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Según las versiones al uso, el poeta peruano Alberto Hidalgo (1897-1967), radi-
cado desde 1919 en Buenos Aires, fue dos veces candidato al premio Nobel de
literatura: en 1957 y en 1967.
Debo confesar que, como todas las referencias halladas sobre el tema me pare-
cieron demasiado imprecisas, dí por sentado que se trataba de una leyenda
echada a rodar por Hidalgo mismo, ya que él fue el promotor de una acción
similar en 1964.1 Sin embargo, encuentro ahora indicios más concretos sobre el
tema, en relación con la que habría sido la primera ocasión.2
1 Tal surge de una carta suya a Emilio Pettoruti del 4-I-1964 en García / Greco 2020, 320.
2 En cuanto a la última, dice Álvaro Sarco: “ En marzo de 1967 Hidalgo obtiene un impor-
tante premio pecuniario –en virtud de su obra poética– de parte de la Sociedad Argentina de
Escritores, dentro de un concurso organizado por la Fundación de la Poesía Argentina. En ese
año, también, es nuevamente postulado al Nobel de Literatura por un comité creado por la
municipalidad provincial de Arequipa” (2010/08). La Fundación de la Poesía Argentina había
sido fundada por los poetas Carlos Alberto Débole (muy amigo de Huidobro) y Rubén Vela.
De esta época se conserva en el CeDInCI (Buenos Aires) una carta de Cayetano Córdoba
Iturburu a Débole, excusándose por no poder asistir al homenaje a Hidalgo, a quien elogia sin
reticencias (2-V-1967).
3 Accedí a fines de 2019 a un ejemplar del libro gracias a la generosidad de Martín Greco
(Buenos Aires).
Según Andía, Hidalgo sólo realizó dos óleos en su vida, para participar en una
muestra de la peña “Signo”, “en la cual tomaron parte solamente escritores que
no habían pintado jamás”. Pedro-Juan Vignale resaltó en El Mundo el valor de
las obras de Hidalgo, a las que absurdamente equiparó “con algunas de los rena-
centistas italianos” (73). Ambas obras son reproducidas en el libro, en blanco y
negro: “Rincón del estudio” y “Paisaje urbano” (figuras 28 y 29).
Andía tuvo también acceso al archivo del poeta, que no sólo cobijaba su propia
obra (incluidos algunos textos inéditos), sino una amplia colección de trabajos
Si bien todos los pocos trabajos que se ocupan del tema, siempre en passant,
aseguran que Hidalgo fue propuesto en 1957 por primera vez al Nobel, las
huellas más antiguas que encuentro de un proyecto semejantes son muy ante-
riores.
1951
La primera noticia que hallo acerca de las actividades de Andía en relación con
Hidalgo, es una tarjeta remitida al Embajador de Chile en Roma a mediados de
1951:5
Saluda muy atentamente al Excmo. señor Embajador de Chile en Roma y le ruega en-
carecidamente se sirva ordenar que la Embajada haga llegar a su destino el ejemplar del
libro: Diagnosis de la Poesía y su arquetipo, que remitiera hace tres meses a la señora
Gabriela Mistral por ese conducto, y en caso de que se hubiera extraviado, tenga la bon-
dad de hacérselo saber, para entonces repetir el envío, pues tiene particular interés de
que la insigne poetisa lo conozca debidamente.
10-VII-51
(Poco más tarde, y gracias a Andía, Hidalgo recupera el contacto con Juan
Marín; véase la carta que le remite el 23-IX-1951 en García / Greco 2020, 305.)
1952
A fines de 1952, Andía entabla relación epistolar directa con Gabriela Mistral.
Las tres cartas conservadas se ocupan de la candidatura de Hidalgo al premio
Nobel de literatura, acción promovida con entusiasmo por Andía. Hubo, segu-
ramente muchas cartas suyas a diversas personalidades, pero el caso de Mistral
es especialmente importante: ya que ella había obtenido el premio en 1945, su
recomendación poseía gran relevancia, de ahí la insistencia de Andía.7
[1]
Señora
Gabriela Mistral
(Nápoles)
Distinguida compañera:
6 Cf. [www.libraries.psu.edu/findingaids/1764es.htm].
7 Por lo demás, algo inusual en el misógino Hidalgo: sentía gran aprecio por la obra de la
poeta ya desde temprano. Al publicar cuatro poemas en La Semana 1, Arequipa, 8-V-1918,
Hidalgo agrega “De mi próximo libro, Las voces de colores, desgloso estos maravillosos
sonetos que, en homenaje de admiración, dedico a Gabriela Mistral”. Le dedicará tambíen,
entre otros, los siguientes artículos: “La poetisa Gabriela Mistral”: La Semana 194, Arequipa,
27-VII-1922. “Gabriela Mistral”: El Hogar 753, Buenos Aires, 21-III-1924; “Los nuevos
valores. Gabriela Mistral”: Suplemento Literario de La Verdad 30, Murcia, 17-VIII-1924, 1.
