VOCES Y COLORES

VOCES Y COLORES
Prácticas de intervención y
reflexiones en el contexto de
crisis sociosanitaria COVID-19
Intervención especializada en
reparación de la violencia hacia los
niños, niñas y jóvenes.

Valeria Arredondo Ossandon

Compiladora
SEPTIEMBRE 2020, CHILE

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 VOCES Y COLORES

Este libro ha sido elaborado por los El lenguaje utilizado en la escritura de

autores y autoras convocadas por
la ONG PAICABI como material de
apoyo para profesionales de tra-
bajo directo con niños y niñas de la
red SENAME, de educación, salud u
otros interesados en conocer estas
experiencias.
Este texto es de libre acceso. Está
prohibida su venta o utilización
con fines comerciales. Su repro-
ducción total o parcial es permiti-
da si se señala la fuente correspon-
diente.
El diseño digital de este libro es fi-
nanciado con fondos de Adminis-
tración Central de la ONG Paicabi
–SENAME.
Notas:
estos textos intenta respetar el enfo-
que de género y la perspectiva de la
diversidad e inclusión. Somos cons-
cientes que este propósito aún no está
acabado y seguiremos trabajando para
ello.
Abreviaturas utilizadas:
ESCNNJ: Explotación sexual comercial
de niños, niñas y jóvenes
ESCNNA: Explotación sexual comercial
de niños, niñas y adolescentes
ESC: Explotación sexual comercial
ASI: Abuso Sexual Infantil
NNA: Niños, niñas y adolescentes
NNJ: Niños, niñas y jóvenes

En esta publicación se han protegido

los datos sensibles de los niños, niñas
jóvenes y familias que inspiraron cada
uno de estos trabajos. Honramos su
generosidad al compartir estas expe-
riencias de superación y resiliencia que
están presentes en cada idea que he-
mos escrito en estas páginas.

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 VOCES Y COLORES

ASÍ COMIENZA...
Este libro no tiene el mismo principio que los que da cuenta de cómo entre los miedos y
otros que hemos creado. Fue realizado desde la incertidumbre de esta crisis emergen las
la idea inicial hasta este momento en que voces vivas de quienes a través de su acción
puede ser dialogado con otros, en una época acompañan la trayectoria de los niños,
de crisis mundial por la pandemia COVID-19. niñas, jóvenes y familias que participan y dan
La invitación a los equipos que conforman sentido a cada Centro. Porque tras el dolor
PAICABI fue a compartir los que nos estaba y la adversidad está también la esperanza y
pasando en el territorio de nuestro trabajo la humanidad. Este libro terminó siendo de
de defensa por los derechos de los niños, voces y colores.
niñas y jóvenes. La invitación fue amplia y
como siempre -porque es nuestra forma de
escribir - las obras toman la forma original
Valeria Arredondo Ossandon
de quienes participan en él. Casi no hay
edición para respetar los modos particulares
en que surgen las ideas y relatos, esos que
nacen en la tarea diaria del trabajo de cada
Centro que es PAICABI. Es una construcción
colectiva, colaborativa, situada y transitoria,

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COMPILADORA
VALERIA ARREDONDO OSSANDÓN
Licenciada en Psicología de la Uni-
versidad de Valparaíso- Chile.
valeria.arredondo@paicabi.cl
Magíster en Psicología Social Uni-
versidad Autónoma de Barcelona y
Universidad ARCIS Chile.
Especialista en Psicoterapia Infanto
juvenil y familiar.
Acreditada por la Comisión Nacional
de Acreditación de Psicólogos Clíni-
cos- Chile.
Miembro fundador de la ONG Pai-
cabi.
Directora Área Gestión Técnica –
ONG Paicabi
VOCES Y COLORES
Coordinadora Centro de Estudios y
Formación en Infancia, Adolescencia
y Familia. ONG Paicabí.
Compiladora de diversos libros es-
pecializados en violencia sexual in-
fantil editados por ONG Paicabi.
Docente de pre y post grado en
áreas asociadas a la intervención clí-
nica y abuso sexual Chile.
Práctica clínica familiar e infantoju-
venil.
Práctica Clínica en abuso sexual in-
fantil y explotación sexual comercial
de niños, niñas y adolescentes.
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ÍNDICE
COLORES
PRÁCTICAS INVERVENTIVAS
Pandemia… ¿es posible seguir felices en el encierro?
El botiquín emocional una herramienta práctica en

11-20
tiempos de coronavirus.
Sylvia Campos Meza
Centro Relmu (“arcoiris”)-Coquimbo. IV Región.
Centro de Intervención Especializada en Maltrato y
Abuso Sexual Infantil

Co - crendo multi - historias de liberación desde las mi-

cro - prácticas colaborativas en respuesta a la violencia
de pareja íntima en contexto de pandemia.
Oscar Arce Cadiú
21-51 Carolina Fernández Rozas
Alejandra Olivares Ahumada
Centro Maihue (“el lugar”) Valparaíso. V Región.
Centro de Intervención Especializada en Maltrato y
Abuso Sexual Infantil

5
 VOCES Y COLORES

Caja de herramientas terapéuticas: reparando desde lo

lúdico en la adversidad.

52-73 Paloma Araya Rivas

Centro Panul (“tierra soleada”)- Quillota. V Región.
Centro de Intervención Especializada en Maltrato y
Abuso Sexual Infantil

Raíces Humanas.
Facilitando el conocimiento de sí mismo y la conciencia
del otro como figura representativa, además del forta-
lecimiento de los vínculos con los seres vivos en época

74-90 de cuarentena.
Francisco Herrera Durán
Ingrid Rojas Bermudez
Centro Relmu (“arcoíris”)- Coquimbo. IV Región.
Centro de Intervención Especializada en Maltrato y
Abuso Sexual Infantil

El Cuento Narrado como aporte en la resignificación de

la vinculación del adulto respecto de niños y jóvenes en

91-109
tiempos de cuarentena.
Carolina Muñoz Aliaga
Centro Paihuen (“está en paz”)-. Valparaíso. V Región.
Centro de Intervención Especializada en Maltrato y
Abuso Sexual Infantil

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 VOCES Y COLORES

VOCES
REFLEXIONES EN TORNO A LA INTERVENCIÓN
Navegar en aguas turbulentas: confianza, solidaridad
y colaboración como principios fundantes de la gestión
en tiempos de crisis
111-138 Ivan Zamora Zapata
ONG Paicabi (“lugar para encontrar la paz”) – Viña del
Mar. V Región
Corporación de Promoción y Apoyo a la Infancia

Reflexión sobre cualidades terapéuticas necesarias para

la intervención remota con niños, niñas adolescentes
en contextos de vulnerabilidad psicosocial y contingen-
cia sanitaria/social.
139-144 Pablo Agüero Carvajal
Christopher Rojas Godoy
Centro Kuyen (“luna”)- Coquimbo. IV Región.
Centro de Intervención Especializada en Jóvenes que
presentan Prácticas Abusivas Sexuales

7
 VOCES Y COLORES

La Condición Femenina Urbano-Popular En Tiempos

De Pandemia.
Reflexiones Desde El Área Social
145-156 Constanza Fernández Quiñones
Centro Limay (“río claro”)- Limache. V Región.
Centro de Intervención Especializada en Maltrato
y Abuso Sexual Infantil

Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Jó-

venes y COVID-19:
Reflexiones Y Desafíos A Partir De La Intervención
157-168 En Contexto De Alerta Sanitaria
Blanca Kawanabe Martínez
Centro Antu (“sol”)-Valparaíso. V Región.
Centro de Intervención Especializada en Explota-
ción Sexual Comercial Infantil y Adolescente

Asesorías Técnicas De ONG Paicabi En Tiempos Co-

vid-19. Desafíos Y Oportunidades.
Una Sistematización De La Experiencia
Paula Lobos Sucarrat
169-213 Carolina Saavedra Inostroza
Paicabi (“lugar para encontrar la paz”)- Viña del
Mar- V Región
Casa central de Organismo No Gubernamental
Paicabi. Área Gestión Técnica

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 VOCES Y COLORES

Manifestaciones De La Explotación Sexual Infantil

En Contexto De Pandemia
¿Ante Una Re-Construcción De Las Relaciones De

214-218 Niños, Niñas Y Jóvenes?

Carolina Díaz Muñoz
Centro Kalan (“proteger”)- San Antonio. V Región
Centro de Intervención Especializada en Explota-
ción Sexual Comercial Infantil y Adolescente

9
 VOCES Y COLORES

COLORES
PRÁCTICAS INVERVENTIVAS
“y si regalamos un sueño. Si buscamos
un nuevo paisaje. Y si nos proponemos
inventar otros colores”

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 VOCES Y COLORES

Pandemia…
¿es posible seguir felices en el encierro?
El botiquín emocional una herramienta
práctica en tiempos de coronavirus.

SYLVIA CAMPOS MEZA Cofundadora de centro PULSUS

Psicóloga Centro Relmu, Coquimbo especializado en atención psicosocial.
Sylvia.campos@paicabi.cl Relatora en cursos de formación
Personal. Así como realización de
Diplomado Intervención sistémica en actividades de docencia en centro de
contexto clínico y psicosociales. formación técnica.
Actividades de Post-grado en temáticas
de infancia, tales como Asistencia a
víctimas de abuso sexual, Intervención
en maltrato infantil, Técnicas de
evaluación psicológica, entre otros.
Experiencia de más de 10 años en
trabajo terapéutico infanto juvenil.
Experiencia como profesional de
víctimas de vulneración de derechos
tanto en Programas de intervención
Especializada (línea PIE), como en la
actualidad en Programa de Protección
Especializada en Maltrato y Abuso
Sexual Infantil (PRM).

11

INTRODUCCIÓN
El contexto actual en el que enmarca-
mos la intervención psicosocial de mu-
chos NNA víctimas de vulneraciones de
derecho, nos ha hecho reflexionar en
cómo realizamos un trabajo de calidad
y de impacto en la vida de nuestros
NNA, teniendo especial consideración
que debido a los diversos eventos de
vulneración en sus historias de vidas,
se ha visto inmolada su capacidad de
desarrollo y bienestar, en pocas pa-
labras, la capacidad de disfrutar la
vida, de ser felices, desde su posición
de niños y de adolescentes. En parte,
nuestro trabajo va enfocado a la resig-
nificación de tales experiencias de vul-
neración que les permita una mejora
significativa en su calidad de vida, con-
tribuyendo a su bienestar, en síntesis,
que vuelvan a disfrutar nuevamente
de ser niños y adolescentes sin culpas,
sin temores, valorando su vida y la de
quienes los rodean. En estos últimos
meses, adicional a sus propias luchas
internas, han debido experimentar con
un invasor nuevo, que los ha despoja-
VOCES Y COLORES
do de su libertad, de sus rutinas, de sus
relaciones sociales, así como en algu-
nos casos infundirles cierto grado de
temor, de estrés, de ansiedad.
Como profesionales cuando todo esto
inicia, comenzamos a preguntarnos
cómo trabajamos bajo estas condicio-
nes desde un trabajo remoto que nos
permita contribuir y continuar siendo
parte de la vida de los NNA que aten-
demos. Interrogantes y expectativas
comienzan a deambular por la mente
de nuestros profesionales, sin embar-
go la creatividad, la buena disposición,
la empatía y el profesionalismo comien-
zan a surgir. En este contexto es en el
que surgen las prácticas interventivas
que me han sido de utilidad en estos
contextos y ha permitido mantener
un trabajo activo y efectivo con las fa-
milias. A continuación señalaré una de
ellas, que es la realización del botiquín
emocional en contexto de contingencia
sanitaria por coronavirus.
12

“El botiquín emocional” es una prác-
tica terapéutica que logra estimular la
autonomía emocional de los NNA y les
permite que logren percibir la capaci-
dad que tienen de regular sus emocio-
nes. En este punto podemos señalar
que el doctor Rafael Bisquerra (2003),
en el contexto de actualización y re-
visión de estudios sobre las compe-
tencias emocionales, hace alusión a 5
bloques importantes en la educación
emocional, estos son: Conciencia emo-
cional, Regulación emocional, Autono-
mía emocional, Competencia social y
Competencia para la vida y el bienes-
tar.
Con respecto a los dos objetivos espe-
cíficos que se desean trabajar desde el
botiquín emocional podemos señalar
que en el enmarcado de que los NNA
logren regular sus emociones, contri-
buimos a que logren establecer ade-
VOCES Y COLORES
cuadas estrategias de afrontamiento
ante el estrés, la ansiedad, entre otros,
que pueden surgir producto del aisla-
miento actual en el que se vive. Asimis-
mo, la autonomía emocional les permi-
te una autogestión personal propicia
para el desarrollo de la capacidad que
tienen los NNA de buscar ayudas o re-
cursos que le permitan hacer frente a
determinadas situaciones de impacto
emocional en este contexto de pande-
mia e inclusive replicar este modelo de
autogestión personal a lo largo de su
vida.
En el botiquín emocional se estimula
al niño/a y/o adolescente a identificar y
reconocer en su vida aquellas situacio-
nes, experiencias que contribuyen a su
salud emocional en momentos de cri-
sis, productos del estrés, ansiedad, en-
tre otras situaciones que podría estar
experimentando en el contexto actual.
13

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
Actividad: “Creación del botiquín
emocional”
Participantes: La presente activi-
dad se puede realizar con un enfo-
que individual o familiar.
Tiempo de realización: 45 minutos
a 1 hora.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
Se comienza la actividad realizando
una breve introducción de la pertinen-
cia de un botiquín de primeros auxilios
en caso de accidentes en el hogar y
cómo la incorporación de ciertos ele-
mentos básicos tanto para realizar
curaciones o para aliviar situaciones
de salud puede contribuir a la salud
personal y/o familiar en el contexto
domiciliario. Asimismo, se realiza un
paralelo de la necesidad de elaborar
un botiquín emocional también indis-
pensable para asegurar y mantener la
salud emocional tanto a nivel personal
como familiar, especialmente en mo-
mentos de estrés y/o en situaciones
que incidan en nuestra emocionalidad.
Posterior a esta introducción, se invi-
ta al NNA y/o a la familia a comenzar a
realizar su propio botiquín emocional,
VOCES Y COLORES
el que contendrá elementos básicos
de contención emocional que contri-
buirán a enfrentar de mejor manera
situaciones que incidan en su estado
emocional.
(Se adjunta modelo de Botiquín Emo-
cional. Quien realice la actividad puede
imprimir el modelo o elaborar su pro-
pio formato de Botiquín emocional)
Durante la confección del Botiquín
Emocional, el profesional interviniente
profundizará en la importancia de las
elecciones que realice el participante,
así mismo, irá guiando y reflexionando
sobre las competencias emocionales,
entre ellas las trabajadas en la sesión,
tales como la regulación y autonomía
emocional.
La persona realizará una presentación
de su botiquín y elegirá y referirá aque-
llos elementos más destacables de su
Botiquín emocional. Se estimula al par-
ticipante a expresar y manifestar cómo
se sintió en la actividad.
Se realizará una reflexión final enfoca-
do a la importancia de continuar con-
tribuyendo en la regulación y autono-
mía emocional.
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 VOCES Y COLORES

BOTIQUÍN EMOCIONAL
CANCIONES QUE ME ANIMAN COSAS QUE HACER EN CASA FRASES O LECTURAS
Y QUE ME ANIMAN ANIMADORAS

RECUERDOS DE PASEOS
VIDEOS O MOMENTOS CHISTOSOS
QUE ME ALEGRAN EL DÍA
PERSONAS A LAS QUE PUEDO LLAMAR
Y ME ANIMAN

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 VOCES Y COLORES

EXPERIENCIA DE TRABAJO

A continuación se realiza una breve

descripción de una experiencia
satisfactoria con una familia del centro.

CARACTERÍSTICAS DEL CASO

Identificación: Adolescente de 16 años junto a su familia compuesta por la
madre y sus hermanos (10, 12 años).
Ingreso: ASI.
Etapa de intervención: Intervención.

OBJETIVOS DE TRABAJO EN BASE AL PLAN DE INTERVENCIÓN:

Fortalecimiento de Recursos
Objetivo General: Propiciar la identificación de las herramientas personales.
Objetivos específicos:
- Identificar estrategias de afrontamiento ante situación de estrés o ansiedad
frente al periodo de contingencia sanitaria de país.
- Establecer adecuadas estrategias de afrontamiento ante el estrés, la ansiedad,
entre otros, que pueden surgir producto del aislamiento actual en el que se vive.
- Estimular la capacidad de autogestión personal.

16
 VOCES Y COLORES

EXPERIENCIA DE TRABAJO
Se realiza un trabajo vía remota debido a la contingencia sanitaria que se atra-
vieza como país debido a los resguardos ante el Virus COVID 19. La sesión fue
acordada con anterioridad y se solicita a la familia, tener diversos materiales que
puedan encontrar en casa, sean estos hojas, cuadernos, cartulinas, lapices de
colores, entre otros.

Se realiza la introducción de la temática tratada (Competencias emocionales)

y se procede a estimular la creación de su botiquin emocional. En este caso se
realizó de manera familiar, sin embargo con la contribución de cada integrante
del grupo familiar, quien identifica y reconoce de manera personal los elemen-
tos de contención significativos para sí mismo, logrando además identificar y re-
conocer aquellos que a nivel familiar resultaban igualmente efectivos, logrando
establecer sus propias estrategias de enfrentamiento ante el estrés o cualquier
factor que incida en su estabilidad emocional. Se realiza guía de la actividad por
el profesional interviniente que durante la sesión va paso a paso analizando con
la familia la contribución de dichos elementos de contención, pemitiendo una
profundización de la tematica expuesta.

Se realiza exposición de los trabajos realizados.

Se realizan reflexiones finales que permiten tanto a nivel individual como fami-
liar, percibir y reforzar la capacidad de autoregulación emocional.

17
 VOCES Y COLORES

Algunos comentarios de los NNA y sus familias al término del trabajo, los señala-
mos a continuación:

CONTRIBUCIÓN

La experiencia de trabajo realizada con
el botiquín emocional ha sido realizada
tanto a nivel individual como también a
nivel familiar, lo que también contribu-
yó a que familias del centro pudieran
dar continuidad a sus procesos inter-
ventivos, logrando que a pesar de las
contingencias que pueden experimen-
tar en sus vidas, los procesos mantie-
nen una constante y en las que ellos
mismos son los principales agentes de
cambio en percibir los recursos pre-
sentes que mantienen en su contexto
inmediato y en el propio reconocimien-
to de su autogestión emocional.
“Me sirvió mucho, lo pase súper bien…”
(niño/a)
“Me di cuenta que nosotros podemos
enfrentar cualquier cosa…” (Adulto a
cargo)
“Que entrete…hagamos más activida-
des así…nos ayuda con nuestras emo-
ciones” (Adulto a cargo)
A continuación, se evidencia un regis-
tro fotográfico realizado por algunos
participantes de las actividades que
con los recursos que mantienen en su
propio hogar han podido desarrollar.

Algunos comentarios de los NNA y sus

familias al término del trabajo, los se-
ñalamos a continuación:

“No me había fijado…que tengo cosas

que me ayudan…a sentirme mejor”
(niño/a)

18
 VOCES Y COLORES

Experiencia individual

Experiencia familiar

19
 VOCES Y COLORES

REFLEXIONES REFERENCIAS

En relación con lo expuesto, podemos - Bisquerra Alzina, R., & Escoda, N. P.

señalar que la actividad propuesta pue- (2007). Las competencias emociona-
de ser una herramienta muy eficaz en les. Revista Educación XXI. 10, 2007,
el contexto de contingencia sanitaria pp. 61-82.
que estamos viviendo en la actualidad,
así como incorporar dentro de nuestra
labor interventiva ya que de manera
práctica y didáctica se potencian los
recursos personales y/o familiares que
tanto el NNA como las familias poseen
y les permitimos que visualicen y perci-
ban cómo contribuyen y son parte de
su propia experiencia de reparación
emocional.

“Realmente en cada actividad que rea-

lizó con los NNA y sus familias puedo
percibir esa fuerza y resiliencia que
poseen y ellos mismos dejan la evi-
dencia que a pesar de las adversida-
des y/o obstáculos de la vida se puede
seguir siendo felices y mirar el futuro
con mucho optimismo”.

20
 VOCES Y COLORES

Co- creando multi historias de liberación

desde las micro prácticas colaborativas en
respuesta a la violencia de pareja íntima en
contexto de pandemia.

Creado por:
OSCAR ARCE CADIU
Psicólogo Centro Maihue. Valparaíso
oscar.arce.cadiu@gmail.com
Magíster © en Psicología Clínica, Men-
ción Psicoterapia constructivista y so-
cio construccionista.
Postítulo en Intervención en Violencia
Familiar Y Abuso Sexual Infantil, Uni-
versidad de Valparaíso.
Diplomado Internacional de Terapia
Narrativa. Certificado por PRANAS Chi-
le, Colectivo de Prácticas Narrativas
México y Narrative Practices Adelaida,
Australia.
CAROLINA FERNÁNDEZ ROZAS
Asesora Técnica Centro Maihue- Val-
paraíso
carolina.fernandez.rozas@gmail.com
Trabajadora Social Pontificia Universi-
dad Católica de Valparaíso
Magíster © en Intervención Socio Jurí-
dica con Familias, Universidad Andrés
Bello
Postítulo en Salud Mental desde una
Mirada de la Salud Pública, Universi-
dad de Valparaíso.

21
 VOCES Y COLORES

ALEJANDRA OLIVARES AHUMADA

Directora Centro Maihue- Valparaíso
alejandra.olivares.ahumada@gmail.com

Psicóloga Universidad del Mar

Magister © en Psicología Clínica, Men-
ción Psicoterapia constructivista y so-
cio construccionista.

Postítulo en Intervención en Violencia

Familiar y Abuso Sexual Infantil, Univer-
sidad de Valparaíso.

Postítulo en Estrategias de Interven-

ción Infanto Juvenil, Universidad de
Valparaíso

22

INTRODUCCIÓN
En estos momentos históricos, se han
visualizado movimientos socio cultu-
rales profundos, que en realidad res-
ponden a la visibilización de las micro
transformaciones socio culturales, que
han fisurado las estructuras sociales.
Uno de ellos guarda relación con la
reconstrucción y sistematización de
las aproximaciones hasta ahora rígi-
das, estructurales, de lo que llamamos
Género. En este sentido, es relevante
iniciar el presente ensayo, aclarando
y declarando que entendemos por
Género, en el sentido epistemológico,
desde donde emerge nuestra mirada y
propuesta de intervención.
De esta manera, entenderemos por
Género, una construcción socio cul-
tural, que ha sido transmitida y se-
dimentada en la historia, a través del
lenguaje, de manera transgeneracional
y que se ha cristalizado en estructuras
sociales que hoy parecen rígidas, ina-
movibles, pero que están fundadas no
VOCES Y COLORES
en elementos naturales, sino que, en
elementos culturales, por tanto, son
posibles de transformar.
Es importante en este punto, explici-
tar que en esta construcción del ser
mujer u hombre (de manera binaria),
se instala una ideología que finalmen-
te avanza a lo largo de la historia, en
una lucha de poder, desde donde un
género (el masculino) ejerce una domi-
nación profunda, imperante, fundada
y construida desde significados de ori-
gen natural, sobre el género femenino.
A lo anterior, Luis Vitale lo llama “Ideo-
logía Patriarcal”, la cual “logró imponer
la falacia de que las funciones de la mu-
jer (especialmente las de ama de casa)
eran producto de una condición natu-
ral, cuando en rigor fue el resultado de
un largo proceso de condicionamiento
cultural”. (Vitale, 1987:47).
De esta manera, emerge una domina-
ción masculina, que aparece natura-
23

lizada, por lo tanto, todo aquello que
permite perpetuarse es ignorado, por
considerarlo “lo natural”. Esta domina-
ción, según Bourdieu, se sedimenta en
virtud de una eficacia simbólica, la que
se presenta como un “prejuicio desfa-
vorable socialmente instituido en el or-
den social, se debe en buena medida al
hecho de que produce su propia con-
firmación mediante el amor que lleva a
las víctimas a entregarse y abandonar-
se al destino al que socialmente están
consagradas” (Bourdieu P., 1998).
Bourdieu define en este sentido, el ha-
bitus como “sistema adquirido de es-
quemas generadores” y como “sistema
de disposiciones duraderas y transpo-
nibles” (Bourdieu P., 1980, citado por
Jiménez G., 1997), lo que nos permite
dar cuenta de los sistemas que han
permitido la reproducción de las cons-
trucciones asociadas al género, así
como la lógica de la naturalización de
este.
De esta manera, las construcciones
en torno al género se han cristalizado
en las estructuras sociales, en la vida
cotidiana, en las instituciones. Si bien
VOCES Y COLORES
históricamente se han configurado es-
tructuralmente, a su vez son estruc-
turantes, pues como construcciones
socio culturales, estructuran el cam-
po social, pero a su vez son posibles
de transformar. Bourdieu señala que:
“El habitus no es el destino, como se
lo interpreta a veces. Siendo producto
de la historia, es un sistema abierto de
disposiciones que se confronta perma-
nentemente con experiencias nuevas y,
por lo mismo, es afectado también per-
manentemente por ellas. Es duradera,
pero no inmutable” (Bourdieu, 1992,
citado por Jiménez G., 1997).
La evolución histórica de la perspecti-
va de Género se ha hecho presente a
través de la lucha, resistencia de movi-
mientos de mujeres que se han alzado
frente a “lo natural”, que se han posi-
cionado en un lugar intermedio en la
lucha de poder, desde lo estructural a
lo estructurante. Hablamos de la lucha
por reivindicación y reconocimiento
que durante el Siglo XX y lo que va de
Siglo XXI, se ha intensificado y ha logra-
do fisurar las estructuras sociales.
24

En 1979 la Asamblea General apro-
bó la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación
contra la mujer. Esta Convención tie-
ne carácter jurídicamente vinculante
y enuncia los principios aceptados in-
ternacionalmente sobre los derechos
de la mujer que se aplican a todas
las mujeres distintos ámbitos. En esta
convención se reconoce la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres.
En 1980 se realiza la Conferencia Mun-
dial de la Mujer en Copenhague y en
1985 en Nairobi. En 1995 se celebra
la IV Conferencia Mundial de la Mujer
en Beijing, China. En esta conferencia
se elabora la “Plataforma Mundial”, un
programa orientado a crear las con-
diciones necesarias para potenciar el
papel de las mujeres en la sociedad y
de esta manera lograr su plena parti-
cipación en todas las esferas de la vida
pública y privada (ODCA. 2001:49).
El 14 de diciembre de 2010, en Chile es
promulgada la Ley 20.480, llamada la
ley de Femicidio, en la cual se modifica
la ley 20.066 sobre Violencia Intrafami-
liar, y que señala que “Comete femici-
VOCES Y COLORES
dio el hombre que mata a una mujer
que es o ha sido su cónyuge o convivien-
te, o con quien tiene o ha tenido un hijo
en común…el hombre que mata a una
mujer en razón de su género también
comete femicidio y será sancionado con
la pena de presidio mayor en su grado
máximo a presidio perpetuo, es decir,
de quince años y un día a presidio per-
petuo. ” (www.bcn.cl Guía Legal sobre
Femicidio).
En este escenario, la violencia hacia las
mujeres se valida y se perpetuó a lo lar-
go de la historia como una estrategia
de control, en una lucha de poder en
la que las mujeres se han posicionado
desde la sumisión. La violencia es de-
finida por la OMS como “El uso delibe-
rado de la fuerza física o el poder como
amenaza o de hecho contra uno mis-
mo, otra persona o un grupo o comu-
nidad, que cause o tenga alta probabi-
lidad de causar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos del desarrollo o
privaciones” (OMS, 2013)
La violencia de género se configura
como aquella violencia ejercida a pro-
pósito y validada por esta dominación
25

masculina, desde donde en el contexto
de la lucha de poder, lo masculino se
posiciona en un lugar de privilegio, en
tanto depositario de poder simbólico,
desde la base de un orden jerárquico
natural que como ya explicitamos, se-
ría una construcción socio cultural.
Si bien, cada vez más, existen investi-
gaciones y han emergido nuevas pers-
pectivas para aproximarnos a la vio-
lencia ejercida hacia las mujeres, en el
presente ensayo, nos centraremos en
la categorización de Johnson, desde
los elementos que plantea para definir
lo que llama “Terrorismo íntimo en la
pareja, o Violencia en la Pareja íntima
con control coercitivo” (Johnson, 2008).
La violencia, según el autor, no debe
categorizarse por sus características
de naturaleza o frecuencia, sino la in-
tensidad del control ejercido hacia las
mujeres. Lo anterior, visibiliza cómo las
mujeres que vivencian la violencia, no
solo se sumen en el ejercicio de cas-
tigos físico, como episodios aislados,
sino que se encuentran sumergidas
en un permanente control coercitivo,
en prácticas simbólicas que dan cuen-
ta de una dominación intensiva, desde
VOCES Y COLORES
donde además en situaciones extre-
mas, se pierde inclusive la confianza en
el propio criterio. Se trata de un con-
trol ejercido en las mismísimas fibras
de la construcción de realidad, donde
se mantiene en un estado de alerta y
sobrevivencia permanente.
En términos interventivos, desde es-
tos aportes, nos referiremos a nuestra
usuaria no como víctima de la violen-
cia, sino más bien como sobreviviente
o superviviente. Nuestra intención es
honrar su capacidad de superación,
de resiliencia y de las posibilidades de
esta mujer en particular para sobrevi-
vir a la violencia vivenciada, intentan-
do evitar los prejuicios y co-construir
desde sus propios significados en tor-
no a su trayectoria vital. De esta ma-
nera, centraremos nuestra reflexión y
propuesta metodológica en una mira-
da ontológica que la sitúa como pro-
tagonista de su propia vivencia, como
experta indiscutible de su trayectoria
vital, aproximándonos a ella desde sus
significados.
26

Lo anterior, desde la declaración de
Estado de Emergencia decretado en
Chile (marzo 18 de 2020), a propósito
de Pandemia por COVID 19, plantea un
escenario propicio para la agudización
de la violencia. Asimismo, se intensifica
el aislamiento y pone a prueba la res-
puesta de las instituciones como ente
estructural y estructurante para la per-
manencia o transformación del control
coercitivo. De esta manera, el escena-
rio actual nos plantea como desafío la
capacidad de respuesta frente a inmi-
nentes situaciones que rápidamente
han incrementado su intensidad y que
pudiesen efectivamente, finalizar en el
fenómeno de femicidio.
En el presente ensayo, nos propone-
mos revisar las prácticas que, desde el
contexto de intervención en el Progra-
ma de Reparación en Maltrato Grave
- Centro Maihue, se han desarrollado
en la configuración de una situación en
particular, en contexto de Contingen-
cia Sanitaria por COVID 19.
De esta manera, desarrollaremos un
recorrido contextual y particular, en
relación con un grupo familiar, fren-
VOCES Y COLORES
te a los desafíos interventivos no solo
de nuestro Centro, sino que también
desde las respuestas (o la ausencia de
ellas) desde las instituciones en torno
al acompañamiento y resguardo de la
integridad física de sus miembros.
Así también, desde la reflexión y siste-
matización de las prácticas (asertivas
o no), pretendemos levantar una pro-
puesta de intervención, que no solo
implica revisar nuestras estrategias
teórico-metodológicas, sino que impli-
ca dialogar con las co-construcciones
interinstitucionales y en cómo, hoy en
un escenario contingente, emergen di-
versas miradas en torno al fenómeno
de la violencia.
Finalmente, es importante explicitar
que, en el tenor del resguardo de la
confidencialidad del grupo familiar al
cual nos referimos, hemos decidido
modificar los nombres de sus integran-
tes. Lo anterior, desde una mirada del
respeto y la conciencia ética de cuida-
do de una realidad a la que nos aproxi-
mamos y nos alejamos, como testimo-
nio y como reconocimiento a quienes
en ella conviven y sobreviven.
27

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
Contextualización
El pasado 11 de marzo 2020, la Organi-
zación Mundial de la Salud (OMS), de-
clara pandemia mundial, a la emergen-
cia sanitaria ocasionada por COVID-19,
situación que ha implicado un desafío
sanitario importante a nivel mundial, y
que ha impactado gravemente a nues-
tro país, dejando en evidencia nueva-
mente importantes desigualdades es-
tructurales, sociales y económicas, que
afectan principalmente a personas en
situaciones de exclusión social, preca-
riedad económica, y dificultades en el
acceso a servicios básicos, educación y
salud.
Es en este contexto, que fenómenos
tales como las violencias de género,
entre ellas las que se expresan en el
espacio de pareja íntima, han sido visi-
bilizadas como una problemática social
que se ha agravado durante la pande-
mia por COVID -19, a propósito de las
características específicas de las estra-
tegias implementadas por el Gobierno
para disminuir el contagio del virus,
VOCES Y COLORES
relacionadas con el distanciamiento
físico, aislamiento, confinamiento y la
sobredemanda que se evidencia en las
respuestas de los servicios que se vin-
culan directamente con la disminución
y erradicación del fenómeno en cues-
tión, dando cuenta de insuficientes
políticas públicas para abordar la com-
plejidad que implica la violencia hacia
mujeres, niños y niñas.
En relación con lo anterior, según cifras
del Ministerio Público y del Senado, re-
feridas en sus sitios oficiales, se obser-
va en el mes de marzo del presente año
una disminución del 14% en torno a las
denuncias realizadas en el contexto de
Violencia Intrafamiliar, a diferencia del
mes de marzo del año 2019 (Fiscalía de
Chile, 2020). No obstante, según cifras
del Ministerio de la Mujer y Equidad
de Género (SERNAMEG), se registra un
aumento significativo del 81% de lla-
madas en búsqueda de orientación y
ayuda en el fono 1455 de SERNAMEG,
entre el mes de marzo y abril del año
28

2020. Sumado a lo anterior, se observa
en mes de abril 2020, un aumento del
119%, en comparación con el mes de
marzo 2020, de llamados al Fono Fami-
lia 149, del área de Prevención y Pro-
tección de la Familia de Carabineros de
Chile (SERNAMEG, 2020).
A partir de lo anterior, se observa una
preocupante congruencia entre el au-
mento de cifras relacionadas con los
llamados en búsqueda de orientación,
ayuda, y las cifras vinculadas al delito
de femicidio, observándose un alza sig-
nificativa respecto de este delito en su
carácter frustrado, existiendo 26 de-
nuncias de este tipo, y 10 femicidios
consumados hasta el 31 de marzo
2020 (SERNAMEG, 2020).
En la actualidad, el Servicio Nacional de
la Mujer y Equidad de Género, señala
que a la fecha 04 junio 2020, en Chile
se registran 16 femicidios consumados
y 45 femicidios frustrados (SERNAMEG,
2020).
En el contexto en que las cifras de vio-
lencia contra la mujer en el espacio de
pareja íntima se configuran como un
VOCES Y COLORES
elemento alarmante en el contexto de
pandemia actual por COVID 19, es im-
portante considerar que niños, niñas y
adolescentes son testigos y/o víctimas
en sus contextos familiares de estas
experiencias.
Lo anterior implica un impacto físico y
socio emocional significativo para sus
vidas, considerando que de base a es-
tas vivencias de violencia, nos encon-
tramos como humanidad, atravesando
una pandemia mundial que en sí ge-
nera cambios importantes en la vida
de niños, niñas y adolescentes, con-
figurándose como un momento que
puede resultar traumático, cuando en-
tendemos que a la situación sanitaria
se suma un contexto en que deben
sobrevivir junto a sus madres y/o cui-
dadoras, al ejercicio de la violencia por
parte de hombres cisgénero que han
sido socializados en dichas prácticas.
Al respecto, se considera importante
reconocer que sumado a la vulnera-
bilidad a la que niños, niñas y adoles-
centes son expuestos al ser testigos de
violencia de pareja íntima y/o víctimas
de maltrato físico, existe un alto riesgo
de aumento en torno a las dinámicas
29

de explotación sexual comercial infan-
til y/o abuso sexual (Universidad de
Chile, 2020).
Junto con este contexto de alto riesgo,
se suman factores que tienden a ge-
nerar mayor aislamiento y dificultades
en la búsqueda de ayuda, tales como,
la distancia física y social con personas
de la red de vínculos significativos, ais-
lamiento, aumento de las dinámicas de
control y de tensión en la pareja, ade-
más de sobredemanda de los servicios
que trabajan para disminuir la violen-
cia hacia la mujer, y brindar protección,
tanto a éstas, como a niños, niñas y
adolescentes.
Otros factores que afectan la salud
mental, emocional, física y la red de
apoyo social de mujeres sobrevivien-
tes de violencia, dicen relación con los
efectos socio económicos graves que
se generan a partir de la pandemia y el
desempleo, aumentando las situacio-
nes de dependencia económica que
muchas veces influyen en la finalización
de una relación de pareja. Además, a
diferencia de hombres cisgénero, se
observa un aumento hacia las mujeres,
VOCES Y COLORES
de la realización de trabajos domésti-
cos y de cuidados no remunerados en
el hogar, sumado al ejercicio laboral no
presencial (teletrabajo).
A partir de la grave situación que afec-
ta actualmente a Mujeres en nuestro
país, el Gobierno pone en marcha plan
de contingencia, a través del Ministe-
rio de la Mujer y de Equidad de Gé-
nero, el cual consta de los siguientes
aspectos: a) continuidad de atención
en Centros de la Mujer y Centros Re-
paratorios para Mujeres Víctimas de
Violencia (turnos de atención, interven-
ciones remotas, protocolos de aten-
ción y cuidado para funcionarias/os),
b) continuidad del funcionamiento de
casas de acogida y reforzamiento de
medidas sanitarias en estos espacios,
tales como cuarentenas preventivas
para mujeres que ingresen a casas de
acogidas), c) reforzamiento del área de
apoyo jurídico en casos de violencia ex-
trema, d) estrategias de prevención en
línea, e) reforzamiento de los teléfonos
de atención, f) coordinación constante
del circuito intersectorial de Femicidio
(CIF), g) implementación de mascarilla
19 en Farmacias a lo largo del país (Ci-
30

fuentes, 2020).
Las políticas públicas antes señaladas,
implican un esfuerzo importante en
términos del desarrollo de un trabajo
articulado e interconectado, que per-
mita dar respuesta efectiva a las ne-
cesidades urgentes e inmediatas de
mujeres, niños, niñas y adolescentes,
considerando que gran parte de las si-
tuaciones de violencia, implican un alto
riesgo vital, para quienes son víctimas
de estas situaciones, y se configuran
de manera distinta, dependiendo de
las características territoriales, socioe-
conómicas y culturales particulares de
los lugares en que se emplazan sus ho-
gares, sumado a que existe una esca-
sa oferta programática para el trabajo
con hombres que ejercen violencia ha-
cia mujeres, niños, niñas y adolescen-
tes, situación que dificulta un trabajo
coordinado y efectivo.
Reflexiones desde la práctica
El contexto en que se desarrolla la pre-
sente práctica se instala en el trabajo
realizado por parte del equipo técnico
del Programa de Reparación en Maltra-
VOCES Y COLORES
to Grave, Centro Maihue De Valparaíso.
El trabajo se lleva a cabo con un grupo
familiar de dicha ciudad, derivado des-
de Tribunal de Familia de Valparaíso, a
propósito de graves vulneraciones de
derechos hacia los niños e Isabel, en el
contexto de una historia de Terrorismo
íntimo en la Pareja, ejercido por Pedro
(padre de ambos niños).
Grupo familiar se encuentra conforma-
do por ambos progenitores, Pedro e
Isabel, dos niños sujetos de derechos,
por quienes se decreta medida pro-
teccional (05 y 08 años), y un herma-
no que ya ha alcanzado la mayoría de
edad, quien no convive actualmente
en el domicilio, no obstante, mantiene
contacto regular con el grupo familiar.
Isabel y Pedro se dedican a la realiza-
ción de trabajos de tipo informal, no
obstante, a propósito de la situación
sanitaria, y del cuidado de los niños, al
encontrarse éstos estudiando en casa,
Isabel deja de trabajar y actualmente
no cuenta con su fuente de ingresos
económicos autónomos, por tanto, de-
pende de los ingresos económicos del
padre de los niños, y de la ayuda que
31

su hijo mayor le otorga de manera es-
porádica.
En cuanto al contexto y las condicio-
nes en que el grupo familiar habita
actualmente, se señala que la vivienda
se encuentra emplazada en una toma
de terrenos de la ciudad de Valparaíso,
caracterizada por la presencia de fac-
tores de alto riesgo, con presencia de
microtráfico de drogas, la carencia de
servicios básicos de luz, agua y alcanta-
rillado, y principalmente, un aislamien-
to territorial que agudiza el acceso de
instituciones para el acompañamiento
y resguardo (en particular de Carabi-
neros de Chile). Sumado a lo anterior,
existe por línea materna, una escasa
o nula presencia de redes de apoyo,
mientras que, por línea paterna, existe
una naturalización de la violencia ejer-
cida por Pedro hacia Isabel.
El motivo de derivación responde a
las diversas situaciones de violencias
graves a las que ha sobrevivido Isa-
bel, quien se encuentra lidiando con
las consecuencias y los efectos que ha
experimentado en torno al terrorismo
en la pareja íntima ejercido por Pedro,
VOCES Y COLORES
configuradas desde el ejercicio de la
violencia física, sexual, económica y
psicológica, manteniéndose de forma
sistemática en el tiempo. De esta ma-
nera, se configura un ejercicio de con-
trol coercitivo extremo por parte de
Pedro, en el que Isabel ha desarrollado
estrategias de sobrevivencia, asocia-
das a la aceptación de la violencia con
la finalidad de evitar una escalada.
Pese a los distintos intentos de Isabel
por finalizar esta relación de pareja, y a
pesar de los apoyos que la red judicial
y de protección han desplegado, en la
actualidad se observa la permanencia
de este contexto en la pareja, agudiza-
do por la contingencia sanitaria, toda
vez que no existen posibilidades actua-
les para Isabel, de contar con ingresos
económicos autónomos.
Asimismo, y desde las instituciones, se
observa actualmente un desgaste im-
portante por parte de las distintas re-
des que se vinculan con el grupo fami-
liar, a propósito de las retractaciones
esperables en contextos de violencia
de pareja de tal gravedad. A su vez, en
los significados construidos por Isabel,
32

respecto del apoyo institucional, existe
desesperanza, asociada principalmen-
te a que percibe una imposibilidad de
las redes de apoyo para dar respues-
ta oportuna a sus necesidades de res-
guardo. Desde este punto de vista,
Isabel ha desarrollado una construc-
ción naturalizada de su vivencia, asu-
miendo en tal sentido, su protección
autónoma desde los recursos propios.
Lo anterior, permite comprender la
permanencia en este contexto de so-
brevivencia, desde donde transita en-
tre la percepción de autoprotección
hacia percepción de indefensión. En
esos momentos de indefensión, Isabel
tiende a recurrir a las escasas redes de
apoyo.
Desde la experiencia del equipo de
Centro Maihue, se observa que las
nociones de retractación, pueden ge-
nerar efectos en los equipos profesio-
nales, tendientes a responsabilizar a
las personas sobrevivientes de las vio-
lencias como las agentes principales
de cambio, y por tanto, invisibilizando
las relaciones de poder existentes en
estas situaciones, además de las ex-
periencias subjetivas de las personas
VOCES Y COLORES
que sobreviven a dichos contextos al-
tamente violentos, corriendo el riesgo
de invisibilizar sus respuestas y/o ac-
ciones de protección (ej.: no denunciar
por temor, vergüenza, desesperanza
entre otras). Frente a los procesos de
intervención, es preciso visibilizar de
manera integrada, la lógica del terro-
rismo íntimo en la pareja y cómo con-
tribuyen en su perpetuación las institu-
ciones. De esta manera, el fenómeno
de retractación emerge como una es-
trategia de sobrevivencia, que le ha
permitido a Isabel salvar su vida y la de
sus hijos, además de garantizar las ne-
cesidades básicas de alimentación.
Lo anterior, nos plantea un desafío
importante en la intervención: el te-
rrorismo íntimo en la pareja ejerce un
control tan profundo, que las mujeres
sobreviven en el rango permitido de
sus posibilidades, viéndose afectada
su corporalidad, el entorno material,
sus proyectos biográficos, e incluso
genera cuestionamientos frente a su
sentido vital. En este mismo sentido,
los efectos de la violencia pueden ser
tan totalizantes en las vivencias de las
personas, que llegan a afectar la ima-
33

gen que tienen de sí mismas, y la forma
en que se narran su propia historia e
identidad.
Considerando dichos elementos, cual-
quier tipo de intervención a realizar,
no sólo debe centrarse en las situacio-
nes episódicas de violencia (a las que
en general nos acercamos desde el
modelo de intervención en crisis), sino
que en una amplia perspectiva, a to-
dos los ámbitos vitales afectados por
la violencia, y a los actos de resistencia,
desde los cuales las personas siempre
responden, y que constituyen grietas
importantes para reconstruir las histo-
rias asociadas a la sobrevivencia de las
violencias, y a las formas preferidas de
las personas para describir su propia
experiencia, historia e identidad (Whi-
te, 2015).
Al igual que Isabel, ambos niños se
encuentran lidiando con las conse-
cuencias y los efectos de la violencia,
utilizando la totalidad de sus recursos
y habilidades para enfrentar este con-
texto adverso, siendo significativo se-
ñalar que los niños perciben el espacio
educativo, como un contexto protector
VOCES Y COLORES
(con el que no cuentan actualmente a
propósito de la pandemia y suspen-
sión de clases presenciales), siendo
significativo referir que a pesar de la
violencia que han vivenciado sistemá-
ticamente, obtienen destacado ren-
dimiento académico, siendo posible
observar un proceso de acomodación
y adaptación frente a un escenario im-
predecible y altamente violento, en el
cual la relación afectuosa y nutricia de
su madre, ha permitido desarrollar una
importante resiliencia relacional en el
vínculo marento filial (Barudy, 2006).
En el contexto de Contingencia Sanita-
ria por COVID 19, se ha observado el
progresivo riesgo vital, tanto para Isa-
bel como para ambos niños, desde el
cual equipo de Centro Maihue, se ha
articulado con Fiscalía Local de Valpa-
raíso, Tribunal de Familia de Valparaí-
so, Centro de la Mujer de Valparaíso
y organizaciones comunitarias, con
la finalidad de propiciar mejores con-
diciones de resguardo físico para el
grupo familiar. Lo anterior, ha puesto
en evidencia las carencias de las insti-
tuciones para dar respuesta oportuna
y efectiva al fenómeno de Terrorismo
34

