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NUMERO 23
A A IVERSABIO
1931 14 DE ABRIL - 1041
EX ESTA EW'HA LA KKPI’BUCA ESPA-
noI-a ha cumplido oikz aSos dk VI-
DA V DE MCERTB, UNA Y OTRA DRAMA
TICAMENTE entrelazada». La
Repcbxjca Española nació ex el
JUBILO NACIONAL. VIVIO ENTRE PATE
TICOS AZARES Y MCRIO A MANO AIRA
DA. Mimo su cuerpo y Vive su
ESPIRITU, DESPARRAMADO PRINCI
PALMENTE por el Continente ame
ricano. Y PUESTO QUE VIVE SU ES
PIRITU LA REPUBLICA ESPAÑOLA
VIVE. CEOARON SU CORRIENTE PACI
FICA LAS MISMAS FUERZAS OSCURAS
QUE. APENAS DESHECHO SU MAGNIFI
CO SIMBOLO, HACE DOS AÑOS, CA
YERON sobre Europa y la civili
zación OCCIDENTAL. EL EMBATE
CONTRA LA REPUBLICA FUE EL PROLO
GO DE LA TREMENDA LUCHA QUK ESTA
ENSANGRENTANDO LA TIERRA. CON
FIEMOS QUE, EN EL GIAIRIOSO EPILOGO
QUE LA SUERTE NO NOS HA DE NEGAR,
iàrGÆRTMADO CÓMO ARTICULO DE SEGUNDA CLASE, EN LA ADMINISTRACION DE CORREOS DE MEXICO, D. F-, CON FECHA 7
* JOVELLANOS
DE FEBRERO DE 1940
Alca? y frailecillos; ave? de torpe volar, diestros en Raul P. nt¡ Bots: Proyecto para una polonesa y tra
la natación. (En la página 4: Los arrímales, descon jes para Dos bc-stquets. (En la página 15: Ei teatro.
tentos eternos, por Enrique Rioja
Pagina 2 ROMANCE 22 de Abril de 1941
EN LA ROSA
Señalaba yo entonces también, y sin nin
gún regodeo, el influjo de este imposible supe- ximum de las bellas artes.
rador de obstáculos comunes y de trampas El poeta, según Valéry, utiliza incluso k>
líricas sobre un restringido sector de la poesía inútil ; por algo es el más utilitario de los sertç.
española joven, influjo que era. en mi sentir, Las tierras de la poesía son siempre feraces;
sobremanera peligroso. Porque la mocedad, que porque no existe nada absolutamente árido
es harto accidentada, confunde a lo peor el
accidente con la esencia. Y’ la norma críptica
de los para un poeta. En último término, la etimo
logía y la prosodia constituyen los recursos
v el designio exclusivamente intelectual de más inequívocos de su extenuante disciplina.
Valéry se tomaron más de una vez por la an Lna intuición no es poéticamente exacta —poé
siedad mimètica y la desorientada ambición
de no pocos retorizantes como es.pecímenes de
creación pura y precisa, que era preciso reme
dar. .. heterodoxamente.
No creo que Valéry —poeta opiniâtre, têtu,
VIENTOS tica— si no nos invade con su emoción etimo
lógica y su infalible inefabilidad fonética. La
poesía —diga lo que guste el abate Bremond—
no tiene nada que ver con sus medios. El
que un poeta adopte unos y recuse otros
POR no quiere decir que los “advenedizos” carez
entêté—. por más que se enquiste en el con
cepto de la poesía formalmente pura, y por can de tradición, y, sobre todo, de eficacia.
mucho que se acomode en el antojo y la exi
gencia de la perfección esencial, sea, como Ma
JOSE MANCISIDOR Y que los ilustres por su origen remoto y por la
prestancia de su atuendo, sean eficientes y no
llarmé. un poeta nouménico. Por el contrario, resulten ilegítimos o bastardos. Un poeta se jus
Novela premiada en México en el Concurso tifica y se salva por su acento. Y no por lo
para mí el autor de L'abeille es un poeta espe
cíficamente fenoménico. Y'iene a ser el resul Nacional de Literatura de 1940 que utiliza o excluye. El uso de las cosas
tado —el fenómeno— de sí mismo. Su acci y su exclusión también son algo privativo
dente esencial y único Pero no la esencia de Exclusiva de distribución de Ediciones Romance: del acento propio.
su accidente. Y’ no se me tache de sibi Lo esencial de Y'aléry —todo ello inteli
gencia al servicio de la poesía— está logrado
lino ni de paradojista. Porque nada hay tan
claro y tan exento de paradoja como la defini
E. D. I. A. P. S. A. en prosa indeleble. Y su lujo se acicala peda
ción de un poeta del tipo de Y'aléry. que se gógicamente en algunas preciosas “composi
Apartado 8092 ciones" poéticas, dignas de un primer premio
limita a si propio con el culto perseverante
y el cultivo desapasionado de la tenacidad MEXICO, D. F. a la aptitud y a la perseverancia.
pluscuamperfecta. I) Tratándose de Valéry. el concepto "verdadero escritor”
El valor poético de Y alérv se desentiende EDICIONES ROMANCE comprende no sólo al escritor esencial o fatal, sino también al
artista y aun al artesano facticio o adrede, más o menos arti
de la acucia cronológica: prescinde de todo ficiosos.
22 de Abril de 1941 ROMANCE Pagina 3
/rn.i.i .im
Mientras Inglaterra combate por la rem de mujeres muy gordas. Los ministros practicaban a su
existencia y persistencia de su Imperio, modo “la mordida”, especulando en los grandes negocios de
ha llegado de pronto a nuestra memoria la época. El sistema de gobierno era, según Macaulay, la co
el recuerdo de quien es acaso el primero rrupción. No había otra manera posible de gobernar. El
de los pintores ingleses, y, sin duda de vino, las mujeres y los dados eran los plueeres de todos,
HOGARTH
ninguna clase, el más inglés de todos ellos: desde la Corte hasta las tabernas de los muelles del Támesis.
William Hogarth. La Venus (¡emética alternaba con Baco en todos los lugares.
Cuando Carlyle aseguraba que valia Los gobernantes bebían como demonios y su genio se clasi
más para Inglaterra el haber tenido un ficaba según el número de botellas de oporto que apuraban
hijo como Shakespeare que un vasto im- de una sentada. Había, según Maurois, estadistas de una bo
juande la encina era e» fuera de lo ponde tella, de dos y de tres. Walpole, el gran ministro, debió al
POR canzar esta extrema jerarquía.
rativo de la expresión, muy poca cosa lo que quería decir,
Shakespeare y el imperio inglés, que precisamente en aquélla JUAN DE LA ENCINA Esta es la sociedad- que¿ctrata Hogarth. Dentro de ella
época. comenzaba a establecerse, gracias a sus marinos y pi el acero puritano estaba firme, aunque colgado de la pano
ratas, nada tienen de incompatibles; y si bien Shakespeare plia. No tardaría en actuar nuevamente con vigor. Hogarth
púdo darse sin que se diera antes «i después el Imperio, y él estaba forjado en semejante metal. Desde el primer momen
Imperio pudo no menos constituirse sin Shakespeare, es to de su actuación artística aparece como un predicador de
muy difícil imaginarse una Inglaterra en grande sin su poe genio del Ejército de Salvación. Hogarth creyó candorosa
ta, como nadie acierta —decimos: ninguna persona culta— mente que podría moralizar a su pueblo por medio de la pin
o ver a España sin su Cervantes o Lope de Vega. Los poe tura y el grabado; a ello dedicó toda su vida. Los grandes
tas y los artistas, cuando son verdaderamente grandes —no males de la sociedad inglesa de su tiempo: el vino, el juego
"pgeti&os”, que decía Unamuno— suelen convertirse en sím y las mujeres (donde se escribe vino léase casi siempre
bolos vivos y parlantes de sus pueblos, pareciendo como si en gin) aparecen en sus obras terriblemente representados. No
ritos tales pueblos hubieran concentrado todas sus fuerzas, hacía, como los moralistas y satíricos de nuestro tiempo
.Mu anteriores al nacimiento de "su poeta” y las que tuvieren unos dibujos volanderos, que se reproducen en los periódicos
después. No es fácil imaginarse cómo un pueblo débil, mea- y revistas populares, sino dramas y novelas en serie de cua
paz de voluntad imperial, que no llevara en su destino una driles, pintados con energía y primor. El gran artista, do
trayectoria de autoridad y prepotencia, pudiera producir un minado por su preocupación ética, creía en la virtud
poeta del prodigioso vigor de Shakespeare. El imperio «*- correctora del arte, del mismo modo que los teólogos y los
ylés corre acaso en potencia en la energía creadora del pri artistas del medievo. Esta confusión entre lo ético y lo esté
mero de las creadores dramáticas de Occidente^ tico suele ser peligrosa en nuestro tiempo. Generalmente,
De William Hogarth, si no en tan vastísima extensión, cuando se la practica, suele sufrir considerablemente el arte.
puede también decirse que está intimamente unido a su pa Acaso sea esto debido a que en nuestra época el sentimiento
tria, al genio o numen de Inglaterra: arde en él, en su y la capacidad artísticos no tengan aquel vigor que nos ma
persono y arte, la energía y la originalidad inglesa. Tamb ién ravilla en-los grandes momentos de la Edad Media. Un es
vale un imperio. Nace en las postrimerías del siglo XVII, cultor gótico del siglo XIII puede ponerse enteramente al
]& de noviembre de 1GSH y muere promediado el siglo servicto de los dogmas religiosos; puede seguir cuidadosa
XVIII, en octubre de 176$. Inglaterra, en medio de fuertes mente en sus representaciones la linea que le señala el teó
bandazos politicos, se constituía entonces con solidez de logo: en cualquier forma que fuere, su energía artística
besnbre de mar. No era un poder nacido para un día, sino creadora se sobrepondrá a toda doctrina ajena al arte.
«pié adraba oon fijeza de nauta experto hacia un largo e Esto mismo sucedió con Hogarth.,Todo lo que en su
indefinido porvenir. En el siglo de Hogarth hervía, pues, arte es predicación puritana en nada le afecta. El artista,
■y fermentaba el mosto que, a mediados del siglo XIX, había cuyos sermones hoy no nos interesan gran cosa, como no sea
de ser el vino fuerte, poderosísimo, sólo comparable con desde un punto de vista histórico, aparece en sus obras todo
aquel abro que dieron las viñas de les colinas de Roma: lleno de gracia y vigor, cuando no desarrollando un sentido
Hogarth recogió en sí todos esos hervores y todas esas dramático que no tuvieron los escritores de su época. El
energías inglesas del setecientos. mismo lo declara, contradiciendo el modo de ver actual del
Ahora egtá de moda —digo, desde hace unos treinta arte, al que se ha llamado de la plástica pura : "Me he esfor
añot—el artista que habla esperanto, lengua universal, fa zado siempre —escribe— en tratar mis asuntos como un au
bricates* laboratorio» lingüísticos de suma extravagancia, / tor dramático. Considero mi lienzo como un escenario y a
lengua abstracta, que aborrece él sabor al terruño y ábomi- WILLIAM booartb: autorretrato
mis figuras como actores que, en virtud de ciertos gestos y
V itudas sedimentaciones históricas. En ciertas acciones, representan una escena muda”.
(VEANSE EN LAS PAGINAS 12 Y 13 LAS REPRODUCCIONES DRÉÜADRO3
:íéi¡¿-AeaguAsin "geler ni grito”, hermana del agua quimiea" DE BRt* GRAM PINTOR DABLES)
Ve, puék, Hogarth sus cuadros en autor dramático. Y
-s&nie pura, por lo inodora e insípiña, hase intentado Ca los -, no sólo los ve, sino que los desarrolla de ese modo. De ahí
dábaos tres decenios producir una forma de arte intema- infidencia. Si se estudia directamente su pintura, se advier que casi todas sus producciones sean obras en serie, esto es*
gionol,eomo el comunismo político-sorial, situado, no se sa- te pronto que no dejó de contemplar con mucho cuidado las acciones novelescas o dramáticas desarrolladas en escenas o
obra» de arte del siglo anterior ai suyo. Si con ei rabillo actos (cada escena o acto un cuadritoj, como lo hacen dra
edad, »o en fa tierra. En ¿l re«ia maturgos y comediógrafos. Una enumeración de los títulos
del ojo miró a los italianos, con los dos ojos, y muy abiertos,
Utopia pueáe áarse sin duda tal arte. Aún es prematttHb analizó a los costumbristas flamencos y holandeses del siglo de algunas de estas series aclarará lo que decimos: El desti
ni más ni menos que él esperanto o volapuk, para la tierra. XVII. Sin esos estudios, que ya no son de la Naturaleza, su no de nn perdulario. Matrimonio a la moda, El trabajo y la
Sin embargo, él arte tiene riara relación con la geogra arte hubiera sido probablemente otra cosa y desde luego más holganza, etc., etc. Todo esto se halla en los antípodas del
fía y la sangre. Hogarth es un britano hasta las cachas. Un pobre. De los flamencos aprendió, pues, esos empastes ju arte moderno, que no quiere contar historias de ninguna
britano de todo tiempo histórico y un britano del siglo gosos de su pintura y esas entonaciones doradas, sobrias y clase, y se conforma con puras representaciones plásticas
XVIII, en particular. En su época, dentro del arte inglés firmes. También recibió de ellos la gran lección de ver la o cromáticas. Si no pasa-ra de, ahí, a nadie interesaría hoy el
coetáneo, es un excéntrico. La doctrina neoclásica de la Naturaleza en toda su verdad y al mismo tiempo el arte de arte de Hogarth, como no fuera a los historiadores de las
Academia es ¡a doctrina artística oficial. A fuer de inglés sazonarla con humor. costumbres inglesas. Pero este inglés representativo, ciento
se opone y ríe de esa- doctrina. Tácitamente se acoge a la por ciento, hubo de poseer en- grado eminente el don de vida,
Si bien se mira, en este inglés del siglo XVIII se pro que, según Berenson, está representado por el sentido de los
estética naturalista del tiempo de la reina Isabel. Nada tie longa el arte realista del siglo XVII, o nfCjor dicho, el arte
ne que hacer la Academia en Inglaterra. "No existe —escri naturalista y moralista que floreció en los ¡mises del Norte valores táctiles o de forma y de movimiento. El artista que
bía audazmente— ninguna escuela donde pueda aprenderse en la baja Edad MeéHa. En pleno Renacimiento, en el siglo no los posee no es artista. En cambio, quien los posee en
la verdadera pintura. Sólo hay una: la que dirige la Natu XVI, un Brueghel el Viejo sostiene esta manera de ver, que grado distinto, bien puede darse a deambular por todos los
raleza”. Como Shakespeare, se encomienda a su imaginación, parecía periclitada, pero al mismo tiempo la magnifica con campos ajenos al arte, que, a pesar de todo, su obra tendrá
o mejor, a su numen, y a lo que ven sus ojos. Y no es que todos los recursos de composición y concentración que trajo el don de lo permanente. .-l*í 'William Hogarth. Por encima
rechazara sólo los modelos seudohélenos de los neoclásicos, el arte clásico. Es un espíritu medieval por sus aficiones del -moralista y el predicador el artista sobrevive.
