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ESTUDIO DE BORDES DE CUENCA EN EL VALLE DE UCO.

1. INTRODUCCION.
En el contexto del proyecto “Evaluación Hidrogeologica de la
Cuenca del Valle de Uco”, resultado del convenio firmado el 22 de
marzo de 1999, entre el Departamento General de Irrigación y el
Instituto Nacional del Agua y del Ambiente, se realizó el presente
trabajo, el que constituye una contribución a la definición de los
límites y la extensión de la Cuenca, elementos necesarios para el
montaje de los modelos de simulación del comportamiento del agua
subterránea en sus acuíferos.
El Valle de Uco es por su extensión, la cantidad de habitantes que
están radicados en el mismo, la importancia de su producción agro –
industrial, sus posibilidades turísticas y su proyección futura, uno de
los oasis más importantes de la Provincia de Mendoza.
El recurso hídrico subterráneo constituye uno de los pilares en los
cuales se apoya su economía.
A la forma que se presenta naturalmente, abundante y de excelente
calidad, debe agregarse el hecho que no ha sido afectado por
contaminaciones de gran magnitud, por ello se deben pensar de cara
al futuro, en acciones para mantener la calidad y regular la
explotación del sistema, de modo tal que sea racional y
sustentable.
Los diversos trabajos geológicos e hidrogeológicos anteriores deben
ser actualizados, ya que el conocimiento interdisciplinario es
necesario para el montaje de modelos matemáticos.
Los mismos requieren para simular el comportamiento del agua de
la cuenca, de precisiones en cuanto a la extensión, cantidad, y
espesores de los acuíferos en explotación.
El primer interrogante, se intenta contestar en este trabajo,
orientado a definir los límites y la extensión de la cuenca.

2. UBICACION DEL AREA


El área se ubica entre las coordenadas
X: 6.342.000 - 6.208.000
Y: 2.460.000 - 2.524.000
Los accesos son la Ruta Nacional Nº 40 y la Provincial Nº 89 por el
norte, y por el sur la prolongación de la Rutas Nacionales Nº 40 y
143.
Está conectado con la Ciudad de Mendoza por el Ferrocarril
General San Martín, con terminal en Eugenio Bustos.

3. OBJETIVOS
El objetivo de este trabajo es tratar de dilucidar las dudas que
existen con respecto al comportamiento hidrogeológico en tres
sectores de borde de cuenca.

4. METODOLOGIA DE TRABAJO
Para cumplimentar con el mismo, se realizó una comisión de
reconocimiento geológico superficial, interpretación de imágenes
satelitales, análisis de la piezometría existente, y la correlación
química para determinar diferentes tipos de aguas.
Se investigaron los afloramientos existentes en el Valle del Toba ,
la Estancia Las Carreras, y en el sector austral de la cuenca . (Fig.
1).

5. MATERIALES
Se utilizaron para el presente trabajo, imágenes satelitales a escala
1:250.000, fotografías de cada una de las bandas para facilitar la
interpretación, Informes Técnicos Finales del Departamento General
de irrigación, y pares fotográficos para apoyo de campo. Se
tuvieron en cuenta además líneas de geoeléctrica registradas con
anterioridad, y utilizadas para la interpretación de subsuelo.