íntimo en la Pareja al que sobrevive
doña Isabel y sus hijos, en tanto, las
respuestas tardías y descoordinadas
dan cuenta que las normativas lega-
les y las medidas gubernamentales no
permiten responder con rapidez a la
emergencia inminente del riesgo vital,
ni a las consecuencias sistémicas de la
violencia en este caso.
De este modo, observamos cómo Isa-
bel, desde sus escasas posibilidades
de acción, se aferra a su vivienda (por
muy precaria que a nosotros nos pa-
rezca desde los privilegios que deten-
tamos como profesionales), como su
única posesión propia, su única ga-
rantía de sobrevivencia. Nos enfrenta-
mos pues, a la tensión entre lo que el
equipo técnico y el aparataje institucio-
nal considera pertinente como apoyo
para Isabel y sus propias demandas
y entendimientos respecto del apoyo
que necesita. Desde una lectura profe-
sional, resulta latente el prejuicio res-
ponsabilizador, que tiende a centrar la
intervención en la articulación de una
red de resguardo desde la mirada de
“expertos”, minimizando en tal sentido,
los recursos que en su historia doña
VOCES Y COLORES
Isabel ha puesto a disposición para ga-
rantizar la seguridad de su propia vida
y la de sus hijos.
Para nosotros y las redes articuladas,
las medidas se enfocan en desarraigar
a doña Isabel de su única posesión, se
trata de despojar de las herramientas
que ha logrado forjar a pesar de su
contexto adverso e insertarla en las
“soluciones” institucionales. Concre-
tamente, nos enfrentamos a medidas
propuestas en torno a su ingreso a
Casa de Acogida versus su demanda
por medidas efectivas para garantizar
el distanciamiento de Pedro de su do-
micilio y de sus vidas.
De esta manera, se visibiliza aún más,
los significados de Isabel respecto de
la desconfianza en las redes de apo-
yo, pues quienes intentamos apoyar,
lo hacemos desde nuestros lugares de
poder, desde nuestras miradas pro-
fesionales, que muchas veces tienden
a replicar la violencia, desde construir
significados en torno a lo que creemos
que ella necesita, y que no necesaria-
mente tienen sentido para ella.
35

Por su parte, en torno a la articulación
interinstitucional, nos vemos enfren-
tados a diversas miradas de un mis-
mo fenómeno, como equipo técnico,
emergen sentimientos de frustración,
de desesperanza y de angustia, en
torno a cómo quienes debemos arti-
cularnos consistentemente en torno
a la intervención con este grupo fami-
liar, damos respuesta desde protoco-
los asincrónicos a las necesidades de
Isabel y sus hijos, con perspectivas en
ocasiones dicotómicas y honestamen-
te centradas en las necesidades parti-
culares de las instituciones. Es eviden-
te en este punto, que el fenómeno de
la violencia no alcanza a ser visibilizado
en su magnitud por las instituciones,
y este poder simbólico, desde donde
emerge la dominación masculina, per-
manece arraigado en las prácticas ins-
titucionales. Se trata de un poder tan
profundo, que centra la responsabili-
dad de las vivencias de Isabel y sus hi-
jos externamente, cuando más bien de
aquello somos responsables la socie-
dad en su totalidad, instituciones, pro-
fesionales, personas. En una reflexión
crítica y ética, se trata de la correspon-
sabilidad histórica que hoy es preciso
VOCES Y COLORES
visibilizar, si es que nos proponemos
re crear nuevas estrategias de inter-
vención en torno a las vivencias de Isa-
bel y sus hijos, y de la importancia de
considerar nuevas prácticas que visibi-
licen el aporte de los recursos comu-
nitarios con que cuentan las personas,
por tanto, el presente documento es
una invitación a reconsiderar cómo los
discursos patriarcales nos han cons-
tantemente llevado a la idea de la indi-
vidualidad como un único camino, y de
que fenómenos tan complejos como
la violencia de pareja íntima, no puede
recaer sólo en las personas que sobre-
viven a las distintas violencias, y/o en
las y los profesionales que trabajan en
estas temáticas.
A propósito del trabajo que realizamos
con este grupo familiar en particular,
hemos identificado la emergencia de
nudos críticos en distintos niveles de
intervención, que, en nuestro afán por
cuestionar, mejorar y desarrollar nue-
vas prácticas de intervención, se hace
necesario precisar a continuación:
A nivel Institucional: nos encontra-
mos con graves dificultades para ar-
36

ticular diversas redes desde una mi-
rada comprensiva y oportuna de la
situación de riesgo vital de Isabel. A
propósito de lo señalado, se intencio-
nó articular con Tribunales de Familia,
Fiscalía Local, Centro de la Mujer y Ca-
rabineros de Chile, un trabajo colabo-
rativo centrado en los requerimientos
del grupo familiar, intentando brindar
una respuesta oportuna a la vivencia
particular. Sin embargo, las principales
dificultades identificadas, tienen rela-
ción con diversas miradas del fenóme-
no de las violencias arraigadas en las
instituciones, que tienden a perpetuar
la culpa, la revictimización, el estigma y
la responsabilidad en las personas que
sobreviven y se encuentran lidiando
con los efectos de las violencias. Si bien
nuestra mirada intenta reconocer y va-
lidar las definiciones de Terrorismo ín-
timo en la Pareja (Johnson, 2008), este
marco conceptual es aún incipiente en
la discusión interinstitucional. Así, he-
mos observado en distintas redes con
las que Centro Maihue trabaja, una
conceptualización del Género y de los
fenómenos de las distintas violencias,
que no es inocua y que genera efec-
tos reales en la vida de las personas, ya
VOCES Y COLORES
que, en base a estas conceptualizacio-
nes, se encuentran informadas las de-
cisiones tomadas por distintos actores
de la red, que finalmente afectan con-
cretamente a la vida de las usuarias y de
los niños, niñas y adolescentes. En este
caso en particular, desde donde Isabel,
como mujer, madreesposa (Lagarde,
1990), es vista como la responsable de
la situación de violencia a la que ella y
sus hijos están expuestos. Desde esta
lógica, nos encontramos con un siste-
ma judicial y penal que vuelve a situar
la violencia en el ámbito de lo privado,
invisibilizando las estructuras invisibles
de poder, en que la situación de vio-
lencia en que se encuentra Isabel es la
expresión de una construcción socio
histórica, además de política, que to-
dos hemos contribuido a perpetuar.
En este mismo sentido, hemos visua-
lizado importantes dificultades en la
desarticulación y segregación de los
servicios institucionales relacionados
con el ámbito judicial y de protección,
evidenciando una escasa coordinación
y comunicación entre Tribunal de Fami-
lia, Fiscalía Local y Carabineros de Chile
de la ciudad de Valparaíso, para brin-
37

dar ayudas oportunas y de resguardo
vital. Concretamente observamos que
dicha desarticulación impacta signifi-
cativamente en aspectos concretos de
la vida de las personas, tales como, el
riesgo de muerte frente a la separación
y desarticulación del Servicio de Cara-
bineros de Chile, quienes dividen sus
procedimientos por territorios, y en el
caso concreto de Isabel, quien mantie-
ne domicilio en un sector de toma de
terrenos sin dirección, ha sido imposi-
ble para ella, solicitar ayuda oportuna
frente a situaciones de emergencia y
riesgo vital.
En este sentido, emerge nuestra pri-
mera propuesta y postura política
frente a la intervención: De la violen-
cia a la que está expuesta doña Isa-
bel y sus hijos como espectadores,
somos todos corresponsables, por
tanto, las instituciones como expre-
sión cristalizada de la construcción
socio histórica del género, han posi-
cionado a doña Isabel en un lugar de
extrema sumisión, desesperanza y vul-
nerabilidad. Proponemos, por tanto,
la inclusión de una postura política y
mirada terapéutica integrada que per-
VOCES Y COLORES
mita la transformación de las nociones
socio culturales de género, hacia una
visión que permita el agenciamiento
de las respuestas de las personas so-
brevivientes a la violencia a integrar en
nuestros procesos terapéuticos una
mirada Política, a partir de instalar la
necesidad de transformaciones socio
culturales desde el género, hacia una
visión emancipadora.
A Nivel Interventivo, señalar que la
situación de emergencia sanitaria por
COVID 19, ha generado importantes
desafíos en cuanto al ámbito técnico,
y en la continuidad de los procesos de
intervención con las familias usuarias
de Centro Maihue. Un aspecto impor-
tante, ha sido la implementación y el
uso de tecnologías, para dar continui-
dad a las atenciones y/o seguimiento
de usuarias y usuarios, permitiendo
conocer su estado emocional, de sa-
lud, económico, laboral y relacional -
familiar. De igual forma, se han mante-
nido los procesos de intervención con
las familias y el abordaje de objetivos
terapéuticos, lo cual ha implicado un
enorme esfuerzo por reinventar nue-
vas formas de trabajar, y cuestionar
38

ciertas ideas sobre el espacio y vínculo
terapéutico previas, que hemos trasla-
dado a espacios y tecnologías que son
definidas como intervenciones remo-
tas, tele atenciones o teleterapia (Vás-
quez, 2012).
Es en este contexto en que hemos
observado los principales nudos críti-
cos, ya que la emergencia sanitaria ha
visibilizado con mayor fuerza, las des-
igualdades estructurales y socioeconó-
micas que viven diariamente algunas
familias, y ha agudizado problemáticas
sociales tales como la violencia en las
relaciones de pareja íntima, lo que ha
implicado un esfuerzo importante para
el equipo técnico en términos de aten-
der las situaciones de crisis, en las que
existe riesgo vital, a través de platafor-
mas telefónicas o WhatsApp, coordi-
nando distintas acciones protecciona-
les a través de estos medios, incluso
en horarios que no se corresponden
con la jornada laboral, identificando
esto como un factor protector funda-
mental, la coordinación entre el traba-
jo de la dupla psicosocial y el equipo
directivo - técnico, al igual que el apoyo
institucional de la ONG Paicabi, logran-
VOCES Y COLORES
do de esta manera, generar un traba-
jo articulado y de soporte emocional,
tanto a Isabel como a los niños y para
la dupla psicosocial. Cabe señalar, que
lo anterior ha implicado un proceso de
deconstrucción y revisión en torno al
setting terapéutico, el encuadre y la
visión que manteníamos previamente
del proceso de intervención, el cual es-
taba informado de manera importan-
te por las intervenciones realizadas de
forma presencial en el box de atención.
Otro de los nudos críticos evidenciados
en torno al proceso de intervención,
dicen relación con la visión de exper-
ticia por parte del equipo profesional,
que ha sido importante deconstruir
para favorecer un trabajo colaborativo
y respetuoso de las necesidades par-
ticulares del grupo familiar de Isabel y
ambos niños. Al respecto ha sido sig-
nificativo revisar nuestras prácticas de
intervención, en virtud de visualizar
durante el proceso, que el plan de in-
tervención refleje una mirada agencia-
dora, emancipadora y un Enfoque de
Género basado en los recursos, y en
la validación de las respuestas de Isa-
bel frente a las violencias que afectan
su vida y relaciones. En un momento
39

de inflexión, y a propósito de este con-
texto de Contingencia Sanitaria, emer-
ge una reflexión profunda respecto de
nuestra lógica de intervención, princi-
palmente desde la revisión de que el
proceso se constituya como un espa-
cio terapéutico que sea respetuoso
de las particularidades y necesidades,
tanto de Isabel como de ambos niños.
Por último, hay que precisar que, a
propósito de la situación de riesgo
grave presente en ambos niños, un
nudo crítico que generó un importan-
te impasse se relaciona principalmente
con la necesidad y urgencia de decidir
acerca de su protección. Esta situación
implicó un relevante análisis del equi-
po técnico con otros/as agentes de la
red proteccional, tales como supervi-
sora UPRODE de SENAME. Respecto
de lo anterior, fue importante revisar la
particularidad de la familia, y el cues-
tionamiento de las prácticas a las que
podemos recurrir, que son totalmente
válidas considerando la urgencia de la
situación de los niños, pero que tie-
nen efectos importantes en sus vidas,
y pueden entregar mensajes confusos
a nuestros/as usuarios/as, de castigo,
VOCES Y COLORES
replicando las dinámicas de violencia
coercitivas, de control y restringiendo
sus vidas, a lo que consideramos mejor
para éstos/as, experiencias y dinámicas
a las que han estado expuestos/as, por
parte de las personas que han ejercido
violencia en su contra. Creemos suma-
mente importante que estas decisio-
nes sean construidas en equipo, incor-
porando otros/as actores relevantes
de la red, y que sean informadas du-
rante el proceso a las familias, cómo
posibilidades de acción en situaciones
de riesgo grave. Consideramos que es
importante visibilizar que trabajamos
en un Centro en el cual la intervención
es coactiva, es decir la participación de
las familias está sujeta a la obligatorie-
dad que les impone Tribunal de Fami-
lia, y al no poder desmarcarse de es-
tas dinámicas de poder. Sí tenemos la
convicción de que podemos co- cons-
truir nuevas formas de establecer un
trabajo que resulte colaborativo, des-
de la inclusión activa de las familias en
su proceso, y desde el hacer explícitos
nuestros marcos de entendimiento, los
de las familias, y co construir lentes en
común desde los cuales mirar cómo
40

quieren ser definidas sus identidades,
vidas, y acciones.
Propuesta de Intervención
A propósito de las reflexiones que se
han desarrollado, se realiza propues-
ta de intervención, desde las prácticas
que han permitido abordar la compleja
situación de violencia en la pareja ínti-
ma.
Cabe señalar que el proceso de inter-
vención que se describe se encuentra
informado por las ideas y prácticas de
las terapias posmodernas (Tarragona,
2006), entre éstas las terapias colabo-
rativas y las prácticas narrativas, que
se han integrado con una visión desde
los feminismos, y el Modelo Ecológico
Comprensivo en Situaciones de Mal-
trato Graves, de la ONG Paicabi.
Un primer aspecto a considerar, que
nos ha permitido establecer un pro-
ceso de intervención respetuoso, es el
de reconocer nuestro trabajo como un
contexto coactivo de intervención, que
está además mediado por distintas
instituciones y lógicas basadas en la
VOCES Y COLORES
ética del control, y no en una ética co-
laborativa (tales como Tribunal de Fa-
milia), en que se reproducen discursos
dominantes desde los cuales pueden
estar informadas nuestras acciones in-
vertentivas, y por tanto, nuestra labor
en los procesos que llevamos con las
familias, es de deconstruirlas y desen-
tramarlas, puesto que constantemen-
te caemos en el riesgo de producir
violencias institucionales que las y los
usuarios con que trabajamos, han ex-
perimentado a lo largo de sus vidas. Al
respecto White, en su obra “Prácticas
narrativas: la conversación continúa”,
plantea respecto de la política en los
procesos terapéutico, lo siguiente:
“Se suele asumir que el contexto tera-
péutico es sacrosanto, y eso permite
que como terapeutas lo tratemos como
si estuviera exento de las estructuras
e ideologías de la cultura dominante,
asegurando la reproducción involunta-
ria de dicha cultura. En el proceso de
cualquier interacción terapéutica que
se guíe por este supuesto, lo más pro-
bable es que se refuercen los mismos
aspectos ideológicos y de orden social
que originan el contexto de los proble-
41

mas que experimentan las personas,
por ejemplo, el culto al individualismo y
el reforzamiento de los roles de género
opresivos” (White, 2015, p. 93).
En vista de estas consideraciones, des-
de el trabajo realizado con el grupo fa-
miliar, desde el inicio, como parte del
protocolo de ingreso de la ONG Paica-
bi, se plantean estas temáticas, desa-
rrollando un proceso transparente con
el grupo familiar, en torno al contexto
judicial y coactivo en el que se encuen-
tra inmersa la relación de ayuda.
En el trabajo vinculado a la superación
de los efectos de la violencia, y en la
medida en que se han construido dis-
tintas estrategias vinculadas al ámbito
proteccional, ha sido sumamente im-
portante no replicar estas dinámicas
de violencia y poder que restringen
la vida de las personas, lo cual se ha
trabajado, explicitando a Isabel las dis-
tintas decisiones técnicas y adminis-
trativas que se han ido desarrollando,
además de incorporarla en dichas de-
cisiones, reconociendo la importancia
de respetar sus propios procesos (ej:
no apurarla en denunciar), reconocién-
dose como experta en su propia vida
VOCES Y COLORES
y acompañándola, desde un marco de
respeto y colaboración, en el que nos
posicionamos como co autores de su
historia(White, 2007), o como anfitrio-
nes de conversaciones que promue-
ven la construcción de nuevas posibi-
lidades (Anderson, 1999).
Como una postura política y ética, se
han desarrollado conversaciones en
que los efectos de la violencia son po-
sicionados de forma separada de la
identidad de Isabel, entendiendo que la
vergüenza y el terror que experimenta,
si bien son vivenciados en su cuerpo
(ya que las historias se experimentan
en nuestros cuerpos/as), no consti-
tuyen una descripción y/o narración
única de su identidad, y se entienden
como efectos de una problemática de
violencia que tiene su origen en la cul-
tura y en réplica de la violencia por par-
te de Pedro, cómo un hombre que ha
sido socializado en estas prácticas del
patriarcado. Estas conversaciones han
permitido ir externalizando las conse-
cuencias de las violencias, (Lumsden,
2020) lo que ha favorecido que Isabel
revise su relación con los sentimientos
de miedo, vergüenza, y de esta forma,
42

progresivamente, los ha ido significan-
do como parte de las consecuencias de
la violencia que ha vivido, permitiendo
esto la emergencia de su capacidad de
agenciar su vida, logrando durante el
último periodo del trabajo con el gru-
po familiar, decidir finalizar la relación
de pareja, solicitar y aceptar ayuda por
parte de centro Maihue y redes que
colaboran con el proceso.
Las conversaciones previamente seña-
ladas, han sido llevadas a cabo por me-
dio de plataformas digitales, tales como
WhatsApp, conversaciones a través de
llamados telefónicos y visita domicilia-
ria que se realiza por parte del equipo,
a propósito de la situación de riesgo vi-
tal en que se encuentra Isabel y sus hi-
jos. Lo anterior ha permitido al equipo
técnico incorporar nuevas tecnologías
y estrategias a los procesos de inter-
vención, y deconstruir las nociones de
setting terapéutico, encuadre e inter-
vención que manteníamos con ante-
rioridad a la crisis sanitaria por COVID
19, comprendiendo que herramientas
que antes utilizábamos de forma pre-
sencial, tales como los documentos te-
rapéuticos (White y Epston, 1993), son
VOCES Y COLORES
herramientas que pueden ser utiliza-
das a través de la tele atención, y que
un mensaje vía WhatsApp, constituye
un documento terapéutico y una inter-
vención en sí misma, si mantenemos
la convicción de que nos permite abrir
nuevas conversaciones, y por tanto,
nuevas posibilidades. A continuación
compartimos mensaje enviado por
WhatsApp a Isabel, que constituye un
documento terapéutico en el que se
explicita la posición terapéutica y se
visibilizan las historias alternativas a la
trama dominante saturada de proble-
mas (los efectos de las violencias), “en-
tendemos que debe haber estado muy
asustada, sabemos que lo que menos
quiere es separarse de sus hijos, y cómo
le dijimos, lo que menos queremos no-
sotros y nosotras es que eso pase, nos
hemos dado cuenta ayer y antes de eso
incluso, que los niños y usted tienen una
relación muy cariñosa y se nota que los
ama y quiere lo mejor para ellos, por
eso queremos ayudarla, para que usted
y sus hijos vivan de una forma protegi-
da. Mire, a veces creemos que podemos
solos o solas, pero es mucho peso so-
bre nuestros hombros, y está bien pe-
dir ayuda como lo está haciendo ahora
43

mismo y se lo agradecemos, tanto por
confiar en nosotras y nosotros, como
por abrirnos las puertas de su vida y
su familia. Creemos que, si bien usted
sabe mejor que nosotras y nosotros,
cómo cuidar a sus hijos, es importante
que ustedes puedan vivir una vida don-
de no sientan temor, donde no se sien-
tan siempre amenazados, creemos que
los niños y usted merecen también que
otras personas les ayuden a sentirse se-
guros, porque ya han tenido que lidiar
con mucho, por eso le pedimos que nos
permita ayudarle…”.
Respecto del trabajo en red, podemos
precisar que han existido dos nive-
les de intervención en este ámbito. El
primero se relaciona con que ha sido
fundamental la coordinación interna
entre dupla psicosocial, asesora técni-
ca, directora de Centro Maihue, y apo-
yo - gestión por parte de Asesora del
Área Técnica de la ONG Paicabi, reali-
zando como equipo un trabajo conjun-
to, que permite desarrollar estrategias
de cuidado mutuo frente al impacto
emocional que genera el trabajo con
situaciones de riesgo vital, y ha permi-
tido distribuir las distintas estrategias
VOCES Y COLORES
técnicas a realizar, bajo una noción de
co responsabilidad.
En segunda instancia, como fue refe-
rido anteriormente, en el trabajo con
este grupo familiar específico, fue po-
sible observar un proceso de desgaste
por parte de las redes judiciales y pro-
teccionales, a partir de la naturalización
de las dinámicas de violencia, la invisi-
bilización del riesgo y el estigma pre-
sente hacia Isabel, a propósito de las
retractaciones anteriores respecto de
las denuncias y la imposibilidad para
esta de permanecer en casa de acogi-
da de SERNAMEG, en vista de la expe-
riencia negativa que vivencio en dicho
espacio. A partir de estos elementos, la
estrategia de intervención consistió en
que, bajo la modalidad no presencial,
vía telefónica, video llamadas y utiliza-
ción de correos electrónicos, se arti-
culó y activo a distintas redes (Tribunal
de Familia, Fiscalía, Centro de la Mujer,
Carabineros de Chile), a través de la
problematización y la visibilización del
riesgo en que se encuentra Isabel. Con-
sideramos que la posición que adop-
tó Centro Maihue, como agentes de
vinculación entre dichas redes que se
44

evidenciaron como altamente desarti-
culadas, permitió establecer condicio-
nes mínimas proteccionales para llevar
a cabo un trabajo que tiene efectos
reales y concretos en la vida de Isabel,
y que ha permitido actualmente, que
Pedro realice abandono del domicilio.
De igual forma fue importante definir
diferentes apoyos, relacionados con la
desigualdad estructural, la exclusión
social la visibilización de las condicio-
nes habitacionales en que se encuen-
tra el grupo familiar, y por tanto, la ar-
ticulación de la red municipal a través
de la elaboración de informes sociales,
el desarrollo de estrategias asistencia-
les a través de la coordinación inter-
sectorial, en que se hace entrega de
alimentos (debido a la urgencia protec-
cional), y la visibilización de la situación
de riesgo en que se encuentra el grupo
familiar, en las redes locales cercanas
al domicilio tales como el consultorio,
en donde se intentó activar la estrate-
gia implementada por el Gobierno de
Chile, Mascarilla 19, que se encuentra
presente a lo largo de Chile, en las far-
macias del país. Pese a dicho intento,
queda en evidencia nuevamente la dis-
gregación de los servicios, a propósito
VOCES Y COLORES
de que, en consultorio cercano al do-
micilio, no mantenían conocimiento de
esta estrategia, que intenta promover
la activación de recursos de protección
inmediatos para mujeres que se en-
cuentran actualmente en riesgo vital.
Consideramos que la coordinación y
articulación de un trabajo en red, y la
activación de recursos comunitarios
que se encuentran disponibles, pero
escasamente visibilizados y entrama-
dos entre los demás servicios, no per-
miten un abordaje que tienda a cubrir
la totalidad de la complejidad que pre-
senta el fenómeno de la violencia de
pareja íntima, no obstante, creemos
que los micro espacios, en que se de-
sarrollan conversaciones que promue-
ven grietas o fisura hacia una narración
distinta y liberadora, constituyen puer-
tas de entrada, desde donde podemos
comenzar a tejer redes que permitan
darle voz y validen las historias y res-
puestas de mujeres, niños, niñas, niñes
y adolescentes que se encuentran su-
perviviendo a las violencias presentes
en nuestra cultura.
45
 VOCES Y COLORES

CONCLUSIONES
De esta manera, nos enfrentamos a de-
safíos en torno a una remirada desde
Nos enfrentamos a desafíos profun-
la intervención, siendo hoy conscien-
dos, como profesionales y como equi-
tes de que es preciso remirar y recrear
po técnico. La Contingencia Sanitaria
nociones de intervención desde lo te-
por COVID 19, ha puesto a prueba la
rapéutico, desde lo interinstitucional e
capacidad de una sociedad mundial en
intersectorial.
su totalidad.
En primer lugar, es importante explici-
En el contexto de confinamiento actual,
tar que, en esta contingencia, si bien el
han sido visibilizadas múltiples des-
terrorismo íntimo en la pareja apare-
igualdades sociales, se ha puesto en
ce más nítido, profundo, transparente
evidencia profundas luchas de poder
a la vista de las instituciones (como si
en las que ha emergido en una impor-
recién lo descubriéramos), el confina-
tante medida, la problematización de
miento, las cuarentenas no son ele-
discursos dominantes en relación con
mentos propiciadores de la perma-
las desigualdades socioeconómicas,
nencia de esta violencia hacia las
educacionales, en acceso a salud. Asi-
mujeres que la vivencian. Hemos
mismo, en torno a la conceptualización
de ser consciente que hay una escasa
del género, particularmente en torno
efectividad de las medidas adoptadas
a lo femenino, ha emergido como, a
por la estructura gubernamental en
pesar de las luchas de movimientos
este contexto. Se trata de estrategias
feministas, a pesar de los avances en
ineficientes, números telefónicos a los
las normativas legales y de las políticas
que no todas las mujeres tienen acce-
públicas en torno a las desigualdades
so, mensajerías de texto que no son
de género, permanecen arraigados en
contestados en días, una iniciativa de
la fibra misma del tejido social, elemen-
Mascarilla 19 de la que los Centros de
tos que dan cuenta de la perpetuación
Salud Primaria no tienen información.
de un modelo socio cultural patriarcal,
Se trata de una desarticulación inte-
y que traspasa nuestra intención dis-
cursiva de deconstruirlo.
46

rinstitucional que externaliza la respon-
sabilidad de las acciones de protección
y resguardo en otras instituciones, se
trata de prácticas acotadas a protoco-
los, desde donde más bien pareciera
haber una indolencia respecto del ries-
go vital certero, lo que da cuenta de la
permanencia de elementos patriarca-
les y de estructuras dominantes que fi-
nalmente, tienden a juzgar y a externa-
lizar la responsabilidad de la violencia
en quienes la vivencian.
En segundo lugar, una remirada de los
procesos de intervención, en contex-
tos de pandemia, implica una nueva
lectura respecto de la forma en que
nos articulamos con las diversas redes
que intervienen desde lo jurídico y lo
penal. De esta manera, y con relación a
lo anterior expuesto, es de vital impor-
tancia la reunificación de las miradas
en torno al género y a la intervención
en situaciones de terrorismo íntimo
en la pareja, no solo como una mira-
da metodológica de un programa de
intervención en particular, sino que se
propone la articulación de un len-
guaje común, de una mirada compar-
tida que nos permita actuar de manera
VOCES Y COLORES
cohesionada y complementada en la
intervención en violencia. Lo anterior,
en virtud de que la intervención segre-
gada y la multiplicidad de miradas en
torno al fenómeno de la violencia, en
general implican una mirada sesga-
da de las estrategias de intervención,
desde donde por ejemplo, si Isabel no
cumple con ciertos criterios estandari-
zados, más bien es su responsabilidad
y no de las instituciones, no “ajustarse
a un perfil”. Desde este punto de vis-
ta, es posible comprender el desgas-
te y la indolencia de algunos equipos
profesionales y de las instituciones. De
esta manera, nuestra propuesta apun-
ta a hacernos cargo de este desgaste
profesional, en virtud de que aquello,
plantea la importancia de generar una
estructura institucional que permi-
ta propiciar intervenciones cohesio-
nadas, desde un Enfoque de género
emancipador, centrado en los recursos
de supervivencia, en las necesidades
particulares de cada mujer y de cada
grupo familiar. Para lo anterior, propo-
nemos la articulación de círculos de
confianza interinstitucional, desde
donde actores que intervienen propi-
cien espacios de co-construcción de
47

un lenguaje en común, desde donde
se puedan discutir y reflexionar casos
en conjunto, que nos permita como
profesionales e instituciones, conec-
tarnos con las vivencias particulares,
con los relatos biográficos de aquellas
supervivientes, de sus estrategias y del
reconocimiento que se merecen. Se
trata de propiciar espacios de reflexión
y sistematización de experiencias de
intervención que permitan sintonizar y
sincronizar el trabajo interinstitucional.
Lo anterior, nos lleva a una tercera
propuesta, y es reconocer y validar
el carácter político de nuestra in-
tervención terapéutica, desde las
estructuras institucionales y como
posibilidad de deconstrucción de los
discursos dominantes y de la eficacia
simbólica que ha perpetuado la domi-
nación masculina y la violencia hacia
las mujeres. De esta manera, propo-
nemos visibilizar y reconocer que cada
acción terapéutica en sí misma es una
acción social, con la intencionalidad de
transformación socio cultural.
En torno a la intervención terapéu-
tica, nuestra propuesta se centra en el
VOCES Y COLORES
reconocimiento consciente de un enfo-
que basado en los recursos de super-
vivencia que despliegan las personas, y
en este caso le han permitido proteger
su vida y la de sus hijos. En este senti-
do, accedemos a sus relatos desde la
intencionalidad de deconstruir los dis-
cursos dominantes y perpetuadores
de la violencia en su historia vital, re-
conociendo nuevas historias alternati-
vas de supervivencia. De esta manera,
nuestra intervención terapéutica nece-
sariamente se basa en el respeto y en
la confianza, en un vínculo terapéutico
que se construye y se reconstruye en
cada acción terapéutica, y donde va-
lidamos como pilar fundamental, as-
pectos que para doña Isabel han sido
reparatorios, desde su propia vivencia
terapéutica, desde sus propios signi-
ficados en torno al apoyo requerido,
respetando sus tiempos y sus propios
procesos individuales. Asimismo, y a
modo de reflexión intraequipo, nuestra
propuesta metodológica implica la co-
rresponsabilidad de la intervención en
torno al terrorismo íntimo en la pareja,
reconociendo la complejidad del fenó-
meno y los múltiples elementos que
confluyen en una vivencia particular,
48

pero que, desde una mirada sistémica,
somos conscientes de la importancia
de intervenir de manera responsable y
oportuna. De ahí es que proponemos
un equipo cohesionado en el que par-
ticipa de la terapia no solo la dupla psi-
cosocial, sino que participan Directora,
Asesora Técnica y Asesora de Área Téc-
nica de ONG Paicabí, como un equipo
de terapeutas que permita colaborar y
co construir un soporte de apoyo para
Isabel y sus hijos.
En este espacio terapéutico, en con-
texto de Contingencia Sanitaria, se han
validado las estrategias de interven-
ción remota como documentos tera-
péuticos, desde donde articulamos y
propiciamos la disponibilidad del es-
pacio terapéutico para doña Isabel a
pesar del confinamiento. De esta ma-
nera, además, los documentos tera-
péuticos adquieren una relevancia en
torno a la generación de espacios de
reflexión y mentalización con las per-
sonas, que, en este caso, han permiti-
do propiciar procesos de externaliza-
ción de la violencia, de reconocimiento
de sus recursos de supervivencia y de
agenciamiento personal. Si bien nos
VOCES Y COLORES
encontramos en un escenario adver-
so, posiblemente para Isabel y sus hi-
jos, los medios de intervención remo-
ta, en particular desde los aportes de
la terapia narrativa, han permitido re
historiar sus propias historias vitales,
desde sus recursos de supervivencia,
que, en un acto de resistencia frente
al dominio patriarcal, Isabel ha logrado
mantenerse con vida.
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VOCES Y COLORES
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 VOCES Y COLORES

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cómo los psicólogos perciben las inter-
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Virtual Universidad Católica Del Norte
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51
 VOCES Y COLORES

CAJA DE HERRAMIENTAS TERAPÉUTICAS:

Reparando desde lo lúdico en la adversidad

Creado por:

PALOMA ARAYA RIVAS

Psicóloga Centro Panul de Quillota
paloma.araya@paicabi.cl

Psicóloga y licenciada en Psicología en

la Universidad de Valparaíso.

Magister en Psicología Clínica Mención

Construccionista-Constructivista en la
Universidad de Valparaíso.

Cursos de formación profesional en el

ámbito de detección e intervención en
trauma infanto-juvenil.

Experiencia como profesional en Pro-

gramas de Responsabilidad Penal ado-
lescente en MCA, PLE y PLA y el área de
Protección en PRM

52
 VOCES Y COLORES

RESUMEN
La presente experiencia se enmarca
en el contexto actual de pandemia y el
desafío que éste escenario genera el
desempeño de nuestra laboral como
parte del trabajo desarrollado en el
Programa de Reparación de Maltrato
de la ciudad de Quillota (PRM-Panul)
perteneciente a la Corporación Paicabí
como parte de la red del Servicio Nacio-
nal de Menores (SENAME) y que conlle-
vó la modificación de los procesos re-
paratorios desarrollados con los niños
y niñas y sus familias planteando como
alternativa y propuesta con resultados
positivos y satisfactorios para nuestros
usuarios y usuarios, los principios de la
terapia de juego, materializándolos en
la entrega de una “caja de herramien-
tas terapéuticas” como una forma de
mantener los procesos reparatorios en
un contexto que sin dudas es adverso
e incierto para todos y todas.

53
 VOCES Y COLORES

INTRODUCCIÓN
El presente artículo se enmarca en el viduales, contextuales, demográficas y
contexto de intervención especializa sociales que son poco favorables para
en infancia que desarrolla la Corpora- el óptimo desarrollo de sus integran-
ción Paicabi como parte de la red del tes. Sin duda, este escenario se da con
Servicio Nacional de Menores, SENAME anterioridad a la presente pandemia
y mediante sus programas especializa- que vivimos como país y en el mundo,
dos en reparación del maltrato y abuso no obstante, es imposible de omitir, ya
sexual infantil (PRM), situando la pre- que, los elementos antes referidos, se
sente experiencia de manera específi- ven agudizados, desafiando aun más
ca en la intervención desarrollada por nuestra labor profesional, a fin de que
parte del PRM- Centro Panul, pertene- desde los diferentes recursos que te-
ciente a la ciudad de Quillota. nemos como profesionales e interven-
tores, podamos levantar alternativas
Cuando hablamos de lo adverso, desde de intervención frente a una pandemia
la Real Academia de la lengua Española que en primera instancia, interrumpió
(2019), lo comprendemos desde aque- el contacto presencial con nuestros
llo que resulta ser desfavorable e inclu- NNAs y sus familias y donde el contac-
so perjudicial, en este aspecto cuando to remoto en muchas de ellos, se vió
situamos la intervención reparatoria y se ha vuelto interferido por diversos
en el escenario en la que ésta se da, motivos, destacando que el principal
comprendemos que el contexto de vul- de ellos ha sido la falta de recursos
neración de derechos, ya nos sitúa en económicos y de accesibilidad a me-
un marco de trabajo adverso, ya que, dios tecnólogos de las familias.
las familias usuarias conllevan en su
desarrollo, diversas dificultades que se Para el desarrollo de la intervención
entrecruzan con variables, ya sea, indi- reparatoria y frente a los desafíos que

54

generó y genera la presente pandemia,
en el inicio de ésta, el mayor cambio al
cual nos vimos enfrentados, fue el que
ya no contábamos con un setting te-
rapéutico idóneo, no teníamos la pri-
vacidad ni los recursos con los que
contaban nuestras salas de atención,
y principalmente, ya no podíamos te-
ner un contacto e interacción directa
con los y las NNAs con los cuales tra-
bajábamos. Frente a lo anterior y vien-
do agudizados los elementos adversos
de nuestra intervención, se visualizó y
visualiza la necesidad de levantar dife-
rentes estrategias que permitan ade-
cuar las intervenciones a las caracte-
rísticas actuales, no solo en relación al
contexto en el cual nos encontramos,
sino que también a las necesidades
que los y las NNAs y sus familias han
experimentado con el desarrollo de la
presente pandemia, salvaguardando a
su vez, el principio de reparación como
línea interventiva del Centro.
A lo anterior y desde el trabajo desa-
rrollado desde el mes de Marzo de
2020 a la fecha, desde el trabajo de-
sarrollado como parte de la dupla in-
terventiva en el PRM-Centro Panul, se
VOCES Y COLORES
implementa como una alternativa in-
terventiva, la entrega de una “caja de
herramientas terapéuticas”, repartidas
a alrededor de 10 NNAs atendidos/as
en el centro, basadas principalmente
en los principios teóricos de la Tera-
pia de Juego, mediante las cuales se ha
podido dar continuidad a los procesos
interventivos. Estas cajas terapéuticas
fueron ideadas de manera inicial para
situaciones en las que el contacto con
el niño o la niña, no había sido posible
de sostener de manera semanal, ya
sea porque el NNA no se sentía cómo-
do con la implementación de video-lla-
mada o bien porque el grupo familiar
no contaba con los recursos para sos-
tener una intervención por dichos me-
dios, no obstante, de manera posterior
y a fin de visualizar resultados positi-
vos, se buscó la implementación de la
presente estrategia a nivel general a fin
de complementar las sesiones realiza-
das por medios remotos.
55

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
Terapia de juego
La terapia de juego es definida como
un uso sistemático de un modelo teó-
rico para desarrollar un proceso inter-
personal en el cual los terapeutas ca-
pacitados en ello, utilizan los poderes
terapéuticos del juego para ayudar a
las personas a prevenir o bien resolver
problemáticas psicosociales, así como
también para alcanzar un crecimiento
y desarrollo óptimo con la persona con
la cual se trabaja (Association for play
Therapy, s.f en Schaefer, 2012), este
modelo, además puede desarrollarse
desde diferentes enfoques teóricos
como lo es la terapia psicoanalítica, la
terapia cognitivo-conductual, la terapia
familiar, la terapia centrada en el niño,
terapia narrativa y la terapia prescrip-
tiva, sugiriendo además, que los tera-
peutas que desarrollan este tipo de
terapia deben reconocer, admitir y uti-
lizar aquellos poderes curativos que
conlleva el juego (Schaefer, 2012). En
este aspecto, es menester referir, que
el juego (y en especial en los niños y
niñas) resulta ser tan natural como el
VOCES Y COLORES
respirar, además ésta actividad nos ha
acompañado siempre, relacionándose
con los inicios históricos de todas las
civilizaciones, ya que, tiene una rela-
ción compleja con la manera en la cual
las sociedades desarrollan la poesía,
la música, la danza, la filosofía y las es-
tructuras sociales (Schaefer, 2012).
En relación a lo anterior, en diferentes
especies donde se incluye la humana,
el juego resulta ser casi tan importan-
te como la alimentación y el sueño,
siendo un ámbito de amplio interés
de investigación por parte de la antro-
pología debido a su vinculación con la
formación y enculturación de las per-
sonas, así como también con el desa-
rrollo de las sociedades, siendo parte
de un área específica de estudio “La
Antropología del juego” y donde su
mayor represente corresponde a Jo-
han Huizinga, el cual describe, de ma-
nera más detallada, las características
esenciales del juego, indicándolo como
un aspecto que resulta ser más anti-
guo que la cultura, de esta manera, po-
56

demos visualizar que así como muchas
sociedades muestran aspectos simila-
res en sus ritos para invocar la fertili-
dad o en su adoración a la luna y el sol,
estas similitudes también se visualizan
en relación al juego, así como también
es que mediante esta actividad, se re-
presentan características particulares y
representativas de cada cultura (Enriz,
2011), razón por la cual, a nivel general
y a pesar de las diferentes conceptua-
lizaciones que puede tener el juego, es
innegable que existe un interés por es-
tudiarlo como un fenómeno social, no
solamente por su vinculación con los
orígenes de la civilización, sino porque
también nos permite observar a la so-
ciedad a través de su simbolismo que
se expresa precisamente, en el juego
(Enriz, 2011).
Desde lo anterior, es posible recono-
cer la importancia que tiene el juego
a nivel general, no obstante, llevado al
ámbito del desarrollo humano y en su
aplicación en la terapia, el juego, desde
un sentido muy profundo, es una acti-
vidad que no tiene consecuencias frus-
trantes para quien lo desarrolla, aun
cuando ésta se trate de una actividad
VOCES Y COLORES
seria, es una acción para uno mismo
y resulta ser en sí misma un motivo
de exploración, por lo que, nos indica
Bruner (2002), lo lúdico, es también un
medio para la invención, ya que, éste
se caracteriza por una pérdida del vín-
culo entre los medios y los fines, en
consideración a que generalmente, los
niños y niñas en el juego, cambian los
fines para que encajen con medios que
acaban de descubrir o bien modifican
éstos medios para que se adapten a fi-
nes nuevos, lo cual, no implica que los
niños y niñas se encuentran con dificul-
tades para llevar a cabo una actividad
en particular, sino que más bien, rea-
lizan éstas modificaciones porque son
una consecuencia directa de la satis-
facción que proporciona el juego, por
ende, lo lúdico es un espacio de explo-
ración, de aprendizaje y de innovación
mediante el uso de sus fantasías.
Lo anterior, no quiere decir que el
juego sea al azar, sino que mas bien,
este se desarrolla en función de algo
a lo que Bruner (2002) llama escena-
rio, que es una forma de idealización
de la vida, por ende, el juego no es sólo
un juego infantil, jugar para los niños y
57

los adultos es una manera de utilizar la
mente, un marco en el que se combina
el pensamiento, el lenguaje y la fanta-
sía, pudiendo trascender sus aprendi-
zajes a la vida cotidiana, más allá de la
actividad concreta del juego (Bruner,
2002).
Dado lo referido, ya es posible dilucidar
que la terapia de juego mantiene im-
portantes implicancias a nivel terapéu-
tico, las cuales pueden clasificarse en
ocho categorías, como lo es la comu-
nicación, la mejora de las relaciones, la
regulación emocional, el juicio moral,
el manejo del estrés, el fortalecimiento
del yo, preparación para la vida y auto-
rrealización (Schaefer, 2012). Cuando
hablamos del juego, éste tiene muchos
beneficios para la vida, lo cual es inde-
pendiente de la edad de las personas,
ya que, resulta ser un proceso educa-
tivo, divertido, creativo, alivia el estrés
y promueve la comunicación e interac-
ciones sociales positivas; además en
los niños y niñas, da la oportunidad de
dominar su mundo en la medida que
crean, desarrollan y mantienen su sen-
tido de sí mismos, en cuanto utilizan
el juego para comunicarse cuando no
VOCES Y COLORES
tienen las palabras para expresar sus
necesidades, en este aspecto, el juego
resulta ser el lenguaje del niño y los ju-
guetes sus palabras (Landreth, 2002ª
en Schaefer, 2012), por lo que el uso
de la fantasía, el juego simbólico y la
imaginación no solo es una actividad
natural del desarrollo en los niños y ni-
ñas, sino que también es una actividad
esencial para el desarrollo de la niñez,
tal como se indica en la Convención
sobre los Derechos del Niño (Schaefer,
2012).
La relevancia de lo lúdico en con-
textos adversos.
Contrario a lo que podemos sostener
por sentido común, la terapia de juego
no incluye solamente a niños y niñas,
ya que, puede desarrollarse desde be-
bés hasta ancianos (Schaefer, 2012) y
desde antecedentes socioeconómicos
muy variados incluyendo a personas
sin hogar (Baggerky y Jenkins, 2009 en
Schaefer, 2012), por lo que puede ser
una forma de terapia muy pertinente
para el desarrollo de nuestra profesión
situada en el contexto del trabajo en
SENAME.
58

Es menester agregar a lo anterior, que
la terapia de juego puede desarrollar-
se en contextos muy flexibles, pudien-
do llevarse a cabo en un consultorio,
una clínica, una escuela, el hogar, la es-
cena de un desastre (Dripchak,2007 en
Schaefer, 2012), una cama de hospital
(Li y López, 2008 en Schaefer, 2012) o
el patio de recreo. La terapia de juego
puede situarse en un espacio abas-
tecido perfectamente con juguetes o
con materiales reciclados, lo único que
puede limitar esta terapia, nos indica
Schaefer (2012), es el grado de flexibili-
dad y creatividad del terapeuta.
Además, dado lo referido anteriormen-
te, se puede indicar que mediante este
tipo de terapia y de intervención lúdica,
los niños y niñas tienen la oportunidad
de aprender a comunicarse con las
demás personas, expresar sus emo-
ciones, modificar su comportamien-
to, desarrollar la habilidad de resolver
problemas y aprender formas de rela-
cionarse con otros en el contexto se-
guro que implica el juego, ya que, per-
mite generar una distancia psicológica
segura de sus problemas, otorgando la
oportunidad de afrontarlos, expresar
VOCES Y COLORES
sus preocupaciones y aceptar la rea-
lidad (Landreth, 2002), por lo que se
puede considerar una estrategia pro-
picia para llevarla a cabo en el presen-
te contexto de confinamiento y pande-
mia, ofreciéndoles a los niños y niñas,
un espacio seguro, porque tal como se
ha planteado, el juego en sí mismo es
un medio natural de autoexpresión y
por ende, se transforma en una opor-
tunidad que se ofrece a los niños y ni-
ñas, para experimentar su crecimien-
to, bajo las condiciones más favorables
para ello; es el juego un espacio libre
donde los niños y niñas son las perso-
nas más importantes, donde pueden
actuar y expresar abiertamente sus
sentimientos de tensión, frustración,
inseguridad, agresividad, confusión,
entre otras emociones que estén ex-
perimentando a la vez que facilita la in-
tegración de las mismas (Axline, 1978).
A lo largo de la historia, los niños y ni-
ñas de todas las épocas, han utilizado
el juego como una forma de enfren-
tarse a las dificultades y situaciones
carentes de significado en sus vidas,
siendo un ejemplo de ello que duran-
te la Segunda Guerra Mundial, niños
y niñas de los campos de concentra-
59

ción nazis en Auschwitz solían utilizar
el juego mientras eran testigos de los
horrores de la guerra y se preparaban
para la muerte (Sweeney, 1997 en Wa-
tts &Garza, 2013), así también, los ni-
ños supervivientes de la peste negra
en la edad media crearon el juego “ring
aroun rosie”. Los niños y niñas utilizan
el juego como una forma de consolar-
se y para crear significado de las situa-
ciones trágicas, siendo esencial en el
desarrollo de habilidades cognitivas,
lingüísticas motoras y sociales (Kott-
man, 2001; Landreth, 2002 en Watts
&Garza, 2013), además es una activi-
dad principal en la infancia, la cual no
requiere ni se necesita que se enseñe,
el juego es espontáneo, disfrutable, vo-
luntario y no dirigido hacia un objetivo.
Los terapeutas lúdicos.
Cuando se habla de terapeutas inte-
resados en la terapia de juego, esto
implica una invitación a un cambio de
paradigma desde un enfoque primario
centrado en la comunicación y habili-
dades verbales hacia un enfoque en el
cual el juego, los juguetes, los medios y
la metáfora facilitan la comunicación y
VOCES Y COLORES
el cambio, por lo que un terapéutica lú-
dico debe comprender y aprender una
forma completamente diferente de
entender la comunicación, ya que, esta
forma de desarrollar la terapia, impli-
ca entender que lo simbólico cobra
importancia, donde un muñeco o una
figura de un animal, son elementos im-
portantes de información y donde el
hecho de que un niño o niña encoja
los hombros, sonría o se de vuelta, es
“una conversación” en sí misma (Watts
& Garza, 2013).
Como se indica anteriormente, la im-
portancia de desarrollar esta terapia
como un estrategia de intervención
radica en la flexibilidad que podemos
tener como terapeutas, no obstante,
también existen características gene-
rales que caracterizan a los terapeutas
de juego, las cuales facilitan la relación
en el proceso de intervención, donde
se incluyen la calidez, la autenticidad, la
empatía y la aceptación incondicional
del niño (Schaefer, 2012).
60
 VOCES Y COLORES

La caja de Herramientas terapéuti- Sin embargo, tal como lo indican los

cas: Experiencia desarrollada.
Los elementos esbozados anterior-
mente, de manera general, permiten
dar cuenta del sustento teórico para
llevar a cabo la presente experiencia,
la cual se sitúa en el Centro PRM-Pa-
nul de Quillota, buscando una manera
y forma de poder mantener el vínculo
y procesos terapéuticos desarrollados
con los NNA y sus familias en el pre-
sente contexto de pandemia, el cual
nos situó en un escenario que nos im-
pedía tener un contacto directo con los
NNAs, y sin poder desarrollar la terapia
tal como estábamos acostumbrados a
llevarla a cabo, además el contexto de
pandemia comenzaba a entrecruzarse
con las realidades de nuestros usura-
rios y usuarias, no pudiendo, muchas
veces, sostener un contacto tan si quie-
ra remoto mediante video-llamada.
fundamentos de la terapia de juego,
las limitaciones de ésta terapia muchas
veces se entrecruza con nuestras pro-
pias limitaciones creativas, por lo que
se buscó utilizar sus principios para
dar una respuesta inicial y desde ele-
mentos lúdicos, a las dificultades refe-
ridas, materializándose mediante una
“caja de herramientas terapéuticas”
compuesta por diferentes elementos
recopilados a partir de recursos com-
partidos por diversos profesionales en
el contexto de pandemia, para desa-
rrollar un proceso de acompañamien-
to que colaborara en la integración y
comprensión del presente escenario
así como también para apoyar en la
gestión emocional en confinamiento.
De ésta manera se integraron cuentos,
actividades para realizar en pandemia
(2) , “una agenda de seguridad” (Anexo
1) en consideración a la necesidad de

(2) Contenido de la “caja de herramientas terapéuticas”: Cuento Monstruo de los Colores y el Coronavirus, Autor Ps. Sylvia
Campos Mesa, “Crea tus monstruitos. Los miedos en la infancia, Autor www.Edukame.com, “Misión Quedarse en casa: Un
cuentito coloreable dicho y hecho por Dalmaus”, “¿Y si jugamos a los astronautas? Confinamiento en tiempos de COVID-19
Autor Víctor Jorquera Flores”, “Mi cápsula del tiempo: 2020” Autor creado por @Graci-haz a la vida, inspirado por el de Natalie
Long (@LongCreations), “Hecho a mano” Autor: Guadalupe Rodríguez, “Mi diario de Escritura” para niños y niñas de 1°y 2°
básico, 3° a 6° básico, 7° y 8° básico y de 1° año medio hasta 4to año medio como una propuesta impulsada por el Ministerio
de Educación de Chile.