E.D. Andía
Rep. Argentina
...
1953
[2]
8 Ignoro quién pertenecía a ese grupo y quién encargó a Andía ocuparse de ello en Argentina
(colijo que fue el mismo Hidalgo). En una conferencia leida tras la muerte de Hidalgo (el 11-
II-1986, en la ANEA, Lima), Magda Portal aseguró que fue la “Sociedad Argentina de
Escritores” la que promovió la candidatura, pero no aporta ninguna prueba en apoyo de esa
hipótesis. Es, de todos modos, plausible, ya que Carlos Alberto Débole (1915-1990) era
miembro de la Sociedad Argentina de Escritores, de la que fue presidente entre 1984 y 1987.
Portal cita y elogia el libro de Andía.
[Carta de EDA a GM, 1 página mecanografiada, con firma autógrafa. Biblioteca Nacional de
Chile, Santiago de Chile:]
GABRIELA MISTRAL
Admirada Gabriela!
9Un ejemplar llegó a destino. Se conserva en el Museo Gabriela Mistral bajo la signatura 19-
320, y contiene la siguiente dedicatoria de Andía: “A Gabriela Mistral, sobre quien aliento la
E.D. Andía
Rep. Argentina
...
[3]
[Carta de EDA a GM, 1 página mecanografiada, con firma autógrafa. Biblioteca Nacional de
Chile, Santiago de Chile:]
Mi eminente amiga:
Hoy partió de Buenos Aires la nota petitorio del Premio Nobel para Hidalgo
firmada por algunos de los más ilustres escritores de América, a la cabeza de los
cuales aparece su nombre.
esperanza de escribir algún día una obra como esta, contribuyendo así a la ascensión de su
gloria”. Véase aquí la última carta.
10Sería interesante y útil saber qué nombres contenía esa lista. Ignoro si se conservan esos
materiales, que quizá se hallen en algún archivo sueco.
Para ello, me harán falta datos que quizás solo usted misma podría proporcio-
narme, ya que no encuentro en las librerías argentinas material bibliográfico
abundante a su respecto.
Andía
Rep. Argentina
...
1973
“Cuatro poemas”: Homenaje vivo a Alberto Hidalgo: [Cuatro poemas] Del libro
Fuego por todas partes (inédito, 1967) [dados por la Sra. Elisa Dearma, Vda. de
Hidalgo]: La Hoja Comunicante 3, Buenos Aires, 1973.14
La revista estaba dirigida por Néstor Alberto Sofía y Pablo Mantelli. El ho-
menaje a Hidalgo se realizó en la Galería Meridiana, dirigida por el poeta A.
Piazza. Entre los invitados figuran Francisco Tomat Guido, Carlos Alberto
Débolo, Luis Franco, Gyula Kosice, Libero Badíi, Inés Malinow, Dr. Legui-
zamón Martínez, Dr. Enrique Andía, Roberto Juarroz, Vicente Forte, Córdoba
Iturburu, Dr. Ramón Melgar, Hamlet Lima Quintana, y otras personalidades de
la cultura nacional, así como la Embajada del Perú en la República Argentina.
Este es el último documento que hallo acerca de la relación entre Andía e Hi-
dalgo.
En cuanto a Andía, tuvo desde joven inclinaciones literarias, a pesar de ser psi-
quiatra de profesión. En La Literatura Argentina 12 (Buenos Aires, agosto de
1929, 37) apareció esta reseña anónima de un volumen de cuentos suyo:15
Luces y sombras, de Ernesto Daniel Andía.— El doctor Manuel María Oliver presenta
al autor de Luces y sombras (relato de un practicante interno del hospicio de las fan-
tasías), con estas palabras: “Quien los ha tratado posee, además de un comportamiento
de artista, un don de psicólogo, una habilidad de disector y una aptitud imaginativa
indiscutibles. Hay en su pluma la tragedia de Hoffman, la tiniebla de Poe, la bruma de
los noveladores del Norte de Europa, que nos pintan las almas en tormenta y los
corazones a los que el destino ha resecado hasta en su último zumo de lágrimas. Creo
en el éxito de Andía; lo creo y lo afirmo.
