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CONTROL CONSTITUCIONAL PERUANO

1. INTRODUCCIÓN:

El presente trabajo tiene por finalidad dar un alcance del control constitucional en
nuestro ordenamiento jurídico, esto se logrará al analizar la decisión adoptada por el
Tribunal Constitucional en el Expediente 3741-2004-AA/TC, decisión que generó una
amplia discusión a la que espero contribuir con las reflexiones que en el presente ensayo
se detallaran.

Sin perjuicio de tratarse de un estudio que se aproxima críticamente a una sentencia


del Tribunal Constitucional, es preciso señalar que se ha intentado ubicar dicha sentencia
no sólo en el contexto de la jurisprudencia constitucional sobre la inaplicación de normas
por parte de la Administración Pública sino que, conforme vamos avanzando en su
desarrollo, era necesario, también, enmarcarla dentro de un contexto más general como es
el referido a la discusión en torno al respeto por parte del Tribunal Constitucional de los
límites que su función jurisdiccional debe observar en garantía de la posición especialmente
importante que en un Estado Democrático de Derecho ostenta el legislador, tema que viene
ocupando, progresivamente, mayor importancia en nuestro ámbito.

El contenido de este ensayo tiene como finalidad, rastrear los antecedentes del
pronunciamiento del Tribunal Constitucional en el caso Salazar Yarlenque, estudiar la lógica
interna de la sentencia en dicho caso y revisar los argumentos, a favor y en contra, que
desde diversas perspectivas se han formulado al polémico fallo que consagra el control
difuso de la constitucionalidad de las leyes por parte de entidades integrantes de la
Administración Pública, tratando de leer esta sentencia en el contexto de la jurisprudencia
establecida por el Tribunal Constitucional y, especialmente, en su relación frente al legislador
y el respeto de su legitimidad democrática.

Es así que haciendo uso del método documental se analizó el contenido del
mencionado expediente y otros textos para lograr una mayor comprensión del control
constitucional.
2. DESARROLLO:

El Control de constitucionalidad es el mecanismo jurídico por el cual, para asegurar el


cumplimiento de las normas constitucionales, se realiza un procedimiento de revisión de las
normas ordinarias, y en caso de contradicción con la Constitución se procede a la
invalidación de las normas de rango inferior que no hayan sido hechas en conformidad con
aquellas. El fundamento de este control es el mantenimiento del Principio de Supremacía
Constitucional.1

2.1. MODELOS DE CONTROL CONSTITUCIONAL

La constitución peruana contiene dos modelos, control concentrado y control


difuso, para desarrollar el control constitucional, aunque en el Perú también se hace uso
rara vez de un tercer modelo, el control legislativo.

A continuación, detallaremos de manera minuciosa para tener una mejor comprensión:

2.1.1. CONTROL CONCENTRADO

La constitución regula en su art. 201º que el Tribunal Constitucional es el órgano


de control de la constitución2, siendo considerado -en la práctica- como el máximo
intérprete de la misma debido a la intensa labor que viene desarrollando en la actualidad
dirimiendo controversias en las cuales estén en juegos derechos fundamentales o
pronunciándose sobre la constitucionalidad de normas legales de inferior rango como leyes
ordinarias, decretos legislativos, decretos, reglamentos, entre otros.3

El Tribunal Constitucional no actúa de oficio a manera de vigilante de la


constitucionalidad, sólo actúa cuando los órganos y sujetos expresamente indicados
en el artículo 203 de la Constitución inician un proceso ante este órgano colegiado.4

2.1.2. CONTROL DIFUSO

El artículo 138 de la constitución reconoce la segunda forma de control


constitucional, donde se señala que: “En todo proceso, de existir incompatibilidad entre
una norma constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente,
prefieren la norma legal sobre toda otra norma de rango inferior”.
Este sistema nos ofrece más acceso a la justicia constitucional debido a que un
ciudadano no estaría limitado por el artículo 203 de la Constitución. En este sentido,
si un particular inicia un proceso judicial y considera que una norma contraviene lo
dispuesto en la constitución, podrá solicitar que se inaplique la norma. De igual forma,
el juez puede optar por inaplicarla sin la solicitud de alguna de las partes, lo cual quiere
decir que el control difuso en sede judicial es a pedido de parte o de oficio.

El control difuso en sede judicial tiene su propio procedimiento debido a que las
sentencias expedidas por los jueces pueden ser elevadas en consulta para su
respectiva observación ante la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema para
que se pronuncie sobre el tema. Todo esto se encuentra contenido en la Ley Orgánica
del Poder Judicial.5

2.1.3. CONTROL LEGISLATIVO

Este tipo de control de la constitucionalidad es distinto a los anteriormente tratados.


