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ESTO TAMBIÉN PASARÁ

DE MARIANO SABA

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ESTO TAMBIÉN PASARÁ

De Mariano Saba

EL FUTURO. ARGENTINA HA LOGRADO FINALMENTE ATRAVESAR EL ESPACIO CON SU PRIMERA NAVE COMANDADA

POR HUMANOS. LA MISIÓN HA SIDO ENVIADA A MARTE CON EL OBJETO DE QUE SUS TRIPULANTES RECONOZCAN
EL TERRITORIO Y LO DISPONGAN PARA UNA EVENTUAL MIGRACIÓN MASIVA. DADA LA OSCURA EXPECTATIVA DE UN

APOCALIPSIS TERRÍCOLA, EL COLONIZADO PLANETA ROJO HA RESERVADO A LA BANDERA ALBICELESTE UNA

PEQUEÑA PORCIÓN DE SU ZONA MÁS INHÓSPITA Y MENOS EXPLORADA. NO HAY ALLÍ GRAN POSIBILIDAD DE

REABASTECER AGUA. EL SUELO ABUNDA EN RADIACIÓN. ARDE EL AIRE Y ES MÁS DENSO AÚN QUE EN EL RESTO DE

SU ATMÓSFERA. DÍCESE QUE EXISTE SOBREVIDA NATIVA, ESPECIES DESCONOCIDAS Y TEMERARIAS.

TRAS UNA CORTINA DE POLVILLO FLOTANTE, LA CÁPSULA ES UN SEMICÍRCULO ABIERTO CUYAS PAREDES

METÁLICAS REÚNEN EL BRILLO OPACO DE LAS MANCHAS DE ALUMINIO, EL COLOR SEPIA DEL DESGASTE Y LA

BLANCURA AMARILLENTA DE LOS PANELES DE CONTROL. NUMEROSOS DISPOSITIVOS SE DESPLIEGAN DE MANERA


VERTICAL EN SU INTERIOR: UN MONITOR SIN SEÑAL, PALANCAS, LUCES, OBJETOS DE GRABACIÓN, PEQUEÑOS

BRAZOS MECÁNICOS QUE DIBUJAN NERVIOSOS DIAGRAMAS EN RESMAS DE PAPEL CONTINUO. AL COSTADO, UNA
PEQUEÑA CÁMARA DE VACÍO, VIDRIADA, PARA MANIPULAR EN SU INTERIOR MATERIALES EXTRAÑOS. ENTRE
RELOJES Y MEDIDORES MUGRIENTOS, CUELGAN DOS RÍGIDOS TRAJES ESPACIALES CON SUS RESPECTIVOS CASCOS.

A DERECHA, LA COMPUERTA VERTICAL DE UN COMPARTIMENTO, Y A SU LADO UNA PEQUEÑA CAJA METÁLICA CON
DOBLE PUERTA; A IZQUIERDA, UNA ESCALERILLA Y EL INICIO DE UN TÚNEL QUE LLEVA A LA SUPERFICIE

MARCIANA. CERCA DE LA BOCA DESGASTADA DE ESTA MANGA DE SALIDA, UNA DIMINUTA VENTANA AL MODO DE

“OJO DE BUEY”. TODO EL RECEPTÁCULO SE ENCUENTRA TEÑIDO POR UNA LEVE PÁTINA DE DESGRACIA: LOS

VIEJOS ARTEFACTOS ARRUMBADOS, EL ÓXIDO INVADIÉNDOLO TODO, LOS TUBOS Y LOS CAÑOS AGUJEREADOS POR

DONDE ASOMAN RAMILLETES DE CABLES CUAL SI FUERAN LAS ENTRAÑAS MISMAS DE UN CYBORG

DESPANZURRADO. EN MEDIO DE TODO ESO, UN PAR DE ASTRONAUTAS REALIZA ACTIVIDADES.

Dandy:- (Enciende el dispositivo de grabación colocado en el panel vertical, la cinta se pone en


movimiento y las ruedas giran. Toma un receptor y se lo acerca a la boca) “Jornada dos tres cero. Hora
trece. Se procede a la limpieza del reducto séptico… (Mira a Wolfiaski que hurga con su mano en la
cañería de un rincón, extrae jirones húmedos que van llenando un recipiente metálico)…Complicaciones
por la abundancia debida a los trastornos gástricos de la tripulación y a la acumulación de desechos…”.

Wolfiasky:- (Lo interrumpe, él otro detiene rápido el artefacto) ¡¿Para qué, Dandy?! ¡No hace falta
asentar el problema fisiológico, atenta contra la intimidad!

Dandy:- Hace falta. ¡Claro que hace falta! Que esta injusticia se sepa algún día.

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Wolfiasky:- Es el vegetal regenerable… Está lleno de hormonas.

Dandy:- Sí. Igual, ya no hay más…

Wolfiasky:- La imprudencia del payuca… ¡Butz!

Dandy:- Se manducó la última mandioca…

Wolfiasky:- A hurtadillas. Un irresponsable. ¡Es un butz!

Dandy:- ¿Qué dijimos, Wolfiasky? Ídish no, sólo lengua hija.

Wolfiasky:- Perdón. Es la tradición, me tira…

Dandy:- Que no te tome…

Wolfiasky:- Igual no voy a extrañar la verdura: me caía mal… Todo me cae mal acá…

Dandy: No es el alimento, son los órganos levitando el día entero; es la ingravidez…

Wolfiasky:- Y eso que acá adentro la tenemos regulada…

Dandy:- Es gravedad artificial: te aspira los pies y te deja suelto lo demás…

Wolfiasky:- Igualmente, lo que debía ser hace un siglo, ¿no? Meses apelmazados en una cabina y encima
flotando…

Dandy:- Y sí… Ahora el confort espacial es otro. (Wolfiasky, satisfecho, hunde su mano en la basura del
tubo obstruido. El Dandy vuelve a grabar, mientras chequea unos medidores del panel) “Hora trece:
medición del viento, oscilación del anemómetro entre los niveles cero y cero cinco. Repentinas ráfagas
menores, filtración de polvo en el gabinete central. Nuevo intento de colocación del emblema nacional
tras fallidas pruebas de perforación. Añadida la escasez de viento: no ondea. Repito: pabellón no ondea,
postergación de toma fotográfica”… (Deja de grabar. Mira por el ojo de buey) Hecho.

Wolfiasky:- (Sacándose unos guantes) Esto también. (Va hasta el cubo de vidrio, mete sus manos por las
dos aberturas y comienza a operar en el interior con unos tubos de ensayo) Hay que prepararle el
precipitado… No come desde ayer.
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Dandy:- (Mirando el planeta Tierra tras el ojo de buey, como si continuara una conversación
interrumpida…) Lejana Tierra mía… No es que se añore, no es eso… Es que las tragedias duelen más
desde lejos…

Wolfiasky:- Como la infancia.

Dandy:- ¿Cómo?

Wolfiasky:- (Mientras trabaja con el precipitado en los tubos) La verdadera patria del hombre es la
infancia.

Dandy:- (Interesado) A ver…

Wolfiasky:- La verdadera patria del hombre es la infancia.

Dandy:- ¿Es tuya esa frase?

Wolfiasky:- (Duda realmente) Nnn…no… No sé. Sí… Sí, sí. Es mía.

Dandy:- Suena bien, ¿eh?… La infancia…

(Se miran. Wolfiasky saca sus manos de la cámara de vacío extrayendo el tubo que acaba de preparar. El
Dandy lo observa y después voltea nuevamente la cabeza hacia el “ojo de buey”. Wolfiasky se coloca
una máscara facial de oxígeno, su cara completa desaparece tras el artefacto. Va hasta la pequeña caja
de metal situada en el extremo izquierdo de la cápsula. Cuando posa las manos en su doble puerta, baja
la tensión lumínica. Misterio en el aire. Finalmente, abre. En su interior, iluminado por fosforescencias,
un alien minúsculo, de pie pero vencido. Sus nimias manos y las escuálidas piernitas abiertas en X,
muñecas y tobillos con mínimos grilletes que sujetan su cuerpo al fondo de la caja. Sólo la cabecita
tiembla y se mueve con cierta timidez. Pareciera que sus labios intentan emitir sonido y fracasan.
Wolfiasky le ofrece el precipitado. El alien-miniatura corre su rostro. El hombre lo encierra nuevamente.
La luz se repone)

Dandy:- A lo mejor extraña. Eso te cierra el estómago. (Mira por el ventanuco, los ojos vidriosos)

Wolfiasky:- Puede ser. (Vuelve a colocar el tubo en la cámara de vacío. Ruidos desde la manga, aparece
el Capitán, con el casco bajo la axila. Los otros dos se yerguen, lo observan)
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Capitán:- Descansen. (Los otros distienden) Dandy, pude testear la reparación del traje. Algo falla
todavía, no sé qué… Hay que reforzar las bandas de Dacrón: en un momento se me desniveló el peso y
perdí el manejo del torso. La luz de tiempo adicional me titiló adentro todo el rato…

Dandy:- Trabaja sólo con los treinta minutos de emergencia…

Capitán:- Bueno. Pero en el manual dice que la autonomía es de ocho horas…

Dandy:- Si fuera nuevo. Éste está fallado. Tira media hora, nomás…

(Pausa. Lo ayudan a quitarse el traje)

Capitán (Con retórica algo artificial mientras le van desarmando el atuendo):- Compañeros, quiero
decirles algo. Noto un aire de tristeza en sus miradas. Será tal vez por el desgaste de la aventura, por la
dilación del reabastecimiento… Pero quiero decirles que confíen. De nosotros depende que el sueño de
Marte no sea una fiebre pasajera como lo fueron otrora los parripollos, las canchas de paddle o las pistas
de patinaje sobre lava…

Wolfiasky:- (Ajetreado con la cremallera trasera del traje de Perdomo) Se trabó el precinto…

Dandy:- Insistí…

Capitán:- …Quiero que sepan que yo valoro el trabajo que hacen. Ustedes son héroes, sépanlo. No
podemos bajar los brazos ahora. Piensen que si hallamos agua, si podemos disponer el territorio para
recibir a nuestro pueblo, será gracias a ustedes. A nadie más. Y piensen, también, en todo el sacrificio que
nos costó llegar hasta aquí. Piensen en el esfuerzo, en los tragos amargos…

Dandy:- (Retira las partes del traje y las ordena) Listo. Yo me ocupo…

Capitán:- …Como solía decirme mi madre cuando niño, “esto también pasará”. Porque nos merecemos la
paz. ¡Nos merecemos el brindis, y la palmada en el hombro y el amor de los niños argentinos corriendo
por las praderas marcianas! ¡Nos merecemos el triunfo porque merecimos la confianza…! (Espera un
aplauso que no llega)

Wolfiasky:- (Sin mirarlo) ¡Nos mandaron a nosotros porque no perdían nada…!

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Capitán:- ¡Nos mandaron porque somos especialistas temerarios!

Wolfiasky:- Hasta el chimpancé llegó mejor equipado… Si aunque sea nos hubieran provisto de
bananas…

Capitán:- Está bien… (Busca en el bolsillo de su pecho y saca un pequeño papel. Lo muestra en alto y lo
despliega.) Me lo estaba reservando por si llegábamos a este punto…

Dandy:- ¿Qué es eso?

Capitán:- Escuchen… (Eleva la hoja hasta su mirada y lee. La emoción lo embarga) “Querida delegación
argentina: mi nombre es Feliciano Montoya, tengo siete años. Soy de la quebrada porque nací acá.
Cuando sea grande quiero conocer el mar, si se puede, y comer carne de vaca, si se puede. Mi sueño es
ser astronauta. Rezo por ustedes que son mi ejemplo y…” (Se detiene, abrupto)

Wolfiasky:- ¿Qué pasa?

Dandy:- (Supone) La emoción…

Capitán:- No, no… Es que puso “ejemplo” con hache…

Dandy:- Qué importa ya…

Capitán:- Como quieran. Veo que nada les llega al corazón. Ni la plegaria de un niño…

Wolfiasky:- No hay anestesia que valga…

Capitán:- Es bíblico… El cielo será de los que posean un corazón puro como el de un niño. Los niños
todavía saben creer. Por eso, como dijo en su tiempo el vate uruguayo Rainer María Rilke: “La verdadera
patria del hombre es la infancia”.

Dandy:- (A Wolfiasky) ¿Así que Rilke?

Wolfiasky:- (Esquiva la mirada) Mirá vos…

Capitán:- Piensen en eso. Ahora necesito estar solo. Voy a descansar unos minutos.

