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Sin duda la atención adecuada del paro cardiaco aumentará las posibilidades de mortalidad del
paciente, pero un porcentaje muy alto de estos presentan datos de inestabilidad en un periodo
previo de entre 6 a 24 horas, por lo que es muy importante no solo saber reconocer los signos
de inestabilidad, sino saber tratarlos. Aunque un porcentaje alto de pacientes críticos se
encontrarán en Departamentos de Urgencias o Unidades de Terapia Intensiva, otros estarán
en Hospitalización, Quirófano, área de recuperación y en Ambiente prehospitalario, por lo que
es indispensable que cualquier personal de la salud logre identificar e iniciar tratamiento de
este tipo de pacientes.
Las mejoras esperadas con la implementación del curso taller MHEGAS es reducir al mínimo el
tiempo entre la aparición de los signos y síntomas clínicos, correcto diagnostico y tratamiento
del paciente con inestabilidad hemodinámica, usando las herramientas diagnosticas acorde a
nuestro medio, implementando así las intervenciones individualizadas acorde a cada paciente.
Este curso tiene como profesores fundadores al Dr. Sergio Edgar Zamora Gómez, Dr. Orlando
Rubén Pérez Nieto y Eder Iván Zamarrón López, teniendo el primer curso en Hospital Central
de San Luis Potosí, el día 28 de Mayo de 2017.
Los autores
Capitulo 1
GASTO CARDIACO APLICADO A LA CLINICA……………………………………. 4
Sergio Edgar Zamora Gómez
Capitulo 2
CHOQUE. DEFINICIÓN, IDENTIFICACIÓN Y CLASIFICACIÓN………………………... 9
Orlando Rubén Pérez Nieto
Capitulo 3
EVALUACION HEMODINAMICA EN ESCENARIOS DE RECURSOS LIMITADOS………… 14
Sergio Edgar Zamora Gómez
Capitulo 4
EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE…………………………………………………… 20
Orlando Rubén Pérez Nieto
Capitulo 5
MONITOREO HEMODINÁMICO ECOGUIADO Y OTRAS UTILIDADS EN AREAS CRÍTICAS... 29
Eder Iván Zamarrón López/ Héctor Valenzuela Suarez
Capitulo 6
INTEGRACIÓN DEL MANEJO DEL PACIENTE CON INESTABILIDAD HEMODINAMICA…... 46
Eder Iván Zamarrón López
El gasto cardiaco (GC) puede ser analizado y estimado desde diferentes niveles de profundidad
fisiológica y tecnológica, sin embargo todos y cada uno de ellos carecen de perfección en su
abordaje, sobre todo por la utilización de variables inferidas estandarizadas que se aplican de
manera uniforme en aquellos que se basan solamente en obtención mediante cálculos o
“talleres”. El advenimiento de la tecnología ha permitido un abordaje más aproximado a la
fisiología cardiovascular, sin embargo los algoritmos por los cuales se rigen no están exentos
de alteraciones en sus estimaciones debido a varias situaciones clínicas que no son
infrecuentes en el paciente críticamente enfermo, además de la limitada disponibilidad, derivada
del alto costo de la mayoría de ellos. Ningún abordaje, cualquiera que sea, tiene un impacto en
la evolución del paciente si no tiene una aplicación clínica, el objetivo del presente texto es
brindar herramientas tangibles para realizar un abordaje clínico del gasto cardiaco.
Este abordaje nos permite considerar que el gasto cardiaco se va a mantener a expensas
principalmente del VS, y que cualquier alteración en éste, se verá reflejado en la FC. El volumen
VS que es eyectado del corazón determinado número de veces por minuto, es decir la FC, debe
generar como resultado de la interacción con la resistencia vascular sistémica (RVS) una
presión resultante, es decir la Presión Arterial Media (PAM), la cual debe asegurar la perfusión
de todos los órganos del cuerpo. Cuando un paciente tiene un VS reducido la respuesta
compensadora es el incremento de la FC, para mantener un GC constante y generar una PAM
perfusora, cuando ésta última no se logra, estamos hablando de un estado de choque. Cuando
un paciente tiene una función contráctil incrementada como en el caso de pacientes atletas, la
FC tiende a ser baja ya que no se requiere más para mantener un GC constante y una PAM
perfusora. Existe una condición particular en la cual el VS puede estar normal o incrementado,
Dado lo anterior, nos centraremos en los factores que determinan el VS, el primero de ellos es
el volumen de llenado de las cavidades cardiacas y que genera tensión y estiramiento de la
fibra miocárdica en condiciones de reposo; ese volumen de llenado es lo que conocemos como
precarga. La precarga por lo tanto genera tensión en la fibra miocárdica y tiene en condiciones
de normalidad relación directa con el VS, es decir a mayor volumen de precarga mayor el VS
eyectado, sin embargo cada corazón sano o enfermo tiene un límite de tolerancia de precarga,
el cual si es rebasado el VS ya no incrementa, incluso se reduce, generando caída del GC; esto
sucede en la falla cardiaca aguda.
