representantes de la vieja genera­ —Otelo— “no oculta” la edad del moro famoso. URSS por todas partes; con mayor o menor for­
ción como Kachalov, Knipper-Chejova, Moskvin, Es joven porque su alma es joven y pura, su es­ tuna —con una u otra interpretación—, pero la ¿ Por qué en la URSS, donde hay tanta abun­
píritu despejado y noble, su mirada clara y am­ esencia de su comedia o de su tragedia ha que­ dancia y diversidad de buenas obras soviéticas,
Tarjanov, siguen emocionando a los espectadores
plia, sus pasiones potentes. La juventud de Otelo dado y queda invariable, y la palabra shakespi- es tan grande la atención hacia el repertorio
por la juventud inextinguible de sus sentimientos, clasico y tanto y tan fructuosamente trabajan
.semirovieh Danchenko es todavía tan vigoroso consiste en su curiosidad., en su deseo apasionado riana sigue siendo su elemento principal.
de conocer la verdad, de descifrar el caos del Pero he aquí que en enero de 1940, en Lenin- los teatros sobre los clásicos?
como un iov»ri. Los representantes de la segunda
generación del MJAT: Tarásova, Jmelev, Topor- mundo y de restablecer la armonía alterada. Mor­ grado, se ha realizado un espectáculo shakespi- Los clásicos de todos los tiempos y de todos
fov, Kedrov, brillan todavía como estrellas de dvinov desempeña su papel de un modo audaz y riano en la cual está ausente. .. la palabra! El ios pueblos han encarnado en sus obras la profun­
primera magnitud. original. Ha encontrado su manera peculiar de compositor Sergei Prokofiev ha compuesto la dísima verdad de los caracteres humanos y de sus
comprender a Shakespeare. Su Otelo excita la música para el ballet “Romeo y Julieta” y el tea­ mutuas refcciones. Los pueblos de la Unión So­
La nueva generación sale ahora a escena. En curiosidad, provoca vivas polémicas. El artista tro de ópera y ballet “Kirov” de Leningrado lo viética, que viven la época de los colosales pro­
enero de 1940 han aparecido, por primera vez, en parte no de los signos exteriores del/valor y de ha puesto en escena.
una obra en la que sólo trabajan ellos, los artistas gresos históricos, se consideran como herederos
la nobleza de Otelo-capitán. Revela con talento la Conviene decir, que muchos dudaban de si directos del humanismo que está grabado para
Kurochkin, Varser, Petrova, Batalova, Batashov, lucha de! alma, el deseo doloroso de defender sería posible encarnar las imágenes, las ideas y siempre en las obras geniales de los clásicos. El
ísanaev, Dementiev, Vilman, Berestova, Verevkin, la verdad y de pensar sobre el mundo lleno de el espíritu inmortal de la poesía de Shakespeare
Eremev, Gueorguievskaia, han demostrado su ta­ progreso general, moral y cultural basado en la
contradicciones. en el arte del gesto plástico, del movimiento y liquidación de los sin derechos, de los sin trabajo
lento en la interpretación del clásico ruso Os­ La fuerza y el éxito del espectáculo del Tea­ del baile. Parecía increíble que la historia triste y de los indigentes; el progreso reforzado por las
trovski, “El pan ganado”. Al haber elegido jóve­ tro de Rostov consiste en que no sólo Otelo sino de Romeo y Julieta pudiera conservar en el es­
nes, esta obra tenía dos objetivos; su frescura nuevas conquistas de la construcción soviética,
también Yago. Desdémona, Emilia v Rodrigo son pectáculo de ballet, su encanto, su grande e in­ hacen desaparecer todas las manifestaciones ne­
y el no haber pasado apenas por la escena y, ade­ inteligentes y atractivos. Los detalles históricos mortal hechizo.
más, la idea misma contenida en ella, que parece gativas de la convivencia humana. La veracidad
y de vida ocupan en el espectáculo un lugar Las discusiones sobre esta escenificación no y la profundidad de las imágenes creadas por los
como si hubiera sido dirigida especialmente a secundario. En el primero está destacada la ve­ se ha apaciguado hasta ahora. Pero para todos
los jóvenes actores; que no deben trabajar ni por clásicos atrae al espectador soviético no sólo
racidad de los sentimientos. La dirección artís­ los que hayan visto el trabajo del director artís­ desde el punto de vista estético sino también del
interés, ni por hacer carrera, ni por ]a vanidad tica (escenificador, I. U. Zavadski, director ar­ tico L. Lavrovski, del pintor P. Williams y del educativo.
sino por “El pan ganado” del arte. tístico N. Mordvinov, N. Chistiakov, I. Shmitkinl director de orquesta L Sherman, es evidente que He aquí por qué el público soviético exhibe
La juventud ha mostrado en “El pan ganado” no han hecho experimentos, no han “readaptado” se ha creado un espectáculo de una enorme sig­ tanto a los clásicos y por qué el teatro soviético
que está preparada para esta labor y que asimi­ a Shakesneare, sino que han refrescado la ima­ nificación artística. El ballet “Romeo y Julieta” presta tan .generosamente sus medios y sus fuer­
la vivamente las mejores tradiciones del MJAT. gen de “Otelo”, librándole de las espesas capas adquirió el carácter de un acontecimiento artís­ zas al repertorio clásico.
Esto se refiere, en primer lugar, a la joven abigarradas, acercándolo a Shakespeare. tico de gran importancia.
actriz Varser, que interpretaba el papel de Na­ Yago (A. Denisov) no es simplemente “el ma­ Hablemos ante todo de la música. La música
tasha. La Natasha de Ostrovski está apasiona­ yor hipócrita entre los hipócritas”, que violento y de este ballet debe tener dos fines : crear una hase
damente enamorada de Koprov (actor Verevki) pertinaz lleva a cabo inexorablemente sus planes para el movimiento y la danza y suplir la ausen­ Traducido al in­
que es indigno de su amor. Koprov es una per­ crueles. La legalidad y la veracidad de semejante cia de la palabra. Ya en la Obertura Sergei glés por “Los His­
sona muy desagradable, un sinvergüenza que se concepción de la imagen de Yago está argumen­ Prokofiev ha sorprendido por cierta manera nueva panistas”, club es­
divierte impunemente con el amor de Natasha. tada por el mismo Shakespeare, cuyo genio supo de expresarse: la expresión musical de Prokofiev pañol de la S. K.
La actriz tuvo que pasar en escena un examen crear de tal manera que las acciones pérfidas sonó con una emoción desacostumbrada; ha que­ McClatchy Senior
difícil: justificar su amor por Konrov, convencer de Yago le desenmascaran por sí mismas. Des­ rido restablecer y en cierto modo ha restablecido; High School” apa­
al público de que ella, sinceramente y sin reserva démona (A. Aleksandrova) no es de ningún modo las vivas imágenes shakespirianas aúnan en sí rece —conservando
quería a Koprov y Varser pasó perfectamente esta una naturaleza pasiva y tímida; su ternura y su el alto vuelo del pensamiento, el desenfreno de también su texto es­
prueba. Ha creado una imagen real de una gama pure a de alma se basan sobre ¿1 valor y la fuer­ los impulsos, el apasionamiento indomable de la pañol— este curioso
de colores propia de MJAT; imagen de una mu­ za. No comprendiendo los celos de Otelo, Desdé- naturaleza, la inclinación a razonar, el humor al­ librito, Relato de
chacha enamorada dispuesta a todo por su amor. mona desea ardientemente comprenderle y ayu­ go grosero y la temeridad. En este mundo sor­ Gùillermo Fitch y
Mira a Koprov-Verevkin con ojos claros y puros darle. Rodrigo (V. Shatunovski) ha revelado un prendente de pasiones, todo hierve a borbotones. Blas Pina. Se trata
llenos de amor y como sí dijeran: “puedes hacer nuevo rasgo en su héroe; no es solamente ridículo, La plaza estaba silenciosa hacia un momento y de una de tantas na­
de mí todo lo que quieras”, incluso, cuando le sino también capaz de provocar comunicación, en un instante se convierte en un campo de ba­ rraciones conserva­
desenmascaran ante ella, no deja de quererle. Se das en la Biblioteca
casa, obligada, con otro y el público siente que Bancroft de la Uni­
Varser-Natasha se dirige al matrimonio, como a versidad de Califor­
la muerte: que ya todo le es indiferente; pero en nia. Fué elegido el
este punto. la juventud de la actriz interviene relato por Enrique
en la concepción de la imagen; se separa de Os­ Cerruti, quien —en
trovski; la Natasha de Ostrovski es vencida, será un prólogo— nos da
una mujer fiel, pero su vida, privada del amor las referencias precisas. Los manuscritos de los
hacia Koprov, ha terminado. La vida de Natasha- descubridores de California —de diferentes razas
Varser no se ha acabado sino que acaba de em­ y nacionalidades— son casi desconocidos. Algunos
pezar; la falta no la mató sino que triunfó su —como este de Guillermo Fitch y Blas Pina— es­
voluntad; otra vez será más prudente... taban en español, cuya fiel versión se publica
Lo dicho a propósito de Varser es más o me­ ahora. Es ei tercero de esta clase de manuscritos
nos todos los particinantes en el es­ editados por la misma escuela. El primero, tra­
pectáculo. Rasgos como la espontaneidad, la sen­ ducido del alemán, en 1939, fué un libro acerca de
cillez natural y una sensación profunda de la vida, John Sutter. El segundo era un libro antológico.
son características de! MJAT v de sus represen­ La tradición continúa.
tantes.
La intervención de la juventud del MJAT en
un espectáculo clásico, fué acogida por la socie­ EL CICLOPE DE LA LOGISTICA En la Hahana pu­
dad soviética como un acontecimiento teatral de blicó Antonio Martí­
una gran importancia. He aquí la que escribe nez Bello su libro
ON Juan David García Bacca es un fraile camino visual propio de cada figura, por puro Meas sociales y eco­
sobre esto el conocido especialista teatral y crí­
tico L. U. Iuzovski:
“Una atmósfera desacostumbrada reina en el
teatro. Lina emoción que los debutantes no saben
esconder, ¿defraudarán a sus maestros? Y la
D logístico. El ser un fraile logístico signi­
fica una porción de cosas. Vamos a hacer
saber a nuestros lectores en qué consiste esa
porción de cosas, valiéndonos de las medianas ex­
plicaderas y del léxico diamantino de este vetera­
goce estético visual”.
No. Nosotros no sentimos con la vista, como
pobres animalucos que somos, la fruición estética
de las longanizas ni de otras delicatessen de
igual fuste. Eso queda para los alemanes y para
nómicas de José
Marti, precedido de
un prólogo de An­
drés de Piedra-Bue­
emoción que los mismos maestros no quieren ocul­ no Goliat de la logística que se llama David. el gastrómano ideal señor García Bacca. no y seguido de una
tar: ¿Cómo acogerá el público a sus discípulos cart a-resumen de
El docto clérigo baila al son que le tocan. Como puede advertirse, las maneras expresi­ Juan Marinello. En
Pero el público se ha dado cuenta de esta emoción vas del señoT García Bacca son extraordinaria­
Y a la sazón, en tierras americanas, o mejor esta carta podemos
mutua y él mismo se agita percibiendo toda la colombinas, al dicharachero y sabidor teófilo y mente gaóticas. En este menester, resulta más
gravedad del momento. Y no sabemos que fué leer la más serena
colombófilo, le tocan, por lo visto, y por lo no papista que el Papa. Luego de enseñarnos que afirmación acerca de
lo que conmovió más. si el espectáculo mismo, o la visto, un son muy exótico. Pero él, sin hacerse “el movimiento es siempre algo a (¡!) superar”,
ternura, la inquietud y el amor al sentimiento de los estudios realiza­
maula, nos descubre sus inclinaciones por Wgber. nos alecciona irreprochablemente: dos o por realizar
“Continuación de la estirpe”, si asi puede lla­ Porque para el arremangado logístico de los há­
marse; la zozobra por el mañana del teatro. En­ “Y esta innaturalización o artificialización acerca de Martí :
bitos al trote, una invitación a la filosofía equi­ sistemática planeada de lo natural ha traído co­
tre el público había un espectador que estaba más vale a una invitación al vals. Y esto nos lo dice “Porque ha llegado
emocionado que lo? demás: era N. I. Nemirovich- mo consecuencia —gradualmente conseguida a la hora —dice Mari­
con voz austeramente científica y exenta de la lo largo de muchos siglos— que las cosas natu­
Danchenko. fundador del teatro... Su presencia mórbida voluptuosidad del retruécano. nello—de defender a
rales. .más irreductibles vieualmente, han ido nuestro gran hombre de una utilización rutinaria
era como un símbolo entre el pasado, el presente Consideremos, con la merecida atención, sus fundiéndose unas con otras y ahora la luz pasa
y el futuro, ¿qué sentimientos le agitaban?, ¿qué y moliente, sin más relieve que el de su nombre
Tipos del filosofar físico sobre el espacio, que por el tratamiento de materia, y ésta puede con­ reverenciado. A la luz de Marti se acerca quien
recuerdos?, ¿qué ideas sobre el porvenir? Du­ entrega a la sapiente o profana voracidad del vertirse en luz: no hay perfiles ni figuras irre­
rante 20 años antes de la Revolución estaba ocu­ encuentra en ella un modo legitimo de alumbrar
público la revista Filosofía y Letras, y para en­ ductibles: el espacio forma una realidad con el lo propio, quien queda asombrado de au órbita
pado con la creación de este teatro, durante los tender y gustar las amenidades del señor García tiempo; la luz y el calor ocupan tranquilamente
20 años siguientes educaba a su generación so­ tonal y necesitado de reaccionar dentro de ella.
Bacca, coloquémonos, ante todo, y siguiendo sus el mismo tratado; las figuras geométricas típicas Maestro de esencias, abrirá cada dia más el círcu­
viética; ahora manumitía a la vida a la juventud exhortaciones, en la “vertiente psíquica”, que de las trayectorias de los cuerpos, por ejemplo;
que estaba madurando, consagrándola al servicio lo de sus seguidores consanguíneos.” Contra los
aunque lúbrica o resbaladiza, es la vertiente las circunferencias o elipses del sistema solar, frívolos expositores de Martí va precisamente
del arte”. . . que corresponde a un filósofo. se deforman y adoptan cualquier otra figura dirigido este libro, bien nutrido de savia personal
» » ♦ “Yo no sé —escribe el concienzudo y pacien­ de las tipológicamente equivalentes, con sólo y excelente información.
zudo logístico— cómo un perro sentirá ocular­ cambiar convenientemente el sistema de refe­
mente una longaniza”. Nos apresuramos a decir rencia, lo cual es siempre posible según la teoría
Hace algunos años, un teatro soviético joven, que en este punto nuestra crasa ignorancia coin­ de la relatividad. El universo se torna de goma;
bajo la dirección del inteligente director artístico y el hombre lo modela según el capricho de sus ib ros recibidos.—Acusamos recibo de las obras
cide con el saber humanístico del vetusto y en­ monumentales siguientes: Secretaria de Ha­
I. U. Zavadskí, marchó de Moscú a Rostov en el revesado clérigo. Tampoco se nos alcanza cómo manos, a despecho, ordinariamente, de los ojos”.
Don. No era una partida de “tournée”, sino un perro sentirá ocularmente una longaniza. Ni Bien. No dudamos de la elasticidad —pura cienda: Catálogo de construcciones religiosas
el traslado definitivo del teatro a otra nueva resi­ nos quita el sueño. Porque nuestra animalidad goma— del universo. No de la chiclosa ductili­ del Estado de Hidalgo, formado por el ingeniero jefe
dencia, de la capital a una provincia. En la his­ —que no puede tildarse de conjetura— reconoce dad del logístico García Bacca. Que, sin duda, Luis A;cue y Mancera, introducción de Manuel
toria del teatro ruso, sin tener en cuenta los casos que el “dividir visualmente, e idénticamente, una tiene razón, aunque no lo parezca. Una razón Toussaint, recopilación de Justino Fernande;. Insti­
desgraciados en que el teatro se arruinaba en la longaniza en rodaias ideales, en círculos yuxta­ que duerme v que produce monstruos. El doctor tuto de Investigaciones Estéticas: Sillería del coro
capital y tenía que lanzarse a la provincia para puestos, de delgadez arbitraria, no es faena po­ Lafora podría diagnosticar inefable e infalible­ de la antigua iglesia de San Agustín. Estudio e intro­
remediar su situación, esto es un caso insólito. sible a una vida en plan de comer con los oios, mente. con sólo leer algunas líneas de don Juan ducción de Rafael García Granados. Dos tomos de
Con este teatro de Zavadskí —Teatro del Esta­ cual el animal; y es posible, por el contrario, David, acerca de la perniciosa índole de las láminas. Ambas obras son de las que honran al país
do— las cosas ocurrieron de otro modo. El teatro a una vida con vista eidética, aun sin hacer cien­ irrazonables razones de este inexorable razona­ que las publica. De ellas trataremos en d próximo
salió a provincias a proposición del Gobierno, para cia, por simple y puro goce de pasearse por el dor enajenado. número de ROMANCE.
31 de Mayo de 1941 ROMANCE Pagina 9
O recuerdo bien. Un día de ios radiantes anhela descansar: elige San Migue!, donde an­

L y esplendorosos de Madrid, que suelen ser,


como en Mexico, una parte muy respetable
de los del año, en el de 1935 vino a visitarme
mi amigo Felipe Cossío del Pomar. En aquel
tiempo andaba él metido en triple andanza: po­
J/OTIVOS CRITICOS taño reposaban los dueños de las minas de Guana­
juato. Y no conforme con su descanso, como para
el ánimo activo el reposo es imagen de la muerte,
convoca a las gentes más atrafagadas de Amé­
rica a descansar allí... pero trabajando. Hay
lítica, literaria y artística. Venía de recorrer
Europa. Me traía un presente: un libro que aca­
baba de publicar, en el que finamente recordaba
Del un modo de trabajar, aunque rudísimo a veces
siempre delicioso: el del arte. Es un trabajo que
es un descanso, una guerra que es paz; una
las conversaciones que había tenido con unos gran ilusión que templa y levanta el ánimo.
cuantos santones de la política y las letras. Con­
versamos de España y el mundo. Europa esta­
ba, según él, en una situación extraordinaria-
Cuzco a San Miguel I
Quien no ha sentido nunca la borrachera del
arte, no sabe lo que es bueno. Aun a los torpes
les deja caer en la boca sus gotitas de ambrosia.
mente confusa... y pavorosa. El tiempo le ha ¿ Por qué suelen ser gentes tan encampanadas
dado la razón. Y yo, que nunca tuve la más Por Juan DE LA ENCINA los artistas? Precisamente por eso: porque ca­
insignificante veleidad política con la República; taron el sabor de la ambrosia, que la antigüedad
que poco o nada entendía de la batahola de aquel helénica destinaba exclusivamente a los dioses.
avispero español que tanto merolico de entonces, ¡Ah!... esa reminiscencia no es para hacerles
ntnlticoloros como pericos y guacamayos, llama­ humildes. Convoca Cossío del Pomar en San Mi­
ban política en mi patria, me permití expresar guel al ocio activo, a la actividad deliciosa.
al amigo que tan a lo negro veía las cosas de La Escuela de Bellas Artes de San Miguel
Europa, mis temores sobre la situación, selva es, por decirlo así, un lugar de cura de la acti­
sombría y sin salida normal visible, en que nos vidad por medio de la actividad misma. El an­
iban metiendo a los españoles vertiginosamente tiguo y ruinoso convento de la Concepción ha
las pasiones y resentimientos típicos de las de­ vuelto a la vida. En verano, es como torre de
magogias que desde 1918 van repartiéndose el Babel donde se hablan tantos idiomas... Yo lo
desgobierno del mundo. Muchas veces me ha re­ he visto sólo en invierno y primavera. ¿Se puede
cordado el amigo lo que le dije aquel día, en hablar de invierno en San Miguel? Acaso...
que un pesimismo amargo sobre el destino in­ como se habla de invierno en Málaga, en Ma­
mediato de España y de sus cosas más finas llorca, en la Costa Azul, en Sorrento, en Ñapó­
acibaraba mi espíritu de hombre que.hasta en­ les. Así sí. Por obra y gracia de Cossío del
tonces poca cosa sabía de los desmayos del Pomar, el convento de la Concepción ha vuelto
ánimo por incoercible desilusión. a nueva vida. Su patio, anchuroso, plantado de
Cierto que nunca imaginé la bárbara tra­ limoneros y cipreses —éstos, centenarios, poseí­
gedia—nadie lo imaginó, ni los políticos, que dos del vértigo gótico de las ascensiones celes­
presumían de zaboríes. cuando eran puros ce­ tiales—, con sus matas de flores brillantes, sus
gatos-— que no tardaría mucho en venir. El ciego arcadas austeras y su brocal de pozo amplísimo
que guía al ciego convirtióse repentinamente, y elegante, en el que el surtidor hace permanente
«orno mutación de teatro de magia, en realidad guardia musical, repleto en el dia de luz, que
histórica española. La ceguera había de ser el juega inquieta al escondite —sol y sombra— y,
numen, el “duca" de los enloquecidos por com­ en la noche, de misterio solemne, como de can­
plejo linaje de quimeras. to gregoriano; si ya no posee el hechizo román­
Pasaron algunos años, pocos, pero bien nu­ tico y cristiano de la oración, ni la mística y
tridos de acontecimientos dantescos. Un día, ya la ascética, cosas bien alejadas —¿hasta cuán­
en México, recibí una carta en la que se me do?— del moderno vivir, ahora resuena con otro
invitaba a pasar una temporada en un pueblo, cántico espiritual: el del arte, el del laboreo de
cuyo nombre oía por primera vez: San Miguel la colmena artística. No sé si habrá tenido
de Allende (en tiempos de la Colonia, San Mi­ alguna influencia directa en Cossío del Pomar
guel el Grande), fundación de uno de aquellos aquella vieja predicación ruskiniana. No lo creo.
frailes extraordinarios, flor de una casta de com­ De todos modos, en el Convento de la Concepción
batientes y místicos cristianos, que la vieja Es­ de San Miguel de Allende, flotan hoy tácitamente
paña, ávida de aventuras, cual Amadis, enviaba algunas ideas del viejo y atrabiliario maestro de
a la Nueva, como sobrante de su propia y prodi­ la crítica inglesa. Se vuelve allí a la obra de la
giosa energía. Era de mi amigo Felipe Cossío mano, a los telares antiguos, en los que el indio
del Pomar, que me recordaba la conversación que teje sus sarapes, a la cerámica primitiva, a la
tuvimos en Madrid el año 35. El destino histó­ labra de imágenes populares, a la pintura como
rico y 'la locura del mundo nos habia arrojado, función social, que no debe confundirse con la
a él, politico .militante en su patria peruana, a de los pintores vanamente políticos. Un día ten­
mi, que jamás me ocupé de política, sobre esta drá su imprenta y de ella irán saliendo libros.
accidentada tierra de México, ambrosía y em­ El ocio noble, el ocio activo, creador por exce­
briaguez-para ?1 ojo y el corazón del hombre- lencia, está haciendo de este modo nuevas siem­
aírtista. bras y nuevas plantaciones en este adusto y
En San Miguel de Allende radicaba el ami­ antiguo convento de la Concepción.
go peruano, político, artista y escritor, que todas México, como España, está lleno de ruinas
«■tas. cosa* o actividades practica con celosa di- antiguas. A veces, se tiene aquí la impresión del
Kgeacia. ¿Qué hacía allí este hispanoamericano desmoronamiento, no ya de las culturas aborí­
—que me lo perdone, no acierto a' escribir el genes, que bien machacadas quedaron, sino tam­
término indoamericano, que sé le gusta, me pa­ bién de la cultura cristiana o española. Me
rem inadecuado— que tantos años habia pasi­ refiero, claro está, a los monumentos arquitec­
to en París, en Madrid, en Nueva York, en tónicos, que en el orden moral de las cosas sue­
Jétenos Aires, en Santiago de Chile; que había len en ocasiones tener más consistencia que la
navegado Amazonas arriba, coa el rifle en la ordenación tectónica de las piedras. No hay otro
mano, como explorador y artista? Hacia, en pri­ modo, pues, de conservar las viejas piedras la­
mer lugar, libros: una biografía de Pablo Gau­ bradas por la historia que el de darles nuevo
guin, pintor de su dilección, otra, política y objeto y función... a poder ser no alejado to­
agresiva, de Haya de la Torre, el “Indo Ameri- talmente del que tuvieron, del originario. Así
cano”, un copioso estudio crítico del Nuevo Arte, lo ha entendido Cossío del Pomar. Y bien estaría
etcétera etc. Y no contento con tan larga labor que los que pueden lo entendieran también así.
literaria, pinta cuadros, en los que a veces toma ¿Verdad, amigo Toussaint? Monumento abando­
por tema su tierra peruana —nostalgias y re- nado, ruina total segura. México, como España,
euerdos—-, con sus ásperas serranías y sus valles está sembrado de ruinas.
nemorosos, con sus poblados de indios de magní­ En esta forma, pues, mi amigo Felipe Co­
fica estampa, que él ha sabido interpretar con Cossío del Pomar: Indígena del Cujeo. ssío del Pomar, buen catador de grandes ciuda­
amor. des, de las Babilonias de todos los climas y len­
Y como sí lo dicho fuera poco para llenar guajes, de serranías dramáticas, de grandes ríos
las horas de una vida de artista, politico y es­ de poder y de fantasia. Porque la fantasia inter­ ¿Bascó este “lugar” en San Miguel el Gran­ poco explorados, de escenarios cósmicos, donde
critor, sobrándole aún energía y tiempo, esta­ vino no poco y guió su voluntad de poder, die ’ de el artista y político peruano? Tal vez. Por­ el drama del hombre primitivo sigue desarro­
blece, sostiene y dirige una Escuela de Bellas Willien zum Macht, que decía aquel hombre por­ que todo artista busca paz, por turbulento y llándose, y donde hay ruinas de culturas arcanas
Artes en el antiguo y adusto convento de la tentosamente débil, en todo lo que no fuera es­ andariego que fuere. Sólo en la paz, aunque fue­ trituradas; viajero infatigable, artista escritor
Concepción, con sus talleres y obradores, en los píritu, que fué Federico Nietzsche. Leyeron los re en la paz de la cárcel, donde —como se sabe— y político con su sangre española, santanderina
que se cultiva, además, con fino tacto las artes españoles de aquel tiempo su visión de la his­ se engendró el Quijote, pueden nacer y medrar y vasca —así es la mía también— y su ascen­
populares. De una casa curai en ruinas y de un toria en los libros de caballerías, que, en tierras las obras del espíritu. El “espíritu”, para ha­ dencia incaica, contempla, desde la paz activa
«erro plantado de mezquites, órganos y nopales del Nuevo Mundo, se convirtieron, de ficciones cerse obra de arte, buye del estruendo y de toda de San Migue! el Grande, cómo la historia juega
—árbol éste nacido de una fantasia cubista de desorbitadas, en fabulosas realidades. De Hernán vana agitación.’ San Miguel es por el momento con los poderes del mundo, mientras él espera
la naturaleza—, cubierto de malezas y cactáceas, Cortés a Teresa de Jesús y ai ventero del Qui­ buen lugar para el que quiere paz y reposo. La decisiones —reales o soñadas— en su particular
que surgen como erizos entre las breñas, ha he­ jote, los españoles, altos y bajos, leyeron los ciudad parece dormida en sus piedras como co­ orbe político, a la par que va destilando gota a
cho una casa de elegante sabor colonial y un libros de caballerías, y en ellos —mal que pese ral. Sus palacios barrocos, sus iglesias, cuyos gota, dia a día, las páginas de su último libro,
jardín, que, siendo de traza moderna, recuerda a Cervantes; él también los leyó y con frui­ interiores arden entre otros, espirales y volutas; entre histórico y poético: Cuzco imperial —aquel
los pocos jardines del viejo México que van que­ ción— sintieron el primer atisbo de aquel ape­ su buen temple, su aire claro, el paisaje que lo imperio incaico que describe con fruición, casi
dando y a los del sur de España. tito de ir ensanchando el horizonte familiar de circuye, más triste que alegre, anchuroso, noble como una arcadia, Garcilaso de la Vega Inca,
De este modo Felipe Cossío del Pomar, con una manera sin término. ¿Qué vale la historia y patético, con serranías al fondo, y el campa­ hijo de conquistador español y de una princesa
sus apellidos oriundos de la Montaña de San­ fabulosa de Amadis, de sus secuaces e imitado­ neo constante de las horas litúrgicas. .. Unamu­ inca, nieta del antiguo monarca Túpac Yupan
tander, en España, daba muestras ante mis ojos res, comparada con la historia real de tantos no diría que allí sueña la historia. Yo digo sim­ oui, “una de las tímidas flores indias —^dice
de español que quisieran ser eternos paija estar aventureros y soldados y frailes españoles de plemente que el tiempo allí va hilando, manso, Riva Agüero— que solazaron a los fieros caste­
. -eternamente viendo y mirando las cosas de este aquella edad ? Cuando Bemal Díaz ve atónito, torzales inacabables de melancolía penetrante, llanos”.
mundo y complaciéndose en ellas, de un espíritu desde la altura, por primera vez el valle de suavísima, indecible; y que por ello parece lugar Es cosa no desprovista de interés para el
constructivo de fundador a la antigua usanza Anáhuac —“viajero, hemos llegado a la región pintiparado para curar al hombre moderno de observador, lo aue está ocurriendo en la América
española. En México se siente como en ninguna más transparente del aire”, advierte un poeta su mal incurable de automática actividad. De vez de habla castellana. Garcilaso de la Vega el inca
parte esa pasión fundadora del español del viejo mexicano— con “las grandes torres y cues y en cuando pasa un indio muerto, la greña sobre va consiguiendo, a lo que parece, no escasa su-
y desvanecido imperio, que fué, en América, co­ edificios que tenían dentro en el agua”, dijo: la cara, asesinado a la vuelta de un camino, (Continúa tn la página It)/
mo la romana; frente a tantas mezquindades y —“que parescía a las cosas de encantamiento que victima de las luchas sociales, caballero en un Cossío del Pomar: Alcalde de Vara
locuras actuales, se levanta en la historia plena cuentan en el libro de Amadis”. El libro de Ama­ burro, que conduce la policía. Una escena go­ (Valle del Cuzco)
dis eta el espejo donde se reflejaban sus deseos. yesca. Cosa de poca monta para interrumpir la
Y no sabía el cronista soldado (les aconteció lo paz inquebrantable de la ciudad. Los “pulque-
Cossío del Pomar: Procesión en el Cujeo. mismo a sus compañeros de aventura) si soñaba ros” pasan los viernes como en reatas. La paz
despierto, “si aquello que veían —dice—, si era y delicia melancólica de San Miguel son más
entre sueños, y no es de maravillar que yo lo fuertes que el pulque expendido en el Nido
escriba aquí desta manera, porque hay mucho de Aguilas, donde también se venden ataúdes.
que ponderar en ello, que no sé como lo cuente” El reposo en el hombre —artista o no—
(lo mismo le sucedió a Teresa de Jesús con sus poseído por el demonio de la actividad es im­
visiones interiores): “ver cosas nunca oídas, ni posible: una ilusión que se acaricia toda la vida
vistas, ni aun soñadas, como víamos”. Maravi­ en medio del tráfago y los combates. El guerre­
llosa y candorosa parrafada de] maravilloso y ro piensa en la paz mientras va engendrando
“primitivo” cronista. la guerra—, un ideal inasequible para el hom­
¿ Qué tenía y tiene San Miguel de Allende bre plenq de vitalidad. En el fondo, aquel viejo
para atraer y sujetar así a hombre tan inquieto, general prusiano, desterrado en Rusia en tiem­
artista andante, deambulador' de continentes, co­ pos napoleónicos, filósofo de la violencia antes
mo es Cossío del Pomar? Muchas cosas tiene que Sorel, Klausevitz, tenía razón: la paz no es
San Miguel para atraer y sujetar a un artista otra cosa que preparación de la guerra. Tiempo
y escritor. Muchas tiene. Después de tanto ca­ sobrado tenemos de descansar en la muerte. El
minar en busca de aventuras, un día, en que el artista, el escritor, el político que quería “ha­
ánimo le flaqueaba, pensó don Quijote hacerse cerse pastor”, como don Quijote, en San Miguel,
pastor. Extraña y humanísima aventura, inspi­ no podía estarse duermes, contemplando, como
rada por el anhelo inasequible de paz en el áni­ en el pequeño poema de Baudelaire, mansamente
mo guerrero. ¿Quién en estas horas tremendas cómo pasaban por el cielo las nubes, “allá a lo
del mundo no quisiera jugar, como el Caballero lejos... allá lejos... las maravillosas nubes!”
de los Leones, a ser pastor? ¡Oh,- qué bueno, No.
qué bonito, tumbarse a la bartola en aquel San Miguel de Allende es lugar de cura
“logar cobdiciaduero para omne cansado", aue —Kurhaus— para los enfermos de “activismo”.
cantara ma ese Gonzalo de Berceo. donde Un hombre activo, dinámico, como hoy se dice
La verdura del prado, la olor de las flores, —aunque tantas veces el dinamismo de los “ac­
la sombra de los arbores de teraprados sabores tivistas” del día no pase de ser una especie de
refrescáronme todo, e perdí los sudores: baile de San Vito o danza de los “convulsiona­
podrió vevir omne con aquellos olores! rios”—, hastiado del tráfico mecánico moderno.
Pagina 10 ROMANCE 31 de Mayo de 1941

