Está en la página 1de 3

LOS 

ORÍGENES DEL HOMBRE:
El amanecer del hombre

(Resumen)

Hace doce mil años la historia del hombre da un giro repentino que resultara crucial, abandona su vida nómada, y
se instala en los primeros pueblos. No tarda en inventarla agricultura, la cría de ganado, la irrigación, el comercio,
la aleación de metales, las religiones, la arquitectura, la medicina. A lo largo de su camino debe superar
numerosos escoyos. La propiedad engendra las primeras guerras. El ganado se convierte en una fuente de
epidemias devastadoras. El exceso de población crea hambrunas. Pero a pesar de todo, el homo sapiens continua
adelante. Construye ciudades y se origina una sociedad compleja organizada y jerarquizada. Se comunica con
tierras lejanas gracias a la escritura. En ocho mil años la población del planeta pasa de tres millones a cien
millones de habitantes. El hombre construye una sociedad que será el germen de la sociedad actual. Ya no es el
mismo que antes. Se ha convertido en el hombre contemporáneo. En nosotros mismos. A continuación, seremos
testigos de los grandes cambios que, con el paso de los siglos, han desembocado en nuestro propio nacimiento.
La historia de nuestra evolución a hasta la aparición del hombre contemporáneo comienza hace aproximadamente
15 mil años, cuando se produce un cambio climático inesperado y de gran amplitud. El planeta se recalienta, esto
provoca unos cambios insospechados. Pasan los siglos y dos terceras partes del casquete polar se fundirán.
Entonces se desprenden los gigantescos bloques de hielo y el nivel del agua de los océanos sube ciento veinte
metros. Se produce el gran deshielo. Poco a poco los contornos de la Tierra adquieren la forma que conocemos
hoy. En algunas zonas se producen lluvias torrenciales, lo que provocan inundaciones a apocalípticas. En otros
puntos se puntúa la desertificación y los incendios naturales se convierten en la peor pesadilla de los bosques. Es
el fin de la edad de hielo. Sin saberlo la humanidad intentara los tiempos modernos. Es entonces cuando una parte
de la Tierra se vuelve desértica. Los pioneros de esta mutación nacerán en el llamado crecente fértil, es decir, el
actual oriente próximo. Todo esto sucedió hace 12 mil años. El planeta está habitado por un conjunto de tres a
cuatro millones de hombres y mujeres, son nómadas. Viven en espacios inmensos y solo se cruzan con otros
seres humanos en contadas ocasiones. Nuestro clan es uno de los primeros en domesticar al lobo y convertirlo en
perro. Eran útiles para la caza para alimentar al clan. Son un miembro más de nuestra familia. Pero eso no le gusta
a todo el mundo. Me llamo Aarr, el protector, me prestan su atención porque soy el más fuerte. Todos han dejado
el destino en mis manos. Asha, mi segunda pareja espera su primer hijo. Para el parto encontrare un lugar donde
haga buen tiempo y haya mucha agua. Creemos en galla esa madre fértil de naturaleza femenina que nos da lo
que necesitamos. Los padres de mis padres también llevaron este amuleto. Galla nos protegerá a lo largo del viaje.
Tras los grandes cambios climáticos el paisaje de la tierra ha cambiado. En algunos lugares la naturaleza se ha
vuelto generosa. El agua que cayó del cielo impregno el suelo y los árboles, entonces las colinas reverdecieron.
Los cereales salvajes crecieron en abundancia y aumentó el número de presas de caza fáciles. Se había hecho
más fácil la supervivencia. Sin embargo, acabó de producirse otro cambio importante en el planeta. Acaba de dar a
luz una extraña idea que sorprenderá a todo el mundo. Se trata de unos titis de piedra con techos de hojas. Nunca
habíamos visto algo Así. El lugar ideal para acampar. No sabíamos que lo que se levantaba ante nuestros ojos era
lo que se denominaba casa, es el momento en el que el hombre descubre una nueva forma de vida. Un invento
que cambiará radicalmente por completo la vida de los hombres. Un grupo de personas había decidido instalarse
ahí de manera permanente, es decir, dejarían de caminar y su punto de referencia seria ahora su pueblo. ¿Pero
dónde estaban? Una de las primeras cosas que nos sorprendido fueron los recipientes de piedra. Estaban por
todas partes. En ellos conservaban el agua y los alimentos. Nunca se nos había ocurrido fabricar unos recientes
tan pesados. ¿Qué utilidad podrían tener esos refugios imposibles de trasladar? Habían dejado un árbol en medio
de sus titis. Más que hombres, aquellos habitantes parecían arañas. Calor fuera y fresco dentro. La temperatura