sino que no se conforma con menos que con negar la eficacia a las moralidades y un renacentista por la ciencia y el refi 1 el artista era de los más cabales que ha. prod-ueido
del estudio de los maestros. Cuando estaba de moda entre namiento de sus realizaciones. Algo parecido sucede con >‘l siglo NI III, siglo que en modo alguno es para desdeñar
artistas el viaje a Italia, sin el cual parecía imposible nin William Hogarth. El espíritu nórdico le domina y por sus en pintura. El rococó francés produce artistas tan exquisi
guna formación artística seria, él lo rechaza por inútil. pinceles habla una vez más. Su negativa al viaié a Italia, tos como Chardin y Fragonard, que tanta influencia tuvie
“Copiar una pintura o estampa, aunque fueren obras maes en el fondo, procede de esta su naturaleza. Evidentemente ron- en lo que se ha llamado .li te Moderno, y en su comienzo,
tras. es justamente como trasvasar el agua de una vasija a existe aún fuerte oposición entre Norte y Sur europeos. El al primer pintor de Francia: Watteau. En Italia se pro
otra”. No es cosa fácil ¡>oder admitir como valedera esta Sur ha sido para- el Norte la hermosísima sirena que encan duce uno de los más grandes decoradores de cualquier
salida de tono. Pero no es un juicio improvisado, sino una ta y envenena, porque no siempre supo éste taponarse las tiempo: Tiépolo, que es el último artista, hasta llegar De
convicción, aunque errónea. Porque “el ojo del pintor —afir oídas como Elises. Aquella canción de Heine, Loreley, en lacroix, de gran manera y gran imaginación. Luego se ha
ma?— quç se deja seducir por las obras de arte pierde la fa la que la deidad del Rhin, cantando, atrae al pobre ¡tascador, dicho que la imaginación sobra al artista. Pero todo el
cultad de recibir impresiones nueras. Lo que precisamente que se estrella contra la roca en que ella estaba encaramada, mundo sabe la fábula de las uvas. “Están verdes”, hay que
adquiere en Roma el artista imprudente, no es el buen espí peinándose, con peine de oro sus cabellas, se ha repetido no decir a los que la niegan. Al tiempo que Tiépolo se hace vie
ritu del pintor, sino el mal espíritu del aficionado”. Los ro pocas veces con- el arte del Norte. Nada extraño, pues, <1 jo, aparece, en España, Goya, Reeoje la gran antorcha co
mánticos no alcanzaron a tanto, ni tampoco los naturalistas, recelo de Hogarth. ’ lorista del último maestro veneciano y, como ya- observó
sus continuadores, enando basaron la calidad o el valor de Berenson, la trasmite al arte impresionista. Inglaterra, ¡/ara
la obra artística en la manifestación de. un temperamento o .1 Hogarth no le preocupó la. belleza en sentido clásico. estos efectos de arte, era ¡mis de menos comunicación. Ho
No aspiró a la serenidad. Viá cl mundo como un enorme garth producía para los ingleses únicamente y luida un
personalidad.
drama, en el cual combaten, el moda medieval, las virtudes arte enteramente inglés. Y esto no sólo porque él pusiera
Adelantándose a los extremismos de los artistas revo y los vicios. El moralista pone a su servicio los grandes
el arte de la ¡tintura al servicio de la predicación. de la
lucionarios del siglo XIX, rechaza, aún con más vigor que recursos artísticos que poseía. No se ríe, por ejemplo, como
moralización de la sociedad, y al servicio de la sátira acer
éstos, la ingerencia del maestro. "Porque —decía—, a poco el Arcipreste de Hita o Teniers, de las debilidades huma
ba, sino porque también, olvidando esta parte caediza de
que el discípulo se entregue, al maestro, aunque aquél fuere nas, de las cuales éstos saben participar, sino que, imbuido su arte, hoy enteramente descalificada por el gusto aduat,
el espíritu más original, se hallará inoculado del espíritu de de la reta puritana, se revuelve duramente, contra el liber
este arle, si no se corresponde con- viejas tradiciones ingle
otro, perdiendo así el poder de señalar su lienzo con la más tinaje de su época. El satírico airado domina no pocas veces
leve huella de su personalidad”. No existe, pues, según él, al humorista a la manera de Sterne. sas. porque en realidad, la pintura inglesa no las tenía, se
otro maestro legítimo que la- Naturaleza. Ahí está todo lo rá difícil negar que cabe entera y perfectamente dentro de
que el artista puede apetecer. “En lugar de embarazar mi La época inglesa que le tocó vivir estaba bien alejada la tradición literaria inglesa. Esto en nuestro tiempo puede
memoria —sostiene— con preceptos marchitos, o de fatigar de la que habían construido el siglo anterior los puritanos. parecer peyorativo ; pero no lo es. Entendámonos. Por me
mis ojos copiando telas menoscabadas por el tiempo, he pre No sabemos si ésta le hubiera sido grata, aunque sospecha dios puramente pictóricos, de dibujo, color y eran posición.
ferido siempre estudiar la naturaleza, pues me ha perecido mos que también no dejara de revolverse contra ella, de —en los tres puntos es admirable Hogarth—, realiza él una
que ésta es la vía más directa y menos peligrosa que nos haber sido su hijo. Es condición del satírico la inconformi obra que se corresponde con- la de los grandes dramaturgos
pueda conducir al conocimiento de nuestro arte”. En el fon dad. Precisamente los años en que viviera. Hogarth fueron, y novelistas ingleses sus contemporáneos o antecesores. Des
do, esta es la estética tácita de todo buen inglés. Desde el en parte, de reacción contra el puritanismo: la ascética no de Chaucer a Wycherley, a Bivift, «terne, a Defoe, a Ri
Renacimiento a los días recientes del simbolismo de fines jué su fuerte, y, aunque de una manera un tanto bárbara, chardson, etc., pueden hallarse constant emente ejemplos de
del siglo XIX no ha dejado de prevalecer, con este o el los ingleses se dieron a gozar de la vida, si no con el refina tono y de intención, de gracia y dramatismo, a teces también
otro eclipse. miento de los días renacentistas, desde luego con no menor de tosquedad o grosería, de jaita de tardo y gusto, muy pa
¿Fué Hogarth fiel a semejante estética? En parte, sí. apetito y fe. Los historiadores cuentan- que el Rey Jorge, recidos y aun equivalentes a los que Hogarth fue poniendo
Ahora bien: sólo en parte se puede ser fiel a tal doctri un alemán de la casa de Hannover, que nunca llegó tt hablar con profusión, con abundantísima vena cómica y dramática,
na. De modo que Hogarth hizo lo que pudo para no caer en inglés, dtó el ejemplo. Be llevó consigo a Inglaterra un ha en las series de sus cuadritos.
Pagina 4 ROMANCE 22 de Abril de 1941
OS seres vivientes son ¡os eternos descon trenida la época en que la naturaleza le impone
Figura 3. Los pájaros bobos "...no tienen alas, sino unos alones como de tonina, u otro pescado Figura 2. los pájaros bobos son los más hábiles navegantes submarinos de! mundo de las aves.
de aquella manera". Fernández de Oviedo.
22. DB Abril BE 1941
Pagina a
&
rent».
ría al tétrico través de aquella lacia majes chel; a la derecha la sierra del Guadarrama; de trar. Azaña está dispuesto a ser el monstruo
tad que se pudría en vilo. Desde entonces Es
paña agoniza a la sombra de un poderoso di
lante el Campo del Moro; delante mismo, a los
pies, ei río Manzanares, la estación del Norte.
La fachada opuesta del Palacio da a la Plaza
que espante y atenace al adversario. Con eso él
no experimenta ninguna sensación benefactora.
No tiene por qué mostrar ni demostrar empalago
El escritor francés pretende zafarse del malé- de Oriente. Familias en los bancos, reyes de samente su hipotético reconocimiento a quienes
Como un rezo se oye su entrecortado monólogo
en la estancia sombría:
“—Porque en su abismo este pueblo conser
va aún una ventaja sobre muchos otros; piensa
tieo.inQujo: “Dejemos nna vez más dormir a los piedra en los monumentos, chicos jugando en el que hay cosas que valen la pena de morir por
le encomendaron tan difícil empresa. ellas”.
muertos. Loe vivos están en este país tan ocu
pados de sí mismos, se agitan de tantos modos, Azaña asiente. Su mirada dulce es lo único
que es necesario un gran esfuerzo para acordarse que se atreve a dar muestras fugaces de que
de le antigua España”. La frase es por demás dentro de aquella fría palidez de un rostro alien
•Ainado. Cabe, sin embargo, añadir que cuantos ta un espíritu.
mide* vivos se agitan y conmueven de tan “—¿Qué seria—prosigue el visitante—, si
dmMfc manera, lo hacen pisando sobre una de este pueblo enterrado vivo surgiese al fin el
tftmto» grito que debe despertar a todos los miserables
-'4 España « un país de sel y de gritos (Jos de Europa? Sin ser profeta se puede afirmar que
muertos se podren entre el clamoreo de sus deu con sus sacudidas continuará bastante tiempo es
dos),-de revoluciones a pleno sol y a voz en torbando el agradable sueño de sus vecinos”.
grito. Todo es bulla 7 escándalo, en efecto. Pero
WM. mSaUkw españoles que asi, tan extemporá- Don Manuel calla. ¿ Sonríe ? El escritor fran
ftftuBeate discuten, bracean, insultan, mienten y cés en vacaciones vacila, se atusa el lacio bigote,
ffaeb verdades de a puño, lo hacen alrededor de cierra el pañuelo de seda carmesí sobre su cuello.
tma hagnera apagada, en torno a un silencioso Prosigue:
pahuáo. Este centro de la gravedad española, este “—El mundo olvidaría aun demasiado fácil
uumtéo de cenizas solemnes, lo forman audaz mente que la vida se perdía antaño por una
mente, ónariuhu ntc. vengativamente las cuatro creencia, si no se encontrase todavía en Europa
heriÚMM fachadas del Monasterio del Escorial. un pueblo siempre dispuesto a dejarse romper
£1 haz lummoso que penetra por una claraboya la cabeza incluso sin saber por qué”.
•ft «I altar mayor de la iglesia vacía hace relucir
loé «ftabacbes que lleva en las mangas ur. rey III
qpe « encomienda » Dios mirando receloso a un •
tef» ^;ft .«trq, por si hubiera competidores. Perdónenos el lector. Perdone que interrum
ÿâteimqa la xista á loa vivo». “Todo el mun- pamos esta conversación y dejemos al ilustre
do tiene aqui el aspecto de morir de pie”. Se viajero con la palabra en la boca y sin respuesta.
d&te^qpe tentó bullicio el español se olvida Del sonrosado edificio de la Plaza de Oriente es
faduBe de morir, de disponerse « morir cuando fuerza que nos tranelademos en el tiempo y en
Mgftftft.'-ImproriaBÉSén,, sorpresa, Susto y delirio. el espacio. Han transcurrido dos años y medio
e^WMdmméricas. É delirio suele ser «muer- . largos, de guerra y de revolución, durante los
ftÉr -gSigar Quíaet ha presenciado una corrida
que raro ha sido el ciudadano español que no ha
h» .uagtoute, «» ei.. estado dispuesto a dejarse romper la cabeza a
fátoseeafrt&te cón U W«£' Elrepmxñ n® sabiendas o no ¿el motivo. Dijétase que este pue
team miado,.; pero tiéntete. La tetona convul- blo ha quintaesenciado sus virtudes hasta el ex
jtiúft que anticipa el transporte místico de Santa
Tettea agUa te taaadibate de Hio Cid antes de tremo de dar la vida, no ya por una idea, sino por
un matiz.
entrar-’en eombate. Estamos ahora en un castillo de la provin
'Edgar Qnffflrt—fïémoaoe une vez más de la
ilUftiártelldad atribuida a los poetas— ha vuelto, cia de Figueras: el castillo de Perelada, Allí
áte Péninsule en 1936. No h ha, encontraoj está el inquieto viajero Edgar Quinet, sacudiendo
menos alborotada qué en 1857. Ahora al viajera sus polainas del polvo del camino. Hemos reco
en vacaciones le basta con acudir a su memoria rrido con él los pasillos de la mansión abandona
para acertar. Los vivos vuelven a estar ocupa da. Otra vez, adornando aquellos maros, los co
das de sí mismos con tai furia, con coraje tan loridos más valientes de la más encendida escue-
extraordinario y tan encendida fe, que por fuerza Ja italiana o española. Otra vez el Greco hirvien
el-visitante ha de buscar reposo y cobijo a la do en el untoso aceite de su escurrida pintura.
sombra del Monasterio. Allí, en la arena del El toledano Domenico ha dibujado la gloria a la
Jardin de los Frailes, pueden distinguirse aún luz de un candil de buñolero. Allí están aquellos
las huellas académicas de un niño que ha de santos trasnochadores, desvelados por una eter
serio todo, que ya lo es todo en la España que la “inocente niña” Isabel II
nidad, padeciendo de nuestra misma inquietud.
recorre el extranjero. Este niño se ha educado ál Algo sucede, en efecto, fuera del castillo. La
pie de la dorada torre del jardín escurialense. derrota ha pintado, en los rostros de todo un
Sus ocios se reducían a bien poco. Solía quedarse ejército a la desbandada, los signos de una de
en à escalón de piedra de la escalera que sube suelo. La ciudad se anima hacia los barrios cén macración cruel. Figuras del Greco por los cami
desdo el Patio de los Evangelistas, la cabeza Con Azaña y el pueblo español se da un fe nos de Cataluña, trasgos, fantasmas. No es don
tricos, hacia loa paseos en que sopla una brisa nómeno contradictorio. Todo está’ bien, pero no
grnude y de béba expresión recostada dulcemen fresca cuando se ha puesto el sol. Diego Velâzquez quien puede pintar, con cintas
te en la pared, oyendo o despreciando una músi perfectamente bien. Y entre los gobernados y ei y lanzas, la rendición de España. Acaso Goya.
En el Paseo del Prado se ilumina la verbena. gobernante hay un solo deseo; llegar a la per
ca: la del órgano en la iglesia, la del agua en los Siguiendo por el .Paseo hacia las afueras se sale Entre las brujas populares y fugitivas, la
estanques del patio... Era entonces cuando se fección. faz desencajada de don Manuel. ¡Desolado aque
a otra estación, la del Mediodía. Desde allí se
creía gigante dibujado en los ampulosos fres ve odre vez el campo a través de ía humareda ¿Por qué no se produce esta unión absoluta larre! ...
cos del techo. Se veía lado en sábanas ahuecadas de carbón. El campo es árido, sin árboles, amari entre Azaña y su pueblo? Sin duda por una do El Presidente de la República se halla en
y orondas que abarcaran la bóveda y flotando llo y pardo hasta et horizonte. Mirando este otro ble causa. El pueblo no se conforma, no debe esta circunstancia en un pequeño pueblecillo pe
en inmensidades. - ■ paisaje las ventanas de otro cuartel. conformarse en principio con nada. Puede sopor gado a la raya pirenaica: La Bajol.
Le daban un empellón y volvía en sí. tar que un tirano —Felipe II— se asome al Llegamos con esto a la noclip trascendental.
Santos del Greco: santos ya exprimidos en De madrugada suenan algunos disparos. Ed
gar Quinet. que despierta con el alba, ha cruzado balcón tenebroso de su alcázar y le contemple Como testigo de las escenas que a continuación
vinos que inundan el cuadro. Racimos místicos. con desprecio. Que un demócrata —Az3ña— se
Palidez, mareos, transportes... sensación de ham presuroso la Plaza de Oriente. Los tiros sueltes se narran confieso que los momentos culminantes
repercutían como si dieran en el caballo de bron muestre a las miradas de los curiosos y sea in de una tragedia suelen estar marcados por gran
bre. Crisis de adolescencia ante el árido paisaje ce que hay en el centro. capaz de agitar -siquiera un pañuelo para dar,
castellano. El niño pensativo y hosco ha crecido; des silencios. La mejor anécdota, la más verídica,
ya sobrepasa los recortados bojes; se ha hecho aunque no sea más que por una sola vez, leve vendría expresada musicalmente por un calderón.
hombre en toda la digna y extensa dimensión del II muestra de su emotividad, eso le resulta intole El 26 de enero de 1939, a las cinco le la
rable. tarde, Barcelona era ocupada por el enemigo.
vocablo. Ha gobernado una nación y al presente Nadie busque en ei intrincado laberinto iL-
ostenta la más alta magistratura del Estado. Azaña no convierte en humo a sus contra Unos días antes el Presidente había trasladado
Edgar Quinet gastaría de conocerle. Y de cara don Manuel Azaña complacencias para sus de dictores, como hacía don Felipe, por muy cáustica su residencia, de las inmediaciones de Tarrasa-
a la suave brisa que viene del Guadarrama se vaneos afectivos. Don Manuel Azaña es —ya que su dialéctica sea. Pero Azaña jamás ha de donde habitara una finca —“La Barata”—, a
encamina hacia el Palacio Nacional, de rosada lo hemos dicho—, la fantasma que el pueblo es transigir un ápice en cuanto suponga afinidad las proximidades de la costa catalana, en un pue
piedra y cristales de fuego a la luz de) poniente pañol ha izado para derrotar a un enemigo secu blo de veraneo y de turismo: Llavaneras de
lar y fantasmagórico. No es raro, pues, que tenga, con su sentimiento, que considera estorbo. Es el
madrileño. monstruo, el monstruo pálido y corpulento que Munt. Si se sintió cohibido el Presidente en “La
¿Qué extraña angustia ha experimentado a lo menos en lo exterior, parecidos caracteres a , .no se aviene a claudicar. Es inasequible e ina Barata” —gran palacio de la porcelana, símbolo
mmrieirr Quinet aí estrechar la carnosa mano los de su contrincante. Adversarios los dos y due- fortuito de la fragilidad constitucional— al ver
ño cada uno de su soledad. Felipe II no encuentra movible. E inabordable. E incorruptible. Cuan
de don Manuel Azaña? Por un momento la azu do el pueblo le coge para sentarlo en el sillón reflejado su meditabundo ocio sobre los redundan
lada frente de] escritor romántico pareció oscu en todo un imperio el alma compañera, i. La Prin
dorado y barroco de una majestad vacante pare tes cristales de unas vitrinas dignas de museo,
recerse. Un momento tan sólo. Tan sólo un re cesa de Eboli ? La princesa es tuerta : de vista y en Llavaneras iba a encor.trar una casa destar
de corazón. Le ama a ciegas... Ei ojo muerto ce que llevará allí sentado toda su vida, que ja
cuerdo. .. En la estancia en que ha sido recibido más se levantará de aquel sitial tapizado de da talada, casino en quiebra o mansión en obra que
hay magníficas tablas de la escuela flamenca: para el monarca agonizante: ¡fiel por los siglos
de los siglos! El ojo vivo... ¡para el Imperio! masco verde. no esperaba tan de improviso a su egregio
Frans Hals, Teniers, Van Dick... huésped.