61

que los NNAs cuenten con una hoja vi-
sible con los números de teléfono de
personas significativas y del centro en
caso de emergencia, lápices de colo-
res, lanas, palitos de maqueta, plasti-
lina, muñequitas “quita-penas” (Anexo
2) a entregarse junto con el cuento
“Ramón Preocupón” (Browne, 2006)
y una “Carta de predicción” (White &
Epston, 1993, pág. 104) como una téc-
nica desde la Terapia Narrativa, donde
uno de sus autores, Epston, indica que
acostumbra enviar con autorización
del sistema-consultante una carta para
predecir el futuro de una persona, re-
lación o familia. Suele usar un período
de 6 meses como intervalo, y se refiere
a éste como “futuro inmediato”. Envía
estas cartas en un sobre cerrado con
las leyendas “Privado y confidencial” y
no debe abrirse hasta…” (la fecha de
seis meses después). La racionalidad
de esta estrategia es la siguiente:
1) La predicción supone un seguimien-
to a los 6 meses, el cual sería interesan-
te para el consultante y el terapeuta.
2) Sospecha que la mayoría de las per-
sonas no obedecerán la prescripción
de leer la carta 6 meses después, y es-
VOCES Y COLORES
pera que la predicción de la carta fun-
cione como una profecía de auto-cum-
plimiento (pág. 104)
El último elemento indicado por los au-
tores, es el cual, se considera, lo sitúa
como un recurso pertinente a entregar
en el proceso de confinamiento a fin
de apoyar desde “la predicción” a que
los niños y niñas confíen en sus habi-
lidades para enfrentar las dificultades
que este contexto pueda conllevar en
ellos y ellas.
La entrega de las cajas de herra-
mientas terapéuticas:
La entrega de cajas de herramien-
tas terapéuticas se comenzó a llevar
a cabo, en un principio, con aquellos
NNA con los cuales no había sido po-
sible un contacto remoto, ya sea por
dificultades del adulto o bien porque
el NNA no deseaba sostener contacto
por video-llamada debido a la incomo-
didad de éste medio, pero que, desde
el relato del adulto y desde las necesi-
dades del NNA se hacía necesario una
pronta alternativa para mantener el
proceso de intervención y colaborar en
62
 VOCES Y COLORES

la gestión de emociones en el NNA, de- familiar y frente a la búsqueda de nue-

venidas de la presente pandemia que
habían generado diferentes conductas
disruptivas que, a su vez, incrementan
los niveles de estrés parental experi-
mentados por sus padres., sin embar-
go, de manera posterior y tras visuali-
zar un impacto positivo en la presente
estrategia de intervención, ésta se co-
menzó a implementar en la mayoría
de los casos atendidos por la dupla y a
ser replicada por otras duplas del pro-
grama en el trabajo con los NNA y sus
familias.
La entrega de la caja de herramientas
terapéuticas se acordó de manera pre-
via con los adultos a cargo (3) , dando
cuenta de los fundamentos que soste-
nían la estrategia utilizada y como una
alternativa a implementar frente a las
necesidades manifestadas por el grupo
vas estrategias de intervención, donde
a su vez, se indicó que la presente es-
trategia resultaba ser una “propuesta”
terapéutica y como tal podía o no tener
un impacto en el NNA o sistema fami-
liar, siendo de importancia la colabora-
ción en su implementación, no obstan-
te, de ser ignorados éstos elementos
por el NNA, ello no resultaba ser un in-
dicador negativo tanto del NNA, como
de ellos como adultos o de nosotros
como programa, sino que implicaba
continuar visualizando e ideando es-
trategias nuevas adaptadas a las parti-
cularidades de los participantes. Cabe
señalar, que la presente propuesta
mantuvo y mantiene una buena acogi-
da por parte de los adultos, indicando
visualizar el esfuerzo e interés por par-
te del programa de acompañarlos y de
mantener el proceso de intervención.

(3) Desarrollado desde los lineamientos señalados en “Instructivo Condiciones de seguridad, prevención y protección, en
contexto de alerta sanitaria (COVID 19) 20 de Abril 2020” de la Corporación Paicabi, basado en las recomendaciones de ac-
tuación en los lugares de trabajo en el contexto de COVID-19, Fase 4. Plan de Acción Coronavirus COVID-19, MINSAL, 07 de
Abril 2020.

63

Resultados desde el relato de los y
las NNA y sus padres.
Los y las NNA se presentaron entusias-
mados con la entrega de herramientas
terapéuticas, refirieron realizar las ac-
tividades entregadas y plasmaron su
creatividad y talentos mediante éstas
herramientas. Compartieron mediante
medios remotos, sus dibujos, pinturas
y figuras realizadas, con entusiasmo,
desde un sentido de autorrealización
y de descubrimiento de talentos, die-
ron cuenta de tranquilidad y “sentirse
bien” en la realización de las activida-
des y otros dieron cuenta de sentirse
acompañadas y acompañados por las
“muñequitas quita-penas confecciona-
das” (ANEXO 4), cabe señalar que fren-
te a ésta última herramienta entrega-
da, se hace entrega de ella mediante
el cuento “Ramón Preocupón”, ya que
desde dicho cuento, cobra relevancia
la muñeca como un “amuleto mágico”,
visualizando que tuvo un impacto por
sobre todo positivo en NNA que se en-
cuentran en residencias infantiles.
Desde el relato de los padres, impre-
sionaron dando cuenta del descubri-
miento de habilidades y talentos de sus
VOCES Y COLORES
hijos que no pensaban éstos tenían,
refirieron admiración por los resulta-
dos obtenidos, fortaleciendo, median-
te la compra de materiales de trabajo,
la habilidad evidenciada por sus hijos,
además, también pudieron dar cuenta
de una disminución del estrés parental
al indicar que éstos lograron concen-
trarse en la tarea y disminuir la ansie-
dad que habían evidenciado en ellos, a
la vez que agradecieron la implemen-
tación de una nueva estrategia a con-
siderar para favorecer la regulación
emocional de sus hijos, frente al esta-
do de confinamiento actual que los ha-
bía dejado sin ideas y estrategias.
Desde el relato de la terapeuta.
Cabe señalar que la presente estrate-
gia surge como una idea pulida desde
otras ideas de otros y otras terapeutas
que han buscado y buscan estrate-
gias para poder sostener los procesos
de intervención que estábamos desa-
rrollando. Lo anterior es necesario de
referir, ya que, como idea el resultado
más negativo visualizado consistía en
no tener un impacto en los y las NNA y
continuar la búsqueda de otras estra-
64

tegias y alternativas a desarrollar con
los y las NNA con los que no era po-
sible sostener un contacto remoto de
manera directa.
Los resultados obtenidos hasta la fecha
han sido positivos, así como los padres
se vieron impresionados por los talen-
tos y habilidades de sus hijos, como
terapeuta me ocurrió lo mismo, cobra
relevancia además lo indicado por Ga-
rry Landreth (2002) en su mensaje rea-
lizado en éstos tiempos de pandemia,
donde refiere:
La importancia de la relación en la te-
rapia de juego sigue siendo la misma
y hoy más que nunca los niños nece-
sitan una relación segura con alguien
que se preocupa profundamente por
ellos, alguien que cree que son capa-
ces, alguien que quiere estar con ellos,
alguien que escucha con el corazón, al-
guien que es capaz de comunicar men-
sajes importantes como “estoy aquí, te
escucho, te entiendo y realmente me
preocupo por ti”.
Además, el trabajo desarrollado con
las familias posiciona a la herramienta
implementada como una alternativa
VOCES Y COLORES
para re-negociar la alianza de traba-
jo con los adultos, situándolos como
un colaborador del terapeuta y el te-
rapeuta como un colaborador de las
familias, visualizando éstas, el esfuer-
zo por “implementar ideas” en directo
beneficio de ellos, siendo la invitación
“intentémoslo, si no resulta intentamos
otra cosa o perfeccionamos”, así como
también se ha podido utilizar como un
elemento medidor del involucramien-
to de los padres con sus hijos, cuando
éstos han desconocido si los NNA han
realizado las actividades o desconocen
el impacto que éstas han tenido en
ellos y ellas.
DISCUSIÓN
La presente estrategia de intervención
se sitúa como un elemento innovador,
que, por ende, no cuenta con mayor
sustento de logro que lo experiencial
desde el relato de sus participantes,
además, dado que aún nos encontra-
mos viviendo en contexto de pande-
mia no es posible realizar un análisis
posterior de los resultados y objetivos
propuestos, siendo una estrategia que
65
 VOCES Y COLORES

aún se encuentra en construcción y re-pensar la terapia porque definitiva-

perfeccionamiento. No se cuenta con mente no podemos “esperar” a que las
indicadores pre y post pandemia, ya condiciones vuelvan a ser las de antes,
que, éste resultó ser un evento ines- simplemente porque es “ahora” más
perado, que nos ha desafiado a inno- que nunca, cuando necesitamos cola-
var en nuestras prácticas desde la ex- borar y acompañar a los niños y niñas
periencia y como tal, se encuentra en y sus familias.
constante modificación y cambio, sin
embargo, abre paso a diferentes inves-
tigaciones o discusiones que se pue-
dan levantar, desde un marco metodo-
lógico que permita aumentar su rigor
metodológico en directo beneficio de
las personas con las cuales trabajamos.
No obstante lo anterior, la presente
pandemia, como profesionales e inter-
ventores, creo que nos invita precisa-
mente a “jugar” a cambiar nuestro pa-
radigma centrado en la comunicación
directa y presencial, a hacer uso de lo
simbólico o de elementos y acciones
que nos permitan comunicar a nues-
tros usuarios que nos mantenemos
presentes y seguimos interesados en
ellos, por lo que quizás este contex-
to adverso puede ser una invitación a
usar nuestra creatividad, nuestra ima-
ginación y habilidades al servicio de los
procesos de intervención, ampliando
nuestros márgenes de actuación y de

66
 VOCES Y COLORES

REFERENCIAS - Schaefer, C. (2012). Fundamentos de

- Axline, V. (1978). Terapia de Juego.
México: Diana.
- Browne, A. (2006). Ramón Preocupón.
México: Fondo de Cultura Económica.
- Bruner, J. (2002). Acción, pensamien-
to y lenguaje. Madrid: Alianza Editorial.
- Enriz, N. (2011). Antroplogía y juego:
Apuntes para la reflexión. Cuadernos
de Antropología Social(34), 93-114.
terapia de juego (2° ed.). México: El
Manual Moderno , SA.
- Watts, R. E., & Garza, Y. (2013). El uso
de habilidades relacionales de la tera-
pia de juego en terapia constructivista.
Revista de Psicoterapia, XXIII(90/91),
7-23.
- White, M., & Epston, D. (1993). Medios
Narrativos para fines terapéuticos. Es-
paña: Paidós.

- Landreth, G. (2002). Terapia del jue-

go: el arte de relacionarse jugando. Es-
paña: Obelisco.

- Landreth, G. (9 de Abril de 2020). Un

Mensaje de Garry Landreth. (Associa-
ton for Play Therapy) Recuperado el 28
de Mayo de 2020, de Youtube: https://
www.youtube.com/watch?v=AtXhBcEg-
nHI

- RAE. (2019). Real Academia de la Len-

gua Española.

67
 VOCES Y COLORES

ANEXO 1
FICHA Nº 9
AGENDA DE LA SEGURIDAD
En caso de que necesites ayuda puedes llamar a (anota los números telefónicos
a fin de que si los olvidas puedas verlos acá):

Llamar a:
Teéfono:
Casa:
Trabajo del padre:
Trabajo de la madre:
Vecinos:
Carabineros:
Plan cuadrante:
Centro Panul:
Otros:

68
 VOCES Y COLORES

ANEXO 2
a) Muñequita quita-penas
Las muñequitas quita-penas fueron elaboradas por parte de la profesional con
materiales reciclados de pantys, lanas y cartón y han sido repartidas junto con
el cuento “Ramón Preocupón” (Browne, 2006) a fin de que la muñeca cumpla su
propósito terapéutico.

69
 VOCES Y COLORES

ANEXO 3
CARTA DE PREDICCIÓN
A continuación, está la predicción para el futuro inmediato de XXXXXX. ÉL sólo
puede conocer el contenido de ésta predicción dentro de 3 meses, es decir, en
Septiembre de 2020 o en cualquier momento posterior.

Mi predicción es la siguiente: XXXXXX se dará cuenta que en la medida que ha

pasado el tiempo, se siente menos inseguro y rabioso, ha comenzado a respetar
los espacios personales de todas las personas de su hogar y ha comprendido
que a veces sus padres también se cansan y no tienen muchas ganas de hacer
diversas cosas. Sin embargo, XXXXXX habrá utilizado todo este tiempo de confi-
namiento para explotar su creatividad, sorprendiendo a todos por todas las co-
sas que ha hecho, ha jugado y ha creado nuevos juegos, la verdad es que siem-
pre en las sesiones del centro XXXXXX me ha impresionado con su creatividad e
inteligencia para enfrentar las cosas, por lo que este tiempo no me sorprende
que haya usado todas sus habilidades para distraerse en su hogar y aprender
talentos nuevos.

Sé que XXXXXXX a veces se enoja, se aburre y no quiere hacer las cosas que le
dicen, pero en este tiempo que no lo he visto se dará cuenta que puede conver-
sar y contarles sus cosas a muchas personas, como sus padres o sus hermanos
o amigos.

En este instante de la vida de XXXXXX, sé que él está esforzándose y está hacien-

do lo mejor que puede como siempre lo ha hecho, sé que es así porque en las
sesiones me di cuenta que esta era una característica de el/ella. Además, como
XXXXXX ha seguido las indicaciones para prevenir el contagio del coronavirus, ha
tomado un rol muy importante en ayudar a todas las personas, se ha protegido

70
 VOCES Y COLORES

y ha protegido a otros ¡también sé que será así! Porque XXXXX es preocupado y

solidario con las demás personas, yo siempre pensé que era un pequeño héroe
habilidoso.

Sé que XXXXXXXXX usará todas las estrategias que aprendimos en las sesiones,
para desahogarse y expresar sus emociones de la mejor forma posible y tam-
bién sé que cuando lo vea de nuevo tendrá muchas cosas para contarme, más
de las que puedo imaginar.

El xxxxxxx que inició el proceso de intervención en Panul, mantendrá su optimis-

mo, seguirá siendo talentoso, solidario y buena persona, si se siente solo sabrá
que puede hablar con muchas personas y que podrá llamarme, porque aun
cuando a veces se sienta así, sabe que tiene muchas personas a su alrededor
que lo quieren, lo protegen y están preocupados por él/ella.

Yo ……………….hice esta predicción en Quillota el 23 de Abril de 2020.

71
 VOCES Y COLORES

ANEXO 4
Figuras de plastilina
compartidas por J.R de 11 años, personficándose en éste material y realizando
diferentes objetos, quien posteriormente de ser alentado por su madre y pro-
fesional comenzó a utilizar este medio como una forma de entretenimiento y
relajación. Su madre indica que guarda las figuras que realiza a fin de que se
conserven.

72
 VOCES Y COLORES

M.P de 9 años, comparte sus cuadros

en madera que ha realizado en la pre-
sente pandemia, los cuales ha regalado
a personas significativas, ha permitido
que se concentre y canalice sus emo-
ciones, visualizándolo su madre, más
tranquilo y enfocado en las tareas que
realiza.

73
 VOCES Y COLORES
RAÍCES HUMANAS.
Facilitando el conocimiento de sí mismo y la
conciencia del otro como figura representati-
va, además del fortalecimiento de los vínculos
con los seres vivos en época de cuarentena

Creado por:
INGRID ROJAS BERMÚDEZ
Psicóloga en Centro Relmu. Coquimbo
ingrid.rojas@paicabi.cl
Psicóloga, Universidad Católica de Co-
lombia. Bogotá. Colombia.
Diplomado Psicoterapia Estratégica en
Tiempo Breve.
Universidad San Martín. Bogotá, Co-
lombia.
Diplomado Psicología Jurídica Forense
mención Criminológica y Prospectiva.
Universidad Miguel de Cervantes. San-
tiago. Chile.
Diplomado Investigación Criminal y Li-
tigación en Delitos Sexuales.
Universidad Santo Tomás. La Serena.
Chile.
Magister (c) Psicología Clínica. Universi-
dad Adolfo Ibañez. Santiago. Chile
FRANCISCO HERRERA DURÁN
Trabajador Social Centro Relmu Co-
quimbo, ONG Paicabí
Francisco.herrera@paicabi.cl
Trabajador Social, Universidad Tecno-
lógica de Chile. La Serena.
Magíster © en Psicología mención Psi-
cología Social Universidad de La Sere-
na.
Diplomado (en curso), Intervención fa-
miliar transgeneracional fenomenoló-
gica, desde la perspectiva de las cons-
telaciones familiares, ONG Paicabí.
Viña del Mar.

74
 VOCES Y COLORES

RESUMEN
El presente documento presenta la
práctica de intervención del progra-
ma denominado “Chikorita”, ejecuta-
do desde el año 2018 en PRM Centro
Relmu Coquimbo, con la finalidad de
favorecer la vinculación terapéutica de
los niños, niñas, adolescentes y jóve-
nes (de ahora en adelante NNAJ) con
el dispositivo. El programa consiste en
que cada NNAJ en la sesión de ingreso
al centro se le entrega una una plan-
ta de la familia de las “Cactaceas”, cui-
dandola mientras asiste a las sesiones,
observándose resultados positivos en
las distintas etapas de la intervención.
Ahora bien, dicho programa debió ser
adaptado considerando las actuales
circunstancias sanitarias. Se ha obser-
vado en su implementación en este
contexto favorecería otros elementos
de la intervención como la expresión
socioemocional. A su vez, se observa
que se podría abordar la relación vin-
cular de las diadas parento filiales.

75

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
Programa “Chikorita”
Desde el año 2018 dupla psicosocial de
Programa de Reparación de Maltrato y
Abuso Sexual Infantil (PRM) de la ONG
Paicabi “Centro Relmu” de la comuna
de Coquimbo, se encuentran imple-
mentando el programa “Chikorita”. La
denominación del programa obedece
a una semejanza a una especie animal
planta de la franquicia japonesa de jue-
gos y animaciones “Pokemon”. Desde
un inicio el programa planteó como
objetivo general favorecer la adheren-
cia hacia el centro, identificando parte
de este como propia, logrando afianzar
parte de la alianza terapéutica.
A partir del objetivo general, abarcan-
do la Alianza Terapéutica, se puede
mencionar que las relaciones entre el
paciente y el terapeuta es un concepto
que se ha investigado y desarrollado a
lo largo del tiempo (Santibáñez, 2003).
La alianza Terapéutica hace que el pa-
ciente pueda avanzar eficazmente du-
rante el tratamiento terapéutico como
un agente movilizador. Surge entonces
VOCES Y COLORES
como un elemento primordial en la in-
tervención en los contextos de inter-
vención en reparaciones de situacio-
nes maltratante con niños y niñas.
Actualmente el estudio empírico de la
alianza terapéutica adquiere relevan-
cia independientemente del marco
teórico y del tipo de profesional que
sostienen las intervenciones psicote-
rapéuticas o socio terapéuticas, dado
que la misma incide en los resultados
del tratamiento. (Ackerman, & Hilsen-
roth, 2003; Flückiger, Del Re, Wampold,
Symonds, & Horvath, 2012). Además
existe relación consistente entre una
buena alianza terapéutica y un resulta-
do positivo. (Horvath, Symonds 1991).
De acuerdo a autores clásicos, la Alian-
za terapéutica se encuentra compues-
ta de el vínculo positivo, las tareas y las
metas. (Corbella & Botella, 2003). Uno
de lo autores más destacados es Bor-
din (1979) que definió la alianza tera-
péutica como el elemento relacional de
76

carácter activo propio de todas aque-
llas relaciones que pretenden inducir
un cambio. Su formalización incluye la
presencia de tres componentes o di-
mensiones: En primer lugar, el vínculo
abarca una compleja red de nexos per-
sonales positivos entre paciente y tera-
peuta, cuya calidad determina el tono
emocional que el paciente tiene del
terapeuta y que incluye aspectos tales
como la empatía, la confianza mutua y
la aceptación.
Conviene aclarar que un concepto rela-
cionado con el vínculo es el de rapport,
entendido éste último como el grado
de contacto afectivo entre paciente y
terapeuta (Fernández Liria y Rodríguez,
2001). En segundo lugar, el acuerdo
entre paciente y terapeuta respecto a
los objetivos de la psicoterapia, es de-
cir, el mutuo consentimiento acerca de
qué es lo que se pretende lograr con la
intervención psicoterapéutica. En ter-
cer lugar, el acuerdo entre paciente y
terapeuta respecto a las tareas o acti-
vidades a realizar, intrínsecamente re-
lacionadas con la psicoterapia que se
esté llevando a cabo. Esto Hace refe-
rencia al acuerdo acerca de los medios
VOCES Y COLORES
adecuados para alcanzar los objetivos
propuestos, por lo que una relación te-
rapéutica que esté funcionando bien
se caracteriza por el hecho de que:
tanto paciente como terapeuta perci-
ben la importancia y relevancia de es-
tas tareas y cada uno de ellos está dis-
puesto a aceptar la responsabilidad de
la realización de las mismas.
A continuación se abordarán los obje-
tivos específicos del programa con su
respectiva base teórica.
En primer lugar, se puede mencionar
Estimular el respeto por el proceso fa-
miliar e individual. Sobre esto Escude-
ro (2009) menciona con respecto a la
alianza terapéutica en familia, que se
presentan con mayor frecuencia situa-
ciones conflictivas y de motivaciones
contrapuestas, hasta que pueden lle-
gar a ser conflictivas. Lo cual no es aje-
no a la intervención en PRM puesto que
la intervención se realiza a partir de un
contexto obligado y surge a partir de
identificación de vulneraciones hacia
los NNAJ, lo cual hace que los adultos
responsables sientan que están sien-
do culpados, por lo que pueden pre-
77

sentan una actitud inicial de rechazo,
indiferencia o defensiva.
“Chikorita” ha logrado hacer a un lado
todos estos prejuicios, motivando su
participación identificando a los adul-
tos como principal fuente de apoyo en
la intervención y como parte de esta, a
partir de la motivación para el cuidado
de seres vivos. Debido a esto se crea
un contexto seguro para todos. Lo que
se remarca como una tarea esencial y
primaria del proceso de terapia que al-
gunos autores consideran incluso una
precondición para un posterior desa-
rrollo adecuado de la terapia (Escude-
ro, Friedlander, Varela y Abascal, 2008).
El segundo objetivo del programa es
Implementar hábitos de responsabi-
lidad familiar e individual. A partir de
generar hábitos en la familia de visuali-
zación de su planta y cuidados que se
deben realizar en familia. Este objetivo
se visualiza a partir del planteamiento
de Escudero (2009), donde menciona
que la creación de una buena alianza
con el sistema familiar en su conjunto y
entre los miembros de la familia exige
muchas veces transformar las metas
VOCES Y COLORES
individuales en metas del grupo, de for-
ma que la terapia sea experimentada
por cada miembro de la familia como
“nuestra terapia” y no como “tenemos
que venir a la terapia de nuestro hijo”.
En tercer lugar, el objetivo del progra-
ma es Sensibilizar a las familias sobre la
importancia del cuidado hacia la natu-
raleza y estimular el respeto por los se-
res vivos. La Psicología Ambiental, para
alcanzar sus objetivos, se apoya en 5
estrategias eco-protectoras (Zaldívar
Pérez, 2005): En primer lugar, El diseño
de ambientes: los componentes mate-
riales de los distintos ambientes don-
de los seres humanos desarrollan sus
actividades (estudio, trabajo, etcétera)
son tenidos en cuenta por psicólogos
ambientales en conjunto con arquitec-
tos e ingenieros industriales, tomando
en consideración aquellos elementos
del ambiente que pueden influir sobre
la conducta, el rendimiento y la salud
física y mental. En segundo lugar, La
estimulación inductora: la producción
o configuración de señales o mensajes
que cumplan la función de promover
comportamientos ecológicos respon-
sables. En tercer lugar, La definición
78

de responsabilidades: reglamentación
y establecimiento de una adecuada
supervisión y protección de los recur-
sos naturales no renovables. En cuarto
lugar, La modificación de conductas: el
objetivo básico es el establecimiento
de estrategias conducentes al logro de
conductas ecológicas responsables. Se
trata, sobre todo, de corregir o evitar
los comportamientos ecológicos inde-
seables. Los programas de modifica-
ción de conducta empleados utilizan
técnicas de manejo contingente de
refuerzos y castigos de las conductas
convenientes e inconvenientes, res-
pectivamente. En quinto y último lugar,
la Educación Ambiental: se orienta,
principalmente, a desarrollar actitudes
positivas hacia el ambiente y facilitar o
propiciar aquellas conductas tendien-
tes al cuidado y mejoramiento del en-
torno físico y social.
Los teóricos y los investigadores, in-
teresados en los temas ambientales,
concuerdan con la idea de que la edu-
cación es la pieza clave para mejorar
la conducta ambiental (Disinger, 1982;
Cobb, 1999; Zelezny, 1999), ya que el
fin último de la Educación Ambiental es
VOCES Y COLORES
el desarrollo de una tendencia a com-
portarse de manera responsable con
el contexto físico-social.
De esta forma la Psicología medioam-
biental es fundamental en el programa
“Chikorita” , incorporando dentro de la
terapia de resignificación la incorpora-
ción de las plantas como parte cotidia-
na de las sesiones, favorecer la edu-
cación ecológica en los usuarios del
dispositivo teniendo conductas ecoló-
gicas responsables con el medio social
en el que se desenvuelven.
¿Cómo funciona el programa “Chi-
korita”?
El programa “Chikorita” tiene inició du-
rante las primeras sesiones presencia-
les de bienvenida e ingreso al disposi-
tivo, donde el NNAJ debe seleccionar
una planta perteneciente a la familia
de las suculentas (se eligió este tipo de
plantas debido a que su adaptación les
permite tener reservas de agua, por
lo que pueden sobrevivir largos perio-
dos de sequía y condiciones ambienta-
les extremas) cada NNAJ le asigna un
nombre según su preferencia.
79

Durante la asistencia al centro cada
NNAJ le otorga cuidados en cada una
de las sesiones a las que asisten al cen-
tro, trabajando el desarrollo del refle-
jo empático por medio de metáforas,
haciendo referencia a la identificación
con el proceso individual debido a la
capacidad para mantenerse vivas y su
capacidad de recuperarse, después de
haber sido dañadas. Esto además de la
responsabilidad que se adquiere en el
cuidado de un ser vivo, extrapolando al
cuidado de sus animales domésticos.
siendo una parte importante a lo lar-
go del proceso interventivo en el pro-
grama. De esta forma, este programa
acompaña todas las fases interventivas
de los NNAJ desde el ingreso, la ejecu-
ción de los objetivos de intervención y
la fase de egreso. En lo que respecta
a esta última etapa, cada uno de los
NNAJ logran reproducir su planta y se
llevan la original a su hogar, dejando
una planta como aporte a los niños
que vienen después, para contribuir a
su proceso como forma de finalizar la
intervención llevada a cabo en el cen-
tro.
VOCES Y COLORES
¿Y ahora qué pasa “Chikorita” y con
la intervención psicosocial?
En la presente práctica se pretende vi-
sibilizar la importancia de dar continui-
dad al programa “chikorita” como me-
dio de intervención, considerando las
actuales condiciones sanitarias tanto
para NNJ como para los progenitores
o adultos responsables a la vez que se
había venido incorporando paulatina-
mente a estos últimos en este proce-
so. De igual forma se visualiza como
una oportunidad, la implementación
de nuevos métodos para la evolución
de la intervención psicosocial en el
contexto de crisis sanitaria.
En primer lugar, luego de que se da ini-
cio al periodo de confinamiento e inicio
de teletrabajo se empiezan a evaluar
las condiciones actuales de cada caso.
80
 VOCES Y COLORES

Nº de NNAJ ¿En qué etapa del proceso se encuentra? ¿Se ejecutó programa Chikorita? ¿Se ha tenido contacto presencial?

1 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí

2 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
3 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
4 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
5 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
6 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
7 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
8 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
9 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
10 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
11 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
12 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
13 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
14 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
15 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
16 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
17 Ejecución del plan de intervención individual Sí Sí
18 Diagnóstico Sí Sí
19 Diagnóstico Sí Sí
20 Diagnóstico Sí Sí
21 Diagnóstico No Sí
22 Diagnóstico No Sí
23 Diagnóstico No No
24 Diagnóstico No No
25 Diagnóstico No No

Tabla Nº1: “ Etapa del proceso individual y ejecución de programa Chikorita”

81
 VOCES Y COLORES

En la tabla N°1 se visualiza el panora- En el 20% de los casos aún no se había

ma con respecto a la etapa en que se ejecutado el programa “Chikorita”, lo
encuentra el caso y si se ha ejecuta- que se debe tener a la vista para ge-
do el programa “chikorita” , donde se nerar la mejor manera de hacerlo por
encuentra que el 32% de los casos se medio virtual, para que se logre con-
encuentran en etapa diagnóstica, lo solidar un buen inicio en el proceso. y
que en un inicio se visualiza como un con el 12% no se contaba con contacto
factor de riesgo para la evolución de la presencial previo, en estos casos se le
intervención, puesto que en el contex- presenta a la dupla un mayor reto en
to de crisis sanitaria, la aplicación de torno a dar inicio al proceso de alianza
instrumentos pasa a un segundo plano terapéutica.
y surge la necesidad de conocer el es-
tado proteccional y la agudización de la
escucha y atención a detalles en la du-
pla psicosocial. Además de la construc-
ción de alianza terapéutica sin contar
con un contacto presencial, el 68% de
los casos se encuentran en etapa de
ejecución del plan de intervención in-
dividual y se presenta una mayor con-
solidación de la alianza terapéutica lo
que facilita la continuación de la inter-
vención online contando con la necesi-
dad de preparación especial de estas
sesiones y la necesidad de visualizar
las posibilidades y disposición de cada
familia para la intervención online.

82
 VOCES Y COLORES

Necesidad de implementar en la Intervención las Tecnologías de

Información y comunicación (TICs)

Modalidad de contacto ¿Ud. cree que sería

Hogar tiene acceso preferida por NNAJ/
Hogar tiene acceso Hogar tiene acceso a internet factible para NNAJ/
Nº de NNAJ a internet familia/adulto familia/adulto
a internet con posibilidad de responsable/residencia
Vía teléfono móvil Vía computador cámara web con responsable/redisencia
(Llamada de móvil; Video el contacto en línea
otro medio llamada de móvil; Video con el centro?
llamada computador)

1 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

2 Sí Sí Sí (Celular y PC) Video Llamada Móvil Sí

3 Sí Sí Sí (Celular y PC) Video llamada computador Sí

4 Sí No Sí (Celular) Llamada Móvil Sí

5 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

6 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

7 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

8 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

9 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

10 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

11 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

12 Sí Sí Sí (Celular) Llamada Móvil Sí

13 Sí No Sí (Celular) Llamada Móvil Sí

14 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

15 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

16 Sí No Sí (Celular) Llamada Móvil No

17 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

18 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

19 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

20 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

21 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

22 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

23 Sí Sí Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

24 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

25 Sí No Sí (Celular) Video Llamada Móvil Sí

Tabla Nº2: “ Evaluación de condiciones de funcionamiento para intervención”

83

Con respecto a la implementación de
las TICs en la intervención psicosocial,
en primer lugar se realizó una encues-
ta a los grupos familiares por vía tele-
fónica en el mes de Marzo del año en
curso, sobre la disponibilidad de recur-
sos para trabajar en sesiones online
por medio de videollamadas por What-
sapp o por medio de las plataformas
de Meet o Zoom y sobre la disponibili-
dad tanto de los adultos responsables
como de los NNA, obteniendo los si-
guientes resultados:
En la tabla N°2 se identifica la disponi-
bilidad de medios tecnológicos de cada
familia atendida por la dupla psicoso-
cial donde se identifica que el 100%
tiene acceso a internet por medio de
su teléfono celular, el 44% dispone de
computador, el 12% prefiere llamados
telefónicos y el 88% está dispuesto a
mantener intervención por medio de
videollamada. Con respecto a la pre-
ferencia de llamados telefónicos, fue
cambiando a medida que se empezó a
trabajar con las familias por medio del
contacto telefónico y se visualizaba la
necesidad de interacción con los NNAJ
logrando que el 96% de los casos acce-
VOCES Y COLORES
dieran a mantener contacto por medio
de videollamada.
Contando con los resultados expues-
tos anteriormente se hace necesario
estudiar la modalidad de intervención
psicosocial online y la influencia so-
bre los principios de intervención que
hayan visualizado las investigaciones.
Ellerman (2007) afirma que, por lo me-
nos desde el renacimiento, los dife-
rentes avances tecnológicos han sido
recibidos con ambivalencia, pues estos
prometen facilitar la vida de los seres
humanos, pero al mismo tiempo exi-
gen cambios que suponen algún tipo
de resistencia. Lo cual inicialmente se
evidencia tanto en la parte positiva,
como lo es el favorecimiento de la ad-
herencia y un mayor desarrollo de la
alianza terapéutica en los casos en los
cuales ya se había establecido o tenía
una evolución positiva. En la parte ne-
gativa de esta implementación se evi-
dencia la poca posibilidad de evaluar
el comportamiento no verbal en dife-
rentes ocasiones y la necesidad de im-
plementar de una forma diferente la
alianza terapéutica con los grupos fa-
miliares con quienes no se ha tenido
84

interacción presencial.
El tratamiento online a través de dife-
rentes modalidades y tecnologías, con
diversos grados de sincronía ha mos-
trado su eficacia evidenciando claras
mejoras clínicas y un aumento de la ca-
lidad de vida (Ritterband y Tate, 2009).
Al visualizarse componentes tanto ne-
gativos como positivos se da paso a la
adecuación de la intervención tanto
para los NNAJ como a los adultos res-
ponsables y la importancia de conso-
lidar una buena alianza terapéutica
familiar para lograr avanzar en la inter-
vención apoyados en la parentalidad
positiva.
Creando posibilidades en la inter-
vención psicosocial
En primer lugar se adecúa en progra-
ma “Chikorita”. Los profesionales tras-
ladaron desde las dependencias de
Centro Relmu a domicilio de la psicó-
loga tratante las plantas suculentas. Se
organizaron en un espacio adecuado
para su conservación y crecimiento,
se prepararon materiales para hacer
un transplante de las plantas y aplicar
VOCES Y COLORES
fertilizante como una muestra de cui-
dado del proceso desde los profesio-
nales haciendo referencia a que cada
planta representa la importancia de la
intervención con cada niño. Para esto,
en las primeras sesiones por video lla-
mada se presenta el espacio donde
está su planta y después del encuadre
necesario para la intervención online
se da espacio para que los niños mani-
fiesten lo que consideran que necesita
su planta, como una nueva maceta. La
planta ha crecido o cambio de tierra ,
se le aplica fertilizante, etc.
En la nueva adaptación del programa
“chikorita” se ejemplifica, de acuerdo
a lo señalado por Seitún & Di Bartolo
(2019) “El objetivo de la psicoterapia
no es solo comprender o explicar, sino
construir, a través de la sintonía emo-
cional, una relación de apego que da
lugar a momentos de encuentro inter-
subjetivo”. Por lo tanto, esta proximi-
dad emocional que se genera a partir
de una comunicación aunque a distan-
cia, puede generar mayor fluidez en
la intervención y brinda posibilidades
para el cambio intersubjetivo.
85

Una oportunidad en la Vinculación
Familiar
A pesar de que inicialmente el progra-
ma “Chikorita” se encontraba relacio-
nado con la terapia individual de NNAJ,
es dable señalar, que durante el pro-
ceso interventivo en el actual contexto
sanitario se han visto progresivamente
como una oportunidad de interven-
ción. Estudios han determinado que el
poco tiempo compartido en familia se
constituye en un factor de riesgo para
niños y niñas, dado que la presencia de
los progenitores es fundamental en la
crianza y desarrollo de niños y niñas
(Pérez & Arrázola, 2013).
Uno de los ejes de los programas in-
terventivos según las concepciones de
profesionales que intervienen en pro-
gramas de SENAME, corresponden al
fortalecimiento de vínculos y relaciones
interpersonales basadas en el buen
trato (Gómez & Haz, 2008). A partir de
lo anterior, el trabajo en el programa
“Chikorita” en cuarenta ha permitido
generar un espacio de un actividad en
común. En términos generales, se ha
pensado la intervención reparatoria
VOCES Y COLORES
como un proceso individual en el que
un NNAJ lleva un proceso y el adulto es
quien acompaña, sin embargo, en fun-
ción de la situación actual nos lleva a
abordar la necesidad de incorporar a
los adultos en el proceso de su hijos e
hijas favoreciendo la relación de la dia-
da parento y marento filial.
La incorporación de igual forma como
fuente de apoyo para el cumplimiento
de actividades y la asignación de activi-
dades a los adultos responsables, dan
paso a la integración y reconocimiento
de la familia como la unidad sobre la
cual se interviene, teniendo en cuenta
lo mencionado por (Di Bártolo, 2016):
La clínica de los niños, no puede ser la
clínica de un niño, es la clínica de un
niño y sus padres. Es la clínica de la re-
lación. Se evidencia claramente que en
el desarrollo de un niño hay más per-
sonas implicadas, pueden ser padres,
abuelos o figuras significativas, los que
constituyen sus adultos responsables
y que esta relación incide en las estra-
tegias de afrontamiento que adquiera
el niño.
86

Aprendiendo cómo funcionan mis
emociones en diferentes contex-
tos y cómo responder ante ellas
A nivel individual en el avance de la
intervención se detecta como princi-
pal objetivo a tratar dentro del actual
contexto la identificación, expresión
y conexión con las emociones en los
NNAJ para lograr no sólo expresar sino
conectarse con las vivencias actuales y
lo que le generan, de igual forma esto
se convierte en un objetivo a manejar
a nivel familiar puesto que las emo-
ciones se ven afectadas por el día a
día y adquiere mayor importancia su
manejo en el grupo familiar, indepen-
dientemente del motivo de ingreso las
emociones son un punto central a in-
tervenir en terapia de resignificación y
el primer paso para la modificación de
estrategias de afrontamiento y el forta-
lecimiento de factores resilientes tanto
individuales como familiares.
En este contexto, la intervención pre-
sencial se ha visto modificada a través
de actividades no presenciales. Por
una parte, se han desarrollado activi-
dades vinculadas con la identificación
VOCES Y COLORES
y expresión de las emociones de forma
individual con los niños, niñas y adoles-
centes. De tal forma que puedan orien-
tarse y fueran de interés para realizar
a través de intervención por videolla-
mada. Se utiliza la expresión artística,
reconocimiento corporal e interacción
con el resto de la familia en modalidad
entrevista. A partir de esto, se visua-
lizó la posibilidad de favorecer la par-
ticipación de los adultos con los que
no siempre se contaba en intervención
presencial y que se convierta en una
posibilidad de desarrollo familiar con-
siderando las actuales circunstancias.
Se entregan responsabilidades en
cuanto a actividades a desarrollar a los
NNAJ y se orienta a los adultos sobre la
necesidad de acompañamiento, lo cual
ha generado una visibilización positiva
del proceso e involucramiento afectivo
de los adultos responsables y demás
miembros de la familia. Por lo anterior
se da inicio a actividades cortas dentro
de las sesiones, que incluyan el juego
en cuanto a la vinculación familiar y ac-
tividades físicas que generen una ma-
yor liberación de estrés y emociones
negativas que se puedan dar a partir
87

del confinamiento. En estos espacios
se van reconociendo necesidades de
los adultos responsables y se trabaja
de igual forma en sesiones con trabaja-
dor social inicialmente la necesidad de
autocuidado y se entregan diferentes
herramientas para tomar conciencia
de la importancia de visualizarse ini-
cialmente como personas con emocio-
nes complejas y la conexión que tiene
su desarrollo con el de sus NNAJ.
CONCLUSIONES
El programa “Chikorita” se creó como
una forma de potenciar la vinculación
terapéutica de NNAJ con el centro. Sin
embargo, ha tenido una evolución y a
partir de las actuales condiciones sa-
nitarias el programa se ha adaptado,
siendo un espacio que ha permitido
mantener la vinculación con el centro y
la visibilización individual y familiar.
Además de lo anterior, se ha visuali-
zado como un aporte en la las relacio-
nes entre los NNAJ como sus familias
convirtiéndose en un microespacio de
conversación en torno a un tema en
VOCES Y COLORES
común de interés haciendo partícipe
a los adultos en las videollamadas y
contactos que profesionales estable-
cen con los adultos incorporando el
cuidado de la planta seleccionada por
su hijo e hija como parte de la inter-
vención que actualmente de desarro-
lla a distancia. De igual manera, se ha
observado que el programa “Chikori-
ta” ha permitido el fortalecimiento de
estrategias de afrontamiento ante la
ansiedad en incremento a partir de la
cuarentena, favoreciendo la conten-
ción y expresión de emociones en el
actual contexto sanitario en el que nos
encontramos.
Se observa la necesidad de que
este espacio de intervención sea siste-
matizado continuamente con la finali-
dad de conocer sus aportes tanto en
el actual contexto sanitario a distancia
en el que nos encontramos como tam-
bién en el contexto de intervención re-
gular. Lo anterior para que pueda ser
ejecutado por otras duplas y equipos
profesionales como una estrategia que
permite inicialmente favorecer la vin-
culación de los NNAJ con el dispositi-
vo y con su proceso pero también ser
88

un paso fundamental en el desarrollo
y acompañamiento de otros objetivos
de intervención.
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90
 VOCES Y COLORES

El cuento narrado como aporte en la

resignificación de la vinculación del
adulto/a respecto de niños, niñas y jóvenes
en tiempos de cuarentena

Creado por:

CAROLINA MUÑOZ ALIAGA

Trabajadora Social. Centro Paihuen –
Valparaíso
carolina.muñoz.a@paicabi.cl

Diplomada en Intervención Familiar

PUCV y Peritaje de Delitos Violentos
Universidad de la Frontera.

