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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

DEPARTAMENTO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO PÚBLICO


Materia: Acción de Tutela
Docente: Dr. Julio Cesar Ortiz Gutiérrez
Presentado por: Sebastián Alejandro Tovar Ramírez

ACCIÓN DE TUTELA

En ejercicio de la representación judicial dada a los estudiantes del consultorio jurídico, tuve la
oportunidad de presentar diversas Acciones de Tutela, esto por ser el mecanismo más expedito
para la protección de derechos fundamentales vulnerados o en peligro de vulneración, es así
como inicialmente realice un recorrido de los preceptos básicos de la misma con la finalidad de
realizar un correcto ejercicio de la misma, sin embargo, el caso concreto a exponer se dirige a una
Acción de Tutela presentada como agente oficioso en representación de un familiar que se
encontraba en delicado estado de salud.

Por lo anterior, fue necesario iniciar repasando el concepto de Acción de Tutela, instaurada a
través del Articulo 86 de la Constitución Política de Colombia de 1991, siendo uno de los
artículos más votados en la Asamblea Nacional Constituyente, en el mismo se enuncian los
elementos esenciales y principales que comprenden este mecanismo, definiendo la misma así:

“ARTICULO 86. Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces,
en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí
misma o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos
constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o
amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública.

La protección consistirá en una orden para que aquel respecto de quien se solicita la
tutela, actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo, que será de inmediato cumplimiento,
podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, éste lo remitirá a la Corte
Constitucional para su eventual revisión.
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Esta acción solo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa
judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable.

En ningún caso podrán transcurrir más de diez días entre la solicitud de tutela y su
resolución.

La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela procede contra particulares
encargados de la prestación de un servicio público o cuya conducta afecte grave y
directamente el interés colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en estado de
subordinación o indefensión.” (Negrilla propio)1

Bajo este precepto entré a estudiar posteriormente el Decreto Ley 2591 de 1991, por medio del
cual se regula la Acción de Tutela consagrada en el Artículo 85 de la Constitución Política de
Colombia.

Igualmente, me adentre en el estudio del concepto jurisprudencialmente siendo así que, en


ejercicio de su función de garante de derechos, mediante Sentencia C-483 de 2008, la Corte
Constitucional establece a la Acción de Tutela:

“(…) como un mecanismo de defensa judicial al cual puede acudir toda persona para
obtener la protección inmediata de los derechos fundamentales, cuando éstos resulten
vulnerados o amenazados por la acción u omisión de cualquier autoridad pública o de
los particulares en los casos que señale la ley (…)”2

1
Constitución Política de Colombia 1991
2
Sentencia C-483 de 2008 M.P. Rodrigo Escobar Gil
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En ese orden de ideas, es menester resaltar que la Corte Constitucional ha evidenciado que la
Acción de Tutela en sí misma es considerada un derecho fundamental, pues a través de esta se
busca la protección de otros derechos fundamentales, para esto la corte ha manifestado que:

“La acción de tutela como tal tiene el carácter de derecho fundamental toda vez que es el
instrumento concebido por el Constituyente para garantizar la protección de los restantes
derechos fundamentales que sin él perderían buena parte de su eficacia y arriesgarían
esfumarse.”3

Siendo así, referente al carácter fundante de la Acción de Tutela, la Corte Constitucional ha


hecho mención de las características de la misma, estableciendo:

“La jurisprudencia de esta Corporación ha reconocido que considerada en sí misma, la


acción de tutela es un verdadero derecho fundamental, a través del cual se garantiza la
protección de los demás derechos fundamentales, los cuales, sin ella, comprometerían su
eficacia. La Corte ha señalado que la acción de tutela se caracteriza por ser un
instrumento i) subsidiario; ii) inmediato; iii) sencillo; iv) específico; y v) eficaz; y se rige
por los principios de informalidad y de oficiosidad.” (Negrilla propio)4

Así pues, en estudio de lo anterior y para el ejercicio de este mecanismo fue fundamental el
estudio de los principios básicos que la rigen, como lo son el de Publicidad, es evidente pues que
la acción de tutela no tiene reserva, cualquier persona puede acceder a los fallos, tal como se
establece en el mencionado artículo esta puede ser presentada a nombre propio o por aquella que
presentara algún interés en la protección de los derechos de un tercero.

