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3.Conclusión
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades de transmisión sexual (abreviadas ETS, también conocidas
como infecciones de transmisión sexual ITS) son consideradas uno de los
problemas de salud mundial más importantes de nuestra época. Al tener
relaciones sexuales no solamente por necesidad reproductiva, sino también por
placer, los seres humanos propagan estas enfermedades fácilmente de persona a
persona si no se llevan a cabo los cuidados pertinentes, y en algunos casos, estos
cuidados no son suficientes para evitar su propagación, ya que el simple contacto
de piel a piel puede generar infección.
Muchas de estas enfermedades son asintomáticas por un largo periodo de tiempo
en la gran mayoría de los pacientes, lo que lleva a creer que el individuo se
encuentra sano y tenga relaciones sexuales sin protección, contagiando a la
pareja sexual. Además, hoy en día, se ha incrementado el número de parejas
sexuales que una persona llega a tener, agravando el problema ya que una sola
persona puede contagiar a la totalidad de sus parejas sexuales por malos hábitos;
entre ellos se encuentran el no utilizar condón, no realizarse pruebas clínicas
contra ETS periódicamente y el ignorar los síntomas de una ETS una vez que
estos se presentan.
Objetivo general
Las investigaciones sobre educación sexual se han enfocado en si los programas
ayudan a las personas jóvenes a cambiar comportamientos específicos
relacionados a prevenir un embarazo o las enfermedades de transmisión sexual
como:
Dilatar el sexo hasta ser mayores
Utilizar condones y anticonceptivos cuando tienen sexo
Reducir la frecuencia con que tienen sexo
Reducir el número de parejas sexuales
El presente material "SEXUALIDAD Y JUVENTUD: GUÍA EDUCATIVA PARA UN SEXO
MÁS SEGURO" constituye un Material Didáctico para la formación de Agentes de Salud
(Personal Sanitario, Personal Docente, Trabajadores Sociales, Mediadores Socio-
Culturales, etc.) en la Prevención de conductas de riesgo asociadas a la sexualidad; que
pretende canalizar las acciones previstas por el Plan de Salud de Canarias y por el Plan
Canario de Educación y Atención a la Sexualidad Juvenil.
Para alcanzar dicho Objetivo General, están planteados los siguientes Objetivos
Específicos:
1. Aportar información sobre fertilidad y métodos anticonceptivos, ITS.
2. Estudiar los factores que intervienen en el comportamiento de riesgo.
3. Aportar técnicas que permitan abordar las conductas preventivas.
4. Definir el papel del Agente de Salud
Útero
Órgano hueco en forma de pera invertida. Posee tres capas: la externa serosa que
no es más que el peritoneo que lo recubre, una capa muscular con fibras
dispuestas en varias direcciones y que actúan en el mecanismo del parto y una
capa mucosa llamada endometrio; éste sufre modificaciones durante el ciclo
menstrual. Posee un cuello o cérvix, un canal cervical, se continúa con la porción
llamada istmo y en la parte más alta el fondo uterino. En los ángulos superiores se
encuentran dos orificios que son la desembocadura de las trompas uterinas.
Trompas o tubas uterinas
Estructuras tubulares que constan de una porción intersticial dentro del cuerpo
uterino, una porción estrecha el istmo, un segmento ampular y uno terminal
denominado infundíbulo provisto de prolongaciones múltiples llamadas fimbrias,
cuya misión es captar al óvulo para ser transportado por la trompa hasta la
cavidad uterina.
Ovarios o gónadas femeninas
Órganos glandulares situados a ambos lados por debajo de las fimbrias y que
tienen una doble función: la producción de óvulos y la de hormonas estrógenos y
progesterona ambas funciones reguladas por las hormonas hipofisiarias durante el
ciclo menstrual.
Enfermedades de transmisión sexual
Herpes simple
l herpes es una infección causada por un virus herpes simple (VHS). El herpes
bucal provoca llagas alrededor de la boca o en el rostro. El herpes genital es una
enfermedad de transmisión sexual (ETS). Puede afectar los genitales, las nalgas o
el área del ano. Otras infecciones por herpes pueden afectar los ojos, la piel u
otras partes del cuerpo. El virus puede ser peligroso en recién nacidos o en
personas con sistemas inmunes debilitados.
Existen dos tipos de herpes simple:
El herpes simple tipo 1 frecuentemente causa llagas labiales. También
puede causar herpes genital.
El herpes simple tipo 2 frecuentemente es el que causa el herpes genital,
pero también puede afectar la boca.
