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INGENIERÍA INDUSTRIAL
PRODUCTO ACADÉMICO N° 03
ASIGNATURA:
Ingeniería de materiales
DOCENTE:
CIRO BLADEMIRO ZENTENO, CUBA
ALUMNOS:
PERÚ
2021
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
7. BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
El estudio de los aceros es importante debido a que ellos representan por mucho los
materiales metálicos más ampliamente usados, primeramente, por el hecho de que pueden
ser manufacturados en grandes cantidades en especificaciones muy precisas, a un costo
relativamente bajo. También proporcionan un rango extenso de propiedades mecánicas,
desde niveles de resistencia moderada con excelente ductilidad y tenacidad hasta muy altas
resistencias con una ductilidad adecuada. Por esto, no debe de sorprender que los hierros y
los aceros comprenden hoy en día, sobre el 80 % en peso de las aleaciones de uso
industrial.
Los Tratamientos Térmicos en verdad son una ciencia y además una ciencia exacta, es
decir, no son procesos en los que el azar o el destino proporcionan la mejor solución.
Mucha gente de la industria piensa que los tratamientos térmicos son procesos que no
necesitan el grado de Competencia o de Conocimientos Teóricos que algunos otros
procesos industriales requieren; sin embargo, los conocimientos teóricos en los que se
basan estos, solamente los llegan a adquirir aquellos Ingenieros cuya visión va más allá de
la concepción de que los tratamientos térmicos son “meras recetas” que ya se tienen bien
definidas a nivel industrial y que por ello no requieren de conocimientos teóricos profundos,
es decir, no cabe otra solución que la de conocer el comportamiento de los metales
científicamente por el conocimiento de su naturaleza íntima y de las leyes que ésta les
impone, pues con ello, aunque no nos sea conocida concretamente una propiedad
determinada, se conocerá la trama que liga a todos ellos y por tanto, el ingeniero que posea
tales conocimientos fundamentales estará en condiciones de estudiar utilitariamente las
diversas aleaciones industriales y desarrollar científicamente su labor, pues el mecanismo
íntimo de los diversos fenómenos metálicos le será conocido y ello le permitirá ir con paso
seguro del terreno, y generar todas las tareas que le sean exigidas dentro de su ámbito de
desarrollo profesional.
¿POR QUÉ SE SOMETE A LOS MATERIALES A TRATAMIENTOS TÉRMICOS?
La utilización de tratamientos térmicos permite lograr las más diversas características del
acero y sus aleaciones, así como de otros muchos metales. En consecuencia, dichos
tratamientos tienen una importancia primordial en las distintas fases de fabricación de la
industria moderna. En este artículo se pretende dar una somera información sobre los
diferentes tratamientos térmicos, sus procedimientos y resultados.
Los procedimientos en los tratamientos térmicos son muy numerosos y variados según el fin
que se pretende conseguir. La gran cantidad de tratamientos térmicos, las distintas
aleaciones y sus reacciones y las diferentes exigencias técnicas requieren soluciones y
conocimientos profundos de la materia. El tratamiento térmico pretende endurecer o
ablandar, eliminar las consecuencias de un mecanizado, modificar la estructura cristalina o
modificar total o parcialmente las características mecánicas del material.
Podemos distinguir dos razones principales para efectuar tratamientos térmicos en los
cuales se pretende conseguir un endurecimiento (temple) o un ablandamiento (recocido).
Calentamiento:
Precalentamiento:
Calentamiento seguido de un mantenimiento a una o más temperaturas (precalentamiento
de múltiples etapas) por debajo de la temperatura máxima seleccionada. El objetivo del
precalentamiento es reducir las tensiones de fisuras ocasionadas por tensiones térmicas.
Calentamiento superficial:
Calentamiento a Fondo:
Mantenimiento:
Enfriamiento:
Consiste en disminuir la temperatura de una pieza. Todo enfriamiento que sucede más
rápidamente que aquel que se presenta al aire quieto, es denominado temple. (Cuando se
enfrían acros austenítica con buenas propiedades de tenacidad, el enfriamiento en aire
también es denominado temple.) El tiempo de exposición (antiguamente llamado tiempo de
inmersión, en caso del temple en baño de sales), por ejemplo. El período de tiempo
transcurrido entre la introducción de la pieza en el horno y su retiro, comprende el tiempo de
calentamiento a fondo y el tiempo de mantenimiento.
COLORES DE INCANDESCENCIA
Existen diferentes tipos de hornos para los procesos de tratamiento térmico. La elección del
horno debe tomarse teniendo en cuenta el tamaño y forma de la pieza, el número de piezas
(tamaño del lote) y las temperaturas de tratamiento térmico del material. Adicionalmente,
debe considerarse el tipo de calentamiento y el medio de enfriamiento que habrán de ser
usados. Existen varias maneras de clasificar los hornos.
