Está en la página 1de 81

Nuevos aportes al

ABUSO SEXUAL INFANTIL

Lic. Analía V. Losada, Comp.


Lic. Carolina Ferrante
Lic. Pablo S. Guañabens
Sihara J. Raygoza Díaz
Benito Estrada Aranda
Lic. Rodolfo Pérez
Lic. María Z. Barilari
Lic. María B. Romero
Lic. Sonia Peciulewicz
Lic. Héctor Albornoz
Lic. Patricia R. Day
Lic. Dolores Lojo
Dra. Silvia Testa

RV Ediciones
abuso sexual infantil (asi) 5

Autores: Lic. Analía V. Losada y otros


I.S.B.N: 978-84936792-8-6
Editor: RV/Ediciones - Ediciones Kristal
Título: Nuevos aportes al Abuso sexual Infantil Prólogo
Temática: Psicoterapias
Formato: 15, 5 x 22,5
Primera edición: Mayo 2009
El Abuso Sexual Infantil es una problemática que nos afecta a
todos. Me refiero no solo a las víctimas, sino también a sus grupos
familiares, a los profesionales que nos dedicamos a ello, a los do-
centes, a los servicios de salud, a los integrantes del Poder Judi-
Dibujo de tapa: Sandra Ortiz cial, a los miembros de la policía, a la sociedad en general e incluso
a los víctimarios.
Cada vez que se toma contacto con una situación de Abuso
Editorial: KRISTAL Editorial y Librería S.L Sexual Infantil vemos la enorme patología de un abusador y la in-
NIF: B-85413235 mensa vulnerabilidad de un niño, mostrando uno de los mayores
http://www.tuprimerlibro.es/ horrores de la sociedad actual.
kristaleditorial@tupimerlibro.es
Tel: 0034-625666045 El Abuso Sexual Infantil corresponde a la utilización de un me-
nor por parte de un adulto en una actividad de carácter sexual sin
Coordinación de Producción y Edición: Ricardo Vergara el consentimiento de la víctima, ya sea por el uso de la fuerza o por
Te:(005411) 4857-2203
no comprender plenamente el acto al cual ha sido sometido debido
email: ediciones@vergara.net.ar
www.rvediciones.com.ar
a su inmadurez psicofísica o nivel de comprensión.
Luis Viale 89, Buenos Aires Este libro logra reunir diversos modos de abordar el Abuso
República Argentina Sexual Infantil, manteniendo el hilo conductor de la gravedad de
padecimiento y la necesidad profesional de formarse al respecto
para poder brindar al paciente una respuesta terapéutica acorde a
las consecuencias del abuso.
Encontramos aquí destacados especialistas que enuncian tra-
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 tamientos específicos a este tipo de maltrato y otros apuestan a
Impreso en Argentina - Printed in Argentina
modelos preventivos, sumamente necesarios y de urgencia en su
Todos los derechos reservados.
implementación.
® Ricardo Vergara, Ediciones y los autores También se ha velado por el respeto a la multidisciplina, por ello
trabajadores sociales, abogados, docentes y psicólogos, con sus
diversos postulados teóricos, han intervenido en esta propuesta.
Sería de particular importancia para los autores que este ma-
terial despierte en otros colegas inquietudes en el desarrollo de
modelos conjuntos para la mejor asistencia de los afectados por
esta problemática.
Antes de comenzar la lectura queremos el lector porte el saber
de la víctima, es decir que le crea. Las personas no fantasean a cer-
6 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 7

ca del Abuso Sexual Infantil. Esto ha generado en su vida el efecto


de una catástrofe, invadiendo su vida y de allí en más nada ya fue
como antes: una persona de su confianza ha vulnerado su cuerpo,
pero también su infancia, sus valores, su credibilidad y hasta la
De la lectura de los diarios
obediciencia hacia los mayores. También como sociedad en con-
junto debemos darle una nueva respuesta que no incluya nuevos o como pensar el Abuso Sexual Infantil
abusos. Debiendo ser asistida con el mayor de los respetos y sin
escatimar esfuerzos. Entonces el primer acto es creerle.

Dedicamos este trabajo a nuestras familias y a nuestros pacien- Analía Verónica Losada
tes.
Malena
Analia Verónica Losada
Un integrante de un equipo de orientación escolar dispone lo
necesario para comenzar el encuentro de Orientación Vocacional.
Una tarea sencilla, piensa, que tiene que ver con lo preventivo en
un séptimo grado: es decir, un espacio donde cada uno elegirá su
futuro, su profesión, construirá el camino a seguir.
La técnica administrada es la autobiografía. Cada niño o niña
escribirá en una hoja de su carpeta sobre su historia de vida. Lue-
go se le consulta si alguien quiere leerlo en clase. Ahí esta nuestra
niña, tercera de la fila, levanta la mano tímidamente y dice “yo”. Se
pone de pie y comienza a leer “Soy Malena, tengo doce años y mi
papá abusa de mí desde los cinco…” Luego desvanece. Sus compa-
ñeros parecen no entender, no creer lo que acaban de escuchar. La
orientadora escolar llama a un servicio especializado en maltrato
infantil. El servicio asiste a la niña y también a la docente que en
entrevistas posteriores relata haber sido víctima de abuso sexual
en su infancia y no haberlo contado hasta el momento
El A.S.I. (Abuso Sexual Infantil) es una problemática social, por
el número de casos y por ser una forma por acción de maltrato in-
fantil. Escuchar un relato de ASI nos afecta, nos involucra aunque
no estemos presentes en la escena.
Como profesionales debemos ser cuidadosos en la forma de in-
tervenir ante los casos de A.S.I. Las intervenciones deben incluir
un análisis exhaustivo de los recursos del niño o niña, su resilien-
cia; como así de los recursos de su familia, de su familia extensa,
de la comunidad donde reside y de los profesionales intervinientes,
incluyendo un trabajo en red de la totalidad de los recursos exis-
tentes.
8 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 9

Las personas afectadas por el A.S.I. presentan una sensación de que vos lo provocaste”, “vos te lo buscaste” o aún “todos los padres
extrañeza, irrealidad, dolor, tristeza, sentimientos de vacío existen- hacen esto los hijos”, “lo hago por tu bien”. El abusador deja en el
cial, vivencias de culpabilidad y vergüenza. niño la culpa de A.S.I. y la responsabilidad de proteger o mantener
El A.S.I. corresponde a la utilización de un menor por parte de a la familia “unida”.
un adulto en una actividad de carácter sexual sin el consentimiento Estas familias se muestran como una imagen de familia sin ma-
de la víctima, ya sea por el uso de la fuerza o por no comprender yores problemas, manteniendo oculto el A.S.I. El sostenimiento
plenamente el acto al cual ha sido sometido debido a su inmadurez de este secreto incluye a todos los miembros del grupo familiar,
psicofísica o nivel de comprensión. aunque más tarde se cuestionara solo a la víctima de mantener el
El A.S.I. no es sinónimo de violación. Este es un acto de acceso secreto.
carnal accedido a través de la fuerza e intimidación de la víctima. El concepto de hechizo en el A.S.I. desarrollado por el Dr. Pe-
En el abuso sexual infantil raramente se utiliza la fuerza física para rrone es viable de ser relacionado con el síndrome de S.A.A.S.I., ya
lograr contacto con el niño, que no ocurre en forma aislada o ac- que este hechizo da lugar a transitar el S.A.A.S.I.
cidental. En 1938 Ronald Summitt describe el S.A.A.S.I. para explicar
Los niños víctimas no relatan con frecuencia estos hechos en las crisis del abuso sexual, la que refiere al abuso en sí mismo y a
forma espontánea, pero si lo expresan al preguntársele, por lo tan- la crisis del develamiento del A.S.I.
to revestiría de vital importancia para su detección la inclusión de
este interrogante en las historia clínicas. El S.A.A.S.I. incluye cinco instancias.
A pesar de ello Malena relatar el A.S.I. Realmente el A.S.I. to-
maba la mayor parte de su biografía ¿Qué la llevo a contarlo ahora? 1.- Secreto
¿Qué no le permitió contarlo antes? El Dr. Reynaldo Perrone ofrece
un modelo de comprensión de respuesta a estos interrogantes. El Es frecuente que el agresor presione a la víctima para que esta
Dr. Perrone expone que aquellos sujetos que han padecido abu- mantenga en secreto el ASI. El secreto es impuesto por la manipu-
sos sexuales infantiles en desigualdades en términos relaciones, lación emocional, la amenaza, los sentimientos de culpabilidad.
es decir en relación de poder, presenta un estado con conciencia Las amenazas atemorizan a la víctima, pero por otro lado el abu-
modificada, al que denomina estado de trance. Esto implica la po- sador le dice que si mantiene el secreto protegerá a su mama, her-
sibilidad de relatar el A.S.I.: mantener el secreto por la vivencia de manos, etc. Ya que si expresara el ASI se desintegraría su familia,
que algo esta mal y por la indicación del abusador. Es una relación caerían en la ruina económica, la internarían en un hogar, podría
abusiva, donde un adulto influencia a un niño y éste que atrapado, ir preso todo por su exclusiva responsabilidad, siempre y cuando
robado de su infancia. alguien le creyera. El agresor convence a su víctima que esta tiene
En el trance hay una caída de la capacidad de crítica y discer- poder para destruir a su familia y la responsabilidad de mantener-
nimiento. la unida. Los valores morales que le habían sido dados se encuen-
También se pierde la capacidad del resto de los convivientes tran totalmente alterados ya que mentir y ocultar se transforman
para operar: la mamá no escucha nada, el hermano no oye a pesar en la forma de proteger a su familia. El mantener este secreto im-
de dormir en la misma habitación. El abusador mismo ha estado pide que la víctima construya vínculos más o menos profundos
en aquel trance: cuando ha sido víctima de abuso sexual en su in- con otros, aislándose y acrecentando los sentimientos de culpa y
fancia o cuando ha visto/no visto el abuso sexual de sus hermanos/ vergüenza. El niño mantiene el secreto a pesar de vivir la relación
as. como peligrosa e incorrecta.
El niño se encuentra “hechizado”, atrapado en un “no contarás”,
“es un secreto”, “queda entre nosotros” y en la amenaza “si lo decís
voy a matarte”, “voy a matar a tu mamá”, “se enojan con vos, por-
10 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 11

2. Desprotección o Indefensión el desarrollo de la patología alimentaria, cuya relación se expondrá


en párrafos posteriores. La desconfianza y descreimiento que per-
La educación impartida a nuestra infancia conduce a los me- cibe la víctima de parte de su oyente hacen que se cumpla uno de
nores a evitar a personas desconocidas y obedecer, ser amables y los preceptos del ofensor de que no será creída, y el ASI continuara
cariñosos con las personas cercanas, constituyendo un factor de en secreto entre abusador y abusado, a pesar del intento de la víc-
riesgo para el ASI, y a la vez para el sentimiento de desprotección tima, a través de su relato, de recibir algún tipo de ayuda.
de las víctimas. El niño confía plenamente en las personas cerca-
nas y no espera recibir de ellas una conducta inadecuada, sino 5. Retractación
protección. Si un adulto de su confianza lo somete al ASI el menor
se sentirá traicionado en su confianza y totalmente desprotegido. Aquellas víctimas que no han recibido apoyo luego de la devela-
Este ASI provoca en la víctima el desarrollo de sentimientos de cion, ya sea por que no les creyeron o porque sencillamente no se
impotencia y desprotección que pueden perdurar a lo largo de efectuaron acciones específicas que anularan los sentimientos de
toda su vida, y generalizarse al resto de sus relaciones interper- culpa y vergüenza, o incluso el cese del ASI es frecuente y habitual
sonales. que se retracten de sus dichos. Ante la respuesta indiferente; nula
El menor se encuentra totalmente indefenso ante el abusador, o escasa del medio puede afirmar que esta es una invención; que
no existe de responsabilidad ni culpa del niño ante el ASI. esto no ha ocurrido; asumiendo un rol de perturbada, perversa y
desequilibrada pero manteniendo una aparente armonía y estabi-
3. Atrapamiento y adaptación lidad de su familia. Estos grupos familiares creen mas la retrac-
tación que el ASI, implicando esto enormes riesgos psicológicos a
El ASI cometidos por personas conocidas y de referencia para partir de esta no credibilidad y retractación
el niño es una experiencia recurrente, que se produce generalmen- El conocer el S.A.A.S.I. ayuda a comprender lo que le sucede a
te más de una vez. Debido a las imposibilidades de la víctima de los niños o lo que le sucedió a los adultos en una dinámica de tanta
frenar el ASI, la víctima tiende a adaptarse a la situación abusiva complejidad y atropamiento.
como método de supervivencia. La víctima se encuentra atrapada El secreto es dado en el marco del “hechizo”, es precondición
por el secreto y la responsabilidad de mantener a su familia prote- del abuso. Aunque hay una condición aún anterior, que es la vul-
gida de la desintegración y el dolor con el que el abusador le ame- nerabilidad previa de la víctima. Desde ya que la edad, es decir
naza. Invaden a la víctima fuerte sentimientos de atropamiento y su condición de niño y la educación que indica la obediencia a los
vivencias de que nunca saldrá del ASI. adultos es un factor, pero aquí hago referencia a la hipótesis de
Rosa Inés Colombo, donde plantea que el A.S.I. es dado en una fa-
milia en la que existen disfunciones parentales y en espacial cuan-
4. Develamiento tardío
do no es eficaz el cumplimiento de las funciones materna siendo
que estas cuestiones dejan al niño con una desprotección que pue-
También llamada fase de la revelación retardada, conflictiva da dar lugar al maltrato. Esta vulnerabilidad es resultante, enton-
y no convincente. Hay muchos casos de ASI que nunca han sido ces, de factores individuales familiares y sociales. Como sociedad
descubiertos. Esta etapa de develamiento tardío se produce por- no damos el espacio propicio para la promoción de la salud que
que la víctima mantiene el silencio, hasta que puede comenzar a empodere a los niños de forma tal que vivencien su cuerpo como
hablar y cuando lo cuenta se duda de su veracidad, de porque no no loable de tocamiento, excesos, abusos, y que acerque al adulto a
hablo antes, si esto no es su fantasía, etc. En casos de desconfian- una consulta si siente algún tipo de deseo de contacto sexual hacia
za y negación por parte de la figura materna u otros miembros sig- un menor ¿No debería ser ésta una política de estado? ¿Puede un
nificativos del grupo familiar ante la develacion del ASI se observa niño autoprotegerse?
12 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 13

que no quiere decir nada. Este diario es aportado al proceso


El A.S.I. transcurre, la mayoría de las veces, en el domicilio del judicial”. “Malena había contado hacia dos años que su padre la
niño o en lugares familiares a éste, y los abusadores son sujetos pasaba a buscar por su casa a las cinco de la tarde, la llevaba
familiares, amigos o de un círculo de confianza ¿Cómo enseñar a a un lugar donde guardaba el taxi que conducía y allí abusaba
los niños que deben cuidarse aún de quienes aman y/o de quienes de ella, todos los días”. “En la escuela una trabajadora social
están a cargo de su cuidado? El niño percibe ante el A.S.I. que algo encuentra un acta firmada por los padres de Malena. Ambos
peligroso y temible lo invade. Allí en el hechizo, en el inicio del padres habían sido citados cuando la niña tenía ocho años y se
S.A.A.S.I., se observa en los niños víctimas de A.S.I. desordenes di- le consulta si el padre había tocado alguna vez a la niña, puesto
sociativos. Comienza a disminuir su interés por la escuela, los ami- que esta lo había contado. A la pregunta los padres dicen no,
gos, las tareas diarias. El A.S.I. se presenta en forma arrasadora negando cualquier tipo de contacto de estas características. ¿Es
en un Yo débil, mostrando al niño en un estado de anestesia emo- esta la modalidad de intervención con la que podemos enfren-
cional con fuertes temores al contacto, rechazo, y un gran monto tarnos al A.S.I.? ¿No es esta una nueva victimización? A pesar
de angustia ligado a la culpa. Si el A.S.I. persiste y/o si el S.A.A.S.I. de ello cuatro años más tarde Malena vuelve a contarlo en la
cumple sus cinco instancias se presentan trastornos en el sueño, escuela y ahora lo escribe y lo lee frente a sus compañeros. El
trastornos alimentarios, depresiones severas con ideaciones y/o in- descreimiento, culpabilización y rechazo materno no ayudan a
tentos suicidas, patologías en la alimentación como anorexia o bu- la niña, generando un abuso aún mayor
limia y trastornos esfinterianos como encopresis, y enuresis. Debemos brindar protección a los niños y niñas víctimas de
Ante el A.S.I. el Yo se defiende por medio del mecanismo de di- abuso sexual, explicita porque presenta sentimientos de culpa-
sociación. bilidad y asegurarle que no es culpable, prevenir nuevos abusos
El hechizo actúa imposibilitando la huida y la fuga es dada des- disminuir su vulnerabilidad, ofrecer tratamiento psicoterapéu-
de el aparato psíquico para evitar el derrumbe o la aniquilación. tico también a su madre y n especial si ésta fuera víctima de
A la vez el abusador promueve la idea de que todo estaría bien A.S.I. y no ha tenido un espacio para su tramitación, situación
en la medida que el niño no devele el secreto, dando la imagen de que a la vez no le permitió proteger a su hija/o del A.S.I.
que mantiene el equilibrio familiar y la responsabilidad de estos; Teniendo en cuenta la edad del niño y los factores de vulne-
además de la culpa del A.S.I. También le da al niño un relato de rabilidad dados, se debería diseñar el tratamiento adecuado,
derrumbe y desmoronamiento individual, familiar, económico, etc. incluyendo a los miembros no abusados del grupo familiar y
ante una posible revelación. Por ello el develamiento tardío se pro- explicitando las dinámicas subyacentes, entre ellas el hechizo y
duce a raíz de un conflicto familiar grave, un descubrimiento de el Síndrome de Acomodación al Abuso Sexual Infantil. A la vez
una tercera persona, un enamoramiento de la víctima sobre alguien es de carácter indispensable que el ofensor, en la mayoría de los
de su edad y condición, ante un embarazo consecuencia del A.S.I., casos abusados sexualmente en su infancia y/o adolescencia,
entre otros. reciba un dispositivo de tratamiento adecuado, incidiendo en
el pronóstico el reconocimiento de los hechos, el relato de los
A pesar del esfuerzo de niño en esta revelación tardía la retrac- propios A.S.I. padecidos y el diagnostico psicopatológico.
tación puede darse. Malena padeció anorexia hiperrestricitiva. Continúa un trata-
miento en un hospital de día psiquiátrico luego de varias inter-
“Han pasado dos años. Su padre continúa detenido y Malena es naciones. Sus padres y hermanos conviven en el mismo hogar y
obligada por su madre y el abogado de su progenitor a escribir un en circunstancias idénticas a las anteriores a la revelación.
diario intimo negando el A.S.I., describiendo que todo ha sido una
mentira. La rotura del himen de larga data, a pesar de sus doce
años de edad, es explicada por sus encuentros con un novio del
14 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 15

Daniela: Una historia contada en dos diarios. vivencia cesa cuando encuentran a este joven ahorcado en el baño
de su casa. Le dijeron a Daniela que este joven se había ido de viaje.
Ahí estaba la madre bajo la lluvia. Tocando el timbre en la puerta Daniela pregunto por el por varios años. A la edad de nueve años
del instituto, sentada en su silla de ruedas. Le abro la puerta, entra vuelve sobre el tema ¿va a volver? La madre le explica que murió y
y comienza a hablar: Su hija Daniela de dieciséis años de edad fue que ya no volverá. En ese momento la niña hace un relato porme-
diagnosticada con bulimia nerviosa. Vomita, no come, se hace cor- norizado de los abusos sexuales a los que había sido sometida por
tes en los brazos. Ella llora y dice no saber que hacer, que la llevo el. Los abusos eran diarios. Su madre decide como comentar el he-
a diferentes profesionales, pero su hija le dice que no quiere vivir. cho, y que la niña tampoco lo haga. En ese momento la progenitora
recuerda que al hallar el cuerpo de este joven encuentran un diario
Vuelvo a como recibo a esta madre: en condiciones similares al intimo donde el describe sus sentimientos hacia las niñas de esta
test de la persona bajo la lluvia. Mojándose en su silla de rudas, sin familia, y aporta datos que pueden pensarse como indicadores de
ninguna protección. Me permito la licencia de analizar esa imagen, abusos sexuales. La mama de Daniela había entregado este diario a
esa fotografía, como un grafico de este test. No tiene paraguas, ni la familia del muchacho, sin recordar hasta la conversación con su
ninguna otra defensa frente a la lluvia. Se encuentra ubicada sobre hija el contenido que había leído. No vuelven a conversar el tema,
un enorme charco, a pesar de disponer de otros espacios sin agua no lo comenta con otros familiares.
en el piso. Ausencia de manos, ya que las mismas se encuentran
dentro de las mangas de su suéter. Lluvia torrencial sobre si, no se ¿Que relación tenía todo esto con el no comer de Daniela? ¿Y
coloca debajo del techo ubicado a escasos metros. Entre otros, en con el vomitar? ¿Con el verse gorda? ¿Y con el cortarse los brazos?
un grafico del test de persona bajo la lluvia estos son indicadores
de ASI. Vuelvo a pensar en ese primer recorte del caso: la fotografía bajo
La mama relata que su hija ha padecido abuso sexual. Y dice la lluvia. La mama de Daniela comienza a relatar su propia historia
que la condición de discapacitados motores de ella y su esposo les de abuso sexual. La polio la dejo en silla de ruedas desde los nueve
lleva a aceptar el ofrecimiento de ayuda de un joven vecino, que no años de edad, fecha en la que también muere su padre. Su madre
podía continuar viviendo con su familia, quien inicialmente cola- “construye una nueva pareja o destruye la familia”. Al tiempo su
bora con un emprendimiento comercial y luego reside en la vivien- madre muere y su padrastro comienza a abusar de ella. También
da del grupo familiar. de sus hermanas, aunque de ella con mayor frecuencia ya que por
A los dos años de edad de Daniela, la pareja recibe un nuevo su condición de discapacitada motora no podía correr o escapar.
niño quien al año de edad fallece y ese mismo día nace una nueva Al tiempo el equipo interdisciplinario recibe a Daniela. Su as-
niña. En la entrevista la mama de Daniela comenta que este joven pecto no muy delimitado la mostraba como emo-punk-flogger. Una
vecino “vino a ocupar el lugar del hijo perdido” “yo lo quería como joven preciosa. Vestida y maquillada de negro. “¿Sabes porque es-
un hijo” “en su familia estaban agradecidos, ya no podían con el en tas aca Daniela?” “Si. Por lo de mi prima. Hace tres años se mato,
la casa, pero se pusieron contentos cuando murió, sobre todo su se tiro debajo de un tren. Yo fui a su casa y leí su diario. Ahí contó
hermano mas chico”. lo que le paso en mi casa … El tipo que vivía en mi casa abuso de
ella. Ella se quedaba en mi casa para ayudar porque tenía tres años
¿Que tiene que ver todo eso con la consulta por la patología más que yo. Después que ella se mato empecé a vomitar…” Relata
alimentaria? primero el abuso de su prima, y luego el propio, ambos llevados a
cabo por el mismo perpetrador.
Al día siguiente vuelve la mama de Daniela. Ya no llueve tanto. Como pensar aquí la hipótesis de Rosa Inés Colombo en torno a
Continuamos con la entrevista. Cuenta que este vecino convivió con la vulnerabilidad ¿en esta familia existen disfunciones parentales?
ello desde los 4 años de su hija hasta los seis años de esta. La con- ¿ no es eficaz el cumplimiento de la función materna? ¿Hay anoma-
16 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 17

lías que dejaron librado a la niña en un lugar de vulnerabilidad que del paciente y de su medio. Y los nuestros: los de la persona del
puede llevar al abuso? terapeuta.
Pensemos la vulnerabilidad en Daniela: ¿Cuál? ¿La de la disca-
pacidad motora de sus padres? ¿El fallecimiento de su hermano y
la incorporación de un vecino al rango de “como un hijo” para su Bibliografía:
madre? ¿El suicidio de su prima con la que convivió gran parte de
su vida?
Daniela continúa en tratamiento: se ha empoderado de su vida, Achaval, Alfredo “Delito de Violación”. Editorial Universidad. Argentina. Terce-
se alimenta bien, ya no vomita, ya no se corta. Su mama también ra edición; 382 pgs. 1998
continúa en tratamiento. También han asistido sus tíos, padres de Berlinerblau, Virginia “Abuso Sexual” en “Violencia Familiar y Abuso Sexual” de
su prima fallecida e intentaron entender lo que había pasado en su Lamberte –Sánchez- Viar (Compiladores). Argentina. 334 pgs. 2003
hija y en su sobrina. También se han entrevistado en varias opor-
tunidades a sus tías maternas, que al igual que su madre han sido Branden, N. “Como mejorar su autoestima”. Barcelona. Paidos. 1995
víctimas de ASI por parte de su padrastro. Y por ultimo también
Calvi, Bettina “Abuso Sexual en la Infancia. Efectos Psíquicos”. Lugar
se indico tratamiento específico al hermano menor del abusador,
Editorial, Argentina, 134 pgs. 2005
quien también había sido abusado por su hermano y a su vez ha-
bía presentado conductas abusivas hacia otros miembros de su Cabello, V.” Psiquiatría forense en el derecho penal”. Editorial
familia. Hammurabi, Argentina. 2000
Daniela al igual que aquellos sujetos que han atravesado las di-
ferentes etapas del Síndrome de Acomodación al Abuso Sexual In- Colombo, Rosa Inés y otros “Abuso y maltrato infantil” Tratamiento psicológi-
co Editorial Cauquen. 2008
fantil y se han fijado en el estadio de la retractación desarrollan a
posteriori patologías alimentarias tales como anorexia y bulimia, Corral, P. “ El agresor doméstico”. En J. Sanmartín (Coord.), El
correspondiendo al tercio de los consultantes en la demanda actual laberinto de la violencia. Causas, tipos y efectos (pp. 239-250). Barcelona:
de asistencia por padecimiento de patologías alimentarias. Ariel. 2004
Las patologías alimentarias pueden ocultar un SAASI, un ASI no
De León, G. Y Álvarez, C. “Abuso Infantil. Evaluación y Tratamiento”.
olvidado, pero si tapado por la vergüenza y la culpa, sin animarse
Casacultura. Estados Unidos. 134 pgs. 2001
a volver a hablar. En la presencia de la patología alimentaria hay
una ayer que se hoy. Había una niña impotente que se consideraba Figari, Rubén “Delitos de Índole Sexual”. Ediciones Jurídicas Cuyo.
culpable. Siente vergüenza de su cuerpo. Vuelve todo el pasado, Argentina. 449 pgs. 2004
desplazado. Rechazo y asco hacia el propio cuerpo en el ASI, que
ahora vuelven hacia el propio cuerpo, justificando ese odio al pro- Foucault, M. “Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión” Editorial
Siglo XXI, México. 1975
pio cuerpo en la comida. La dismorfofobia refiere a otra deforma-
ción, la identificación con el abusador. Hallamos como terapeutas Freud, S. Psicopatología de la vida cotidiana, Obras Completas de
un pasado presentificado. Lo que esta en juego es la desaparición. Sigmund Freud. Standard Edition. Ordenamiento de James Strachey. Volu-
En la anorexia logra un cuerpo no deseado: cadavérico. También en men 6. Amorrortu Editores, Argentina. 1901
la bulimia y en los trastornos por atracón: deformo el cuerpo. Se
Jackson, Watzlawick, Beavin. “Teoría de la comunicación humana”. Herder.1981
intenta desaparecer.
Kaplan, H.I. y Sadock, B.J.“Terapia de grupo” Madrid. Editorial Medica Pana-
El tratamiento es complejo. No alcanza con decir que se trata de mericana 1996
un arduo camino. Y mas allá de línea teórica que sustente el trabajo
terapéutico debe incluir el considerar integrar todos los recursos Legendre, P. Lecciones VIII. El crimen del cabo Lortie. Tratado
18 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 19

sobre el Padre. Siglo XXI, México. 1989 Schneider, K. “Psicopatología Clínica”. Editorial Paz Montalvo, España. 1995

López Sánchez, Félix y Del Campo Sánchez, Amaia. “Prevención de abusos Toro, J: “El cuerpo como delito” Barcelona Editorial Ariel 1997
sexuales a menores. Guía para los educadores”. Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales y Amaru España Ediciones. Salamanca, 1997 Torres, M. Familia. En J. Sanmartín (Coord.), “El laberinto de la violencia. Cau-
sas, tipos y efectos” (pp. 77 - 87). Barcelona: Ariel. 2004
Maltrato infantil: prevención, diagnóstico e intervención desde el ámbito sanitario.
Documentos Técnicos de Salud Pública. Dirección General de Prevención y Turon, V. J. “Trastornos de la alimentación. Anorexia nerviosa, bulimia y obesi-
Promoción de la Salud. Consejería de Salud. Comunidad de Madrid. España dad” Barcelona Masson 1997
2006
Vandereycken, W. , Castro, y Vanderlinden, J. “Anorexia y bulimia: La familia en
Margolin, G. “Conjoint marital therapy to enhance anger management su génesis y tratamiento” Barcelona. Editorial Martínez Roca 1991
and reduce spouse abuse”. American Journal of Family Therapy, 7, 13-23.
2000 Walker, L. E. El perfil de la mujer víctima de violencia. En J. Sanmartín (Coord.),
“El laberinto de la violencia. Causas, tipos y efectos” (pp. 206 - 218). Barcelo-
Mc. Kay, M. y Fanning, P. “Autoestima, evolución y mejora” Barcelona Editorial na. Ariel. 2004
Martínez Roca 1991
Vaquera, Gustavo “Mas Allá de la Condena en el ASI” en “El Sitio de la Culpa
Miller, W.R. y Rollnick, S. “ La entrevista motivacional: Prepara para el cambio de en los casos de Abuso Sexual Infantil” y “La Culpabilidad de la Víctima”, to-
conductas adictivas” Barcelona Paidos 1999 mados de archivos de psicologiajuridica.org abuso sexual infantil la actuación
del psicólogo previa a la cámara de Gesell un fallo neuquino. 2005
Papalia, Diane “Psicología del Desarrollo”. Ediciones Mc Graw Hill,
México, séptima ed.;671 pgs. 1999 White, Michael-Eptson David. “Medios narrativos para fines terapéuticos”. Paidós.
2001
Plat, González, M. Artículo extraído vía Internet de su tesis de Grado en
Psicología “El Nivel de Presión según el Inventario de Beck que vivencia la Viloria, Victoria “Valoración en VIF”. Secretaría de Salud. México. 2008
Mujer que sufrió abuso sexual en la infancia”. Instituto Mexicano de la
Pareja. http//www.ametep.com.mx 2008
Lic. Analia Verónica Losada
Pérez Ambertin, Marta. “Ley y Subjetividad” tomado del Seminario “El Sujeto
ante la Ley: Culpabilidad y Sanción”, Programa de Seminarios por Internet Psicopedagoga, Lic. Psicología
Edu Psi, http//:wwwedupsi.com/culpabilidad 2008 Doctorando en Psicología (UCA)
Magíster en curso Metodología de la Investigación Científica (UNLA)
Perrone, Reynaldo y Nannini, Martine “Violencia y abusos sexuales en la familia”
Profesora Universidad Argentina John F. Kennedy
Un abordaje sistémico y comunicacional. Paidos Terapia Familiar 2005
Coordinadora terapéutica Instituto Argentino de Trastornos de la Alimenta-
Programa Nacional de Actualización Pediátrica Módulo Nro2.- Abuso Infantil - ción
Autor Dr. Norberto Garrote. Sociedad Argentina de Pediatría. 2000 Miembro de Resiliencia Instituto de Prevención y Asistencia de la Violencia
Familiar.
Rodríguez Canto, F. “Psicoterapia de grupo en trastorno de la alimentación”. Auditora de la Obra Social de la Policía Federal Argentina
Madrid Jornadas AETCA. 1995
E-mail: analia_losada@yahoo.com.ar
Rodríguez Ceberio, M., “Complejidades y complicaciones de la comunicación Tel: 011-154-403-3823
humana”, Publicación de la ESA. Argentina 2007

Rodríguez Ceberio, M. “La Construcción del universo”. Herder. Buenos


Aires. 1998.
20 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 21

Z. es una mujer de unos 45 años. Consulta por angustia relacio-


nada con conflictos en el área laboral. Es docente y tiene problemas
con unos “padres”. Ha sido acusada de maltratar a un alumno.
“Me tocó el hombre que me tenía que tocar” Está muy angustiada y no para de llorar. Es común que surjan
estas quejas por parte de los padres, pero esta vez se ha angustia-
do demasiado.
Neutralidad y abstinencia en la clínica y las inter- Habla unos minutos de esta situación, y paso a preguntarle al-
venciones dentro del análisis de una paciente adulta gunos datos de su vida personal.
abusada en la infancia. Me dice que ha estado analizándose recientemente, durante tres
años.
Al preguntar sobre su composición familiar, si está casada, si
tiene hijos, cómo se lleva con su marido, responde con una débil
Pablo Segismundo Guañabens sonrisa, dentro de su angustia: “Mi marido es bárbaro”, lo elogia
como padre y compañero, y concluye: “me tocó el hombre que me
tenía que tocar”.
Introducción Pregunto automáticamente: “¿Por qué dice eso? ¿La tocó al-
guien que no la tenía que tocar?”
Quiero plantear en este trabajo el lugar que tuvieron algunas La respuesta es una mirada despavorida, baja la vista, y se da
intervenciones realizadas en el tratamiento de una paciente adulta, cuenta de que sin querer ha confirmado con su silencio algo que
que revelaba por primera vez, un abuso sexual en su infancia. rehusaba reconocer. Rompe en llanto, asintiendo con la cabeza, sin
Desde la primera entrevista, surgen estas intervenciones que ex- poder hablar.
ceden la escucha abstinente y la libre atención flotante del analista. Si bien la intervención es muy temprana -Freud recomienda
Me propongo abordar los principios psicoanalíticos de neutra- fuertemente abstenerse de interpretar2 y esperar la transferencia3
lidad y abstinencia con relación a ellas, y a la problemática del – la interpretación se lee a posteriori por sus efectos.
abuso desde la mirada del psicoanálisis. Nótese que en la semántica de la frase, hay una afirmación y hay
Presento para ello una viñeta clínica, a partir de diferentes inter- un sentido elidido.
venciones del analista. El enunciado en sí no es falso, en ninguno de los dos sentidos.
El primer sentido, que le tocó un buen marido. El segundo, que un
I.- Las intervenciones buen marido, con todas las de la ley, la tocó.

1.-“Pescar el abuso”. El abuso y el significante. 2


Freud Sigmund. Iniciación del tratamiento 1913 Obras Completas. “En
relación a la pregunta de cuando interpretar, Freud responde: “Nunca antes
“El secreto del abuso raramente se revela fuera del grupo fami- de haberse establecido en el paciente una transferencia aprovechable, un
liar al menos, de manera espontánea. Cuando sale a la luz se debe rapport en toda regla con nosotros. El primer fin del tratamiento es ligar al
al estallido de un conflicto familiar, al descubrimiento accidental paciente a la cura y a la persona del analista”.
3
Freud Sigmund. El psicoanálisis silvestre. 1910 traducción López Balleste-
por parte de un tercero, o a la detección por personal especializa- ros. “…el psicoanálisis prescribe su aplazamiento ( de la interpretación) hasta
do1”. que se hayan cumplido dos condiciones: En primer lugar que el enfermo
mismo, convenientemente preparado, haya llegado a aproximarse suficiente-
mente a lo reprimido por él, y en segundo, hasta que se encuentre suficiente-
1
Intebi, Irene Abuso sexual infantil. En las mejores familias. Ed Grani- mente ligado al médico (transferencia) para que su relación afectiva con él le
ca, 2008 haga imposible una nueva fuga.
22 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 23

Pero como toda aclaración, denuncia un intento de justificar un después, por la identificación de la casa, los vestidos, el pueblo
algo no aceptado y entredicho: el hecho de que había sido tocada donde vivían en ese momento.
antes por otro hombre, que justamente, no debía tocarla. A este primer relato, construido con dificultad siguen otros. Mu-
En este sentido, siguiendo a Freud en su artículo sobre La nega- chas veces afirman haberlo contado ya. Los relatos varían y van en-
ción, podemos decir que esa afirmación funciona como el famoso riqueciéndose con nuevos datos a medida de que la represión cede.
ejemplo freudiano “No vaya usted a creer que pensé en mi madre”.
Aquí se trata de: “Es mi marido, no el otro, el que me tocó”. 3.-Recorrer el camino inverso del silencio, deshacer el efecto
Tanto en Z como en otras mujeres, el abuso se comunica por ra- del secreto.
zones bien diferentes al deseo de comunicarlo, y el “pescarlo”, de-
tectarlo, es una primera intervención, a mi entender muy valiosa.4 Z lo ha hablado. Prácticamente se le ha escapado, ha sido escu-
chado en la entrevista y no pudo negarlo después, aunque hubiera
2.- Hacer un primer relato. La concatenación significante y preferido no decirlo. ¿Qué hace con eso ahora? Siente culpa y ver-
la historización del abuso. güenza. ¿Cómo decirlo a su marido, a sus padres? ¿Qué pensarán
de ella?
Z. comienza a hablar, dice palabras sueltas. Llora mucho. Le Le digo que es muy pesado para cargarlo sola, que por algo,
cuesta hablar. Es imprecisa. dejó que surgiera, -ella lo dijo- y que la angustia con respecto al
Luego deja de llorar y dice algunas cosas. Se trata de un tío, episodio laboral está directamente vinculada a todo esto. Le digo
hermano del padre. Fue entre los 8 y los 12. Que la hacía tocarlo. también que no debe guardar más ese secreto, porque de ese modo
Que la tocaba. se siente cómplice del mismo.
Luego da algunas precisiones. Era en un vehículo determinado. Decide hablar con sus padres pero primero con su marido.
Comenzó como un juego.
Al principio eran imágenes. Lugares. Sensaciones. Comienza a ¿Qué estatuto tiene la experiencia de abuso, que aun verbaliza-
nombrarlas. Luego hay cambios. da, tiende a ser silenciada luego?
Hacer un relato lleva tiempo. Aunque quizás establecer un pri- Quizás por ello mi insistencia en una estrategia de dejar una
mer relato, no. inscripción que impida el silenciamiento del mismo y su descalifi-
Es importante que la paciente, pueda concatenar los hechos, cación, descrédito o incluso retractación5.
ubicar fechas, realizar algo de un ordenamiento histórico, asimi- Se trata muchas veces de un saber que no está reprimido sino
larlo como una época, historizarlo. Era lo que hacía Freud con las disociado, desmentido, ocultado, aun cuando es conciente y ator-
histéricas y sus lagunas mnémicas. menta al sujeto. Pienso que la disociación psíquica que sufren las
Pero en este relato, se le da cuerpo y existencia a imágenes suel- personas abusadas les permite sostener incluso a través de un
tas, sensaciones, cosas oídas, sentidas y vistas. Se le aporta la re- análisis, un discurso renegatorio de algo que conocen y en lo que
presentación palabra. piensan habitualmente, sin comunicarlo. Si no lo han hablado, “no
Al principio es fragmentario, está cargado de angustia, y pa- existe”. Z eligió no hablarlo6, o no pudo hacerlo, en su análisis
labras inconexas. Al tiempo se va organizando, va cobrando un anterior.
sentido, se van ubicando las secuencias de imágenes en un antes y
5
Mecanismo de retractación Roland Summit describe el Síndrome de acomo-
4
Otra paciente, en sus primeras entrevistas presenta una angustia desbor- dación al abuso sexual infantil, con cinco patrones diferenciados de conducta:
dante. Pregunto si ha tenido una experiencia de abuso. Me dice que no. Algo 1.-el secreto, 2.- la desprotección, 3.- el atropamiento y la acomodación, 4.- la
de esta respuesta, rápida y certera, no me convence. Le pregunto unos mi- revelación tardía y poco convincente, y 5.- la retractación.
nutos más tarde, con serenidad, firmeza y hablándole despacio: “¿Qué edad 6
He atendido por lapsos no breves a pacientes abusados, quienes
tenías cuando comenzaste a ser abusada?” Allí no puede negarlo y comienza omitieron esta información a sabiendas, con la excusa de que pensa-
su doloroso reconocimiento. ban que no tendría que ver con el tema que los aquejaba, o por temor
24 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 25

Por ello, ante la comunicación accidental de Z de su experiencia cionó en su momento, la dimensión de la ley. En estos momentos
de abuso, y en especial al saber que no lo ha revelado a sus padres, generalmente además de aceptar el relato como real, el abusado
ni a su propio marido, le propongo recorrer el camino inverso del necesita, que los vínculos familiares con el abusador no sigan in-
silencio: hablarlo, denunciarlo, romper la complicidad del secre- tactos como si nada hubiera pasado. Necesita que se interpele al
to. abusador, que la familia tome partido por ella. Es la sanción de
Comunicarlo a la gente significativa, como la familia de origen, una legalidad y la necesidad de un resarcimiento en la subjetividad
al marido, a lo hijos, a los amigos, deshace el efecto de complicidad de la persona abusada.
del silencio guardado, del secreto compartido.
En este momento, la disarmonía familiar, la negación familiar, La posibilidad del acercamiento y confrontación con el abu-
genera culpa por hablar, la misma que sostuvo el silencio hasta el sador
momento. Aquí hay una insistencia en que hable con cada uno de Si se trata de un abuso intrafamiliar y los vínculos son muy
los personajes interesados, y que exija una aceptación del relato fuertes, el abusado necesita reparar algo del vínculo roto, y el abu-
como verdadero y no mentira o fantasía. Es el momento de hacer sador el ser perdonado7. Un arrepentimiento sincero, puede recon-
existir este fragmento disociado de realidad, en el mundo real en ciliar algo de la relación y generar cierta reparación en el abusado.
que vive. Para Z no era importante reparar el vínculo con su tío. Viviendo
en lugares lejanos, prefirió cortar ese vínculo, y hacer respetar esa
4.- Convalidar una legalidad que opere como sanción en el decisión por su familia, en los momentos en que viajaba a su pue-
abuso. blo natal a ver a sus padres.