era agradable y el olor también. El olor de los hombres, de mujeres y niños impregnada todo y se mezcla con el
olor de la carne seca. Había muchos alimentos ahí dentro. Para sobrevivir sin penumbras es necesario ser
previsor, adelantarse al momento en el que la naturaleza dejara de aportarnos nutrientes. Los sedentarios todavía
no son agricultores, recolectan vallas y cereales. Aún no saben que es posible cultivar las plantas salvajes. Su
modo de vida acaba de sumar una nueva faceta de tal temperamento humano. Una faceta que los nómadas
desconocen. El sentido de La Propiedad. Para nosotros, los nómadas, las riquezas de la Tierras pertenecen a todo
el mundo. Los sedentarios ya no pueden seguir pensando así, sus reservas no podrían sobrevivir. Nace entonces
un extraño sentimiento, el miedo na que les arrebaten sus bienes. Para el nómada, el desconocido es un
desconocido, como él, pero cuando los bienes escasean, hay que compartir, para sobrevivir. Para el hombre
sedentario lo desconocido es sinónimo de peligro, y está dispuesto a defender su propiedad incluso con su propia
vida. Habíamos entrado en su aldea como si estuviéramos en nuestra casa, pero  sus habitantes lo habían
interpretado como una agresión. Aquel extraño sentimiento que tenían referente en sus colectas se había hecho
extensible a todo. Sus casas les pertenecían a ellos. Sus recipientes de piedra también. He incluso el agua que
ellos contenían. Su agresividad no resulta incomprensible. Para nosotros, encontrar a otro ser humano constituía a
una gran oportunidad y por ello le debíamos hospitalidad. Pero lo más extraordinario era que ellos consideraban
que la tierra también era propiedad suya. Aquellas tierras habían vivido los antepasados de nuestros antepasados.
No querían que nadie entrara ahí sin su consentimiento. Nos cazaron como si fuéramos avispas sobre su comida.
Hemos venido en son de paz. Una de nuestras mujeres se encuentra en estado. Este lugar resulta idóneo, nos
quedamos aquí a pesar de vuestras amenazas. El sedentarismo, ¿cómo pudo el hombre sucumbir a esa extraña
idea? Es posible que el cultivo de cereales tenga un papel importante al respecto. Para consumirlos es necesario
moler los granos y conseguir harina. Y para moler falta emplear dos piedras de gran tamaño, tan pesadas que
resulta imposible transportarlas en una vida nómada. Por esa razón, el hombre se detiene en un lugar con piedras
de gran tamaño, deja de cambiar de sitio, y eso altera considerablemente su comportamiento. Al término de la
jornada el nómada busca donde en que rincón de la naturaleza puede dormir, mientras que el sedentario se dedica
a hacer recuento de sus reservas. No cabe duda que la vida nómada debe hacer frente a numerosas vicisitudes.
Las mujeres embarazadas son las primeras que las sufren. Uno de los inconvenientes es que muy pocas veces
contamos con amplias reservas. Cuando la naturaleza deja de ser generosa con nosotros sufrimos la carencia.
Asha ya es incapaz de digerir puré de frutas medio podridas. Necesita Carne. Necesita fuerzas. Pero se ha
agotado la carne seca. Siempre que hay un problema Aca la tuerta viene a citármelo sin miramiento. Los demás no
se atreven a hacerlo. Es demasiado tarde para salir a cazar. Y pensar que todas esas provisiones están al alcance
de nuestras manos. Entonces decidí acercarme a las reservas acumuladas de los titis de piedra y coger lo
necesario. Ni por venganza, ni por codicia, simplemente porque lo necesitábamos. Aquella gente vivía rodeada de
todos sus bienes y de los utensilios que utilizaban para moler, preparar y cocer aquel extraño grano que se había
convertido en el eje de su subsistencia. La célula social de los nómadas es el grupo. La vida sedentaria trae una
nueva unida, la Familia. Y cada familia tiene su espacio, su casa. Sin embargo, el inconveniente es que están
rodeados de todo tipo de pequeños animales ansiosos de lanzarse sobre sus provisiones. En aquella Época los
sedentarios continúan cazando y obteniendo de la naturaleza todo lo que necesitan para comer. Algunos de
aquellos habitantes no han domesticado todavía al perro puesto que aquella novedad tiene logar muy lejos de
estos primeros asentamientos. Especialmente en Europa del este y en china. El perro sirve para la caza, pero
también para vigilar y dar por cuenta de los restos de comida y para dar compañía. El hombre ha encontrado en
aquel un conjunto de intereses y era reedifico. No pasara mucho tiempo antes que los sedentarios comprendan
que ese animal es extremadamente interesante. No lo toques, no es para ti. El viejo solo pensaba en saciar su