Según el tipo de proceso de tratamiento térmico, se distingue por ejemplo entre hornos de
precalentamiento, hornos de recocido y hornos de temple. Otros factores para la
clasificación son el diseño del horno (P.ej. cámara, campana, chimenea, tubular, de baño,
crucible), el medio de tratamiento térmico (P.ej. aire circulante, gas inerte, vacío, baño de
sales, lecho fluidizado) y el tipo de calentamiento (P.ej. interno o externo, electrodos,
inducción o resistencia, gas). A continuación, se describen brevemente los equipos de
tratamiento térmico más importantes.
Los hornos de cámara se cuentan entre los diseños más antiguos. Estos equipos se siguen
utilizando ampliamente por su sistema de calentamiento variable, su bajo impacto ambiental
y su aplicabilidad universal con relación al tamaño de la pieza y al tipo de tratamiento
térmico. En el caso de hornos de atmósfera no controlada, la superficie de la pieza puede
reaccionar con la atmósfera no controlada, la superficie (excamación, carburación o
descarburación). Esto significa que las piezas deben protegerse por medio de un
recubrimiento o embalaje (P.ej. papel, polvo de carbón coque quemado).
Un proceso que se ha vuelto popular en los últimos años gracias a su bajo impacto
ambiental y sus ventajas cualitativas y económicas, es el tratamiento en hornos al vacío
(P.ej. para precalentamiento, austenización, revenido, recocido y sinterización).
MEDIOS DE TEMPLE
Los diferentes medios de enfriamiento utilizados se distinguen ante todo por su intensidad
de enfriamiento. Las velocidades de enfriamiento pueden encontrarse en rangos de aprox.
2°C/seg para enfriamiento en horno, y hasta 300°C/seg. Para el enfriamiento en agua con
aditivos especiales.
En el caso de los medios de temple líquidos el ciclo de enfriamiento de una pieza puede
dividirse en tres fases: fase de película de vapor, fase de ebullición y fase de convección. A
temperaturas por encima del punto de ebullición del medio de temple, la pieza se encuentra
rodeada por una película de vapor que reduce el efecto de enfriamiento. Solamente cuando
esta película comienza a romperse y las burbujas de vapor suben a la superficie (fase de
ebullición), es cuando se establece un contacto permanente entre el liquido frío y la
superficie de la pieza.
La velocidad de enfriamiento de los medios de temple gaseosos es mucho más baja que la
de los medios líquidos y debe ponérsele bastante atención a la templabilidad del material en
cada caso (velocidad de enfriamiento crítica). El grupo de los medios de enfriamiento
gaseosos incluyen el aire quito o circulante, nitrógeno y otros gases. El efecto de
enfriamiento de los gases puede ser aumentado incrementando la velocidad de flujo y la
presión.
Antes del Tratamiento Térmico: Sólo es posible realizar una correcta inspección
dimensional de las piezas si estas están perfectamente limpias. Las piezas que hayan sido
mecanizadas, deben encontrarse libres de grasa, aceite y otras suciedades antes de ir al
temple. Con esto se evita que estas substancias se quemen sobre las superficies
mecanizadas, que se presenten reacciones químicas con las resistencias de los hornos
eléctricos o que se den influencias indeseadas en la atmósfera del horno. En un buen
número de tratamientos térmicos superficiales, es prerrequisito que las piezas tengan una
superficie perfectamente limpia para obtener resultados satisfactorios. Esto es válido
también para la aplicación de recubrimientos de protección en el caso de tratamientos
térmicos parciales. Para garantizar la seguridad durante la operación (el agua o residuos de
sales con bajo punto de fusión sobre la superficie de la pieza pueden causar explosiones
durante la inmersión en el medio de temple) y para evitar el riesgo de polución ambiental o
la contaminación del medio de temple, deben evitarse las impurezas sobre la superficie de
la pieza. Al escoger un baño de sales debe considerarse la reacción de este baño con otros
o con el medio de temple.
Después del tratamiento térmico: La limpieza de las piezas después del tratamiento
térmico es requerida principalmente cuando se trabaja con sales y así se evita cualquier
corrosión sobre la superficie de las piezas. Este problema no ocurre en tratamientos
térmicos al vacío, en gases inertes o en lechos fluidizados. El temple en aceite requiere
también de una limpieza posterior. Para obtener protección contra el óxido, las piezas
deben ser tratadas con una emulsión antióxido después del lavado. Las operaciones de
limpieza pueden ser ejecutadas manualmente pieza por pieza o mediante equipos de
lavado automático.
Los tratamientos que vamos a ver son: tratamientos térmicos, termoquímicos, mecánicos y
superficiales.
