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Refinados en la Tribulación 20
Libres del Poder del Pecado 38
1
Una Salvación Tan Grande
Hebreos 2:1-3
1 Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea
que perdamos el rumbo. 2 Porque, si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo
validez, y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo, 3 ¿cómo
escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación
fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron.
2
Los versículos 2 y 3, nos están diciendo de que la palabra que hablaron
los ángeles fue firme, y que toda transgresión y desobediencia recibió
justa retribución.
3
Cuando la palabra de Dios dice: qué su fe se les tomó en cuenta por
justicia, quiere decir que Dios NO los podía justificar, Dios NO podía
declararlos inocentes de sus pecados porque aún no había venido el
que los iba a justificar, que es Cristo Jesús.
Además, junto con esa salvación tan grande, Dios nos ha dado el Nuevo
Nacimiento (una nueva criatura en nuestro espíritu) y también su
Espíritu Santo que vive dentro de nosotros. Dios sacó su Santo Espíritu
del “lugar Santísimo del Templo,” para ahora ponerlo en nosotros.
Esa fue la razón por la que se rasgó el velo del Lugar Santísimo, porque
Dios se mudó fuera de ese templo, y en el día de Pentecostés encontró
un mejor domicilio, que es la Iglesia. Esa iglesia somos nosotros. Usted
y yo.
Dios nos vio tan valiosos, que sacó su Santo Espíritu de aquel lugar que
el hombre había creado con sus manos, para ponerlo dentro de la
criatura que Él había creado con su propias manos.
4
Nuestra salvación tiene Tres Tiempos
5
El tiempo pasado de nuestra salvación esta en nuestro espíritu, porque
Dios nos conoció desde antes que naciéramos en este mundo. Leer
Jeremías 1:5, Romanos 8:29-30, 1 Corintios 8:3 y 2 Timoteo 1:9.
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El tiempo presente de nuestra salvación esta en nuestra alma.
Fijémonos que Pablo NO nos está diciendo que nos ocupemos PARA
nuestra salvación, sino ocupaos EN vuestra salvación.”
O sea que la Salvación que Dios nos ha dado, necesita salir fuera de
nosotros para que las demás personas la vean, y así se den cuenta de
lo que hay dentro de nosotros.
Dios puede ver lo que hay dentro de nosotros, pero el mundo en que
vivimos necesita ver los frutos de nuestra salvación.
7
Viendo nuestro comportamiento a través de nuestras acciones y
nuestras palabras. Son nuestras acciones y nuestras palabras las que
reflejan que Cristo vive en nosotros como Salvador y Señor de nuestras
vidas.
Hay muchas personas que jamás han leído la Biblia, pero la Palabra de
Dios dice que nosotros somos la única Biblia que ellos van a leer.
Porque nosotros somos cartas leídas por todos los hombres. 2 Corintios
3:2.
8
Sabemos que vamos a ir al cielo porque Dios ya nos vio allí. (Esto es
para profundizar más, en lo que está escrito en Romanos 8:29-30)
Porque Dios ya nos vio vencer las pruebas de esta semana, y la semana
que sigue, y así sucesivamente (Filipenses 4:13.)
Fue por Adán que el pecado entró al mundo, y así mismo entró la muerte
como consecuencia del pecado (Romanos 5:12.)
9
“Nuestra salvación nos libró del pecado, pero el ocuparnos diariamente en nuestra
salvación, nos libra de una vida de pecado; esa es la razón por la que
necesitamos santificarnos, para no vivir bajo el control del pecado.”
Nosotros nacimos en esta tierra bajo el control del pecado y por ello vino
Jesús para redimirnos y librarnos del pecado.
10
Cuando un cristiano peca, va a sentir culpa y vergüenza por lo que ha
hecho, porque Dios ha puesto en él, sus deseos.
2 Corintios 5:17 dice: “De modo que si alguno “está en Cristo”, nueva
Criatura es “las cosas viejas pasaron” he aquí todas son hechas
nuevas.”
Iniquidad es todo pecado que hemos cometido con nuestra mente, con
nuestro corazón. Ambos son parte de nuestra alma.
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ISAIAS 55:7 nos revela las dos maneras en que pecamos:
externamente, e internamente (Por esa razón, Dios nos hizo nacer de
nuevo, porque la criatura interna que hay dentro de nosotros, en nuestro
espíritu, tiene la pureza y la santidad de Dios.)
