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entendido eso es fácil colegir que en teoría debería ser también requisito para poder
disolver este mismo, sin embargo, esta afirmación puede que no sirva en lo que configura
la Ley, ya que el matrimonio muere a partir del suceso de ciertos hechos, que como bien
hemos estudiado se encuentran regulados en el artículo número 333 que tiene previsto
nuestro Código Civil (1984), el mismo que establece una suerte de catalogo de causales
de divorcio y separación de cuerpos, los mismos que resumidamente son: adulterio,
violencia física o psicológica, atentado contra la vida del cónyuge, injuria grave, que haga
insoportable la vida en común, abandono injustificado de la casa conyugal por más de
dos años continuos o cuando la duración sumada de los períodos de abandono exceda
a este plazo, conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común y por último
uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan generar
toxicomanía.
Haciendo una pequeña observación, en lo personal, no creo que esta serie de
posibles hechos que puedan sucitarse en el ceno de un hogar sean las únicas causas
que puedan discolver el vinculo matrimonial, debido a que podemos observar otro tipo
de figuras como la desaparición y muerte presunta de uno de los conyuges, así como las
muchas fallas o vicios que puedan nacer a partir del acto que da origen al matrimonio.
También he previsto tocar un tema, que para efectos de que el presente trabajo
tenga más entendimiento y fluides es muy importante, el mismo que es el decaimiento y
disolución del matrimonio en el Perú. El decaimiento del matrimonio indica que pueda
existir una crisis, debilitamiento o algún motivo o causa que no permite que dicho vínculo
se mantenga estable y se desenvuelva de una manera habitual; sin embargo, dicha unión
todavía está vigente, existe legal o formalmente. En derecho, este debilitamiento es
tratado como la separación de cuerpos, de la cual ya mencionamos con anterioridad,
dentro de este punto es preciso diferenciar lo que vendría a significar la disolución, que
es tratada dentro de sus diferentes modalidades, cuando ya se da por concluido el
vínculo matrimonial, dandole origen al divorcio.
Por un lado, tenemos la separacionóde cuerpos que debe ser entendida comouna
situación de hecho en que los esposos suspenden la relación conyugal, o los
convivientes de hecho la vida marital, pero que aun así, sigue subsistindo el vínculo
matrimonial o jurídico.
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legales como estar casados o tener una unión de hecho vigente, o contar con alguna
incapacidad mental o física para dar su consentimiento.
Por otra parte, la legitimidad moral del matrimonio se refiere a la percepción social
y ética de la unión, es decir que sea considerado tanto por la sociedad como por las
partes, como un compromiso serio y duradero que se realiza por amor, respeto y
consideración mutua. Un matrimonio que cumple con los requisitos legales y morales
puede contribuir a la estabilidad emocional y social de la pareja, así como aportar un
fuerte sentido de compromiso y apego mutuo. Además, un matrimonio legítimo también
es considerado un pilar básico de la familia y como tal, representa un elemento
fundamental para la estabilidad y desarrollo social, referente a esta opinión, surge una
pregunta que genera cierta incertidumbre, la misma que es ¿puede disolverse el
matrimonio por ser ilegitimo?, a consideración nuestra, cabe mencionar que en
definitiva, la legitimidad en el matrimonio es un valor fundamental que debe ser protegido
y valorado, tanto desde el punto de vista legal como social. Un matrimonio legítimo es la
garantía de que la unión entre dos personas se ha realizado con responsabilidad y
reflexión y que se ha forjado por los valores más positivos del ser humano.
Mientras escribia este trabajo, se genero una cuestión que debo asumir estoy lejos
de poder responder, la misma que es ¿seria egoista por parte de lo conyuges pensar
primero en ellos mismos antes que en su familia?, si bien es sabido por lo ya antes
expuesto, el estado protege a la familia, sin embargo tambien le dota a los conyuges de
causales de separación y de divorcio, por lo que se genera una disyuntiva la cual no sé
aún si responder a base de voluntad y deseo o a base de reconciliación y nuevas
oportunidades.
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Referencias
Perú, R. d. (1984). Código Civil. Lima: CR Edición.