Ciertamente, este tipo constituye más un procedimiento o formalismo vinculado a la dación de
normas legales que a un tipo diseñado específicamente para analizar la constitucionalidad de
una norma.

Este procedimiento de control está recogido en los artículos 90 y 91 del Reglamento


del Congreso de la República donde se contemplan procedimientos de control sobre la
legislación delegada (cuando se trata de decretos legislativos) y sobre decretos de
urgencia respectivamente.

Como bien sabemos, los decretos legislativos son una forma distinta de dictarse
normas con rango de ley. Lo característico de esta forma es que el propio Congreso
de la República dicta una ley autoritativa en donde establece un marco de delegación
de facultades para el Poder Ejecutivo. Es con dichas facultades determinadas por ley,
que el Ejecutivo puede dictar normas con fuerza de ley sobre materias que competen
exclusivamente al Congreso de la República. De igual forma, la constitución reconoce
en su artículo 118 inciso 19 que es facultad del Presidente de la República el dictar
medidas extraordinarias, mediante Decretos de Urgencia (los cuales tienen fuerza de
ley), en materia económica y financiera cuando así lo requiera el interés nacional.

Ambas formas de dictar normas están subordinadas a que se dé cuenta al


Congreso de la República para su evaluación. Una vez realizado el informe por parte
del Ejecutivo, éste es evaluado por la Comisión de Constitución y Reglamento, la cual
emitirá un dictamen o un informe al pleno sobre la constitucionalidad de los
mencionados decretos, sugiriendo su derogación o modificación por el Congreso de
la República.

2.2. ANALISIS DEL PRECEDENTE VINCULANTE EXP. N.° 3741-2004-AA/TC–LIMA


RAMÓN HERNANDO SALAZAR YARLENQUE
2.2.1. ANTECEDENTES:
Aduce el sr. RAMÓN HERNANDO SALAZAR YARLENQUE ( el demandante )
que tras haberle impuesto una multa la Municipalidad de Surquillo (la entidad
emplazada) se presentó en la municipalidad a efectos de impugnar dicha decisión,
pero se le exigió previamente el pago de quince nuevos soles (S/. 15.00) por concepto
de tasa impugnación, conforme al TUPA de la referida entidad edil, agregando que la
exigencia de dicho pago vulnera su derecho de petición, así como su derecho de defensa
como elemento del debido proceso que consagra la Constitución.

Es por ello que Con fecha 14 de febrero de 2003, el recurrente interpone


demanda de amparo contra la Municipalidad de Surquillo, solicitando que se ordene a
la emplazada admitir a trámite sus medios impugnatorios sin la exigencia previa de
pago de la tasa que por tal concepto tiene establecido en su respectivo Texto Único
de Procedimientos Administrativos.

La emplazada contesta la demanda contradiciendo de modo sustancial sus


argumentos. Sostiene que la Constitución, en su artículo 192°, inciso 3, reconoce
competencia a los municipios para crear, modificar y suprimir contribuciones, tasas,
arbitrios, licencias y derechos municipales, y que, sobre dicha base, ha establecido en
su TUPA el pago por los conceptos de presentación de documentos cinco soles y por
concepto de impugnación diez soles, los cuales se encuentran debidamente
sustentados en su estructura de costos.

El Sexagésimo Tercer Juzgado Civil de Lima, con fecha 6 de junio de 2003,


declara infundada la demanda considerando que el monto establecido por concepto
de impugnación, así como el que se establece por concepto de recepción de
documentos, ascendente en total a la suma de quince nuevos soles, se encuentra
previsto en el TUPA de la municipalidad emplazada. Argumenta también que dicha
norma ha sido expedida conforme al Código Tributario y que, por ello, no se están
violando los derechos del recurrente, tal como este alega.

Finalmente, en Lima, a los 14 días del mes de noviembre de 2005, reunido el


Tribunal Constitucional en sesión de pleno jurisdiccional, con la asistencia de los señores
magistrados Alva Orlandini, presidente; Bardelli Lartirigoyen, vicepresidente; Gonzales
Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncian sentencia a favor del
sr. Ramón Hernando Salazar Yarlenque.

2.2.2. ANALISIS

A través del ya conocido caso Salazar Yarlenqué, nuestro guardián de la


Constitución, en el Proceso de Amparo N° 3741-2004-AA/TC, sentó como precedente
“que todo tribunal u órgano colegiado de la administración pública tiene la facultad y
el deber de preferir la Constitución e inaplicar una disposición infraconstitucional que
la vulnera manifiestamente, bien por la forma, bien por el fondo, de conformidad con
los artículos 38°, 51° y 138° de la Constitución”.