Por otro lado la función ventricular también interviene en el VS eyectado; cuando el corazón
tiene disminución de la fuerza contráctil, aun incluso en condiciones de precarga normal, el VS
puede ser inferior a lo esperado, es la llamada Insuficiencia Cardiaca con Función Sistólica
alterada, la cual frecuentemente se acompaña de hipertrofia ventricular excéntrica o dilatada.
Cuando el corazón es sometido a incremento de las RVS de forma crónica como en los pacientes
con hipertensión arterial sistémica, en fases iniciales existe una hipertrofia ventricular
compensadora caracterizada por hipertrofia concéntrica, la cual mantiene la función sistólica
preservada, incluso incrementada, pero reduce el tamaño de la cavidad ventricular, y por lo
tanto el volumen de llenado máximo, lo que condiciona que el VS pueda verse reducido; éstos
pacientes usualmente presentan un corazón con disminución en su capacidad de relajación
miocárdica. En el último caso el mecanismo compensador esperado es el incremento de la FC
para mantener constante el GC, sin embargo, a medida que la FC se incrementa, el tiempo de
llenado del ventrículo se reduce y por lo tanto el volumen de llenado también se ve reducido y
por ende el VS también se verá reducido.
Finalmente cuando precarga y función ventricular están preservadas, la FC por si sola puede
generar alteración en el GC, cuando es muy alta la FC genera llenado ventricular escaso y VS
insuficiente, y cuando la FC es muy baja a pesar que el VS sea adecuado, el GC se encontrará
reducido a expensas de la FC.
Cuando se está frente a un paciente, sobre todo crítico, lo más importante no es conocer el
valor numérico del GC, sino determinar si el GC que está generando el sistema cardiovascular
del paciente es adecuado y suficiente para mantener la perfusión tisular sistémica.
La primera valoración es la clínica la cual se fundamenta en la exploración de tres “ventanas”
es decir datos que reflejan la perfusión sistémica, la primera es la ventana neurológica, e implica
que el paciente tenga integridad neurológica sobre todo del estado de conciencia. La segunda
ventana es la renal, la cual se valora mediante los flujos urinarios que deben de ser acorde al
volumen ingresado al paciente. La tercera ventana es la cutánea, la cual suele valorarse
mediante la temperatura dérmica y mediante la coloración de la piel, específicamente la
presencia de piel marmórea implica disminución de la perfusión tisular.
En caso de que se cuente con datos clínicos francos de hipoperfusión o que no se tenga certeza
de la misma existen herramientas bioquímicas accesibles sobre todo en los pacientes críticos,
tales como el nivel sérico de lactato, el cual debe ser menor de 2 mmol/L, y el más certero en
la actualidad el cual es medir la diferencia de la presión parcial de CO2 a nivel venoso (de
preferencia medido en una muestra venosa central) y restarle el valor de la presión parcial de
CO2 a nivel arterial; la diferencia venoarterial de pCO2 no debe ser mayor de 6 mmHg, en caso
de ser superior a 6 mmHg existen tres posibilidades de hipoperfusión, la primera GC
inadecuado, la segunda disfunción mitocondrial, y la tercera la suma de la primera y la segunda.
Otra valoración bioquímica es la diferencia arteriovenosa de oxígeno, la cual se obtiene
restando al contenido arterial de oxígeno el contenido venoso de oxígeno; el valor normal es
de 3-5 mmHg, cuando es menor de 3 mmHg suele asociarse a un gasto cardiaco alto. Otra
herramienta bioquímica es la diferencia entre la saturación venosa central de oxígeno (SVcO2)
y la saturación arterial de oxígeno (SaO2), el valor normal es de 20-30%, cuando es menor de
20% se asocia a gasto cardiaco alto y cuando es mayor de 30% suele asociarse a gasto
cardiaco bajo.
En la actualidad existen múltiples tecnologías que permiten la estimación del GC, cobran
importancia aquellas que se pueden realizar a la cabecera del paciente y con la menor invasión
posible, obteniendo la mayor cantidad de información posible; es así que la ultrasonografía se
ha convertido en un aliado fundamental para el médico que atiende pacientes críticos para
valorar GC y las determinantes del mismo, lo cual se explicará en capítulos posteriores con
detalle.
Conclusiones
Bibliografía recomendada:
1. Cecconi M, De Backer D, Antonelli M, Beale R, Bakker J, Hofer C, et al. Consensus on circulatory shock
and hemodynamic monitoring. Task force of the European Society of Intensive Care Medicine. Intensive
Care Med (2014) 40:1795–1815DOI: 10.1007/s00134-014-3525-z
2. Guyton. Tratado de Fisiología Médica. 12Ed
Definiciones.
Choque:
• Estado de disminución de energía, caracterizado por una disminución de producción de
ATP (trifosfato de adenosina), con aumento de la demanda metabólica celular.