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(El Capitán se mete en el compartimento vertical, los otros vuelven a sus tareas)

Dandy:- (Observa la Tierra desde la ventana) Qué diminuta se ve desde acá. Parece una pupila quebrada.
(Pausa, reanuda) Mi padre me miró a los ojos y me dijo: “Hijito. Hijito mío, tengo que pedirte perdón…
Quise dejar un mundo mejor del que había recibido. Quise… quise sanar las heridas de mis padres y de
los padres de mis padres y a fuerza de párpados cerrados creer en un futuro que fuera tuyo…. Pero… Ya
no hay futuro, hijito, ya no hay mundo”.

Wolfiasky:- (Cierra con trabas el recipiente de basura) ¿Así te dijo?

Dandy:- Sigue.

Wolfiasky:- Ah.

Dandy:- Dijo: “Todo lo que queda es un rejunte de escombros y odio… un odio demente por todas partes.
Un páramo de sol para los cuervos. Un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín”.

Wolfiasky:- ¿Y se fue?

Dandy:- Me besó en la frente y se arrojó en medio de una muchedumbre furiosa que protestaba por la
hambruna. Se mandó al grito pelado de una consigna suicida… (Pausa. Mira hacia el cielo marciano)

Wolfiasky:- ¿Qué?

Dandy:- ¿“Qué” qué?

Wolfiasky:- ¿Qué gritaba?

Dandy:- ¿Cuándo?

Wolfiasky:- Cuando se lanzó a la turba de hambrientos…

Dandy:- Ah. Gritaba… “¡Se quejan de llenos, se quejan de llenos!”.

Wolfiasky:- Claro.

Dandy:- Lo desmembraron.
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Wolfiasky:- Fuerte.

Dandy:- Sí. Ante mis ojos. “¡Hijitoooo, huyeeee!”. Así gritaba… un espanto.

Wolfiasky:- Muy fuerte.

Dandy:- Sí. Ahí decidí que mi vida iba a pasar por el cielo.

Wolfiasky:- ¿Ahí?

Dandy:- Ahí mismo.

Wolfiasky:- Mirá vos. De niño…

Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- Un niño eras…

Dandy:- (Pausa) No. Tenía treinta y cuatro años ya…

Wolfiasky:- (Sorpresa) Ah.

Dandy:- Sí. Hará tres años… Hasta ahí era jefe de mecánica en el cosmódromo… Siempre en tierra…
Descubrí tarde la vocación. Y me enlisté para la etapa selectiva. (Pausa) ¿A vos te queda alguien?

Wolfiasky:- No…

Dandy:- Triste.

Wolfiasky:- No… Tuve novia una vez…

Dandy:- Ah.

Wolfiasky:- Una morocha… (Se emociona, le tiemblan los labios del llanto apretado, la voz le vibra)
Poca cosa…

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Dandy:- Claro. Claro, claro…

(Tiempo, incomodidad)

Capitán:- (Desde el interior del compartimento) ¡Stultífera navis! ¡Stultífera navis!

Wolfiasky:- Yo sabía. Ahí va otra vez… Tiene la añoranza negra.

Dandy:- No, no... Es otra cosa…

Wolfiasky:- No lo defiendas…

Dandy:- Se encierra en el cubículo para empedarse con éter y después anda revolcándose hasta perder el
vahído. Se marea solo, recuerda, está resentido…

Wolfiasky:- Quiso la gloria y se echó a perder… No tendría que haber esperado el reconocimiento…

Dandy:- No hay que esperar nunca el reconocimiento.

Wolfiasky:- No hay que esperar nunca nada… “El que espera, desespera…”

Dandy:- Sí… Y “casa revuelta, visita espera”.

(Se miran, arranca un crescendo competitivo algo idiota)

Wolfiasky:- “Si haces mal, espera otro tal…”

Dandy:- Claro… “No te arrojes en casa ajena, toca de afuera y espera…”

Wolfiasky:- “Canta Arón por desesperación…”

Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- “Canta Arón, por desesperación…”. Mi abuela lo decía…

Dandy:- (Paranoia) ¿Y quién cantaba?

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Wolfiasky:- ¿Qué?

Dandy:- ¡¿Que quién cantaba?!

Wolfiasky:- No…

Dandy:- No me gusta nada ese Arón… desesperado… ¿qué canta?

Wolfiasky:- No, no… es un refrán…

Dandy:- ¡¿Qué canta?!

Wolfiasky:- Nada…

Dandy:- (Saca una libreta) Apellido y nombre de tu abuela…

Wolfiasky:- Está muerta mi bove…

(Pausa. Incomodidad)

Dandy:- ¿Hace mucho?

Wolfiasky:- Fue antes del brote lacrimoso…

Dandy:- Bueno… lo siento.

Wolfiasky:- Por entonces se podía… Hasta en la radio pasaban el dos por cuatro…

Dandy:- ¡Bueno, basta…! No se hable más de la vil droga…

(Como si fuera una pequeña puerta falsa, uno de los paneles se abre al ras del suelo y desde el
desmelenado cablerío de su interior sale el cordobés arrastrándose)

Cordobés:- (Con claras señales de cansancio, se para, va hasta uno de los trajes y comienza a
colocárselo mientras suelta un soliloquio algo sonámbulo, marcado por su acento regional) El miedo…
Siempre el miedo…. E’ un pulso en el estómago. El miedo e’ un compás de do’ por cuatro. (Pausa) Do’

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por tre’, iueve. Do’ por cuatro, diluvia. Así en la tieya como en el cielo… Siempre va a iover ande
estemo’ paraos…

Wolfiasky:- “A nar vakst on regn”.

Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- “Un tonto crece sin lluvia”. Humor ídish.

Dandy:- ¿Qué te dije yo?

Wolfiasky:- (Arrepentido) Sólo lengua hija.

Cordobés:- (Autómata) La zoncera nos ampara… La lengua hija va pa’ atrás, como el cangrejo. Se hace
gurisa, balbucea y se enmudece…El resto es silencio… (Cierra su casco, toma el asta con la bandera y
sale al exterior ayudado por los otros)

Wolfiasky:- ¿No deberíamos retenerlo?

Dandy:- Un hombre grande… Insiste. Quiere ver en alto la insignia patria.

Wolfiasky:- Sí. La obsesión no lo deja dormir, pero rechaza las píldoras.

Dandy:- Al caraxo, Wolfiasky. Un cordobés presumido, no sé qué quiere inventar. Acá el día tiene
cuarenta minutos más. En una semana, el desfase te hace mierda el ritmo circadiano. Sumá la poca luz de
la cápsula, el desconcierto entre el día y la noche… Sin pastillas no se puede…

Wolfiasky:- (Retomando el diálogo) ¿Y dónde vivían?

Dandy:- ¿Ah?

Wolfiasky:- Tus ascendientes… ¿dónde…?

Dandy:- En una de las circunscripciones laterales…

Wolfiasky:- “Barrios”…

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Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- “Barrios”, les llamaban…

Dandy:- ¿En el XXI, decís?

Wolfiasky:- Sí, el siglo inefable...

Dandy:- Claro, claro… Palermo.

Wolfiasky:- Ah. Complicado. Zona del compás prohibido…

Dandy:- Sí… La cuna… Un barrio era… Armenios, sirios, libaneses… Un crisol de esfija, keppe, falafel.
Estaría en lo que ahora es el segundo perímetro del distrito central… Ya no queda nada en pie.

Wolfiasky:- Igual que el Barrio Once. La fiebre verde… la política…

Dandy:- Eso y el turistismo, y los saqueos… las bombas… No queda casi nada.

Wolfiasky:- Y el derretimiento glaciar… las inundaciones.

Dandy:- Las inundaciones sobre todo… Y la basura…

Wolfiasky:- (Completa) Basura… polución… Falta de iniciativa…

Dandy:- La corruptela, el cachengue…

Wolfiasky:- Pocos ingenieros y mucho teatro, ¡mucho! Ya son tantos los que actúan, que es difícil
reconocer lo que es real…

Dandy:- Ni que lo digas. Una vez: tres horas sentado en la mesa de un bar con una pelirroja. No paraba de
hablar. Al final me dice que todo había sido una farsa: que me había estado mostrando su unipersonal.
Que le debía la plata de la entrada.

Wolfiasky:- Desesperados, captan al público desprevenido.

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Dandy:- Todo es calamidad. Todo. En el solar de la casa de mis ancestros, sólo hay polvo… Hemos
aprendido a olvidar a fuerza de cadáveres sin nombre…

(Pausa)

Wolfiasky:- Disculpá que… pero, ¿por qué hablás así?

Dandy:- ¿“Así”? ¿Cómo “así”?

Wolfiasky:- ¡Así! Te ponés borgeano… un poco… recitás, usás el imperfecto…

Dandy:- No sé de qué hablás…

Wolfiasky:- Vos no estarás consumiendo, ¿no?

Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- Tango.

Dandy:- ¿Qué decís? Soy tu superior…

Wolfiasky:- ¿Te metiste tango? ¡¿Eh?! ¡¿Te metiste tango?!

Dandy:- ¿Cómo se te ocurre? Es antirreglamentario…

Wolfiasky:- Te ponés solemne, Dandy, decí la verdad…

Dandy:- ¡¿Sos loco, vos?! Te eleva la bilis negra, no se hace eso… ¿O tengo ganas de agarrarme el bicho
yo? ¿De reventar melanchólico?

Wolfiasky:- Mirá que yo vi trampear a varios en la cuarentena y los tipos se revolcaban del llanto… Hay
que ver cómo se mueren, así… Los ahoga la congoja… Peor que perros atragantados…

Dandy:- Como perros atragantados, ni más ni menos… Pero no. Lamento tu adicción, lo que habrás
pasado para limpiarte… Pero yo nunca le di soga al tímpano…

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Wolfiasky:- Mejor para vos… El veneno entra por el oído… Es anletiano… (Comienza a activar unos
paneles)

Dandy:- ¿Arltiano?

Wolfiasky:- ¡Anletiano! De Anlet… ¿Anlet…?

Dandy:- Sí, sí… Teatro griego…

Wolfiasky:- ¡No…! Guillaume Jacques Pierre…

Dandy:- ¿Un francés?

Wolfiasky:- De una colonia francesa… Una isla que se hundió…

Dandy:- Ah, la Atlántida…

Wolfiasky:- Nooo… Británico.

Dandy:- Ah…

Wolfiasky:- Británico era…

Dandy:- De la Bretaña…

Wolfiasky:- Sí, sí… Dice eso, en Anlet… Que el veneno entra por el oído…

Dandy:- Y ahora la tecnología colabora…

Wolfiasky:- (Acciona palanquetas) Ni hablar… En el aislamiento post-epidémico vi morirse a uno por


embutirse en el oído un mp25… Lo metió de contrabando… Lo tenía pegado en el pabellón de la oreja…
No se le notaba de tan pequeño que era… Recién fue de verse cuando le explotó el llanto al tercer día
continuado de escuchar compilado de milongas…

Dandy:- Fea manera de morir.

Wolfiasky:- Un descuido.
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Capitán:- (Desde el compartimento) ¡Stultífera navis! ¡Stultífera navis!

Dandy:- Y jode con eso… Un tipo culto, en cuanto se le dispara la chaveta, le sale lo peor…

Wolfiasky:- Sí. Muerde.

Dandy:- No. Lo peor: se pone a hablar en latín.

Wolfiasky:- Ah. Además.

Dandy:- Sí. Un amante de la poliglosia.

Wolfiasky:- Un mishíguene…El típico vatecito letrado preso en un cuerpo científico…

Dandy:- Respeto que está a cargo…

Capitán:- ¡Stultífera Navis! ¡¿Quo usque tandem abutere, Argentina, patientia nostra?!

Wolfiasky:- (Escuchando) ¿Ah?

Dandy:- “¿Hasta cuándo, Argentina, abusarás de nuestra paciencia?”…

Wolfiasky:- Mierda. Habla fluido…

Dandy:- Cicerón… Catilinarias…

Wolfiasky:- Ah, tenés tu vena erudita…

Dandy:- Supe saber lenguas otrora.

Wolfiasky:-…el desnudo latín y las trabadas fechas fatales…

Dandy:- ¡Eso es Borges!

Capitán:- (Desde adentro) “…Collige, uirgo, rosas dum flos nouus et noua pubes…”

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Wolfiasky:- ¡¿Qué Borges?! Es mi cosecha… un dicho así… al paso…

Capitán:- (Murmullo sordo en el interior del receptáculo) “…et memor esto æuum sic properare tuum…”

Dandy:- Basta de Borges que bordea lo prohibido… lleva tanguería entreverada…

Wolfiasky:- ¿A mí? Es droga blanda… ¡Borges! Cachafaz, pergeñador de cuentos persas… Mugre
metafísica… Ni me hace.