Z necesita que sus padres esta vez la defiendan. No le basta ha- 5. - El reconocimiento del propio goce. Abuso, goce y res-
ber sido escuchada. ponsabilidad subjetiva

Siente que sus padres, que tienen relación con este tío, se hacen Luego de la confesión, del relato, de la comunicación y del re-
los distraídos. La contienen a ella, pero siguen viéndose con este sarcimiento, o paralelamente con éstos, Z se pregunta por su im-
tío como si nada hubiese sucedido. plicancia en el goce, por aquello que le genera vergüenza, culpa y
Quiere que tomen partido por ella. Le señalo que podría exigir- angustia. Su goce. Es aquí donde la posición de víctima no vale. Se
lo, ¿por qué no? pregunta por qué no lo impidió o lo cortó antes. Qué sentía, si no
Ella teme por la tensión familiar. Le pregunto por qué debería estaba amenazada, ni tenía tanto miedo.
ser ella quien se haga cargo de eso. Es recién aquí donde debe recorrer los significantes que la ligan
Por qué ella, de niña, debió cargar con el peso del abuso. a ese goce sexual que no debió ser.
Habla con sus padres. Lo exige. Pero es sólo al tiempo, a raíz “Me debía gustar”, fue una de las primeras frases donde se im-
de una discusión por otros motivos, cuando el padre de Z, discute plicó en su goce. “Por algo no la cortaba”. “El no me amenazaba”.
con su hermano y lo increpa por aquello. Ella se siente defendida. “Pero igual era un hijo de puta.”
Se trata de una legalidad que opere como sanción en la subjeti-
vidad de la persona abusada.
7
En otros tratamientos de pacientes que relataban situaciones traumá-
En este momento, se implica a la persona del abusador. El se- ticas de abuso en su infancia, en el caso de un hermano uno, y de un
padre en otro, eligieron un acercamiento y una confrontación con los
creto, ahora ya comentado en la familia, debe llegar al abusador, abusadores, dando por primera vez palabra en un diálogo entre ellos,
para que éste, entre otras cosas, tenga oportunidad de arrepentir- a la situación de abuso. El arrepentimiento sincero, por parte de uno
se, disculparse, decir algo. Además hacer intervenir lo que no fun- de ellos, y la confrontación con el otro, tuvieron efectos importantes
en ambas pacientes.
a generar una disarmonía familiar.
26 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 27

El reconocimiento del goce implicado en la situación de abuso, El primero haber pescado el abuso. De una manera más o me-
permite al abusado que se corra del lugar de víctima, y es necesa- nos bruta, casi irruptiva, del lado del analista. Al pescarlo, y ha-
rio para que resuelva su posición subjetiva, su responsabilidad en blarlo por primera vez se liga a la palabra. Es un poner en pala-
el mismo. No se trata solamente de poder relatar lo sucedido, sino bras, un goce hecho de imágenes, representaciones vistas y oídas,
de entender qué pasó allí. sensaciones táctiles, miradas, gestos.
Un abuso, no se resuelve solo a través de la desculpabilización El segundo, armar un relato. De inmediato, a partir de la con-
de la persona abusada, ni del quiebre de los pactos de silencio, fesión del abuso, comienzo con un requerimiento de datos, explo-
aunque ayuden y mucho a comprender que a esa edad, por la ración, edades, lugares, fechas, frecuencia, tipos de contacto, etc.
asimetría de la relación, no era “responsable”, ni cómplice de esa Aquí se va consolidando un relato. Similar al Freud de las pri-
situación. Pero sólo al analizar su propia participación en el abuso, meras épocas, se van llenando lagunas anémicas y el relato se va
aunque más no sea en función del goce experimentado, podrá ter- haciendo consistente.
minar de implicarse como sujeto de lo que le sucedió. Es doloroso, el relato no es sin angustia. Aquí nuevamente dejo
Goce y trauma. Lo experimentado en ese momento temprano, la abstinencia y la asociación flotante de lado, y propongo pro-
produce una inundación de goce, se experimenta un goce no liga- fundizar el tema.
do, de allí su carácter traumático. El aparato psíquico no puede En un tercer momento, recorrer el camino inverso del silencio:
ligar esa experiencia por medio de la palabra. Entonces calla. Calla le indico la necesidad de que lo comunique a su entorno cercano.
lo que no podría siquiera poner en palabras. Quedan imágenes, Insisto con la comunicación al marido, y a su familia de origen.
sensaciones gestos. Por momentos la duda de si ocurrió verdade- Un cuarto momento, Z necesita una legalidad, que su verdad
ramente o no. tenga consecuencias, que no quede como un conocimiento sin efec-
Es más adelante, cuando comprende lo sucedido, y donde escu- tos, y que sus padres, además de comprenderla, tomen partido por
cha los significantes que nombran esa experiencia en otras perso- ella.
nas, cuando aparece la posibilidad de nombrar, aunque tardíamen- Por último, solamente al correrse de la posición del discurso le-
te y con temor a hacer estallar la armonía sostenida en el silencio. gal, de víctima del abuso, y transitar el reconocimiento del propio
Poner en palabras, ligar, dar un lugar de alojamiento en el Otro, goce, es donde la paciente puede analizar su participación, que es
es la primera posibilidad de hacer circular este goce traumático la verdadera fuente de la culpa, la vergüenza y la angustia.
sin palabras.
La comunicación a su entorno, más adelante, le permitirá des-
cubrir que se trata de algo pensable y decible. Sin desdeñar el II.- La neutralidad y el principio de abstinencia en
valor de sanción del Otro de la ley, que restaura la confianza, al
sancionar por medio de la interpelación al mismo abusador, por el la cura
abusado mismo, la ley o la familia.
Pero la representación imaginaria del abusado como víctima y “La cura analítica debe desarrollarse, dentro de lo posible, en
del abusador como monstruo, impide a los pacientes abusados la abstinencia8”.
reconocer el goce sexual experimentado, que es el que nutre la
culpa y la vergüenza del hecho devenido traumático para el sujeto,
reconocimiento necesario para elaborar los efectos sobre la subje- 1.- La neutralidad y el Principio de abstinencia
tividad de la persona abusada.
Es bien sabido el lugar que Freud dio al principio de abstinen-
Cinco intervenciones y momentos diferenciables en el trata- cia, y a la neutralidad del analista.
miento de Z, de la ligazón del acontecimiento traumático y el goce,
a la palabra.
8
Freud, Sigmund, Los caminos de la terapia psicoanalítica, 1918
28 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 29

Los ubicó como garantía de la atención flotante del analista, La abstinencia del analista, opera como garantía de que el aná-
como correlato de la asociación libre del paciente. Si el paciente lisis no esté atravesado por ideales reivindicatorios, sociales, polí-
debe abstenerse de dirigir sus asociaciones y debe entregarse a ticos o de género, ideales de los que el analista no carece, pero que
una libre asociación, el analista también debe corresponderlo con deben quedar excluidos del análisis, y no obstaculizar su escucha.
una escucha libre de prejuicios, ideales e intenciones. Y, por lo tan- No deben ser ideales de ningún tipo, los que generen las inter-
to, abstenerse él mismo de dirigir las asociaciones de su paciente. venciones en el análisis.
¿De qué manera? Escuchando libremente en un estado de atención Aún las vacilaciones calculadas de la neutralidad, no deben
flotante, absteniéndose de otorgar sentido. estar relacionados con ideales del analista. Son momentos de sus-
pensión de la libre atención flotante, pero como modos de operar
2.- La abstinencia como fundamento. La angustia como mo- con la singularidad del paciente, de su discurso, y en este caso, con
tor de la cura el estatuto de la verdad disociada.

El principio de abstinencia, juega también un papel decisivo en 4.- Vacilaciones de la neutralidad y la abstinencia del ana-
relación al amor de transferencia, y en relación a las demandas9 lista
–toda demanda es una demanda de amor- del paciente.
El Principio de abstinencia nos indica no ceder a la demanda, Vacilaciones calculadas de la neutralidad en Freud. La “mo-
ni responder con subrogados, y tiene un fundamento teórico en la dalidad activa”.
cura: “el primer motor de la terapia está en las dolencias del enfer- En 1910 Freud reconoce que la técnica analítica debe adoptar
mo y en el deseo de curación por ellas engendrado. (…) la energía ciertas modificaciones11 según la patología de la que se trate.
pulsional misma ha de ser conservada hasta el final del tratamien- En 1918, en una conferencia pronunciada en Budapest12, vuelve
to. Todo alivio provoca una disminución de la misma”.10 a referirse a estas modificaciones, que afectan el principio de absti-
Por ello, toda intervención en el sentido de justificar la `posición nencia. Allí analiza en profundidad las relaciones entre el principio
de víctima del abusado para aliviar su implicación en el abuso, y de abstinencia, y la estructura del tratamiento psicoanalítico.
todas las estrategias imaginarias para mitigar la angustia, funcio- Pero solicita una excepción. Luego de aclarar en qué se diferen-
nan en un sentido opuesto a la dirección de la cura, obturando cia de la técnica activa de Sandor Ferenczi13, incluye lo que —
toda posibilidad de pregunta por parte del sujeto. él llama modificaciones a la técnica. Describe lo que él llama la
“modalidad activa,” donde para algunas patologías diferentes de
3.- La neutralidad del analista y la abstinencia de transmitir la histeria, debe abandonar la “actitud expectante pasiva”. Mencio-
ideales na entre ellos los actos graves obsesivos y las fobias14.
11
Freud, Sigmund, 1910 El porvenir de la terapia psicoanalítica “Tam-
La neutralidad del analista con respecto a la comunicación de
bién nos inclinamos ahora a reconocer que la técnica analítica ha de
abuso sexual es fundamental, porque es necesario que se abstenga adoptar ciertas modificaciones según la forma patológica de que se
de actitudes morales o humanitarias, juicios condenatorios, o acti- trate y los instintos predominantes en el sujeto”.
tudes compasivas que refuerzan el imaginario de victimización del 12
Freud, Sigmund. Los caminos de la terapia psicoanalítica, 1918.
abusado, obturándole el camino del reconocimiento de su propio
13
Freud, Sigmund. Los caminos de la terapia psicoanalítica, 1918 (…)
goce, y la singularidad de su posición allí. el objeto de discusión entre la escuela suiza y nosotros. Por nuestra
parte, rehusamos decididamente adueñarnos del paciente que se
pone en nuestras manos, y estructurar su destino, imponerle nuestros
9
Freud, Sigmund, Los caminos de la terapia psicoanalítica, 1918 “El ideales y formarle, con orgullo creador, a nuestra imagen y semejan-
enfermo buscará preferentemente la satisfacción sustitutiva en la cura za.
misma, en la relación transferencial con el analista” 14
Freud, Sigmund. Los caminos de la terapia psicoanalítica, 1918
10
Freud, Sigmund, La iniciación del tratamiento, 1913. “Con estos últimos (agorafóbicos graves) no alcanzaremos jamás resultado
30 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 31

En todos estos casos se trata de vacilaciones de la neutralidad y Aunque sé que las indicaciones del analista al analizante, o la
de la abstinencia, por parte del analista, que abandona- al decir de insistencia sobre la exploración de una temática en particular aten-
Freud- la “actitud expectante pasiva” de modo transitorio. tan contra la neutralidad del analista y la abstinencia de dirigir los
actos del analizante15, considero necesarias estas intervenciones
III.- Para concluir para disolver el efecto de la disociación, y del posible retorno al
estado de silencio por parte del abusado.
Vacilaciones calculadas de la neutralidad de un analista en
un caso de abuso sexual Estos son, creo yo, los límites de la neutralidad en un análisis.
Una neutralidad rígida, basada en el ideal del analista y hecha téc-
Cuando trabajamos con pacientes de cierta gravedad, donde nica, es un “momificarse” al decir de Alejandro Ariel16.
existe peligro físico, violencia, riesgo de pasaje al acto, casos graves Es un recurso imaginario que sostiene una inmovilidad gestual
de anorexia, o situaciones de familia muy patológica, la actitud de o verbal, para proteger la impostura de un analista aterrorizado o,
escucha abstinente podría ser imprudente. En casos extremos, no en el mejor de los casos, demasiado obsesivo.
es infrecuente intervenir con vacilaciones en la neutralidad, pu-
diendo dar directivas, hacer una derivación a un psiquiatra, o in-
cluso indicar una internación psiquiátrica.
Son los límites en la neutralidad del analista dentro de un aná- Pablo Segismundo Guañabens
lisis.
Nació un 27 de Junio de 1956 en la ciudad de Bahía Blanca.
En el tratamiento de Z sitúo algunas intervenciones que pueden Estudió psicología y a partir del año 1979 se dedicó a la práctica del psi-
coanálisis.
considerarse “vacilaciones calculadas de la neutralidad”, verdade- Participó en las cátedras de Psicología General y Psicopatología (UBA); Psi-
ros impasses en el cumplimiento del principio de abstinencia, y de cología
la atención flotante. Quiero aclarar, que de diferente manera, y se- Clínica (UK), Psicología Clínica, Psicología Evolutiva (UNSJB), y Psicoaná-
gún la singularidad del paciente, he realizado también intervencio- lisis (CET),
nes con vacilación de la neutralidad en otros tratamientos donde Coordinación en la Escuela de Psicoanálisis del Hospital Borda, entre otras
actividades.
se me ha comunicado el abuso. Muchas veces estas intervenciones
En 1990 se radica en Puerto Madryn donde trabaja hasta hoy en el ámbito
están ligadas a la insistencia de la comunicación del secreto a su de la práctica privada.
entorno, y otras veces a la insistencia sobre volver al tema del abu- De sus primeras armas en el Hospital Borda, (1979-1990) surge su primer
so durante el primer tiempo de tratamiento. libro
“Clínica de la psicosis” (1995). Segunda Edición, Letra Viva 2008.
También es autor de “Amor, sexualidad, aceitunas verdes y deseo”, Ed.
André Materón, 2008.
positivo alguno si antes no conseguimos resolverlos, por medio del influjo
E-mail : simo@madryn.com
analítico, a conducirse como los primeros (leves) , esto es, a salir solos a la
calle, aunque durante tales tentativas hayan de luchar penosamente con la
angustia. Así pues, hemos de tender, antes a mitigar la fobia, y una vez con-
seguido esto mediante nuestra intervención activa, el paciente se hace ya
con aquellas ocurrencias y recuerdos que permiten la solución de la fobia.
La actitud expectante pasiva, parece aún menos indicada en los casos graves de 15
Freud Sigmund. Iniciación del tratamiento 1913 Obras Completas.
actos obsesivos, los cuales tienden en general, a un proceso curativo “asin- “Pero ni entonces, ni nunca luego, debemos ceder a su demanda de
tótico”, a una duración indefinida del tratamiento, surgiendo en ellos, para que les marquemos el tema sobre el que han de hablar”.
el análisis, el peligro de extraer a la luz una infinidad de cosas sin provocar 16
Ariel, Alejandro, La interrupción del tratamiento, 1987 Seminario de psicoaná-
modificación alguna en el estado patológico.” lisis para graduados.
32 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 33

Las escuelas de residencia para niños sordos representan un


contexto para el desarrollo psicosocial, para establecer relaciones
de amistad con otros niños sordos y para practicar y consolidar
Abuso sexual en niñas y niños sordos la lengua de señas como principal medio de comunicación y en-
Benito Estrada Aranda (México) tendimiento entre la comunidad sorda. No obstante, en opinión
de Plann (2008), paradójicamente también representan el contexto
en donde los niños sordos son abusados sexualmente con más
frecuencia.
Introducción La realidad es que en residencias para niños sordos y ciegos tan
conocidas como la Escuela Nacional de Sordos y Ciegos en Madrid
La literatura sobre el problema del abuso sexual en niños sordos
se han reportado historias de abuso físico y sexual, incluso desde
estima que estos, y en general los niños con alguna discapacidad
sus primeros años, siendo una institución que abrió sus puertas
están expuestos a un mayor riesgo de sufrir maltrato, incluyendo
en 1805 (Plann, 2008). En Estados Unidos de Norteamérica, en
el maltrato físico y cualquier tipo de abuso sexual, emocional o am-
escuelas para sordos también han ocurrido abusos sexuales (Ver-
bos. Las barreras de comunicación y en concreto las dificultades
non y Miller, 2002). En numerosos estados de la Unión America-
de los niños sordos para acceder al lenguaje oral y/o la carencia de
na y algunas provincias de Canadá se han llevado a cabo amplias
habilidad en lengua de señas, constituyen factores que elevan de
investigaciones en escuelas residencias y en institutos para niños
manera considerable la vulnerabilidad y el riesgo de sufrir abuso
sordos y niños con deficiencias visuales (Brookhouser, 1987; Sob-
sexual.
sey; 1994). En México, recientemente conocimos la noticia de un
profesor en una escuela de educación especial de Tijuana, Baja
Se ha identificado que el principal escenario en donde ocurre el
California, que presuntamente abusó sexualmente de 20 niños, du-
abuso sexual de los niños sordos es en la escuela, seguido del ho-
rante los últimos 15 años, entre estos niños se encontraban niños
gar y una combinación de ambos (Sullivan, Brookhouser y Scan-
sordos. Sin duda es un grave problema presente en muchos países.
lan, 2000). Por el contrario, en adolescentes sordos el escenario
más frecuente en donde suele ocurrir el abuso sexual es en los
El abuso sexual que se da en las instituciones puede clasifi-
cuartos de baño, en los dormitorios y en transportes especiales
carse en (Plann, 2008):
(Sullivan, Vernon y Scanlan, 1987). Cuando se trata de una escuela
que además es residencia para niños sordos, aumenta la probabi-
Individual: son actos de violencia física, emocional o sexual,
lidad de sufrir abuso sexual. Otros autores (Sullivan y Knutson,
perpetrados por uno o varios individuos.
1998) han documentado estudios (Mertens, 1996; Sullivan, Bro-
Programado: El abuso programado ocurre cuando desde la ins-
okhouser, Scanlan, 1998) que revelan que el escenario principal
titución se aprueba el uso de un trato inhumano o cruel y de mane-
para el abuso es el dormitorio, y que los perpetradores del abuso
ra negligente no actúa al conocer un caso de abuso sexual.
sexual y físico son los tutores, otros estudiantes mayores, y sus
De sistema: Ocurre cuando la institución no puede garantizar
iguales.
la mínima seguridad de los niños, debido a que opera con caren-
Por otro lado, Knutson, Johnson y Sullivan (2004), reportan
cias significativas tanto de personal (sin entrenamiento ni control),
que los padres oyentes de niños sordos tienden a abusar sexual-
como de infraestructura (edificios en ruinas o en condiciones in-
mente más a sus hijos sordos, que los padres oyentes de hijos
salubres).
oyentes. Reportes relacionados también señalan que los padres de
niños sordos tienden más al uso de la coerción física que los pa-
dres de niños oyentes (Schlesinger y Meadow, 1972).
34 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 35

La magnitud del problema 5. 90% de los niños sordos nacen en familias con padres
oyentes (Padden y Humphries, 1988). Otros autores señalan
hasta un 95% (Marchesi, 1999).
En cuanto a la incidencia del abuso sexual en niños sordos,
6. Existen aproximadamente de 250,000 a 500,000 usuarios
existen diversos reportes que indican que es en particular más ele-
de la lengua de señas Americana en los Estados Unidos y Canadá
vada de lo que se observa en niños oyentes (Sullivan, Vernon y
(Baker y Cokely, 1980).
Scanlan, 1987; Sullivan et al., 1991; Sullivan y Knutson, 1998;
7. Los niños sordos atraviesan por muchas dificultades para
Sullivan, Brookhouser y Scanlan, 2000). Incuso hay autores que
aprender a leer, escribir, y comunicarse con el mundo oyente a su
estiman una prevalencia de abuso sexual entre la población sorda
alrededor. Precisamente este es uno de los factores que hacen más
superior al 50% (Burke, Gutman y Dobosh, 1999; Sullivan, Vernon
vulnerable a esta población a los abusos en general.
y Scanlan, 1987). Además, en estos y otros estudios (Plann, 2008)
8. El promedio de lectura de los sordos adultos está en un
se ha encontrado que la incidencia del abuso sexual; a diferencia
nivel de entre cuarto y sexto grado escolar básico (Traxler, 2000).
de lo que se observa en la población general oyente, parece ser más
alta entre los varones; niños y adolescentes sordos, que entre las
mujeres sordas. Las causas del abuso sexual en niños sordos
Otros reportes señalan que el 50% de los niños sordos han sido
sexualmente abusados, 41.6% han sufrido abuso físico, y un 26% Entre las causas del abuso sexual que podemos distinguir en
sufren de descuido o abandono (Sullivan y Knutson, 1998). No niños sordos destacan las derivadas de las barreras de comuni-
obstante, los autores señalan que en realidad estas estadísticas cación. Un 95% de los niños sordos nacen en familias con padres
podrían ser mayores debido a que muchos casos no son reporta- oyentes (Marchesi, 1999), esto causa que si los padres oyentes
dos. Por otro lado, LaBarre (1998) señala que algunas estadísticas de niños sordos no consiguen comunicarse eficazmente ya sea a
reportan que entre los niños oyentes menores de 18 años la tasa través de la lengua de señas o de la lengua oral, el vínculo co-
de abuso se sitúa entre un 20 y un 35%, mientras que al tratarse municativo-afectivo y de confianza se construirá con significativas
de niños sordos el porcentaje se incrementa de manera drástica, carencias, lo cual propicia las condiciones para que se produzca
llegando a un 92%. un abuso sexual. Por otro lado, la familia extensa, con bastante
Hechos acerca del abuso y trauma en niños y niñas sordas (Na- frecuencia tampoco acceden a la lengua de señas, con lo cual, el
tional Child Traumatic Stress Network, 2006): niño/a sordo/a, al verse en una situación de abuso sexual tiene
1. Los niños sordos son más vulnerables que los niños oyen- muy pocas opciones para pedir ayuda. Además, es un hecho que
tes a sufrir abuso emocional, físico, psíquico y sexual (Sullivan, en niños con otras discapacidades en donde existen problemas de
Vernon, y Scanlan, 1987). comunicación, al igual es un factor que incrementa notablemente
2. 50% de las niñas sordas han sido sexualmente abusadas el riego de sufrir abuso sexual (Sullivan y Knutson, 1998).
en comparación con un 25% de niñas oyentes (Sullivan, Vernon, y
Scanlan, 1987). Consecuencias en niños sordos abusados sexual-
3. 54% de los niños sordos han sido abusados sexualmente,
en comparación con un 10% de los niños oyentes (Sullivan, Ver-
mente
non, & Scanlan, 1987).
LaBarre (1998) señala que las consecuencias del abuso sexual
4. Aproximadamente, en Estados Unidos de Norte América,
en niños sordos son muy similares a las que se pueden observar
por cada 1,000 niños, dos o tres niños nacen sordos o con pérdida
en niños oyentes: problemas en la escuela, juegos sexuales inapro-
auditiva (National Institute on Deafness and Other Communication
piados con otros niños o con juguetes, temores o pesadillas noc-
Disorders, 2005).
turnas, depresión, retraimiento, pensamientos de suicidio, abuso
36 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 37

de sustancias. No obstante, hay que recordar que aunque niños la psicoterapia. Estas diferencias apuntan al desarrollo cognitivo,
oyentes y sordos pueden presentar las mismas señales que advier- lingüístico y social, las cuales además de condicionar el contacto
tan un posible abuso sexual, los niños/as sordos/as tienen más ele- con la realidad, condicionarán el proceso de la terapia con el niño.
mentos en su contra (barreras de comunicación, padres distantes Del mismo modo, crecer en una familia con miembros sordos o en
comunicativa y afectivamente, un entorno sin apoyos), y que son una con miembros oyentes (es decir, el estatus sordo/oyente de los
estos los que pueden hacer que el abuso sea de forma sistemática padres y otros miembros de la familia), provee experiencias muy
y prolongado. diferentes en la vida y los terapeutas deben tomar en cuenta la ex-
Podemos mencionar que la respuesta de los niños/as sordos/ periencia de la sordera y de cada uno de los aspectos de fondo de
as ante un abuso sexual puede pasar totalmente inadvertida por estas familias (Lytle y Lewis, 1996).
el hecho de que la mayoría de los niños sordos tienen muy poco Por otro lado, otros aspectos de los niños y niñas sordas que
acceso a la información en general, y en particular a la información también pueden tener un impacto en la psicoterapia pueden ser
sobre sexualidad y la prevención de abusos. Su respuesta, pue- el tipo de escuela a la que asiste (escuela para sordos o de inte-
de estar más inclinada hacia el retraimiento, aspecto que puede gración), el tipo de comunicación que usa (lengua de señas, len-
confundirse con la propia realidad de la sordera. Por esta razón, gua oral, lectura de labios) y su propia actitud hacia la sordera.
ante la menor sospecha de abuso se debe intervenir a la brevedad También el estatus sordo u oyente de los padres tiene para Lytle y
posible, tomando en cuenta que para el niño sordo la realidad del Lewis (1996) un impacto considerable en el proceso de la terapia,
abuso sexual pueda estar siendo normalizada por la propia reali- explican que en su consulta los pacientes sordos hijos de padres
dad de la sordera. Al igual que en niños oyentes, la consecuencia sordos que acuden a terapia individual, son a menudo fáciles de
más común y de largo alcance es la falta de confianza en sí mismo identificar: Tienen más confianza y seguridad en el exterior, se re-
y en los demás, en especial de quienes se supone que debían ser lacionan a un nivel más igualitario y de manera más rápida con
sus principales protectores: sus padres. sus terapeutas y son más expresivos. Tienen la habilidad para pre-
sentarse exteriormente como seguros de sí mismos. Por otro lado,
explican que los pacientes sordos con padres oyentes representan
la mayoría de sus casos. Las características de estos pacientes res-
Estrategias de Intervención ponden a dos grandes grupos con los que estos terapeutas entran
en contacto, los que de niños han sido mimados o sobreprotegidos
Es muy importante antes de pensar en la intervención de los y/o los que han sido abandonados o descuidados, situación que
niños/as sordos/as abusados/as sexualmente, considerar el papel propiciaría en muchos de ellos experiencias de abuso sexual.
que jugará la sordera en el proceso de la psicoterapia. Estrada Podemos resumir los aspectos a tener en cuenta en la terapia
(2008) explica que las variables que pueden llegar a tener más con familias en donde existe un niño/a sordo/a de la siguiente ma-
influencia en el proceso de la comunicación y que pueden condi- nera (Warner, 2000):
cionar la terapia son la edad en la que sobrevino la sordera (sor- La naturaleza de la estructura familiar: Conocer el status sor-
dera prelocutiva1 o postlocutiva2) y el grado de sordera3. Nacer y do-oyente de los padres y el momento del ciclo evolutivo familiar
crecer sordo o adquirir la sordera son experiencias muy distintas en el que llegan a terapia.
que tienen un impacto significativo y diferente en el proceso de El entorno más amplio de la familia: Los aspectos culturales y
psicosociales en el que se desenvuelve la familia.
1
Sordera de nacimiento (hereditaria o adquirida) o que surgió antes de los tres
primeros años de vida, con lo que el contacto con la lengua oral es poco o La sordera: Conocer la etiología y tipo de sordera y la compren-
nulo. sión de la familia acerca de la sordera.
2
Sordera adquirida después de los tres primeros años de vida, puede haber
contacto con la lengua oral.
3
Leve, moderada, grave, profunda.
38 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 39

El problema por el que consultan: La naturaleza del problema obstante, esto no significa la irremediable exclusión de los servi-
y su significado para cada uno de los miembros de la familia, en cios de salud mental, en estos casos el intérprete de lengua de
especial si se trata de abuso sexual. señas se convierte en un elemento fundamental en el trabajo del
Otros profesionales involucrados con la familia: Profesionales terapeuta, para lograr así una comunicación con el paciente sordo.
de la salud mental, servicios sociales, otros profesionales de la sa- No obstante, debe quedar claro que la función del intérprete se
lud que pueden funcionar como una red de apoyo. sitúa exclusivamente en el proceso de la comunicación, y no de la
Por otro lado, además de estas recomendaciones, Denmark psicoterapia.
(1994, p. 49) sugiere como mínimo las siguientes habilidades en En cuanto a los elementos necesarios para incrementar la efica-
los profesionales de la salud mental involucrados en el tratamiento cia del servicio que los terapeutas puedan ofrecer a pacientes sor-
de personas Sordas: dos, tanto niños como adolescentes y adultos hay también algunas
Comprender los aspectos psicológicos, lingüísticos, sociológi- sugerencias prácticas que pueden servir de guía (Scheetz, 2004):
cos y culturales de los diferentes tipos de sordera. 1º.- Obtener retroalimentación del paciente sordo (niño, ado-
Comprender la problemática de niños y adultos sordos con lescente o adulto) acerca de la recepción de los mensajes. Esto
otras discapacidades asociadas. es muy importante, hay que asegurarse que el paciente nos está
Conocer los trastornos de comunicación, tanto los del desarro- comprendiendo y que a su vez, estamos entendiendo lo que quiere
llo como los adquiridos. decirnos.
Habilidad para comunicarse mediante la lengua de señas, dac- 2º.- Usar preguntas abiertas y/o cerradas, pero cortas, claras
tilología (alfabeto signado) y otros sistemas de comunicación apro- y concretas.
piados. 3º.- Poner especial atención a la expresión facial.
Conocer dónde y cómo obtener intérpretes especializados de 4º.- Evitar respuestas no verbales “inadecuadas”. Debido a
lengua de señas. las barreras de comunicación, las personas Sordas pueden ma-
Conocimiento de la fenomenología de los trastornos mentales linterpretar algunas respuestas no verbales del terapeuta; por esta
cuando ésta afecta a las personas Sordas con distintos tipos de razón debe cuidar que sus expresiones faciales no sufran cambios
sordera. abruptos que confundan al paciente sordo.
Tener un conocimiento activo de los aspectos audiológicos de la 5º.- Evitar el uso de modismos, jerga lingüística y frases ela-
sordera (etiología, grado de sordera y tratamientos). boradas.
Conocimiento de los servicios disponibles para personas Sor- 6º.- En el caso de existir la necesidad de usar tests escritos,
das (como Asociaciones, centros educativos, centro de salud men- instrumentos de evaluación o cualquier información escrita, lo
tal). más recomendado es que el intérprete de lengua de señas tra-
Conocer en profundidad las necesidades de la comunidad sor- duzca la información y ayude a marcar las respuestas. Para esto
da y las normas de su propia cultura, lo relacionado al tema de es necesario contar siempre con el consentimiento expreso del pa-
la sordera y los aspectos implicados en la comunidad sorda, son ciente, y si es un menor, de los padres.
temas que nos permiten tener una visión más amplia y objetiva del 7º.- El reconocer que la presencia del intérprete de lengua de
contexto en el que viven los niños/as sordos/as (Estrada, 2008). señas cambiará algunas de las dinámicas del proceso de la tera-
Aunque representa la situación ideal, la mayoría de los profesio- pia, puede ayudar a los terapeutas a ajustarse a esta dimensión
nales que atenderán las necesidades de atención en salud mental añadida. El hecho es que la mayor parte del tiempo durante la te-
de los niños sordos, incluida la atención por abuso sexual, no co- rapia, el paciente sordo mantiene el contacto visual con el intérpre-
nocen la lengua de señas y no podrán ser capaces de comunicarse te de lengua de señas en lugar de mirar al terapeuta. Asumir esto
directamente con ellos. Con esto, la exploración de la magnitud desde un principio ayudará al terapeuta a ser sensible y flexible en
del abuso y las consecuencias será un proceso difícil y lento. No la construcción de la relación terapéutica.
En cuanto al entrenamiento, LaBarre (1998) señala que el en-
trenamiento relacionado para la terapia por abuso sexual, ha sido
40 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 41

desarrollado en base al tratamiento de personas oyentes. En opi- adolescentes sordos, en cambio; técnicas de carácter introspectivo
nión de esta autora, y basándose en su experiencia profesional, están limitadas a niños y adolescentes sordos con un vocabulario
la terapia con niños sordos debe ser muy educativa y muy visual afectivo y habilidades de razonamiento suficientes como para be-
para de esa manera poder detectar qué fue lo que ocurrió exacta- neficiarse de ellas (Sullivan, Brookhouser y Scanlan, 2000). En
mente en el abuso sexual. Señala que la terapia en un principio es uno de los pocos estudios que revisa la eficacia de la psicoterapia
didáctica, para instruir al niño sordo en aspectos educativos de con supervivientes sordos de abuso sexual en un contexto escolar,
sexualidad e incluso de vocabulario (en lengua de señas) ya que se ha demostrado también con un enfoque cognitivo-conductual,
en muchos casos, tanto niños como adultos sordos, desconocen que los niños sordos víctimas de abuso sexual que reciben psico-
el vocabulario relacionado a la sexualidad, y es importante que terapia, presentan de manera significativa menos problemas con-
primero conozcan los términos para poder hacer una evaluación ductuales al ser comparados con un grupo control que no recibe
precisa. Desafortunadamente, el material disponible para realizar tratamiento (Sullivan, Scanlan, Knutson, Brookhouser, y Schulte,
esta tarea en la mayoría de las ocasiones no está adaptado a las 1992). También, Sullivan, Brookhouser y Scanlan (2000) propor-
necesidades de comunicación de las personas Sordas, por lo que cionan datos preliminares que indican que estos modelos de psico-
el terapeuta deberá adaptar material y en muchos casos hacer su terapia producen una influencia positiva en el comportamiento de
propio material, con el componente visual como principal carac- estos niños y que son útiles para reducir la vulnerabilidad al abuso
terística. sexual repetido.
Por su parte, Kennedy (1996) propone un modelo alejado de
Aspectos especiales en el tratamiento la patología, con el que cambia la palabra “tratamiento” por la de
“trabajo de supervivencia” y considera que debido al escenario
Scheetz (2004) informa que los programas de prevención son patologizador de las unidades de psiquiatría, estas son inadecua-
de beneficio para niños sordos e hipoacúsicos ya que son útiles das para niños o adultos sordos que han sido víctimas de abuso
para enseñarles a identificar las partes de su cuerpo, a reconocer sexual, a quienes llama supervivientes.
conductas de abuso y para proporcionarle estrategias de supervi- En cuanto a la parte práctica de la psicoterapia, Burke, Gut-
vencia y escape. Sin embargo, estos programas requieren de algu- man y Dobosh (1999) describen algunas técnicas y herramientas
nas modificaciones, por ejemplo: la adaptación de los materiales terapéuticas que con algunas modificaciones pueden ser usadas
empleados, estos tendrán que ser más visuales y en menor medida también con niños, adolescentes o adultos sordos que han sido
verbales y/o escritos. Sullivan, Brookhouser y Scanlan (2000) ofre- víctimas de abuso sexual, de manera que puedan llevarlas a cabo
cen una breve revisión de algunos programas de prevención que de forma visual. Por ejemplo, a través de dibujos, fotografías y co-
han sido desarrollados para proporcionar entrenamiento en auto- llages. Debido a las dificultades de comunicación verbal de la ma-
protección a niños y adolescentes sordos y su consulta puede ser- yoría de las personas Sordas, estos recursos visuales suponen un
vir de guía para la creación, desarrollo e implementación de nue- importante apoyo para ayudar al paciente sordo a expresar emo-
vos programas (Trevelyn, 1988; Anderson, 1987; Kennedy, 1989). ciones e imágenes.
Por su parte, Burke, Gutman y Dobosh (1999) afirman que hay A continuación, describiremos de manera resumida algunos de
una limitada cantidad de estudios acerca de los efectos del abuso los objetivos terapéuticos que comúnmente se establecen en psi-
sexual infantil en las personas Sordas, lo que deja al descubierto coterapia con niños/as sordos/as que han sido víctimas de abuso
una importante necesidad de investigación. sexual (Sullivan, Vernon, y Scanlan, 1987):
En cuanto al tratamiento, algunos autores sugieren un enfoque Trabajar con el niño/a para aliviar la culpa que ha sido generada
ecléctico integrado por técnicas cognitivo-conductuales, psicodra- por el abuso sexual.
ma o role-playing (Scheetz, 2004). Otros autores afirman que las Ayudar al niño/a a recuperar la confianza en sus iguales y en los
técnicas cognitivo-conductuales son bastante aplicables a niños y adultos.
42 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 43

