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TEMA 7: LA EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL FEUDALISMO

ÍNDICE
7.1 Las aldeas bajomedievales (ideas básicas y lectura)
7.2 Los castillos de 4º y 5º generación (ideas básicas)
7.3 Las ciudades (eje central del bloque)
7.4 La cerámica bajomedieval (ideas básicas) INTERROGANTES
1. ¿Cómo detectamos arqueológicamente el comercio?
2. ¿Cómo cambiaron las fortificaciones al cambiar la forma de hacer la guerra?
3. ¿Qué supone un asentamiento rural aislado tipo granja o cortijo? ¿Por qué crece
su número desde la Baja Edad Media y a lo largo de toda la Edad Moderna?
4. ¿Cuál es el impacto material de la expansión del feudalismo? ¿Qué cambia? ¿Qué
permanece? ¿Cuál es el impacto medioambiental de las conquistas cristianas?
5. ¿Qué caracteriza a una ciudad de la Baja Edad Media? ¿Qué transformaciones
suelen darse respecto al período altomedieval? ¿Cómo se transformaron las ciudades tras
las conquistas por parte de los cristianos?
6. ¿Qué impacto tuvo el desarrollo de las actividades mercantilistas en la
conformación de las ciudades? ¿Qué impacto medioambiental tuvo el crecimiento de las
ciudades?
7. ¿Cómo evolucionó la vivienda doméstica urbana en la Baja Edad Media? ¿Qué es
una casa torre?
8. Analizar y comprender la evolución de las aldeas en la Baja Edad Media. ¿Qué es
un despoblado? ¿Por qué fueron frecuentes a finales de la Edad Media y principios de la
Edad Moderna? ¿Por qué ha sido importante su estudio arqueológico para el desarrollo
de la arqueología medieval y postmedieval?
9. ¿Cuáles son las características fundamentales de la cerámica bajomedieval?
¿Cómo y porqué se produce la estandarización formal y la diversificación decorativa?

Lo que ocurre entre la Baja Edad Media y principios de la Edad Moderna (siglos XI-XII
hasta el siglo XVI-XVII). Durante este periodo dependiendo de la teoría de la historia y
del posicionamiento teórico, no cabe duda de que entorno al siglo XV se produce un
cambio muy importante, sea el cambio de la Edad Media a la Edad Moderna, sea del paso
de producción feudal a la producción capitalista según posturas marxistas, etc. Pero de lo
que no cabe duda es que hay una serie de fenómenos en los que todos los autores
coinciden en señalar que sobre todo la reactivación de la actividad mercantil en la Baja
Edad Media es lo que va a cambiar profundamente la caracterización de las ciudades y en
consecuencia el registro arqueológico y material que vamos a tener. Esto se debe a que la
acumulación de capital que se había producido en el campo a raíz de la formación feudal
y la acumulación de capital por la renta, va a hacer que haya una clase dirigente con
capital suficiente que permita depender de los productos del campo y pasar al pago en
moneda y de capital.
La privatización del ejercicio del poder se va a institucionalizar en el sentido que se va a
dar el peso de los señores feudales a las monarquías feudales y de las monarquías feudales
a las primeras monarquías absolutistas, es decir, lo que antes eran mercenarios pagados
por os señores feudales para que les defendiese, progresivamente se van a ir ocupando de
diferentes actividades. Esto se observa cuando los reyes comienzan a pasar de llamarse
reyes de los franceses a ser reyes de Francia a raíz de la regionalización de los territorios.