Dandy:- (Hacia la compuerta) No joda, capitán… Salga de una vez…

Wolfiasky:- Está tomado por la lengua madre…

Dandy:- No. ¡Está tomado por la lengua hija…!

Wolfiasky:- Tomado está…

Capitán:- “Fugit irreparabile tempus…”

Dandy:- (Al capitán) Libere el siestáculo, Perdomo, la tarea lo reclama… (A Wolfiaski, más bajo) ¡La
lengua hija! ¡La lengua hija que vuelve al útero materno! El cordobés tiene razón. Está probado: la verba
involuciona… Hablamos para atrás…

Wolfiasky:- La lengua es así… se repliega en su nostalgia, como el borracho…

Dandy:- Como el ejército que retrocede… Fracasa cada vez más atrás…. Estamos hablando casi como en
los cincuenta del siglo XX…

Wolfiasky:- Como en el XVI…

Dandy:- ¡Salga, jefe, hágame caso!

Capitán:- “¡Tu quoque, fili mi!”

Wolfiasky:- El capitán va más rápido… Ya habla como un César…

Dandy:- El castellano es un viejo sin dientes que vuelve de vez en cuando a pegar una mordida…
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Wolfiasky:- Un insaciable. Quiere no morir…

Dandy:- (Corrige) Un resentido. Quiere no crecer…

Capitán:- “¡Alea iacta est, Argentina!”

Wolfiasky:- Como la lengua de la rana, que es proactil…

Dandy:- (Con asco) ¿Qué?

Wolfiasky:- La lengua de la rana: se desenrolla, llega hasta un punto y vuelve…

Dandy:- No tiene nada que ver…

Wolfiasky:- Son dos lenguas…

Dandy:- Calláte, ¿querés?

Wolfiasky:- Bueno.

Capitán:- “¡Cave canem!”

Dandy:- ¡Salga, capitán!

Capitán:- “¡Morituri te salutant!”

Dandy:- (Al cubículo) Salga que el encierro hace daño. Y abra la escotilla que tiene que airearse el
cubículo. Le va a tocar siesta al cordobés…

(Se abre de golpe la pequeña abertura y cae ovillado como un amasijo de carne envuelto en polvo. Se
desanuda, abre los brazos, se despereza.)

Capitán:- (Discursea solitario en su desborde) La verdad sea dicha: no puedo engañar a nadie. ¡Stultífera
navis…! La nave triste de los locos soltada a la deriva marciana… como una lanza mellada, escupida por
la mano displicente de la ruindad patria…

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Dandy:- (A Wolfiasky) Se da manija…

Capitán:- …arrumbada por el óxido del tiempo y del aliento furioso de este planeta rojo… Misión
olvidada. Los indeseados somos, el fondo necrosado de la heroicidad argentina…

Wolfiasky:- Tampoco el otro extremo… tanta verdad lastima…

Dandy:- No se torture, capitán, no tiene sentido… (Le acerca una mascarilla) Tome, tome un poco de
aire…

Wolfiasky:- Necesitamos de su fe, capitán… Por la moral de la tripulación…

Capitán:- (Respira un poco… Repuesto, aparta la máscara) Y encima de la ignominia tener que luchar
contra la tentación… Ayer, a las mil trescientas, miré por el periscopio y estaban paradas sobre la colina
noreste. Los torsos desnudos, los pezones erectos y las manos aceitadas, acariciándose las ingles…

Wolfiasky:- ¡No se hable más! No se hable más de eso, capitán, que la carne duele…

Capitán:- …Una me dio la espalda y bajó despacio la cabeza. Posaba… separándose los glúteos, me
miraba de reojo por encima de su hombro… me incitaba…

Dandy:- Son visiones… No sé en qué pueden perturbarnos si tenemos claro que son visiones telepáticas...

Capitán:- Son pechos convincentes…

Dandy:- ¡Trucos! Son los nativos que cobran la apariencia del deseo… Basta con imaginarse la propia
mano de uno tocando la superficie escamosa de esos bichos radioactivos para hacerse una idea del chasco
y que el ímpetu se enfríe…

Capitán:- (Señala desganado el pequeño monitor) ¿Reestablecimos contacto?

Wolfiasky:- Todavía no, señor.

Capitán:- ¿Nada?

Dandy:- Nada.

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Capitán:- ¿Y el radiomail?

Wolfiasky:- Averiado…

Capitán:- ¿Y el cordobés?

Dandy:- Nnoo…no volvió…

Capitán:- ¿Pero no quería siesta…?

Wolfiasky:- Le toca… Cuando vuelva.

Capitán:- ¡Pero si está fuera!

Dandy:- Pero cuando retorne le cabe la opción…

Capitán:- ¿Y para qué me apuran si todavía…? (Toma conciencia) ¡¿Y a dónde fue?!

Dandy:- Salió al intento treinta y cuatro…

Wolfiasky:- Le tocaba… Le tocaba a él… (Toma una planilla y le muestra al capitán) “Minuta de jornada
dos cero tres. Colocación de emblema nacional, intento treinta y cuatro. Responsable a cargo: Benavídez,
Adrián. Tripulante de abordo, jerarquía rasa”…

Capitán:- ¡¿Pero no revisamos ayer el pronóstico de alerta bermellón…?!

Dandy:- Sí, pero quiso ir igual…

Wolfiasky:- Se empecinó en clavar el mástil… Usted sabe… él trata y trata, pero en el perímetro asignado
la tierra es roca…

Dandy:- No sirve para nada… Tierra dura y yerma. Roca.

Wolfiasky:- Salió hace rato para evitar el sofocón…

Capitán:- ¡Pero si no hay traje que resista esa temperatura de muerte!

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Dandy:- Se obstinó…

Capitán:- ¿Se obstinó? ¡¿Pero ustedes son estúpidos o se hacen?! ¡¿Y lo dejaron ir?! Ese chico es…
¡Ayúdenme! ¡Rápido, caraxo! ¡Ayúdenme con el traje…! (Le van colocando el atuendo astronáutico
para la caminata exterior mientras lanza su diatriba) Ese chico es mucho más que un cordobés… ¡¡ese
chico es el símbolo de Córdoba!!

Dandy:- Bueno, bueno…

Capitán:- ¡“Bueno” nada!

Wolfiasky:- (Con hastío)…“Córdoba, Córdoba”…

Capitán:- ¡Sí: Córdoba, pedazo de infeliz! ¡Córdoba, la sacrificada… la trocada por este terruño infausto!
¡Una provincia entera canjeada por este desierto miserable a mil años luz! ¡La patria ha quedado
agujereada, vejada en el centro mismo de su vientre! Y todo, ¿para qué? ¡¿Eh?!

Wolfiasky:- No sé, señor.

Capitán:- Para que la bandera cuelgue fláccida, inmóvil, en esta tierra sin sombra.

Dandy:- Por eso quiso ir… ¡se empeñó en izarla!

Capitán:- ¡No! Quiso ir para inmolarse… ¡Es un desarraigado! ¿No entienden, zopencos? No tiene a
dónde volver… ¡¿Y todo para qué?! ¡¿Para qué?!

Dandy:- Sí, sí…

Capitán:- ¡Para probar que no hemos desaparecido del todo…! ¡Para que tipos como ustedes… ustedes,
un hatillo nutrido de idiotas útiles, jueguen al futuro luminoso de la potencia que no son! ¿Cuánta carga
oxigenada tenía?

Wolfiasky:- Poca.

Capitán:- ¡¿Saben lo que son ustedes dos?! ¡Parias!… Eso son… descastados, exiliados por voluntad
propia para ser retribuidos con la nada misma… ¿Porque saben quién de nosotros convoca las miradas de
toda la nación? (Toma conciencia. Los otros bajan las cabezas) Nadie, en verdad… Nadie nos mira…
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(Arremete) Pero si hubiera un ojo… si tan sólo hubiera un ojo interesado en esta misión condenada, ese
ojo… ¡estén seguros!... ese ojo caería sobre él… Sobre ustedes dos, no… ¡No, señor!...

Wolfiasky:- Con todo respeto, capitán, Córdoba es un lastre…

Dandy:- Por eso la cedimos…

Wolfiasky:- Me refiero al muchacho, no a la provincia. Córdoba, le digo. Por la localidad de la que es


oriundo.

Dandy:- Ah. “Córdoba” por “cordobés”, ¿decís?

Wolfiasky:- Sí, es un modismo arcaizante… pero ayuda a identificar al objeto… (Gesticula con las
manos como si ordenara la realidad en compartimentos cuadrados)… el contenedor por el contenido…
(Dibuja contornos en el aire)…como cajas chinas: acá está Córdoba y acá el cordobés, yo menciono a
uno por el otro y entonces…

(El capitán se lanza sobre un gesto de Simón Wolfiaski y le clava la dentadura en su pulgar)

Wolfiasky:- ¡¡¡Ayyyy!!! ¡Mierda! Me mordió… Eso no se hace, capitán… ¡ya le dije que no se hace! (Al
Dandy)

Capitán:- Qué querés… Me exasperás, tengo que descargar por algún lado…

Wolfiasky:- ¡Pero sin morder…!

Capitán:- Les tengo dicho que no lo llamen por su lugar de origen… Es como clavarle un puñal en el
esternón del desarraigo…

Wolfiasky:- ¡Pero no muerda, señor! ¡No muerda! (Al Dandy) ¡Mirá! Me dejó marca…

Dandy:- Merecido, Wolfiaski… Tanta mamushka y verborragia para explicar la metonimia…

Capitán:- ¡Oíd, mortales! El cordobecito ése… Ese mocoso infeliz es el símbolo mismo de la patria
donando las pocas tierras fértiles que le quedan, regalando el corazón de sus raíces para asegurar un lugar
postrero a los argentinos sobrevivientes… ¿Y ustedes lo dejan ir…? ¡¡Así no nos van a televisar nunca!!

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Dandy:- Le va a hacer mal capitán…

Capitán:- (Histérico) ¡¡No nos van a televisar nunca!!

Wolfiasky:- Insistió…

Capitán:- Séllenme el casco… Conecten el oxígeno y suban la presión… (Al Dandy, amenaza) Y a vos te
aviso que si no lo encuentro… si no lo encuentro… (Le calzan los artefactos en su cráneo, señas a través
del vidrio que le protege el rostro, con torpeza lo llevan hasta la escalerilla, lo ayudan a salir por la
manga y desaparece. Silencio, actividades de los dos viajeros con palancas y tableros. Anotaciones…)

Wolfiasky:- Un desagradecido…

Dandy:- Prefiero no sacar conclusiones…

(Pausa)

Dandy:- ¿Habrá llegado cableláser?

Wolfiasky:- No me fijé… Tuve que asear los conductos y controlar el precipitado…

Dandy:- Fijáte ahora…

Wolfiasky:- ¿Y vos…?

Dandy:- Rango…

Wolfiasky:- Bueh. Voy… (Va hasta la impresora de cableláser y retira la agujeta calígrafa para
arrancar el papel)

Wolfiasky:- Marca de agua… y está codificado… (Se miran)

Dandy:- Es… es personal, entonces. Tiene que leerlo él…

Wolfiasky:- ¿Él? Está indispuesto, Dandy. ¿No viste? ¿Por qué no lo…?

Dandy:- Porque desconozco el sistema binumeral…


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Wolfiasky:- Vamos, Dandy, no nos engañemos… hasta los escolares lo conocen…

Dandy:- Por favor, ya empezamos mal… No sigamos metiendo el dedo en la llaga…

Wolfiasky:- ¡Un código que está en boca de todos…!

Dandy:- …respetemos un poco la labor lingüista de la Base Ingeniero White…

Wolfiasky:- ¿Qué labor lingüista? Es el número de cualquier tecla telefónica…

Dandy:- (Tratando de silenciarlo) Buenooo…

Wolfiasky:- …más el número de orden de la letra que corresponde en esa tecla…

Dandy:- Calláte, te digo… (Espía paranoico por el ojo de buey)

Wolfiasky:- 11 es A… 12 es B… 13 es C…

Dandy:- ¡Basta, caraxo…!

Wolfiasky:- Una idiotez… ¡Leélo, Dandy!

Dandy:- No, no… Interpretá vos… ¡Interpretá vos! Tanta pericia, entonces… ¡corré el riesgo! ¡¿Por qué
yo?!

Wolfiasky:- (Serio) Rango.

