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Tribunal Constitucional Plurinacional

de Bolivia
SENTENCIA CONSTITUCIONAL
PlurinacionaL 1534/2012
Sucre, 24 de septiembre de 2012
SALA SEGUNDA

Magistrada Relatora:  Dra. Mirtha Camacho Quiroga

Acción de libertad

Expediente:                  01548-2012-04-AL

Departamento:            La Paz

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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes, denuncian la vulneración a la garantía del debido proceso, al


juez natural, a la defensa y al principio de seguridad jurídica de su
representado, toda vez que el Juez demandado, el 9 de agosto de 2012, en
audiencia de consideración de medidas cautelares, dispuso su rebeldía sin
previamente haber sido notificado en forma personal con la imputación formal
ni con la audiencia señalada por éste, como tampoco atendió a los justificativos
de su inasistencia al mencionado actuado, hechos que vulneran no sólo el art.
90 y 91 del CPP, sino amenazan objetivamente con una restricción ilegal de su
libertad, generando las condiciones de una ilegal y arbitraria persecución penal.
En consecuencia corresponde en revisión, verificar si tales extremos son
evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Alcance y finalidad de la acción de libertad

“Conforme a la norma contenida en el art. 125 de la CPE, la acción de libertad,


define su alcance a los supuestos precisados cuando señala que: 'Toda
persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal,
podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o
por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a
su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad', acción tutelar que conlleva, un triple
carácter: preventivo, correctivo y reparador, reforzando su carácter de acción
de defensa oportuna y eficaz no sólo como acción destinada a proteger los
derechos de libertad personal y de locomoción, ahora también el derecho
fundamental a la vida cuando está íntimamente ligada a aquellos (SSCC
0023/2010-R y 1245/2010-R), constituyendo su finalidad que el órgano
jurisdiccional que conozca este medio de defensa, ordene el cese de la
persecución indebida o el restablecimiento de las formalidades legales, guarde
la tutela a la vida y en su caso, restituya el derecho a la libertad” (SC
1861/2011-R de 7 de noviembre).

Esta acción tutelar se encuentra destinada a la defensa de los derechos a la


vida y a la libertad personal; es de carácter extraordinario, de tramitación
especial y sumarísima; y, a través de ella, se repara la restricción de la libertad
o el procesamiento indebido, manteniendo las características de inmediatez de
la protección, informalismo, generalidad e inmediación; procediendo contra
cualquier autoridad pública o persona particular.

En concordancia con la normativa señalada supra, el Código Procesal


Constitucional, respecto al objeto de esta acción tutelar, en su art. 46,
establece que: “La Acción de Libertad tiene por objeto garantizar, proteger o
tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad de
circulación, de toda persona que crea estar indebidamente o ilegalmente
perseguida, detenida o procesada, presa o que considere que su vida o
integridad física está en peligro”. Estableciendo además, que ésta procederá,
cuando cualquier persona crea que su vida está peligro, que este ilegalmente
perseguida, indebidamente procesada e indebidamente privada de su libertad
personal (art. 47).

III.2.  La subsidiariedad excepcional en la acción de libertad


          

           Respecto a la tutela del debido proceso a través de la acción de libertad,


la SCP 0427/2012 de 22 de junio, estableció: “El debido proceso, como uno de
los derechos fundamentales del individuo, se constituye en el instrumento
apropiado para la materialización de otros de similar categoría en el
procedimiento de toda causa, ahí la importancia de su respeto y vigencia; de
modo que, por su intermedio es viable garantizar un juicio imparcial que
respete los derechos, garantías y principios emergentes de la secuencia de un
trámite de orden procesal; así, las autoridades judiciales y administrativas que
dirigen el proceso y las partes intervinientes en él, actúen en estricta sujeción
al sistema de reglas establecidos por el Estado Constitucional.

