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de hecho
En el Perú es muy común observar que las familias que conforman nuestra
sociedad en su mayoría han optado por formarse a través de la denominada
convivencia, la cual año tras año va en aumento con respecto al matrimonio.
Así nos lo plantea Castro (2014) cuando indica que muchas parejas se inclinan
por unirse libremente y convivir, situación que responde a diversos factores
como evasión del compromiso y responsabilidad que trae consigo un
matrimonio o razones económicas.
Guerra (2017) nos señala que “se les denomina a las uniones de hecho como
concubinato, pareja de hecho, matrimonio de hecho, convivencia fuera del
matrimonio, unión libre, convivencia adúltera, convivencia extramatrimonial,
pareja no casada; con la finalidad de diferenciarla del matrimonio” (p. 39).
Por otro lado, es importante tener en cuenta que la unión de hecho culmina por
ciertas causales, mismas que han sido establecidas en el artículo 326° del
Código Civil: “muerte, ausencia, mutuo acuerdo o decisión unilateral”. Como
vemos, nuestro ordenamiento jurídico sólo ha contemplado estas 4 causales
como únicas formas en las que se daría por terminada una relación de unión de
hecho, dejando por fuera, la posibilidad de que si en caso uno de los
convivientes falte al deber de fidelidad, el otro pueda solicitar judicialmente el
término de su unión de hecho.
Nuestro Código Civil en el Título II, Capítulo único referente a los deberes y
derechos que nacen del matrimonio, señalando como uno de sus deberes el de
fidelidad y asistencia. Así el artículo 288° prescribe “Los cónyuges se deben
recíprocamente fidelidad y asistencia”.
En ese sentido, al surgir del matrimonio una serie de deberes, es claro que el
incumplimiento de alguno de ellos, configuraría automáticamente una causal de
divorcio, las mismas que se encuentran consagradas en el artículo 333° del
Código Civil:
Así pues, la fidelidad como deber del matrimonio se caracteriza por ser mutuo y
perdurar durante todo el tiempo que exista vínculo matrimonial, es decir, que
los cónyuges tienen en el mismo grado la obligación de respetar y honrar a su
pareja, no admitiéndose justificación alguna en caso de incumplimiento (Arango
y Peláez, 2017).
Objetivos
Objetivo general:
Objetivos específicos:
Referencias bibliográficas