Tratar la depresión, incluyendo además los desordenes alimen- Una terapia culturalmente afirmativa y centrada en solucio-
ticios y de sueño y en algunos casos los pensamientos de suicidio. nes para los niños/as sordos/as víctimas de abuso sexual.
En cuanto a la literatura sobre la anorexia y bulimia en personas
Sordas existe una gran escasez de investigación. Aunque la investigación de la terapia centrada en soluciones
Proporcionar información sobre el manejo de la ira, así como (TCS; de Shazer, 1985, 1988, 1991, 1994; Lipchik, 2002; Jackson
ayuda para facilitar su expresión de una forma productiva. y McKergow, 2007) realizada hasta ahora ha abarcado un amplio
Proporcionar al niño/a técnicas de autoprotección dirigidas a universo de problemas y patologías en muy distintas poblaciones,
conseguir que cuente con estrategias de actuación ante posibles hasta ahora solo se ha llevado a cabo una investigación de resulta-
conductas de abuso sexual. dos aplicando la TCS en pacientes sordos profundos prelocutivos
Enseñar al niño/a un vocabulario con el que pueda nombrar con sintomatología depresiva (Estrada y Beyebach, 2007). Con lo
y describir sus emociones y sentimientos. Esto es en particular cual, pensamos que no sabemos con precisión el efecto y los re-
importante con niños/as sordos/as ya que las barreras de comu- sultados que puedan obtenerse en la aplicación de la teoría y la
nicación actúan en muchos casos como el gran obstáculo en la técnica del modelo con niños y niñas sordas víctimas de abuso
denuncia del abuso. sexual. No obstante, ya que el colectivo de personas Sordas es una
Ayudar al niño/a a desarrollar un sistema personal de valores población poco acostumbrada a solicitar servicios de atención psi-
así como a establecer una identidad estable y significativa. cológica, pensamos que la TCS puede ser un especialmente útil al
En particular una técnica usada con niños y niñas sordas es la ser un tratamiento breve.
denominada Reconstruyendo el contexto de la infancia (Sullivan, Además, un ejemplo de enfoque cultural para trabajar en te-
Vernon y Scanlan, 1987). A través de algunos ejercicios se ayuda rapia con pacientes sordos, en el cual se aplica un modelo cultu-
al paciente a reconstruir su historia personal y ya que la mayoría ralmente afirmativo a la teoría y la práctica de proporcionar psi-
son a través de estímulos visuales, el niño/a sordo/a puede propor- coterapia tanto a niños, como adolescentes y adultos sordos es
cionar al terapeuta con mayor confianza y seguridad información el denominado: psicoterapia culturalmente afirmativa (Glickman
relevante sobre el abuso: y Harvey, 1996; Glickman y Gulati, 2003). Para Glickman, (1996,
1º.- El paciente elige una edad. El terapeuta explora la situación p. 6) la terapia culturalmente afirmativa (TCA), se refiere a la psi-
familiar cuando el paciente tenía esa edad, investigando activida- coterapia que es socio-culturalmente informada, que utiliza herra-
des placenteras o “normales” hasta llegar al contexto relacionado mientas culturalmente importantes y que pretende fortalecer a los
con el abuso o el tema en cuestión. clientes y sus comunidades.
2º.- El paciente dibuja un mapa familiar. Con esto, el terapeuta De esta descripción podemos hacer algunas conexiones entre
le pide al paciente que describa y hable sobre la historia de los las intervenciones propias de los terapeutas culturalmente afirma-
miembros de la familia representados en el dibujo. tivos con las propias de los terapeutas centrados en soluciones:
3º.- El paciente trae a la terapia una fotografía suya de cuan- ambos actúan de forma respetuosa para conseguir que sus inter-
do era niño/a. El terapeuta anima al paciente a hablar acerca del venciones sean relevantes y sensibles para los clientes. En ambas
niño/a en la fotografía en distintos contextos, tales como la escuela la relación entre terapeuta y cliente se construye de forma coopera-
o el hogar, de tal manera que también pueda hablar del escenario tiva. Comparten además un alto componente interaccional, puesto
del abuso. que ambas realizan conexiones entre las experiencias personales y
4º.- El paciente dibuja un plano de su hogar, de la escuela o del colectivas con lo que se pretende fortalecer a los clientes y su entor-
sitio en donde ocurrió el abuso. Con esta técnica, el terapeuta le no (comunidad sorda). Con esto resaltan los recursos potenciales
pide al paciente que represente un papel de “muñeco/a” (depen- de los clientes, asumiendo que en ellos se encuentra la capacidad
diendo del sexo del paciente) para que pueda “caminar” dentro de de cambiar la situación problemática, lo que representa una forma
ese plano y describirlo de una manera segura. de centrarse en las soluciones. Comparten además una naturaleza
constructivista, puesto que las intervenciones se elaboran a partir
44 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 45

de una respetuosa construcción positiva de la diversidad cultural Estrada, A. B. (2008). Salud Mental, Depresión y Sordera. Monterrey: Universi-
dentro de su contexto sociocultural. En este sentido pensamos en dad Autónoma de Nuevo León.
Estrada, A. B., y González, M. T. (2007). La Terapia Breve Centrada en Solucio-
las intervenciones de la terapia centrada en soluciones, como un
nes. En: “Comprendiendo las psicoterapias” de Editorial Vergara (Argentina).
ejemplo de terapia culturalmente afirmativa. Glickman, N. (1986). Cultural identity, deafness, and mental health. Journal of Re-
habilitation of the Deaf, 20 (2), 1-10.
Conclusiones Glickman, N. (1996). What is Culturally Affirmative Psychotherapy? En Glickman,
N., y Harvey, M. (Eds.). Culturally affirmative psychotherapy with deaf persons
(pp. 1-56). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
En la revisión de la literatura sobre este tema es evidente la Glickman, N., y Gulati, S. (2003). Mental health care of Deaf People: A Culturally
carencia de investigación en donde se revise la eficacia y los re- Affirmative Approach. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
sultados de los distintos modelos de psicoterapia que pueden ser Glickman, N., y Harvey, M. (1996). Culturally affirmative psychotherapy with deaf
empleados para tratar el problema del abuso sexual de niños/as y persons. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
González, M., Estrada, B., & O᾿Hanlon, B. (en prensa). Solution-focused therapy,
adolescentes sordos/as, lo cual representa una necesidad más de
Possibility therapy and an interview with Bill O’Hanlon. Manuscrito en prensa
investigación con este colectivo. International Journal of Hispanic Psychology.
Es importante que los profesionales implicados en el desarrollo Jackson, Z. P & McKergow, M. (2007). The Solutions Focus. Making Coaching &
de los niños sordos estén muy alertas ante cualquier síntoma de Change SIMPLE. Nicholas Brealey Publications.
abuso sexual, se recomienda una valoración usando como vehícu- Kennedy, M. (1989).The abuse of deaf children. Child Abuse Review, 4, 3-6.
lo de comunicación la modalidad comunicativa que en particular Knutson,J. F., Johnson, C. R., y Sullivan, P. M. (2004). Disciplinary Choices of
Mothers of Deaf children and Mothers of Normally Hearing Children. Child
tenga el niño/a sordo/a en cuestión, a tiempo pero sin presionar al Abuse and Neglect 28, pp. 925-937.
menor sordo ya que hay que tomar en cuenta que ya de por sí su LaBarre, M. A. (1998).Treatment of Sexually Abused Children Who Are Deaf.
experiencia sin audición es una situación difícil. Sexuality and Disability, Vol. 16, No. 4, pp. 321-324.
Lipchik, E. (2002). Beyond Technique in Solution Focused Therapy. Guilford
Press: Nueva York.
Bibliografía Lytle, L., & Lewis, J. (1996). Deaf Therapist, Deaf Clients, and the Therapeutic
Relationship. En Glickman, N., y Harvey, M. (Eds.). Culturally affirmative psy-
chotherapy with deaf persons (pp. 261-276). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum
Anderson, J. (1987). Educating deaf children about sexual abuse and their safety.
Associates.
Child Sexual Abuse Newsletter, 13, 335-343.
Marchesi, A. (1999). Psicosociología de la comunidad Sorda. Madrid: Confedera-
Brookhouser, P. E. (1987). Ensuring the safety of deaf children in residential
ción Nacional de Sordos de España.
schools. Otolaryngol Head and Neck Surgery, 97, pp. 361-368,
Mertens, D. M. (1996). Breaking the silence about sexual abuse of deaf youth.
Burke, F., Gutman, V., y Dobosh, P. (1999). Treatment of Deaf Survivors of Sexual
American Annals of the Deaf, 141, pp. 352-358.
Abuse: A process of Healing. En W. I. Leigh (Ed.), Psychotherapy with deaf
Plann, S. (2008). “Bad Things”: Child Abuse and the Nineteenth-Century Spanish
clients from diverse groups (pp. 279-305). Washington: Gallaudet University
National School. Sign Language Studies; 8, 2; p. 181-219.
Press. 
Scheetz, A. N. (2004). Psychosocial aspects of Deafness. Pearson Education:
de Shazer, S. (1985). Keys to Solutions in Brief Therapy. Norton: New York.
Nueva Zelanda.
de Shazer, S. (1988). Clues. Investigating solutions in brief therapy. New York:
Schlesinger, H.S, & Meadow, K. (1972). Sound and Sign: Childhood Deafness
Norton.
and Mental Health. Berkeley, CA, University of California Press.
de Shazer, S. (1991). Putting Differences to Work. Norton: New York.
Sobsey, D. (1994). Preventing the Abuse of People with Disabilities: Research
de Shazer, S. (1994). Words were originally magic. New York: Norton.
and Practical Implications. Baltimore, Brooks Publishing.
Denmark, J. C. (1994). Deafness and Mental Health. Pennsylvania: J. Kingsley
Sullivan, P. M., Brookhouser, P. E., Scanlan, J.M. (1998). Maltreatment of deaf
Publisher.
and hard of hearing children. In Handbook of Mental Health and Deafness.
Dolan, Y. M. (1991). Resolving sexual abuse: Solution focused therapy and Erick-
Hindley P, Kitson, N. (eds). London, Whurr Publications.
sonian hypnosis for adult survivors. New York: Norton.
Sullivan, P. M., Brookhouser, P. E., & Scanlan, J. M. (2000). Maltreatment of Deaf
Estrada, A. B y Beyebach, M. (2007). Solution-Focused Therapy with Depressed
and Hard of Hearing Children. En P. Hindley y N. Kitson (Eds.), Mental Health
Deaf persons. Journal of Family Psychotherapy, 18 (3) 45-63.
and Deafness (pp. 149-183). Whurr Publishers: Inglaterra.
46 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 47

Sullivan, P. M., Brookhouser, P. E., & Scanlan, J. M., Knutson, J. F., y Schulte, L.
E. (1991). Patterns of Physical and sexual abuse communicatively handica-
pped children. Annals of Otology, Rhinology and Laryngology 200, 188-194. La relación abusiva, eje de una problemática
Sullivan, P. M., Scanlan, J. M., Knutson, J. F., Brookhouser, P. E., & Schulte, L.
E. (1992). The effects of psychotherapy on behavior problems of sexually abu- y de una polémica
sed deaf children. Journal of Child Abuse and Neglect, 16, 297-307.
Sullivan, P. M., Vernon, M., & Scanlan, J. (1987). Sexual abuse of deaf youth.
American Annals of the Deaf, 132 (4), 256-262. Psic. Rodolfo C. Pérez
Sullivan, P. M., & Knutson, J. F. (1998). Maltreatment
����������������������������������������
and behavioral characteris-
tics of youth who are deaf and hard of hearing. Sexuality and Disability, 16 (4),
295-319.
Trevelyn, J. (1988). When it’s difficult to say no. Nursing Times, 84, 16-17.
Vernon, M. C & Miller, K. R. (2002). Issues in the sexual molestation of deaf Hasta el momento la perspectiva sistémica ha abordado con
youth. American Annals of the Deaf, 147, pp. 5- 28. bastante amplitud un panorama arduo y complejo sobre las pro-
Warner, B. (2000). Family Therapy with Families with Deaf. En P. Hindley y N. blemáticas familiares; sin embargo aquí comprobaremos e inten-
Kitson. (Eds.), Mental Health and Deafness (pp. 361-381). Whurr Publishers:
Inglaterra.
taremos considerar una cierta laxitud en torno al tema del abuso
sexual intrafamiliar. Otros aspectos del S.M.I. (síndrome de mal-
Dr. Benito Estrada Aranda trato infantil) han merecido un enfoque más claro y decidido: el
maltrato físico o psicológico, la negligencia parental o la las todavía
Profesor-Investigador
incipientes aproximaciones al Síndrome de Munchausen. Mientras
E-mail: bestrada@fap.uanl.mx, estradabito@hotmail.com
tanto, los trabajos sobre el abuso sexual, aportando algunas nue-
Miembro del Cuerpo Académico en Psicología Social (Consolidado) de la
Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
vas consideraciones, por lo general se agotan sólo en conclusiones
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. de carácter reprobable o condenable en torno a la figura del per-
Doctor en Psicología (Universidad Pontificia de Salamanca, España). petrador. Es más: podemos atrevernos a señalar que esas conclu-
Master en Terapia Sistémica (Universidad Pontificia de Salamanca, España). siones ya se encuentran insertas en sus propios presupuestos ini-
Licenciado en Psicología (Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Méxi- ciales o, al decir de Bateson, en sus correspondientes supuestos. 1
co). El abuso sexual se constituye entonces desde la perspectiva pro-
Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Nuevo León fesional en un accidentado camino en el que en su incursión puede
Mutualismo 110, Col. Mitras Centro, C.P. 64460 Monterrey, Nuevo León, presentarnos, desde diversos ámbitos, posturas preponderantes
México como las siguientes:
Pagina web: http://www.psicologia.uanl.mx/caps.htm - Las especulaciones sobre las características del abusador,
cuestión que se ha enfocado sólo desde el punto de vista legal o
psicopatológico, aún sin conclusiones precisas.
- El daño ocasionado por el perpetrador a su víctima, cuestión
que lo constituiría en un peligro actual y potencial si no resultase
ineficiente (estrictamente) vigilado o condenado. Y estipulaciones
sobre presuntas y severas consecuencias sobre el futuro de la víc-
tima, en particular sobre su actividad sexual, con la consecuente
1
“Es también conveniente y necesario para el discernimiento científico
conocer los presupuestos de los colegas que trabajan en el mismo campo.
Y sobre todo, es necesario que el lector de artículos científicos conozca los
presupuestos de su autor“. Bateson, G: Espíritu y naturaleza. Amorrortu /
editores, Buenos Aires, 2002, p. 35.
48 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 49

suposición que, en el caso de un varón su condición de víctima haya adherido curiosamente a este postulado causal lineal cuando
lo colocaría en una posición cercana a la de un nuevo o potencial sostiene que: “… la escena del abuso sexual tiene lugar después de
abusador o alteraciones en su orientación sexual, es decir estipu- una ‘preparación’ destinada a paralizarla (a la víctima) psicológi-
lando un criterio etiológico alejado de lo que acontece en el plano camente.” Esta cuestión resulta avalada por el trabajo clínico pero
relacional. donde todavía se continúa sosteniendo la polaridad víctima – víc-
- El supuesto de que el abuso se inscribe en una relación diádica timario, tan inconveniente para el abordaje de estos casos cuando
sin consideración al contexto familiar donde transcurre. 2 se pretende avanzar algo más allá de una simple actitud condena-
- El establecer una equivalencia entre “ataque” sexual (o viola- toria. Aunque el autor admite a renglón seguido que “Cuando no
ción) y abuso sexual, o relación abusiva. es una amenaza o violencia directa, es una especie de ceremonia
- Comprobar que el análisis del tema nos conduce con frecuen- que anuncia el abuso.” 6 Curiosamente el autor remite también aquí
cia a las restricciones inherentes a la dualidad víctima – víctimario a la problemática bajo los términos de “rituales – trance”, cuestión
(aunque el perpetrador haya sido, a su vez, víctima de abuso o ha- que resulta efectivamente posible toda vez que el “elemento terce-
ber resultado sólo participante observador de esta problemática). ro” así lo permite o resulta posicionado en el lugar de “testigo” no
Gran parte de estas explicaciones causales tienden, indirectamen- habilitado o impedido de intervenir. 7
te, a reducir la responsabilidad del abusador. Sin embargo, la anterior definición no podría refutarse en su
- Que el no considerar la cuestión anterior, sin aludir al contexto detalle porque tal como se describe así ocurre en algunas familias.
donde ello tiene lugar, ha llevado a entender aportes como los que Necesitamos, no obstante plantear una objeción a los fines de este
aquí se presentan como una postura en cierta forma “desdeñable” artículo. La postura a la que nos referimos (esta vez representada
o poco seria perspectiva a veces denominada familiarista, desde por Perrone , pero a la vez compartida por una buena parte de la
donde, como dijimos, se reduciría (entre otras disidencias) la res- opinión generalizada) puede deslizarse fluidamente hacia que la
pectiva responsabilidad del abusador. 3 aserción de que el abusador se propone deliberadamente sojuzgar
- Que si continuamos con estas deliberaciones, como punto final a su víctima indefensa, es decir que en eso consiste su intención.
a esta introducción, deberíamos entonces fijar una clara posición Pero la relación abusiva es algo más que eso. No se trata, como se
ante cuestiones como el SAP 4 y el CSAAS 5, cuyas argumentaciones supone, de un propósito del más fuerte para someter al más débil
suelen implementarse en algunos casos de litigios familiares, cues- Atendiendo a los distintos aspectos de esta iniciativa y tendien-
tiones que no forman parte de los lineamientos de este trabajo. do a hacer aquí del tema un asunto algo más coloquial, se incluye
aquí la perspectiva de un funcionario judicial (cuyo nombre consi-
dero omitir - que no es lo mismo que silenciar):
II. La relación abusiva
“Desde mi experiencia lo que he podido acopiar es que en la
Esta particular relación abusiva intrafamiliar, perdurable más mayoría de los casos, dentro de la estructura familiar, se ha pro-
allá de los actos en sí mismos, suele ser considerada, precisamen- ducido un vacío, materializándose en un corrimiento de uno de sus
te, como la perpetración de un acto (o actos) que parten del abu- miembros, lugar que es ocupado por otro. Tengo para esto varios
sador seduciendo, amenazando o atacando a su víctima, por lo ge- ejemplos como el caso de una madre con varios hijos que “deja” su
neral un prepúber, púber o un reciente adolescente. Quizá Perrone lugar a alguna de sus hijas, la cual toma su rol con la aceptación
2
Una hipótesis arriesgada de nuestra parte consiste en considerar que no cabe la explícita o tácita de los miembros.”
pertinencia de hablar de abuso sexual cuando no existe la presencia de una tercera
persona, llamado a veces el “facilitador”. 6
Perrone y Nannini, p. 117
3
Cuestión que suele reaparecer al considerar el tema de la revinculación. 7
De todos modos es Perrone quien postula que a todos los participantes
Y, en particular, sustentando una noción de género. de este tipo de situaciones les cabe cierta responsabilidad y es así que acu-
4
Síndrome de alienación parental. (Gardner , R.) ña la expresión responsabilidad interaccional que, como veremos, a través
5
Síndrome de acomodación sexual infantil. (R. Summit) de escollos, paulatinamente también incluye a la víctima.
50 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 51

Argumentación llamativa (aunque ajena al fuero penal de adul- ma. Efectivamente, eso es así considerado desde el sentido común
tos) cuando todo hace suponer que el énfasis debería recaer impla- o de las consideraciones legales pero (sin oponerse a ello) consti-
cablemente, sobre todo desde el plano de la justicia inevitablemen- tuyen una simplificación de tipo humanitario que, por lo general,
te, sobre la responsabilidad del perpetrador, análisis linealdesde obstaculiza el tratamiento profesional de estos casos.
donde, efectivamente, aún cabe superar desde el punto de vista Se trata de redefinir en nuestro caso la problemática del abuso
psicológico sobre el tema. Esto nos lleva a pensar que desde los sexual en tanto relación diádica, aislada del contexto en que tiene
planteos psicológicos en esta cuestión sobresale un criterio super- lugar. A riesgo de resultar insistentes al respecto, es la presencia de
yoico que no es necesariamente compartido por los trabajadores un tercer elemento lo que define de algún modo el funcionamiento
directos sobre el problema sino que se asienta, a veces sin las con- familiar anómalo como abuso sexual. Sin este tercer elemento nos
sideraciones explícitas, sólo en criterios morales como si ello se remitiríamos al funcionamiento diádico que se aproxima más a
considerara un aporte develador ante este acuciante tema. una relación de pareja donde (teniendo presente las disparidades
Con la clara intención de abrumar un poco a quien aceptó desde de edades) cada uno de los miembros asciende o desciende en su
el plano legal allegarse como uno de nuestros necesarios interlocu- respectiva ubicación jerárquica en nuestro caso, la forzada oscila-
tores, es momento de señalar que su ejemplo se inscribe en un te- ción que posibilita el acercamiento abusivo hasta obtener la arbi-
rreno intermedio entre el abuso sexual y la negligencia instrumen- traria condición de mutuos partenaires.
tada. Si la madre ofrece a sus hijas ocupar su lugar como mujer, Estos enunciados son los que intervienen en la relación abusiva
allí funcionaría probablemente más bien una relación contractual, ya que, como podemos advertir, el acto sexual en cualquiera de
cercana a la incitación a la prostitución que a un abuso, porque sus formas no resulta necesariamente un indicador efectivo de la
éste se caracterizaría por plantearse pasar desapercibido. Pero un relación abusiva. 9
aspecto cierto se desprende de su consideración: el abuso sexual
intrafamiliar no constituye (así lo dice) una cuestión ocasional, III. El silencio
imprevisible o ajeno a los integrantes de la familia. Y, tal vez sin
advertirlo, ha consignado una premisa muy válida: “en la mayoría Una pregunta que surge, incluso desde el ámbito universitario,
de los casos, dentro de la estructura familiar, se ha producido un y como parte de cierto asombro, se refiere al silencio de la víctima
vacío”. Quizá aquí se encuentre uno de los principales obstáculos ante su entorno, adoptando la forma: “¿por qué ante esta situación
cuando no se asume, como en estos casos, que la estructura paren- la víctima no acudió a sus seres más próximos o confiables para
tal ya ha adquirido, más allá de los avatares de la pareja conyugal, plantear lo que le venía ocurriendo? La respuesta resulta tan obvia
el estilo habitual del funcionamiento monoparental. como inquietante: la víctima no puede romper el silencio como
La consideración de la que nos hemos valido conduce nuevamen- tampoco romper en llanto. Quizá sea éste su mayor sufrimiento.
te al tema del “propósito” del abusador que por lo general habría Porque su silencio no es el resultante de una opción ya que consti-
de provenir del perpetrador como único y decisivo desencadenante tuye una de las condiciones básicas del abuso (y también de otras
de la problemática. La cuestión del propósito en las problemáticas formas de maltrato infantil).
familiares ha sido destacada por Paul Dell como un “mal negocio” El tema del silencio resulta constituir un ingrediente primario
desde el punto de vista teórico y de sus incidencias clínicas porque de un problema tan relevante que R, Summit lo considera una de
reduciría la cuestión sólo a un funcionamiento homeostático, con
un desequilibrio de fuerzas establecido y constante, una connota-
ción inexorable.8 9
Una razón irrefutable la podemos encontrar en la novela de Thomas Ha-
La conocida y previsible polémica que este punto genera se aso- rris El silencio de los corderos (versión fílmica; El silencio de los inocentes
cia de manera estrecha con una pretendida justificación del perpe- donde la evidente relación abusiva entre el doctor Lector y Clarece Starling
trador o con una falta de reconocimiento del sufrimiento de la vícti- presenta aspectos impactantes aunque el contacto físico se encuentre im-
pedido por las rejas.
8
Dell, Paul: Más allá del principio de la homeostasis. Family Process.
52 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 53

las fases de la formulación del CSAAS.10 Nosotros hablamos de como lo podría manifestar defensivamente algún miembro de estas
silencio mientras que ese autor habla de secreto. En realidad lo familias nucleares. 11
nuestro consiste en un modo coloquial cuando el término utilizado
por Summit resulta más riguroso. Veamos de qué se trata. El silen-
cio tiene que ver con aquello que no se dice y que, por lo general,
tiene que ver con un tema, o más precisamente con el contenido de
lo que se silencia.
Pero la noción de secreto va un poco más allá y merece su consi-
deración porque el secreto excede el silenciamiento de un determi-
nado tema transcurriendo en la trama de una alianza donde otros
quedan excluidos. Efectivamente, el secreto se constituye en un
subsistema, cuyas impuestas lealtades, impedirían que tal alianza
fuese reconocida o detectada. Y hasta cabría posible afirmar que
entre víctima y víctimario poco es lo que se dice de lo que trans-
curre entre ellos o de lo que se hace. Todo parece estar implícito
y son sólo leves indicios los que dan lugar a la reanudación de la
relación abusiva.
Y decimos “reanudación” porque la relación abusiva, en tanto
acto, no es permanente sino intermitente. Por lo común las jerar-
quías parento – filiales operan de acuerdo a las expectativas fami-
liares referidas a la crianza, educación y cuidados. O sea, desde
este punto de vista, que el miembro abusador difícilmente pueda
tildarse de negligente o desconsiderado. Y esta es una de las tram-
pas que robustece las lealtades más allá de lo permitido. Entonces, En la figura 1 se observa un claro enmarañamiento o superposi-
y de manera paradójica, el abusador se presenta en algunos aspec- ción propio de algunas de estas problemáticas y ello también lo
tos como el protector o custodio de su víctima. tornaría en una variable preponderante dentro de las condiciones
Todo ello lleva a que la relación abusiva, por lo común super- donde puede llegar a tener lugar el abuso sexual. Se trata de un
puesta con un ejercicio parental adecuado, deba ser relegada a enmarañamiento que afectaría, de un modo u otro, a todo el sis-
adquirir un valor admisible y, por lo común, escasamente sinto- tema familiar, tendiendo a un funcionamiento con características
mático, lo que impide o dificulta las intervenciones profesionales. endogámicas.
Retomando ahora la discusión sobre la díada “silenciosa” (con- - La línea de guiones horizontales (frontera intergeneracional) se
formada por abusador y abusado) podemos observar los diversos interrumpe en el plano del secreto donde se diluye la demarcación
entrecruzamientos entre el orden de las alianzas (y su componen-
te de privacidad) y advertir entonces la dimensión de esta trama 11
Puesto que en las familias no nucleares (llamadas a veces, “multiproble-
como para que, supuestamente, pase por completo desapercibido, máticas”) cuando se presenta un abuso no adquiere necesariamente una
dimensión estable en el tiempo, pues resulta constituir un aspecto más
de su organización variable, caracterizado también por la ocurrencia de
otras problemáticas que afectan con frecuencia su funcionamiento: fugas
del hogar, embarazos tempranos, conflictos con la ley o alguna forma de
10
Las secuencias que señala el autor en su trabajo son las siguientes: 1) desintegración familiar. Todos aspectos que tornan poco probable el esta-
el secreto, 2) la desprotección, 3) el atrapamiento y la acomodación, 4) la blecimiento de una díada abusiva entre padres e hijos. (Véase al respecto
revelación tardía, conflictiva y poco convincente y 5) la retractación. Linares y Coletti)
54 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 55

jerárquica, incongruencia poco entendible y atemorizante para la Bibliografía


víctima y que interviene también en la perpetuación del su silencio.
- Si lo consideramos desde el plano contractual. La diferencia- Bateson, G: Espíritu y naturaleza. Ed. Amorrortu, Bs. As, 2002.
ción de niveles establecida consensuadamente, ante la indefinición Ferenczi, S: Confusión de lenguas entre los adultos y el niño. Espasa – Calpe.
de lo complementario y lo simétrico, se ve suspendida de mane- Obras Completas. Tomo IV, 1932.
Gardner, R.A. (1998). “The Parental Alienation Syndrome”, 2d Edition, Adden-
ra incomprensible para la víctima, quien no puede denunciar al dum
perpetrador dado que, por lo corriente, éste se propone como su Harris, T: El silencio de los corderos. RBA editores, Barcelona, 1998.
protector. Intebi, I: Abuso sexual infantil en las mejores familias. Ed. Granica. Bs. As. 1998.
Linares, J. Luis: Del abuso y otros desmanes. Ed. Paidós. Barcelona, 2002.
- En el subsistema conyugal resulta claro que se produce una Linares, J. Luis y Coletti, M: La intervención sistémica en los servicios sociales
ante la familia multriproblemática. Paidós, Bs. As; 1997.
alteración pues el padre o el padrastro (o quien ocupe ese lugar
Malacrea, M: Trauma y reparación. El tratamiento del abuso sexual en la infancia.
parental) difícilmente pueda establecer con claridad, ante estas cir- Ed. Paidós, Bs. As. 2000.
cunstancias, lo que le atañe a su posición conyugal con su rol de Nyman, A: Jóvenes abusadores. El abuso sexual y su tratamiento. ASIBA, Siste-
partícipe de la alianza con la víctima. mas familiares y otros sistemas humanos. Año 18, Nº 3, 2002.
Pérez, Rodolfo C: Problemáticas, secciones, trabajos y notas: Abuso sexual.
- Y, de manera análoga se establecería una discrepancia en el www.kubernetes.com.ar
Pérez, Rodolfo C: La armonía en el maltrato. Publicado en Contrastes, Revista
nivel de los hermanos (nivel fraterno). Allí donde cabría esperar Cultural, Valencia, España, abril-mayo 2002
una alianza horizontal para afrontar los cotidianos y necesarios Perrone, R. y Nannini, M: Violencia y abusos sexuales en la familia. Paidós, Bs.
oposicionamientos con el eje vertical de las dimensiones de la As; 1997.
filiación. Se produciría una cierta fractura, con frecuencia compro- Ravazzola, M. Cristina: Historias infames: los maltratos en las relaciones. Ed.
bable es en distanciamiento que lleva a la víctima a colocarse por Paidós, Bs. As; 1997.
Sanz, D. y Molina, A: Violencia y abuso en la familia. Ed. Lumen, Bs. As. 1999.
delegación en una posición “superior”, o sea en lo que se ha dado
Summit, R: The child sexual abuse acomodation syndrome. Child abuse & Ne-
en llamar “hijo parentalizado”, por lo general una adolescente mu- glet. Vol. 7, 1983.
jer que desempeña tareas domésticas y que suele ocupar un rol de Volnovich, J. (comp.) Abuso sexual en la infancia. Ed. Lumen. Bs. As. 2002.
responsabilidad ante sus propios hermanos. Esto es sustituyendo
en parte a la madre y acercándose al nivel del adulto abusador. De *
este modo su pertenencia familiar suele resultar estable pero ya no
Psic. Rodolfo C. Pérez.
como un contexto de clara adhesión o contención.

Perito Psicólogo del Cuerpo Auxiliar del Fuero Penal Juvenil del Departa-
Consideraciones finales mento Judicial de La Plata, Pcia. de Bs As.
Profesor Adjunto del Seminario Abordaje sistémico de problemáticas fa-
Tal vez estas consideraciones, además de presentar algunos as- miliares. Facultad de Psicología. Universidad Nacional de La Plata (2003
pectos no del todo trabajados hasta el momento sobre este tema, – 2008).
E mail: rperez.rodolfo@gmail.com
puedan constituirse en algunos aportes para el abordaje de estos
casos y particularmente, en torno a la posibilidad o imposibilidad
de avenirse a una tarea de revinculación cuando el perpetrador ha
sido alejado de su hogar o bien ha resultado inculpado y condena-
do o bien haya sido excluido de su hogar.
*
56 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 57

Desde lo familiar la idiosincrasia, los afectos, el orden, la disci-


plina y los tipos de vínculos.
Desde los individual las particularidades de los adultos como
Inhabilidades de los adultos que cumplen la la estructura de personalidad de base del o de los progenitores
función del progenitor entendida como una constelación única de rasgos y estados psico-
lógicos individuales. En algunos casos, nos encontramos frente al
adulto maltratador que generalmente no concurre más de una o
María Zulema Barilari dos veces a la cita con el psicólogo, y la mayoría de las veces ante
el adulto protector que cuenta con escasos recursos personales y
está inmerso en un contexto facilitador de violencia.
También es importante considerar los factores de riesgo defini-
Introducción
dos como las características, los hechos o las situaciones propias
del niñ@ o de su entorno que aumentan la posibilidad de desa-
El maltrato infantil, en todos sus tipos, presenta múltiples fa-
rrollar el desajuste psicosocial, y los factores moduladores enten-
cetas y ha sido estudiado desde diferentes teorías. Inicialmente se
didos como las características personales, familiares, sociales y
pensó que la variable determinante estaba relacionada a una pa-
culturales que brindan protección y promueven el desarrollo psi-
tología de los víctimarios, luego se observó que la vulnerabilidad y
cosocial de los niñ@s.
el género de los niñ@s también facilitaban la violencia hacia ellos,
Frente a este cúmulo de cuestiones me he preguntado infinidad
más tarde se habló de la responsabilidad y/o complicidad de la ma-
de veces ¿Por dónde empezar? Y mi respuesta es, desde la inter-
dre que supuestamente debía ser la protectora. En la actualidad
disciplina, concentrarse en “las circunstancias y en el adulto pro-
se coincide en que el maltrato infantil es influido por un conjunto
tector” fomentando sus habilidades pues hace lo mejor que puede
de diferentes variables y que un marco teórico integrativo permite
para proteger al niñ@.
comprender mejor la temática.
En las situaciones de violencia intrafamiliar, el tratamiento te-
rapéutico de los niñ@s es acompañado y sostenido por un adulto Competencia, asertividad y habilidad
protector, quien por ser una de las pocas redes de apoyo del niñ@,
se convierte en el depositario de las expectativas del terapeuta. La bibliografía menciona tres términos afines: competencia,
En una situación de violencia familiar, maltrato y/o abuso sexual asertividad y habilidad. La competencia es definida por diferentes
infantil encontramos variables intervinientes agrupadas en aspec- autores: Rodríguez y Feliz (1996) “Conjuntos de conocimientos,
tos contextuales, familiares y personales, las cuales hay que tomar habilidades, disposiciones y conductas que posee una persona,
en cuenta en el momento de un análisis de la situación. que le permiten la realización exitosa de una actividad”. Ansorena
Desde lo contextual inciden culturas, religiones, creencias y va- Cao (1996) “Una habilidad o atributo personal de la conducta de
lores; desde lo legal los derechos, la protección de la víctima y la un sujeto, que puede definirse como característica de su compor-
punición del víctimario; desde el sistema de salud la disposición tamiento, y, bajo la cual, el comportamiento orientado a la tarea
hospitalaria y/o la sala de primeros auxilios más cercana y los pro- puede clasificarse de forma lógica y fiable”. Woodruffe (1993) “Una
fesionales; desde el sistema de educación, la escuela y los docen- dimensión de conductas abiertas y manifiestas, que le permiten a
tes; las instituciones intermedias y comunitarias que brindan los una persona rendir eficientemente”.
recursos o las redes de apoyo formal e informal como el club del La asertividad es definida por Joseph Wolpe (1958) como “la ex-
barrio y/o la parroquia; y las normas de la sociedad a la cual se presión adecuada de cualquier emoción que no sea ansiedad hacia
pertenece. la otra persona”. Arnold Lazarus (1973) como “El reconocimiento
y la expresión adecuada de cada uno de los estados afectivos”
58 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 59

La habilidad es definida por Caballo (1986) como “La conducta bajaron en las habilidades hombre-máquina que requería habilida-
socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por des perceptivas, motoras, toma de decisiones y procesamiento de
un individuo en un contexto interpersonal que expresa los senti- información; este modelo luego se trasladó al de hombre-hombre.
mientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo c) En Inglaterra Argile (1967 – 69 - 74), Kendon (1967) y Wel-
de un modo adecuado a la situación respetando esas conductas en ford (1966) presentaron varios trabajos en habilidades.
los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos El término “habilidad” ha evolucionado con diferentes nombres
de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros pro- como: conducta asertiva, libertad emocional, competencias perso-
blemas”. nales, entrenamiento asertivo, conducta asertiva, entrenamiento
El término “competencia” se refiere a lo abarcativo o molar y se en habilidades sociales, etc. Finalmente se logró un consenso y se
relaciona en mayor medida al ámbito laboral. “Asertividad” tiene denominó al constructo “habilidades sociales”.
un significado molecular, es decir a una conducta específica. Y el La definición del concepto también ha evolucionado; los autores
término “habilidad” se lo ha relacionado más a lo social. Por estas no acordaban en definir qué se entendía por una conducta social-
características tomo el término “habilidad” para desarrollar la idea mente habilidosa.
de “habilidad parental”. Butler y Grudson (1981) afirman que es muy difícil definir “ha-
bilidades” pues las mismas dependen del:
Habilidades sociales a) contexto cambiante, marco cultural, edad, sexo, clase social,
educación, patrones de comunicación y deseo de logro.
Según (Caballo, 2005) (5) Los primeros trabajos fueron reali- b) la particularidad personal, las actitudes, los valores, las
zados por Jack (1934), Murphy y Newcomb (1937); Page (1936) creencias, las capacidades cognitivas, el estilo de interacción y la
y Tohompson (1952) quienes estudiaron aspectos de la conducta significación que cada individuo tiene del mundo relacionado a su
social en niños. cultura, su sociedad, su subgrupo de pertenencia, su familia, su
Neofreudianos como Sullivan (1953) y White (1969) en lugar de experiencia de vida y sus rasgos de personalidad.
poner el énfasis, como otros autores, en los instintos biológicos se Algunos autores hablan de que las habilidades consisten en un
inclinaron por un modelo interpersonal del desarrollo relacionado conjunto de capacidades aprendidas. Otros, basados en el modelo
a las habilidades sociales. de la personalidad, dicen que son capacidades inherentes a la per-
sona para actuar de forma eficaz.
Los autores coinciden en que hay conductas hábiles e inhábiles
El estudio sistemático del tema tiene 3 fuentes: o antisociales. Se consideran hábiles cuando las respuestas son
adecuadas o apropiadas para una situación particular y logra ob-
a) Salter (1949) presentó un trabajo denominado “Terapia de jetivos concretos. La conducta habilidosa está determinada por
reflejos condicionados”. Y luego con Wolpe (1958) fueron los pri- factores ambientales, variables personales y la interacción entre
meros en hablar de asertividad. ambas, así pues diferentes situaciones requieren diferentes con-
Alberti y Emmons publicaron el libro “Estás en tu perfecto dere- ductas.
cho” que fue el primero dedicado exclusivamente a la asertividad.
Eisler, Hersen y Goldstein elaboraron programas de entrena- La conducta hábil tiene 3 componentes:
miento para reducir el déficit de “habilidades sociales”.
b) Zigler y Phillips (1960-61) trabajaron en competencias socia- 1) Conductual:
les y demostraron que los adultos institucionalizados, con mayores Lazaru (1973) desde la clínica plantea cuatro tipos de respues-
competencias sociales previas a la hospitalización, permanecían tas: 1) Capacidad de decir “no”; 2) pedir favores o hacer peticiones;
menor tiempo internados y tenían mejor pronóstico. También tra- 3) expresar sentimientos positivos y negativos; 4) iniciar, mantener
y terminar conversaciones.
60 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 61

Caballo plantea que otros autores han ampliado los tipos de grado de estructura y definición; o débiles que no ofrecen señales
respuestas: claras para guiar la conducta, están relativamente poco estructura-
1) hacer cumplidos, 2) aceptar cumplidos, 3) hacer peticiones, das y son ambiguas.
4) expresar amor, agrado y/o afecto, 5) iniciar y mantener conver-
saciones, 6) defender los propios derechos, 7) rechazar peticiones, Habilidades parentales o de los progenitores
8) expresar opiniones personales, incluido el desacuerdo, 9) expre-
sión justificada de molestia, desagrado y enfado, 10) petición de A partir de este recorrido teórico tomado de Caballo se observa
cambio de conducta del otro, 11) disculparse o admitir ignorancia, que la conducta habilidosa es compleja pues está compuesta e in-
12) afrontar las críticas. Y algunos agregan 13) solicitar satisfacto- fluida por múltiples variables contextuales y personales.
riamente un trabajo, y 14) hablar en público.
También se toma en cuenta las habilidades no verbales como En la clínica se observa un común denominador: progenitores
gestos o miradas; las habilidades para lingüísticas como volumen, con diferencias económicas, sociales y profesionales; diversas cul-
tono, claridad, velocidad y timbre de voz. Y componentes mixtos turas y nivel de instrucción que cumplen su función parental de
más generales como: tomar y ceder la palabra, saber escuchar, etc. forma deficitaria o disfuncional1. Ellos presentan “falta de recur-
sos personales” como poco control propio, de los demás y de las
situaciones; poca asertividad, poca capacidad de comprensión de
2) Personal: la situación y de concebir otras opciones posibles. Esta falta de re-
Las situaciones y los ambientes influyen en los pensamientos, cursos reales, percibidos y/o sentidos como carencias, no les per-
sentimientos y acciones de los individuos. La persona busca algu- mite salir de la situación de maltrato y violencia.
nas situaciones, evita otras, es afectada por el medio y a su vez lo En este sentido podemos entender a estos progenitores como
afecta. personas vulnerables, es decir con tendencia a angustiarse y a
Caballo (2005; p.83) divide las percepciones en: formalidad, mostrar extremos emocionales cuando intentan conducir una si-
familiaridad, ambiente cálido o privado, restricción, distancia, co- tuación. El sentimiento de vulnerabilidad depende del modo de
municación, edad, sexo y cultura.
1
La familia disfuncional mono o biparenta compuesta por progenitores
Caballo cita a Mischel (1973) que habla de competencias cogni-
inhábiles presenta múltiples características como:
tivas, costumbres sociales, solución de problemas y empatía enten- a) padres autoritarios que imponen sus ideas, creencias, gustos y preferen-
dida como saber situarse en el lugar de otra persona; estrategias cias para su propio beneficio.
de codificación y construcción personal; atención y memoria selec- b) violencia física como golpes y quemaduras.
tiva; habilidad del procesamiento de la información; expectativas c) violencia emocional y psicológica como responsabilizar a los menores
que se refieren a las predicciones del individuo sobre las conse- por cuestiones de los adultos, enojos, silencios prolongados, amenazas y
desvalorizaciones.
cuencias de determinadas conductas; valores subjetivos de los es-
d) violencia verbal como insultos y gritos.
tímulos; y sistemas y planes de auto regulación. e) abuso sexual, violación y promoción de la prostitución.
f) altos niveles de ansiedad.
3) Situacional: g) comunicación altamente deficitaria.
La conducta varía dependiendo de factores situacionales como h) alianzas intergeneracionales.
i) adultos con imágenes protegidas.
la relación con los conocidos, íntimos o extraños; edad; sexo y
j) falta de libertad para ver y percibir, pensar, sentir, imaginar, desear y
masculinidad o feminidad de los otros; rol y estatus propio o de elegir.
las otras personas. k) padres con anestesia emocional.
También varía dentro de las situaciones denominadas fuertes Estas familias favorecen niñ@s poco espontáneos, dependientes, con baja
que proporcionan señales claras, guían la conducta, poseen un alto autoestima y huidas del hogar.
62 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 63

afrontamiento que el individuo hace de los problemas, de la posi- manera o los medios de satisfacerlas, son las mismas en todas las
bilidad de predecir una situación, de controlarla, de los modos de culturas y en todas las épocas.
funcionamiento psíquico y de las redes de apoyo sociales disponi- Estas necesidades exigen de los progenitores recursos persona-
bles y posibles de alcanzar. les, habilidades naturales o aprendidas para realizar determina-
Las personas vulnerables presentan déficit de procesamiento das tareas y resolver problemas del mejor modo posible, respon-
psíquico, sobreadaptación, autoexigencia, desconocimiento del sabilidad, capacidad de brindar afecto y cuidado para alcanzar el
propio cansancio, pensamiento concreto, imposibilidad para pro- adecuado desarrollo y bienestar del niñ@.
cesar altos grados de tensión y alexitimia entendida como la difi-
cultad para diferenciar las sensaciones corporales de las emocio- Conclusión
nales, para metabolizarlas y expresarlas. Por lo tanto se observa
que a mayor vulnerabilidad mayor posibilidad de ejercer y recibir A los servicios asistenciales y a la clínica particular llegan fami-
maltrato. lias atravesadas por múltiples cuestiones que favorecen el maltra-
efino la función del progenitor como la ocupación del adulto to:
responsable2 de un niñ@ con el cual tiene una relación consan- Alto nivel de estrés debido a que no tienen cubiertas sus ne-
guínea o familiar al cual debe prodigarle afecto, cuidado, límites, cesidades básicas como: seguridad, vivienda, salud, educación,
protección, transmisión de valores y normas, es decir brindar lo trabajo. Disminución de la calidad de vida3 por fuertes exigencias
necesario para cubrir las necesidades primarias y secundarias. económicas, académicas, laborales y sociales que soportan las fa-
(Alice Miller, 2002) afirma “Un niño cuando nace, necesita el milias para no disminuir marcadamente su nivel de vida4. Delito y
amor de sus padres, es decir, necesita que estos le den su afecto, consumo de sustancias.
su atención, su protección, su cariño, sus cuidados y su disposi- Crisis normativas propias del ciclo vital que en familias caren-
ción a comunicarse con él”. tes de recursos adaptativos provocan vulnerabilidad.
El bebé humano, debido a su inmadurez respecto de otras es- Pérdida laboral, proyectos incumplidos y emigración de jóvenes
pecies, tiene una mayor dependencia de sus padres por lo cual que produce el desmembramiento familiar.
nos encontramos con una función parental desde el comienzo de Aislamiento social en torno de la familia donde se producen
la vida. Por lo tanto desde el inicio es esperable que los progeni- situaciones de maltrato, desconocimiento de los derechos y meca-
tores puedan cubrir, dentro de sus capacidades y posibilidades, nismo de la negación que no permite ver lo evidente.
en primer lugar las necesidades básicas y luego las superiores. Secreto que permite la situación de abuso y lo perpetúa en el
Las necesidades se pueden clasificar en a) subsistencia: salud y tiempo sin que se susciten intervenciones externas que podrían
alimentación; b) protección: seguridad, prevención y vivienda; c) ponerle fin.
afecto: contención familiar, amistades y privacidad; d) entendi- Personalidad que requiere la evaluación en dos planos, el longi-
miento: educación, comunicación y comprensión; e) participación: tudinal relacionado a la historia vital y el transversal que permite
derechos, responsabilidades y trabajo; f) ocio: juegos y espectácu- evaluar la estructura psicológica actual.
los; g) creación: desarrollar habilidades y destrezas; h) identidad: En los delitos sexuales, la paidofilia de ambos géneros con 80 a
pertenencia a grupos de referencia, sexualidad y valores; y i) liber- 90% de ofensores masculinos, según las estadísticas.
tad: igualdad de derechos. Estas necesidades, aunque cambie la Ideación o Intentos de suicidio.