Dandy:- No, no… Puede ser privado… puede ser un alerta de infiltración, una intimidad… Cualquier
cosa puede ser… Y vos sabés… la intromisión está penada. La efectividad comunicacional depende de la
jerarquía, si no el mensaje se distorsiona y después…

Wolfiasky:- ¡¿Pero oíme?! ¡Esto es importante! ¡Alguien tiene que mantener la cordura…! Escasea la
comida… el abastecimiento se difiere… No tenemos directiva…

Dandy:- Ya, ya…

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Wolfiasky:- Medio año de celibato con la apariencia menéandose ahí afuera… El oxígeno de la cabina se
filtró noventa veces… La máquina de aguación está rota… Cuando orina Córdoba no se puede tomar ni
un trago… ¡¿Hasta cuándo vamos a…?!

Dandy:- Bueno, bueno… Creo que… creo que podemos hacer una excepción… Dáme… (Le saca de las
manos el papel) Pero queda acá.

Wolfiasky:- ¿Y a dónde va a ir?

Dandy:- Quiero decir que el tema queda acá, el tema… entre nosotros.

Wolfiasky:- Sí, claro, entendí…

Dandy:- No. Porque te dije “que queda acá” y me contestás con una referencia espacial… Como si se
tratara del cableláser… Y no es el papel en sí… Yo me refiero a otra cosa…

Wolfiasky:- Claro, claro…

Dandy:- Claro, a otra cosa… Porque es el mensaje lo que puede distorsionarse y causar pánico… El
soporte es superfluo…

Wolfiasky:- Seguro, al pacto…

Dandy:- ¿Qué pacto?

Wolfiasky:- Al silencio.

Dandy:- ¿Qué silencio?

Wolfiasky:- Te referís al silencio… A que quede acá…

Dandy:- ¿Por qué es tan difícil entendernos? ¿Vos lo hacés a propósito?

Wolfiasky:- Es la convivencia… perdonáme…

Dandy:- No, está bien… No sos vos, es la lengua hija… y el capitán, que me dejó alterado…

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Wolfiasky:- Te pesa la responsabilidad… tener que interpretar a sus espaldas…

Dandy:- ¡¿Pero qué decís?! Hablás como si fuéramos conspiradores… Acá no estamos haciendo nada
malo…

Wolfiasky:- Seguro… No sientas culpa…

Dandy:- ¿Quién siente culpa? ¡¿Por qué voy a sentir culpa yo?! Si vos sos el que está proponiendo la
infamia…

Wolfiasky:- (Ofendido) ¿Qué?

Dandy:- Bueh… Perdoná…

Wolfiasky:- ¿“Infamia”, dijiste?

Dandy:- No repitas… una palabrota que se me escapa…

Wolfiasky:- Ojo, eh… No empecemos a estigmatizar con palabrerío borgeano porque terminamos de
vuelta en la tanguería…

Dandy:- Otra vez… Ya te dije: yo estoy limpio… una palabrota nomás… Te pido disculpas.

Wolfiasky:- Te disculpo. (Pausa) ¿Y?

Dandy:- Fijáte por el ojo de buey que no vuelva… Voy a ver a trasluz…

(Contorsiones de los cuerpos, manipulación de los brazos en alta verticalidad para descifrar el mensaje
a la luz violácea de un pequeño tubo empotrado en el techo de la cámara)

Dandy:- Imposible… No se entiende…

Wolfiasky:- ¡Hacé el esfuerzo! ¡Puede ser importante!

Dandy:- Anotá, anotá… Vocal ‘U’… Consonante ‘ELE’… Consonante ‘TE’…

Wolfiasky:- Decí el fonema directo…


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Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- Fonema…

Dandy:- Nada… Acá, nada… casi no se marcó…

Wolfiasky:- A ver…

Dandy:- (Aparta el papel) ¡¿Quién es el traductor?!

Wolfiasky:- Vos, vos…

Dandy:- (Reprimenda) ¿Entonces…?

Wolfiasky:- (Bajo) Traduttore traditore…

Dandy:- ¿Qué?

Wolfiasky:- “Traductor traidor”…

Dandy:- ¡¿Otra vez?!

Wolfiasky:- Un adagio…

Dandy:- ¡Vos me incitás a la insubordinación y después me acusás de traidor, quién te…!

Wolfiasky:- No, no… Quiero decir que el intérprete solitario se embrolla… que en materia de traducción
dos ojos ven mejor que uno…

Dandy:- (Con rabia incontinente) ¡Por eso tengo uno izquierdo y otro derecho…!

Wolfiasky:- En este caso quiero decir que cuatro ojos ven mejor que dos… eso quiero decir.

Dandy:- (Burla) “¡Quiero decir, quiero decir!”… No se te entiende… ¿No te das cuenta? Si querés decir,
no se te entiende. Es sabido. (Sigue la tarea) ‘I’…

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Wolfiasky:- ¿“Y” qué?

Dandy:- Anotá… la que sigue es la ‘I’…

Wolfiasky:- Ah… ¿Europea?

Dandy:- (Impaciente) ¡No! ¡Latina, hereje, latina…!

Wolfiasky:- Bueno, ¡¿cómo puedo saber desde acá abajo…?!

Dandy:- ¡Calláte un poco!

Wolfiasky:- (Mira la anotación) “Ulti…”

Dandy:- No termina… “EME”… No sé, acá no es claro... “A”, vocal “A”…

Wolfiasky:- (Anota) Bien, bien…

Dandy:- ‘ENE’… ‘E’… ‘CE’… Vocal ‘A’… Se tildó, me parece… Porque acá repite… otra vez ‘TE’…
Debe estar rota la plumilla del registrador… Después no hay nada…

Wolfiasky:- (Leyendo) Debe ser… porque no significa nada.

Dandy:- A ver… (Baja, le arrebata la libreta) “ULTIMANECAT”…

Wolfiasky:- “ULTIMANECAT”… Debe ser una clave… Alguna divinidad incaica…

Dandy:- Está comprobado que los incas miraron al cielo y le erraron en todo…

Wolfiasky:- Sí. Tuvieron ayuda alienígena y se arruinaron lo mismo…

Dandy:- Profetizaron el fin del mundo como veinte veces…

Wolfiasky:- Estaban ansiosos… Por eso desaparecieron. Ellos querían el Apocalipsis…

Dandy:- Sí… Pero querían los fueguitos de artificio, el rechinar de dientes… Un acabóse como se debe…
¿y al final?
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Wolfiasky:- Se los comió una granizada como cualquier otra…

Dandy:- Por la altura… Tan cerquita del cielo, no hicieron a tiempo de atajar la pedrada.

Wolfiasky:- “Hay que tener cuidado con lo que se desea”…

Dandy:- “Hay de mí que siempre veo al revés lo que deseo”…”

Wolfiasky:- “Dirás lo que deseas no porque lo veas”…

Dandy:- “Haz el bien sin mirar a quién”…

Wolfiasky:- ¡Es improcedente! ¡No tiene nada que ver!

Dandy:- ¡Bueno, ya!

Wolfiasky:- Sí, sí… Es que oigo un refrán y siento un latigazo en el anca de la verba…

Dandy:- Que la lengua no te tome.

Wolfiasky:- (Mirando la libreta) ¿Entonces…? “ULTIMANECAT”… ¿Un sinsentido?

Dandy:- Probable.

Wolfiasky:- (Sobre el aparato de cableláser) Debe estar mal el microcontrolador de ondas sonoras… Son
piezas rusas de la tercera guerra… Lo mismo de siempre… Esta cápsula es una trampa… Piezas falladas
y manufactura viciada…

Dandy:- No creo que sea cierto lo que dicen…

Wolfiasky:- Lo vi con mis propios ojos… En la cuarentena de adictos auriculares… Muchos tenían la
marca de la enfermedad en las ojeras…

Dandy:- Sí, ya me dijiste…

Wolfiasky:- Sí… Tipos perdidos, boleados…


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Dandy:- (Superpuesto como un eco, lo ha escuchado muchas veces)… perdidos, boleados…

Wolfiasky:- Abstinentes… Y así nomás los mandaban a ensamblar los motores…

Dandy:- (Asiente con la cabeza, ya lo escuchó antes)…los tubos…

Wolfiasky:- …tubos de propulsión… Para pagar las horas de trabajo comunitario por los desmanes de la
melancholía…

Dandy:- Sí, sí… Es terrible. Es que el llanto te da vuelta…

Wolfiasky:- (Pausa) ¿Pero vos…?

Dandy:- No… me contaron. A mí me contaron…

(Tiempo, sospecha. De pronto, se escuchan ruidos extraños desde la manga)

Wolfiasky:- (Pánico) ¡Mierda! Ruido de compuerta…

Dandy:- Atento. (Toman lo que parece un caño y es en realidad un arma imponente que cuelga de un
panel)

Wolfiasky:- Posición preparada. (Se colocan en una extraña postura escalonada en la que ambos operan
el arma, Wolfiasky introduce un proyectil y el Dandy apunta hacia la manga) Carga lista. (Luces que
indican un crecimiento energético de la furia contenida por el artefacto) Mira en foco.

Dandy:- (Susurra a un micrófono de su muñeca) Capitán, tenemos intrusos en Casa Uno… Repito…
Intrusos en Casa Uno… Prevenido al regreso…

(Silencio. Espera tensa. Ruidos desde la manga)

Wolfiasky:- Dandy… Ahora que lo decís, si esto es Casa Uno, ¿cuál es Casa Dos?

Dandy:- ¿Te parece que es momento…?

Wolfiasky:- Digo, en una de esas tiene mejor ubicación…


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Dandy:- (En un susurro furioso y hastiado) ¡¡Es donde cayó la nave con el mono…!!

Wolfiasky:- Ah.

(Como si fuera un zombi, el cordobés entra desde el túnel con paso cansino. Su casco y traje muestran
signos de lucha y de desgaste. Arrastra la bandera argentina. Se desploma en el suelo de la nave)

Wolfiasky:- ¡Córdoba!

Dandy:- Córdoba, ¡¿me oís?!

Wolfiasky:- (Intentando desajustar el casco) ¡Está rebelde la rosca!

Dandy:- ¡Destrabá el seguro!

Wolfiasky:- ¡Se falseó! (Por el cordobés) ¡Está aturdido!

Dandy:- (Por la juntura del casco) Está roída por el óxido… A la cuenta de tres, tiramos los dos para la
izquierda… Va…

Wolfiasky:- ¡No! ¡Esperá…! ¿Y si no es él?

Dandy:- (Se aleja, suspenso) ¿Qué decís…? (Mira el casco. Se acerca con la mano tensa, desempaña el
visor, lo lustra con la manga) Es él, lo estoy viendo…

Wolfiasky:- Puede ser un nativo aparentando…

Dandy:- Cobran la apariencia del amor sexuado, ¡del deseo rabioso de la carne! ¡¿Cómo se van a
camuflar de este cordobés piojoso?!

Wolfiasky:- No, es que… (Aclara, sospecha del Dandy) A mí no me atrae…

Dandy:- (Harto) Quedáte tranquilo… A mí tampoco…

Wolfiasky:- Entonces, a la cuenta de tres…

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Dandy:- Sí…

Wolfiasky:- Esperá… (Pausa) ¿Seguro que es él?

Dandy:- ¡Seguro! No seas cagón… ¿No ves que está inconciente…?

Wolfiasky:- Porque… ¿viste… que…? En el entrenamiento jodían mucho con eso… con que tuviéramos
cuidado de los parásitos…

Dandy:- La nave está desparasitada… ¿o no? Te tocaba a vos…

Wolfiasky:- Y… sí…

Dandy:- ¿Rociaste?

Wolfiasky:- Ayer. Por fuera…

Dandy:- ¡Suficiente!

Wolfiasky:- (Cortándole el paso) ¡Pero mirá a los charrúas! Se les coló uno en el traje de un
compañero…

Dandy:- Ya sé, ya sé…

Wolfiasky:- Crecen rápido, Dandy… Se comió entero al muchacho…

Dandy:- Sí, al Washington Cruz…

Wolfiasky:- Ése, el que venía a pedir chocolate…

Dandy:- Ya sé…

Wolfiasky:- El gusano se lo comió todo por dentro y ocupó su lugar…

Dandy:- Ya me contaste…

Wolfiasky:- …Cuando fueron a abrirle el visor, ¡sorpresa!


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Dandy:- ¡Ya me contaste…!

Wolfiasky:- Les saltó el bicho cual serpentina en carnaval… Se salvaron de casualidad…

Dandy:- ¡¿Podés confiar?! ¡Una vez, aunque sea! ¿Podés respetar la cadena de mando?

Wolfiasky:- Sí…

Dandy:- Bueno, ¡vamos, entonces! Uno, dos y… ¡tres! (Logran con esfuerzo zafarle el casco)

Wolfiasky:- ¡Está violáceo!

Dandy:- Parece un malvón…

Wolfiasky:- ¿El malvón no era rosadito…?