Esto se expresa a través de los siguientes fundamentos:

6. Este deber de respetar y preferir el principio jurídico de supremacía de la Constitución


también alcanza, como es evidente, a la administración pública. Esta, al igual que los
poderes del Estado y los órganos constitucionales, se encuentran sometida, en primer lugar,
a la Constitución de manera directa y, en segundo lugar, al principio de legalidad, de
conformidad con el artículo 51.º de la Constitución. De modo tal que la legitimidad de los
actos administrativos no viene determinada por el respeto a la ley –más aún si esta puede
ser inconstitucional– sino, antes bien, por su vinculación a la Constitución. Esta vinculación
de la administración a la Constitución se aprecia en el artículo IV del Título Preliminar de la
Ley del Procedimiento Administrativo General, el cual, si bien formalmente ha sido
denominado por la propia Ley como «Principio de legalidad», en el fondo no es otra cosa
que la concretización de la supremacía jurídica de la Constitución, al prever que «Las
autoridades administrativas deben actuar con respeto a la Constitución, la ley y al derecho
(...)»
7. De acuerdo con estos presupuestos, el Tribunal Constitucional estima que la
administración pública, a través de sus tribunales administrativos o de sus órganos
colegiados, no sólo tiene la facultad de hacer cumplir la Constitución –dada su fuerza
normativa–, sino también el deber constitucional de realizar el control difuso de las normas
que sustentan los actos administrativos y que son contrarias a la Constitución o a la
interpretación que de ella haya realizado el Tribunal Constitucional (artículo VI del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional). Ello se sustenta, en primer lugar, en que si
bien la Constitución, de conformidad con el párrafo segundo del artículo 138.°, reconoce a
los jueces la potestad para realizar el control difuso, de ahí no se deriva que dicha potestad
les corresponda únicamente a los jueces, ni tampoco que el control difuso se realice
únicamente dentro del marco de un proceso judicial.
9. el artículo 138. ° no puede ser objeto de una interpretación constitucional restrictiva y
literal; por el contrario, la susodicha disposición constitucional debe ser interpretada de
conformidad con el principio de unidad de la Constitución, considerando el artículo 51.º antes
señalado, más aún si ella misma (artículo 38.°) impone a todos –y no solo al Poder Judicial–
el deber de respetarla, cumplirla y defenderla. Es coherente con ello el artículo 102º del
Código Tributario, cuando precisa que « al resolver el Tribunal Fiscal deberá aplicar la norma
de mayor jerarquía (...)»; es decir, aquellas disposiciones de la Constitución que, en este
caso, se manifiestan a través de los principios constitucionales tributarios y de los derechos
fundamentales que están relacionados con dichos principios.
16. La aplicación de una ley inconstitucional por parte de la administración pública implica
vaciar de contenido el principio de supremacía de la Constitución, así como el de su fuerza
normativa, pues se estaría otorgando primacía al principio de legalidad en detrimento de la
supremacía jurídica de la Constitución, establecido en los artículos 38.º, 51.º y 201.º de la
Constitución; lo cual subvierte los fundamentos mismos del Estado constitucional y
democrático.6

Según lo establecido en la sentencia no solo se hablaría de control difuso


en sede judicial, sino también podría hablarse de control difuso en sede
administrativa de acuerdo a lo que dispuso el tribunal constitucional en la sentencia
recaída en el expediente nº 3741-2004-aa/tc, que constituye un precedente de
observancia obligatoria. En esta sentencia, el tribunal constitucional establece que, si
bien es cierto que la administración pública está sometida al principio de legalidad,
ésta tiene la facultad y el deber de preferir la constitución e inaplicar una disposición
infraconstitucional que la vulnera manifiestamente. En este sentido, el ejercicio del control
administrativo difuso se realiza a pedido de parte y de oficio cuando se trate de la aplicación
de una disposición que vaya en contra de la interpretación que de ella haya realizado el
propio tribunal constitucional.

El argumento ofrecido por el tribunal constitucional para sustentar la aplicación