Por otro lado, en mi estudio encontré la existencia de la prevalencia del derecho sustancial, es
decir, en un escrito de Tutela no se les da prioridad a las formas, sino que se analiza lo sustancial
del mismo. Es de resaltar que, la acción de tutela tiene la cualidad de no requerir formas
3
Sentencia C- 531 de 1993 M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz
4
Sentencia C-483 de 2008 M.P. Rodrigo Escobar Gil
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explicitas para probar, u aportar algún documento, esto en el entendido que las pruebas o demás
anexos al escrito de Tutela, pueden allegarse en copia simple sin necesidad de contar con
formalidades propias de las pruebas en otros procesos judiciales, al respecto la Corte
Constitucional ha mencionado:

“Además, acudiendo a la interpretación teleológica de las normas constitucionales, se


halla fácilmente el sentido protector de la acción de tutela, al igual que su inconfundible
orientación hacia el perfeccionamiento material de los derechos fundamentales (artículos
1, 2, y 86 de la Constitución, entre otros), que no se obtiene dentro de una concepción
que rinda culto a las formas procesales, menos aún si ellas no han sido expresamente
consagradas. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de velar por la prevalencia del
derecho sustancial, tan nítidamente definida por el artículo 228 de la Carta Política.”
(Negrilla propio)5

En ese orden de ideas, de mi estudio pude evidenciar que no existen requisitos formales para la
presentación de una Acción de Tutela, esto por cuanto se busca la protección de un derecho de
manera prioritaria e inmediata, siendo fundante de esta manera el principio de informalidad en la
presentación de la misma, en ese orden de ideas es claro que la Tutela puede ser presentada
mediante escrito o verbalmente, referente a esto la Corte Constitucional ha mencionado que:

“la acción de tutela no se encuentra sujeta a fórmulas sacramentales ni a requisitos


especiales, que puedan desnaturalizar el sentido material de protección que la propia
Constitución quiere brindar a los derechos fundamentales de las personas por conducto
de los jueces. En aplicación de este principio, la presentación de la acción sólo requiere
de una narración de los hechos que la originan, el señalamiento del derecho que se
considera amenazado o violado, sin que sea necesario citar de manera expresa la norma
constitucional infringida, y la identificación de ser posible de la persona autora de la
amenaza o agravio. Adicionalmente, la presentación de la acción no requiere de
5
Sentencia T-459 de 1992 M.P. José Gregorio Hernández Galindo-Alejandro Martínez Caballero-
Fabio Morón Díaz
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apoderado judicial, y en caso de urgencia, o cuando el solicitante no sepa escribir, o sea
menor de edad, podrá ser ejercida de manera verbal.”6

Asimismo, encontré que el segundo principio fundante de la Acción de Tutela es el principio de


oficiosidad, el cual está basado en el activismo del juez de tutela para llegar a una sentencia
pronta y efectiva, en ese orden de ideas este puede decretar pruebas de oficio, llamar a las partes
entre otros, esto con la finalidad de garantizar la protección de derechos fundamentales, respecto
de este, la Corte Constitucional ha establecido que:

“se traduce en el papel activo que debe asumir el juez de tutela en la conducción del
proceso, no sólo en lo que tiene que ver con la interpretación de la solicitud de amparo,
sino también, en la búsqueda de los elementos que le permitan comprender a cabalidad
cuál es la situación que se somete a su conocimiento para tomar una decisión de fondo
que consulte la justicia, que abarque íntegramente la problemática planteada, y de esta
forma provea una solución efectiva y adecuada, de tal manera que se protejan de manera
inmediata los derechos fundamentales cuyo amparo se solicita si hay lugar a ello.”7

Finalmente dentro de mis indagaciones se evidenció que, por cuanto la Acción de Tutela debe ser
resuelta en un plazo no mayor a días (10) días a su presentación se observa el principio de
celeridad y eficacia, siendo que esta busca dar solución al hecho generador de la posible
vulneración de derechos, mismos que de ser llevados por la jurisdicción ordinaria tomaría un
mayor tiempo en ser resuelto.