Trabajadora Social en Centro de Apoyo

a Víctimas de Delitos Violentos.
Ministerio del Interior.

Coordinadora Centro de la Mujer Ren-

go, convenio Sernam.

Servicio de Salud O´Higgins y en PAS

Suyai.ONG Paicabi. Región de O´Hig-
gins.

91

INTRODUCCIÓN
El presente artículo da cuenta de algu-
nas reflexiones generadas a partir de la
revisión de intervenciones implemen-
tadas en Centro Paihuen de Valparaíso
(Programa de Reparación en Maltrato
Grave), en las cuales desde la puesta en
práctica de la narración de cuentos en
sesiones individuales con niños, niñas
y jóvenes, como así mismo, en algunas
intervenciones familiares - de manera
presencial y en el actual contexto de
alerta sociosanitaria de forma remota -
ha sido posible profundizar en el lugar
simbólico que posibilita al adulto res-
pecto de los sujetos de intervención,
poniendo atención en este espacio
como un aporte en la resignificación
de la posición socialmente construida
entre adultos, niños, niñas y jóvenes.
De esta forma, se presenta inicialmen-
te una breve fundamentación teórica y
luego una descripción general del tra-
bajo realizado y transversalmente, al-
gunos autores que han inspirado este
recorrido, alentando el navegar por
VOCES Y COLORES
estas aguas que a nivel de experiencia
profesional y más aún en tiempos de
cuarentena, resultan un desafío con-
siderable, no solo por lo desconocido
de este “gran mar” que representa el
“mundo de los cuentos y las narracio-
nes”, lo cual ha conllevado el aperturar
nuevas habilidades profesionales para
recorrer terrenos inexplorados, tal
como probablemente para niños, niñas
y jóvenes resulta en muchas oportuni-
dades, el aventurarse a participar junto
a profesionales en espacios que ape-
lan al desarrollo de la confianza como
única posibilidad para la intervención
en reparación socioemocional.
Además de aquello, el desafío de lo no
presencial, que ha implicado la puesta
en marcha de estrategias de teletra-
bajo, ha invitado a los equipos profe-
sionales que abordan temáticas de
trauma en la niñez y juventud, a pre-
guntarse si el espacio de intervención
presencial que posee una cualidad de
privacidad, contención emocional, etc.
92

puede alcanzarse a partir por ejemplo,
de una videollamada de whats app.
Más allá de las limitaciones que nos
presenta el actual contexto sociosani-
tario, esta publicación nace de la con-
vicción de que es a partir de la crea-
tividad humana desde dónde surgen
posibilidades para ampliar horizontes
en el encuentro con la niñez y los y
las jóvenes aun en contextos adver-
sos como los que atravesamos actual-
mente. La creatividad humana sería el
resultado del movimiento constante
generado entre la disposición del su-
jeto al estar consciente de la posición
en la cual se ubica en una determinada
VOCES Y COLORES
construcción social.
De esta forma y respecto de los cuen-
tos como una estrategia de interven-
ción, y en palabras de Nancy Mellon,
autora del libro “Contar cuentos a ni-
ños” (citada en Parrow, 2018)
“el arte de contar cuentos empezó su
extraordinario resurgir en todo el mun-
do como réplica a las continuas olea-
das de invenciones electrónicas. Como
nuestra capacidad de escuchar y de
hablar se había visto menguada por un
conjunto de dispositivos mecánicos, se
despertó en nosotros el anhelo de una
comunicación más directa y saludable.
Para contrarrestar el efecto de los te-
93
 VOCES Y COLORES

léfonos móviles, los ordenadores y los
mensajes de texto, los cuentacuentos
empezaron a reunirse para redescubrir
este arte olvidado. Desde los inicios del
siglo XXI, decenas de miles de personas
escucharon esta llamada.” (p.13)
En el mismo ánimo del impulso descri-
to anteriormente, mi incipiente camino
en el mundo de los cuentos comien-
za hace cinco años, a partir de apro-
ximaciones formativas de la mano de
la pedagogía waldorf, pedagogía de
emergencia y trauma y pedagogía cu-
rativa (4) , llevándolas en lo práctico
a espacios de intervención individual
con niños y niñas, familias y en una es-
cuela waldorf ubicada en la VI región
de nuestro país.
A partir de lo anterior, es que esta ex-
periencia ha sido posible continuar de-
sarrollándola en el contexto del Pro-
grama Reparatorio en Maltrato Grave,
Centro Paihuen de Valparaíso, tanto en
el contexto de atenciones presenciales
como las desarrolladas en contexto de
alerta sociosanitaria.
Cabe referir que si bien es cierto no es
el objetivo de este artículo profundi-
zar en el debate del contenido mismo

(4) De acuerdo a lo descrito por Grimoldi (2005) “la primera escuela Waldorf fue fundada por Rudolf Steiner (1861-1925) en
1919, al sur de Alemania, en la ciudad de Stuttgart, para los hijos de los trabajadores de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Asto-
ria. En ese entonces, cabe recordar, la primera guerra mundial había llegado a su fin, declarando a Alemania, tras el Tratado
de Versalles, como la única responsable del conflicto (Furet, 1995). Según Clouder y Rawson (2002), docentes de escuelas
Waldorf, “una generación había perdido sus ideales y a millones de sus jóvenes en una guerra desastrosa”. El ideal de las
escuelas Waldorf (Clouder y Rawson, op. cit.) es el de una “educación libre” centrada en el desarrollo del individuo, procu-
rando lograr un equilibrio entre las necesidades individuales del niño y las de la sociedad. Estas escuelas son “de naturaleza
internacional” (2002:174) puesto que todas ellas trabajan a partir de una filosofía común: la antroposofía, fundada también
por Rudolf Steiner a principios del siglo XX”.
Por otra parte, el pediatra austríaco Karl König fue el principal fundador de la nombrada Pedagogía Curativa y Terapia Social
en la cual se sientan las bases para la creación de los movimientos Camphill, los cuales atienden en sistemas residenciales a
personas con necesidades especiales, actualmente adultos. Dentro de la pedagogía Waldorf se crearon indicaciones particu-
lares para la llamada clase especial, que va dirigida a niños y niñas con necesidades especiales. Sus influencias provienen de
los estudios de Goethe y la antroposofía de Rudolf Steiner.
La pedagogía de emergencia se crea en 2006, por Bernd Ruf, profesor alemán de orientación waldorf, especializado en niños
con discapacidad en el contexto de una intervención desarrollada hacia niños y jóvenes libaneses. La misión de esta propues-
ta es fortalecer a través de recursos pedagógicos y terapéuticos, resiliencia en niños y jóvenes en situaciones de psicotrauma,
víctimas de catástrofe, violencia física y emocional o en una condición de vulnerabilidad social. La intervención generalmente
se desarrolla en equipos multidisciplinarios.

94

de los cuentos y sus múltiples formas
de ser contados, construidos, ilustra-
dos, etc. como así mismo, el impacto
de este contenido y su forma en niños,
niñas y adolescentes, en las interven-
ciones desarrolladas se ha hecho una
elección no azarosa de los mismos,
teniendo presente que es una opción
fundamentada que no pretende ser
absoluta en el aporte que los cuentos
pueden hacer respecto de las inter-
venciones psicosociales, pero que sí se
plantea como legítima a partir de los
fundamentos que aquí que presentan.
DESARROLLO
Fundamentos teórico-metodológi-
cos:
Giménez (2018) a partir de autores
como Sara Cone Bryant (1963) y Geor-
ges Jean (1988) enuncia el cuento
como “una obra de arte y un pequeño
compendio filosófico que comporta una
sucesión de motivos o episodios” (p.11).
Así también, ya en la década del ´50,
Martha Salotti (Grimoldi, 2005), docen-
te y experta en literatura infantil, soste-
VOCES Y COLORES
nía que “las palabras oídas, tienen para
los niños olor, sabor y color; en cambio
la escritura sólo les da símbolos muer-
tos. Los niños quieren superar la irrea-
lidad siniestra del signo” (p.1).
Así mismo, Bettelheim (1978) liga al
cuento con la función de adultos y
adultas de otorgar sentido a la vida del
niño y niña, señalando
“la tarea más importante y al mismo
tiempo la más difícil en la educación de
un niño, es la de ayudarle a encontrar
sentido en la vida… Se necesitan nume-
rosas experiencias durante el crecimien-
to para alcanzar ese sentido. El niño
mientras se desarrolla debe aprender
paso a paso a comprenderse mejor, así
se hace más capaz de comprender a los
otros y de relacionarse con ellos de un
modo mutuamente satisfactorio y lle-
no de significado”…“la comprensión del
sentido de la vida no se adquiere repen-
tinamente, a una edad determinada, ni
cuando uno ha llegado a la madurez
cronológica, sino que, por el contrario,
obtener una comprensión cierta de lo
que es o de lo que debe ser el sentido
de la vida, significa haber alcanzado la
95

madurez psicológica. Este logro, es el re-
sultado final de un largo desarrollo. En
cada etapa buscamos y hemos de ser
capaces de encontrar un poco de signi-
ficado congruente con el que ya se han
desarrollado nuestras mentes.”(p.7)
Por otra parte en el trauma, el cuento
– así como otras manifestaciones del
arte - ocupa el lugar de dar un espa-
cio y una forma a la vivencia, para Boris
Cyrulnik (2009), al hablar de un abuso
“nadie pronuncia una palabra, estamos
fuera de la cultura y quien ha hablado
se ha convertido en un espantapája-
ros…. Hace falta un lugar de palabra
en otro sitio, un lugar cultural, que pue-
de ser un psicólogo, una película, una
canción, un cuento como el de Piel de
asno, que muestra el incesto. Usted
puede contar su primer amor, pero ella
no puede. Pero con ese cuento, podrá
comprender poco a poco que le ha pa-
sado algo muy grave, pero que no tiene
ganas de ser un espantapájaros y que
desea ser una mujer como las demás”.
(p.47)
VOCES Y COLORES
En este sentido, Bettelheim (1978) ad-
vierte que los cuentos
“no pretenden describir el mundo tal
como es, ni tampoco aconsejar lo que
uno debería hacer, si así fuera, el pa-
ciente se vería forzado a seguir un mo-
delo de conducta impuesto, lo que no
es solo una mala terapia, sino lo con-
trario a la terapia. El cuento es tera-
péutico porque el paciente encuentra
sus propias soluciones mediante lo que
la historia parece aludir sobre el mis-
mo y sobre sus conflictos internos en
aquel momento de su vida” así, éste “no
está interesado en una información útil
acerca del mundo externo, sino en los
procesos internos que tienen lugar en el
individuo”.(p.29)
Así también en la construcción de sen-
tido, se diferencia aquella realizada en
las primeras etapas de desarrollo de
un ser humano y las posteriores. En
esto, para Owen Barfield en su libro
“Materia, Imaginación y Espíritu” (Pe-
row, 2016) aquel plano no manifiesto
de la vivencia del ser humano (lo espi-
ritual, el mundo imaginativo) convive
con aquel físico y cotidiano. Niños y ni-
ñas se encontrarían en una “fase más
96

soñadora, abiertos a ambas realida-
des: la física y la más sutil, la espiritual”
(Perrow, 2016) y es por esto que “las
historias y los cuentos de hadas hablan
con tanta claridad a los niños” Barfield
describe el puente entre estos ámbitos
como “un puente arcoiris de actividad
imaginativa” (p.23).
En este sentido,
“para un niño, el mundo imaginativo
y espiritual puede ser tan real como el
físico y el cotidiano. Los niños parecen
tener la habilidad de cruzar una y otra
vez ese puente, como las mariposas. La
mayoría de los adultos por el contra-
rio, tenemos grandes dificultades para
dar pequeños pasos de un reino a otro,
como las pesadas orugas” (Perrow,
2004, p.24).
Descripción y análisis de la expe-
riencia del cuento en el contexto
de atenciones presenciales y de
alerta sociosanitaria: reflexiones
en torno a la posición del adulto
respecto al niño.
VOCES Y COLORES
Los cuentos escogidos para ser na-
rrados a niños, niñas y jóvenes aten-
didos en Centro Paihuen, consideran-
do los respectivos motivos de ingreso
de éstos, han contemplado un grupo
particular de los mismos, ligados prin-
cipalmente a contenidos como abuso
sexual, (“Nacido para ser Rey” Perrow,
2016), la desconfianza interna (“La
princesa luz” Perrow, 2016), abandono
y fusión a lo materno (“El osito koala”
y Madre luna” Perrow, 2016) y otros
cuentos entregados a adultas, vincula-
dos también a la desconexión con las
propias capacidades (“La reina hermo-
sa” Perrow, 2016).
En este sentido, el cuento en las se-
siones presenciales con niños, niñas
y adolescentes se ha usado principal-
mente de manera individual dado que,
en general, es éste el dispositivo de
intervención que con más frecuencia
se despliega en Centro Paihuen consi-
derando, aspectos como, por ejemplo,
la motivación de los y las sujetos de
atención, la disponibilidad del espacio
físico, entre otros. Así, el cuento se na-
rra en la mayoría de las oportunidades
hacia el cierre de una sesión de 45 a 60
97
 VOCES Y COLORES

minutos; lo anterior con el propósito Luego del momento descrito, se posi-

evitar inocular el mensaje del mismo.
Antes de la narración, la profesional
realiza un trabajo previo el cual en ge-
neral, dependiendo de las edades y
gustos de niños, niñas y jóvenes, con-
siste en un trabajo rítmico que puede
ser, rítmica con manos, pies y piernas,
o actividad de cantos simples acom-
pañados de instrumentos musicales o
solamente con voz y ritmo, o con ma-
teriales simples y creados, como saqui-
tos de semillas u otros. Estas activida-
des tienen entre otros objetivos (5) la
preparación para la entrega de la na-
rración, cumpliendo una función de
“rompe hielo”, ya que el espacio narra-
tivo se ha utilizado muchas veces con
niños, niñas y jóvenes que vienen al
Centro por primera vez, observándose
una favorable acogida a partir de estas
actividades lúdico-artísticas.
bilita pasar a otro, el cual se liga al de-
sarrollo del sentir a partir del desplie-
gue de alguna herramienta gráfica; por
ejemplo, trabajo en acuarela, trabajo
con pastel seco, lápices de colores, etc.
Los motivos en ese sentido han sido
variados dependiendo del gusto de ni-
ños, niñas y jóvenes. Es posible seña-
lar que el espacio del dibujar, pintar o
de alguna expresión plástica, facilita la
oportunidad de conversar con el niño,
niña o joven de una manera distendi-
da, dando lugar al relato libre.
Luego entonces, se presenta el cuento
como una posibilidad de escucha vo-
luntaria; si el niño, niña o joven accede
(siempre han accedido) se inicia la na-
rración envuelta también al inicio y al
cierre con la escucha de una canción,
por ejemplo, y con la invitación de en-
cender una vela dispuesta en la sala o

(5) Ya que el fundamento de estas actividades excede la extensión del presente artículo, es posible referir brevemente que
para la pedagogía de emergencia y trauma, el ser humano posee una conformación trimembrada, observable en las funcio-
nes del pensar, el sentir y el actuar, así como en los sistemas neurosensorio, respiratorio-circulatorio y metabólico motor. Así
mismo, se plantea que la sesión terapéutica orientada a abordar una experiencia traumática, debe dirigirse en consecuencia
a esta conformación trimembrada, por ello, es que la sesión se desarrolla en tres momentos (Ruf, 2019)

98

lugar de atención. En contexto presen-
cial y si al niño, niña o joven le parece
entretenido o interesante, apagamos
la luz de la sala, dando inicio a una can-
ción simple cantada por la profesional,
la cual se invita a escuchar, animándo-
se algunos niños y niñas a tararearla
de manera espontánea
“Una historia viene de ayer, que maña-
na va a suceder,
dónde fue, dónde, no fue, adivina, adi-
vinador…”
Luego de la canción se inicia la narra-
ción propiamente tal.
La narración de cuentos respecto de lo
percibido en niños, niñas y jóvenes se
ha observado como un momento de
intervención significativo, consideran-
do entre otros aspectos, que a partir
del cuento se posibilita el abordaje sim-
bólico del motivo de ingreso así como
otras temáticas relacionadas a éste,
favoreciéndose a partir de la manten-
ción del contacto visual - que facilita la
narración - la atención y observación
del sujeto de intervención, resultando
un encuentro de alta calidez afectiva,
VOCES Y COLORES
pero a la vez, un espacio contenido, un
encuentro donde la intimidad entre el
profesional y el niño, niña o joven que-
da protegido.
Respecto a la reacción observada en
niños, niñas y jóvenes durante el mo-
mento de la narración, algunos opta-
ron por escuchar el cuento sentados y
en quietud motora, estableciendo gran
parte del tiempo contacto visual con la
profesional; otros, acorde a sus carac-
terísticas, oyeron el cuento al mismo
tiempo que desarrollaron algún juego,
no evidenciando un aparente interés
en éste. Sin embargo, aún en estos
casos, en sesiones posteriores, que-
dó en evidencia que los niños traían
a mención – sin pedírselo siquiera - el
contenido del mismo, y que en este
sentido, posiblemente su particular
escucha responde a sus característi-
cas de aprendizaje, que requieren del
desarrollo del movimiento para la inte-
gración de contenidos.
Luego de la narración del cuento, se
invita a un cierre del rito que consis-
te en repetir la canción inicial y apagar
juntos/as la vela encendida al inicio, así
99

como mostrar una ilustración que ha
sido creada para ese momento y del
cuento narrado en particular. La ima-
gen también ha sido graficada por la
profesional a cargo. De esta manera,
se da cierre a la sesión. Todos los ni-
ños, niñas y jóvenes que participaron
de estas sesiones, finalizaron las mis-
mas en un estado de autocontención
emocional, de alegría y agradecimien-
to.
La narración del cuento se repitió con
algunos sujetos de atención que fue
posible atender nuevamente. Con ni-
ños y niñas de mayor edad no fue
necesario repetir el cuento, sino más
bien, pasar a otra historia.
Por otra parte, los adolescentes – con
los cuales aún se ha desarrollado ba-
jamente esta experiencia – han recibi-
do favorablemente la narración pro-
puesta. Se construye respecto de este
espacio en particular, la hipótesis de
que efectivamente el favorable recibi-
miento de las historias, tiene que ver
con que adolescentes que han o se en-
cuentran vivenciando situaciones trau-
máticas, a partir de la ayuda terapéuti-
VOCES Y COLORES
ca, pueden retomar el espacio vital que
les ha sido arrebatado y que, en parte,
el momento de la narración lo otorga.
Para Lucinda Dias (2018)
“si un niño no consiguió completar su
desarrollo en una fase determinada,
quedará un “vacío” que sólo podrá lle-
narse mediante terapias. El desarrollo
del niño y la adquisición de conoci-
mientos y habilidades son los objetos
de la educación; resolver los atrasos en
esas posibilidades de aprendizaje es el
objeto de las terapias”. (p.17)
En este sentido y, no obstante, encon-
trarse en la bibliografía revisada suge-
rencias respecto del contenido de los
cuentos y edades sugeridas para ser
contados, éstas se consideran más
bien lineamientos generales que de-
ben flexibilizarse dependiendo de las
necesidades emocionales de los niños,
niñas y jóvenes que atendemos.
Respecto de las experiencias con fa-
milias, la narración del cuento ha teni-
do una recepción favorable desde sus
participantes, dando énfasis al encuen-
100

tro ritual y que posterior a la sesión, el
adulto/a puede a través de la entrega
del cuento escrito por la profesional,
mantener su lectura para algunos mo-
mentos más. En este sentido, la repe-
tición posterior del mismo al niño o
niña, tiene que ver con la significación
que pueda otorgarle ese adulto o adul-
ta a dicho material. Sobre lo anterior,
es preciso señalar que no se ha pro-
fundizado con las figuras adultas este
aspecto, lo cual dice relación principal-
mente con los objetivos de interven-
ción proteccionales y de atención en
crisis, que ha sido necesario priorizar
en los casos atendidos.
Lo descrito con anterioridad ha corres-
pondido principalmente a la experien-
cia recabada a partir de los espacios
de intervención presencial. Por su par-
te, la experiencia en contexto de alerta
sociosanitaria y la narración de cuen-
tos ha implicado un desafío mayor res-
pecto no solo por la problematización
transversal que ha conllevado para los
equipos de trabajo el preguntarnos si
la vía remota es un espacio legítimo de
intervención terapéutica y si lo fuese,
en qué casos, o si más bien ésta co-
VOCES Y COLORES
rresponde a un espacio transicional
hacia un espacio que posteriormente
en lo presencial retomaría objetivos te-
rapéuticos propiamente tales.
Sin embargo y dada la extensión del
distanciamiento presencial, se toma
como desafío el continuar utilizando
el cuento como estrategia de interven-
ción. En este sentido, a nivel nacional
e internacional, diferentes personas
han difundido en tv, radio y redes so-
ciales espacios de cuentos narrados,
espacios de teatrillos de mesa, teatro
de sombras, etc. en los que se inclu-
ye el cuento grabado o la transmisión
en vivo de la narración de cuentos en
que inclusive se ha mantenido el ritmo
de éstos, es decir, se cuenta un cuento
por día y se repite el mismo dos veces
más, dependiendo de las edades de
los niños y niñas. Así también, espacios
de reflexión y formación online en esta
misma área.
En la experiencia propia se creó la
estrategia de grabar en un video los
cuentos con contenido terapéutico y
como una manera de hacerlo más in-
teresante para el oyente, se acompañó
101

la narración con muñequitos creados
por la profesional, los cuales repre-
sentaron a los personajes del mismo
(princesa, delfín, niño, abuela, etc.), así
como algunos aspectos básicos de la
escenografía (árbol, cama, espejo, etc.)
Lo anterior con el objetivo de transmi-
tir al otro un espacio de intervención
“único”, de manera que la experiencia
no pierda el valor de lo particular. Una
vez creado el primer video, se compar-
te con compañeras y compañeros de
trabajo, de manera de recibir aportes y
sugerencias, como así mismo, ponerlo
a disposición del mismo como una he-
rramienta de trabajo para ser difundi-
do con los sujetos de intervención se-
gún se estime pertinente. Así también,
ha sido posible ofrecer las narraciones
en sesiones realizadas por vía remota
con niños, niñas y sus familias en los
momentos en los que esto se ha con-
siderado oportuno respecto de la fase
de intervención.
Pasando del ámbito descriptivo a un
nivel de análisis, es posible señalar
que la principal pregunta que motivó
la incorporación de esta estrategia de
intervención tuvo que ver con dar res-
VOCES Y COLORES
puesta en acto a una posición legítima
del adulto que interviene respecto de
un niño, niña o joven. Reconociendo
que estos sujetos de atención se han
encontrado históricamente en una
posición de desventaja frente al mun-
do adulto/a, quedando invisibilizados
como sujetos de derecho, lo cual ha
facilitado que queden ubicados en una
posición de vulnerabilidad y transgre-
sión de sus derechos. En este sentido,
es que nuestro Centro recibe niños, ni-
ñas y jóvenes que han vivenciado mal-
trato grave quedando en ellos y ellas
una huella de desconfianza respecto
del mundo adulto, el cual por supuesto
nos incluye. Es por esto que el proceso
de intervención se constituye en una
invitación a que ese niño, niña o joven
a partir de sus propias fuerzas de cre-
cimiento pueda reelaborar las expe-
riencias vividas a partir de un vínculo
de confianza con un profesional que
acoja su mundo subjetivo.
De esta forma, el llevarme a presentar-
le a nuestros sujetos de intervención
estrategias que impliquen un desafío
personal respecto de, por ejemplo, la
elaboración de material terapéutico
102

como son los personajes de las narra-
ciones, la memorización de éstas, la
ilustración de las mismas, etc. que im-
plican entrega de tiempo, pero además
y más importante, el desafío respecto
a hacer también prosperar mis propias
fuerzas de crecimiento. En este senti-
do, se pretende aportar en la resignifi-
cación de la posición del adulto frente
al niño, niña o adolescente, asumiendo
frente a la construcción social que ubi-
ca al niño, niña o joven en una posición
de desventaja un rol activo.
La posición inactiva sería aquella que
reproduce un modelo de atención en
el cual el profesional, por ejemplo, no
se hace cargo de su autoformación
constante o de cuidarse; en definitiva,
todo aquello que facilite que nuestra
intervención vaya perdiendo sentido y
significado. Lo anterior, podría devenir
en que el niño, niña o joven, por ejem-
plo, se vea a sí mismo como un obje-
to que prioritariamente se encuentra
en el espacio de intervención para dar
respuesta respecto de las agresiones
vividas. Algo posiblemente ocurre en
nuestras prácticas profesionales que
facilita que muchas veces ellos perci-
VOCES Y COLORES
ban el lugar de atención de esa mane-
ra. Lo anterior ha sido recogido desde
el relato de adultas y adultos, así como
de los propios niños, niñas y jóvenes
cuando inician el proceso de interven-
ción, como uno de sus principales te-
mores, suponiendo que el profesional
obligará al niño, niña o joven a detallar
las vulneraciones vividas; en ocasiones,
los mismos niños refieren por ejemplo
“sí conozco el trabajo de ustedes, es ha-
cer muchas preguntas, después hacer
que juegan con nosotros, para luego
continuar haciéndonos más pregun-
tas”.
Lo anteriormente señalado podría
abrir muchas preguntas de investiga-
ción ¿qué condiciona que surjan estos
temores o inquietudes en las familias
que ingresan al Centro? No obstante,
no podemos negar que nos compete
un grado de responsabilidad respecto
de aportar en los cambios dirigidos a
transformar el actual modelo adulto-
céntrico, que en algunos momentos,
puede permear nuestro quehacer
profesional. En este sentido, que nos
desafiemos a nosotros mismos para
entregar a los sujetos de atención una
103

intervención reflexiva, facilitaría ubicar
al niño, niña y jóvenes en una posición
de igualdad, en tanto ambos – niño,
niña, joven y adulto – se ubicarían en
una posición de conquista de sí mis-
mo, transformando lo que nos hace
obstáculo, en desafíos.
En la estrategia de intervención que
utiliza la narración de cuentos, no solo
me he llevado a realizar esta elección
por la fundamentación teórica y prác-
tica que existe al respecto, la cual es
considerable, sino que el desafío in-
terno al tener una afinidad con esta
metodología, me ha planteado vencer
algunos obstáculos propios que dicen
relación con – por un lado – desplegar
habilidades profesionales latentes que
no había utilizado anteriormente, posi-
blemente por apropiarme de ideas ta-
les como “el tiempo no alcanza” “no soy
buena memorizando” “no le va a gustar
a nadie”, etc.
De esta forma, ir más allá de aquellas
preconcepciones, me ha permitido ge-
nerar material de intervención que tie-
ne la particularidad de ser elaborado
específicamente para estas interven-
VOCES Y COLORES
ciones, desplegando en ello habilidad,
entusiasmo y coherencia respecto de
las profundizaciones teórico – metodo-
lógicas realizadas en la materia. Ante la
pregunta ¿dónde está el profesional en
su intervención? ¿Dónde está su habili-
dad, su propuesta particular? este es el
camino que me encuentro transitando.
El camino hacia desplegar la propia
creatividad que, a su vez, nos prote-
ge profesionalmente, nos ubica en
una posición de sujeto respecto de
nosotros mismos y no de objeto de
la demanda de atenciones, acciones
y metas que por largo tiempo ha sido
propia del modelo de intervención pro-
fesional hacia la infancia que tenemos
en Chile, basado en políticas públicas
que distan de otorgar mejores condi-
ciones para este quehacer. Lo anterior
muy posiblemente, da cuenta de una
sociedad donde la gran mayoría de ni-
ños, niñas y jóvenes aun se encuentran
privados de condiciones protecciona-
les mínimas para iniciar un proceso de
reparación emocional.
104

REFLEXIONES
Finalmente, y a modo de reflexionar
respecto de la intervención en narra-
ción de cuentos como una posibilidad
de aportar en la resignificación de la
vinculación entre niños, niñas y jóve-
nes y los profesionales a cargo de sus
atenciones, es posible más que plan-
tear certezas en este ámbito, proponer
algunas preguntas e invitar al diálogo.
En este sentido, y observando como
nudo crítico para la continuidad de es-
tas intervenciones el que pareciera que
un grupo no menor de niños, niñas y
jóvenes que atendemos se encuen-
tran en una etapa que demanda a los
VOCES Y COLORES
equipos desplegar herramientas para
intervenir en contextos de protección
básicos y atención en crisis ¿podemos
ubicar este tipo de intervención en una
fase en particular del proceso de inter-
vención? Además y poniendo atención
al contenido de la narración ¿esta es-
trategia puede acompañar de forma
paralela un proceso de atención en cri-
sis o proteccional propiamente tal?
La actual alerta sociosanitaria al propi-
ciar encuentros familiares (obligados)
¿pudiera a su vez, facilitar que desde
las/os profesionales que intervenimos
se promueva el encuentro del rito del
cuento con un cierto ritmo y por un
cierto período de tiempo?
105
 VOCES Y COLORES

Por otra parte, se estima que la na-
rración de cuentos es un espacio que
podría aperturar muchas posibilida-
des en la intervención con los adultos
a cargo de los niños. Por ejemplo, Pe-
rrow (2016) plantea la importancia de
alimentar la imaginación en los adultos
y adultas a través de la lectura y escri-
biendo poesía y cuentos. Esta iniciativa
es aún posible de realizar con adultos y
adultas en situación de alerta sociosa-
nitaria (por videollamada de wasap con
3 personas) o en modalidad de sesio-
nes familiares.
Así también, ampliar la intervención
con los adultos y adultas a cargo de ni-
ños, niñas y jóvenes cuando se ha na-
rrado un cuento en presencia de éstos
o cuando se ha entregado éste para
lectura o narración en casa (6) , da la
posibilidad de fortalecer habilidades
de crianza al abordar, por ejemplo, en
sesiones posteriores con el mismo (no
de manera inmediata según lo reco-
mendado) cuál es el mensaje que ese
cuento le ha entregado a él o a ella y
cómo se ha sentido al escucharlo junto
al niño, niña o adolescente, de manera
de percibir si en ese momento reco-
noce un espacio diferente de relación.
Se estima que además el cuento pue-
de fortalecer capacidades reflexivas en
los adultos y adultas a cargo.
Finalmente, el espacio de los cuentos,
ha facilitado que algunas profesionales
del equipo de Centro Paihuen organi-
cemos la pronta realización de un en-
cuentro para aprender la creación de
personajes éstos, el que en esta etapa
de alerta sociosanitaria será realizado
como un encuentro online, estimando
que aun así aporta a nuestro cuidado
de equipo y por ende, a fortalecer las
intervenciones que desarrollamos.

(6) La repetición del cuento tal como plantea Susan Perrow (2016, 2018) “no debe ser infravalorada. En los niños produce un
cálido sentimiento de regocijo, el saber lo que viene después. La cualidad rítmica de la repetición y de los versos hace que el
niño disfrute porque le resulta familiar y porque puede anticiparse. Nuestros niños lo saben de forma intuitiva y nos piden
el mismo cuento.

106
 VOCES Y COLORES

Cuento “Nacido para ser rey” de Susan

Perrow:
https://www.youtube.com/watch?v=C-
9JZiTJoO6Y&t=275s

107

REFERENCIAS
Libros:
- Bettelheim, B. (1978). Psicoanálisis de
los cuentos de hadas. Editorial Crítica_
Grijalbo, 1º edición. Barcelona, España.
- Lievegoed, B. (1999). Las etapas evo-
lutivas del niño. Editorial Rudolf Steiner
S.A. 1º edición. Madrid. España.
- Dias, L. (2018). Problemas de Apren-
dizaje. Procedimientos pedagógico
– terapéuticos. Editorial Dorothea, 1º
edición. Buenos Aires, Argentina.
- Perrow, S. (2016). Cuentos Sanado-
res. Una ayuda para padres y educado-
res para gestionar situaciones difíciles
y desafiantes. Editorial ING, 1º edición.
Barcelona, España.
- Perrow, S. (2018). 101 Cuentos Sa-
nadores. Más cuentos para ayudar a
padres y educadores a gestionar si-
tuaciones difíciles y comportamientos
desafiantes. Editorial ING, 1º edición.
Barcelona, España.
VOCES Y COLORES
- Ruf, B. (2019). Guía de Organización
y acción para intervenciones de peda-
gogía de emergencia en regiones con
conflictos bélicos y catástrofes. Edito-
rial Freunde der Erziehungskunst Ru-
dolf Steiners e.V. con apoyo de Unicef
y Aktion Deutschland Hilft. Stuttgart,
Alemania.
- Hellinger, B. (1996). El centro se dis-
tingue por su levedad. Conferencias
e historias terapéuticas. Editorial, S.L,
Barcelona, España.
- Hellinger, B. (2001). El manantial no
necesita preguntar por el camino. Edi-
torial Alma Lepik, 1º edición. Buenos
Aires. Argentina.
108
 VOCES Y COLORES

Artículos: Seminarios:

- Cyrulnik, B. (2009) Vencer el trauma - Ruf, B. (Julio de 2012). Pedagogía de

por el arte. Cuadernos de Pedagogía Emergencia y Trauma. Santiago, Chile.
ISSN 0210-0630, Nº 393, 2009. 42-47. Centro de investigación y desarrollo de
La Rioja, España. https://mediacionar- la pedagogía Waldorf. Santiago, Chile.
tistica.files.wordpress.com/2012/11/
vencer-el-trauma-por-el-arte1.pdf - Ruf, B. (Noviembre de 2016). Semina-
rio de trauma en el desarrollo ¿cómo
-https://www.academia. afecta el trauma en las diferentes eta-
edu/27131969/Grimoldi_M_Solan- pas del desarrollo infantil? Centro de
ge_2005_Narrativa_folkl%C3%B3ri- investigación y desarrollo de la peda-
ca_y_construcci%C3%B3n_de_iden- gogía Waldorf. Santiago, Chile.
tidad_en_el_discurso_pedag%C3%B-
3gico_de_las_Escuelas_Waldorf_En_
Narrativa_identidades_y_memo-
rias_Nro_3_editado_por_M_I_Palleiro_
pp_173_200_Editorial_Dunken_Bue-
nos_Aires

109
 VOCES Y COLORES

VOCES
REFLEXIONES EN TORNO A
LA INTERVENCIÓN
“No había nada, o casi nada…sólo una
pequeña idea que daba vueltas por ahí
A veces se convirtió en verso y en canto, y a
veces se convirtió en voz y palabra”

110
 VOCES Y COLORES

Navegar en aguas turbulentas: confianza,

solidaridad y colaboración como principios
fundantes de la gestión en tiempos de crisis

Creado por:

IVAN ZAMORA ZAPATA Formación en Resolución de Conflictos

Director Ejecutivo ONG PAICABI – Tra- Ambientales y Sociales. Chile. Funda-
bajador Social ción AVINA.
ivan.zamora@paicabi.cl
Formación en Recaudación de Fondos.
Magister en Gerencia Social Universi- Argentina. Fundación AEDROS.
dad de la Frontera.
Especialización en Infancia Vulnerada.
Licenciado en Educación. Guatemala. Agencia de Cooperación
Española.
Presidente Junta de Vecinos Reñaca
Alto (1992). Especialización en Gestión de Proyec-
tos. Agencia de Cooperación Alemana.
Especialización en Comunicación So-
cial. Centro La Crujía. Argentina
Miembro fundador de ONG COTRA y
de ONG PACABI.

111
 VOCES Y COLORES

“En un viaje, Simbad y su compañero llegan a una pequeña isla, se dan un fes-
tín y disfrutan caminando. Encienden fuego y celebran. Y de repente la isla se
tambalea, los árboles se caen. La isla era en realidad el lomo de un pez gigante
que había estado inmóvil durante tanto tiempo que se había acumulado arena
encima y habían crecido arboles sobre él”
(Texto: Simbad el Marino)

PRESENTACIÓN
Sin duda este breve párrafo de una
gran y clásica obra se encuentra más
actual y vigente que nunca. Refiriendo
a este relato se podría afirmar que las
certidumbres y confianzas tambalean
como los árboles de la isla y son más
bien condiciones extrañas de observar
en la sociedad que hoy vivimos, una so-
ciedad a medio construir, con un fuerte
relato neoliberal y con indicadores muy
complejos en materia de confianza. Se-
gún la Encuesta Mundial de Valores
2010 solo el 12% de los chilenos cree
que puede confiar en la mayoría de las
personas y que Chile sería el quinto
país con mayor desconfianza de Lati-
noamérica. (Pontificia Universidad Ca-
tólica de Chile, 2015)
En la encuesta Termómetro Social
(Universidad de Chile, 2019) realizada
entre el 29 de octubre y el viernes 1
de noviembre del 2019, respecto a que
instituciones generaban más “Confian-
za” para las personas, en una escala de
1 a 10 (1=menor confianza y 10=mayor
confianza) los resultados arrojaron que
Bomberos alcanza la mayor puntua-
ción con un 9,3%, le siguieron las or-
ganizaciones de voluntariado de ayuda
y ONGs, con un 7,3% de confianza, y
las entidades públicas, congreso y par-
tidos políticos no superaron el 2,6%.
Lo particular de este estudio es que se
realiza en pleno estallido social y polí-
tico, es decir, en uno de los periodos

112

de mayores movilizaciones sociales, en
que la eventual esperanza ilustrada en
la consigna “Chile despertó” se conju-
go con la presencia de los miedos e in-
certidumbres de la población. En este
contexto de policrisis, parece ser que
las personas confiaron mayormente
en las organizaciones de carácter so-
cial, y de manera muy relevante en las
ONGs. Algo muy similar fue lo ocurrido
en los oscuros tiempos de la dictadura
cívico-militar vivida en nuestro país.
Sin duda, la confianza se transforma
en un valor que debe ser cultivado, en
el continuo de crisis que hemos vivido,
en que las islas no han dejado de tam-
balear, con crisis visibles, y otras que
aún no se manifiestan, pero que de se-
guro emergerán desde las personas,
las familias, las comunidades, los niños
y niñas, las organizaciones de la socie-
dad civil, las empresas, el estado, y el
ecosistema planetario.
En este contexto descrito este artícu-
lo pretende aportar a la construcción
de la memoria organizacional median-
te la descripción y revisión preliminar
de tres crisis importantes que hemos
VOCES Y COLORES
vivido como ONG PAICABÍ en la trayec-
toria institucional.
Hacer esta revisión en los tiempos de
la crisis sociosanitaria mundial del CO-
VID-19 tiene la particularidad de ser
una experiencia única para estas ge-
neraciones, considerando que es una
pandemia que ha contagiado a millo-
nes de personas, provocando la muer-
te de cientos de miles de ciudadanas
y ciudadanos en todo el mundo, gene-
rando cambios nunca antes pensados
en el transporte, educación, salud, y
vida cotidiana de todos y todas, gati-
llando incertidumbres, miedos y an-
gustias en la población.
De alguna manera un virus diminuto e
invisible nos recuerda que hoy más que
nunca necesitamos estar conectados,
realizar gestos y acciones de confianza,
de solidaridad, asimismo promover la
colaboración y el bien común en la hu-
manidad. Un virus que nos trae el re-
cuerdo de que como humanos somos
vulnerables.
Asimismo, escribir es una tarea poco
frecuente, dado que implica necesa-
113
 VOCES Y COLORES

riamente un trabajo intelectual, que mos enfrentado como institución, con

alude a una acción sistemática del el propósito de caracterizar el contex-
pensamiento y la reflexión crítica de to organizacional en cada una de ellas,
la experiencia y de la realidad social. y se concluye con algunas reflexiones,
Ambas acciones se constituyen en la dado que se considera que aún esta-
posibilidad de interrogarnos sobre di- mos transitando esta crisis COVID-19.
versos tópicos, en este caso, sobre la
gestión institucional en contextos de
crisis. Por lo tanto, quiénes escribimos
en este libro, estamos dejando un tes-
timonio y una huella material en un
contexto inimaginable antes del 16 de
marzo de 2020.

El modo de escribir fue tomar trozos

particulares de cada crisis, nombrarlas
y describirlas brevemente, configuran-
do micro-relatos, que en otro momen-
to podrían escribirse con la rigurosidad
y extensión que merecen, pero que
escapa a la intención de este breve ar-
tículo.