Dandy:- ¡Calláte, querés! Es falta de oxígeno… ¡Rápido! Acercá la mascarilla…

Wolfiasky:- La que quedó está en desuso… La otra se la llevó el capitán….

Dandy:- ¿No hay reserva?

Wolfiasky:- ¡Si no queda repuesto de nada!

Dandy:- Voy a tener que hacerle RCP.

Wolfiasky:- ¡Metéle, nomás, que se nos va!

Dandy:- ¿Y vos?

Wolfiasky:- Rango.

(Con ritmo veloz, el Dandy abre la cremallera del pecho cordobés y empieza a practicarle resucitación
cardio-respiratoria. El contacto entre las bocas es aséptico y profesional, pero inhibe sobremanera a
Wolfiasky. Rápidamente el moribundo abre los ojos y vuelve en sí: ocupada su boca en traspasarle aire,
el Dandy no se percata de que el otro ha reaccionado…Cuando se yergue para hacerle presión en el
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pecho lo ve. Los ojos del muchacho, fijos y duros en el techo, lo espantan. Protege a Simón y ambos
retroceden hacia una esquina del espacio)

Dandy:- ¡Atrás! Wolfiasky, ¡cubríte, caraxo! ¡Atrás!

(El cordobés se yergue con movimientos duros, casi robóticos…Es un Frankestein algo decadente…
Suelta un sonido gutural y se acerca lento hacia ellos, con las manos autómatas estiradas hacia delante.
Los otros, arrinconados, cierran los ojos como si algo frente a ellos fuera a explotar. De repente,
Córdoba rompe en carcajadas)

Cordobés:- ¡Juajjajaj! ¡Qué par de culiaos, tenís que verte ahí, los do’ apretadito’ como tanga en culo!
¡Juajajuaj!

Dandy:- Es poco profesional…

Wolfiasky:- ¿Te parece gracioso? ¡¿A vos te parece gracioso?!

Cordobés:- Una jodita nomá’, mi superior…

Wolfiasky:- ¿Estás más contento…?

Dandy:- (Por la bandera) ¿La trajiste de vuelta?

Cordobés:- ¿La bandera?

Dandy:- (Ironía, harto) No, la dignidad…

Cordobés:- La usé pa’ algo que ni te lo va’ a creer, mirá… (Toma la bandera, la retuerce con violencia,
la eleva y deja que escurra un fino chorro dentro de su boca)… ¿A que no sabés qué é’?

Wolfiasky:- Un líquido.

Dandy:- ¡¿Qué mierda hacés?!

Wolfiasky:- ¡Esperá, Dandí! Mirá… (Escurre más aún, caen escuálidas gotas. Los otros dos se apartan)

Wolfiasky:- ¡¿Qué mierda es eso?!


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Dandy:- ¿Agua?

(Pausa, con orgullo)

Cordobés:- Agüita fresca, porteño.

Dandy:- Pero… ¿de… de dónde…?

Cordobés:- He salido ahí nomá’ de las coordenadas que me indicaron, y al querer clavar el asta, ¡de no
creer…! ¡Dura la tierra como cuero ‘e mula…! Le di al dispositivo y nada… mellaba las mecha’ pior que
acero… Tomé la estaca y le di de bronca al suelo, así, ¡una ve’, y otra ve’…! ¡Así…! (Muestra con
ademanes extremadamente lentos que exhiben la mediana gravedad del exterior). Me subió la fiebre de la
impotencia y lancí la vara lejo’… así, ¿vite? Flotó en el aire así… (Lentísimo ademán en arco)…y fue a
clavarse limpita nomá’… Erguida como potriyo alzao…

Dandy:- ¿Y?

Cordobés:- Y brotó.

Wolfiasky:- ¿Qué?

Cordobés:- El agua. ¡Brotó un chorro de agüita limpia que daba ganas de sacarse el casco y saciarse…!

Dandy:- (Sorprendido, extasiado) ¡¿Qué?! ¡¿Encontraste agua?!

Cordobés:- (Por la bandera húmeda) ¡Esta misma e’!

Dandy:- ¡Decíme que no es un chiste! (A Wolfiasky) ¡¿Escuchaste, ruso?! ¡Encontró agua!

Wolfiasky:- Sí, turco, escuché.

Dandy:- (Abraza a Córdoba de la emoción) ¡Hijo de puta! ¡Yo sabía! ¡Muy bien! ¡Yo sabía que para algo
ibas a servir! ¡¡Encontró agua, caraxo!! (A Wolfiasky) ¡¿Viste?! ¡No era un idiota redomado, al final!
¡Esto tiene que saberlo, Perdomo! (A Córdoba) Salió a buscarte, estaba asustado… ¡¡Córdoba salvó a la
patria y quién lo hubiera dicho!! ¡¡Agua encontró!! (Festejo a los gritos, se abraza con el Cordobés)
¿Estás contento? ¿Eh? ¡¿No estás contento?!
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Cordobés:- Sí, mi superior… Sí…

Dandy:- ¿¡Pero qué te pasa?!

Cordobés:- ¿Sabé’ qué ricuerdo…? Ante’ de vení, fui a despedir a mi agüelo... Tení un rancho ayí…
colgau del lao de Crú Grande… Le digo: “Tata, he salí sorteao pa’ ir al cielo, a buscarte tieya pa’ que
pasé’ tus último’ año’ en paz”. Se queda caiao… Me dice, “qué va a ir vó, si no serví’ ni pa’ levantarte a
la mañana”… “¡Que he salí sorteao!”… Me mira: “Pa’ nosotro’ no hay ná, así en la tieya como en el
cielo…” Le repito: “Te via buscá un rancho nuevito, va’ a ver…” Y me suelta: “Vo’ só un fresco. Pa’
nosotro’ no hay ná… así en la tieya como en el cielo”… Terminó de juntar su atao y rumbió pa’ la
caravana…

Wolfiasky:- El éxodo cordobés…

Cordobés:- Sí… Uno atrá’ de otro, como hormiguita’ nomá’… Con lo’ carro’ ieno de bulto’… Los
mueble’, las vieja’, los bebe’ iorando a moco tendido… Una fila larga perdiéndose en la hueya… (Pausa)
Pobre viejo. Murió pateando la Punilla… al rayo del sol.

(Silencio)

Dandy:- Bueno… Pero todo eso es pasado… ¿no entendés? ¡Terminó! Encontraste agua, Córdoba. Vos
solito, encontraste agua, ¡y los vamos a traer a todos, mierda!

Cordobés:- Iegamo’ tarde…

Dandy:- ¡Tarde, nada! Arriba esa frente… ¡es una orden! Sonreí, caraxo, ¡viva la patria!

Cordobés:- Viva la patria…

Dandy:- ¡Fuerte que te quiero oír!

Cordobés:- (Grita) ¡Viva la patria, caraxo!

Dandy:- Así me gusta. ¡¡Claro que sí!! ¡Viva la patria! ¿Eh? ¡Viva!(A Wolfiasky, sin soltar al Cordobés)
¡¡El cordobés encontró agüita fresca! ¿Te das cuenta, Wolfiasky, lo que significa? ¡Vamos a traer a
nuestra gente!
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Wolfiasky:- (Escéptico) Sin duda, es un hallazgo importante.

Dandy:- (Mientras le abraza cariñosamente la cabeza al Cordobés) ¿Y vos qué tenés?

Cordobés:- (Al Dandy) Envidia, mi señor…

Wolfiasky:- (Al Cordobés) No seas ignorante, Córdoba. ¿Qué voy envidiarte yo a vos? Lo que pasa es
que tengo el don de la duda científica. Y por nada tomaría esa agua antes de revisarla. La radiación en
Marte es proverbial.

(El Dandy mira la cercanía del Cordobés y lo aparta de un empujón)

Dandy:- Cierto.

Cordobés:- E’ paranoia…

Wolfiasky:- ¿Qué paranoia? Antes de aprovechar el agua que encontraste, hay que analizarla… Hay que
ver si puede purificarse… Y recién después hay que cubrir con regolito el terreno alrededor del pozo.
Necesitás un metro para protegerte de la radiación.

Cordobés:- Pero si tirá’ regolito, va a tapá’ el buraco, ¿no?

Dandy:- Son materiales no consolidados… Polvo, grano mineral.

Wolfiasky:- Es imprescindible. Si no, corrés el riesgo de quedar radioactivo.

Cordobés:- Todo mentira.

Dandy:- ¿Cómo va a ser mentira?

Cordobés:- Ió sé por qué te digo… (Superado) ¿Lo’ nativo’ no eran radioactivo’?

Wolfiasky:- Obvio.

Cordobés:- Aier me pegué una revolcada con la apariencia de la Marilyn y acá me ando vivito y
culiando…
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Dandy:- (Espanto) ¿Qué?

Cordobés:- Así como lo oí’.

Dandy:- ¡¡Animal!! (A Wolfiasky) ¡Al siestáculo! (Lo toman repentinamente entre ambos y buscan
reducirlo. Cuando Wolfiasky abre el compartimento, una especie de gusano mayúsculo sale de adentro y
le tira un tarascón)

Wolfiasky:- ¡Mierda!

Dandy:- ¡Parásito! (Saca un alfanje de su cintura y lo tajea. Wolfiasky retiene al Cordobés)

Cordobés:- ¡Soltá, juéputa, te viá matá!

Wolfiasky:- (A Dandy) ¡¿Listo?!

Dandy:- (Por el Cordobés) ¡Metélo, mierda, metélo adentro! (Lo enclaustran en el siestáculo a pesar de
su resistencia. Cierran la compuerta y se dejan caer sentados en el suelo. Silencio, cansancio)

Dandy:- Menos mal que desparasitaste…

Wolfiasky:- Ayer rocié.

Dandy:- Sí. Por fuera.

Wolfiasky:- (Agitado) Este chico es un idiota.

Dandy:- (Se seca el sudor) Es hombre muerto.

Wolfiasky:- Aguardemos a Perdomo para decidir…

(Tiempo)

Dandy:- Cómo pesa la espera…

Wolfiasky:- Y el encierro: nos aplasta la moral.


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Dandy:- Sí. Hay que distraerse…

Wolfiasky:- Dale. Catch.

Dandy:- ¿Qué? ¡¿Querés guerra?!

Wolfiasky:- Butz.

Dandy:- ¡No me insultes en ídish!

Wolfiasky:- Vale todo.

(Se trenzan en una pelea lúdica pero bestial… Suenan pasos por la manga. Entra el Capitán e
interrumpe. Con parsimonia, se quita el casco)

Capitán:- ¿Jugueteando?

Dandy:- (Componiéndose) Perdomo, tenemos un problema.

Capitán:- Claro que sí. Perdimos un tripulante. No lo encontré por ningún lado. Y tuve un percance…

Dandy:- No, es que…

Capitán:- Déjeme terminar: donde habla capitán, no habla marinero.

Wolfiasky:- “Manda”.

Capitán:- ¿Qué?

Wolfiasky:- El refrán… Es: “donde manda capitán, no manda marinero”…

Capitán:- ¿Me está corrigiendo, Wolfiasky? (Silencio obediente. Pausa. Solemnidad) Muchachos, hay un
momento en la vida de todo líder que debe asumir lo más puro de su humanidad, es decir, su idiotez… un
pequeño error para el hombre, un grandísimo problema para la nación… Estamos como al principio,
conquistando desiertos… La aborigen se ofrece y el instinto tiende a querer civilizar…

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Dandy:- ¡¿Qué pasó?!

Capitán:- Merodeando en busca de Benavídez me allegué a Casa Dos, la nave abandonada del chimpancé
pionero... y allí… adentro… apareció un nativo con apariencia de madonna rafaelita…

Wolfiasky:- ¡¿Qué?!

Capitán:- Sí, quiso seducirme… Siempre tuve debilidad por esos cuerpos redondeados que mi madre me
mostraba impresos en la Enciclopedia del Arte… ¡Pero no teman! No hubo contacto carnal: pude refrenar
el deseo y estoy a salvo… Aunque llegué a sacarme la ropa y todo se complicó un poco…

Dandy:- Desembuche, Perdomo…

Capitán:- Me vio desprotegido y amenazó con liquidarme a tangazo limpio… De hecho empezó a tararear
El traspié…

Wolfiasky:- (Tomado, escucha el título y se desborda…Canta y se abofetea al mismo tiempo) “Recuerdo


lo que no fue/ como si hubiera pasado.../ En mí el tiempo anda al revés/ pero camina cansado…”

Dandy:- (Alarmado, se lanza sobre Wolfiasky y lo abofetea) ¡No! ¡¡NO!! ¡Tranquilo, cerrá la boca! (Le
tapa la boca con la palma de su mano) ¡Eso! ¡Apretá los dientes! ¡Apretá! Cuento hasta diez… Sí…
Miráme… A los ojos… Eso… Tranquilo… Respirá por la nariz… Uno… dos… Eso… Cinco… Eso…
Ya está… Te voy a soltar… Ya pasó…

Wolfiasky:- Está… Está bien… (Reprime congoja).