Por otra parte, en la Acción de Tutela a presentar desde la calidad de estudiante del consultorio
jurídico se hacía necesario diferenciar claramente el derecho fundamental que se buscaba
proteger, por lo cual era importante tener en claro los derechos sujetos a protección mediante este
mecanismo es menester resaltar que, los derechos fundamentales son aquellos inherentes al ser

6
Sentencia C-483 de 2008 M.P. Rodrigo Escobar Gil
7
Sentencia C-483 de 2008 M.P. Rodrigo Escobar Gil
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humano y/o necesarios para su auto perfeccionamiento, en ese orden de ideas se realizó un
estudio de los ya mencionados derechos fundamentales:

 Los expresamente consagrados en la Constitución Política de Colombia, enunciados en


los Artículos 11 al 41.
 Los que integran el bloque de constitucionalidad, establecido en el Artículo 93 de la
Constitución Política de Colombia.
 Los innominados, establecidos en el Artículo 94 de la Constitución Política de Colombia,
como lo son: Derecho a la dignidad humana, Derecho al mínimo vital, Derecho a la
seguridad personal, Derecho a la estabilidad laboral reforzada de sujetos de especial
Protección constitucional, Agua potable, entre otros.

En el caso en concreto, la vulneración encontrada recaía sobre el derecho a la salud, el cual si


bien no se encuentra enmarcado expresamente en los anteriormente expuesto, se vincula a través
de los llamados derechos fundamentales por conexidad, los cuales son definidos como aquellos
que aun cuando no se encuentran textualmente discriminados en la Constitución, se les da la
característica de fundamentales puesto que si no fuesen protegidos de manera expedita se
vulnerarían o podrían vulnerarse los derechos fundamentales textualmente establecidos, en ese
orden de ideas se hace evidente que en el momento en el cual no se protege el derecho a la salud,
se podría llegar a una vulneración del derecho a la vida.8

Ahora bien, frente a la legitimación para actuar se debía realizar un estudio detallado de la
misma, esto con la finalidad de ejercer de manera acertada este mecanismo, referente a esto se
encuentra preciso esclarecer las diferentes formas por las cuales se configura la legitimación por
activa, de esta manera encontramos entonces que existen cuatro causas por las cuales se confiere
la misma, las cuales fueron establecidas por la Corte Constitucional así:

8
Sentencia T-491 de 1992 M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz
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“a) cuando la interposición de la acción se realiza a través de apoderado judicial; b)
cuando el que interpone la tutela es el representante legal, ya sea de una empresa o de un
menor de edad, de un interdicto, etc.; c) cuando el afectado de manera directa propugna
por sus derechos; d) y cuando se realiza a través de agente oficioso.”9

En ese orden de ideas es claro que en el caso en concreto obtendría la legitimación por activa
actuando como agente oficioso para ejercer el mecanismo en nombre de otro y en busca de que
no se vulnerase su derecho a la salud en conexidad con el derecho a la vida, esto por cuanto la
enfermedad que aquejaba a el afectado no le permitía ejercer su derecho a la tutela, y de no ser
ejercida se vulneraria su derecho a la vida, sin embargo, el agente oficioso debe cumplir con
determinados requisitos para poder obtener esta legitimación, esto por cuanto esta potestad solo
se ejerce de manera excepcional, la Corte al respecto ha manifestado:

“La Corte Constitucional de manera reiterada ha expresado que en materia de tutela la


regla general es la de que la acción debe interponerse por el titular de los derechos que
se reputen lesionados, bien sea directamente o por medio de apoderado,  y que solo de
manera excepcional cabe la posibilidad de la agencia oficiosa, para cuya procedencia
es indispensable, además de la declaración formal que debe hacer el agente oficioso
acerca de la imposibilidad en que se encuentra la persona por quien actúa para
promover por sí mismo la defensa de sus derechos ante el juez constitucional, que dicha
circunstancia se acredite así sea sumariamente en el proceso.” (Negrilla propio)10

Igualmente, se ha establecido que:

“De acuerdo con lo dispuesto en esta norma y con la jurisprudencia de esta


Corporación, en el agenciamiento de derechos ajenos, debe estar debidamente
demostrado que realmente el interesado no está en condiciones de asumir la defensa de
sus propios derechos. Esta exigencia no es resultado de un capricho del legislador, ni
9
Sentencia T-004 de 2013 M.P. Mauricio González Cuervo
10
Sentencia T-213 de 2002 M.P. Rodrigo Escobar Gil
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corresponde a una mera formalidad, encaminada a obstaculizar el acceso a la
administración de justicia, especialmente cuando se trata de la defensa de un derecho
fundamental. No. Esta exigencia es desarrollo estricto de la Constitución sobre el respeto
a la autonomía personal (art. 16). Una de las manifestaciones de esta autonomía se
refleja en que las personas, por sí mismas, decidan si hacen uso o no, y en qué momento,
de las herramientas que la Constitución y la ley ponen a su alcance, para la protección
de sus derechos en general, trátese de los fundamentales o de los simplemente legales.”
(Negrilla propio)11

En ese orden de ideas, jurisprudencialmente se han determinado los requisitos a cumplirse para
hacer uso de la agencia oficiosa, los cuales son:

1. El agente oficioso debe manifestar expresamente que actúa en nombre de otra persona,
manifestar que actúa como agente oficioso.
2. Justificar que el titular del derecho no se encuentra en condiciones físicas o mentales para
presentar la acción de tutela de manera directa, indicándose en el escrito de tutela o que
pueda ser inferido por el juez, sin que esto conlleve a que el agente oficioso y el titular
presenten un vínculo formal.
3. Es importante que el titular del derecho se encuentre plenamente identificado, deben
incluirse datos de notificación y demás que logren obtener comunicación directa con el
mismo.
4. Siempre que sea posible, exista una ratificación oportuna por parte del titular del derecho
respecto a los hechos y pretensiones de la acción, esto se realiza con comunicación directa
con el titular en cumplimiento del requisito anterior.12

Una vez analizados los anteriores conceptos procedí a realizar el escrito de tutela, en el cual se
inicionindicando que se está actuando como agente oficioso del titular del derecho esto por
cuanto el titular se encuentra con su salud deteriorada imposibilitándole a ejercer su derecho a la
11
Sentencia T-503 de 1998 M.P. Alfredo Beltrán Sierra
12
Sentencia T-100 de 2016 M.P. María Victoria Calle Correa
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tutela, derecho que le permitirá protección de su derecho a la salud conexo de su derecho a la
vida, en el mismo se identifica plenamente al titular del derecho vulnerado, igualmente, se deja
claro que pueden ratificar la presentación de la Acción de Tutela a los teléfonos de contactos
suscritos en el escrito.

Posterior a esto, se procedió a hacer un relato claro y sucinto de los hechos, informando el
delicado estado de salud en la que se encontraba el titular del derecho y el agravamiento
presentado por la no prestación del servicio de salud de parte de la EPS, dejando claro el historial
medico.

Una vez dejado en claro los hechos que conllevaron a la presentación de la Acción de Tutela, se
procede a identificar los derechos vulnerados en el presente caso, entre los cuales se enunciaron
el derecho a la vida, dignidad humana y a la salud, dejando claro que, al seguirse vulnerando el
derecho a la salud, se encuentra en riesgo de vulneración el derecho a la vida, y se está
vulnerando el derecho a la dignidad humana, siendo que por el precario estado de salud del titular
no se encuentra viviendo dignamente, en esta identificación de derechos vulnerados se realizó
igualmente un desarrollo normativo de la protección de los mismos con la finalidad de resaltar el
deber de protección que tiene el estado frente a ellos.

Posterior a esto, se procede a realizar las peticiones, las cuales incluían ordenar se preste el
servicio de manera expedita e ininterrumpida, el cual garantice que se mejore la calidad de vida
del titular del derecho, esto so pena de recibir las correspondientes sanciones en caso de existir un
desacato por parte de la entidad prestadora de salud.

Finalmente, el escrito concluye con la información de identificación de todas las partes


involucradas en el proceso a iniciar, identificando plenamente al titular del derecho y a la entidad
sobre la cual recae la tutela.
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Este escrito se radico en el centro de servicios del palacio de justicia de Villavicencio, en él se
realizó el reparto al juez correspondiente y en ese orden de ideas y en estudio de la misma, el juez
analiza si la tutela interpuesta ante él era o no procedente, esto por cuanto aun cuando la regla
general es que, procederá cuando existan derechos vulnerados o amenazados, en contra de toda
acción u omisión de las autoridades públicas, igualmente, procede contra acciones u omisiones de
particulares de acuerdo a lo establecido en el capitulo tres del Decreto Ley 2591 de 1991.13

