Está en la página 1de 10

Idioma español

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
«Castellano» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Castellano
(desambiguación).

Español o castellano

Hablado en mostrar

Países hispanohablantes12

España
Región
Estados Unidos
Guinea Ecuatorial
Hispanoamérica

Hablante 592 millones2


s mostrar
Nativos
mostrar
Otros

Puesto 2.° (Ethnologue, 201
3)

Familia
Indoeuropeo
 Itálico
  Latino-falisco
    Romance
     Romance
occidental
      Iberorromanc
e
       Iberorromanc
e occidental

       Español o
castellano

Dialectos Véase Variedade
s dialectales del
español

Escritura Alfabeto
latino, braille
español

Estatus oficial

Oficial mostrar
en Ver lista.

Regulado Asociación de
por Academias de la
Lengua Española

Códigos

ISO 639- es
1

ISO 639- spa


2

ISO 639- spa


3

[editar datos en Wikidata]

El español o castellano es una lengua romance procedente del latín hablado,


perteneciente a la familia de lenguas indoeuropeas. Forma parte del grupo
ibérico y es originaria de Castilla, reino medieval de la península ibérica. Se
conoce también informalmente como «castilla», n. 13132 en algunas
áreas rurales e indígenas de América,33 pues el español se empezó a enseñar
poco después de la incorporación de los nuevos territorios a la Corona de
Castilla.343536373839
Es la segunda lengua del mundo por el número de hablantes nativos (475 millones
aproximadamente40) tras el chino mandarín, y la cuarta lengua en hablantes tras
el inglés, chino mandarín e hindi.41424344 Unos 493 millones de personas lo hablan
como primera o segunda lengua con dominio nativo, alcanzando los 592 millones
al incluir los hablantes con competencia limitada, entre los que hay 24 millones de
estudiantes.2 Así pues, puede ser considerado el tercer idioma en comunicación
internacional tras el inglés y el francés.45 El español posee la tercera población
alfabetizada del mundo (un 5,47 % del total), siendo la tercera lengua más
utilizada para la producción de información en los medios de comunicación, 46
como también la tercera lengua con más usuarios de Internet, después del chino y
el inglés, con unos 364 millones de usuarios, lo cual representa el 7,9 % del total.47
Se estima que para el año 2050 el idioma español tendrá 820 millones de
hablantes, y 1200 millones para el año 2100. 48
La lengua es hablada principalmente en España12 e Hispanoamérica, como
también entre las comunidades de hispanohablantes residentes en otros países,
destacando Estados Unidos con más de 40 millones de hablantes de español. En
algunos países anteriormente bajo dominio español donde el español ya no es
lengua de habla mayoritaria ni oficial, el mismo sigue manteniendo una gran
importancia en el sentido cultural, histórico y muchas veces lingüístico, siendo el
caso de Filipinas y algunas islas del Caribe. En Guinea Ecuatorial, donde es
lengua oficial, es hablado como lengua materna solo por una pequeña parte de la
población.49
Es uno de los seis idiomas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas.50
Es también idioma oficial en varias de las principales organizaciones
internacionales —la Unión Europea,51 la Unión Africana,52 la Organización de
Estados Americanos,53 la Organización de Estados Iberoamericanos,54 el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte,55 la Unión de Naciones Suramericanas,56
la Comunidad del Caribe,57 los Estados de África, del Caribe y del Pacífico58 y
el Tratado Antártico, entre otras— y en el ámbito deportivo, la FIBA,59 la FIFA,60
la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo,61 etc.
El español, como otras lenguas romances, es el resultado de siglos de evolución a
partir del latín hablado (denominado latín vulgar) desde el
siglo III aproximadamente. Tras la caída del Imperio romano, el latín vulgar de
la Hispania romana se fue transformando y divergiendo de las otras variantes del
latín que se hablaban en otras provincias del antiguo Imperio. Las
transformaciones dieron lugar, tras una lenta evolución, a las distintas lenguas
romances que existen hoy en día.