MOTIVOS CRITICOS
EDITORIAL ERC1LLA, S. A. (Sigue de ¡a fagina 9)
cesión. Rememoro desde Andalucía con fantasía
y color —antes se dijo que imaginativamente,
,! AGUSTINAS 1639 - CASILLA 2787 SANTIAGO DE CHILE ahora que exactamente— los fastos del desbara­
tado imperio incaico, el de sus antepasados ma­
temos. i No vemos en estos tiempos a tantos
escritores y artistas hispanoamericanos evocar
— y aun añorar— con romántico fervor, sincero
o artificioso, el recuerdo ele las culturas ameri­
canas extinguidas, en parte, al bote de lanza del
conquistador imperial español, y no menos, acaso
más, en virtud de su interna e irremediable de­
bilidad? ¿No les vemos, armados de conocimien­
tos científicos más precisos, pero con tradiciones
históricas mucho más alejadas, muchísimo menos
vivas, hacer evocaciones y pinturas del mismo o
parecido linaje que las del “inca mestizo” —im­
buido, y más que imbuido, embriagado, de gus­
tos renacentistas, traductor al castellano de la
POR Fitografía, Diálogos de Amor, de León Hebreo?
En ocasiones me empeño en ver en estas cosas,

Margaret Mitchel que en todo caso tienen grandísimo interés, algo


así como “la voz de la sangre” —de una de las
sangres, que mueve guerra a la otra, como ha­
bía sucedido en el campo cruel de la historia—,
La tragedia de una generación norteamericana (la Guerra de ^Secesión), descrita en forma viva y animada, tras de una voz que quiere vehementemente expresarse, aun­
intriga amorosa que ha conmovido a todos los públicos de la tierra. ,AI través de un tono de dramática naturalidad, nos que sea en la lengua del conquistador, porque
no hay otra; y ai mismo tiempo, no menos, por
familiariza con personajes animados por un extraordinario soplo de vida, con cuyas emocionesy reacciones nos identificamos. lo menos 'otro tanto, una ancha oleada román­
tica, vagamente sentimental, extemporánea en
Ediciones de $ 40, $55 y $70 pesos chilenos. algún caso, que va corriendo por toda la Amé­
I GRANDES NOVELAS rica de lengua española, desde las riveras del
i Bravo a los capipos solitarios de la Patagonia.
Ana Vickers, por Sinclair Lewis ................................ $ 20.00 (m. chi.) Ha producido ya unas cuantas obras considera­
í bles en arte y letras. ¿Qué es la pintura de
El Soldado Cola, por Mario Puccini .'....................... 8.00 *•
La Chica del Crillón, por Joaquín Edwards Bello.. . 15.00 *» Diego Rivera, vertu gratia, sino, en parte, pro­
Las Fracasadas, por François Mauriac ..................... 12.00 ducto de esa voz?
Las Muchachas, por Henri de Montherlant............... 18.00 ♦» I
Una Novela que Comienza, por Macedonio Fernández. 10.00 »*
Pedro y Lucía, por Romain Rolland ............................ 10.00 ♦V i
Rahab, por Waldo Frank ................................................. 18.00
El Miedo de Vivir, por Henri Bordeaux.................. 10.00
Pequeneces, por el Padre Luis Coloma .................... 12.00
Una Laborantina, por Paul Bourget, (empastado)... 11.00 ♦»
LA QUE NO PERDONO LAS OLAS LA FOSA COMUN
!
i por Hugo Wast.—Prosa fluida, personajes de por Virginia Woolf.—Una de las novelas más
celebradas de ia famosa escritora inglesa, y por Henry Troyat.—El autor de “La Araña”,
I
relieve, encantadora amenidad en el relato y sin duda la más original de todas ellas, en Premio Goncourt, nos deleita con un conjunto
gran atractivo en la intriga caracterizan es­ una magnífica traducción de Lenka Franulic.
Cada giro de su estilo sutil, lleno de sentido, de novelas cotras, dignas del dramatismo de
ta novela.................................... $ 15.00 (m. chi.) está magníficamente expresado en la .versión. Dostoiewski .......................... $ 12.00 (m. chL)

Cossio id Pomar: Mestia»

Cossio del Pomar está desde hace algún tiem­


po idealmente inmenso o navegando per esa
corriente. Luego de haberse interesado tanto por
las cosas de Europa, asimilándoselas —no olvi- •
demos que, como critico, es el autor-de nao de
los mejores libros que se han escrito sobre Paul
Gauguin— ha tomado, como tantos otro*, que
están también en su caso, aquella actitud que pre­
coniza el apartamiento de Europa, mejor dicho,
que se impone como norma rigorosa el buscar
dentro de los diversos países de América un
arte que les sea peculiar. Nada más plausible.
Unamuno repetía constantemente que Dante, a
fuer de florentino, era universal; él también,
Miguel de Unamuno, sintiéndose español pro­
fundamente, aunque vasco por treinta y dos ape­
llidos, según decía, se consideraba por eso mismo
ciudadano del Universo. El nacionalismo artís­
tico, cuando se le considera en sus genuinas
raíces, no es incompatible eon la Wettttteratar
(la literatura universal), que decía Goethe. Lo
mismo puede decirse del arte.
De ahí que, desde uno de los cerrillos don­
de muere la antigua ciudad de San Miguel el _
Grande, evoque Cossio del Pomar su patria le­
jana —achaque inmemorial de desterrados—; y,
como a su paisano el mestizo renacentista Gar-
cilaso de la Vega Inca, se le vaya preñando la
imaginación con todas aquellas cosas extrañas
y solerpnes, pavorosas y exquisitas, que de todo
hay en las viejas culturas americanas, de una-
civilización aborigen.
GINGER ROGERS CON LA OBRA'QUE LA CONSAGRO ACTRIZ MAXIMA DEL AÑO
Un verdadero acontecimiento cinematográfico ha constituido la adaptación a la pantalla de la célebre novela de
Christopher Morley: “KITTY FOYLE” que la RKO prese ntará en el mercado sudamericano con el subtítulo de “Es­
pejismos de Amor”. LIBRERIA DE
Por su parte, ERCILLA lanzará la próxima semana la versión española realizada por Lenka Eranulic. de esta ¡
obra que ha constituido el mayor éxito de librería de los últimos tiempos, y para la cual ha adquirido los derechos ex- !
elusivos.
KITTY FOYLE ha entusiasmado a millones de lectores porque contiene la primera personificación honrada de
la “White Collar Girl", o sea de la Muchacha de Cuello Blanco, nuevo ejemplar de la raza humana que debe luchar
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por la existencia y por el amor en un mundo en que los hombres son sus competidores a la vez que sus galanes.
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{• • MEXICO, D. F.
31 de Mayo de 1941 ROMANCE Pagina 11

R- crimen de la Profesa”, llamado así por­


que fué cometido, con lujo de horror, en A poco, se informó al público que los cuatro
It la persona de un joyero, Tomás Hernán­ sentenciados ocupaban en la fortaleza de L lúa la
dez Agtrirre, que tenía su tienda cerca del templo crujía llamada “Él Purgatorio”, en tanto que Marti­
de aquel nombre, fué la nota roja más importante nez esperaba en Belén el momento de ser condu­
del año de 1891. Conmovió e interesó a todas las cido al paredón. Vanegas Arroyo publicó una Can­
clases sociales durante más de seis meses de aquel ción traída de las playas de San Juan de Ulúa, que
año, pródigo también en efemérides artísticas tales Posada ilustró imaginando que dos de los cuatro
como el debut de Virginia Fàbregas, que con el tiem­ criminales partían piedra y dos cantaban:
po se haría ilustre actriz, y el estreno de- la ópera
Keofat, del compositor mexicano Felipe Villanueva. No tenemos otro amigo
. El editor popular Vanegas Arroyo, que estaba
Sentando, sin saberlo, las bases del folklore nacio­
aw ax ni escuchamos más cantar,
que el poderoso mugido
tan triste como un gemido,
nal más rico de que puede enorgullecerse México, de las oías de la mar.
lanzó una infinidad de "hojas" que comunicaban
al público las últimas noticias del asesinato, de la Se relata, en cuartetas octosílabas, la vida de ¡os
persecución de los criminales, de la aprehensión par cuatro criminales en San Juan de Llúa...
de sospechosos y delincuentes, del patético jurado,
(fe! envío de los criminales a San Juan de L’lúa, de la Àrmanòn ite Marta g ©antpita y aquí termina por fin
vida de éstos en el trágico penal veracruzano, de la primera despedida,
fe fuga de José Bruno Martinez, encarcelado en Be­ (Grabados reproducidos de las bojas de Vanegas Arroyo) de aquellos cuatro infelices
lén, de la de Gerardo Nevraumont, que estaba en casi enterrados en vida.
□e Ulúa, y de su desaparición completa, comido, al
parecer, por los tiburones. Mientras tanto, José Bruno Martínez se fuga
de la cárcel de Belén: “Si alguna esperanza abri­
En la magnífica monografía Obras de José Gua­ gaba de obtener el indulto, con cuyo objeto se decía
dalupe Posada, grabador mexicano, publicada en que algunas señoras se acercarían al Presidente
1930 pór Frances Toor con un estudio de Diego de la República, con este rasgo de audacia es evi­
Rivera, se reproducen seis ilustraciones de las mu­ dente que ha destruido Jas intenciones que tuvieron
chas que hizo Posada para las hojas que, en edi­ de favorecerle; y aun en el caso de que esto no fuere
ciones extraordinarias, vomitaba la prensa de Vane- así, lo que sí es casi seguro, es que no obtendrá la
gas Arrayo: Los deportados al castillo de San Juan gracia que en su favor se solicite. El tormento de este
de Ulúa (página 29); £7 fusilamiento de Bruno Mar­ desgraciado debe de ser ahora más insoportable que
tínez (página 31); El cadáver de Bruno Martínez nunca”.
conducido por una ambulancia (página 33); El co­ Bruno Martínez fué aprehendido nuevamente y
rrido del robo de la Profesa (página 35) ; El corrido ajusticiado. Mientras tanto, Nevraumont. en San
del crimen de la Profesa (página 39); Reconstruc­ Juan de Llúa. era comisionado para componer el
ción del asesinato y robo de la Profesa (página 46). faro, y cuando se encontraba un poco alejado de sus
Estas ilustraciones a corridos o relatos perdidos custodios, se arrojó al mar. Su desaparición fué
absoluta.
ahora, y que narraban con sencillez y emoción los
detalles de aquel escandaloso y apasionante proceso, La hoja extraordinaria que, con tan atroz suce­
so, lanzó Vanegas Arroyo, ilustrada magníficamente
fueron recogidas por la acuciosidad de Vanegas Arro­ por Posada, asegura que Nevraumont lué comi­
yo hijo, de Diego Rivera y de Frances Toor. Aparte do por los tiburones. Nada volvió a saberse de él.
de ellas, Posada trazó otras muchas, de las cuales Allí en profunda aflicción, Sufriendo mil desengaños
Bien justificada a fe, Nadie recuerda a Bruno Martínez. Sonsa y Caballe­
poseo hasta cinco, que se reproducen en el presente Posaré dieciséis años. ro murieron en e! penal veracruzano. Sóio quedan de
articulo, para ensanchar un poco la bibliografía Se encuentran'Sousa, Treffel,
Caballero y Nevraumont. aquel horrible crimen una docena de grabados genia­
de Posada y Vanegas Arroyo acerca del famoso Por su parte, Caballero exclama: les del Goya mexicano y cuatro o cinco corridos
crimen de la Profesa. anónimos en los archivos de quienes guardan celosa­
El poeta anónimo hace decir a cada uno de los Mi familia, siempre honrada,
Bruno Martínez y Gerardo Nevraumont resul­ cuatro sus penas y tristezas. Nevraumont se acuer­ mente estas ricas expresiones del ingenio popular,
taron ser los principales asesinos del joyero Hernán­ Por mí manchada se vió, cuyos vates y videntes supieron interpretar con acier­
da de su madre y de su patria:
dez Aguirre. Llevados al jurado, junto con varios Y asi me vine a ver yo to las angustias de los desventurados criminales.
cómplices, fueron condenados, unos a la -pena capi­ F cuando llegue a salir En situación angustiada. I no de ellos dice, previendo el suicidio de Nevrau­
tal y otros, según digo antes, al presidio de San mont .
Me hallaré solo en el mundo,
Juan de Chía. Partieron para éste Navraumont. Si no llego a sucumbir E! éxito que alcanzaban estas hojas, en las que
Treffel, Sousa y Caballero; en Belén, quedó Pruno En este encierro profundo. el público creia encontrar la voz auténtica de los Adiós. Sousa. buer. amigo.
Martínez. sentenciados, obligaba a Vanegas Arroyo a insistir También Caballero, adiós
En extranjera nación en la simulación. El corrido, en octavas, de la hoja Voy a dar estrecha cuenta
' De la luna a los reflejos Hoy me miro sentenciado titulada fermentos, recuerdos y tierna despedida de en e¡ tribunal de Dios.
Que sobre la mar fluctúa, T de todos despreciado Gerardo Nevraumont en el castillo de San Juan
Por una perversa acción. de Ulúa es de una conmovedora sencillez que debe de Compurgo ya mi delito
Se ve de San Juan de Ulúa y mi crimen tan atroz
haber puesto lágrimas de emoción en los lectores
La negra sombra a- lo lejos. Y en seguida : populares. Quitándome la existencia.
Adiós, amigos, adiós.
Pagina 12 ROMANCE 31 de Mayo de 1941

LA NATURALEZA CREADORA DE LOCURAS...


f'ddiK.j fi

de escudos, con todo :n: rico arsenal de orna­ ile ios naturalistas, todos los cuales corrieron
mentos extraños, que subrayan su monstruosidad
de pesadilla. Los enormes estegosauros, ton sus
igual suerte que la dronta.
Por causa análoga han desaparecido del mun­
Dos nuevos libros editados por el
espaldas dobladas en arco por el peso de sus do de las especies vivientes los moas o avestru­
gigantescas escamas (Fig. 5). cuernos horríso­
nos. como los tres del triceratopos ( Fig. 5); ale­
tas que se yerguen airosas en su inutilidad, como
ces gigantescos de Nueva Zelandia, que si bien
eran veloces en la carrera, a pesar de su enorme
talla, de 2.70 a 2.80 ni., carecían de alas; en e!
Banco Nacional de Crédito Agrícola
en los dimetrodon (Fig. 5i, y tantos más que mismo caso se encuentran los epiomis de Mada­
nuestra fantasía nos pudiera sugerir.
En esta época se enseñorearon de la Tierra
gascar, de tipo y talla muy semejantes.
Todavía se conserva el relato de un anciano
S. A. de México:
los más gigantescos animales de los que hay jefe maori, que antes de la posesión de la isla
memoria. Los tiranosauros, atiantosauroR, bron- por los ingleses, recordaba que en su lejana in­
tosauros, diplodocus, no han tenido, ni quizás fancia. había saboreado el sabroso bocado de un
tengan, rival entre los colosos animales; ante trozo de moa.

El incremento de talla, o gigantismo, heraldo


de la decadencia y desaparición de las especies

Según todos los indicios y según todos los da­


tos recogidos por los naturalistas, tras minu­
ciosos estudios, la evolución de las especies puede
dar lugar a formas cada vez de mayor talla y
corpulencia. Al iniciarse esta evolución todó es

EL TRIGO
alegría y optimismo; las especies más robustas
eliminan a las más débiles, quedando el campo
por suyo; pero el carro no se tiene; recibido el
impulso inicial, la talla y la corpulencia aumen­
tan de un modo desmedido y cuanto mayor es el
esplendor adquirido, más pronto se alcanza el
momento de la decadencia y extinción.
Si aparece un nuevo competidor más ágil o
el medio ambiente se altera, a veces en mínimas
proporciones, estos animales gigantescos y des­
comunales, poco adaptables, con la desventaja
que les proporciona en la lucha por la vida su
enorme peso, sus colosales exigencias nutritivas,
en
su lentitud de crecimiento y de reproducción y
la natural torpeza de movimiento que su ingente

MEXICO
masa les impone, son víctimas de su propia exu­
berancia.
Uig. 1.—El ciervo de grandes cuernos o megaceros, Los grandes mamíferos, como las girafas, con
especie desaparecida por el desarrollo gigantesco de su cuello descomunal y desproporcionado, que
sus cuernos escapa a toda concepción sensata del equilibrio
orgánico, los elefantes, los rinoceróntidos, tienden
ellos los rorcuales, ballenas y jubartes son casi a desaparecer de la superficie de la Tierra, ocu­
pigmeos, y no digamos nada del pobre ejército pando, cada vez, áreas más aisladas y restrin­
de los cuadrúpedos terrestres o de los míseros
reptiles actuales, que son insignificantes lilipu­
gidas.
Los rinoceróntidos, abundantes en otros tiem­ (EL CLIMA)
tienses, comparados con la magnificencia de sus pos, culminaron en el gigantesco y desproporcio­
ancestrales mesozoicos. nado Baluchithérium, el mamífero de mayor talla
terrestre de todos los que se tiene noticia (Fig. 1),
descubierto en los valles del Asia central, en el
De la dronta, el ave más disparatada que ha corazón del Baluchistán, en 1909, por Forster POR
existido y otras de su estirpe y calaña Cooper, actual director del Museo Británico de
Ave sin vuelo, rechoncha, de insospechada
contestura, que, desconocida, llevó una existen­
cia feliz en la isla Mauricio, hasta que al final
del siglo XVI llegaron hasta aquel rincón del
Historia Natural; los elefantes alcanzan su máxi­
ma talla en el Archidiskodon imperator, y la gi­
rafa representa el coloso de su grupo (Fig. 1).
Dentro de los primates le cabe al gorila y al
Alfonso Contreras Arias
hombre el triste sino de ser los gigantes de su
mundo los navegantes holandeses. Una pequeña grupo (Fig. 1).
expedición capitaneada por Jacob Cornelius Van $ 3.50
Neck, dió con la ignorada isla; la tripulación ¿Y el hombre?
vivió encantada en tan remoto paraje, especie
de Jauja, en la que los más sabrosos animales ¿Es posible que el hombre sea un fracaso
abundaban; entre ellos destacaba por su profu­ más? ¿Quizás es otro de estos seres plagado de
sión y extraño aspecto la dronta o dodo, de torpe imperfecciones o estructuras inconvenientes?
correr y totalmente inofensiva, a pesar de su pico Tal pretende más de un hombre de ciencia
imponente y sus robustas y cortas patas. Animal y hay que confesar que tal ves haya razones
tan torpe mereció, andando el tiempo, el justo
remoquete de Didas ineptus que le aplicaron los
naturalistas. Las diversas gentes que en años
sucesivos colonizaron la isla se despacharon a
su gusto a costa de esta ave que ni volaba ni
corría, por el impedimento que su grotesco cor­
pachón representaba para todo ejercicio. Tal fue
la mortandad que hicieron en ella que, justa­
mente un siglo después de su descubrimiento, las
drontas desaparecían del mundo de las especies
vivientes, muertas a palos por los glotones na­
vegantes. Sabemos hoy de su torpeza por algunos
de sus restos que se conservan en los museos, co­
mo oro en paño, y por alguna pintura en que se
la representa con todo detalle y minucia, como la
efectuada sobre algunos ejemplares llevados a
Holanda en el siglo XVII (Fig. 6).
En ia isla de la Reunión vivió su congénere,
EL TRIGO
de igual torpeza, cl Didus borbonicus, y en la
isla Rodriguez el solitario o Pezophaps leguati los costos de í
Acaba de ponerse a la venta:

EL Uig. —La girafa es el último representante de un


grupo en vías de desaparición, a lo que sin duda
contribuye su pescuezo descomunal
PRODUCCION
para sustentar esta tesis. Los que así opinan POR
suponen que el desarrollo extraordinario del ce­
rebro humano es un caso típico de hipertelia, y

Por Gabriel García Maroto


que la disarmonía entre la capacidad mental del
hombre y su evidente y lamentable debilidad fí­
sica representa un riesgo grave para su subsis­
tencia como especie biológica. Ello le obliga a des­
Gonzalo González H.
vincularse cada vez más de la naturaleza y a
“Es el Valle de nuestros días, crear, a fuerza de ingenio, un ambiente artificial,
VISTO A UNA CLARA LUZ, EN EXIGEN­
acomodado a sus posibilidades, en el que desen­ $ 2.50
vuelve su existencia. Amén de esto, su talla eleva­
CIA SOLIDARIA. Un DOCUMENTAL MA­ da, que le coloca en la cumbre de la serie evolutiva
de los de su estirpe, representa un triste augu­
TIZADO, REVELADOR DE UNA VERDAD rio de un próximo fin posible, presagio que pone
QUE SE IGNORA O SE DISIMULA, POR en entredicho el imaginado superhombre, cuando
UN MAL ENTENDIDO AMOR O UNA IN­ la meta se presiente, y no lejana. Todo ello, si
como es de suponer, el principio de la evolución
DIFERENCIA OFENSIVA.” de talla se cumple para el rey de la creación,
como para los demás animales.
Algo, y aun mucho, ha de haber de atinado
Magnífica presentación. 361 en tesis tan atrevida, cuando absortos asistimos
al hecho insólito de que la débil criatura hu­
reproducciones fotográficas mana se las ingenia para destruir de un modo
intercaladas en el texto. implacable, animado de la pasión bélica, las más Exclusiva de distribución
bellas y apreciadas creaciones de su ingenio y
de su espíritu. Clara disarmonía entre el mundo

Precio $ 9. 00
mental y el moral, tan grave cuando menos, co­
mo el desequilibrio entre su inteligencia y sus
menguadas capacidades físicas. No parece pro­
bable, al menos dentro de buena lógica, que una
E. D. I. A. P. S.A.
humanidad que actúa con tal saña y frenesí, sea
Pedidos al apartado 8092. un producto plenamente logrado; más bien hay Apartado postal 8092. México, D. F.
que pensar, piadosamente, que le falta algún tor­
México, D. F. nillo, o que, por el contrario, le sobran piezas a
la maquinaria humana o algunas de ellas son
defectuosas o mal concebidas. *
51 de Mayo de 1941
ROMANCE
PRINCIPIOS de este año se ha celebrado

A en Moscú una exposición de las mejores


obras de los pintores, escultores, dibu­
jantes y arquitectos de la U. R, S. S. La expo­
sición. que ha constituido un acontecimiento en
la vida de ia capital, ha interesado a amplios
Una ' Exposición de Bellas Artes
les, pintado hace unos cuantos años, es uno de
los más populares en el pais. El pintor ha re­
presentado en él un episodio frecuente en el
pasado remoto.

