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UNIVERSIDAD TECNICA DE MANABÍ

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD

NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

MATERIA

NUTRICIÓN CLÍNICA 2

DOCENTE

DRA JOHANA ALCIVAR

ALUMNA

JOSSELYN VÉLEZ CEDEÑ0

NIVEL

SEPTIMO “B”

PERIODO

MAYO-SEPTIEMBRE 2022
SOPORTE NUTRICIONAL EN INSUFICIENCIA RENAL AGUDA.

La Insuficiencia renal aguda es considerada como un factor de riesgo independiente de


morbilidad y mortalidad hospitalaria, la cual suele presentarse con más frecuencia en la
unidad de cuidados intensivos y se da según las comorbilidades asociadas a este tipo de
pacientes.

Por lo cual es necesario evaluar las consecuencias de la falla renal aguda, teniendo en
cuenta el desequilibrio electrolítico, defectos en el balance hídrico y en el estado ácido-
base, alteraciones metabólicas y nutricionales asociadas, hipercatabolismo y la
consecuente desnutrición calórico proteica, la cual representa un problema central en este
tipo de pacientes al tener una taza alta de incidencia.

El rol del soporte nutricional en IRA se presenta en el contexto de inflamación y estrés


oxidativo, que supone un déficit proteico de estos pacientes, el estado hipercatabólico
sumado a una baja ingesta lleva al paciente a un alto riesgo de desnutrición y desnutrición
proteica severa, siendo esta última dada por resultados por factores como desnutrición
previa, enfermedad hipercatabólicas con sepsis, trauma, cirugía, quimioterapia, acidosis,
pérdidas sanguíneas, pérdidas nutricionales secundario a la hemodiálisis, entre otras.

La función del soporte nutricional en este tipo de pacientes se centra en controlar el


hipercatabolismo a través del aporte calórico proteico para lograr un balance nitrogenado
positivo, mantener la masa muscular, evitar la sobrecarga nutricional y prevenir
alteraciones metabólicas (como aumento del nitrógeno ureico en sangre, hiperglicemia,
alteraciones electrolíticas), por lo tanto, una correcta alimentación va a favorecer en la
salud general del paciente, contribuirá a mejorar la respuesta inmune, disminuir el estado
inflamatorio, optimizar la actividad antioxidante y disminuir la mortalidad.

La IRA causa alteraciones en el metabolismo de los hidratos de carbono,proteínas y


lípidos, todos ellos en conjunto explican el catabolismo del tejido musculoesquelético con
aumento del recambio aminoacídico, balance nitrogenado negativo, hiperglicemia,
resistencia insulínica, alteración del metabolismo lipídico, alteración del agua corporal,
alteraciones electrolíticas y del estado ácido base. Recalcando que es de conocimiento
general que el riñón participa en la regulación de los niveles plasmáticos de glucosa por
medio de neoglucogénesis y metabolismo de la insulina. Por lo cual es importante
reconocer que el papel del nutricionista es de vital importancia para el control de la
enfermedad y la evolución de la misma.
De manera consecuente, las necesidades de macronutrientes no son mayormente alterada
a la de otros pacientes críticos, con una pequeña variabilidad en el aporte proteico. De
esta manera se sugiere que los carbohidratos correspondan al 50% de los requerimientos
energéticos totales, lípidos en valores estándar con la precaución de no aumentar los
niveles plasmáticos de triglicéridos. Y Por último proteínas, que es uno de los aspectos
más relevantes, de las cuales su aporte está encaminado a alcanzar un balance nitrogenado
positivo, pero que a su vez no sobrecargue metabólicamente al paciente. La sugerencia
del aporte proteico para pacientes sin diálisis es de 0,6-0,8 gr/kg peso, máximo 1 gr/kg
peso, y para pacientes con diálisis la sugerencia es aportar entre 1,5-1,8 gr/kg peso,
máximo 2,5 gr/kg peso, considerando además las pérdidas por el procedimiento dialítico
en sí mismo.

En cuanto a vitaminas y oligoelementos va a depender del estado de complejidad de la


enfermedad, por el elevado estrés oxidativo, el riesgo de déficit y déficit como tal son la
vitamina C, ácido fólico y tiamina, principalmente por pérdidas en las diálisis. También
ha sido estudiado el déficit de la vitamina A, D3 y vitamina E.

En cuanto a la indicación y vía de alimentación en el paciente con insuficiencia renal


aguda va a depender de la función e indemnidad del tracto gastrointestinal que de la
función renal. En la IRA la vía de elección es la enteral, pero en caso que sean
insuficientes los aportes logrados por esta vía, se podría proponer el uso de alimentación
parenteral.

En conclusión, la IRA es una patología habitual de observar en pacientes críticos y en ese


contexto el hipercatabolismo es un factor de riesgo para desnutrición. Uno de los
objetivos del soporte nutricional en la IRA es lograr realizar un aporte proteico que
permita alcanzar balances nitrogenados positivos y prevenir y actuar sobra la desnutrición
del paciente. Por lo cual la nutrición juega un rol importante para mantener la enfermedad
y su deterioro, garantizando a su vez un mejoramiento en la calidad de vida del paciente.

Bibliografía.

Olivos Cristina. Soporte nutricional en la insuficiencia renal aguda. Revista Médica


Clínica Las Condes. 2010.

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