• Estado de profunda y amplia reducción de perfusión tisular efectiva, ocasionando un
desbalance entre el aporte de Oxígeno (DO2) y el consumo del mismo (VO2), conocido
como disoxia, que lleva a daño celular reversible y posteriormente irreversible.
El oxígeno es el sustrato que las células ocupan para el metabolismo aerobio, del cual depende
la integridad celular. Los tejidos reciben una cantidad de oxígeno que iguala los requerimientos
metabólicos. Si el suplemento falla, la hipoxemia lleva a las células a realizar un metabolismo
anaeróbico parcialmente compensatorio, producción de Lactato y acumulación de metabolitos
que pueden llegar a ser citotóxicos.
Se basa en parámetros clínicos obtenidos con la exploración física, y paraclínicos con estudios
de laboratorio.
Signos y síntomas:
• Estado mental alterado (Somnolencia, Estupor, Coma)
• Hipotermia
• Taquipnea (Frecuencia Respiratoria > 22 rpm)
• Taquicardia (Frecuencia Cardiaca > 100 lpm)
• Hipotensión arterial (Tensión Arterial Sistólica < 90 mmHg)
• Llenado capilar retardado (> 3 segundos)
• Oliguria (< 400 ml en 24 h)
Estudios paraclínicos.
• Lactato > 2 mmol/l = Choque
• Existen varios estudios complementarios que nos pueden ayudar a identificar el origen
del choque, sus complicaciones o su magnitud, tales como Hematócrito, Hemoglobina,
Creatinina, Presión arterial de Oxígeno (PaO2), Saturación venosa central de Oxígeno
(SvcO2), Capnografía, etc. sin embargo, ninguno de ellos se utiliza como diagnóstico.
Si el estado de choque se deja evolucionar libremente, conduce a falla orgánica múltiple (DOM)
y posteriormente a la muerte.
Clasificación
Clasificar el estado de choque es de gran utilidad, dado que nos orienta hacia el diagnóstico
etiológico desencadenante y al tratamiento que debemos utilizar para revertirlo, es de suma
importancia realizar este paso a la brevedad posible.
1. Hipovolémico
Determinado por una disminución en la precarga circulatoria, cuyas causas más frecuentes
son:
§ Hemorragia externa
§ Hemorragia interna
§ Deshidratación severa
2. Cardiogénico
Determinado por una falla o disminución en la contractilidad miocárdica o en su eficiencia,
dentro de su etiología más frecuente se encuentran:
§ Infarto Agudo al Miocardio
§ Disfunción ventricular izquierda
§ Disfunción ventricular derecha
3. Obstructivo
Determinado por una condicionante mecánica que aumenta la resistencia en la circulación
menor y cavidades cardiacas derechas, e impidiendo el paso de la precarga, sus causas
principales son:
§ Neumotórax a tensión
§ Tromboembolia pulmonar
§ Taponamiento cardiaco
4. Distributivo
Determinado por una disminución de las resistencias vasculares sistémicas por
vasodilatación no regulada, desencadenada por mecanismos inflamatorios, sus dos
etiologías son las siguientes:
§ Séptico
§ Anafiláctico
§ Inflamatorio (ej. pancreatitis)
5. Otros
Resistencias Presión de
vasculares aurícula
ESTADO DE CHOQUE Gasto cardiaco sistémicas derecha
Cardiogénico ↓ ↑ ↑
Hipovolémico ↓ ↑ ↓
Distributivo ↑ ↓ ↓
Obstructivo ↓ ↑ ↑
Tabla 2. Comportamiento hemodinámico de los tipos de estados de choque
Nota: Existen más estados de choque, mucho menos frecuentes, que comparten en su mayoría
los mismos determinantes anteriormente expuestos, y el tratamiento que se les debe otorgar
es similar.
Un algoritmo útil para realizar la clasificación del estado de choque, es la mnemotecnia SHOCK,
que abarca los tipos de choque mas frecuentes, para llegar al diagnóstico subyacente de forma
rápida.
Séptico
Hipovolémico
Obstructivo
Cardiogénico
K (combinación de los anteriores)
El identificar y clasificar el estado de choque, nos guía al tratamiento de soporte indicado (ej.
hipovolémico: reposición de volumen, cardiogénico: inotrópico, séptico: vasopresor, etc), si es
Bibliografía recomendada:
1. Cecconi M, De Backer D, Antonelli M, Beale R, Bakker J, Hofer C, et al. Consensus on circulatory shock
and hemodynamic monitoring. Task force of the European Society of Intensive Care MedicineIntensive
Care Med (2014) 40:1795–1815
DOI: 10.1007/s00134-014-3525-z
2. Vincent JL, De Backer D. Circulatory shock. N Engl J Med 2013; 369:1726-1734October 31, 2013
DOI: 10.1056/NEJMra1208943
Introducción
El monitoreo hemodinámico avanzado suele ser de un coste alto, y en la mayoría de los lugares
de nuestro continente no es posible contar con él, sin embargo, esto no justifica en absoluto
un mal manejo. La limitación en recursos de conocimientos fisiológicos es la peor carencia que
un médico puede tener. En el presente capítulo utilizaremos toda la información que se ha
revisado en los capítulos previos para poder con base a un análisis fisiológico y fisiopatológico
realizar una evaluación hemodinámica y por ende un tratamiento dirigido individualizado.