Para guiar la lectura se incluye inicial-

mente una referencia general sobre las
organizaciones sin fines de lucro, lue-
go se señalan los principios de gestión
desde la perspectiva de la ONG PAICA-
BI. Posteriormente se describen breve-
mente las tres grandes crisis que he-

114

DESARROLLO
La ONG PAICABI en el contexto de
las organizaciones de la sociedad
civil
¿Qué son las organizaciones de la
sociedad civil (OSC)?
Las organizaciones de la sociedad civil
son entidades sin fines de lucro, orien-
tadas a la promoción del bien común,
al desarrollo de actividades con fines
humanitarios, ambientales, cuidado de
animales, desarrollo de la ciencia, y una
variedad inmensa de causas sociales.
Las OSC son un mundo heterogéneo,
plural y diverso. Un porcentaje mayori-
tario lo constituyen las organizaciones
comunitarias y funcionales (juntas de
vecinos, comités de allegados, uniones
comunales), también destacan los clu-
bes deportivos, animalistas, ambien-
talistas, ONGs ligadas a la cultura, or-
ganizaciones de derechos humanos,
organizaciones de la diversidad sexual,
indígenas, la lucha contra el cáncer, las
que trabajan con población en situa-
ción de discapacidad, la promoción de
los derechos de los niños y niñas, en-
VOCES Y COLORES
tre una variedad creciente de nuevas
organizaciones.
Magnitud de la OSC en Chile
Un reciente estudio realizado por la
Pontificia Universidad Católica de Chi-
le (2020) señala que existen en Chile
213 mil organizaciones de la sociedad
civil (OSC) actuando en la diversidad
de campos de interés público. En el
contexto de pandemia COVID-19 es-
tas OSC han aumentado su colabora-
ción habitual orientándose al apoyo a
las ollas comunes, al trabajo con la in-
fancia de mayor riesgo, a las personas
que viven en la calle en, a la defensa
de las mujeres víctimas de violencia, a
los cuidados de adultos mayores, en-
tre muchas otras iniciativas que tiene
como denominador común la promo-
ción del bien común.
El mismo estudio señala que nacen
1400 organizaciones cada mes en
nuestro país, lo que grafica el dinamis-
mo y crecimiento del interés ciudadano
por organizarse en torno a intereses
115

de promoción del bien común y desa-
rrollar distintas iniciativas de acción so-
cial de distinto alcance, temporalidad y
nivel.
¿Que es una ONG?
El propio concepto de ONG, Organis-
mo No Gubernamental, puede tener
distintas dimensiones y alcances en
función de quién lo utilice y los contex-
tos en que se encuentran, lo cierto es
que progresivamente adquieren ma-
yor importancia en los espacios inter-
nacionales y nacionales.
ONG es un término acuñado en el
Consejo Económico y Social de la ONU
ECOSOC (Moro, 2009, p.27) para dis-
tinguirlas de las entidades oficiales de
los gobiernos.
Para el caso de la ONG PAICABI, nos
definimos como una organización no
gubernamental de desarrollo (ONGD),
utilizando en términos públicos la sigla
ONG, por su carácter de convención
mundial.
VOCES Y COLORES
Las ONGD según Moro ( 2009).
“se dedican a la acción humanitaria, la
cooperación internacional, la inciden-
cia en los problemas públicos, y la par-
ticipación en todos los temas y cam-
pos que permitan influir para lograr un
mundo en que se respeten los dere-
chos humanos, que exista mayor jus-
ticia social, e impulsar el bien común
para toda la humanidad y el ecosiste-
ma planetario” (p.27).
En este sentido, PAICABI es una ONG
que forma parte de la sociedad civil,
autónoma, sin fines de lucro, y orienta-
da a la promoción, protección y defen-
sa de los derechos de los niños y niñas
que se constituye como su propósito
central.
Desde este marco, PAICABI se define
como una institución orientada al de-
sarrollo, lo que implica mantener una
posición activa en la incidencia públi-
ca, para contribuir a un mundo sin
violencia, realizando una opción prefe-
rencial por los niños y niñas que han
sido víctimas de vulneraciones graves
a sus derechos.
116

Para el logro de este propósito se tra-
baja directamente con los niños, niñas,
familias, comunidades, redes socia-
les e institucionales en cada territorio
donde se está presente como organi-
zación, al mismo tiempo que se realiza
la labor de incidencia pública, el de-
sarrollo de investigaciones y estudios,
formación y transferencia técnica, en-
tre otras labores.
Los principios que orientan la gestión
organizacional son la promoción del
bien común, la cultura de paz e igual-
dad, la solidaridad, el fomento de la
confianza y la colaboración, y la gene-
ración de conocimientos e innovación
que emerjan de la práctica social, va-
lorando el desarrollo de los saberes
situados.
Hitos históricos en la vida institu-
cional: Los desafíos de la gestión
organizacional en los tiempos de
crisis.
La ONG PAICABI se funda un 1 de oc-
tubre del año 1996. Han transcurrido
24 años desde su génesis y las crisis
VOCES Y COLORES
han sido parte de su existir, algunas de
mayor y otras de menor envergadura.
Frente a la actual crisis COVID-19 es
posible señalar que sin duda las expe-
riencias anteriores en la trayectoria de
PAICABI de enfrentamiento de crisis
institucionales, nos han otorgado cier-
tos recursos para actuar en episodios
de megacrisis, que son las caracterís-
ticas de las tres historias que se des-
criben en este texto. Porsupuesto se
trata de aprendizajes que hemos iden-
tificado después de que han ocurrido,
como suele suceder, pero que cree-
mos que en momentos como el actual
merecen ser traídos a la memoria.
Las descripciones de los episodios
de crisis que se presentarán creo que
permiten vislumbrar algunos aspectos
relevantes al momento de gestionar di-
chas crisis, considerando como ejes de
referencia la mantención del interés
superior de los niños y niñas en cada
decisión tomada, los esfuerzos por ga-
rantizar la atención y protección en ca-
sos de urgencia y/o emergencia, man-
tener la atención social y terapéutica
en todos los casos en que los propios
niños, niñas y familias lo necesiten o
117

requieran, y al mismo tiempo procurar
mantener las medidas de cuidado y
protección laboral de las trabajadoras
y trabajadores.
A continuación, se presentan por or-
den de temporalidad las tres crisis que
han agitado (y siguen agitando), los ár-
boles en nuestra propia isla:
La primera crisis: Los derechos de
los niños y niñas no se transan.
El año 2007 el Tribunal Civil de la Sere-
na recepciona una demanda en contra
de la ONG PAICABI realizada por una
persona que fue acusada de abuso
sexual realizado a una niña que fue
atendida en nuestro Centro Halar de
la ciudad de La Serena (hoy ese cen-
tro corresponde al Centro Rukan de la
misma ciudad). Las demandas fueron
realizadas a la institución, a los profe-
sionales intervinientes y Director del
Centro, profesionales del Servicio Mé-
dico legal y peritos particulares, entre
otros.
En esta demanda se exigía el pago de
300 millones por cada institución y
persona que participó en el juicio de
parte de la niña, además de que en
VOCES Y COLORES
forma precautoria se realizara el con-
gelamiento de las cuentas corrientes
de cada Centro de la ONG en su tota-
lidad, la prohibición de celebrar actos
y contratos con los bienes de los pro-
fesionales del Centro y Director, entre
otras medidas solicitadas.
Los derechos de los niños y niñas
no se transan.
En una oportunidad el abogado de la
parte querellante, nos ofrece una al-
ternativa para retirar la demanda que
consistía en pagar 15 millones a su
cliente, el sujeto acusado por abuso
sexual. Esta era la salida rápida. Sin
embargo, tomar esta vía significaba
aceptar una situación que considerá-
bamos injusta, renunciando a los prin-
cipios esenciales de la ONG PAICABI,
que se ilustraba en haber denunciado
siempre las vulneraciones de derechos
que afectaban a los niños y niñas con-
siderando éste como un deber ético.
En virtud de esta posición, y a pesar
que nuestro abogado nos aconsejó re-
unir los recursos económicos y llegar a
un acuerdo evitando así el cierre de los
Centros, decidimos que no lo haría-
118

mos, que llegaríamos hasta el final por
lo que creíamos era justo. Éticamente
confiábamos en que ante el relato de
una niña respecto al abuso sexual ha-
bía que mantener y resguardar lo que
era nuestra responsabilidad (la inter-
vención reparatoria incluidos los infor-
mes técnicos a Tribunales y Ministerio
Público) confiando en nuestro actuar
técnico y comprometido en la defensa
de la infancia, por lo cual apostamos a
que el Tribunal nos encontraría la ra-
zón en nuestra posición. No era posi-
ble hacer un acuerdo. No era posible
éticamente para nosotros. Con esta
decisión aceptamos el riesgo de que
eventualmente debiésemos cerrar to-
dos los Centros de atención y desapa-
recer como organización. Le hacíamos
frente a nuestra fragilidad como orga-
nización.
Una llamada que selló las esperan-
zas.
Estábamos a pocos días de navidad y
habíamos ido construyendo la última
esperanza para resolver esta crisis, que
era que el tribunal acogiera un recur-
so legal interpuesto por PAICABI para
VOCES Y COLORES
terminar con el bloqueo a las cuentas
bancarias y con ello poder continuar
con el financiamiento de nuestros
equipos y Centros. Sin embargo, nos
llama el abogado y nos comunica que
nuestro recurso había sido rechazado.
Surge la tristeza y la impotencia, me
senté un rato y me puse a llorar, tome
aliento y salí a comunicar la mala noti-
cia a mis compañeras de PAICABÍ cen-
tral. Esto significaba que entre muchas
otras cosas teníamos que iniciar las
acciones pertinentes para el cierre de
todos los programas.
En ese momento cada uno de noso-
tros como equipo fundador, además
de Directivos de la ONG, coordinába-
mos un programa de atención específi-
co – Newen, Ayelen, Trafun- por lo cual
sabíamos de cerca el impacto que esto
generaría en cada Centro. En ese es-
cenario nos movilizó con fuerza la idea
de que debíamos buscar alternativas
para garantizar la atención de los niños
y niñas en los mismos Centros y con
los mismos profesionales que ellos
conocían, evitando su revictimización,
aunque esto fuera con una institución
distinta. Esa era nuestra tarea.
119

Compromiso y ética de las trabaja-
doras y trabajadores.
En la época de la crisis laboraban alre-
dedor de 100 trabajadores en PAICABÍ,
en su mayoría personas conocidas o
recomendadas por los mismos equi-
pos (no había selección de personal
externa en esa época) se trabajaba en
un ambiente de colaboración, de com-
pañerismo, de “Paicafonda” los 18 de
septiembre, tiempos del guitarreo, de
payas, de los encuentros entre centros
y hasta una cena bailable tuvimos en-
tre los compañeros y compañeras de
la IV y V región. Eran otros tiempos.
En el ambiente se respiraba confianza
y tranquilidad, momentos de muchas
risas y alegrías compartidas, también
de frustraciones y dolores como es la
vida. Todos estos ingredientes fueron
cimentando un espacio de seguridad y
buen trato en los equipos que nos pre-
paró para el momento más difícil de la
organización, aceptar que debíamos
dejar de atender a los niños y niñas al
no contar con recursos para cancelar
remuneraciones, arriendos, consumos
básicos, materiales, movilización y las
colaciones que se ofrecían a los niños
VOCES Y COLORES
y niñas en esos tiempos. Nuestra es-
tructura organizacional en esos años
era mínima, llevábamos 2 años de re-
gulación bajo la ley 20.032 y comen-
zábamos a gestionar la organización
con reglamentos y normativas aún en
desarrollo, pero quienes dirigíamos la
institución seguíamos atendiendo fa-
milias y niños y niñas, además de con-
ducir equipos específicos, y a la ONG
misma.
Una vez informado de todo lo suce-
dido y proyectando el cierre de todos
los programas, comunicamos a cada
equipo con mucho pesar que dejába-
mos en libertad de acción a todos los
trabajadores y trabajadoras, señalan-
do que comprendíamos a quienes de-
jarían la institución porque sabíamos
que cada uno tenía necesidades con-
cretas como personas y con sus fami-
lias, y que les prometíamos que si esto
se resolvía a futuro y volvíamos a exis-
tir como ONG, los invitaríamos nueva-
mente a ser parte de esta comunidad.
Nos preparamos para lo peor.
Pero sucedió algo que no esperába-
mos: nadie se fue. Todos los miembros
de los Centros Newen, Maihue, Halar,
120

Trafun y Antu, optaron por seguir tra-
bajando y atendiendo como siempre
a los niños y niñas en sus Centros, sin
tener la certeza del pago de sus re-
muneraciones, con corte de servicios
básicos de los Centros y otras muchas
carencias que empezaron a surgir con-
forme avanzaban los días sin recursos
económicos. En este proceso compro-
metimos entre todas y todos los profe-
sionales que los niños, niñas y familias
seguirían teniendo el territorio de paz y
buen trato que eran los Centros, hasta
que superáramos esta crisis, que sen-
tíamos profundamente injusta, aun-
que esto fuera sólo una declaración de
intenciones porque no teníamos otras
formas de financiamiento. Pero surgie-
ron otras energías. Fueron momentos
muy emocionantes, en realidad con-
movedores. Los equipos mismos se
movilizaron para hacer las actividades
de fin de año, consiguieron donacio-
nes de regalos para los niños y niñas,
se hicieron los talleres para padres y
adolescentes con aportes de personas
voluntarias en materiales y colaciones.
Los Centros seguían vivos. Justo en el
momento más difícil en la conducción
de esta organización, sentíamos como
VOCES Y COLORES
Directivos la confianza y la solidaridad
de los equipos. De ahí surgió nues-
tra fuerza para generar las estrategias
que pudieran revertir este daño.
Madres, padres, niños y niñas mo-
vilizadas.
Las madres, padres y los niños y niñas
atendidas, no podían creer lo que es-
taba pasando, muchos se ofrecieron
para hacer cartas de apoyo, en algunos
casos querían aportar con dinero, ha-
cer manifestaciones, y ayudar en bus-
car soluciones. Querían que sus hijos
e hijas mantuvieran la atención de los
mismos profesionales, y seguir asis-
tiendo a los mismos Centros de aquella
época. Todo este apoyo de las familias
y de los niños y niñas, fue la fuerza de
la que se alimentaron los equipos para
continuar con el trabajo comprometi-
do que los niños y niñas necesitaban,
pese a las inciertas circunstancias en
que nos encontrábamos. No hubo nin-
gún momento en este proceso en que
los Centros cesaran sus actividades.
121

Camino a Santiago.
A los pocos días de recibir el rechazo
al recurso legal presentado, nos reu-
nimos con SENAME nacional para in-
formar de todo lo sucedido y conocer
las alternativas que existieran para el
cierre de todos los centros.
A esta reunión en Santiago asistimos
Valeria Arredondo, Ana Silva e Iván Za-
mora, nos fuimos conversando todo
el trayecto, dudábamos, estábamos
tristes pero también teníamos la con-
vicción en que debíamos generar una
alternativa justa para los niños y niñas
en esta crisis. El tema que nos daba
vuelta, era como garantizar que fueran
atendidos en el mismo lugar y por los
mismos terapeutas a pesar de que esto
fuese realizado por otra institución.
Entre tantas ideas, surge la alternativa
de llamar a Denisse Araya, directora de
la ONG RAICES, con quién existía una
relación de confianza, y compartíamos
la lucha por la defensa de los NNA vícti-
mas de explotación sexual. Siempre en
nuestra acción habíamos valorado la
asociatividad y la colaboración, y ésta
ocasión no sería la excepción.
VOCES Y COLORES
Llegamos a la reunión con SENAME
nacional, conversamos con las distin-
tas autoridades y abogados y no se
vislumbraban muchas posibilidades.
Revisamos toda la mañana documen-
tos, reglamentos y normativas, buscan-
do la alternativa que era nuestro pro-
pósito, garantizar la continuidad de la
atención de los niños y niñas, aunque
fuese con otra institución. Esta alterna-
tiva les pareció éticamente correcta, y
la condición era buscar una institución
colaboradora, que estuviera disponi-
ble y ejecutando programas similares
a PAICABI.
La reunión con la ONG RAICES: Una
experiencia de solidaridad y con-
fianza.
Una vez terminada la reunión con SE-
NAME, nos fuimos caminado a la ofici-
na de la ONG RAICES, estaba ubicada
en la zona centro de Santiago, nos re-
cibió Denisse, le explicamos todo lo su-
cedido y la difícil situación en que nos
encontrábamos, y que necesitábamos
una institución que le diera continui-
dad a los procesos de atención de los
122
 VOCES Y COLORES

niños y niñas. Acogiendo temporal- taremos infinitamente agradecidos.

mente los programas y manteniendo a
los equipos. Sólo la palabra era la ga- La noticia más esperada.
rantía de que todos los trabajadores
y trabajadoras serían recontratados, y Después de casi dos años de insom-
que se funcionaria en los mismos luga- nios e incertidumbres logramos que se
res de siempre. No fue necesario expli- hiciera justicia, la Corte de Apelaciones
car el trasfondo de nuestro propósi- de La Serena, acogió nuestro recurso,
to, con ONG RAICES compartíamos un se dejaron sin efecto todas medidas
mismo ideario en relación a la justicia precautorias, se activaron las cuentas
y la infancia. Sin muchos preámbulos, corrientes de los Centros, los trabaja-
Denisse nos señala que están disponi- dores y trabajadoras que atendieron a
bles, con la única condición que noso- la niña, y el Director del programa, vol-
tros siguiéramos dirigiendo todos los vieron a recuperar sus derechos sobre
Centros, ya que esto resultaría sólo si sus viviendas y bienes que se encon-
compartíamos la responsabilidad de la traban embargados e iniciamos el ca-
gestión por parte nuestra, y los efectos mino de la recuperación de todos los
legales y contractuales por parte de Centros.
ellos con SENAME. En este lazo entre
ambas ONGs, la fragilidad aparente de
nuestra institucionalidad, era sólo una
parte de la escena, porque también
había una tremenda fortaleza que eran
nuestra solidaridad, nuestra resilien-
cia. Juntos éramos mucho más fuertes.
La ONG RAICES no pidió nada a cam-
bio, confió en PAICABI y en sus equipos,
impregnando una épica de solidaridad
en la historia institucional de la cuál es-

123
 VOCES Y COLORES

El letrero regresa a la ventana del

Centro NEWEN.

El Centro Newen es el primer progra-

ma de atención a niños y niñas vícti-
mas de maltrato infantil en la Región
de Valparaíso. Funcionaba en el Pasaje
Nieto 69 de la ciudad de Viña del Mar
y fue el centro origen de PAICABI como
institución.

Una vez que los programas comenza-

ron a ser ejecutados por la ONG RAI-
CES lo primero que se hizo fue retirar
el letrero que identifica a la ONG PAI-
De vuelta a la casa común: una ca-
CABI en su fachada. Este letrero que
dena de confianza y solidaridad.
fue parte de PAICABI desde el primer
día de existencia de la ONG en 1996,
Un largo camino por la justicia tuvimos
quedo guardado en un baño que era
que recorrer desde que comenzó toda
usado como bodega. Relata Joel Ureta,
esta crisis. Dos años tardamos en lo-
Trabajador Social del programa que la
grar que todos los Centros regresaran
Vale (Valeria Arredondo, Directora del
legalmente a PAICABI, gracias a la soli-
Centro en esos años) contó la noticia
daridad y confianza de la ONG RAICES,
más esperada, agrega “yo partí corrien-
de SENAME, del compromiso de los
do al baño, desempolve el letrero y lo
trabajadores y trabajadoras, del apoyo
volvimos a colocar en la ventana del
de las familias, los niños y las niñas, y
Centro”. ONG PAICABÍ había vuelto. El
la infinita compañía de nuestras fami-
letrero de madera con la niña, el niño
lias, hijos e hijas, amigos y amigas, que
y la paloma, símbolos desde el origen
siempre confiaron en nosotros.
de PAICABI volvía a su lugar.
124

Un café para celebrar.
El equipo del Centro Newen cuando
apareció nuevamente con el nombre
de la ONG PAICABI en su fachada im-
provisó una celebración pequeña pero
muy significativa de fondo. Salieron al
café de siempre que estaba ubicado
cerca del Pasaje Nieto, donde se reu-
nían a conversar acerca de lo “huma-
no y lo divino” después del trabajo, y
“bebimos y brindamos con café y luego
volvimos a nuestras labores como siem-
pre”, es el testimonio de Joel Ureta, que
en la actualidad continua siendo parte
del equipo de este Centro.
Algunos aprendizajes de esta cri-
sis.
Dentro de los aprendizajes, es posi-
ble identificar en primer lugar, que los
principios y valores que fundaron la
institución, asociados a la protección y
defensa de los derechos de los niños y
niñas, son irrenunciables e innegocia-
bles. Que estos principios son la fuerza
(el newen) en momentos en que todo
parece ser imposible.
VOCES Y COLORES
Otro aprendizaje de esta crisis dice re-
lación con la ética de cada trabajadora
y trabajador: auxiliares, secretarias/os,
terapeutas, educadoras/es y directores
y directoras, que en conjunto lograron
sostener firmemente el momento más
difícil en la vida institucional, y com-
partieron junto a nosotros/as como
Directivos/as la lucha por la justicia y
los derechos de los niños y niñas que
en ese momento se defendieron como
prioridad. Cuidaron con esmero cada
proceso terapéutico, cada espacio de
confianza dado por cada niño y niña,
respetaron sus tiempos y vínculos, es-
tuvieron disponibles cada vez que un
niño o niña los necesito.
Y como tercera reflexión, surge la idea
de que la confianza se cultiva diaria-
mente, y se pone a prueba en los pe-
riodos más complejos, cuando es más
difícil, la confianza es un recurso para
enfrentar los desafíos. Es la fuerza del
lazo la que lo hace posible. Así quedó
demostrado con la solidaridad de la
ONG RAICES, con el apoyo de SENA-
ME, de los equipos y de los niños y ni-
ñas y sus familias.
125

La Segunda Crisis: “Chile Desper-
tó”. La gestión en los tiempos del
estallido social
El 18 de octubre de 2019 marco un
punto de inflexión en el acumulado de
continuas demandas políticas y socia-
les que por años habían estado pre-
sentes en la escena nacional. Un masi-
vo y transversal movimiento ciudadano
llenó las calles y plazas, para pedir jus-
ticia, igualdad y dignidad. Comenzaba
en Chile el estallido social.
El peligro de funcionar en la zona
cero.
Una parte importante de los centros
de atención de la ONG PAICABI están
ubicados en zonas céntricas de las ciu-
dades. En este contexto de estallido
social, las manifestaciones y la repre-
sión sucedía en las mismas calles en
que se encontraba cada Centro desa-
rrollando sus funciones.
Estos espacios públicos se transforma-
ron en territorios de violencia e insegu-
ridad. Fue el caso de Valparaíso, cuyos
centros Paihuen, Maihue, Ayen y Antu,
se encuentran ubicados en las calles
VOCES Y COLORES
principales de la ciudad, asimismo en
los centros: Rukan, Relmu, Kuyen y
Amulen, en la IV Región, y Newen y Tra-
fun, en Viña del Mar, solo por nombrar
a algunos.
La gestión en la inmediatez de la
crisis.
Una vez conocido todo lo ocurrido, el
19 de octubre nos reunimos de urgen-
cia como equipo directivo para tomar
las primeras medidas de gestión de la
crisis. En virtud de la grave situación
que estábamos viviendo y que nos im-
pactaba en cuanto al nivel de violencia
que emergía en las calles de la ciudad,
se acuerda cerrar la atención en los
espacios físicos de cada Centro y dis-
minuir al mínimo las actividades pre-
senciales de todos los trabajadores
y trabajadores, con el objeto de brin-
dar protección y cuidado tanto a los
equipos como a los niños y niñas y sus
familias que debían trasladarse en su
mayoría en locomoción pública con el
riesgo que esto implicaba.
126

La primera línea en la gestión de la
protección de derechos.
En esta creciente violencia social y po-
lítica que habitó cada ciudad en que
operaban los centros de PAICABI los
niños y niñas comenzaron a vivir la ex-
posición a estas escenas de violencia
en sus calles y plazas. Se reactivaron
los propios traumas asociados a los
abusos y negligencias de sus vidas, y
se comenzaron a sumar otros riesgos
vinculados a los territorios violenta-
dos. Este fue un tema difícil de mane-
jar. Buscar el equilibrio de esta situa-
ción fue un desafío. Los temores de los
propios trabajadores y trabajadoras,
y las necesidades de los niños y niñas
atendidas y sus familias.
Hubo trabajadores y trabajadoras que
se dispusieron de inmediato a ser pri-
mera línea de abordaje de urgencias,
y se sumaron a las acciones de cada
Directora y Director de Centro y Ase-
sores quienes asumieron la responsa-
bilidad de ir en ayuda de cada familia
que lo necesitó y cada procedimiento
judicial o policial que implicaba la de-
fensa de sus derechos. Fueron meses
VOCES Y COLORES
de ardua labor.
El mínimo ético esperable en una ONG
y de los trabajadores y trabajadoras
en protección de derechos, era garan-
tizar las medidas urgentes en los ca-
sos de peligro a la integridad o nuevos
episodios abusivos a los niños y niñas
en contextos de estallido social. Para
cumplir con este mandato, las Directo-
ras y Directores de centro se constitu-
yeron en agentes claves para la res-
puesta oportuna a las necesidades de
los niños y niñas, en aquellas situacio-
nes de mayor desprotección.
Niños, niñas, trabajadoras, y tra-
bajadores víctimas de la represión
policial.
Durante el periodo que duró el esta-
llido social y político, hubo niños y ni-
ñas detenidos y trabajadores y traba-
jadoras de la institución también. Para
ambas situaciones se activó un plan
de emergencia, que considero la con-
tención emocional y gestiones legales,
para asegurar la protección necesaria
y el enfrentamiento de las experiencias
de violencia vividas.
127

La ONG PAICABI, en las redes socia-
les y en la calle.
Muchos trabajadores y trabajadoras
se sumaron a las múltiples manifesta-
ciones convocadas por distintas agru-
paciones sociales en pro de los dere-
chos humanos y la justicia social. Lo
mismo hizo la institución adhiriendo
públicamente por redes sociales a los
llamados de la Mesa de Unidad Social
y fijando una posición ética respecto
a los graves sucesos de represión po-
licial, con detenciones masivas, muer-
tes y mutilaciones oculares. Fuimos
parte de las marchas los directivos,
trabajadores y trabajadoras junto a
agrupaciones sociales y la comunidad
en general. Estuvimos presentes en la
denuncia de vulneración de derechos
humanos y nos sumamos a la defensa
de las reivindicaciones en justicia social
especialmente aquellas que afectaban
a la infancia y juventud en Chile.
Al mismo tiempo, en términos de
nuestro funcionamiento interno con-
figuramos una nueva organización en
el trabajo de quienes somos parte de
PAICABÍ central en base a la figura de
VOCES Y COLORES
“enlaces”, que era aquella persona que
podía gestionar desde PAICABI lo que
necesitara el Centro en ese momen-
to, pudiendo acompañar decisiones
inmediatas y favorecer su implemen-
tación. Para esto activamos teléfonos
de emergencia y contacto directo. Se
configuró un monitoreo diario a cada
Director o Directora respecto a su
equipos, Centros o niños y niñas aten-
didos. Fue un período intenso de ges-
tión y respuesta inmediata frente a lo
urgente y emergente.
Algunos aprendizajes de esta cri-
sis.
Esta crisis que sin duda tiene muchos
aspectos más a profundizar de los plan-
teados en este breve espacio, nos dejó
lecciones importantes en la gestión de
la institución. Una de ellas es la impor-
tancia de la pertinencia de la decisión
de detener el funcionamiento presen-
cial de los Centros como una estrate-
gia preventiva. Esto, sin duda evitó la
exposición a experiencias de riesgo y
violencia que ocurrieron cada vez con
mayor severidad en el transcurso de
los días, con lamentables consecuen-
128

cias para la comunidad. El tomarse en
serio la posibilidad de ser víctimas de
violencia, fue una clara señal de pro-
tección para nuestros equipos y para
los niños y niñas atendidas.
Un segundo aprendizaje en esta crisis
fue en ese momento aún incipiente el
desarrollo en la organización de las ta-
reas del Centro en forma remota. Se
cambia la forma de comunicación in-
terna de cada Centro, y lo mismo en
relación a las familias. Surge el monito-
reo telefónico, los turnos de urgencia,
y el aumento del uso de medios tecno-
lógicos. Esta experiencia fue la antesa-
la para lo que vendría después con la
llegada del COVID-19.
Lo más complejo del período fue la
gestión de la atención oportuna de los
niños y niñas que presentaron urgen-
cias. La no existencia de protocolos de
actuación frente a estas situaciones li-
mitó las posibilidades de tener un ma-
yor abanico de alternativas a utilizar
frente a estos casos, lo que término
por concentrar la responsabilidad final
de garantizar la atención en los Direc-
tores y Directoras de Centro principal-
VOCES Y COLORES
mente.
Emerge así la tensión en los equipos
para la atención presencial de los ni-
ños y niñas en los casos urgentes. Se
produce un conflicto entre criterios
respecto a la seguridad y protección,
responsabilidad, ética, marco legal, y
obligaciones emanadas de los con-
tratos laborales. No obstante, a pesar
de existir una relación contractual, la
opción desde PAICABI para gestionar
esta crisis fue considerar la decisión de
cada profesional quien estableció sus
propios límites y posibilidades de ac-
ción presencial con los niños y niñas,
siendo los Directores y Directoras, y
sus Asesores quienes organizaban es-
tas posibilidades tratando de compati-
bilizarlas con las necesidades de inter-
vención y las demandas de Tribunales,
Fiscalía y otros agentes de la red.
Este operar con el paso de las sema-
nas fue siendo inviable. Los trabajado-
res y trabajadoras que constituyeron la
primera línea en la atención y la ges-
tión de ésta, principalmente Directores
y Directoras, se fueron desgastando
en este exceso de tareas y conflictos,
129

y si bien algunas fueron apoyadas des-
de PAICABI central, esto no era ya su-
ficiente. Lo que se pensaba sería sólo
el funcionamiento de algunos días, se
constituyó en semanas y luego en me-
ses.
Seguramente en las próximas crisis
esto no se enfrentaría de la misma ma-
nera. La visión colectiva, por sobre la
necesidad individual es fundamental.
Hoy entendemos que los compromi-
sos éticos mínimos con la infancia vul-
nerada deben ser el primer aspecto a
poner sobre la mesa en cada equipo si
hay una nueva crisis, y en virtud de eso
organizar las tareas de contención para
los niños y niñas. La gestión de la crisis
debe representar ese lugar de respeto
a los derechos de la infancia y la juven-
tud en todas las decisiones, y buscar
hacer esa tarea en forma compatible
con los resguardos de los trabajadores
y trabajadoras. Creemos que eso es
posible, y después de transitar en esta
crisis, los equipos también se organi-
zaron de una manera distinta. Fue ne-
cesario redefinir, reencuadrar, remirar.
Aún estamos en esa tarea.
VOCES Y COLORES
Tercera Crisis: La Gestión en los
tiempos del COVID-19: Entre el In-
terés Superior de los niños y niñas,
y la protección laboral y sanitaria
de los trabajadores.
Llega marzo.
Comienza marzo con una disminución
en los meses de verano de las manifes-
taciones sociales. Este escenario aven-
turaba mejores condiciones de seguri-
dad para normalizar el funcionamiento
de los Centros. En verano se realizaron
cambios incluso algunos Centros fue-
ron trasladados a zonas más distan-
tes de las zonas cero de las ciudades.
Comenzaban los equipos a reorgani-
zar con mucha fuerza su trabajo y a
planificar las acciones futuras frente a
la eventual reactivación de las movili-
zaciones sociales en cada territorio.
Todo hacía pensar que se retomarían
las marchas y manifestaciones, ya que
había en Chile avances importantes
que habían sido fruto de este estallido,
pero aún faltaba mucho más.
130

Primer caso de COVID-19.
No obstante se configura el inicio de un
nuevo escenario. El 3 de marzo 2020 se
confirma el primer caso de COVID-19
en Chile. Algo de esta pandemia había-
mos leído en las noticias, sin embargo
parecía una situación muy distante de
nuestro país. No fue así, con el paso de
los primeros días se fueron sumando
nuevos contagiados. La proyección no
era positiva, ya que volvían a Chile las
personas que viajaron por vacaciones
a Europa donde la pandemia ya cau-
saba estragos y se reportaba como in-
controlable. Empezó la alarma pública,
y comienza a aparecer la incertidum-
bre en la población que aún no visua-
lizaba del todo que implicaciones traía
esta pandemia en la vida cotidiana.
Reunión extraordinaria.
El domingo 15 de marzo del 2020 nos
reunimos como equipo PAICABI cen-
tral, y se decide el cierre de los Centros
como primera medida de enfrenta-
miento de la crisis.
Esta medida se fundamentaba en la in-
certidumbre del nivel de riesgo sanita-
VOCES Y COLORES
rio que existía para los niños y niñas, y
para los propios trabajadores y traba-
jadoras. La información era confusa y
a veces incluso contradictoria entre los
medios de comunicación y las autori-
dades. Nuevamente nuestra gestión
se orientó a la prevención, en evitar el
riesgo de contagio entre los trabaja-
dores en el espacio de los Centros y en
las acciones interventivas con los niños
y niñas. Nos dábamos cuenta que la
proyección de contagio a nivel país em-
pezaba a ser crítica. Era un momento
en que sólo se apelaba a la indicación
de la distancia social, para ilustrar el
desconocimiento de ese momento en
la población, la propia autoridad des-
estimaba el uso de la mascarilla, salvo
para los profesionales de la salud. Hoy
está prohibido el no uso de mascarillas
en cualquier lugar público con penas
altísimas.
Estado de emergencia nacional.
El 18 de marzo del 2020 se decreta
oficialmente estado de emergencia
por crisis sanitaria en Chile y el go-
bierno determina distintas estrategias
para la contención de la pandemia: se
131

realiza el cierre de fronteras terrestres,
marítimas y áreas, cierre de escuelas y
de servicios, aduanas sanitarias entre
territorios, aumentando la preocupa-
ción y pánico en la población.
Aprender a funcionar de una nue-
va manera.
Desde PAICABI central se comenzó
a operar organizando los Centros y
equipos para este nuevo escenario.
Era impensable antes del 16 de mar-
zo 2020, cuando se anuncia el estado
de emergencia sanitaria nacional, que
en tan poco tiempo todo el trabajo de
cada Centro iba a cambiar totalmente.
Descubrimos las plataformas digitales
de meet y zoom, que nos permitieron
poder mantenernos comunicados, y
hoy nos son indispensables. Empeza-
mos a imaginarnos cómo abordar el
contacto con las familias y los niños y
niñas en estas condiciones, en un es-
cenario en que la incertidumbre y el
miedo eran los protagonistas. No ha-
bía protocolos, instructivos específicos
para delinear la intervención en con-
textos de este orden. No había expe-
riencia previa similar.
VOCES Y COLORES
De la intervención presencial a la
intervención a distancia:
La intervención presencial es la esencia
del trabajo psicosocial, una tradición
que nos acompaña desde el origen de
las disciplinas. Necesitamos mirar a las
personas, conocer su mundo, construir
vínculos desde nuestros gestos y pala-
bras, pero la pandemia nos hizo girar
en 180 grados, y sin mediar una etapa
de transición nos fue introduciendo en
la tecnologías y en el desarrollo de las
acciones a distancia.
Tímidamente en un inicio y luego con
mucha más claridad se comenzaron a
ejecutar intervenciones a través de lla-
madas telefónicas y video llamadas, a
comunicarse a través de mensajes de
textos, correos electrónicos y mensa-
jería instantánea. Fue fundamental ir
capacitando a los equipos en estas for-
mas de intervención. Realizamos en-
cuestas a las familias para diagnosticar
las condiciones técnicas y de vida para
diseñar la intervención a distancia. Su-
pimos en un mes de inicio de la crisis
que el 85% de las familias atendidas
estaban disponibles para ser contacta-
132

das vía teléfono móvil, que el 77% te-
nía acceso a red de internet en el móvil
y el 40% vía equipo de computación en
el hogar (Paicabi, 2020). Con esta infor-
mación pudimos empezar a diseñar la
intervención de monitoreo sanitaria, y
de crisis socioeconómica, y de urgen-
cia respecto a la vulneraciones de los
niños y niñas. En estos meses se gene-
raron más de 30 documentos técnicos
para establecer líneas de acción inter-
ventiva, marco comprensivos de los fe-
nómenos de crisis y de pandemia para
los equipos. Se desarrollaron distintos
protocolos de teleintervención am-
parados en el marco legal vigente. Se
adquirieron los servicios de conexión
a redes y se aumentaron los equipos
móviles y computadores de los distin-
tos Centros. Desplegamos un esfuerzo
enorme en la gestión de la crisis que se
proyectaba continuaría por un tiempo
indefinido.
La crisis continúa. La mixtura en la
intervención.
Transcurrido varios meses de declara-
da la pandemia empiezan a emerger
VOCES Y COLORES
las experiencias de intervención que
combinan el trabajo a distancia y las
acciones presenciales. Aparecen en el
contacto de los trabajadores y trabaja-
dores con cada familia las demás temá-
ticas sociales y afectivas que afectan a
los niños y niñas.
El impacto de la pandemia y el confina-
miento se suma en los niños atendidos
en los Centros, a sus otras experien-
cias de vida y vulneración. Los equi-
pos comienzan a diseñar procesos in-
cipientes de orden terapéutico, ya no
sólo en las atenciones de urgencia o
asociadas a la protección.
Estas iniciativas en algunos equipos
cobran mucha fuerza, se transforman
en una motivación para recuperar el
espacio de reparación de los niños y
niñas, y en otros equipos, esta posibi-
lidad aún no se visualiza claramente.
Por supuesto hay muchas limitaciones
que sortear para esto, el propio miedo
de las familias al contagio, las dificul-
tades de traslados de profesionales y
familias entre comunas en cuarentena
obligatoria y las que no lo están, el ca-
rácter de las propias tecnologías y sus
133

posibilidades, y el acceso inestable o
inexistente de las familias a conexión
a la red.
Con el paso de los meses la crisis eco-
nómica se ha vuelto otra pandemia.
La mayoría de las familias atendidas
se encuentran en trabajos informales
viendo reducidas sus fuentes de ingre-
so en estos meses en que la cesantía
ha llegado a más de 850.000 personas
según las cifras oficiales. Se generan
crisis de otro tipo en los núcleos fami-
liares que comienzan a requerir desde
los servicios sociales y públicos nuevas
gestiones de apoyo.
Se busca equilibrio en la crisis.
No ha sido fácil gestionar las necesi-
dades de atención de los niños y ni-
ñas, y la protección sanitaria de ellos,
sus familias y las de los trabajadores
y trabajadoras. Al momento de esta
publicación llevamos casi 6 meses de
emergencia sanitaria y las autorida-
des proyectan que serán muchos más.
Aún no se cuenta con la vacuna COVID
19, por lo cual construir en esta crisis
coordenadas de mayor estabilidad es
VOCES Y COLORES
el desafío.
En nuestra posición como ONG hemos
buscado este equilibrio en el respeto a
derechos implicados en nuestro que-
hacer. No obstante, nuestro deber éti-
co y político con la infancia vulnerada
ha cobrado más fuerza que nunca.
El sentido de existir como ONG se sus-
tenta en esta labor de primera línea
para los niños y niñas que han sufri-
do, por lo cual hemos comenzado a
gestionar la recuperación en nuestros
Centros, de los espacios de reparación
para esos niños y niñas. Nos encon-
tramos reforzando el papel que deben
cumplir trabajadores sociales y psicó-
logos que atienden a los niños y niñas
en los programas especializados. Es-
tamos llamando al compromiso social
por la infancia, a la coherencia de las
acciones y los discursos, aunque esta
tarea hoy sea un tremendo desafío en
desarrollo aún.
134

Las reuniones virtuales de equipo.
El valor de lo colectivo.
¿Recuerdan cuándo tuvieron la última
reunión de equipo presencial?. Seguro
han pasado muchos meses, y ahora se
realizan por alguna plataforma digital.
Cada uno desde sus casas, no todos
opinan, algunos no encienden sus
pantallas, y no se sabe si es por falta
de interés, mala conexión, incomodi-
dad, o al mismo tiempo se encuentra
realizando alguna labor hogareña. En
fin, nuevos modos de estar, nuevos
modos de relacionarnos, nuevos mo-
dos de vivir.
Las reuniones de equipo son los es-
pacios en que se construye el ser del
cada Centro. PAICABI ha fomentado la
construcción colectiva por sobre la in-
dividualidad y el individualismo, como
una manera contra cultural del que-
hacer social.
Creemos en la libertad pero también y
al lado del compromiso ético y políti-
co con la comunidad. Valoramos más
que nunca nuestra trama de valores
como la solidaridad y la colaboración y
hoy con más fuerza la responsabilidad
social como trabajadores y trabajado-
VOCES Y COLORES
ras en derechos humanos de infancia.
En este escenario en que no nos en-
contramos con el otro o la otra si no
prendemos algún aparato tecnológico,
la decisión de fomentar y fortalecer el
sentido de lo colectivo es fundamental.
No sabemos cómo terminará ni cuán-
do terminará esta crisis, pero estamos
convencidos que para transitar por ella
necesitamos lazos sociales fuertes y
comprometidos.
Aprendizajes en desarrollo.
No es posible hablar en esta crisis de
aprendizajes totales y acabados. No
cuando aún hay en Chile más de 1000
contagios diarios, y aún no es claro el
descenso en la mortalidad del virus.
Pero tenemos algunas reflexiones que
hemos ido validando en esto meses.
Desde la perspectiva de la gestión,
creemos que la institución debe ga-
rantizar la atención presencial de los
niños y niñas en todas las situaciones
de crisis, y no puede quedar supedita-
da esta atención a la voluntariedad del
profesional o sus circunstancias exclu-
sivamente. Nos hace más sentido que
nunca que este trabajo tiene un valor al
135

realizarse en el marco de un contrato
laboral y no como un acto de caridad
o voluntariado. Como ONG hemos de-
fendido en toda nuestra historia que
la reparación de derechos de los niños
y niñas no sea un acto de caridad, sino
un deber del Estado, quien deposita en
las ONGs una responsabilidad en esta
tarea, y que ésta a su vez la ejecuta a
través de la conformación de equipos
de intervención especializados.
Es nuestro deber velar porque este rol
sea cumplido a cabalidad, poniendo el
interés superior del niño o niña como
prioridad. Estamos claros que en cada
equipo de la ONG PAICABI hay grupos
que no sólo lideran si no que compar-
ten este ideario con coherencia, pero
también hay equipos con menos clari-
dad al respecto, por lo cual entende-
mos que la misión institucional es tam-
bién co-construir permanentemente
esta ética.
Hoy distinguimos que el trabajo a dis-
tancia no es suficiente para todos los
niños y niñas, que las expresiones del
trauma en cada uno de ellos o ellas
requiere del respeto a sus tiempos y
vivencias, que las metodologías de in-
VOCES Y COLORES
tervención se deben adaptar a su sin-
gularidad y a sus condiciones de vida,
que se debe preferir el contacto que
favorezca la seguridad emocional de
cada niño o niña, y que si se requiere
el formato presencial, es posible hoy
generar los resguardos biosanitarios
para que este ocurra. Eso es responsa-
bilidad y claridad en la gestión de nues-
tras tareas.
¿Epilogo o nuevo comienzo?
¿Navegar o chapotear en aguas
turbulentas?.
Así inicia este artículo, con una pregun-
ta. Las preguntas son el clivaje necesa-
rio para generar la reflexión que nos
permite poner en cuestión nuestras
verdades, opiniones, conjeturas, las
prácticas sociales, los discursos, el ac-
tuar sin pensar, y el pensar sin actuar.
Navegamos y chapoteamos al mismo
tiempo cuando nos encontramos en
situaciones desconocidas o de gran
magnitud como las crisis descritas. No
estamos preparados, nos pilla de sor-
presa, y todos los árboles se remecen
136

al mismo tiempo, así como Simbad y su
amigo cuando caen al mar, asimismo
nos pasa a todos y todas, porque esto
también ocurre en la isla PAICABI.
Mantenerla firme es una tarea cotidia-
na, que requiere nutrir los principios
de la Confianza, la Solidaridad, la Res-
ponsabilidad y la Colaboración. Estos,
se manifestaron muy nítidamente en
la primera crisis, con el eventual cie-
rre de todos los centros. Con el esta-
llido social y la pandemia han apare-
cido otras fuerzas, pero creemos que
no han emergido estos principios con
la nitidez y fuerza esperable. Este es
nuestro desafío principal: recuperar y
reconstruir nuestros sentidos.
En que estamos entonces en este mo-
mento,
La gestión requiere de historias y
sentidos.
En las breves páginas de este artículo
se hizo un recorrido por las historias
que van tejiendo a la organización. Son
los recuerdos, los hitos, y puntos de
inflexión-reflexión que la han consti-
VOCES Y COLORES
tuido y que han forjado su identidad,
sus sentidos y su existir. Estamos para
cambiar el mundo, para ser un buen
accidente en la vida de los niños, ni-
ñas y sus familias. Nuestro sueño es
un mundo sin violencia. Hace 25 años
seguimos soñando lo mismo, sabemos
que es posible, alcanzable, éticamente
necesario, imperioso, una misión no-
ble, una opción de vida.
Hacer el bien, y hacerlo bien: Cla-
ves en la gestión en el contexto del
COVID-19
Sin duda estamos en tiempos difíciles,
muy complejos e inciertos. Con incer-
tidumbres y temores compartidos, lo
que requiere actuar acorde a estos
tiempos, tiempos para hacer el bien,
tiempos para confiar, tiempos para co-
laborar, los tiempos de la solidaridad,
los tiempos para promover el bien co-
mún, los tiempos para cuidar y cuidar-
nos, los tiempos de la vida amable, de
las pequeñas alegrías, de la ética de los
cuidados y la ética de estar disponibles
para los niños y niñas.
137

Ética profesional en tiempos de cri-
sis.
La conversación en relación a la ética
e intervención de niños y niñas en el
contexto de estallido social y pandemia
es una discusión pendiente y necesa-
ria. Este trabajo refiere a la atención
de víctimas de maltrato, abuso sexual
y explotación sexual, que han sido gra-
vemente vulnerados sus derechos.
Los niños y niñas que han sido vícti-
mas de estas vulneraciones son invi-
sibles para la sociedad de consumo,
para muchas de las instituciones, y
para el modelo neoliberal, y si le su-
mamos a esto el adultocentrismo pre-
sente en sus vidas, se configura este
escenario como un desafío inmenso
para nosotros como ONG que abo-
ga por la defensa de la infancia. Pero
nuestra convicción sigue siendo esta
defensa, y tanto la protección como la
reparación de las vulneraciones de sus
derechos, deben ser propósitos garan-
tizados por el Estado y las instituciones
que implementamos programas de
atención a la niñez. Ese continúa sien-
do nuestro camino.
VOCES Y COLORES
REFERENCIAS
• Moro, L. (2009). Gestión actual de una
ONG. Editorial LID.
• Pontificia Universidad Católica de Chile
(2015) Confianza. La clave para el desa-
rrollo de Chile. https://politicaspublicas.
uc.cl/wp-content/uploads/2015/05/Re-
porte_15_UC_Confianza-v09.pdf
• Paicabi (2020). Reporte de condicio-
nes de funcionamiento remoto de las
familias atendidas en la ONG Paicabí a
Marzo 2020. Documento sin publicar.
• Pontificia Universidad Católica de
Chile (2020) Nuevo mapa de las or-
ganizaciones de la sociedad civil en
Chile. https://politicaspublicas.uc.cl/
agenda/lanzamiento-del-nuevo-ma-
pa-de-las-organizaciones-de-la-socie-
dad-civil-2020/
• Universidad de Chile (2019) Encuesta
termómetro social. Facultad de Econo-
mía y Negocios. https://www.microda-
tos.cl/termometrosocial
138
 VOCES Y COLORES

Reflexión sobre cualidades terapéuticas

necesarias para la intervención remota con
niños, niñas, adolescentes y sus familias en
contexto de vulnerabilidad psicosocial y
contingencia sanitaria/social por covid-19

Creado por:

PABLO AGÜERO CARVAJAL CRISTOPHER ROJAS GODOY

Psicólogo, Centro Kuyen Psicólogo, Centro Kuyen
pablo.aguero@paicabi.cl cristopher.rojas@paicabi.cl

Licenciado en Psicología Universidad Licenciado en Psicología Universidad

Santo Tomás La Serena Central de Chile

Postítulo en programa de formación Experiencia en mediana y alta comple-

de especialistas en psicoterapia sisté- jidad de la red SENAME
mica: individuo pareja y familia, Escuela
Sistémica de Chile Intervención en línea especialidad PAS
Centro Kuyen, proyecto especializa-
Experiencia en intervención en media- do en niños, niñas y adolescentes que
na y alta complejidad de la red SENA- presentan conductas sexuales dañinas
ME, Intervención PAS Centro Kuyen, para otros y/o hacia sí mismo.
proyecto especializado en niños, niñas
y adolescentes que presentan conduc-
tas sexuales dañinas para otros y/o ha-
cia sí mismo.