Todo aquel colorido exuberante declina y Don Juan de Austria agita el párpado y se com Y, sin embargo, nadie tan ajetreado por Ja
muere en la palidez de un rostro. Edgar Quinet, pone la banda multicolor. masa. Cuando don Manuel Azaña recibe en sus Continúa la trayectoria del Presidente. Corta
soñador y fantástico, cree adivinar que el pueblo, Don Manuel Azaña no admite el contuber manos los destinos del país, tuerce el gesto. Para estancia en el castillo de Perelada. Lóbregos fan
español ha erigido un nuevo y recio fantasma nio de princesas lelas ni es asequible al guiño él no es un regalo ser intérprete de nada ni de tasmas y luminosos cuadros de guerra. “¡Gue
para que sostenga desigual combate contra un de damas encopetadas. Su magnitud no para er. nadie; mucho menos llevar riendas ajenas o con rra en Flantíes!", parece decirse socarronamente
cadáver, de plomo, antiguo solitario en aquel tales minucias. Tan sólo una dimensión le es ade ducir corceles demasiado apresurados por caminos Azaña. Apariciones dudosas y derroto cierta. En
mimo jardín donde Azaña niño ha contemplado cuada: la soledad. Solo ha estado siempre don que sospecha peligrosos. un lienzo de Carreño el Presidente ha captado el
impávido el arribo de su pubertad. Manuel Azaña. Solo y quieto. Imagen de la muer Ya en este momento se inicia el divorcio en rictus, apenas perceptible, de una fugaz sonrisa,
No hay pintor ni escuela veneciana que valga. te. El Escorial se puebla de trasgos y de espec tre él y el pueblo. “Yo estoy aquí porque me lo como de vana y necia suficiencia austríaca, del
Su palidez es muestra y aviso del combate des tros que dan la bienvenida a! nuevo solitario. han mandado; por lo demás, ¡valiente aburri enhechizado rey bobo Carlos II.
comunal a que se ve forzado. Azaña espera du ¡Chasco desde el Panteón al Coro! El solitario miento!”, parece decir con el gesto a cuantos Por último ha arribado al villorrio fronteri
rante no importa el tiempo ni la ocasión. Azaña no se llega a aquellos claustros en son de paz, ni tropieza en su camino. Poco antes de dar co zo de La Bajo!. El aparato de ¡a Casa Presiden
no hace sino esperar a que el pueblo español se en solicitud de remedio a su hipocondría. Su faz mienzo la guerra actual recordaba Mr. Albert cial desborda las dimensiones de la reducida vi
acola a su consejo, se avenga a su voluntad. cadavérica está allí, precisamente allí, porque la Lebrun la frase de un antecesor suyo en la pre vienda burguesa.
Puestos de horchata en las calles. En la< ca vitalidad de una nación lo ha querido y ha sido sidencia de la República francesa, Emile Loubet: Cenó el Presidente. Avivó el fuego de una
lles tranvías amarillos. Los vecinos de Madrid capaz de alzarla sobre todas las cabezas. C!aro “Yo no estoy aquí por roí gusto, tampoco he de chimenea de leña. El pálido niño que paseara su
abren las ventanas de sus pisos, se sienten en eue quien ha entrado de verdad en el monasterio irme por el gusto de otros”. incipiente melancolía por la lonja de El Escorial
los halcones, se abanican. La Casa de Canino y abriendo las puertas ha iluminado los rincones acaso recordaba una frase afortunada que había
es pera melancolía en la tarde de julio. Entre lóbregos de la España tradicionalista ha sido un ¿Cómo reacciona el pueblo ante tamaña
las copas, de las encinas negras flotan nubes de muestra, un sí es no es desdeñosa y amarga de pronunciado cierto atardecer de Madrid desde el
rebaño innúmero, que después del combate le banco azul: “Ladran, señal que cabalgamos". Aho
polvo. El Palacio Nacional mira a la hondonada gendario sigue las huellas de Don Quijote: el sama indiferencia? El pueblo maneja términos
de la Casa de Campo con su fachada blanca de impropios y propende a considerar el Estado con ra ya no ladraba el enemigo. Los sabuesos, obe
pueblo. dientes al látigo extranjero, mordían y ensan-
un dejo familiar que lo empequeñece. Bueno que
fCiétitínwa en U 14)
Pagina 6 ROMANCE 22 de Abril de 1941
P
>R la calle polvorienta de la aldea Viazovka
pasaron a galope tendido cinco jinetes. De
lante, montado sobre un hermoso corcel
alazán, galopaba un hombre vestido con una cha
Cuentos E
L destacamento de Chapaiev aumentaba de
día en día. Ya contaba con varios miles
de combatientes: en total, una división,
f Chapaiev llegó a ser jefe de división.
queta militar. Le enviaron a Demetrio Furmanov para ocu
Los niños de la aldea le reconocieron inme SOBRE par el cargo de comisario político.
diatamente: Una noche Furmanov fué a inspeccionar los
—Chapai... ¡Llegó Chapai! puestos de guardia de loe combatientes rojos. Vió
Los jinetes detuvieron su marcha cerca de una hoguera en medio de la aldea y se acercó a
CHAPAIEV
un corral, con alta entrada de chillas. ella.
Un chico, de unos siete años de edad, salió co- Unos combatientes estaban sentados alrede
iriendo desde la entrada. dor de la hoguera, hirviendo agua en un cubo y
—Padre —gritó—, ¡tenemos feria! charlando en voz apagada.
—He visto, hijito—contestó Chapaiev, saltan —¿ Quién será él ?... ¿De quién es Chapaiev ?
do de la silla al suelo. —Pues, de los mismos que tú y yo. Es car
Era de estatura más bien baja, pero bien pintero. Antes de la guerra atravesó todo ei te
proporcionado y esbelto. Su verde chaqueta mi rritorio de Saratov y la región del Ural, con su
litar, ceñida con unas correas de cuero, le asen Por A. KONONOV sierra y el hacha. Conoce por aquí todas las al
taba bien. Por el lado derecho del cinturón, le deas. Recuerdo de memoria, sin mapa, todos los
pendía un revólver, y del izquierdo, un sable ri de ios enemigos. Aquéllos no esperaban un ataque un neumático y esto significaría el fin. Detrás, caminos y las pequeñas sendas hasta el mismo
camente adornado de plata. semejante. haciendo temblar la carrocería del coche, la Ural. Es un campesino, de familia pobre, de la
Se acarició los bigotes y contempló la plaïa Sonaron disparos, centellearon en el aire los ametralladora de Chapaiev traqueteaba con fre región Balashovo, territorio de Saratov. Conoce
de la aldea con sus ojos azules claros. sables y se oyeron los gritos y gemidos de los cuencia. De pronto cesó. el trabajo desde la infancia. Tenia doce años
Unos carros cargados de heno se hallaban heridos. El chofer oyó la voz, un poco ronca, de Cha cuando le enviaron a un comerciante, en calidad
parados en esta plaza. Las muchachas, en sus Los guardias blancos retrocedieron, intentando paiev: de pesador de mercancías. El comerciante comen
brillantes blusas domingueras, paseaban, cogidas resguardarse detrás de los carros cargados de —Se acabaron las municiones. zó a enseñarle a pesar y a engañar a las gentes.
de la mano. Un alfarero ambulante pregonaba heno. El coche se hallaba ya en plena estepa. Lejos, El se negó a hacerlo. El comerciante lo despidió,
en voz alta su mercancía. Se oían alegres sonidos En este momento, un oficial montado sobre los jinetes blancos corrían a rienda suelta por —¿ Lo despidió ?
de una danza ejecutada por un acordeón. un caballo blanco se acercó, galopando, a Cha detrás del coche. Poco después comprendieron —Sí. Lo despidió de su tienda. Pero Cha
—Entremos, pues, a la “isba” Bubenets —dijo. paiev. Quiso asestarle un sablazo en la cabeza, que no podrían alcanzar al automóvil y volvieron paiev —tú sabes bien cómo es— ¿acaso lo tole
Después, dirigiéndose al más joven de los ji Chapaiev esquivó hábilmente el golpe, picó es grupas para recoger a sus muertos y heridos. raría? Entonces también defendía la justicia.
netes. le ordenó: puelas y le disparó un tiro. Chapaiev se sonrió y dijo; Aunque el comerciante era rico, Chapaiev no Se
—Petka, deja los caballos en el corral. El oficial caj’ó de costado, cogió la crin de su —¡Vaya el té que hemos tomado! asustó. “¡Ladrón eres tú!” le dijo...
caballo para sostenerse, pero no pudo hacerlo y El chofer no le oyó; el automóvil seguía co —¡Oh!
Los cuatro huéspedes entraron en la “isba”, rriendo a gran velocidad y el viento silbaba, cu
mientras el quinto cogió los caballos por la brida desde la silla cayó al suelo. El comerciante casi se ahoga de rabia. No
A Petka le mataron qj caballo, que al caer briendo las palabras de Chapaiev. estaba acostumbrado a oír la verdad. “¿Sabes
y los llevó al corral. Cuando él disminuyó la marcha, el chofer Iro- tú —le contestó— lo que haré contigo de acuerdo
Después de entrar en la “isba”, Chapaiev co pesadamente al suelo, apretó al jinete una pierna.
Chapaiev l0 vió. •,1o oír; - con la ley?” ¿Y cuál es la ley? “Si quieto, en el
gió de la mesa una jarra de barro, vertió leche
en el vaso y bebió rápidamente. Luego ofreció la Saltó de su caballo, corrió hacia Pekta y le ataúd te mato”, ésta es su ley. “No te echaré
ayudó a librar su pierna. Seguidamente, fué en Por los mares,. por las olas solamente de mi casa —gritó el comerciante a
jarra a sus compañeros. Hoy aquí, mañana allá...
Los niños se apretujaban a la mesa, escudri ayuda de Bubenets. Era tiempo: los enemigos Chapaiev— te echaré de la aldea misma!” Vasi
ie habían cercado. Había agotado sus balas, y se Poo-r log ma-a-res... lio Ivanovich le miró y le contestó: “A ver si
ñando a los huéspedes.
Un anciano, hombrudo, de barba rizada, apa defendía solamente con el sable. Por la frente, le puede echarme de toda la tierra. ¿Yo sí teecharé,
El chofer miró hacia atrás. Con la palma de dame un plazo!” Desde entonces, Chapaiev pe
reció en el umbral. corría un fino hilito de sangre. la mano colocada en el cañón de la ametrallado
—Salud, Vasilio—dijo. —¿Siempre peleando? Chapaiev asestaba sablazos a derecha y a iz lea contra el burgués...
ra, aún caliente, Chapaiev cantaba, pensativos La charla cesó por un minuto.
Chapaiev sonrió y contestó: quierda, mientras detrás de él, Petka disparaba sus ojos azules.
—¡Peleando! con su revólver a los blancos. Furmanov tomó lagar cerca de la hoguera,
Los enemigos no resistieron la embestida y se puso de cuclillas, cogió una brasa y encendió
El anciano apretó la mano de cado uno de los
recién llegados y se sentó en el banco. emprendieron la fuga. LOS CHICOS DE KLINTSOVKÆ} su pipa. Un combatiente rojo pronunció en voz bajá:
—Estuve en la feria, cuando tú... levantaste Los cinco jinetes les persiguieron durante un
largo rato, luego regresaron al punto de partida. NA vez, Chapaiev se fué a explorar. —Cuenta, Eremeiev, lo del reloj.
polvo en la aldea. Te reconocí, hijito, desde lejos. Un combatiente grandote. con una alta gorra
—¿Qué tal feria este año? —preguntó al an
ciano uno de los huéspedes, que se llamaba Bu
benets.
—Pues, qué decir... No encontré a ningún
Petka fué el primero en correr a ¡os carros, hun
diendo su sable en el heno. E! sable rechinó, al
tropezar con algo duro. Los combatientes despa
rramaron el heno y bajo él encontraron una ame
tralladora.
U Iba a caballo, acompañado de cuatro
combatientes. Detrás, en un lando arma
do de una ametralladora, se hallaban sentados
Petka Isaiev. y el hijo de Chapaiev, Arcadio, de
de piel de color negro, contestó:
—Si ya os lo he contado...
—Cuéntalo una vez más. Aquí está un Cama
rada —el combatiente rojo hizo un geste con la
conocido. Casi todos son extraños, llegados de cabeza en -dirección de Furmanov— que, segura
lejos. ocho años de edad.
Vino la noche. Los de Chapaiev vieron un bos- mente, no lo ha oído.
Bubenets frunció el entrecejo. EL AUTOMOVIL ROJO Eremeiev calló un momento y lurae comenzó.
—¿Para qué vienen los extraños a Viazovka? qnecilio y cerca de él un riachuelo. Lejos, detrás
del riachuelo, asomaba la aldea Klintsovka. Era-el momento en que desalojtóamo» *-loo
Se volvió a Chapaiev y le dijo: N automóvil rojo corría a toda velocidad cosacos blancos de la “stanitsa” Slomijino. No
Cerca del rio pacían unas tres decenas de ca
—Vasilio Ivanovich, no hay tranquilidad en
la comarca. A ver, si vienen las visitas inespe
radas, los blancos. Nos hemos apartado demasia
do de nuestro destacamento y en vano.
Chapaiev contestó tranquilamente:
U por el camino de la estepa.
chofer y Chapaiev.
Chapaiev, asomándose por el borde, escrutaba,
ballos. Los cuidaban los chicos de la aldea. Cha
paiev envió delante a su hijo Arcadio, para no
Dos hombres se hallaban dentro: el asustarlos.
—¿ Quién eres ? —preguntaron a Arcadio.
habíamos llegado aún * la “stanitsa”, cuando uto
hirieron en la cabeza. Seguramente estuve sin
conocimiento unos diez minutos. te® ven
daron, cogí mi fusil y uuevainenteTm Kwriá 'nte-.
tante- Ib» dando tumbos. Miro el «Me, :
—¿Acaso no puedo siquiera visitar a mis chi- eon ojo avisor, las lejanías. A su espalda ha —Chapaiev —contestó. me perece Mgro>
vueíos ? Estaremos aquí hasta por la mañana, y llaba colocada una ametralladora, apuntando con Loá chicos se pusieren a reír: rr·ixe debilitante?
Juego continuaremos nuestra marcha. su cañón hacia atrás. - •—¡Vaya! Chapaiev debe montar un enorme —Sí. Me debilité. Y no era del dolor; neg
Se acercó a la ventana y observó la calle. A su alrededor, se extendía la estepa llana y caballo, y su gorro es de plata. ramente perdí mucha sangre. Bien. Iba~;taaB»n-
Por la calle avanzaban lentamente grandes ca árida. ■; toándome. Me apoyé en el fusü. Nomeacoado
En ese momento, Vasilio Ivanovich gritó de «i anduve mucho. Miro: Chapaiev
rros caí gados de heno. Uno de éstos se detuvo Lejos, hacia adelante, se veía un campanario. lejos:
cerca de la entrada. El chofer aceleró la marcha. “¿A dónde vas? —pregunto-— Défies irte al hoa» '
—Ven acá, Bubenets —llamó Chapaiev. —No —Bien —dijo Chapaiev—, pronto beberemos —¡Chicos! ¿Sois de Klintsovka? pital para descansar y curarte la herida”. Miré
me gusta este heno en los carros. té. —Somos de Klintsovka —contestaron, apro a Vasilio Ivánovich, y me pareció que mepuse
Bubenets miró por la ventana, tirando rápida El chofer levantó la cabeza y dijo alegre ximándose. alegre. Le contesté en voz alta: “No —dije—,
mente de su revólver. mente: —¿Qué hacéis aquí? camarada Chapaiev, todavía no es hora de des
Chapaiev sacó también el suyo y examinó st —No vendría mal el tecito ahora, camara cansar”. Me miró y calló un rato. En seguida se
—Cuidamos los caballos, para que los cosacos quitó el reloj de la muñeca y me lo entregó: "Tén-
el sable se desenvainaba con facilidad. da Chapaiev. no los lleven.