TRATAMIENTOS TÉRMICOS:
Estos tratamientos consisten en calentamiento del metal o aleación hasta una cierta
temperatura, cuyo valor depende del tipo de tratamiento, seguido de un enfriamiento a una
determinada velocidad.
-Temple:
Los medios más utilizados para enfriar durante el temple son agua y aceite. El aire apenas
se utiliza porque produce enfriamientos lentos y la estructura formada es casi perlítica.
- Revenido:
Como la martensita es mucho más frágil que la perlita el acero podría romperse como el
vidrio ante un impacto tras un tratamiento de temple. Por ello es necesario someter a las
piezas templadas a un tratamiento de revenido para reducir su fragilidad.
El revenido consiste en calentar el acero templado hasta una temperatura inferior a la del
temple seguido de un enfriamiento rápido, pero siempre más lento que el realizado para el
tratamiento del temple.
- Recocido:
- Normalizado:
TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS:
Los tratamientos termoquímicos consisten en operaciones de calentamiento y enfriamiento
de los metales, que se complementan con la adición de nuevos elementos en la superficie
de la pieza, de manera que se modifica la composición química superficial.
-Cementación:
- Nitruración:
-Sulfinización:
TRATAMIENTO MECÁNICOS:
Los tratamientos mecánicos mejoran las características de los metales por deformación
mecánica. Estos tratamientos se pueden realizar en caliente o en frío.
- Tratamiento mecánicos en caliente:
Consiste en deformar un metal a temperatura ambiente lo que provoca una mejora de sus
propiedades mecánicas por acritud.
TRATAMIENTOS SUPERFICIALES:
- Cromado:
En este tratamiento se deposita cromo sobre la superficie del metal que se quiere proteger.
El objetivo primordial de introducir cromo en su capa externa es potenciar su resistencia
frente a la corrosión. El cromado se puede realizar por medio electrolíticos o por simple
difusión a temperatura elevada.
- Galvanizado:
Consiste en recubrir piezas metálicas con una ligera capa de cinc para protegerlas de la
corrosión, se realiza mediante inmersión de la pieza metálica en un baño de cinc fundido o
depositando el cinc sobre su superficie utilizando medios electrolíticos.
Otras aleaciones de aluminio, de magnesio y de titanio, así como unas cuantas aleaciones
de cobre, aceptan un tratamiento térmico similar. La resistencia de las aleaciones de
aluminio endurecidas se acerca a la de los aceros al medio carbono. Ya que todo aluminio
tiene más o menos la tercera parte de la densidad del acero, las aleaciones de aluminio
más resistentes ofrecen relaciones más elevadas de resistencia al peso que los aceros al
bajo carbono (dulces).
trabajo en frío:
Conforme la carga se incrementa a partir del origen en o más allá del límite elástico y hacia
la punta B, se introduce una deformación permanente OA.
trabajo en caliente:
Todos los metales tienen una temperatura de recristalización por debajo de la cual los
efectos del trabajo mecánico se pueden describir cómo se indicó arriba, es decir, como
trabajo en frío. Si el material se trabaja mecánicamente por encima de su temperatura de
recristalización (trabajo en caliente), tenderá, por lo menos al enfriarse, a recocerse
parcialmente así mismo. Por lo que el trabajo en caliente reduce el problema de
endurecimiento por deformación, pero introduce sus propios problemas de rápida oxidación
de la superficie, debido a las elevadas temperaturas. Los metales de rolado en caliente
tienen tendencia a tener mayor ductilidad, menor resistencia y un terminado superficial
inferior a metales trabajados en frio de la misma aleación. El trabajo en caliente no
incrementa apreciablemente la dureza del material, aunque puede incrementar su
resistencia al mejorar la estructura del grano y alinear el «grano» del metal a lo largo del
contorno final de la pieza. Esto es particularmente cierto en el caso de las piezas forjadas.