6. RESULTADOS.
6.1.Sector del Valle del Toba.
El denominado Valle del Toba, es según Carlos M. Urien ( 7 ), un
valle excavado posiblemente por el arroyo Papagayos y/o por el río
Tunuyán, y rellenado con material proveniente de Cordillera. (Fig. 1,
sector 1).
Siguiendo a Polanski J. ( 5 ), y a Romero J ( 6 ), éste es la
continuación hacia el norte del Valle Extenso del Campo del Bajo. (
Fig. 2, unidades geomórficas )
La fase póstuma de la neotectónica que produjo el levantamiento
relativo del bloque situado al Este, tuvo como efecto el abandono
del mencionado valle por parte de los cursos superficiales de agua.
Polanski J. menciona textualmente ( Pág . 321): "Tengo especial
interés en subrayar este hecho de importancia: que ni una sola gota
de ríos cordilleranos puede entrar ahora en la red intermitente actual
del Valle del Toba."
Sin embargo, Urien sostiene en su trabajo que sigue conectado en
subsuelo, por lo que constituye parte de la cuenca de agua
subterránea recargada por el río Tunuyán. (Fig. 2, líneas de flujo).
Confirmando parcialmente esta teoría, el corte geoeléctrico D10-D1
presentado en el trabajo de Bessone y Robles ( 2 ) ( fig. 3 ) , tiene
en el sondeo Nº 1 ubicado al norte de San Carlos, un espesor
saturado de 500 metros. La cota superior del nivel estático es de
cerca de 900 metros sobre el nivel del mar, y está sin lugar a dudas
dentro de la cuenca cuaternaria.
En el mismo trabajo, en el sondeo Nº 1 del corte E16-E1 ( fig. 4 )
situado al sur del anterior tiene solamente 120 metros de terreno
saturado respondiendo esta disminución de espesores al fallamiento
detectado entre los sondeos 2 y 1,y la cota del nivel estático es de
aproximadamente 1000 metros sobre el nivel del mar.
Se está en presencia, dentro de la cuenca, de un gradiente desde el
Sur con rumbo sureste - nornoroeste.
Aún admitiendo que la dirección del flujo fuese en este sector la
determinada por Urien hacia el Valle del Toba es decir de oeste a
este, se debe analizar además la dirección de los flujos
determinados anualmente por el ex - Centro Regional de Agua
Subterránea, del que mencionaremos sólo el de Pazos J. y
Bartolomeo J. ( 4 ). donde se determina nuevamente un flujo
predominante de sureste - nornoroeste. (ver fig. 5 )
Además, se realizó la reinterpretación de sondeos registrados en
tres líneas que ingresan en el Cordón del Toba desde el este.(ver
figura Nº 6 )
Las mismas no habían sido informadas anteriormente por
considerarse que se hallaban fuera de la cuenca del Valle de Uco,
pero como constituyen la única fuente de información de subsuelo
que se posee del sector, se realizó una interpretación de los
sondeos mediante técnicas de computación, y por el método
tradicional.
Efectivamente, en las líneas a - a` y c - c`, registradas en el Cordón
del Toba, presentan un paquete superficial muy resistivo
(280 -1200 omhios-m.) correspondiente al médano seco que cubre
a los terrenos subyacentes, que tienen valores entre 20 y 50
ohmios-m., y también son considerados secos.
El saturado se registra con valores resistivos de 13 - 28 ohmios - m.
(ver fig. 6 ).
Por debajo se registraron los terrenos conductivos que siempre se
interpretan como pertenecientes al Terciario fino.(Serie Amarilla)
Las cotas del saturado en los sondeos más cercanos al río Tunuyán
presentan 950 m. en b1 , 900 m. en a0 , y 850 m. en c0 . Este último
sondeo se encuentra en la margen izquierda del río Tunuyán, en las
proximidades del Arroyo La Estacada. Es decir, se está en
presencia de un flujo subterráneo de rumbo sur - norte, con el
agregado que en las dos líneas ubicadas al sur, se tiene a lo largo
de las mismas, un flujo de este - oeste.
En el caso de la línea c - c`, presenta un leve flujo hacia el este
(contrario a los anteriores), pero se debe tener en cuenta que la
misma es prácticamente paralela al curso del río Tunuyán, con lo
que la resultante final es un flujo sur suroeste - nor noreste,
evidentemente influenciado por el río
En la línea b - b` se pudo obtener además como apoyo el perfil de
un pozo, cuyos filtros están situados en el Terciario fino: los valores
de más de 4000 Ohmio.cm. para el agua alumbrada lo confirma, ya
que los diferencia incluso de aguas del mismo Terciario.
Todos los sondeos de esta línea están ubicados superficialmente
sobre sedimentitas identificadas como Terciarias, en el sector
erosionado que margina al cordón del Toba por el este.
Resumiendo, en el área se confirma que el flujo subterráneo es
opuesto al sugerido por Carlos Urien. (fig. 2)
Para el extremo norte del Valle del Toba, el trabajo de Bessone y
Robles ( 3 ) (ver cortes B 1- B9 , C8 - C12, y F9-F24, fig. 6, ubicados
en la fig. 2) indica un saturado de aproximadamente 150 metros de
espesor, con una cota mínima del nivel estático de 800 metros, es
decir está más bajo que el supuesto ingreso de agua a la cuenca
del Valle del Toba indicado por Urien.
En este caso, se trata de un acuífero contenido en terrenos
Terciarios, con un evidente gradiente sureste - nornoroeste en los
cortes B-B` y F-F`, mostrando estar el corte C-C` perpendicular a la
línea de flujo.
Por lo expresado arriba, la conexión que sugiere Urien es
aceptada en este trabajo, pero cambiando los sentidos de
flujos.
En consecuencia, se debe correr el borde de cuenca de modo que
incluyan a los cortes geofísicos arriba descritos, tomando el
contacto de los afloramientos terciarios ubicados al Este.
En otras palabras, se está en presencia de aporte subterráneo
desde terrenos terciarios a la cuenca, en contraposición al drenaje
cuaternario propuesto por Urien.
Cuando se pueda realizar una exploración geoeléctrica más
completa, que permita dilucidar la forma de todo el basamento, y
la correlación entre los extremos del valle, se tendrá una idea más
acabada de las magnitudes de los terrenos saturados, y de las
posibilidades reales de explotación del sector.
De hecho, este análisis implica el reconocimiento de la
existencia en este sector, de dos acuíferos en terrenos
terciarios: uno de buena calidad, detectado por las líneas de
geoeléctrica en el valle, y otro de mala calidad con análisis
químico ubicado por el pozo que se menciona en el corte b-b` ,
a los que hay que evaluar determinando exactamente su
geometría, sus parámetros hidrológicos y sus características
químicas, para que sean modelados matemáticamente.