2
Responsable: se define como la capacidad y la obligación de satisfacer, 3
Calidad de vida: satisfacción o insatisfacción percibida por la distancia
respaldar o responder por alguna persona o cosa. Es la obligación moral que hay entre las expectativas propias de cada familia o persona y la reali-
que tiene una persona que desempeña un cargo o una función, como la dad vivida por el grupo social al cual pertenecen.
parental.
4
Nivel de vida: posibilidades, bienes y recursos materiales concretos.
64 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 65

Ante estas dificultades contextuales y personales, propias de es- su casa, y prender y apagar la luz cuando quisiera; me dio un
tas familias, los terapeutas que trabajamos con los adultos debe- beso, me dijo que era la mejor psicóloga del mundo y se despidió
mos hacer un delicado equilibrio, por un lado la situación con sus pues no vendría más al tratamiento ya que su vida estaba resuel-
factores de riesgo y moduladores, y por el otro el adulto con sus ta. Situación que me produjo un cúmulo de sentimientos desde la
recursos y falencias personales. plena satisfacción hasta la total frustración. Como la niña continuó
Muchos terapeutas infantiles demandan de los adultos cuestio- con la terapia, mi colega observaba atentamente la relación entre
nes necesarias para el niñ@ pero irrealizables por los progenitores madre e hija y vio, con gran satisfacción para ambas, que la Sra.
vulnerables. modificó sus conductas.
Recuerdo a un papá que le había dado a su hijo una paliza por Debido a estas cuestiones contextuales y personales, el trabajo
la que debieron hospitalizarlo una semana. Él consideraba que interdisciplinario es lo más indicado y sugiero poner énfasis en los
su mujer, quien había llevado al niño a la sala, era una exagerada. aspectos positivos del adulto protector y favorecer el despliegue de
Él afirmaba que el médico, la enfermera, el abuelo materno y los sus recursos y habilidades personales.
vecinos también eran exagerados pues todos opinaban que la pa- La visión, postura, espíritu, actitud positiva, expectativas rea-
liza había sido muy fuerte. A partir de ese momento trabajamos listas, acotadas y progresivas del terapeuta pueden actuar sobre
sobre sus percepciones; comenzamos a plantear la posibilidad de el adulto vulnerable promoviéndolo, habilitándolo, permitiéndole
que tal vez él, con una percepción diferente a los demás, podía o facilitándole, como en las profecías autocumplidas, habilidades
estar equivocado y que la paliza había sido más grave de lo que impensadas por el mismo adulto y perspectivas positivas, lo cual
él creía. Entonces comenzamos a trabajar sobre sus distorsiones puede convertir el círculo vicioso en una espiral virtuosa.
cognitivas y encontramos que su historia de maltrato familiar le
mostraba modelos erróneos y un punto de comparación distor-
sionado, pues él había estado hospitalizado 15 días con múltiples Bibliografía
puñaladas. Este caso y muchos otros evidencian la vulnerabilidad
de los padres inhábiles o incapaces de comprender y posiblemente 1. Badinter, Elisabeth. (1993) “XY, la identidad masculina”, Grupo Editorial Nor-
modificar ideas, percepciones y conductas perjudiciales para toda ma. Bogotá. Pág. 231-232.
su familia y para él mismo. 2. Barilari, María Zulema. (15, 16, y 17 de mayo de 2003): “Características de
En otra ocasión, una colega me derivó a la madre de su paciente adultos maltratadores” XII Congreso Latinoamericano de Rorschach y otras
técnicas Proyectivas. Montevideo Uruguay.
que tenía conductas muy agresivas con su hija y que a veces no la 3. Beigbeder de Agosta, Barilari, Colombo. (2001): “Abuso y maltrato infantil,
llevaba a la terapia. En la primera sesión indagué lo de rutina, dón- Inventario de frases” Editorial Saint Claire. Buenos Aires.
de vivía, qué comodidades tenía, cantidad de hijos, marido o com- 4. Berlinerblau Virginia Seminario UBA Facultad de Derecho “Abuso Sexual
pañero, actividades de la familia, etc. Hicimos un mapa de la casa Infantil desde la perspectiva forense”.
y encontré que la Sra. tenía una ventana que daba a la calle pero 5. Caballo, Vicente E. (2005) “Manual de evaluación y entrenamiento de las habi-
lidades sociales. Siglo XXI. España, Madrid
no una puerta, por lo cual para salir de su casa debía pasar por
6. Cantón Duarte, José y Cortés Arboleda M. Rosario. (1998): “Malos tratos y
la vivienda de la vecina, además el cable de la luz estaba colgado abuso sexual infantil”. Siglo XXI. Madrid.
también al de la vecina. Por lo tanto, cada vez que ella discutía con 7. Casullo, María Martina. Compiladora (2008) “Prácticas en Psicología Ppositi-
su vecina se quedaba sin luz y sin salir de su casa. Esta situación, va”. Lugar Editorial. Buenos Aires.
como nos hubiese pasado a todos, le traía mucha dependencia y 8. Cirillo Stefano, Di Blasio, Paola. (1991) “Niños maltratados, Diagnóstico y tera-
malestar. Trabajamos la posibilidad de que un vecino albañil, con- pia familiar” Ediciones Paidós Ibérica, S. A. Buenos Aires.
9. Echeburúa Enrique, Paz de Corral. (1998) “Manual de violencia familiar”. Siglo
tinuara con la abertura de la ventana hacia abajo hasta convertirla XXI. España.
en puerta y que el cable de luz lo colgara de la red común. Un día 10. Fishman H. Charles (2000) “Terapia estructural intensiva, tratamiento de fami-
vino con una sonrisa reluciente a contarme que ya podía salir de lias en su contexto social”. Amorrortu editores. Buenos Aires.
66 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 67

11. Giberti, Lamberti, Viar, Yantorno (1998): “Incesto paterno–filial una visión
multidisciplinaria”. Editorial Universidad. Buenos Aires.
12. Hospital Municipal de Niños de Buenos Aires “Ricardo Gutierrez”. Comité de
Maltrato Infantil. 1° Edición.
13. Intebi Irene V. (1988) “Abuso sexual infantil en las mejores familias” Ediciones
Abuso Sexual Intrafamiliar
Granica S. A. Buenos Aires.
14. Malacrea Marinella. (2000) “Trauma y reparación. El tratamiento del abuso Una mirada más abarcativa
sexual en la infancia”. Paidós. Buenos Aires.
15. Miller, Alice (2002) “El cuerpo nunca miente” Tusquets Editores. Buenos
Aires.
16. Sans Diana – Molina Alejandro (1991) “Violencia y abuso en la familia”. Edito-
rial Lumen Humanitas. Argentina. Lic. María Bernarda Romero
17. Soria Miguel Ángel y Hernández José Antonio (1994) “El agresor sexual y la
víctima”. Editorial Boixareu Universitaria. España.

Lic. María Zulema Barilari Cada día sabemos más acerca del abuso sexual intrafamiliar,
así como cada día sabemos más acerca de su prevención, pero aún
Nacionalidad: Argentina. Teléfono: 5411-4792-2598 / 15-5413-5589. así sigue siendo insuficiente mientras no realicemos una mirada
Mails: hualpa00@hotmail.com, y hualpa00@gmail.com un poco más amplia.
UB, Lic. en psicología.
El abuso sexual se sostiene tras un sistema de poder, un secre-
UBA, Carrera de Especialización en Violencia Familiar.
UP, Universidad de Palermo. Doctorado en Psicología, Ph. D. 2008 (en cur- to, una creencia. En la medida que todos nos hacemos cómplices
so) de esto, vamos sosteniendo este sistema abusivo. Por este motivo
UBA, Mediación Familiar se hace imprescindible, el trabajo intensivo y eficaz en la rehabi-
Investigación: UBA Cátedra de Psicología Comunitaria. litación y reintegración de los ofensores sexuales y una mayor
Obras publicadas: Coautora de libros relacionados a la temática “Abuso y
investigación en el conocimiento acerca de sus diversos perfiles.
Maltrato Infantil”. Autora de “Historias de antaño para compartir”.
Docencia: UM Titular regular en la asignatura Psicología Forense. Un aumento de trabajo en redes, donde se priorice el trabajo
Psicoterapeuta; Medicus. interdisciplinario; una estrecha comunicación, tendiendo a la efi-
cacia y eficiencia, entre los sistemas individuales, el microsistema
familiar, el exosistema conformado por la sociedad en su conjunto
y al macrosistema a nivel tanto país como mundo que nos alberga.
Sabemos que la ley del silencio es lo que lo sostiene y lo per-
petúa en el tiempo y que la lealtad invisible es lo que lo impulsa a
repetirlo y transmitirlo trans-generacionalmente. En esta ley en-
tramos todos, en la medida que ignoramos o no comprendemos
este vinculo invisible. Para romper este silencio necesitamos más
el trabajo en redes y del trabajo interdisciplinario. No solo un tra-
bajo de contención a las víctimas, sino también tratamientos reha-
bilitadores para los víctimarios.
En las últimas Jornadas de Ginecología infanto juvenil, organi-
zadas por la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil y
la Asociación de Obstetricia y Ginecología de Santa Fe, realizado
en mayo del 2006, se concluyó -según estadísticas nacionales- que
68 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 69

una de cada 5 mujeres y uno de cada 11 varones de la población El micro sistema incluye al individuo con toda su red familiar,
total, presentan en su historia personal algún tipo de abuso sexual. el exosistema contiene al mismo, más las redes sociales, como los
Que el mismo no es excluyente de las familias carecientes y que sistemas de salud, el sistema judicial, el sistema educativo, el siste-
los casos de abuso son más frecuentes en forma intrafamiliar, de ma policial, la organizaciones comunitarias, la iglesia y el trabajo,
manera que padre y padrastro figuran en primer lugar, coincidien- todo esto inserto a su vez en el Macrosistema, que nos contiene a
do esto con la bibliografía internacional. Entonces se preguntaron: nivel nación y como parte del mundo planetario que vivimos
¿Qué es lo que hace sostener esta situación en el tiempo? y por qué Cada tipo de maltrato implica una especificidad que contempla
a pesar de que se conoce lo que sucede, lo perjudicial y devastador estrategias e intervenciones. Cuando se sospecha un abuso sexual
que es esto para la víctima tanto física como psicológica, no se lo- infantil se evalúan las medidas protectoras, donde el programa es
gra disminuir los casos o, como una utopía, erradicarlo. parte de un engranaje con lo judicial. Realizándose tratamientos
El fracaso de las teorías de abordajes tanto unifactoriales como grupales, para reducir el aislamiento de los niños víctimas de mal-
multifactoriales, para la víctima del abuso sexual, como para el trato, las víctimas de A.S.I. observando las relaciones vinculares y
abusador, nos hace reflexionar la necesidad de un trabajo coordi- también un tratamiento para los ofensores/agresores.
nado e interdisciplinario. Más ahora considerando que en la actua-
lidad encontramos una gran cantidad de literatura psicológica y 1-La persona del abusador
médica-psiquiátrica que documenta la existencia de un comporta-
miento sexual compulsivo con todas las características de la adic- Cuando se trata de describir las características de la persona
ción sexual como un trastorno. Debiéndose aclarar que no todos que abusa sexualmente de niños o niñas, generalmente se habla
los abusadores sexuales son adictos sexuales, ni todos los adictos en términos masculinos porque se ha trabajado mucho más en la
sexuales son abusadores, pero dado que según estadísticas recien- descripción de la personalidad de los ofensores varones: esto se
tes nos dicen que el 44,3% de los delincuentes sexuales se podrían debe a que el 95 a 99 % de los abusos sexuales son perpetrados
incluir dentro del ciclo adictivo propio de los adictos sexuales, se- por hombres.
ría entonces necesario considerar a estos en el amplio espectro de Si bien se conoce la existencia de ofensores femeninos, los po-
abusadores sexuales. cos estudios realizados indican que en los abusos sexuales per-
Como consecuencia de ello, en los países del primer mundo, petrados por las mujeres, éstas presentan un marcado grado de
se observa en el abordaje de su estudio, un esfuerzo de tipo inter- psicosis. Aunque actualmente se esta viendo un marcado aumento
disciplinario entre la clínica médica, la psicología, la psiquiatría, de abusadores femeninos.
la medicina de adicciones, la psicología del trauma, la sexología, y Tres posibles perfiles diferenciados de abusadores sexuales:
todos aquellos servicios que colaboran con la justicia, apuntando La conducta es producto de una compulsión/adicción sexual
al entendimiento de esta patología para incluirla en programas de Abusadores sexuales estructuralmente perversos o paidofílicos
prevención social, tanto para el tratamiento en abuso sexual infan- o con variados trastornos de personalidad
til, acoso sexual, violación, prostitución y sexo anónimo. Los abusadores sexuales enfermos psiquiátricos con una mar-
Pero como se dijo, esto solamente se esta haciendo en países cada desinhibición sexual, como puede haber en algunos casos de
del primer mundo. Aquí en Argentina aún nos encontramos en los psicosis
albores del entendimiento de que es una adicción sexual. Para el entendimiento de que es una compulsión/adicción sexual
Uno de los últimos sistemas de trabajo que se ha adoptado es Goodman (1997), entre otros, propuso una simple definición de
el trabajo a través del modelo ecológico – ecosistémico donde el adicción sexual, que facilita los diagnósticos preliminares de un
trabajo no es con el niño a solas, sino con toda su red social. mi- desorden adictivo. Para él, la adicción es definida como una con-
crosistema, el exosistema y el macrosistema. dición en la cual un comportamiento -que puede funcionar para
70 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 71

producir placer y aliviar sentimientos dolorosos-, es empleado en prueba de auto-evaluación de comportamientos sexuales (SAS),
un patrón que está caracterizado por dos rasgos claves: y un grupo control de 100 hombres, se encontraron diferencias
1) Recurrente falla en el control del comportamiento. significativas entre los delincuentes sexuales que sugirieron idea-
2) Continuidad del comportamiento a pesar de las consecuen- ciones sexuales obsesivas, frecuentes fantasías sexuales, mastur-
cias sig­nifi­cativamente destructivas. bación, pornografía, voyeurismo, acoso sexual. Los resultados de
Hipotetizando que: “La adicción sexual es una forma de com- ambas pruebas sugirieron que la adicción sexual puede ser un fac-
portamiento sexual cuyo patrón característico es la falla en el con- tor importante que impulsa la conducta incestuosa3.
trol del comportamiento sexual, a pesar de las consecuencias sig- También se observó la prevalencia y las características de la
nificativamente destructoras para la persona que la padece y para adicción sexual en delincuentes sexuales encarcelados en una pri-
los demás...” 1 (Goodman, A. 1997 p. 17) sión federal canadiense. De los ochenta hombres encuestados (40
El campo de la adicción sexual y el de los agresores sexuales delincuentes sexuales, 40 no delincuentes sexuales) a quienes se le
siempre fue visto históricamente como entidades únicas y sepa- realizaron los cuestionarios sobre la adicción sexual y problemas
radas; sin embargo, recientemente, profesionales que trabajan en con drogas y alcohol. Surgió que catorce de los 40 delincuentes
ambos campos han examinado similitudes y diferencias entre los sexuales (35%), y 5 de los no delincuentes sexuales (12,5%) fueron
mismos, sugiriendo que puede haber más superposiciones entre clasificados como adictos sexuales. Estos resultados hacen deba-
ambas poblaciones de lo que alguna vez se pensó2. tir la incidencia de la adicción sexual y su relación con los delitos
Si como se dijo anteriormente las estadísticas recientes indi- sexuales4.
can que en el 44,3% de los delincuentes sexuales, en tratamientos
personales, se incluyen en el ciclo adictivo propio de los adictos 2- Disociación, Abuso Sexual Infantil y Adicción
sexuales (Earle & Earle, 1995) y dada la proporción de delincuen-
tes sexuales, podríamos especular preguntándonos por qué los sexual
tratamientos para esta población no incluyen modelos de adicción
como otras modalidades terapéuticas. En la actualidad es ampliamente aceptado que la disociación
Por esta razón, se espera que se puedan dejar de lado los prejui- y el abuso sexual infantil son dos fenómenos que están estrecha-
cios profesionales y que se pueda contribuir, desde el campo en el mente vinculados, aunque no siempre ha sido así. Ambos temas
que se trabaje, ya sea la sexología, la psicología, la psiquiatría, las captaron gran atención a finales del siglo XIX, quedando relegados
adicciones o desde el campo judicial, a ampliar la evaluación y los durante prácticamente todo el siglo XX. Siendo objeto de renovada
modelos de tratamientos que apunten a un diagnóstico diferencial atención en las últimas décadas del siglo XX. Con el correr de los
lo más cercano posible a la realidad del sujeto que padece compor- años, el abuso sexual infantil ha llegado a considerarse un factor
tamientos sexuales problemáticos. etiológico común en el desarrollo de la sintomatología disociativa;
En la búsqueda para entender los factores que influyen, por esta hipótesis cuenta con el respaldo, fecundo, de un cuerpo de
ejemplo en el incesto, muchos investigadores han observado en los literatura empírica.5
ofensores sexuales sentimientos de impotencia, ira reprimida, con- La observación clínica de gran parte de los sobrevivientes del
flictos traumáticos no resueltos, y una variedad de otras emocio- abuso sexual infantil, refiere involucrarse en patrones de conducta
nes negativas. Pero pocos han explorado sistemáticamente la posi- sexual en forma repetida y persistente, a pesar de que eso conlleve
bilidad de que la adicción sexual desempeña un papel importante. consecuencias altamente negativas (Briere & Elliott, 1994; Cour-
3
Margaret Hueppelsheuser a;  Patricia Crawford b; Darren George c Sexual
En una muestra de 132 de delincuentes sexuales incestuosos que Addiction & Compulsivity, Volume 4, Issue 4 October 1997 , pages 335 –
completaron el Test de Detección de Adicción Sexual (SAST) y la 355
1
Goodman, A. (1990, 1995a, p. 44, 1997 p.17) 4
Published in: Sexual Addiction & Compulsivity, Volume 13, Issue 4 De-
2
Delmonico & Griffin (2002) en Clinical Management of Sex Addiction, ob. cember 2006 , pages 377 – 390
cit. (9), p.361 5
Anderson, Yasenik & Ross (1993); Chu,. & Dill (1990); Kluft (1990).
72 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 73

tois, 1988). Otras investigaciones empíricas, por su parte, indican control conciente. Esta inferencia cuenta con el respaldo empírico
que la participación en conductas sexuales riesgosas e impulsivas de una investigación que reveló que a 20 de entre 31 auto-identifi-
está asociada a los antecedentes de abuso sexual infantil.6 cados como adictos al sexo en tratamiento con internación y eva-
En un programa de tratamiento ambulatorio de sobrevivientes luados con la Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos
de abuso sexual infantil realizado por un centro de salud mental Disociativos (SCID-D, por sus siglas en inglés) se les diagnosticó un
de una comunidad (Resolución e Integración del Trauma, TRIP, trastorno disociativo.(Griffin-Shelley, Benjamín y Benjamín, 1995).
por sus siglas en inglés), destinado principalmente a pacientes de
bajos recursos, muchos de los cuales son desempleados o disca- 3-Evaluación de perfiles de agresores sexuales
pacitados. Se observó que algunos patrones de conducta sexual,
descriptos por los sobrevivientes, son recurrir a prostitutas, tener La evaluación es la pieza esencial para trabajar dentro de un
encuentros sexuales anónimos con desconocidos encontrados en modelo posible de diagnóstico diferencial y tratamientos para los
la calle o lugares públicos y pasar horas gastando enormes sumas comportamientos sexuales problemáticos, no solo para la perso-
de dinero en clubes de stripers o sitios pornográficos en Internet. na que lo padece, sino para toda la comunidad, aclarando que la
No es esto lo que define tales conductas como adictivas o compul- variada literatura e investigación es coordinado y realizado en los
sivas. Lo que convierte en problemáticas estas actividades y, por países del primer mundo.
lo tanto, lo que las identifica con instancias de adicción sexual, Para esta evaluación es necesario contar, no solo con profesio-
es que se realizan repetidas veces pese a que se sabe que hubo nales que conozcan acerca de la personalidad de los agresores
consecuencias negativas en ocasiones anteriores o que probable- sexuales, sino también acerca de comportamientos adictivos, debi-
mente las habrá luego. El costo de tales conductas es la pérdida do a que operar bajo esta premisa es fundamental para diferenciar
de la relaciones primarias cuando son descubiertas, el gasto de los tratamientos a abordar y el éxito de los mismos.
tanto tiempo y dinero que el empleo y la estabilidad económica se En consecuencia, habría que considerar sumar a los exáme-
ven resentidos, y el riesgo de contraer SIDA u otras enfermedades nes psicológicos estándares, como son la utilización del Inventa-
de transmisión sexual por falta de protección. Esto último pone rio Multifacético de la Personalidad de Minnesota (MMPI-2)7 , el
en evidencia que la adicción sexual puede ser tan nefasta como la Inventario Clínico Multiaxial de Millon-II (MCMI-II; Millon, 1992)
automutilación, un fenómeno que se asocia con más frecuencia al o el test para déficit atencionales (ADD-ADHD) en adultos (TOVA;
abuso sexual infantil. Greenberg, 1996), entre otros, adiccionando los instrumentos
Probablemente el hecho que la adicción sexual es más habitual que han sido desarrollados más específicamente para los adictos
en los sobrevivientes hombres que en las mujeres y que los sobre- sexuales, como son el Test de Detección de Adicción Sexual (SAST,
vivientes hombres suelen ser ignorados contribuya a que la adic- Carnes 1989), el Inventario de dependencia sexual-revisado (SDI-
ción sexual prácticamente no haya sido abordada en la literatura R; Carnes & Delmonico 1997) y el Inventario Multifacético sexual
sobre el abuso sexual infantil. (MSI-I y II; Nichols & Molinder, 1984).
De acuerdo a lo expresado no debemos dejar de considerar en- El test de evaluación de adicción sexual (SAST) provee un perfil
tonces que los adictos sexuales sufran de un alto porcentaje de de respuesta que puede ayudar a los profesionales a discriminar
factores disociativos tales como: la falta de conciencia sobre los as- entre comportamientos adictivos y no adictivos. Consta de veinti-
pectos destacados de los patrones de conducta de adicción sexual, cinco preguntas, es fácil de administrar y evaluar, y se encuentran
aún cuando las conductas son repetidas, pobres recuerdos de los variantes para hombres, mujeres y homosexuales.
incidentes de adicción sexual aunque sean recientes, conciencia El Inventario de Dependencia Sexual-Revisado (SDI-R) es un
borrosa durante las actividades de adicción sexual y sensación de dispositivo de evaluación más amplio y comprensivo, diseñado
que la conducta está sucediendo automáticamente sin que medie para evaluar la presencia no solo de comportamientos adictivos
6
Browning & Laumann, (1997); Cavaiola & Schiff (1988); Dimock (1988)
sexuales más específicos –como ser fantasías, rol seductor, voyeu-
7
Butcher, Dahlstrom, Graham, Tellegen & Kaemmer (1989), ob. cit.
74 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 75

rismo, exhibicionismo, sadomasoquismo, sexo anónimo, entre Nivel 3: Abuso sexual infantil e incesto, violación y violencia
otros–, sino que también se ocupa de la historia sexual del adicto y sexual.
de la evolución de sus desórdenes. Una vez finalizada esta etapa de evaluación, podríamos introdu-
El Inventario Multifacético Sexual (MSI-II y II) fue normado tan- cirnos en la historia del sujeto y poder así arribar a un diagnóstico
to para mujeres como para hombres agresores sexuales, midiendo diferencial un poco más aproximado a la realidad psíquica del su-
su nivel de responsabilidad en la ofensa, su nivel de negación, co- jeto en cuestión.
nocimiento sexual, pensamientos obsesivos sexuales y motivación
para el tratamiento. 4-Características generales de los Ofensores/agre-
Corrientes actuales indican que es necesario también evaluar el
sexo compulsivo por Internet o cibersex compulsivo, utilizando el sores sexuales adictos sexuales
Test de detección de adicción sexual por Internet (ISST; Delmoni-
co, 1999). Típicamente, los adictos sexuales ofensores sexuales, reportan
El conjunto de estos instrumentos más los tests poligráficos – recuerdos tempranos y extensos de fantasías y comportamientos
realizados dentro de un proceso terapéutico y no como un inte- sexuales ampliamente ritualizados. Aquellos que se encuentran
rrogatorio policial–, y los tests phallometric que permiten medir en este cuadro, son los que usualmente tienen alta frecuencia de
los niveles de excitación sexual –que en muchas ocasiones sirven transgresiones sexuales del nivel 2 (ej. voyeurismo, exhibicionis-
para realizar diálogos francos con el paciente acerca de cuáles po- mo, acoso sexual, etc.,) y menor frecuencia en el nivel 3 (violacio-
drían llegar a ser los disparadores de excitación sexual–, son las nes o abuso sexual infantil).
mejores herramientas para proveernos una visión más amplia de Básicamente reportan una historia de múltiples formas de abu-
las características generales de los comportamientos sexuales que sos o negligencias en su niñez, tales como: que los progenitores no
pueden ser problemáticos no solo para el paciente, sino para toda asumieron la responsabilidad de cuidar y proteger mínimamente a
la sociedad. sus hijos, no satisfaciendo sus necesidades básicas de cuidado, de
Una vez evaluado e identificado al paciente como un probable salud física, custodia, higiene personal, alimentación, educación.
adicto sexual, o no, el siguiente paso sería, si es adicto sexual, co- Encontrándose que el 72% de los adictos sexuales estuvieron ex-
nocer en qué nivel de adicción sexual se encuentra. puestos en su infancia al abuso físico, el 81% al abuso sexual y el
Uno de los pioneros en la investigación sobre el tema de las 97% al abuso emocional9.
adicciones sexuales, diferenció varios niveles de adicción sexual8 , Estos vínculos destructivos originados en la niñez podrían ha-
tales como: ber afectado la habilidad de los mismos para regular sus afectos,
la capacidad de funcionar en una relación íntima saludable y es-
Nivel 1: Aquellos que son mejor tolerados socialmente, como la tán directamente relacionados con las expectativas de las creencias
masturbación compulsiva; relaciones sexuales tanto heterosexua- acerca de uno mismo y de los otros. Manteniéndose estos esque-
les como homosexuales, anónimas en forma compulsiva o no; por- mas de creencias constantes a lo largo de toda su vida. Por este
nografía; prostitución. motivo en caso de situaciones estresantes o que generan ansiedad
Nivel 2: Aquellos suficientemente riesgosos como para garanti- el adicto, no está capacitado para tolerarlas y se resiste o evita
zar severas sanciones legales, tales como exhibicionismo, voyeuris- ser aliviado de una manera funcional utilizando, entonces el sexo
mo, llamadas telefónicas indecentes y vandalismo sexual (consiste como un aliviador de esas sensaciones10.
en rápidas e inapropiadas caricias que pueden ser denominadas Coleman (1986), en su teoría del desarrollo del “comportamien-
“pequeñas violaciones”). to sexual compulsivo” atribuyó esto a dos dinámicas: una que pre-
dispone a un individuo al uso compulsivo de sustancias o compor-
9
Carnes & Adams, 2002 p.126
8
Carnes, 1983, 1991a 10
Carnes, 1991
76 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 77

tamientos con el sentido de aliviar el dolor emocional, y la segunda Los adictos sexuales agresores pueden pasar y variar su acting
que lleva al individuo con esa predisposición a seleccionar cierto out sexual desde un nivel 1 hacia un nivel 3 y a la inversa, como
tipo de comportamientos sexuales como sus preferidos para ali- aspectos diferentes del mismo ciclo adictivo, es bastante común
viar ese dolor. que suceda. Observándose que tanto la masturbación compulsiva
De acuerdo con la teoría de Coleman, la base de dicha predis- como el uso de pornografía, muchas veces comienza en la más
posición podría estar constituida por algunas disfunciones de la temprana edad y progresa con la misma frecuencia e intensidad
intimidad en la familia de origen del individuo, tales como abusos en tanto se va desarrollando la adicción. Esta “progresión”, prin-
o negligencias en la niñez. En respuesta a este trauma el niño de- cipalmente el uso compulsivo de pornografía, es muy común en
sarrolla un sentido de vergüenza, percibiéndose a sí mismo como los agresores sexuales adictos sexuales. Esta graduación puede ser
la causa de ese abuso o negligencia y, como resultado de esto, se tanto en frecuencia del comportamiento –que se va incrementando
siente desvalorizado e inadecuado. La vergüenza y la baja estima en el tiempo–, como en la intensidad del comportamiento –esca-
interfieren en sus relaciones interpersonales surgiendo relaciones lada hacia comportamientos cada vez de más alto riesgo–. Pero
íntimas disfuncionales o inexistentes. Al vivirlo en soledad dismi- no todos los individuos progresan de la misma forma, a menudo
nuye aún más, en consecuencia, su propia estima. la progresión se hace evidente cuando se conoce la historia de su
acting out sexual.
Coleman identificó estos hechos y sentimientos como el origen Según Blanchard (1990) un diagnóstico diferencial clave con el
de la predisposición compulsiva, diciendo: agresor sexual no adicto es que, a menudo, los adictos sexuales
agresores sienten remordimientos, culpa y vergüenza acerca de su
Todos estos hechos y sentimientos causan dolor psicológico comportamiento ofensivo, y luchan con sus sentimientos de desva-
a la persona y para aliviarlo, la persona comienza a buscar lorización, frustración, rechazo e impotencia.
un agente con cualidades analgésicas. Para algunos, ese agente También es frecuente, que los pacientes de este cuadro intenten
es el alcohol. Para otros podrían ser las drogas, ciertos compor- complacer al terapeuta y manipular los resultados del tratamien-
tamientos sexuales, comidas particulares, patrones de trabajo, to, debido a las frustraciones a que los lleva su impotencia, como
juego, etc. Todos parecen causar cambios físicos y psicológicos, resultado de esto tiende a ocultar o no reportar la frecuencia y los
que alivian el dolor y brindan alivio temporario. (Coleman 1986 tipos de sus comportamientos ofensivos.
p.9; 1987 p.196)11. No es inusual que individuos de este grupo experimenten adic-
Esta hipótesis de Coleman se asienta en que la dinámica especí- ciones múltiples con otras sustancias u otros tipos de comporta-
fica que lleva al individuo a manifestar un comportamiento sexual mientos compulsivos. La mayoría de las veces ocurren simultánea-
compulsivo es un antecedente de ciertas actitudes disfuncionales, mente a la adicción sexual. Las más comunes son el alcohol, las
restrictivas y conservadoras relacionadas con la sexualidad. Ya sea drogas, el juego y las compras compulsivas.
como un intento de elaboración de sucesos traumáticos o en el
sentido de aliviar el dolor emocional, el comportamiento sexual 5-Características generales el ofensor/ agresor
adictivo estaría cumpliendo la función de alterar el estado emocio-
nal displacentero, mediante refuerzos positivos y negativos para la sexual no adicto sexual
persona que la padece12.
Aquí nos encontramos con ofensores/agresores sexuales que tie-
11
Coleman, E. (1986) Sexual compulsión vs. sexual addiction: the debate nen comportamientos ilegales parafílicos o con graves trastornos de
continues en SIECUS Report: 31 (5),7-11. y Coleman E. (1987). Sexual personalidad, sin evidencia subyacente de compulsividad sexual13.
compulsivity: Definition, etiology and treatment considerations. In Che-
Estos individuos, reportan frecuencia más baja de comportamien-
mical Dependency and Intimacy dysfunction. Ed. E. Coleman New York:
Haworth Press:189-204. tos sexuales agresores en comparación con los anteriores. La edad
12
Coleman, 1987 13
Abel, Osborn, Anthony y Gardos (1992)
78 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 79

de comienzo de fantasías sexuales y de comportamientos sexuales Un objetivo común es responsabilizar al agresor por sus com-
inapropiados suelen darse al final de la adolescencia y al final de portamientos presentes, pasados y futuros, haciéndole tomar con-
la adultez; esto puede ser un diagnóstico diferencial clave con res- ciencia del daño causado no solo a las víctimas, sino a sí mismo
pecto al anterior. y a los integrantes de su propia familia. El acercamiento empático
hacia la víctima de su agresión es algo que aquí se puede lograr en
“Reportan los más altos niveles de frustración, angustia y forma positiva y es de gran ayuda para la prevención de la reinci-
odio, los que pudieron haberse originado en formas violentas de dencia.
maltrato en la niñez. Esta evolución estaría apoyada en eviden- A diferencia del ofensor/agresor sexual no adicto sexual en
cias clínicas que sostienen que los agresores sexuales no adictos donde el enfoque primario de tratamiento será detener el acting
reportan más abuso físico en la niñez, que abuso sexual, como out, mediante técnicas cognitivas/conductuales, con manejo de la
suele darse en los adictos sexuales” (Blanchard 1990). angustia y del estrés, las cuales deberán estar enfocadas prima-
Presentan menor frecuencia de rituales sexuales, de comporta- riamente en la prevención de los comportamientos agresivos. En
mientos adictivos comórbidos y uso mínimo de pornografía. estos sujetos en particular, se deberá considerar la posibilidad de
Finalmente, estos individuos pueden no sentir gran culpa o re- que los cambios logrados solo puedan llegar a ser “cambios de
mordimiento por sus comportamientos transgresores. Su alto nar- primer Orden”15. Debido a que su estructura psíquica, a menudo
cisismo a menudo no les permite registrar el daño causado, y solo perversa ilegal parafílica no les permite, en la mayoría de los casos,
se permiten una terapia, más por su propia conveniencia frente al el logro de cambios profundos. Sin embargo, se puede apuntar a
sistema legal, que por reparación o empatía con la víctima. responsabilizarlos haciendo un trabajo de concientización sobre
su narcisismo, con un entrenamiento empático hacia la víctima,
pero sin acercamiento a las mismas. Una psicoprofilaxis hacia una
6-Abordajes De Tratamiento educación sexual saludable, control y concientización sobre los
A menudo, el tratamiento de los ofensores/agresores sexuales comportamientos sexuales ofensivos, podrían llegar a reducir la
adictos sexuales presenta complejidad y años para la culminación reincidencia de los mismos. Con respecto a la psicoprofilaxis hacia
de los mismos. Requieren múltiples modalidades de abordaje para la pareja y/o familia del agresor deberán estar orientadas hacia una
un tratamiento exitoso. Pero involucrar a toda la familia, no solo concientización para la seguridad de sus miembros y el de toda la
se está previniendo que su ciclo adictivo se pueda detener, sino comunidad.
que también disminuya la posibilidad de transmisión del trauma Es importante aquí considerar, la intervención farmacológica
transgeneracional. Debido a que no es inusual encontrarse con pa- para disminuir la angustia, el control de los impulsos y en casos
dres adictos sexuales y luego con hijos adictos sexuales. necesarios la reducción de testosterona. Considerando que la in-
El tratamiento para estos agresores adictos sexuales se basa en tervención farmacológica amerita un desarrollo amplio que excede
los “Cambios de segundo Orden”14. Los cambios de segundo orden, los objetivos del presente trabajo, se deja el mismo para futuras
no solo modifican o detienen el comportamiento sexual inadecua- investigaciones.
do, sino que promueven la introspección para un cambio de estilo
de vida mucho más saludable. Es sabido que los agresores sexua-
les que detienen su comportamiento sexual agresor solo basados
en posibles consecuencias, es muy probable que reincidan más
que aquellos que lo hacen por un giro en el cambio de sus actitudes
y creencias acerca de sí mismos, de otros y del mundo.