Las aldeas bajomedievales


Una vez que se configuran las aldeas feudales, la configuración durante los siglos XI-XV
no va a cambiar tanto en cuanto a morfología, pero sí que lo hará su escala territorial, la
forma en la que se van a ir configurando las parroquias y las aldeas feudales. El hecho de
que no hayan cambiado tanto se va a convertir también en un problema porque las aldeas
que se fija a aquellas que sobreviven a un proceso de despoblación prácticamente son los
pueblos que tenemos hoy en día. Tenemos un conocimiento un tanto indirecto sobre todo
derivado de esos estudios territoriales o sobre todo cuando se hacen intervenciones
arqueológicas en las iglesias, las cuales reciben una mayor atención se por historiadores
del arte, por historiadores de la documentación o arqueólogos.
Sabemos que en la Baja Edad Media se va a ir dando progresivamente una jerarquización
del hábitat, es decir, esas aldeas que se van a ir configurando e los siglos IX-X-XI van a
ir jerarquizándose y van a ir surgiendo algunas de mayor importancia que van a dar lugar
a que se vaya concentrando el hábitat que se va a reflejar en el traslado de iglesias y
cementerios, es decir, mientras que un primer momento hay pequeñas aldeas más o menos
homogéneas, durante la Baja Edad Media el poblamiento va a tender a concentrarse en
algunas aldeas un poco más grandes en donde las iglesias van a ser más importantes e
incluso se van a trasladar los cementerios hasta el punto de que hay aldeas que no tienen
cementerios propios porque el cementerio está donde se encuentra la iglesia de mayor
tamaño; esto tiene también que ver con unas decisiones administrativas por parte de la
iglesia acerca de cómo ejercer la función eclesiástica.
Esto va a dar lugar a que algunas de estas aldeas adquieran cierta promoción hasta el
punto de convertirse en villas que es una especie de figura que no termina de ser una
ciudad, lo que se denomina protociudad, que ejercen algunas funciones administrativas
dentro del territorio, sobre todo eclesiásticas y este crecimiento de algunas de las aldeas
va a dar lugar al surgimiento de los despoblados. Este fenómeno del crecimiento de
algunas aldeas va a dar lugar a que iglesias de antiguas aldeas acaben convertidas en
ermitas; es relativamente frecuente que se encuentren ermitas en mitad del campo, en
mitad de los espacios rurales, que si se hacen indagaciones y prospecciones arqueológicas
se encontraría que estas ermitas son el último elemento visible y ocupado de antiguas
aldeas feudales que habían surgido en el siglo IX y que se despueblan en el siglo XII y
que lo único que queda es la ermita.
Esta es la forma en la que se han de leer esos cambios que se van a producir y que se
analizan sobre todo desde el punto de vista de la Historia del Arte; el cambio que hay del
prerrománico al románico en realidad tiene que ver con esa consolidación de la
territorialización de las aldeas feudales, es decir, aquellas iglesias en las que se invierta
una arquitectura más homogénea como es el románico, va a ser aquellas iglesias que se
van a ir convirtiendo en parroquiales o que son las ermitas herederas de aquellos antiguos
asentamientos.
Otra de las características que van a tener las aldeas bajo medievales es la delimitación
de los cementerios, ya estuvimos viendo como los cementerios constituyen uno de los
elementos fundamentales para entender las aldeas feudales porque van a constituir el
espacio de memoria y de identificación de las poblaciones vivas, van a constituir una de
las justificaciones que explica que las familias se queden asentadas en ese sitio y no se
muevan porque sus antepasados se encuentran enterrados ahí. Estos van a localizarse en
las inmediaciones o en el interior de las aldeas y van a ir dotándose de una serie de
infraestructuras como una cerca que lo delimita, una puerta de entrada, una plaza que hace
las veces de recibidor y que estos cementerios aldeanos van a permanecer creciendo y
densificando su población hasta el siglo XIX que empiezan los movimientos higienistas
y comienza a cambiar el tipo de morfología y el tipo de urbanismo de estas aldeas.
En algunas de las aldeas bajomedievales van a surgir fortificaciones en ellas, sobre todo
lo que conocemos como castillos de quinta generación que son pequeñas fortificaciones
nobiliarias que responden a ese proceso de crecimiento, división y debilitamiento de la
nobleza, es decir, los infanzones, los hidalgos que van a construirse una especie de palacio
fortificado que no tiene muchas funciones defensivas pero que si tienen una función de
representación del poder, de residencia y que se van a localizar en las aldeas de las que si
son dueños, es decir, de partes de sus dominios señoriales y que se caracterizan porque se
localizan en un espacio extrínseco a las aldeas, no son fortificaciones que hayan
provocado un incastellamento a su alrededor, sino que en muchos casos suelen estar en
una esquina de la aldea porque han surgido con posterioridad.
La transformación del tipo de vivienda aldeana, va a haber cambios en la morfología de
las casas que van a pasar de ser hábitats unicelulares simples a las viviendas más grandes
o con varios pisos o estancias con funciones especializadas. El principal cambio se va a
dar en los materiales constructivos donde de la madera se va a pasar a las construcciones
en piedra y ladrillo y esto es un paso posterior a la petrificación de los castillos que vemos
que se daba en el siglo XI, pero la estabilización del hábitats y el acceso a nuevas fuentes
económicas, nuevas fuentes de recursos y la monetización de la renta feudal, es decir, el
hecho de que los campesinos manejen moneda va a permitir que puedan invertir en
construcción en piedra. Estas transformaciones que vemos en las aldeas van a hacer
también que estén apareciendo los silos individuales donde se va a ir acumulando la
producción que tiene que ver con la monetización de la producción.
La última característica que va a tener el poblamiento bajomedieval es que va ir
desarrollándose prácticamente por toda Europa pero sobre todo por el sur, donde van a
comenzar a surgir los asentamientos agrícolas aislados, es decir, las granjas, los cortijos,
las casas torres que generalmente responden a un tipo de explotación de grandes familias
que están destinadas a producir el monocultivo con destino al mercado (cereal, olivo,
almendro) y en algunos casos, sobre todo en las casas torres de la Península, del País
Vasco y Navarra, aunque también va a ocurrir en lo cortijos de granada con explotaciones
preindustriales (ferrerías, molinos) que van a dar lugar al salto de la producción artesanal
a la industrial. Son un tipo de hábitats que ya ni son las aldeas de muchas familias
diferentes, sino que responde a una única familia que tiene esa explotación o de un grupo
de familias que dependen de un señor feudal pero que los tiene localizados en esas
dependencias, hábitats dispersos, cuya función es explotar grandes dominios territoriales
con tendencia al monocultivo.
El poblamiento medieval en el Val de la Riva en el Valle del Alto Henares (Guadalajara)
va a sufrir un cambio en la Baja Edad Media ya que todas las aldeas van a perder
importancia en función de Rivas y San Tiuste que va a tener la iglesia parroquial y el
cementerio y hay un edicto que obliga a que todas las aldeas dejen de tener cementerio y
que todas estas aldeas vayan a enterrarse a allí. Esto nos explica la jerarquización
territorial que de hecho en Aldehuela que debería de haber una iglesia se queda una ermita
conocida como la de San Miguel en el momento en el que se concentra el poblamiento y
la ermita de San Miguel va a permanecer como ermita hasta el siglo XIX como una ermita
caminera sin que quede más recuerdo de que alrededor había una alquería andalusí y un
despoblado bajomedieval. Se está produciendo esa jerarquización del poblamiento rural
en favor de la Riva de San Tiuste, pero no olvidemos que la aldea depende a su vez de
Sigüenza que es la villa, la ciudad importante de este territorio. En el espacio que queda
en la parte Norte había una aldea hasta el siglo XIII cuando la iglesia parroquial pasa a
ser la de Rienda y lo que era una aldea queda como un despoblado.
La Olmeda de Jadraque en Guadalajara explica muy bien cómo funciona el poblamiento
feudal ya que es una aldea que parece no haber cambiado mucho respecto a época feudal
y parece prácticamente evidente que la aldea original está aquí y que la iglesia no ocupa
la parte central, sino que está ligeramente a un lado ya que esta surge de manera posterior
a su asentamiento feudal. Es un pueblo que surge en el siglo XII justo con la conquista
feudal, no tiene elementos andalusíes ya que no tiene regadío en sus inmediaciones y
parece que es una aldea de nueva fundación tras la conquista castellana y como su
topografía a fosilizado tan bien el funcionamiento de las aldeas.
El poblamiento disperso como los cortijos de Andalucía o de Castilla la Mancha con
dedicación al monocultivo (vid, olivo, almendro) dan lugar a ese paisaje tan característico
con un cortijo, grandes extensiones de tierras que algunos autores han querido ver en este
poblamiento una herencia de la villa romana pero que en realidad entre la villa romana y
este tipo de cortijos median mil años de distancia y no son herederos directamente.