El herpes simple se contagia por contacto directo. Algunas personas no tienen
síntomas. Otras presentan llagas cerca del área por la cual penetró el virus al
cuerpo. Éstas se convierten en ampollas que causan picazón y dolor y
posteriormente se curan.
La mayoría de las personas tiene brotes varias veces al año. Con el transcurso del
tiempo, los brotes se hacen menos frecuentes. Los medicamentos que ayudan al
cuerpo a combatir el virus pueden ayudar a mejorar los síntomas y disminuir los
brotes.
Herpes neonatal
El virus del herpes simple (VHS) también puede causar una infección grave en un
bebé recién nacido. Esto sucede más a menudo si la madre contrajo
recientemente esta infección.
La sepsis neonatal de aparición temprana se presenta más a menudo dentro de
las 24 a 48 horas del nacimiento. El bebé contrae la infección de la madre antes
de nacer o durante el parto. Los siguientes factores incrementan en un bebé el
riesgo de padecer una sepsis bacteriana de aparición temprana:
Colonización de estreptococos del grupo B durante el embarazo
Parto prematuro
Rompimiento de fuente (ruptura de membranas) que dura más de 18 horas
antes del nacimiento
Infección de tejidos de la placenta y líquido amniótico (corioamnionitis)
Los bebés con sepsis neonatal de aparición tardía resultan infectados después del
parto. Los siguientes factores aumentan en un bebé el riesgo de padecer este tipo
de sepsis:
Tener un catéter en un vaso sanguíneo durante mucho tiempo
Permanecer en el hospital por un período de tiempo prolongado
Síntomas
Los bebés con sepsis neonatal pueden tener los siguientes síntomas:
Cambios en la temperatura corporal
Problemas respiratorios
Diarrea
Glucemia baja
Movimientos reducidos
Reducción en la succión
Convulsiones
Frecuencia cardíaca lenta
Área ventral hinchada
Vómitos
Piel y esclerótica de color amarillo (ictericia)
Pruebas y exámenes
Los exámenes de laboratorio pueden ayudar a diagnosticar la sepsis
neonatal e identificar la causa de la infección. Los exámenes de sangre
pueden incluir:
Hemocultivo
Proteína C reactiva
Conteo de glóbulos blancos (CGB)
Si el bebé tiene síntomas de sepsis, se llevará a cabo una punción lumbar
(punción raquídea) para examinar el líquido cefalorraquídeo en búsqueda
de bacterias. Se pueden hacer cultivos de piel, heces y orina para el virus
del herpes, especialmente si la madre tiene un antecedente de infección.
Si el bebé tiene tos o problemas respiratorios, se tomará una radiografía del
tórax.
Los urocultivos se realizan en bebés que tienen más de unos cuantos días
de edad.
Tratamiento
Los bebés menores de 4 semanas que tienen fiebre u otros signos de
infección reciben antibióticos intravenosos (IV) de inmediato. (Los
resultados de laboratorio pueden tardar de 24 a 72 horas). Los recién
nacidos cuyas madres hayan tenido corioamnionitis o que hayan estado en
un alto riesgo por otras razones también recibirán antibióticos al principio,
incluso si no tienen síntomas.
El bebé recibirá antibióticos por hasta 3 semanas si se encuentran bacterias
en la sangre o en el líquido cefalorraquídeo. El tratamiento será más corto
si no se encuentran bacterias.
Una medicina antiviral llamada aciclovir se usará para las infecciones
causadas por VHS. Los bebés mayores que tengan resultados del
laboratorio normales y que solo hayan tenido fiebre pueden no recibir
antibióticos. En lugar de esto, el niño puede ir a casa y regresar para
consultas de seguimiento.
Los bebés que necesiten tratamiento y que ya hayan ido a casa después de
nacer a menudo serán hospitalizados para realizarles un monitoreo.
Cáncer cervical
El cérvix o cuello uterino es la parte más baja del útero, es el lugar en donde crece
el bebé durante el embarazo. El cáncer de cuello uterino es causado por un virus
llamado virus del papiloma humano (VPH). Este virus se contagia por contacto
sexual. El cuerpo de la mayoría de las mujeres es capaz de combatir la infección
de VPH. Pero algunas veces, el virus conduce a un cáncer. Las mujeres que
tienen mayor riesgo son las que fuman, las que han tenido muchos hijos, las que
han utilizado pastillas anticonceptivas por mucho tiempo o las que tienen una
infección por VIH.
