Cristo, el gran anuncio para todos los pobres

1. REFLEXIONEMOS
• ¿Qué sucede cuando recibimos una noticia que esperamos?
Nos sentimos felices, agradecidos y emocionados.
• ¿Qué sentimientos embargan nuestro interior?
Alegría, tranquilidad y gratitud.
• ¿Cómo comunicamos las buenas noticias que recibimos en nuestra vida?
Con entusiasmo y buena actitud.
• Piensa en una buena noticia que haz recibido en estos días, descríbela.
El que saber que este fin de semana mi papá pudo acudir a la vacunación, esta noticia
me trae tranquilidad y alegría.
• ¿Qué te exige esa buena noticia?
Me exige mantener mi optimismo y mi oración para poder superar los malos
momentos.

2. CONCLUSIÓN
Cada una de nosotras ha de convertirse en buena noticia para todos porque llevamos
alegría, esperanza y entusiasmo por donde vamos. Jesús es la mejor noticia que
podemos recibir hoy .
3. INTERIORISAMOS LA EXPERIENCIA CON JESÚS
• Elabora un mural con las características encontradas.
• Construye un símbolo de lo que Jesús significa para ti y explícalo.

El símbolo que yo elegí es un corazón, ya que Jesús para mi es la imagen del amor que
siempre nos da y nos permite sentir.

• Elabora un listado de Buenas nuevas que nos trae Jesús encontrada en los
evangelios. Para ello coloca la cita y texto bíblico luego de anunciar cual es la buena
noticia que nos regala.

 La buena noticia que nos dice este Evangelio es que estando nosotros lejos de
Dios, Él nos acerca a sí mismo por medio del sacrificio de Cristo.
Efesios 2:13
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis
s sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.”

 La buena noticia que nos da este Evangelio es que Dios nos salva y nos llama,
no por nuestras obras si no por su gracia.
2 Timoteo 1:9
“Quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según
. nuestras obras, sino según su propósito y según la gracia que nos fue dada en
. Cristo Jesús desde la eternidad”

 La buena noticia de este Evangelio nos dice que por la fe en Cristo, Dios nos
hace renacer para una esperanza y una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible reservada en los cielos para nosotros.
1 Pedro 1:3-5
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande
misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de
Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el
poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para
ser manifestada en el tiempo postrero.”