Los castillos de 4º y 5º generación


Los cambios en las fortificaciones son consecuencia de distintos cambios sociales,
económicos y los cambios en hacer la guerra van a traer consigo cambios arquitectónicos
como, por ejemplo, en el momento en el que crecieron grupos de caballeros al asalto
comienzan a construirse los fosos alrededor de las fortificaciones bien con agua y sin ella.
En el momento en el que se desarrollan las armas de fuego es cuando van a aparecer los
forros de piedra, las baterías redondas y los baluartes macizos, por ejemplo, las formas
balaustradas que impiden que se metan cepadores en los cimientos de los castillos.
El propio crecimiento y división de la nobleza, es decir, conforme la estructura nobiliaria
se va haciendo más compleja empiezan a aparecer los infanzones, los hidalgos, la baja
nobleza, en definitiva, van a ir surgiendo nuevas fortificaciones, pero también este nuevo
número de nuevas fortificaciones van a perder muchas de las funciones que tenían los
castillos de primera, segunda o tercera generación
• Los castillos de 4º generación

Son aquellos del siglo XII-XIII consecuencia del incastellamento, lo primero que hay que
decir es que no son en ningún caso de fundación nueva, sino que son un desarrollo de
fortificaciones que vienen de épocas anteriores.
Las características principales:
1. Son más complejos arquitectónicamente que cualquier castillo de espacios
anteriores, desde la subdivisión de estancias, la creación de estancias con funciones
específicas (archivo, tesoro, caballerizas, notaría)
2. Los tipos de puertas y acceso van a ser mucho más complejos que dan paso al
interior de estos castillos desde las típicas entradas con rejas metálicas o de madera, los
puentes levadizos, las entradas en recodo, las entradas que se realizan a través de una
torre-puerta; todo este tipo de entradas nos dan una idea de la existencia de un deseo
manifiesto de que la propia defensa del castillo y la caracterización del poder adquieran
unos nuevos tintes en la Baja Edad Media.
3. Es frecuente que lo castillos ya no presenten una única línea de muralla, sino que
van a presentar varios anillos de muralla rodeando el espacio de representación del poder
(donjon, torre del homenaje, patio de armas, barbacanas).
4. Adarves, torres en las esquinas y en los tramos largos de murallas, antemurallas,
cortinas, barbacanas…
5. Amplios espacios despejados interiores (patios) para la recepción del ejército o
actos cortesanos.
6. Se dan tres tendencias que parecen contradictorias pero que son fruto del mismo
proceso:
O se abandona el hábitat en sus inmediaciones y se quedan aislados O se genera una
ciudad en el entorno y se convierten en ciudadelas o alcazabas urbanas
O se genera una ciudad en el entorno y se convierten en ciudadelas o alcazabas urbanas
O se reocupan castillos de al-Ándalus y cambian sus funciones, arquitecturas y
estructuras.
El castillo de Galve de Sorbe que se encuentra en Guadalajara es el típico catillo en lo
alto de un cerro aislado que la población está lejos relativamente lejos, tiene una torre de
representación, donjon con un patio de armas en el centro, torre pentagonal, torres
semicirculares en los paños de murallas, torres en las esquinas, varias estancias a los lados
y el patio en el medio. Está localizado en un cerro que presenta un poblamiento
altomedieval en las limitaciones, lo que tenía era un asentamiento más complejo (castillo
de tercera generación) con un incastellamento alrededor y que además la propia estructura
productiva esta alrededor del propio cerro (huertas y espacios productivos). En el
momento en el que se produce el traslado de la población al fondo del valle y la nueva
restructuración del espacio agrícola, el castillo queda reducido y totalmente transformado,
se abandona todo el espacio del altozano y el espacio queda reducido en una esquina a un
castillo de cuarta generación.
El Castillo de Simancas en Valladolid es totalmente el fenómeno contrario, presenta un
patio en el centro, sus torres redondeadas, su entrada monumental, el foso, el puente
levadizo, una estructura balaustrada para impedir el asalto al castillo y que los cepadores
puedan volar los cimientos del castillo, con su espacio de representación. En un
determinado momento generó una estructura alrededor del castillo que es el resultado del
incastellamento y que a partir del siglo XIII se va a construir una muralla alrededor que
va a dar igual a una autentica ciudad bajomedieval con su plaza del mercado, las casas,
su muralla y un foso que separa lo que ahora es la ciudadela del resto de la ciudad. La
corona castellana a finales de la Edad Media en época de los Reyes Católicos decidió
utilizar el castillo como Archivo en lugar de como residencia temporal, convirtiéndose en
el Real Archivo de la Chancillería de Simancas.
El Castillo de Perputxent en Lorcha (Alicante) es un castillo que reutiliza una estructura
islámica anterior, antiguo Hisn de época islámica que funciona como espacio de refugio
de varias alquerías que se sitúan a lo largo del rio y este era el castillo refugio (Hisn). En
un determinado momento cuando se conquista en el siglo XIII se convierte en un castillo
señorial con el desarrollo de una torre monumental de representación, con una serie de
estructuras complejas con un área palatina, dejando el espacio como albacar (espacio
vacío para reunir a las tropas). Los muros de tapial de la fase originaria están
reconstruidos en sillarejo. Al final, al abandonarse las alquerías y concentrarse la