sectores moscovitas. EN LA __ _ s-oonvtts cuauius, £ÇiauaaOS, Ql-


Se expone en ia Galería Tretiakov la colec­ bujos, proyectos arquitectónicos y maquetas. Por
ción más importante de pintura rusa, cuadros ello nos limitaremos a unas cuantas conclusiones
pintados por los artistas de la U. R. S. S. duran­ generales sobre las bellas artes en la U. R. S. S.,
te los veintitrés últimos años, junto a lienzos de
los viejos maestros rusos Levitsky, Borovikov­
sky, Briúlov, Pierov, Kramsko, Riepin, Serov,
Levitán y otros. El visitante, comparando las
obras nuevas con las viejas, percibe el nexo que
las une, la continuación de las mejores tradicio­
URSS. conclusiones que confirma plenamente la exposi­
ción de que hablamos.
El arte ruso ha salido del atolladero del for­
malismo en el que entró en 1910-1911. Lo han
enriquecido creaciones de las varias nacionalida­
des de la U. R. S. S.; la vida le ha dado un rico
nes del pasado, la afinidad de espíritu, en la contenido, asegurando el triunfo de las tenden­
profundidad de concepción y sentimiento. Por Igor GRABAV cias realistas, que ahora caracterizan las obras
El espectador soviético conoce la mayoría de la inmensa mpyoría de los pintores.
de las obras expuestas, pero vuelve a detenerse Aún no está totalmente terminada la lucha
gustoso ante esos cuadros, porque incluso una /. Cbaikov: Futbolistas (escayola) contra las tendencias hostiles al realismo. Algu­
visita rápida le convence del desarrollo ininte­ nos pintores sienten todavía las influencias del
rrumpido de las bellas artes en el país. Sobre formalismo y del naturalismo. Pero la exposi­
todo llama la atención la riqueza de temas que ción de 1941 es la mejor prueba de que en la
ofrece al pintor la vida cotidiana, su fiel inter­ V. R. S. S. ha triunfado en el arte el realismo,
pretación. El centro de la atención del pintor lo que es ahora la tendencia dominante. Bajo la
ocupa el hombre con su rico mundo interior, sus bandera del realismo trabajan pintores del ca­
preocupaciones, sus penas y sus alegrías. Por rácter más diverso, aunados por el deseo de dar
eso hay en la exposición tantos retratos. una interpretación justa de la realidad en imá­
Llanta la atención de los visitantes una dé genes artísticamente perfectas.
las obras más fuertes del viejo pintor Nésterov: Esta exposición de las mejores obras del ar­
el retrato del fallecido académico I. Pavlov. El te soviético no es sino una etapa para un acon­
gran fisiólogo está sentado ante una mesa, con tecimiento importantísimo: la exposición “Nues­
lea brazos extendidos sobre ella y los puños ce­ tra Patria”, que se inaugurará el día del vigé­
rrados, junto a una inmensa ventana, ñor la simo qiñnto aniversario de la U. R. S. S-,
en 1942.
cual se ven las casas de Koltushi, donde vivió y
trabajó durante largos años. Entre las obras de Los pintores de Mioscú y de Leningrado,
1940 hay que señalar un retrato de la escultora Ivov y Kiev, Tbilisi y Vladivostok, preparan es­
bozos, estudios, fragmentos de los futuros lien­
V. Mújina, modelando una estatuilla. Cada re­ zos de esa exposición, que será un resumen del
trato de Nésterov da a la composición una so­
lución nueva, siempre inesperada e interesante. desarrollo del arte en la U. R, S. S. durante un
cuarto de siglo.
“No basta —decía Riepin— que la obra de
arte copie la naturaleza; el artista infunde a su
obra ' el encanto de la impresión... se aprecia LA POESIA ESPAÑOLA...
en ella el ama viva del artista" Esta “alma viva
del artista” es lo que se siente en los retratos (Sigue de la ptígtna 5)
de Nésterov y en los bustos y retratos de V. En sus Pompas fúnebres, deliciosa caricatura en
Mújina. Muy buenos son el retrato de su hijo, nueve cartones, descubre en “el difunto" los tópicos
del doctor Zamkov y muchos otros. esenciales y sensibles de la muerte: “Serrín y gusa­
Entre las esculturas monumentales se dis­ no. lamento, sollozo, delirios y lirios... y las men­
tinguen las obras de Mújina, autora del grupo tirillas del novenario”. Y junto al cadáver, en un
de obreros y koljosiana, que se hizo universal- rincón de la cámara mortuoria, a modo de aderezo
mente célebre en el Pabellón Soviético de la Ex­ macabramente insustituible, un sobrino transmutado
posición de París de 1937, En el proyecto de en ciprés, o quizás con más exactitud, un ciprés que
monumento a Gorki, que representa al escritor encarna en la rigidez e inmovilidad de un sobrino.
en sus años juveniles, aúna el romanticismo v el Luego los amigos del matrimonio que desfilan ante
la viuda y que —“No la digo nada", “No la digo
realismo que han sido la fuente de sus obras. nada”— se van. efectivamente, sin decir más que
Entre las demás esculturas monumentales de no le dicen nada. Después, "un etcétera de ami­
la exposición es digno de mención el proyecto gos y de coches otros etcétera”. Más tarde, "un
de monumento a Gorki, en Moscú, obra de I. teologal estruendo de campanas broncas y campa­
Shadra, que ha expuesto, además, una cabeza nas tiples". Posteriormente, el “serio cementerio”,
del escritor, admirable por su plasticidad y por que acoge con el idóneo tin-tan a las almas que van
lo hondo de su caracterización. Por su vitalidad en fuga, y que el poeta, con una acotación humo­
se distingue también una estatua monumental rística (Cementiri, en catalán) manumite del agobio
de Sergó Ordzonikidze, obra de los jóvenes es­ y la pesantez de lo irremediable. Y. por último,
cultores Ingal y Bogoliubov. tras el epitafio ineludible —"¡Jamás te olvidaré
esposo mío!”—, las segundas nupcias y las tres
Con gran agrado hemos visto en la exposi­ versiones de la muletilla final del muerto: "Porque
tion numerosos paisajes, a los que los pintores, fui romántico. ¡Porque fui romántico! ¿Por qué
durante cierto tiempo no concedieron la atención fui romántico?”.
que merecen. La exposición es una muestra del Posiblemente Antonio Espina alcanza, de veras
renacimiento del paisaje en sus mejores tradi­ y por burlas, la altitud poco menos que inasequtb’e
ciones realistas. Pintores de diversas tendencias, de la verdadera poesía. Vayan, pues, como compro­
jóvenes y viejos, han enviado a la exposición baciones de rigor, dos últimos ejemplos:
cuadros que reflejan la riqueza y la variedad
de la naturaleza del pais. Tales son las obras de El sol es perseguido de cerca por el horizonte.
Krymov; los claros paisajes de la luminosa Ar­ Envíen Guardia Civil.
menia, obra de Martiros Saríán; los paisajes Ya casi no queda tarde.
líricos de K. Yuon, de S. Gerasimov, de Bialnits-
ky-Birul y otros, penetrados de profundo amor Y
y ternura.
Las obras de estos pintores reflejan el nue­ Hay
vo paisaje del país con sus muchas fábricas y
centrales eléctricas, con sus aldeas koljosianas en la net he de extático infinito
de campos inmensos, con tractores y segadoras- un ¡ay1 y otro ¡ay',
trilladoras. Tampoco dejan los pintores soviéti­ el que lan;a el pingón de la estrella v el esdrújulo
cos de cultivar ia naturaleza muerta, como lo grito
prueban sobre todo los impresionantes lienzos Jel ofidio dorsal
de Konchalovsky y Mashkov. (Hay en ia noche .1
Llama ia atención del visitante una serie de ¡En la noche'
notables obras sobre temas históricos. El cuadro libia.
de B. Ioganson: En «na vieja fábrica de los U ra­ desceñida.
¡tan tibial
íl /oganson : Los urales de Demidov. En una vieja (Concluirá)
fábrica de los Urales (óleo)
A. Gerasimov Después de la lluvia (óleo)
Pagina 14 ROMANCE 51 de Mayo de 1941
TRES RESPUESTAS Francia es el país que ha hecho del gineceo su
EL DIARIO DE HAMLET GARCIA primera institución nacional.
Primera respuesta ( >:gut- Je la página à) Iba instituyendo esto que escribo a medida
que bajaba hacia la calle, cuando me detuvo la voz
5 de maye.—Esta mañana he sido causa y vic­ trabajado mi cuerpo hasta sacarle chispas. Ofe­ encefálica y ios nervieciüos xie mis corvas como de Ofelia amplificada por el hueco de la escalera:
tima de un accidente que me ha herido levemente lia me apretaba la piel como si le diera rabia los del plexo solar. —¡Hamlet! ¡Hamlet!...
una rodilla y me tiene aún enajenado. He salido y a mí me producía un extraño placer. En la puerta del piso he topado con Ofelia. —¿Qué? —repuse elevando la cabeza.
de mi casa, para acudir a la de uno de mis dis­ Después de un restregón en el que, juraría, Estaba con la espalda pegada a ella, los brazos Hubo unos segundos de silencio.
cípulos, con el disgusto de que se me había hecho han intervenido ¡as uñas, Ofelia se ha plantado: en cruz y el rostro convulso. El desnivel entre —¿Qué? —repetí más fuerte.
tarde. Al llegar a la calle las bandadas vocingle­ —Bueno, ¿ va ? la serenidad gozosa que llenaba mi ser y su ac­ —Nada —contestó Ofelia.
ras escapadas de los colegios cercanos y ¡os gru­ —Ya. titud trágica era tan grande que no he podido Escuché. Oí el golpe de la puerta del piso al
pos de obreros n.-esurosos me han hecho más pa­ —Y ahora ¿qué? ponerme a tono. Yo bien hubiera querido tra­ cerrarse. Otros segundos de espera. Después me
tente mi retraso. Eran dadas la.- doce y mi cita —Ahora tráeme una muda limpia, garme la sonrisa que traía en la boca, pero se ha encogí de hombros y seguí mi camino.
era a las doce en punto. Me molesta más en mí —¿Una muda? resistido a todos mis esfuerzos y su presencia ha
que en los demás ¡a descortesía de la falta de —Sí; una muda —he dicho, firmemente. sido causa de que Ofelia se erizara más. Segunda respuesta
puntualidad v mi malhumor ha crecido en pro­ Hoy estamos a miércoles y la costumbre de Llegados frente a frente, yo con mi sonrisa y
porción a la conciencia de mi falta irremediable. la casa es que cambie de ropa interior una vez ella con su carátula esquiliana, hemos permane­ 23 de agosto..—Esta tarde el misterio me ha
Con este ánimo he tomado puesto en la parada por semana y precisamente el domingo. Esta cido mirándonos unos minutos en silencio. Yo levantado otro de sus velos. Ha ocurrido el su­
del tranvía. El primer coche que ha llegado ve­ costumbre no se había alterado jamás. Me he quería hablar, pero la sonrisa no me dejaba. AI ceso en la plaza de toros. Uno de mis discípulos
nía lleno —lleno a la manera madrileña, es decir, dado cuenta de que una bomba que le hubiera /in ha sido Ofelia, seca, cortante, fría: me pidió que le acompañara a la corrida anun­
Heno ncr dentro y por fuera— y no se ha dete­ caido a los pies no le hubiera producido a Ofelia —¿ Dónde vas ? ciada para hoy y no supe negarme. En el fondo
nido. Esta contrariedad ha acabado de descom­ mayor efecto. La he visto vacilar, cambiar de He hecho un gesto mudo señalando la puerta. agradecí la invitación. Voy poco a los toros por­
ponerme de tal forma que, cuando ha aparecido el color, estremecerse; he visto a sus ojos pasar Sin mala fe. La endiablada sonrisilla que no de­ que los obstáculos que hay que salvar hasta en­
siguiente y me he dado cuenta de que tampoco por todas las fases: el terror, la ira, el asombro, jaba sitiq. a las palabras. contrarse, a la hora de sonar Jos clarines que
pensaba detenerse, sin dármela de lo que hacía, y a sus manos crisparse sobre su falda y luego Ofelia ha repetido: preludian el paseíllo, sentado en uno de los doce
me he apercibido para engancharme en él por subir al pelo y luego apretadas contra la frente, —Te pregunto que dónde vas. —Y a continua­ o catorce mil asientos del coso, exigen un esfuer­
las buenas o las malas. La operación tiene dos para acabar cruzadas sobre el pecho, rígidas, yer­ ción y ya en tromba—: ¿Piensas tú que es serio zo de voluntad que yo no puedo gastar muy a
tiempos: una, la primera, asirse con las manos a tas. lo que estás haciendo? ¿Qué viento de locura menudo. Sólo, hasta cierto punto, una corrida de
las barras verticales mientras se corre a la velo­ La tormenta se ha deshecho en silencio. Ofe­ te ha cogido? ¿Vas a dar tua clases? ¡Quien te toros es un espectáculo público, abierto a todo el
cidad del tranvía; la otra, conseguir que los pies, lia ha salido del cuarto y ha vuelto a poco tra­ vea te crea! ¿Para dar tus clases necesitas los mundo. En realidad, singularmente en Madrid,
siquiera uno, alcancen el estribo. La primera par­ yéndose la ropa. ¡En ese momento yo estaba en­ inmorales preparativos, sí, sí, inmorales porque las corridas se celebran para una cofradía de ini­
te me ha salido bien, pero cuando he intentado tretenido puliéndome las uñas de los pies. Ofelia la delectación que has puesto en çllos no es hi­ ciados conocedores de los santo-y-señas que fa­
poner en práctica la segunda he tenido, después no ha podido aguantar más y se ha marchado giénica sino inmoral, a que te has dedicado toda cilitan el acceso a la plaza. En los toros el rito
de unos intentos desesperados, la conciencia de dando un gran portazo. la mañana? Pero, ¿es posible, Hamlet, es posible comienza desde el punto en que se anuncia la co­
lo imposible. Entonces, con un supremo esfuerzo Una vez renovado por dentro, me he puesto que tú, que tú?... No me digas nada. Prefiero mda. Gracias a un apasionamiento de carácter
de voluntad para librar a mis piernas de las mi mejor traje, mis zapatos, más nuevos y la que no me digas nada. No me importa. Sabe que religioso, a una devota disciplina de secta, a un
ruedas o de ser arrastradas contra el pavimento, corbata de los días de fiesta. Limpio, pulido, no me importa. Mira, vete, vete y haz lo que quie­ contacto constante con los demás miembros, pue­
he hecho flexión con ellas y con los brazos y, de perfumado, una honda alegría ha invadido mi co­ ras, pero sabe también que no me dejo engañar de realizarse el milagro. Cierto que asisten a
esta manera prendido, he salvado el peligro más razón. Me encontraba sumido en un singular es­ impúnemente. He terminado. ¡Pasa! cada corrida unos centenares de “polizones”, pero
inmediato. Le había hecho un quiebro a la muer­ tado de gracia que no tenía en mí antecedentes. Y. diciendo esto, se ha separado de la puerta este hecho no le quita valor a mi teoría y, sólo
te, entrevista elarísimamente por mí en los se­ Espiando mis recuerdos, he logrado sentir, allá para quedar formando ángulo con ella como los ¡Dios sabe, a costa de qué tremendos esfuerzos
gundos que había durado mi salto, pero la muerte en los subterráneos profundos de mi memoria fí­ soldados cuando están de guardia y llega el ca­ los “polizones" taurinos llegar a serlo. Más fácil
seguía allí, acechante, dispuesta a devorarme en sica, la emanación musical, olorosa, poética, rít­ pitán. El índice de su mano derecha, punta afi­ les será sin duda, entrar en el Paraíso. Ni mis
cuanto flaquearan mis músculos. Porque el coche mica, en perfecta suma todos estos elementos, del lada del brazo extendido me señalaba, imperioso, hábitos mentales, ni mis hábitos sociales me han
seguía corriendo vertiginoso y los viajeros de la día de mi única comunión sincera, que no fué el el camino. He obedecido. No se me ha ocurrido permitido pertenecer a esa congregación y así,
plataforma me miraban con curiosidad, que n-o de ja primera sino uno, en el filo de la pubertad, cosa mejor. ¿Qué iba a hacer? Me pareíía gro­ sólo de tarde en tarde y por azar, me es dado
puedo por menos de calificar de malsana, y a ápice de la época de angustias, dudas y terrores tesco ponerme a balbucir disculpas frente a unas el placer turbio, espeso, alucinante de una co­
nadie se le ocurría hacer sonar el timbre que de­ que me tuvo como un San Sebastián atravesado insinuaciones que sólo tenían de ofensivo lo que rrida.
tuvieran mi martirio y mi riesgo. de saetas espirituales. Fué un día de claridad tenían de mal gusto y poquedad espiritual. _Y Esta tarde he visto lo que no había visto
Entonces, en ese clima, extrahumano casi, sur­ y de equilibrio. El cielo, la tierra, el pasado más ¿ podía, acaso, decirle la verdad ? ¿ La sé yo mis­ nunca. Esta tarde he asistido en unos minutos,
cado de lívidos relámpagos deslumbrantes surgi­ remoto, el futuro más inasequible habían expri­ mo? Y si hubiefa podido ofrecerle, para tranqui­ al proceso más dramático imaginable. A la luz
dos de la guadaña de la muerte, sostuvimos Ella mido sus jugos en el vaso de mi corazón y luego, lizar su reconcomio, el palidísimo eco de la verdad amarillenta del crepúsculo cercano he visto cómo
y yo un diálogo sin palabras. ¡Qué cosas terri­ derramados por mis venas, en vez de la sangre que yo, trabajosamente, consigo que resuene en un hombre regresaba a las fuentes primeras de
blemente sencillas me dijo! Con palabras había turbia, áspera, tumultuosa de todos los días. Era estas líneas ¿habría sido, acaso, mejor recibido la humanidad y cómo luego volvía desde las in­
trabajado yo toda la mañana, palabras que pare­ como un vino dulce, caliente, misterioso que pro­ que la absurda mentira sospechada? No creo. Lo mensas lejanías remotas, al día de hoy, 28 de
cían henchidas de múltiples sentidos nuevos y ducía una a modo de embriaguez difusa repar­ que no se entiende irrita más y las mujeres en­ agosto, sobre las seis y media de la tarde, en Ma­
resonancias antiquísimas. ¡Qué sordas y vacías tida por igual a lo largo y a lo ancho de todo mi tienden difícilmente que las razones de los cam­ drid.
al contraste de ese minuto inolvidable! Los re­ cuerpo y su bienestar trascendía, igualmente, a bios profundos en la vida del hombre tengan Era en el último tofo. Sonó el clarín de muer­
lámpagos las herían y al abrirse mostraban ser todas las nartes de mi ser. No era una sensación raices ajenas a su género. Como eHas viven desde te, el torero tomó espada y muleta, abandonó la
cáscaras de nueces hueras, desolación sobre deso­ de felicidad consciente, intelectual, sino como yo que nacen hasta que mueren an función absoluta montera sin ceremonia y se fué en busca de
lación. Colgado sobre un abismo absorbente veía me imagino que. debe de ser feliz una roca cuando de los hombres, creen que a_los hombres les su­ la bestia que había quedado hacia el centro de la
con lucidez extraña que las palabras no me ser­ la abandonan las nieves y la calienta el sol de la cede lo mismo con respecto de las mujeres. Y, plaza inmóvil, abiertas las cuatro patas y hun­
vían para alejarme de él, ni me servían de para­ primavera renacida; puesto que no hay en ella además, les agrada que sea así. Si alguna vez dida sobre las delanteras la cabeza. No miraba a
choques si -mi voluntad física fallaba. “¿Dónde superior, ni inferior, ni zonas nobles, ni zonas entrevén una infidelidad que no es a mujer deter­ nadie, ni a nada. Sola, ajena a todo, cruzada la píej
está mi alma, dónde mi espíritu ? —me pregunté subalternas y ninguno de los trozos tiene más minada sino a todas las -mujeres, es decir, al sexo, negra de rayas sanguinolentas, se la advertía viva
angustiado, al no advertir su presencia dentro de derecho que los otros a gozar o a sufrir, la roca la injuria se multiplica a sus ojos. No hay nada por el agitado crecer y decrecer de sus flancos.
mí—. ¿Para qué lo he nutrido durante días y es feliz entera, en bloque, en masa, sin distingos que las halague tanto como aquel “cherchez la Ningún otro signo de vida, pero éste tenía P"
años de vigilias si en la hora del combate supremo ni diferenciaciones. Así lo era yo aquel día y así femme” que un francés encontró buscando la patetismo conmovedor. Jadeaba por dentro. Ja­
me abandona v me deja sólo con mi cuerpo, mi lo he sido hoy. Las uñas de mis pies eran tan última ratio de los acontecimientos humanos. Te­ deaba de cansancio, de dolor, de i£a ante el furor
pobre cuerpo olvidado, maltratado, desdeñado?’’. felices como las volutas más delicadas de mi masa nía que ser francés quien lo encontrara, Porque inútil, pero todo se le quedaba dentro. ¿Aeaso
De pronto el tranvía se ha detenido con estré­ su dolor era tan grande que n® valía la pena de
pito de chirridos junto a cuya armonía la música gritarlo con la voz elemental que la. naturalesa
de las esferas me hubiera parecido croar de le había puesto en la garganta?
ranas. Mágicamente el paisaje ha recobrado sus A un gesto del matador, detenido a cierta
lineas usaderas. A mis pies no había un abis-mo, distancia, un peón llegó junto al toro y le puso
sino la superficie lisa, firme, inmediata del pa­
Acaba de aparecer el libro del la punta del capote bajo la espesa, entre' las
vimento; en vez de la Muerte y su guadaña, un patas; luego dió unos pasos rápidos hacia atrás
cobrador con acento gallego, y en vez del clima y retiró la tela flameándola. La bestia, fiel a su
glacial de unos momentos antes, el aire tibio y
perfumado de un día de mayo madrileño. Mecá­
nicamente me he incorporado al grupo de viajeros,
de la plataforma, el tranvía se ha puesto enr
lng. Alberto J. Pañi destino inexorable, corrió tras ella deslumbrada.
Un quiebro oportuno y el toro volvió a quedarse
atónito de soledad ceguera. No le dieron tiempo-
a que se ensimismara. El matador había llegado a
marcha, he tomado mi billete y he mirado el re­ su altura y desplegaba frente a él el rectángulo
loj. ¡Cosa curiosa! Las manecillas señalaban las rojo de la muleta. Se yió que al toro le costaba
doce v diez. Me he aplicado la esfera al oído. trabajo aceptar el cambio producido en su pai­
Su tic-tac seguro, enérgico, ha disipado mi sos­ saje. ¿Por qué antes una mariposa anaranjada

3
pecha de una catástrofe. ¿Es posible, entonces, y amarilla, de condición huidiza y volandera, y
que todo haya ocurrido entre las doce y siete y ahora este cuadro de color uniforme, quieto de­
las doce y diez? ¿Tres minutos pueden darle a un lante de ios ojos? La cabeza del bruto revelaba
hombre ía sabiduría .que le niegan treinta años su ansiedad desconcertada y el esfuerzo menta]
de estudios y meditaciones? que la adaptación le exigía. La tensión del desa­
Poco a poco, a medida que el tranvía avanza­ fío quizas no durara cuatro o cinco segundos. A
ba, el fugitivo ha vuelto a mí. Lo he sentido los espectadores nos parecieron eternos porque
cómo iba llenando —glu-glu— los depósitos que uno de jos prodigios del toreo reside en la inter­
había dejado vacíos. A la altura de la Cibeles
mi espíritu había recuperado el equilibrio. No
estaba totalmente encajado, pero podía tirar. En­
tonces he percibido un escozor en la rodilla dere­
cha. Averiguada la causa: un agujero en el pan­
MONOGRAFIAS pretación autonómica del valor tiempo que no
tiene nada que ver con la que rige de paredes
afuera de la plaza. La tensión se rompió por el
lado del hombre. Este no pudo soportar más ni
material —yo observaba cómo el brazo que sos­
talón, v una leve rozadura en la rótula. tenía la muleta iba derribándole— ni moralraente
La herida del pantalón me ha hecho más daño. la inmovilidad pasmosa del toro y para romper el
A Ofçlia le ha ocurrido lo mismo. /. Revolucionarios y reaccionarios. hechizo dió unjjreve, brevísimo, paso hacía «te­
6 de mayo.—Al levantarme hoy de la cama me lante y agitó el trapo rojo. Como no venía res­
he puesto desnudo, absolutamente desnudo, en puesta de la enemiga masa inmóvil dió otros dos
cueros vivos, como se dice, delante del espejo del II. La política hacendaría del nuevo régimen. pasos igualmente menudos y avanzó la muleta
armario. Después de lo de ayer me considero en moviéndola a modo de abanico. Entonces le llegó
deuda con mi cuerpo y, además, me asusta la idea la respuesta. La bestia se disparó a sí misma con
de que un día pueda vengarse de mi desdén. No III. La industria nacional del turismo. tal violencia súbita que el torero no tuvo tiempo
recuerdo haberme visto nunca desnudo, así, de de corregir su postura. Arrollado por el toro
arriba abajo, de bulto, en volumen y proyección cayó al suelo entre un gran clamor de te muche­
panorámica, y menos aún haberme mirado con dumbre. Con igual rapidez el torero se puso en
delectación amorosa y agradecida. Me desnudo Un libro de datos e ideas sobre el México del pie y recogió sus artilugios a tiempo que el toro
del todo, claro está, cuando me baño, pero no volvía sobre él. Salió del apuro de cualquier ma­
me veo sino parcialmente, porque entonces no ten­ siglo XX; un caudal de experiencias políticas, eco­ nera. no con arreglo a arte sino al buen modo que
go espejos que me completen y mi propia desnu­ el instinto enseña en estos trances. No le había
dez me había parecido siempre, intelectual-mente, nómicas y turísticas, reunido por un gran conoce­ ocurrido nada al parecer, y asi por lo que se vió
un espectáculo deplorable. El grito primitivo de después, sino un gran susto que se le había co­
la carne sin velos me repelía profundamente. mido el escaso color del rostro y le había man­
Hoy pienso que, acaso, esta repulsión era simple dor de estos sectores; una crítica objetiva y serena chado la taleguilla de la sangre de los costiOares.
miedo a la verdad. En el hombre hubo unos instantes de vacilación.
Sí, una de las verdades del Universo está en de hombres e idearios del último cuarto de siglo. Se encontraba en la encrucijada que lleva a lo
ti, cuerpo mío; flácido, adiposo, granujiento, ve­ heroico y a lo bufo. Optó por lo heroico con una
lludo, tal como te veo en la pantalla espectral perceptible sacudida de todo su ser, que le dió
del espejo, eres uno de los pilares sobre los que rigidez y estatura, y de nuevo fué hacia el toro.
se asienta la creación. Perdóname que te haya Y al segundo pase fué otra vez volteado. A par­
tenido olvidado. De venta en todas las librerías de América tir de aquí comenzó el extraordinario combate.
Después de esta breve oración he hecho un Hombre y bestia, bestia y hombre, pues ambos
poco de gimnasia sueca y luego me he bañado formaban un círculo que por definición no tiene
parsimoniosamente. principio ni fin, locos de furor y de horror fre­
A! salir del baño he Jamado a Ofelia para néticos de sangre, enfebrecidos de pasión indefi­
que me ayudara a friccionarme con agua de Co­ Distribuido por nible, se perseguían, se abrazaban, él choque de
lonia. Le he tenido que repetir el ruego varias sus dos ansias contrarias los -repelía, volvían a
veces. encontrarse juntos, pegados, confundidos hasta
—Sí, mujer, sí; lo que quiero es que me des el punto que. entornando ligeramente los párpa­
masaje en la espalda porque yo con mis medios
normales no puedo.
EDITORIAL ATLANTE, S. A. dos podia creérseles un solo animal monstruoso
con algo de centauro y algo de aquél dragón del
—Pero, pero. . . que dice Shakespeare que tiene cuatro piernas,
No acaba Ofelia de formular so asombro, que,
por otra parte, me parecia natural. Yo tampoco
Calle de las Artes, 53. México, D. F- cuatro brazos, dos cabezas y dos espaldas. Ha­
bía, con efecto. ■ unas reminiscencias de cópula
rae he atrevido a confesarle las razones íntimas sexual en aquella suma de dos seres tan disími­
de mi deseo. Ella, al fin, se ha resignado a obe­ les y, más claras aún, traídas por el torbellino
decer sin entender, y los dos, a la par, hemos fOWiaiM e« U péghtE ti)
31 de Mayo de 1941 ROMANCE Pagina 15
ción cíe una obra chilena intitulada "California”, en
PIRANDELLO EN MEXICO el Teatro Arbeu.
La temporada de nuevos actores, encabezados
por Felipe de! Hoyo, en el Teatro Fàbregas, siguió
ARA la traducción francesa que Benjamín su curso Después de B1 divino impaciento, subió a

P Cremieux hizo de un libro intitulado lz¡e;a escena la obra de Paul Bourget. Un divorcio y, luego,
la reposición de la obra de José Zorilia. Traidor,
Sicilia, Luigi Pirandello escribió unas revela­ inconfeso y mártir. Eos cronistas han elogiado, y
doras lineas autobiográficas: con razón, ia labor de América López, la joven actriz
que hizo su aparición en esta temporada, que es una
“¿Desea usted algunas notas acerca de mi vida? promesa para la escena mexicana, y que será una
Me hallo, querido amigo, en seria dificultad para realidad en el caso de que encuentre un director ri­
proporcionárselas, por la sencilla razón de que me guroso que encauce sus dotes naturales.
he olvidado de vivir hasta el punto de no poder Después de una gira en el interior de la Repú­
blica. María Teresa Montoya ha vuelto a México.
decir nada, absolutamente nada, acerca de mi vida, En el Teatro Fàbregas abrirá una temporada que
si no es, acaso, que no ia he vivido: la he escrito. De dará principio con una obra de Luigi Pirandello:
suerte que si desea usted saber algo de mí, podría Xa amiga d* la» mujeres. A *esta obra seguirà La
hiedra* de Xavier Villaurrutia. y obras de Lira, Steve,
responderle: Espere un poco, querido Cremieux, a Passeur, y otros autores mexicanos y extranjeros.
que proponga su pregunta a mis personajes. Acaso
dios estén en condiciones de darme a mí mismo ABGBYTXWA
algún informe. Pero tampoco puede esperarse mucho En el teatro París, la compañía de Luis Arata
de mis personajes; son, casi todos, gente insociable ha estrenado una comedia de Pedro E. Pico, titula­
que no tuvo sino muy poco o nada que agradecer da Querer y cerrar loa ojos, en la que se desenvuelve
a la vida. el tema del inmigrante español, enriquecido, cuya
nobleza fundamental subsiste a pesar de los años de
"Nací —eso lo sé— en Agrigento, Sicilia, el 28 trabajo y lucha.
de junio de 1867. A los dieciocho años, la abandoné La compañía que dirige la actriz española An­
para venir a Roma. Un año más tarde, salí para tonia Herrero, ha estrenado en el Teatro Argentino
una comedía del escritor ruso Ossip Felyne, tradu­
Alemania, donde viví dos años y medio. Una tesis cida por Alejandro Ruiz, y titulada Tros noches do
escrita en alemán sobre los dialectos romances me amor. El autor define su obra como “tres últimos
valió el doctorado en Filosofía y Letras de la Uni­ actos de tres dramas nunca escritos”. Se trata, en
realidad, de tres dramas breves, en los que se re­
versidad de Bonn. De allí regresé a Roma, pero no flejan sendos estados anímicos de igual uúmero de
traje conmigo a Heine —como algunos se compla­ mujeres: una vendedora de caricias, una madre y la
cen en decir— sino a Goethe, de quien traduje las esposa de un hombre de ciencia.
—Socorrito González y Tino Rodríguez han for­
Elegías Romanas. De todo esto, nada me ha que» mado una compañía de comedias para actuar en Las
dado. Creo realmente que, en la pequeña medida poblaciones del interior.
de mi valer, no debo nada a nadie. Lo he Jiecho —El Teatro Metropolitan ha abierto de nuevo sus
puertas para estrenar una pieza de los señores Suero
todo modestamente solo. No tuve ningún modelo y Botta titulada Tiempo de vals... tiempo de jazz;
literario y, con los cajones llenos de manuscritos, en la que se pretende justificar una divergencia
luché mucho —más de seis años—, por encontrar matrimonial porque la esposa prefiere las diversio­
nes frívolas al compás de la música moderna, mien­
un editor. tras el marido conserva su predilección por el vals.
“No conocí a Carducci. No conozco a d Annunzio. Interpretaron la nueva comedia, Benita Puértolas,
Con Giovanni Verga no tuve relaciones sino mucho Carmen Prendes, Esther Podestá, Laura Hernández,
después, en ocasión de las fiestas organizadas por Tulia Ciambolí» Luisa Robledo. Emilia Helda, Tito
Lusiardo, Mario Fortuna, Pablo Palitos, Oscar Vi­
su ciudad —Catane— con motivo de sus ochenta lla, Raymundo Pastore y Armando Vicente.
años. El Concejo Municipal me invitó a pronunciar —El más importante de los últimos estrenos ve­
el discurso conmemorativo. Al hacerlo, expuse las rificados en los teatros bonaerenses, ha sido el de
la versión escénica de la novela del escritor norte­
razones por las que su renombre había sido —y debia americano Erskine Caldwell, que en la obra tea­
necesariamente ser— ahogado por el de otros. En tral conserva el título de Tobacco xxxd. (El ca­
Italia se prefiere un estilo de palabras a un estilo mino del tabaco). La compañía que dirige Enrique
Gustavino. se apuntó un señalado éxito en la inter­
de cosas. Por ello Dante murió en el destierro y
Petrarca fué coronado en el Capitolio. Por Julio ACOSTA pretación.
—Lola Membrives ha vuelto a actuar, al frente
“En cuanto a mí, querido Cremieux, —si licet de su compañía, en el Teatro Avenida. Ha debutado
parva componere magnis— no sé a punto fijo por gencia. A una de sus obras de madurez. Enrique IV, Doce obras de Luigi Pirandello han sido, hasta el con una vieja comedla, lasá. montada con decorados
nuevos. A continuación presentará una nueva co­
qué no me han lapidado aún; pero lo juro que. Pirandello la considera como su "pieza testamento”. momento, representadas en México: Sea todo para media de Casona, Ties perfecta* cacadas; estrenará
por mí, no ha quedado". Es, pues, a sus personajes, al lúcido demente que bien, Como antes, mejor que antes, Seis personajes una traducción de B1 Grano Maduro, de Emllyn Wil­
Escritas en 1928, estas líneas de Luigi Pirandello tiene que pasar por Enrique IV de Alemania, al en busca de autor, La dóble señora Morli, Vestir al liams; repondrá Bodas de sangre, del poeta español
a su traductor francés, el crítico Benjamín Cre- Federico García Lorca, y una comedia de Manuel
padre de los Seis personajes en busca de autor, desnudo, La vida que te di. Así es, si asi os parece. Linares Rivas. Proyecta, asimismo, la representa­
tníeux que dió a conocer en Francia la obra piran- a la misma Ana Luna de La vida que te di, y a tantos El placer de la honradez, El injerto. La razón de los ción de algunos sainetes famosos como La revolto­
deiliana, son autobiográficas, pero también autocrí­ otros, a quienes el espectador y el lector habrán de demás, Como tú me deseas. Piénsalo, Jacobo. sa* La mala sombra y Las mujeres.
ticas, y encierran, acaso sin proponérselo,'la clave pedirle la íntima verdad de ia vida íntima de Luigi —Ha quedado formada la nueva compañía del
del espíritu de su autor. Teatro Nacional de Comedía, bajo la dirección de
Pirandello. Su fama y su influencia se extienden en Alejandro E. Berruti. Está integrada por Iris Marga,
Luigi Pirandello nace en Sicilia. Por sus raíces, el extranjero por el año de 1922. Obtiene en 1934 el LA AMIGA DE LAS MUJERES Luisa Vehil. María Gil Quesada, Pilar Gómez, Ninf
la esencia de su obra es, pues, meridional. Un con­ premio Nobel de Literatura, poco tiempo antes Gambier. Leonor Oaleano, Deífina Vidal. Miguel
temporáneo de Luigi Pirandello, el autor dramático de morir el 10 de diciembre de 1936. Faust, Guillermo Battaglia, Florindo Ferrario, San­
E ha dicho —y con justa razón— que. entre tiago Gómez. Alberto Candeau, Jorge Ferrara, José
. Rosso di San Secondo, divide la Humanidad en seres Sus mejores críticos, Adriano Thilgher en Italia