14
Watzlawick, Beavin & Jackson (1967). 15
Idem 12
80 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 81

Bibliografía http://www.tandf.co.uk/journals/titles/10720162.asp
Carnes, P., & Delmonico, D. (1996) Sexual dependency inventory-revised. Mine-
apolis, MN: positive Living Press.
Abel, G. G., J. V., Mittelman, M., Cunningham-Rathner, J., Rouleau, J., & Murphy,
Carnes, P. J.; Nonemaker, D. & N.Skilling.(1991b) “Gender Differences in Normal
W. D. “Self-reported sex crimes of nonincarcerated paraphiliacs”. Journal of
and Sexually Addicted Populations”. American Journal of Preventive Psychia-
Interpersonal Violence; 1987; Volumen 2 Nº 1, pp. 3-25.
try and Neurology; Volumen 3, pp.16.23.
Abel, G. G., Osborn, C. A., Anthony, D., & Gardos, P. “Current treatments of
Carnes, P. J., Delmonico, D. L., & Griffin, E. J. (2001) In the Shadows of the
paraphiliacs”. Annual Review of Sex Research; 1992; Volumen 3, pp. 255-
net: Breaking free from compulsive online sexual behavior. Center City, MN:
290.
Hazelden Foundation.
Asociación Colombiana del Menor Maltratado Intervención en casos de abuso
Chu, J.A., & Dill, D.L. (1990). “Dissociative symptoms in relation to childhood
sexual en estado de crisis. (1996) Protocolo de atención a la niñez maltrata-
physical and sexual abuse”. American Journal of Psychiatry, 147, 887-892
da. Colombia.
Coleman, E. Sexual compulsion vs. sexual addiction: the debate continues In
Anderson, G., Yasenik, L., & Ross, C.A. (1993). Dissociative experiences and
SIECUS Report, 1986, volumen 31 Nº 5, pp. 7-11.
dirsorders among women who identify themselves as sexual abuse survivors.
Coleman E. (1987) “Sexual compulsivity: Definition, etiology and treatment
Child Abuse & Neglect, 17, 677-687
considerations”. In Chemical Dependency and Intimacy dysfunction. Ed. E.
Bays, L., Freeman-Longo, R. Why Did I Do It Again? Orwell, VT: Safer Society
Coleman New York: Haworth Press; pp.189-204.
Press, 1989
Coleman, E. “The Obsessive-Compulsive Model for Describing Compulsive
Blanchard, G. T. “Differential diagnosis of sex offenders: Distinguishing charac-
Sexual Behavior”. American Journal of Preventive Psychiatry and Neurology.
teristics of the sex addict”. American Journal of Preventive Psychiatry and
1990; Volumen 1 pp. 9-14.
Neurology; 1990; V. 2, Nº 3, pp. 45-48.
Coleman, E. (1992). Is your patient suffering from compulsive sexual behavior?
Brenes Rosales; Grillo, R.; R., Milena de Fundación Panjamor (1996)”Violencia
Psychiatric Ann. American Academy Of Child And Adolescent Psychiatry,
y abuso contra personas menores de edad” San José Costa Rica.
1992, volumen 22 pp. 320-325
Brieri, J. Evans, D. Runtz, M, & Wall, T. (1988). “Symptomology in men who were
Convención sobre los derechos del niño aprobada por la asamblea general de
molested as children: A comparison study”. American Journal of Orthopsy-
las naciones unidas el 20 de noviembre de 1989
chiatry, 58, 457-561.
Delmonico, D. L. Internet sex screening test. (Online). Available at: http://www.
Briere, J., & Runtz, M. (1990). “Differential adults symptomalogy associated with
sexhelp.com/internet_screening_test.cfm. 1999
three types of child abuse histories”. Child Abuse & Neglect, 14, 357-364.
Delmonico, D. L. & Griffin E. “Classifyng Problematic Sexual Behavior” in Clini-
Browning, C.R., & Laumann, E.O. (1997). Sexual contact between children and
cal Management of Sex Addiction. 1era. Ed. New York by Brunner Routledg;
adults: A life course perspective. American Sociological Review, 62, 540-560.
2002.pp 361-375
Butcher, J. N., Dahlstrom, W. G., Grahamm, J. R., Tellegen, A., & Kaemmer,
Dimock, P.T. (1998). “Adult males sexually abused as children: Characteristics
B. Manual for administration and scoring Minnesota Mutiphasic Personality
and implications for treatmen”. Journal of Interpersonal Violence, 3, 203-221
Inventory (MMPI-2), Minneapolis, MN: University of Minnesota Press; 1989.
Dhaliwal, G. K., Gauzas, L., Antonwicz, D.H., & Ross, R.R. (1996). “Adult male
Cavaiola, A.A., & Schiff, M. (1988). Behavioral sequelae of physical and/or sexual
survivors of childhood sexual abuse: Prevalence, sexual abuse characteris-
abuse in adolescents. Child Abuse & Neglect, 12, 181-188.
tics, and long term effects”. Clinical Psychology Review, 16, 619-639.
Carnes, Patrick J. Out of the Shadows, understanding Sexual Addiction, Minne-
Earle Ralph H. and Earle Marcus R. (1995) Sex Addiction, Case Studies and
apolis by CompCare Publishers; 1983.
Management, Levittown USA, by Brunner Mazel.
Carnes, Patrick J. Contrary to love, Helping the Sexual Addict, Minnesota, previ-
Finkelhor, David (1980) “Abuso Sexual al menor” México. Ed. Pax México S.A.
ously published by CompCare Publishers; 1989.
Garbarino, J y Eckenrode, J. (1999) “Por que las familias abusan de sus hijos”.
Carnes, Patrick J. Don’t call it love: Recovery from sexual addiction New York:
Barcelona: Granica.
Bantam Books. 1991a
Goodman, A., (1990) “Addiction: Definition and implications”. British journal of ad-
Carnes, Patrick J. “The Presidential Diagnosis”. Sexual Addiction & Compulsivity:
diction; Volumen 85, pp. 1403-1408.
The Journal of Treatment and Prevention; 1998; Volumen 5 Nº 3, pp.153-158.
Goodman, A., (1998) Sexual addiction: An integrated Approach. Madison, by
Carnes, Patrick J. and Kenneth M. Adams. Clinical Management of Sex Addiction.
Copyrighted Material.
1era. Ed. New York by Brunner Routledg; 2002.pp 361-375
Goodman, A., “Sexual Addiction: Designation and treatment”. Journal of Sex and
Carnes, P., & Delmonico, D. “Childhood Abuse and Multiple Addictions: Research
Marital Therapy; 1992; volumen 19, pp. 225-251.
findings in a sample of self-identified sexual addicts”. [Versión electrónica].
Greenberg, L.Test of Variable Attention. 4281 Catella Ave #215, Los Alamitos CA:
Sexual Addiction & Compulsivity: The Journal of Treatment and Prevention.
Greenberg 1996.
1996; Volumen 3 Nº 3, pp. 25-268. Recuperado el 14 de Febrero del 2004
Griffin-Shelley, E., Benjamín, L., & Benjamín, R. (1995). Sex Addiction and
82 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 83

dissociation. [Versión electrónica]. Sexual Addiction & Compulsivity. Journal Sealy, J. R. “Psychopharmacological intervention in addictive sexual behavior”.
of treatment and Prevention 2 (4), 295-306. Recuperado el 17 de Febrero del Sexual Addiction & Compulsivity: Journal of Treatment and Prevention; 1995;
2004 http://www.tandf.co.uk/journals/titles/10720162.asp volumen 2 Nº 4, pp. 257-276.
Grosman, C.Y Mesterman, S. (1992), “El abuso sexual” en Maltrato al Menor. Ed. Watzlawick, P., Beavin, J. H., & Jackson, D. D., Pragmatics of human communi-
Universidad, Buenos Aires. cation. New York: Norton. 1967.
Intebi I. (1998) Abuso Sexual Infantil en las Mejores Familias. Granica. Argentina Wolf, S. C. (1988) “A model of sexual aggression/addiction”. Journal of Social
Irons, R. J., & Schneider, J. P. “Sexual Addiction: Significant factors in sexual Work and Human Sexuality; volumen 7 Nº 1, pp. 131-148.
exploitation of health care professionals, Sexual Addiction and Compulsivity: Web:http://www.litoral.com.ar/index.php/diarios/2006/05/21/metropolitanas/AREA-
Journal of Treatment and Prevention; 1994; volumen 1 Nº3, pp. 198-214. 03.html “Estadísticas nacionales: Una de cada 5 mujeres sufrió algún tipo de
Kluft, M. P. (1990). “Incest-related syndromes of adul psychopathology”. Washing- abuso sexual”
ton, DC: American Psychiatric Press.
Laws, R. D. (1989) Relapse prevention with sex offenders. New York: Guilford
Lennon, B. “An integrated treatment program for paraphiliac, including a 12 step
approach”. Sexual Addiction and Compulsivity: Journal of Treatment and Pre-
Li. María Bernarda Romero
vention; 1994; volumen 1 Nº 3, pp. 227-241.
Maletzky, B. M. (1991) Treating the sexual offender. Newbury Park, CA: Sage. Psicóloga clinica. Diplomada en salud sexual. Especializada en Sexualidad
Maltz, W., & Holman, B. (1987). Incest and sexuality: A guide to understanding humana. Sexología clinica y Educación sexual. Psicoterapeuta especializa-
and healing. Lexington, MA: Lexington Books. Margaret Hueppelsheuser;  da en terapias cognitivas individuales, vinculares, grupales y familiares.
Patricia Crawford; Darren George The link between incest abuse and sexual Psicoterapeuta especializada en trauma psíquico, individual y grupal, con
addiction. Sexual Addiction & Compulsivity The Journal of Treatment & Pre- Certified Traumatologist Academy of Traumatology. �����������������������
Psicoterapeuta Certifi-
vention, Volume 4 Issue 4 1997 p.335-355 cada por EMDRIA con completion of EMDR Basic Training meets require-
Marshall, Marshall, Sexual Addiction in Incarcerated Sexual Offenders. Sexual ments for membership in EMDRIA. Docente nivel terciario y universitario.
Addiction and Compulsivity, Vol. 13, No. 4. (December 2006), pp. 377-390. Presidente de ONG “Asociación civil Nosotros hacia la comunidad”. Autora
McCoy, Diana L.(1987) “The secret a child’s story of sex abuse for children ages de varios artículos y expositora en congresos sobre Adicciones sexuales y
4 through 6”. Magie Lantern Publications Knoxville. diversas problemáticas sexuales.
Milner, Joel S y Herce, C. (1994).”Abuso sexual intrafamiliar: Teoría, investigación Email: marber58@yahoo.com.ar, marber58@gmail.com
y tratamiento” Revista de estudio Infancia y Sociedad. Centro de estudio del www.mariabernardaromero.blogspot.com
menor. Madrid. Nº 24. pp. 139-173. www.adiccionessexualesenargentina.blogspot.com
Millon, T., Millon Clinical Multiaxial Inventory-II. ������������������������������
Minneapolis, MN: National Com- www.nohalac.blogspot.com
puter Systems. 1992.
Nichols, H. R., & Molinder, I. Multiphasic Sex Inventory. 437 Bowes Drive, Ta-
coma, WA: Nichols & Molinder. 1984.
Peroni G. (2000) Ponencia presentada en el Seminario ”El incesto en la Ley, la
ley del incesto” organizado por Foro Juvenil –Programa Faro – Intendencia
Municipal de Montevideo, Uruguay, publicada en libro Seminarios: Violencia
–Campos de intervención Foro Juvenil; imprenta Creagraf.
Roa, A.; Rehnfelat, M., (1998) “Manual para la intervención en caso de abuso
sexual de niñas, niños y adolescente”. Asunción. Paraguay.
Romero, M. B. Adicción Sexual y Trauma Temprano. Revista de Psicotrauma
para Iberoamérica, 2005; 4 (1), 32-41.
Romero, M.B. Comportamientos Sexuales problemáticos: Agresores Sexuales,
Adictos Sexuales y no adictos. Revista Sociedad Argentina de Sexualidad Hu-
mana. Primavera 2006-Otono 2007 Año XX N°1
Romero, M. B. Prevención De Abuso Intrafamiliar. Boletín Electrónico Psicología
Jurídica. Org. Mayo- junio 2007 ISSN 16920759 http://psicologiajuridica.org/
psjb29
Save the Children, Grupo Europa (1998) “Secretos que destruyen. Cinco Semi-
narios sobre explotación y abuso sexual infantil”.
84 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 85

acompañarlo a un lugar, -también conocido por Ernesto- tras ofre-


cerles frutas y otros alimentos. Los niños se habían escapado de
la escuela, que como luego relató el niño, lo habían hecho en otras
El Abuso Sexual desde oportunidades. En ese lugar, un descampado conocido en la zona
oeste del Gran Buenos Aires, el adulto consumó el hecho.
Si bien el hermano menor lo había acompañado, logró huir ante
la Psicoterapia Breve el pedido a gritos de quien resultó víctima, ya que según su relato,
había evitado de esta manera que no le sucediese nada al niño, en
cumplimiento del mandato paterno según el cual “debía cuidar a
sus hermanos menores”.
Diego Sauan Ernesto, quien además recibió cortes y golpes en varias partes
Psicologo social, Lic. en Psicología de su cuerpo, fruto de sus intentos de librarse del agresor, tiene
hoy 18 años, esta de novio con una adolescente, y mantiene una
¿Por qué proponemos a la psicoterapia breve para el tratamien- vida apropiada a su edad y sin secuelas a la vista. Entiendo.
to de las víctimas de una agresión sexual? O más específicamen- Como entiendo que los resultados obtenidos son alentadores,
te ¿Por qué creemos en la posibilidad de intervención desde este por ello trataré de mostrarles en detalle mi experiencia, basada
abordaje cuando nos encontramos frente a un menor que fue abu- en la de terapeutas que han trabajado dentro del modelo llamado
sado sexualmente? Presentaremos un caso testigo para mostrar la breve, cuyas técnicas y teorías se aplican al caso.
utilidad de las distintas técnicas en esta problemática.
En el año 2001 conjugaba la profesión en la primera Iglesia Marco teórico fundamental
Cristiana Evangélica de la localidad de El Palomar, cuando se nos
presentó la situación de tener que ayudar a un niño de 12 años ¿Por qué psicoterapia breve en abuso sexual? Quizás porque
-al que llamaremos Ernesto para proteger su identidad y quien tiene un método orientado hacia un objetivo determinado y cuan-
era además asiduo concurrente a una de las clases de enseñanza do se trata de una víctima de abuso -sexual en este caso-, eso se
bíblica en ese lugar- que había sido víctima de abuso sexual con transforme en el tema más urgente a tratar sin importar el tiempo
penetración anal, estando acompañado en ese momento por su de duración, las causas u otras razones de por qué sucedió el he-
hermano menor a quien el agresor no llegó a abusar. Sus padres, al cho, e incluso, el encuadre mismo donde se puede llevar adelante
enterarse de lo sucedido, no sólo hicieron la denuncia correspon- la intervención -como podría pensarse desde otros enfoques- sino
diente -por lo que tomó intervención la justicia y el médico forense que la esencia del caso conduce a ubicarse en el nudo central: ayu-
correspondiente que realizó las duras pericias del caso-, sino que dar a la víctima a que pueda hacer frente al trauma.
además buscaron ayuda en la iglesia. En su obra “El enfoque gestáltico”, Fritz Perls resume lo que se
Fue un trabajo arduo, que duró mas de un año. Quienes estába- espera del profesional de la psicoterapìa “No existe un terapeuta
mos a cargo de ese grupo de niños, buscamos interiorizarnos so- ideal, y de existir no estoy seguro que sería de gran ayuda. Porque
bre el tema con muchos de los autores que serán citados, y además de existir alguno así, sería una máquina registradora y computado-
la situación nos llevó a aplicar muchas de las técnicas que tienen ra y no un ser humano. Estaría libre de problemas, estaría libre de
su origen en la psicoterapia breve. Esta experiencia me afianzó un sí mismo (...) El terapeuta real, de carne y hueso, inevitablemente
recorrido teórico que llega hasta hoy, y quizás este artículo sea un mostrará su propia personalidad y sus propios prejuicios en la
apunte mas de ese camino. situación terapéutica...” (1)
Pero volvamos a la situación vivida por el menor. Es destaca- No obstante, los psicoterapeutas breves creen necesario detallar
ble señalar que los menores fueron convencidos por el agresor a las pautas que el profesional debe mostrar hacia su paciente a lo
86 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 87

largo del proceso que realicen juntos. Asimismo, el terapeuta de- También se hace imprescindible “la pregunta por el milagro”
berá cumplir en él tres condiciones: ser lo más agradable posible, (3), para saber qué características tendría la solución y, asimismo,
estar siempre de parte de la persona entrevistada y buscar en el resultar útil para fijar objetivos concretos. Como ejemplo podría-
paciente lo que funciona en lugar de lo que no resulta funcional. mos citar situaciones relacionadas al miedo -tan frecuente en las
El estar de parte de la víctima, requiere una atención especial en víctimas de una agresión sexual-; el profesional podría intervenir
estos casos, ya que como aseguran las estadísticas sólo entre el 20 preguntando ¿Cómo se darían cuenta los otros que ya no tendrías
y el 40 % de los individuos abusados sufren consecuencias a largo miedo de caminar solo por una calle o ir a la escuela sin que nadie
plazo, y la causa mayor se debe a la incredulidad de los adultos te acompañe?
sobre lo que cuentan los menores respecto a cómo sucedieron los
hechos de abuso (8). De todas maneras, también el mostrar sim- Tecnicas y herramientas a disposicion
patía y estar de parte del entrevistado se transforman en impres-
cindibles, ya que la empatía se hace necesaria para que el menor Si bien es cierto que al psicoanalista se lo llama justamente así
pueda asegurarse que con esa persona y en ese lugar, en ese aquí por la practica que realiza específicamente del psicoanálisis, tam-
y ahora, hallará la ayuda necesaria. A propósito, vale la pena citar bién es correcto afirmar que a ese profesional podrá calificárselo
a la entidad Save the children en su Informe sobre “Abuso Sexual como kleiniano, Freudiano o Lacaniano, según sea el enfoque que
Infantil” en mayo de 1998 cuando afirman “lo que sí precisan todas adopte, inclusive, aunque el mismo no se reconozca como tal. Con
las víctimas es ayuda. Una ayuda que el 60 % no recibe” (2). los psicoterapeutas breves puede ocurrir algo similar, un profesio-
El terapeuta esta ahí, frente a la víctima y tiene ante sí un trau- nal que se vuelque a ese enfoque y se especialice en una corriente
ma, y sabe además que todo hecho de este tipo deja secuelas, y que en particular puede que se identifique y hasta se reconozca como
éstas serán mayores si la víctima no recibe la adecuada atención; Gestaltico, Jungiano, Eriksoniano o entendido en Programación
tiene señales, o quizás no, todos saben que el niño tuvo un grave Neurolinguística.
percance con un mayor pero al mismo tiempo afirman que aún De cualquier manera, se especialice en la corriente que sea, tan-
no lo ha podido contar; tiene un ámbito de contención, quizás no, to el psicoanalista como el terapeuta breve será en definitiva un
el lugar es una villa y la escuela de la zona se ha convertido en un especialista en la materia y se supone que tendrá un conocimiento
lugar de fomento y no de educación; puede que tenga frente a él a general de los autores que se incluyen en uno u otro encuadre. En
unos padres responsables, o quizás puede que el menor viva con este sentido, ya sea en el psicoanálisis como en las psicoterapias
un abuelo o comparte una casilla con su madre y su madrastra y breves confluyen un sinnúmero de corrientes y escuelas que brin-
además los hijos de esta. ¿Cuál será el desafío de un terapeuta en dan un mayor número de herramientas al profesional y por ende,
estos casos? ¿Qué puede hacer? La psicoterapia breve nos enseña múltiples recursos tendientes a enriquecer su labor. Desde ese en-
a focalizar, usar esa herramienta que le brinda al profesional las foque múltiple entonces, proponemos una recorrida por varias es-
estrategias para delimitar el objetivo. Sergio Herchcovichz y Fabián cuelas, que a nuestro entender podrán ser de suma utilidad para
Flaiszman, afirman que “de cómo se haga la focalización va a el abordaje en el tratamiento con víctimas de una agresión sexual.
depender en gran parte la efectividad del tratamiento” (3); de ahí En principio, creemos oportuno ubicarnos frente a Milton Erik-
la importancia de este punto. Recordemos que, para un efectiva son, quien si bien entre sus múltiples aportes redefinió el trance
focalización, se prioriza la importancia de escuchar atentamente a hipnótico como concepto principal de su teoría, lo que nos interesa
la víctima, esto le permite descargar la ansiedad y aliviar el monto destacar aquí son sus conceptos de terapia estratégica, metáfora,
de angustia, lo que provoca mayor predisposición y colaboración rapport y la enfatización en lo positivo.
de su parte. En segundo lugar, se realizan las preguntas tendientes Jay Haley detalla: “Una terapia puede considerarse estratégica
a focalizar de la manera mas exacta posible, expresándolo en for- si el clínico inicia lo que ocurre durante ella y diseña un enfoque
ma positiva y específica para finalmente, acompasar a la víctima, particular para cada problema. Cuando se encuentran un tera-
guiándolo hacia ese objetivo, a partir del logro del rapport.
88 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 89

peuta y un problema” y luego agrega “la terapia estratégica no es otras partes de su cuerpo. De pronto no solo se encuentra ante
un enfoque o teoría particular, sino varios tipos de terapias cuyo el estupor por la forma en que accedió a su descubrimiento, sino
común denominador es que el terapeuta asume la responsabili- que además algunas de esas partes, en el caso de una penetración,
dad de influir directamente en la gente” (4). De estas palabras se pueden estar seriamente dañadas. ¿Dónde entraría entonces la
desprende que se trata de un encuadre donde la acción está de- metáfora? Nos parece que el siguiente ejemplo es una clara mues-
terminada tanto por el paciente como por el profesional, aunque tra no solo de la forma en que puede ser utilizada sino de lo útil
la iniciativa corresponde en gran medida a este último. Si bien es que puede resultar: “Es cierto que te dañaron, y no es justo, pero
cierto que Erickson adquirió fama por su ingenio para modificar la te han lastimado en ese lugar (aludiendo a la zona dañada) como
conducta de las personas mediante un enfoque desarrollado direc- te podrían haber lastimado aquí” (señalando un brazo o cualquier
tamente a partir de una orientación hipnológica, Haley lo califica otra parte de su cuerpo).
como “el maestro del enfoque estratégico en terapia”, porque tam- Erickson también tiende a destacar -tanto en su trabajo hipno-
bién desarrollo su teoría para la atención de individuos, parejas y lógico como en el familiar-, lo que hay de positivo en la conducta
familias, sin el empleo formal de la hipnosis, tratando toda clase de una persona, basándose en el supuesto de que ella alberga un
de problemas psicológicos y atendiendo a familias que represen- deseo natural de crecimiento y que el paciente coopera más si uno
taban la totalidad de la gama de etapas vitales. En nuestro caso destaca lo positivo. “Erickson” describe Haley “a fin de alentar el
se hace imprescindible que el profesional no solo tome iniciativas cambio, redefine como positivo lo que la gente hace. No minimiza
por el paciente y a favor del paciente, como por ejemplo modificar las dificultades, pero siempre encontrará en ellas algún aspecto
y ordenar conductas a quienes forman su círculo íntimo para que que puede aprovecharse para mejorar el funcionamiento de una
contribuyan a superar junto con el paciente obstáculos como el persona o de su familia” (4). En este punto, Haley destaca la dife-
miedo o la vergüenza, que son huellas inevitables de la agresión rencia con Freud, ya que mientras el creador del Psicoanálisis in-
sexual, además deberá identificar problemas solubles, fijar metas, sistía en que el inconciente estaba compuesto por fuerzas negativas
diseñar intervenciones para alcanzarlas, examinar las respuestas que intentaban irrumpir a la conciencia -y estructuró su método te-
que recibe para corregir el enfoque, además de evaluar el resultado rapéutico sobre la base de la desconfianza hacia esas ideas ajenas
de la terapia para ver si está siendo eficaz. a la conciencia- el impulsor de la terapia estratégica supone que en
Haley también considera a Erickson “un maestro en el campo el inconsciente hay fuerzas positivas que van a liberarse en benefi-
de la metáfora. La manera en que escucha y observa a un sujeto, cio del desarrollo ulterior de la persona. Entendemos que tanto en
como así también el modo en que le responde, consiste en atender los casos de abuso sexual como en otras problemáticas a las que
a los múltiples mensajes metafóricos que la gente comunica cons- se enfrenta el profesional, este punto puede ser de suma importan-
tantemente a lo largo de su interacción” (4). Es cierto que no solo cia para lograr, por ejemplo, que el paciente encuentre fuerzas en
trabajaba en ese terreno mediante parábolas sino que utilizaba ac- los vínculos afectivos y sociales que lo rodean y conseguir de ese
ciones interpersonales y directivas, para generar cambios, como modo, una mayor y más pronta recuperación.
cuando trabajaba en el Wercester State Hospital y un joven decía Finalmente, y en cuanto a Erickson, es oportuno destacar que
ser Jesucristo y se paseaba como un mesías de tal manera que el cuando hablamos de los pioneros de la Teoría de la Comunicación,
terapeuta le dio un trabajo de carpintería y así lo derivó hacia un éste retoma en su práctica terapéutica uno de los conceptos claves
trabajo productivo, por lo que entendemos que el concepto puede de este enfoque, el de rapport, por el que entendemos al vínculo de
ser de suma utilidad en el tratamiento por agresiones sexuales. afinidad que es imperativo alcanzar en cualquier clase de psico-
Frente a una víctima de cualquier hecho traumático, la metáfora terapia. Si bien la mayoría de los terapeutas, independientemente
quizás pase por minimizar las heridas no solo emocionales sino de la Escuela a la que pertenezcan, coincidirán en la importancia
también físicas producto de la situación, evitando una casi segu- cardinal de este vínculo terapeuta-paciente, Erikson hizo especial
ra victimización. En nuestro caso, pensemos en un menor que ni hincapié en el mismo. En nuestro enfoque central, este vínculo es
siquiera era consciente de la finalidad de sus propios genitales u fundamental para el soporte del paciente, ya que sería imposible
90 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 91

conseguir avances en una problemática que apunta fundamental- “es el proceso por el cual el organismo satisface sus necesidades”
mente a su autoestima, si éste no lograra sentir en el escucha la (1. Ante un individuo cuyas condiciones de vida han variado y por
confianza, la comprensión y la seguridad para aventurarse tanto lo tanto ha perdido su equilibrio, entendemos que lo productivo
en el mundo externo como en el interno con la firmeza necesaria. no pasará por echar una mirada al pasado, investigando las ra-
Respecto a la psicoterapia gestáltica, según dice F. Perls en su zones por las que sucedió el hecho -que el menor ni siquiera ha
libro “El enfoque gestáltico” importa “la organización de los he- provocado-, sino en mirar al futuro desde el presente, para que el
chos, percepciones, conducta y fenómenos y no los elementos in- organismo restablezca el contacto con su medio, para evitar así lo
dividuales de los cuales se componen, lo que los define y les da su que aventura el autor al afirmar “cuando el proceso homeostási-
significado específico y particular” (1) dando cuenta de cómo el co falla en alguna medida, cuando el organismo permanece en un
individuo organiza el proceso perceptivo: registra una totalidad, estado de desequilibrio durante demasiado tiempo y es incapaz
que forma una unidad y que, según su interés, uno de los elemen- de satisfacer sus necesidades, está enfermo . Cuando el proceso
tos formará la figura y lo demás se constituye en el fondo. De esta homeostásico falla, el organismo muere” (1).
manera, el objetivo de esta psicoterapia busca tratar al hombre en Y hablando de mantener el equilibrio, justamente nos parece
su totalidad y dado que entiende al medio y al organismo en un oportuno ubicarnos en el plan de vida inconsciente que tiene cada
estado de reciprocidad, el logro pasaría porque pueda manejar la individuo, es decir en el argumento -como lo llamó Eric Berné,
intersección del organismo y el medio ambiente en equilibrio. En creador del Análisis Transaccional-.
nuestro caso, nos encontramos con un niño o niña que ha roto -por Tras haber estudiado medicina, y tras algunos años de análisis
causas ajenas a su voluntad- el equilibrio con su medio, ese límite y simpatía por la técnica elaborada por Freud, en el año 1958, el
de contacto como llamará la Gestalt al espacio que se da entre uno American Journal of Psychotherapy publicó su trabajo “Análisis
y otro, donde ocurren los hechos psicológicos; así, los pensamien- transaccional: un método nuevo y efectivo de terapia grupal” don-
tos, las emociones y las conductas, no son otra cosa que el modo de, entre sus metas principales, aseguraba que la psicoterapia debe
de vivenciar y enfrentar los acontecimientos del límite de contacto. curar a los pacientes, no “hacer progresos” solamente, sino que
Para tratar con nuestro paciente, esta Escuela plantearía en debe procurarse curarlos cuanto antes. Mas allá de su teoría y de
principio la terapia del aquí y ahora, que significa justamente po- los aportes de Berné a la psicoterapia breve, nos interesa destacar
der traer lo de ayer a lo que pasa hoy, es decir: qué le sucede al el tema del argumento, o guión, al que calificó como “plan de vida
individuo hoy con esto del ayer, con esa situación inconclusa que inconsciente que a grandes trazos es establecido en la infancia, en
significaría el hecho traumático, personalizando al pasado en el comparación con una obra de teatro, que puede ser dramático, trá-
presente, como si lo estuviera viviendo en ese preciso momento. gico, cómico, épico, o gris e intrascendente” (5) como lo afirma R.
En segundo lugar, podemos apuntar la importancia de las pregun- Kertesz en su obra “Introducción al análisis transaccional”. En la
tas básicas que utiliza la Gestalt, que en su variedad pueden ser problemática en cuestión, nos parece importante tener en cuenta
¿Qué sientes? ¿Qué haces? ¿Qué estás evitando? ¿Qué necesitas? este punto, porque como distingue el autor, no sólo hay argumen-
¿Qué esperas? Evitando rotundamente que las preguntas comien- tos ganadores sino que también el paciente puede ser portador
cen o utilicen el tan conocido y utilizado por qué. En nuestro caso, de un argumento perdedor y el terapeuta debe tenerlos en cuenta
los por qué al menor no sólo pueden llegar a resultarle extraños, para diseñar la estrategia a seguir y predecir futuras reacciones.
sino que además ni siquiera tengan una explicación a conciencia Tampoco deja de ser importante el hecho de que, como afirma
de las razones por las que resultó víctima de un hecho semejante, Berné, este guión comience con el nacimiento o aún antes, cuando
sino que además puede molestarlo, o incluso confundirlo al inten- los padres u otros familiares eligen el nombre del niño, dando un
tar buscar respuestas a lo que simplemente no resultaría operati- símbolo a sus expectativas, y demuestra que mediante las técnicas
vo. Al respecto, Perls describe el proceso de homeostasis del que del análisis “es posible predecir con bastante aproximación no sólo
apunta “mediante el cual el organismo mantiene su equilibrio y por las conductas repetitivas (...) sino también el curso general de la
lo tanto su salud, en medio de condiciones que varían” y agrega que vida o destino, estudiando el argumento” (5).
92 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 93

Finalmente, nos parece adecuado adentrarnos en la teoría de intentando promover el desarrollo y la capacidad para enfrentar la
Carl Rogers y en su terapia centrada en el cliente, para ahondar vida de manera más adecuada, evitando considerar a la persona
aún más en la participación del terapeuta a lo largo de la psico- como diagnosticada y clasificada, sino en un proceso de transfor-
terapia. Vale la pena aclarar que ubicar a Rogers dentro de una mación.
escuela de psicología resulta un poco inapropiado, ya que su enfo- Sobre este proceso, el autor afirma que el niño ya posee un
que podría plantearse como en una escuela basada en la práctica, sistema de motivación llamado tendencia a la actualización que
y que a lo largo de los diferentes estudios se ha denominado como es propia de todo sujeto y que esta “tendencia actualizante” como
“la inspiración no directiva, psicoterapia de persona a persona” o la llama, dirige el desarrollo de cualquier organismo hacia la au-
“psicoterapia centrada en el cliente” (6) como finalmente se ha tonomía. Kritz ilustra el concepto afirmando que “(...) mueve al
preferido llamarla. ser humano en dirección a lo que se define como crecimiento, ma-
Debemos aclarar también que el autor llamó cliente y no pa- duración, enriquecimiento vital” (7). Para Rogers no se trata sólo
ciente a todos aquellos que le consultaban, ya que a su entender, de un mecanismo para preservar la vida, sino que tiende a la su-
el último término evoca cierta dependencia y pasividad. Asimismo, peración, y que se basa por ende, en la idea de una potencialidad
Rogers describe a la personalidad como una congruencia entre el inherente a crecer, tanto en el orden personal como filogenético de
campo fenoménico de la experiencia y la estructura conceptual de la especie. Al considerar al individuo inmerso en ese proceso de
sí mismo, por lo que plantea restablecer un sistema de valores transformación, será el terapeuta el que participe en ese crecimien-
individualizado y una adaptación realista a la realidad, no coinci- to de afrontar una experiencia traumática como lo puede significar
diendo con lo vigente en la cultura sino comprometiendo al indivi- un abuso. Para que esa participación sea efectiva, Rogers concep-
duo con la sociedad, siendo creativo dentro y no fuera de la organi- tualizó en 1957 lo que llamó las tres actitudes básicas del terapeu-
zación cultural. “Uno de los constructores centrales de la teoría de ta en tanto necesarias y suficientes para una terapia constructiva,
la personalidad de Rogers es el sí mismo (..) El sí mismo organiza que como dice Kritz, se las denominó “variables básicas de la con-
y estructura por una parte experiencias, y por la otra las desmiente ducta del terapeuta” (7). Antes de describirlas, vale aclarar que el
o desfigura, a saber, cuando no guardan relación con él” (7) afirma individuo debe poder experimentar que el terapeuta lo acompaña
J. Kritz en su obra “Corrientes fundamentales de la Psicoterapia”. comprensivamente en la exploración de su sí mismo, lo alienta con
En este marco, el psicoterapeuta no dirige con objetivos resul- su actitud, no lo juzga y acepta sus problemas sin despojarlo de su
tadistas a su cliente, ya que eso significaría decidir por él y mane- responsabilidad.
jarlo, aunque tampoco se priva de participar ni es indiferente al su- En ese sentido, Rogers cita en primer lugar la necesidad de una
frimiento del individuo. Aquí está la clave de por qué hemos dejado estimación positiva y calidez emocional, que reflejará la medida en
para el final la exposición de este autor, no sólo por la practicidad que el terapeuta puede y quiere vivir al cliente como un prójimo y
con que está diseñada, sino también por el rol que debe cumplir así entregarse a un encuentro existencial con él. Un terapeuta que
quien la lleva adelante. De esta manera, lo que el terapeuta hace experimente íntimamente esa estimación positiva y pueda ir al en-
es acompañar en una búsqueda mutua para que quien consulte cuentro del cliente con calidez emocional, despertará sentimientos
llegue a ser quién es y así facilitarle la posibilidad de decidir desde parecidos en el sujeto respecto de su sí mismo, de manera que
su propia intimidad; por supuesto que esto lo logrará mediante pueda aceptarse y respetarse mejor. En segundo lugar, ubicamos
técnicas que tratarán de reflejar las vivencias de los ahora llama- a la autenticidad, donde Rogers exige una serie de otros conceptos
dos clientes, intentando la reeducación del sujeto enfermo en una como la congruencia o sinceridad consigo mismo, el no tener fa-
atmósfera de comprensión, de confianza en sí mismo para que al chada y la autointegración. En definitiva, “una personalidad madu-
mismo tiempo pueda ir descubriendo sus propios valores. Rogers ra que no se oculte tras fachadas, muletillas retóricas o angustiada
deja claro estos conceptos cuando define a la psicoterapia como frente a sus propios sentimientos y percepciones, sino que esté
una relación de ayuda en la que el terapeuta intenta que surja en dispuesta a vivirse a sí misma y a internarse en la situación” (7)
el cliente una mejor expresión de los recursos con los que cuenta, como argumenta Kritz. De esta manera, la autenticidad del tera-
94 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 95

peuta posibilita la confianza de parte del cliente, puesto que aquél Lic. Diego Sauan
se vuelve transparente y el cliente puede experimentar de manera
no verbal y analógica lo que oye en forma verbal y digital en las Psicologo social. Lic. en Psicología (Universidad del Museo Social Argen-
comunicaciones. En tercer y último lugar, cita a la comprensión tino)
empática, donde también el autor agrupa una serie de conceptos Psicólogo Social (Instituto Intercambio) - Periodista (Escuela Superior de
como lo son la empatía, el entendimiento o el no enjuiciamiento; Periodismo)
trata de que el terapeuta se empeñe en comprender al cliente en su Terapeuta Familiar (Sociedad Argentina de Terapia Familiar)
Especialización en Trastornos de la Ansiedad (Asociación Argentina en
vivencia y en las actitudes valorativas, los motivos, los deseos y las Trastornos de Ansiedad)
angustias asociadas a aquélla. Comprensión empática se refiere a Titular del Centro Cristiano de Prevención y Asistencia del Abuso Sexual.
un proceso dinámico que se basa en un ofrecimiento de relación en Coordinador de Asistencia sobre Abuso Sexual en el Fesvial Luis Palau en
que el conocimiento, tanto para el cliente como para el terapeuta, Buenos Aires.
desconoce todos los procesos internos del cliente. E-mail: diegosauan@gmail.com
Tel: 4843-0497 / 153699-7700
Sería redundante aclarar que cada uno de los aspectos de la
psicoterapia breve se centran en destacar la importancia de la re-
lación terapéutica entre el paciente y el profesional. Y de allí la ne-
cesidad de aplicar este abordaje en el tratamiento del abuso sexual
no sólo en niños, sino en esta problemática en general. Quizás tam-
bién sea redundante, pero vale la pena destacar, que más allá del
autor o la escuela, más allá de tal técnica o herramienta, más allá
de esta intervención o aquella interpretación, lo importante, es que
el psicoterapeuta breve debe plantearse alcanzar el objetivo que
tiene todo terapeuta: aliviar al paciente en cuestión.
Bibliografia
1-PERLS, F.: “El enfoque gestáltico y testimonios de terapia”. Editorial Cuatro
Vientos. Santiago de Chile. 1989.
2-SAVE THE CHILDREN: “Abuso Sexual Infantil”. Informe de mayo de 1998.
3- HERCHCOVICHZ – FLAISZMAN: “Introducción a las Psicoterapias Breves”.
Apuntes de cátedra Psicoterapias Breves. UMSA. Bs. As. 2002.
4- HALEY, J: “Terapia no convencional. Las técnicas psiquiátricas de Milton H.
Erickson. Amorrortu Editores. Bs. As. 1973.
5- KERTESZ, R. Y OTROS: “Introducción al análisis transaccional”. Editorial
Paidós. Bs. As. 1974.
6- ROGERS, C.: “Psicoterapia centrada en el cliente”. Editorial Paidós. México.
7- KRIZ, J.: “Corrientes fundamentales en psicoterapia”. Ediciones Amorrortu. Bs.
As. 1990.
8- LOPEZ SANCHEZ F.: “La inocencia rota”. Editorial Océano. Barcelona. 1999.
96 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 97

II. Objetivo

Abuso Sexual Infantil Concienciar a los padres y personas más cercanas al entorno
del niñ@ sobre características, factores de riesgo, factores com-
Un informativo para la Prevención Primaria pensadores y consecuencias del ASI a modo de prevención de este
fenómeno.