Algoritmo de manejo
El algoritmo de manejo que presentamos en este capítulo está formulado para la mayoría de
los escenarios de la práctica médica cotidiana de atención de paciente crítico, donde se cuenta
usualmente con un acceso venoso central y una línea arterial, o la toma de gasometrías
arteriales por punción. Se basa en la estructuración ordenada de las siguientes interrogantes
a resolver:
Introducción.
Regla 1: Si la PaCO2 y el pH, o ambos, no estan dentro del intervalo normal, existe un trastorno
acidobásico.
Regla 4: En caso de que exista un trastorno metabólico primario, si la PaCO2 medida es mayor
de lo esperado, hay una acidosis respiratoria secundaria, y si la PaCO2 medida es menor de la
esperada, existe una alcalosis respiratoria secundaria.
§ En la acidosis metabólica: Por cada mmol/l de descenso del HCO3– debe bajar 1 mmHg
la pCO2
§ PCO2 esperado: (HCO3 x 1.5 )+ 8
§ En la alcalosis metabólica: Por cada mmol/l de aumento de HCO3– debe subir 0,7
mmHg la pCO2
§ PCO2 esperado: (HCO3 x 0.7) + 20
Regla 5: En un trastorno respiratorio primario, una concentración de HCO3 normal o casi normal
indica que el trastorno es agudo.
Acidosis Respiratoria:
§ Respuesta renal. Tarda 3-4 días. Incremento en la excreción urinaria de amonio, acidez
titulable y pérdida de cloro, con el consiguiente aumento en la reabsorción de
bicarbonato, que aumenta en 3-4 mEq/l por cada 10 mmHg de aumento de la pCO2
Alcalosis Respiratoria:
El hiato aniónico (brecha aniónica o anión gap), diferencía entre las principales cargas positivas
(cationes) y negativas (aniones) del plasma.
Nos orienta hacia el diagnostico diferencial de la acidosis metabólica.
Cetoacidosis diabética
§ Insulina para frenar la producción de H+
§ Reexpansión del volumen extracelular.
§ Corrección del posible déficit de potasio.
Acidosis láctica
§ Tipo A o acidosis anaerobia: Debida a hipoxia y exceso de formación de ácido láctico.
Más común. Puede producirse por falta de aporte de oxígeno (enfermedad pulmonar o
cardíaca), falta de transporte de oxígeno a los tejidos (anemia) o exceso de
demanda/bloqueo de la respiración tisular (isquemia).
El tratamiento consiste en aumentar el aporte tisular de oxígeno.
§ Tipo B o acidosis aerobia: Debida a la disminución del metabolismo hepático del ácido
láctico en ausencia de hipoxia. Puede deberse a insuficiencia hepatocelular grave o a
interferencia con el metabolismo hepático.
• Reposición de Bicarbonato
Cálculo de la reposición de bicarbonato Déficit de bicarbonato =
ΔHCO3 - x 0,5 a 0.8 x peso corporal
ΔHCO3 – = bicarbonato diana – [HCO3 -]p
Si existe acidosis metabólica de hiato aniónico elevado, es posible detectar otro trastorno acido
base metabólico concomitante oculto, como acidosis metabólica de hiato aniónico normal ó
alcalosis metabólica
Fórmula:
Exceso de hiato aniónico / Déficit de bicarbonato = Hiato aniónico / 24 – HCO3
(Valor normal: 1)
< 1 Significa Acidosis metabólica de hiato aniónico normal agregada (ej. cetoacidosis diabética
más acidosis hiperclorémica agregada).
> 1 Significa Alcalosis metabólica agregada (ej. cetoacidosis diabética más uso de diuréticos o
aspiración gástrica)
Si Cl- en orina < (Na+ en orina + K+ en orina): no hay excreción de NH4+, por lo que el
origen es renal. Una excepción es la presencia de otro anión no medido, por ejemplo el β-
hidroxibutirato,
• Alcalosis metabólica
Es generada por exceso en los aportes de bicarbonato, ó por pérdida de hidrogeniones.
Para que se mantenga en el tiempo debe existir una circunstancia que impida al riñón
deshacerse del exceso de bicarbonato plasmático:
§ Depleción del Cl– y/o K+.
§ Contracción de volumen circulante eficaz
§ Reabsorción de HCO3
Tratamiento: Aportar cloro en forma de suero salino hasta expandir el espacio extracelular.
Los casos resistentes al cloro son menos frecuentes, para ellos se requieren terapias más
específicas (espironolactona, indometacina, amilorida o triamtereno, potasio, etc.).