En la calle, del carro cargado con heno aso Aparecieron de pronto las “isbas” campesinas. !o. Acuérdate de Chapaiev”. Yo me confundí, un.
—¿Tenéis blancos en la aldea, acaso? tanto. No quería llevarme el reloj, “iQué dices
maban cañones de fusiles y unas caras descono Un minuto más tarde el coche corría por la —¡Ajá!, los cosacos.
cidas y malintencionadas. calle de la aldea. tú, Vasilio Ivanovich ! Tu necesitas más del re
—¿Son muchos? loj... ” Pero él se enfadó mucho: “Cógelo, te digo,
Chapaiev gritó a los niños: Al encuentro corrían las verdes huertas, los —Muchos.
—¡Tiráos al suelo! curvos cercados; los girasoles amarillos bordeaban has merecido esa recompensa. Y Chapaiev no ha
Los de Chapaiev se apearon y comenzaron a
el umbral de una “isba”, el polvo se levantaba en deliberar. cambiado nunca de palabra!'’
Cogió a su hijito menor y le acostó él mismo —¿Y luego? —preguntó Furmanov.
en un lugar apartado de la ventana. Los otros torbellinos detrás del coche a todo correr. Las sombras de los árboles se alargaban ca
En la plaza, cerca de la iglesia, el chofer de —Pues, que... Cogí el reloj y me fui al com
dos, algo mayores, se acostaron al lado. da vez más, y el sol se inclinaba detrás de las
tuvo el coche. copas. bate.
Chapaiev se dirigió rápidamente a Bubenets: Chapaiev se levantó. Los chicos cortaron ramas para encender una El agua hervía en el cubo. Eremeiev sacó de
—Bien, si éstos vienen por mi cabeza...—co —Ten cuidado de no dejar a los chicos apro hoguera, pero apenas vieron la ametralladora, la hoguera un trocito quemado de corteza de pan
menzó—, pero no pudo terminar, porque desde la ximarse a, mi cañón—dijo, indicando con la cabeza se olvidaron del fuego. Se aproximaban cada vez y la arrojó al cubo. _
calle se oyeron disparos. la dirección de la ametralladora. —¿Hace mucho que conoces a Chapaiev?
más al lando. —interrogó nuevamente Furmanov a Eremeiev.
En la habitación contigua cayeron con estré En la calle apareció una mujer. Chapaiev le —¿Y vosotros sois valientes —les preguntó
pito al suelo, cristales rotos. gritó: —Hace mucho. Por todas partes, por donde
Chapaiev. caminas, le conocen. La fama de Chapai se ex
—¿Dónde está Petka? —gritó Chapaiev. —¿ Dónde está vuestro Soviet ?
—Claro que lo somos—contesó el mayor de tendía hasta muy tejos.
Petka y otros dos combatientes se hallaban La mujer gesticuló con las manos, asustada v ellos, que tendría catorce años de edad.
desapareció. Uno de los combatientes rojos sentado cerca
ya en el umbral, con sus armas preparadas. —¿Queréis echar a los blancos de la aldea?
—Vasilio Ivanovich —dijo rápidamente Pe Chapaiev echó una mirada alrededor, compren de la hoguera se movió, diciendo:
—Queremos. —A veces me parece cosa rara: es un hombre
tka-—, no desensillé los caballos. Sólo necesita diendo que las cosas no andaban bien. Cerca de la —Pues, bien, escuchadme —dijo Vasilio Ivano
iglesia había parado un hombre, con charreteras, tan simple como tú y yo, pero mira a qué altura
mos llegar hasta ellos. vich.
—¡Llegaremos! escudriñando el coche. No era difícil reconocer en ha llegado.
Les encargó a los chicos cortar palos de los —Es verdad que es un hombre simple; sin
Pedro Isaiev, a quien todos llamaban cariño él a un oficial. Sin apartar su vista del coche, des sauces, arrancándoles la corteza. Los palos to
samente Petka, era un muchacho de unos vein abotonó la funda que pendía de su cinturón y sacó embargo, es extraordinario- Soy de profesión
maron un color blanco, como el azúcar. carpintero. Chapaiev también lo es. Resulta que
tidós años. Era ayudante de Chapaiev y ejecutaba un revólver.
. Chapaiev dió la siguiente orden: hay muchos como tú y yo, mientras que Chapante
sus encargos, le acompañaba a todas partes, ha Tres soldados salieron de un callejón. —Cuando oscurezca completamente, montad es único.
bía visto muchas batallas. —Bien, camarada, en marcha —sentenció Cha a caballo y corred hacia Klintsovka. Levantad
Nuevamente las descargas atronaron el es paiev en voz baja—; pon en marcha el motor. Los Eremeiev calló.
estos palos a manera de sables, blandiéndolos con Furmanov fumaba, pensando en Chapaiev. ¡Có
pacio. Después les siguió un momento de silen- blancos están en la aldea. fuerza. Apenas oigáis tiros, huid a vuestras ca mo le querían y respetaban los combatíentoal No .
oio. hasta que una voz ronca bramó: El chofer comenzó a poner en marcha el mo sas. ¿Está claro?
—¡Sa-a-1! ¡Sa-a-1, Chapai! tor. caliente todavía, mientras Chapaiev se pegaba solamente los combatientes, también lo queríau
—Claro —contestaron los chicos de Klint y respetaban los campesinos, y toda la pobtaaíáa.
Ahora, los cinco huéspedes, con Chapaiev y a la ametralladora. En un solo movimiento dirigió sovka.
Bubenets a la cabeza, se hallaban de pie ante el cañón hacia la iglesia y apuntó. Un campesino tendrá uña plática con Vasiliólva-
Mientras recortaban los palos de sauce, mien-novich y en seguida verá y creerá que Chapmev
las ventanas y puertas abiertas, revólver en El chofer se inclinó, en lo posible, hacia efc ,s los probaban si servían como sables, mientras
mano. suelo, dando vueltas a la manija del motor con mentaban los caballos y se ponían en fila, llegó vencerá a los guardias blancos. Chapaiev comien
En cuanto una cara con bigotes rubios se aso todas sus"fuerzas. za a hablar y todos a su alrededor callas. Parece
la noche. que dijera las cosas más ordinarias y sencillas,
mó por el portalón, desde las troneras salió una —Si no alcanzas a poner el motor en marcha, Los chicos galoparon hacia la aldea.
descarga. La cabeza desapareció. estamos perdidos —le dijo Chapaiev. pero lo escuchan en suspenso. Termina un dis
Chapaiev, con sus combatientes, se acercó por curso y parece como si cayera una tempestad de
—¡Al corral! —ordenó Chapaiev. En este momento, cerca de la iglesia, donde se el otro lado.
Los ehapaievistas fueron corriendo al corral, hallaba parado el oficial, se oyó un tiro de revól ruidos, gritos y saludos... El pueblo atea a su
Descargó su revólver en la oscuridad y tiró a héroe.
se acostaron junto a la “isba” e iniciaron el ti ver. La bala pasó silbando por la oreja del chofer. lo alto un cohete luminoso, que se elevó a las altu
roteo. Pero éste acababa ya de poner en marcha el mo ras, y silbando se dispersó en chispas azules. El joven combatiente rojo interrumpió los
El padre de Chapaiev fue también a! corral. tor y saltaba al coche. Los cosacos despertaron y salieron corriendo pensamientos de Furmanov.
—Ponte cerca de la entrada —le dijo Vasilio El coche arrancó velozmente: el chofer cogió a la calle, vieron, a la luz del cohete, jinetes que —Ayer admiré a Chapaiev cuando salió a bai
Ivanovich: —la abrirás cuando sea necesario y desde luego la máxima velocidad. galopaban y blandían sus sables blancos. lar en el círculo. Se arregló el cintozóo, blandió
a una orden mía. Ahora los blancos corrían hacia ellos desde En seguida, el cohete se apagó, y los jinetes el sable y dió comienzo a la danza. Sólo le sona
Los atacantes ahora no se acercaban a la en todos los lados. Pero pronto pararon; el coche desaparecieron en las tinieblas. ban las espuelas, y su “papaja” estaba echada
viró y Chapaiev inició, con su ametralladora, el En el mismo momento, del otro lado de la al hacia atrás...
trada. Gritaban desde lejos. —Por esto lo quieren los combatientes —con
—¡Sa-a-1! ¡Sa-a-1 pronto! tiroteo. dea, se oyó el traqueteo de una ametralladora y
Las balas caían en semicírculo por toda la los silbidos de los tiros de revólver. testó Eremeiev—. Hoy come contigo del mismo
Seguidamente, se agolparon cerca de los ca calle. plato y baila con acompañamiento de acordeón,
rros cargados de heno, deliberando sobre la posi Les cosacos apenas si tuvieron tiempo de co
Al fin de la aldea aparecieron los jinetes, ger sus armas, cuando los jinetes, con Chapaiev pero mañana te llevará al combate como jefe ri
bilidad de incendiar la “isba” por los cuatro la guardias blancos, que venían a todo galope. guroso. Entonces, no le discutas. íQoé decir! Vas
dos. para sacar de allí a los de Chapaiev. a la cabeza, estaban ya encima de ellos.
El coche se estremecía en los baches. Cha Entre los cosacos hubo confusión. Ahora veían con él, y no temes nada. Sabes que Chapaiev tie
En este momento, Chapaiev, agachándose, se paiev, pegado a la ametralladora, tiraba sin ne todo pensado, calculado y trazado en el mapa.
que los rojos llegaban corriendo de todos los lados.
acercó, corriendo a su caballo y saltó a la silla. cesar. Les cosacos abandonaron sus armas, ocultán No se equivoca en el combate.
Siguiéndole, los demás le imitaron. • Nuevaraeqte corrieron a lo largo las huertas dose por los corrales de las “isbas”. Amanecía.
—Abre las puertas —ordenó Chapaiev en voz y los cercados... La estepa se acercaba, exha Chapaiev, con sus cinco combatientes, exa Furmanov se levantó de la hoguera, con pena
baja, desenvainando su sable, mientras con su lando el aroma seco y acre del ajenjo... Detrás minó los corrales y cogió presos a los fugitivos. de no poder oír hasta el final te charla, de los
mano izquierda sostenía el revólver. galopaban los jinetes Mancos. Mientras tanto, loe chicos, con los palos de combatientes rojos. Quedó «tenteatído de que
Las puertas se abrieron. Los cinco jinetes se El chofer bajó la cabeza hasta el mismo vo sauces, se hallaban ya en sus “isbas”. Tal como hte. comba tientes no lo reconéctente.
precipitaron a la calle, hendiendo a la multitud lante, temiendo mirarjjiacia atrás. Esperaba por les había ordenado Chapaiev, al primer tiro echa fCoteóte» ra te página I4i
mementos el desastres alguna bala atravesaría ron a correr por todas partes.
22 BE Abro, pe 1941 ROMANCE Pagina 7
EXPOSICION
DE
KOLOMAN SOKOL
Las ilustraciones de esta crónica reproducen tres de los grabados recientemente exhibidos
en ¡a exposición de Kóioinan Sokoi.
£
prueba de que asi ha sucedido), y no dejaron tam
bién de penetrar en Asia, en el Extremo Oriente, penetrado hasta la intimidad de su ser precisamen nuosa* de ¡a guerra, dicen, a la hora en que se escriben estas líneas, que el destina
sobre todo en el Japón. Hubo, pues, en cierto modo,
te de ese "pathos”, de ese drama político racial y de Europa se está definiendo en las montañas helénicas, cuajadas de resonancia»
social que apta sin descanso el centro y el oriente clásicas, o en las anfractuosidades del territorio servio, Pero conceder tal importancia a
una internacional artística, harto más efectiva que de Europa. El vivir moderno de las grandes ciuda
la otra, la que se proclamaba falsamente en los des tentaculares, confuso, vario y terriblemente agi las batallas de los Balcanes nos parece miopía o presbicia, deformación, en cualquier caso,
mítines proletarios. tado, en las que, a veces, se dijera que hubo de de la realidad, según ocurre a menudo en las espectalizaciones profesionales.
Sin embargo, como nuestra época, terriblemente trasladarse a ellas lo que San Agustín llamó la El destino de Europa no se juega al albur de una batalla, por muy decisiva que
paradójica, vive efe movimientos de expansión in (Continúa tn la página 14) parezca, y más dificultades intelectuales hay pura aceptar semejante hipótesis si se consi
dera, como es cierto, que al decir “destino de Europa” la expresión no abarca cuanto debe.
Porque la verdad es que en la- pugna iniciada el dia Ia de Septiembre de 19-39 se ¡tuso a
discusión armada y violenta- el destino del mundo: por el lado del Imperio Tnglés medio
planeta tomó parte en la lucha desde el primer momento; luego la intervención, cada día
más palpable del continente americano, completó el círculo que por el lado del Eje había
llcgtido hasta el Imperio del Japón.
La batalla de los Balcanes, sin embargo, no es un Incidente menor, y su rumbo,
sea cual fuere, favorable o adverso a las armas de Inglaterra y *u* aliados, repercutirá en
los acontecimientos inmediatos. Pero sea cual fuere también, no será decisivo. Es decir,
apenas estaría próximo a serlo si Alemania resultara derrotada allí, bien con estruendo,
o bien por el simple hecho de que los aliados lograsen- estabilizar una línea de combate
duradera. Esto equivaldría u deshacer el mito de la omnipotencia germana y con él los
muchos deslumbramientos, seguidos de sumisiones, que reñimos presenciando, a la vez,
efecto y causa de los éxitos nazis. l n régimen montado sobre la fuerza, a la fuerza se debe
y de ella depende. El dia que en su armazón aparezca una fisura denunciadora de debili
dad, por el linceo se le irá la vida.
Pero la- batalla de los Balcanes no será decisira. ni aproximadamente, si- Inglaterra
la pierde. La tiran Bretaña y el concepto de cirilización que ella re/nesenta no han ocul
tado jamás sus flaquezas c insuficiencias bélicas, ni están en- la- guerra ¡torque- quisieron
imponerse por la fuerza. Están porque no quieren perecer, porque hay millones de hombres,,
cientos de millones, que se niegan a ser absorbidos por la máquina monstruosa del- tata-
{Purismo.
Que Alemania demuestre ahora, una vez más, que su poderío militar es superior,
en un momento dado y en unas circunstancias dadas, al de Inglaterra, u>> cambia los tér
minos del problema tal como están planteados desde el día en que comenzó la lucha. Ha
biendo su inferioridad. Londres aceptó el desafío que. Berlín le envió con la invasión <ld
Polonia. El desnivel de fuerzas era entonces fantástico y se agraru ron el desastre de Fran
cia. El curso de la batalla actual y otros hechos anteriores demuestran que el desnivel «é
ha reducido grandemente, y por ahora basta con esta evidencia, (na cirilización resucita
a defenderse, y con capacidad creadora y heroica, no está a mern-d de unos kilómetros
de tierra ganados o ¡urdido*. por importantes que parezcan. Ocurre ron las lucha» entre
la* civilizaciones lo que con las guerras en el desierto o en el mar: que no cuentan tanto
la* superficie* abarcadas cuanto las fuerzas combatiente* destruidas definitivamente.
Pagina 8 ROMANCE 22 de Abril de 1941
Lea usted
el bello libro de
APUNTES
sobre la vida militar de
EDITADO POR
con !as universidades ni con los centros de ense
ñanza superior. Era algo que en sus periódicos Esperemos que la Cultura de ahora
E.D.I.A.P.S.A.
murales producía dechados de consciente anti
i tras razones para subsistir, y que, por lo menos,
E. D. I. A. P. S. A. sabrá leer y escribir correctamente. Sin embargo, Avenida Juarez 95
fascismo como el que aquí se reproduce:
las distinguidas damas que se aprestan al plausi MEX1CO.D.F.
MEXICO Albas de mayo florido, ble, loable y conmovedor empeño de defender las
tardes de julio español, supremas conquistas del entendimiento humano, Precio del ejemplar $ 4.00
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22 pc AgarC PR 1941 ________ ______________ ___________________ ROMANCE Pagina 9
VERSOS PASION
Por Rafael Heliodoro VALLE Por Alberto VELAZQUEZ
abora que la Bestia milenaria intemporal, en éxtasis, yo no debí pasar de los dinteles
ni adelantar d pie en los corredores.