población en Lorcha aparecen todas las alquerías y el castillo se queda en los altos del
cerro.
Castillos de quinta generación
Los castillos de quinta generación se van a dar alrededor de los siglos XIV-XV-XVI y
son castillos mucho más pequeños que responden a las necesidades de una nobleza más
debilitada (infanzones, hidalgos, baja nobleza) que van a tener lo que en la documentación
se conoce como casas fuertes, solar que son sentamientos fortificados que más que un
castillo parece un palacio con una muralla alrededor, sede de la familia y que ejerce
funciones políticas y administrativas pero no necesariamente militares. Muchos de estos
castillos se sitúan en el llano, en las inmediaciones de las aldeas, también se suelen dar
en entornos urbanos y en las afueras de las ciudades.
Suelen presentar torres redondeadas y pentagonales en sus líneas exteriores, algunas se
van a adaptar a las armas de fuego, por lo que suelen ser castillos (que desde la perspectiva
de la Historia del Arte ya pertenecen a esa categoría de castillos del Gótico y
Renacimiento con torres macizas para poder situar cañones), suele ser muy frecuente que
en las propias construcciones se incluyan elementos heráldicos con el fin de visibilizar su
poder. Dentro de este grupo podemos incluir elementos fortificados que se incluyen
dentro de esta morfología y tipología como los monasterios fortificados, las catedrales-
fortalezas o los cuarteles de órdenes militares.
El castillo de Guijosa en Guadalajara es una torre rodeada de una muralla que genera un
espacio de patio interior y un ala en L con algunas dependencias y estancias (caballerizas),
pero que en realidad no deja de ser una torre con una muralla con torres redondeadas en
las esquinas. Está todo construido de una única vez que se observa en la técnica
constructiva, a excepción de una vivienda que se añade después y que tapa el escudo y la
entrada principal, a causa de esto se abrió una nueva entrada que rompió parte de la
muralla. Cabe destacar que está situada en un sector periférico de una aldea bajomedieval
que surge en el siglo XII (cuando se da la conquista cristiana del territorio) sin iglesia ni
castillo y en u determinado momento hacia el siglo XIII se construye una iglesia románica
en un espacio periférico y a finales del siglo XIV se construye el castillo cuando la aldea
es entregada a una familia nuevo cuño de la baja nobleza.
El castillo de Santiuste en Corduente en Guadalajara se encuentra en una zona periférica
de la aldea y que está alejado de ella, pero en el mismo camino que desde la Edad Media
da acceso y conecta este pueblo con Molina de Aragón, ciudad capital del territorio. Se
construyó el castillo por parte de una familia de la baja nobleza que situó su escudo de
armas en la entrada principal. En este caso el castillo presenta varias fases de reparaciones
porque en el contexto de las guerras civiles en Castilla de la Baja Edad Media fue atacado
y tuvo que ser reparado en varias ocasiones. La planta del castillo presenta una estructura
sencilla con cuatro torres en las esquinas, una de ellas, la más alta que es la que mejor se
conserva hace la función de torre del homenaje, un patio en el centro y alrededor una
pequeña antemuralla con torreones circulares con el fin de realizar una entrada algo más
monumental y sobre todo para entender lo que es la estructura interna del castillo. Se sitúa
en una elevación artificial, por lo que sería un palacio muy fácil de asaltar.
Después del siglo XVI la nueva estructura social y la nueva forma de poder económico y
político hicieron que los castillos entraran en decadencia y dejasen de tener funciones.
Algunos se mantuvieron porque algunas familias lo siguieron considerando sus casas,
pero lo normal es que en el momento en el que dejan de tener las funciones sociales que
cumplieron durante el proceso feudal que fundamentalmente era el de mantener a las
elites en el campo.
“A fines del siglo XV y en los primeros años del XVI siguieron construyendo castillos tan
ricos y monumentales como los anteriores. Lo grave estaba en que el castillo era sobre
todo un fuerte punto de apoyo y una residencia segura para el belicoso aristócrata, y no,
en cambio, el dominicum desde donde el señor regía sus tierras, vigilaba la
administración de sus riquezas y velaba por el bienestar de sus vasallos. Desaparecido,
pues, el objetivo guerrero, su utilidad caía por su base. Los castillos se abandonaron…
los castillos fueron cayendo, lenta, pero inexorablemente, en ruinas” Chueca Goita, F
[1964] 2001, Historia de la Arquitectura Española.
Las ciudades
Respecto a las ciudades, el punto de partida son esos trabajos sobre la ciudad
altomedieval, sobre qué ocurre con las ciudades en el tránsito de la antigüedad tardía y la
Alta Edad Media. Las ciudades habían perdido totalmente su hegemonía en favor de unas
élites que se habían instalado en el mundo rural, sobre todo en los castillos y, sin embargo,
el propio feudalismo va a generar una serie de mecanismos sociales y económicas que
van a permitir el desarrollo de las ciudades. Tras el año 1000 las ciudades van a
experimentar un crecimiento notabilísimo que se va a acelerar sobre todo en la Baja Edad
Media, los siglos XIV, XV, XVI ya a partir del siglo XIVI las ciudades entran en un
estancamiento en su crecimiento, sus líneas fundamentales ya están establecidas y no será
hasta el siglo XIX cuando presente un nuevo auge que vendrá de la mano de la
industrialización y del trasvase de la población del campo a la ciudad.