139

INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2019, se toma cono-
cimiento por la comunidad internacio-
nal de casos de neumonía atípica po-
tencialmente mortal en la ciudad de
Wuhan, provincia de Hubei, China por
SAR-COV-2 o mejor conocido en la ac-
tualidad con la sigla COVID-19. Esta en-
fermedad se ha extendido vorazmente
por todo el mundo con millones de ca-
sos confirmados y miles de muertes a
la fecha, transformándose en la actua-
lidad en una pandemia sin preceden-
tes para la humidad, siendo lo anterior
un enorme desafío para los sistemas
de salud, entendiendo salud como un
concepto macro que abarca todas las
áreas del quehacer profesional rela-
cionados al bienestar superior de cada
individuo. Es importante preponderar
que la gravedad de la situación global
actual no radica únicamente en el virus
en sí mismo, dado a que en el devenir
de la pandemia a sido posible eviden-
ciar una serie de reacciones y estados
psicológicos atípicos los cuales gene-
ran una trama de malestar psicológico
VOCES Y COLORES
en la población valga la redundancia,
propiciando el surgimiento o la maxi-
mización de sintomatología asociada a
salud mental tales como: miedo, incer-
tidumbre y reacciones de angustia ex-
tremas (insomnio, ira, miedo extremo
a la enfermedad incluso en personas
no expuestas) o algunos trastornos
específicos como trastorno de estrés
postraumático, trastornos de ansie-
dad, depresión, y somatizaciones dado
al contexto de pandemia. Con lo que
respecta al panorama actual de nues-
tro territorio nacional es posible seña-
lar que a la fecha de emisión del pre-
sente ensayo Chile bordea la cifra de
300.000 infectados y 6000 muertos por
COVID-19 según cifras oficiales (MIN-
SAL), colocando a prueba las capacida-
des físicas y psíquicas de toda nuestra
comunidad por los efectos directos
(personas infectadas asintomáticas y
sintomáticos ) y asociados tales como:
el aislamiento social dado a las cuaren-
tenas totales o dinámicas, exposición
continua a noticias de tinte catastrófi-
140

co que aluden a las miles de víctimas
fatales, la convivencia en espacios re-
ducidos(condición de hacinamiento),
nuevas dinámicas familiares suscitadas
por el contexto, la incertidumbre eco-
nómica y la exigencia en el teletrabajo
constituyen en la actualidad aspectos
que desbordan e influyen en los meca-
nismos o estilos de afrontamiento de
las personas.
El presente ensayo tiene como finali-
dad reflexionar entorno a las habilida-
des terapéuticas necesarias para reali-
zar intervenciones remotas con NNA y
sus sistemas familiares desde la nueva
experiencia compartida por profesio-
nales del área psicosocial atingente al
actual contexto social.
La Vocación y la Disponibilidad
Es importante señalar que en el traba-
jo con infancia vulnerada y vulnerable
es transcendental crear e instrumentar
y compartir intervenciones novedosas
y teóricamente sólidas, con la finalidad
de lograr cambios sustanciales en los
sistemas familiares y por consiguiente
en los NNA, es decir mejorar su cali-
VOCES Y COLORES
dad de vida, aliviar su sufrimiento y por
ende lograr una mayor estabilidad psi-
cológica, a pesar de las actuales dificul-
tades para ejercer nuestra labor.
Sin duda, existen múltiples cualidades
al servicio del proceso terapéutico,
no obstante, desde nuestro queha-
cer profesional y forma de percibir el
contexto actual, existe, una cualidad
terapéutica, que da sustento y sentido
a cada una de las acciones que un te-
rapeuta pueda ejercer, independiente
del área de especialización y que sin
duda, debería ser uno de los motores
del quehacer profesional, de las cuales
derivan en una variedad de cualidades
terapéuticas necesarias para la inter-
vención en contextos complejos o con-
textos de crisis social/sanitaria es de-
cir: la vocación, es esa vocación las que
nos ha ayudado a adaptarnos a cada
uno de los contextos presentes reali-
zando esfuerzos por sobre las limitan-
tes planteadas desde las instituciones
gubernamentales y el propio sistema
proteccional, manteniendo siempre
presente que los procesos terapéuti-
cos de los casos se fundamentan en
una relación interpersonal entre pro-
141

fesional y NNA siendo imprescindible
la calidad emocional y relacional del
vínculo propiciado durante el proceso,
siendo lo anterior unos de los pisos mí-
nimos pero no indispensable (pero su
ausencia lo podría obstaculizar) para
los procesos actuales vía remota, ade-
más, se hace indispensable la escucha
activa de tipo empática y reflexiva, uti-
lizando en lo ideal un lenguaje cercano
alejado de los tecnicismos profesiona-
les que pueden generar aún más dis-
tanciamiento, también es sumamente
importante reforzar cada logro duran-
te el proceso, por mínimos que sean.
Otro elemento que propicia un ade-
cuado proceso de intervención en con-
texto de pandemia es la disponibilidad
para abordar distintas crisis, compren-
diendo como equipo que en la actuali-
dad más que nunca se necesita el apo-
yo técnico y profesional del equipo en
su totalidad (miradas compartidas) con
la finalidad de sortear desde lo técnico
la compleja realidad actual la cual nos
lleva constantemente a estar en con-
tacto con nuestros compañeros gene-
rando constantes retro alimentaciones
desde la propia experiencia hasta ele-
VOCES Y COLORES
mentos técnicos tendientes a los pro-
cesos llevados por cada NNA. Es por
esto que debe existir en lo primordial
un interes genuino por las personas y
su bienestar, un, además de un fuerte
compromiso ético.
CONCLUSIÓN
Es así como podemos concluir que, un
terapeuta en el contexto actual puede
(o debería poder), hacer uso de una
amalgama de estrategias, técnicas o
virtudes específicas o idóneas en mo-
mentos determinado de un proceso
terapéutico. Puede, en caso de traba-
jar con un grupo familiar, apoyarse en
fundamentos sistémicos, hacer uso de
técnicas paradojales o preguntas cen-
tradas en las excepciones. Puede, en
caso de preferir otra línea terapéutica,
utilizar técnicas narrativas para pro-
mover resignificación o técnicas ex-
presivas. Sin duda, existen opciones,
por lo general, al servicio del proceso
terapéutico, no obstante, según nues-
tra reflexión, es la vocación la que da
sustento, significado y sentido a cada
una de las acciones que un terapeuta.
142

Es esa misma vocación las que nos
ha ayudado a adaptarnos a cada uno
de los contextos presentes (crisis so-
cial-pandemia) y a comprender, que
en ocasiones la necesidad primaria
para un grupo familiar es un espacio
de contención emocional (con todas
las cualidades terapéuticas ya señala-
das), que intentar implementar sesio-
nes extensas, no acordes a la situación
actual del sistema familiar obviando
la necesidades latentes las cuales por
el contexto actual varían día a día. Es
esa misma vocación la que nos invita
a expresar nuestras aprensiones cuan-
do evidenciamos que ciertas falencias
en el sistema proteccional repercuten
directamente en las familias, es esa
misma vocación la que nos permite
generar vínculos nutricios dentro de
nuestros contextos terapéuticos sin
perder en ningún momento de vista
nuestros objetivos de intervención ni
nuestros lineamientos éticos.
Es esa vocación la que nos ayuda a po-
tenciar herramientas terapéuticas que
han sido desarrolladas en el presente
contexto a nivel de equipo terapéutico,
tales como la escucha activa, la capa-
VOCES Y COLORES
cidad para incorporar un setting pre-
ciso a través de un proceso remoto y
visualizar los factores de riesgos que
obstaculizan el bienestar superior de
los NNA en contextos de vulnerabili-
dad social, lo que nos facilita mantener
una mirada comprensiva entorno a los
fenómenos suscitados en este cons-
tante devenir el cual conocemos como
vivir. Nos prepara para entregar las he-
rramientas a las familias que necesitan
comprender sus vivencias pretéritas,
siendo necesario adaptarnos constan-
temente a las necesidades de interven-
ciones, además, nos permite observar
en conjunto los avances evidenciados
en los distintos procesos.
Esa vocación nos permite restructu-
rarnos en medio de crisis sociales y
socializar a las familias el apoyo in-
condicional, recorrer en conjunto este
largo devenir (procesos terapéuticos),
a comprender y luchar por lo que es
justo respetando a cada uno nuestros
pares.
Finalmente la vocación deja en evi-
dencia lo que a nadie le enseñaron en
nuestra formación académica y es que
143
 VOCES Y COLORES

nuestro quehacer como terapeutas,

además de una labor, es una oportuni-
dad para poder acompañar a cada uno
de nuestros niños, niñas, adolescentes
en contextos de vulnerabilidad psico-
social y contingencia sanitaria/social y
generar cambios sustanciales en sus
vidas.

144
 VOCES Y COLORES

la condición femenina urbano-popular en

tiempos de pandemia.
reflexiones desde el área social

Creado por:

CONSTANZA FERNÁNDEZ
QUIÑONES
Trabajadora Social CentroLimay
q.fernandez.co@gmail.com

Licenciada en Trabajo Social Universi-

dad Andrés Bello.

Postítulo en Familia, Infancia y Adoles-

cencia, Universidad Central de Santia-
go.

Diplomado en Parentalidad, Apego y

Desarrollo de la Infancia, Fundación
América por la Infancia.

Experiencia como profesional en el

área de ESCNNA, PIE, PRM y VAIS.

145
 VOCES Y COLORES

RESUMEN
En los últimos seis meses, se ha reme- excesiva carga de trabajo doméstico,
cido el país: mientras una profunda crianza y violencia de género en el con-
crisis social se expresaba en las calles texto del hogar.
de Chile contra un modelo imperante
y la institucionalidad que lo sustenta,
llegó el COVID-19 precipitadamente,
generando efectos en la normalidad
y cotidianeidad de las personas, y por
sobretodo en la mantención de las di-
námicas de dominación de las muje-
res. El primer llamado que causó esta
pandemia fue “Quédate en casa”, una
sugerencia ambivalente con caracte-
rísticas de orden que no considera las
implicancias que este mensaje puede
significar en la vida de las mujeres. Las
medidas como cuarentena volunta-
ria o impuesta, el toque de queda y el
encierro en el espacio doméstico – lo
que sería fundamental para detener la
propagación del virus y su contagio -,
ha encendido las alertas sobre el par-
ticular impacto que esta situación ha
tenido, tiene y tendrá en la vida de las
propias mujeres: precariedad labo-
ral, cesantía, dependencia económica,

146

INTRODUCCIÓN
La pandemia producida por COVID-19
ha causado crisis en diversos aspectos
de la vida cotidiana, y no puede ser
pensada sólo desde el área de salud.
Lo social la atraviesa totalmente, dán-
dole sentido, heterogeneidad y dife-
rente impacto tanto a nivel individual,
cultural y territorial. En primera instan-
cia, en artículos de colectivos feminis-
tas, redes sociales y conversaciones
cotidianas entre mujeres se multiplican
reflexiones a modo de catarsis colecti-
vas, que proponen cambios significa-
tivos hacia un orden social con mayor
complementariedad entre el interés
personal y los intereses colectivos.
Otras reflexiones apuntan a los efectos
del aislamiento social, y levantan espe-
ranzas de que la catástrofe propicie la
construcción de un mundo diferente al
que tenemos hoy.
En este sentido, tal vez la peculiaridad
de la teoría feminista resida en lo que
ya señalaba Kate Millett, en que el fe-
minismo desafía el orden social y el
VOCES Y COLORES
código cultural más ancestral, univer-
sal y arraigado de los existentes en
sus diversas manifestaciones (Millett,
1995). No obstante, desde esta propia
mirada y análisis, se hace necesario re-
pensar el contexto actual y las limita-
ciones que impone a las mujeres. La
superposición de roles domésticos, de
crianza, laborales y de gestión comu-
nitaria hoy en tiempos de cuarentena
hace aún más difícil la ya precarizada
vida de muchas mujeres urbano-popu-
lares. Por tanto, apoyarnos en la teoría
feminista para aportar en el análisis de
la actual crisis mundial, sin preceden-
tes en los últimos cien años, permite
reflexionar en sus efectos presentes
y futuros, pero, por sobre todo, para
ofrecer aportes al gran desafío de re-
pensar el mundo y las relaciones hu-
manas.
A la luz de las prácticas del trabajo psi-
cosocial, también ha sido necesario re-
pensar algunas estrategias que se han
tenido que adaptar dentro del campo
147

social tradicional, donde se conjugan a
partir de la actuación colectiva y par-
ticipación activa de la sociedad frente
a las problemáticas actuales y a la so-
lución de las mismas como horizonte
a partir de la comprensión de las dife-
rentes expresiones de las problemáti-
cas de las familias, lo cual se traduce en
el acompañamiento desde el rol profe-
sional mediante medios y herramientas
tecnológicas. Es decir, cómo apoyamos
a las mujeres que se encuentran en la
precariedad social y laboral cuando no
existen políticas públicas que avalen la
desigualdad en contexto de pandemia.
Desde una mirada feminista.
Mientras el virus pareciera avanzar sin
hacer distinciones, son las mujeres las
que asumen el cuidado: enfermeras,
profesoras, trabajadoras domésticas,
farmacéuticas, jefas de hogares mo-
noparentales, activistas sindicales, ma-
dres, mujeres a cargo de sus hogares
y del cuidado de las familias, infancias,
adultos y adultas mayores, personas en
situación de discapacidad. Son las mu-
jeres cuidadoras, y a su vez, quienes se
encuentran aún más en situaciones de
desigualdad: trabajan más horas, ob-
VOCES Y COLORES
tienen remuneraciones menores que
sus pares varones y, así, con su traba-
jo invisibilizado y devaluado, continúan
manteniendo la reproducción social,
hacinadas en lugares centrales degra-
dados o en periferias olvidadas de los
bordes urbanos.
El colectivo de mujeres también es di-
verso: no sólo hay diferencias econó-
micas y sociales, sino etarias, étnicas,
raciales; todas las cuales constituirán
nuevos impactos diferenciales por la
pandemia. Como señala Judith Butler,
filósofa feminista, es importante que
en la toma de medidas y acciones para
enfrentar la crisis no se confunda la
interseccionalidad con una interpreta-
ción de la diversidad que subsume el
género en un listado de rasgos poten-
ciales de discriminación que acaban
por difuminar la especificidad de las
desigualdades entre hombres y muje-
res (Butler, 2020).
Entre las intersecciones que nos atra-
viesan, la económica juega un rol de-
cisivo en el contexto actual, dado que
la mayoría de las mujeres obtiene sus
ingresos en el mercado informal y, si
148

no trabajan, no comen. Son las mismas
a cargo de hogares monoparentales,
que si bien crecen en toda la sociedad,
son aún más en los estratos más po-
bres. Y en los hogares ensamblados
son las mujeres quienes sostienen el
equilibrio de los vínculos, así como el
cuidado y las tareas domésticas en el
encierro, muchas veces en situaciones
de tensión permanente.
En este sentido, se cuestiona la domi-
nación, la violencia de género, y la asig-
nación diferenciada de roles sociales.
Marcela Lagarde, antropóloga mexi-
cana, señala que el feminismo es “un
movimiento transformador que pone
a los derechos humanos en el centro,
que quiere construir un tipo de socie-
dad en la que hacer vivible la vida, edi-
ficar las relaciones de convivencia de
mujeres y hombres sin supremacía ni
opresión”. (Lagarde,1990). Se trata de
una revolución social y cultural para
derribar las estructuras del patriarca-
do y “desmantelar sus relaciones jerár-
quicas y construir un nicho social que
acoja a todos los sujetos en condicio-
nes de equiparación” (Lagarde,1990).
Desde este planteamiento, y para avan-
VOCES Y COLORES
zar en la reflexión, la mirada feminista
de la misma autora nos propone “ana-
lizar y comprender las características
que definen a las mujeres de manera
específica, así como sus semejanzas
y diferencias, analiza las posibilidades
vitales de las mujeres y los hombres;
el sentido de sus vidas, expectativas y
oportunidades, las complejas y diver-
sas relaciones sociales que se dan en-
tre ambos géneros, así como los con-
flictos institucionales y cotidianos que
deben enfrentar a las maneras en que
lo hacen” (Lagarde, 1996).
En tanto, utilizando esta afirmación de
la autora, se puede señalar que una de
las dimensiones, o mejor dicho, una de
las implicancias que conlleva románti-
camente el “quedarse en casa” se con-
figura como una amenaza para algunas
mujeres. Por tanto, se han debido re-
configurar dinámicas y cotidianidades
familiares para que quedarse en casa
se convierta en la nueva política públi-
ca de prevención de una enfermedad,
ser una garantía de seguridad para la
sobrevivencia cotidiana pero ¿a costa
de qué?
El hogar: lo público y lo privado
149

Algunas mujeres a las que se hace re-
ferencia en el presente documento,
han escuchado y adoptado la medida
de quedarse en casa como una afirma-
ción que parte de una crisis que, por
una medida de prevención no espera-
da por la sociedad, es la única manera
recomendada y conocida para limitar
contagios y muertes. El hogar, un lugar
generalmente delegado a las mujeres
por la estructura patriarcal, cobró pre-
sencia en el discurso público y mediá-
tico, en lo político y lo social. Y, a dife-
rencia de otras oportunidades, este
discurso cobró una valoración positiva
por los distintos actores sociales y polí-
ticos, invisibilizando lo que pasa al inte-
rior de los hogares.
Uno de los principales aportes de
la Teoría de Género, que explica la
subordinación femenina, es la denomi-
nada División Sexual del Trabajo (DTS).
Durante años, se han considerado di-
ferencias biológicas de hombres y mu-
jeres, y por consecuencia, las capaci-
dades reproductivas diferenciadas que
establecen la diferenciación en el ám-
bito laboral: el hombre sostenedor del
hogar en el espacio público y privado;
VOCES Y COLORES
la mujer con trabajo reproductivo, es
decir, garantizar cuidados del espacio
doméstico responsable del hogar y de
los hijos e hijas.
De hecho, lo que se ha producido hoy
es una transformación en la dinámi-
ca familiar porque, bajo esta asigna-
ción tradicional y conservadora de
roles, cuando una mujer accede al
mundo laboral remunerado no logra
desprenderse de las consideradas ta-
reas propias del hogar; mientras que
los hombres mantiene asegurada su
participación sostenedora del ámbi-
to económico. Es decir, que “la mayor
presencia que logran las mujeres en el
ámbito público no se ve correspondida
por una redistribución de las obligacio-
nes en el ámbito doméstico. El hecho de
que la mayoría de ellas sean todavía las
principales responsables de la organi-
zación de la vida doméstica lleva a una
yuxtaposición de la actividad política
con otros roles, que no sólo significa
una sobrecarga, sino que exige de ellas
-unilateralmente- que actúen en forma
constante y simultánea en ámbitos que
se tensionan entre sí” (Marx, 1992).
150

Por tanto, se puede afirmar que has-
ta aquí, la división sexual del trabajo
es una compleja limitación y obstáculo
para que las mujeres puedan desem-
peñarse como ciudadanas plenas en
la sociedad. La doble o triple presen-
cia que les implica cuando ingresan en
el mundo laboral remunerado, pero
también cumpliendo otros roles, ge-
nera una brecha de enorme injusticia
que repercute directamente en la car-
ga emocional de cualquier mujer. Las
consecuencias emocionales son aún
mayores pues existen altos niveles de
estrés cuando una mujer se enfrenta a
las exigencias, que hoy en día, parecen
ser normativas de seguridad.
Aún más allá de lo señalado anterior-
mente, es necesario preguntarse ¿es-
tamos ante una reestructuración de
las relaciones de clase que toma como
escena principal el ámbito de la repro-
ducción?. La politización del espacio
doméstico es una bandera feminista:
es acá donde se produce valor, que
los cuidados que sostienen la vida son
históricamente invisibilizados e im-
prescindibles, que el encierro entre las
cuatro paredes es un orden político de
VOCES Y COLORES
jerarquías patriarcales. Por lo tanto, se
expone la interrogante ¿puede leerse
aquí una traducción del capital que
busca aprovechar esta crisis hiperex-
plotando el espacio doméstico?.
La cuarentena ha amplificado la esce-
na de la reproducción social: es de-
cir, la evidencia de la infraestructura
que sostiene la vida colectiva y de la
precariedad que soporta. ¿Quiénes
sostienen la cuarentena?. Todos los
cuidados, tareas de limpieza, los múl-
tiples trabajos del sistema de salud, el
comercio de las pymes y las organiza-
ciones sociales hoy son la infraestruc-
tura imprescindible, ya que expresan
el límite del capital: aquello de lo que
no puede prescindir la vida social para
continuar.
Las infraestructuras colectivas referi-
das precedentemente son las verda-
deras tramas de interdependencia, en
las que se delega la reproducción a la
vez que se las sigue despreciando. Eso
está claro en países del tercer mun-
do y hoy inmediatamente en la esce-
na global. Es sobre estas tareas que el
movimiento feminista ha hecho una
151

pedagogía del reconocimiento en los
últimos años, profundizando en diag-
nósticos que evidenciaron la precarie-
dad como una economía específica de
la violencia. Hoy, ese diagnóstico invita
a pensar la reorganización global del
trabajo –sus reconocimientos, remu-
neraciones y jerarquías- durante y post
pandemia. O dicho de otra manera: la
pandemia puede ser también ensayo
general de otra organización del traba-
jo y la DTS.
La violencia contra la mujer
A mediados de marzo del 2020, se dio a
conocer el informe titulado “COVID-19
en América Latina y el Caribe: cómo in-
corporar a las mujeres y la igualdad de
género en la gestión de la respuesta a
la crisis” publicado por la Organización
de las Naciones Unidas Mujeres (ONU
Mujeres), donde se analiza en forma di-
ferencial el impacto del COVID-19. Esta
publicación reconoce que las mujeres
son imprescindibles en la lucha contra
el brote de la enfermedad, a partir de
ser las “primeras respondientes, tra-
bajadoras, y profesionales sanitarias,
voluntarias comunitarias y cuidadoras,
VOCES Y COLORES
así como por ser desproporcionada-
mente afectadas por la crisis” (ONU
Mujeres, 2020). Las mujeres, agrega el
informe, “están en la primera línea de
la respuesta, y asumen mayores costos
físicos y emocionales, así como un ma-
yor riesgo de infección en la respuesta
a la crisis.
También se destaca que “las mujeres
siguen siendo las más afectadas por el
trabajo de cuidados no remunerados,
sobretodo en tiempos de crisis”. Para-
lelamente, se releva como un llamado
urgente a las autoridades gobernantes
por el riesgo del aumento de la vio-
lencia hacia las mujeres, niñas y niños,
debido a las tensiones en el hogar y
el aislamiento en el cual se encuen-
tran actualmente como única mane-
ra, según la perspectiva del Gobierno
de Chile, de no contagiarse, refiriendo
que “el impacto económico de la pan-
demia puede generar barreras adicio-
nales para dejar una pareja violenta,
así como mayor riesgo de explotación
sexual”. (ONU Mujeres, 2020).
Tal como sucede también en otros paí-
ses y continentes, la violencia contra
152

las mujeres y niñas tuvo un incremento
importante. Las cifras proporcionadas
por ONU Mujeres indican que en Ar-
gentina existe un aumento del 67% en
tanto situaciones de violencia domés-
tica desde el inicio de la pandemia; en
Bolivia se vislumbra un 70% de casos
registrados; en Perú, se informó que
en las semanas de confinamiento se
registraron 12 femicidios y 226 viola-
ciones sexuales.
El Ministerio Público en Chile en su in-
formó en el mes de marzo que se re-
gistró un aumento de un 250% de los
delitos de femicidio frustrado (SENA-
DO, 2020), mientras que el Ministerio
de la Mujer y Equidad de Género hizo
público el aumento de un 70% de las
llamadas telefónicas al fono de orien-
tación que disponen las mujeres víc-
timas de violencia (SERNAMEG, 2020).
Han transcurrido casi tres meses des-
de el inicio de la enfermedad en Chile, y
eso no ha cesado. Aún no se observan
políticas públicas efectivas para hacer
frente al auge de la violencia, ni mucho
menos orientaciones tendientes a con-
siderar que el problema es estructural.
Las cifras de la ONU son contunden-
VOCES Y COLORES
tes: a nivel global 243 millones de mu-
jeres y adolescentes entre 15 y 49 años
han sido víctimas de violencia física y/o
sexual a manos de su pareja. Además
137 mujeres son asesinadas a diario
en el mundo por un miembro de su fa-
milia y menos del 40% de las mujeres
que sufren violencia buscan algún tipo
de ayuda.
REFLEXIONES
La crisis sanitaria ha vuelto a poner
en el centro del debate cuáles son
realmente las tareas necesarias para
sostener la vida y quiénes las han asu-
mido a lo largo de la historia. Debería
ser también momento para repensar
la esfera de lo cotidiano y establecer
como necesidad central la gestión co-
lectiva del desarrollo de la vida. Cuando
el COVID-19 llegó a Chile, se encontró
con un movimiento social en contra de
las prácticas del Gobierno actual, otor-
gándole responsabilidad a los princi-
pales entes policiales en las muertes,
torturas y mutilaciones, se encontró
con cientos de asambleas territoria-
les, organizaciones comunitarias y con
153

más de dos millones de mujeres en las
calles. Y así, se encontró con la lucha
ante el neoliberalismo haciéndose visi-
ble por las mismas manifestantes que
este modelo no es compatible con la
vida. En Chile, se encontró con un ca-
mino iniciado hacia nuevas formas de
relación, existencia y vida.
Es oportuno que el Estado busque
nuevas formas de dar respuestas que
sean innovadoras y de alguna manera
contrahegemónicas y despatriarcali-
zadoras. Es necesario promover la re-
flexión en los hombres, ya que por una
causa de fuerza mayor se verán en la
necesidad a estar en el interior del ho-
gar todo el día, compartirán el encierro
al que muchas mujeres ya han estado
expuestas sin la pandemia. Es impor-
tante que a partir de este análisis, se
rompa el silencio y la complicidad mas-
culina, para que las mujeres continúen
luchando contra el patriarcado.
La respuesta histórica popular de an-
teriores crisis nos ha enseñado que,
ante la indiferencia de la élite domi-
nante, nuestra más certera posibilidad
es la autogestión y acompañamiento
VOCES Y COLORES
colectivo. La activación de recursos co-
munitarios tales como organizaciones
territoriales, barriales y comunitarias,
han sido las primeras redes capaces
de proveer elementos de primera ne-
cesidad en vez del Gobierno de Se-
bastián Piñera E., actual presidente de
la República de Chile, así como la co-
lectivización de cuidados y asistencia
ante situaciones de violencia eviden-
ciadas durante décadas. Se presenta
un escenario de transformación cul-
tural patriarcal, ya que para las muje-
res “quedarse en casa” adquiere otro
significado. El paradigma presentado
anteriormente nos indicaba una sepa-
ración entre el espacio público –políti-
co, masculino y valorado- y el espacio
privado –íntimo, familiar y despolitiza-
do-, el que aparece hoy cada vez más
desdibujado.
Para solucionar la crisis de cuidados
necesitamos una nueva idea de ges-
tión pública que entienda que la in-
terdependencia de las personas es un
hecho de la vida en común. La solución
no pasa solamente por repartir más
equitativamente el cuidado entre va-
rones y mujeres a nivel individual, sino
154

que su importancia y valor se reconoz-
ca y pueda ser provisto también en
parte por la sociedad y con el Estado
asumiendo su responsabilidad.
La emergencia por el COVID-19 vuelve
a poner en el centro de la discusión la
cuestión de la organización social del
cuidado y es necesario que, junto con
apoyar todas aquellas medidas y ac-
ciones que pongan a las personas y no
al mercado en el centro para paliar la
pandemia, se pueda instalar la necesi-
dad de poner los cuidados como prio-
ridad, superando el mercado como
eje organizador de la vida en común.
Esta crisis pone de manifiesto que es
el momento de comenzar a pensar en
nuevas formas de organización social
en general, donde el cuidado ocupe un
rol central.
Décadas de neoliberalismo y de autori-
tarismos en una sociedad con colonia-
lidad del poder y que se reafirma en el
patriarcado. Combinación perversa si
las hay. Miradas diferentes contribu-
yen a reflexionar y emerge un consen-
so: es clave hoy poner en el centro
de la agendas del Gobierno actual
VOCES Y COLORES
de toda escala la inclusión social y de
género, para paliar esta pandemia con
políticas que tengan un sentido de jus-
ticia social que no deje a las mujeres a
la deriva, ya que la violencia contra
la mujer es una pandemia.
Finalmente, es una oportunidad para
pensar y tomar consciencia de que el
feminismo es y ha sido una propues-
ta abarcadora y alternativa, donde las
mujeres cuentan con el conocimiento
y la voluntad para proponerlo como
base para el cambio social. La reflexión
nos invita a repensar que serán las
mujeres urbano-populares las que po-
drán aportar con sus pensamientos y
propuestas a la construcción de este
nuevo modo de vivir y relacionarnos.
REFERENCIAS
- Butler, J. (2020). “El capitalismo tiene
sus límites”. In: Sopa de Wuhan: pen-
samiento contemporáneo en tiempos
de pandemia. (2020). ASPO, marzo de
2020, p. 59-66.
- Cavallero,L & Gago, V. (2019). “Una
lectura feminista de la deuda. ¡Vivas,
155
 VOCES Y COLORES

libres y desendeudadas nos quere- a-las-mujeres-y-la-igualdad-de-gene-

mos!”. Buenos Aires, Fundación Rosa
Luxemburgo.
- Lagarde, M. (1990). “Los cautiverios
de las mujeres: madresposas, monjas,
putas, presas y locas”. Universidad Na-
cional Autónoma de México.
- Lagarde, M. (1996). “El género”, frag-
mento literal: ‘La perspectiva de géne-
ro’, en Género y feminismo. Desarrollo
humano y democracia, Ed. horas y HO-
RAS, España, pp. 13-38.
- Marx, J. (1992). “Mujeres y partidos
políticos: de una masiva participación a
una escasa representación: un estudio
de caso”. Universidad de Texas, EEUU.
Editorial Legasa.
ro-en-la-gestion-de-respuesta
- SENADO. (2020). “Violencia intrafami-
liar en tiempos de cuarentena: Comisión
de la Mujer analiza cifras”. Chile. Dispo-
nible en: https://www.senado.cl/violen-
cia-intrafamiliar-en-tiempos-de-cua-
rentena-comision-de-la-mujer/
senado/2020-04-09/140406.html
- SERNAMEG. (2020). “Plan de contin-
gencia de atención, protección y repa-
ración ante los efectos del coronavi-
rus”. Chile.

- Millett, K. (1995). “Política sexual”. Ma-

drid, Cátedra.

- ONU Mujeres. (2020). “COVID-19 en

América Latina y El Caribe: Cómo in-
corporar a las mujeres y la igualdad de
género en la gestión de la respuesta
a la crisis”. Disponible en https://lac.
unwomen.org/es/digiteca/publicacio-
nes/2020/03/covid-como-incorporar-

156
 VOCES Y COLORES

ESCNNJ Y COVID-19:
Reflexiones y desafíos a partir de la
intervención en contexto de alerta sanitaria

Creado por:

BLANCA KAWANABE MARTÍNEZ

Asesora Técnica Centro Antu, ONG
Paicabi
blanca.kawanabe@paicabi.cl

Magister en Estudios de Género y Cul-

tura: Mención en Ciencias Sociales de
la Universidad de Chile (CIEG).

Trabajadora Social de Pontificia Uni-

versidad Católica de Valparaíso.

157

INTRODUCCIÓN
A raíz de la aparición de COVID-19 y
su alto nivel de propagación, se gene-
ra un escenario incierto, en donde la
ansiedad y los temores aparecen e in-
teractúan frecuentemente en nuestra
cotidianeidad, incidiendo directamen-
te en nuestra percepción del mundo
y nuestro actuar. En este contexto,
que se percibe principalmente como
amenazador, se nos brinda a su vez y
paradójicamente, la oportunidad de
reflexionar y remirar nuestras priorida-
des y nociones de mundo, entre estas,
las asociadas a nuestro quehacer pro-
fesional, obligándonos a desarrollar la
creatividad y capacidad de respuesta
para continuar ejerciéndolo adecuada-
mente.
Es en este marco que se desarrolla el
presente artículo, con la intención de
generar reflexiones, encuentros y des-
encuentros que nutran y contribuyan
a la intervención social dirigida a inte-
rrumpir la Explotación Sexual Comer-
cial de Niños Niñas y Jóvenes (ESCNNJ)
VOCES Y COLORES
considerando a esta como una grave
vulneración de derecho, de la cual poco
se conoce y frente a la cual lamenta-
blemente operan prejuicios y enclaves
culturales que inciden en su escasa vi-
sibilidad social, mas ahora en contexto
de pandemia actual.
En la actualidad, a nivel nacional se
adoptan diversas medidas para en-
frentar esta pandemia, entre las cuales
se identifican medidas sanitarias dirigi-
das a la población en general, basadas
principalmente en evitar el contacto
físico, y limitar el traslado y la perma-
nencia en espacios públicos a lo esen-
cial, favoreciendo la mantención de la
población en sus domicilios.
Lo anterior implica desafíos importan-
tes respecto a cómo adecuamos linea-
mientos y estrategias de intervención
dirigidas a la interrupción de la ESCN-
NJ, tanto porque procesos implicaban
permanente trabajo en terreno, así
como por que las dinámicas de ESC-
158

NNJ y las manifestaciones de daño de
sus víctimas también se ven afectadas
por contexto de pandemia.
Por tanto, en primera instancia es per-
tinente referirnos a ciertas particulari-
dades de la ESCNNJ como vulneración
de derecho, para posteriormente dar
cuenta de elementos a considerar y
reflexiones que surgen en torno al tra-
bajo realizado en esta línea durante
contexto de pandemia, ejercicio ana-
lítico que surge desde la experiencia
interventiva de Programa de Interven-
ción Especializada en ESCNNJ – Centro
Antu de ONG Paicabi.
La explotación sexual comercial de ni-
ñas, niños y jóvenes es una grave vio-
lación a los derechos humanos, siendo
una práctica abusiva –y delictiva- que
devasta la integridad física y psicosocial
de niñas, niños y jóvenes. En ella, adul-
to/s se aprovecha o aprovechan de la
condición de vulnerabilidad (etaria, so-
cial, emocional, de género, entre otras)
de una niña, niño o joven para satisfa-
cer sus deseos sexuales, entregándole
a cambio un pago en dinero, especies,
regalos o algo tan intangible como am-
VOCES Y COLORES
paro o protección. Si bien, la victima
puede ser obligada a una situación de
explotación sexual a través de la fuerza
física o amenazas, también puede ser
persuadido a participar en ese tipo de
actividades sexuales como resultado
de factores más complejos y con mati-
ces, ya sean humanos o situacionales,
incluyendo un desequilibrio de poder
entre la víctima y el agresor (ECPAT,
2016). Y si bien existen otras definicio-
nes de ESNNJ, todas estas contemplan
una de las características que se aso-
cia directamente a su invisibilizacion: la
presencia de un intercambio.
En este sentido, la presencia de un in-
tercambio, propia de la ESCNNJ, genera
mayor ambigüedad y tiende a impac-
tar en el imaginario colectivo, otorgan-
do la ilusión de ser un acto consensua-
do. Tal situación, lamentablemente es
reproducida de la misma forma por las
víctimas de la ESCNNJ, quienes, en su
gran mayoría no reconocen estas prác-
ticas como opresivas, más bien las con-
ceptualizan como decisiones propias y
voluntarias.
159

Junto a lo anterior, es importante seña-
lar que identificar y definir la ESCNNJ,
dada la diversidad de formas en que
se manifiesta, aparece como una ta-
rea compleja. Como se menciona en
párrafo anterior, la presencia de lógi-
cas de intercambio presentes en estas
prácticas abusivas, generan distintas
representaciones, prejuicios y prácti-
cas sociales naturalizadas que obsta-
culizan el entender esta práctica como
una vulneración de derecho. La cultu-
ra patriarcal, adultocéntrica y las lógi-
cas de consumo además, favorecen la
mantención de este tipo de prácticas y
su invisibilizacion
DESARROLLO
Ya expuesto lo que entenderemos por
ESNNJ en este artículo, a continuación
se dará cuenta de las dificultades que
se presentan en su abordaje en con-
textos cotidianos y de pandemia actual:
Visibilidad de la ESNNJ/concepto
de victima
Como ya se ha planteado en este artí-
VOCES Y COLORES
culo, en contextos cotidianos ya es difí-
cil identificar la ESNNJ como una vulne-
ración, pero en contextos de pandemia
esta invisibilización se traduce en un
aumento de situación de vulnerabili-
dad de sus víctimas o posibles víctimas.
Las medidas sanitarias adoptadas para
limitar la permanencia o el tránsito en
espacios públicos, permitiría suponer
que restringen posibilidades que se
desarrollen estas dinámicas abusivas,
no obstante según experiencias pes-
quisadas por dispositivos de Progra-
mas Especializados en Intervención
en ESCNNJ de ONG Paicabi, estas diná-
micas no solo se mantienen, sino que
además nos muestra cómo operan los
mecanismos para acentuar su oculta-
miento, como por ejemplo el uso de
plataformas digitales para contactar a
víctimas y posibles víctimas de ESNNJ,
en donde las particularidades de estas
relaciones cibernéticas, refuerzan la
tendencia a responsabilizar a las víc-
timas en su involucramiento de este
tipo de dinámicas.
En relación a lo anterior, una de las con-
secuencias inmediatas de actual perio-
do de pandemia que atravesamos, son
160

las consecuencias socioeconómicas
que han mermado significativamente
los ingresos de muchos grupos familia-
res, de los cuales algunos no cuentan
con los recursos para satisfacer nece-
sidades básicas de sus integrantes. Lo
anterior se constituye en un factor de
riesgo latente, en donde el involucra-
miento de niñas, niños y jóvenes en
dinámicas de ESCNNJ en contexto ac-
tual, se puede asociar directamente a
estrategias de sobrevivencia tanto de
las víctimas directas como de sus cer-
canos, en tanto se puede hipotetizar
que en algunos casos, exista tolerancia
de los núcleos cercanos a la participa-
ción en estas prácticas abusivas de po-
blación infantojuvenil, con el objeto de
satisfacer necesidades básicas de un
grupo en particular.
Junto a lo anterior, la mayoría de las
víctimas de ESNNJ al no considerarse a
sí mismas como tales, reconocen par-
ticipación en estas dinámicas demos-
trando una falsa percepción de con-
trol, que junto a otras manifestaciones
de daño, como el establecimiento de
vínculos indiscriminados, consumo de
drogas, comportamientos disruptivos,
VOCES Y COLORES
nos alejan de imaginarios de infancia
tradicionales y dificultan el reconoci-
miento de vulnerabilidad en el cual se
encuentran estas víctimas.
Estas manifestaciones de daño ade-
más, lamentablemente obstaculizan el
acceso a distintas redes públicas que
son de vital importancia para estas víc-
timas, principalmente porque el com-
portamiento de estas no se adecuan a
los canales establecidos para acceder
a prestaciones de salud, a mantener-
se en contextos escolares, a presentar
motivación a mantenerse en procesos
terapéuticos, etc, por lo tanto se man-
tienen excluidas de diversos dispositi-
vos públicos.
Esta situación se dificulta aún más en
contexto de pandemia, donde la po-
blación en general, se encuentra en
estado de alerta por la percepción de
encontrarse en riesgo vital dado el CO-
VID-19, y del mismo modo, los distin-
tos dispositivos públicos modifican sus
lineamientos en esta misma lógica, y si
bien es comprensible que esto suceda,
aumenta la invisibilizacion de victimas
de ESCNNJ, quienes no debemos olvi-
161

dar, constantemente se encuentran en
permanente riesgo. Lo preocupante
de esta situación, es que la mayoría de
las victimas presentan manifestaciones
de daño que no solo les dificulta iden-
tificar riesgos respecto a las dinámicas
abusivas en las cuales se encuentran
involucradas, sino que tampoco iden-
tifican el riesgo de contagiarse de CO-
VID-19, aumentando aún más su vul-
nerabilidad y la de su entorno cercano.
En este escenario, aumentan las dificul-
tades de acceso a diversas prestacio-
nes como por ejemplo acceso a trata-
mientos de salud mental, tratamientos
de ITS, tratamientos de rehabilitación
por consumo de alcohol y drogas. De
igual modo, víctimas que dentro de
sus manifestaciones de daño tienden
a trasladarse a diferentes espacios, ex-
ponen a sus cercanos a riesgo de con-
tagio de COVID-19, ya sean domicilios
familiares y/o residencias protecciona-
les, generando complicaciones que se
constituyen en un tremendo desafío
para el sistema y las familias.
VOCES Y COLORES
Impunidad de la figura agresora
En términos generales, en contexto ac-
tual y anterior a la pandemia, una de
las dificultades presentes al abordar la
intervención respecto a la ESNNJ, tiene
relación con las figuras agresoras y los
escasos mecanismos existentes para
identificarlos y procesarlos penalmen-
te.
Esta aparente tolerancia social hacia
figuras agresoras, la cual no se reco-
noce desde un discurso políticamente
correcto pero se evidencia en la prác-
tica, pareciese encontrarse además
instalada en el entramado proteccio-
nal y penal, como por ejemplo a nivel
de instancias policiales y judiciales, en
tanto al pesquisarse situaciones de
ESCNNJ, suelen derivarse a los NN y
adolescentes a procesos reparatorios
dependientes de SENAME sin que este
proceso se acompañe de procesos
investigativos y penales eficaces. En
este escenario, las medidas adoptadas
162

principalmente a nivel penal, tanto en
su ámbito investigativo como sancio-
nador, carecen de efectividad en tan-
to las afectadas, sindicadas como casi
las únicas responsables de dar cuenta
de la violencia de la cual son víctimas,
deben experimentar durante estos
procesos reiterados cuestionamientos
que ponen en duda la comisión de al-
gún delito, y en donde los dispositivos
de protección y de establecimiento de
sanción tienden a ser inoperantes. La
situación se complejiza aún más cuan-
do no existe un relato desde la víctima,
ya sea por temor o por que no se con-
sidere como tal. Respecto a lo anterior,
cabe señalar que desde la óptica de
quien escribe, esta situación se pro-
duce principalmente por el descono-
cimiento que existe de esta dinámica
abusiva y enclaves patriarcales propios
de nuestra estructura sociocultural,
más que a responsabilidades indivi-
duales.
Junto a lo anterior, la política pública di-
rigida a la restitución de derecho de la
población infanto juvenil, tiende a cen-
tralizarse en aspectos reparatorios de
la vivencia particular, por tanto abor-
VOCES Y COLORES
da la vulneración como hechos aisla-
dos, parcializa el fenómeno, no ha-
ciéndose cargo de las dimensiones
sociales y culturales que lo producen
y legitiman. En otras palabras, si bien
se reconocen avances en el abordaje
de la ESCNNJ desde el entramado pú-
blico, no se han generado avances sig-
nificativos respecto a alterar el orden
social y las estructuras que sostienen y
reproducen la mantención de la ESCN-
NJ, por tanto si bien desde el discurso
se mencionan nociones de reparación
desde lo penal, los mecanismos inves-
tigativos y sancionadores actuales no
logran leer las particularidades propias
de las dinámicas de ESCNNJ como de-
lito, quedando estas prácticamente en
la impunidad.
Las víctimas, si bien por su rango eta-
rio legalmente son considerados como
población infanto juvenil, esta per-
cepción se pone en cuestionamiento
cuando ejercen prácticas que no son
asociadas culturalmente a este seg-
mento social. Las victimas de ESCNNJ
mantienen prácticas sexuales de las
cuáles además adquieren alguna retri-
bución material y/o simbólica, dos ele-
163

mentos que los segmenta inmediata-
mente del imaginario de infancia, y por
tanto, a pesar de lo establecido en las
directrices oficiales estatales, son con-
siderados socialmente como adultos y
adultas, a menos que su rango etario
los acerque más a la primera infancia.
Lo anterior se relaciona directamente
a que las víctimas no sean percibidas
como tales por distintos estamentos
de la estructura política y social.
Esta misma ambigüedad facilita la im-
punidad con la que cuentan en su ma-
yoría las figuras agresoras, la mayoría
de los adultos que ejercen prácticas de
ESCNNJ, son varones y casi todos con-
vencidos profundamente de sus dere-
chos sobre las víctimas, y estas a su vez,
la mayoría de las veces socializada en
la misma ideología, difícilmente puede
rebelarse y/o denunciar los gestos del
adulto que comete tal abuso.
En el contexto actual de pandemia en
donde existe un incremento significa-
tivo de las interacciones mediante pla-
taformas virtuales, el espacio virtual a
su vez, lamentablemente se constituye
en territorio fértil para la captación de
VOCES Y COLORES
víctimas y mantenciones de prácticas
de ESNNJ, ya sea por producción y re-
producción de imágenes abusivas, asi
como el establecimiento de contactos
para ejercer practicas asociadas a co-
mercio sexual en contexto de explota-
ción. Y de igual modo, las interacciones
en espacios virtuales favorecen aún
más la invisibilidad de las figuras agre-
soras, desde el anonimato y los esca-
sos mecanismos de fiscalización con
los cuales se cuentan actualmente en
la realidad virtual.
CONCLUSIONES
A modo de conclusión en este aparta-
do, es indispensable reiterar la nece-
sidad imperiosa de desarrollar meca-
nismos investigativos y sancionadores
que incorporen la comprensión del de-
sarrollo y permanente dinamismo pro-
pio de la ESNNJ, ya sea mediante sus
manifestaciones presenciales, como a
través de la red virtual.
164