VI. CRISTO
—la «wma que vió Juan— te desafia; su más puro sueño,
Emilia 1 Este Cristo que en trance de agonía
Si soy de estirpe ajena a la de actores
y esbelta y data surge tu estatura, tiene los ojos fijos en los cielos,
de risa y llanto y de vinagre y mieles,
y tu antorcha se enciende más segura mi sitio estaba entre los escabeles
Y oigo d rumor oceánico de tu sangre vino a guiar mis turbios desconsuelos
en las manos espléndidas del día. de otra estirpe ancestral de espectadores.
entre la mía, por una senda yerma, pero mía.
mi sangre desesperada ' Y ahora inerme, irresponsable y ciego,
Surgió en mi entraña vivo todavia
SUEÑO de amor, en la maravilla en un batel que la tiniebla empuja
las manos riendo en dirección dd orto; y ahí sus manos, númenes gemelos,
de un mundo nuevo,
Te reconozco, Mar, porque me invade velaran de impalpables terciopelos
de un planisferio de sonrisas, que en d confuso mar en que navego
tu alegría, tu sal, tu sol, tu grito; la dura costra de mi lava un día.
un mundo melodioso, no tengo más por imantada aguja
beso tu espuma en flor, como en un rito,
puro y total en la delicia que un corazón seráfico y absorto. Corazón de vejámenes maduro,
y amo tu mitológica saudade.
perfecta de las rosas venero de heroísmos inexhausto
Tu pósatela de cristal evade que se iluminan IV. DOLOR que al fulgor de un relámpago evidencio,
mi antigua angustia y mi dolor fortuito^ de gala en la fiesta' dd Sur,
Dolor, dolor, dolor perseverante mi Cristo en mi, como en abismo obscuro,
y va mi sueño sobre tu infinito entre los Andes trémulos
—cardo que a mi niñez dabas espinas—, envuelve la oblación y d holocausto
de oro y coral y tornasol y jade. y las constelaciones penq^tivas.
con un licor de cepas purpurinas en la atmósfera limpia dd silencio.
Déjame transparentemente verla celebro nuestras bodas de diamante.
Voy en avión de nácar
en las nube» del Sur, y que en el canto
d clima en que respiran sus orquídeas... Porque ya te traía por delante VII. PASION
ptendida en oro esté feliz la perla; —río que hacia la muerte me encaminas—,
Los viento» y las aguas y las flores
cuando manos arcanas y divinas Pide la grey que en el suplicio muere
y que esta carta azul le diga tanto me dan la bienvenida
me hicieron de tus aguas navegante. con sed de numen superior al llanto,
que ya olvidaron, sólo con leerla, y Ella sde a la puerta
ángel que al mundo seducía tanto
su horror la sangre y la sirena el llanto. y me restaña las heridas, No sé qué obscura comunión traemos
sin ver que d mundo de los hombres ere.
y es júbilo en silencio, desde el umbral de un cósmico antemundo,
recóndita ternura, melodía que estás en mi cual si de mí salieras Cima de la pasión, hora señera
AMOR dd Amor que regresa innumerable que marca Dios al héroe y al santo,
y emigro en ti sin velas y sin remos
Un día puro, un milagroso día diciendo sus palabras infinitas; dame una cruz para clavar mi canto
—trémula nota de tu son profundo—,
de diálogo del ángel con el bruto, y al tenerla a mi lado, para siempre, y apróntame la lanza que lo hiera.
sin columbrar la luz en tus riberas.
labró en diamantes y oros Benvenuto para toda la vida,
Quiero que esté sobre la cruz desnudo,
dolor y amor y sueño y poesía. yo me digo:
"Es la misma,
V. ORACION y abrazada a sus pies, la Dolorosa
dé cauce libre a su pesar prolijo.
Puso esmaltes azules en tributo es la misma, la misma entre los lirios y las ángeles Crepúsculo que envuelves mis sentidos
al mar, náyades blondas y alegría y los suesños y las mitologías. en un lienzo de luz delicuescente, Que si un milagro concebirlo pudo,
de Ñipóles, en flor y espiga y fruto Poesía pura, música de la luz en el recinto ponme signo de amor sobre la frente día ha de ver la hazaña milagrosa
de risa y cielo y luz en la bahía .. de! sueño, Poesía. y apágame el tumulto de los ruidos. de la lus»ral resurrección dd Hijo.
Pagina 10 ROMANCE 22 de Abrk. de 1941
LA LAMPARA DE ALADINO. Aladtno en la cueca de las tesaros. LA LAMPARA DE ALADINO. Actores que toman parte en el espectáculo y muñecos, personajes de la obra
:
(£¿mc se fêeïebxaian las ^bxas ¿pasionales y Extranjeras a ¿fîfêein
BgiSïèL·OPASABÓ
3>ÛS OlïiODD 2>2 ¡BOU I 5AÜIPÛ8
N grupo de comediantes del Teatro Nacio causar al espectador, se transformará completamen
"ANAHUAC”
ánimo a la admiración ante el hecho sorprenden
te de ver resuelto en humildes criaturas vivientes magna empresa de crear una cultura.
Carlos Pctttcer « Jorge Dandin, de Molière. ¡.a escuela de las mujeres, de Moliere.
•EL Tilín-
Teatro de Orientación. (Jouvet-Ozeray.)
CHIPOJO
-Cuenlo- Por Luis Felipe RODRIGUEZ
OBRE la tierra vernácula flotaban, indecisas, Salieron monte adentro, Chávez. Chipojo, una
las nubes henchidas y grávidas. vieja escopeta de caza y media botella de ron.
Los ojos de la mujer recorrieron los sur La mañana era patéticamente ingenua, como
cos abandonados. Ella pensaba en su marido. la lealtad del perro. ¿Qué idea se había formado
Ausente de allí, echaba a perder su voluntad de Chipojo de su amo, para sentir por él tanta ve
trabajo con el alcohol do la caña, mientras los neración y tanto amor? Si Chipojo hubiese te
terrones crepitantes del sitio esperaban sedien nido lo que se llama especulación humana, a ve
tos la primavera. ces hubiera encontrado a su dueño demasiado
Con voz doliente, en la que gemía un airado insignificante. Es muy posible que lo hubiese
desengaño, la guajira exclamó: despreciado, faltándole al respeto y haciendo en
—¡Cómo van a tomarse la primavera estos tonces lo imaginable porque se trocaran lo» pa
tristes terrones, si ese condenso borrachín se la peles. Mas Chipojo era sólo un perro, y para un
está bebiendo en la pulpería!... perro el dueño siempre eB un dios, asi ese dios
Con el recuerdo de las pasadas lluvias de fuera un Anselmo Chávez, que tomaba ron, fu
marzo, Tomasa Paneque esperaba que ahora An maba tabaco y se acostaba temprano en el catre
selmo Chávez, su marido, le trajera el regalo de con su mujer.
no verle llegar al bohío borracho como un alam Chipojo, moviendo su aro de barril, iba dando
bique. El se lo había prometido. Le dijo, besando tumbos de aqui para allá, lo mismo que casi
los dedos en cruz, junto al candil familiar: siempre su dueño. Pero la alegría de Chipojo era
—¡Por esa lú de Dió que nos alumbra, Tomasa pura, porque se ignoraba a sí mismo, como a su
Paneque! ¡Esta será la última!... lealtad y la belleza agreste de la primavera.
Mas he aquí que una novísima borrachera le De pronto el aro de barril se convirtió en una
vino a la probe mujer, acompañada, a juicio de línea recta, cargada de vibraciones profundas.
su cortejo, del mejor regalo: Chipojo, cachorrito Las guatacas, colgantes y fiácidas, se le torna
casi recién nacido, que le había dado el compa ron erectas y triangulares, com© ai quisieran
dre del alma, Olegario Fonseca. recoger y localizar un rumor de pasos, un latido
Con el sempiterno olor de reverbero en la o un aleteo, en medio del ruido, el impulso y el
La Danza de Basilea boca, después de trazar una ese mayúscula a aleteo vario de la campiña. Nada; solamente el
la puerta del bajareque de este compadre, y sol
tando un hipo que parecía un fogonazo de mag
nesio, a Chávez se le antojó decirle, aquella ma
ñana. en que ya tenía diez en el buche:
rumor de los pasos de algún animaiejo que vol
vió a subirse al palo, porque no le ¿aba buena
señal aquello que venía por allí
—Bueno, ya sabemos de lo que Be trata, no
Por Guillermo JIMENEZ —Compay Olegario, me he enterao que parió hay novedad.
su perra. Entonces Chipojo volvió a dejar caer las ore
A Danza Macabra fué un misterio de la Edad íué copiada, con ligeras variantes, en el convento —Bueno, i y qué? jas y el rabo, antenas maravillosas y sensibles,
NOTICIARIO MUSICAL
•H )l [S1Cí •
"TATA VASCO” Y SU PARTITURA
MZEXXCO
Onice Moer»
La eminente soprano del Metropolitan Opera y
estrella de la pantalla, Grace Moore ofrecerá dos
conciertos en el Palacio de Bellas Artes los días 15
y 21 del actual. Grace Moore visita con este motivo
por primera vez a México.
ejecutado por primera vez en lvs Estados Unidos por
la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Miami,
bajo la dirección de John Bitter, en un programa
dedicado a las Repúblicas Latinoamericanas.
Pablo • Isabel Maaao
Los artistas Pablo e Isabel Manso han dado un
recital de piano y violín en el Teatro Trinidad de
Lisboa. El programa estuvo compuesto exclusiva
Coártelo Leñar mente de obras de autores portugueses contemporá
neos, figurando ia Segunda Sonata de Luis de Frei
Por José BARROS SIERRA El Cuarteto Lener que ha ofrecido ya una pri tas Branco; la "Fantasía Portuguesa” de Rui Coelho,
mera serie de cuatro conciertos en el Palacio de Be y obras de Ivo Cruz, Armando José Fernández, Jorge
llas Artes, con éxito extraordinario, iniciará el día Croner de Vasconcelos, Antonio Fragoso, Federico de
AS representacióífti de Tata Vasco han coinci requiere por parte del oyente una concentración com 22 del actual un importante ciclo de cinco audicio Freitas y Claudio Cameiro.
L dido —desgraciadamente para esta obra cuyos pleta para poder percibir la sucesiva aparición y nes en las cuales expondrá la evolución del cuarte
to de cuerda desde los preclásicos, tales como Tar- FMAXTC1A
méritos no son escasos—, con un momento en desarrollo de las voces. Esa atención es imposible tini y Richter, hasta los modernos Ravel y Respighi,
que las fronteras entre el templo y el teatro parecen
cuando los ojos están distraídos por lo que sucede pasando por Haydn, Mozart, Beethoven, Shubert. Ana Bspaña
borrarse para dejar paso a todo un repertorio que en la escena, y el resultado es que la fuga pasa inad Schumann, Biahms y César Franck.
En hi Sala Plevel de París, se ha presentado una
se caracteriza por su tendencia religiosa, en ocasio vertida y que sólo se enteran de que se ejecutó quie Opera nueva bailarína española, Ana España, que según
nes exagerada, hija tal vez de las largas épocas de nes se han tomado la molestia de leer las prolijas algún crítico, supera por su exaltación y vistosidad,
represión que México ha vivido en materia de li explicaciones analíticas que figuran en los programas. EJ Comité Directivo de la Compañía Titular de j>or su temperamento y sus bruscos contrastes a
Opera de Bellas Artes que en junio próximo celebra cuanto hasta ahora se habla visto. En los dos últi
bertad de conciencia. Y digo que esta circunstancia En el último cuadro. Bernai ha empleado la for rá su primera temporada, ha quedado constituido mos conciertos de la artista española figuraron obras
ha sido desgraciada para el drama musical de Miguel ma sinfónica completa, creando una sinfonía en cua por las siguientes personas: Presidenta, señora do musicales de la Edad Media, como los villancicos
Bernal, porque , el compositor michoacano segura ña Ana G. de Icaza; Secretario, señor don Rafael salmantinos; “Triana”, danza del siglo XVIII y
tro movimientos. Aquí también la música y la escena Alvarez y Alvarez; Tesorero, señor don Waldo Mo ra “Mallorca.”.
mente ni la buscó ni la deseó: su obra se halla ani se encuentran en completo divorcio. En el scherzo li, designado por el Director del Banco de México;
mada de propósitos elevados y nobles que nada de la sinfonía sucede incluso una cosa curiosa, que Consejeros: don José Barros Sierra, profesor Manuel BISCOS SUSTOS
tienen que ver con el mercantilismo de autores tea prueba, una vez más, y dado que hiciera falta, que la Barajas, don Mauricio Magdaleno y señoras doña
Beatrix V. de Alemán y doña Dolores M. de Quijano. Discoteca del estudiaste
trales y de productores cinematográficos que sólo música de teatro y la música de concierto poseen El Comité Patrocinador quedó integrado por la
buscan halagar con sus creaciones, ayunas por lo características propias bien definidas y no pueden señora de Sánchez Portón, señorita María Bonilla, La Columbia ha iniciado la creación de una
général de sentido artístico, los sentimientos del pú mezclarse coo facilidad. El scber-o lleva, como los señora Gildren. señora Beckman, profesor Manuel discoteca para el estudiante de música. Los prime
blico creyente. La coincidencia ha sido también des M, Ponce. Carlos González Peña. Carlos Arguelles, ros tres álbumes están dedicados a la literatura del
demás movimientos de la sinfonía, varias partes vo Senén Palomar, Adolfo Salazar, José María Gonzá piano, del violín y del cello. En el álbum pianístico,
graciada para “'Tata Vasco”, porque su valor como cales, las cuales continúan en el trío. Cuando viene lez de Mendoza, tel Comité Honorario se halla for Sergius Kagen ejecuta obras de Beethoven, Bach,
obra de arte ha quedado supeditado a su significa la repetición obligada del scherzo, el espectador se mado por los señores licenciado Luis Sánchez Pon Mozart y Haydn. Alexander Cores ejecuta en el vio
ción como espectáculo en el cual la nota religiosa tón, Secretario de Educación ; licenciado Javier Rojo lín obras de Ries, Tenagiia, Vivaldi, Lully y Rameau.
sorprende al escuchar nuevamente el mismo texto Gómez, Jefe del Departamento del Distrito Federal; El celiista Bernard Greenhouse ejecuta obras de
se halla innecesariamente exagerada debido a que que ya había oído en la primera parte: repetición licenciado Miguel Alemán, Secretario de Goberna Marcello, Pergolesi, Squire y Golterroan.
el auténtico misticismo que anima al compositor no literaria que resulta del peor efecto. Sinfonía y ópe ción; Eduardo Villasefior, Director del Banco de Mé
ha logrado’ hallar plena correspondencia en un libre xico y licenciado Xavier Icaza, Director de Educa Xstudiofl de Sïynunoinky
ra son dos géneros diversos y su diversidad no pro ción Extraescolar y Estética. Todos los cargos
to débil, melodramático e ineficaz y en una reali viene de un capricho, sino de la esencia misma de mencionados son estrictamente honorarios. El planista polaco Jakob Gimpel ha grabado un
zación escénica y vocal que hace pensar en las más album en que figuran doce estudios y dos mazurkas
estas modalidades musicales. "La Argentüilta” del compositor polaco Karol Szymanowsky, des
deplorables y tristes épocas de la ópera en .México. He señalado estos defectos de Tata Vasco, aparecido. La música de Szymanowsky había sido
L¿ índole misma del asunto tratado por Bernal ha no con ánimo de restar méritos a la obra, sino sim
Dentro de pocas semanas regresará a México, iüexpJuaplómente olvidada, siendo muy contados los
impedido, por otra parte, que la critica se haya ma- después de más de un año de ausencia, ja bailarina artistas que actualmente la interpretan, no obstan
plemente por cumplir con el deber de realizar una española Encarnación López, “Argentinita", y su te su positivo mérito.
niresíado con la necesaria objetividad, para caer por critica objetiva, que en este caso ha faltado casi por cuadro de baile, que vienen con el fin de ofrecer al
eaeral en el ditirambo llevado casi siempre a ia completo. La obra cogtiene, por otra parte, exce gunas funciones en el Palacio de Bellas Artes. Cuarteto da Mozart
tropical exageración y aceptado por un público El Cuarteto Kolisch ha grabado la obra K 465
« su pan mayoría no acude a ver una obra lencias que compensan ampliamente ios 'defectos ZOSloff
de Mozart, llamada '‘Cuarteto de las Disonancias” a
apuntados. Una de esas excelencias consiste en la El Departamento de Bellas Artes está en tratos causa de su introducción disonante. Se trata del sex
«le arte, sino simplemente ia escenificación más o habilidad y firmeza con que Bernal ha tratado to cuai teto de la serie dedicada a Haydn y se distin
con el bailarín y director Teodoro Kosloff, quien
menos hinchada de una serie de estampas de índoie la parte coral de la obra. Y esto me lleva a una for actualmente se encuentra en California, para que di gue por la belleza y profundidad de su movimiento
religiosa. zada digresión. Nuestros compositores de óperas cho artista se encargue de la dirección de un ballet lento que figura entre las mejores páginas de Mozart.