La clave para entender lo que ocurre con las ciudades bajo medievales está en el comercio,
la necesidad que tiene la sociedad feudal de monetizar la renta feudal genera una serie de
mecanismos por lo que las actividades comerciales van a volver a reactivarse. Durante el
siglo IX, las ciudades no eran la sede de las elites, había en algunas ciudades algunas
élites artesanales y mercantiles, pero estas no están relacionadas con la posesión directa
de los medios de producción.
Suele haber una oligarquía urbana, una especie de colectivización en el reparto de las
tareas del poder, pero por lo general en todas las ciudades siempre hay órganos colegiales
donde están los sectores más pujantes y esta especie de oligarquía urbana en los
momentos iniciales no van a ser directamente los mayores beneficiarios de los recursos.
No se pueden entender por si mismas las ciudades, ya que en el momento en el que se
funde una nueva ciudad o se conquista se provocan profundos cambios en el territorio.
Esto en la documentación escrita está muy bien expresado. Estos cambios son
fundamentales para entender que ocurre en la propia ciudad, por lo que hay que tener en
cuenta que la ciudad nos está expresando el propio crecimiento de la sociedad feudal,
cambios y transformaciones. Las necesidades que tienen los grandes señores de obtener
recursos para seguir controlando los territorios van a hacer que requieran de más recursos
económicos para pagar los gastos que se den.
Cuando la pirámide feudal sea más compleja y empiecen a consolidarse las monarquías
territoriales, las nuevas formas de administración y las necesidades de que el rey esté
siempre fijo en un lugar o la necesidad de un lugar para cobrar los impuestos, todo esto
va a hacer que se necesite centralizar las funciones de gestión de los reinos y a raíz de
esto en el siglo XVI van a comenzar a surgir las capitales de los reinos. Cuando la
jerarquía de los señores feudales se consolide en monarquías territoriales estables, las
nuevas formas de administración de los reinos requieren una centralización de funciones
que sólo puede darse en las ciudades.
“Por este motivo, las ciudades medievales se desarrollaron como resultado del
expansionamiento que caracteriza de forma intrínseca el sistema feudal desde su
conformación, y por lo tanto están desvinculadas de la estructura fiscal que les ha dado
sentido en el mundo antiguo o en las sociedades islámicas. La monarquía medieval hasta
la Baja Edad Media, vivió esencialmente de sus propios bienes raíces. Y aunque a partir
del siglo XIII, y de forma más evidente a partir del siglo XIV, desarrolló en reinos como
Castilla una estructura fiscal basada en las ciudades, ésta solamente pudo desarrollarse
como un mecanismo más en el seno de la sociedad feudal. De hecho, las oligarquías
urbanas y los señores pagaban estos impuestos al rey a cambio de la concesión de varios
derechos, entre los que se inclina la capacidad de recaudación. Sabemos que en la Baja
Edad Media los principales ingresos señoriales provenían de hecho de los propios
impuestos. Es decir, aunque se produjo un cambio en el mecanismo de extracción de la
renta, este seguía siendo de carácter feudal.” Juan Antonio Quirós
Desde el punto de vista morfológico, las ciudades bajomedievales tienen el problema de
que resulta difícil definir la ciudad, ya que ni siquiera hay un consenso en la época ni en
las fuentes escritas de la denominación. Para Carlos Estepa “Su mayor especialización
económica, su mayor diversificación social y su carácter de centro de territorio” es lo que
define a una ciudad. Tendemos a creer que todas las ciudades tienen que tener un carácter
cerrado, es decir, un recinto amurallado con una presencia de infraestructuras con
presencia de molinos. Lo fundamental no es tanto lo genérico, sino que es la presencia de
mercados o ferias, las actividades artesanas, el dominio de un territorio y el marco jurídico
diferenciado del ámbito rural (porque si no tendría sentido que se centrase la población
en la ciudad).
Para estudiar las ciudades bajomedievales va a ser fundamental la arqueología urbana, la
arqueología de la arquitectura, la iconografía será importante debido a las cartografías,
los mapos, los grabados, “ley de la persistencia de plano” que es una formulación que
realizaron los franceses por la que el plano actual de las ciudades mantiene el desarrollo
originario y embrionario de la ciudad medieval. Las principales temáticas que se abordan
generalmente tiene que ver con la topografía, la morfología, las formas de poder, los
diferentes niveles de jerarquía urbana, el impacto ambiental, la red comercial y la
estructura artesanal. El problema es que no hay buena síntesis europeas, solo por países
y el desarrollo de Inglaterra, Francia e Italia destacan (y extrapolan resultados), mientras
que la falta de publicaciones especificas en España dificulta historiar la ciudad medieval
desde la arqueología (sólo la ilustra). Se dan tres procesos urbanos diferentes pero
convergentes en la Península Ibérica:
1. Ciudades con antecedentes romanos o un origen altomedieval, precedentes
urbanísticos (Pamplona, Lugo, Astoga) o (Burgos, Oviedo, Santiago)
2. Ciudades de nueva fundación en los siglos XI-XIV que se relacionan sobre todo
con la expansión del feudalismo, con la reconquista (Valladolid, Santander, Olmeda)
3. Ciudades de origen andalusí conquistadas y transformadas por los cristianos
(Toledo, Valencia, Córdoba, Granada, Sevilla)