Infundir cloruro de potasio más concentrado en estados edematosos o pacientes que requieran
restricción hídrica.
Bibliografía recomendada:
1. Tools to use to diagnose acid-base disorders. In: Halperin ML, Kamel S, Godstein MB. Fluid, Electrolyte
and Acid-Base Physiology. A problem based-approach. 4th Ed. Philadelphia, Saunders Elsevier 2010;
p. 39-59
2. Adrogue HJ, Gennari FJ, Galla JH, Madias NE. Assessing acid-base disorders. Kidney Int 2009; 76:
1239-47.
3. Trastornos del metabolismo acidobase. Alcázar R, Albalate M, De Sequera, P. Nefrología al día 2012.
Introducción
La ecografía a la cabecera del paciente (ECP) se utiliza con fines de situar hemodinámicamente
al enfermo así como determinar la causa que ha llevado a la inestabilidad hemodinámica o
incluso al paro cardiaco y de esta forma realizar intervenciones terapéuticas dirigidas.
Cuando está disponible, la ECP se utiliza en pacientes en los que el diagnóstico etiológico no
se ha logrado con la evaluación clínica y de laboratorio o en aquellos en los que las imágenes
radiológicas no son convincentes y como una herramienta complementaria para examinar la
respuesta a volumen. Cuando es realizada por personal capacitado como una herramienta de
diagnóstico en pacientes inestabilidad hemodinámica, aporta una valiosa información que
puede utilizarse para toma de decisión que les puede salvar la vida.
ECOGRAFÍA CARDIACA
Una vez que contamos con un equipo de ultrasonido y el transductor adecuado, debemos
localizar los sitios que me permitirán evaluar el corazón.
Ventanas cardiacas
En cada paciente, la localización del corazón con respecto al tórax, así como la rotación sobre
su propio eje y su posición con respecto al plano horizontal/vertical son distintas. Por lo tanto
los sitios donde se obtendrán las ventanas ecocardiográficas son muy variables. Habitualmente
se obtienen imágenes del corazón desde 4 proyecciones:
1. Proyección paraesternal: sobre la línea paraesternal izquierda 4to espacio intercostal,
nos permite la obtención del eje largo del corazón cuando dirigimos la marca del
transductor hacia el hombro derecho y el eje corto, cuando dirigimos la marca hacia el
hombro izquierdo, explorando desde los grandes vasos en la porción basal del corazón,
posteriormente la válvula aórtica, válvula mitral y el ventrículo izquierdo (en sus tres
niveles: basal, medio y apical)
2. Proyección apical: alrededor del 5to espacio intercostal, línea axilar anterior, permite
obtener imágenes desde la punta del corazón, rotando el transductor sobre su propio
eje pueden obtenerse las vistas de cinco cámaras (5C), cuatro cámaras (4C), tres
cámaras (3C) y dos cámaras (2C)
Imagen 5.4. Ventana subcostal cuatro cámaras y vena cava inferior respectivamente.
ECOGRAFÍA PULMONAR
Cuando realizamos una ecografía pulmonar se generan una serie de artefactos horizontales y
verticales de diferente ecogenicidad e intensidad en la escala de grises producto de la
Ventanas pulmonares
Para obtener datos ecográficos relevantes para tomar decisiones clínicas se deberá insonar
corazón y pulmón principalmente además de otras estructuras (grandes vasos, abdomen, etc.)
para situar el estado de choque y muchas de las veces su etiología, lo anterior sin olvidar que
lo mas importante es el contexto clínico del enfermo.
Los principales protocolos que se utilizan para obtener datos ecográficos fundamentales para
la toma de decisión ante un paciente crítico son los siguientes:
Para guiar la reanimación hídrica nos serán muy útiles las valoraciones repetidas de la cava
inferior (en cuanto disminuya la colapsabilidad/distensibilidad, es probable que el paciente no
requiera más líquidos) y el seguimiento de la ecografía pulmonar (en cuanto empiecen a
aparecer líneas B, se hace improbable que el paciente siga respondiendo a volumen).
En cuanto al examen cardiaco como ya hemos visto anteriormente debe hacerse enfocado a la
resolución de problemas, en el caso de este protocolo específicamente: Tamponade cardiaco,
presencia de derrame pericárdico se observara en la ventana subcostal o paraestrenal, esta
vista nos ayudará a diferenciar entre derrame pericárdico y pleural:
Examen de Vena cava inferior (VCI): Realizando la medición del diámetro y colapsabilidad
(paciente en ventilación espontanea), se obtiene una estimación de la presión de la aurícula
derecha, lo que podría tener valor para el diagnostico hemodinámico y la necesidad de
administración de volumen intravascular aunado a otras mediciones y factores del paciente.
Entre mayor colapsabilidad, mayor posibilidad de responder a volumen.
1. ¿Existe neumotórax?
2. ¿Tiene tamponade cardiaco?
3. ¿Esta hipovolémico el paciente?
4. ¿Esta deprimida la función del VI? (Si es así, es la causa del choque?)