Miguel Bernal ha hecho bien en caracterizar su mexicano que está subvencionado por el Gobierno.
han sido siempre esclavos de los modelos italianos, Marla Andanos.
obra como un “drama sinfónico*’. Con ello ha que Sociedades de Música
rido significar qué no se propuso realizar una ver franceses o alemanes. Por eso ninguno de ellos ha La gran cantante negra M^rla Anderson ha
dadera ópera en él sentido clásico de esta palabra, alcanzado la inmortalidad y por eso sus obras yacen Con el fin de extender las actividades musica grabado para la Víctor dos canciones de Sibelius
en un olvido que, salvo momentos excepcionales, se les a las principales ciudades de la República, la “Aus banger Brust” y "Langsamt som Kvallsskyn"»
jubo más bien ilustrar musicalmente una serie de llalla Dirección de Educación Extr&escohir y Estética xas cuales figuran entre las mejores obras del com
cuadros inspirados en la vida ejemplar del excelso cambio,perfectamente justificado. Miguel Bemal, en
no acusa en su Tata Vasco ninguna influen
propone establecer sociedades que estarán integra
das por personas destacadas de cada ciudad y conta
positor finlandés.
varón don Vasco de Quiroga. Hace falta quizás rán con la ayuda tanto del Gobierno Federal como Marjorie Lawrence
cia italianizante, afrancesada o germanizada, a no
|iaber vivido eo la tierra mtchoacana y haber co- de los Gobiernos locales. Dichas sociedades organi
W>cidQ a («odo la formidable obra civilizadora que ser que se tome por tal el empleo, ya general en zarán conciertos y espectáculos dp teatro y danza La soprano Marjorie Lawrence ha grabado dos
oreciosas canciones escocesas: "My Ain Folk" y
&dizó atqsKl adm&abte obispo para comprender ia todo el mundo, del “leit motiv’’. La cultura musical
de este compositor tiene ratees ,más hondas y se re
con la colaboración de los artistas nacionales y de
los solistas y conjuntos que visiten el país. "Doun the Burn”, acompañada al piano por Félix
Wolfes.
veneración que Miguel Bernat siente por esta figura
que. por desgracia, todavía no adquiere universa- montafirmeza sin duda a la música de la Iglesia Católica, DATADOS TOPOS Otro» discos Toc&lee
¿áatí.ni Siquiera dentro del medio de México. Para cuya y solidez corren parejas con las de la
filosofía escolástica. De ahí la preferencia que Ber IturM Suzanne Sten ha grabado “En Alas del Can
aac&mcaaos, en efecto, la figura de don nal parece sentir por ia polifonía y de ahí también to ‘ y “Suteika", de Mendelssohn con Leo Taulnnan
Tá pasado y goza de la misma falta áe libertad con que se mueve en él género
El planista y director español José Iturbi, quien al piano. Garlo Morelli, el txotable barítono chileno,
viviente. Con un recientemente sufrió un colapso en la ciudad de ha grabado "Canta el Mere" y "Si Alguna Vez” con
A tjno religioso, Nueva York, despt&g de haber aparecido tomo so una orquesta dirigida por Alfredo Antonint Los
Je manifiesta ènlamÛHcâ coráLHTiiBteif'Vfe'^nte. lista ®n ta Orquesta Filarmónica bajo la dirección “Cantantes Siberianos", dirigidos por Nicolás Vaai-
. _ _ por las tòrwteas, calles de dgaybirolil, se «McueStra ya enteramente resta lieff, han grabado "En la Iglesia”, de Tschaíkovslry
por aqueib maravillosa jda- !'<»«»,• y particularmente en d tiempo -lento de la blecido y ha resanando sus actividades musicales y “Bendice al Señor, oh mi Alma” de IppolUqf^
'^tñgmatieuh plantada de «gtenarios sinfonía futid, donde ia intervención del conjunto aí frente de la Sinfónica de Rochester, que se halla
proporciona a ia obra sus más afortunados mo bajo su dirección, y cobo solista dei piano.
- <&vte tó éYctiidádúoo Gbísí» disposo, según « cuen mentos. -
ta, en ia misma forma como existen en el huerto StÀcowsky
de Jérnsalén, o bien postrado de hinojos ante aquel En alguna parte'he leído la sorprendente afir
El director de orquesta Leopoldo Stokowsky con
bello cuadro, orgullo del pueblecillo. que representa mación de que Bernal emplea en su Tata Vasco un tinúa seleccionando el personal de jóvenes músicos
«á descenditniento de la cruz y que muchos han modernismo "moderado". Quien tal afirma cree segu que integrarán el conjunto con el cual se propone
atribuido nada menos que a Tizianq.
La figura de don Vasco no es, sin embargo, pro
picia al teatro. Su obra es demasiado amplia y abarca
ramente que por modernismo debe entenderse la
presencia de algunas disonancias en una partitura
y que cuantas menos disonancias haya en una obra,
tanto más moderado será el "modernismo" de su
efectuar una jira por los Estados Unidos y visitar a
México y a Cuba en el verano próximo. No «e ha
fijado aún ía fecha en que Stokowskv iniciará esta
nueva empresa artística.
Las Montañas
demasiados aspectos para que pueda encerrársela Soaegger
autor. No. Tala Vasco no contiene un ápice de
eo ios estrechos limites de la escena teatral. El li
bretista de Don Vasco así lo comprendió probable modernismo, si por tal se entiende un lenguaje musi El Poro Desoff, dirigido por Paul Beppb ej-n-u-
tará por primera vez en los Estados Unidos, m obra
y los
mente cuando quiso suplir lo que de espectacular cal avanzado y libre. No es una obra modernista, y
ni siquiera moderna; porque su autor, no obstante de Artur Honegger “Nicolás de Flue”. La audición
le falta a la existencia del egregio varón con un
Hombres
celebrará el día 8 de mayo próximo, en Carnegie
torpe idilio entre una princesa y un guerrero que su juventud, pertenece por educación, y quizás tam Hall de Nueva York, tomando parte un coro mixto,
sé convierte al cristianismo. Y no contento con ello, bién por temperamento, a una escuela que no puede un conjunto infantil, un narrador y una orquesta.
considerarse como moderna. Podrá discutirse si Esta obra que se refiere a la vida dvl pacifista sui
todavía puso a funcionar el antiguo deas ex ma zo del siglo XV, fué compuesta originalmente para
china de la tragedia griega a fin de ejemplificar e! Tata Vasco es o no es teatral y si su valor musical la exijosicióo nacional suiza de Zurich.
castigo que espera a todo aquel que se opone a los es más o menos grande; pero no si es una obra mo
derna o no lo es. Centeaufe de la FUan&óaUa
superiores designios, personificado en esta ocasión
ea un desagradable hechicero tarasco que inexplica La impresión que en conjunto produce Tata Vas La Orquesta Filarmónica de Nueva. York cele
blemente se clava en el pecho su propia daga y al
que todavía se deja vivir lo bastante para que re
co, y a la cual contribuye seguramente la mediocri
dad de la realización, es de gran desigualdad. Se
brant el año próximo el centenario/ de su fundación.
Con este motivo se están realizando preparativos
para solemnizar el acontecimiento en forma gran
por
ciba las aguas lustrales de manos de Don Vasco en advierten en ella momentos sumamente afortunados, diosa. Han sido ya contratados para dirigir la Filar
edificante y empalagoso melodrama. desde el punto de vista de la música, junto con mónica, además del director titular John Barbirolli,
ios maestros Serge Koussevilzky. iæopoldo Stokows
Miguel Bernal trató sin duda en Tata Vasco de otros tediosos y monótonos. Una reducción de la
suplir la falta de unidad de que adolece el libreto obra, concebida tal vez en forma de oratorio, sería
benéfica, así como la selección de varios de sus
ky, Bruno Walter, Dimitri Mitropoulos. Artur Rod-
zinaky, Eugene Goosens y Fritz Muaeh. También
actuarán con la Filarmónica los más notables solis
M. ILIN
con el empleo de recursos musicales que tienden a tas que actualmente se encuentran en América.
dar a la obra esa unidad de que carece. De ahí el trozos musicales y corales para ser ejecutados en
constante empleo del "leit motiv” wagneriano que el concierto. Libre de la desafortunada parte escé CtolzdisKAa
la mayoría de los espectadores no percibiría —cuando nica. la música de Bernal adquiriría su verdadero
valor como obra de arte y permitiría al critico since El director ruso-francés Vladimir Golsehnian.
menos en las primeras audiciones— a no ser porque que ha estado a! frente de la Orquesta Sinfónica de
la reaparición de cada uno de Vos motivos caracterís ro y al espectador desapasionado formarse una cabal San Luis. Missouri, desde 1931, ha sido contratado
ticos se halla indicada en el programa, que es como ¡dea acerca de la importancia que el advenimiento de
este joven compositor habrá de tener para e! des
nuevamente por un período de tres años más. Libro del mayor interés
la clave que sirve para descifrar una obra de suyo Cuarteto Coolidge
arrollo de la música en México.
muy complicada en el aspecto musical. A pesar de
la complicación de la partitura, es indudable que Ta El Cuarteto Coolidge está a punto de sufrir una científico, literario y político.
completa desintegración, pues tanto el viola Nicolás
ta Vasco sólo se mantiene en pie debido a que
Miguel Bernal es un músico auténtico, el cual, aun Alfred Einstein ha Moldavan como el celliata Víctor Gottlieb han anun
ciado su intención de separarse del grupo al finalizar La transformación de la
que todavía no plenamente logrado, sabe poner en concebido su "Histo la presente temporada. El segundo violín, fundador
del Cuarteto, Berezowsky. se separó dei conjunto
sus obras tan grande sinceridad que en muchos mo ria de la Música” no
como una acumula hace ya varios meses. Naturaleza por el hombre,
mentos logra que el espectador olvide ia pobreza de
ción inerte de nom Cuarteto Pro-Arte
una presentación, en la cual sólo se salvan algunos
decorados de Carlos González.
bres y fechas, sino expuesta con una técnica no
como la biografía de El Cuarteto Pro-Arte de Bruselas, considerado
Tata Vasco vale indudablemente como primera como uno de los mejores del mundo, araba de su
experiencia de un músico joven y admirablemente
un arte que partici
pa activamente en
frir una pérdida tal vez irreparable al morir eu pri
mer violín, M. Onnon. El violinista español Costa ha
velesca emocionante.
dotado; pero su música tendría infinitamente mayor la existencia de las substituido provisionalmente a Onnou en el primer
eficacia, si no se le hubiera superpuesto un espectácu sociedades, desde las puesto del Pro-Arte.
lo que no parece brotar de ella misma, como su épocas más remotas Miza de Bach
cede en las buenas óperas. Berna] recurre, por hasta nuestros días.
ejemplo, en su partitura, a formas musicales estric Libro concentrado, La Sociedad de Oratorios de Nueva York, in Precio del ejemplar'.
tas, como la fuga y la sinfonía, quizás porque esti ofrece en sus dos terpretó en Carnegie Hall, la misa en si menor de J.
S. Bach, sin cortes ni reducciones. Dirigió Albert
ma que los grandes efectos teatrales pueden lograrse cientas páginas una
mediante la acumulación de elementos diversos y idea completa de la
Stoessel que cuenta
campo de la música
con amplia experiencia en el
coral. $ 1.75 m. n.
aún disimples. Yo no comparto esa creencia y por evolución de la mú- “La Pasión Según San Mateo”
el contrario estimo que los más bellos efectos se sica a través de la
logran en el teatro mediante la eliminación de cosas historia humana y La Orquesta Sinfónica de Filadèlfia, bajo la di
superfinas y no mediante la acumulación de una sólo se detiene a mencionar algunos de loa nom rección de Stokowsky. ha presentado en Nueva York
bres más significativos cuando ello resulta indis "La Pasión Según San Mateo” de Juan Sebastián
diversidad de elementos que no hacen sino estorbarse
unos a otros, fc! drama musical wagneriano, como pensable para fijar las diversas etapas del des
Ba<h. en el concierto efectuado el día l? de! presen
te mes. Stokowsky hizo átennos corles a la partitu
Pedidos al apartado
suma de tolas las ?rte< musicales, plásticas v escé arrollo musical. Einstein ha dividido su libro en ra para reducirle a la duración de hora y media que
cuatro capítulos, en los cuales trata de la música • equiere el concierto.
nicas, se halla en pleno descrédito, y la mejor prueba
de ello consiste en que no ha podido tener conti de los pueblos antiguos, la música de la Edad El “Arte de I» Tuga” 8092
nuadores. El u'agnerismo acabó con Wagner v su Media, la música de la Edad Moderna y la mú
sica contemporánea, que en realidad data de Uní nueva versión de "El Arte de la Fuga” de
resurección parece imposible en épocas que cada vez Juan Sebastián Ttach, hecha para orquesta de cuerda,
afirman con mayor fuerza su retorno a lo, sencillos Haydn, Mozart y Beethoven. En cada uno de ha sido presentada por su autor. Friiz Síiedry con
procedimientos de los clásicos. estoâ capítulos resplandece la profunda cultora la Orquesta de los Nuevos Amigos de ía Música. México, D. F,
Bernal construye asimismo una ingeniosa fuga del autor y la excelencia del método que emplea “Arrabal” de Juan José Castro
que se ejecuta cuando el oidor don Vasco de Quiroga en la exposición, el cual lo conduce siempre a El primer movimiento de la Sinfonía "Arrabal",
aparece en escena. Ahora bien: esa forma musical conclusiones afortunadas y seguras. del compositor argentino Juan José Castro, ha sido
22 de Abril de 1941
áO_________ __
E
L libro ‘‘En la noche dei mundo” —novela
de Ofelia Rodríguez Acosta— continúa
la historia de un tropo: el tropo del es
tado actual del mundo, considerado como una
DE LA LITERATURA VENEZOLANA S ultimo de Eduardo Mallea: La Bahía de
silencio. ¿Cabe presentar a) autor? Aho
rremos la cortesía y consignemos, eso si, ya que
la definición es precisa, lo que ha llamado Ga
briela Mistral “la madurez rarísima y envidiable
sombría noche —“Vivimos en una noche oscu voluc/óit", "El primer humanismo de la República" ; de Mallea”.