S los actores mexicanos, María Teresa Montoya de Angelis. Luís Arellano y Enrique Dauca. La
de pasión —4os meridionales— y seres de razón, los y ‘Benjamín Cremieux en Francia, lo consideran, con temporada se ha inaugurado con B1 pufisl ds los tro­
nórdicos. Los primeros echan de menos y buscan razón, uno de los dramaturgos más originales y ha logrado las mejores interpretaciones de veros. de Belisario Roldán.
sin cesar el paraíso perdido. Los segundos se resignan más significativos de la postguerra. Por ciertos as­ obras pirandellianas, “Para ello cuenta con un tem­ —Isabel Barrón y Ricardo Galacho, anuncian el
peramento eléctrico y con una pasión de verdadera repertorio de su nueva temporada de comedia es­
a la mediocridad de la existencia. Benjamín Cre­ pectos de su obra, esta afirmación puede llevarse pañola. Lo forman obras de Benavente, Linares Ri­
mieux encuentra en la obra (te Pirandello la movi­ hasta el extremo de afirmar que es el más original trágica”. La actriz mexicana ha representado Como vas. Rusiñoi, Alvarez Quintero, Dantas, Pacheco,
lidad, la inteligencia, la impulsividad siciliana; “esa y el más significativo. Original, porque ha escrito antes, mejor que antes, El injerto y Vestir al desnu­ Dicenta. Serrano Anguita, Eçhegaray y Zorrilla.
impulsividad que lleva al siciliano a ceder al instinto, tragedias de personajes y, al mismo tiempo, la tra­ do, Ahorá enriquece su repertorio con La amiga de BSTAAA
' a~la pasión, a la. animalidad, sin reservas, sin dila- gedia misma de los personajes que llegan hasta el las mujeres, una de las más intensas y teatrales
dód-y hasta el último extremo; esa inteligencia punto de independizarse y de clamar en contra de obras del autor de Seis personajes y con ella inaugura —Con poco éxito fué estrenado, en el Teatro Ma­
volcánica, hiriente y dialéctica que los lleva a juz­ su nueva temporada en México, después de dos ría Guerrero, una comedia de Pemán. titulada B1
su creador. Significativo, porque ha planteado en el testamento de 1* mariposa, que La crítica califica
garlo, a explicarlo todo". La pasión y la inteligencia teatro, hasta la angustia, el drama del conocimiento, años de ausencia. María Teresa Montoya reaparece, de inanimada y fría. Esta misma compañía, del
son, pues, los polos del espíritu de Luigi Pirandello y el problema de la existencia personal, la duali­ pues, en el escenario del Teatro Fàbregas con una teatro llamado Nacional, representó La verdad sos­
las dimensiones más notables de su obra. obra de consideración, interpretando el personaje pechosa, de Ruiz de Alarcón.
dad de la forma y de la vida, y lo que pudiéramos
Cuando Pirandello, en el documento autobiográ­ llamar la inexistencia de las fronteras entre lo real central: la Marta, amiga de las mujeres cuyos espo­ —En los varios coliseos madrileños dedicados a
sos bien pudieron haberse casado con ella y, sin la revista y al género frívolo se renueva con fre­
fico que he citado al principio de estas notas, nos y lo imaginado, entre la obra de arte y la realidad cuencia el cartel. En el antiguo Teatro Pardlñas,
dice que después de su estancia en Alemania regresa de la vida. embargo, no lo hicieron. hoy Alcalá, la compañía que dirige el veterano Ra­
El papel de Venzi —uno de los más agudamente món Peña, y en la que figuran Conchita Páez, En­
a Roma llevando consigo no a Heine riño a Goethe, » ♦ * carna Mañez y Elsie Byron, estrenó Vampiresas
parece implicar que su preferencia alemana no es trazados por Luigi Pirandello— está a cargo de Ri­ 1940, de González Castillo. Muñoz Román, Rosillo y
la de los alemanes que se inclinan a Francia sino la Las obras dramáticas completas de Pirandello, cardo Mondragon. Completan el reparto, en los pape­ Montorio.
de los que se inclinan a Italia. No traduce, siquiera, publicadas por el editor italiano A. Mondadori, les destacados, Josefina Escobedo, Aurora Cortés. En el Coliseum continúa La calle 43, divertido
pongamos por caso. Las noches florentinas de Heine, comprenden los siguientes títulos: Sea todo para María del Carmen Martínez, y los actores Banquels, guión para una revista, a base de dos anillos robados
en un templo indio, que dan a quienes los llevan
riño,, muy significativamente, las Elegías Romanas bien, Como antes, mejor que antes, Seis personajes Alatorre y Sánchez Navarro. La dirección escénica un destino gemelo, original de Vela y Sierra, con
de Goethe. También Pirandello parece volver a en busca de autor, Enrique IV, El hombre, la bestia está a cargo de Ricardo Mondragon que se distin­ música del maestro Guerrero.
nacer, a su regreso a Italia. De Alemania llevó con­ y la virtud, La doble señora Morli, Vestir al desnu­ gue por la comprensión atenta de los textos y por Y en la zarzuela, que del género que dió nombre
al teatro, ha descendido a la comedía musical, se
sigo esa inclinación a la filosofía y a la dialéctica do. La inda que te di. Cada uno a su manera, Pién­ un cuidadoso respeto de la intención profunda del representa una opereta que tiene el feo título de
que, por lo demás, parece Ser, también, una dimen­ salo, facobo, Asi es, si así os parece, Consagración autor. Bepóker de corazones* letra de Fernández Shaw y
sión siciliana. del Señor de la l·lave, El otro hijo. La tinaja. El A La amiga de las mujeres de Luigi Pirandello, música de Padilla y Ferry. En el reparto interviene
Charito Leonis, Pedro Barreto y Francisco Muñoz.
Pirandello no conoce a Carducci, no conoce a placer de la honradez, El gorro de cascabeles. El jue­ seguirá, en la novísima temporada de María Teresa
d’Annunzio. A Giovanni Verga lo conoce cuando go de las partes. Mas no es una cosa seria, El injerto, ' Montoya, ¿a Hiedra, de Xavier Villaurrutia, para ESTADOS UVIDOS
el otro gran siciliano llegaba a la cima de la fama La razón de los demás, El imbécil. Frutas de Sicilia, la que Agustín Lazo ha dibujado el boceto de la
Cecé, La patente, A la salida. El deber del médico. decoración —que ilustra estas páginas— y en la que —En el Teatro Guild de Nueva York fué estre­
pero al ocaso de ia edad. Su obra se desenvuelve nado el drama Flight to the vwt (Vuelo hacia el
en la soledad. Ejerce tí magisterio en ana escuela de El freno, El hombre con la flor en la boca, Diana hará su presentación, al lado de xMaría Teresa Oeste), de Elmer Rice, inspirado en un viaje en
Roma, por largos años (1897 a 1921). Publica algu­ y la Tuda, La amiga de las mujeres, La nueva Colo­ .Montoya, eí joven actor Sánchez Navarro. A esta avión desde Europa a Norteamérica. La acción trans­
nas novelas. Entre ellas, la más importante; El nia, Lióla, O de uno o de ninguno, Lázaro, Esta noche obra seguirán piezas de Henry Duvernoís, Steve curre en las treinta y seis hora3 que dura un viaje
se ensaya. Como tú me deseas. Passeur y Miguel N. Lira. en un Clipper de Lisboa a Nueva York. Interpretan
difunto Matías Pascal (19W-), y numerosas novelas la obra Paul Henríed, Betty Field, Hugh Marlowe
cortas y cuentos que aparecieron en una edición y Arnold Moss.
definitiva con el título de hfovelas para un año.
Pero su fama y trascendencia fuera de Italia ia debe ENTREACTOS ¥ ENTREMESES V. B. 8. S.
sobre todo a su teatro, escrito casi por entero des­ —En el Teatro Karmeny de Moscou, han sido
pués de 1917. MBXZCO
representadas una adaptación de la famosa novela
po de su iniciación, la introductora del repertorio de Flaubert. Madame Bovary y una pieza de Fili­
Su vida no ofrece ventanas al exterior. Concen­ francés en los teatros mexicanos. Recientemente, el monov y Pistler titulada Oro. La acción de esta
trada, dramática y misteriosa en la intimidad, parece En el Palacio de Bellas Artes, y con la obra de repertorio de la actriz, ha descendido y sólo excep­ última se desarrolla en la región aurífera soviética,
estar vaciada en su obra, en la vida de sus persona­ Catalina D'Erzell Intitulada XataraMad. la actriz cionalmente se le ha visto en obras de consideración. y es un romance de amor entre una joven que
Virginia Fábreg»3 celebró sus cincuenta años de Los actores españoles Benito Clbrián y Josefa trabaja como ingeniero en la mina, y uno de los
jes angustiados por la pasión, roídos por la inteli­ actriz teatral. La señora Fàbregas fué, en el tiem­ Melia fracasaron en la presentación y representa­ buscadores de oro.

María Teresa Montoya PIRANDELLO Josefina Escobedo, del Teatro Fàbregas


Pagina i 6 ROMANCE 31 de Mayo de 1941

EL DIARIO DE HAMLET GARCIA


REVISTA { Sigue de ia página 14 »
Una obra extraordinaria
DE LITERATURA giratorio, reminiscencias de coro de brujas en Tercera respuesta
trance de hechizo bárbaro.
MEXICANA El corazón se me había parado en el pecho,
24 de agosto—El recuerdo de la plaza de to­
ros no me ha dejado dormir. Su recuerdo se ha
mis piernas apenas podían sostenerme y a la vez unido a otro que se ha puesto a tomar forma al
Dedicada a la difusión y d estudio de la las sentía dispuestas a unirse a la rueda fantás­ conjuro de aquél, con gran sorpresa mía al prin­
literatura mexicana antigua v moderna. Apa­ tica que formaban en el centro del anillo hombre cipio porque no podía ver la relación que existía
recerá trimestralmente Presentará obras de y fiera. Yo no sabía lo que ocurría allí porque entre ambos. A fuerza de confrontarlos la he
poesía, teatro, narración, filosofía y crítica: todo marchaba a una velocidad tan vertiginosa visto y muy claramente. El segundo recuerdo ee
que los ojos no podían ver. Presentía, sin em­ refiere a un parto, más exacto, al parto de mi
textos inéditos o raros. estudios y notas de bargo, por los reflejos, en mí, de su presencia,
historia literaria y filología: documentos, primer hijo.
que lo que fuere era ajeno al toreo y sus reglas
crónicas, reseñas de libros y bibliografías, normales. En el juego terrible había entrado un Yo he parido. A mi primer hijo lo he parido
así como toda manifestación literaria ex­ elemento mágico que, ejerciendo a modo de reac­ yo. Mi mujer se enfada cuando Jo digo, pero es
tivo eléctrico, producía afinidades y repulsiones verdad. No Duedo negar que ella intervino tam­
tranjera que pueda interesar a .México o que bién en el asunto, pero mi intervención fué más
entre el hombre y la fiera. Porciones de ésta pa­
ofrezca una visiérn significativa de su vida, saron a formar parte del cuerpo de aquél y vi­ real por más consciente, Ofelia, enloquecida por
su literatura o su arte. ceversa. el dolor físico apenas se dió cuenta de nada. Mis
entrañas rechinan aún con el recuerdo del tirón
El juego seguía eon el mismo no saber quién que dió el médico al extraño paquete de carne
DI RECI OR: Antonio Castro Leal. atacaba y quién se defendía, quién burlaba y
quién era burlado. De pronto, el remolino paró.
amoratada que no era todavía una vida y ya era POR EL DR.
una vida. Para abrirle paso se desgajaron las
REDACTORES: Parados en seco quedaron toro y torero y éste entrañas de la madre, pero las mias me dolieron
delante de la cabeza de aquél, tan cerca que po­ tanto que me duelen aún, cono digo. MANUEL TAPIA
Carlos E. Castañeda (E. U. .A.). día tocarle el testuz con las manos. Dió el hom­
bre dos pasos hacia atrás, levantó la espada ¡Qué laboratorio la alcoba de una parturienta!
Alfred Coester (E. U. .A.). con su mano derecha a la altura de sus ojos, bajó Allí estábamos la_ madre y yo bañados en una
¡osé María Chacón y Calzo (Cuba). la muleta con la izquierda hasta que arrastró luz primitiva que no provenía del Sol y mucho
Enrique Diez Cañedo. por el suelo, engalló la figura, la sacudió un li­ menos de los artificios inventados por el hombre; Ex Director del Hospital Nacional
Ventura García Calderón (Francia). gero temblor y se dejó caer, materialmente, por era una luz que emanaba de nuestros propios
delante la punta de la espada, sobre la cabeza del cuerpos y me evocaba las forforescencias espec­ de’Enfermedades Infecciosas y Tu­
Eederico Gómez de Orozco. trales de algunas plantas marinas y de ciertas
toro en una zambullida inverosímil v mortífera. berculosas de Madrid. Ex Director del
Pedro Henriquez Greña (Argentina). La muchedumbre lanzó dos alaridos casi si­ rocas. ¿ Era una mujer lo que yacía en la cama ?
Juan B. Iguíñiz. multáneos, uno de espanto y otro de júbÜo. Co­ ¿Era yo, que me mantenía a su lado, un hombre?
Sanatorio de la Fuenfría. Ex profesor
Benjamín ¡arnés. rrespondió el primero al instante del encuentro Acaso hombre y mujer, pero restituidos estos vo­
Irving A. Leonard (E. L. A.). cablos a su valor más elemental, tan distinto del
que reforzaba mi imagen de la cópula; corres­
usadero en el comercio de todos los días, que
de la Escuela Nacional de Sanidad.
Agustín Millares Cario. pondió el segundo a la limpieza con que el mata­
dor había salido del trance y a la exactitud con nos resultaba inaplicable. Miembro Consejero del Comité In­
Edmundo O’Gorman. que la espada había sido hundida en el dorso del
Eederico de Onís (E. U. A ). Desde el nuncio urgente del parto hasta que
toro. El cual estaba muerto. Se tenia aún en pie sobrevino pasaron varias horas. No las he vivido ternacional de la Lucha Antitubercu­
Francisco Pérez Salazar. por un milagro de equilibrio, pero no tardaría en más intensas en toda mi vida. A partir de aquel
Alfonso Reyes. caer pesado e inerte como una piedra. instante comenzó a entrar en la alcoba como'una losa. Antiguo profesor del Instituto
José Rojas Garcidueñas. B1 júbilo de la plaza se manifestaba ahora inundación de angustia; los que mueren asfixiados
Nacional de Higiene de Madrid.
Manuel Romero de Terreros. en vítores y aplausos, pero el torero en vez de por el ácido carbónico deben de sufrir algo se­
Dorothy Schons (E. U. A.). atenderlos, según es regla en estos casos, seguía mejante. Pero yo no lo padecía en mi cuerpo
pegado a la cabeza del toro, clavados sus ojos sino en mi a'Imq, si cabe hacer el grosero dis­
Felipe Teixidor. tingo. Era una angustia de faltarme el aire, pero 3 tomos, dos de texto y uno
febriles en las pupilas, veladas ya, del bruto,
Arturo Torres Rioseco (E. U. A.) agarrado a sus cuernos, fundido en él y con él. El no porque se enrareciera el de la alcoba sino por­
Manuel Toussaint. toro cayó al suelo como si la vida le hubiera que yo había comenzado a caminar y me iba de láminas.
Xavier Villaurrutia. huido de golpe y el torero cayó también. Acudió lejos, lejos, desandando siglos de historia huma­
J el ruedo de peones, vino el puntillero, clavó su nly, a medida que andaba, la atmósfera se hacía
arma en el testuz de la bestia y un último estre­ más simple, se clarificaba, quedaba reducida a sus
PRECIO DE SUSCRIPCION Y VENTA : elementos esenciales. Ofelia venia conmigo y la Pedidos al Apartado 8092.
mecimiento de las patas señaló el final definitivo.
Ayudado por sus servidores el matador consiguió montaña que fingía su vientre bajo las ropas de
Países de habla española y portuguesa. despegarse. Se puso en pie. Mi localidad me la cama también porque era, justamente, el viento México, D. F.
Anual: ¡2 pesos mexicanos. permitía verlo de cerca. Me dió miedo. Aquello de esa montaña, monstruosa y prodigiosa, el que
Número suelto: 4 pesos mexicanos. tenía figura de hombre. _ mejor dicho, figura de nos empujaba a todos. ¡Qué cúmulo de sensacio­
Estados Unidos y demás países. torero, que ya es algo ajeno al hombre, pero no nes contradictorias! A la vez que volaba sobre
era ni una cosa, ni otra. Me será difícil expli­ los huesos de cientos v miles de generaciones pa­
Anual: 5 dólares norteamericanos. carlo porque las palabras están inventadas por sadas, dentro de la alcoba el nivel de la marea
Número suelto: 1.25 dólar. y para los hombres y lo que yo vi rebasada los angustiosa crecía. Ya me tenía cogidos los pies,
» límites dentro de los cuales los hombres se mue­ ya me atenazaba las rodillas, ya me ha puesto ca­
REDACCION Y ADMINISTRACION: ven. Aquéllo caía fuera de la humanidad. ¿Por denas en los muslos, y cinturón de hierro en los
arriba o por abajo? ¡Yo que sé! La Lnija, el Sol, riñones, ahora grapas en el tórax a la altura del
Amsterdam, 202. MEXICO. D. F. las estrellas ¿están arriba o están abajo? Pre­ corazón, ahora argolla en la garganta. Había
cisiones ridiculas. algo de Prometeo en mí. un Prometeo condenado
No era un hombre. Era una criatura con apa­ por rebelión, a sufrir desgarraduras crueles en
riencia humana como debían de serlo las primeras sus entrañas. No podía precisar los términos de
mi culpa, pero quizá lo era y grave haberme vo­
UN LIBRO CELEBRE criaturas que en un afán de diferenciación, se
arrancaron con esfuerzo terrible a la nebulosa
luntariamente convertido en agente ciego, ins-
informe de la fauna terráquea y se plantaron so­ t'otivo. fatal, de las fuerzas oscuras de la especie.
QUE VUELVE A ESI AR bre dos Dies, pero unidos todavía por mil cordo­ El escozor de una pregunta me arañaba el pecho:
nes umbilicales, que el tiempo iría rompiendo, al ¿Quién era yo para intervenir en e] juego de la
DE ACTUALIDAD: resto de los animales creados. vida v la muprte ? Si la decisión hubiera sido
Así de distante, remoto y extraño a mi ser merced de la inteligencia, sé que no me hubiera

Orgullo y Prejuicio
veía yo al torero. Y lo vi volver. Vi perfecta­ atrevido a aceptar la responsabilidad terrible de
mente cómo se disipaban las sombras bestiales disponer el nacimiento de una vida. Ahora, acen­
de su rostro, cómo los rasgos de su figura, dis­ drados por el tiempo transcurrido, veo claros los
tendidos en contorsiones de un dramatismo pri­ sentimientos que entonces rae dominaban y no
mario, recobraban armonía y flexibilidad. Nunca entendía; comprendo por qué mi inteligencia, que
me ha parecido más exacto el aforismo que dice no había tenido parte en el acto inicial, se nega­
POR que la ontogenia es el resumen de la filogenia. ba a autorizar el desenlace con su presencia.
Todo ello fué rapidísimo. Para dar idea de lo Esta huida de la conciencia y el predominio del
JANE AUSTEN que aconteció tengo que acudir a la semejanza cuerpo eran simultáneos. Próximo ya el trance
con la vuelta en sí de un hipnotizado. El primer . decisivo dejé de articular palabras. Me acercaba
signo evidente de su aterrizaje fué una sonrisa,
todavía extraña, dolorosa, pero sonrisa al cabo, a mi mujer, apretaba sus manos, acariciaba su
que llameó en su rostro. Probablemente en «1 frente, establecía comunicación con ella y con el
Algunas opiniones sobre esta obra: germen que palpitaba en su viente por contactos
principio fué también la sonrisa ei primer sín­
toma de que un animal se había convertido en de la piel, pero no se me ocurría hablarle, qui­
“Léase de nuevo y por tercera vez al hombre. Lo que no sé es si el hallazgo produjo zás porque, aunque hubiera querido, no habría
menos, la excelente novela de la señorita regocijo o tristeza en la fuerza oscura que había podido. Ofelia tampoco hablaba. De su garganta
Austen. Esta joven poseía tal talento para jugado por capricho, a ver qué sale, la partida salían, sonidos roncos, informes. ¿Por qué no
de la creación del Universo. Con la sonrisa le
describir las alternativas, el sentir y los ca­ volvia la sangre a las venas, la soltura a sus
escribir la palabra exacta ? De su garganta sa­
racteres que hallamos en la vida ordinaria, lían mugidos.
miembros, la videncia consciente a sus ojos y,
que es para mí lo más maravilloso que he poco después, el torero, recuperado, se encontraba Luego vino la alucinación.'
encontrado. en la plaza de toros de Madrid, recibiendo ova­ . En la atmósfera irreal de la alcoba hubo un
Sir Walter SCOTT. ciones del público por una gran faena de que él espantoso alarido. Estábamos en las entrañas
no tenía noticia. La sensación de asombro por de la tierra y las entrañas se abrieron, se des­
cuanto veía y oía fué lo último que perdió. En
realidad yo no se la vi perder del todo porque gajaron los montes, se salieron de madre los ma­
"Jane Austen no se inflamó ni se inspi­ se lo llevaron del ruedo, en hombros, esos curio­ res... No, no es esto. Falso, falso. Era mucho
ró ni dió el menor paso para convertirse en sos adoradores taurinos que, a su vez, repiten más sencillo y terrible en su sencilla desnudez.
un genio: lo era simplemente”. ritos antiguos de servidumbre a los dioses. Yo sentí, claramente, que mi espalda se curvaba
Abandoné la plaza conmovido, removido hasta hacia el suelo, que mis manos se posaban en él
G K. CHESTERTON. el tuétano. Todavía no me he repuesto del pas­ convertidas las manos en pezuñas, que mis lomos
mo. No se asoma uno gratuitamente a la sima se alargaban y todo mi cuerpo se cubría de cer­
en cuyo fondo se cuece la argamasa radical del das. Me vi convertido en una pobre bestia dilace^
“ORGULLO Y PREJUICIO es el más hombre. La sima nos rodea por todas partes, pero rada, pegado a mi hembra y los dos esperábamos,
perfecto, el más característico, el más sor­ sólo la descubren algunos relámpagos de luz in­ aterrados, sumidos en inquietad pavorosa, el fe­
prendente quintaesenciado de los trabajos nominada y sólo gracias a ellos sabemos que nómeno sin nombre.
existe.
de la autora. Jane Austen sabía dos cosas Tras el segundo inolvidable, ¡qué relámpago!
que sólo los genios conocen: Una era huma­ He tratado de reducir a términos de razón la
aventura extraordinaria de la plaza. ¿En virtud ¡qué meteoro!, mis ojos se encontraron de pron­
nidad: la otra era arte. Nada en ella es fal­ de qué —me he preguntado— el torero ha sufri­ to, frente a aquella porción de mi ser. «Recuerdo
so, nada superfluo”. do ese retroceso súbito y prodigioso hacia las el estupor de mi mirada; recuerdo que la sangre
fuentes primeras del ser ? Las respuestas apenas se me había parado en las venas y el aliento en
George SAINTSBURY son algo más que tanteos inocentes como los el pecho. Cuajado en una inmovilidad hipnótica vi
relatos de los milagros que hacen los dioses y que aquello pasaba de unas manos a otras, vi san­
los santos. “Y fué, se acercó al ciego, le puso la gre, sangre, sangre... Su primer vagido me des­
Precio del ejemplar: $ 2 50 mano en los ojos y el ciego vió, y el manco sanó, encantó. Me entró por el oído como una flecha
y el muerto resucitó”. Pexo, ¿cómo, cómo el cie­ y estremeció una a una todas mis fibras. Enton­
De venta en la go vió, el manco sanó y el muerto resucitó ?
ces rompí a reír y a llorar y a mugir y a balar;
igual me sucede a mí. Indudablemente, pienso,
me acerqué a la masa sanguinolenta, movediza
LIBRERIA DE CRISTAL lo ocurrido es que en los choques violentos, san­
grientos del hombre y la bestia se ha operado y gritona y no me acuerdo de lo que hice o de
una transmisión del alma humana al cuerpo bes­ lo que me dejaron hacer.
Tramo Sur de la Pérgola del Palacio de Be­ tial y, quizás, aunque menos visible, otra trans­ Me desperté en una cama. Había dormido diez
llas Artes, abierta al público, sin interrup­ misión del alma bestial al cuerpo humano y así horas. Pregunté por mi hijo y me lo trajeron.
ción, hasta las doce de la noche, incluso los las lindes que al principio del encuentro los se­
paraban por distancias, al parecer insalvables, se —Ven aquí, Juanito —le dije al tomarlo en
domingos. han borrado, han desaparecido y en la conjunción brazos.
APDO. POSTAL 8092. MEXICO, D F. copulativa de ambos seres se ha perdido lo más
adjetivo y caedizo, es decir, la metafísica. ¡Her­ Juanito era ya un ser humano y, yo, Hamlet
mosa conclusión para un profesor de esta disci­ Q&rcSa, profesor ambulante de Metafísica, su
plina así sea tan ambulante como yo lo soy! padre.
31 de Mayo de 1941 ROMANCE Pagina 17
micia de esta importante serie que no tiene prece­ Fantasia de Taagbaa Williams
dente en México, se han celebrado ya concier­
tos. en que se ejecutaron los Quintetos de Brahms La Orquesta de la British Broadcasting Corpor­
y Schumann y otras obras del riquísimo repertorio ation. bajo ia dirección de Adrian Boult, ha grabado
de cámara. para la Víctor, la Fantasía sobre aa tama «te Tho­
mas Tallis, del compositor británico Vaughan Wil­
El vlolialste MUatoia liams. El álbum comprende dos discos grandes.
El día 3 de junio próximo se presenta por pri­ Eos valses nobles y sentimentale» de Ravel
mera vez en México, el célebre violinista Nathan
Milstein, considerado por Toscanini como “uno de
EL NACIMIENTO DE LA OPERA EN EL SIGLO XVII los más grandes violinistas de todos los tiempos**.
El pianista francés Robert Casadesus ha graba­
do para la Columbia. Dos valses nobles y sentimen­
Milstein ofrecerá una breve serie de conciertos en tales, de Maurice Ravel, en dos discos grandes.
el Palacio de Bellas Artes.
Por José Barros SIERRA Un Cuarteto de Mozart
la Sinfónica Ualveniteria
El Cuarteto de Budapest ha grabado el Cuarteto
ENTRO de pocas semanas México volverá el arte no como un medio para ganarse la vida La Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacio­ en si bemol K. 4¿s (La Caza), de Mozart, en tres

