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MANUAL DE COMPACTACIÓN

Elaborado por:
ING. JOSE LUIS MELENDEZ J.

Presentado a:
ING. MARTIN ROLDAN BOTERO

NEUMATICA DEL CARIBE S.A.


DEPARTAMENTO DE CONSTRUCCION Y MINERIA
BUCARAMANGA
2010
INTRODUCCIÓN

Hoy día en la industria de la construcción, la compactación juega un papel cada


vez más importante. Durante los últimos años, se han descubierto la importancia y
los efectos de la compactación, este proceso constructivo representa las bases de
la industria de la construcción. Todos los proyectos realizados hoy en día
requieren de una efectiva compactación de suelos para soportar grandes cargas
en nuevas autopistas y aeropuertos, represas y diques y cimentación de
edificaciones. Las innovaciones tecnológicas han mejorado los equipos de
compactación vibratoria, que han probado ser el método y la herramienta más
efectivos para compactar la amplia gama de tipos de suelos presentes en nuestra
tierra.
Este manual ha sido diseñado para ofrecerle conocimientos prácticos acerca de la
reacción de los suelos y la aplicación de compactación, tratando los temas básicos
relacionados con la densificación del suelo, pero también para instruirlo acerca de
los numerosos factores involucrados en la compactación de suelos.

RESEÑA HISTORICA

Desde tiempos pre−históricos los constructores han reconocido el valor de la


compactación del suelo para producir masas fuertes, libres de asentamiento y
resistentes al agua. Por más de 2000 años la tierra ha sido apisonada con
maderos pesados, por las pisadas del ganado o compactada por cilindros o
rodillos. La red de las vías romanas se establece a partir de la República ya que la
más antigua data del año 312 a.C. (Vía Appia).
Mucho antes de la época romana existieron en todos los pueblos vías de
comunicación que respondían a necesidades militares, religiosas y comerciales;
pero la superioridad de los romanos en esta materia fue incontestable. Mientras
que los griegos no habían atendido nada más que a la belleza del sitio, a la
fortaleza de la posición, a la cercanía de los puertos..., los romanos se aplicaron
sobre todo, a ejecutar lo que los griegos habían descuidado, esto es, a construir
calzadas, acueductos, desagües. No se limitaron a prolongar sus calzadas hasta
los campos circunvecinos, sino que perforaron colinas y llenaron los valles para
que los carros más pesados pudieran llegar hasta orillas del mar a tomar el
cargamento de las naves.
Ya en el siglo XIX, la mecanización llegó en primer lugar justo a mejorar el aspecto
más crítico de las obras: LA COMPACTACION. Las primeras máquinas utilizadas
en obras fueron las apisonadoras a vapor que, apoyadas sobre grandes ruedas
metálicas, efectuaban mejor el trabajo de compactación; gracias al gran peso que
aplicaban a la superficie del material, sin el efecto negativo producido por la pisada
de los animales de arrastre.
En una segunda etapa, cuando ya se había desarrollado el motor de explosión y
aparecieron los tractores (de ruedas y de cadenas) se siguieron utilizando para los
terraplenes los rodillos remolcados en múltiples versiones (lisos, de pisones o pata
de cabra o de rejillas) quedando las apisonadoras autoportantes (que ya estaban
siendo dotadas de motores térmicos o de combustión interna) dedicadas a capas
más específicas de base o a recubrimientos de aglomerados.
Los E.E.U.U. fueron los pioneros en el desarrollo de la ingeniería de
compactación. Los primeros compactadores “pata de cabra”, diseñados para el
uso en construcción de represas de tierra, fueron desarrollados en California en
los años 1904 a 1906. En ese momento, todavía se acostumbraba a mover
grandes masas de tierra por medio de carros o vehículos similares halados por
caballos o mulas. Por lo tanto, los primeros compactadores “pata de cabra” fueron
también halados por caballos o mulas.
En el campo de la construcción de vías se encontró, en una etapa preliminar, que
los pavimentos extendidos en terrenos no compactados de la vía, sufrían daños en
un corto tiempo. Las superficies se volvían irregulares debido al asentamiento. La
historia probó que la correcta compactación prevenía el asentamiento y otros
problemas estructurales. Por este motivo, la construcción de vías se convirtió y
continúa siendo el mayor campo de aplicación de la ingeniería de compactación
de suelos.
La compactación vibratoria de suelos empezó a ser usada en Alemania a inicios
de 1930 en conexión con la construcción del sistema de autopistas. Los primeros
tipos de compactadores vibratorios eran equipos autopropulsados de 1.5 ton y el
compactador tipo bulldozer que pesaba cerca de 25 ton, fabricado por
Losenhausenwerk. Los primeros compactadores vibratorios autopropulsados
impulsados por tractor se construyeron en la década de 1940.