ra”, se titula un libro poético reciente— que di AR1ANO Picón-Salas es un inteligente y di
vide a las gentes en dos bandos: el de los que
sueñan con un amanecer de oro, y el de los
que sueñan con un amanecer rojo... Hay un
tercero: el de los que no sueñan, el de los que
M ligente escritor. El libro que comentarnos
pone de manifiesto —sin duda, ana veç
más—, entrambas cualidades. Podrá no ser una obra
concluyente, definitiva, pero, como dijo con exacti
"Periodismo y proceso social”; ta obra de 1 oro Gon-
tonio Ros de (llano, José Heriberto García de
La editorial sudamericana “Buenos Aires” no»
çâleç, Baral y Larraçàbal, el Romanticismo —An obsequia con este voluminoso y pulcro tomo. Ad
virtamos —hay que prevenir al profano— que lio
Quevedo, ¡osé Antonio Maitin, Abigail Loçano. etc., indican las dimensiones de la obra desproporción
dudan de todo color y acaban por verlo todo ne tud l.iiis Correa y repite nuestro autor, “la literatura etcétera—, "El costumbrismo, la narración, la épica o dilación en su contenido, rico y enjundioso. La
gro. Cuando así ocurre, el personaje se pega un veneçotava está ¡lena de figuras inacabadas'. Y y la oratoria románticas" ; "El segundo humanismo apretada prosa de Mallea no es signo de pesan
tiro. Este final —¡tan lógico'— del escéptico ab de la República"; "La Transición", "El positivismo tez sino de legitimidad, de sólida —no prosaica—
esto no quiere decir que el autor de “Preguntas a
soluto es el mismo final de Pablo, el apóstol de Europa”, se nos antoje un escritor inconcluso ni y la Ciencia Nueva"; "El camino hacia el moder arquitectura, que hundiendo sus cimientos en la
esta novela. Se pega un tiro —“certero y defi nismo"; "El modernismo y ¡a generación del 95”. y, tierra feraz y abrupta de todo un pueblo —el
indeterminado. por último, y en una compendiosa sinopsis, todo el pueblo argentino—, adopta luego, al extenor, la.-
nitivo”— en la sien, no sin antes haber pasado Aunque en la "Explicación Inicial" de su obra
revísta a la historia actual y haber decidido que haber de la literatura contemporánea. gracilidad y aun la ingravidez precisa a cual
formación y Proceso de la Literatura Venezo
no valía la pena continuarla. “¿Quién triunfará lana. el experto crítico restrinja modestamente la En générai, los juicios de Picón-Salas persuaden quier obra de arte que se repute auténtica. La
en el destino histórico de la humanidad?” —se importancia y trascendencia de su empeño, el subs al lector más indócil y descontentadizo. Quiçós ex construcción de Mallea —su manera expresiva,
venía preguntando, mientras acariciaba “malig tancioso manual constituye un breve pero bien do treme —y este detalle es profundamente venezola ocurrente y limpia— diríase que no pesa, que se
namente” su pistola. Y es la pistola quien con cumentado resumen histórico de la literatura de su no— su veneración y su admiración hacia el ex mantiene en vilo por algún milagro parecido al
testa: “¡Nadie!” Sólo un personaje, exactamente celente retórico e insigne gramático* don Andrés de la danza. Su investigación minuciosa da la
denominado “La Visionaria’’, en plena fiebre país. Bello. Tal veç aminore —y no deliberadamente— la vida, del vivir cotidiano, está, por fortuna, any
alimentada por una mortal pulmonía, comienza "El nuevo indio, es decir, el maestro —escri significación de otros escritores, como, por ejemplo, lejos de ser una catalogación detallista y simple
a ver ángeles de paz, pero tan altos que se duda be Picón-Salas— es lo que puede considerarse fac ¡a de Rujmo Blanco-Etimbona, que es, sin duda, el de hechos y de personas. Alcanza fácilmente el
ei alguna vez llegarán a la tierra. Nubes, cisnes, tor cultural viviente en un país de tan escasa o rota prosista ntás intenso, extenso y significativo de la valor simbólico de que el autor quiso dotar a
alas, luces inexistentes... Sólo se salvan los que iradtción aborigen como Veneçuela". í añade: “Sin i éneçuela de boy. En ocasiones, la galantería y cada ser y acontecimiento del vastísimo mundo
suben a las nubes... Los demás se hunden en la la magnificencia y la variedad de sus congéneres del la piedad pueden inducirle a extralimitarse en be que gira vertiginosamente ante el lector. Tan
ncche implacable. Perú, Guatemala, Bolivia, Ecuador o México, ha nevolencias de tipo sentimental, como en el caso gran torbellino de ideas, de episodio*, de suge
Pero, hasta llegar a hundirse —durante el biendo olvidado sus viejos idiomas o infectando de Teresa de la Parra. Pero casi siempre los pare rencias, de vidas, en suma, que, truncadas o no,
transcurso de la novela—, los personajes hablan, sus palabras en un castellano incorrecto, el nuevo ceres de Picón-Salas son tan equilibrados como equi anodinas u hondas, no carecen, y es lo principal,
hablan —tal vez desmesuradamente— para ex indio esquila sus ovejas en las frías soledades de ios tativos. Consúltese, verbigracia, ¡o que escribe a de levadura humana, tiene su centro: una mujer.
plicar “su caso”. Que es un caso colectivo. Son páramos andinos, organtça las mascaradas de Cande propósito de Pedro Emilio Coli, excelente crítico y Y su fondo: una ciudad, Buenos Aires.
figuras extraídas de diversos “ambientes”, de laria en los campos de Mérida, teje los vivos colores prosista de primer orden. ("Temperamento muy ar En pleno turbión la mujer se define: “Usted
diversas procedencias, para, así, entre todas ellas de sus mantas o las capelladas de sus alpargatas en monioso y equilibrado, supo librarse de los falsos entró en la florería y dejó sobre el mostrador de
—como los siete colores para producir el blan ¡as agrias tierras de Quibor en el Estado Lara". “Pero adornos de la época modernista y logró el secreto cristal su pequeño paraguas de seda negra y fué
co—, llegar en el choque a atrapar la verdad. —agrega nuestro critico—. más que a la Historia es de una prosa tan clara, fusta y persuasiva, como directamente hasta el invernáculo y preguntó con
¿Cuál es esta verdad? Nadie lo sabe. Como la tos indios todavía pertenecen a la Etnografía. Su la prosü de Renán, que es el maestro que más esa voz delicada y fírme que pareóte venir desde
verdad está —desmenuzada— en todas par vida material y espiritual dentro de la Veneçuela de recuerda y cita en sus escritos de juventud. Mien muy lejos: ¿No han llegado las begonias nue
tes, no parece estarlo en ninguna. Nadie puede hoy nos resulta tan extraña como la de los papús y tras otros de sus compañeros de generación —ejem vas?”
envanecerse de poseerla. Ni el juez Pilato ni el h,/tentóles”. plo. Pedro César Dominici— toman del movimiento En cuanto a la ciudad, digamos que el libro,
apóstol Pablo —el suicida de esta novela—: En la iniciación de la literatura colonial surge, modernista lo puramente formal, escriben como en pródigo en la presentación de caracteres, de pa
todos quisieran exhibir su piedra filosofal, pero naturalmente, y en primer término, la crónica. "La abigarrado mosaico de brillantes y a veces sueltas siones y de medios, sobrepasa tos límites urbanos
el oro no aparece. Unicamente vemos ese poco crónica es la primera expresión literaria de ese mun palabras; Coil tiene el dominio ¿e un arte comedido y tiende a la universalidad. En concreto, circuns
de barro que, desde siempre, ha venido siendo el do de conquista". A seguida nos habla el diligente y gracioso, más allá de todas ¡as modas. Por eso cribámonos a la América española: “Yo creo, por
hombre. Ese poco de barro que defiende su posi erudito de uno de los precursores de las letras, Juan se le puede llamar uno de los clásicos de Veneçuela, ejemplo, que uno de los mayores padecimientos
ción, sobre todo cuanto el dinero la mantiene de Castellanos, “el infatigable rimador de Tunja"; en cuanto clasicismo indica contención, equilibrio, de Hispanoamérica es la falta de expresión ma
fírme; o so prejuicio, sobre todo cuando una mul de Fray Pedro Simón, de José de Oviedo y Baños,
titud —en estado febril— se arriesga a defen permanencia".) O acerca de Rómulo Galbegos, de dura de sus individualidades, el mutismo grávido
etcétera. Sin embargo, “Veneçuela no tuvo una li cuyo libro "Canoima", afirma "que es más que una de sus gentes...” Y más adelante: “fsltan aqní
derlo. teratura colonial^que pueda compararse pálidamente,
Hay un refrán —útil, como todos ¡os refra por lo ntenos en su volumen, con las de México, novela, porque parece un poema cosmogónico”. O sujetos con quienes emular, y es asíqnetócto
aquel que manifieste en nuestras laiitñde* Un
nes— que viene a decir: “Hombre prevenido, Perú, o el Nuevo Reino de Granada. La imprenta respecto a la poderosa iniciación de Antonio Arrdiç, asomo de genio, crece solitario y áspera en el
vale por dos”. Pues ocurre todo lo contrario. no llegará a Caracas basta 1808 para convertirse en poeta y novelista de singular enjundia. Y excúsesele páramo".
Hombre “prevenido” —se habla aquí en el terreno un instrumento de reacción antiespañola. Los pa que en la enumeración fiñal de los más recientes
del pensamiento— ni siquiera vale por uno. Quien Adelantemos que en Mallea tap solitarte .y...,
peles que quedan del siglo XV11 y primera mitad poetas venezolanos no destaque, canto es de rigor y árduo crecimiento no se mategra «B'dpKnayó pti« .
se acerque a los grandes problemas humanos de justicia, tal cual nombre en perspectiva: por
previamente inclinado hacia un extremo, no po del siglo XVIIf —novenas y sermones gongorinoi silánime.^Antg^bien.
o poesías de circunstancias— coinciden en su' ha- ejemplo, el de Olivares Figueroa. Es posible que la
drá resolverlos nunca. Será inhumano eon unos contigüidad y te tfewrodad de ' esusindiviAtdtidadés '
O con otros, y siéndolo con todos. Que- rtoquitmo colonial con laf.dp otras partes 4e Anti
rica. La misma erudición farragosa, el mismo gusto ñaaéfttes ofusquen su criterio, y prefiera diferir haber eateiAwwj»"', '
ter resolver nada dividiendo * los hombres —como
buen melodrama— en justos e injustos, en del retruécano, la misma fórmula apitonante". unos juicios que quiçós se te antojen ¡prematuros. ■ LaeguuSjSn de. ruta. seretirtedtea “"/--Mifhr?
Angeles y demonios, ¡es algo tan ingenuo, tan Después estudia Mariana 'Picón-Salas ¡a “Ma Son lunares minúsculos que apenas deslustran la ra ■ Lactadad sentada, cindaA-doriatete,indolente,
candoroso! No se trata —bien se ve— de pro durez del siglo XVI11 (Enciclopedismo y pre-revo- diante eficacia de sus expresiones y juicios' de es cruel y arisca posee —también por mandato5 de
blemas humanos puros, sino de problemas —im lución) la "Música y poesía neo-clásicas", “La Re- critor decisivo e inteligente. G. R. la fatalidad— arteria* y corazón y latido. Ente
puros— de dominio. Por eso los grandes domi latido, esta conciencia de que Ja urbe vite aunque
nadores —loe “totalitarios”— no establecen esas su apariencia sea mortal, este puteo, apenas per
divisiones melodramáticas, sigo que comienzan ceptible pero sintomático, de un pueblo agoni
por negar a lós súbditos ya no sólo el derecho, zante o que no ge decide a, ponerse en pie, es te
NAYAR
sino la misma facultad de pensar. Ni siquiera le que ha descubierto Mollea en su deambular de
preguntan al hombre qué camino desea tomar. curandero solitario, insólito. “Juan Argentino,
Militarmente, con la culata, le empujan hacia nuestro hombre —me decía—, es explotado por
donde el plan soberano indique. el que 1o vende. Lo que importa es que busque
B. J. mos en todas partes, obstinadamente, a Juna
Argentino. Que lo distingamos de su expoliador,
que le demos el lugar que ha merecido por sn
digna desventura. Juan Argentino es el ignorado,
Baltasar G r a c i á n
nos habló de cómo
por el desconocido; en cambio Juan Inglés, Joan Ita
liano, Juan Alemán, todo* esos Juanes son los
hay que desconfiar amos. Juan Argentino es como un niño; es me
del confiado, tan a
punto siempre del
descrédito. Castigo
MIGUEL ANGEL MENENDEZ nester, entonces, que hagamos de él el hombre
nuevo”. x
del dormirse —en los Pero no es sólo te protesta, el afán de mejora
laureles o sobre al miento espiritual lo que alienta en las páginas
de tan recio volumen. El todo universal y mul-
falfa— al borde de tánime tiene cabida en ellas; discurre como linfa,
un barranco. No con bienhechora por los párrafos, borbotantes de
fiar en sí mismo, ja
más descuidarse, pa LA NOVELA QUE HA OBTENIDO rida y de diversidad, de este Hbro síntesis. El
autor se complace en reflejar, sin prescindir de
ra no dar de bruces faceta alguna, el trajín callejero de la capital!
en el ridiculo. Pues del Plata, cuando no tea remansos sedantes a
to que “el no pen
sar —dice— es la
EN MEXICO EL PREMIO que se acogen los soñadores, la muchedumbre de
rapsodas fervientes que proyectan, sueñan y de
zancadilla del pare jan su semilla moral y poética en te más eaRsdo i
cer”. Julio Torri si í
gue este consejo —o i
NACIONAL DE de las metrópolis; en esa había de silencio en
la que “si no somos multitud, somos compañía,
precepto— hasta la dentro de la multitud".
exasperación. Vive tan alerta su ingenio que es- Pese a tes viajes o digresiones a que el pro
asas veces se decide a salir a la intemperie, a
jubliear sus frutos. Desde “Ensayos y poemas” LITERATURA tagonista se ve forzado, el autor piensa y com
para en razón de Buenos Aires, en razón de esa
tasta el libro de ahora “De fusilamientos” cual- mujer a la que va dedicado el libro de “Las cua
juier atención —aun la del más esperanzado— se
‘atiga. Como sí el autor tuviese empeño en hacer
¡urgir, para cada libro nuevo, lectores nuevos.
1941 renta noches de Juan Argentino”; obra ingente
y fecunda: “Aquí está. Se la doy. jEs tan larga
Este segundo libro, “De fusilamientos”, es una y trabajosa!...” Larga y trabajosa, es decir:
ñva y risueña demostración de io que pudiéramos aferrada a la vida. Y, como la vida, difícil si ha
jamar su género preferido: el ensayo corto. Que de ser perdurable. Él autor —¡oh rarísima y
tan cerca está del poema. Del poema, que no tie envidiable madurez!— no juega, pese a so ju
ne tamaño. (Porque el mal poema es siempre
desmesurado, y el bueno es siempre breve.) En
Destacada en el concurso de novelas ventud esplendorosa, sino que, más consciente y
honesto, labora con tenacidad hasta lograr el
este segundo libro ¿no encuentra Julio Torri la fruto. Y el fruto no carece dé un sustancioso in
imagen exacta del escritor?
hispanoamericanas celebrado grediente: interés. D. T. B.
E sus clases Je Historia Universal y su ejercicio muy varias no llegó a su pleno desarrollo. Quizá,
política del nacional-socialismo alienta una ten ventaja de cautivar la atención, pues mantiene vi entre otras cosas, porque al pueblo alemán le ur
dencia irracionalista inspirada —equivocadamen acostumbrado de investigador histórico en los vo el interés puramente humano de su relato, y de
Archivos de la Nación y en la Biblioteca Nacional, gía mucho más conquistar una posición respetable
te o no, que eso es otro problema— en ciertos ajustarse, al propio tiempo, a realidades comproba en el exterior y apta para protegerla en lo futuro
aspectos del arte wagneriano y en la filosofía en la capital de la República, y se fué a las cálidas bles y comprobadas. frente a posibles circunstancias que reprodujesen
de, Nietzsche y de otrqs pensadores que han pues y malsanas tierras del petróleo en el Estado de Ve Desde luego, en México a nadie necesita conven- las de la era napoleónica.
racruz, a hacer ínter vivos, una averiguación prolija
to la vida y sus impulsos por encima de la razón de Iqs circunstancias en que las compañías extranje ierse de la justicia con que se ha obrado en la Es natural que la atención de los autores se
y ras normas. Ya no son las ideas las que polí haya dirigido a las grandes potencias que mane
ticamente pueden aglutinar a los hombres y cons ras. afectadas por las expropiaciones del 18 de mar cuestión petrolera. £i convencimiento tiene que ser
tituir la base de sus organizaciones estatales, zo de EH8, habían obtenido título de propiedad so de nuestros buenos vecinos, los norteamericanos, y de jaban el telar de los acontecimientos. Sin em
bre el suelo cuyas entrañas bidrocarburadas explo nuestros admirados conocidos, los ingleses. 1 es de bargo, nos parece excesiva la ausencia de Espa
sino los factores biológicos determinantes de la taron tanto tiempo. gran importancia tener muy en cuenta que las re ña, tanto porque este país desempeñó papel de
raza. A la razón sustituye la sangre, y a la volun clamaciones petroleras, por parte de la Standard primer orden en la política anti-imperialista con
tad individual e, destino común del grupo, algo Meses después, forge Carda Cranados regresó
Oil Company y de la Royal Dutch Shell, están en tra Napoleón, como por la dolorosa parte que
así como nn hado racial que envuelve y arrastra cargado de infinidad Je anotar ¡mies. Este bagaje se pie hoy día lo mismo que hace tres años. Y que. t«mó a lo lareo del siglo en las luchas frente al
a los individuos aun a pesar suyo. Mas ese des dividía en dos categorías. Primero, las relaciones como entonces, conviene que México presente en tai absolutismo. El sentido político de la palabra
tino no es algo que se acepte pasivamente, sino que le hicieron testigos presenciales de tas prácticas lorma su caso ante la opinión públtca de los pueblos “liberal” es, como se sabe, un regalo de España
algo que hay que realizar heroicamente; y como de ios buscadores de petróleo y acaparadores de tie angloparlantes, que ésta se incline decisivamente al al mundo. Tampoco nos parecen acertadas algu
se trata de una “raza de amos", ese destino se rras petrolíferas ; segundo, documentos extractados ludo de la justicia. Especialmente es esto necesario, nas innovaciones terminológicas. Suena a cosa
revela
>t?Ul en J»
la CWI1UCIU4*
conocida voluntad
VUIUHUIU «Vde poderío
pvucsiv y domi
v uuun- de los archivos de las compañías mismas, que con o más bien, oportuno, en vista de que en los Estados estrambótica hablar del juramento de “la cancha
r>_ 1. _-.-«.«.l,. ««•»»»_ nuo nnavolovro
nio. .Para hacerlo efectivo, para que prevalezca, firmaban aquellas relaciones y arrojaban una luz l,i- L uidos, no menos que en la Gran Bretaña, se des de tennis”, cuando universalmente está consa
el pueblo tiene que someterse a una disciplina tensa sobre los dramas vividos y las tragedias sufri pierta un hondo sentido moral que antaño dormía grada la denominación de “juramento del juego
Unitaria y férrea. Esparta resucita en Alemania. das por ios desdichados "nativos ' propietarios ori un sueño como de muerte, y en vista también de de pelota”, mala traducción del francés, si se
El país se convierte en un gigantesco campamen ginales del suelo codiciado. quiere; pero aceptada desde la misma ocurren
to. La más atroz disciplina militar lo aprieta y que en la Gran Bretaña, no menos que en los Esta
Con esos elementos. Carda Granados redactó en dos Unidos, crece el deseo de comprender las difi cia del hecho.