Índice

 1Aspectos históricos, sociales y culturales


o 1.1Nombre de la lengua
 1.1.1Etimología
 1.1.2Polémica en torno a «español» o «castellano»
 1.1.2.1Posición actual de la RAE
o 1.2Historia
 2Distribución geográfica
o 2.1América
 2.1.1Hispanoamérica
 2.1.2Estados Unidos
 2.1.3Brasil
 2.1.4Canadá
 2.1.5Otros países de Centroamérica y el Caribe
o 2.2Europa
o 2.3Asia
 2.3.1Filipinas
 2.3.2Israel
 2.3.3Otros países
o 2.4África
 2.4.1Islas Canarias
 2.4.2Guinea Ecuatorial
 2.4.3Sáhara Occidental y Marruecos
 2.4.4Otros países
o 2.5Resto del mundo
 2.5.1Oceanía
 2.5.2Antártida
 2.5.3Estimación del total de hablantes por país
o 2.6Idioma en expansión
 2.6.1Estudiantes de español en el mundo
 2.6.2Educación informal
o 2.7Variedades dialectales del español
o 2.8Lenguas derivadas
o 2.9Lenguas relexicalizadas por el español
 3Descripción lingüística
o 3.1Clasificación
 4Fonología y sonidos
o 4.1Vocales
o 4.2Consonantes
o 4.3Fonología del español
o 4.4Velocidad de pronunciación
o 4.5Alfabeto
o 4.6Gramática
 4.6.1Morfología
 4.6.2Sintaxis
 4.6.3Voseo
o 4.7Léxico
o 4.8Sistema de escritura
o 4.9Otras representaciones
 5Valor económico del idioma en España
 6La Real Academia Española y las academias asociadas
o 6.1Otras asociaciones relacionadas con la lengua española en el mundo
 7Véase también
 8Notas
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos
o 11.1Organizaciones
o 11.2Diccionarios
o 11.3Cursos y recursos educativos
o 11.4Artículos y monografías

Aspectos históricos, sociales y culturales[editar]


Nombre de la lengua[editar]
Etimología[editar]
Según la Real Academia Española (RAE), la palabra español procede
del provenzal espaignol, y este del latín medieval Hispaniolus, que significa «de
Hispania» (España).62
La forma en latín HĬSPĀNĬOLUS procede de la denominación latina de la provincia
de HĬSPĀNĬA que incluía a la península ibérica, más bien, de su
forma ultracorrecta.63 Cabe recordar que en latín tardío no se pronunciaba la / H/.
La abertura de la /Ĭ/ latina breve en /e/ habría dado por tanto en
protorromance: ESPAŇOL(U).
Otra hipótesis sostiene que español procede del occitano espaignon.64 Menéndez
Pidal ofrece otra explicación etimológica: el clásico hispanus o hispánicus tomó
en latín vulgar el sufijo -one (como en borgoñón, bretón, frisón, lapón, sajón, etc.) y
de *hispanione se pasó en castellano antiguo a españón, «luego disimilando las
dos nasales se llegó a español, con la terminación -ol, que no se usa para
significar naciones».65
La otra denominación, el castellano, procede del latín castellanus, que
significa de Castilla, reino medieval situado en la parte central de la península
ibérica y origen de esta lengua.66
Polémica en torno a «español» o «castellano»[editar]
Artículo principal: Controversia por el nombre del idioma español
La polémica en torno a los términos «español» y «castellano» estriba en si resulta
más apropiado denominar a la lengua hablada en Hispanoamérica, en España y
en otras zonas hispanohablantes con uno u otro término, o bien si ambas son
formas perfectamente sinónimas y aceptables.
Como muchas de las controversias relacionadas con la denominación de una
lengua identificable con un determinado territorio (español con España, y
castellano con Castilla, el antiguo reino de donde surge el idioma y se empieza a
enseñar en América), o que lleva aparejada una ideología o un pasado histórico
que provoca rechazo, o que implica una lucha en favor de una denominación única
para facilitar su identificación internacional y la localización de las producciones en
dicha lengua (por ejemplo, en redes informáticas), la controversia es
extralingüística.
Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, no es posible justificar
preferencias por una denominación u otra.
En el ámbito normativo o prescriptivo, según la normativa establecida por los
principales organismos de política lingüística del área hispanohablante en lo
relativo a la codificación del estándar idiomático (Real Academia Española y
Asociación de Academias de la Lengua Española), «castellano» y «español» son
términos sinónimos, aunque el Diccionario panhispánico de dudas, obra de esta
misma institución de carácter normativo, señala: «El término español resulta más
recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la
lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas. Asimismo, es
la denominación que se utiliza internacionalmente
(Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.)».67
Asimismo, el diccionario normativo editado por la Real Academia Española y la
Asociación de Academias de la Lengua Española se titula Diccionario de la lengua
española.68
Determinados autores han mostrado su preferencia por uno u otro término, como
el lingüista venezolano Andrés Bello, que titulaba su principal obra Gramática de
la lengua castellana, o el valenciano Gregorio Mayans, que escribía, en 1737, en
su libro Orígenes de la lengua española lo siguiente:
Por «lengua española» entiendo aquella lengua que solemos hablar todos los españoles cuando
queremos ser entendidos perfectamente unos de otros.69