Procesos de intervención en con-
texto de alerta sanitaria por CO-
VID-19
Este apartado se centra principalmente
en reconocer buenas prácticas identifi-
cadas a partir del trabajo realizado por
equipo profesional de Centro Antu,
pero además es un reconocimiento a
profesionales de diversas áreas de in-
tervención social, quienes frente a un
escenario interventivo desconocido,
tuvieron la capacidad de adaptar es-
trategias e identificar recursos profe-
sionales en sus prácticas laborales.
Si bien los procesos interventivos en
general se vieron interferidos y limita-
dos a desarrollarse mediante sesiones
no presenciales, lo cual ya en si es un
tremendo desafío, en este periodo se
reafirma que el vínculo terapéutico se
constituye en una estrategia y un obje-
tivo a su vez.
Dado que la gran mayoría de las vícti-
mas de ESCNNJ presentan dentro de
sus manifestaciones de daño el es-
tablecimiento de vínculos indiscrimi-
nados, el recurrir a profesionales por
VOCES Y COLORES
apoyo, contención u orientación, es un
indicador de que si bien generalmente
no se ven como víctimas de violencia
sexual, frente a la percepción de riesgo
logran reconocer a determinadas figu-
ras como referentes de apoyo, acción
que se constituye en sí misma como
una incorporación de estrategias de
autocuidado. Si bien las y los NNJ que
atendemos en nuestro centro tienden a
mostrar resistencia a participar de pro-
cesos interventivos, en contexto actual
en donde las posibilidades de estable-
cer contacto presencial es limitada, la
resistencia a establecer contactos por
teléfono o videollamada ha disminui-
do significativamente, es más, jóvenes
que se resistían a asistir a sesiones,
demandan explícitamente realizar se-
siones frecuentemente con sus profe-
sionales tratantes. Lo anterior permite
inferir que si bien existen resistencias a
abordar determinadas temáticas, esto
no necesariamente se traduce, como
pudiésemos haber interpretado en
contextos normales, que la población
infantojuvenil que atendemos es im-
permeable a un proceso reparatorio.
Más bien lo anterior da cuenta de lo
pertinente de contar con varios meses
165

de intervención, en donde el objetivo
inicial, y en ocasiones el único objetivo,
es el establecimiento de un vínculo te-
rapéutico, lo que se constituye en un
elemento reparador en sí.
Esta permanente demanda de aten-
ción de algunas jóvenes que aten-
demos (mujeres en su mayoría), nos
permite además identificar más níti-
damente algunas manifestaciones de
daño, como la escasa capacidad que
poseen de acatar establecimiento de
límites; realizando llamados en la ma-
drugada, o solicitando apoyo frente a
cualquier situación que es percibida
como “crisis”, comportamientos que
permiten evidenciar lo desafiante que
es un proceso interventivo desde que
las jóvenes reconocen necesidad de
apoyo, en donde el establecimiento de
límites en victimas de ESCNNJ es siem-
pre un objetivo a trabajar.
Y es interesante que lo anterior es po-
sible de trabajar desde lo no presen-
cial con mayor efectividad de la que
podríamos haber imaginado. Esta me-
todología que surge como una res-
puesta a la imposibilidad de realizar
trabajo presencial, se posiciona a su
VOCES Y COLORES
vez como un recurso para que la po-
blación infantojuvenil que atendemos,
paulatinamente incorpore nociones de
establecimiento de límites no asociada
a desinterés o intención de controlar,
más bien responde a un elemento bá-
sico presente en las relaciones respe-
tuosas. Un ejemplo de esto es que al
inicio de contexto sanitario, jóvenes
intentaban comunicarse indiscrimina-
damente con profesionales tratantes,
pero al iniciar procesos de reencuadre,
en donde se les otorgaba contactos de
emergencia en caso fuese necesario
los fines de semana, jóvenes dismi-
nuían sus llamados, y esperaban hasta
poder comunicarse con sus profesio-
nales tratantes para comentarles de-
terminadas situaciones ocurridas, dan-
do cuenta además de que estrategias
personales utilizaron para enfrentarla.
Obviamente existen excepciones, pero
este contexto ha permitido percibir
con mayor claridad la importancia del
vínculo terapéutico, y la impresión de
fragilidad que generalmente tenemos
de éste como profesionales, se pone
en cuestionamiento desde una óptica
positiva.
166

Junto a lo anterior, y haciendo referen-
cia a otras áreas de intervención, me
parece interesante dar cuenta como el
trabajo intersectorial desarrollado en
contexto actual, también se ajusta obli-
gatoriamente a las circunstancias, y del
cual también existen prácticas que me
parecen importantes de relevar.
El trabajo intersectorial realizado en
contextos normales, presenta la limi-
tación que implica en sí mismo el en-
foque de trabajo intersectorial tradi-
cional, la tendencia no intencional a
fragmentar la mirada respecto a los y
las sujetos de intervención, su entorno
familiar y comunitario, situación que
lamentablemente facilita, se continúe
invisibilizando como se desarrolla y
manifiesta la ESCNNJ en cada una de
sus víctimas, además de aumentar los
niveles de victimización secundaria, ya
que los diferentes dispositivos intervi-
nientes apuntan a cumplir sus propios
objetivos institucionales, mala praxis
en la cual tendemos a vernos atrapa-
das y atrapados profesionales de dis-
tintas áreas.
VOCES Y COLORES
No obstante lo anterior, el contexto ac-
tual ha facilitado instancias de reunio-
nes de coordinación y análisis de caso
vía medios digitales, en donde dadas
las circunstancias, estas han aumenta-
do en su frecuencia, y nos hemos visto
obligados a priorizar objetivos de in-
tervención según particularidades de
cada caso, realizando intervenciones
colaborativas ya sean que estas apun-
ten directamente a objetivos institucio-
nales o no. Esta flexibilidad metodoló-
gica, que es a la cual aspira el trabajo
intersectorial idealmente, a mi juicio
fue posible dado la incorporación de
noción de riesgo asociado a contexto
de alerta sanitaria y diversas limita-
ciones y recursos con los cuales con-
tamos en los diferentes dispositivos,
escenario que nos invita y obliga a ser
más creativos y establecer prioridades
con otra escala de criterios.
A modo de ejemplo se observan prac-
ticas asociadas a la elaboración de
planes colaborativos entre distintas
instituciones a corto plazo y en per-
manente revisión, mayor presencia en
reuniones de análisis de caso de ase-
sorías técnicas desde la ONG y SENA-
167

ME y otros dispositivos, mayor empo-
deramiento de profesionales de salud
y/o educación como agentes vigilantes
de situación proteccional de NNJ entre
otras.
Todo lo expuesto en este apartado
permite hipotetizar, que las incertezas
producidas por contexto actual y que
posiblemente se mantengan indefini-
damente, han propiciado una flexibili-
dad metodológica asertiva, y que por
tanto es necesario considerarla al mo-
mento de retornar a contextos sanita-
rios más seguros.
No obstante, para lograr lo anterior, es
necesario que la creatividad y adapta-
ción demostrada por profesionales de
todos los dispositivos que atendemos
directa o indirectamente a población
infantojuvenil, sea reconocida y apoya-
da por las distintas instituciones a las
cuales pertenecen, en donde se facili-
ten recursos y el establecimiento de
objetivos basados en la particularidad
de cada caso, priorizando lo anterior
por sobre metas institucionales, mala
práctica de las cuales todos somos
participes involuntariamente, y que en
VOCES Y COLORES
este periodo tan adverso, hemos de-
mostrado que se puede revertir.
Finalmente manifestar que este articu-
lo humildemente espera constituirse
en una invitación a fortalecer nuestros
procesos interventivos desde la man-
tención de una mirada reflexiva y critica
de cómo se manifiesta la ESCNNJ en di-
versos espacios y situaciones sociopo-
líticas y/o sanitarias, la necesidad de
recalcar una y otra vez la importancia
de modificar nuestro sistema penal en
esta materia, y por sobretodo es una
invitación y reconocimiento a mante-
ner y fortalecer capacidad de adapta-
ción de profesionales comprometidos
y comprometidas en sus diversos luga-
res de trabajo, para generar interven-
ciones interventivas colaborativas que
apunten a brindar que nuestra po-
blación infantojuvenil se desenvuelva
en contextos protectores y nutritivos,
adecuando los diversos lineamientos
de las políticas sociales a sus particula-
ridades y no al revés.
168

ASESORÍAS TÉCNICAS DE ONG PAICABI EN
TIEMPOS COVID-19.
Desafíos y oportunidades.
Una sistematización de la experiencia
Creado por:
PAULA LOBOS SUCARRAT
Psicóloga MBPs y Profesora EDI
Encargada Asesoría Técnica ONG Pai-
cabi Central-Viña del Mar
paula.lobos@paicabi.cl
Profesora de Educación Diferencial
Mención Trastornos del Aprendizaje
Específicos, Pontificia Universidad Ca-
tólica de Valparaíso, Chile.
Psicóloga y Licenciada en Psicología,
Universidad del Mar; Miembro Acredi-
tada de la British Psychological Society,
Reino Unido.
Magister cursado en Psicología Social
Mención Psicología Jurídica, Universi-
dad Valparaíso.
VOCES Y COLORES
Diplomada en Intervención Transgene-
racional Sistémica Escuela Trabajo So-
cial, Pontificia Universidad Católica de
Chile.
Especializada en Programa de Enrique-
cimiento Instrumental Cognitivo Reu-
ven Feurstain, Hadassah-WIZO Canada
Research Institute-PUCV.
Supervisora Especializada en Mentali-
zation Based Treatment for Adolescent
MBT-A , Anna Freud Centre for Children
and Families, Reino Unido.
Supervisora colaboradora en progra-
ma de participación infanto-juvenil ‘Our
Hearings Our Voice’, Children ‘s Hea-
ring Partnership Escocia, Reino Unido.
169

Adaptadora y Traductora de Planes de
Gestión del Cuidado-Seguridad-Pro-
tección en contextos de prácticas abu-
sivas sexuales:
“Systems Safety Plan” de Christine Mc-
Carlie y Ann Brady en su programa
MARR “Management, Assessment and
Risk Reduction”, Escocia-Reino Unido.
Carolina Saavedra Inostroza
Psicóloga. Encargada de Desarrollo
Técnico. ONG Paicabi Central- Viña
del Mar
Carolinasaavedra@paicabi.cl
Licenciada en Psicología de la Universi-
dad de Valparaíso – Chile.
Máster en Formación en Paidopsiquia-
tría y Psicología de la Infancia y de la
Adolescencia. Universidad Autónoma
de Barcelona - España.
Magíster en Psicología Mención Psico-
logía Comunitaria Universidad de Chile.
Diplomada en Formación Especializa-
da para Psicoterapeutas Infantiles,
VOCES Y COLORES
Instituto de Formación e Investiga-
ción-Acción sobre las Consecuencias
de la Violencia y la Promoción de la Re-
siliencia IFIVF Barudy Dantagnan For-
mación y Consultoría - España.
Coordinadora y Docente del Diploma-
do.
Formación en Traumaterapia Sistémi-
ca Infantojuvenil. IFIV – ONG Paicabi.
Investigadora Centro de Estudios y
Formación en Infancia, Adolescencia y
Familia. ONG Paicabi.
Autora de artículos en áreas asociadas
a la intervención psicosocial y vulnera-
ción de derechos en infancia.
170
 VOCES Y COLORES

INTRODUCCIÓN
En el contexto de crisis sociosanitaria condiciones proteccionales referidas.
provocada por el Covid-19, la ONG Pai-
cabi ha querido sostener su labor de No obstante, dada la naturaleza del
promoción y protección de derechos de trabajo proteccional que convoca a la
los niños, niñas y adolescentes (NNA), ONG Paicabi, esto ha implicado el de-
favoreciendo el cierre transitorio/tem- safío de la adaptación, colaboración y
poral de sus centros y desarrollando la ponderación equilibrada de las me-
intervenciones presenciales excepcio- didas efectuadas, en un entorno cam-
nales, dimensionadas desde un criterio biante. Todos los esfuerzos han abar-
ético, para colaborar con la cuarentena cado preguntas y respuestas en torno
preventiva y evitar el peligro de rápidoa las mejores formas de sostener un
contagio asociado a la interacción de criterio ético de atención, centrado en
la población, buscando de este modo, la responsabilidad de contribuir a evi-
favorecer el proceso de cuidado sani- tar nuevas vulneraciones graves de de-
tario para NNA y cuidadores atendidos, rechos en la vida de los NNA que par-
trabajadores/as de la ONG y la pobla- ticipan, en tanto se desarrollan nuevos
ción en general. aprendizajes de la intervención en el
contexto de las tecnologías de infor-
Se establece así desde el 16 de marzo mación.
2020, una modalidad de funcionamien-
to remoto para todos los Centros de la En consideración de lo anteriormente
ONG, y con fecha 17 de marzo Sename expuesto, la presente sistematización
organiza, mediante Resolución exenta pretende abrir la reflexión en torno
862, privilegiar el “Funcionamiento Re- a la experiencia de acompañamiento
moto” de los organismos colaborado- técnico que se desarrolla al interior de
res, con el propósito de velar por las los centros de la ONG Paicabi hacia los

171
 VOCES Y COLORES

profesionales encargados de la aten-

ción directa, por parte de la figura del
asesor/a técnico/a, en el marco de la
crisis sociosanitaria Covid-19, desde la
opinión y significados construidos por
los/as profesionales responsables de
esta labor.

SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA

Contexto de la experiencia

La ONG Paicabi aborda las vulnera-

ciones más graves de derechos que
afectan a niños y niñas, siendo su pre-
ocupación fundamental el generar
una plataforma de trabajo y acción en
contra del maltrato, el abuso sexual, la
exclusión social y la explotación sexual
comercial que afecta a niños, niñas y
adolescentes (NNA). Con este propósi-
to, en la actualidad, Paicabi implementa
21 programas de atención especializa-
da en la reparación de graves vulnera-
ciones de derechos hacia NNA, en las
regiones de Valparaíso y Coquimbo,
que forman parte de la red del Servicio
Nacional de Menores (SENAME).

172

Centros Especializados en Repa-
ración del Maltrato y Abuso Se-
xual Infantil (PRM): Estos progra-
mas se especializan en la reparación
del daño asociado a maltrato físi-
co, psicológico y/o agresión sexual
constitutivo de delito, ejercido en
contra de un NNA.
Centros Especializados en Inter-
vención para NNA que han rea-
lizado Prácticas de Abuso Sexual
(PAS): Estos programas buscan pre-
venir que los NNA que presentan
conductas abusivas de carácter se-
xual reiteren este comportamiento
y reparen daño asociado a graves
viulneraciones sufridas.
VOCES Y COLORES
Centros Especializados en Inter-
vención en Explotación Sexual
Comercial de Niñas, Niños y Ado-
lescentes – ESCNNA (PEE): Estos
programas abordan la explotación
sexual comercial en cualquiera de
sus variantes: explotación tradicio-
nal, trata de personas, pornografía
infantil, turismo sexual, padrinazgo,
ciber acoso o abuso por medios
electrónicos.
Centros de Intervención Integral
Especializada (PIE): Estos progra-
mas se focalizan en situaciones de
vulneraciones crónica de derechos,
que se expresan en la exclusión so-
cial de estos NNA de sus contextos
naturales de desarrollo (familiar, es-
colar, sanitario, sociocomunitario),
así como en la transgresión y violen-
cia de la que participan.
173
 VOCES Y COLORES

La finalidad de estos procesos de atención reparatoria, se logra a través del de-

sarrollo de los siguientes objetivos específicos:

Integrar la práctica de
red, orientada al posicio-
namiento de temáticas
relevantes de infancia a
nivel local, en la gestión
técnico-administrativa del
programa.
Integrar la perspectiva de
género, interculturalidad
y necesidades especiales,
orientadas al ámbito de la
intervención de casos y al
cuidado y formación del
equipo de trabajo, en la
gestión técnico-administra-
tiva del programa.

Fortalecer las capacida-

Fortalecer y/o desarrollar
los recursos familiares y
sociales para el bienestar
psicológico y social del
NNA
Favorecer el proceso
de resignificación de la
experiencia de vulneración
grave de derechos y el
impacto de estas expe-
riencias en los diferentes
niveles de la vida del NNA
Garantizar la protección
de los NNA, a través de la
interrupción de la situa-
ción de grave vulneración
de derechos y el estableci-
miento de condiciones de
cuidado y supervisión en
la vida cotidiana, mediante
la activación de mecanis-
mos familiares, sociales y
judiciales.
des técnicas individuales
y colectivas idóneas para
el trabajo en la temática
desde la perspectiva de
cuidado de equipos.
Desarrollar procesos de
evaluación (participativa)
de las lógicas, meto-
dologías y prácticas de
intervención orientadas
a la retroalimentación y
mejoramiento continuo
del trabajo.

174

De este modo, los equipos profesiona-
les que integran estos programas de
atención especializada, conformados
principalmente por trabajadores/as
sociales, psicólogos/as, abogados/as y
técnicos en trabajo social; a través del
desarrollo de diversas estrategias me-
todológicas, implementan las acciones
interventivas, orientadas al trabajo di-
recto con los niños, niñas, adolescen-
tes y adultos significativos, así como
con las redes focales (sociales, comuni-
tarias e institucionales). La intervención
también considera fases en que se in-
tenciona el logro de objetivos diferen-
ciados según las características parti-
culares de la situación del niño, niña o
adolescente.
Descripción de la experiencia
En el marco de la presente experien-
cia de sistematización, especial interés
reviste conocer las características que
adoptan las prácticas de asesoría téc-
nica al interior de los programas es-
pecializados que implementa la ONG
Paicabi; dado el particular escenario
de intervención actual centrado en la
atención directa de los niños, niñas y
VOCES Y COLORES
adolescentes participantes de los cen-
tros a través de medios remotos.
Como antecedente a este contexto de
intervención, en febrero del presente
año, se presenta a los centros el do-
cumento técnico interno “Rol Asesoría
Técnica Intraequipos”, parte de la pro-
ducción de materiales de apoyo a la
labor interventiva de los Programas Es-
pecializados de la ONG Paicabi, desde
el área de Gestión Técnica, basado en
la sistematización del trabajo reflexi-
vo intra equipos, realizado entre julio
y octubre 2019, y en el marco de con-
texto dinámico que fija temporalmente
las funciones de la asesoría técnica y
sus respectivas acciones interventivas,
como se describen a continuación:
175
 VOCES Y COLORES

Funciones Permanentes Jerarquizadas

1 Fortalecer las capacidades técnicas individuales y colectivas idóneas para

el trabajo en la temática desde la perspectiva de cuidado de equipos.

- Reuniones con duplas

- Reunión técnica general
- Estudio de carpetas e informes
- Comunicación a Director de aspectos relevantes

2 Apoyar la evaluación de proceso de mejoramiento continuo del centro,

identificando las necesidades actuales de la población atendida, describir y
analizar las mismas, proponiendo mejoras y ajustes para la mantención de la
calidad de atención.

- Revisión de estadísticas e información cualitativa del centro.

- Reuniones con equipo
- Análisis de la información
- Coordinar actividades de análisis de la información con el equipo
- Elaboración de documentos de análisis y/o síntesis de aspectos relevantes
- Comunicación a Director de aspectos relevantes

3 Apoyar ejecución de plan de cuidado de equipos, a través del monitoreo

de las necesidades del equipo, el diseño de plan de actividades y su ejecu-
ción

- Definición en conjunto con equipo de actividades específicas de plan

- Planificación de actividades de plan de cuidado de equipos
- Participación en actividades de cuidado de equipos

176
 VOCES Y COLORES

4 Apoyar la revisión de informes técnicos de casos que serán remitidos a

instancias judiciales u otros , en fases iniciales de inducción de los profe-
sionales (primeros 6 – 9 meses) o de casos críticos atendidos por su mayor
complejidad
- Reuniones con duplas
- Revisión de informes de casos críticos
- Devolución de observaciones a profesionales
- Monitoreo de superación de observaciones realizadas, si corresponde
- Comunicación a director de aspectos relevantes

5 Inducir y monitorear la inclusión de registros, instrumentos, informes, pla-

nes, estructuras y formatos cuantitativos y cualitativos de la intervención
contenidos en el Modelo Técnico de la ONG y en las Directrices de Sename
para la línea

- Levantar periódicamente (mensual/bimensual) el nivel de ajuste del equipo

a estas tareas
- Comunicación de tareas mensuales/bimensual a cada equipo tratante para
su planificación
- Reuniones de duplas
- Reuniones técnicas de socialización y de análisis

177
 VOCES Y COLORES

Funciones Episódicas (a ser desarrolladas cuando se requiera)

1 Apoyar la representación del proyecto en redes sociales, en actividades de

difusión, prevención y visibilización territorial

- Asistencia a reuniones.
- Coordinación de reuniones.
- Comunicación a Director de aspectos relevantes

2 Apoyo a desarrollo de procesos de pre ingreso, cuando se le requiera

- Análisis de información
- Coordinación de actividades con equipo de trabajo en fase de pre-ingreso.
- Comunicación a directora de aspectos relevantes.
- Revisión de documentos del caso.
- Análisis de la información.
- Revisión de informes de caso.
- Coordinación de actividades con equipo de trabajo de pre ingreso.

3 Apoyo a desarrollo de procesos de intervención, cuando se le requiera (ca-

sos críticos y actividades puntuales)

- Entrevistas de intervención específicas

- Co intervención con profesional tratante
- Asistencia a audiencia o procedimiento judicial
- Gestión de redes de intervención.

178
 VOCES Y COLORES

4 Apoyo a procesos de inducción técnica a los nuevos profesionales

- Asistencia a reuniones.
- Coordinación de reuniones.
- Comunicación a Director de aspectos relevantes

5 Apoyo a desarrollo de procesos de pre ingreso, cuando se le requiera

- Revisión de carpetas e información crítica

- Acompañamiento en traspaso de casos a atender
- Monitoreo de primeras etapas de la atención
- Traspaso de información técnica respecto a registros y modelo técnico
- Monitoreo de inducción virtual de Paicabi central en coordinación con Di-
rección del Centro
- Sistema que s e implementará como Aula Virtual en Marzo-abril 2020

6 Acompañamiento y contención a las duplas tratantes frente a crisis de ca-

sos de alta complejidad

- Reuniones con profesionales

- Gestión de acompañamiento técnico desde ADC Área Técnica
- Evaluación de necesidad de Supervisión externa intra Paicabi o extra Pai-
cabi.

179

Intencionalidad de la experiencia
El interés por desarrollar una caracte-
rización de la experiencia de asesoría
técnica en los centros, responde a la
necesidad de conocer las caracterís-
ticas particulares en que se llevan a
cabo los procesos interventivos, lleva-
dos a cabo en la crisis sociosanitaria
Covid-19, a partir de las cuales sea po-
sible formular algunas consideraciones
relevantes para el acompañamiento
técnico de los profesionales, que reali-
zan la intervención directa, en contex-
tos de emergencia social y/o sanitaria.
Lo anterior se enmarca, además en
uno de los objetivos específicos de los
programas especializados de la ONG
Paicabi, a saber, fortalecer las capaci-
dades técnicas individuales y colectivas
idóneas para el trabajo en la temática.
Formulación del objeto de sistema-
tización
A partir de lo anteriormente señalado,
se define como objeto de la sistemati-
zación, características de la experiencia
de asesoría técnica en los Centros de la
ONG Paicabi, en el contexto de la crisis
VOCES Y COLORES
sociosanitaria por Covid-19.
Marco teórico en que se inscribe la
experiencia
Los programas especializados de la
ONG Paicabi desarrollan procesos de
intervención en el que participa el niño,
niña o adolescente (NNA) y su familia,
en una modalidad de atención ambu-
latoria. La extensión temporal de este
proceso depende de cada línea de ac-
ción en que se inscribe (PRM, PEE, PAS
o PIE), que va desde los 12 hasta los
36 meses, pudiendo variar esta exten-
sión de acuerdo a las características de
cada caso en específico y su compleji-
dad. La intervención supone la acción
coordinada con otros actores locales
relevantes, lo cual se orienta a la in-
terrupción de la situación de violencia
sexual, maltrato físico, y/o psicológico,
la resignificación de esta experiencia y
el fortalecimiento de los recursos para
su bienestar psicológico y social.
Se orienta a que el abordaje técnico
profesional sea capaz de integrar las
múltiples dimensiones del fenómeno
de la violencia infantil grave, que se ex-
180
 VOCES Y COLORES

presa de forma particular en el contex-

to social y cultural en que emerge y se
sostiene, requiriendo de la generación
de un modelo de intervención que
aborde en complejidad tales elemen-
tos, precisando permanentemente las
condiciones de su aplicación.

Para lo anterior, resulta necesario dar

cuenta de los principios teórico-con-
ceptuales y de los fundamentos técni-
co-metodológicos.

a. Principios Teórico-Conceptuales,
que se configuran en los ejes com-
prensivos del modelo:

181

Enfoque de Derechos, que fun-
damenta la intervención a partir de
algunos artículos de la Convención
Internacional Derechos del Niño,
que se sitúan como ejes críticos de
su implementación, a saber, inte-
rés superior del niño, derecho a ser
protegidos del abuso y la agresión,
derecho a preservar su identidad,
derecho del niño a la supervivencia
y el desarrollo, y derecho a la parti-
cipación).
Perspectiva Comprensiva de la
Violencia y Daño, que hace refe-
rencia a que la violencia hacia un
NNA se instala en una red de rela-
ciones que la posibilita como tal, una
ecología, y desde donde se amplifi-
cará o disminuirá el efecto de la ex-
periencia abusiva específica.
VOCES Y COLORES
Perspectiva Sistémica Holística,
que dice relación con la necesaria
consideración de distintos análisis y
operaciones para acercarse al fenó-
meno del maltrato y abuso sexual in-
fantil, tomando en cuenta los distin-
tos contextos donde se desenvuelve
el NNA y su familia (Sename, 2015).
Perspectiva Ecológica de la Re-
paración, en donde ésta puede ser
entendida al menos desde tres nive-
les, el socio-político o macrosocial, el
exosistema y el microsistema.
182
 VOCES Y COLORES

b. Fundamentos Técnico-Metodológicos, que permiten la materialización con-

gruente y consistente del modelo de intervención:

Perspectiva Multidi-
mensional de la Inter- Enfoque Intersectorial Enfoque de Género Enfoque Intercultural
vención

Dinámica de Daño
Enfoque Evolutivo Enfoque de Inclusión Tipo de Intervención
Condiciones de Repa-
ración

Vínculo como Condi- Perspectiva de Desa- Dinámica Diagnosti- Distinciones entre tipos
ción de Posibilidad de rrollo co-Intervención de Maltrato Infantil
la Intervención

183

c. Reflexión sobre la perspectiva de
análisis
En el reconocimiento de los posibles
impactos de la crisis sociosanitaria por
Covid-19, surge la necesidad de enten-
der el lugar de los asesores técnicos de
los programas especializados, en tér-
minos de las funciones que han tenido
que desplegar en el acompañamiento
cotidiano a los profesionales. Lo ante-
rior emerge de los espacios regulares
de reflexión acerca de las prácticas in-
terventivas al interior de los centros,
así como entre los programas de aten-
ción; observando que posiblemente
surjan desafíos y oportunidades en
torno al ejercicio del rol de asesoría
técnica, en las actuales condiciones de
teletrabajo.
METODOLOGÍA
Sistematización
La metodología utilizada para el desa-
rrollo del presente trabajo se inscribe
en el proceso de Sistematización, de-
finido como “un proceso a través del
cual se recupera lo que los sujetos
VOCES Y COLORES
saben de su experiencia para poder
comprenderla, interpretarla y comu-
nicarla, produciendo así un nuevo tipo
de conocimiento” (Santibáñez, 1993).
El ejercicio de sistematización se orien-
ta principalmente a:
- Favorecer el intercambio de experien-
cias entre los distintos profesionales
- La comprensión y la reflexión de los
profesionales sobre su propio trabajo
- Adquirir conocimiento a partir de la
práctica
En este sentido, la metodología pro-
puesta resulta coherente con el in-
terés de la ONG Paicabi de relevar la
perspectiva y experiencia de los pro-
pios profesionales responsables de los
procesos de intervención, en la cons-
trucción de conocimiento significativo
respecto de los fenómenos de Violen-
cia Infantil.
Delimitación del objeto a sistema-
tizar
Como se ha referido anteriormente,
el objeto de sistematización se define
como: Características de la experiencia
184

de asesoría técnica en los Centros de la
ONG Paicabi, en la crisis sociosanitaria
Covid-19.
Objetivo
Sistematizar características de la expe-
riencia de asesoría técnica en los Cen-
tros de la ONG Paicabi, en la crisis so-
ciosanitaria Covid-19.
Procedimiento
El procedimiento establecido para la
presente sistematización se basó en
la estructura propuesta para tal efec-
to por el Centro de Investigación y De-
sarrollo de la Educación CIDE (Palma,
1992). De acuerdo a esta estructura,
básicamente, los pasos a seguir son los
siguientes:
 
- Análisis del contexto de la experiencia
a sistematizar
- Identificación de los procesos presen-
tes en la práctica a sistematizar
- Determinación del objeto de la siste-
matización
- Identificación de los elementos teóri-
co-referenciales presentes en la prác-
VOCES Y COLORES
tica
- Análisis de los postulados u orien-
tación presentes en la práctica de los
profesionales
- Desarrollo de la experiencia a siste-
matizar
- Análisis de los elementos extraídos
del proceso de sistematización
Las primeras etapas se abordaron a
partir de la revisión de documentos
elaborados por el Área Gestión Técni-
ca de la ONG Paicabi, consistente en el
Modelo Técnico de los Programas Es-
pecializados de la ONG Paicabi (ONG
Paicabi, 2019) y Documento Técnico
Interno “Rol Asesoría Técnica Intercen-
tros” (ONG Paicabi, 2020).
El desarrollo de la experiencia a siste-
matizar fue definido por las autoras del
presente documento y consistió en lo
siguiente:
a. Selección de los participantes:
Como criterio de selección de los pro-
gramas se consideró aquellos centros
185
 VOCES Y COLORES

de atención especializada pertene- DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

cientes a la ONG Paicabi, que contaran
dentro de su equipo de trabajo con Contenidos Temáticos y Categorías
horas profesionales de asesoría técni- Identificadas: Desafíos
ca, de los cuales 17 de 21 centros cum- A continuación, se describen las cate-
plían con este requisito. gorías identificadas en torno a los desa-
fíos, que los/as participantes visualizan
b. Producción de la Información: como dificultades, tensiones, nudos
Se aplicó la técnica de recolección críticos que deben enfrentar desde el
de información consistente en Focus rol de asesores/as técnicos/as o direc-
Group (entrevista en profundidad) en tamente los profesionales, en las ac-
la que participaron 14 profesionales tuales condiciones de teleintervención,
asesores/as técnicos/as (ver Anexos: para brindar una atención ajustada a
Guión de Entrevista Grupal). las necesidades emergentes de los ni-
ños, niñas, adolescentes y adultos/as,
c. Análisis de la información: en la crisis sociosanitaria actual.
El análisis de la información obtenida
se realizó a través de Análisis de Con-
tenido fundamentado en la Teoría de
Base (Rodríguez, Gil y García, 1996).
Este procedimiento consta de dos fa-
ses:
- Codificación Abierta: Reducción del
texto en conceptos más abstractos
para luego construir categorías temá-
ticas inclusivas.

- Codificación Axial: Relectura y unifica-

ción de datos a partir de paradigma de
codificación.

186
 VOCES Y COLORES

Desafíos de la experiencia de asesoría técnica

D1. Metodología de D2. Relación con D3. Contextos de D4. Equipo de tra-
la intervención NNA y familias intervención bajo

D1.1 D2.1 D3.1 D4.1

Procesos Ingreso - Egreso Vínculo terapéutico Contactos y bio-seguridad Persona del interventor

D1.2 D2.2 D3.2 D4.2

Decisiones técnicas Dimensión evolutiva Medios tecnoló-gicos Rol contenedor

D1.3 D2.3 D3.3 D4.3

Interven-ción reparatoria Condiciones familiares Adaptación y flexibilidad Gestión del cuidado

Categoría D1: Metodología de la in- que demandan nuevas exigencias.

tervención
En esta categoría se agrupan los sig-
nificados que emergen en los/as par-
ticipantes, asociados a las dificultades,
tensiones y nudos críticos que enfren-
tan para desarrollar la intervención, de-
biendo ajustar las herramientas meto-
dológicas a las actuales condiciones de
trabajo, así como adoptar decisiones
técnicas en un escenario cambiante y
con requerimiento internos y externos
Subcategoría D1.1: Procesos de in-
greso y egreso
En esta subcategoría se relevan las
afirmaciones de los/as participantes,
en torno a las dinámicas relativas a los
ingresos y egresos de caso, y la ética
detrás de la toma de decisiones de la
autorización de orden administrativa
o no de éstos, dando cuenta del desa-
fío de organizar los requerimientos en

187

este contexto de crisis sociosanitaria.
“ehhh… la realización de ingresos y
egresos ya?, desde que Sename nos au-
toriza o no nos autoriza?, qué tan ético
es desvincularnos así de un caso, pero
hay una lista de espera tremenda tam-
bién que necesita, niños que necesitan
ingresar, entonces también eso es un
nudo crítico” (Participante 7).
“después para hablar un poco de lo que
tiene que ver con el funcionamiento del
centro, han ocurrido, al menos desde
acá, nos pasó que fue súper difícil po-
der organizarse con los requerimientos
del Sename, en cuanto a lo que fueron
los ingresos, el tema de los egresos,
cómo se organiza el trabajo nuevo que
tuvimos que partir a los centros a orde-
nar como iba a ser este nuevo panora-
ma que yo siento que es un desafío día
a día” (Participante 3).
Subcategoría D1.2: Decisiones técni-
cas
Esta subcategoría agrupa los signifi-
cados que emergen en los/as partici-
pantes en torno a las limitaciones en
el desarrollo de acciones interventivas,
VOCES Y COLORES
asociadas a las condiciones de posi-
bilidad que aporta el contexto actual
de trabajo, tanto en los procesos diag-
nósticos, como en la elaboración de
informes técnicos y que redundan en
decisiones en torno a la necesidad de
reformular los planes de intervención
con los NNA y sus familias.
“el tema de utilizar el diagnóstico de
daño también, casos que se han deci-
dido ingresar porque bueno, cumplen
los criterios no cierto? también es difí-
cil hacer un diagnóstico y qué medida
nosotros podemos profundizar en eso,
sólo a veces queda sólo el monitoreo”
(Participante 5).
“al ir revisando los informes, porque
eso es una función que yo sigo hacien-
do, he visto como los procesos han ido
cambiando y que las condiciones de
posibilidad que brinda el trabajo tera-
péutico propiamente tal, tiene que ver
con el vínculo terapéutico, sí?, cuando
ya las duplas han generado vínculos
importantes con sus niños, niñas y ado-
lescentes” (Participante 9).
“que hacen entrevistas hablando sobre,
188

no sé, experiencias de abuso anteriores,
donde en realidad el niño la necesidad
actual es que no tiene qué comer, en-
tonces ahí yo creo que, no podemos en-
trar en eso, y hay que como reformular
el plan y como volver a formular objeti-
vos de trabajo y que nosotras también
como asesoras y asesores tengamos
claridad de eso, cómo no segmentar la
realidad, y ahí yo creo que ese es un de-
safío también” (Participante 3).
Subcategoría D1.3: Intervención
reparatoria
En esta subcategoría se relevan las
tensiones que emergen respecto de
las condiciones de posibilidad que
otorga el actual contexto de trabajo,
para abordar las experiencias da daño
vivenciadas por los niños, niñas y ado-
lescentes, asociado al temor de los
profesionales de no disponer de los
suficientes recursos para contener y
favorecer procesos de integración de
estas experiencias.
“Y… porque no se pueden abrir temas,
porque no está la contención directa,
sí? y principalmente le pasa a algunos
profesionales con.. creo que, lo señalé
VOCES Y COLORES
ahí escrito por el chat con los niños y
las niñas no?, el abordaje terapéutico
reparatorio con niños y niñas; ahí ha-
bía un nudo crítico importante” (Parti-
cipante 10).
“sí, me llama la atención que la dupla
a veces sigue resistiéndose y señalando
así como, no, este objetivo que estaba
planificado, pero señalando así burda-
mente como está puesto en el informe,
no, este objetivo que estaba planifica-
do queda suspendido hasta que se re-
torne a lo presencial, no? y eso puede
ser eterno, o sea, si ya llevamos 3 me-
ses, no sabemos cuándo volveremos a
lo presencial no?, entonces claro, que-
da suspendido y a mí me llama la aten-
ción, porque cuando hablan del proce-
so en el que están, sí se observa que hay
vínculos y que hay abordaje, pero como
casi de manera tangencial de las temá-
ticas no? (Participante 4).
“pero como que hay un temor a hablar
de lo reparatorio, así como que lo re-
paratorio, la resignificación, no?, no da
cabida en esta forma de trabajo, con los
adultos lo visualizan como más posible
pero no con los niños y las niñas y yo
189

creo que ahí hay un tema importante
que se pudiera trabajar” (Participante
14).
Categoría D2: Relación con NNA y
familias
En esta categoría se agrupan los sig-
nificados que surgen en los/as partici-
pantes, en torno a las limitaciones que
ofrece la actual modalidad de trabajo
para desarrollar un acompañamiento
a las familias, que conserve o fortalez-
ca el vínculo de apoyo y responda a
las actuales necesidades particulares
que emergen tanto en los niños, niñas
y adolescentes, como en sus cuidado-
res.
Subcategoría D2.1: Vinculación te-
rapéutica
En esta subcategoría se relevan las
tensiones que emergen, respecto de
las restricciones que impone el con-
texto de trabajo actual para desarrollar
un contacto cara a cara con los niños,
niñas y adolescentes, que fortalezca el
conocimiento y la construcción de un
vínculo de confianza.
VOCES Y COLORES
“y poder adaptarnos también a eso la
vinculación también terapéutica de ca-
sos nuevos también ha sido difícil con-
siderando casos que ya habían tenido
poca adherencia y ya en este contexto
es mucho más difícil“ (Participante 9).
“bueno y con casos que se han ingre-
sado recientemente también es difícil
desarrollar un vínculo de trabajo, un
vínculo terapéutico si no nos vemos las
caras, no cierto, si se pierde toda el len-
guaje no verbal verdad y todo lo que
sabemos que implica comunicarnos de
esta manera” (Participante 2).
 