Para que un cristiano vuelva a gozar y a disfrutar del placer del pecado,
va a tener que saltar un montón de obstáculos; como la voz del Espíritu
Santo, la Convicción de la Palabra de Dios, el Amor de Dios, etc.
A pesar de que las cosas del mundo pueden ser muy atractivas para
nosotros; el amor hacia el mundo, y sus deseos, ya no está en nosotros.
Cada vez que un cristiano coquetea con las cosas del mundo viene una
convicción fuerte en su corazón, tal convicción no puede ser
experimentada por un pecador.
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e. Cristianos que están sirviendo a Dios en sus propias fuerzas, y
habilidades.
f. Cristianos que están orando y ministrando en la carne.
David no sabía que él se había vuelto muy torpe e insípido hacia las
cosas espirituales de Dios. Dios tuvo que enviar a Natán para que le
hiciera ver su condición miserable en la que él se encontraba.
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¿Quién es más grande en nosotros, el hombre espiritual, o el
hombre carnal?
Recuerde que el amor de Dios mora dentro del hombre espiritual; y el
amor al mundo, habita en la carne.
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Si usted quiere encontrar las personas más felices aquí en la tierra, se
va a dar cuenta de que son aquellos cristianos que aman y sirven a Dios
con todo su corazón.
Esta Salvación Tan Grande Nos Libró Del Castigo Del Pecado.
Dios nos salvó del placer del pecado, pero también nos libro del castigo
del pecado a través de Jesucristo.
Una de las razones por las cuales muchos pecadores que han oído el
evangelio, y aún los cristianos carnales, no pueden tener paz en su
corazón, es porque ellos saben que el castigo del pecado es la muerte
eterna.
El que está en Cristo, no tiene que preocuparse del infierno, o del lago
de fuego, porque en su corazón, él sabe que le espera una Vida Eterna
con Dios en el cielo; en donde la culpa del pecado jamás podrá robarle
esa paz y esa promesa.
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Romanos 8:1 nos dice: “Ahora, pues,“NINGUNA CONDENACIÓN HAY”
para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu.
¿Qué es la condenación?
Es ser acusado de un crimen con pruebas en mi contra.
¿Que es la justificación?
Es ser declarado inocente (sin culpa;) y la ley no tiene nada contra
nosotros.
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Claro que primeramente Jesús tuvo que ser Justificado por el Espíritu
Santo de Dios, en el Seol (el lugar de los muertos;) y cuando le
recibimos como nuestro Salvador personal, su justificación fue
traspasada a nosotros, y nuestra condenación fue quitada de una vez
por todas.
2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
“No solamente fue removida la paga de nuestros pecados, sino que también nos
fue entregada la recompensa del inocente, la cual es la vida eterna.”
Esta Salvación Es Tan Grande, Porque Me Libró Del Poder Del Pecado.
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Sin embargo, ese es el propósito del Espíritu Santo en nosotros, porque
Dios sabe que no podemos vencer el pecado con nuestras propias
fuerzas.
El poder para caminar libre del poder del pecado, es a través del
entendimiento de la palabra de Dios, que nos da la victoria en Cristo
Jesús, quien da esta salvación tan grande.
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Refinados en la Tribulación
Hebreos 2:1-3
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LA FE que usamos cuando estamos bajo las presiones del mundo. (“ES
LA FE EN LA PALABRA DE DIOS” lo que nos hace Fuertes y firmes.)
No son las tribulaciones las que nos hace fuertes, pero Dios las permite
en nuestra vida, para que nosotros aprendamos a desarrollar UNA FE
CON CARACTER DIVINO.
21
Nuestra guerra espiritual tiene Dos Frentes: INTERIOR Y
EXTERIOR.
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¿Cuáles son esas Armas?
NUESTROS PENSAMIENTOS. La Biblia, porque ella es la mente de
Dios.
El apóstol Pedro en su primera carta capítulo 4:1, nos dice que “los
PENSAMIENTOS del Cristiano son Armas.”
Los tres “Escrito está” que Jesus usó contra satanás en el desierto,
significaban: YA DIOS LO DIJO.