5. ¿Existe alteración en el VD?
El protocolo EGLS responde sistemáticamente a estas preguntas previas con una secuencia:
Tamponade cardiaco Derrame pericárdico con colapso de VD y AD, VCI dilatada, VI hiperdinámico.
Hipovolemia VI hiperdinamico, VCI colapsada, pulmones normales
Tromboembolia pulmonar masiva VD dilatado, VD en froma de “D”, movimiento septal paradójico, VCI dilatada.
Infarto del ventrículo izquierdo VI con función disminuida asociado con patrón B pulmonar y VCI dilatada,
siempre y cuando exista choque cardiogénico.
Trastornos electrolíticos, acido base e Se puede asociar con función cardiaca deprimida.
intoxicaciones
Tabla 5.2. Hallazgos ecográficos y diagnosticos
b. Contractilidad de VI. Esto es muy importante para saber la fuerza de “la bomba” que
será crucial en la terapia de administración de fluidos. El corazón puede encontrarse
dilatado y esto lo podemos clasificar de acuerdo a su contractilidad en un corazón de
contractilidad normal, moderada o severamente disminuido. Una cuarta categoría
llamada hipercontráctil se observan cámaras pequeñas, aumento en la contractilidad.
Esto se puede observar en el choque distributivo o estados de hipovolemia.
c. Tamaño del ventrículo derecho. La evaluación del tamaño nos puede indicar la
presencia de un émbolo pulmonar en el contexto del paciente con estado de choque.
Cualquier condición que aumente de manera súbita la presión de la vasculatura
pulmonar resultará en una dilatación aguda del VD. Adicionalmente la depleción del
septum interventricular hacia el lado izquierdo son indicaciones de altas presiones del
lado derecho y de la Arteria Pulmonar; en estos casos se deberá de realizar un escaneo
de miembros pélvicos buscando trombosis venosa profunda.
Paso 2.- El “tanque” en este segundo paso del protocolo nos referimos al “tanque” como al
estado de volumen intravascular.
a. Llenado del tanque. (Vena Cava Inferior y venas yugulares internas). En este caso se
debe de observar el diámetro de estas venas y su respuesta a la dinámica de la
respiración. Ya hemos comentado previamente como medir la VCI y la presión de la
aurícula derecha con la que se corresponde. Las venas yugulares internas se pueden
observar elevando la cabeza del paciente a 30°; se debe de realizar el escaneo con un
transductor lineal y observar ambos lados. Una VYI pequeña sin colapsabilidad a los
movimientos respiratorios se correlaciona con una presión de la AD disminuida, por el
contrario una VYI dilatada más allá del ángulo de la mandíbula con pobre colapsabilidad
en la respiración se corresponde con una presión de AD aumentada.
o Vena cava inferior: Un colapso exagerado de la vena cava inferior (VCI) al final
de la espiración sugiere hipovolemia. La VCI dilatada puede apoyar a
insuficiencia cardiaca, taponamiento cardíaco o TEP.
2. Insonación dirigida del pulmón y abdomen se deben realizar para examinar lo siguiente:
Algunas de las veces resulta difícil situar al paciente en un tipo de choque, ya que se encuentran
mixtos (ej. Cardiogénico con séptico) y la toma de decisión para realizar una intervención se
torna un verdadero reto. En estas circunstancias se debe realizar un monitoreo hemodinámico
mas juicioso y profundo, por lo que se requiere otros sistemas o dispositivos invasivos o
mínimamente invasivos los cuales ya se describieron con anterioridad, y la ecografía podría
realizar un monitoreo tan dinámico como se desee.
Cuadro 5. Esquema Forrester Swan adaptado (MHEGAS) a ecografía a la cabecera del paciente
Clase I: Normal Clase II: Edema Pulmonar
•Pulmón seco •Pulmón húmedo
•VI contractilidad adecuada •VI contractilidad adecuada
•VCI normal •VCI dilatada
Tx: Diurético y vasodilatador
Bibliografía recomendada:
1. Urias Romo de Vivar Emma Gabriela, Ortega Salas Joel, Valenzuela Suárez Héctor. (2016). Ecografía crítica
Head To Toe. México D.F.: Prado
2. Toward an ultrasound curriculum for critical care medicine. Neri L, Storti E, Lichtenstein D. Crit Care Med.
2007 May;35 (5 Suppl):S290-304Motta-Ramírez GA, Bastida-Alquicira J, Béjar-Cornejo J, Craviotto AB,
Salgado-Camarillo J. El ultrasonido y su papel preponderante en situaciones de Urgencia. Anales de Radiología
México 2014;13:404-427.
