Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ética Moral
contemplativa e
El bien es el fin de todos los actos del hombre intelectual
Todas las ciencias y las artes tienen el fin de algún bien deseado por el hombre.
Las ciencias están subordinadas a la política que es el bien supremo del hombre.
El hombre es un animal político. La política no es simple conocimiento de las cosas, tiene un fin
práctico.
El bien y lo justo (objeto de estudio de la ciencia política) se dan únicamente en virtud de la ley, no
tiene relación con la naturaleza.
• La política como ciencia que se pregunta por el bien. El bien del
individuo y el de la ciudad son lo mismo, pero éste último es mucho
más grande y más perfecto, porque es más grande y perfecto
alcanzar y salvaguardar el de la ciudad. Procurar el bien de una
persona es algo deseable, dice Aristóteles, pero es más hermoso y
divino conseguir para un pueblo y para ciudades (1094b 6). La
justicia será entonces la virtud más elevada.
• El fin de la política es el mejor bien, y la política pone el mayor
cuidado en hacer a los ciudadanos de una cierta cualidad, esto es,
buenos y capaces de acciones nobles.
• Habrá un grupo de “hábitos” o “costumbres” (ythos) que
constituirán el carácter (ethos) de los ciudadanos griegos (ethnos),
puesto que comparten una cultura, una lengua, una tradición, un
modo de pensar (lógos).
• El bien o fin último: la felicidad. En general, se piensa que vivir bien = obrar
bien = ser feliz. Pero ¿qué es la felicidad?
• Lo bueno = actividad (existencia plena de una cosa) = esencia (qué es). ¿Cuál
es la actividad (enérgeia) del hombre? ¿Qué características tendría, para
Aristóteles, un hombre que existe plenamente?
• Ni la nutrición ni el crecimiento (alma vegetativa);
• Ni sólo las sensaciones (alma sensitiva).
• La felicidad: actividad del alma humana de acuerdo con la virtud (areté).
Felices son los que actúan de acuerdo con la areté y alcanzan las cosas
buenas y hermosas. Su vida es agradable (porque el aficionado a obrar bien
le causa placer obrar bien).
• ¿Pero qué significa areté? La areté no es propia del hombre. Para los griegos,
un caballo tiene areté; el ojo tiene areté. Es un modo de ser que hace que
algo llegue a ser plenamente:
• El músico virtuoso (su actividad es tocar bien; se dice que es un “buen
músico”);
• El buen vino (su areté está en el sabor, el aroma, la sensación en el
paladar; se dice que es un “verdadero vino”);
• El caballo de carrera tiene areté (su actividad es correr bien, hay una
serie de características que hacen que con belleza y eficiencia el caballo
gane la carrera; es un “verdadero caballo de carrera”).
La virtud en el hombre se relaciona con la parte del alma propia del hombre, a
saber: la razón. Pero la razón humana tiene dos géneros de funciones: la
relativa a la acción (práctica) y la relativa a la especulación (pura).
Virtudes éticas: modo de ser en relación con las Virtudes dianoéticas son las virtudes
pasiones (amor, odio, envidia, cobardía). intelectuales (el arte, la ciencia, la prudencia,
Determinan cómo nos comportamos respecto de la sabiduría, el intelecto): proceden de la
dichas pasiones. Estos comportamientos / enseñanza.
actividades producen la costumbre (ythos) y
ésta un carácter (ethos). No son capacidades,
sino actividades (se aprenden haciendo,
practicando): “practicando la justicia nos
hacemos justos; practicando la moderación,
moderados” (1103b). No son por naturaleza, pero
nuestra naturaleza las puede recibir y
perfeccionar mediante la costumbre (el hábito).
• La virtud es un modo de ser, y consiste en realizar acciones:
• Sabiendo lo que se hace;
• Haciéndolo deliberadamente (con prudencia);
• Haciéndolo con firmeza e inquebrantablemente.
• La acción virtuosa es voluntaria (implica elección): si me veo forzado a
hacer algo, no es una acción virtuosa. La elección es algo voluntario,
acompañado de razón y reflexión (la elección es un deseo deliberado)
• La acción virtuosa es deliberada. El hombre es principio de sus acciones,
y la deliberación versa sobre lo que él mismo puede hacer, y las
acciones se hacen a causa de otras cosas. El objeto de la deliberación de
las acciones no es el fin, sino los medios.
• Requiere firmeza porque quienes se sirven mal del placer y del dolor,
obran mal. La mayoría se engaña a causa del placer, pues parece ser un
bien sin serlo. Eligen lo agradable como un bien y huyen del dolor como
un mal.
• Aristóteles nos proporciona un “esquema” o guía para la acción virtuosa: el término medio.
• La virtud se destruye por defecto o por exceso. Por ende, si queremos actuar éticamente
debemos encontrar/elegir mediante la deliberación el término medio.
• La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1789) – Ese “Hombre”
tenía ciertos predicados: es un sujeto individual, dueño de sí mismo y de sus bienes
(propietario), europeo, masculino y mayor de edad.
• El sujeto moderno entra en crisis:
• Ya la historia social del siglo XIX va a ser la puesta en cuestión de estos predicados
(derechos políticos para los no-propietarios, derechos políticos para las mujeres).
• Se va a producir lo que Foucault denominó la muerte del hombre. Ese sujeto racional
libre, autónomo, fundamento del conocimiento, de la moralidad, del derecho, etc.,
se descubre finito: la razón convive con lo inconsciente (Freud), está determinada
por condiciones materiales e históricas (Marx), es una invención (Nietzsche).
• ¿Qué ética puede resultar de semejante crisis? Cuando ese Sujeto entra en crisis
(muerte de Dios, muerte del Padre) se resquebrajan los fundamentos éticos, jurídicos
y políticos de Occidente. ¿Qué oponer a lo peor? ¿Qué oponer a las Guerras
mundiales, a la devastación del planeta, a los genocidios, a la violación de los
derechos humanos?
EXISTENCIALISMO SARTREANO
Sartre está marcado por una fuerte impronta ética, de raíz kantiana. Asume la
libertad como un postulado y asegura que cuando elijo una línea de conducta
determinada me elijo, y al hacerlo elijo un proyecto de humanidad posible (con
lo que estamos en las vecindades del imperativo categórico kantiano). En cada
situación, soy libre. La situación puede condicionarme, pero no determinarme.
Y, así, mi libertad es incontestable. Actúo de mala fe si pretendo hallarme
obligado por una situación. Siempre puedo responder contra lo que pudiera
esperarse. Y puesto que soy absolutamente libre para determinar mi propio ser
en cada caso, soy también absolutamente responsable de todo lo humano.
Encogerme de hombros es sólo mala fe.
EXISTENCIALISMO SARTREANO
la ética estoy ante la justicia o injusticia del caso particular del otro, que me
solicita (es decir, que solicita mi compromiso solidario y mi actitud personal),
mientras que en la política estoy ante las reglas de juego de las condiciones de
posibilidad de la justicia para los múltiples sujetos (entre los que me cuento yo).
Así, en la ética, soy responsable hacia el otro, que me interpela, mientras que en
la política soy responsable de la mayor o menor simetrización de las relaciones
entre todos, y, en particular, de lo que hago o no hago al respecto.