Dandy:- ¡No! Nooo… Ojo, ¿eh? Como la piña de los antiguos púgiles, nosotros tenemos la lágrima
prohibida… No cabe llorar… ¿Estamos?

Wolfiasky:- Estamos.

Dandy:- Fortaleza… (Lo suelta, Wolfiasky queda agitado en su rincón. A Perdomo) ¿Qué hace…?
¡¿Usted está mashnum?!

Capitán:- ¿Qué?

Dandy:- ¡Si está loco!


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Wolfiasky:- (Risueño, al Dandy) Se te patina el árabe…

Dandy:- (A Wolfiasky) Un descuido… la lengua madre…

Capitán:- Disculpen… (A Wolfiasky) Disculpe, Wolfiasky...

Dandy:- ¡Y apure con el parte que acá también hay novedades…!

Capitán:- La apariencia se puso furiosa… Insistía con que estaba invadiendo su propiedad…

Wolfiasky:- ¿Y usted qué hizo?

Capitán:- Defender lo nuestro… me puse el traje y corrí con el botín… (Mete su mano en el interior del
traje y saca un pequeño cráneo de mono). No iba a dejarlo ahí, a merced de esos salvajes…

Dandy:- ¿Es… es el chimpancé…?

Capitán:- Rodas. El primer homínido argentino en lograr amartizar… Se ve que buscaban profanar su
descanso eterno…

Wolfiasky:- ¿Y cuál es el problema?

Capitán:- Me siguieron hasta acá… Pude sentirlos al llegar… Están ahí fuera, al acecho…

Dandy:- (Mira por el ojo de buey) Hay una silueta en lo oscuro…

Wolfiasky:- Cae la noche… Imposible hacer ofensiva ahora…

Capitán:- Nada de ofensiva… Estamos en nuestra ley… El mono era argentino…

Dandy:- Perdomo, el Cordobés volvió…

Capitán:- ¡¿Qué?! ¿Dónde está?

Wolfiasky:- Encerrado en el siestáculo…

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Dandy:- Hizo todo mal… es probable haya absorbido cantidad de radiación… pero…

(Irrumpe el Cordobés desde el compartimento)

Cordobés:- ¡Encontré hache do’ o, mi capitán! ¡¡Ió la encontré, nomá’!! ¡¡Ió fui!!

Dandy:- (Al cordobés, alfanje en mano) ¡Quedáte ahí donde estás, mierda!

Capitán:- ¡Tranquilos todos! (Al Dandy) ¿Qué dice?

Wolfiasky:- Que encontró agua.

Capitán:- No puede ser.

Cordobés:- ¡Vamo’ a trair a todo’ nomá’!

Wolfiasky:- Seguimos incomunicados… No sé cómo pensás enterar a la Base White…

Capitán:- ¿Pero… pero es seguro?

Dandy:- Humedeció la bandera con el agua supuesta… Simón propone analizarla…

Capitán:- (Emocionado, va hacia el cordobés) ¡Venga un abrazo!

Dandy:- (Los interrumpe) ¡Momento! Benavídez se revolcó con la apariencia de Marilyn…

Capitán:- (Al cordobés, que baja la cabeza) ¿Que hiciste qué?

Dandy:- Lo que escuchó… Debe tener saturado el nivel radioactivo…

Capitán:- Mirá que sos atolondrado, Benavídez…

Cordobés:- Me disculpo, mi capitán…

Capitán:- (Pasmado por las noticias) Bueh. No va a quedar otra que aislarte un tiempo en el siestáculo…
(A todos) ¿Es cierto lo del agua? ¿Se dan cuenta…? Somos héroes… ¡somos héroes! ¡Estamos en
condiciones de dar carta blanca a la migración masiva! Habrá que ver el asunto del transporte, claro…
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¡pero no importa! ¡Al menos seremos televisados: al fin nuestros rostros visitarán los hogares de la nación
desde las resplandecientes pantallas donde nos honren!

Cordobés:- Lástima que aura me viá morí podrido…

Capitán:- No te va a pasar nada… Vos, Dandy: prepará una dosis de yoduro de potasio y que el pibe se la
tome. (Al Cordobés) Mientras tanto desechá tu traje y procedé con la crema jabonosa… (El cordobés se
va quitando los jirones del atuendo) Y gracias… querido, gracias…

Cordobés:- Suerte nomá’…

Capitán:- Sí, mucha… Ah, ¿y qué te dije yo de salir solo?

Cordobés:- Me sobreprotege, capitán…

Capitán:- Es que vos no entendés… Vos sos importante para tu país… Sos el emblema del sacrificio
patrio…

Dandy:- (Irónico) Nace un mito…

Cordobés:- Sí. Para la foto…

Capitán:- No. No te tratés así. Pero asumí que condensás los sueños de mucha gente que también ha
quedado sin destino y que pone esperanzas en venirse hasta acá…

Cordobés:- Están jodidísimo’.

Capitán:- ¡Ya no! ¿No te das cuenta? ¡Agua, señores! ¡Y todo gracias a vos, Benavídez! ¡Encontramos el
agua que avivará nuestro fuego, que alimentará nuestras…!

Wolfiaski:- ¡Eso! Alimentarse… quién pudiera…

Capitán:- ¿Quedó stock?

Wolfiaski:- Casi nada… Las raciones de emergencia: glucosa simple y vitamina compuesta…

Capitán:- Poca cosa…Vamos a tener que aguantar… (A Wolfiasky) Mientras tanto analizá el líquido…
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Dandy:- (Ensueño gastronómico) Qué lindo sería festejar con un buen anís, con el pepinito untado en
laven…

Wolfiasky:- (Introduce la bandera en la cámara de vacío) A todo esto, ¿quién es la Marilyn?

Dandy:- (Al paso)…actriz de cine mudo… (Continúa con la fantasía culinaria)… la pita caliente,
dispuesta a palear el baba-ganoush… el humus con oliva…

Capitán:- Basta, señores…

Wolfiasky:- Se extraña el placer de la carne…

Capitán:- Es un obstáculo pasajero… ¡Habemus aqua! ¿O no se dan cuenta? ¡Piensen en la gloria,


caraxo!

Dandy:- Fut en tányera, diría mi abuela…

Capitán:- ¿Qué?

Wolfiasky:- “Ponéla en la olla”… a ver con qué se come…

Capitán:- No hay caso… Ustedes llevan el fracaso tatuado en el ánima, retroceden a la lágrima… (Al
cordobés) ¡Y vos…! Metéte adentro…

Cordobés:- (Serio) Sí, mi capitán… Pero ante’… quería… (Al Dandy) Superior, gracias por besarme en la
boca…

Dandy:- (Sorprendido, avergonzado) ¿Qué decís? No te besé en la boca… ¡No te besé! Te hice RCP…

Capitán:- ¿Qué?

Wolfiasky:- (Advierte) Caso omiso, Dandy… Busca roña…

Cordobés:- (Al Dandy) No se avergüence, e’ amor entre hermano’…

Dandy:- Pp…Pero… ¿Qué…?


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Capitán:- ¿De qué habla?

Cordobés:- Sí. ¿O no hay lugar pa’ la ternura ya…? ¿E’ vergüenza la ternura?

Dandy:- Resucitación, te hice… Resucitación… ¡Hijo de puta! (Se lanza al cuello del cordobés y
comienza a ahorcarlo, los otros tratan de separarlos)

Capitán:- ¡Señores, calma! ¡¡Calma!!

Wolfiasky:- (Al Dandy) ¡Soltá! ¡¡Soltá que está radioactivo…!!

Cordobés:- (Ríe entre toses) ¡Dame un besito en la trompa, vení!

(Se separan, flota la furia)

Dandy:- ¡Lanac!

Wolfiasky:- ¡¿Y las órdenes, Dandy?! ¡Lengua hija, dijimos!

Dandy:- ¡Calláte, vos!

Wolfiasky:- (Al Capitán) ¡Me evita la nostalgia prohibiéndome el ídish y él se pone a putear en árabe…!
¿Es justo eso?

Dandy:- Rango.

(Baja la tensión, las luces parpadean, oscuridad).

Capitán:- ¡Quietos todos!

Wolfiasky:- ¿Qué pasó?

Capitán:- ¿El generador?

(Vuelve la luz. Al costado, de pie, una muchacha. Todos la ven y retroceden)

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Dandy:- Pp… pero…

Capitán:- ¿Qué…?

La apariencia:- (Recorre la cápsula con displicencia ante la mirada atónita de los otros) Su madre lo
llevó a conocer el mar. Tendría siete años. Sentados los dos en la orilla, estuvieron viendo flotar un bote
amarillo. Ella lloraba, y lloraba. Una lágrima continua le caía por atrás de los lentes negros y le cortaba la
mejilla. Movió los labios rojos y le explicó que aquel mar tan inmenso que no sentía nada había estado
desde siempre y estaría por siempre, y que ellos, que tanto sentían, iban a desaparecer.

(Pausa)

Capitán:- Ese recuerdo es mío…

La apariencia:- Claro. Viene al caso. (Pausa) Como dijo su madre, la vida es efímera.

Capitán:- Minuto. Conciliábulo. (Los astronautas se agrupan con recelo) ¿Alguien reconoce la
apariencia?

Cordobés:- No… No e’ mi tipo… Pa’ mí algo pulposo, tipo vedetonga…

Dandy:- No me gusta la hembra corriente. Yo fantaseo más con la típica putona californiana de film
erótico, algo que…

Wolfiasky:- (Interrumpe, sin dejar de mirar a la muchacha) Es mi novia… la morochita que tuve…
(Congoja)

Dandy:- Ojo, Wolfiasky, la melancholía…

Wolfiasky:- (Sin dejar de mirarla, el Dandy lo retiene) Duró poco… Para ella no habrá significado
nada… Venía de tierra adentro, tenía experiencia… Y yo, un moishele purrete, harapiento y sin destino,
que de tarde en tarde le invitaba un vaso de cerveza, una porción de anchoas… cualquier cosa con tal de
que después me metiera en su pieza de pensión, y me acostara en su cama revuelta donde yo me dejaba
hacer… Tanto tiempo pasó que casi no fue cierto. Ni sombra queda, nada. Yo era un chico, y la sigo
soñando y ahora se me hace carne y me dan ganas de llorar…

(Lagrimea. Tiempo)
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La apariencia:- En todos lados fue igual. Les pusimos nombres a las cosas porque sabíamos que iban a
desaparecer. Le pusimos nombre al tiempo y dividimos los trabajos en días. Nombramos los días y se
fueron uno a uno, con sus nombres. No sabíamos que los nombres también podían desaparecer. La lengua
se cansa, se aquieta, se vuelve in-fante. No habla ya… Los nombres se callan y el resto es silencio…

(Pausa)

Capitán:- (A la Apariencia) Oiga. No sé quién es usted, a qué origen pertenece ni qué quiere… Pero voy a
decirle algo importante y usted va a escucharme. Esta nave es territorio argentino: usted ha infringido las
normas que protegen la propiedad privada de las tripulaciones amartizadas y que rigen la convivencia de
colonizadores en el planeta rojo. Por lo tanto, y antes de usar la fuerza, la conmino a salir.

La apariencia:- ¿O qué? ¿Me van a encerrar como a él? (Señala la cajita donde se encuentra el marciano)

Capitán:- Ah. ¿De eso se trata? ¿Vienen por él?

La apariencia:- Vengo por el cráneo.

Capitán:- El cráneo es propiedad del pabellón albiceleste. Si quieren, podemos hacer un canje. Nos dejan
los restos de Rodas y se llevan a su compatriota.

La apariencia:- (Carcajada espontánea) ¿Compatriota? (Ríe con ganas. Seriedad repentina) ¿Ese
deforme, compatriota mío? Eso es un marciano: basta con oírlo hablar…

Dandy:- ¿Qué?

La apariencia:- Habla todo el tiempo. ¿No lo oyen? Es infrasonido… pero se entiende. (Va hasta la caja y
abre las pequeñas puertas) Habla una lengua muerta, olvidada… Él muere con su lengua.

Capitán:- (Desconcertado) Sí, sí… claro. Lo suponíamos. ¿Qué… qué dice?

La apariencia:- Habla de su infancia, y de los últimos días antes de la explosión… antes de la supernova
Vela y el Apocalipsis marciano... Eran felices.