Por otra parte, la Constitución española de 1978, en su artículo tercero, utiliza la


denominación específica de «castellano» para la lengua, diferenciándola de las
otras «lenguas españolas» también existentes, tales como el euskera,
el aragonés, el catalán o valenciano, el asturleonés, el gallego o el aranés.
En cuanto a los filólogos, algunos autores justifican el uso preferente de uno u otro
término a partir de su origen y evolución histórica, interpretados de maneras
distintas.
Posición actual de la RAE[editar]

Mapa del uso de las palabras «castellano» y «español» para referirse al nombre del idioma.

Actualmente la RAE prefiere el uso del término «español» en lugar del término


«castellano», a pesar de considerar válidos ambos para referirse al nombre oficial
del idioma; aunque también considera al castellano un dialecto del español que se
habla en la región española de Castilla. No obstante, debe mencionarse que,
cuando la RAE se funda en 1713, tomando como modelo a las academias
francesa e italiana, se marcó como objetivo esencial la elaboración de un
diccionario de la lengua castellana, «el más copioso que pudiera hacerse». Ese
propósito se hizo realidad con la publicación del Diccionario de
autoridades, editado en seis volúmenes, entre 1726 y 1739. 70
ESPAÑOL. Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también
se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los
términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada
está hoy superada. El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que
se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy más de cuatrocientos millones de personas.
Asimismo, es la denominación que se utiliza internacionalmente
(Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Aun siendo también sinónimo de español, resulta
preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de
Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En
España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en
relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán,
el gallego o el vasco.71
Diccionario panhispánico de dudas, 2005, págs. 271-272.

Historia[editar]

Una página del Cantar de mio Cid.

Artículo principal: Historia del idioma español


La historia del idioma castellano comienza con el latín vulgar del Imperio romano,
concretamente con el de la zona central de Hispania. Tras la caída del Imperio
romano en el siglo V, la influencia del latín culto en la gente común fue
disminuyendo paulatinamente. El latín hablado de entonces fue el fermento de las
variedades romances hispánicas, origen de la lengua española. En el siglo VIII,
la invasión musulmana de la península ibérica hace que se formen dos zonas bien
diferenciadas. En al-Ándalus, se hablaban los dialectos romances englobados con
el término mozárabe, además de las lenguas de la minoría invasora
(árabe y bereber). Mientras, en la zona en que se forman los reinos cristianos
desde pocos años después del inicio de la dominación musulmana, continúa una
evolución divergente, en la que surgen varias modalidades romances: la catalana,
la navarro-aragonesa, la castellana, la astur-leonesa y la gallego-portuguesa.
A partir de finales del siglo XI es cuando comienza un proceso de asimilación
o nivelación lingüística, principalmente, entre los dialectos románicos centrales de
la península ibérica: astur-leonés, castellano y navarro-aragonés, pero también del
resto. Este proceso es el que dará como resultado la formación de una lengua
común española, el español.72 Cada vez son más los filólogos que defienden esta
teoría (Ridruejo, Penny, Tuten, Fernández-Ordóñez). También se ha resaltado el
peso del mozárabe de Toledo, ciudad en la que el castellano escrito comenzó
su normalización. Sin embargo, otros filólogos siguen defendiendo los postulados
pidalianos del predominio del dialecto castellano en la formación del español y su
expansión por un proceso de castellanización por el resto de territorios
peninsulares.73
El dialecto románico castellano, uno de los precursores de la lengua española, se
considera tradicionalmente originado en el condado medieval de Castilla (sur
de Cantabria y norte de Burgos), con posible influencia vasca y visigótica. Los
textos más antiguos que contienen rasgos y palabras similares al castellano son
los documentos escritos en latín y conocidos como Cartularios de Valpuesta,74
conservados en la iglesia de Santa María de Valpuesta (Burgos),75 un conjunto de
textos que constituyen copias de documentos, algunos escritos en fecha tan
temprana como el siglo IX. El director del Instituto Castellano y Leonés de la
Lengua concluyó que:
«ese latín “estaba tan alejado de la rectitud, presentaba un estado tan evolucionado o corrompido (...)
Se puede concluir que la lengua de los becerros de Valpuesta es una lengua latina asaltada por una
lengua viva, de la calle y que se cuela en estos escritos”».76