D a disfrutar, como en anteriores épocas de —y esta era la gran ventaja que tenia sobre el nal. bajo la dirección de los maestros José Roca- discos Víctor que han aparecido sólo tres semanas
bruna y José F. Vázquez, ofreció en Bellas Ar­
bonanza cultural, de una temporada de músico profesional—, sino como un refinamiento tes un concierto a benrficiv de los damnificados después de que el Cuarteto R«»th había grabado la
de la existencia. Como persona culta y bien edu­ misma obra para la Columbia.
ópera basada en la renovación del repertorio, así de Colima. En calidad de solistas participaron en
como en la propiedad del montaje musical es­ cada que era, sustentaba una actitud crítica, esta audición, la pianista inglesa Winifred Christie, El Martirio de San Sebastián
que ejecutó el Cuarto Concierto de Beethoven en el
cénico de las obras, cosas imposibles de lograr­ la cual forzosamente debió verse afectada por la piano Moor, de doble teclado; el violinista Aurelio
se sin la ayuda económica que el Estado y los confusión que llegó a reinar en la escritura con- Fuentes y la liederista María Bonilla. La Orquesta del Conservatorio de París, dirigida
por Piero Cupola, ha grabado varios fragmentos de
particulares están obligados a impartir a este trapuntística y polifónica. El texto sufría por ese “El Martirio de San Sebastián", de Claudio De­
tratamiento hasta hacerse muchas veces casi Recital de Heder
tipo de espectáculos que, como los conciertos bussy. p¿tia la VP tor.
sinfónicos y el ballet, sólo excepcionalmente pue­ ininteligible y la música había llegado a conver­ La notable- soprano mexicana Luz Carrillo Jaime
den sostenerse por sí mismos. tirse en una serie de combinaciones numéricas ha ofrecido un concierto en el Anfiteatro de la CUBA
Ante la inminencia de este suceso artístico, que excluían la claridad y la simplicidad, base Preparatoria, interpretando “Heder”, de Haydn y
de Schubert, así como arias de Juan Sebastián Bach, Temporada de Opera
que contituye el esfuerzo más serio que se haya del ideal helénico. El drama griego se convirtió Handel, Gluck y Mozart. El pianista acompañante
realizado en muchos años para reimplantar en en término de comparación; pero el antiguo coro fué José MarL/Luján, quien interpretó también un Pro Arte Musical anuncia una corta temporada
grupo de Estuuios de Chopin. de ópera en el Auditorium de Lt Habana. En ia com­
forma tíigna y permanente el género que con tan­ pasó a segundo término, mientras que la recita­ pañía figuran la contralto Bruna Castagna; las so­
ta frecuencia ha sido desahuciado y que, sin em­ ción solista cobró extraordinaria importancia. Rscltel de sonates pranos Hilde Reggiani. Rosa Bampton y Dorotea
bargo, está demostrando a diario su maravillosa La ópera brotó precisamente en un cenáculo Kirsten; el tenor Jan Kiepura y los barítonos Weede
El violinista Luis Guzmán y el pianista Javier y Valentino. El repertorio será a base de Carmen, El
vitalidad, no resulta inoportuno remontarse a los . de tales “diletantti”. El canto sólo fué su carac­ Meza Nieto preparan para fecha próxima un recital Barbero de Sevilla, SI Trovador y Rigoletto.
orígenes del arte lírico, nacido hace cuatro siglos terística más importante, así como el empleo del en el que se proponen interpretar las Sonatas de
por lo menos. estilo declamatorio impuesto por la estrecha co­ Handel. César Franck y Grieg. URUOUAT
Aunque las primeras óperas de que se tiene nexión existente entre la música y el lenguaje, ESTADOS VEZOOS Fallecimiento da Carlos Fedrell
noticia cierta fueron, en realidad, compuestas con apoyándose sobre el fondo armónico de un acom­
anterioridad al siglo XVII, fué en esa centuria pañamiento instrumental. De Florencia este nue­ Da temporada de la Filanaóaica Ha fallecido en París, el compositor uruguayo
vo arte se extendió a otras ciudades italianas y Carlos Pedreli. sobrino del musicógrafo catalán,
cuando se establecieron como géneros perfecta­ I^a Orquesa Filarmónica-Sinfónica de Nueva Felipe Pedreli.
mente diferenciados, tanto la ópera como el pronto se popularizó en forma extraordinaria. York ofreció en su temporada que acaba de termi­ Carlos Pedreli había nacido en Montevideo en
oratorio. E. J. Dent cita el caso del Orfeo, de Monteverdi y sus contemporáneos se inspiraron nar 129 conciertos, en un lapso de treinta semanas. 1S7S. Comenzó sus estudios musicales en Barcelona,
Angelo Poliziano, representado en Mantua, en seguramente en la idea de un "retorno a la Natu­ De éstos, formaron parte del abono habitual, y de donde pasó a la famosa Echóla cantornm, de Pa­
los demás estuvieron dedicados a* los niños o se rís. Es autor de varias obras en las que aparece
1472, con decoraciones pintadas nada menos que raleza”, el mismo estandarte que siglo y medio efectuaron fuera de la ciudad de Nueva York. clara la influencia de la música francesa de la épo­
por Rafael; pero por desgracia nada se ha con­ más tarde había de enarbolar Jean Jacques Dirigió la orquesta John Barbirolli durante casi ca. Citemos entre otras la Canción para dormir la
servado de aquella música. La primera ópera, cu­ Rousseau y que todavía habría de reaparecer en toda la temporada. Lo substituyó por breve tiempo. pena, Danza y canelón da Alna, En el estrado de
los albores de nuestro siglo. Este “retomo a la Bruno Walter y Dimitri Mitropoulos. Walter Dara- Doña Beatriz, Una noche de Soherezade, Foema lí­
ya música completa ha llegado hasta nosotros rosch dirigió su nueva versión del Cyrano do Ber­ rico, Fantasía argentina. Obertura catalana y la
es la Enridice. de Peri; representada en Floren­ Naturaleza” no es otra cosa que la reacción que gerac; Italo Montemezzi dirigió su Pablo y Vir­ ópera Ardid de amor.
cia, en 1600, mismo año que vió la famosa Rep- siempre traen consigo las exageraciones y las ginia, y Zoltán Kurthy, su Obertura. Los concier­
deformaciones que suelen producirse en el arte tos para niños estuvieron bajo la dirección de COX.OMBZA
presentazione «MVAnnna e del Corpo, con mú­ Rudolph Ganz.
sica de Emilio de Gavalieri, puesta en escena en y no siempre tiene el mismo sentido. Tomaron parte en la temporada, cincuenta so­ Frimer concierto de la Sinfónica
la ciudad de Roma. Claudio Monteverdi presentó En Florencia, la simplicidad consistía en su­ listas, entre los cuales figuraron quince pianistas,
primir los excesos polifónicos y contrapuntísticos diez violinistas y catorce cantantes. Se ejecutaron Se ha celebrado el primer concierto de abono de
en Mantua, en 1607, su Orfeo, que ha sobrevivido 1S9 obras, representando a $2 compositores de quin­ la Sinfónica Nacional, bajo la dirección del maes­
enteramente, mientras que la música de Arian- y establecer la supremacía de la voz sola y de ce nacionalidades. tro Guilermo Espinosa. En el programa figuraban
aa, representada al año siguiente, se perdió en la declamación sostenida por la armonía de los la obertura de la ópera Bina o la loca, de Paisiello,
instrumentos. Aunque inexactamente, este estilo La Sinfónica de Boston el concierto en re menor de Mozart, el concierto nú­
su mayor parte. mero 1 en mi bemol mayor, de Liszt y un poema
El siglo XVII puede, por tanto, considerarse se llamó Monodia, o sea el tipo de música en el Sergio Koussevitzky, director de la Orquesta Sin­ sinfónico de Liadoff. Como solista actuó la notable
«orno el padre del género teatral y musical, que cual la melodía resalta sobre un bajo que le sirve fónica de Boston, ofreció dos veces en una misma pianista Elvira Restrepo.
había de desempeñar un papel tan importante en de base. La música volvió a respetar las caracte­ semana, la Quinta Sinfonía de Shostakovitch, con
rísticas del idioma y la palabra dejó de ser su el fin de hacer que el público la gustara cabalmen­ FERU
la historia de la música en los siglos posteriores. te. Con el mismo propósito incluyó dos veces en la
Históricamente considerado, el siglo XVH cons­ sierva, como había acontecido durante el reinado misma audición —y así figuró en el programa—, Concierto sinfónico al aire libre
tituye una época de transición entre la centuria de la polifonía y del contrapunto. La música vo­ la obra “Ensayos”, del compositor norteamericano
Samuel Barber. La insistencia del maestro ruso pa­ En el Campo de Marte del Callao, el maestro
precedente, culminación del arte polifónico de cal e instrumental, perfectamente diferenciadas reció haber causado efecto, pues dicha obra fué Paul Kosok ha dirigido un concierto al aire libre.
Palestina, Orlando de Lasso, los Gabrielis, Senfl por sus características tonales, fueron combinadas recibida calurosamente por el público. Empezó el concierto con uno de los movimentos de
y Eccard, y la época de Juan Sebastián Bach y en una forma artística más elevada; pero conser­ la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak, siguió con
vando cada una de ellas su propio campo de ac­ Opera de 8as Francisco la Sinfonía de Harlem, de James P. Johnson, en la
Jorge Federico Handel, nacidos ambos, así como que se describen los alborotos, los ruidos y las ex­
Scarlatti, en el año de 1685, pero estrechamente ción. El mérito de Claudio Monteverdi consistió La Opera de San Francisco se prepara a cele­ travagancias de un barrio neoyorquino de negros y
identificados con las tendencias y con las ideas precisamente en elevar a la categoría de forma brar una de sus más grandes temporadas, la cual terminó con el ballet titulado Suray Suite, com­
artística los hallazgos de los "diletantti” floren­ tendrá un costo de 750,000 dólares. La compañía vi­ puesto por el maestro Valcárcel.
del siglo XVni. Conviene recordar que el siglo sitará Los Angeles. Portland, Seattle, Sacramento
XVII se señala por la terrible guerra de los tinos que habían tenido un carácter predominante­ y Pasadena, además de actuar por cinco semanas en B8FARA
Treinta Años, en Alemania; por la persecución mente experimental. Monteverdi trata la orquesta San Francisco. Entre los artistas que han sido con­
de las hugonotes en Francia, y por las disen- con una libertad desconocida hasta su tiempo. tratados figuran Lily Pons, Kirsten Flagstad, Bidu Premios de la música
En su orquestación se encuentran sorprendentes Sayao, Lawrence Tibbett, Jussi BJoerling, Tito Schi-
ciones feudales.que en Inglaterra condujeron a la pa, Lauritz Melchior y Ezio Pinza. Los premios de la música que el Sindicato Na­
' decapitación de Carlos X. Dos países europeos efectos dramáticos y en no pocos pasajes ciertos cional del Espectáculo, acaba de otorgar, correspon­
ae salean, sin embargo, de las luchas que hacen instrumentos están tratados en forma solista, VISOOS 2TUXTO8 dieron a Joaquín Rodrigo por su Coucierto de Aran­
de Europa un enorme campo de batalla: Italia y mientras que la voz se independiza también hasta juez; al Orfeón Donostiarra, que dirige el maestro
Música brasitefia Gorostídi y a la Agrupación de Cámara de la Or­
España. abrir nuevos horizontes a la ópera, cuyo desarro­ questa Nacional, que componen Enrique Iniesta,
Desde los días de la música gregoriana, Ita­ llo será la consecuencia de este libre juego vocal La Víctor ha grabado un Festival de Música Bra- Juán Ruiz Casaux, Luis Antón, Enrique Aroca y Pe­
e instrumental. sllsúa, semejante al que grabó la Columbia con la dro Meroño.
lia feo había vuelto a ser el centro de la actividad música mexicana presentada en el Museo de Arte
musical en Europa, que había pasado a los Países La ópera se extiende con rapidez increíble por Moderno de Nueva York. En el álbum figuran úni­
Italia y pronto se construyen muchos teatros que camente obras de Villa-Lobos, de quien se dice que Deopoldo Querol
Bajos, maestros en el arte de la polifonía. Cierto
al principio sirven sólo para solaz de los “dile­ ha compuesto no menos de 1,400 obras de diversos
que Alemania, a pesar de la guerra, produjo en tipos; el Nonetto para orquesta de cámara y coro El pianista Quero} actuó recientemente en uno de
la décimaséptima centuria compositores tan emi­ tantti ; pero que luego habrán de convertirse dirigido por Burle Marx; el Caacao do Carreiro, can­ los coliseos de Madrid. En el programa figuraban
nentes como Heinrich, Schütz y como Michael en negocios, haciendo extensivos sus beneficios tado por Elsie Houston, y el Cuarteto para arpa, ce­ obras tan diversas corno la tocata y fuga <n re
lesta, flauta, saxofón y voz femenina, también di­ menor de Bach-Busoni; la Sonata 23 de Beethoven,
Pretorios, educado en Italia y considerado como a públicos más grandes. Durante muchos siglos rigido por Marx. el Poema de Scriabin, el Fandango del ventorrillo,
«1 primer compositor alemán de quien se tenga el talento vocal de los italianos había sido culti­ de Joaquín Rodrigo y el Davapiés, de Albéniz.
noticia. Cierto también que en Francia surgió vado por la Iglesia, los príncipes y los gobiernos Canciones Italianas del siglo EVZZZ
El violinista Cillario
Jean-Baptiste Lully, descendiente de italianos y de las grandes ciudades, mientras que el genio El bajo italiano Ezio Pinza ha grabado para la
creador de la ópera francesa y del ballet, y que dramático era cualidad innata en ese pueblo. La Víctor, tres discos con canciones italianas del si­ Con la cooperación de La Orquesta Sinfónica de
en Inglaterra apareció Henry Purcell, el más ópera era el género que mejor convenía a las glo XVIII. El álbum incluye obras de Monteverdi. Madrid, dirigida por e! maestro José María Franco,
Falconieri, Cavalli, Legrenzi. Torelli, Alessandro el violinista italiano Cillario. ofreció ni auditorio
grande de todos los compositores que ha producido aptitudes nacionales y por eso Italia la recibió Scarlatti, Handel, Buononcini, Sarti, Giordanl y la interpretación del Concierto en re mayor, de Mo­
ese país; pero en ninguna parte la actividad mu­ con sorprendente entusiasmo. En 1613, año en que Pa isiello. zart, y de la Sinfonía española, de Lalo.
sical fué tan intensa en aquella época como en la Monteverdi llegó a Venecia, no existía ningún
Península itálica. teatro de ópera. El primero fué establecido en
La ópera y el oratorio surgieron impulsados
por el doble deseo de librar a la música de las
1637 y al poco tiempo ya existia una docena de
coliseos permanentes. EXPOSICION DE ROSENBLUETH
En Roma sucedió lo mismo; pero hacia la se­ CS:-¿u-; de ía página 7)
complicaciones del arte polifónico, llevadas por
algunos compositores a extremos increíbles y gunda mitad de la centuria, Nápoles tomó la pri­ ¿Qué tiene este arte, que siendo dei día. tan del óleos y seis dibujos. lis. según reza el catálogo, nor­
de sintetizar todas las artes conocidas en un macía gracias a la actividad de Alessandro Scar­ día, de nuestros días, nos parece remoto? ¿Por qué teamericano. nacido en Chicago, pero, por su arte,
género nuevo, capaz de comprerderlas a todas. latti, cuyo estilo difería ya sensiblemente del de nos recuerda los productos de civilizaciones pericli­ bien pudiérasele tomar por alemán, porque parece
Este anhelo de sintetizar es propio de los hom­ Monteverdi, sobre todo en el empleo de todos los tadas hace milenios? No es un arte de primitivo, un epígono de aquel Expresionismo íhorrendo voca­
bres del Renacimiento y más tarde habrá de re­ recursos de la voz humana tratada con mayor sin embargo, como suele ser en ocasiones el de algu­ blo) que en los primeros años de la postguerra, la
aparecer en la estética de Ricardo wagner, ya énfasis. Scarlatti también dió mayor desarrollo nos mexicanos. No. no es eso. Es un arte alquita­ de 1914 a I9IK, tanto ruido metió en Berlín y .Mu­
absolutamente desacreditada en nuestros __ días. a la orquesta y encaminó el arte lírico por sen­ rado. Hay un sabor en él que nos recuerda los nich. Era un arte desorbitado, mezcla de espíritu
El Renacimiento había producido también un deros que habian de apartarlo del ideal griego granitos de cereal hallados en las tumbas egipcias de "ghetto" y del anárquico de una sociedad atroz­
nuevo tipo de músico que poseía una cultura gene­ de los “diletantti” florentinos. Nacida en Italia y de Jos Faraones que siguen germinando... ¿Es este mente descompuesta, que ha perdido una gran gue­
ral y cuyo sentido crítico se hallaba por tal considerada con justicia como un género artísti­ un sabor antiguo mexicano' Lo parece, aunque no rra. Quien haya visto la Alemania caótica y mise­
causa muy desarrollado: el “diletantte”. A di­ co nacional italiano, la ópera había de invadir bien enteramente. ¿Es sabor europeo? Algo hay de ello, rable tic aquellos años, pero toda ella hirviendo
ferencia del "diletantte” semiculto que ahora co­ pronto otros países europeos, convirtiéndose en pero tampoco del todo. ¿Es sabor oriental? Sin du­ poderosamente en fuerzas confusas, de las que ha
nocemos, el del Renacimiento era un músico y un arte universal que perdurara hasta nuestros da. mas con ese dejo particular que tantas veces salido lo que estamos viendo, no necesitará esfor­
compositor educado completa y profesionalmente. días, y a propósito del cual habremos de seguir hallamos en las cosas mexicanas y en los hombres zarse mucho para conceder al Expresionisinus la
Pertenecía a las altas clases sociales y concebía hablando en próxima ocasión. también. El Oriente ha vertido aquí sus luces. Co­ representación simbólica de una época tremenda.
rriéronse por el Pacifico. -Es, en fin. sabor personal, No sabemos por qué conductos ha recibido esta
o aroma sutil, hecho de otros varios, de una perso­ influencia John Masteller; si ha sido directa, por
nalidad artística señera, aunque en formación? Sin haber vivido en Alemania y visto allí las obras
duda. Desde luego, sobre el espíritu y eí estilo de
NOTICIARIO MUSICAL este artista tie vocación tardía gravitan milenios
de arte. Hay un arte bárbaro, que irrumpe como un
expresionistas, o porque en Norteamérica bullen to­
dos ios modos artísticos heteróclitos y heterogéneos
que ha producido Europa desde el Romanticismo a
KBXXCO se ve cómo el principio armónico sirve de elemento miura del toril; hay un arte también madurado esta parte. En ese sentido. América se ha convertido
propulsor a. la transformación de los tipo» musica­ largamente en la Historia, como la otoñada europea, en una especie de alberca del e>pirítu de Europa y
Da ópera Úe México les del segundo milenio. A continuación se expon­ sedante y exquisito, en el cual, como en ciertos
drán las formas musicales polifónicas de la Baja allí fluyen, lo mismo las joyas y primores de tal
El martes 1? de Junio se inaugura en e! Palacio Edad Media y del Renacimiento; las que se desarro­ puertos a los que llegan barcos de todas proceden­ espíritu, que sus materias, por decirlo así. inasimi­
de Bellas Artes la primera temporada de la Socie­ llan en la época estilística conocida como el barroco; cias. se cruzan idealmente los soles y brisas y fra­ lables de la actividad artística de los últimos años.
dad dé la Opera de México, que ee ha formado con las del período vsenés de la sonata y la sinfonía; las gancias de todos los climas; un arte que hace soñar Sea como fuere, los caracteres de la pintura de John
el fin de renovar el repertorio lírico y de dar oca­ del Romanticismo en sus varios aspectos y por úl­
sión para que surjan los nuevos cantantes mexi­ timo. el sentido de los diversos ensayos realizados terriblemente como el mar y sus mil y mil cami­ Masteller se corresponden con los del Expresionismo
canos. por los medios contemporáneos. nos... A ese arte tal vez pertenece el sabor de «ta alemán. Su técnica de pintor es muy parecida a la
Ha sido contratada para tomar parte en las re­ noble y amable pintura de un artista, maduro por
presentaciones de Da Walhirla, Salomé y Carnea, la Orqueste Sinfónica de que usaron tales expresionistas, aunque menos enér­
soprano dramática australiana Marjorie Lawrence, la edad, juvenil por su arte. gica. y. a veces., quizá también menos alborotada,
<jue desde 1935 forma parte del elenco del Metro­ La Sinfónica de Mexico, bajo la dirección de Car­ Emilio Rosenblueth, distinguido hombre de ne­ menos jactanciosa. Los pintores de ese famoso grupo
politan Opera House, de Nueva York, y que ha los Chávez. inicia el viernes 13 de junio, su 14» gocios y pintor, puede hacer suya aquella sentencia
cantado en los principales teatros europeos, así co­ temporada de conciertos. Participarán en esta serie parecía que pintaban con las rebañaduras de la
mo en el Colón de Buenos Aíres. Además de Mar­ de doce pares de conciertos, además del maestro de un procer y poeta castellano del siglo XV. don paleta unas veces, otras, que acumulaban violenta­
jorie I^awrence, vendrán los tenores Lnholm y Chávez, el compositor ruso Igor Stravinsky y cl Iñigo 1 ópez de Mendoza. Marqués de Santillana, mente pasta sobre el lienzo, y luego, siempre en
Baurn. el barítono Alexander y el bajo Lorenzo Al- director inglés Sir Thomas Beeeham. en calidad de que dice; apariencia, le pasaban la cuchilla, la afeitaban, y
vary. quienes alternarán con varios jóvenes cantan­ directores-huéspedes. También han sido contratados
tes mexicanos que desde hace más de ños meses los notables solistas Robert «’asadesus, uno de los ... la $çien(;a no embota el /ierro de la lan;a así daban por terminada la obra. La misma o pa­
prepararan las obras de repertorio, bajo la gula de pianistas más interesantes del momento y el vio­ ni dexa tíoxa la espada en mano del caballero. recida apariencia tienen los lienzos del pintor ame­
distinguidos maestros. linista tiúngaro Joseph Szigéli.
Los programas anunciados comprenden obras de ftKÍo ío contrario de lo que supone, en \u deli­ ricano.
Slstori* úe le Música los más diversos estilos y uno de ellos se halla con­ ciosa incomprensión, la innumerable caterva de los No se entienda e'to que decimos en sentido peyo­
sagrado a la “música tradicional mexicana”. pecas de nuextro tiempo. rativo. Nada más lejos de nuestro ánimo. John
Bajo el patrocinio de la Orquesta Sinfónica de
México, el musicógrafo Adolfo Salazar está cele­ Quintetos úe pia&o Masteller es un fino pintor que sigue una escuela
brando un curso de Historia de la Música en la o tradición moderna y produce (¡entro de ella. ,’I.a
aala de conferencias de Bellas Artes. En este cur- El célebre Cuarteto Lenner, que actualmente se ohn Masteller.—En la Galería de Arte Je la calidad de su obr3? Pues, dentro de tal escuela o

J
pUIo se examinan las épocas de la monodia oriental, encuentra en México, y que ha celebrado diez con­ Universidad Nacional —local nada adecuado tradición, tiene las calidades características de la mis­
de la clásica y de los primeros siglos cristianos, ciertos en el Palacín de Bellas Artes, ha preparado
hasta el momento en que surge, con el arte polifó­ una nueva serie musical con la colaboración del para exposiciones artísticas— expone este ma. Sus lienzos están "construidos", tienen ritmo,
nico, un nuevo concepto de la música. En seguida eminente pianista húngaro Jorge Sandor. Como pri­ pintor un conjunto de veinticinco obras, diez y nueve
dentro de su aparente brusquedad de ejecución
Pagina 18 ROMANCE 51 de Mayo de 1941

LOS LIBROS POR DENTRO


MUSEO DE LA CALLE ANDANZAS DE HERNAN CORTES JUEGOS Y CANCIONES
OS dioses vuelven siempre a nosotros, unas
INFANTILES DE PUERTO RICO
POR
L veces de la mano de un )>ontiísce —del
mismo que pretendió derribarlos— y otras
de la mano de un poeta —cuyos antecesores
fueron, en definitiva, ¡os creadores de toda di­
vinidad. Por eso, después de invernar algún tiem­
Artemio de Valle-Arizpe
C
ON este atractivo título, María Cadilla Mar­
tínez nos brinda un fragante manojo de
añoranzas y recuerdos. ¡Rondas infanti­
les, estrofas ingenuas, sentimentales o picaras que
po en las sombras, vuelven a nosotros Proserpina, Por Gerardo RIVERA se desgranan con distinto acento y más o menos
Juno, Afrodita, Baco, Leda, Xeptuno... Hoy alteraciones en todos los países de habla española?
ya constituye un museo vivo, un museo en me­ ON Artemio de Valle-Arizpe se balín en pose­ que su cruel desenfado prolonga y concluye el rótulo Si existe algo verdaderamente universal en el
dio de la valle.
Renació el arte porque los dioses renacieron;
renacerá cuantas veces el poeta retome a las au­
ténticas ‘‘fuerzas vivas” del Universo, a las anti­
D sión de un estilo ranas reces secular. Pero la
vulnera castiza y arcaica del erudito escritor
no es nunca remedo trasnochado ni exhibición ana­
crónica de un ¡enguate retinto. Los asuntos en que
se regala nostálgicamente la retrospectiva curiosidad
del libro a que me refiero— son de estirpe neta­
mente castellana. También los hombres de Castilla
se complacen en señalar sin atenuaciones ni eufe­
mismos los defectuosos ''excesos" de sus compatriotas.
Las Andanzas de Hernán Cortés y otros excesos,
folklore es, sin duda, la esencia de los juegos in­
fantiles, esa gracia inicial que perdura y se abre
paso a través de las diversidades de temperamen­
tos, costumbres o razas, perpetuando lo eterno
e inolvidable que hay en el niño, tan inolvidable y
guas vehemencias cósmicas por quienes arde la
espiga y el sol y hay nieve en las ondas. La de Valle-Arizpe son, por lo común, retrospectivos, vos subyuga con su amenidad. Don Artemio de eterno que instintivamente lo buscamos y halla­
arqueológicos. 1, por ende, exige una expresión Valle-Arizpe congrega en este libro sus eficaces mos intacto en el “grande”, mucho después cuan­
mitología es todo lo contrario de una teología
sistemática en desuso; es una religión en activo, idónea, adecuadamente afin. inactual, con solera ran­ dotes de narrador y su clarividente garbo de co­ do ya pasó la época de jugar al “corro”,o a lúa
cia y profunda raigambre de tipo castellano. El mentarista. En más de una ocasión se lamentan prendas.
en plena y eterna actividad, puesto que es el autor de La muy noble y leal ciudad de México no las soluciones de continuidad que suspenden tos
idioma vivo donde encuentra su magnífica ex­ confecciona pastiches. A'o es de esos escritores incur­ episodios de esta puntual biografía. Porque el inte­ La “viudita” que quiere casarse y cuya tenue
presión la multiforme dinamicidad del mundo. ias en ei género tradicional o recreados en el abo­ rés que suscitan no consiguen mitigarlo las sensatas voz de cristal sonoro nos ha entristecido tanta»
Cada término de este idioma representa algo lengo imitativo, que unas veces asesinan el idioma consideraciones que el lector pueda hacerse sobre la veces en algún atardecer romántico de plazuela
más que la fábula de un dios o de un héroe; a fuerza de esquilmarlo con intención de obtener la probidad y solvencia históricas del erudito e infal­ castellana, las “cautivas moras”, siempre espe­
representa acaso una de nuestras mismas reac­ ruda primitiva sobriedad castellana, y otras veces sificabie escritor. Como ya dije, el afán del lector rando al caballero que las ha de salvar, la pobre
ciones ante el ciego azar, dueño y señor de nues­ lo embuten con los excusados y prolijos tópicos, se siente defraudado en ocasiones. Incluso desea —y “malcasadita”, que se duerme llorando mientra»
tra vida. "concetos” y ceremonias de la minuciosa, puntillosa la insobornable veracidad de Clio nos lo perdone— el marido ofrece a la “querida”, jubones y bas­
Es un gracioso y fértil idioma donde el más v harto extremada cortesía de los nobles y villanos que el autor brinque por sobre las trabas de la quinas de rica seda... La “monja-niña”, que sus­
oculto latido humano tiene correspondencias de de los siglos AU y A'UZ. No. Eton Artemio de exactitud histórica y nos relate detalladamente con pira por sus anillos y sus pendientes y, sobre
un valor poético invariable. Un antecedente poé­ Valle-Arizpe, retrotraído deliberadamente a una sa­ frutos de su santiscario el desenlace cabal le algunos todo, con una deliciosa y prçcoz coqueteria, por
tico imborrable en la tabla de valores del es­ zón remota, cuyos limites cronológicos no es con­ episodios. Esto acontece, por ejemplo, al releer los su “mata de pelo”... (Por cierto, que la versión
píritu. Idioma que traducen al lenguaje poético veniente salvar con el inadecuado atuendo del día, acabados, pero novelescamente inconclusos, capítulos recogida por la recopiladora de estos juegos Y
de estos días unos pocos de los mejores prosis­ evoca, como le cumple, es decir, valiéndose de los aue intitula "Si el alma un cristal tuviera", "La canciones, y que debe de ser la más conocida en
tas contemporáneos. Figura, entre ellos, Jaime To­ medios entonces en uso. aquel gustoso y ya desusado Malinche", "Madrastra, el nombre le basta", etc. etc. Puerto Rico, difiere bastante de la que hemos,
rres Bodet, cuyo puesto en las letras universales vivir de nuestros antepasados y prececesores. Es decir, que lo único que se le podría reprochar oído en España). Es tal vez una composición
está ya claramente fijado después de la publicación a don Artemio de Valle-Arizpe es, precisamente, lo más hecha, más literaria: su final, de un drama­
de no pocos de sus libros, en prosa y en verso, Por fuerza —y muy de grado— se sucumbe al que no hay manera de echar en cara a un erudito:
inesqnivable hechizo de la opulenta y sazonada prosa tismo bien logrado :
principalmente de “Proserpina rescatada”, “Des­ lo fidedigno —y, a las veces, por fidedigno, escue­
tierro”, “Margarita de Niebla”, Primero de virreinal de don Artemio de Valle-Arizpe, que no to— de sus testimonios. De los cuarenta lujosos ca­
Enero”. se Paga de purista ni de académico, sino que hace pítulos que componen la obra, ninguno se permite el
“Dame los vestidos míos para irme de paseo,
modesta gala de algunos y muy sabrosos mextea- lujo de holgar. Todos coadyuvan a facilitarnos una
pendientes de mis orejas y anillito de mis dedos...
El recientemente publicado, “Nacimiento de nismos y que, tal. cual vez, acepta, desde luego inde­ ¡Pero fa voz se perdía en las celdas del convento!**
Venus”, comprende cinco poemas novelescos, cin­ realiración perfecta. Especialmente “Las mocedades
bidamente. la acepción popular e incorrecta de tal o del héroe". "El corazón ni miente ni engaña”. "El
co relatos en que las dotes fecundas —de poeta cual vocablo. (Verbigracia: desapercibido por inad­ nos hace pensar, ann sin querer, en la última
y novelista— de Jaime Torres Bodet se ponen incendio de ¡as naves". “La aparición del Apóstol",
vertido: numeroso, por muchos o por un gran nú­ "La orgía de la victoria". "Oro es lo que oro vale”, línea de la canción, tal como se oye todavía en
como nunca de manifiesto. Ni es preciso se­ mero de..., etc., etc.) En cualquier caso, y con las
guir, hilo a hilo, estas cinco urdimbres; seguir, y los ya citados con anterioridad, los lee y relee el los jardines, españoles. En los recuerdos de nues­
excepciones de rigor, ¡as maneras literarias de Valle- pío o impío lector enbechizado por el encantamiento tras infancias este grito patético, escueto, que
pincelada a pincelada —diríamos mejor—, la ela­ Arizpe acreditan su gusto —su buen gusto— por la
boración de estos retratos para poder afirmar de la prosa y del episodio. ¿Cómo sale librado no explica nada, pero lo dice todo, ocupa un lugar
elegancia barroca y eficiente de la época coiontal. Hernán Cortés en esta i'eridica historia? Se le de excepción:
su procedencia: corresponden a una auténtica La profusa y refinada, pero no alambicada expresión
jerarquía poética; “Nacimiento de Venus” —li­ reconoce como lo que fué cabalmente: como un
de este erudito evocador de pretéritas glorias, cons­ hombre de cuerpo entero. No se le regatean cuali­ “¡Pero lo que más sentía era mi mata de pelo!...
bro en prosa de poeta—es, ante todo, una de tituye un homenaje al genio, del idioma castellano
esas obras excepcionales en que sería muy di­ dades. Es un mortal —un mortal lleno de las mi­
y una clara y arrogante lección di su buen uso. . serias inezitables y características de un gran capi­ Creo que son pocas las niñas españolas que
fícil aislar totalmente la poesía —en su sentido
usual— de la literatura en su auténtico sentido, Ahora, después de haber leído y releído con tan tán de aventureros—. y por sus miserias de mortal, después de una tarde de juegos, en la que repi­
en el de “arte de escribir”. Para nosotros no hay apasionado interés como efectiva delectación sus y no por su prestancia de dios, los indios le sahuma­ tieron veinte o treinta veces esta canción, no sé
ninguna duda: poesía es tanto como creación, Andanzas de Hernán Cortés (libro que me procura, ron. ¿Fué un hombre cruel? Su pimera esposa, han despertado sobresaltadas en medio de una pe­
y ésta continúa siéndole, sea cualquiera el ins­ por muchas razones, y quizá especialmente por la doña Catalina de Juárez, ¿murió a sus manos, como sadilla, llevándose las manos a las trenzas para,
trumental que se utilice. circunstancia de haber sido impreso en Segovia, dul­ se dice? Averigüelo el propio Satán. Sea comp fuere, convencerse de que no se las habían cortado...
ces y acerbas añoranzas de mi tierra perdida), insis­ et Conquistador, cargado de dias y de méritos y La pastora, que mata a su garito, santa Catalina
Aunque muchos prefieran la prosa, precisa­ desprovisto de honras, expió largamente sus culpas...
mente por las mayores dificultades que su buen to en considerar a Valle-Arizpe como uno de los sonriendo heroica, en su rueda de cuchillos y na­
c~'tivo ofrece, tanto como por los falsos mone­ más auténticos restauradores arqueológicos de la vajas, la esposa de Mambrú, oteando el horizonte
deros deí arte que excluye. Ya Guyau se pregun­ Conquista y como un esforzado capitán de las letras desde su torre, y por fin, les personajes de nues­
taba, antes de comenzar el siglo, si el verso castellanas. Su sabroso y arrogante modo de escri­ tros romanees clásicos, Gerineldos, «1 conde OJÍ-
bir e incluso sus reticencias no demasiado indulgen­ ('■) "Andanzas de Hernán Cortés y otros excesos”.
contaba “con probabilidades de larga duración noe, etc., desfilan por este florilegio Unbfliil-
tes —verbigracia, el añadido de “otros excesos" con Biblioteca Nueva. Madrid, 1940. mente seleccionado. ~.
y de vida”. Poetas indiscutibles como Renan y
Flaubert —-decía— “pudieron prescindir del ver­ Los niños portorriqueños juegan a “toa colo­
so, ¿Por qué, como en tiempos antiguos, ha de res”, a “Antón Pirulero”, a la “gallina ciega”, lo
permanecer ligado el sentimiento poético a una España y Unamu­ He aquí, en edi­ mismo que los niños de España, pero en la técnica
determinada forma rítmica y musical?” En no andan —c orno ción popular, Las pa- • de estos juegos hay siempre una variante, una
una palabra —concluía preguntándose—, “la más solían — estrecha­ radojas de Mr. Pood,
elevada poesía ¿tiene necesidad de la versifica­ palabra de más o de menos, más bien & más,
mente fundidos en de Gilbert K. Ches­
ción?” terton. Lo más
pues cada versión sucesiva enriquece y complies
este libro admira­
Bien podemos contestar que no, después de ble, reeditado ahora atractivo de estas un poco la anterior sin apartarla demasiado átí
leer los relatos incluidos en este libro. Son estos: por Espasa - Chipe prosas —saturadas original. Entre los detalles que prestan a ese
“Nacimiento de Venus”, “Retrato de Mr. Lehar”, Argentina ( Buenos de humor, chispean­ libro su color local, encontramos la diferencia de
“Entrada en materia”, “Parálisis” y “Antonio Aires, 1941 ) en su tes de ingenio- es frutas en el juego, aquí llamado del “señor**,
Amoux”. La mayor parte de ellos merecieron excelente Colección su propia definición, donde en vez de la manzana o la pera, figuran
el honor de ser publicados en la “Revista de AustraL Si el paisa­ como enchufada en el aguacate, la pina, el pajuil, etc. También en­
Occidente”, de Madrid, dirigida por José Ortega je es siempre —se­ el libro, deslizada contramos el juego de la “papaya”, curioso por
y Gasset. De ellos, el más abundante en suti­ gún se ha dicho— por el propio autor
lezas psicológicas, tal vez sea “Entrada en ma­ un estado de alma, su complicación y por lo anecdótico delfdesarroll»
al frente de uno de que lo convierte casi en una historia accRmada-
teria”: primoroso viaje de retorno a la vida en Unamuno lo es de los capítulos. Veá-
ciudadana de un enfermo disuelto, perdido, en un modo eminente. Me­ mosla: Las parado­
Tsmpoco conocíamos el “comprador de santos**
sanatorio. Aventura bien sencilla, exteriormente. jor aún podría afir­ que aprovecha indudablemente la afición de loa
marse que en los in­ jas de Mr. Pond eran
Intimamente, la más complicada del vivir hu­ de índole muy pecu­ niños a los “cuadros vivos” y al que atribuimos
mano. Escrita con una —digámoslo así— total apreciables ensayos el origen de ciertos juegos de salón, que hoy vuel­
que constituyen e 1 liar. Resultaban, por
ausencia del autor.. . cierto, paradójicos ven a tener cierto predicamento, como el que
Porque, lo mismo que ocurría en “Proserpina volumen, naturaleza
y hombre viven con­ desafíos hasta de la consiste en la personificación, por medio de ges­
rescatada”, el primer rescatado de toda cadena paradoja ha sido de­ tos, de personas y personajes conocidos.
emocional es el autor. Emocional en el turbio juntamente, pues por
un proceso de convergencia, aquélla se humani­ finida como la verdad puesta de cabeza para María Cadilla Martínez, en unos estudios pre­
sentido, porque ninguna emoción más clara y atraer la atención. Se ha defendido a la paradoja
honda que la artística, y todo el libro está de za y éste se traslada espiritualmente a las cosas liminares, nos habla del valor pedagógico de es­
ella rezumando. Además, no deja nunca de acu­ en tomo. El campo líbre, a cielo abierto, y el con el argumento de que hay muchas falsedades tas canciones y de estos juegos, haciendo resaltar
dir el pensamiento a rematar con volutas hu­ hombre se compenetran aquí en tal grado, que elegantes firmemente puestas de pie todavía por­ la importancia educativa de los esparcimientos
morísticas cualquier posible fuga imaginativa... estas visiones y andanzas españolas son, quizá que no tienen cabeza sobre la cual pararse... infantiles. El juego le es tan indispensable al
Libro frenado y aséptico, que apenas delata las sobre todo, paisajes del alma del autor, andan­ “La prosa de Chesterton es una senda bordeada
zas por las honduras de su espíritu. En las no­ de sorpresas, como en esos laberintos de la feria niño como el alimento o los cuidados maternales,
huellas del escritor si no es en esos momentos en que tantos sustos —y carcajadas— nos prepa­ y por eso la madre debería ser, en realidad, la
en que se adelanta el pulgar para imprimir velas de] gran escritor son poco frecuentes las
descripciones de campos y ciudades. Prefería ra un maese Pedro cualquiera. Fino remedio con­ iniciadora y animadora de casi todos los juegos.
a un relieve huraño su flexibilidad, su expresión tratarlas por sí mismas. De mero fondo. Una­ ta la melancolía. Agudas invitaciones al pensa­ Nos parecen muy acertadas todas esas afirmacio­
definitiva.
muno convierte el paisaje en protagonista, o miento profundo, por los caminos de la “aparente”
He aquí el personaje de “Entrada en mate­ coprotagonista, nes de la autora que, como maestra y madre,
ria”, a las puertas del sanatorio. Acaba de pues él no pudo nunca dejar de frivolidad. posee en estos asuntos doble autoridad. Per»
asustarle un perro, pero ya se ha recuperado del serlo de sus obras. nosotros preferimos olvidar estas cosas y ate­
susto... “La mirada espesa del perro le aca­ Con la publicación nernos a la letra de las canciones y. los juegos
riciaba sin concesiones, sin refinamientos, con Se ha publicado de este libro, Hom­ que transcribe para impregnarnos en su poesía,
la rugosa y torpe ternura que requerían de ella una esmerada edi­ bres e ideas en el en su picara inocencia y en su gracia incompara­
sus sentidos opacos, de nuevo hombre, le asustó ción de El libro del Perú, acaba de edi­ ble que ninguna poeta-sabio ha podido emular.
la dicha que le invadía por todas partes. Quiso hombre de bien, de tarse la obra histó­
seguir huyendo. ¿Hacia dónde? Ninguna casa, Benjamín Franklin. Estas rondas y estos corros, son para nos­
rica —y postuma— otros, infancia, alegría, rostros familiares, pero
ningún moribundo, ninguna ecuación pendiente le Tal vez sea su autor de Jorge Guillermo
esperaba. Las dos de la tarde. El sol le había quien más haya tra­ Leguia. Dispersa son también, y sobre todo, vagas ensoñaciones,
deiado apenas una pequeña sombra curiosa, muy bajado durante toda hasta hoy en revis­ presentimientos luego confirmados, y más que
adherida ya a la punta de los pies. Nunca se su vida por encon­ tas y periódicos, al­ nad« paisajes.... patios de iglesias, cementerios
había dado tan clara cuenta de aue la libertad trar fórmulas de canza ahora toda su llenos de flores donde también se canta, plazue­
no es un fin en sí misma...” Poco después, bien vivir: fórmulas cohesión y eficacia. las de provincia, cuyos nombres hemos olvidad»
siente “la impresión feliz” de haberse vuelto a que inexorablemente A lo ya publicado se y que a menudo sólo conservan en nuestra me­
instalar totalmente en la vida, de haber “entrado aplicaba a su propia añade buena parte moria el titulo o la primera linea de la canción,
en materia”, ya muy lejano de toda quimera, vida. Así encontró de trabajos inéditos
de todas las brumas de su terrible celda. que oímos allí; canción endeble y tímida que tin
su felicidad terrena, —en gran parte in­ grupo de chiquillos, casi siempre niñas, desgra­
B. J. y por el mismo ca­ conclusos— que, de
mino proponía a los naba lentamente en el oro de un atardecer cas­
cualquier modo, han
demás que la busca­ de ser útiles para tellano.
LETRAS BRASILEÑAS sen. Afirmaba Saint- «onsevar todos lo,s KdeCh.
RESEÑA BIBLIOGRAFICA, ARTISTICA, Beuve que Franklin perfiles del pensa­
CIENTIFICA Y JURIDICA DEL BRASIL. era-el más persuasi- miento y la figura del gran invesitgador y pu­
vo de los utilitarios. el terreno poético blicista Gonzalo Otero Lora, que prologa el
—por ejemplo— que se consagrase libro, nos dice: “El presente tomo expone me­
Intercambio cultural Hispano-Brasileño. Libro* algún tiempo a los versos, “todo el que sea me­ jor que otros, al lado de sus valores objetivos, SI ES USTED SUSCREPTOR DE “ROMAN­
nester para perfeccionar el estilo, pero nada el especial interés de describir, en el orden de su
y colaboración para toda la Prensa de Amé­ más”. Y recuérdese que Franklin poseía modos cronologia, la intima evolución de Jorge Guillermo CE” Y SUS NUMEROS NO LE LLEGAN PUN­
de decir, riqueza imaginativa que “hacían de éi Leguia. No sólo trasunta en escorzo su obra histó­
rica. Agencia de Publicaciones y Editoriales. no solamente el filósofo, sino el poeta del sen­ rica desde su iniciación hasta la realización de TUALMENTE, LE AGRADECEREMOS NOS
tido común”. Poeta, en efeeto, “del sentido co­ trabajos de orgánico contenido vital. Evoca con AVISE: “ROMANCE*. APARTADO POSTAL.
CAIXA POSTAL 410A—S. PAULO^—BRASIL mún” se revela en cada página del libro que hoy precisión el afanoso buscar de su propia expre­
se reedita en español, eon tanto acierto titulado. sión a través del personaje histórico. 8WÎ, MEXICO, D. F.
ROMANCE Pagina 19