Ahora bien, el Decreto Ley 2591 de 1991, presenta en su artículo 6 las excepciones a esta regla
general, las cuales son:

“ARTICULO 6o. CAUSALES DE IMPROCEDENCIA DE LA TUTELA. La acción de


tutela no procederá:

1. Cuando existan otros recursos o medios de defensa judiciales, salvo que aquélla se
utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. La existencia
de dichos medios será apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las
circunstancias en que se encuentra el solicitante.
2. Cuando para proteger el derecho se pueda invocar el recurso de habeas corpus.
3. Cuando se pretenda proteger derechos colectivos, tales como la paz y los demás
mencionados en el artículo 88 de la Constitución Política. Lo anterior no obsta, para que
el titular solicite la tutela de sus derechos amenazados o violados en situaciones que
comprometan intereses o derechos colectivos siempre que se trate de impedir un
perjuicio irremediable.
4. Cuando sea evidente que la violación del derecho originó un daño consumado, salvo
cuando continúe la acción u omisión violatoria del derecho.
5. Cuando se trate de actos de carácter general, impersonal y abstracto.”14

13
Decreto Ley 2591 de 1991. por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la
Constitución Política.
14
Decreto Ley 2591 de 1991. por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la
Constitución Política.
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Siendo así, y dado que en la tutela presentada no existió excepción alguna para el trámite de la
misma, se procedió a realizar el estudio de lo allí contenido dictando sentencia en el término
establecido de 10 días contados a partir de la presentación, en la cual se decidió amparar los
derechos allí enunciados, emitiendo una orden de cumplimiento en la cual ordeno a la EPS que en
un término de 48 horas procediera a comunicarse con el titular del derecho para iniciar la
prestación efectiva e ininterrumpida del servicio de salud. Es menester aclarar que el caso
concreto de estudio no existió desacato por parte de la entidad.

Para finalizar, podemos concluir que la Acción de Tutela es el mecanismo idóneo para garantizar
la efectividad de los derechos fundamental y por conexidad, esto por cuanto es el medio más
expedito, el cual es de obligatorio cumplimiento por las entidades a las cuales se les expide una
orden de cumplimiento, sin embargo, aun cuando en el caso de estudio no se presentó un
desacato, en la experiencia obtenida como estudiante del consultorio jurídico, se evidenciaron
diferentes casos en los cuales no se dio cumplimiento a las órdenes dadas por el juez en el plazo
determinado ocasionando el derecho fundamental alegado en las mismas se encontrara totalmente
vulnerado y con obstáculos en su efectivo cumplimiento. Por lo anterior, aun cuando la Acción de
Tutela es un mecanismo importante para la efectividad de los derechos en Colombia no es la
solución a las problemáticas presentadas por posibles deficiencias en la normatividad u
inoperancia de las entidades públicas del estado.

BIBLIOGRAFÍA

Asamblea Nacional Constituyente (1991). Artículo 86. Constitución Política de Colombia.


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Corte Constitucional. (2008) Sentencia C-483 [M.P: Escobar, R].

Corte Constitucional. (1992) Sentencia T-491 [M.P: Cifuentes, E].

Corte Constitucional. (1992) Sentencia T-459 [M.P: Hernández, J/Martínez, J/Morón, F].

Corte Constitucional. (1993) Sentencia C- 531 [M.P: Cifuentes, E].

Corte Constitucional. (1998) Sentencia T-503 [M.P: Beltrán, A].

Corte Constitucional. (2002) Sentencia T-213 [M.P: Escobar, R].

Corte Constitucional. (2013) Sentencia T-004 [M.P: González, M].

Corte Constitucional. (2016) Sentencia T-100 [M.P: Calle, M.V].

Carlos Alberto López Cadena. (2015). Mutación de los derechos fundamentales por la
interpretación de la Corte Constitucional colombiana. [Universidad Externado de Colombia]

Magdalena I. Correa H./Nestor L. Osuna P./Gonzalo A. Ramírez C. (2017). Lecciones de derecho


constitucional. Tomo II. [Universidad Externado de Colombia]

Presidencia de la República. (19 de noviembre de 1991). Artículo 6. por el cual se reglamenta la


acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política. [Decreto Ley 2591 de
1991]. D.O: 40.165

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