hambre. Asha iba empeorando día tras día. Ya no sabía cómo hacer que se sintiera más fuerte. Aquella tarde nos
convertimos en personas recomendables, mientras que el día anterior, aquellos lugareños no nos dejaban beber
su agua. Querían darnos sus recipientes de piedras y también unos granos que resultaban que resultaban ásperos
en la lengua. Pero no era un regalo, pronto comprendimos que lo que esperaban a cambio era que les
entregáramos a uno de nuestros perros. Yo no quería todo aquello. Me parecía inservible, y además no quería
separarme de uno de mis compañeros más fieles. Entonces, quisieron confiarme el secreto de aquellos granos.
Asha presenció el peligro, y quizá debía confiar de su instinto. Éramos muy diferentes de aquellas personas.
Pudimos haber evitado la trama que vino después. Era blanco y no sabía a nada. No me gustaba. Habría preferido
mordisquear los ratones que el perro encontraba por todas partes. Es cierto que llenaba rápido el estómago y a la
tuerta, que no tenía dientes, le resultaba más fácil comer aquello que la carne. El sedentario había entendido que
el perro podía encargarse de las aves que se comían sus granos. Para conseguirlo estaba dispuesto a darme sus
objetos, pero, era todo un margen. No eran regalos de corazón, sino para agrandar el mío. Quédate con tus
objetos que yo me quedare con mi perro. El sedentario acumula bienes. Pues él se convierte en un objetivo en sí y
el hombre empieza a creer que gracias a las riquezas acumuladas puede conseguir todo lo que desea. Algo
incomprensible a ojos del nómada. La vida del nómada está jalonada de pruebas y acontecimientos imprevistos.
La naturaleza y sus fuerzas dominan sus existencias. Sus creencias están vinculadas a las fuerzas inexplicables
contra las que nada puede hacer. Los sedentarios también temen a la naturaleza, pero poco a poco la
organización que tienen les permite liberarse de sus excesos, protegerse que existía anoche de sus peligros y
conseguir que la vida sea más previsible. Los titis de piedras no se tambalean bajo los azotes del viento y no
se descomponen ante las llamas del fuego. Los titis de pieles no resisten las tormentas y mucho menos la fuerza
devastadora de las llamas. Los nómadas estamos preparados para perderlo todo de la noche a la mañana. Lo que
existía ayer puede que no exista mañana. Esa incertidumbre es lo que los sedentarios intentan desterrar
ferozmente. El sedentario deja de buscar la forma de evitar sorpresas desagradables. Los lugareños nos querían
que nos uniéramos a ellos. ¿Marcharnos o quedarnos con ellos? si nos marchábamos Asha tendría que dar a luz a
la intemperie. Frente al caos de la vida el sedentario pone una solución tranquilizadora, organizada y estable.
Incluso si nómadas prefieren una vida aventurera y no tanto una vida dedicada al trabajo disciplinado y rutinario. La
seguridad de un enorme poder de seducción. Para acogernos, los lugareños han dejado libre uno de los titis de
piedra. Pero cuando uno ha dormido todos los días debajo de las estrellas bajo dos pieles estiradas no es fácil
conciliar el sueño en un espacio cerrado que ni siquiera la voz puede escapar, Asha la tuerta, se ha acostumbrado
a la suavidad de las tortas de pan pero Asha ya no puede comer más, Tantas pruebas la han dejado agotada,
Asha comprende que puede darle el pan ya masticado. No solo necesitábamos la piedra, también el aire puro, una
brisa para refrescarnos, prefiero dormir bajo las estrellas. Los nómadas saben luchar contra los peligros de la
naturaleza, se adaptan a su entorno, Al volverse sedentario eso tendrá que cambiar. Muchos lo lograran, otros no.
el nómada se adapta a su entorno, mientras que el sedentario adapta el entorno a sus necesidades. Han
transcurrido varios días y hemos intentado acostumbrarnos. Al principio los lugareños fingían que se alegraban por
nuestra presencia, pero poco después nació ante nosotros una verdadera complicidad. Urgam había comprendido
que le daría mi perro cundo las ranas crearan pelo. Del vientre de Asha salió una preciosa niña. Pero Asha, como
la primera pareja de Arg, no había sobrevivido al parto. Había dejado de respirar, Se había unido a nuestros
antepasados en el mar de las estrías. Se había marchado una hija de Galla, pero había venido otra al mundo, sin
embargo, nadie podría alimentarla. En aquella época es posible que el hombre fuera consiente del sentimiento de
paternidad. No sabe que los hijos que salen del vientre de la mujer, también so concedidos por él.

También podría gustarte