6.2. Sector Estancia Las Carreras


No se cuestiona la existencia de agua, pero sí la importancia del
acuífero, ( Fig.1 sector 2), ya que una explotación intensiva en esta
zona podría afectar el recurso, por lo que se hace imprescindible la
investigación para determinar los espesores reales y cuantificar las
reservas.
La presencia de afloramientos terciarios en la Loma del Peral, hace
pensar que los sedimentos cuaternarios que rellenan la cuenca en
esta zona no tienen suficiente espesor como para contener
acuíferos de importancia .
De hecho, la surgencia de agua subterránea que se observa por el
oeste la mencionada Loma del Peral, indica una notable reducción
de la sección de flujo, producto del levantamiento del substrato
terciario en la lineación marcada en la Lámina Nº 1 (interpretación
visual de imágenes satelitales), y denominada por Polanski como
Falla de Anchayuyo, con labio hundido al oeste.
La recorrida de campo por la zona, permite asegurar que la recarga
del noroeste de la cuenca se produce en este sector, por lo que
preservar el equilibrio actual es muy importante hasta tanto se
tengan conocimientos más detallados, ya que el acuífero es
explotado aguas abajo en numerosas perforaciones.
En consecuencia, se mantiene el borde determinado
anteriormente, hasta tanto se efectúe una campaña de
geoeléctrica que permita obtener los espesores definitivos
y el borde que realmente separa los sedimentos secos de los
saturados.