forja:
Es la automatización del ancestral arte del herrero. El herrero calienta la pieza al rojo vivo
en la fragua y luego la golpea con un martillo para darle forma. Cuando la pieza se enfría
demasiado para seguir conformando, se vuelve a calentar Y se repite el proceso cuantas
veces sea necesario. La forja moderna utiliza una serie de troqueles martillo para ir
conformando gradualmente el metal caliente hacia su forma final. La forma del troquel para
cada etapa representa un cambio alcanzable para ir formando la pieza a partir del lingote
original y lograr la forma final deseada. La pieza se calienta entre golpes de los troqueles
montados en el martillo pilón. Las enormes fuerzas necesarias para formar plásticamente el
metal caliente requieren de martillos masivos para piezas de tamaño medio a grande. Se
requieren operaciones especiales de maquinado para eliminar la considerable cantidad de
«rebaba» que aparece en la línea de separación de troqueles, y también para el barrenado
de perforaciones, la preparación de las superficies de montaje, etcétera. El terminado
superficial de una pieza de forja es tan áspera como cualquier pieza de rolado en caliente,
esto debido en parte a la oxidación y la descarburación del metal caliente. Casi cualquier
metal dúctil fraguado es forjable. Por lo común se utilizan el acero, el aluminio y el titanio. La
forja tiene la ventaja de crear piezas más resistentes que las conseguidas por fundición o
maquinado. Las aleaciones de fundición son inherentemente más débiles a la tensión que
las aleaciones de forja. El conformado en caliente de un material de forja a su forma final
hace que las «líneas de flujo» o «granos» internos del material se aproximen a los
contornos de la pieza, lo que puede dar como resultado una mayor resistencia que si las
líneas de flujo de un material estándar se cortaran mediante maquinado hacia el contorno
final. Las piezas forjadas se utilizan en piezas muy esforzadas, como estructuras de las alas
y fuselajes de aeronaves, los cigüeñales de motores y sus bielas, así como los elementos
de la suspensión de los vehículos.
Extrusión:
El tratamiento térmico en el material es uno de los pasos fundamentales para que pueda
alcanzar las propiedades mecánicas para las cuales está creado. Este tipo de procesos
consisten en el calentamiento y enfriamiento de un metal en su estado sólido para cambiar
sus propiedades físicas. Con el tratamiento térmico adecuado se pueden reducir los
esfuerzos internos, el tamaño del grano, incrementar la tenacidad o producir una superficie
dura con un interior dúctil. La clave de los tratamientos térmicos consiste en las reacciones
que se producen en el material, tanto en los aceros como en las aleaciones no férreas, y
ocurren durante el proceso de calentamiento y enfriamiento de las piezas, con unas pautas
o tiempos establecidos.
Para conocer a qué temperatura debe elevarse el metal para que se reciba un tratamiento
térmico es recomendable contar con los diagramas de cambio de fases como el del hierro-
carbono. En este tipo de diagramas se especifican las temperaturas en las que suceden los
cambios de fase (cambios de estructura cristalina), dependiendo de los materiales diluidos.
Los tratamientos térmicos han adquirido gran importancia en la industria en general, ya que
con las constantes innovaciones se van requiriendo metales con mayores resistencias tanto
al desgaste como a la tensión. Los principales tratamientos térmicos son:
Los tratamientos termoquímicos son tratamientos térmicos en los que, además de los
cambios en la estructura del acero, también se producen cambios en la composición
química de la capa superficial, añadiendo diferentes productos químicos hasta una
profundidad determinada. Estos tratamientos requieren el uso de calentamiento y
enfriamiento controlados en atmósferas especiales.
Entre los objetivos más comunes de estos tratamientos están aumentar la dureza superficial
de las piezas, dejando el núcleo más blando y tenaz; disminuir el rozamiento aumentando el
poder lubrificante; aumentar la resistencia al desgaste; aumentar la resistencia a la fatiga o
aumentar la resistencia a la corrosión.
El acero puede ser fabricado utilizando materias primas naturales, esto es con el arrabio, o
de manera reciclada. En la manera reciclada, de los desechos se recoge con un imán el
acero, capaz de captar hasta 5 toneladas, donde un 80% de estos desechos se
transformarán en barras de acero.
Luego este metal se deposita en un recipiente, con capacidad para unas 60 toneladas de
metal, que se convertirá en metal fundido, luego los contenidos de este recipiente se echan
a un horno, este horno alcanza una temperatura de unos 1600 grados, calor suficiente para
licuar casi cualquier cosa.
Los trozos de metal entran en contacto con el acero licuado, y un sistema de ventilación
extrae el humo que se produce. Bajo este calor las 60 toneladas de metal se fundirán en
unos 60 minutos, a su vez, en este proceso, se presentan impurezas que suben a la
superficie cuando el acero está fundido. A continuación, se inyecta oxígeno al acero fundido
(con una lanza), lo que reduce el contenido de carbono, homogeneiza la mezcla y acelera el
proceso.
Bibliografía
1. https://www.bohlerperu.com/app/uploads/sites/138/2019/09/tratamiento_termico.pdf
2. https://www.interempresas.net/MetalMecanica/Articulos/2506-Introduccion-a-los-
tratamientos-termicos.html
3. https://cursos.aiu.edu/Procesos%20Industriales/PDF/Tema%202.pdf
4. http://olimpia.cuautitlan2.unam.mx/pagina_ingenieria/mecanica/mat/mat_mec/m6/
aceros%20estructuras%20y%20tratamientos%20termicos.pdf
5. http://eprints.uanl.mx/435/1/1020115008.PDF
6. https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=lABq26BapwA
7. https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=4NgjVZpY7jo