Ciudades con antecedentes romanos o un origen altomedieval


Pérdida del peso urbano en los siglos IV-X y a partir del siglo X se da una cierta
recuperación desde entonces. Algunas ciudades totalmente van a perder entidad
poblacional, quedando reducido a alfo más que una aldea y que sin embargo después
recuperaron el estatus urbano como el caso de los lugares donde abundan silos, “tierras
negras” (probablemente de identificación de la Alta Edad Media).
Generalmente las únicas que mantienen un cierto episcopado o sede regia muestran
arqueológicamente ser todavía sedes activas desde el punto de vista constructivo y
comercial (sillares o sillarejos, cerámicas mediterráneas o de al-Ándalus).
Los porcentajes de cerámica a mano, a torno, con decoraciones o exportaciones son
fundamentales. Los siglos X-XI se va a dar un renacer urbano. División topográfica y
funcional: poder eclesiástico por administrativo y el pueblo. Tejido artesanal y comercial
muy modesto. Iglesias y monasterios que articulan el hábitat en su entorno.
Solamente a partir del siglo XIII podemos hablar de un tejido urbano feudal plenamente
configurado y estructurado:
- Iglesia principal (catedral, poder eclesiástico)
- Castillo o Palacio (poder civil)
- Espacios públicos para el mercado (semanal) o las ferias (anuales)
- Cultura material que demuestran intercambios

Siglos XIII-XV:
- Consolidación de la red viaria interna y de los accesos periurbanos
- Inversión en infraestructuras públicas (saneamientos, fuentes) regulaciones
concejiles
- Cierta densidad interna: casas complejas de más de un piso (pórticos, voladizos…
sin patios interiores) y creación de arrabales
- Configuración de parroquias: surgimiento de iglesias románicas y góticas.