MATERIALES
CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS

Los materiales geotécnicos – suelos y rocas – son los principales componentes de


los proyectos de carreteras. Se usan para soportar los pavimentos para carreteras
y pistas de aterrizaje de aeropuertos, con cargas dinámicas. Algunos suelos
pueden ser apropiados para ser usados en estado natural, pero en carreteras por
lo general deben excavarse, procesarse y compactarse para conseguir los
requerimientos técnicos. Adicionalmente, tanto los depósitos de agregados
naturales o de material rocoso constituyen aproximadamente el 95% en peso del
concreto asfáltico y el 75% del concreto hidráulico.
Es indispensable que las personas asociadas al diseño o construcción de
carreteras conozcan las propiedades, características y comportamiento de los
diferentes tipos de suelos y agregados. Cuando los materiales disponibles en la
zona no reúnen los requerimientos técnicos necesarios por la ingeniería, es
necesario modificarlos a un costo eficiente para llegar a cubrir las demandas del
proyecto. Este procesamiento puede ser tan simple como ajustar su contenido de
humedad, compactarlos o mezclarlos con otros materiales. Como hay una relación
directa entre el incremento de la densidad, el incremento de la resistencia y la
capacidad portante, las propiedades de algunos suelos pueden mejorarse
simplemente por compactación.
El suelo, por su condición natural, es heterogéneo. En su estado natural, muy
raras veces es uniforme y sólo se puede trabajar si ya se ha tenido experiencia
previa con materiales similares. Para lograr esto, conviene hacer una clasificación
previa. Los suelos pueden clasificarse de acuerdo al tamaño de las partículas de
las cuales están compuestos, por sus propiedades físicas o por su
comportamiento con las variaciones de humedad.
Hay cinco tipos principales de suelo, a saber: grava, arena, limo, arcilla y material
orgánico y una combinación de ellos. Las especificaciones de clasificación o
caracterización de cada uno de ellos son diversos. Por ejemplo, la American
Society for Testing Materials (ASTM) define esta clasificación en base a límites en
el tamaño de granos, mediante el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos
(SUCS).
En este sistema la grava (G) se define como el material que tiene partículas de
roca redondeadas o semiredondeadas, que pasan la malla de 3” y son retenidas
por la malla de 2 mm. Las partículas mayores de 10” se llaman cantos rodados.
La arena (S) es considerada por la ASTM como la roca desintegrada, cuyas
partículas varían entre un límite inferior de la grava 2.0 mm y 0.074 mm,
clasificándola en arena gruesa o fina, dependiendo del tamaño de los granos.
Mientras que la arena es un material granular no cohesivo cuyas partículas tienen
una forma definida, para la ASTM el limo (M) es un material más fino que la arena
y, por tanto, sus partículas son más pequeñas de 0.074 mm pero mayores a 0.005
mm. Es un material no cohesivo y tiene poca o ninguna resistencia, con poca
capacidad de compactación.
La arcilla (C) es definida también por la ASTM como un material cohesivo cuyas
partículas tienen menos de 0.005 mm. Esta cohesión entre partículas le da a la
arcilla una alta resistencia cuando se seca y es muy susceptible a los cambios de
volumen con las variaciones de humedad. Su plasticidad se relaciona con un
determinado rango de humedad y sus partículas tienen forma laminar, como
láminas de wafer o galletas.
Finalmente la definición que le da la ASTM al material orgánico (O) es un conjunto
de material vegetal descompuesto, de estructura esponjosa e inestable que
continuará descomponiéndose y es químicamente reactiva. Si se encuentra
presente en un suelo que va a ser usado con fines de construcción, debe
removerse y reemplazarse con un suelo más apropiado.
ANALISIS POR GRADACIÓN (GRANULOMETRÍA)
El análisis por gradación es la separación de una muestra de suelo en rangos
específicos seleccionados de tamaños de partículas. Esto se realiza tamizando
una muestra seca a través de tamices progresivamente más pequeños. Habiendo
hecho esto, se pesa por separado la cantidad de muestra que pasa por cada
tamiz, que al compararlo con el peso original de la muestra, determina los
porcentajes de cada tamaño presentes en el suelo.
El tamizado se realiza separando los granos con tamices que tienen aberturas
desde 2 pulgadas hasta 200 aperturas por pulgada. Los tamices de ¼ de pulgada
y mayores se expresan en pulgadas, mientras que los más pequeños se denotan
por el número de aberturas por pulgada.
MEZCLA DE SUELOS
La mezcla de suelos en la fuente o en la obra está relacionada con la humedad.
Es el paso clave que hace que las siguientes operaciones sean fáciles o difíciles.
Los mejores resultados no provienen de suelos con un solo tipo predominante sino
de buenas mezclas de dos o más tipos de suelos disponibles. De esta forma el
contratista y el ingeniero pueden trabajar juntos en un esfuerzo cooperativo para
desarrollar un producto final superior. Por ejemplo, para una arena granular
gruesa, debe agregar una arena fina para mejorar la densidad ya que los granos
pequeños se distribuyen entre los espacios que dejan los granos más grandes
reduciendo los espacios vacíos. Si es posible, agregar arcilla como ligante.
En todo material arcilloso, se debe agregar un suelo granular para que exista
fricción interna, esto previene deslizamientos, y hace posible una mejor selección
del equipo de compactación.
Las partículas más pequeñas de 0.08 mm, que pasan el tamiz No. 200, son
separados por lavado y su porcentaje de peso también debe ser tomado en
cuenta. El lavado se hace necesario ya
Como se mencionó anteriormente, los suelos no se encuentran bajo estas
condiciones de clasificación en la naturaleza. Por lo general, se encuentran
mezclados entre sí, por lo que hace falta ampliar la clasificación. Pueden haber
arenas con contenido significativos de arcilla; arcillas con contenido significativos
de gravas. Estas subdivisiones se han organizado en un sistema de clasificación
denominado SUCS, Sistema Unificado de Clasificación de Suelos, que toma en
cuenta las proporciones en que se mezclan los tipos principales de suelos
mencionados. En la siguiente tabla se muestra un resumen de este sistema de
clasificación.