Las Glosas Emilianenses de finales del siglo X o principios del XI, conservadas en


el monasterio de Yuso en San Millán de la Cogolla (La Rioja), fueron consideradas
por Ramón Menéndez Pidal como el testimonio más antiguo de lengua española.
Sin embargo, hay teorías posteriores que afirman que esos documentos
corresponden al romance navarro-aragonés, no al romance castellano.77
Un momento decisivo en el afianzamiento del idioma español se dio durante el
reinado de Alfonso X de Castilla (1252-1284).78 Si los cantares de gesta estaban
escritos en esa lengua vulgar —el castellano— y por eso mismo eran populares,
podría pensarse que las obras cultas y literarias producidas en la
Corte toledana del citado rey deberían ser redactadas en latín, única lengua culta
que toda la Europa cristiana había admitido hasta esa época; por eso resultó una
verdadera revolución cultural el hecho de que Alfonso X el Sabio decidiese dirigir
un buen número de obras de elevada cultura redactadas en un idioma hasta
entonces desairado por las personas letradas por considerarlo demasiado
prosaico. Esto dio lugar al reconocimiento oficial del español, que podía alternar
desde entonces con el latín, un idioma respetado por todas las personas
ilustradas.79
El español se extendió por la península durante la Baja Edad Media debido a la
continua expansión de los reinos cristianos en este período, en la
llamada Reconquista. La incorporación a la Corona de Castilla de los reinos
de León y Galicia con Fernando III de Castilla y la introducción de una dinastía
castellana en la Corona de Aragón con Fernando I de Aragón en 1410 y más
tarde, la unión final peninsular con los Reyes Católicos acrecentaron la asimilación
y nivelación lingüística entre los dialectos de los diferentes reinos.

Antonio de Nebrija autor de la Gramática, la primera gramática publicada en imprenta de una lengua


europea moderna.

El primer libro impreso en español se publicó hacia 1472. 80 En el siglo XV, la


lengua común española se había introducido en gran parte de la península ibérica.
En 1492 el sevillano Antonio de Nebrija publicó en Salamanca su Grammatica,
primer tratado de gramática de la lengua española, y el primero publicado «en
molde» de una lengua europea moderna.81 También son de Nebrija las primeras
"Reglas de ortografía en la lengua castellana", impresas en Alcalá de Henares en
1517, en las que postula la ortografía como una relación biunívoca entre la
pronunciación y la escritura.82
Se estima que a mediados del siglo XVI el 80 % de los españoles hablaba
español.83 En esa época ya había comenzado el reajuste consonántico, que
significó la reducción del sistema fonémico al pasar, por la pérdida del rasgo de
sonoridad, de seis consonantes sibilantes a solo dos o tres según la variedad.
La colonización de América, iniciada en el siglo XVI expandió el español por la
mayor parte del continente americano, tomando préstamos que enriquecieron su
vocabulario de idiomas nativos como el náhuatl o el quechua, lenguas sobre las
que también tuvo un notable impacto. Tras conseguir la independencia los nuevos
estados americanos iniciaron procesos de unificación lingüística que terminaron de
extender el idioma español a través de todo ese continente,
desde California hasta Tierra del Fuego.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII surgen infinidad de publicaciones periódicas
públicas y privadas en español. La primera ve la luz en Madrid en 1661 de la mano
de Julián Paredes (Gazeta nueva),84 y la siguen numerosas publicaciones
en Salamanca, León, Granada, Sevilla y Zaragoza. En los territorios bilingües
también comienzan a aparecer publicaciones periódicas en español. La primera
fue en 1792, el Diario de Barcelona, que también fue el primer periódico en
español de Cataluña.[cita  requerida] Le siguieron El Correo de Gerona (1795), Diario de
Gerona (1807) y aun antes en ciudades también bilingües como Palma de
Mallorca (1778), Vigo o Bilbao. En América el español pasó a ser la lengua normal
en la enseñanza, en detrimento de las lenguas generales basadas en lenguas
indígenas. Se estima que el español era conocido hacia 1810 por un tercio de los
habitantes de la América española.
El idioma español siempre tuvo numerosas variantes que, si bien respetan el
tronco principal latino, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario, como
sucede con cualquier otra lengua. A esto hay que agregar el contacto con los
idiomas de las poblaciones nativas, como
el aimara, chibcha, guaraní, mapudungun, maya, náhuatl, quechua, taíno y tagalo,
entre otros, que hicieron también contribuciones al léxico del idioma, no solo en
sus zonas de influencia, sino en algunos casos en el léxico global.

Distribución geográfica[editar]
Véanse también: Distribución geográfica del idioma español   y  Áreas metrop

También podría gustarte