3. Lucas Ochoa-Pérez, Alejandro Cardozo-Ocampo. Aplicaciones de la ultrasonografía en el sistema nervioso
central para neuroanestesia y cuidado neurocrítico. Rev Colomb Anestesiol . 2 0 1 5;4 3(4):314–320
4. Butts, Christine. The Speed of Sound. The RADiUS Protocol for Evaluating Shortness of Breath. Emergency
Medicine News: April 2014 - Volume 36 - Issue 4 - p 19 doi: 10.1097/01.EEM.0000446062.28899.91
5. Jean-Francois Lancto, Maxime Valois. EGLS: Echo-guided life support An algorithmic approach to
undifferentiated shock. Crit Ultrasound J (2011) 3:123–129 DOI 10.1007/s13089-011-0083-2
6. Dina Seif, Phillips Perera, Thomas Mailhot, David Riley, Diku Mandavia. Bedside Ultrasound in Resuscitation
and the Rapid Ultrasound in Shock Protocol. Critical Care Research and Practice Volume 2012, Article ID
503254, 14 pages doi:10.1155/2012/503254
7. Raoul Breitkreutz, MD; Felix Walcher, MD, PhD; Florian H. Seeger, MD. Focused echocardiographic evaluation
in resuscitation management: Concept of an advanced life support– conformed algorithm. Crit Care Med 2007
Vol. 35, No. 5 (Suppl.)
Introducción
El estado de choque es una condición potencialmente mortal de insuficiencia circulatoria que
más comúnmente se presenta con hipotensión. También puede ser anunciado por otros
cambios de signos vitales o presencia de niveles altos de lactato sérico. Los efectos del choque
inicialmente son reversibles, pero rápidamente pueden llegar a ser irreversibles, lo que resulta
en un fallo multiorgánico (FOM) y muerte. Por lo tanto, cuando un paciente se presenta con
hipotensión indiferenciada, es importante que el médico identifique rápidamente la etiología de
modo que la terapia apropiada pueda ser administrada para prevenir FOM y muerte.
En este tema integra, resume y destacan los conceptos descritos anteriormente, desde la
presentación clínica, así como los enfoques diagnósticos y terapéuticos iniciales para el
paciente con inestabilidad hemodinámica.
Fisiología: Los principales determinantes fisiológicos de la perfusión tisular (y la presión arterial
sistémica [TA]) son el gasto cardíaco (Q) y la resistencia vascular sistémica (RVS):
TA= Q X RVS
Q es el producto de la frecuencia cardíaca (FC) y el volumen sistólico (VS):
Q= FC X VS
El volumen sistólico es determinado por:
Precarga, contractilidad miocárdica y poscarga
RVS está determinada por:
Longitud del vaso, viscosidad sanguínea y diámetro del vaso (tono de los vasos)
Por lo tanto, los procesos biológicos que cambian cualquiera de estos parámetros fisiológicos
pueden resultar en hipotensión y choque.
Definición y clasificación
Choque se define como un estado de hipoxia celular y tisular debido a la entrega reducida de
oxígeno y/o el aumento del consumo de oxígeno o la utilización inadecuada de oxígeno.
Mientras que los pacientes tienen a menudo una combinación de más de una forma de choque
(choque multifactorial), cuatro clases de choque son reconocidos:
• Hipotensión: Ocurre en la mayoría de los pacientes con shock. La hipotensión puede ser
absoluta (por ejemplo, presión arterial sistólica <90 mmHg; presión arterial media <65
mmHg), relativa (por ejemplo, una caída en la presión arterial sistólica> 40 mmHg) o
profunda (por ejemplo, vasopresores-dependiente).
• Oliguria: En estado de choque puede ser debido a la derivación del flujo sanguíneo renal a
otros órganos vitales, lesión renal directa (por ejemplo, toxicidad de los aminoglucósidos),
o debido a la reducción del volumen intravascular (por ejemplo, vómito, diarrea, o
hemorragia).
• Cambios en el estado mental: Alteración del sensorio en estado de choque por lo general
es debido a la mala perfusión o encefalopatía metabólica. Es un proceso continuo que
comienza con agitación, avanza a la confusión o delirio, y termina en la obnubilación o
coma.
• Alteraciones en la piel: Piel fría y húmeda es por una vasoconstricción periférica que redirige
la sangre, para mantener la perfusión de los órganos vitales (es decir, el flujo coronario,
cerebral y esplácnico). Un aspecto moteado cianótico es una característica preocupante de
hipoperfusión tisular. Sin embargo, la apariencia de la piel fría y húmeda o cianótica también
puede ser debido o exacerbada por isquemia de enfermedad vascular arterial periférica
subyacente. Es importante destacar que piel caliente, hiperémica no descarta estado de
choque debido a que estas características pueden estar presentes en pacientes con choque
• Acidosis metabólica: En general, acidosis metabólica de anion GAP elevado debe plantear
siempre la sospecha clínica de choque. Es importante destacar que la presencia de una
acidosis metabólica en los estados de choque no es específica y también puede ser debido
a la lesión renal aguda o la ingestión de toxinas.