del control difuso en sede administrativa (tribunales administrativos u órganos
colegiados que dirimen controversias) se basa en la redacción del artículo 138 del
texto constitucional. Dado que no existe una prohibición explícita ni otra norma que
disponga lo contrario, es razonable reconocer esta facultad a la administración pública
cuando ejerce función jurisdiccional dentro de su propio ámbito. Dicha interpretación
contribuye también a que el tribunal constitucional pueda también hacer uso del
control difuso cuando resuelve en última instancia procesos constitucionales (hábeas
corpus, amparo, entre otros).
3. CONCLUSIONES:
 Podemos señalar que en materia de control constitucional el Perú el ordenamiento jurídico
peruano nos ofrece tres formas bien definidas, cada una con sus ventajas y desventajas pero
que, en definitiva, buscan defender la supremacía de la Constitución frente a posibles normas
que contravengan lo dispuesto por ella sea por la forma o por el fondo.
 En el expediente N.° 3741-2004-AA/TC–LIMA. Se aclaró que la aplicación del control difuso no
incumbe únicamente a los jueces, y que este no se debe realizar únicamente dentro del marco
de un proceso judicial.
 La administración pública, a través de sus tribunales administrativos o de sus órganos
colegiados, tiene la facultad de hacer cumplir la Constitución –dada su fuerza normativa–, y el
deber constitucional de realizar el control difuso de las normas que sustentan los actos
administrativos y que son contrarias a la Constitución o a la interpretación que de ella haya
realizado el Tribunal Constitucional (artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional).
 En conclusión, podemos afirmar que el sistema de justicia constitucional o de control de la
constitucionalidad es uno de los más perfectos posibles. No obstante, esta afirmación se
circunscribe a nuestra realidad debido a que funciona y es efectivo en nuestra realidad jurídica.
4. BIBLIOGRAFIA:
1 Wikipedia. (11 de julio de 2014). Recuperado el 20 de julio de 2014, de
http://es.wikipedia.org/wiki/Control_de_constitucionalidad
2 Artículo 201 de la Constitución Política del Perú 1993: “El Tribunal Constitucional es el
órgano de control de la Constitución. Es autónomo e independiente. Se compone de siete
miembros elegidos por cinco años.
Para ser miembro del Tribunal Constitucional, se exigen los mismos requisitos para ser
Vocal de la Corte Suprema. Los miembros del Tribunal constitucional gozan de la misma
inmunidad y de las mismas prerrogativas que los congresistas. Les alcanzan las mismas
incompatibilidades. No hay reelección inmediata.
Los miembros del Tribunal Constitucional son elegidos por el congreso de la República
con el voto favorable de los dos tercios del número legal de sus miembros. No pueden
ser elegidos magistrados del Tribunal Constitucional los jueces o fiscales que no han
dejado el cargo con un año de anticipación”
3 Artículo 200 inciso 4 de la Constitución Política del Perú de 1993: “La acción de
inconstitucionalidad procede contra las normas que tienen rango de ley: leyes, decretos
legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del congreso, normas
regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la
Constitución en la forma o en el fondo”
4 Blog del Christian Guzmán Napurí, Abogado y docente de la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Artículo: “El Concepto de Constitución” publicado el 07 de Noviembre
de 2007. http://blog.pucp.edu.pe/category/2647/blogid/1033
5 Artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial peruano
6 Expediente N.° 3741-2004-AA/TC–LIMA
5. ANEXOS:

CONTROL CONSTITUCIONAL

El Control de constitucional es el mecanismo jurídico por el


cual, para asegurar el cumplimiento de las normas
constitucionales, se realiza un procedimiento de revisión de las
normas ordinarias, y en caso de contradicción con la
Constitución se procede a la invalidación de las normas de
rango inferior que no hayan sido hechas en conformidad con
aquellas.

Se ejerce a través de tres formas

Control Control Control


Concentrado Difuso Legislativo

El sistema concentrado de El significado de Control Este tipo constituye más un


control jurisdiccional de la Difuso es el de una facultad procedimiento vinculado a la dación
constitucionalidad de las leyes, de normas legales que a un tipo
constitucional concedida a los
específico diseñado para analizar la
contrariamente al sistema órganos revestidos de potestad constitucionalidad de una norma.
difuso, se caracteriza por el jurisdiccional para revisar la Como bien sabemos, los decretos
hecho de que el ordenamiento constitucionalidad de las normas, legislativos son una forma distinta de
constitucional confiere a un solo haciendo prevalecer la dictarse normas con rango de Ley, de
órgano estatal el poder de actuar Constitución sobre la ley y ésta igual forma, la constitución reconoce
como juez constitucional, es decir sobre cualquier otra norma de que es facultad del Presidente de la
República el dictar medidas
que este sistema existe cuando rango inferior.
extraordinarias, mediante Decretos
un solo órgano estatal tiene la Esta facultad no debe ser solo de Urgencia.
facultad de decidir ejercida por los jueces en un Ambas formas de dictar normas están
jurisdiccionalmente la nulidad proceso judicial, sino que se subordinadas a que se dé cuenta al
por inconstitucionalidad de los puede aplicar también por la Congreso de la República para su
actos legislativos y otros actos evaluación. Una vez realizado el
administración pública, a través
del Estado de rango y valor informe por parte del Ejecutivo, éste
de sus tribunales administrativos es evaluado por la Comisión de
similar. o de sus órganos colegiados. Constitución y Reglamento, la cual
emitirá un dictamen o un informe al
pleno sobre la constitucionalidad de
los mencionados decretos, sugiriendo
su derogación o modificación por el
Congreso de la República.

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