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NOTA IMPORTANTE:
Nosotros “YA GANAMOS ESTA GUERRA EN CRISTO JESUS,” pues
en la cruz del calvario nuestro Señor Jesucristo exhibió derrotados a
satanás y sus huestes. Colosenses 1:15 y Efesios 1:19-22
Recuerde que satanás ya fue derrotado en el cielo, en la tierra y en el
Seol.
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Estos son los creyentes de temporadas, que sólo buscan acercarse a
Dios cuando hay tribulación, y después de que Dios los ha ayudado,
dejan de orar y escudriñar la palabra de Dios.
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Precisamente eso lo que estamos haciendo en este momento, porque
estamos recibiendo la palabra de Dios con atención, tomando nota de
ella y guardándola en nuestro corazón, para que después el Espíritu
Santo nos la recuerde cuando venga la tribulación.
Vale la pena recordar lo que Jesús nos dijo en “la parábola del
sembrador” que está en el libro de Marcos 4:3-20, en donde se nos
habla acerca de la semilla en los diferentes tipos de tierra en que cayó.
“No es lo mismo, recibir la palabra de Dios sentado en un servicio junto con los
demás hermanos de la iglesia, que recibir la palabra de Dios sentado en
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la oficina del pastor, buscando desesperadamente la ayuda de Dios para resolver
mis problemas.”
Este mundo en el que vivimos está lleno de mucha maldad por causa
de la maldición del pecado que hay en el.
La palabra de Dios, nos enseña que el hogar puede ser santificado por
el padre, la madre o los hijos. O sea que cuando alguien de la familia
tiene una buena comunión y relación con Dios, la bendición llega al
hogar, y es así como influenciamos nuestro mundo.
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hombre, cuando Adan desobedeció a Dios, comiendo del fruto del árbol
del bien y el mal en el Edén.
La gente está buscando por cosas que redimen en este mundo, a través
de las buenas obras humanas, como la caridad, la bondad y la religión,
pero la realidad es que “el mundo no puede producir absolutamente
nada” que pueda redimir al ser humano de sus propios pecados.
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Porque todas las obras humanas, buenas o malas, son producidas por
la carne, y la carne está contaminada “del fruto del árbol del bien y del
mal.” o sea “el bien venenoso y el mal venenoso.”
Lo que el apóstol Pablo nos está diciendo, es que está es una limpieza
sobrenatural del pecado que se lleva acabo en nosotros, a través de la
sangre de nuestro señor Jesús y el nuevo nacimiento por medio del
Espíritu Santo. (En otras palabras para volver a vivir de nuevo se
necesita un milagro Divino.)
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“El bien humano”, NO es “El Bien Divino”. La diferencia está en que el
bien humano” es “el esfuerzo del hombre ayudando al hombre” ( Esto
es la carne ayudando a la carne.)
Una de las batallas más difíciles de entender es: “el bien contra el Bien”.
( la pelea del “bien humano” contra el “Bien Divino”)
Por lo tanto todo lo que hago en el espíritu, “no me hace sudar, porque
lo hago en la fuerza del Espíritu Santo.”
Dios quiere que estemos en este mundo, pero que no seamos como el
mundo; si no que hagamos la diferencia en el mundo.
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1. El Gemido de la Creación. (v.22)
31
Todo lo que es sufrimiento, enfermedades, aflicciones, tristezas,
hambre, frío, dolor físico, pobreza y todo aquello que afecta mi
tranquilidad y bienestar natural.
32
LA ESPERANZA es un lugar de espera mientras llegamos a nuestro
destino.
33
Por la presión que sentimos en nuestro ser interno durante la tribulación,
deseando ser liberados desde la muerte. (La maldición de nuestra
naturaleza pecaminosa)
La Biblia no nos garantiza que nunca vamos a tener pruebas por parte
del enemigo, pero si nos garantiza que somos más que vencedores, y
para ser más que vencedores hay que ir a la batalla y salir victorioso.
34
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con
angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para
que lo mortal sea absorbido por la vida.
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“Dios nunca espera verme tirado en el suelo, si no de pie, con mis brazos hacia el
cielo dandole la gloria a Dios en señal de Victoria”
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4. Establecer- esto significa que Dios nos imparte un fundamento
inconmovible, que le da una solidez espiritual a nuestras vida.
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Libres del Poder del Pecado
Hebreos 2:1-3
Por ejemplo, una de las cosas que no estuvo disponible para los
creyentes del Antiguo Testamento es el nuevo nacimiento. Aunque ellos
fueron contados por justos no tenían una Nueva criatura dentro de ellos,
ni un espíritu recreado dentro de ellos.