Algunos ejemplos de este tipo de ciudades seria León que fue un campamento romano en
el año 856 y que se conservan sus murallas. Fue repoblado en el 856 en el que se va a
trasladar la capital del reino aquí y desde el siglo X va a celebrar una feria que va a hacer
que se desarrolle la ciudad. Originariamente vamos a ver que la ciudad se queda
circunscrito a las antiguas murallas romanas y vamos a ver cómo se van a mantener en
estos momentos la existencia de un decumano y un cardo, una zona principal del foro,
etc. Cada será más frecuente encontrar espacios vacíos que nos indican la existencia de
cultivos y corrales para ganados. Esta ciudad pivota en torno a dos cultos del poder, el
entorno del poder, el conjunto episcopal y el poder político que esta alrededor de otra
iglesia, van a ser estos poderes los que van a realzar las murallas. Otra de las
características es que va a tener algunos monasterios e iglesias que van a organizar la
existencia de caseríos y viviendas alrededor de los focos. Ya en los siglos XI y XII hay
un realzamiento de la topografía para igualar topografía y la reorganización escorrentías
y se fija el viario, además, se va a ampliar el recinto amurallado y se va a dar una
organización en parroquias. Por último, en los siglos XIV y XV se va a dar una pérdida
de importancia a favor de Valladolid que es una ciudad de nueva formación (mercado y
feria de mayor importancia), se va a crear un arrabal nunca ocupado densamente y
finalmente con la Peste Negra y posteriormente la expulsión de los judíos en 1492 va a
dar lugar a que se configure una ciudad decadente con mucha menos importancia y que
va a dar lugar a la ciudad que se conoce hoy en día.

Ciudades de nueva fundación en los siglos XI-XIV


En toda Europa se crean ciudades de nueva planta debido a procesos complejos y
variados: Emporia, Puertos, Villas nuevas, Villas reales, castillos de 4º generación, aldeas
que se convierten en villas. En Inglaterra más del 40% de las ciudades medievales se
fundaron en el siglo XIII, únicamente el 22% son anteriores al año 100 según explica
Martin Carver.
La característica fundamental que tienen todas estas ciudades es que tiene un plano urbano
y topográfico predefinido, planificado y proyectado, pero eso no significa que siempre
vayan a tener un plano geométrico (depende de la topografía). Hay un mito y es que
cuando se habla de ex novo no significa ex nihilo, casi siempre hay asentamientos previos.
Se va a dar una dualidad entre los centros de poder (real, señorial, eclesiástico) y el reparto
de lotes más o menos iguales entre nuevos poblados.
Generalmente la fundación de una villa o ciudad nueva comporta una reorganización del
poblamiento: abandono de castillos o aldeas anteriores, surgimiento de nuevos
asentamientos en el entorno (alfoz, territorio, señorío, maestrazgo). Por lo general nacen
como núcleos pequeños en extensión, aunque ya tengan categoría de ciudad (actividades
artesanales y comerciales desde el principio, hay que abastecer a la nueva población). En
la península Ibérica:
- Importancia del Camino de Santiago en el siglo XI: Jaca, Sangüesa, Estella,
Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Belorado, Castrogeriz, Palencia.
- La “Reconquista”, la concesión de fueros y concejos, las extremaduras, las
“villarreales”, las “villasnuevas”.