Capitán:- ¿P…pero…cómo…? ¿Y ustedes que son…?

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La apariencia:- Organismos venusinos, ¿no es obvio?

Dandy:- Somos de patria poco viajada…

Capitán:- Entonces, ¿no hay más nativos?

La apariencia:- Quedan pocos y viven bajo tierra. Dicen que en la colonia china se los comen en guiso…

Dandy:- (Para sí) Típico: chinos. Están en todas partes…

Capitán:- (A la apariencia) ¿Y ustedes cómo son?

Dandy:- …se comen todo los chinos, se hacen los que no entienden, pero te entienden… ¡te entienden!

La apariencia:- (Al capitán) No viene al caso… Como puede apreciar, con tal de sobrevivir somos lo que
ustedes quieran ver…

Capitán:- ¿Y allá? ¿Eran felices?

La apariencia:- ¿Nosotros?

Capitán:- Sí.

La apariencia:- ¿En Venus?

Capitán:- Sí…

La apariencia:- Y… Allá nacimos… ¿a usted qué le parece?

Capitán:- No sé. Nosotros venimos de una tierra que se llora para adentro. Allá nadie es muy feliz…

Dandy:- Bueno, no seamos extremistas… ¿Qué impresión vamos a dar si…?

Capitán:- ¡La verdad no ofende!

La apariencia:- ¿Podemos negociar…?

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Capitán:- Diga…

La apariencia:- Queremos que nos devuelvan el cráneo del mono…

Capitán:- ¡El mono era argentino…!

La apariencia:- Se equivoca: el mono vivió entre nosotros. Cuando su cápsula cayó, lo encontramos.
Estaba casi desintegrado… Lo reciclamos, lo apañamos, le dimos de comer… Vivió entre nosotros, formó
familia e hizo carrera… Fue un referente entre mi pueblo… Recordaba con resentimiento que ustedes lo
hayan mandado hasta acá con un cargamento minúsculo de plátanos…

Capitán:- Era lo que se estilaba…

La apariencia:- Devuélvannos el cráneo… Tiene valor sentimental para mi gente…

Capitán:- ¿Y si no qué?

(Tiempo. Se miden)

Capitán:- ¿Eh? ¡¿Y si no qué?!

La apariencia:- ¡Dos por cuatro!

Dandy:- (Con visible temor) Eso es desleal… Acá también sabemos defendernos…

La apariencia:- (Al Dandy) De los marcianos… No de nosotros. De hecho somos telépatas. Usted está
contrariado por el miedo… y tiene la cabeza llena de tango.

Dandy:- Devolvé el cráneo, Perdomo…

Wolfiasky:- (Al Dandy) ¡Tango en el cerebro! ¡Yo sabía!

Dandy:- Bueno, sí, estuve en cuarentena…

Wolfiasky:- ¡Me lo negaste!

La apariencia:- (Al capitán, que se aparta en defensa de la calavera) La reliquia es nuestra.


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Capitán:- (A la apariencia) Vini, vidi, vinci.

Dandy:- (A Wolfiasky) Me rehabilité… De hecho hice esta nave con mis propias manos…

Wolfiasky:- (Al Dandy) ¡Esta mierda!

Dandy:- ¡Y a mucha honra!

La apariencia:- Devuelvan el cráneo o empieza la milonga…

Capitán:- ¡Es mío, bien lo merecí!

La apariencia:- No sea imbécil. Podemos hacerlos llorar hasta que les brote un río de sangre de las
cuencas de los ojos…

Dandy:- ¡El cráneo, Perdomo! ¡No vale la pena!

Capitán:- ¡Es un monumento!

La apariencia:- Decidan.

Cordobés:- Se obstinó, nomá’…

La apariencia:- Ustedes lo quisieron…

Capitán:- (Lanza la orden) ¡¡A las sogas, marineros!! (Alboroto, todo se acelera)

Dandy:- ¡Lo que ensayamos!

Cordobés:- ¡Los cinturones!

La apariencia:- ¡Quietos todos!

Dandy:- ¡Ocupáte del ruso, Córdoba!

La apariencia:- ¡Quietos dije!


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Wolfiasky:- ¡La inmunidad del cuarteto!

Cordobés:- Aletarga la melancholía…

Dandy:- ¡¡Nada nos turbe!!

Capitán:- ¡Resistir, caraxo!

Wolfiasky:- ¡¡Perra!!

(Con extrema rapidez, cada tripulante se despliega hacia un sector y sujeta su cuerpo a la pared con los
cinturones previstos, mientras pugnan por proteger sus oídos. La apariencia canta con voz estertórea,
como si desparramara un veneno. En simultáneo, gritos y quejidos de los astronautas.)

La apariencia:- (Canta) sos mi luna y mis faroles.


Morena de ojos saltones
Recuerdo lo que no fue que hoy queda sólo en mi voz.
como si hubiera pasado. Ya soy un espejo roto
En mí el tiempo anda al revés con sombra de alma vana.
pero camina cansado. La memoria de este croto
no puede ver un mañana.
Es que el traspié de este otario
lo ha echado todo a perder. Pero puede, sí, creer
Y aunque sea tengo fe que algo vive en la nostalgia.
de encontrarte entre mis labios. Y así cruzarte otra vez
en una tarde de magia.
Sos mi amor y sos mi sol,
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Sos mi amor y sos mi sol, Capitán:- ¡¡Aqueos redivivos!! ¡¡Que el canto de
sos mi luna y mis faroles. la Sirena no rompa las amarras!!
Morena de ojos saltones
que hoy queda sólo en mi voz. Wolfiasky:- (Forcejeando con el cordobés)
¡¡Déjenme, déjenme!! ¡¡Quiero escuchar!!

Capitán:- ¡Gloria odiseica, la eterna lección de


Dandy:- ¡¡No lo sueltes por nada, Benavídez!! Ulises!

Cordobés:- (A Wolfiasky) ¡Dejá la’ cuerda’ Wolfiasky:- ¡¡Voy a llorar!! ¡Voy a llorar,
tranquila’, pendejo! mierda!

Capitán:- ¡Resistir la dulce voz de su boca negra! Dandy:- ¡¡Devolvé el cráneo, Perdomo, nos va a
matar a todos!!
Dandy:- ¡¡Basta, caraxo!!

Cordobés:- ¡¡No te mová, huevó!

(Fin del cántico. Agitación. La apariencia se acerca a Perdomo, cuya cabeza cuelga cansina por haber
resistido el embate)

Capitán:- (Desafiante) ¿Y era eso nomás?

La apariencia:- Sus compañeros tienen otras letras en la cabeza… Puedo cantarlas todas.

Dandy:- (Al capitán) Devuelva el cráneo…

Capitán:- En buena ley me lo gané…

Dandy:- (Irónico) En retirada...

Capitán:- ¡A lucha limpia, defendiendo la patria y el pellejo…!

La apariencia:- ¡No es lo que dice mi gente! Usted llegó hasta la nave abandonada de la misión Tití… la
primera cápsula argentina que trajo al simio… Estaba custodiada por un compatriota. Usted quiso fornicar

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con la apariencia renacentista. Ella se negó y en medio del berrinche le robó el cráneo… O lo devuelven o
sigue el tango… Mis compañeros esperan en la colina…

Capitán:- (Solemne) Antes la muerte que entregar el patrimonio. De todos modos, a cada uno le llega su
tiempo: omnes feriunt, ultima necat…

(Wolfiasky y el Dandy reconocen las palabras y lo miran de pronto, pasmados, se sueltan los lazos)

Wolfiasky:- (A Perdomo) ¡¿Qué?!

Dandy:- (Al capitán) ¡¿Cómo…?! ¡¿Cómo dijo?!

Capitán:- Una frase latina que iba inscripta en los relojes antiguos… Un recordatorio de que nuestro fin
siempre está al acecho… Omnes feriunt, ultima necat… Se refiere a las horas: “todas hieren, la última
mata”…

Wolfiasky:- (Rcordando el cableláser leído a hurtadillas) “ULTIMANECAT”…

Dandy:- Ultima necat… “la última mata”.

(Ambos se miran, el espanto se les dibuja en el rostro)

Capitán:- ¿Qué les pasa?

Wolfiasky:- (A la apariencia) Tregua.

La apariencia:- Concedo.

Wolfiasky:- (A Perdomo) Algo llegó en su ausencia, capitán. (El Dandy busca nuevamente el mensaje
cifrado y se lo entrega a Perdomo, que se libera de las cuerdas)

Dandy:- Lo descifré con la seguridad de que era urgente. Pero creímos que se trataba de un error…

Capitán:- (Lo lee, tiempo. Levanta la cabeza con visible turbación. Dobla el papel con parsimonia
nerviosa y continúa con fingida tranquilidad) No, no. No hay ningún error. Es un código que pautó
conmigo la Base Ingeniero White…

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(Tiempo)

Wolfiasky:- ¿Y qué…?

Dandy:- ¿Qué significa, Perdomo?

Capitán:- (El capitán se acerca al ojo de buey y se dirige a la apariencia) Está de suerte: han surgido
mayores inconvenientes y voy a hacerle devolución temporaria del cráneo. Pero antes tengo que
despachar a mi tripulación y me gustaría que tengamos una reunión a solas.

Wolfiasky:- ¿“Despacharnos”? ¿A dónde?

Dandy:- ¡¿Qué dice el mensaje, capitán?!

(Silencio)

Wolfiasky:- ¡¿Qué dice?!

Capitán:- (Perdido) Es… es un código de alta seguridad… Alta… Yo… ¿Cómo…?

Cordobés:- No si ande rumiando solo, mi capitán…

Capitán:- Quiero… Quiero que conserven la calma. Ante todo.

Dandy:- ¡Desembuche, Perdomo!

Capitán:- Sí… sí. Claro… Una clave… “Ultima necat” era la clave para abortar la misión. De recibirla…
Quiero decir… si la recibía... Yo…

Wolfiasky:- ¡¿Qué?!

Capitán:- Voy a explicarlo una sola vez y quiero que acaten. La clave pone en marcha el Operativo
“Retorno”… Es decir… La tripulación debe ser guiada por el Dandy hasta el extremo sur de los Valles
Marineris…

Dandy:- ¿A la colonia china?

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Capitán:- Sí… A las coordenadas del imperio rojo…

Wolfiasky:- ¿Marchando?

Capitán:- Es eso o la muerte… Ya está arreglado. Allí les darán asilo y los devolverán a casa con la
próxima partida de recambio… Es un plan de emergencia. Siempre estuvo en los planes… Mal que nos
pese… nuestra… nuestra empresa llega hasta acá…

Dandy:- P…pero… pero, ¿qué dice?

Cordobés:- No me jodá’…

Wolfiasky:- ¿Cómo? No puede ser… P…pero… ¿por qué?

Capitán:- No puedo saberlo… Malos entendidos… arrepentimiento… falta de fondos… no sé… Puede
ser cualquier cosa. Tal vez no resulte provechoso… tal vez no estemos a la altura de las circunstancias…

Cordobés:- (Para sí) ¿Y ió?

Capitán:- …No sé… ya nos dirán…

Wolfiasky:- (A Perdomo) Pero… ahora… falta un traje… Benavídez echó a perder el suyo…

Capitán:- Yo me quedo. Tengo la obligación irrestricta de custodiar la nave hasta reestablecer contacto y
que se resuelva qué hacer con ella… Tal vez podamos venderla a alguna delegación extranjera…

Cordobés:- ¿Y ‘ande vuelvo ió?

Capitán:- Ya se verá, Córdoba, ya se verá…

Dandy:- ¿Pero…? ¿Nos piden la renuncia…? ¿Así?

Cordobés:- Si ni casa me ha quedao aiá… ni tengo ande caerme muerto ió… (Gimotea)

Capitán:- No es personal, muchachos…

Dandy:- Vergüenza… ¡¿Se dan cuenta?!


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Wolfiasky:- Somos el subsuelo de la patria condenada…

Dandy:- (Palmea al cordobés) ¿Ves? ¡Para esto hemos perdido Traslasierra…! Donde antes danzaban las
aguas cristalinas de los arroyitos menudos, donde olía el apetitoso sacrificio humeante de los corderos
asados, hoy se secan las orillas y se alzan los refinados restaurantes europeos replicando sus mejunjes
foráneos… ¡Siempre seremos hijos del amo!

Capitán:- No quiero quejas…

Dandy:- ¡La llaga de la lengua materna!