Otra de las cosas fue que el Espíritu Santo no vivía dentro de ellos,
aunque él estuvo con ellos.
Cristo vino a ser el primer Hijo concebido de Dios, por esa razón se le
llamó el Unigénito de Dios. (Juan 3:16)
Sin embargo ahora que nosotros hemos nacido de nuevo, al morir, nos
vamos directamente al cielo para estar con Dios, a causa de la nueva
criatura que hay dentro de nosotros.
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La justicia de Dios es Jesucristo, y esa justicia ahora habita en nosotros,
porque él nos ha justificado.
El único que podía tener ese encuentro íntimo con Dios era el sumo
sacerdote de Israel, quien tenía que tener la unción y aprobación de
Dios para poder estar en su presencia.
Hoy día, todo cristiano puede entrar a la presencia de Dios sin tener
miedo de morirse, pues la justicia de Jesucristo que está dentro de
nosotros, nos permite estar frente a su Justicia. (Es Dios encontrándose
con él mismo).
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Fue Jesús mismo quien dijo que Él iba a edificar su iglesia, y también
prometió que las puertas del Hades, “NO” iban a prevalecer contra ella.
(Esto quiere decir: Ningún rango de autoridad infernal.)
Por esa razón, la palabra de Dios dice que nosotros tenemos Una
Salvación Tan Grande que no solamente nos libró del pecado, sino
también nos ha librado del poder del pecado (nuestras transgresiones).
Cada una de estas tres etapas de esta Salvación Tan Grande, nos libra
del poder del pecado.
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Es el tiempo presente de nuestra salvación, el que nos mantiene más
ocupados, porque es aquí donde nuestra alma tiene que trabajar en la
salvación todos los días, para renovarse con la palabra de Dios, y así
poder entender cuál es la buena voluntad de Dios, la agradable voluntad
de Dios y la perfecta voluntad de Dios para ella.
Las dos partes de nuestro ser que nos impiden llevar acabo la voluntad
de Dios en nuestras vidas son el alma y el cuerpo.
Por el otro lado, nuestra carne va a ser nuestra enemiga hasta el día
que Dios nos libre de este cuerpo de muerte, que le gusta saciar sus
apetitos en los placeres de este mundo.
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Esto es lo que es trabajar en nuestra salvación: consagrar nuestras
vidas a Dios, para así santificarnos para él.
El pecado tiene poder; pero Dios nos ha dado un poder más grande,
que el poder del pecado. Y ese es el Poder del Espíritu Santo en
nosotros.
Este versículo NO nos está diciendo que la ley del pecado y de la muerte
ha sido destruida; sino que hemos sido liberados de esa ley.
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Los capítulos 6,7 y 8 del libro de los Romanos nos dan una analogía
muy clara acerca de este asunto.
Esta salvación tan grande que nos ha hecho libres del poder del pecado,
ahora nos permite entrar a la presencia de Dios, sin tener ningún temor,
porque al estar en la presencia de Dios, es como si Dios se estuviera
viendo así mismo en un espejo. Porque la justicia de Dios que está en
nosotros, (la justificación que nos dio nuestro Señor Jesucristo), nos
permite estar frente a su Justicia.
Jesús vino para edificar su iglesia y prometió que las puertas del infierno
no iban a prevalecer contra ella.
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momento, mientras que en el Antiguo Testamento solamente podía
entra una persona, y solamente una vez al año.
Por ello, la palabra de Dios nos dice que es una ¨¡Salvación Tan
Grande!¨
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La salvación vino a nosotros, porque estábamos envueltos por un gran
problema, y ese problema era el pecado (nuestras transgresiones).
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En nuestro cuerpo, el pecado es nuestro enemigo, hasta el día que Dios
nos redime (nos libere) de la principal fuente del pecado, que es la
naturaleza pecaminosa de la carne (nuestro cuerpo humano).
El pecado tiene poder, pero Dios nos ha dado un poder mas grande que
el poder del pecado.
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Entonces, la analogía no es que el pecado murió y ahora soy libre para
volver a casarme. La analogía es que nosotros morimos al pecado, y
luego fuimos resucitados para casarnos con Jesucristo.