CIENCIA HISTORIÀ SOCIOLOGIA


DE CARLOS IV
GEOGRAFIA
HUMANA
PERSPECTIVAS A FRANCO

A revista que edita en Colombia la Univer­ Americanas B


AJO el título de Orígenes próximos de la
España actual, y el subtítulo que encabeza

L sidad Católica Bolivariana, inaugura bri­


llantemente la serie de sus publicaciones
con un bello tomo, Geografía humana, del que
autor el profesor Juan de la C. Posada, catedrá­
es
MPEZARE por advertir que el libro de don
Por Florentino M. TORNER
por los pueblos ibero-americanos, cosa muy explica­
estas líneas, han sido reunidas y editadas
las conferencias que, durante los meses de abril y
mayo del 40, pronunciara en el Teatro del Pueblo,
de Buenos Aires, y en la Universidad opular de
La Plata, un ilustre jurisconsulto español en el
tico de esa misma Universidad. ble —aunque otra cosa parezca a primers vista—
Ingeniero de la Universidad de Berckeley, el
profesor Posada ha desempeñado la cátedra de
- geologia en la Escuela Superior de Minas, y co­
E Samuel Guy Inman, profesor de las Univer­
sidades de Columbia y Pensilvania, ofrecido
ahora a los lectores de nuestro idioma por ¡as Edi­
ciones ErctUa (Santiago de Chile, 1941) con el títu­
lo de El destino de la América Latina, se lee, no ya
en un norteamericano cuya sensibilidad para cier­
tos valores no halla satisfacción en su propio pais.
Tres elementos raciales constituyen las raíces
de donde nace la población iberoamericana, en cu­
exilio: don Angel Ossorio y Gallardo.
No hemos de callar la filiación política de
quien lleva nombre tan seráfico y apellido tan
altivo. Sépase que don Angel es nada menos que
noce a foindo las relaciones existentes entre el sin fatiga, sino con verdadero interés, desde el co­ yas entrañas es muy posible que se esté gestando, la lo siguiente: un conservador empedernido, un mo­
medio geográfico y el habitante que en él se miendo al fin, no obstante las 390 páginas compac­ “raza cósmico! de que ha hablado don José Vas­ nárquico empedernido, un maurista empedernido
mueve. Las sugerencias poéticas se mezclan al tas y de regular tamaño de que consta. El titulo concelos. Esos tres elementos originarios son el in­ y un acendrado católico. Como quien dice, un
dato preciso y científico. A través de las tres- español que se le ba dado es más ambicioso, en un dio, el ibero y el negro, combinados en muy diversas “rojo”, un “rojo” de pies a cabeza. Y no se tome
sentido, que el título que lleva la obra en inglés, el formas y proporciones a lo ancho del continente. a broma lo que antecede. En efecto, este hombre
cáeatas y pico de páginas, escritas en limpia En cuanto a la sangre, predomina en la mayor parte
pros* castellana, el interés no decae y el problema cual traducido al pie de la letra dice así: "Lugar que, además de innúmeras bondades, reúne en sí
de la América latina en la vida del mundo", pues de los países iberoamericanos el elemento indio. En
del hombre cercado por los elementos apasiona * tantas predilecciones, no es nada de lo que hemos
aquél sugiere algo como la pretensión de revelar cuanto a pensamiento, prevalece la herencia de los dicho a la manera tradicional y bárbara, sino a
* tal punto que el lector, situado ante el esce­ proféticamente lo que el futuro cela con impenetra­ colonizadores europeos, los cuales, en opinión del su modo peculiar, honrado y raciocinante; pecado
nario de un mundo que vive ante él, se resiste bles velos, o la más fantástica aun de señalar, con señor Inman, procedían de Asia, como los indios
americanos. Es bien sabido que en España, efec­ éste difícilmente perdonable por quienes se dicen
a dar por concluido el espectáculo. Dejemos al índice imperioso, el camino futuro de todo un con­ sus correligionarios. Es decir, que en España,
autor que nos explique el propósito que le ha tinente, y de un continente complejo y diverso en gra­ tivamente. se fundieron y refundieron en largos si­
glos, razas del Norte y del Sur, de Oriente y de país hiperbólico, donde los monárquicos eran pa­
guiado: “La humanidad actual necesita conocer do notable. Por fortuna, ¡a obra del señor fnman no latinos, los mauristas más mauristas que Maura,
es eso. Una mente en la que idealismo y realis­ Occidente. Por eso mismo nos parece muy aven­
no solamente los nombres de los accidentes geo­ turado afirmar la naturaleza asiática del pueblo es­ los católicos más papistas que el Papa y los con­
gráficos que se describen generalmente en catá­ mo se limitan mutuamente, le ha impedido lanzarse servadores entes atrabiliarios y feroces, un hom­
a la especulación arbitraria y a las vaguedades más pañol. Han actuado sobre él, en fuertes propor­
logos monótonos o textos de Geografía, más o o menos literarias que no suelen escasear en libros ciones, elementos del Africa Menor; pero las razas bre como Ossorio había de quedarse a la postre
menos extensos y detallado; en cuanto a naciona­ de este género, para atenerse al estudio de la reali­ orientales que han mezclado su sangre con los pue­ en monárquico sin rey, en maurista con Maufa
lidad, población, riqueza, etc.; exige, además, un dad, suficientemente intrincada. por sí sola, con el blos de Iberia ¡o han hecho en grado mínimo, aun­ sí, pero sin los mauristas, en cristiano en el de­
conocimiento razonado de la vinculación del hom­ intento de descubrir sus rasgos diferenciales, valo­ que culturalmente su influjo haya sido poderoso sierto y en ciudadano sin patria. Añádase a esto
rarlos como tipo de existencia humana en parangón en determinadas épocas. su antimilitarismo, y tengamos a don Angel
bre a la tierra, en sus múltiples manifestaciones”. De todos modos, lo que caracteriza a la pobla­ fuera de toda norma o casillero tradicional y
Las más variadas formas de esa vinculación hu­ con los otros que boy se reparten el mundo civili­
zado y concluir en la original y valiosa contribu­ ción de nuestra América, es el mestizaje. "El mes­ acomodaticio. Nos complace copiar de una carta
mana al medio circundante son estudiadas de mo­ tizo —dice el autor— es el verdadero latinoameri­ suya, cariñosa y remota, data del año 35, estas
ción que de ellos puede y debe esperar la humanidad.
do sugestivo y preciso. £1 profesor Posada nos Él tema es enorme y de tan profuso y articu­ cano". Pero asi como de la combinación de dos palabras: “¡Triste política la mía! No me ha ser­
sitúa al homo sapiens ante un paisaje verdadera­ lado ramaje, que son necesarias fuerzas prodigiosas elementos resulta un cuerpo químicamente nuevo, vido sino para sembrar ilusiones y para cosechar
mente cautivador: el paisaje del mundo. No son para tenerlo entre las manos cómodamente y re­ con caracteres propios y cualidades diferentes a las desengaños. Desengaños del partido conservador,
■sólo la piedra, el árbol, los lagos, ríos y montañas
gistrarlo en todas sus facetas. Y aunque las del de los componentes, del mismo modo el mestizo es del maurismo, de la conjunción de fuerzas dere­
quienes contemplan la insólita presencia del hom­ señor Inman no son flacas, ha tenido que pasar le­ mucho más que una mezcla de las dos fuentes chistas, de la posibilidad de una república ver­
bre. Cuando Adán, solitario y huraño,-pisa la vemente sobre algunas que a mí me parecen fun­ básicas: “El mestizo es un nuevo espíritu que en­ dadera ...
mullida superficie de un planeta virgen, va a sen­ damentales. Todos los innumerables problemas que carna los deseos y los sentimientos de un pueblo
nuevo". Quizá una pequeña adición de sangre negra Con trazos firmes e irónicos, con auténtica
tirse estremecido por las tormentas, los volcanes, el vasto asunto le ofrecía acertó a reunirías en desenvoltura y honradez matritense, el historia­
los terremoto». También por los crepúsculos se­ cinco haces, que son los cinco libros en que se dis­ contribuye a mejorar el tipo. Advierte el señor Inman
que las dos figuras más altas producidas basta el dor nos relata, por lo menudo, la chispeante his­
dantes y plácidos. £1 paisaje se anima. Los ele­ tribuye el contenido total de la obra En el prime­ toria de la política activa de España durante el
ro estudia lo que se refiere a las razas, idioma y día por la América Latina, nacieron en tierras ri­
mentos baten furiosamente contra la endeble pero bereñas del mar Caribe, donde la influencia negra período, entre pintoresco y trágico, que va de
carácter de las poblaciones del continente ibero­ Carlos IV a Franco. “Carlos IV cazaba toda la
obstinada trabazón humana. El capítulo dedicado americano. Trata en el segundo de las revoluciones se acentúa, y cree muy probable que ambas tuviesen
a las nubes, puede señalarse como modelo de esa sangre negra. Se refiere a Simón Bolívar y a Rubén mañana y cazaba toda la tarde. Por la noche
y sus causas, materia que se prolonga en el tercero, ponía término a su cena, comiéndose un magnífico
lítente» científica que embarga al profano, con- dedicado a los movimientos políticos y sociales re­ Darío.
^utiéndole cadenciosamente a la gruta donde el cientes. Las nuevas fuerzas que desde hace algunos t Por contraste con las gentes de su propio país, mendrugo de pan empapado en agua fresca”.
años se vienen manifestando en la vida de los di­ va señalando el autor los rasgos de carácter que Remedio éste del que Franco, mequetrefe en
misterio va a ser dicho. La vida asciende de estas ayunas, ha privado a todo el pueblo español;
versos países que se extienden desde el rio Grande definen a los pueblos del Sur. Son, por ¡o común,
página» como sabia que inundara, tonificándolo, generalizadores y teóricos, no gustan de sacrificar ¡Franco, Franco, Franco!, ¿qué ñas hecho del
«I ánimo del lector. Sorprendente y rara habili­ hasta la Tierra del Fuego, son consideradas en el
libro cuarto. Hasta ahora no hemos salido de los la vida al trabajo y aman, sobre todo, las relacio­ pan blanco ?...
dad ésta de mostrar al mundo, no a la manera marcos de la historia. Es en el libro último donde, nes humanas, la amistad y la grata conversación. Queda, pues, abierto ante nosotros el abanico
tradicioited, como masa inerte y caduca, sino más sin perder pie, nos asomamos a las indecisas pers­ Por encima del lucro y el bienestar ponen el sen­ de la historia inmediata de España. Abanico frá­
bien como organismo vivo o redivivo en plena pectivas de lo porvenir. Sin perder pie, ya c¡ue el timiento de la dignidad. “Y por cuanto ¡os latino­ gil, ora agitado en las brisas de las regias coque­
floreciniíento o auge de sus enormes autor no sa saca de la manga ninguna formula americanos aprecian más altamente su dignidad que terías, ora estremecido ante el lúgubre tronar
maravillosa, sino que, inteligentemente, prolonga en los que aprecian un estómago lleno, caminos pavi­ de los pronunciamientos. El abanicarse de ma­
el tiempo y en el espacio las mismas trayectorias mentados, vacuna contra la viruela y otras bendi­ nólas y majos parece que levantará una tolvanera.
M autor, enamorado de la naturaleza, le gana- que el análisis previo le ha puesto ante los ojos. ciones de la eficiencia, ellos nunca admitirán el de­
«I paisaje. Sea» descripciones poseen el calor y la Fernando VII hace un dengue y le arrebata el
recho de intervención en sus propios asuntos, de un pueblo el abanico de sus libertades, empuñándolo
poesía de lo que auténticamente es producto de La cuestión del idioma país extranjero, por más que ella pudiera mejorarlos”.
lapásión. <E1 frenesí de los ríos, la calma solemne Para ellos, "ser lo que uno quiere ser es más desea­ como cetro. Motín y sofoco. Godoy se empapa
Desde el prólogo advierte ya el señor fnman el sudor en un pañuelo de bordadas iniciales; "M.
de las montañas, la paz exuberante de las pra­ ble que obtener lo que se necesita". L.”, agua y azucarillos en los escaños de las Cortes
deras y el chasquido del rayo fuerzan al escritor. que "la unión de la familia española por el idioma Ciertamente es una gran esperanza que un sec­
es impresionante". "Hay algo de místico —añade— tor importante de la humanidad piense y sienta que de Cádiz. Años después, pródiga en guiños, la Ma-
Pero d escritor no olvida que el ser que vaga por en el amor del español por su idioma materno que dona constitucional, Isabel II, sonríe tras las vari­
el planeta buscando la linea de menor resistencia es el hombre mismo lo que más vale, en plena época
parece no debilitarse nunca, por lejos que se haya de maquinización y anulación de lo mejor humano llas que simulan los espadones. El abanicarse se
para hallar su acomodo, posee un alma, es decir, ido del bogar nativo". No sé si habrá sido siempre en los individuos. Pero también eso tiene sus gra­ hace crónico, enervante. Suena el ris-ras de los fu­
un paisaje interior no menos bello ni menos indó­ así; pero desde hace mucho tiempo el español cul­ vísimos escollos, y el señor Inman, movido de su silamientos en la Moncloa, en las tapias del Buen
mito que el de fuera. El sujeto hombre pisa un tivado se da cuenta de que el destino de su raza simparía, no los señala con la necesaria energía. Las Retiro. “¿Pero aún quiere más sangre esa se­
suelo movible y contempla un cielo que se arre­ está entregado en alas de la palabra, creación del cosas —como el sábado evangélico— son o deben ñora?”, preguntaba O’Donnel, “¿pero no se da
molina. Un oscuro latido interior le induce a la espíritu y creadora de espíritu. Sentimos que es ser para el hombre; mas si el hombre no les presta cuenta de que la sangre llegará hasta su alcoba
acción. Entonces fija su residencia, construye vi­ español quienquiera que tenga nuestro idioma como atención y cuidados, de nada le servirán. Es preciso y se ahogará en ella?”. Por ahora quien ha lle­
medio de expresión entrañable, inmediata, incons­ educar el sentido de la responsabilidad ante las cosas gado de puntillas hasta la alcoba de la. demi vier­
viendas, se organiza en sociedades. Al mismo ciente si se quiere. Hemos colonizado con el idioma,
tiempo cultiva sus artos, afina sus útiles de tra­ y más aún, ante las personas. Anda un tanto caído ge es Don Francisquito, su marido. La reina Cris­
como otros colonizan con la economía, y así hemos entre nosotros el sentido del bien público y, por tina decía al embajador francés: “Pero, ¿se ha
bajo. (El vagabundo humano, que recorre el pla­ creado una raza espiritual, sin distinguir sangres fijado usted en esas caderas, esos andares y esa
neta perseguido por los elementos o que va consiguiente, del servicio público, hío conviene des­
ni colores. Muchas veces he recordado las palabras preciar la eficiencia hasta el punto de renunciar a vocecita?”. El rey consorte era de sexo ambiguo.
«rante en busca de soluciones que le permitan de Unamuno según las cuales, “el idioma es la sus ventajas verdaderas e incuestionables. Es posi­ Por el contrario la regia cónyuge lo tenía bien
venceriqs, fieva oculto entre pecho y espalda el sangre de la raza espiritual". La hemos dado con ble que nadie valga más que nosotros el día que definido, y era lo suficientemente castiza para
más extraño tesoro. largueza. sepamos unir a! agudo sentimiento de la persona­ tomar cumplidamente la revancha de semejante
Parece que van pasando los tiempos en que ¡a lidad, el contrapeso del sentido funcional del ser­ agravio.
Repitamos con el profesor Posada las sencillas inevitable reacción política contra la nación domi­
palabras del Génesis: “inspiró en su rostro so­ vicio público. Amadeo llega a España cuando aún no se han
nadora llegaba hasta el campo del idioma y en que evaporado los perfumes de la Isabelona. La na­
plo de vida, y fué hecho el hombre en ánima vi­ los nuevos patriotismos se adelantaban hasta querer
para las patrias nuevas, idiomas diferentes al de la
Vida política ción necesita ventilarse y de la noche a la mañana
viente”.
madre común. En semejante delirio incurrieron se instala, abriendo puertas y ventanas, la pri­
Desde las luchas por la independencia, los países mera República. El comportamiento de sus hom­
hombres tan sólidos como Sarmiento, quien al fin. iberoamericanos kan conocido muy pocos momen­
en una rectificación total, vino a afirmar que "uno tos de equilibrio. Guerras y revoluciones, dictadu­ bres, así como los desastres acaecidos durante
de los mayores bienes Je que goza una nación es ras y golpes de Estado han perturbado con frecuen­ el mandato de la reina Regente y la mayoría de
Ixw libros más selectos, las me­ la unidad del lenguaie de sus habitantes, y la mayor cia demasiada, la vida de este continente. Y como edad de Alfonso XII, son evocados primorosamen­
remora para su civilización y aun para su pa; in­ sobre este capitulo de la vida americana se ha exa­ te por la Diurna liberal del jurisconsulto conser­
jores ediciones, los de gran ac­ terior. las diferencias", v reconoció rue el castellano gerado mucho, conviene notar que no menos per­ vador.
“es la clave de la América de! Sur". Van pasando turbaciones ha conocido Europa en el mismo periodo, Después... Alfonso XIII, frívolo y analfabeto,
tualidad, los encontrará en la esos tiempos, porque ya no se habla —según parece- pues si han sido menos en número, han sido incom­ juega su carta personalista. Juega y pierde. A
de! lunfardo ni de otros posibles —imposibles, me­ parables más en violencia y saña, en destrucción y Primo de Rivera le tiran de la capa las modisti­
mejor librería de jor— sustitutos del gran idioma. Pero aún no han barbarte. Por otra parle, no era posible que la llas y el Dictador, reencarnación isabe'lina, comu­
pasado del todo, pues anuí mismo, en México, he­ situación creada por la coloma prevaleciese indefi­ nica a su novia el cese de sus relaciones amorosas
mos visto cómo —¿oficialmente3-— se imprimía hace nidamente. Con ¡a liberación tenia que venir un por medio de la Gaceta.
poco un folleto de lectura para escuelas indígenas, reajuste de la vida interior y exterior de las nuevas Así, entre disparates y vejaciones, se va con­
escrito en caracteres fonéticos, cor. el intento de nacionalidades. Pero he aquí que lo peor fue que
BUENOS AIRES enseñar, a los indios a leer v escribir tal como ha­
blan. Aun suponiendo que grandes masas indias
grande’ intereses extraños vinieron a estimular —a
provocar, en ocasiones—- la perturbación en estos
sumando la desventura total de España. De nada
vale el reactivo de la segunda República. Como
aprendieran a leer y escribir por aquel medio, se­ un terrón de azúcar en agua, España se hace
pueblos jóvenes empeñados en la gran labor de bus­ soluble. El sable de los militares actúa como cu­
Solicítenos directamente cuantos libros guirían absolutamente aisladas, no ya de la alta carse su canuno. Con plausible objetividad señala el
charilla que activara el proceso disolvente. En
desee adquirir. producción literaria española e hispanoamericana, señor fnman. todos los motivos de inquietud y ma­
sino iie ia cotidiana prosa del periódico. lestar que traio a la América Latina la rivalidad última instancia Franco habrá de ser quien res­
La política de lenguas es fundamental en cas' económica entre los Estados Unidos. Inglaterra y ponda de un delito original; el de haber diluido
Atendemos pedidos al por mayor, toda nuestra América. Ríen dirigida puede incor­ otros poderes forasteros. No disimula el autor la un Estado. Don Angel se limita en este libro,
porar al mundo de la cultura a todas las numerosas responsabilidad de su país en este aspecto: antes la cuya lectura recomendamos fervorosamente, a
CON LOS DESCUENTOS MAS VENTAJO­ poblaciones que aún viven recluida’ en pequeños señóla acentuadamente. La situación ha cambiado formular el acta de acusación.
idiomas indios. Mal orientada, es sin duda uno de en los últimos años, cuando el libro que comento D. T. B.
SOS, PIDA NUESTRA TARIFA ESPECIAL. los más fuertes obstáculos a la evolución espiritual ya estaba escrito. Si no se tiene esto en cuenta
del continente. Dedica el señor Imitan bastantes “algunos de los juicios del señor treman —advierte
páginas al problema de la educación y distingue don Luis-Albertp Sánchez, autor del prefacio a la
En nuestros modernos talleres, pode­ merecidamente a México por los esfuerzos que aquí edición castellana— podrían parecer excesivos, de­ El mundo necesita —¡bien lo vemos!— una refor­
se hacen Para resolverlo. Implicado con él está ma desde lu base. Espera nuestro autor que ella
mos imprtmir en las condiciones más inevitablemente, e! problema de las lenguas. El
masiado lluros para la política de s« país". 1:1 peli­ podrá hacerse incruentamente y sin demasiados tras­
gro común une hoy con más fuerza a las dos tornos. ,De dónde ha Je partir? Probablemente de
convenientes libros de texto, dicciona­ autor no se detiene bastante en asunto de tanta im­ A méricas. ruesira .4 mens a. más cosmopolita, más universal
portancia, ni se para a examinar la influencia que Expone el autor la evolución política y social
rios, tesis etc. en la maduración espiritual de! continente tiene ia de los principales países iberoamericanos, y por la
que cualquier otro sector del mundo. y también más
humana. "El ahinco de la dignidad de cada indi­
política idiomàtica Je los diferentes Estados. pequeña parte que yo puedo alcanzar, me parece viduo y el valor de la amistad puede significar
que su documentación es rica y excelente y sus
LIBRERIA PERLADO Raza y carácter juicios bien fundados. Lugar eminente dedica a Mé­ que la América hispana, evitando las injusticias del
comunismo por una parte y la talsa exaltación del
(MAS DE UN SIGLO AL SERVICIO DEL LIBRO ) Nt se Piensa en lo difícil our resulta conocer a xico como vanguardia del movimiento de reforma capitalismo por otra, pueda ayudar al mundo c
un individuo, al cual quizá tratamos diariamente, se emprendido en los decenios recientes. descubrir un método que al mismo tiempo haga
comprenderá que la dificultad de conocer a ¡os pue­ uso de la ciencia moderna 1 de los dones intuitivos
Rivadivia 1731 blos eç casi insuperable. Los juicios van aquí, ade­ ¿Después? del espíritu que creen para la humanidad una era
más, impregnados de simpatías o antipatías, ante­ de mayor libertad y bienestar".
Buenos Aires, (Argentina) riores por lo común a cualquier experiencia directa El señor fnman descubre en el pasado y el pre­
.4 sí sea.
y personal. El señor fnman siente franca simpatia sente de la América Latina el signo de su futuro.
Pagina 20 ROMANCE 31 de Mayo de 1941