III. Algunos conceptos


Lic. Carolina S. Ferrante
Para la comprensión de esta problemática, es indispensable in-
troducirnos en conceptos básicos que iluminarán los distintos as-
I.- Introducción pectos de su construcción, por ejemplo:
Existe una falsa creencia de que los abusos sexuales infantiles
son casos excepcionales, pero ocurre mas de lo imaginado y crece III.1 Maltrato Infantil (MI)
en todos los niveles sociales, generalmente en ambiente intrafami-
liar, aunque también es realizado por personas fuera de la familia Se considera MI o abuso a todas las formas de maltrato físi-
del niñ@ o la niña. co y/o emocional, abuso sexual, negligencia o trato negligente, o a
El miedo de contar lo ocurrido, sobre todo si el abusador es cualquier tipo de explotación comercial o de cualquier otra índole,
una persona cercana al niñ@ y lo difícil y complejo de los proce- que ocurren en el contexto de las relaciones de responsabilidad,
dimientos legales para validar el episodio, muchas veces hace, que confianza o poder y que resulten en daño real o potencial para la
los adultos desestimen con mucha frecuencia hacer algún tipo de salud, la supervivencia, el desarrollo o la dignidad de los niñ@s.
denuncia con lo cual, se sigue escondiendo una realidad que tiene
a los menores como víctimas. III. 2 ASI
Si aceptamos que un alto porcentaje de familias tienen escaso
conocimiento al respecto, importante presencia de mitos y falsas Para la OMS, el ASI implica que el niñ@ es víctima de un adul-
creencias, además del silencio social que se ha impuesto, ha permi- to o de una persona sensiblemente de mayor edad con el fin de la
tido que estos tipos de abuso permanecieran ocultos. Con frecuen- satisfacción sexual del agresor.
cia, los diferentes medios de comunicación abundan en espacios La Dra. Bringiotti, señala que ASI es cualquier clase de contac-
dedicados a sensibilizar a la población respecto de hechos concre- to sexual en un niñ@ menor de 18 años por parte de un familiar
tos de ASI, teniendo como respuesta la confusión, una alarma des- o tutor adulto desde una posición de poder o autoridad sobre el
proporcionada y la construcción de un proceso de naturalización. niñ@. El mismo incluye:
Desde la familia, una alternativa válida para la prevención del • Incesto, en el caso que se trate de parientes con consangui-
ASI, puede ser articular una buena comunicación con los hijos y nidad lineal ó adultos que estén desempeñando el rol de figura pa-
con una adecuada educación sexual. Si bien es cierto que cualquier rental como nuevas parejas del padre ó madre ó padres adoptivos.
niñ@ puede sufrir abusos sexuales, también es cierto, que si existe • Violación, realizada por personas adultas no incluidas en el
una buena comunicación con sus padres, el niñ@ podrá contarlo ítem anterior.
antes. Si además, el niñ@ ha tenido una educación sexual, en la • Vejación sexual, manoseo, toqueteos al niñ@ ó provocarlos
que se contempla y se promueve el respeto a los demás, las habili- del niñ@ al adulto.
dades para defenderse de un agresor se van a multiplicar. • Abuso sexual sin contacto físico, exhibicionismo, mostrar
la realización del acto sexual, exponer a revistas o videos.
98 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 99

III. 3 Indicadores III.5 Principales características del fenómeno

• Dificultad para andar y sentarse, Es un fenómeno delictivo con características propias, diferentes
• Ropa interior rasgada, manchada o ensangrentada, a los restantes delitos del Código Penal. Al momento de intervenir
• Picazón o dolor en zona genital, es conveniente tener conocimiento de la personalidad del abusa-
• Enfermedades venéreas, dor, vulnerabilidad de la víctima, crisis que el abuso genera en la
• Tiene escasas relaciones con sus compañeros, familia, etc. De no tener cuenta lo mencionado precedentemente,
• Manifiesta conductas y comportamientos sexuales no acor- puede ocasionar injusticias en las víctimas incrementando el ries-
des a su estadio evolutivo, go. El conocimiento y la difusión de estas características es un
• Conductas atípicas para su edad y desarrollo evolutivo que arma poderosa para revertir aquellas visiones estereotipadas de la
impiden la correcta adquisición de habilidades, dificultan el apren- justicia y del resto de la sociedad.
dizaje y las relaciones entre pares y con los adultos,
• Presencia de relatos extremadamente sexualizados y/o te-
merosos, miedos, temores nocturnos, fobias, “no explicables razo- III.5.1 Secreto
nablemente”,
• Comete acciones delictivas y/o de fuga, Para una adecuada intervención es condición indispensable te-
• Embarazo temprano, especialmente en las púberes y en el ner en cuenta el “secreto” desde la sospecha. Resulta difícil que-
inicio de la adolescencia. brar “el silencio” porque supone que estas vivencias son incomu-
Se observa que aunque una buena parte del abuso sexual infan- nicables. El abusador manipula el poder y carga a la víctima con
til es realizado por mayores, también es posible que esta actividad la responsabilidad del secreto. Le hace creer que “el silencio del
sea realizada por niñ@s y niñas en edades iguales o cercanas sin niñ@ protege al abusador, al niñ@ y a su familia.
que deje de ser por ello un acto de abuso, ya que no se ha consen-
tido y/o ha sido forzado de alguna forma.
Existen diferentes formas de abuso sexual, como la violación, III.5.2 Confusión
pero es importante tener en cuenta que este no tiene que ser me-
diado por la violencia o la agresión y que necesariamente no tiene Perrone señala que “la víctima presenta una modificación de su
que haber contacto físico, mucho menos genital y penetrativo (va- estado de conciencia, caracterizado por pérdida de la capacidad
ginal o anal). crítica y focalización de la atención, es decir que se encuentra bajo
la influencia y el dominio abusivo de quien controla la relación”
III.4 Etapas del ASI Esta situación en muchos casos, lleva a la víctima a efectuar
revelaciones parciales, exageradas o con retrocesos. Eva Giberti
El Dr. Volnovich , señala que el fenómeno del ASI atravesó tres señala que el terror que genera el suspenso previo al ataque genera
etapas fundamentales en el proceso de visibilización. La primera una “desmesura perceptual” e impide la inscripción de la totali-
sirvió para correr el velo de “lo familiar” para dejar a la vista “lo dad de los hechos en el recuerdo. Esta desmesura produce una
siniestro”. La segunda se caracterizó por una respuesta violenta y situación traumática conocida como “fenómeno de indecibilidad”
airada de sectores reaccionarios que refuerzan los valores patriar- (lo que no puede mencionarse por el terror)
cales. La tercera recién comienza y supone la construcción de un La confusión de un testigo adulto puede llevar a la duda, pero la
espacio interdisciplinario donde se puedan desplegar un discurso de un niñ@ abusado, incluso su silencio, analizado en su contexto
y una acción libres del peligro de la ideologización, como de la adecuado y respetando las características del fenómeno, puede lle-
tecnocracia. var a la confirmación de la sospecha.
100 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 101

III.5.3 Violencia
III.5.7 Es lo normal
Algunos autores, como Glaser y Frosh manifiestan que el abuso
sexual siempre incluye violencia, pero a veces se produce de tal Los abusadores suelen decir a sus víctimas que lo que hacen es
modo que hasta la misma víctima duda que la violencia haya exis- natural y que así debe ser, apuntando a que se crea que es la única
tido. beneficiaria o la única sacrificada del grupo. Esta normalización
permite actuar al víctimario sin necesidad de amenazar a la niña,
III.5.4 Amenazas por lo menos hasta que la niña crece y descubre la falsedad de la
premisa. Entonces aparecen las amenazas y represalias ocultas.
Perrone conceptualiza. “La represalia oculta hace que el niñ@
le resulte evidente que cualquier intento por cambiar el statu quo III.5.8 Asimetría
de la situación perjudicará a él y a su familia…” Y agrega que “pro-
voca una perturbación más intensa que la amenaza porque “la re- La desigualdad adulto-niño no implica necesariamente desequi-
presalia oculta” conlleva la idea que el mal y sus consecuencias librio, si el adulto respeta las necesidades y derechos de los niñ@s
se originan en la acción defensiva de la víctima…las cosas están se pueden establecer relaciones igualitarias.
presentadas de tal modo que el sufrimiento de la víctima aparece Si no las respeta, la relación se caracteriza por la asimetría.
como si fuese el resultado de su propia reacción defensiva, donde Los careos entre víctima y víctimario son ilegales porque viola cla-
el abusador no participa. ramente la normativa protectora de la Convención, así como la
III.5.5 Responsabilidad legislación interna. (Es una medida procesal que presupone “sime-
tría”). El mero hecho de receptar una denuncia de posible abuso,
La responsabilidad del ASI es siempre del abusador. Cualquier tomar algunas declaraciones y oír a la niñ@ en un ámbito inapro-
intento de cuestionamiento debe ser rápidamente sospechado y re- piado no es dar una respuesta apropiada al problema. La respues-
chazado. Los niñ@s, estructuralmente dependen de los adultos ta sería tener en cuenta las características del fenómeno y efectuar
y tienen el derecho a vivirlo con confianza, pero cuando se trans- una intervención articulada y respetuosa.
grede este derecho aparece el abuso, por ello cuando se establece
una actividad sexual entre un adulto y un niñ@ existe un abuso de
III.5.9 Consecuencias del ASI
poder.
Las consecuencias son la aparición de efectos traumáticos y de
III.5.6 Una cuestión pública la “alienación sacrificial”, que es el proceso de adaptación del niñ@
a la situación, teniendo en cuenta la dependencia al abusador, la
El cambio de paradigmas producido fundamentalmente en las sumisión y manipulación que éste le impone.
últimas décadas ha dado por tierra todas las argumentaciones que Los efectos traumáticos aparecen inmediatamente al abuso,
pudieran tener como base la privacidad de lo que sucede dentro pero la víctima mantiene una distancia con el abusador y tiene el
de la familia. sentimiento de “ser víctima”.
La legislación actual señala que “…todo asunto en que un niñ@ En la alienación sacrificial los efectos son a largo plazo, des-
pueda resultar víctima, sea de maltrato o abuso, pasa a ser indis- aparece la distancia entre el abusador y la víctima y ésta cambia
cutiblemente público…” la imagen de sí misma, reconociéndose como “la mala”, “la sinver-
guenza”.
102 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 103

Ligado a la vivencia de experiencias traumáticas o a situaciones culca que deben ser obedientes y cariñosos con cualquier adulto
de alto nivel de stress psicológico se encuentra la “disociación”. Se que se encargue de sus cuidados. Por tal motivo los niñ@s no tie-
suele hablar de la disociación como una “técnica de supervivencia”, nen poder para negarse a los pedidos de una figura parental o para
altamente creativa en tanto permite al individuo, soportar circuns- prever las consecuencias de acercamientos sexuales con adultos
tancias amenazantes, desesperantes y extremadamente difíciles, responsables de sus cuidados.
preservando ciertas áreas de funcionamiento saludable. Del atrapamiento y la acomodación se puede decir que cuando
nadie interviene para detener el abuso la niña aprende a aceptar
III.5.10 Síndrome de acomodación al abuso sexual la situación para sobrevivir. El desafío es que debe acomodarse a
los requerimientos sexuales cada vez más intrusivos y al mismo
infantil (SAASI) tiempo soportar la traición de quien espera protección.
El padre abusivo le confiere a la niña el poder de destruir a la
Cuando las víctimas del ASI enfrentan la crisis del develamien- familia (él iría preso y los niñ@s a una institución)si comentara
to se produce una segunda situación traumática, sufriendo des- la situación. Luego la máxima virtud es mentir para mantener el
creimiento, culpabilización y el rechazo de los adultos. Cuando el secreto y el pecado sería decir la verdad.
adulto manifiesta que el niñ@ eligió la opción equivocada refuerza Las habilidades para la supervivencia serán la fractura de la
y perpetúa los prejuicios. realidad, los estados alterados de conciencia, los fenómenos his-
Este síndrome esta compuesto por cinco categorías: téricos, la delincuencia, la sociopatía, la proyección de la rabia y
1) Secreto hasta la mutilación.
2) Desprotección Las víctimas de abusos incestuosos tienden a guardar silencio
3) Atrapamiento y adaptación hasta la adolescencia, cuando comienzan a reclamar una vida in-
4) El develamiento tardío y poco convincente y dependiente y a desafiar la autoridad parental. Existe una pequeña
5) Retracción. proporción de casos que son descubiertos por las madres y un
ínfimo porcentaje que informan a las instituciones de protección a
Estas reflejan la realidad de las víctimas pero también repre- la infancia.
sentan las contradicciones a las suposiciones más comunes del La rabia de la niña la lleva al develamiento y allí se encuentra
pensamiento adulto. con la culpa y la obligación de preservar a la familia. Cuando perci-
Con respecto al secreto, se puede afirmar que ningún niñ@ esta be las consecuencias, como ser que los padres las abandonan, las
preparado para la posibilidad de tener un acercamiento sexual con acusan de mentirosas, las madres no les creen o se descompensan,
un adulto de su confianza y esta posibilidad es un secreto que se la familia se fragmenta, todos los hermanos son separados del ho-
guarda muy bien. gar, los padres se ven amenazados por la cárcel, todos las tratan
Cualquier intento de develar el secreto se encontrará con una como si fueran monstruos, la niña se retracta y con esta mentira
conspiración adulta que puede manifestarse como una respuesta que es mas creíble restablece el equilibrio familiar.
histérica, castigos o fingir que allí no ha ocurrido nada. Perrone Como corolario: Las niñas aprenden a no quejarse, los adultos
señala que “El secreto supone la convicción de que las vivencias a no escuchar y las autoridades a no creer en las jóvenes rebeldes (
en cuestión son incomunicables. Entre las personas involucradas que según ellas, utilizan su poder sexual para destruir a los padres
nace entonces un vínculo sin alternativas. El abusador manipula bien intencionados).
el poder y carga a la víctima con la responsabilidad del secreto. El
silencio del niñ@ protege no solo al abusador , sino a sí mismo y
a su familia.”
Con respecto a la desprotección se observa que los niñ@s den-
tro de los vínculos autoritarios, se hallan subordinados, se les in-
104 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 105

III.5.11 Estructura de la familia sexualmente abu- la amenaza, la mentira, la culpabilización hasta el chantaje y la
manipulación psicológica.
siva
Los niños terminan por aceptar esta situación y se adaptan a
ella para sobrevivivr, entran en la dinámica del chantaje con lo que
Estas familias se caracterizan por fronteras y roles familiares
obtienen regalos, favores y privilegios con lo que se desculpabiliza
poco claros y mal definido, las historias familiares son incoheren-
el abusador y los niñ@s aumentan su culpabilidad y su vergüenza.
tes, las jerarquías, los sentimientos y los comportamientos son
La divulgación puede ser accidental o premeditada. Los niñ@s
ambiguos, los estados afectivos y sentimentales están mal defini-
entre los dos y diez años, divulgan el abuso para resolver un pro-
dos, los modos de comportamientos son poco claros, los límites
blema que en ese momento le parece prioritario, que es el dolor.
entre la afectividad y la sexualidad no son consistentes.
En el caso de adolescentes, la divulgación se produce con bastante
Las áreas que más a menudo se identifican como problemáticas
frecuencia alrededor de un conflicto de autonomía que es el resul-
en los casos de inscesto son las de la comunicación, una falta de
tado de una crisis de pertenencia entre su familia y los miembros
cercanía emocional y flexibilidad y aislamiento social
de su entorno. Otras causas para la divulgación pueden ser cuando
la niña se da cuenta que su padre también abusa de una de sus
III.5.12 Ontogenia hermanas, o en el nacimiento de un hermanito por miedo a quedar
embarazada o en el momento en que su madre decide divorciarse.
El incesto como el ASI es un proceso relacional complejo que A partir de la divulgación, la familia realiza esfuerzos desespe-
se desarrolla en el tiempo, donde se pueden apreciar dos períodos rados para neutralizarla, a fin de recuperar el equilibrio. Se obser-
diferentes; los actos incestuosos se desarrollan en la intimidad fa- va descalificación del discurso y de la persona de la víctima por
miliar, protegidos por el “secreto” y la “ley del silencio” y el segundo parta del abusador, esposa, hermanos, policías, médicos, jueces,
período donde el incesto aparece a la luz pública implicando una etc., algunas veces por hallarse demasiado comprometidos e iden-
crisis para la familia y su entorno, incluyendo a los profesionales. tificados con los adultos de la familia y otras veces por no tener la
En el primer período, el incesto funciona como homeostasis que formación necesaria para manejar la situación. Esta situación de
los miembros de la familia utilizan para mantener su cohesión y “soledad” con frecuencia hace que la niña se retracte de lo divul-
sentimientos de pertenencia. Aquí se observan tres etapas: seduc- gado.
ción, interacción sexual abusiva y secreto.
En la seducción el abusador prepara el terreno tomando pre-
cauciones para no ser descubierto y elige el momento y el lugar en
III.5.13 Factores de riesgo
que comenzará el abuso. En la fase de interacción sexual abusiva,
Ser niña/adolescente. Convivir sin uno de los padres biológicos.
el abusador frecuentemente comienza por gestos de exhibicionis-
Madre poco o nada disponible. Negligencia. Percepción de la pro-
mo, paseándose desnudo delante de su víctima o dejando al descu-
pia familia como NO feliz. niñ@s con discapacidades emocionales
bierto sus órganos sexuales, también se agregan gestos voyeuristas
físicas o cognitivas.
y/o actos masturbatorios. Antes de la violación suele comenzar por
Familias poco cohesivas, no demasiado organizadas y general-
la felación, penetración digital del ano o la vagina y penetración
mente mas disfuncionales (violencia conyugal, por ej.) No hay rela-
seca. El coito se da en una fase avanzada de este proceso y es con
ción con status socioeconómico. El backlash.
mayor frecuencia anal que vaginal.
En casos de incesto, las familias con problemas en la comu-
nicación, falta de cercanía emocional, flexibilidad en los roles y
El momento del secreto y la ley del silencio comienza casi con
aislamiento social.
las interacciones sexuales, sabe que transgrede la ley y se protege
siendo su alternativa la ley del silencio, donde son posibles desde
106 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 107

II.5.14 Factores de compensación

Son las variables que disminuyen la posibilidad de su emergen- ASI Prevenimos


cia. Sus indicadores son: las manifestaciones objetivas del niño y/o
de su familia por las que se puede llegar a un diagnóstico presun- Abuso Sexual Infantil
tivo de abuso. Los que dejaron una marca en el niñ@, sea física
o emocional son los específicos y los inespecíficos son los que se
derivan de la relación familiar y de la conducta infantil.
Lic. Sonia Peciulewicz
III.6 Backlash Lic. Héctor Rubén Albornoz
La Lic. Alicia Ganduglia señala que el baklash es un nuevo fac-
tor de riesgo que se construye en la confluencia de críticas que
desde lo legal, asistencial y teórico se muestran frente al bordaje I) Introducción
específico de la problemática de la violencia familiar, especialmen-
te en el caso de violencia hacia los niñ@s. En el presente trabajo incluiremos el término “chicos” sin dis-
Es uno de los mayores obstáculos que encuentra la visibilidad tinción de género para una mejor y más rápida comprensión.
del maltrato infantil y el presente trabajo puede colaborar para El objetivo principal de los programas de prevención de Abuso
sostener el avance que hasta el momento se ha logrado, en térmi- Sexual Infantil es educar a los chicos y a poder reconocer y evitar
nos de prevención primaria. una posible situación de abuso.
Es elevado el número de víctimas que indican las estadísticas
Bibliografía actuales. La escuela tiene el deber y la responsabilidad de brindar
educación sexual, como lo indica la ley Nº 26.150 sancionada por
1.- Barudy, Jorge: “Consecuencia de los abusos sexuales para los niñ@s”- el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina (Pro-
Cap. 9 del libro “El dolor invisible de la infancia”- Paidós- 1998. grama Nacional de Educación Sexual Integral). Es importante re-
2.- Bringiotti, María Inés: “Los límites de la objetividad en el abordaje del cordar que, un chico o una chica que ha recibido educación sexual,
ASI”- Cap 2 del libro “Maltrato Infantil”. Riesgos del Compromiso Profesio- tiene menos probabilidades de ser una víctima, debido a que posee
nal- Comp. Silvio Lamberti- Edit. Universidad- Buenos Aires- 2003.
conocimientos que lo habilitan a diferenciar situaciones abusivas,
3.- Ganduglia, Alicia H. “El backlash, un nuevo factor de riesgo”, en Cap. 4
y ha adquirido las habilidades conductuales para reaccionar
del libro “Maltrato Infantil. Riesgos del compromiso profesional”- Comp.
Silvio Lamberti- Edit. Universidad- Buenos Aires- 2003. frente a esto.
4.- Sgroi Suzanne, Linda Canfiel Bick y Frances Sarnacki Porter- Un marco Los profesionales de la salud mental especializados en sexua-
conceptual para el abuso sexual infantil- Traducción para el Curso de lidad, son los agentes de prevención adecuados a dicha temática.
Postgrado sobre ASI: Lic. Alicia H. Ganduglia. Sin dejar de recordar que se busca el trabajo conjunto de los alum-
5.- Summit, Ronald, “El síndrome de acomodación al abuso sexual infantil”, nos, la familia y la escuela.
en Revista “Temas de Maltrato Infantil Nº 1. sept. 1997. Debido a que un alto porcentaje de abusos sexuales se encuen-
6.- Revista de Psicotrauma para Iberoamérica- Número temático: Disocia- tran dentro del ámbito familiar, consideramos que una posibilidad
ción- Vol III. Nº 1. Marzo de 2004. de reducir los abusos infantiles es el desarrollo de programas efi-
caces que se implementen en las primeras etapas de la educación
escolar.
108 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 109

Lejos de considerar este programa como definitivo, esperamos otras consideraciones que no tienen que ver con el tema que nos
que sea una herramienta para adecuar y mejorar las intervencio- ocupa.
nes según la población a la que vaya dirigida.
Nuevos tipos penales:
II) Fundamentación teórica
Art.119: abuso sexual simple (deroga el abuso deshonesto),
Es dable hacer mención que la inclaudicable lucha por la igual- abuso sexual gravemente ultrajante (por circunstancias o dura-
dad de derechos, ha provocado una concientización diferente en ción) y con acceso carnal o violación (por cualquier vía, resolvien-
la sociedad. Por la vía de los hechos y también en materia de con- do los conflictos existentes, sujeto pasivo solo mujer, no excluye el
ceptualización, permitió la inserción de planteos reivindicatorios. matrimonio).
Hasta fue necesaria la reforma de algunas ya vigentes y la creación Art.120: estupro (por seducción, menores de 16)
de otras normas y leyes que garanticen un camino en favor de la Art.124: alguno de los anteriores seguido de muerte, penado
igualdad de oportunidades y en contra de las prácticas discrimi- con prisión o reclusión perpetua.
natorias. Entre ellas, la legislación penal merece una especial con- Arts.125 a 127: promoción o facilitación de la prostitución o
sideración. corrupción.
El gran avance, ha sido la Ley Nª 25.087 que modifica radical- Arts.127 bis y ter: Trata de personas
mente todo el Título III del Código Penal, antes mal llamado, de Art.128: pornografía
los Delitos Contra la Honestidad, que pasaron a ser, luego de la Art.129: exhibiciones obscenas
reforma, los Delitos Contra la Integridad Sexual. Sin embargo, y Art.130: rapto (hombre o mujer)
pese al avance cualitativo de dicha reforma y en coincidencia con
distinguidos juristas, consideramos que aún no se han logrados La base es la falta de consentimiento y el menoscabo de la liber-
los niveles de claridad que se pretenden. tad sexual
El gran cambio introducido entonces, desde la propia concep-
tualización de su título, es en cuanto al bien jurídico tutelado, lo La Organización Mundial de la Salud, define a la Salud Sexual
claramente protegido por la norma. A partir de la reforma, esta Ley como la “integración de los elementos somáticos, emocionales, in-
protege la libertad individual en su capacidad de decisión sobre el telectuales y sociales del ser sexual, por medios que sean positiva-
uso de la sexualidad. Y vaya si esto constituye un enorme avance. mente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comu-
Claro que la mención a “la integridad sexual” en el título, es nicación y el amor. Presenta decisiva importancia desde ese punto
mucho mejor que “la honestidad”, pero se vislumbra todavía un de vista, el derecho a la información sexual y el derecho al placer”.
resabio moralista, innecesario si nos animáramos, valga la redun- Esto nos habla de una visión integral de la sexualidad humana.
dancia, a hablar con más libertad de la libertad. Somos seres sexuales desde la vida intrauterina, por lo tanto, la
La modificación de los tipos penales define la tutela sobre el educación sexual es un proceso que comienza con el nacimiento y
derecho individual y el ejercicio autónomo de la sexualidad, des- dura toda la vida.
estimando como bien protegido el honor familiar, del varón o la Cuando hablamos de educación sexual, no nos estamos refi-
honestidad de la mujer. riendo sólo a la educación formal, al proceso formativo intencio-
El reconocimiento de otras formas de agresión sexual, comple- nado; sino también a la educación informal. Esta es sin intención,
ta mucho más la definición del título y en general de la violencia que se da en la familia, en las instituciones, y en los medios de
sexual como delito. comunicación.
Amplía también el concepto de la violación, aceptando cual- La educación sexual es parte de la educación general, de la for-
quier vía de penetración para la perpetración del crimen. Así como mación integral de la persona. Es por esto que debe desarrollarse
110 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 111

desde temprana edad. Ya que, desde que el chico articula el lengua- son la educación sexual que se brindará en los talleres según las
je, va preguntando sobre lo sexual, y recibe información verbal y edades de los chicos y la estrategia preventiva.
no verbal. Recibe datos exactos, así como la transmisión de mitos
y prejuicios, de dudas, y de silencio (el cual también es educación 1) Educación sexual infantil
sexual).
La familia es la primera educadora. Cuando el chico ingresa al La educación sexual se enmarca dentro del cuidado de la salud,
sistema educativo, éste debería constituirse en un espacio en el de la promoción de los derechos y adopta una concepción integral
que se obtiene no sólo información sexual, sino educación. de la sexualidad.
Debido a la complejidad del tema que nos ocupa, la escuela y la Antes de cualquier intervención, debemos plantearnos qué es la
familia deberán trabajar en conjunto, compartiendo deberes y res- sexualidad.
ponsabilidades. Esto invita a que los chicos puedan seguir en sus La sexualidad es un proceso dinámico, de construcción gradual,
hogares construyendo un saber significativo; que puedan seguir que integra aspectos biológicos, psicológicos, afectivos, éticos y so-
dialogando luego las temáticas que se desarrollan en la escuela; ciales. La educación toma en cuenta los múltiples aspectos que se
siendo la familia partícipe del proceso educativo. articulan en la organización de la sexualidad a lo largo de la vida
La educación sexual además de informar, previene infecciones de los chicos, teniendo en cuenta los distintos momentos de su
de transmisión sexual, embarazos no deseados y abusos, promue- desarrollo.
ve el cumplimiento de los derechos sexuales, fortalece la autoesti- A lo largo de toda la educación, se deben trasmitir antes que
ma, da valoración a los sentimientos y a su expresión, desarrolla nada, los aspectos positivos de la sexualidad. Acompañar al chico
habilidades cognitivas y sociales, promueve la asertividad y da en su formación, marcar el respeto por el propio cuerpo, y darle a
elementos para que el chico pueda tomar decisiones respecto de la sexualidad el lugar fundamental del desarrollo, integrada como
su vida. parte del proceso de aprendizaje afectivo.
La educación sexual facilita el diálogo, de modo que los chicos No es conveniente presentarles el tema del abuso sexual
puedan analizar, preguntar, debatir y tomar una actitud crítica, infantil sin haber trabajado el carácter integral de la sexualidad
responsable sobre la información sexual que va recibiendo de los con anterioridad. Esto podría propiciarles un entendimiento erra-
distintos ámbitos y personas que lo rodean, ya sea su familia, los do de la sexualidad. Además, de esta manera, se correría el ries-
ámbitos que frecuenta, sus pares y educadores. go de que posea un punto de vista negativo a cualquier forma de
El respeto y el “buen trato” son derechos inalienables de todo contacto sexual entre las personas, se despertaría paranoia frente
individuo. La protección contra toda forma de abuso (sexual y no a los desconocidos o un rechazo abierto a cualquier muestra de
sexual) es uno de ellos. El mismo se encuentra implícito dentro afecto. No se trata de asustarlos, sino de enseñarles a poner límites
de los objetivos de la educación sexual: proporcionarles a los chi- para defenderse en situaciones en las que no se sientan cómodos,
cos elementos que le permitan discernir prácticas de respeto o de proponiendo distintas respuestas y favoreciendo comportamientos
abuso para con sus pares, esto es; prevenir que los chicos mismos que potencien su propia seguridad, como por ejemplo, cuestionar
sean posibles abusadores con respecto a sus compañeros. la obediencia absoluta hacia una persona mayor, sólo por el hecho
de la diferencia de edad.
III Fundamentos metodologicos para un programa Entonces nos encontramos con los aspectos positivos a desa-
rrollar en el aula, como ser: la salud sexual, la autoestima, la
de prevencion de abuso sexual infantil. asertividad, las habilidades cognitivas, y la expresión de los senti-
mientos, entre otros.
Las consideraciones básicas que debemos resaltar a la hora Fomentar la autoestima es un tema pilar en educación sexual.
de planificar un programa de prevención de abuso sexual infantil, Saber que somos seres únicos e irrepetibles, y que tenemos el de-
112 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 113

recho a decir que “no” a aquello que nos dañe. Que los chicos La expresión de los sentimientos es otro aspecto a desarrollar
aprendan a valorarse, los hace sentir mejor con ellos mismos, con de la educación sexual. Uno de los aspectos más importantes de la
su propio cuerpo, en definitiva, con lo que cada uno es. sexualidad, es la comunicación. Un chico abusado generalmente
Fomentar la autoestima nos permite adquirir confianza en no- es coaccionado, por su víctimario, a silenciar, obligado a callar, “a
sotros mismos, nos hace saber que podemos aprender y tomar tragarse” lo ocurrido y esta ingesta puede requerir de “seguir tra-
decisiones con autonomía (auto: uno mismo; nomia: norma). Por gando” para poder tapar lo que no debe emerger, lo que no debe
ejemplo, que los chicos (adquirida edad suficiente) puedan decidir salir, transformándose esta conducta, en muchos casos en raíz y
cuándo tener o no una relación sexual protegida, sin estar presio- fruto de muchos trastornos alimentarios. Lograr poner en pala-
nados por la otra persona. bras lo que le ocurre, psicológicamente es un medio que alivia, que
Es importante que el chico desarrolle conceptos positivos rela- aliviana, que “quita peso”; Si tenemos herramientas para poder
cionados con la autoestima, como por ejemplo, que tiene derecho comunicarnos mejor, esto impedirá posibles conflictos, y nos da la
a ser bien tratado por los demás. posibilidad de establecer vínculos más saludables con los demás.
La asertividad es la capacidad de poder expresar nuestros de- El poder expresar los sentimientos es un aspecto fundamental en
seos, lo que uno piensa, o siente, de una manera adecuada, directa el momento de prevenir situaciones de abuso sexual infantil. Que
y abierta, sin lastimar a las demás personas, ni sentirse incómodo el chico sepa que tiene el derecho de la palabra como expresión de
uno mismo. Se encuentra entre la pasividad y la agresividad. Des- lo que le pasa. Hablar de lo que nos pasa, de lo que nos preocupa,
de la pasividad rehusamos pedir o decir lo que queremos, y desde de lo que nos da miedo, es educación sexual. Lo más importante es
la agresividad lo hacemos desde una forma tan violenta, que nos romper el silencio. Porque el silencio no es salud.
descalificamos.
Asertividad es una capacidad desarrollable, de poder decir lo 2) Estrategia preventiva.
que queremos, sin atentar contra los demás. Que el chico pueda
expresar su disgusto ante situaciones que lo hacen sentir incómo- El profesional que se encargue de desarrollar en la escuela el
do, que no soporte bromas por parte de sus pares que puedan programa de prevención de abuso sexual infantil, puede enfrentar-
herirlo, serían algunos de los ejemplos de asertividad. se con serios obstáculos a la hora de trabajar, y es imprescindible
Las habilidades cognitivas son los pensamientos, ideas y discri- que pueda abordarlo con precaución.
minaciones que los chicos pueden estructurar y que facilitan res- Uno de los obstáculos más frecuentes, es la imposición de los
puestas de protección frente al abuso sexual infantil. Por ejemplo, padres de los alumnos a la educación sexual. Aquí se ponen de
que puedan tener confianza en los demás para poder contar sobre manifiesto muchos mitos y prejuicios, dentro de los cuales el más
cualquier comportamiento extraño, o de alguna situación en la que expresado es el miedo a que, como consecuencia de dicha educa-
sientan miedo. Que el chico sepa que puede defenderse, y que tie- ción, los jóvenes adelanten sus primeras relaciones sexuales. Esto,
ne derecho a hacerlo. lejos de ser erróneo, se presenta exactamente de manera inversa.
Pero si bien, el conocimiento y la información son imprescindi- Cuanta más información sexual posee un chico, más tarde incur-
bles, no son suficientes. Una vez que el chico sabe sus derechos, sionará en sus primeras experiencias sexuales. Este es un aspecto
debe adquirir, interiorizar y fortalecer destrezas, competencias o a tener en cuenta, en el caso de que la escuela realice una reunión
habilidades que les permitan poder defenderse de situaciones de de padres antes de ejecutar el programa de prevención.
abuso. Estas habilidades se aprenden. Se pueden entrenar en un Otros de los aspectos es que, posiblemente alguno de los pa-
proceso de aprendizaje. Este es uno de los puntos críticos de los dres, o de los chicos mismos, haya sido víctima de abuso sexual.
programas de prevención de abusos sexuales: se les dice a los chi- Entonces, hay que tener especial cuidado en no incurrir en una
cos que deben cuidarse, pero no se les enseña qué hacer, ni cómo. revictimización, ni levantar angustias que luego no podrán ser tra-
bajadas. Por eso es de suma importancia dejar en claro que, más
114 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 115

allá de la capacidad de los chicos de poder identificar situaciones V) Establecimientos educativos


de abuso, y recurrir a alguien para manifestarlo, se encuentren a
su disposición profesionales y/o instituciones que estén a la altura Es válido remarcar los aspectos que deberá trabajar la escuela,
de las circunstancias. Vale decir que, la responsabilidad en la pre- por fuera del ámbito de los talleres, para la construcción de un
vención de abuso sexual, es de toda la sociedad. programa efectivo.
Que un chico cuente que atravesó una situación de abuso sexual, La escuela también puede evitar la diferenciación de géneros en
o que la está viviendo, es un hecho de suma relevancia y a quien la educación que se transmite. Esto apunta a reducir la discrimi-
los adultos debemos darle la contención adecuada, confianza y res- nación entre géneros y generaciones. Que ser hombre o mujer no
puestas inmediatas. Por esto, al realizarse estos talleres, la preten- implique tener menos o más derechos que el otro sexo. La des-
sión es que, tanto padres como alumnos, tengan acceso a un espa- valorización de la mujer, puede transmitirse asignando distintas
cio de contención y asesoramiento una vez finalizados los mismos. funciones o roles a ocupar dentro de las actividades. Esto está
Es probable que los padres se planteen desde qué valores y bajo directamente relacionado al abuso sexual infantil, donde la mujer
qué ideología se trabajarán los temas de sexualidad. Se explicita “tiene que” responder a ciertos patrones culturales y familiares.
que la educación pretende la autonomía del chico, a través de la Relacionado a esto, la escuela, al fomentar el respeto por los
información que recibe, procurando que el mismo se considere otros, también actúa como agente, no sólo en prevenir abuso sexual
calificado para tomar decisiones propias en su sexualidad, hacien- entre los chicos mismos, sino también, de abusos de otro orden.
do suyas las responsabilidades que deba tomar durante su creci- Es posible que, a través de la realización del programa, surjan
miento. Se busca que los chicos no se vean limitados en la elección revelamientos de casos de abuso sexual. Las reacciones excesivas
de sus comportamientos sexuales. Ellos son los dueños de sus de los padres pueden perjudicar el estado emocional del chico que
propias decisiones, y debemos brindarles las herramientas propi- ha sido víctima. Por esto, que la escuela acompañe al entorno fa-
cias para que puedan decidir con información y responsabilidad, miliar luego del develamiento, es un aspecto de inapreciable valor,
cuidando su salud y la de los demás. No debemos olvidar que sin para evitar así que el chico se sienta desprotegido, culpable o res-
libertad, no es posible la educación. ponsable de lo sucedido.
Más allá de los talleres, el personal docente y no docente debe
IV) estructura de talleres tener los conocimientos necesarios para reconocer los indicadores
psicológicos, físicos y de comportamiento de abuso sexual infantil.
Se eligen los talleres como modalidad de intervención, debido De esta manera, se facilita la detección precoz y se ponen en mar-
a que éstos son un espacio de juego, de intercambio, de reflexión, cha las acciones legales a seguir.
de investigación; donde se facilita la participación de los chicos, el Además de lo anterior, es esperable el seguimiento de los conte-
diálogo y el intercambio de opiniones entre ellos y los agentes de nidos brindados dentro de los talleres en las distintas asignaturas
prevención. Todas estas actividades refuerzan el aprendizaje en los curriculares, de manera que cobre un aspecto integral dentro de la
chicos. educación. No es en vano recordar que la integración entre la fami-
Hay conceptos claves que son fundamentales abordar en todos lia y la escuela es esencial para que la prevención sea completa. De
los talleres. Quedando a criterio de los educadores, la prioridad y esta manera, se cumplen los tres niveles de prevención: primaria,
modalidad en relación a cada nivel de desarrollo. secundaria y terciaria. Apuntamos a la reducción de casos median-
A modo ilustrativo se agrega un cuadro modelo, sujeto a las te la evitación, la detección precoz, y el tratamiento adecuado a la
modificaciones que así se consideren. víctima infantil que haya transitado un abuso sexual.
(ver Cuadro al final del capítulo)
116 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 117

VI) conclusiones

medio de la realidad virtual ante ocasionales abusadores y/o paidófilos


ilustrar respecto de los riesgos a los que se encuentran expuestos por
Cuando existe una tan clara protección de los derechos sexua-
les, de la libertad o autonomía sexual, es porque existen esos dere-
chos protegidos, y si el derecho internacional los protege es porque

que el chico reconozca sus genitales como partes privadas

que sepa que hay partes del cuerpo que nadie puede tocar
no debe haber dudas respecto de su existencia. Y ello nos debe mo-

que sepan a quienes recurrir para buscar asesoramiento


que sepa que hay cosas que se deben hacer en privado

discriminar secretos que puedan resultar perjudiciales

que sean autónomos, responsables de sus decisiones


vilizar en respuesta de la situación de victimización que mujeres y
niños sufren aun hoy dentro de un sistema penal caracterizado por

que sepan y hagan valer sus derechos sexuales


la selectividad de su funcionamiento, visible de manera especial en

que sepa que tiene derecho a decir que no


OBJETIVOS
el tratamiento de las personas más vulnerables, más pobres. Es

desarrollar estrategias para defenderse

que la sexualidad sea enriquecedora


necesario consolidar una cultura de valores que dé sustento firme

que puedan ayudar a una víctima


diferenciar caricias de manoseos
a un funcionamiento institucional que no se permita ni nos permi-
ta desconocer derechos tan elementales como los que se sostienen

desculpabilizar el placer
evitar la discriminación
bajo el principio de la igualdad, la libertad y el acceso a la justicia.
Como así también es necesaria la concientización de una obligato-
riedad en la preservación de la integridad psicofísica de nuestra
sociedad desde la más temprana infancia.
Más allá del resguardo de la integridad física, debemos conside-
rar a la salud mental como resultado de la calidad de los vínculos,
la comunicación y la inserción social de la persona; con una actitud
básica de prevención y abordaje de las problemáticas que hasta

materiales psicoeducativos
podrían devenir en enfermedades, por medios a la vez educativos,

representaciones teatrales
MODALIDAD
técnicos y con recursos humanos especializados, con buena comu-

creación de historias
grupos de discusión

análisis y discusión
láminas ilustrativas

videos explicativos

videos explicativos
nicación entre estos y sobre todo con una formación humanística

cuentos infantiles

charlas dirigidas
de los agentes de salud que permitan una cabal comprensión del

papelógrafos
sufrimiento, ya que, el objetivo de la prevención es precisamente,

collages
juegos
evitar el sufrimiento.
Tenemos la esperanza que en un futuro será posible una socie-
dad cuyos riesgos e individuos expuestos a ellos, se puedan identi-

EDAD

12

12

17
5

9
a

a
ficar con suficiente exactitud y antelación como para llevar a cabo

conocimiento de las distintas partes del

beneficios y riesgos del uso de Internet


hay partes del cuerpo que dan placer al
una prevención adecuada, a nivel individual, familiar y comunita-

saber lo que es abuso sexual infantil


diferenciar lo público de lo privado

que sepan reconocer situaciones de


autoestima/asertividad/habilidades

darle a la sexualidad el carácter de


ria.