Ciudades de origen andalusí conquistadas y transformadas por los cristianos


Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las conquistas feudales de ciudades
andalusíes se dieron tras acuerdos y capitulaciones, dando algún tipo de garantía a la
población musulmana que permaneció. Hubo un porcentaje significativo de ciudades que
desaparecieron (Vascos en Toledo, Siyasa en Murcia, Saltés en Huelva…).
A nivel arqueológico los cambios no son inmediatos, tardan décadas o incluso uno o dos
siglos. Al principio sólo se dan cambios en la espera del poder y la administración, así
como la cristianización de los lugares de culto como iglesias sobre mezquitas y
cementerios dentro de las ciudades. Los cambios en el parcelario acaban produciéndose
porque la familia nuclear feudal y la familia segmentada islámica dan lugar a distintos
tipos de urbanismo. Las formas de conexión de las diferentes unidades domesticas es
diferente. Se partieron viviendas de patio central y adarves para generar parcelas
alargadas, cancelación de patios interiores y viviendas abiertas a la vía pública con
aperturas de plazas.
Se van a crear barrios segregados (morería o barrios mudéjares, juderías, barrios de
Francos, barrios de genoveses… o barrios artesanales donde trabajan mudéjares) e
instalaciones de la red parroquial. Hubo barrios que se despoblaron tras las conquistas
feudales. Por último, se dan cambios en las periferias: nuevas gestiones agrícolas y
artesanales, cancelación de cementerios islámicos, nuevos basureros.
Granada es el mejor ejemplo para explicar este proceso. Las conquistas de Granda
comportaron cambios que se llevaron a cabo durante al menos medio siglo y se pueden
diferenciar diferentes fases:
Fase mudéjar (1492-1499):
• Control militar y cierto respeto por las tradiciones y construcciones musulmanas
• Capitulaciones respetuosas con los musulmanes, al menos oficialmente
• Las principales construcciones nazaríes fueron adaptadas a las necesidades de
las nuevas élites.
• Cambios simbólicos en pro de la cristiandad
• “Mudéjar” como estilo artístico predominante
1499-1501: Cardenal Cisneros presionó para la conversión forzosa de todos los
musulmanes. Después de algunas revueltas, los musulmanes fueron bautizados y
expulsados.

Fase “Gótica” o “Morisca” (1519-1568)


• Arte Gótico como lenguaje de dominación de la Corona y las nuevas
instituciones
• Se levantaron construcciones simbólicas, pero no hubo muchos cambios
urbanísticos
• Cripto-musulmanes llamados “Moriscos”

Fase “Renacentista” o “Imperial” (1519-1568)


• Llegaron inmigrantes a la ciudad provenientes de otras partes de iberia y Europa
• Principales cambios urbanísticos en Granada
• El Renacimiento como expresión artística del proyecto de Capital del Imperio
(hasta 1561)

1568-1571: Rebelión de los Moriscos (Guerra de las Alpujarras)


Crisis y decadencia (1571-1648)
En la Alhambra vamos a ver como durante la primera fase, los primeros cambios que
llevan a cabo los Reyes Católicos son la creación de una serie de bastiones semicirculares
como refuerzo de las murallas y estaban destinados a colocar los cañones que apuntaban
al albaicín y junto a ellos la colocación de una campana en la torre de la Vela para la
llamada a l oración cristiana y no a la islámica. El segundo cambio fue el de la destrucción
de la antigua mezquina para construir la Iglesia de Santa María de la Alhambra que
inicialmente funcionó como catedral de Granad; esto supuso que se mantuviera el lugar,
pero se modificó la planta. El tercer cambio en la tercera fase es la construcción del
Palacio de Carlos V (1527-1550) con una fachada de almohadillado en inglete cuya
construcción conllevó la destrucción del urbanismo islámico que tenía la ciudad (calles y
casas).
El espacio del llano de la ciudad en torno al rio Darro, encontramos la conversión de
antiguas mezquitas en iglesias como la Mezquita de Al Tai bin que es la actual Iglesia de
San Juan de los Reyes donde se fueron añadiendo a la planta elementos románicos y
góticos como los arcos apuntados y sobretodo con la adicción de un campanario encima
del alminar de la torre y la construcción de una campana. El caso de la Iglesia de Santa
Ana donde se añadió una campana al antiguo alminar, así como en la Iglesia de San José.
El segundo cambio es la Casa de los Tiros donde la familia Venegas que era de origen
musulmán que favorecieron la conquista de los Reyes Católicos que después se
cristianizaron y en el antiguo solar que tenían de la vivienda deciden construir una casa
gótica que recuerda las casas torre de Vizcaya y que tiene hasta esculturas y artesano
dedicado y honrando a los Reyes Católicos. Por último, la tercera fase es la construcción
de la Real Chancillería (1531-1587) que fue la Corte de justicia en Plaza Nueva, aquí
comienza el paseo de los Tristes, cuando se decidió construir el palacio se modificó
totalmente y se destruyeron todas las casas que había y abrir una plaza nueva para generar
un espacio teatro, de símbolo para permitir ver la magnificencia y de la construcción y
que fuera un espacio público de espera para asistir a los juicios.
El entorno de la catedral encontramos la Madraza que fue una universidad construida por
Yusuf I y tras las excavaciones se dieron cuenta que la planta es la suma de varias
edificaciones y que comportaba muchos espacios en su interior, en 1499 sin modificar lo
sustancial y cambiar las funciones el edificio dejó de ser madraza para convertiré en el
primer ayuntamiento de Granada donde se reunían los 24 caballeros. En la segunda fase
encontramos la Capilla Real construida en estilo gótico sin influencia mudéjar que es un
espacio simbólico y del dominio cristiano sobre los musulmanes. El tercer caso de estudio
en la tercera fase es la construcción de la Catedral en estilo Renacentista con las
impresionantes fachadas y una torre nunca acabada que conllevó la destrucción de la
antigua mezquita de Granada, la fachada no eta realizada para ser vista desde la plaza de
las Pasiegas.

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