ULTIMAS EDICIONES Y NOTICIAS


LITERATURA
VBZZCO
NOTAS CIENTIFICAS
Conferencia del señor Brats
El distinguido historiador argentino Tso Brate
Schwelde, ha pronunciado una interesante conferen­ Beato* 4» on* aiaagoga
cia en *4 Paraninfo de la (’ni vertida à Nacional Autó­
noma de México sobre el siguiente tenia: £1 mo­
mento histórico actual do la América Batina. DEL En la ciudad de Játiva (España) ee han encon­
trado restos de un friso de yesería con fragmentos
legibles, de epigrafía hebraica y curiosas pinturas
Comisiones de cooperación intelectual decorativas que pertenecieron a una sinagoga del
siglo XIII.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, en vir­
tud de una sugerencia de la Comisión Mexicana de
Cooperación Intelectual, se ha dirigido a nuestros
BRASIL Venas román*

representantes diplomáticos en las Repúblicas Sud­ En las ruinas de Itálica (Sevilla) ha sido des­
americanas para que soliciten de sus respectivos
gobiernos el establecimiento de las Comisiones Na­
HOMBRES Y LIBROS DEL RASADO ANO cubierta uno interesantísima estatua de Venus que
se supone perteneció a la portada del teatro de la
cionales de Cooperación Intelectual a que se refiere antigua Itálica. Es de mármol riquísimo, transpa­
la resolución IX de la Conferencia Interamericana rente. y pesa cerca de dos toneladas. Aparece el
de Consolidación de la Paz. efectuada en Buenos Por Braulio SANCHEZ-SAEZ cuerpo de. Venus sin la cabeza, revestido de precio­
so ropaje adornado con un delfll. En la mano sos­
Aires, por considerar que tal organismo sirve para
los fines de compenetración espiritual y cultural tiene una flor de loto.
Estudio desde hace muchos ue ios anión» urahiienus. n,n ese tenor
entre los pueblos de América. años el movimiento literario también admiraremos las realizaciones del libre­ n valsóla da Wéctor
AcartsTnl* marican* del Brasil, y veo con tristeza ro impresor Martins, que inició la “Biblioteca
una marcada decadencia en Cari William Blegen, arqueólogo da la Universi­
Histórica Brasileira” bajo la docta dirección del dad de Cincinati, exhumó hacia ei norte de la bahía
Con la solemnidad acostumbrada ha verificado estos últimos años. No sé si doctor Rubens Borba de Moraes, publicándose los
bu ingreso en la Academia Mexicana Correspodiente de Pilos, en Grecia, restos de un edificio que, según
de la Española, el señor don Raymundo Sánchez. es un reflejo de la inquietud siguientes e importantes libros: J. M. Rugendas, se cree, es el Palacio de Néstor, antiguo rey de
El discurso del nuevo académico fué contestado por del mundo o es una cuestión Píios. Los cacharros descubiertos en los pisos del
“Viagem Pitoresca através do Brasil”, en una palacio son de focha aproximada al siglo XIII antes
don Carlos González Peña. de cansancio ante el agota­ traducción del eminente crítico Sergio Milliet. de Jesucristo, supuesta época del sitio de Troya. El
PVBBTO BZOO miento de los temas capitales Auguste de Sainte Hilaire, “Viagem a provincia arqueólogo Bleguen declaró qne más da 600 tabli­
o humanos. Aquella famosa llas de arcilla, que aparentemente contienen listas
de Sao Paulo e Resumo das viagem ao Brasil”, en de personas, inventarios de animales domésticos,
CoaferazLcia latsramsrlcaaa de escritoras generación del 1922, la que traducción de R. B. de Moraes; Daniel P. Kidder, provisiones de cereales, etc., desautorizan la hipó­
En la segunda quincena del mes de abril se ha
estaba ya promoviendo la re­ “Reminiscencias de Viagem e Permanencia ao tesis, según la cual los arqueros del periodo homó-
reunido en la Universidad de Puerto Rico la Con­ B. SANCHEZ-SAEZ novación total de los funda­ Brasil”, en traducción de Moacyr N. Vasconce­ rico constituían un cuerpo de aventureros analfa­
ferencia Interamericana de Escritores. Fué presidida mentos morales y psicológicos de una nacionali­ betos que lograron imponer su dominación ai cabo
por el actual Secretario de Gobierno de las Islas los; Jeam Batiste Debret, “Viagem Pitoresca e de una serie de incursiones.
Vírgenes, antiguo Decano de la Universidad de Chi­
dad, patrocinado después ese movimiento por un Historia do Brasil”, traducción de Sergio Milliet;
cago. señor Roberto Morss Lovett. En las sesiones patriarca de las letras, el escritor Graça Ara- Thomás Davatz, “Memorias de um colono da pro­ Lienzo da Cotetlabaaea
de esta conferencia, se discutieron varías intere­ nha, produjo mucho, pero es muy poco lo que •
santes memorias, como las presentadas por Archi­ vincia de Sao Paulo”, en traducción de Sergio En los salones del Museo Nacional de Arqueolo­
ha quedado, veinte años después. Dos figuras Buarque de Hollanda, más una historia del “Ge­ gía y Antropología de esta capital se ha deposltado-
bald MacLeish. bibliotecario del Congreso de los Es­ esenciales de esa época siguen incansables ba­
tados Unidos, sobre Bas manara* 4e aumentar lo* el famoso Lienzo de Colxtlahuaca, o Códice BazAnr
tallando. Monteiro Lobato, el jefe de acción de neral Rondón: o Bandeirante do seculo XX”, de Ortega, llamado así por haber sido estos dos ar­
medios de compenetración entre lo* Intelectuales de
la* América*; por William Carlos William, sobre ese movimiento, encariñado con la literatu­ Bandeira Duarte, obra admirable, en donde el queólogos quienes lo localizaron, descubrieron y ad­
B* forma en la poesia; por Morris Bishop, sobre Ba editor Martins da comienzo a una nueva colec­ quirieron en la ciudad mixteca-oaxaquefia, hace al­
preparación de biografía* históricas; por Ernesto
ra infantil, nos da asiduamente el tesoro de gunos meses. El lienzo de Colxtlahuaca, mide 4.SÓ
sus libros, útiles no solamente para los niños, ción sobre los grandes hombres y sucesos del por 3 metros, y está formado por cuatro granate
Montenegro, crítico y cuentista chileno, sobre Ba
Importancia del traductor en la relacione* Inter- pues también los grandes sacamos consecuen­ Brasil contemporáneo. Se debe también a este lienzos de tela de algodón, de estructura arqueoló­
americanas; por Jorge Mañach, ensayista cubano, editor la “Colección de las Grandes Novelas Clá­ gica también. Corresponde a la época corteslana.
cias muy prácticas y muy humanas de tales Representa el Señorío de Coixtlahuaca y los puebla*
sobre XI estro y estilo de Kart!, y por el novelista sicas del Brasil”, en ediciones numeradas e ilus­
venezolano Mariano Picón Salas, sobre Venezuela y lecturas. El otro es el poeta y novelista Menotti por él sojuzgados, expresando en cada caso la fecha
los venezolanos a través de la literatura contem­ del Picchia, que sigue realizando sin cansarse su tradas, cuyos dos primeros tomos corresponden a en que se efectuó la conquista de tales pueblos. El
poránea. obra ya multiforme, habiéndonos dado el año de las “Memorias de un sargento de Milicias”, de Códice está pintado en negro y tiene una orla o
Manuel Antonio de Almeida, ilustrada por F. greca que reqresenta la piel de tigre. En el centro-
BSTABOS UMTDOS 1940 su mejor novela, “Salomé”, que logra en los está el escudo de Coixtlahuaca, donde se ve la re­
primeros meses del actual 1941 una edición cas­ Acquarone y prologada por Mario de Antirade, presentación de la serpiente emplumada ( Quetzal-
Bnse&anxa del español tellana, publicada en Buenos Aires. Luego, poco y el segundo título a la popular “Iracema”, de coatí), con un fondo de piel de tigre y dos templos
José de Alencar, ilustrada por Anita Malfatti, y que representan la capital de la nación. El códice
más. De esa generación tan brillante, Ribeiro contiene datos muy valiosos de cronología y cro­
Se ha promulgado en el Estado de Texas una im­ prologada por el poeta Guilherme de Almeida. En
portante ley, conforme a la cual se proporcionará Couto, poeta dulce y amoroso, nos da también nografía.
gratuitamente a las escuelas elementales aquellos una obra importante, pero atrasada de asunto: otra de sus colecciones, anotemos, de paso, el gran
libros que necesiten para la enseñanza del español. interés de este buen editor en dar también un SOCXOLOMXA.
se trata de “Prima Belinha”, que historia pro­
Concurso ds possla hispanoamericana blemas de hace 15 años cuando ya esta genera­ panorama del pasado, juzgando a hombres de Congreso Kaxleaao da Ciencia* Pórtale*
ción apenas si los recuerda, dado lo vertiginoso ayer por escritores de hoy: tal el primer libro
El señor Thomas J. Watson, conocido industrial del tiempo y el cúmulo de acontecimientos acae­ aparecido de Edgard Cavalheiro, sobre “Fagun- La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadístic*
norteamericano, ha formulado las bases para pre­ continúa haciendo los preparativos para la celebra­
miar las tres mejores poesías de autores mexicanos, cidos. des Varella e su época”, que logró en menos de ción del Primer Congreso Mexicano de Ciencia*
norteamericanos, canadienses y de los países de Un movimiento muy simpático y bastante tres meses la segunda edición. Bien es cierto que Sociales, que se efectuará en esta capital, del Zú
Centro y Sudamérica. En cada uno de estos países trascedental para las letras del Brasil lo da ese libro es uno de los más completos aparecidos al 26 de julio próximo. El programa de los tema*
se formará un jurado, integrado por los más desta­ que han de ser discutidos Se ha formado agrupán­
cados intelectuales, que tendrá a su cargo, seleccio­
la Editorial “Guaira" de Curitiba, Estado del durante el año. de 1940, y en él se puede apreciar dolo por materias en la siguiente forma: geografía,
nar las tres mejores poesías de su país. En el con­ Paraná, a cuyo frente está posiblemente uno de el sentado crítico de uno de los valores indiscu- historia, sociología, economía, derecho y legislación,
curso habrá absoluta libertad para la elección de los hombres de más visión intelectual del Bra- tidos de la nueva generación. Esa obra está tam­ estadística, demografía, asistencia y previsión sociaL
temas, sugiriéndose únicamente a los concursantes sil, en lo que atañe a su progreso editorial. bién pidiendo a gritos una traducción castellana,
el interés que tendrían aquellos poemas que mejor
expresaran los anhelos de su patria. Me refiero al tratadista Dr. Placido y Silva, pues nos pondría al tanto de la literata» de me­
jurisconsulto de prestigio, novelista interesante, diados del siglo pasado y nos daría una imagen S3 auMBto do 1* teeigmatara e* la Macea "
Kenriqusx Urefta en la Universidad da Colombia que, como dueño de esa importante casa impre­ trascendental de la poesia del B»sil. Es cosa comprobada qne la temperatura »»W«|e-
sora, nos ofrece continuamente una cantidad de te del mundo va ascendiendo lenta pero apraeiaUo-
La Universidad de Columbia se han honrado, re­
libros importantísimos, tanto nacionales^ como Otras editoriales, como la “S. E. P”, han lan­
cibiendo en sus aulas al distinguido escritor domi­ mente desde 'mediados del siglo XIX. Una eomiaite
nicano, miembro de nuestro Consejo de Colaboración, extranjeros, entre ellos los de figuras novísimas, zado también diversos libros dignos de mérito co­ de glacieroB de la Unión Geofísica Americana infor­
don Redro Henriquez Ureña, que en la actualidad de muchos Estados de este formidable Brasil. mo Caminos Humanos”, de Antonio de Queiroz mó que los heleros han tdo disminuyendo con
se halla en los Estados Unidos desempeñando la Filoh, novela honda y grave, en donde se co- bastante rapidez en los último* cien altos. IB me­
cátedra de poesía de la fundación de Charles Elliot En la serie de novelistas, esa editorial nos ha teorólogo francés Charles Rabot estudió los regis­
en la Universidad de Harvard. dado obras de calidad. Citemos, entre otras, “Es- mentan las luchas del joven de hoy en todos los tros de la pequeña localidad de Chamonix, al pie
pigao de Samambaja” de Leao Machado, que caminos, cerrados para el entusiasmo. Citemos del macizo alpino del Monte Blanco desde ISIS en
2Q Instituto de las Bspafias y la cuitara trata del problema del café en su época de cri­ también las “Fronteras da Santidade”, de Octa- adelante y comprobó que los glaciares de los Alpe*
Î22 -de Faria la cual nos nresenta un mundo franceses habían comenzado a fundirse y disminuir
Una de las últimas reuniones del Instituto de las sis, libro altamente apreciado, que fué premiado progresivamente desde mediados del siglo pasado.
Españas fué dedicada a México con motivo de la por la Academia de Letras Brasileiras con el trágico y sin fe, que camina de un lado para otro El sabio escandinavo Sgurdur Tborainsson realizó
presentación de la discoteca de literatura mexicana mayor de los galardones. Sigue Luis Martins, perdido en las tinieblas; a Rosario Fusco, el gran estudios similares en Islandia, y su busca se re­
formada por el periodista español, señor Fernández critico de la nueva generación, que nos ofrece montó hasta registros que databan del último coar­
Aldana. Hizo la presentación y comentó cada uno con su novela “Facenda”, que encara un proble­ to del siglo IX. Thorainsson confirmó las conclu­
de los discos, don Andrés Iduarte, profesor de li­ ma tan hondo y humano, que podemos considerar aos obras de sólida consideración: “Vida Litera- siones de Rabot. Los glaciares de Islandia comen­
teratura hispanoamericana en la Universidad de a su autor como uno de los novelistas más mÍstiL *1 formidable poeta y ensayista zaron a derretirse a mediados del siglo pasado. Las
Columbia. El primer disco que se oyó contiene dos místico, Tasso da Silveira, que con su “Gil Vi­ Investigaciones efectuadas en el oeste del Cana»,A
trozos de Ba visión de Anáhuac, de Alfonso Reyes; grandes del momento, del cual nos llegarán li­ dieron resultados análogos con respecto al aumento
siguieron tres poemas de don Enrique González Mar­ bros de una poderosa documentación humana. cente y otros ensayos” reafirma su posición, de progresivo del calor durante los últimos cien afio*.
tínez, Semblanza* de Madero, por el novelista Martín También la obra “Sapé”, de Perminio Afora, antemano conocida y estimada por su sinceridad. De todo ello los hombres de ciencia deducen que la
Luis Guzmánf una poesía de don Antonio Médiz Bo­ trata recia y gravemente de las zonas algodoneras, fecha crucial de los dos grandes periodos se hall*
llo; el Woctumo rosa, de Xavier Villaurrutia: Camino Otros libros son: “Voragens de Amor”, de a mediados del siglo XIX.
y poema* aéreos sobre Xio de Janeiro, de Carlos Pe­ con sus problemas sociales y terribles. Oswaldo Herrera Filho, manojo de cuentos plenos de emo­ Comentando estos estudios, el meteorólogo norte-
llicer; trozos de XI Sur onema. la novela de Jorre Alves, con su novela “Un morara dentro do cionado interés, que tanto elogiara el malogrado ,americano J. B. Kincer afirma que es indudable
Ferretis y de Zk>* de abajo, de Mariano Azuela, todo mundo”, nos detalla las grandes inquietudes del que en los últimos cien años hubo en el mundo tina
ello leído por los respectivos autores. novelista cubano Alfonso Hemández-Cata; tam­ elevación general de la temperatura, modificante
hombre moderno, en las múltiples encrucijadas bién A Voz da Terra”, de Amadeu de Queiroz, que sin duda alguna habrá tenido una apreciable
XSBAAA de la vida. Allyrio Meira Wanderley, novelista penetrante documento, en donde la garra de este influencia económica en la agricultura, ya que el pe­
pemambucano, crea, a mi ver, la mejor novela novelista tiene ciertas concomitancias con los riodo en que se produce la germinación, crecimiento
Pío Baroja del pasado año, con su terrible narración “Bolsos y madurez de los productos es ahora mucho mayor.
Vazios”, y creo yo que esta novela está pidien­ re5:i.Os ima£*neros rusos. Galeao Coutimho, pu-
El autor de Aurora roja, ha vuelto a la España blicista terrible y novelista de personalidad in­ BZOLOaZA
franquista. Después de una prolongada estancia en do a gritos la traducción castellana, para que
la Ciudad Universitaria de París, adonde se trans- su autor pueda gozar del aplauso de incontables discutida, con su “Vovô Morumgaba” y “Si- El microbio da la paate bovina
ladó al comienzo de la guerra española, sólo Inte­
lectores, que amarán este libro tremendo. Joao máo, o Caólho” nos descubre las escenas de la
rrumpida por un viaje rapidísimo a España en plena mala vida de Sáo Paulo, y en él podemos encon­ El profesor Goetse, de la Alta Escuela de Vete­
guerra, durante el cual publicó una recopilación de Dornas Filho reúne sus narraciones y cuentos, rinaria de Hannover, ha logrado descubrir la causa
las crónicas que semanalmente aparecían en el y nos da su “Bagana Apagada”, grave y tris­ trar un psicólogo profundo, verdadero intérprete de la enfermedad llamada oeste bovina o fiebre ca­
diario Ahora, y otras zarandajas más recientes; Ba­ te cual si reseñara una condición del brasileño, de la clase media en esta gran ciudad “bandei­ tarral. El microbio pertenece a la familia de los ee-
roja se transladó al sur de Francia, al ocupar la ranteJoáo Accioli, con su novela “Barro Pre- piroquetas. que engendran muchas enfermedades,
capital los nazis. En algún momento llegó a pensar adolorido ante la magnitud de su naturaleza entre ellas la fiebre tifoidea. El doctor Goetse aspe-
en transladarse-a América e incluso manifestó sus paradisiaca. Marques Rebelo publica su “Rúa to , se coloca entre los mas brillantes escritores ra encontrar las defensas apropiadas a la enfer­
deseos de terminar sus días en Chile, no sin algún Alegre. 12”, obra teatral que lograra tanto su­ jovenes de hoy, del cual podemos esperar obras medad.
alboroto de sus lectores que recordaban cuanto es­ fundaménteles. Antonio Constantino, el inquieto
cribió sobre este continente. Sin que sepamos las ceso en el escenario. Muevo matador da microbios
causas, aunque son fáciles de suponer, el novelista Otra de las particularidades de esa Editorial novelista y poete, hondo y armonioso a la par,
español aparece ahora en Madrid, desde donde fecha “Guaira” es la de dar a conocer autores extran­ con su novela “A Casa sobre areia”, la que pronto En la Escuela de Patología de la Universidad de
y firma sus colaboraciones para los periódicos ame­ jeros. El Dr. Plácido y Silva nos ofrece en veremos traducida al castellano y publicada en Oxford se ha descubierto el penloUia, nuevo matador
ricanos. de microbios, que se considera tan importante como
ella una importante novela, “Odios da Ci- Buenos Aires da en esa nueva relación humana la sulfanllamida. El nombra peaxlcUln. proviene de
ABQXBTXSA dade”, verdadero examen social de un pueblo, uno de sus más bellos libros, emocionados y tris­ un moho, peutoilHuat aotatum. En 19Î9 el doctor
obra que prontamente encontraremos en caste­ tísimos ... Fleming comprobó que este moho contenía una subs­
Comisión Protectora ds Bibliotecas Populare* tancia. el penlcllin, que mataba a varios gérmenes
llano, debido a su éxito de crítica en cuantos lu­ , Ja P°esla descuella alto Carlos Drumund cocos. Los doctores Chain y Florey, de Oxford, con­
Funciona en la República Argentina, presidida gares ha sido leída y gastada, y por la fuerza de tinuaron los estudios y prepararon la mencionad*
por el señor Juan Pablo Echagüe. una Comisión de Andrade, que nos dió, con su "Sentimiento
su acción y la sobriedad de su técnica. La citada substancia en forma de polvo que puede ser disuelt»
Protectora de las Bibliotecas Populares encargada, do mundo , una nueva posición de su arte, triste en agua. En los tubos de ensayos los microbios que
conforme a lo establecido en la ley Sarmiento, de empresa editora publicó en primer lugar la fa­ y grotesco a la vez, que no concede mucha im­ producen la gangrena gaseosa, la neumonía y I*
proporcionar libros a esos establecimientos, tan mosa “Doña Bárbara” del venezolano Rómulo difteria, fueron muertos con pequeñas cantidad**
pronto como la biblioteca de que se trate, declara portancia a este vida, brújula neurótica, para
que se halla abierta al público, que funciona nor­ Gallegos, traducida por el novelista Jorge Ama­ lo cual tampoco valen los sentimientos. Hidel- de la referida substancia.
malmente y que se halla dirigida por una junta do, y que logró un éxito sin precedentes. Tam­ brando Siqueira, con su “O Castelo Pegou fo-
honorable. Si la biblioteca citenta con algún recur­ bién “La Esperanza” de André Malraux, que por go...”, relicario _ de motivos líricos, también
so económico, lo remite a la Comisión, la que du­ su realismo y veracidad se agotó inmediatamente.
plica con sus fondos propios aquella cantidad y se pesimistas, enjuicia la vida, igual que no pocos
encarga de la adquisición y remisión de los libros. La “Vida e Obra de Balzac”, del uruguayo Gas- poetes, en una forma poco halagadora. La ex­ dos para que puedan los pueblos de habla cas­
Periódicamente se hacen remesas de los libros que taldi, traducción de Plácido y Silva, fué también traordinaria poetisa Adalgisa Nery, con “A Mu- tellana apreciar a este enorme poeta joven dei
la Comisión adquiere por su propia cuenta. Para otro de los grandes éxitos de la citada editorial, Brasil. Cid Franco, el poeta, ayer no más, de
garantizar la eficacia de la actividad de las biblio­ Iher Ausente”, se coloca entre las más interesan­
tecas populares, la Comisión realiza funciones de que de forma tan categórica se ha puesto a la tes creadoras de la época, y nos da una obra que barricada, luchador por el mejoramiento social
inspección. Además de lo indicado, la labor de la entre los hombres, comunica ahora a su lira una
Comisión Protectora tiene también, a su cargo, la nu- será gustada en todos los tiempos. Correo Junior,
inquietud dolorosa y amarga qne compréndeme*
blícación de un boletín de información bibliográfica el poeta de índole popular o folklórica, con sus
y bibliotécnica, la radiodifusión de programas com­ “Cantigas de quem te quer", penetra en el viejo bien en todos sus poemas de “A Procura de
puestos de lecturas selectas e instrucciones para el y literatos, pintores y otros artistas han suscrito Christo”, hondos como el mar, tristes como la
buen desenvolvimiento de las bibliotecas populares un vibrante documento de protesta contra un hecho romancero con firme paso. Judas Isgorgota, con
desesperanza...
y la remesa de libros a cuarteles, hospitales y cár­ tan bochornoso para los gobernantes actuales de “Fasdnaçao”, se reconcentra más en el sentido
celes. Francia. Encabezan el referido escrito María Iz­ humano de la poesia, escalando uno de los luga­ » * •
quierdo y Diego Rivera.
PBABC1A res de preferencia en la lírica del Brasil. Jamil
cusa Almansaur Haddad, de filiación orientalista, nos Naturalmente que con este somero examen
Marcel Prsvost presente en “Oraçôes Negras” un panorama pro­ de libros y de autores no se cierra totalmente el
Marcel Prévost, novelista francés muy .leído en Xxpodelóa y concomo da libros fundo, con una poesía doliente, recargada de pen­ año literario brasileño. Muchas otras obras y
k>s años anteriores a la guerra de 1914, ha fallecido La Biblioteca Pública "Santiago Alvarez”, de la samientos trágicos y de lamentos palpitantes, que
en los últimos días de marzo, en Vichy; a los se­ Escuela Provincial de Artes Plásticas Tarascó, de muy dignos autores merecerían estudiarse, pero
tenta y nueve años de edad. la ciudad de Matanzas, ha organizado una exposición nos parten el corazón y nos hacen cerrar los pu­ la tarea resulta difícil nara un solo individuo si
El genial pintor español Pablo Picasso se halla y concurso permanente de libros americanos, otor­ ños de violencia. Tendré especial interés, en no tiene que adquirir las obras, que editores pacatos
encerrado en una prisión francesa. La noticia, como gándose los premios, correspondientes a cada afio, lejana fecha, de dar a los lectores mexicanos
no podía ser menos, ha sublevado las conciencias el día diez de diciembre, fecha del natalicio de Bo­ y avarientos rehúsan entregar y más tratándote
de todos los valores culturales de Hispanoamérica, lívar. una selección de sus poemas, por mi traduci- le comentaristas del extranjero.
31 de Mato de 1941 ROMANCE Pagina 21