• Hiperlactatemia: Ya sea junto con acidosis metabólica o no, la presencia de un nivel elevado
de lactato sérico se ha asociado con resultados adversos, incluyendo el desarrollo de
choque. La relación entre hiperlactatemia tipo A y mortalidad se ha reproducido a través
de una serie de condiciones clínicas, incluyendo el trauma, sepsis y post-paro cardíaco.
Características debido a la causa subyacente: Debido a la amplia gama de etiologías del estado
de choque, las características iniciales pueden ser variables y con frecuencia se superponen. Sin
embargo, se facilitan la identificación temprana de la etiología causante, así como hipoperfusión
tisular cuando se realiza a adecuada anamnesis, exploración física, pruebas de laboratorio y
estudios de imagen.
APROXIMACIÓN INICIAL DEL ESTADO DE CHOQUE
El enfoque inicial para pacientes con estado de choque se debe realizar de manera
sistematizada con el ABCD. Cuando sea posible, se prefiere un enfoque multidisciplinario, ya
que permite la evaluación simultánea y administración de terapias dirigidas en los diferentes
estados de choque:
• La vía aérea debe estabilizarse y colocar acceso intravenoso para que los pacientes pueden
ser tratados inmediatamente con líquidos intravenosos, para restaurar la perfusión
tisular. Es importante destacar que los esfuerzos de reanimación, en particular líquidos por
vía intravenosa, no deberían ser retrasados para una evaluación clínica detallada, ni deben
ser los médicos “hidrofóbicos” en términos de reanimación con líquidos a pacientes con
insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal crónica, pero siempre se debe estar a la cabecera
del enfermo para evaluar pre, trans y pos intervención.
• Pacientes críticamente enfermos que han sido estabilizados y en pacientes con hipotensión
leve deben someterse a un enfoque de diagnóstico más formal, mientras que las terapias
iniciales de resucitación siguen en curso.
Es importante destacar que, los pacientes pueden estar inestable hemodinámicamente durante
el período de evaluación y el tratamiento precoz, lo que puede requerir un rápido cambio de
dirección de la aproximación a la administración de terapias vitales.
Los pacientes con formas más leves de choque / hipotensión o pacientes que han sido
estabilizados deben someterse a una evaluación diagnóstica completa, mientras continúa la
reanimación. Normalmente hay suficiente tiempo disponible en estos pacientes para obtener
los estudios de laboratorio e imagen definitiva, de modo que el diagnóstico y el tratamiento se
puede hacer de manera simultánea. Sin embargo, la evaluación sigue siendo sensible al tiempo,
ya que los pacientes de esta categoría tienen riesgo de inestabilidad hemodinámica
nuevamente, de tal manera que una rápida reorientación de la estrategia diagnóstica y
terapéutica puede ser necesario.
• Evaluación general: La evaluación debe incluir una historia clínica y evaluación del estado
de alerta, mucosas y lengua, venas del cuello, pulmones, corazón y abdomen, así como la
piel y articulaciones. Hipotensión, oliguria, alteraciones del estado mental y piel fría y
húmeda son hallazgos clínicos centinela que deben hacer sospechar de un tratamiento
directo con fluidos intravenosos y posterior evaluación con estudios de laboratorio y de
imagen correspondiente.
Vena Cava Fija y distendida Flexible y colapsable. Fija y distendida Fija y distendida Fija y distendida
inferior
SOPORTE HEMODINÁMICO:
En general, aquellos pacientes con sospecha de choque deberían recibir apoyo hemodinámico
con líquidos intravenosos, seguido por vasopresores cuando los liquidos intravenosos no
Choque combinado: Es importante destacar que muchas formas de choque coexisten. Como un
ejemplo, hipovolemia con shock cardiogénico y puede resultar en comportamiento
hemodinámico confuso (por ejemplo, fracción de eyección baja con mucosas secas y una VCI
colapsable). En tales casos, después de la respuesta a los tratamientos empíricos dirigidos a
las posibles causas de shock el médico debe determinar qué tipo de choque es el
predominante.
Por ultimo deberíamos hacerse todo lo posible para tratar la causa desencadenante del estado
de choque. En algunos casos la etiología es clara (por ejemplo, choque hemorrágico de una
herida de bala en el abdomen), pero en otros casos la etiología es menos evidente (por
ejemplo, choque obstructivo por TEP masiva). Una vez conocido el diagnóstico, las terapias
específicas deben ser dirigidas, y la respuesta a la terapia monitoreados (por ejemplo, presión
arterial media, uresis, estado mental, nivel de lactato sérico).
Conclusiones:
El monitoreo hemodinámico debe ser individualizado, dinámico, integral y siguiendo las
tendencias del enfermo, debiendo pensar:
1. En la patología mas grave que pueda provocar la muerte del paciente.
2. La patología mas común que pueda presentar el paciente.
3. Patologías menos frecuentes.
4. Formas atípicas o poco comunes de patologías comunes.
5. No olvide situaciones mixtas (Ej. Choque séptico y cardiogénico).
6. Realizar mediciones y evaluaciones frecuentes pre, tras y pos intervención.