Con la auspiciosa venia del prologuista, uno se decide a emprender la lectura. Apresu-
rémonos a declarar que luego de iniciada no se la abandona hasta llegar al macabro ex-
libris de la contratapa, dibujado, como la carátula, por el propio autor.
Andía podrá llegar a ser un buen cuentista, lo que es mucho decir, pero en justicia, tiene
el rico tesoro de la imaginación. Acaso le falte aún el hábito de prodigarlo con buen
gusto.
De entre las alucinante historias que integran el libro, merece destacarse “El cadáver
del delito” por la pulcritud de sus imágenes y la hondura del tema.
Pero estas sutiles observaciones de ningún modo atenúan el elogio que tributamos a
Ernesto Daniel Andía, compartiendo el juicio de Manuel María Oliver.
Con una dedicatoria que no la merezco “A don G. Humberto Mata, Poeta del tamaño de
los tiempos, con un abrazo”, me llega desde Buenos Aires esta obra de Andía.
16G. Humberto Mata (1904-1988), escritor ecuatoriano. Sobre él, véase Margaret Hamilton
Dickson: G. Humberto Mata. Su sitial en la novela indianista del Ecuador. Cuenca: Talleres
Gráficos de la Universidad, 1963.
Dejando de lado el cumplido y con sencilla veracidad digo que, por fin, se ha realizado
la más absoluta y cabal labor sobre la función cerebral de un poeta. Entusiasmo por el
personaje, profundidad de conocimientos, penetración de la obra del Poeta consubstan-
ciado con el autor, altura de miras, y consecuencia para consigo mismo hacen las
características del libro del Dr. Andía quien ha tenido que crearse un lenguaje especial
para ponerse en igualdad de talla con su protagonista. Estudio científico y poético,
somático y psíquico, el de esta obra en la que se avalora, se investiga y se revisa el
nervosismo de un alma en trance de creación de Poesía. Para dar con la exacta diagno-
sis de la Poesía, el autor ha recurrido fuera del detallado, substancioso y medular
estudio de la poética de su protagonista, a la radiografía torácica y a varios electrocar-
diogramas del poeta; así, afirmando en esas bases, puede precisar, con toda su luminosa
justeza, esa maravilla de genio poético, esa exactitud de idioma creador y esa potente
síntesis de órbita de cosas bellas y cósmicas que encierra la obra de ALBERTO HI-
DALGO, el arquetipo de la poesía.
Y bien por Alberto Hidalgo que ha sabido crear también a este médico-poeta-crítico
que ha dado con el secreto para introducirse en el historial psicológico de la creación
lírica más pura.
Bibliografía
[No he logrado completar los datos bibliográficos marcados con el signo “+++”.]
Andía, Ernesto Daniel (1929): Luces y sombras. Relatos de un practicante interno del Hos-
picio de las Fantasías. Buenos Aires, 1929.
Andía, Ernesto Daniel (1944): Andanzas de un alienista. Buenos Aires: El Ateneo, 1944.
Andía, Ernesto Daniel (1944): Clínica psiquiátrica. Buenos Aires: Aniceto López, 1944.
Andía, Ernesto Daniel (1946): Líquido cefalo-raquídeo. Buenos Aires: El Ateneo, 1946.
Andía, Ernesto Daniel (1947): Fantasías del pensamiento médico. Buenos Aires: El Eteneo,
1947.
Andía, Ernesto Daniel (1948): Técnica del informe médico legal psiquiátrico. Buenos Aires:
El Eteneo, 1948.
Andía, Ernesto Daniel (1953): “[...]”: Poesía de América 5, México, enero-febrero de 1953
(Editorial Cultura, Director: Honorato Ignacio Magaloni. Colaboran: Ernesto Daniel An-
día, César Tiempo, Jorge Gaitán Durán, Raquel Jodorowsky, Claribel Alegría, Claudia
Lars, Hugo Lindo).
Andía, Ernesto Daniel (1977): Cuando el médico es el enfermo. Buenos Aires: Plus Ultra,
1977.
Andía, Ernesto Daniel (+++): Plexos coroideos de los ventrículos laterales. +++
Andía, Ernesto Daniel (+++): En el país de los héroes. Buenos Aires: El Ateneo, +++.
García, Carlos, ed: Alberto Hidalgo: España no existe. Madrid / Frankfurt am Main: Iberoa-
mericana / Vervuert, 2007, con varios ensayos de CG.
García, Carlos / Greco, Martín: Alberto Hidalgo en la vanguardia argentina. Córdoba: Uni-
versidad Nacional de Córdoba, 2020 (eBook).
Hidalgo, Alberto: Edad del corazón. Buenos Aires: Edición del Teatro del Pueblo, 1940, 57
páginas.
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