constriñe todo, desde el ejército —naturalmente— lenguaje sm rebuscamientos, que se basta con su cultades que han estorbado a las relaciones con M-- La presentación es, aunque modesta, satis
j- la economía, hasta el arte y la religión. propia chindad, esta volumen que se lee de un ti rico. En suma, ingleses y norteamericanos quieren factoria, y tiene el mérito particular de haber
i Y Atenas? Al comienzo de su existencia, rón, como si tuese una novela de espeluznantes his obrar de manera que el mundo se convenza de que, evitado lo? estragos de las erratas, cosa que no
el régimen hitleriano se proclamó también gran torias. pero que, sin embargo, es una obra documen trente a ¡a brutalidad totalitaria, los pueblos de ha pué3e decirse con frecuencia y por eso la seña
propulsor de la cultura. Germania se impondría tal de primera importancia. bla inglesa representan la razón; y se quiere y se lamos con agrado. El libro, en fin, prestará ex
al mundo no exclusivamente por la fuerza mate En dnersas ocasiones, el petróleo mexicano ha sido necesita contar con la simpatia y el apoyo de los celentes servicios a los estudiosos de la historia
rial de las armas, sino a la vez por el prestigio objeto de novelas: por ejemplo, ta de Carleton Béais Pueblos de habla española. de Europa.
del espíritu. El régimen protegió las artes por —Black River— y la de Gregorio López y h nenies,
diversos medios: construcciones monumentales Este libro de forge García Granados es. segura
hace poco publicada. Más frecuintemeníe, el pro Excelente regalo, el
en las que una nueva arquitectura —el arte mi blema petrolero, por lo que se refiere a la justicia mente. el que. con patriótico propósito, se debe po
mado del Führer— habría de revelarse; exposi ner en lengua inglesa, procurando hacerlo circular ‘-35Í t. DttT£t«KO de este libro de poe
que asiste a .México, ha sido tratado con mayor o adecuadamente en los países que, en lo tocante a! mas, “Cánticos de la
ciones de pinturas y escultura; concursos y pre menor erudición, por gran número de autores co
mios para artistas, poetas, dramaturgos; teatros asunto petrolero, todavía no desarrugan el entrecejo muerte1' —de José
nocidos. asi como por escritores anónimos, cuya pro R. Destéfano— que
populares, coros, etc. Pero el imperativo de uni ducción ha patrocinado el gobierno mexicano. Las ni dejan de mirar a México con desconfianza y mala CÁNTICOS nos llega de Buenos
ficación espiritual del pueblo llevaba paralela novelas, aunque llenas de cualidades como obras voluntad. En español debe procurársete una amplia
mente a la expulsión o anulación de lo “no ale circulación en nuestros países hermanos de América, DE LA MUERTE Aires. Cinco de es
de arte, no logran que el tema llegue a cautivar, y. i... a- no- dudarlo.
’ • tos poemas se han
mán” y de cuanto discrepara de los fines oficia como documentación no son lo bastante ciertas tuyos pueblos, . stmpa'izan
t ~ . v-„ con Me: t aa o
les, que se confunden —claro está— con los fines refugiado en la pro
para convencer. Los otros libros a que nos referi a quienes conviene dar pruebas fehacientes, para sa —espléndidamen
de la raza aria químicamente pura. La unifor- mos. si loen algunos de ello-, constituyen una expo que esa simpatía, que es en su mayor parte cordial,
mación de los espíritus fué consecuencia inevi te cuajada de deli
sición legalista Je claridad meridiana, no son de tenga inexpugnables baluartes de razón y forme una cias plásticas—; el
table, confiada a los diversos grados de la ense lectura fácil : mucho menos amena, y aún requie conciencia clara y firme.
ñanza y a numerosas organizaciones, principal ren o •¿•cees, t'í ser perito en cuestiones de derecho resto han adoptado
mente a las “Juventudes Hitlerianas". Atenas ><:■ zeufre Je( ágilmente las formas
para entenderlos. l»(.»r
Í.Ji. del verso, de un ver
hacía lo contrario, según cuenta Tucidides: “No 1 ibcTj.ii'n Méxijo. t .
educamos a nuestros niños mediante procedi so en la actualidad
mientos de violencia, sino dejando que libremen ■—muy eficaces para eliminar lo que no resulta ___________ 1 preferido por los
te se desarrollen hasta hacerse hombres”. La ciones geniales mientras se le alimenta con bis ~ poetas amantes de
ba grato— fueron, al parecer, absolutamente in lo profundo —claro o turbio, diáfano o tupido—:
pretensión de realizar simultáneamente ambos capaces para producir un movimiento artístico y drogas de los concursos, los premios y las expo los grandes temas de la vida y de la muerte algu
ideales es ambición excesiva. La elección es obli literario propio, por su altura y novedad, para siciones oficiales, es algo así como invitarnos a
gada: o Esparta, o Atenas. Nada nos sorprende, na vez prefieren envolverse en bruma, aunque en
glorificar con auténticas creaciones la grandeza subsistir en e! vacío de una máquina neumática los versos de este libro no faltan pasajes en que
por ln tanto, lo que en uno de los más interesan alemana. Y el secreto está —¿quién lo diría?— sobre cuya platina se nos brindasen todas las nos ofrecen vestidos de transparente gasa. En al
tes capítulos, de la segunda parte, titulado “Ar en esa palabra ¿e Tucidides: libremente. Unifor golosinas de la vida. guno de los poemas —como en el titulado “Elegía
tistas de uniforme”, nos refiere el señor Tolis- mar las almas, constreñirlas a un estrecho y de los besos perdidos”— advertimos con excesiva
■chus del estado de las aides en la Alemania na They Wanted War es libro rico en informa
cerrado ámbito de conceptos y emociones, y pre ción. Hemos de terminar dejando intacto casi claridad sus orígenes; pero nunca esta •‘adverten
cional-socialista. Todos ¡os esfuerzos oficiales tender que el espíritu vuele y se realice en crea cia”, como alguna? otras, nos impediría releer con
todo su contenido.
aplauso tales páginas.
Pagina 20 ROMANCE 22 de Abril de 1941
LOCURAS
B IBLIOG RAFIA de
ESTADOS UNIDOS EUROPA MEXICO CADA DIA
SXSTORXA Y BIOSBAÍU ESPAÑA OBBAS GENERA LES
Norman Alley: I TOHM. New York. Wilfred ABTB Manuel B. Barragán: PREVISION Y SEGURI LA TORTUGA Y EL DUCE
Funk. Aventuras de un Operador de noticiarios ci DAD. Almanaque anual para el taller, el bogar y ei
nematográficos. Guillermo Dluz-Plaja: ML ESPIRITU DBl BA campo mexicano. México, 1941.
Arthur Bryant: >A«IA*T Or O8UUID. RROCO. Editorial Apolo. Barcelona. 19-10. ONOCIDA es la propensión capciosa y ca
(1840-1940). New York. Harper & Brothers. Estudio
social e histórico de Inglaterra durante el último
siglo.
George Dibbern: Q'UESX. New York. W. W. Nor
ton & Co. Diez años de vagabundeo por los ma
res del mundo. _____
LITERATURA
A. Quíntela Ferreiro: ESPIRITU T
vela. Madrid, 5 940.
!. No-
PXLOSOPIA
Alberto T. Aral: EL LOGICISMO AUTONOMO.
Un folleto. Ediciones de Letras de México. 1941
David Garr ía Bacía: FILOSOFIA DB LAS CIEN
CIAS. Teoría de la Relatividad. México. 1941.
, C prichosa del Duce. En e¡ transcurso de su
peregrinar político, carrera en pelo o fuga
hacia la más alta magistratura estatal, el dictador
Montenegro; GALICIA. Poemas. 1940. italiano ha puesto de relieve incesantemente su afi
Eloise Talcot Hibbert: JESUIT ADVBETUEB Alfredo Marquerie: DON LAURBABO Y SUS
X* PRIE* Durante el reinado de Kang Hsi. E. P. — AVENTURAS. Novela. Madrid. 1940. PEDAGOGIA ción al antojo. Empleamos a sabiendas la pala
Dutton & Co. Biografia del segundo emperador de bra fuga para representar su ascensión, ya que en su
Manchuria, con especial atención a sus relaciones DEEBCEO-POLITICA-ECONOMIA L M. Terman: ESTUDIO DE ESTANDARXSA-
con los misioneros jesuítas. CXON DE LA PRUEBA COLECTIVA DE INTELI apresurado caminar se dan a cada paso, a cada mal
W. p. Morrell: THE GOLD RUSEES. New York. Esteban Justo y Edelmiro Trillo: LAS FLBCBAS GENCIA GENERAL. PORMA A. Un volumen de 14'-'
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sf Taaau-Fresa. Este volumen contiene los escritos volumen de 208 páginas. Colección I Grandi Itallani. LA IGUALDAD DE LOS NOMBRES T LA FILO
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~ YySfiberger: PIERRE PAUCKAE®, Turin. Eduardo Pallares: RABSCNNING MIENTE. Mé tivo. Sentado a su izquierda, el dictador vióse en la
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■“#
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bT'-ataadftn.'-
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1 í>40 México. 1942. maba su versatilidad. Por último se encomendó a
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Watónusuke Randa: JAPAwBBB LAOQbAA. y glosas de Augusto C. Pires de Lima. Un volu las flechas veleidosas de las veletas. Se unció al
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en color. eZOORATXA-JSISTORXA-BXOOBATZA
ma. Lisboa, 1940. _____ los parientes colaterales. La falange triunfaba. Tras
José Regio: PRXMEXRO VOLUME DB TEATRO.
CRETICA T ENSAYOS Fereira de Mira: MLABUEX* BBBTO DB SOUSA. enconada pugna de superlativos el Imperio minúscu
Oporto, 1S4Û. Ediciones Seara Nova. Lisboa. 2940.
Logan Pearsall Smith: MILTON AND BX8 Contiene este volumen dos piezas teatrales: 3*- Antonio Vieira: SEBXAO DB STO. ABTOBIO lo era el del "Cuñadísimo”. Serrano Suñer, redun
MODERN OMITIOS. Boston, Mass., Little, Brown coto • o AnJo; misterio en tres actos, con un prólogo AOS PBZXBS B CABTA A D. ADPOMSO VX. Edi
A Co. Revisión de la obra del poeta. y un epílogo y Tro» uAscam», fantasía dramática dancia flagrante de iniciales sinuosas, ebrias, era
ciones Seara Nova. Lisboa, 1940. ___
Arno Schirokauer y Wolfgang Faulsen: CORO en un «cto. ___ . Rodríguez Lapa: D DUARTB B OS BROSADO- transportado en volandas, por serafines arios, al
NA. Durham, N. C. Duke University Press. Estu José Julio Rodríguez: COWTOS B BOVBTsAS, RBS DA CASA DB AVIA, Edlaciones. Seara Nova,
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sario de Samuel Singer. ___ ________________ . 1940.
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Oporto, 1040. Guedns ib A morin: PETAIN. Lisboa, 1040.
POESIA Y DRAMA Mario Goncalves Viana: OS SHBTOXsABXOS BA Carlos Ferrao: CNURCNILL. Lisboa. 1040. trimonio con el caudillo, cuéntase que, muy ufana
l·ZTBBATÜ’BiA FOBTUOVBSA. Oporto. P>4 0. Mario Korha: »E GAULLE. Lisin,a, 1041. de su propio emparejamiento y un tanto desdeñosa
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DO COBACAO. Oiorto. mt’. ____ 8ŒTOBXA. Oporto. 1240. irónica:
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NúSez: El cunas. Augusto Anas: Novena de Pnnur.c'a. meú» A. cerrero: Política agraria nariona’.. Bernardo Sieber: QUE ALGUNOS DE ELLOS NO HAYAN DE SER PUBLICA
cota es kaioiticftev.riíarneiauiir.g.’ Ntcannr de ia Fuente; j DOS OPORTUNAMENTE
RECORTES. Número 22. Febrero-marzo de 194L—Antonio DiOCFNES. Número 2. Diciembre de 1940-Ener» de 1941.
V. Arenas: La mentira. H. Ur. van Loon: El Arrapo, invento hu -ujohn Wheelwright: Plate glass membra». . Austin AA arre*. B reí* í*1*1 ua-
Pagina 24 ■ROMANCE 22 DB Await os
Hedy Lamarr una de las más bellas actrices de la Mary Howard descansa de sus labores en los Estu Judy Garland, actriz y cantante de la Metro-Goldwyn- La inimitable estretla de la Metro, Norma Shearer,
Metro-Goldwyn, sorprendida por la cámara en su dios Metro-Coldwyn-Mayer, encontrando cómodo Mayer, juega badminton durante unas cortas vaca que realiza una admirable labor en “Fugitivos dtl
casa de Hollywood. el trajecito de gabardina que ahora luce. ciones. Destino”. , •
E
FUGITIVOS DEL DESTINO o incursión en territorio nazi son llevadas a la prác
* í
tica con sumo acierto por Robert Taylor. más
N buen propósito y un excelente reparto, Fu consciente de su papel y menos atento a sus rugoF
Ü gitivos del destino se incorpora, con sobra de exteriores que otras veces. De Norm* Shearer peco
méritos, a la serie de' películas incorporadas hemos de decir. Continúa tan belfa - y ttb aaSÍfcpEOÁ
a su vez a un sentido del cine actual: el político. mo siempre, y mostrándose, fugitiva de ju psnt»o
Un copioso grupo de producciones recientes ha de
ser incluido en él. Y dentro de él, dentro de la
orientación que. muy. acertadamente a nuestro jui
cio. pretende llevar a la pantalla las inquietudes de
L destino, en plena juventud. A Con
cabido en suerte, por desdicha, la w
“el mgjo’’. El malo en la moderna ,
conviene no olvidarlo, es el nazi,
•
prese:nu:He. per trai::;;»?} y Temperamento, ia aven Sin duda en el mismo en que £ai hora íatal, ya que,
tura. Era preciso buscar en ese mismo drama ongi- pese a su carácter novelístico, los personajes que
nario la faceta imaginativa, irreal, de tipo román intervienen en ¡a aventura, en una aventura por
tico. Bajo ei enredo pi.uiico de! momento resucita cierto inaudita, son entes no desprovistos en abso
ba el sentido de las películas Je los vicios cow-boys. luto de gravidez humana, de sentido común.
Resultaba que lo endeble tenia también su arraigo. Las escenas, perfectamente logradas, mantienen
Y en este sentido Corresponsal extranjero —como el interés y la emoción en el espectador. La impetuo
luego Convoy—, acudió a llenar el vacío de tipo sen sa presencia del joven yanqui en la Europa totali
\:rg:nia Grey. de la Metro. é; ;L>r abriles timental e infantil que aqueja a! yanqui. taria. su sorpresa e irrespetuosidad ante procedimien Laraine Day, actn; de la Metro Gotdwyn-Mayer,
tonta -:is preea:i::o¡:, .. t-l turro es :e!;t ¿En qué sector clasificar Fugitivos del destino? tos tales como ios que le rodean durante su excursión es una entusiasta deportista.
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