Como los suelos en su condición natural no contienen las cantidades de cada tipo
de material necesarias para producir las propiedades requeridas para la
construcción, se pueden obtener suelos de distintas fuentes y mezclarlos para
usarlos en un relleno. Otras veces el material se presenta en capas de diferentes
tipos y clasificación, con características distintas cada una a las especificaciones
de un proyecto. En este caso se puede usar equipo para excavar verticalmente a
través de las capas y facilitar la mezcla de todo el conjunto.
Otras especificaciones relacionan una determinada gradación del material y
valores máximos de límites de consistencia. El Sistema de Clasificación de Suelos
de la Asociación Americana de Oficiales Estatales de Carreteras y Transporte
(AASHTO), es el más usado en la construcción de carreteras y relaciona ambos
parámetros. En la siguiente tabla se muestra la clasificación propuesta por este
sistema.
El sistema de clasificación AASHTO se basa en el parámetro denominado Índice
de Grupo, que se calcula en función del tamaño de partículas, el límite líquido y el
índice plasticidad. El índice de grupo es una medida de la conveniencia del
material para la construcción de un relleno. Un índice de grupo igual a cero indica
que el material es muy bueno y un valor de 20, que es muy pobre o deficiente. Hay
que aclarar que un material granular, definido como tal bajo el sistema de
clasificación AASHTO no coincidirá necesariamente con la misma denominación
en el sistema SUCS, ya que para AASHTO puede tener un contenido alto de finos
con plasticidad alta.
METODOS DE MEJORAMIENTO DE SUELOS
La compactación es el aumento de la densidad del suelo como consecuencia de
presiones aplicadas al mismo; es reordenar los granos que lo constituyen para
disminuir los vacíos, disminuyendo los asentamientos generados por las cargas
móviles, así como la permeabilidad de las capas, aumentando además la
resistencia a la ruptura y manteniéndose un espesor de capa determinado en
obra. Su principal objetivo es lograr que el material a compactar quede
definitivamente con la máxima compacidad.

Hay varios factores inherentes a la naturaleza de la vibración, que influyen de


manera substancial en los resultados que rinde el equipo; los principales son:
a) La frecuencia, esto es, el número de revoluciones por minuto del oscilador.
b) La amplitud, generalmente medida por una distancia vertical en casi todos
los equipos comerciales.
c) El empuje dinámico que se genera en cada impulso del oscilador.
d) La carga muerta, es decir, el peso del equipo de compactación, sin
considerar el oscilador propiamente dicho.
e) La forma y el tamaño del área de contacto del vibrador con el suelo.
f) La estabilidad de la máquina.
Esta es la razón de que existan hoy día en el mercado diferentes tipos de
máquinas compactadoras, y como consecuencia, la dificultad inherente de elegir
en cada caso el modelo más idóneo. No quiere decir esto, un terraplén con una
maquina de un tipo u otro quede mejor o peor compactado. Con cualquier
máquina, por poco específica que esta sea, podemos obtener una compactación
satisfactoria. Lo que ocurrirá es que se gastaría mucha más energía de
compactación y como consecuencia lógica más tiempo, más dinero, etc., si no se
elige la máquina adecuada. Por lo tanto el problema más importante en la
compactación es elegir la máquina adecuada pare cada trabajo. Para dicha
elección se cuenta hoy día con unas ideas generales, consecuencia de ensayos
prácticos más o menos guiados por teorías, que permiten de entrada y a la vista
de las principales características del material a compactar, decidir un tipo de
máquinas idóneo.

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