Pero muchas veces el otro esposo regresa a tocar la puerta para ejercer
su poder, pero ahora nosotros pertenecemos a otro que tiene más
poder.
Ahora, nuestra meta debe ser la de nunca pecar, y este debe ser el
deseo de nuestra vida cristiana.
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1 Juan 2:1 dice: ¨Estas cosas os escribo para que no pequéis.¨
¿Qué cosas?
LA PALABRA, que nos guarda del pecado.
¨Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo, el Justo.¨
Si Jesús le dice a una persona: ¨NO PEQUES MÁS¨, quiere decir que
es posible lograrlo si nos esforzamos.
Entonces pues, el deseo y la mente que Dios tiene para nuestra vida
cristiana, es de NO pecar más.
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Proverbios 4:18 dice:
¨Más la senda de los justos es como la luz de la aurora que va en
aumento hasta que el día es perfecto.¨
Que bueno sería que pudiéramos lograrlo antes de que el rapto suceda,
o que Cristo venga.
Cada día de nuestra vida debe ser más brillante, aplicando la palabra
de Dios en nuestra vida, escuchando la voz del Espíritu Santo,
caminando en comunión con Él, guardando su palabra en nuestro
corazón, para no pecar.
Mucha gente piensa que al nacer de nuevo, Dios nos quita el deseo, y
la habilidad de pecar; pero esa no es la realidad. Pensar de esa manera
es ignorar la palabra de Dios.
NOTA:
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Fijémonos que no dice: “pecados”, sino “pecado”, esto es, la habilidad
de pecar debido a “la naturaleza pecaminosa de nuestra carne”.
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v.12: ¨Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su
cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos.¨
Dios nos ha dado todo el equipo necesario para que podamos tener
éxito en nuestra vida cristiana, pero Dios no va a hacer todo por
nosotros. El nos ha dado su Espíritu Santo, y su Palabra Santa con las
promesas.
51
Así mismo, si no sacamos la palabra de la Biblia para ponerla en nuestra
mente, ¿qué nos va a recordar el Espíritu Santo?.
52
La naturaleza del pecado está en nuestro cuerpo.
Los deseos de pecar vienen del cuerpo (la carne), por eso es que
nuestro cuerpo tiene que ser cambiado antes de que entremos al cielo.
Por ello, este cuerpo va ser glorificado, o sea, que Dios nos va dar otro
mejor (como el de Jesucristo).
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Todos estos versículos nos están diciendo que la naturaleza del pecado
se encuentra en nuestro cuerpo, y la nueva criatura se encuentra en
nuestro espíritu.
Este cuerpo físico (la carne), jamás abandonará la tierra, ya que este
cuerpo se va a quedar aquí.
¿Por qué?
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Porque la creación fue esclavizada a vanidad, pero también va a ser
liberada con la misma “libertad gloriosa” que fueron liberados los hijos
de Dios, del poder del pecado.
Nuestro cuerpo fue tomado del polvo de la tierra, por lo tanto, esto es lo
que nos mantiene ligados a la naturaleza, y por ello dice, que cuando la
naturaleza (nuestro cuerpo) “gime” nosotros también estamos
“gimiendo”, aunque tengamos los frutos del Espíritu Santo.
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Leer Romanos 8:22-23.
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¿Por qué razón?
Porque nosotros por naturaleza tendemos a alimentar los deseos de
nuestra alma a través de los apetitos de nuestro cuerpo; porque el alma
está enfocada en las cosas de la carne, y no en las cosas que el Espíritu
Santo tiene para nuestro espíritu.
¿Cuál poder?
1 Juan 4:4 dice:
Mayor es el que esta en nosotros, que aquel es esta en el mundo.
Nuestra carne es alimentada por las cosas de las cuales nuestra mente
se ocupa, por esa razón el apóstol Pablo nos dice en el libro de
Romanos capítulo 12 que el ocuparnos en la carne es muerte; pero el
ocuparnos en el espíritu es vida y paz.¨
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Mateo 4:4 dice: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios. (el cuerpo no tiene el estómago para poder
digerir lo espiritual).
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Cuando nuestra alma y pensamiento están alrededor de la palabra de
Dios, podemos caminar en victoria cada día. Acordémonos que las
cosas del mundo nunca toman vacaciones; ni el pecado, nunca toma
vacaciones o día libre durante los Domingos, la Navidad, Semana
Santa, etc.
AMÉN!
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