Es posible que, en un principio, el cáncer de cuello uterino no cause síntomas,
pero más adelante puede haber dolor en la pelvis o sangrado vaginal. Suele tomar
varios años para que las células normales del cuello uterino se conviertan en
células cancerosas. El médico puede encontrar células anormales haciendo una
citología vaginal o Papanicolau (Pap) al examinar las células del cuello uterino.
También, puede pedirle que se realice un examen de VPH. Si los resultados son
anormales, usted necesitará una biopsia u otros exámenes.
Hacerse exámenes con regularidad, permitirá a su doctor encontrar y tratar
cualquier problema antes que se convierta en cáncer.
El tratamiento puede incluir cirugía, terapia de radiación, quimioterapia o una
combinación de estos. El tratamiento dependerá del tamaño del tumor, si el cáncer
se ha propagado o si usted quisiera quedar embarazada más adelante.
Las vacunas pueden proteger contra varios tipos de VPH, incluyendo algunos que
causan cáncer.
Sífilis
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria.
Infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta tanto a los hombres
como a las mujeres. Por lo general se adquiere por contacto sexual con una
persona que la tiene. También puede pasar de la madre al bebé durante el
embarazo.
La etapa temprana de la sífilis suele causar una llaga única, pequeña e indolora.
Algunas veces, causa inflamación de los ganglios linfáticos cercanos. Si no se
trata, generalmente causa una erupción cutánea que no pica, frecuentemente en
manos y pies. Muchas personas no notan los síntomas durante años. Los
síntomas pueden desaparecer y aparecer nuevamente.
Las llagas causadas por la sífilis facilitan adquirir o contagiar el VIH durante las
relaciones sexuales. Si está embarazada, la sífilis puede causar complicaciones.
En casos raros, la sífilis causa problemas de salud serios e incluso la muerte.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad se cura fácilmente con antibióticos. El uso
correcto de preservativos de látex disminuye enormemente, aunque no elimina, el
riesgo de adquirir y contagiarse la sífilis. La forma más confiable de evitar la
infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
Tricomoniasis
La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual causada por un
parásito. Se contagia de persona a persona a través de relaciones sexuales.
Muchas personas no muestran síntomas. Si presenta síntomas, aparecen entre 5
y 28 días después de la infección.
Puede causar vaginitis en las mujeres. Los síntomas incluyen:
Secreción vaginal verdosa o amarillenta
Molestia durante las relaciones sexuales
Olor vaginal
Dolor al orinar
Comezón, ardor y dolor en la vagina y la vulva
La mayoría de los hombres no presenta síntomas. Si los tienen, pueden presentar:
Comezón o irritación dentro del pene
Ardor después de orinar o eyacular
Secreción del pene
La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras
enfermedades de transmisión sexual. Las mujeres embarazadas con tricomoniasis
tienen más probabilidades de dar a luz en forma prematura, y es más probable
que sus bebés tengan bajo peso al nacer.
Las pruebas de laboratorio pueden indicar si usted tiene la infección. Se trata
con antibióticos. Si está infectado, usted y su pareja deben someterse a
tratamiento.
El uso correcto de preservativos de látex reduce enormemente, aunque no
elimina, el riesgo de contraer y contagiar la tricomoniasis. La forma más confiable
de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
Clamidia
¿Qué es la clamidia?
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la
bacteria Chlamydia trachomatis. Puede infectar a hombres y mujeres. Las mujeres
pueden contraer clamidia en el cuello del útero, el recto o la garganta. Los
hombres pueden contraer clamidia en la uretra (el interior del pene), el recto o la
garganta.
¿Cómo se contrae la clamidia?
Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que
tiene la infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante
el parto.
Si usted tuvo clamidia y fue tratado en el pasado, puede re-infectarse si tiene
relaciones sexuales sin protección con alguien infectado.
¿Quién está en riesgo de contraer la infección por clamidia?
La clamidia es más común en personas jóvenes, especialmente mujeres. Es más
probable que usted se contagie si no usa siempre un condón, o si tiene múltiples
parejas.
¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?
En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que puede no darse cuenta
que la tiene. Las personas con clamidia sin síntomas pueden infectar a otros. Si
usted tiene síntomas, éstos pueden aparecer varias semanas después de tener
relaciones sexuales con una pareja infectada.
Los síntomas en las mujeres incluyen:
Flujo vaginal anormal, que puede tener un fuerte olor
Sensación de ardor al orinar
Dolor durante las relaciones sexuales
Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, dolor
durante las relaciones sexuales, náuseas o fiebre.
