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4.

Analizar la parte decisoria del caso propuesto en virtud a la nueva


orientación del Nuevo Código Procesal Constitucional
La sentencia del Tribunal Constitucional que recae en el expediente N°
0006-2019-CC/TC sobre la disolución del Congreso de la República en cuya
parte decisoria resuelve declarar INFUNDADA la demanda competencial
interpuesta por el Presidente de la Comisión Permanente. La decisión a la
cual se llega es en base a los siguientes argumentos:

A. Para llegar al fallo que declara infundada la demanda que presentó el


presidente del congreso en ese entonces se tomaron en cuenta una
serie de criterios y jurisprudencia vinculantes, una de ellas es la del
mismo criterio es el Tribunal Constitucional, pero, a través de su
jurisprudencia ha señalado que existen otros casos que se
constituyen en conflictos competenciales. De ese modo, en la STC
Nº 0005-2005-PC/TC, establece que existe conflicto competencial
cuando un órgano constitucional omite llevar a cabo una actuación,
desconociendo las competencias constitucionales atribuidas a otro
órgano constitucional (conflictos por omisión en cumplimiento de acto
obligatorio) caso que no se ve presente en esta demanda ya que, el
Poder Legislativo -caso peruano- es el único poder del Estado que se
involucra en la decisión sobre quiénes serán los miembros del
Tribunal Constitucional, a diferencia de otros países en los cuales
dicha decisión corresponde a dos o más poderes del Estado o
entidades, en esa línea de ideas el Presidente de Consejos de
Ministro está facultado para plantear cuestión de confianza como lo
hizo el pasado 30 de setiembre de 2019, donde cuyo pedido fue
formulado en relación con dos aspectos, por un lado la aprobación de
un proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional para un proceso transparente y por el otro lado la
paralización del procedimiento de elección de los Magistrados, con el
propósito que el mismo pueda continuar en un momento posterior ,
esto a fin de permitir la participación de la sociedad civil y así
fiscalizar el procedimiento respectivo.
B. Las atribuciones que tienen los miembros del Tribunal Constitucional
son de suma importancia para el mantenimiento de nuestro Estado
Constitucional toda vez que velan por la protección de los Derechos
Fundamentales, así como garantizan la supremacía Constitucional ya
que son los máximos intérpretes de la Constitución. A lo largo de la
historia del Tribunal Constitucional, se ha podido evidenciar una
suerte de falta de uniformidad en cuanto a los elementos que deben
de componer el proceso de selección de sus miembros. Esto ha
ocasionado que se tengan que vivir antecedentes tristemente
célebres dentro de los cuales tenemos: En el año 2005, a pesar de
que la Comisión Especial había elaborado un orden de mérito en
razón a las calificaciones obtenidas por los candidatos, la propuesta
llevada al Pleno del Congreso no coincidió con tal orden de mérito.
En el año 2013, tras la elección de miembros para ocupar el cargo de
Magistrados del TC, el Congreso tuvo que dejar sin efecto debido a
la difusión de algunos audios entre algunos parlamentarios
involucrados en el proceso de selección en el cual disponían cómo
se ocuparían las plazas vacantes en el tribunal Constitucional, en la
Defensoría del Pueblo y en el Banco Central de Reserva, este último
acontecimiento fue conocido como “la repartija”. Es por estas
consideraciones que la elección de los miembros del Tribunal
Constitucional ha estado marcada por controversias y episodios que
debilitan la imagen institucional de este alto tribunal.
C. Por Consiguiente, el tribunal que resuelve el caso considera que la
presentación de un proyecto de Ley relacionado con la reforma de la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, específicamente
relacionado al procedimiento para la selección de sus magistrados,
se encuentra dentro del ámbito de las Competencias del Poder
Ejecutivo. En relación a si se denegó, de conformidad con la
Constitución, la cuestión de confianza, este Tribunal considera que
no, toda vez que conforme al artículo 132 y 133 de la Constitución
Política del Estado el presidente del Consejo de ministros está
facultado a plantear una cuestión de confianza facultativa. Por otro
lado se podría pensar que el Presidente del Congreso al postergar la
deliberación de la cuestión en confianza actuó dentro en el marco
permitido por el artículo 82 del Reglamento del Congreso el cual
establece: “la cuestión de confianza que plantee el Presidente del
Consejo de Ministros a nombre del Consejo en su conjunto, será
debatida y votada en la misma sesión o en la siguiente” , sin
embargo era evidente que las circunstancias ameritaban que dicho
asunto fuera resuelto primero, de este modo al continuar con el
procedimiento de elección de Magistrados, el Congreso de la
República demostró que no tenía intenciones de cumplir con lo
solicitado por el Presidente del Consejo de Ministros teniendo en
cuenta que se planteó la cuestión de confianza para la reforma de la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y también a fin de postergar
el proceso de elección de los magistrados que se desarrollaba en
ese momento.
D. En cuanto a realizar un análisis y vincularlo con el nuevo código
Procesal constitucional se tiene que tener en cuenta que este caso
se resolvió con el anterior código que se publica en el Diario Oficial El
Peruano la Ley Nº28237 Código Procesal Constitucional el 31 de
mayo de 2004, vigente por vacatio legis desde el 01 de diciembre del
2004, que regularía todos los procesos constitucionales establecidos
en la Constitución Política de 1993, entre ellos, el Proceso
Competencial. Ello se complementa con la derogación de la Ley Nº
26435, mediante la publicación de la Ley Nº 28301 en el Diario
Oficial El Peruano, el 23 de julio de 2004, que establecía una nueva
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que regulaba, en estricto,
sus competencias y atribuciones, dejando de lado la regulación de
los procesos constitucionales al Código Procesal Constitucional. En
el artículo 109º del Código Procesal Constitucional, con relación al
Proceso Competencial, se señala lo siguiente: El Tribunal
Constitucional conoce de los conflictos que se susciten sobre las
competencias o atribuciones asignadas directamente por la
Constitución o las leyes orgánicas que delimiten los ámbitos propios
de los poderes del Estado, los órganos constitucionales, los
gobiernos regionales o municipales, y que opongan: 1) Al Poder
Ejecutivo con uno o más gobiernos regionales o municipales; 2) A
dos o más gobiernos regionales, municipales o de ellos entre sí; o 3)
A los poderes del Estado entre sí o con cualquiera de los demás
órganos constitucionales, o a éstos entre sí. Los poderes o entidades
estatales en conflicto actuarán en el proceso a través de sus titulares.
Tratándose de entidades de composición colegiada, la decisión
requerirá contar con la aprobación del respectivo pleno. Ahora el
título IX del Nuevo Código Procesal Constitucional regula el Proceso
Competencial, y, pese a que el caso en análisis se desarrolló que el
anterior Código Procesal Constitucional no encontramos diferencia
toda vez que no hubo modificaciones en este título, de tal forma que,
ambos códigos establecen que, el Tribunal Constitucional conoce los
conflictos que se susciten sobre las competencias o atribuciones
asignadas directamente por la Constitución o las Leyes Orgánicas
que delimiten los ámbitos propios de los Poderes del Estado (…), en
ese sentido lo que se cuestiona en el presente caso es que el Poder
Ejecutivo no tienen Competencia para realizar pedido de cuestión de
confianza respecto a la selección y elección de Magistrados del
Tribunal Constitucional conforme al artículo 201 de la Constitución,
ya que ello significa menoscabar atribuciones del Congreso de la
República.

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