Capitán:- Basta…

Wolfiasky:- (Al Dandy que sigue aferrado al cordobés) Ojo la radiación… (El Dandy retira su mano del
hombro de Benavídez y la mira con asco) Hay que desahogarse, Perdomo… La desidia patria es
innegable…

Capitán:- Seguro... No digo lo contrario… Nuestra épica ha sido una tardanza enorme… Hemos rodeado
el triunfo para volver con las manos vacías… ¡pero los quiero con la frente en alto! ¡¿Me oyen?! ¡¡La
frente en alto, señores!! ¡Y no quiero quejas! Alistarse.

(Silencio fúnebre. Los hombres se disgregan y comienzan a equiparse para salir)

Cordobés:- (A Wolfiasky) ¿Y de qué viá vivir a la güelta, culiao?

Wolfiasky:- De lo mismo que hacías antes…

Cordobés:- Si no me han dejao ni el ranchito ande criaba la bataraza… ¡Lo’ poyito’…! (Llora)

Capitán:- ¡No quiero lágrimas! ¡A la suerte hay que mirarla a la cara!

Dandy:- (A Wolfiasky) Medio país vivía de eso… Se aprovecharon de la culpa al final, de la vorágine
ecologista… ¡Y estuvieron bien! Todos querían salvar al mundo, comer sano: ¡tarde piaste…! Vendían
pollos “orgánicos”… ¡Eran pollos comunes pintados con cúrcuma…! Je. Jajjajjaj… (Ríe. La carcajada
crece, es una risa nerviosa)

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Wolfiasky:- Tranquilo, Dandy…

Dandy:- ¡Cúrcuma! ¡JajajjajajaJAJAJ! (Risa brutal)

Wolfiasky:- Dandy, te va a hacer mal… (El Dandy ríe con odio, se revuelca por el piso)

Dandy:- ¡Orgánicos! ¡JAJAjajjajajaJAJAJ! (Risa enloquecida)

Capitán:- Basta, Dandy… ¡Basta! (Se lanza sobre él y lo abofetea, logra detenerlo) ¡Basta, te digo! ¡¿O
qué?! ¡¿Te pensabas que llegar al cielo era cosa de saltitos y rayuela?! ¡No, señor! ¡Este es el anhelo de
una nueva era, y ningún sueño se conquista sin traspiés! ¿Cuál es el problema? ¿Ahora hay que
retroceder? Insistiremos más adelante, mierda. Y si mañana ocurre otra desgracia, volveremos a
intentarlo. Porque ése es el destino patrio: fracasar de nuevo, fracasar mejor…

La apariencia:- Se encuentra pronosticada una tormenta solar para la dos mil cien… ustedes saben…
llamaradas de intensidad calórica... Les aviso por si quieren acelerar los preparativos.

Capitán:- Tiene razón… Vamos, muchachos. Coraje.

Cordobés:- Pa’ nosotro’ no hay ná… Así en la tieya como en el cielo…

(Los tripulantes, cansinos se disponen)

Capitán:- Lleven el abasto que quede en stock.

Wolfiasky:- ¿Y usted?

Capitán:- Yo… (Señala a la apariencia con la cabeza) Yo siempre he dependido de la amabilidad de los
extraños…

La apariencia:- Descuide. Con el cráneo estamos a mano…

(Conversan mientras preparan sus pertrechos)

Wolfiasky:- (Mirando de reojo a la apariencia) La próxima vez tendrían que mandar a una hembra
aunque sea…

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Dandy:- El objetivo no era poblar, era conquistar el desierto…

Wolfiasky:- Sí. Otro.

Dandy:- Otro. Sí. Y que después viniera lo demás… Lo que pasa es que estamos trabados… hace siglos,
siempre trabados. Todo urgido, siempre… Un presupuesto de malaria… Tecnología obsoleta…

Wolfiasky:- Dicen que el asentamiento de China tiene hasta casino…

Cordobés:- Ojetudos…

Dandy:- Qué destino trágico el nuestro…

Capitán:- Es lo que nos toca…

Dandy:- Siempre domando desiertos… Un desierto para la nación. ¿Y qué nación, al final? Ahora a vivir
entre chinos… Nos van a dejar acá… Con suerte, si podemos reproducirnos, va a ser trincándonos
chinitas… Una desgracia… Gauchos con ojos rasgados…

Wolfiasky:- (Pausa. Piensa) Los gauchos siempre tuvieron los ojos rasgados… Rasgaban la guitarra…
Las mujeres siempre fueron “las Chinas”…

Dandy:- Coincidencias… Yeites de la lengua hija… Lo único cierto es que hasta que decidan
devolvernos vamos a vivir entre chinos… Como esclavos, capaz… y entre chinos… que te entienden. Se
hacen los que no… pero te entienden…

(Cierran las mochilas, y recogen los cascos. Se preparan para partir)

Dandy:- (Al cordobés) ¿Listo, vos?

Cordobés:- Listo nomá’…

Capitán:- Señores, valor. Y que el reencuentro no se tarde.

Wolfiasky:- Antes… querría… Quiero despedirme de ella…

Dandy:- No es la chica, Wolfiaski, ¿no te das cuenta? Es la apariencia…


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Wolfiaski:- Dejáme… dejáme que le diga un par de cosas que no pude…

Dandy:- Es una proyección de tu marote…

Wolfiasky:- No importa, no me importa…

Dandy:- Te ponés en vergüenza, ¿qué es? ¿Un jueguito?

Wolfiasky:- Sí, un jueguito… Quiero jugar a que es ella, creer que es ella y decirle…

Dandy:- ¡Por favor!

Cordobés:- Dejeló…

Dandy:- Vos no te metas, apestado…

Capitán:- Déjelo hacer, Dandy… Catarsis.

Dandy:- Yo espero afuera… (Mira la nave con desprecio) No queda nada para decir: la lengua hija se
repliega, la madre le suelta la mano… ya no se entiende nada. (Escupe en el suelo y sale)

Cordobés:- Yo también me voy iendo, mi capitán…

Capitán:- Que la suerte nos vuelva a juntar.

Cordobés:- ¿Qué suerte…? (Pausa) Disculpe si le fui molestia… ¿sabe? Ió… (Benavídez solloza y sale)

Wolfiasky:- (Piensa. A la apariencia) Creo que… Me gustaría… me gustaría decirte un adiós enorme…
¿sabés? Despedirme de mi vida, de mi vida toda, de este amor entero que se va a tragar la oscuridad. Pero
no puedo, morocha: ya casi no sé hablar. (Sale. Quedan el capitán y la apariencia. Silencio)

Capitán:- Le agradezco la discreción.

La apariencia:- Tendría que haberles dicho la verdad.

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Capitán:- No. No podrían soportarla. (Va hasta el dispositivo de grabación del panel vertical. Lo
enciende y la cinta gira. Toma el receptor y graba con audible angustia en la voz) “Cierre de bitácora:
clausura de la expedición argentina en el planeta rojo. Imposibilidad de reestablecer contacto, diáspora de
la tripulación. Mensaje cifrado de la Base Ingeniero White: recibido y decodificado. Ultima necat: la
última es la que mata. Es decir, desastre terrícola irreversible. Es decir: detalles fatales desconocidos,
imposibilidad de retorno. Repito: desastre global. La Tierra se ha ido”. (Detiene el registro)

La apariencia:- (Por el ojo de buey) Mire. Una nube de polvo la envuelve, parece una luna en cuarto
creciente…

Capitán:- (A la apariencia) El tiempo es una simetría perversa. Y el hombre, un monigote de barro… se


muere para volver a la tierra… (Observa a través del ojo de buey) Allá van de nuevo. La patria
ambulante: otro puñado de muchachos que cruza esta pampa nueva. Caminan el desierto rojo, cortándolo
al medio: otra simetría perversa. (Se aleja de la ventana)

La apariencia:- Cuando Venus desapareció, nosotros también nos salvamos por estar lejos de casa. Todo
termina para volver a empezar. (Por el planeta Tierra que no deja de observar a través de la pequeña
abertura) Mire su planeta. Es como una mancha de tinta que lo ensucia… una media luna perfecta…

Capitán:- Oiga… Usted… ¿Sabe…? ¿Retiene algún tango de…?

La apariencia:- Varios.

Capitán:- Bien. Bien… Voy a pedirle que elija uno, y… que lo cante… No retroceda ante mis síntomas.
Es probable que me vea sufrir… no importa… Siga cantándolo una y otra vez. ¿Me haría ese favor?

La apariencia:- El cráneo.

Capitán:- Seguro: tome. (Le devuelve la calavera del simio) Cante y no se detenga. Hasta el final. (Va
hasta la bandera, la toma y se recuesta en el suelo, apoyada su cabeza en la pequeña celda del
marciano). Y al salir, por favor, liberen al nativo y sellen la nave. ¿Puede ser?

La apariencia:- (Sin dejar de mirar al cielo) ¿Está seguro?

Capitán:- ¿Hará eso por mí?

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La apariencia:- Sí. (Tiempo. Mirando siempre hacia el cielo, a través de la ventana.) Ojalá que la última
noche de la humanidad haya sido como cualquier otra. Que las madres les hayan cantado a sus hijos. Que
los padres hayan cerrado las puertas. Que la oscuridad haya corrido por las casas, que el silencio haya
silbado entre las plazas y las calles. Que las persianas hayan colgado como párpados frente a los
comercios, que el rocío haya mojado el asfalto por última vez. Y que la Tierra se haya dormido para
siempre, sin saberlo.

Capitán:- (Acaricia la caja del marciano. Se abstrae, habla para sí mientras se cubre con la bandera)
Ojalá pueda dormir, esa morocha, Tierra mía… la madre Tierra… ¿no? Eso de ahí…

La apariencia:- Mire… Ya casi se cierra… un cuarto menguante…

Capitán:- (Con su mano tierna sobre la cárcel del cautivo, ido) Y el futuro, ¿no? No, ya… Como un
suelo… ¿Un suelo, dije? No. Decir: un sueño. Yo soñé… es decir: algo ha muerto…

La apariencia:- (Mirando hacia afuera) Ya no hay nada: un cielo vacío.

Capitán:- Vacío… ya. (Tiende la bandera sobre su rostro. Es un túmulo fúnebre cubierto por el emblema
nacional. Silencio. La apariencia comienza a cantar con voz plena el tango “Lejana tierra mía”, de
Carlos Gardel y Alfredo Le Pera. La bandera argentina vibra: debajo de ella se adivina el llanto del
capitán, los estertores postreros de su agonía. Las luces de la cápsula parpadean, oscuridad)

FIN

60
POST SCRIPTUM PARA SER LEÍDO CUANDO TODO VUELVA A INICIARSE

Todas las cosas nobles tienen una sombra de melancolía.


Germán Melville, Moby Dick1

Recordar el futuro implica un enorme trabajo. La tentación de adivinarlo intenta salvar los escollos. Esta
bufonada trágica que narra la llegada de los cuatro primeros astronautas argentinos a Marte, fue escrita
probablemente por un dramaturgo… es decir, un “cronista” ávido de falsedad. Su misión historiográfica
de registrar los hechos a partir de unos pocos datos que han logrado trascender, fue cruelmente trastocada
por la cruza insólita de la ironía con la nostalgia. Sin embargo -y vale la pena arrojar un manto de piedad
sobre su ignominia-, no carece de sentido el brebaje que ha volcado de su propia cosecha: la aventura
patriótica de la colonización marciana se exhibe inmersa en el problema consecuente de la lengua que se
pierde, la cual -como ha dicho Agamben siglos atrás- retrocede hasta volverse in-fante, hasta desaparecer
en el silencio eterno. La lengua siempre escapa al sujeto: el psicoanálisis acorraló a los antiguos hombres
con este reproche que logró contenerlos y desvalijarlos. La lengua vive del aire y del tiempo, dos
elementos problemáticos en el espacio exterior: en ese contexto, entonces, morirse es hacer silencio, un
silencio de niño gritón reprendido finalmente por la historia. Sin embargo, es nuestro deber recordar que
ninguna idea carece de fuentes y que en los clásicos estaba ya la base que sustenta esta épica del fracaso
humano, esta distopía irreverente de la patria. Si la infamia pudiera llevar epígrafes, dos nombres
deberían coronar el texto que precede a este post scriptum. Y serían:

Tuñón + Rilke = ¿ !!!!!!!!!! ?

"Todo hombre en el final minuto de su invierno


piensa en algo lejano cuando muere.
Y la muerte es el último país que el niño
inventa."
González Tuñón, "Los sueños de los niños inventando países" (1969)

"La verdadera patria del hombre es la infancia"


Rilke, "Cartas a un joven poeta" (1903-1908)

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Novela española que ha sufrido la pérdida irremediable de sus capítulos finales. Si bien quedan sólo dos ejemplares impresos
en Madrid durante el siglo XXI, se considera que fue muy divulgada desde su escritura en el XIX.
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