diferenciar las partes íntimas

los chicos tienen derechos


CONCEPTOS

cuerpo y sus funciones

respeto por los demás


respeto por el cuerpo

cambios puberales
derechos sexuales
ser estimuladas

abuso de poder

integralidad
sociales
118 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 119

Bibliografía
* Crooks Robert y Baur Carla. “Nuestra sexualidad”. International Thomson Edi-
tores. 7ª Edic. México, 2001.
* Goleman, Daniel. “La inteligencia emocional”. Javier Vergara Editor S.A. Ar-
Abuso Sexual Infantil
gentina, 1995.
* López Sánchez, Félix. “La inocencia rota”. Océano Grupo Editorial. España, Una mirada desde el Derecho
1999.
* Re, María Inés. “Educación Sexual: cómo implementarla en el aula”. Editorial Dra. Silvia Testa
Ediba. Argentina, 2007.
* Sullivan Everstine, Diana. “El sexo que se calla”. Editorial Pax México. México,
1997.
*Código Penal Argentino–Libro III–De los Delitos Contra la Integridad Sexual- Introducción
Argentina
*ASI (Abuso Sexual Infantil) – Manual de Formación Para Profesionales-Save the
Children
Etimológicamente, la palabra “abuso” deriva del latín (ab usus)
*El ASI en la Nueva Legislación Penal Argentina- Dra. Margarita Stolbizer-Diputa- y significa usar mal, de manera excesiva, injusta, impropia o inde-
da Nacional - Argentina bida una cosa.
El delito de abuso sexual infantil puede definirse como “el con-
Lic. Sonia Peciulewicz tacto genital entre un/una menor de edad y un adulto que manipu-
Psicóloga.Terapeuta Sexual.Educadora Sexual. la, engaña o fuerza al niño/a a tener comportamientos sexuales”.
Talleres de Educación Sexual, Derechos Sexuales y Noviazgos No Violentos Con un criterio más amplio, la Organización Mundial de la Salud
en Instituciones Educativas. se refiere al delito que nos ocupa destacando que el niño es víctima
Integrante del Aréa de Docencia e Investigación en Infecciones de Trans- de un adulto o de una persona sensiblemente de mayor edad, con
misión Sexual (SIVIDA).Atención Psicoterapéutica a Víctimas de Abusos
el fin de lograr la satisfacción sexual del agresor. Esta definición
Sexuales.E-mail: soniapeciulewicz@yahoo.com.ar
comprende –además del contacto sexual- otras formas como ex-
hibiciones obscenas, conversaciones telefónicas, ofensas al pudor,
Lic. Héctor Rubén Albornoz prostitución infantil, etc. El abuso sexual mas frecuente consiste
Psicólogo Integrante de Juntas Médicas de Control de la Dirección General
de Medicina Legal de la Policía Provincia de Santa Fe - (D.G.M.L.P.). en la manipulación de los órganos sexuales de los niños por parte
Psicólogo Integrante de Juntas Médicas de Evaluación y Seguimiento de la del agresor, o bien en obligar a los menores a que efectúen manio-
Delegación Sur de la D.G.M.L.P. (Actualmente y desde 1996) bras sobre los órganos sexuales del agresor.
Psicólogo integrante de Juntas Médicas de Incapacidad de la Caja de Ju-
bilaciones y Pensiones de la Provincia de Santa Fe. Podemos diferenciar al abuso sexual infantil, de acuerdo a la
Psicólogo de la División Medicina Legal de la Unidad Regional II – Rosario
- de Policía de la Provincia de Santa Fe. (Actualmente)
relación que existe entre el autor y el menor, como intrafamiliar
Psicólogo Legista de los Tribunales Provinciales 2da. Circunscripción Ju- o extrafamiliar. El primero de ellos se produce cuando el agresor
dicial.(actualmente)Perito Psicólogo del Centro de Asistencia a la Víctima es parte de la familia, ya sea de sangre o conviviente. En este caso
de Delitos Sexuales y Violencia Familiar – U.R.II. (Actualmente y desde la situación suele mantenerse en el tiempo, favorecida por la exis-
1996) tencia de pactos de lealtad, amenazas, coerción, sobornos. El niño
Perito Psicólogo de la División Judicial de la Unidad Regional II de Policía.
guarda silencio para protegerse o para preservar a sus padres.
Perito Psicólogo del Juzgado de Ejecución Penal de los Tribunales Provin-
ciales. (Actualmente y desde 1996) El abuso sexual extrafamiliar es perpetrado principalmente,
Examinador de Pre-Ingreso a la Escuela de Cadetes (Oficiales) de la Policía por un allegado, amigo, conocido, vecino - que suele emplear la
de la Provincia de Santa Fe – Argentina. (Actualmente y desde 1996). persuasión, el engaño, la presión psicológica hacia el menor- y
con menor frecuencia, es cometido por un extraño. En este último
120 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 121

caso, el comportamiento se mantiene con diferentes víctimas y el Quiero consignar un dato aportado por el Juez de La Plata Car-
autor frecuentemente debe recurrir a la violencia para conseguir los Rozansky, quien señaló que “En nuestro país se esclarecen al-
su objetivo. rededor de tres de cada cien casos denunciados de abuso sexual
El análisis del abuso sexual infantil desde el punto de vista del de menores…Si se tiene en cuenta que como máximo se denuncia
derecho, debe ser encuadrado como una forma de ejercer violencia el 10 por ciento de los abusos sexuales infantiles que se cometen,
contra los menores, guardando estrecha relación con la violencia tenemos un total de 3 casos con condena cada 1.000”.
intrafamiliar. La violencia puede adoptar distintas formas de mal- A continuación, se detallan otros datos estadísticos a tener en
trato: física o moral; abandono del menor –que comprende la pri- cuenta que pueden conformar un somero panorama del tema que
vación de los alimentos o cuidados que necesita o la exposición a nos ocupa:
la violencia ejercida por terceros- y abuso sexual. En relación a la Al menos uno de cada cinco menores es abusado por un fami-
familia, si bien predomina la ilusión de que los padres solo tienen liar o personas de confianza antes de los 18 años. Se enseña a los
acciones positivas hacia los hijos, la realidad indica que también niños a cuidarse de los desconocidos, pero si leemos las estadísti-
coexisten tendencias agresivas en diferentes proporciones. cas vamos a observar que la mayoría de los abusadores son inte-
En las últimas décadas se ha incrementado notoriamente el nú- grantes del grupo familiar, allegados al niño, amigos o vecinos. El
mero de denuncias de abusos. Para tratar este problema vamos a abusador desconocido es el menos frecuente.
encontrar una primera dificultad: son hechos que se producen en Los abusos a menores se observan en todos los estratos socia-
el ámbito privado y por lo tanto se caracterizan por su invisibili- les. Probablemente, los sectores sociales más favorecidos pueden
dad. Recién en el momento en que el problema se hace evidente, encubrir con más facilidad la situación.
cuando es revelado por el pedido de ayuda o la denuncia, puede El abusador despliega su poder y control sobre la víctima.
intervenir la justicia. Las acciones que el Estado despliega para Cuanto mayor sea la autoridad del abusador –que además suele
castigar el delito que nos ocupa son de instancia privada. El abuso mostrarse afectuoso – mayor será la dependencia del niño que no
sexual afecta un ámbito tan secreto e íntimo, que la ley ha consi- puede evitar el abuso y que queda inmerso en una situación de
derado conveniente respetar la voluntad de la víctima o de quienes desprotección o exposición.
la representan legalmente en caso de que sea menor. Las acciones El secreto funciona como una condición del abuso. Como se
penales de instancia privada son acciones públicas, porque el titu- señaló anteriormente, la mayoría de los abusadores son personas
lar de su ejercicio es un funcionario público, pero no se pueden ini- conocidas por el menor. Por tal razón instalan el temor hacia las
ciar de oficio. Es decir, siempre hace falta la denuncia previa. Una posibles consecuencias para el caso de que se llegue a conocer la
vez efectuada la misma, no hay obstáculo para que el delito sea verdad. El menor piensa que “nadie va a creerle”, “que se puede
perseguido por la autoridad pública. Otra cuestión de importancia cortar el vínculo afectivo establecido con el agresor”, “que sus pa-
para aclarar el panorama legal, es que la denuncia es irretractable, dres se van a enojar” entre otras cosas. El secreto posibilita la re-
cuando fue formulada ya no se puede volver atrás. Esta circunstan- petición de estas experiencias y evita que sean denunciadas. Quiero
cia se da con frecuencia en los casos en que encuentran detenidos destacar que esta actitud es adoptada no solo por la víctima, sino
por abuso sexual los padres o concubinos de las madres de las también por la propia familia, que a menudo niega la existencia de
víctimas. No es extraño que estas mujeres, fundamentalmente por estos hechos. El secreto genera en la víctima culpa por no poder
cuestiones económicas, traten de dejar sin efecto la denuncia a fin hablar y por no poder detener el abuso.
de conseguir la liberación de los acusados.
Efectuadas estas aclaraciones, podemos señalar que el tema
tiene la suficiente gravedad como para ser tratado interdisciplina-
riamente, ya que de este modo se pueden lograr mejores estrate-
gias que posibiliten la implementación de políticas preventivas y de
campañas que sensibilicen a la población acerca de este problema.
122 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 123

tos sexuales, derogándose las viejas formas de violación, estupro,


corrupción, abuso deshonesto, ultraje al pudor, rapto y disposicio-
Marco legal del abuso sexual infantil
nes comunes, creándose en el artículo 119 una nueva figura legal
denominada “abuso sexual”. El bien que se protege jurídicamente
Legislación internacional
mediante este tipo legal, es la libertad sexual de la víctima, ya sea
porque se vulnera la elección en materia sexual de la persona o su
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de
consentimiento.
San José de Costa Rica), que forma parte de nuestra Carta Magna,
establece en su artículo 19 que “todo niño tiene derecho a las medi-
El nuevo artículo 119 tipifica la comisión del delito a través de
das de protección que su condición de menor requieren por parte
tres párrafos, cada uno de los cuales incrementa su intensidad. El
de su familia, de la sociedad y del Estado”.
primer párrafo se refiere al “abuso sexual simple”, el segundo al
Por su parte, la Convención sobre los Derechos del Niño, ra-
“abuso sexual gravemente ultrajante” y el tercero describe al “abu-
tificada por la ley 23849 e incorporada a nuestra legislación con
so sexual con acceso carnal”.
jerarquía constitucional por el artículo 75 inciso 22, establece en
su artículo 19 inciso 1 que “los Estados parte adoptarán todas
Primer párrafo: El abuso sexual simple, reprime con “reclu-
las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas
sión o prisión de 6 meses a 4 años al que abusare sexualmen-
apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o
te de persona de uno u otro sexo, cuando ésta fuere menor de
abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
13 años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o
explotación, incluido el abuso sexual mientras el niño se encuen-
intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad o de
tre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de
poder o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no
cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.
haya podido consentir libremente la acción”. En este caso, la ac-
En el artículo 34 del citado instrumento legal, los Estados parte
ción se refiere al abuso sin que haya acceso carnal, consistiendo
se comprometen a “todas las medidas de carácter nacional, bi-
en un atentado a la reserva sexual de la víctima sin intentar o sin
lateral y multilateral que sean necesarias para impedir la incita-
consumar el acceso carnal. Esta figura es similar a la del “abuso
ción o coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad
deshonesto” tipificada en el Código Penal anterior. Se materializa
sexual ilegal, la explotación del niño en la prostitución u otras
mediante actos impúdicos de desahogo sexual que no culminan en
prácticas sexuales ilegales y la explotación del niño en espectáculos
la cópula (tocamientos, contacto corporal del autor con la víctima,
y materiales pornográficos.”
aproximación corporal aunque no medie desnudez). Este delito
Se completa con el artículo 39, que establece que los Estados
queda configurado además, con la intención impúdica del autor,
parte adoptarán todas las medidas apropiadas para promover la
con su ánimo o propósito de obtener una satisfacción sexual que
recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo
no incluya el acceso carnal.
niño víctima de cualquier forma de abandono, explotación o abu-
La norma vigente se refiere a distintas circunstancias en las que
so, tortura u otra forma de tratos crueles.
puede cometerse el abuso sexual simple:
1.- La edad de la víctima. Se comete el delito cuando es objeto
Legislación Nacional del abuso un menor de 13 años, de uno u otro sexo, hubiera o no
prestado consentimiento para la realización del acto. La ley presu-
Tras la reforma del Código Penal mediante la ley 25087, se cam- me que la persona menor de 13 años no tiene la capacidad nece-
bió la denominación del título III del libro segundo cambiando los saria para comprender el sentido de la conducta del autor, por ello
“Delitos contra la honestidad” por los “Delitos contra la integridad aunque medie consentimiento, el mismo es irrelevante.
sexual”. Se modificaron los tipos penales previstos para los deli-
124 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 125

2.- Los medios que emplea el autor para cometer el delito. La vemente ultrajante) o 3º (abuso sexual con acceso carnal por cual-
violencia es el uso de la fuerza (también quedan equiparados el quier vía), se produjera alguna de las siguientes circunstancias:
uso de medios narcóticos o hipnóticos, según el art. 78 del Có- a) Cuando del hecho resultare un grave daño en la salud física
digo Penal). Las amenazas consisten en asegurarle un daño a la o mental de la víctima. A diferencia del anterior ordenamiento
víctima o a un tercero. El abuso coactivo o intimidatorio de una penal, la nueva ley contempla acertadamente dentro del concepto
relación de dependencia, de autoridad o de poder, se refiere a la de daños, las consecuencias psíquicas que pueda sufrir la víctima.
jerarquía, dado que el autor está en una relación de superioridad b) Cuando el hecho fuera cometido por ascendiente, descen-
respecto a la posición de inferioridad de la víctima, que se ve coac- diente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro de
cionada o intimidada para que acceda al abuso sexual. algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la
3.- La condición de la víctima. El autor del delito se aprovecha guarda.
de la víctima por estar privada de razón, o por padecer de una en- c) Si el autor sabe que es portador de una enfermedad de trans-
fermedad, abarcando todos los casos en que no puede otorgar su misión sexual grave y hubiere existido riesgo de contagio. El agra-
consentimiento. vante en este caso se fundamenta porque el autor sabe que además
de violar, está condenando a otra persona a una enfermedad grave.
Segundo párrafo: se refiere a una circunstancia que lo agrava. d) Si el hecho hubiera sido cometido por dos o más personas, o
En efecto, reprime con reclusión o prisión de 4 a 10 años “cuando con armas. El agravante atiende a las menores posibilidades de la
el abuso por su duración o circunstancias de su realización, víctima para defenderse.
hubiere configurado un sometimiento sexual gravemente ul- e) Si el hecho fuere cometido por personal perteneciente a las
trajante para la víctima”. La mayor gravedad en esta forma de fuerzas policiales o de seguridad, en sus funciones. El inciso san-
comisión del delito, está dada porque el sometimiento sexual se ciona con mayor severidad a aquellas personas que teniendo la
prolonga en el tiempo, o por las circunstancias que rodean función de resguardar a otros, comete el ilícito faltando gravemen-
el sometimiento (por ejemplo, introducción de elementos por vía te a sus deberes.
vaginal, anal o bucal). f) Si el hecho fuere cometido contra un menor de 18 años, apro-
Las circunstancias detalladas en este artículo son aplicables al vechando la situación de convivencia preexistente con el mismo.
abuso sexual de menores, dado que en la mayoría de los casos el
delito es cometido por personas de la familia o allegadas a la vícti- En el abuso sexual a menores, suelen encontrarse los agravan-
ma - en las cuales ella confía- y suelen repetirse en el tiempo dado tes detallados en el inc. b) fundados en el parentesco, ya se trate de
que por el vínculo existente, el menor no puede denunciar o contar parentesco matrimonial o extramatrimonial. En el caso de los her-
lo que está sucediendo. manos, quedan encuadrados en este inciso tanto si son hermanos
de doble vínculo como si son medio hermanos.
Tercer párrafo: ofrece una calificación de mayor gravedad y es- Otra circunstancia agravante es la calidad del autor (también
tablece que la pena será de 6 a 15 años de reclusión o prisión tipificado en el inc. b), que se produce cuando el hecho es come-
cuando mediando las circunstancias del primer párrafo hubiere tido por un ministro de cualquier culto – incluye a las sectas-, tu-
acceso carnal por cualquier vía”. Esta calificación es el equiva- tor, curador, encargado de la educación de la víctima, casos en los
lente al delito de violación que contemplaba el Código Penal en su cuales el aprovechamiento surgiría de la relación de confianza que
redacción anterior. se establece, ya que en el caso de los menores, se sanciona con
mayor dureza a quienes deben educarles, corregirles, cuidarles,
El mismo artículo 119 establece a través de diversos incisos los enseñarles.
agravantes para este delito. Fija una pena de reclusión o prisión de
8 a 20 años, si en la configuración del párrafo 2º (abuso sexual gra-
126 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 127

En relación al incesto, que se puede definir desde el ámbito a) Los menores aludidos sólo serán entrevistados por un psicó-
jurídico como las relaciones sexuales entre los miembros de una logo especialista en niños o adolescentes designado por el tribunal
familia, entre los cuales está prohibido el matrimonio, cabe consig- que ordene la medida, no pudiendo en ningún caso ser interroga-
nar que en nuestra legislación no es punible, pero funciona como dos en forma directa por dicho tribunal o las partes.
agravante si el autor del delito se halla unido a la víctima por con- b) El acto se llevará a cabo en un gabinete acondicionado con
saguinidad o afinidad. La jurisprudencia es coincidente en seña- los implementos adecuados a la edad y etapa evolutiva del menor.
lar que “el incesto no es punible sólo actúa como circunstancia c) En el plazo que el tribunal disponga, el profesional actuante
agravante...”. Es considerado una falta que perturba el orden de elevará un informe detallado con las conclusiones a las que arri-
la familia y trastorna su organización jerárquica, valiéndose de ban.
la relación familiar o de la autoridad que ejercen sobre la víctima. d) A pedido de parte o si el tribunal lo dispusiera de oficio,
las alternativas del acto podrán ser seguidas desde el exterior del
El artículo 120 del Código Penal, también sanciona con prisión recinto a través de vidrio espejado, micrófono, equipo de video o
o reclusión de 3 a 6 años, al que realizare alguna de las acciones cualquier otro medio técnico con que se cuente. En ese caso, pre-
previstas en los párrafos segundo y tercero del artículo 119, con vio a la iniciación del acto, el tribunal hará saber al profesional a
una persona menor de 16 años, aprovechándose de su inmadurez cargo de la entrevista las inquietudes propuestas por las partes,
sexual, en razón de la mayoría de edad del autor, su relación de así como las que surgieren durante el transcurso del acto, las que
preeminencia respecto de la víctima u otra circunstancia equiva- serán canalizadas teniendo en cuenta las características del hecho
lente, siempre que no resultare un delito penado mas severamente. y el estado emocional del menor.
Cuando se trate de actos de reconocimiento de lugares y/o co-
Estas normas del Código Penal se complementan con las dis- sas, el menor será acompañado por el profesional que designe el
posiciones del Código procesal Penal de la Nación que también fue tribunal, no pudiendo en ningún caso estar presente el imputado.”
modificado recientemente.
La ley 25852, publicada en el Boletín oficial del 8/1/2004, in- Por su parte, el art. 250 Ter (Término juridico que signii-
corporó el art. 250 bis y 250 ter al Código Procesal Penal de la ca............) dispone que “cuando se trate de víctimas previstas en
Nación. Esta ley establece que los únicos profesionales que pue- el artículo 250 bis, que a la fecha de ser requerida su comparecen-
den tomar testimonio de un niño o adolescente víctima de delitos cia hayan cumplido 16 años de edad y no hubieran cumplido los
sexuales, son los psicólogos. La finalidad de esta disposición es 18 años, el tribunal previo a la recepción del testimonio, requerirá
minimizar las consecuencias que les puede aparejar a los menores informe de especialista acerca de la existencia de riesgo para la sa-
la denuncia del abuso sufrido. lud psicofísica del menor en caso de comparecer ante los estrados.
El psicólogo debe elaborar un informe para valorar si el testi- En caso afirmativo, se procederá de acuerdo a los dispuesto en el
monio brindado por el menor es verosímil. Una vez concluida esta artículo 250 bis.”
etapa, el juez ordena la pericia, consistente en un examen detallado
y pormenorizado acerca de aspectos puntuales del caso. Respecto a esta modificación cabe consignar que:
En artículo 250 bis establece que cuando se tratare de víctimas Son beneficiarios de este nuevo procedimiento las víctimas o
de los delitos tipificados en el Código Penal, libro II, titulo I, Capi- testigos de ataques contra la integridad sexual, que a la fecha de la
tulo II y título III, y a la fecha en que requiera su comparecencia declaración sean menores de 16 años de edad.
no hayan cumplido los 16 años de edad, se seguirá el siguiente La audiencia a través de la cual el especialista escucha el relato
procedimiento: del menor, debe reunir recaudos que tienen como objeto evitar una
repetición posterior y al mismo tiempo, garantizar que el imputado
ejerza su derecho de defensa en juicio.
128 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 129

La entrevista deberá efectuarse en un ambiente especialmente La ley 24417 ha establecido un procedimiento para el dictado
preparado, con elementos y muebles adecuados a la etapa evolu- de medidas urgentes de amparo a las víctimas del maltrato o abu-
tiva del menor. Deberá contar con equipos de grabación de video so, con la finalidad de neutralizar la situación de crisis denuncia-
y de audio que no sean intrusivos. Se puede instalar una cámara da. En el caso de abuso sexual, el juez de familia interviniente está
Gesell para que el juez y las partes observen el acto desde el ex- obligado a denunciar los hechos ante la justicia penal.
terior o a través de un circuito cerrado de televisión. En esta sala La denuncia sobre abuso o maltrato, puede ser hecha por los
sólo deberán estar el niño y el profesional que lo entrevista, ya que mismos menores, sus representantes legales o el Ministerio Pú-
la presencia de adultos que tengan algún interés en el caso pueden blico. Además, según el art. 2, “están obligados a denunciar los
condicionar las respuestas del menor. servicios asistenciales, sociales o educativos, públicos o privados,
Con la instrumentación de esta metodología, se intenta que el los profesionales de la salud y todo funcionario público que se hu-
menor no sea sometido a múltiples interrogatorios en distintas biera informado de tales episodios agresivos en razón de su labor”.
sedes y por distintos funcionarios (jueces, médicos, psicólogos, El artículo fomenta la participación ciudadana y amplía el acceso
policía, abogados, etc.). La declaración del menor será oída única- a la justicia. Esta obligación que se impone a los profesionales,
mente por un psicólogo, preservando de esta manera la integridad muestra que estos hechos no son solamente problemas privados,
psíquica de la víctima. sino que rozan la esfera pública, ya que se busca resguardar la vida
La implementación de esta práctica representa un avance en re- y la integridad del niño. Los profesionales de la salud no pueden
lación al anterior Código de Procedimientos, ya que tiende a evitar ampararse en el secreto profesional para no informar lo sucedido.
la revictimización del niño, resguardando sus derechos. El art. 4 del Reglamento de dicha ley obliga a informar dentro de
las 72 horas de conocido el hecho.
Otro instrumento que posibilita atacar una situación de abuso
sexual, es la ley 24417, de Protección contra la violencia familiar, En síntesis, los instrumentos legales vigentes y las reformas in-
sancionada en el año 1994. Esta ley protege no solo a los menores troducidas en los últimos años para proteger a un sector tan vul-
frente a los actos de violencia física o psíquica ejercidas por algún nerable como es el de los menores, constituyen un buen punto de
integrante del grupo familiar, sino también a las demás personas partida para encarar los problemas que plantea el abuso sexual
adultas que conforman el mismo. El concepto de grupo familiar infantil.
para esta ley se refiere tanto al originado por el matrimonio como Es necesaria la implementación de planes de gobierno y polí-
por las uniones de hecho. Una vez denunciado el hecho, el juez tie- ticas de estado coherentes para salvaguardar el interés superior
ne amplias facultades para ordenar medidas destinadas a probar de los menores y cumplimentar los compromisos internacionales
la verosimilitud de los hechos y podrá solicitar diferentes informes adquiridos, algunos de los cuales como ya se señaló, tienen rango
que le permitan una visión mas exacta de la situación familiar. constitucional.
Luego, el art. 4 prevé que podrá adoptar medidas cautelares con No obstante, nos enfrentamos con una temática de una comple-
la finalidad de lograr que cese la situación de violencia: jidad tal que requiere del abordaje multidisciplinario para que con
a) ordenar la exclusión del autor de la vivienda donde habita el el trabajo coordinado de profesionales de otras ramas se adopten
grupo familiar. estrategias adecuadas y se optimicen las soluciones posibles. Cada
b) prohibir el acceso del autor, al domicilio del damnificado o a especialista, desde su perspectiva y su ética, puede aportar cono-
los lugares de estudio o trabajo. cimientos que contribuyan a esclarecer los hechos y a lograr una
c) Ordenar el reintegro al domicilio a petición de quien ha debi- mejor administración de justicia.
do salir del mismo por razones de seguridad personas, excluyendo
al autor.
d) decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de
comunicación con los hijos.
130 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 131

Bibliografía
Código Penal argentino. Editorial Lexis Nexis. Buenos Aires. 2008
Código Procesal Penal de la Nación. Editorial Lexis Lexis. Buenos Aires. 2008.
Abuso: El difícil respeto a la vulnerable
Constitución de la Nación Argentina. Editorial Betina. Ciudad de Buenos Aires.
1996. frontera de la intersubjetividad
Convención sobre los derechos del niño. UNICEF.
Constitución de la Nación Argentina.
Fellini, Zulita. “Delitos contra la integridad sexual. Modificaciones al Código Pe-

nal” revista de Derecho Volumen Mujer. Gobierno Autónomo de la Ciudad de
Buenos Aires. 2001. Patricia Romero Day
Foradori Lencinas, Edith. Violencia familiar. Maltrato de Menores. Revista Jurídi- Dolores Lojo
ca La Ley. Buenos Aires. 1996.
Grosman, Cecilia y Mesterman, Silvia. “Maltrato al menor” Editorial Universidad.
1998.

Nuñez, Ricardo. “Manual de Derecho Penal” Parte especial. 2ª edición actualiza- Coraza y nexo: paradoja y vulnerabilidad
da.
Lerner editora. Córdoba. 1999.
Nuñez, Ricardo. “Tratado de derecho Penal”. Tomo 3. Lerner editora. Córdoba. La piel nos separa y nos une a lo que nos rodea. Nos discrimina
1977. y nos confunde. Así también la coraza de protección antiestímulo
Soler, Sebastián. “Derecho penal argentino”. Tomo 3. Editorial Tea. Buenos Aires. creada por el psiquismo, intenta defensas e intercambios que a
1978. veces configuran una banda de Moebius. La frontera es porosa, lo
interior lo vemos proyectado fuera, y lo exterior se mete en lo sen-
Dra. Silvia E. Testa tido como interior. El límite es vulnerable, sensible, debe ser res-
petado para que la vida lo sea, el contacto entre esos dos conceptos
Abogada, egresada de la Universidad del Museo Social Argentino en 1980. (exterior e interior) perma
En el marco del Diplomado Superior en ciencias sociales con mención en La violencia rompe espacios discriminados, indetermina qué es
Género y Políticas públicas,, impartido por FLACSO, presenté los siguien- figura y qué fondo. Se pierde el sentido de las proporciones, el con-
tes trabajos:
texto confunde qué es lógico o no, qué contactos deben permitirse
- "Nuevos actores Sociales en las democracias latinoamericanas".
-"Mecanismos de participación de las mujeres en espacios de intermedia- y cómo.
ción y en el diseño de políticas" Por eso la ley para el humano es vitalmente tan necesaria como
- "Planificación, Estado y nuevos actores sociales". el aire. Porque sin el intercambio respiratorio nada progresa, y sin
Cursé entre abril y diciembre de 2003, el nivel 1 de "Clínica de la violencia el lenguaje, código simbólico en el que se nace, no hay humanidad
familiar y social desde el psicoanálisis", impartido por las lic. Stella Maris posible. Lejos del instinto, la cansada madre después del parto
Nieto y María Ines Kaplan, en la Direccion General de la Mujer (Gobierno
de la Ciudad Autonoma de Buenos Aries).
pone su niño al pecho: sabe que debe hacerlo. Ese deber es el res-
Participé en las siguientes Actividades Académicas de la Asociación de peto a una legalidad que inscribe el acto en una cultura e instaura
Mujeres Jueces de Argentina (AMJA), organizadas por la Comisión de ca- el vínculo.
pacitación: La arbitrariedad aparente de las prohibiciones fundantes de lo
-"Mujer, Género y derecho a la salud. Salud Sexual y Reproductiva". humano (incesto, canibalismo, espacio para los deyectos) ordenan
-"Anàlisis de la nueva legislación de menores. Aspectos civiles y penales".
un espacio donde la adaptación tiene sus regulaciones. Mandatos
-"Vicisitudes en el diagnóstico del abuso sexual infantil: interrelación entre
justicia y salud". culturales organizan desde el inicio la convivencia. Es necesario
Tel: 011-4-247-8971 y 15 6 6499987.E-mail: silvia_testa@yahoo.com.ar un juez, figura paterna, autoridad, tercero de apelación, o como
quiera llamarse, que proteja el derecho a los límites de la vulnera-
132 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 133

bilidad de cada quien. La prohibición del incesto instaura la des- Esteban, después del resultado no puede seguir negando los
exualización del vínculo primario del lactante, dando nacimiento hechos, y expresa que nunca vio a Juliana como una niña a pesar
a la ternura, sentimiento fundamental que creará lazos sociales de su estructura infantil él solo veía “una mujer divina que lo atraía
solidarios y no agresivos, ampliando comunidades. Cuando irrum- enormemente……”
pe, el incesto rompe la estructuración básica de regulaciones: la Juliana hace una interesante acusación edípica, recuerda la sor-
creación de la exogamia, y la protección de la cría. Es una catás- presa de Freud al darse cuenta que muchas de las histéricas no
trofe psíquica y social, que deja en un caos a los involucrados. habían sido abusadas más que en su fantasía. Ella, pequeña aún,
Como cualquier catástrofe, la destrucción y confusión subsiguiente no vacila en señalar a quien despertaba su deseo, sin distinguir en
deben encontrar algún parámetro para comenzar a reordenarse. los actos del violador esa sexualidad que le era ajena. Alguien
Esto da varias posibilidades: Alguna legalidad que permita el reor- que debía proteger e incluir con su interdicción en la cultura a la
denamiento, castigando y repartiendo responsabilidades; o las va- que el niño pertenece, secretamente, (lo que muestra que conoce
riantes de la perpetuación de lo catastrófico, que generan pseudo su transgresión), rompe con la base edificante de sus códigos. Que-
legalidades, marginales, en la que un grupo vive. da él y su víctima al margen de esa cultura. La víctima es eyectada
de una legalidad, hecha cómplice en su miedo o ignorancia. Es “di-
Marta y José tienen 3 hijos: Martín, Juan y Juliana. ferente”, como suelen expresarlo, y lo hace Juliana. El adulto que
debía cumplir una función paterna se erigió en padre de la horda,
Marta abandona el hogar para unirse a Esteban. Deja a los ni- dictando sus leyes y tratando de convencer a su víctima que la ver-
ños a cargo de José. En ese entonces Martín cuenta con 7 años, dad era la que él creaba. Con amenazas Esteban silencia y desvía
Juan 6 y Juliana 4. las acusaciones. En cambio las entrevistas con José lo muestran
devastado, preocupado solamente por Juliana y muy poco por de-
Un año más tarde reaparece Marta ante José, embarazada de 6 mostrar su inocencia. El papel de Marta, no pudiendo proteger
meses, con intención de llevarse a sus hijos. Alega que Esteban tie- a su hija y encubriendo al violador, es central en este interjuego
ne un buen trabajo (mecánico) y puede darles mejores condiciones escénico: el pedido de protección al Estado con separación de esa
de vida. (José es ayudante de albañil y no tiene trabajo estable). madre la señala sentida como peligrosa por la niña, estando ya el
Marta logra su propósito luego de dos años de insistencia. Tiene violador preso.
dos hijos con Esteban: Maxi y Rodrigo, de 2 y1 año respectivamen- Solo inferencias especulativas nos permiten hablar de esta niña,
te. que todavía lucha por tener sus propias palabras. Pero en 1995
Luego de tres años de convivencia con la nueva pareja, Juan y Freud, ante el relato de las pacientes histéricas, creyó que había
Juliana deciden volver a vivir con José, su padre biológico. existido siempre en sus padecimientos infantiles un abuso sexual
Cuando Juliana tiene 11 años está embarazada (5 meses), lo concreto, perpetrado por un adulto, generalmente cercano fami-
descubre Marta. Tanto ella, como la propia Juliana, acusan a José liarmente. Era un suceso acaecido, concreto. Sólo en Psicopatolo-
de abuso y violaciones reiteradas. gía de la Histeria comienza a cuestionarse si siempre es real o son
las propias fantasías que recrean un recuerdo encubridor. Todavía
Las investigaciones judiciales, en cambio, señalan a Esteban no habla en esos términos, pero ya se vislumbra la inconsistencia
como probable autor del hecho. A partir de ese momento Juliana que tiene la “verdad” en esos casos.
deja de comunicarse con su madre y solicita ser internada en un Pero 100 años después, los que diariamente trabajamos en dis-
instituto, donde pueda ser acompañada en la crianza de su hijo. cernir escenas que construyan el relato de la propia vida para pro-
El resultado de A.D.N. señala a Esteban con 99 % de posibili- yectar un futuro más placentero, teniendo en cuenta lo real de los
dades de ser el padre del hijo de Juliana (por entonces tiene 13 deseos, podemos entrever discriminativamente una huella convin-
años y su hijito 1) cente de que algo de lo real ha pasado cuando esto ha ocurrido.
134 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 135

Una huella en la arena donde la relación con otro no es confusa, proyección en otro. Hay tres estilos de masoquismo en el saber
pero la memoria no es clara. Algo ajeno, núcleo no reductible a lo psicoanalítico: físico, psíquico y moral. El dolor es lo que impor-
propio, se denuncia, se percibe. Transferencialmente no hay con- ta, y el vínculo de sensaciones eróticas que genera. En cambio en
fusión con el relato fantaseado. estructuras más primitivas, de retracción narcisística profunda,
Los actos perversos, la perversidad (para discriminar de per- lo que se busca es la aniquilación, la desaparición del sujeto que
versión) pueden darse en cualquier tipo de estructura con alto percibe, siente y piensa.
componente narcisista y defensas proyectivas de la propia confor- El registro de dolor, cuando es expresado, debiera ser el límite
mación deficitaria. Aquello del perverso polimorfo, a que se refiere respetado para la no intrusión en el área de otro sujeto. El dolor
Freud en “Tres ensayos de teoría sexual” , es base configurante puede ser psíquico, físico o moral, pero el registro no siempre está
de toda humanidad. La sexualidad infantil busca el placer con in- presente, disponible, para el sujeto mismo. La observación de la
dependencia del objeto, todavía no hay posibilidad de considera- cara del médico mientras ausculta, en busca de una sensación que
ción ni empatía, hasta que la proyección permite discriminación, debe ser sentida (preocupación o alivio) remiten a la escena infantil
e identificación con el semejante. Este núcleo infantil es el que del niño teniendo una caída y buscando en la cara de su madre la
encontramos en las actuaciones adultas, produciendo escándalo, gravedad del incidente.
como otras conductas infantiles en un adulto. Restos larvados que Por eso el límite, la frontera, que vulnera a otro, no siempre es
no entraron en la estructura civilizatoria esperada por la cultura. traspasada por maldad, puede ser por falta de registros propios
Pero en esto, como en toda conducta humana, son los matices los para proyectar en lo ajeno, incapacidades que nos incluyen a todos
que confunden: maneras consideradas “mala educación” pueden como dificultad de empatía. Ser capaz de escuchar los pequeños
ser elecciones mórbidas en gente que tuvo otras oportunidades; y avisos, a veces más allá del límite del horror, no es tarea simple.
vemos algunos niños muy carenciados que se esfuerzan por alcan- Puede pasar que la identificación no permita sufrir tanto y la vista
zar altos ideales y adquisiciones sofisticadas. Ese caleidoscopio de se retire. La empatía busca el grado que le permite mantenerse en
corrientes psíquicas y series complementarias que conforma cada contacto y no huir del dolor, pero es una tarea a la que hay que
sujeto dará por resultado alguien original que ha elegido, conscien- estar dispuesto. Desgraciadamente la protección al dolor identi-
te o inconscientemente, su manera de ser en el mundo. Ballier , ficatorio se puede lograr ajenizando al otro, considerándolo dife-
estudia los comportamientos sexuales violentos, y en su búsqueda rente: disociación que en sí puede ser óptima en lo quirúrgico y en
de respuestas va reconociendo que no son psicóticos ni perversos, muchas situaciones (¿quién podría cortar un cuerpo identificado
o al menos estas clasificaciones no alcanzan para caracterizar las con él?), y lamentable en otras.
actuaciones. Discrimina los actos desde la interioridad de aquellos Un niño de 10 años es operado como consecuencia de un ex-
que los cometen, y considera que se trata de algo mucho más com- ceso de ansiedad por parte de padres, abuelos y médicos. Queda
plejo. Los perversos logran placer a partir del sufrimiento del otro mutilado innecesariamente, sus cuidadores actuaron por no poder
(hay otro sufriente, dolorido) y usa el termino perversidad para soportar la angustia de un proceso inflamatorio.
discriminarlo de perversión. En la perversidad no hay posibilidad Los actos ansiosos sacaron de una retracción, en ese caso ne-
de que el otro tenga sentimientos, ataca su subjetividad. Busca la cesaria, instrumentando recursos contrafóbicos y megalómanos,
homologación de momentos propios de desubjetivación, momen- eminencias médicas convocadas en su narcisismo, dañando al
tos de retracción que encuentran cierta restitución, una mínima niño innecesariamente. Cuando se escucha y se soporta, se puede
conexión con el mundo, en este ataque a la subjetividad del otro. explorar el fenómeno: ¡pero cuidémonos de censurar, eso es fácil
Los lugares en los que éste aparece serán derivados del narci- e irresponsable! ¿Por qué… cómo pensar desde el dolor insopor-
sismo, como lo anuncia Freud en “Psicología de las masas y aná- table?, allí no puede establecerse dispositivo de demora alguno,
lisis del yo” : Modelo o ideal, rival, ayudante u objeto de amor. La fundamental para ejercer sensatez.
estructura sado-masoquista, presente en todo neurótico, implica En un contexto paradojal, donde aquello que debe proteger
el placer por el dolor provocado, ya sea en la propia persona o por daña, la confianza herida refuerza la estructura fóbica habitual de
136 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 137