Los síntomas en los hombres incluyen:
Secreción del pene
Sensación de ardor al orinar
Ardor o picazón alrededor de la abertura del pene
Dolor e inflamación en uno o ambos testículos, aunque esto es menos
común
Si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado
tanto en hombres como en mujeres.
¿Cómo puedo saber si tengo clamidia?
La clamidia se diagnostica con pruebas de laboratorio. Su médico puede pedirle
una muestra de orina. En mujeres, a veces se utiliza un hisopo de algodón para
obtener una muestra de la vagina para detectar clamidia.
¿Quién debe hacerse la prueba de la clamidia?
Usted debe acudir a su proveedor de salud para un examen si presenta síntomas
de la clamidia, o si su pareja tiene una enfermedad de transmisión sexual. Las
mujeres embarazadas deben hacerse una prueba cuando van a su primera visita
prenatal.
Las personas en mayor riesgo que deben ser evaluadas para detectar clamidia
cada año son:
Mujeres sexualmente activas de 25 años o menos
Mujeres mayores que tienen nuevas o múltiples parejas sexuales, o una
pareja con una enfermedad de transmisión sexual
Hombres que tienen sexo con hombres (HSH)
Conclusión
La mayoría de las ETS afectan tanto a hombres como a mujeres, pero en muchos
casos los problemas de salud que provocan pueden ser más graves en las
mujeres. Si una mujer embarazada padece de ETS, puede causarle graves
problemas de salud al bebé.
Los antibióticos pueden tratar las ETS causadas por bacterias o parásitos. No hay
cura para ETS causada por un virus, pero los medicamentos pueden ayudar con
los síntomas y mantener la enfermedad bajo control.
El uso correcto de preservativos de látex reduce enormemente, aunque no
elimina, el riesgo de adquirir y contagiarse con ETS. La forma más confiable de
evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
Algunas de las siguientes enfermedades, como la hepatitis, también pueden
transmitirse sin contacto sexual, al entrar en contacto con la sangre de una
persona infectada. Otras, como la gonorrea, solo pueden transmitirse a través del
contacto sexual.
La clamidia es una infección bacteriana del aparato genital. La clamidia puede ser
difícil de detectar porque las infecciones en los primeros estadios suelen causar
pocos signos y síntomas o no presentar ninguno. Cuando aparecen, en general,
comienzan de una a tres semanas después de haber estado expuesto a la
clamidia. Incluso cuando se manifiestan, estos signos y síntomas en general son
moderados y desaparecen, lo que hace más fácil que pasen desapercibidos.
Estos son algunos de los signos y síntomas:
Micción dolorosa
Dolor en la parte baja del abdomen
Flujo vaginal en mujeres
Secreción del pene en hombres
Dolor durante las relaciones sexuales en las mujeres
Sangrado entre períodos menstruales
Dolor testicular en hombres
La gonorrea es una infección bacteriana del aparato genital. También puede
afectar la boca, la garganta, los ojos y el ano. Por lo general, los primeros
síntomas de la gonorrea aparecen en un plazo de 10 días después de la
exposición. Sin embargo, algunas personas pueden haber estado infectadas
durante meses antes de presentar signos o síntomas.
Los signos y síntomas de la gonorrea son los siguientes:
Secreción espesa, turbia o con sangre del pene o de la vagina
Dolor o sensación de ardor al orinar
Sangrado menstrual intenso o sangrado entre períodos menstruales
Dolor o hinchazón de los testículos
Evacuaciones intestinales dolorosas
Picazón anal
La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual frecuente causada por un
parásito unicelular microscópico denominado «Trichomonas vaginalis». Este
organismo se propaga durante el acto sexual con una persona que ya tiene la
infección.
En los hombres, el microorganismo generalmente infecta las vías urinarias, pero a
menudo no causa síntomas. En las mujeres, la tricomoniasis generalmente infecta
la vagina. Cuando la tricomoniasis causa síntomas, estos pueden aparecer en el
plazo de 5 a 28 días de exposición y comprenden de irritación leve a inflamación
intensa.
Estos son algunos de los signos y síntomas:
Secreción vaginal transparente, blanca, verdosa o amarillenta
Secreción del pene
Fuerte olor vaginal
Picazón o irritación vaginal
Picazón o irritación dentro del pene
Dolor durante las relaciones sexuales
Micción dolorosa