6.3. Sector austral


Un tercer sector que presenta problemas de interpretación es el
austral, (fig. 1 sector 3) dado que los pozos Nº 2 y 3 ubicados al
sureste de Pareditas, presentan surgencia natural a muy poca
profundidad (50 y 70 metros) ; la característica química indica aguas
de buena calidad (290 a 300 micromho.cm), y la típica
diferenciación en su composición iónica con respecto a las aguas
contenidas en terrenos cuaternarios (ver diagrama de Piper, fig.8).
Sin embargo, y de acuerdo a la interpretación visual de imágenes
satelitales (Lámina N 1 ) se encuentran dentro de la cuenca
cubierta por sedimentos cuaternarios.
Además, ambos pozos debieron ser excluídos de la red de
mediciones piezométricas, ya que creaban un domo de recarga
anormal, que no corresponde a ningún aporte de agua.
Los restantes pozos que integran la red indican que corresponden a
un mismo acuífero, recargados por los Arroyos Papagayos, Yaucha
y Aguanda.
También se incluyen en este análisis, perforaciones que se
encuentran al sur, en terrenos con valores superficiales de geofísica
(corte geofísico f - f`, Fig. 7) que varían entre los 70 ohmios -m. y los
460 ohmios-m., y que fueron interpretados como la cobertura de
médanos secos.
Por debajo , y también interpretados como secos, con valores de
300 a más de 6900 ohmios-m. y espesores que varían entre 10 y
70 metros, se asigna a lo que Polanski denominó Asociación
Piroclástica Pumícea, quien la ubica cronoestratigráficamente en el
Pleistoceno Superior.
Infrayaciendo al anterior, con valores de 70 a 235 ohmios.m, se
interpreta el saturado con espesores de alrededor de 150 metros,
desde el sondeo 1 al 13 inclusive.
La cota absoluta del nivel de agua en el sondeo Nº 1, (ubicado a 4
Km. al sur de Pareditas) es de aproximadamente 1100 metros, por
lo que se puede calcular para el sector un gradiente elevado de
aproximadamente 2%, compatible con la fractura que cierra el
graben, y que pasa entre Pareditas y Paso de las Carretas.
Esto es perfectamente compatible con los registros obtenidos en el
resto de las líneas geofísicas, lo que permite integrar al sector sur
como una subcuenca, dado que este acuífero se encuentra en
terrenos de distinto origen, y con una recarga bien diferenciada del
resto de la cuenca.
Además, se deben efectuar estudios geofísicos, integrando líneas
transversales al trazado de los arroyos Yaucha y Papagallos, para
conocer medianamente la forma y tamaño de esta subcuenca.
Las fallas que levantan el basamento entre los sondeos 11 y 13
producen un cambio en el registro del saturado hacia el sur, ya que
los valores descienden hasta los 21-81 ohmios.m
Los valores obtenidos para el saturado, se aproximan más a los
obtenidos para la parte profunda de la cuenca, y tienen
probabilidades de que correspondan a la formación Terciaria
Mogotes.
En consecuencia, y hasta tanto se puedan realizar los muetreos
químicos que definan si los terrenos saturados situados al sur
corresponden al Terciario o al Cuaternario, se modifica el borde de
cuenca de este sector , llevándolo hasta el contacto con la Meseta
del Guadal.
Asimismo, se mantiene el antiguo borde como una separación entre
terrenos distintos, con aportes diferenciados , pero con una
conexión hidráulica evidenciada por la correlación de los niveles
estáticos, que indica un ingreso de agua subterránea importante.

7. Descripción de la Lámina N º 1
La interpretación visual de la imagen satelitaria en falso color
compuesto a escala 1:250.000, realizada con el apoyo de
fotografías de cada una de las bandas, presenta algunas
alternativas interesantes en cuanto a investigación superficial y
subterránea:
Principalmente, las lineaciones detectadas permiten realizar
observaciones hidrogeológicas como por ejemplo, los marcados
cambios de dirección de los ríos Mendoza y Tunuyán y en buena
parte del drenaje, demostración del claro control estructural sobre la
red de avenamiento.
Se observa además, que la bajada joven definida por Polanski está
constituida por la coalescencia lateral de los conos aluvionales de
todos los arroyos y ríos que bajan del cordón montañoso.
Con respecto a la llanura aluvial, se corresponde con bastante
exactitud con el sector con freática muy cercana a la superficie.
Dentro de este sector, se pudo constatar las nacientes de los
Arroyos La Cienaguita , de las Torrecillas y de la Casa Pintada, al
norte del río Tunuyán, ya que drenan esa freática.
Al Sur del río Tunuyán están las nacientes del Arroyo Negro.
Por otro lado, el fallamiento interpretado a partir de los registros de
geoeléctrica por Bessone y Robles ( 2 ) , es parcialmente
corroborado con este trabajo, dado que algunas fallas registradas
coinciden con las trazas de las lineaciones, mientras que otras son
modificadas por la interpretación de las imágenes.
Al este, se interpretan los relictos del cuaternario antiguo,
conformado por aglomerados de color gris oscuro, muy porosos
pero que no son acuíferos, por encontrarse en posición topográfica
alta.
Se modifican los bordes de cuenca en función de lo interpretado y el
control de campo efectuado, resultado que se expresa en la lámina
Nº 1.

8. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

8.1. Se mantienen los bordes establecidos en el sector nornoroeste


( Estancia Las Carreras ) , hasta tanto se efectúe un estudio de
geofísica que permita determinar los espesores y el inicio real de
los terrenos saturados.
8.2. Se modifican los bordes establecidos en el trabajo de Bessone
y Robles ( 2 ), para el sector este, dejando planteada la duda de
su demarcación definitiva hasta tanto se pueda realizar un estudio
de geofísica que permita determinar perfectamente el soporte físico
de los acuíferos y la correlación hidráulica de los mismos
identificados en el Valle del Toba.

8.3. Se modifica parcialmente el borde de cuenca Sur, ya que se da


mayor peso a la correlación de niveles estáticos del acuífero
(isopiezas absolutas) y a la interpretación de la línea de geofísica
registrada sobre la Ruta 40 , al sur de Pareditas.
También en este sector se impone un estudio de subsuelo
(geofísica) que permita delimitar en forma más exacta y
definitiva la forma de la cuenca subterránea.

8.4. Se sugiere la planificación y ejecución de líneas de geofísica


en los lugares propuestos en las tres recomendaciones anteriores, a
fin de delimitar los bordes con precisión para la aplicación de
modelos matemáticos.

8. 5. Se establece para los sectores este y sur, la presencia de


acuíferos en terrenos terciarios, con buenas calidades y buenos
rendimientos, los que no han sido evaluados en forma
integral, pero que constituyen indudablemente una reserva a
investigar para planificar su explotación racional.

Material gráfico.

Fig. 1 Ubicación de sectores estudiados.


Fig. 2. Unidades geomórficas.
Fig. 3. Corte geofísico - geológico D - D`
Fig. 4. Corte geofísico - geológico E - E`.
Fig. 5. Plano de isopiezas absolutas.
Fig. 6. Cortes geofísicos - geológicos a - a`, b - b`, c - c`, B - B` ,
C - C` y F - F`.
Fig. 7. Diagrama de Piper.

Lámina Nº 1: Interpretación visual de imagen satelital.


Bibliografía consultada.

1. Alvarez, Amilcar.
Evaluación hidroquímica de los recursos hídricos del Valle de
Uco. P-266. Centro Regional de Agua Subterránea. 1983.

2. Bessone José Luis y Robles José Orlando.


Investigación hidrogeológica dek Valle de Uco. D-I 244 Centro
Regional de Agua Subterránea. 1995.

3. Bessone José Luis y Robles José Orlando.


Investigación del recurso hídrico subterráneo en el área del
yacimiento La Ventana. I-T 184. Centro Regional de Agua
Subterránea. 1997.

4. Pazos Jorge y Bartolomeo Jorge.


Análisis de las mediciones hidrológicas en el Cuenca Centro.
Años 1991-1992. D-I 194. Centro Regional de Agua Subterránea.
1993.

5. Polanski Jorge.
Estratigrafía, Neotectónica y Geomorfología del Pleistoceno
Pedemontano entre los ríos Diamante y Mendoza. Revista de la
Asociación Geológica Argentina. Tomo XVII. Números 3-4. Julio-
Diciembre 1962.

6. Romero Jorge.
Informe geológico preliminar Zona Centro. P-138. Centro Regio-
nal de Agua Subterránea. 1976.

7. Urien Carlos.
Hidrogeología del Valle del Toba. Revista de la Asociación Geo-
lógica Argentina. Tomo XX. Nº 2 . Abril - Junio 1965.

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