todo ser humano. Eso lleva a una retracción en la cual se puede Leonardo da Vinci , nos dice que dará lugar por sublimación al
vivir protegido, reduciendo la vida a un sobrevivir, o de la cual se conocimiento, con la imbricación de la pulsión de ver y agarrar. Lo
puede salir de distintos modos. Se puede apelar a la contrafobia, real se volverá territorio de conquista del psiquismo, “la realidad,
o a la megalomanía. Actos heroicos sacan de la pusilanimidad en no es otra cosa que la proyección de la extensión” , dirá en 1938
que un atropello ha sumido, o el pasaje de pasivo a activo convierte ya próximo a su muerte… en búsqueda del objeto mítico que se
al abusado en abusador. En ese ir y venir de lo virtual traumático, ensamblará con la pulsión y la satisfacerá sin dejar resto, frustra-
vemos a veces el fenómeno del personal policial en la Argentina, ción, falta. El ideal de fusión insiste en la completud con algo que
que instaurado para proteger, regresivamente vuelve a la transfor- provoque la felicidad completa.
mación en lo contrario y delinque en diferentes estratos. También De ser uno con el objeto, como en “Ser y tener en el niño” ,
nos atañe a los profesionales de la salud, ámbito donde la denun- indiferenciado, por lo tanto sin poder temer su pérdida, cuando
cia al abuso es complicada. comienza a reconocer su independencia tratará de aprehenderlo,
La espacialidad creada por el dolor hace que se reconozca un controlarlo, y odiará con fuerza aniquilatoria su alejamiento. El
área corporal y se la atienda. La utilidad vital es importantísima, y emotivo descubrimiento que hace Freud con su nieto lo ilustra: El
no debiera sofocarse sin antes saber de qué se trata. Interrogar al pequeño no mostraba ninguna pena cuando su madre se alejaba,
dolor creará un saber que es el que debe ser soportado. De eso se eso intrigaba al abuelo. La observación le muestra que primero
trata hacer consiente lo inconsciente, o reducir la desmentida. Algo arrojaba los juguetes fuera de su vista con furia, acompañando el
que busca resolución, o elaboración, no sofocación o ignorancia. acto por la expresión ¡ort, ort! Esta expresión significa “lugar” en
Pero pasado un límite, la cantidad irrumpe y ya no es ello posible, alemán, pero pronto descubre que es fort, ¡fuera, lejos! Se con-
no crea un área, sino lo insoportable del trauma. vertía así el pequeño en parte activa en el alejamiento: no era él
El abuso, entonces, puede darse desde dos polos intersubjeti- el abandonado, él arrojaba. Pero luego la observación muestra un
vos diferentes, que pueden o no estar conectados o interrelaciona- segundo momento: El bebé tenía un carretel atado a los barrotes
dos: desde el placer por hacer sentir dolor, o desde el amo de la de la cuna. Lo arroja también exclamando ¡fort!, sin tanta furia
horda que niega, transgrede, la legalidad que lo abarca. Es un acto esta vez, para recuperarlo con alegría diciendo ¡da!, “aquí”. Esta
producido por un ser humano que perjudica a otro instalándolo en repetición acompañada de elaboración, permitirá al niño soportar
posición de víctima porque no puede registrarlo. el alejamiento materno constituyendo una base para la tolerancia
Ya sea porque es un instrumento de su placer (en el sadismo), a la frustración que el objeto “tenido”, ya no parte del propio ser,
o porque no puede percibir su núcleo subjetivo, de alguna manera sea independiente, sin por eso odiarlo y perderlo. Es un proceso
ha sido arrasada la capacidad de identificación con el otro. Allí difícil, luego Winnicott agregará las teorizaciones sobre el objeto
se descubre el valor de las viejas sabidurías, que como manda- transicional que conjuga en sí un espacio construido entre ambos,
tos (función paterna fundamental para que la ley se convierta en con huellas sensoriales fundamentales (como el olor), que al que-
protectora) dictaminaban “amarás a tu prójimo”. En un neurótico dar con el niño, acercan la presencia ausente en su representación.
esto puede ser cuestionado, porque el prójimo no siempre mere- Sin embargo, a pesar del dolor, es esa falta la que va motori-
ce nuestro aprecio, pero sí nuestro respeto a su existencia. En la zando la vida. Cuando falta la falta, nos dice Lacan , comienza la
discriminación de estructura es fundamental que aparezca el otro angustia. Constituida en objeto “a”, se volverá causa de deseo . Y
existiendo como independiente y necesario, para que el egoísmo el pensamiento, que comienza siendo inconsciente, no será otra
supere al narcisismo en su antojo de fusión, y rescate relaciones. cosa que la huella de la pulsión en busca de ese objeto inencon-
Solo así no hay abuso. trable, que cierre toda necesidad. Su búsqueda constituirá la vida,
En este pasaje de estadios (no etapas), cobra especial impor- novela o drama. Si no se crea ese hiato de la búsqueda, la inme-
tancia la pulsión de poder, que deviene de la de aprehensión. La diatez acercará la muerte de algún modo. Por eso clínicamente es
pulsión de aprehensión, que aparece en Freud en un agregado del
año 1915 en “Tres ensayos de teoría sexual”, y en el estudio sobre
138 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 139

inquietante cuando alguien expresa que no hay nada adelante que adrenalina y conectado con ello, permite un arrojo poco común,
lo entusiasme, que no hay búsqueda, ¡no falta nada! barriendo la consciencia de muerte y permitiendo enfrentarla con
Poder aceptar lo inasible como necesario, contingente, y única heroísmo. Y un plus de goce importante, megalómano. Triunfo so-
posibilidad de placer, soportar la frustración, dará forma a las dis- bre algo sentido como enemigo, que no siempre lo es. En el cuerpo
tintas neurosis según el modo configurado por las series comple- se escenifica en la alergia, cuyo afán defensivo es más importante
mentarias y las corrientes psíquicas. Si de la base polimorfa par- que el agente agresor.
timos todos, también las estructuras básicas descritas por Freud La articulación entre los lugares del semejante al que nos refe-
estarán en alguna medida, saludable o no, en todo neurótico. Algo rimos creará la escena pertinente a cada sujeto. Se muere por el
de histérico, obsesivo, fóbico, esquizo y paranoico encontraremos ideal, se doblega al rival, con apropiación o no de sus valores, se
en cualquier bípedo implume. cuida al débil o se aprovecha su debilidad para el propio beneficio,
Las pulsiones, como energía que exige al psiquismo trabajo, o se lo ama. En ese contexto psíquico y libidinal nos internamos
cargan distintas zonas erógenas según la historia libidinal de cada en el concepto de abuso, considerando lo sexual en el mismo sen-
quien. Cuatro son los destinos que sufren en su choque con lo real tido amplio que el psicoanálisis, por lo tanto no circunscripto a la
y la realidad circundante: represión (cuyo fracaso ocasionará los genitalidad.
síntomas), vuelta contra sí mismo, transformación en lo contrario Lo conquistado o detentado siempre está en riesgo de ser per-
y sublimación. No hay un destino más “bueno” que otro, ya que dido. Esa imagen ilusoria, que al ver a otro gozar genera la envidia
según circunstancias la represión es fundante de la posibilidad de (San Agustín), es como experiencia siempre efímera e incompleta.
metáfora y metonimia, y la sublimación cuando excesiva se vuelve Pero mantiene la ilusión (justamente imaginaria) de que lo visto
tanática. sí existe, y se sigue buscando, y es fundamentalmente deseando.
Como afecto infantil primario, se puede transformar en admira-
La fobia nos interesa especialmente, porque esa estructura uni- ción, modelo a seguir, ideal a alcanzar…o es la fuente más peligro-
versal que convierte a un objeto contingente en fuente de terror in- sa de aniquilación del semejante.
soportable, fue utilizada por los interrogadores nazis para torturar Esto es central en cuanto al abuso del objeto, porque el amor
a sus víctimas. Eso muestra que en ese punto el control subjetivo triunfa como afecto, luego del enamoramiento, al aceptarlo y cui-
se pierde, los diques morales caen. En algún punto, quienes nos darlo en sus imperfecciones. De ese modo se aceptan también las
cuidaron no pudieron estar siempre alertas a no dañar nuestra propias. Es algo que en al acto perverso se pierde. En el enamora-
sensibilidad. Es prácticamente imposible mantener una empatía y miento se le exige coincidir, responder a las demandas, el enamo-
conexión constante, anularía al sujeto que lo practica. Las madres ramiento es despótico, desconsiderado, reclamante y angustioso,
miran a otro lado, y eso constituye la triangulación edípica, y el algo que se escucha en los actos perversos: La maté porque la
comienzo de la tolerancia a la frustración. Hay otro que debe ser amaba, y ella se iba a ir. La independencia del objeto, soportable
considerado, o es considerado por la madre, que como modelo, en el amor, en el enamoramiento no se acepta.
lo posiciona. Aquello tercero puede ser ley temida y respetada, o
punto insoportable a ser destruido.
Lo temido, en ese caso, se aniquila, lo hacemos con los insectos, Es allí donde el llamado de la víctima puede ser cierto, pero tan
o lo que no podemos controlar o domesticar. Y si el psiquismo es cierto como el pedido de alguien a ser robado o asesinado. Nues-
extensión proyectiva, eso tendrá algo de virtual, en el punto aniqui- tras pulsiones tanáticas buscan virtualmente instrumentos cuan-
lado nos libraremos de un insistente del ello que no logra ligarse. do andamos mal, necesitados de amor, con las defensas bajas o
Es considerado “bueno” aquello que no nos daña o nos bene- mal instrumentadas. Hay un casting inconsciente de la escena que
ficia. La ecología es antropocéntrica, no podría ser de otro modo. quiere ser lograda, los neuróticos lo sabemos, lo tememos, y nos
El miedo dirige a la evitación, pero también, como descarga de psicoanalizamos para tener un horizonte más amplio de cuidado,
140 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 141

que es lo que permite mejor vida. Hay una ética de lo que debe o María Patricia Romero Day
no hacerse, que nos dirige a cuidarnos y que trata de poner freno
a la tragedia caótica de los deseos. Nuestro trabajo es con las víc- Psicoanalista, APA. Docente UCES, carrera de pos-grado en Psicología Fo-
timas, para que puedan cuidarse más, los actos perversos deben rense. Trabajos publicados en Actualidad Psicológica, Página 12, y pre-
ser frenados por la ley. sentación en múltiples congresos nacionales e internacionales. Co-coor-
dinadora del centro de Extensión Psicoanalítica del Centro Cultural San
Los códigos son largamente estudiados para buscar la relación Martín durante la gestión del Dr. Mario O´Donnell. Miembro del Club de
más protegida, sin embargo la rebelión adolescente que hay en Analistas.
todo adulto goza de transgredir lo que le conviene. Sabemos de la Tel. (011) 4800.1310
dificultad de implementar el casco o los cinturones protectores.
La legalidad que declara al incesto un acto indebido supone una María Dolores Lojo
protección en la demora de lo primario. Los primeros objetos de-
ben ser prohibidos, aquellos que por su lugar ocupan el primer Primera Perito oficial del Departamento Judicial San Isidro (1973-2001).
lugar en la elección libidinal. Esta demora, dispositivo que luego Integrante de la cátedra de Psicología Jurídica. Universidad de Belgrano.
ocupa un lugar tan privilegiado en el análisis, es lo que va creando Bs. As.
la novela, el alargamiento de la vida. Demorar, elegir, decidir, son Docente invitada en la Escuela Judicial. Asociación de Magistrados y Fun-
cionarios de la Justicia Nacional, Municipalidad de La Matanza (Centro de
situaciones que desde lo oral se van creando como saludables, o
Salud Mental), Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia
posibilitadoras de una vida menos pasional, más placentera. Nacional. Area Académica del Colegio de Abogados del Departamento Ju-
dicial de Lomas de Zamora, entre otros.
Profesora de Mólulo III: Problemáticas de la Interpretación Judicial. U.B.A.
BIBLIOGRAFIA; Facultad de Derecho. Departamento de Posgrado.
Tel (011) 4782 5846
Balier,C 1996 Psicoanalisis de los comportamientos sexuales violentos. Amorror-
tu editores (A.E.) edición en castellano 2000
Freud, S (1895) Estudios sobre la histeria, en Obras Completas (O.C.)
(A.E).
______(1905) Tres ensayos de teoria sexual (A. E.) vol.7
______(1910) Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci. (A.E.) vol 12
______ (1912-13) Tótem y tabú. (A.E.) vol. 13

______ (1915) Pulsiones y destinos de la pulsión. (A.E.) vol 14


_______(1923) El yo y el ello. (A.E.) vol.19
______(1930) El malestar en la cultura (A.E.) vol 21.
______ (1941) "Conclusiones, ideas, problemas " (A.E.) vol 23
Green André. “De locuras privadas”. (A.E.). Bs. As. 1990
Maldavsky David (1992) Teoría y Clínica de los procesos tóxicos. (A.E.)
____________ (1995) Pesadillas en vigilia. Sobre neurosis tóxicas y traumáti-
cas. (A.E.) Bs. As. 1996
____________ (1997) “Sobre las ciencias de la subjetividad”.Bs. As. Aires.
Nueva Visión.
____________ (1998) “Casos atípicos”. (A.E.)
____________ (1999) “Lenguajes del erotismo”. Nueva Visión.
Winnicott, D. W. “Realidad y juego” Bs. As., Gránica (1972)
142 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 143

máticas mediante comportamientos que le permiten sobrevivir de


inmediato” (Intebi, 1998, p.150). Esto pareciese ser difícil de ex-
plicar, puesto que el fin no es culpar al niño del abuso, pero si se
Características del infante que lo predispone realiza un análisis cuidadoso se puede observar que para que un
perpetrador o adulto con atracción sexual por infantes elija a su
a ser víctima de abuso sexual desde la pers- víctima, se rige bajo un perfil predeterminado. Besten ( 1997 ) y
pectiva del abusador Lammoglia ( 1999 ) mencionan que existen síntomas ó caracterís-
ticas en la persona, entre las que se pueden enumerar la timidez,
el retraimiento, el aislarse, la falta de alegría por la vida o la apa-
rente necesidad de protección, se observa que el niño no ha apren-
Sihara Jeannette Raygoza Díaz. dido a manifestar el rechazo o la agresividad frente a los adultos al
momento de verse invadida su intimidad.
México Este tipo de comportamiento puede tener su manifestación una
vez que se genera un sentimiento de culpa en el infante, quien se
muestra decepcionado, con pérdida de la autoestima, pero estos
síntomas ó características no son presentados por el grueso de
infantes abusados, sino por un grupo específico, tal vez una pobla-
El abuso sexual en infantes es un tema difícil de tratar ción vulnerable, una “población hipersensible” (Lammoglia, 1999,
dado que conmueve a la sociedad, al evidenciar que un menor es p. 106). Puede que este grupo de niños vulnerables, no cuente con
utilizado por el adulto para estimularse o gratificarse sexualmente, las herramientas psicológicas o físicas para lograr poner un freno
sin el consentimiento o voluntad de la “víctima”, específicamente el y defenderse ante el adulto abusador.
niño. Según Lammoglia (1999) la familia o sociedad se cuestiona Las formas de abuso sexual, que tienen como finalidad la esti-
respecto a la víctima, puesto que éste muchas veces responde de mulación sexual del agresor adulto van desde el manoseo, toque-
maneras que no son las esperadas en el modelo social imperante, tear al menor, o inducirlo para que participe en una relación coi-
ya que el niño no protesta, no se defiende, no denuncia, y en oca- tal con el adulto, el contacto anal/vaginal y oral, el incesto, abuso
siones no presenta manifestaciones conductuales evidentes ante el sexual sin contacto físico ( como en el caso del exhibicionismo ),
abuso. Si se toma en cuenta que cada persona cuenta con reflejos realización del acto sexual en la presencia del menor (voyeurismo),
físicos innatos para sobrevivir, como por ejemplo el miedo, siendo muestra de videos o revistas pornográficas. (Ríos y Gasca, 2003).
éste un instinto de conservación, cabe la interrogante ¿porqué si Finkelhor (1980) menciona diferencias entre el abuso sexual y
es evidente la invasión a su espacio vital, situación que lo pone en la violación, dado que se ha estereotipado al término de violación
riesgo, el niño permanece callado, sin defenderse, o sin reaccio- en el caso de ser inducida por desconocidos y en un momento re-
nar?. pentino, cuando en una concepción más amplia, se puede mencio-
Cuando alguien agrede nuestra integridad corporal la reacción nar que en ocasiones quienes participan son amigos o parientes de
inmediata consiste en alejarse, defenderse, etc. Sin embargo en el la víctima. Además, la violación ocurre solo una vez puesto que im-
caso del abuso sexual, el infante asimila un esquema que no logra plica mayor violencia y fuerza física. Por su parte, el abuso sexual
acomodar en su estructura mental, y cuando el abuso sexual es generalmente implica periodos prolongados, los cuales pueden
constante por largos periodos temporales y en ocasiones matizado comenzar en una edad temprana y continuar hasta por 10 años y
con características de agresión, la estructura cognitiva del menor suele ir acompañado de la persuasión en el niño, quien no cuenta
se mantiene confundida, aunque algunos autores consideran que con la madurez intelectual y emocional para dar un verdadero
por el contrario la víctima “se acomoda a las experiencias trau- consentimiento ante tal acto, que puede ser coital, manoseo, mas-
turbación y exhibición. (Cooks y Baur, 2000).
144 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 145

En el acto del abuso sexual podemos estudiar a la víctima ó al Predisposiciones biofisiológicas = Edad, sexo, raza, estado fí-
que lo comete, por tanto la definición y explicación del adulto con sico.
atracción sexual a niños es de suma importancia. La traducción de Predisposiciones sociales = Profesión, status social, condicio-
la palabra pedofilia se refiere al amor por lo niños, considerándose nes económicas y condiciones de vida.
anormal o pervertido en el aspecto erótico. La mayoría de ellos Predisposiciones psicológicas = Desviaciones sexuales, estados
presentan actividades “inofensivas” como es el exhibicionismo, psicopatológicos y rasgos de carácter.
caricias y/o masturbación; además de que resulta común que el Aunque por lo general el pedófilo no utiliza la violencia física,
adulto justifique su actuación como una necesidad por educar al se encuentra el acoso que es considerado una característica de
niño en el área sexual para ayudarlo en su proceso de maduración. maltrato psicológico. Su búsqueda, el acercamiento y la obtención
Se estudiaron y revisaron a diversos autores, para conocer el de gratificación sexual con niños, es comparado con la de un pre-
perfil o características del niño que lo predispusieran a ser víc- dador capaz de detectar y explotar la vulnerabilidad de la víctima,
timas del abuso sexual, antes de que éste ocurriera y se encontró puesto que aprende a observar el entorno y actúa una vez que cal-
un nuevo terreno de investigación, por la carencia de estudios al culó sus posibilidades de éxito. (Moreno Oliver, 2008).
respecto. Sin embargo se pudieron encontrar múltiples estudios Por tanto se analizaron los factores del perfil del niño que lo
sobre el perfil del menor que ya ha sido abusado sexualmente. predisponen para que sea víctima de abuso sexual, según la pers-
Estas ideas generaron preguntas para una investigación, la cual pectiva del pedófilo y una vez detectados a los niños vulnerables,
primero llevó a la pregunta de ¿cómo se podrían detectar las ca- poder prevenir el abuso sexual.
racterísticas del niño que lo predisponen a ser víctima de abuso Algunos de los resultados más significativos que se encontraron
sexual?. Para poder responder ésta y otras interrogantes se busca- en la investigación fueron:
ron diferentes mecanismos de acceso y se encontró que el Internet En relación si el niño tiene algún tipo de retraso mental, se rea-
podría constituir un medio para obtener información, así como la lizó una prueba de hipótesis, con una Hi: p>.50 prefieren niños
investigación con adultos privados de su libertad. Afortunadamen- con retraso mental, y Ho: p≤.50 prefieren niños con retraso men-
te se encontraron sitios en línea que nos pusieron en contacto con tal. Con un nivel de significancia de 0.05, se encontró una esti-
adultos con atracción sexual hacia infantes que se reunían para mación puntual de 0.94117647, el estadístico de prueba fue de
compartir su filia y que se mostraron dispuestos a compartir sus 6.30126038; el valor p se obtuvo mediante la distribución normal
gustos por los niños (características). estándar, dónde p: 1.4826E-10, siendo rechazada Ho. Encontran-
Una vez que se encontró la población para la realización de la do que p>.50 prefieren niños con retraso mental. El 94% de los
investigación se planteó la hipótesis:¿Existe un perfil en víctimas adultos respondieron que preferían un acercamiento con un niño
de abuso sexual infantil que lo predisponen a este evento?, de ser que no tuviera algún tipo de retraso mental.
así, ¿Cuáles son los factores cognitivos, sociales y físicos del perfil Referente si es un niño solitario ó sin amigos la pregunta fue
del niño para ser víctima de abuso sexual según el abusador?. cuanto si el niño está acompañado por otro niño antes del encuen-
Se elaboró un cuestionario basado en las características que tro, se aplicó una prueba de hipótesis, con Hi: p>.50 de los niños
describía el perfil de un niño (socialización, inteligencia, emoción, se encuentra sin la compañía de otro niño antes del encuentro, y
cognición) que fue aplicado a 55 personas con atracción sexual Ho: p≤.50 de los niños se encuentran sin la compañía de otro niño
a niños. 34 sujetos participaron en Internet y 21 fueron sujetos antes del encuentro. Con un nivel de significancia de 0.05 y una
privados de su libertad por la comisión del delito de abuso sexual. estimación puntual de 0.62790698, el valor p obtenido mediante
Cómo saber si hay alguna predisposición del niño, Ramírez la distribución normal estándar, donde p:0.04672389, confirman-
González (Rodríguez Manzanera, 1989) desarrolló un esquema do Ha. Encontrando que p>.50 de los niños se encuentran sin
con características que se deben tomar en cuenta para la predispo- la compañía de otro niño. El 62% de los niños que se buscan se
sición a ser víctima, divididas en: encuentran sin la compañía de un amigo o compañero de su edad.
146 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 147

La pregunta si el niño se encuentra acompañado por un adulto


antes del encuentro, se realizó una prueba de hipótesis, Hi: p<.50
el niño está acompañado por un adulto antes del encuentro, y Ho:
p≥.50 el niño está acompañado por un adulto antes del encuentro.
Con un nivel de significancia de 0.05 y una estimación puntual
de 0.14893617, el estadístico de prueba fue -4.81354472, el va-
lor p obtenido mediante la distribución normal estándar, donde
p: 7.42353E-07, rechazando Ho. Arrojando que p<.50 el niño se
encuentra acompañado por un adulto. Menos del 50% de los niños
se encuentra acompañado por un adulto antes del encuentro con
un abusador.
En el físico del niño se dejó que el pedófilo generara las catego-
rías, debido que se desconocía el tipo de cuerpo por el cual mos- Los resultados de la inteligencia del niño el 100% de los encues-
trara preferencia, para finalizar con 4: Muy bonito, cara linda un tados respondieron que el niño es inteligente; se preguntó si los
33%, Rubio y menudito un 38%, menudito 25% y comenzando a demás niños se burlan de el que eligen y el 80% respondió que no
desarrollarse 4%. Se realizó una prueba CHI cuadrada de bondad se burlan del niño. La pregunta respecto si el adulto considera que
de ajuste con una Ho: No hay tendencia por algún tipo de físico en el niño es provocador del encuentro el 88% respondió afirmativa
el niño, y Hi: Si hay tendencia por algún tipo de físico en el niño. la pregunta. Si el niño es platicador el 70% considera al niño pla-
Con un nivel de signficancia de 0.05 y p: 0.09647232 nos lleva a ticador; el 85% de los encuentros el niño no se encuentra acompa-
no rechazar Ho. ñado por un adulto; El 62% de los niños antes del encuentro no se
En relación a la edad del niño se designaron tres categorías encuentran acompañado por otro niño, el 100% consideró al niño
obedeciendo a los criterios que manejan expertos como Klein amigable y el 85% habla de un niño obediente; el 69% respondió
(2006), quien cita a Greenber, Bradford y Curry (1993) y quienes que el niño no observa a los demás sino que interactúa en las acti-
hablan de una clasificación en la que los pedófilos eligen como ob- vidades de otros. El 56% de los niños no fueron de bajos recursos,
jeto sexual a menores de 12 años y mayores de 6 años, lo hebéfilos y finalmente el 94% de los niños no presenta retraso mental.
(efebélicos), quienes prefieren a adolescentes mayores a 12 años, Una vez que se vertieron los resultados podemos concluir que
y en 1995 hablaron de una nueva clasificación, donde entran los las características del niño que le resultan atractivas al pedófilo
infantófilos los cuales eligen a menores de 5 años. Se realizó una son:
prueba Chi cuadrada de bondad de ajuste con una Ho: No hay Se trata de un niño con una inteligencia normal, el cual se adap-
tendencia que el niño tenga una edad determinada, Hi: Si hay ten- ta de forma social puesto que no se burlan de el, es un infante
dencia que el niño tenga una edad determinada; con un nivel de que es platicador con los demás aún con los adultos, pero que se
significancia de 0.05 la prueba arrojo un valor p:1.00896E-08, el encuentra desprotegido por algún mayor ó tutor encargado de él, y
cual nos lleva a concluir que hay suficiente evidencia para rechazar lo hace vulnerable a un encuentro sexual con otro adulto. El niño,
Ho. La edad que se mostró con mayor estimación puntual fue de aunque los resultados nos dicen que es platicador, tampoco se
0.70588235, representando la edad de 6 a 12 años. encuentra acompañado por otro niño al momento del encuentro,
Se generó una tabla la cual describe características del niño: haciéndonos generar una idea de ser solitario, de igual manera se
(Ver pàgina siguiente) muestra sumamente obediente, sin que sea importante su estado
socioeconómico.
Sin ser motivo de investigación el pedófilo o su perfil, se en-
contró que el 55% de ellos eran solteros, la muestra solo contenía
148 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 149

sujetos del sexo masculino, el 24% tenia una edad de 18-22 años y Llevándolo a repetir la acción de tocar a un niño en edad fálica,
otro 24% con una edad 23-27 años, 8% de 28-32 años, 20% 33-37 repitiendo una y otra vez hasta que aprende la conducta y se au-
años, un 5% de 38 -42 años, un 5% de 43-47 años, un 8% de 48- todefine al finalizar la adolescencia como persona con atracción
52 años, 3% de 53-57 años y finalmente un 3% de 73 – 77 años. sexual por niños.
La ocupación del adulto que se autodenomina pedófilo se encontró Es importante aclarar que no todas las personas que sufren
que el 42% trabajaban en un oficio, el 19% eran estudiantes de uni- ó sufrieron abuso sexual en la infancia están determinadas a ser
versidad, el 17% trabajaban en áreas relacionadas a las ciencias abusadores, puesto que el niño que queda confundido una vez que
de la salud, el 8% eran profesores de niños, otro 8% trabajaba en ocurrió el evento, lo guarda y no vuelve a mencionar lo ocurrido,
áreas relacionadas a la administración y finalmente el 6% restante lo cual una vez siendo adulto puede generar tipos de personali-
trabajaban en ingenierías/arquitectura. dad diferentes (depresivos, agresivos, etc.), pero con un común
Se encontró la explicación de la pedofília a través de la informa- denominador, personas que no han resuelto el abuso sexual en su
ción cualitativa que brindaron lo sujetos. Refieren cómo durante infancia.
su infancia (3-5 años, etapa fálica), tuvieron algún contacto sexual Una de las preguntas cualitativas que realizó la investigación ha-
ó información sexual que no era de acuerdo a su edad, toqueteo blaba si el adulto con inclinación sexual a niños podría diferenciar
u otro tipo de interrupción en el desarrollo de su sexualidad; mu- a un niño en especial con el cual mantener un contacto; esta pre-
chos de ellos no utilizan el término de abuso sexual, prefieren re- gunta fue significativa respecto a la hipótesis si en realidad existe
latar su encuentro en la infancia como un “inicio de vida sexual”, algún niño con un perfil que sea más atractivo para el pedófilo, al-
puesto que refieren su acuerdo con la relación. gunos sujetos mencionaron: “tu mirada siempre se va para uno, no
Por tanto, en esta confusión y duda respecto a si lo que hicie- sé porque pero será tu nene, para ti será con mucha diferencia el
ron ó aceptaron hacer estaba bien, el niño confundido tiende a más lindo del grupo”, otro sujeto menciona “espontáneamente, sin
guardar el secreto durante la etapa de latencia (6-12 años), por lo necesidad de andar haciendo cálculos. Mariposas en el estómago,
cual podríamos decir que no cursa por esta etapa, dado que tiene colores brillantes….la manifestación será espontánea”, “te captura,
información propia de otra etapa del desarrollo psicosexual, debi- siempre hay uno que mueve más el corazón”, “resalta uno entre
do a que realiza un brinco de la etapa fálica a la etapa psicosexual tantos, siempre pasa”, “siempre hay un nene que me gusta más
genital, por la interrupción de su desarrollo, con las consecuencias que los demás, o que llama la atención más que el resto…”. Estas
propias de este hecho; y ésta podría constituir la explicación de respuestas fueron algunas de las obtenidas en la investigación.
porque algunos menores en edades tempranas manifiestan (verbal Es importante saber que una situación no determina el futuro
ó no verbal) un mayor conocimiento sobre sexualidad en compa- de la persona, pero si puede influir en su proceso de vida, alte-
ración con otros niños de su edad y se convierte en un niño vul- rando de manera significativa su calidad de vida dependiendo del
nerable a ser abusado sexualmente por algún adulto. Además de significado que el ser humano brinde al evento que haya vivido, de
que también encontramos abusos por periodos largos y agresivos ahí la importancia de prevenir el abuso sexual infantil.
durante la edad de 6-12 años, que propicia un sentimiento de con-
fusión por la información proporcionada en la etapa psicosexual Bibliografía:
previa.
Al llegar la adolescencia, el joven con el inicio de una nueva eta- 1. Azaola, E. y Estes R. (2003). La infancia como mercancía sexual. México: Siglo
pa comienza a conformar su identidad apoyándose en el resultado veintiuno editores.
de sus exploraciones, por tanto si su desarrollo psicosexual que 2. Besten, B. (1997). Abusos sexuales en los niños. Barcelona: Herder.
3. Cantón Duarte, J. y Cortes Arboleda M. (1999). Malos tratos y abuso sexual
sigue un proceso “normal “genera confusión, a ello le agregamos infantil. (3ª ed.). España: Siglo veintiuno de España editores
la información que no ha logrado acomodar en su estructura cog- 4 Crooks, R. Y Baur, K. (2000). Nuestra sexualidad. (7ª ed.). México: Thomson.
nitiva, y los sentimientos de culpabilidad, entonces el adolescente 5. De la Garza Aguilar, J. y Díaz Michel, E. (1997, 1 de noviembre). Elementos
podría manifestar confusión en relación a su identificación sexual. para el estudio de una violación sexual. Salud pública de México, 3, 539-545.
150 Coleccion Psicoterapias

Recuperado el 22 de febrero del 2008 de la base de datos Infourmex.


6. De Moya, E. A. y García Álvarez, R. (1998). Infantofília, pedofília y hebefília:
hallazgos recientes (1992-1998). Recuperado el 14 de julio de 2008 del sitio
Web: http://copresida.gob.do/investigacion_desarrollo/recursos/De_Moya_
EA_Infantofilia_pedofilia_hebefilia.pdf
. Echeburrua, E. y Guerricaechevarria, C. (2000). Abuso sexual en la infancia.
Barcelona: Ariel.
8. Finkelhor, D. (1980). Abuso sexual al menor. México: Pax.
9. Garbarindo, J. y Eckenrode, J. (1999). Por qué las familias abusan de sus
hijos. España: Granica.
CV abreviado de autores
10. Glaser, D. y Frosh, S. (1997). Abuso sexual de niños. Argentina: Paidós.
11. Hernández Sampieri, R., Fernández-Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2006).
Metodología de la Investigación. (4ª ed.). México: McGrawHill.
12. Intebi, I. (1998). Abuso sexual infantil. Argentina: Granica.
13. Kempe, R. S. y Kempe, C. H. (1998). Niños maltratados. (5ª ed.). Madrid:
Morata.
14. Klein, I. (2005). Amantes de niños y niñas. Recuperado el 30 de Junio de
2008 [Versión electrónica], Documentos sobre pornografía infantil en Internet,
5-26. Recuperado el 30 de junio de 2008 del sitio Web Instituto interamerica-
no del niño, la niña y adolescentes de http://www.iin.oea.org/proy_trafico_ni-
nos_internet/avances.2005.pdf
15. Lammoglia, E. (1999). Abuso sexual en la infancia. México: Grijalbo.
16. Lima, O., y Díaz, S. (2008). El dibujo libre. Evaluación del desarrollo infantil.
México: Amate.
17. López Sánchez, F. (1999). La inocencia rota. España: Océano.
18. Malacrea, M. (2000). Trauma y reparación. España: Paidós.
19. Maldonado, O. (s.f.) Perfil psicológico del abusador sexual infantil. Recupe-
rado el 14 de julios de 2008, del sitio Web Esperanza para la familia: http://
www.esperanzaparalafamilia.com/Rev/Articulos/PDFs/PDF0121.pdf
20. Mussen, P., Conger, J. y Kagan, J. (1996). Desarrollo de la personalidad en el
niño. México: Trillas.
21. Ríos Cortázar, V. y Gasca García A. (2003). Para que mis hijos no sufran lo
que yo sufrí. (2ª ed). México: Universidad autónoma metropolitana.
22. Rodríguez Manzanera, L. (1989). Victimología. (2ª ed.). México: Porrúa.
23. Sanmartín, J. (Ed.). (1999). Violencia contra niños. España: Ariel.

Sihara Jeannette Raygoza Díaz


Investigador Titular, Director de Investigación: MCSP. Ma. Cristina Lima
Ojeda. e- mail: cristy_psic_13@hotmail.com
Universidad del Valle de Atemajac, Campus: Guadalajara, Jalisco, México
mail: capasi@live.com.mx,
abuso sexual infantil (asi) 153

Lic. Analia Verónica Losada, comp


Psicopedagoga, Lic. Psicología
Doctorando en Psicología (UCA)
Magíster en curso Metodología de la Investigación Científica
(UNLA), Profesora Universidad Argentina John F. Kennedy
Coordinadora terapéutica Instituto Argentino de Trastornos de la
Alimentación. Miembro de Resiliencia Instituto de Prevención y
Asistencia de la Violencia Familiar. Auditora de la Obra Social de la
Policía Federal Argentina

Lic. Pablo Segismundo Guañabens


Estudió psicología y a partir del año 1979 se dedicó a la práctica
del psicoanálisis. Participó en las cátedras de Psicología General y
Psicopatología (UBA); Psicología
Clínica (UK), Psicología Clínica, Psicología Evolutiva (UNSJB), y
Psicoanálisis (CET), Coordinación en la Escuela de Psicoanálisis
del Hospital Borda, entre otras actividades.

Dr. Benito Estrada Aranda


Profesor-Investigador. Miembro del Cuerpo Académico en Psicolo-
gía Social (Consolidado) de la Facultad de Psicología de la Univer-
sidad Autónoma de Nuevo León.
Doctor en Psicología (Universidad Pontificia de Salamanca, Espa-
ña). Master en Terapia Sistémica (Universidad Pontificia de Sala-
manca, España).Licenciado en Psicología (Universidad Autónoma
de San Luis Potosí, México).
Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Nuevo León

Psic. Rodolfo C. Pérez


Perito Psicólogo del Cuerpo Auxiliar del Fuero Penal Juvenil del
Departamento Judicial de La Plata, Pcia. de Bs As.
Profesor Adjunto del Seminario Abordaje sistémico de problemáti-
cas familiares. Facultad de Psicología. Universidad Nacional de La
Plata (2003 – 2008).
154 Coleccion Psicoterapias abuso sexual infantil (asi) 155

Lic. María Zulema Barilari Integrante del Aréa de Docencia e Investigación en Infecciones de
UB, Lic. en psicología. Transmisión Sexual (SIVIDA).
UBA, Carrera de Especialización en Violencia Familiar. Atención Psicoterapéutica a Víctimas de Abusos Sexuales.
UP, Universidad de Palermo. Doctorado en Psicología, Ph. D. 2008
(en curso) Lic. Héctor Rubén Albornoz
UBA, Mediación Familiar Psicólogo Integrante de Juntas Médicas de Control de la Dirección
General de Medicina Legal de la Policía Provincia de Santa Fe -
Lic. María Bernarda Romero (D.G.M.L.P.).
Psicóloga clinica. Diplomada en salud sexual. Especializada en Psicólogo Integrante de Juntas Médicas de Evaluación y Segui-
Sexualidad humana. Sexología clinica y Educación sexual. Psicote- miento de la Delegación Sur de la D.G.M.L.P. (Actualmente y
rapeuta especializada en terapias cognitivas individuales, vincula- desde 1996)
res, grupales y familiares. Presidente de ONG “Asociación civil No- Perito Psicólogo del Juzgado de Ejecución Penal de los Tribunales
sotros hacia la comunidad”. Autora de varios artículos y expositora Provinciales. (Actualmente y desde 1996)
en congresos sobre Adicciones sexuales y diversas problemáticas Examinador de Pre-Ingreso a la Escuela de Cadetes (Oficiales) de
sexuales. la Policía de la Provincia de Santa Fe – Argentina. (Actualmente y
desde 1996).
Lic. Diego Sauan
Psicologo social. Lic. en Psicología (Universidad del Museo Social Dra. Silvia E. Testa
Argentino) En el marco del Diplomado Superior en ciencias sociales con men-
Psicólogo Social (Instituto Intercambio) - Periodista (Escuela Supe- ción en Género y Políticas públicas,, impartido por FLACSO, pre-
rior de Periodismo) senté los siguientes trabajos:
Terapeuta Familiar (Sociedad Argentina de Terapia Familiar) - "Nuevos actores Sociales en las democracias latinoamericanas".
Especialización en Trastornos de la Ansiedad (Asociación Argenti- -"Mecanismos de participación de las mujeres en espacios de inter-
na en Trastornos de Ansiedad) mediación y en el diseño de políticas"
- "Planificación, Estado y nuevos actores sociales".
Lic. Carolina S. Ferrante Cursé entre abril y diciembre de 2003, el nivel 1 de "Clínica de la
Asistente Social. Univ. de Morón. violencia familiar y social desde el psicoanálisis", impartido por las
Licenciada en Servicio Social. Univ. de Morón. lic. Stella Maris Nieto y María Ines Kaplan, en la Direccion General
Especialista en Violencia Familiar. UBA. de la Mujer (Gobierno de la Ciudad Autonoma de Buenos Aries).
PostGrado en ASI (Abuso sexual infantil) UBA
Educadora Sexual. Centro de Terapias e Investigación en Sexuali- María Patricia Romero Day
dad. Psicoanalista, APA. Docente UCES, carrera de pos-grado en Psi-
Directora Provincial de Minoridad y Familia de la Pcia. de Tierra cología Forense. Trabajos publicados en Actualidad Psicológica,
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Página 12, y presentación en múltiples congresos nacionales e in-
Jefa del Servicio Social del Hospital Regional de Ushuaia. ternacionales.

Lic. Sonia Peciulewicz


Psicóloga.Terapeuta Sexual. Educadora Sexual.
Talleres de Educación Sexual, Derechos Sexuales y Noviazgos No
Violentos en Instituciones Educativas.
156 Coleccion Psicoterapias

María Dolores Lojo


Primera Perito oficial del Departamento Judicial San Isidro (1973-
2001).
Integrante de la cátedra de Psicología Jurídica. Universidad de Bel-
Indice
grano. Bs. As. Prólogo.........................................................................................5
Docente invitada en la Escuela Judicial. Asociación de Magistra-
dos y Funcionarios de la Justicia Nacional, Municipalidad de La De la lectura de los diarios o como pensar el
Matanza (Centro de Salud Mental), Asociación de Magistrados y Abuso Sexual Infantil
Funcionarios de la Justicia Nacional. Area Académica del Colegio Lic. Analia Verónica Losada..........................................................7
de Abogados del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, en-
tre otros. “Me tocó el hombre que me tenía que tocar”
Pablo Segismundo Guañabens....................................................20
Sihara Jeannette Raygoza Díaz
Investigador Titular Abuso sexual en niñas y niños sordos
Director de Investigación: MCSP. Ma. Cristina Lima Ojeda. Benito Estrada Aranda................................................................32
e- mail: cristy_psic_13@hotmail.com
Universidad del Valle de Atemajac La relación abusiva, eje de
Campus: Guadalajara, Jalisco, México una problemática y de una polémica
Psic. Rodolfo C. Pérez..................................................................47

Inhabilidades de los adultos que


cumplen la función del progenitor
María Zulema Barilari..................................................................56

Abuso Sexual Intrafamiliar Una mirada más abarcativa


Lic. María Bernarda Romero........................................67

El Abuso Sexual desde la Psicoterapia Breve


Lic. Diego Sauan.........................................................................84

Abuso Sexual Infantil


Un informativo para la Prevención Primaria
Lic. Carolina S. Ferrante..............................................................96

ASI Prevenimos, Abuso Sexual Infantil


Lic. Sonia Peciulewicz, Lic. Héctor Rubén Albornoz...................107

Abuso sexual infantil. Una mirada desde el derecho


Dra. Silvia Testa.........................................................................119
Abuso: El difícil respeto a la vulnerable frontera
de la intersubjetividad
Patricia Romero Day, Dolores Lojo............................................131

Características del infante que lo


predispone a ser víctima de abuso sexual
desde la perspectiva del abusador
Sihara Jeannette Raygoza Díaz, México.....................................142

CV abreviado de autores.............................................................153

También podría gustarte