LOCURAS
BIBLIOGRAFIA de

ESTADOS UNIDOS
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MEXICO
literatura
CADA DIA
Sir Archibald WaveH. Commander in Chief, Mid­ RXLXGIOX Edmundo Fernández López: LA VOX IMFU1TA.
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Press. Tschipke Theofil: DIB MBXSCKXBXT CXRXSTX hemia. México, 1941.
Esta biografia revela hasta que grado han tenido ALS BBXLSOBBAB BBB GO» IRAI g UBTBR EX Manuel Delgado: RELOJ BB ARBBA. Poemas.
{afluencia sobre el autor, actual comandante en 8OXBRRSB BBRUOXSXCXTXGUXO BBB LEMBE Editorial Hoy. México. 1941. ___
Jefe de las fuersas británicas destacadas en Egipto, BBS XBXLIGRX TKOXAS YOX AQUIH. Herder- Arturo Torreé Rioseco: CAITO A BSPASA VI­ O precisa detallar quién sea el nuevo Herodes.
la personalidad y el carácter del Mariscal de Campo
Viaconde de Allenby, a cuyas órdenes sirvió durante
tanto tiempo.
Cubre el libro toda la carrera militar de Allen­
by: Su vida de cadete, su actuación como comandan­
te de caballería en Africa del Sur y en Francia: la
Freiburg. 1940. ______
Stolz Anselmus y Keller Hermannus: AIYXIO-
FOLOOIA YBXOLOGXCA SBA DB BOKXBXB OEEA-
TXOBB. BLBYATXOHB. LAPSO; DB GRATIA. Her­
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Miguel N. Lira: CORRIDO DRL MARIVERITO.
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Armando de Maria y Campos: MUERTE V M-
SURRECCIOB DEL TEATRO EB CHECOSLOVA­
QUIA. México, 1941.
N El nuevo Herodes es turista y acaba de dejar
la impronta de su pie en las praderas del
Olimpo. Su descomedida furia no para en obstáculos,
ni su glotonería se sacia tan fácilmente como preten­
conaulsta de Palestina y Siria. Sólo queda pendlen- KOOXBR8. BEX YBRSUCX BXXXR AXGLXXAXX8- Josep Conrad: EL SOLITARIO BB SAUURAB.
el relato de su discutida actuación como gobernan­ CKRH BU8SDXK1FLXX. Herder, Friburgo, 1940. (Victory). México. 1941. de dar a entender al mundo. Ahora mismo, cuando
te de Egipto. “Difícil va a ser, dice Wavell, con su Robert Scherer: CXRXSTLICXB WBLTYRRABT- Jorge Ferret is: XOMBRBS II TEMPESTAD. el mundo se hace atrás para reponerse de su brutal
calma habitual, que pueda encontrar tiempo, por WORTUEO. Herder. Friburgo, 1940. México. 1941.
ahora, para escribir estos últimos capítulos". Doering-Hartig: CXRXSTLICXB SYMBOLS. Octavio Paz: BBTBB LA PIEDRA T LA FLOR. acometida, el causante único del estropicio se refugia
F. Tennyson Jesse and H. M. Harwood: LOXDOX LBXTFADBX DUCK BIB FOXXXH BBB XBBBB- México. 1941. en Berlín, convoca al parlamento y a voz en grito
yBOXT. New York. Doubleday, Doran 8c Co. Corres­ WSLT BBB BIBBBXLBBB XB BBB CXXXSTLX- Alfonso Reyes: ALGUBOS FOBBAS (1935-1939).
pondencia con amigos de América durante los años CBBI XU98T. Herder, Friburgo. 1940. México. 1941. proclama que es el mundo entero el que se precipita
1939 y 40. , ____ Franz Weber: GBSCKXCXYB BBS KATBGXXB- Xavier Villauris'-.ia: DECIMA MUBRTB T
Pierre O. La pie: W*XTX TXB MIMO» UBOIO» MUS XV BBB DIOSB8B BOTTBXBUBG TOB BBB OTROS FOSELAS BO COLBCCIOBADOS. México, sobre la Alemania idílica e ingenua, y pretende es­
AT XABTXK. Forest Hills, N. Y. The Trasatlantic AUFXLARUHGS KBIT BXB TUB GBGBXWABT. 1941. trangularla envolviéndola en sus propias trenzas,
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Noruega. _______ ARTE
Allan A. Michie and Walter Graebner: TXBXR Enriqueta de Parodi: SOBORA. HOMBRES T
fica a Churchill de incendiario, de borrachín y de
moan KOUR, New York. Harcourt, Brace & Co. Sepp Schuller: BBUB CXSX8TLXCXS KALBBBX FAISAJBS. Un folleto de 22 páginas. Editorial Pa- aficionado al crimen. Como se ve, el moderno Hero­
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A. P. Newton, J. Holland Rose and E. A Benians: citaciones a una política de acercamiento espiritual. TO BBL RBGZO FATROBATO ZBBZABO BASTA cundia atraviesa el Atlántico y, sin mitigarse ante
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■-ira» Vol. H. New York. The Macmillan Co. El A. de Castro Albarrán: LA OBAV VICTIMA. Ricardo Molina Hubbe: LAS XAXBBES IB TU- la presencia insípida de Lindbergh, alcanza al Presi­
Crecimiento del Nuevo Imperio. 1783-1870. ___ Alarcón: CODIGO DE JUSTICIA MXLIYAX Edi­ CATAB. México, 1941.
torial Reus. Madrid. dente de los Estados Unidos. La Gran Alemania es­
Franklin Walker: AXBBOSB BIS BOX, TXB Juan Manuel Torrea: BXCCXOHARXO GEOGRA­
WZDKISeBST KAX at SAB FXAXCXSOO. San Fran­ José Ros Jimeno: EL FOBVBHXB DV BSFABA. FICO. HISTORICO. BIOGRAFICO T ESTADISTI­ tá en pie y amenaza cólera. La dulce Margarita es
cisco. Calif. The Colt Press. Estadio critico y bio­ Instituto Editorial Reus. Madrid. ___ CO DB LA BBFUBLICA XBXZCABA. Estado de Ta­
Eduardo Garcla-Caián y Carabias: MAXUAL maulipas. México. 1941. fornida moza que se ríe a mandíbula batiente de su
gráfico. ___ _ TEORICO-PRACTICO PARA LOS JUZGADOS BU-
W. E. D. Alien: LA UXRAXXA. New York. The
EICXFALES. Instituto Editorial Reus. Madrid.
tocaya francesa Margarita Gautier, se reclina y tose
Macmillan Co. Historia de Ukrania desde los tiem­ FILOSOFIA
pos más remotos hasta el año 1940. Francisco Bonet: DBRBCRO CIVIL. COITO» Y mientras el mariscal Petain la proporciona, solícito,
Emily Hahn: PBX SOOXG SX8TXBS. New York. FORAL. Tomo segundo. Instituto Editorial Reus. Franz Borkenau: PARETO. Grandes Sociólogos
Madrid. _________ Modernos. México. 1941. una serie de palmaditas en la espalda.
Doubleday. Doran A Co. Historia de tres de las P. Cala mandrel: BL ELOGIO BB LOS JUECES.
más importantes esposas de China. ___ José Ferrater llora: BZCCIOBARIO DI FILO­ Gracias a que el drama europeo no acaba ahí.
Thomas Hope: TORQUBMADA, SOOUXGB OP Editotlal Góngora. Madrid. SOFIA. Editorial Atlante. México. 1941.
TXB JBWS. New York. W. Norton J Co. Estudio David García Bacca : FILOSOFIA DB LAS CIBB- Hay otra mujer, Julieta es delicada, pero es al fin
sobre las persecuciones nSRonalistas y antijudías LITERATURA CZAS. Editorial Atlante. México. 1941 mujer entera, creación de Shakespeare, y sabra com­
que ocurrieron en España durante el siglo quince. Kant: FILOSOFIA DB LA HISTORIA. México,
Lesley Byrd Simpson: BABY XBRXCGS. New Augurio Salgado: ESPASA, BXBV MARIDABA. 1941. portarse como tal. Julieta, firme y exquisita, tiene
York. G. P. Putnam's Sons. Estudio e interpretación Auto Sacramental. Prólogo de José María Pemán. Francisco Larroyo: BASES FARA UBA TEORIA
Gaspar Tato Cumming: UB VIAJE ALREDEDOR DEBAM2CA DB LAS CXBBCIA8. México. 1941.
de su parte a todo el orbe civilizado. Por si no bas­
sobre los problemas de México. DEL XUVBO. Prólogo de W. Fernández Flores.
M. P. Wilcocks: XAXT. QUEBX OP SCOTS. New tase, las estatuas griegas la despiden con sus ojos
York. W. W. Norton & Co. Biografia de Maria Es- Santa Teresa de Jesús: BL LIBRO BI LAS FUX- BBBBCXO-FOLZTZCA-BCOBOXZA
lUHiUV, DACXOHS8. Introducción y notas de José M. Agua­ ciegos, envolviéndola en su augusta serenidad. El
Sir Basil Bartlett. BT FXXST WAX. New York. do. Dos tomos. Colección Clásicos Castellanos. Es­ Baltasar Promundo: ELOGIO DB LA POLITICA. mundo antiguo no acepta tampoco al nuevo visitante.
The Macmillan Co. Diario de un oficial británico pasa-Calpe. Madrid. ___ Industrias Gráficas Unidas. 1941.
desde mayo de 1940, basta la retirada de Dunquerque. Mazamune Hakucho: LAGRIMAS PRIAS. Novela. John Locke: BBSATO SOBRE BL GOBZBBBO La Venus de Milo, ¡y tantas otras!, han preferido
T. -A. Willard: MJITOO*», TXB BBAXDBD Traducida del japonés, por Alfonso Nadal. Editorial OIVTL. Traducción y prefacio de José Carner. Fondo
La Rosa de Piedra. Madrid. de Cultura Económica. 1941. cortarse sus brazos de carnosa piedra antes que levan­
OQBQUBROR. Hollywood, Calif. Murray Sc Gee. Es­
tadios sobre la historia de los mayas con referencias Karl Vossler: LOPE BB YEGA T SU TIEMPO. Adolfo Menzel: IBTBODUCCIOB A LA SOCIO­ tarlos al paso del intruso. Ahora Julieta ha huido a
particulares a la conquista de los Itzeas por los Segunda edición. Revista de Occidente. Madrid. LOGIA. Versión española de Angela Selke y Antonio
Eduardo L. del Palacio: CBLFSXDRA. Poesías. Sánchez Barbudo. Fondo de Cultura Económica. 1941. Egipto. La caravana nos recuerda a otra. El paisaje
Toltecas. ___ _____ _ Prólogo del marqués de Dosfuentes. Madrid. H. M. Scott: CURSO BLBXSBTAL BB ACO­
Frayne Williams: MX. SKAXB8FEARB OP Luis Ortiz Muñoz: GLORIAS IMPERIALES. Edi­ ROMIA. Fondo de Cultura Económica. 1941.
es el mismo que vió a aquella otra caravana de fugi­
•SOBB Neqt York. E- P. Dutton & Co. Aspectos torial Magisterio Español. Madrid tivos. Las caritativas palmas, hoy como ayer, se incli­
de la vida y trabajo de William Shakespeare. Alberto Sánchez Cortés: UB BB8ATO SOBBB EL
Santiago Magariftos: BL SILOS. BBRBCXO BB CASTIGAR. EBFOOABO XACZA
Poemas. LOS BJSTSXAS DI RBFRBSIOB. COB VISTA BI nan al paso de los exaustos viajeros para aliviar en
xovxla José Antonio Cortazar: FOBSXA LBQXOBABIA. LA HECBSZDAB VBRACRUXABA. Facultad de De­ lo posible su fatiga proporcionándoles sombra y brisa.
Ertch Maria Remarque: FLOTSAM. Traducción Gerardo Diego: AXGRLRS BB COMPOSTELA. recho. Jalapa. Ver.
del alemáni por Denver Lindley. Boston, Mass. Little, Manuel Halcón: RECUERDOS BB FBRXAXDO Ernesto Hidalgo: LA FROTBCCZOB DB LOS ME- Hay en estos caminantes de hoy igual entereza y re­
atmeg A iSt VZLLALOX, POSTA BB ABDALUCIA BAJA Y GA- XZCABOS BB LOS BSTABOS UH1BO8. Secretarla solución que en aquéllos. Las muchas penalidades han
- E» WS TÚtfiBó* altos ha aumentado en proporefeb- BABBBB B* «OROS BRAVOS. Editorial Rlvade- de Relaciones Exteriores. 1940.
BeAfiftWdMtaw «I núnffero de refugiados políticos neyra. Madrid, 1941. i Víctor Correa : ESTUDIO SZBTBTZCO SOBRE impreso en estas caras nobles, en la de Julieta, en las
que. oblhtadoB por las circunstancias a buscar se­ XRRBCTROACTZVZDAD BB LA AFLZOACZOH BB de los soldados que se agrupan en su derredor como
guridad petaonal fuera de su patria, vagan de pals XXSTOBXA-RXOGRAFIA LA UÏ, Universidad de Yucatán. 1941.
«n pala ida encontrar un refugio conveniente. Re- Jorge Martínez Gómez del Campo: AHTICOHS- apóstoles jóvenes de una religión antigua, un hálito
iparqae, ¿gano era de esperarse, ha aprovechado este Federico Carlos Satnz de Robles: FORQUR ES TXTUCXOHALZDAB DB LA LBT BB BACIOBALI-
tema''para SU nueva novela. Siempre atento, como MADRID CAPITAL DE BSPASA. ____ de esperanza y de triunfo. Detrás de cada semblante
Sixto de Borbón: BABIA LUIRA, BRIBA BB
AACIOB DI BIENES. Universidad Nacional Autó­
lo ha demostrado en sus cuatro libros anteriores, a noma, 1949. anida un convencimiento. Cuando la tierna Julieta
todo 'aquéllo que significa opresión y tiranía no po­ BYRURIA, XXFAHTA BB BSFABA.
día dejar pasar por alto ios sufrimientos y la tra­ ___ Carlos Pérez Rui: LOS TITULOS V OFBBACIO- descienda de su cabalgadura y hunda con su sandalia
RBLIGIOH BBS DB CREDITO BB LA LBGISLACZOB ECKXI-
gedia de los millares de seres, hombres y mujeres CABA. Universidad Nacional Autónoma. las arenas ardientes del desierto, una civilización
que viven las angustias de un destierro sin mise­ Ullses Irigoyen: GRAFICAS V ESTADISTICAS.
ricordia. Sin pasaporte, sin el menor derecho indi­ Valentín M. Sánchez: Ruiz: MISAL COmPLBTO más humana será dada a luz.
vidual, sin posibilidad de ganarse la vida, casi sin LATIBO-BSPASOL. Apostolado de la Prensa. Ma­ Asombrosos resultados de ios perímetros libres en
patria, estos exilados van de país en país sin con­ Baja California y Quintana Roo. Un folleto Méxi­ Entonces, junto al pesebre en que acontezca el
drid. co. 1941.
seguir un albergue definitivo. milagro, tendrá también su debido acomodo la fiera
El libro trata de un grupo de desterrados polí­ FILOSOFIA H. D. Henderson: LAS LBTH8 BB LA OFBBTA
ticos alemanes y del brutal destino que los arrastra, T LA BBKABBA. Segunda edición. Un volumen de vencida.
privándoles de toda iniciativa y de toda voluntad, y Cardenal Mercier: PSICOLOGIA. Cuatro tomos. 200 páginas. Fondo de Cultura Económica. México
que les niega lá primera condición de hombre civi­ Espasa-Calpe. Madrid. Manuel Fahiia: CIBCO AROS DI LBGISLACIOB
lizado: la posibilidad de poseer un hogar, un refugio, A. Brunner: IDEARIO FILOSOFICO. Editorial AGRARIA BB XBXICO. (1935-1940). Tomo I. Mé­ DE BISMARCK A PEPE-HILLO
un rincón donde guarecerse. Razón y Fe. Madrid. xico, 1941.
Zoe Akins: FOBBVBR MUM. New York. Char­ Manuel González Ramírez: BL PETROLEO XB-
les Scribner's Sons. Novela que se desarrolla en el CZBVCIAS XICABO. La expropiación petrolera ante el Derecho OR las venas de Hitler corre sangre cañí. Esa
ambiente de un pensionado para señoritas.
George Gibbs: TXB 8LBBFBB WAXBS. New
York. D. Appleton-Century Co. Historia de una pe­
riodista sorprendida en Francia en los día» de la
evacuación de Dunquerque.
Stanley Grey: W»T.y TXAT GLOBV. New York.
Victoriano F. Ascarza: BL CIELO. Editorial Ma­
gisterio Español.
Comprende veintitrés capítulos donde se desarro­
lla. en forma escueta, con términos y nombres fá­
cilmente comprensibles para los niños, la tierra,
Internacional. México, 1941.
Rafael Pina: TEXAS DB BBRBCXO PROCESAL.
México. 1941.
Paul Einzing: LA GUBRRA BCOBOKICA. Mé­
xico. 1941.
Walter Tschuppik: LOS CABALLOS DE TRO­
P es la única explicación que cabe dar. por lo
menos, al singularísimo conflicto surgido en la
zona ocupada de Francia. Baste este solo dato para
demostrar que no son los arios tan arios como se
The Macmillan Co. Novela picaresca que se des­ forma, tamaño, diferentes movimientos, etc.: la TA DB ETTLER. Méjico, 1941.
arrolla en Europa y América en la época de la Gue­ luna, el sol. danzas de los planetas, estrellas fugaces E. N. Van Van Kleffens: BL SZGBO DE LOS dicen. Resulta que los oficiales alemanes destinados
rra de Indepedencia de los Estados Unidos. y bólidos, cometas y algunas de las hipótesis sobre BBUTBALBS. México. 1941. a menester tan poco heroico como es el decomiso
Idawal Jones: BLACX BATOV. New York. Duell. el origen probable delsistema solar.
Sloan A Pearce. Novela del delta del Mississippi. H. G. Wells: RBVOLUCZOB XUBDIAL O GUE- de ganado lanar en las granjas francesas, se han vis­
H. Flnekelstein: TRATADO DB LAS BBFZB- BRA PERPBTUA. México, 1941.
Allis McKay: TXBT CABB TO A BXVXR. New BBDABXS BBL LACTABTB. Un volumen de üll
York The Macmillan Co. La vida de una mujer en to atacados por un grave morbo, acaso el más grave
páginas. Editorial Labor. Barcelona. PEDAGOGIA
la región del rio Colombia. ______ M. Bastos Ansart: TRATADO DE PATOLOGIA de cuantos existen: el aburrimiento. Conquista esta
Mhar Train: MX TUTT COBBS BOBB. New QUIRURGICA GBVBBAL. Segunda edición. Un vo­ John Adams: EVOLUCIOB DB LA TEORIA
York Charles Scribner’s Sons. Novelas cortas sobre lumen de 870 páginas. Editorial Labor. Barcelona.
del tedio, que ha olvidado mencionar Hitler en su
EDUCATIVA. Versión castellana de Ricardo D. Al-
el intrépido abogado neoyorquino. G. von Rergmann: PATOLOGIA FUBCXOVAL. duvin. Biblioteca Clásicos v Modernos de Educación último discurso, ya que el esplín es consubstancial
Del Frazier: WRITS BUSSXAX PASSPORT. Un volumen de 593 páginas. Editorial Labor, Bar­ UTEHA.
Los Angeles. Calif. Harper & Davis. Historia de una celona. ____ ___ Albert Milint: LAS GBABBB8 TBBBBBCZAS con los británicos y el derecho a él ha de ser un mo­
princesa rusa desterrada . . W. Falta: DIABETES SACABIBA. Un volumen BB LA PEDAGOGIA COBTBXFOBABBA. Biblio­ tivo más de agradecimiento al Führer todopoderoso.
E Morrell Massey: FIVE WERE CALLED. Phi- de 350 páginas. Editorial Labor. Barcelona. teca Clásicos y Modernos de Educación UTEHA.
ladephia Pa Penn. Publishing Co. Cinco llamadas R. Demel: DIAGBOSTZCO BB LAS BBFBBBB- W. A. Saucier: CONCEPTOS XODEBEO8 SO- Contra dolencia tan aflictiva el propio Führer
telefónicas y su efecto sobre seis vidas. BABES QUZBUBGICAS. Un volumen de 930 páginas. BBE EDUCACXOB. Biblioteca Clásicos y Modernos
Roland Pertwee: LOVERS ABB LOSSRS. New Editorial Labor. Barcelona. ___
ha dado el remedio. El regocijo no es nuevo v la
York. Doubleday. Doran & Co. Historia de una mu­ de Educación UTEHA.
jer aue se interpone entre dos amigos.___
A. Miiller-Deham: LAS BBPBBXBBABB8 ZB- noticia ha sido difundida por toda la prensa de Mé­
TBBBAS BB LA VBJBX. Un volumen de 374 pági­
H. G. Wells: ALL ABOARD TOR ABBAT. New nas. Editorial Labor. Barcelona. xico. Enunciémosla en síntesis: la oficialidad alema­
York. Alliance Book Corporation. Novela satírica. A. Dordeleln: TRATADO DB OBSTETRICIA. Se­ na ha solicitado de España no el consentimiento para
Phylis Sweet White: TW1B TROUBLE. Gardena, gunda edición. Tres tomos de 2,551 páginas. Edito­
Calif- Institute Press. Novela de dos pares de ge­ rial Labor. Barcelona. que sus tropas vayan camino de Gibraltar —sería por
melos y de su padre._____________
Thomas Bell: OUT OF TXZB FURHAOX Boston,
M. Kirschner: TRATADO BB TECBXCA OPERA­
TORIA GBBBRAL T ESPECIAL. Un volumen de
A VIS O otra parte, una redundancia pedirse el consentimien­
Mass. Little. Brown & Co. Tres generaciones de 725 náeinas. Editorial Labor. Barcelona. ____ to a si mismo, sino algo de menor trascendencia,
obreros metalúrgicos de Pennsylvania.__ N. Guleka: OPZBACIOBHS EB BL CERBERO
Caryl Brahams: DORT M. DISRAELI! New T CBAEBO. OPBBACIOBB8 BB LA COLUMBA ROGAMOS UNA VEZ MAS A LOS en resumidas cuentas: al empresario de toros señot
York. G. P. Putnam's Sons. Un relato extraordina­ VBBTBBBAL T MEDULA BSPIBAL. Un volumen
rio de la época de la Reina Victoria de Inglaterra. Pagés. ¿Que quieren los alemanes del señor Pagés?
Paul Galileo: TXB SNOW GOOSE. New York. de 505 náginas. Editorial Labor. Barcelona. AUTORES Y EDITORES NOS ENVIEN Sencillamente esto: que organice unas cuantas corri­
Alfred A Knopf. La retirada de Dunquerque. w. Kleinschmidt: OPBBACIOBBS BB LAS PAR­
TES BLABBAS T ESQUELETO BB LA CARA. Un PUNTUALMENTE DOS EJEMPLARES das en la zona ocupada. Corridas, por supuesto, de
volumen de 835 páginas. Editorial I-ahnr. Rarcelona.
FOBSXA T DRAMA A. I.autenschlacer v O. Kleinsrhmit: IBTBB- DE CADA UNA DE LAS OBRAS QUE rumbo. Nada de Victoriano de la Serna, sino Ka-
Paul Green and Richard Wright: BATI VE BON. WEBCIOEE8 EB EL OIDO T VARIE LARIBGE T kancho, el kojosal Belmontke y Marciack Lalanda.
New York. Harper & Brothers. Comedia en diez actos TIAS RESPIRATORIAS. XBTBRVBVC1OBES EE PUBLIQUEN. PUES SOLO ASI PODRA
tomada de la novela de Richard Wright. LAS PRIMERAS VIAS DIGESTIVAS T CUELLO. Buena ocasión esta pata que el Imperio Español
A. P. Herbert: SXXBH BOBO. New York. Double- Un volumen de 590 páginas. Editorial Labor. Bar­ REALIZAR “ROMANCE” SU DESEO DE
day Doran & Co. Poesía ligera sobre la guerra. celona. ___ ___ ____ salte la barrera y prosiga su engrandecimiento.
Óscar Williams: HBW POEXS. New York. The M. Kirscbner: OPERACIONzS BB LA CAVIDAD INSERTAR CON OPORTUNIDAD, EN Chicuelinas. gaoneras y medias verónicas a benefi­
Yardstick Press. A Living Age Book. Antologia de ABBOMXBAL. Un volumen de 604 páginas. Edito­
poesías inglesas y norteamericanas.__ _______ ___ rial Lahor. Barcelona. _____ LA SECCION BIBLIOGRAFICA, LA CO cio de la raza aria. Y si el público pide más
Franklin B. Stansbury: TXB WIHD BORHER OF M. Kirschner v G. A. Wagner: ZVTEBVEBUIO-
XBLSIHOFORS. Philadelphia. Penn. Poetry Pu­ VES PARA LA CURA RADICAL DE LAS KER- RRESPONDIENTE NOTICIA. caballos, el Canciller tiene en su mano el poderlos
blishers. Poema narrativo basado en las leyendas y IIIAS. ZVTERVEBCIOBBS BE LOS ORGAEOS QE- dar: ahí está Turquía.
brujerías de Finlandia. BITALE8 FEMBEIBOS. Un volumen de 443 pági­
nas. Editorial Labor. Barcelona. _______
CRITICA T RESAYOS John Tí. Musser: MDDICIBA UiTERRA. Teoría LITERATURA
v Práctica. Pos tomos. Espasa-Calpe. Madrid, LIBRERIA M. GARCIA PURON Y HNOS,
Paul V. Krelder: RBFETITIOX IB SXAXES- A. Valle jo Nágera : TRATAXXEBTO DE LAS EB- P.olx-rt Graves. SEBGSABT LAXE OF THE A. EN R.
BBABBB PLATS. Princeton, N. J. Princeton Univ­ PER»KEBABES MEETALES. Editorial Santarén. BIBTX. Novela.
ersity Press for the University of Cincinnati. Es­ Valladolid. 1940. Palma Norte, 308 (Entre Tacuba y Donceles)
tudio sobre la mecánica y la estética de la reptieidn ITALIA Ericsson 3-37-53.—Apartado Postal 1619
según la empleaba Shakespeare. ____ INGLATERRA Esta casa se encarga de cualquier
José Ortega y Gasset: TOWABB A FM1LOSO- BELIGZOB
FBfT OF BXSTOBT. New York W. W. Norton & RISTOEIA comisión relacionada con el ramo
Co. Interpretaciones de ia Historia, por el autor de Giorgio di Hofman: FAPATO. COHCXLXARXS- de Librería.
“La Rebelión de las Masas". E. P. Benson: AS WE AU. A8 WB RXRE. Me­ XO, PATRXARCATO. Facultad de Historia Eclesiás­
Salo Wittmayer Baron: ESSAYS OB XAIMO- morias. tica de la Pontificia Universidad Gregoriana. Ro­ Extenso Surtido de Obras Mexicanas
E2DES. New York. Columbia University Press. Co­ Parral O’Sullivan: XXSTORIA DEL ESTADO LI­ ma. 19 40. Y Extranjeras Antiguas y Modernas.
lección de ensayos y conferencias preparados para BRE BE IRLAEDA. Angelo Mercati: FOLLABDZABA, D’ALL ARCXX- COMPRAMOS BIBLIOTECAS
el DCCC aniversario del nacimiento de Maimónides. Hanz Zinsser: AUTOBIOGRAFIA. VIO SBGBBTO VATXCABO. Roma, 1940.
Pagina 22 ROMANCE 51 pe Mayo de 1941

CUBA URUGUAY

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LOSOFIA. Editorial Losada. Buenos Aires. Un volumen de la colección Ciencia y Vida. Edito­ Antonio Martínez Bello: IDEAS SOCIALB8 Y titucional en los países del Río de la Plata: La falta
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Miller: gripe se bate en reitiade.—Donald Wilhelm: Re­ gura de Libertador.—Calderón de la Barca: A flores.—
galos al Presidente Roosevelt.—Clifford Roberts: Ahora trabato José Miel Abetía: Soneto tuyv.
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199e Oria' Daria y is XrgritfriuL—Maurice Edgard —Estrella Gen ta: Hacia «« instante.—Héctor Medina Planas: rano: Tenemos un calendario anticuado.—Jim Tully: Virginia, N. Lir; Dos décimas de olvido.—Guillermo Lohmunn Ville­
Goàrfreau: \erca da la muerte de Scott Fitzgerald—Mm Educación Pública.—Rafael Pombo: De noche.—Juan Guzmán mi hermana mayor.—John Edwin Hogg: Criador de lombrices. na: A. «acxofUJ sobre el arte dramático en Lima durante
Bnmetî 7Yeíi romances.—Alberto de Angelis: Nidos de artis- Cruchaga: Voz de luciérnaga. —Frederic Loorais: ¡Deben morir <d nacer?—Harland Man­ el Virí. alo.—Pascua! Venegas Filardo: Canción a <fa silen­
'< enRagudfc —Leonidas Vedia: Sobra ¡a poesía de Paul Va- SURCO. Número 11. Fernando Fournier: Historia de la chester: Diesel, el inventor olvidado.—George Kent: Dramati­ cio.—L. Alberto Sánchez: Una giosa sobre la cultura perua­
4>ujgvoe: A/draJ, religión y arte *« la obre de evolución política de Costa Rica.—Rodrigo Fació: Autoridad cemos la enseñanza.—Manuel Komroff: El billete de mü dó­ na.—Joî Zevallos Quiñones: Un romance español del siglo
— Augusto Gooz ax Castro. Inmóvil ruar. — María y Libertad.—Isaac Felipe Azofeifa: Educación para la Demo­ lares.—Ernest 0. Hauser: ¡Tienen inventiva los japoneses? XVIII n el Perú.—Alejandro Peralta: El hombre del Charan­
—Richard L. Neuberger: Emuios de los conquistadores.—Ada. go.—S.*ador Velarde: Álorir,
Lóptt: /«sentid.—Alberto Franco: Talavera de Estaco. cracia.—Alex Curling: La raza de color en Costa Rica. Clapham Govan: Alas en mi ventana.— AVillùm A. H. Birnie:
stanúí» del Esta: La madre adoptiva.—Amadeo Cas si - REPERTORIO AMERICANO. Número 6. Elias Entralgo: Clínica de abogacía preventiva.—Jan \altin: La noche quedó
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—Una Secundólo: Ao amor. — José Gemido Vieira:
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Eneopp.-^GníBarroo Czmacbo Montoya: Alfredo Vigquez Cobo. mos M.: ó'tfn Frtncisco: ejemplar esfuerzo colectivo de los
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Ignara B» Anzoategui: El Almirante.—Rafael Pornbo: Ante- HÍdaí^ c/O!7, U'’’ ;E,VÍra 7 Y0dtr: .O*“"¿ -J«é Nicolit LA VOZ GL’ADALUPANA: Número II. Febrero de 194!. DIRBCTOK-GKRBNTK
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MARTIN LUIS GUZMAN
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Mar. ¿m* novela china; El sueño de ¿a cámara raja — teca, Nocional,,.—Cli.doaido Alberto Espinosa Bravo: Ante elementos bistór eos que consignan el hecho de las apa iciones CIOS EXPUESTOS EN LOS ARTICULOS QUE LLEVAN
Aaigx lo Malaret: Hermandad lingüistica—’BerosTáo Arbe’áez: e, ruaría reutrnario del nacimienta a'ei inca Garcüa'O— Wsrio guaialupanas.—Alfonso Mascué y González: Cronologis gua-
■"¡Breaes- netas sobre el indigenismo colombiano.—^Gastón Figuei- Cor,gara de! Campo: La conquista ir Amirica ante ¡a d,le­ ¿alupana. . . FIRMA SON EXPRESION EXCLUSIVAMENTE PERSONAL
nueva lírica brasileña. trina de la guerra insta.—Ignacio Lasso: La catalogación >un- MEXICO. Número IÎ9. Abril de 1941. Eduardo H-^nedo: DEL PENSAMIENTO DE SUS AUTORES
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Uparte: El seisiimeníalismo de Amado Nervo.— Agustín Aragón l.eiva: 1.a tiranía de la plata ~-JoF ->dva: OFICINAS
..Eduardo’ Pallares* Notas biográficas tobre Claudio Debuts v. ESTADOS UNIDOS Fuertes in^es:s fiscales—Miguel Basuríc; Fmpre-p de ’c-és
j-í-Gerjnáij pjirdo García: Símbolos.—Nacho González: Roman- público.—F. Bustamante: La moneda desde ios a¡i< fs.—
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de la arquitectónica ^cristiana.—Francisco José Gonzá’ez: --Irving Wallace; M’afrft that Dragon — Doran F-.x: H r.i Juan Larrea* A trenza- -Bernardo Ortiz de Montel’ano:
Fdj*ctfcrótí cacica.—Hermann Meyer Linácnbere: El control stfyj you can’t be an actor.—Harold Garret Brack: 7 accu-.c'. gjción del tima.-—joíé Rosas Garcidueñas: _ lY-Mrio y H R ¡a- MEXICO, D. F.
....judicial- -de ia constitntiinaiidad de las leyes.—Francisco Jo«.é —Edwin 11. Sutherland: White Collar Crimina'zty.-~F.7L ber­ cimierdo.—FY H. Lawreus*./: C<3.'Lí.--I’aul Vr-’.-u;. ; .*«/?-;, j p->-
•González: ”?î bartolina a> antaño.—Arthur T Montague: Co«- cer: Mary Mcr.tagu-Mcdical Pioneer.—Stanley P. Davie"»: 7 c? yección dei a-plriiu c;,-opeo.—Fr.ritr.ie Diez-Canee o: ; tingre rio
. : taeritfíío». Li¿ce — Jaime Pupuia: Las vitaminas y ei eqitilibrio f atniiy :n ~:t: còanzzíig World.—-Guillermo Martínez Márquez: del autor as aro. ói ico.—Emnunncle Mourner: R.:ia.e- ri. Rc*',i-
The defense of Democracy in America.—Robert Kins Hud: iimienio.—Antonio S.ín.iez Barbudo * Crta ;uz o’á iris.— LA REDACCION DE "ROMANCE" NO MANTIENE CORRES­
hnnesonti t¡ttriino—lnbé Domingo Rojas: Cóma ncita t'e-
iinciJ. I pyreing Colonies of B·azó. A .Ví»rt?» .4 metican »’icsr,-~ Hh'er's José Mores** Sola: D~-e manos rncxiccnas.—Euiíard ¿e R»nç- PONDENCIA SOBRE LOS ORIGINALES QUE NO HAYA SO­
Cjatnbermaid: The ¡iieiador in his bouse.—Thomas Kt'r.a”. : viLe: sentido de 'j --p-»-.' LICITADO PREVIAMENTE, SIN QUE ESTO QUIERA DECIR
. . *■ COSIA RICA Prince brdft her fj»i <* Arel! • Mcyúe Macjc.—L. Fre­ CU-A. F.?vbí« me/Sir-: proa merinos. Número 4. San
derick Miles: Could . ‘ 'Oü•St& dcy Deb’er M.f.-vr: L’:¿s de Poí-jd. r.aí i'-1 Ramin.’: La- re. aac:..—í.uk G. QUE AlGUNOS DE ELLOS NO HAYAN DE SER PUBLICA
y. ;. ARÎEL?Número 87. Aloises Vi«cenzi: ¿'n m-mttro que me- Fcii? world, thou lies*.— rt. Reuûofl: J. R (' N'idv Med-iCn: Té:ni..i ds la ,-::aerón.— 1 u:as Ortiz: Los > DOS OPORTUNAMENTE
•TetpeÇaio t Rubén Derio y a den Juan Mvutálvo. — R. A. .Le*. Screwi?’? t.rating • -And How io; d-' < J *a* f .
Pagina 24 ROMANCE 31 de Mai o de 1941

Robert !ayior, feliz intérprete, con I ivian Leigh, Charles Winninger, actor de to Metro, tal y com£¡
de "kl Puente de Waterloo ' aparece caracterizado en una¡ producción de ép< »

EL LADRON DE BAGDAD EL PUENTE DE WATERLOO /


• Z-''l L AL es el mérito mayor de Alexander Kor- AJO ¡a inteligente dirección de MerfuL "
¿ I da en ésta su última producción? A nues-
X ? tro juicio tal mérito reside en su valor.
.Alexander Korda utiliza la técnica actual hasta el
límite máximo, v. donde la técnica falla, él prosigue
si l arredrarse. Al borde del precipicio se lanza al
B Roy, la novela titulada Waterloo brifg'y!,^ -
incorpora al cine. L!n sencillo y drxmá|ico
proceso sentimental, sirve para mantener ¿sí tensón ;
el interés despertado en el público dtóde Ijfs pri»®^
ras escenas. Digamos que este interés nh déeae has*
vacio igual que el magnifico gigante volador que qv. la película concluye. ¿Gracias a la tjama? T
vemos en la pantalla. Su atrevimiento no resultará rotindamente. 'Gracias, eso sí, a la realiíación, c
estéril. Cierto que en algunas escenas se advierte la dada hasta en sus menores detalles. Aparte de -
trampa. Defecto es. pero defecto plausible, sí cabe excelntes primeros plantas, tomados ^empre des
la paradoja. Mayor defecto hubiera sido suprimir­ un áqulo original, puede mencionarle el baile 1
las. No olvidemos que El ladrón de Bagdad es una las bujas, donde, mejor q ue al final, ¿h la escena QUt
película de magia y que los milagros han de efec­ precede al suicidio, preser/iciamos un atinadísimo jue­
tuarse a la vista del público. Lo de menos, como go de lues y de sombras. El movimiento acompasa­
sucedía en las representaciones teatrales de ese do y suav de la cámara que busca y halla a lo largo
mismo género, es que se advierta el escotillón por de toda la película los p lanos máj expresivos, unido
donde aparecen y desaparecen los personajes. Lo a la perfeca sucesión de. escenarios, sirve para dar
de más es que la desaparición se efectúe, a ser po­ el brío y í tono que -ri ecesariainente. requiere
sible. del modo más bello y fantástico. En este sen­ producción r..ia que fu antos intervienen han ace­
tido I3 labor de Korda no merece reproche. El rado a dejar «. más fe» qui sito de su arte,
caballo que galopa por los aires, el gigante que Leigh —¿cuándo riene ’por México Viviarj Lcighr-
nace de una columna de humo y el tapete volador alcanza con sobra facultades d matii adecr
servirán para ilustrar en lo futuro de qué manera en cada instante. A' «lia, que sin duda, es en
ha de ser llevado a la pantalla un cuento de magia. momento la más sugest iva estrella del aneo»®»
Perfectamente logrado, por ejemplo, el baile de la atribuir buena parte de' Acaso sin sM
diosa de los siete brazos. Magnífico de ritmo y de presencia la cinta ad< de falta .de n
luz, constituye tal vez lo más original y acertado dad, de verosimilitud ’¿/etrt Taylor• *
de toda la cinta. Onvíene destacar asimismo las Smith cumplen en so --"¿ictivosc»f-
escenas de Sabú en el templo y aquellas otras en sohriedad permites» Vivían^.Lej^hr
que el mismo peraáwja-vuela sobre un mar»viBaso
paisaje montañoso agarrado a la cabellera del gi­
gante trimotor y risueño. La belleza del colorido
en todo momento y el gusto indudable que ha pre­ Rogers • LA CARTA
sidido la confección de escenarios y vestuario, suplen
con creces las imperfecciones técnicas que pueda NA hueva pdfcula y a ’feieAi.y*;
SU DIA DE SUERTE es adjudicado al fin en justicia y ei agraciado puede
haber. El puerto, las casas y los jardines son tan
falsos como acertados en lo que a belleza se refie­
re. Los actores, situados ante paisaje tan llamativo,
apenas si han de poner algo por sí mismos. El
A’ día de suerte (Christmas in July) es
una película graciosa, movida y alegre. La
credulidad del hombre soñador que tiene
celebrarlo, y cancelar de paso cuantas deudas hubo
de contraer durante ese día feliz de su delirio, en el
que supuso ser verdad lo que no pasaba de ser una
simple broma de los compañeros de oficina. La pelí­
U éxito de Bette Davis, cfc trae oins
su presencia enervante, e> peqtóí»'aM.e
de desasosiego y de inquietu taeríçafJÍiJÍ
en ella. Sirva para definir ¡ estai
cuento no requiere tampoco otras calidades que las cula no pretende ir más lejos. La dirección, a cargo ahora mata por amor, el clima ie mist .
el convencimiento de haber acertado con la frase y dificultad en ei que tan magpralmenfc |t
tradicionales. Conrad Veidt. Sabú y el Genio, nos más expresiva y estimulante en un concurso para de Preston Struger, es atinada, e igualmente buena
la interpretación, que corre a cuenta de Dick Powell tado siempre a moverse. En L carta
parecen los mejores. El principe y la princesa, como anunciar el café, es causa de que el protagonista se una de sus más estilizadas creyones, _ ,. ,,.
en los cuentos y como en la realidad, pecan acaso vea arrastrado a una serie de situaciones que se enca­ y Ellen Drew.
L’n film, en suma, americano hasta su raíz. Sea se combate v frena a sí mismalcon lo chai.Viene
de insipidez congènita. denan y resuelven de la manera más divertida y a hacerse más patente aqndlo qfc trata de diatti'
chispeante. El premio de la compañía de café le este su mejor elogio.
lar, es decir su inestabilidad pslológica.
Aquí tenemos a Marsha Hunt, quien, según fuentes
autorizadas, encuentra sumamente cómoda esta bata Ann Sothcrn. atractiva estrella de la Metro, medita Rita Hayvcorth se dispone a filmar una nueva película Diana Levis sonríe ante el /ocl de loi^tstudm
casera de lana delgada ¡as últimas palabras del Fürher de la Columbia

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