Subcategoría D2.2: Dimensión evo-
lutiva
Esta subcategoría agrupa los signifi-
cados que emergen en los/as parti-
cipantes, en torno a la necesidad de
consideración de las características
particulares de los niños, niñas y ado-
lescentes, para la adecuación de las
metodologías de la intervención a de-
sarrollar en el contexto actual de tra-
bajo.
“desafíos de estrategias técnicas que
nos empezamos a quedar cortos en mi
190

percepción sobre todo con los niños
más pequeños” (Participante 11).
“la gran, gran dificultad que yo veo como
desafío es, la intervención con los más
pequeños, que necesitan un contacto
más uno a uno y que muchas veces es
muy difícil porque, no sólo mantener la
atención sino que generar el vínculo te-
rapéutico, se hace súper complejo, eso
como en términos bien generales” (Par-
ticipante 13).
“estamos todos como presentando las
mismas problemáticas o dificultades
digamos, pero sí, una de las que más
prevalece digamos en el centro, o que
las mismas duplas también han ma-
nifestado tiene que ver con las dificul-
tades de los niños y niñas en etapa
escolar ya?, tiene que ver con ello con
que muchas veces, bueno el desarrollo
lenguaje interfiere, pero muchas veces
con que los mismos adultos no facilitan
los espacios verdad? tampoco para ge-
nerar la intervención de manera indivi-
dual y privada” (Participante 1).
“… en general, los adolescentes con los
que nosotros trabajamos, si bien tienen
más conocimientos y acceso a la tecno-
VOCES Y COLORES
logía, en nuestro caso ha pasado que
son súper reacios a poder contactarse
con nosotros, a poder hablar por telé-
fono, o quizá poder imaginar alguna
video llamada, alguna intervención por
zoom o por el mismo whatsapp, enton-
ces ese fue un desafío bien importante,
también que siento que a la fecha se
mantiene esa complejidad” (Participan-
te 8).
Subcategoría D2.3: Condiciones fa-
miliares
En esta subcategoría se relevan las
afirmaciones de los/as participantes en
torno a las características que aprecian
en las familias, en la actual crisis socio-
sanitaria, con énfasis en la amplifica-
ción de condiciones de vulnerabilidad
y la priorización de su ocupación en la
satisfacción de necesidades materiales
básicas, que incrementan el estrés de
este grupo social.
“con los adultos, la dificultad sigue sien-
do la misma que tenemos en la inter-
vención presencial principalmente, que
tiene que ver muchas veces con la obli-
gatoriedad, muchas veces de los pro-
cesos, entonces esa dificultad se man-
191

tiene, lo que pasa es que ahora es más
difícil como ir a rescatar a esos adultos”
(Participante 6).
“como se ha dicho, el mayor estrés a
nivel familiar desde las dificultades de
suplir las necesidades básicas de los
niños, de las familias, por el tema del
desempleo, lo que ya venía acarreán-
dose desde el estallido social, entonces
eso también hace que la disposición
de las familias sea como la base de la
pirámide, no cierto? primero suplir la
necesidades básicas, para luego pensar
en tal vez retomar un tema reparatorio,
entonces eso también ha sido un nudo
crítico” (Participante 4).
“o bien, muchas veces no están las
condiciones, verdad, a nivel familiar o
están justamente en situación de haci-
namiento entonces eso de verdad que
complejiza la intervención, eso por un
lado” (Participante 13).
Categoría D3: Contexto de inter-
vención
Esta categoría agrupa los significados
que emergen en los/as participantes,
en torno al desafío que la crisis socio-
VOCES Y COLORES
sanitaria demanda a los equipos pro-
fesionales, para ofrecer nuevas condi-
ciones de seguridad y protección en
el establecimiento de contacto con las
familias participantes.
Subcategoría D3.1: Contactos y bio-
seguridad
En esta subcategoría se relevan las ten-
siones que emergen respecto de las
condiciones de seguridad para desa-
rrollar acciones presenciales, en térmi-
nos de prevenir el contagio Covid-19, y
el imperativo ético de la disponibilidad
y permanencia del Centro y los profe-
sionales para el resguardo de la pro-
tección de los derechos de los NNA.
“en un principio también nos pasó que
también estábamos como bien preocu-
pados de si hacíamos o no hacíamos
las visitas, cuando no teníamos contac-
to con las familias, ahí siempre se pre-
sentó como un desafío el decidir si ir a
visitar por el tema del contagio” (Parti-
cipante 2).
“yo tuve experiencia igual, por ejemplo,
de ir a visitar a casos de lista de espera
porque no podíamos contactarnos con
192

ellos y en realidad el riesgo también es
real, porque la gente también muchas
veces me pasó que no tienen incorpora-
do el tema del cuidado, el usar masca-
rilla, el respetar la distancia, entende-
mos que los adolescentes con los que
trabajamos por lo general igual tienen”
(Participante 8).
“Bueno y todos los niños con los que, en
general trabajamos, tienen muchas ca-
rencias afectivas y por lo tanto también
nos pasó que los niños se acercaban a
nosotros, como a tratar de saludarte, a
abrazarte entonces ese también ha sido
un desafío en cuanto a lo que tiene que
ver con las acciones presenciales” (Par-
ticipante 4).
Subcategoría D3.2: Medios tecnoló-
gicos
En esta subcategoría se relevan las
afirmaciones de los/as participantes en
torno a las condiciones de posibilidad
que ofrecen los medios tecnológicos,
disponibles tanto en las familias como
en los profesionales, para el desarro-
llo de los procesos de intervención, en
términos de las limitaciones pero tam-
bién el despliegue de nuevas habilida-
VOCES Y COLORES
des para su uso adecuado.
“la tolerancia a la frustración cuando se
nos cae el sistema, cuando estamos con
niños, con una familia y no podemos
comunicarnos” (Participante 5).
“Tenemos un territorio geográficamen-
te muy complejo, en donde muchos,
muchos de nuestras familias o de nues-
tros niños no tienen simplemente co-
nectividad a internet, entonces ahí hay
que hacer todos los contactos a través
del teléfono” (Participante 11).
“la idea es brindarles ese espacio de en-
cuentro que sea continua, entonces des-
de ahí hemos tenido que adaptarnos a
todos estos medios tecnológicos, que
muchas veces los niños o los jóvenes
estaban bien socializados y nosotros
estamos entrando bien en este mundo”
(Participante 9)
Subcategoría D3.3: Adaptación y
flexibilidad
Esta subcategoría agrupa los significa-
dos que emergen en los/as participan-
tes en torno a la necesidad de acompa-
ñar y favorecer procesos de adecuación
193

y creatividad, tanto en el desarrollo de
nuevas estrategias metodológicas, en
el contexto de nuevas “plataformas” de
vinculación con los NNA y sus familias,
así como en la capacidad de disponer
e implementar este acceso a internet.
“poder desarrollar metodologías de tra-
bajo remota y poder dar una adecuada
implementación para poder ejecutar-
las. Esto es, se necesita mejor y mayor
capacidad de internet, por ejemplo”
(Participante 5).
“contener de manera continua a los
compañeros respecto a nuevas mane-
ras interventivas, metodologías, herra-
mientas” (Participante 3).
“si bien se logra el trabajo remoto, no
todas las familias tienen acceso a redes
sociales, limitando acceso” (Participan-
te 12)
“La búsqueda de nuevas estrategias o la
acomodación de estas al nuevo contex-
to, donde se ha tenido que transmitir a
todo el equipo y compartir estas nuevas
formas de intervenir…” (Participante 7)
VOCES Y COLORES
Categoría D4: Equipo de trabajo
En esta categoría se agrupan los signi-
ficados que emergen en los/as partici-
pantes asociados al reconocimiento de
necesidades que si bien existían en los
profesionales, se amplifican en las ac-
tuales condiciones de trabajo, referidas
a espacios contenedores y reflexivos
en torno a la persona del interventor y
la visualización de estos requerimien-
tos a nivel institucional.
Subcategoría D4.1: Persona del in-
terventor
En esta subcategoría se relevan las
afirmaciones de los/as participantes en
torno a la necesidad de visualizar las
condiciones personales en que cada
integrante del equipo está enfrentado
la crisis sociosanitaria actual y el im-
pacto o afectación socioemocional que
conlleva.
“así como en las familias que estamos
atendiendo, los niños, nosotros tam-
bién estamos en confinamiento, en-
tonces desde ahí surgieron hartos ni-
veles de angustia en los profesionales,
respecto de sus propias situaciones
personales” (Participante 8).
194

“de poder acomodarse a esta modali-
dad, teletrabajo, tele multifuncionali-
dad doméstica, porque en mi equipo
hay muchas mujeres con crías, dentro
de las cuales yo también me sumo y
todo lo que eso ha implicado en térmi-
nos de demanda, no?” (Participante 14).
“a pesar de que lo hemos conversado
con la directora del centro, y ha sido
bien apañadora como en validar tam-
bién eso de que, cada uno está hacien-
do lo mejor que puede, pero de todas
maneras esa incertidumbre, es una in-
certidumbre más con la que hay que
lidiar, entonces para mí por lo menos
en lo personal ha sido complejo, ha
sido complejo y agradezco a los com-
pañeros que expusieron un poco desde
cómo les estaba llegando desde lo per-
sonal” (Participante 6).
Subcategoría D4.2: Rol contenedor
En esta subcategoría se releva la de-
manda que los/as participantes han
identificado en torno a brindar espa-
cios de contención y soporte al equipo
de trabajo, dadas las múltiples exigen-
cias del contexto de trabajo actual y las
VOCES Y COLORES
implicancias particulares que genera
en los profesionales y sus familias la
adaptación a la crisis sociosanitaria.
“como asesora, porque si bien yo soy
un profesional igual que el resto, igual
mi rol es distinto, entonces muchas ve-
ces a mí me ha pasado que he recibi-
do llamados o mensajes de whatsapp,
que sé yo, de mis compañeras muy an-
gustiadas o muy abrumadas cierto?,
donde yo también me he sentido muy
angustiada y nada po’, qué hago con
eso, y trato como de acompañarme de
mis compañeras asesoras, directora,
de cómo podemos apoyar, pero a veces
claro, también quién la apaña a una en
eso, de alguna manera, no es fácil; eso
me gustaría como resaltar” (Participan-
te 13).
“Eso, me quedo con, al menos hasta
ahora con la tarea de trabajar con el
equipo y con las personas de cada uno
de nosotros, de cómo estamos, de cómo
nos sentimos, los cansancios, bueno
porque eso es lo otro, ya llevamos 3 me-
ses si no me equivoco en esta modalidad
de trabajo, estamos todos súper, súper
cansados y esa es la queja constante y
195

que claro le llega a uno, uno es como el
puente, yo siempre he dicho este cargo
tiene como una cosa como “el jamón
del sándwich” en muchos momentos,
estamos así, como somos como parte
del equipo, pero a la vez estamos ahí
con la dirección, pero no somos directo-
res y tampoco somos profesionales de
la atención directa, entonces de repente
te encontrai ahí” (Participante 8).
“Tomar la flexibilidad respecto de las
necesidades de nuestras duplas y poder
entregar más apoyo desde el análisis de
caso dadas las nuevas situaciones que
están viviendo las familias y nuestros
NNA, entregando mayor apoyo en el
seguimiento de casos más complejos.”
(Participante 6)
Subcategoría D4.3: Gestión del cui-
dado
Esta subcategoría agrupa los significa-
dos que emergen en los/as participan-
tes en torno a la necesidad de visibili-
zar la necesidad de abordar el cuidado
de equipo no sólo desde los recursos
protectores que surgen de las buenas
prácticas internas, sino de la gestión
de procedimientos institucionales que
VOCES Y COLORES
fortalezcan esta dimensión.
“la forma en que yo tengo, con mis pro-
pios recursos, de resolver situaciones
críticas que me están afectando, ya sea
desde esta situación laboral al cuida-
do de equipo que sí se requiere tener,
y creo que en eso estamos falentes y no
sólo ahora, sino que ahora se hace más
evidente tal vez o más crítico sí?” (Parti-
cipante 12).
“nuestro gran nudo crítico tiene que ver
con un espacio de autocuidado… por-
que se ha visto resentido la salud men-
tal también de cada uno de nosotros
como equipo y creo que un espacio de
autocuidado nos brindaría quizá la po-
sibilidad de descomprimir un poquito;
y poder tener quizás mejores prácticas
como interventivas también con las fa-
milias” (Participante 1).
“El autocuidado del equipo ahora es
más imprescindible que antes. Este con-
texto ha provocado algunos problemas
en los equipos que tienen que ver con:
problemas para dormir, desajustes en
rutinas y horarios, el tener que traba-
jar con la presencia de niños pequeños
196
 VOCES Y COLORES

que demandan atención lo cual genera estrés en los profesionales, problemas de

límites con los usuarios ante permanente demanda a los teléfonos personales.”
(Participante 9)

Contenidos Temáticos y Categorías Identificadas: Oportunidades

A continuación, se describen las categorías identificadas en torno a las oportuni-
dades que los/as participantes visualizan como posibilidades de desarrollo téc-
nico y aprendizajes que fortalezcan las capacidades de los equipos para brindar
una atención ajustada a las necesidades emergentes de los niños, niñas, adoles-
centes y adultos/as, en la crisis sociosanitaria actual.

Oportunidades de la experiencia de asesoría técnica

O1. Innovación metodoló- 02. Relación con NNA y fa- O3. Fortalecimiento del
gica milias equipo

O1.1 O2.1 O3.1

Adaptación al contexto interventivo Comunica-ción fluida Conocimiento interpersonal

O1.2 O2.2 O3.2

Aprendizaje técnico Innovación organizativa Apoyo rol directivo

O1.3 O2.3
Vinculación con NNA y familias Procesos interventivofortalecidos

O1.4
Gestión de redes

197

Categoría O1: Innovación Metodo-
lógica
En esta categoría se agrupan los sig-
nificados que emergen en los/as par-
ticipantes asociados a la valoración
favorable que describen en torno al
contexto de trabajo actual, en el sen-
tido de que ofrece la oportunidad de
revisar las metodologías de interven-
ción para ajustarlas a las necesidades
cambiantes de los NNA y sus familias,
considerando las condiciones de posi-
bilidad que proveen los recursos tec-
nológicos disponibles en los interven-
tores y en las familias.
Subcategoría O1.1: Adaptación al
contexto interventivo
Incluye los significados que dan cuen-
ta de las posibilidades que otorga el
contexto de trabajo actual para hacer
emerger la innovación, creatividad y
flexibilidad en los profesionales, quie-
nes adaptan los recursos metodológi-
cos, conservando el compromiso ético
en el trabajo con los niños, niñas y ado-
lescentes.
“lo que más me ha gustado es que no
nos hemos paralizado, entonces cuan-
VOCES Y COLORES
do yo hago análisis quedo como bien
contenta porque ellos tienen muchas
nuevas ideas, cosas nuevas que han he-
cho que me cuentan dentro de los aná-
lisis que se hacen” (Participante 4).
“creo que este período de confinamien-
to nos ha llevado principalmente a la
innovación, a la creatividad también
desde nuestro rol y el rol de los tera-
peutas también que juegan las duplas
intervinientes” (Participante 9).
“hemos podido revisar con el equipo las
condiciones de posibilidad para proce-
sos de resignificación en esta modalidad
virtual de intervención” (Participante 6).
Subcategoría O1.2: Aprendizaje
técnico
Esta subcategoría agrupa los signifi-
cados que emergen en los/as partici-
pantes en torno a la posibilidad que
otorgan los medios tecnológicos para
favorecer el fortalecimiento de recur-
sos técnicos a través de la búsque-
da activa, participación e integración
de herramientas metodológicas que
emergen en distintas plataformas intra
y extrainstitucionales disponibles.
198

“el estar en casa, si bien compatibili-
zando el trabajo con la crianza también
nos ha dado la oportunidad de generar
harto conocimiento e introducirnos en
hartas capacitaciones que la red tam-
bién nos ha brindado de manera gra-
tuita, y yo creo que eso es una gran
posibilidad, porque desde ahí nosotros
como equipo hemos compartido mu-
cho material, hemos compartido capa-
citaciones, foros, encuentros, respecto
a nuevas herramientas, metodología
interventiva que creo que eso también
nos ha permitido nutrirnos como equi-
po” (Participante 2).
“he conocido como varios casos tam-
bién de otros compañeros que han to-
mado capacitaciones de manera indivi-
dual, con otras corporaciones, a modo
de ir también apoyando al equipo en
general… también nos hemos compar-
tido material, estrategias interventivas,
qué funciona, qué no” (Participante 11).
Subcategoría O1.3: Vinculación con
los NNA y familias
En esta subcategoría se relevan los re-
cursos disponibles en los equipos de
trabajo, para desarrollar un acompa-
VOCES Y COLORES
ñamiento, que incorpore las tecnolo-
gías disponibles, para ofrecer nuevas
posibilidades de apoyo a los NNA y
sus familias; que además, en algunos
casos, mejora la participación de las
familias respecto del período anterior,
a través del fortalecimiento del vínculo
terapéutico.
“como oportunidad también, anoté
como el descubrir otras formas de in-
tervención, si bien a nosotros por ejem-
plo nos pasó que en esta… nos pasa que
en esta pandemia como los adolescen-
tes que trabajamos nosotros son más
disruptivos por lo general nos pasa que
algunos no respetan el toque de queda,
la cuarentena, y eso ha generado que
padres que en el trabajo presencial
también eran bien esquivos de poder..
que no quisieran estar en la interven-
ción ha generado también que empie-
cen a adherir, de como para presentar
su preocupación de que su hijo no le
obedece, de cierto modo en el trabajo
con los adultos se ha visto beneficiado
con este trabajo de crisis, en el caso de
nuestra modalidad…” (Participante 2).
 
“los equipos han podido establecer vin-
199

culaciones semanales y de mayor cer-
canía con algunos casos con escasa
adherencia anterior y donde ven a los
profesionales como personas disponi-
bles para contener y colaborar el con-
texto tan adverso” (Participante 13).
Subcategoría O1.4: Gestión de re-
des
En esta subcategoría se relevan las
afirmaciones de los/as participantes en
torno a la oportunidad de afianzar el
trabajo colaborativo con instancias de
la red institucional que permiten aunar
esfuerzos y favorecer el acceso de bie-
nes y servicios, que satisfagan las nece-
sidades regulares y emergentes de los
niños, niñas, adolescentes y adultos/
as, así como favorecer la restitución de
sus derechos vulnerados.
“la red Eco Barón se activó más que
nunca. Como profesionales hemos
comprendido la necesidad de trabajar
en equipo a nivel de las instituciones.
Por tanto, se han hecho más expedi-
ta las atenciones en salud mental, por
ejemplo” (Participante 14).
“coordinación con redes, quienes logran
VOCES Y COLORES
dar respuesta en su mayoría a coordi-
naciones, reuniones, etc. Con una co-
municación fluida” (Participante 7).
“cuando uno analiza los casos con las
duplas, la coordinación con redes, in-
cluso aquí incluyo a Paicabí, en las ca-
pacitaciones conocí recién a muchas
personas que yo veía sólo por correo y le
respondía correos, pero no sabía cómo
eran sus caras?... mucho más contac-
to con Paicabí que antes, por ejemplo,
como en los memos, en las capacitacio-
nes, en el material que nos han brinda-
do y yo creo que eso también ha sido
súper positivo” (Participante 12).
Categoría O2: Organización / tra-
bajo en equipo
Esta categoría alude a las afirmaciones
de los/as participantes, en torno a la
oportunidad que esta modalidad de
trabajo ha favorecido para el desarro-
llo de nuevas formas de organización
del trabajo y el fortalecimiento de prác-
ticas colaborativas.
Subcategoría O2.1: Comunicación
fluida
Esta subcategoría agrupa los signifi-
200

cados que emergen en los/as partici-
pantes en torno a la posibilidad que
otorgan los medios tecnológicos para
favorecer una coordinación sostenida
e intensiva al interior del equipo, así
como la comunicación fluida desde su
rol de acompañamiento técnico con
los distintos/as integrantes de éste.
“a mí me ha resultado una súper opor-
tunidad el poder focalizar mucho más
el trabajo de acompañamiento de las
duplas y los casos; porque muchas ve-
ces en los centros cuando estamos pre-
sencialmente, se ve interrumpida por la
crisis de los mismos casos que sucede
algo, los chiquillos tiene que ir a terreno
o pasan cosas en el cotidiano también
de los centros y de las intervenciones, y
eso hoy día no interrumpe tanto la po-
sibilidad, o no irrumpe en la posibilidad
de planificar estos espacios de reflexión
y acompañamiento con las duplas res-
pecto del quehacer técnico en la inter-
vención de los casos” (Participante 1).
“la oportunidad mayor que yo puedo
identificar tiene que ver con la posibi-
lidad de potenciar y mejorar el trabajo
en equipo, mejorar la comunicación con
VOCES Y COLORES
el resto del equipo, cierto? nosotros tra-
bajamos en triadas, tenemos 5 triadas,
y yo soy el único asesor técnico del cen-
tro; igual es complejo poder organizar-
se para poder responder a todos en sus
requerimientos, y por eso mismo sien-
to que también hay una oportunidad
de mejorar también las competencias
personales y también las competencias
laborales de uno mismo y poder orga-
nizarse en el tiempo, de poder mejorar
los canales de comunicación” (Partici-
pante 2).
“se ha reforzado el trabajo de equipo
que antes existía, nos hemos tenido
que articular de tal manera que re-
sulte cómodo para el equipo nuestro
acompañamiento, esto es organizarnos
para poder responder a las deman-
das emergentes, dando la sensación
al equipo que no están solos, siempre
hay alguien ahí para apoyar, ponemos
el ejemplo de un caso de una niña con
ideación suicida activa y grave sin hos-
pitalización, nos organizamos entre las
asesoras y la directora, para atender de
manera inmediata la necesidad de las
profesionales que atendían a la joven”
(Participante 9).
201

Subcategoría O2.2: Innovación or-
ganizativa
Incluye los significados que dan cuenta
de las posibilidades que otorga el con-
texto de trabajo actual para generar
nuevas formas de planificar y desarro-
llar el quehacer técnico, favoreciendo
el intercambio de ideas, el trabajo cola-
borativo y la flexibilidad solidaria para
enfrentar los desafíos.
“ha sido un equipo que se mantiene
bien comunicado y reunido pero ahora
ellos inventaron nuevas formas, hacen
grupos aparte, nos juntamos los psicó-
logos, se juntan los trabajadores socia-
les se traspasan formas de intervenir,
como apoyándose, apoyándose más
allá de lo que puede convocar el área
técnica” (Participante 6).
“yo creo que todas estamos viviendo las
mismas dificultades y cómo apoyarnos
también un poco, verdad?... también
nos hemos acompañado en el sentido
de que si hay un caso que requiera in-
tervención presencial y uno no puede,
se apoya y va otra persona verdad, en-
tonces, rescatar también eso, el sentido
de compañerismo también entre algu-
VOCES Y COLORES
nas duplas” (Participante 11).
Subcategoría O2.3: Procesos inter-
ventivos fortalecidos
Esta subcategoría agrupa los signifi-
cados que emergen en los/as partici-
pantes en torno a la oportunidad que
ofrece la modalidad de trabajo actual
para desarrollar procesos de acompa-
ñamiento/análisis de casos con mayor
profundidad, la reestructuración de
los planes de intervención, así como la
retroalimentación en la revisión de in-
formes técnicos y mejoramiento en los
tiempos de su envío a instancias judi-
ciales.
“siento que también hay una oportu-
nidad de mejorar también las compe-
tencias personales y también las com-
petencias laborales de uno mismo y
poder organizarse en el tiempo… po-
der reorganizarse mejor en la revisión
y en el envío del informe y también en
reuniones y coordinaciones y también
la orientación y las sugerencias de las
diferentes situaciones con las triadas”
(Participante 2).
202

“la oportunidad ha tenido que ser des-
de la reorganización más que nada y
poder mejorar diría yo los planes que
hemos estado realizando, los planes de
acción y poder ir incorporando nuevas
estrategia que nos ha permitido poder
hacer frente a esta crisis de actualidad,
tanto con los adultos como con los ni-
ños” (Participante 5).
“creo que ahora, la mayoría de las du-
plas están al día tenemos pocas medi-
das vencidas, no cierto, que eso es súper
importante si bien es administrativo es
súper relevante para que se sustente el
proyecto” (Participante 12).
Categoría Oportunidades 3: Forta-
lecimiento del equipo
En esta categoría se agrupan los signi-
ficados que emergen en los/as partici-
pantes asociados a la identificación de
posibilidades del contexto de trabajo
actual, para potenciar los vínculos la-
borales positivos y las fuentes protec-
toras del equipo para autocuidarse.
Subcategoría O3.1: Conocimiento
interpersonal
En esta subcategoría se relevan las
VOCES Y COLORES
afirmaciones de los/as participantes
en torno a los espacios de profundiza-
ción del conocimiento de las condicio-
nes personales en que cada integran-
te del equipo está enfrentado la crisis
sociosanitaria actual y el impacto o
afectación socioemocional que conlle-
va; con énfasis en el aporte que estas
experiencias de contención y soporte
intraequipo proveen al trabajo colabo-
rativo.
“empezamos a hablar de las prácticas
innovadoras, de las limitaciones y tam-
bién de los desafíos, de las resonancias
del terapeuta, y de las oportunidades y
entonces ahí también sacamos bastan-
te información importante pero tam-
bién desde las vivencias de cada uno, y
desde las experiencias de cada uno y la
idea es sistematizar eso también y po-
der como compartirlo con el resto del
equipo, yo creo que ahí hubo una gran
oportunidad que antes no habíamos
podido hacer” (Participante 3).
“A pesar de que trabajamos con perso-
nas se nos olvidaba mucho preguntarle
al otro cómo estaba y siento que ahora
ha sido como bien rico, porque siento
203
 VOCES Y COLORES

que como equipo también nos hemos “trabajo codo a codo con dirección en
complementado más en conocernos, planificación y sistematización de reu-
por ejemplo quién tiene hijos, quien tie- niones” (Participante 5).
ne pareja, quien vive sólo, por ejemplo
el estar preocupados por ese que vive “algo que justo hoy día conversamos
sólo porque igual es un stress también con la directora es que vamos a pedir
mayor y apoyarnos mutuamente” (Par- un autocuidado, que yo ya lo estoy ges-
ticipante 4). tionando, para hacer 3 grandes grupos
de compañeros para que puedan ellos
“nos ha permitido tener como un espa- volcar sus angustias, no sólo desde el
cio más humanizante a nivel de equi- rol, sino que también como desde lo
po, pensando que como decía anterior- personal y también desde el teletrabajo
mente otra compañera uno también en general, que tiene que ver como con
está focalizado en cómo éstas?, cómo la familia el espacio y todo lo demás”
te sientes?, cómo van los niños?, as- (Participante 14).
pectos que muchas veces uno no se de-
tiene en lo cotidiano de lo laboral” (Par- “trabajo constante, 24/7 con la directo-
ticipante 9). ra, abordando aspectos técnicos, admi-
nistrativos y hasta personales” (Partici-
Subcategoría O3.2: Apoyo rol direc- pante 8).
tivo
En esta subcategoría se relevan las po-
sibilidades que brinda el contexto de CONCLUSIONES
trabajo actual para desarrollar un apo-
yo y asistencia sostenido a la dirección En relación a los contenidos temáticos
del centro en temáticas adicionales al y categorías identificadas, a continua-
desarrollo técnico, que contribuyan ción, se desarrollan algunas conclusio-
al fortalecimiento de un clima laboral nes preliminares respecto de posibles
saludable, contenedor y solidario ante consideraciones, que orienten la reali-
las demandas emergentes. zación de acciones de acompañamien-

204

to/asesoría técnica al interior de pro-
gramas de intervención especializada
y en condiciones particulares como los
contextos de emergencia social y/o sa-
nitario.
Sobre las funciones permanente
jerarquizadas de la asesoría técni-
ca:
Las siguientes funciones jerarquizadas
de la asesoría técnica se destacaron
por presentar significativos desafíos,
así como una mayor identificación de
oportunidades:
1. El acompañamiento sistemático de
los y las profesionales y técnicos/as en
el desarrollo de los procesos de inter-
vención, análisis de las prácticas, lógicas
y metodologías usadas.
2. El apoyo a evaluación de proceso
de mejoramiento continuo del centro,
identificando las necesidades actuales
de la población atendida, describir y
analizar las mismas, proponiendo mejo-
ras y ajustes para la mantención de la
calidad de atención.
VOCES Y COLORES
Con respecto a los desafíos asociados
a estas funciones, en especial, aparece
el aumento de demandas en torno al
diseño metodológico y acciones aso-
ciadas. Se relevan en este sentido, los
desafíos vinculados a los procesos de
ingreso y egreso de NNA, a la toma de
decisiones técnicas y a la intervención
reparatoria, como elementos tensio-
nados de manera significativa, siendo
ejes centrales de la crisis relativa a la
restitución de los derechos vulnerados
de NNA y significándose nuevos ries-
gos asociados a la crisis sociosanitaria.
Con respecto a los procesos de inter-
vención, el análisis de las prácticas y
lógicas, ha requerido enfrentar parti-
culares requerimiento relativos a las
nuevas formas de vinculación terapéu-
tica, a la consideración de la dimensión
evolutiva como factor desafiante en es-
pecial con niños pequeños, pero tam-
bién con adolescentes, y a la realidad
de las condiciones familiares deterio-
radas aún con mayor intensidad, luego
de la pandemia, por la crisis socioeco-
nómica generada.
205

Los contextos de intervención han evi-
denciado la necesidad de una asesoría
técnica capaz de desarrollar activida-
des que permitan el diálogo dentro del
equipo para el funcionamiento técni-
co, desde nuevos medios tecnológicos,
que por un lado, deben ser aprendidos
por el interventor/a y, por otro, deben
estar disponibles en y para NNA y las
familias. Este tipo de contextos ha ne-
cesitado adaptación y flexibilidad, di-
fícil de implementar para la celeridad
de la demanda requerida. Así mismo
de no darse las condiciones, el ase-
sor/a técnico/a ha debido abordar con
el equipo la necesidad de revisar las
condiciones de bioseguridad para el
despliegue de acciones presenciales,
generando ello otro elemento para su
análisis reflexivo y evaluación de condi-
ciones de riesgo-seguridad, tanto para
NNA y cuidadores como para el equipo
interventivo.
Por otra parte, en este rol aparecen
como oportunidades a nivel de las
metodologías de intervención, la ca-
pacidad de adaptación al contexto in-
terventivo y el aprendizaje técnico. Así
también se vislumbra como factor pro-
VOCES Y COLORES
tector la capacidad organizativa y de
trabajo en equipo, apreciado en una
comunicación fluida, la innovación or-
ganizativa y el desarrollo de procesos
interventivos fortalecidos, a partir de
estos elementos o condiciones de po-
sibilidad generadas ante la adversidad.
Las funciones jerarquizadas que se po-
nen en ejercicio pero con una intensi-
dad comparativa menor a las previas
son:
3. Apoyar la revisión de informes téc-
nicos de casos que serán remitidos a
instancias judiciales u otros, en fases
iniciales de inducción de los profesio-
nales (primeros 6 – 9 meses) o de casos
críticos atendidos por su mayor comple-
jidad;
4. Inducir y monitorear la inclusión de
registros, instrumentos, informes, pla-
nes, estructuras y formatos cuantitati-
vos y cualitativos de la intervención con-
tenidos en el Modelo Técnico de la ONG
y en las Directrices de Sename para la
línea.
206

Ambas funciones aparecen vincula-
das a los desafíos metodológicos de
la intervención, con predominancia en
la subcategoría de la toma de decisio-
nes y el abordaje de procesos de in-
tervención reparatoria, especialmente
difíciles en los casos de diagnósticos
de daño. Estas funciones, aparecen a
su vez que presentes como oportu-
nidades relativas a la organización y
el trabajo en equipo, expresado en la
capacidad de fortalecer los procesos
interventivos en el espacio de asesoría
técnica, revisión de informes y otros.
Por último, la función jerarquizada re-
lativa que se expresa con más intensi-
dad en la categoría de las oportunida-
des por sobre la de los desafíos es:
5. Apoyar ejecución de plan de cuidado
de equipos, a través del monitoreo de
las necesidades del equipo, el diseño de
plan de actividades y su ejecución.
VOCES Y COLORES
Como desafío, esta función se presen-
ta en la categoría equipo de trabajo, es-
pecíficamente en la necesidad de ges-
tionar su cuidado, con diferenciación
entre equipos cuya implementación ha
podido ser alcanzada, de aquellos que
la requieren de forma urgente, pero no
siendo aún organizada y/o implemen-
tada por diversos factores.
En términos de las oportunidades,
ésta se presenta en la categoría or-
ganización/trabajo en equipo, expre-
sadas tanto en el desarrollo de una
comunicación fluida, como en una va-
loración positiva del crecimiento en
el conocimiento interpersonal, y en la
dimensión del apoyo al rol directivo,
como función importante ante la multi-
plicidad de desafíos. Estas oportunida-
des dan cuenta de metodologías que
denotan flexibilidad y adaptabilidad
resignificadas desde su manifestación
favorable, dando cuenta de elementos
colaborativos y éticos que, estratégica-
mente implementados, tienden a dis-
minuir la intensidad de la vivencia de la
adversidad presente.
207
 VOCES Y COLORES

En síntesis, las funciones permanentes jerarquizadas de la asesoría técnica, y sus ac-

tividades asociadas, continúan apareciendo como elementos centrales en cuanto a
su relevancia y despliegue de acciones, siendo éstas mantenidas, intensificadas, sos-
tenidas, resignificadas; develando además la necesidad de adaptación forzosa, pero
presente en mayor o menor medida, y que puede darse como posibilidad en escena-
rios de emergencia social y/o sanitaria.

Sobre las funciones episódicas (a En términos de los desafíos observa-

ser realizadas cuando se requiera)
de la asesoría técnica:
Con respecto a las funciones episódi-
cas, se aprecia la presentación de dos
categorías que, dada su intensificación
funcional, impresionan en la necesi-
dad de ser consideradas en esta crisis
sociosanitaria, como una funciones al-
tamente requeridas, tomando la pre-
ponderancia o cualidad de una función
jerarquizada, a señalar:
Acompañamiento y contención a las du-
plas tratantes frente a crisis de casos de
alta complejidad.
Apoyo a desarrollo de procesos de in-
tervención, cuando se le requiera (casos
críticos y actividades puntuales).
dos, se aprecia como dominantes los
elementos vinculados a los contextos
de intervención, frente a una crisis que
impacta y permea todos los ámbitos,
requiriendo medios tecnológicos, em-
pujando la necesidad la adaptación y
flexibilidad, requiriendo de la toma de
decisiones éticas y laborales, asocia-
das a contactos presenciales, frente a
las urgencias y las condiciones de bio-
seguridad. Por otra parte, surgen tam-
bién como desafíos, aquellos vincula-
dos a la relación con NNA y familias, la
vinculación terapéutica y las condicio-
nes familiares para propiciar la adapta-
ción al nuevo contexto interventivo. En
especial, dentro de la categoría equipo
de trabajo, aparece la función del/la
asesor/ técnico/a como gran contene-
dor de los elementos críticos de varia-
da índole, que surgen en la teleinter-

208

vención y la dificultad de experienciar
al mismo tiempo en la dimensión per-
sonal y en la profesional, el impacto de
la crisis, cuestionándose la posición del
contenedor como el que sostiene y la
pregunta sobre quien sostiene a los
que sostienen.
Dentro de las oportunidades, se rele-
van metodológicamente la capacidad
de adaptación al contexto interventi-
vo, el logro de la vinculación con NNA
y familias/cuidadores y dentro de la
organización del equipo de trabajo,
en especial, el favorecimiento de una
comunicación fluida en contextos de
teleintervención, una vez logrados los
elementos de accesibilidad tecnológi-
ca.
Otra función episódica que aparece
más frecuente en cuanto a su presen-
cia es:
VOCES Y COLORES
Apoyo a desarrollo de procesos de pre
ingreso, cuando se le requiera.
Las categorías distinguidas dan cuenta
solamente de desafíos vinculados a las
metodologías y adaptaciones requeri-
das en los procesos de ingreso-egre-
so, en la toma de decisiones y en la
categoría contextos de intervención
vinculada a las visitas domiciliarias y
la posibilidad de generar acciones de
bioseguridad para participantes del
proceso interventivo.
Otras categorías que mantienen su vi-
sibilidad y funcionalidad como episódi-
cas en esta sistematización son:
209

Apoyar la representación del proyecto
en redes sociales, en actividades de di-
fusión, prevención y visibilización terri-
torial cuando se requiera, a partir de la
temática trabajada y los enfoques de la
intervención (derechos, género, inter-
culturalidad y necesidades especiales).
Ejecutar reuniones técnicas, ante nece-
sidades de proyecto.
Apoyo a procesos de inducción técnica a
los nuevos profesionales.
VOCES Y COLORES
Esta función no aparece denotada
como desafío, sino planteada como
oportunidad de afianzar el trabajo co-
laborativo con instancias de la red ins-
titucional y aunar esfuerzos para favo-
recer el acceso de bienes y servicios,
que satisfagan las necesidades regu-
lares y emergentes de NNA y adultos/
as, así como favorecer la restitución de
sus derechos vulnerados.
Esta función no aparece visibilizada
como desafío, pero sí como oportuni-
dad en la categoría fortalecimiento del
equipo, como apoyo intensificado a la
función directiva durante este período
en términos de temáticas adicionales
favorecedoras del fortalecimiento de
un clima laboral saludable, contenedor
y solidario ante las demandas emer-
gentes.
Esta función no aparece planteada/vi-
sualizada/priorizada como elemento
crítico desde los desafíos u oportuni-
dades.
210
 VOCES Y COLORES

En síntesis, las funciones episódicas

de la asesoría técnica, asociadas con
intervención en crisis y complejidad,
al estar sostenidas en el tiempo, pa-
san a tener las características espera-
bles para funciones jerarquizadas, en
tanto las demás mantienen sus carac-
terísticas, predominando su aparición
más en el marco de las oportunidades
que el de los desafíos, siendo por lo
tanto centrales para sostener los pro-
cesos interventivos, más allá de la in-
tensidad de su frecuencia, da cuenta
de oportunidades en un contexto don-
de éstas escasean.

211

En general el rol del/la asesor/a técni-
co/a presentó numerosos desafíos vin-
culados a la totalidad de las funciones,
con mayor o menor intensidad. Por
otra parte, las oportunidades identi-
fican algunas de las funciones episó-
dicas del/la asesor/a técnico/a como
esenciales, en cuanto a su demanda,
salvaguardando el enfrentamiento o
mitigación de algunos de los frentes de
acción. El/la asesor/a técnico/a apare-
ce como un rol clave en la generación
del diálogo entre desafío-oportunidad
a partir de su colaboración crítica para
el desarrollo de estrategias metodoló-
gicas y organizativas, con un carácter
flexible y desde una perspectiva huma-
na y ética, que fortalezca el trabajo en
equipo.
Por otra parte se genera la inquietud
de si las funciones episódicas de apoyo
y contención en el abordaje de casos
críticos, que resultan ser muy frecuen-
tes en este contexto de crisis sociosa-
nitaria, pueden ser sostenidas en el
tiempo por el/la asesor/a técnico/a. Las
oportunidades identificadas, no alivian
necesariamente todos los elementos
puestos en el ejercicio adaptativo del/la
VOCES Y COLORES
asesor/a técnico/a, ante una crisis que
se cronifica en el tiempo, requiriéndo-
se proyectar lineamientos de acciones
presentes y futuras ante emergencias
que, una vez identificadas, puedan ser
transformadas, resignificadas e inte-
gradas de manera resiliente, acorde a
las necesidades emergentes.
En este mismo sentido, aparece como
un recurso que favorece la contención
y soporte de estas funciones, los espa-
cios colaborativos entre asesores/as
técnicos/as, que fortalecen la identidad
del rol, facilita la emergencia de nuevas
posibilidades de ejercicio y valoración
de la prácticas interventivas desplega-
das, en tiempos de emergencia social.
REFERENCIAS
- ONG Paicabi (2019). Modelo Técnico
de los Programas Especializados de la
ONG Paicabi. Documento interno de
trabajo (sin publicar)
- ONG Paicabi (2020). Documento Téc-
nico Rol de Asesoría Técnica Intra equi-
pos. Documento elaborado por Área
212
 VOCES Y COLORES

de Gestión Técnica (sin publicar).

- ONG Paicabi (2020). Protocolo 1

Funcionamiento Remoto de los Cen-
tros Ante Situación Sanitaria (Covid
19). Documento elaborado por Área
de Gestión Técnica (sin publicar).

- Palma, D. (1992). La sistematiza-

ción como estrategia de conocimiento
en la educación popular. El estado de
la cuestión en América Latina. Santiago
de Chile: Ceaal

- Rodríguez, G., Gil, J. y García, J.

(1996). Metodología de la investigación
cualitativa. Málaga: Aljibe

- Santibáñez, E. y Cárcamo, M.E.

(1993). Manual Para la Sistematización
de Proyectos Educativos de Área So-
cial. Centro de Investigación y Desarro-
llo de la Educación, CIDE

213
 VOCES Y COLORES

Manifestaciones de la explotación sexual

infantil en contexto de pandemia.
¿Ante una re-construcción de las relaciones
de niños, niñas y jóvenes?

Creado por:

CAROLINA DÍAZ MUÑOZ

Trabajadora Social. Directora- Centro
Kalan. San Antonio
Carolina.diaz@paicabi.cl

Licenciatura en Trabajo Social

Pontificia Universidad Católica de Val-
paraíso.

Postítulo en Intervención en Violencia

Familiar y Abuso Sexual Infantil, Uni-
versidad de Valparaíso.

Diplomado en Seguridad Social,

Pontificia Universidad Católica de Chi-
le.

214

Es importante señalar que, al princi-
pio de esta pandemia, como equipo
especializado en la intervención de
Explotación Sexual Infantil no tenía-
mos noción de qué es lo especializado
de esta intervención, ya que todos los
programas de la red, a propósito del
teletrabajo, estaban ceñidos en la sen-
sibilización de la pandemia, por lo que,
se tendía a invisibilizar este vejamen
que es la explotación sexual infantil, y
pareciera que los más cercanos a esta
temática, ósea los profesionales igual,
y con ello también las familias y los mis-
mos niños, niñas y jóvenes.
Paralelamente y/o en un segundo mo-
mento, se empieza a notar las mani-
festaciones de la explotación, que al
parecer eran más difícil de visibilizar,
en la que se tuvo que enfrentar con los
recursos que existían, a propósito del
teletrabajo. El cambio de relación de
los niños, niñas y jóvenes con el mun-
do (familias, amistades, explotador, co-
legio, policías, salud) a propósito de la
pandemia, hizo que manifestaciones
de esta violencia se volvieran menos
agudos o, al contrario más crónicos,
VOCES Y COLORES
dependiendo de las condiciones de
posibilidad protectora de los casos.
En términos generales, el mundo pri-
vado -con ello nos referimos a adultos
responsables y/o familia- son un pilar
gravitante en estos tiempos, especial-
mente en anticiparnos a situaciones
importantes de ESCNNA, toda vez que
este mundo está asumiendo roles del
mundo público, por lo que es impres-
cindible una comunicación real y ho-
nesta a propósito de los riesgos en
que pueden estar los niños, niñas y
jóvenes. Dicha comunicación opera en
tiempos subjetivos entre los usuarios y
profesionales, ya que está la opción de
las familias a no estar disponible para
la intervención o contestar en sus tiem-
pos. Este punto lo podemos revisar
dialécticamente, ya que por una parte,
si ellos se comunican cada vez que re-
quieren de nuestro apoyo psicosocio-
juridico es que nos reconocen como
una red cercana, por lo que, no se
fuerza el vínculo a propósito del cum-
plimiento de nuestros objetivos como
programa, sino que ellos construyen
los objetivos que le hacen sentido, no
215

obstante, el contrapunto de esta mira-
da, se visibiliza en el ocultamiento de
situaciones que pueden ser de riesgo
vital en explotación sexual infantil para
niños, niñas y jóvenes.
Cabe mencionar que en familias que -
por negligencia o porque directamente
facilitan la ESCNNA de los niños y ni-
ñas que están a su cargo- es muy difí-
cil establecer constatación de esta pro-
blemática, por lo que este equipo ha
implementado el trabajo en red, con
las policías, sensibilizando en cada lla-
mado, asimismo, se ha utilizado la me-
todología de las cronologías infantiles
(www.fifedirect.org.uk) en casos con
ESCNNA ocurrida, en la que se incor-
poran eventos y patrones significativos
y verificables en los niños y niñas, en
que se puede observar que se repiten
modos de relación y respuestas de ni-
ños y niñas, a propósito del contexto
y sus relaciones con el mundo; esta
práctica nos facilita la comprensión de
los sujetos de intervención, asimismo,
cómo los profesionales hemos respon-
dido ante estas situaciones y los vuel-
cos que es necesario dar.
VOCES Y COLORES
Es importante indicar que frente a la
ESCNNA no podemos trabajar en islas,
o solos como Centro, ya que una de las
características del fenómeno es justa-
mente su perpetuación a través de re-
des organizadas o bien, en redes que
se van tejiendo y son naturalizadas por
la sociedad. Como centro kalan, he-
mos ido realizando estrategias espe-
cíficas en casos en que la explotación
sexual comercial se ha vuelto crónica,
vale decir, en estos niños, niñas y jó-
venes, en que el adulto es su sustento
económico, emocional, proteccional y
además representa la incondicionali-
dad y predictibilidad, por lo que, cada
vez que profesionales intencionamos
la distancia a partir de medidas judicia-
les, nos enfrentamos a una resistencia
importante de los y las jóvenes, necesi-
tando la compañía de otra red, ya sea
formal o informal y la conformación de
alianzas estratégicas para acercarnos,
para lo cual necesitamos que aquella
red se encuentre sensibilizada con res-
pecto a la dinámica relacional de ese
niño, niña o adolescente con respecto
al mundo, puesto que en algunos ca-
sos se repiten los patrones de relación
216

en los niños y niñas víctima de ESCN-
NA: instrumentales, complacientes con
adultos, heteroagresiva, entre otros
con las redes institucionales. Lo ante-
rior, nos obliga a elaborar estrategias
de abordaje a dicho caso.
Ha sido fundamental sensibilizar a las
redes formales o informales desde la
práctica en el abordaje de un caso o
una experiencia real sobre la ESCNNA,
ya que dota de sentido las lógicas y ac-
ciones para que ese otro pueda hacer,
a propósito de la especificidad y com-
plejidad de los casos.
Otra estrategia utilizada en este tiem-
po de pandemia reviste en fijarnos en
el bienestar emocional de los niños,
niñas y jóvenes, y centrarnos en los
recursos de éstos, por lo que se soli-
cita que el niño, niña o joven concep-
tualicen o definan qué entienden por
bienestar, precisando las ideas o con-
ceptos sobre esto, en una segunda
parte se solicita que operacionalicen
el bienestar, vale decir que actividades
me hacen sentir bien, y finalmente, in-
tencionar que estas actividades de ca-
VOCES Y COLORES
rácter individual sean asumidas y cons-
truidas a nivel familiar, y que por ende
exista una organización de rutinas. Lo
anterior ha sido una apuesta novedosa
que permite grados importantes de la
función reflexiva y de autoconocimien-
to de los niños, niñas y jóvenes.
Es importante en estos tiempos de
pandemia mantener el monitoreo con
respecto a las situaciones que le están
ocurriendo a los niños, niñas y sus fami-
lias, apareciendo sin lugar a dudas, y así
lo dicen los estudios, el malestar emo-
cional: estrés, angustia, incertidumbre,
miedo, entre otros. No obstante, la
apuesta de centrarnos en los recursos
individuales de cada niño, niña o joven
tiene relación con que dicho bienes-
tar se dirija como efecto multiplicador
a las relaciones que enfrenta el niño,
niña y joven en su cotidianeidad, por
lo que este punto, nos lleva a pensar
en el título de este artículo ¿Ante una
re-construcción de las relaciones
de niños, niñas y jóvenes? Tal vez,
y ¿cuál es nuestra contribución como
profesionales, es que estas relaciones
se den en un marco de bienestar so-
217
 VOCES Y COLORES

cioemocional? Creo que esta estrategia

y otras que debemos ir construyendo.

REFERENCIAS

www.fifedirect.org.uk/communityplan-
ning

218

Y ASÍ CONTINUA...
Este libro se cierra a 127 días en que estamos
en Chile en estado de emergencia sanitaria y
en Viña del Mar, ciudad de origen de PAICABI,
llevamos 40 días de cuarentena obligatoria.
Los equipos de PAICABI han transitado por
distintos momentos para enfrentar esta
crisis, al igual que las familias, al igual que los
niños y niñas con los trabajamos, al igual que
todos y todas. Y a veces con timidez y otras
con mucha decisión hemos estado creando
espacios para acompañar- nos en esta
trayectoria.
VOCES Y COLORES
Todo es distinto hoy, la ciudad es silenciosa, las
calles, plazas, playas están vacías, las escuelas
están cerradas, las pocas personas que
caminan por la calle llevan su rostro cubierto
con mascarillas, debemos protegernos y
cuidarnos. Pero tras este escenario sigue la
fuerza de los niños y niñas y sus historias,
renovando la alegría y la esperanza de que
vendrá pronto otro paisaje, por lo tanto, con
más fuerza aún esta historia continuará.
Valeria Arredondo Ossandon
Este texto se terminó de editar el 22 de Julio
2020 en la Ciudad de Viña del Mar, Chile
219
 VOCES Y COLORES

VOCES Y COLORES
Prácticas de intervención y
reflexiones en el contexto de
crisis sociosanitaria COVID-19

220