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La mariposa monarca es el único insecto que realiza un viaje migratorio tan increíble. Por desgracia, las prácticas
humanas están provocando su desaparición.
La mariposa monarca es uno de los lepidópteros y uno de los insectos más conocidos del mundo. Con su aspecto
naranja y negro icónico y su odisea migratoria, este invertebrado se ha ganado el corazón de toda América. Allí, se
ha convertido en un símbolo del paso de las estaciones y forma parte de importantes tradiciones culturales.
Sin embargo, la mariposa no está pasando por su mejor momento. Diversas acciones de origen humano amenazan
su existencia y reducen sus poblaciones. De no poner manos en el asunto, el planeta podría perder a este fantástico
animal.
Las alas son de un naranja intenso. Están bordeadas por márgenes negros anchos y atravesados por una serie de
venas negras más finas. Los márgenes están adornados por una serie de puntos blancos. El resto del cuerpo también
es negro y presenta algunos de estos patrones de color.
Las venas de las alas son más finas en los machos que en las hembras. Estos también cuentan con un punto negro
que atraviesa una de las venas de cada ala trasera.
Una de las características más llamativas de estos insectos es su increíble viaje migratorio , que recorre continentes
enteros y requiere varias generaciones sucesivas de mariposas para completarse. Danaus plexippus es la única
mariposa conocida que realiza este tipo de migración.
Estos lepidópteros solían ser increíblemente abundantes. Tanto era así que, durante las migraciones masivas, el
sonido de su aleteo recordaba al agua de un arroyo o una lluvia de verano, según indica el Centro para la
Biodiversidad Biológica .
Sin embargo, la población total de la mariposa monarca podría haberse reducido en torno a un 90 % desde 1990.
Como es cada vez más habitual, este declive está mediado por las acciones del ser humano , que frecuentemente se
llevan a cabo sin considerar sus impactos sobre el medio ambiente. Entre las causas de esta marcada pérdida, se
encuentras las siguientes.
La destrucción de los hábitats es una de las amenazas más frecuentes y más dañinas para las especies silvestres. En
los Estados Unidos, gran parte del hábitat reproductivo de las monarcas ha sido eliminado por las prácticas
agrícolas modernas, que son nefastas para el medio natural.
Uno de los problemas más relevantes es la desaparición de las plantas del género Asclepias, llamadas en
inglés milkweed. La monarca depende de estas plantas para sobrevivir, ya se alimentan exclusivamente de ellas
cuando son larvas.
La expansión de la agricultura moderna y la eliminación sistemática de la vegetación en los bordes de caminos,
carreteras y parcelas agrícolas son responsables de la pérdida de Asclepias y, por tanto, de mariposas.
Los hábitats de invernada de esta especie en México también están siendo destruidos. La industria maderera, tanto
legal como ilegal, está degradando los bosques que usan las mariposas y causando deforestación. La expansión de
la industria agrícola también contribuye a este fenómeno.
Pesticidas y transgénicos
El uso de herbicidas es otra de las prácticas extendidas de la agricultura moderna que presenta grandes problemas
para la conservación de especies. Estos químicos tóxicos, aunados con el uso de cultivos transgénicos que los
resisten, impiden el crecimiento de Asclepias.
Los pesticidas también son muy comunes en la agricultura y la gestión de jardines. Aunque se usan para controlar
insectos considerados dañinos, también perjudican a las mariposas y a muchos otros insectos polinizadores .
Algunos cultivos transgénicos empleados hoy en día también contienen toxinas de origen bacteriano, que pueden
dañar a la mariposa monarca.
Cambio climático
Los animales migratorios son especialmente vulnerables al cambio climático. Su supervivencia depende que sus
desplazamientos, que están regulados por condiciones ambientales concretas. Estos eventos de movilización masiva
coinciden con épocas de bonanza en los lugares de destino.
A medida que el cambio climático altera las condiciones ambientales, la coordinación de los viajes migratorios con
los parámetros óptimos podría perderse. Los ecosistemas que esta especie necesita podrían perderse o alterarse
hasta el punto de no ser utilizables.
Es posible que las mariposas tengan que alterar sus rutas migratorias para sobrevivir . Es difícil predecir lo que
pasará con el cambio climático, pero el futuro de esta especie no parece muy alentador a largo plazo.
Para evitar la extinción de estos insectos, es imprescindible implementar una mejor gestión de las tierras agrícolas,
jardines, bordes de caminos y espacios verdes similares. Esta gestión debería permitir recuperar las Asclepias y
otras flores silvestres que solían ser muy comunes.
Las erróneamente consideradas ‘malas hierbas’, que tanto nos empeñamos en eliminar, son en realidad especies
nativas valiosas. Estos vegetales y arbustos benefician a la biodiversidad en general y a los insectos polinizadores
en concreto. Por tanto, también son muy ventajosos para las personas.
La protección de los espacios que utilizan estos lepidópteros frente al avance desmedido de las industrias también
es de innegable importancia. Además, es necesario apoyar políticas medioambientales robustas que minimicen la
emisión de gases contaminantes y frenen el cambio climático.