Desde la óptica de la Constitución Política del Estado, el debido proceso tiene


una triple dimensión; así, es comprendido como un derecho fundamental, un
principio procesal y una garantía en la administración de la justicia; en ese
sentido, el anteriormente denominado Tribunal Constitucional, desarrolló dicho
entendimiento a través de la SC 2264/2010-R de 19 de noviembre, que señala:
'Entendido el debido proceso como '…un instituto jurídico y mecanismo de
protección de los derechos fundamentales, lo consagra como un principio, un
derecho y una garantía, lo que implica que la naturaleza del debido proceso
está reconocida por la misma Constitución en su triple dimensión: Como
derecho fundamental de los justiciables, como un principio procesal y como
una garantía de la administración de justicia…'.

El art. 115.II de la Norma Suprema, garantiza el ejercicio y la vigencia plena del


debido proceso; de manera que, considerando la enorme importancia de este
instituto jurídico, es viable tutelar a través de las diferentes acciones de
defensa. Concretamente, la acción de libertad tiene vocación de proteger en
situaciones específicas; únicamente cuando, como resultado de la
conculcación del debido proceso, el agraviado se encuentre en total estado de
indefensión y dicha lesión sea la causal directa para la privación de libertad. En
ese orden de ideas, la jurisprudencia desarrollada por el entonces Tribunal
Constitucional, entre otras, por la SC 0577/2010-R de 12 julio, puntualizó:
'Respecto a las lesiones al debido proceso la jurisprudencia constitucional ha
sido reiterada y uniforme al señalar que la protección que brinda el hábeas
corpus, ahora acción de libertad, no comprende todas las formas en que el
mismo puede ser infringido, sino sólo a aquellos supuestos en los que está
directamente vinculado al derecho a la libertad personal o de locomoción, por
operar como causa directa para su restricción o supresión, quedando los
demás supuestos bajo la protección del recurso de amparo constitucional, hoy
acción de amparo constitucional…'.

Los antecedentes de este razonamiento, se encuentran en la SC 0619/2005-R


de 7 de junio, que precisó: '…para que la garantía de la libertad personal o de
locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de hábeas corpus cuando se
denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) El acto lesivo, entendido como los
actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública,
denunciados, deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión; b) Debe existir absoluto estado de
indefensión; es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del
mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad' (las negrillas
son nuestras). Ampliándose este entendimiento jurisprudencial por la SCP
0037/2012 de 26 de marzo”.

III.3.  Respecto de la notificación personal con la imputación formal

           Con relación a que la notificación formal con la imputación formal debe
ser realizada en forma personal, la SCP 0770/2012 de 13 de agosto, señalado
a este respecto: “El art. 163 del CPP, establece que se debe notificar
personalmente a las partes:

1)  La primera Resolución que se dicte respecto de las partes,

2)  Las Sentencias y resoluciones de carácter definitivo,

3)  Las resoluciones que impongan medidas cautelares personales; y,

4)  Otras que por disposición del Código de procedimiento penal deban
notificarse personalmente.

En cuanto a la forma de la diligencia la citada disposición legal

establece que la notificación se efectuará mediante la entrega de una copia de


la resolución al interesado y una advertencia por escrito acerca de los recursos
posibles y el plazo para interponerlo, dejando constancia de la recepción. Si el
interesado no fuere encontrado, se la practicará en su domicilio real, dejando
copia de la resolución y de la advertencia en presencia de un testigo idóneo
que firmará la diligencia.

De lo desarrollado, queda claro que, para que una citación o notificación pueda
considerarse efectiva no debe producir indefensión, y es precisamente
precautelando el derecho a la defensa que la normativa procesal penal ha
dispuesto que determinadas actuaciones procesales necesariamente deban
ser notificadas de forma personal, debido básicamente a que su
desconocimiento vulneraria el derecho a la defensa, así y conforme a lo
mencionado, el art. 163 del CPP, establece que se debe notificar
personalmente a las partes:

'…1) La primera Resolución que se dicte respecto de las partes,

2) Las Sentencias y resoluciones de carácter definitivo,

3)  Las resoluciones que impongan medidas cautelares personales; y,

4) Otras que por disposición del Código de Procedimiento Penal deban


                 notificarse personalmente'.

Resulta palpable del análisis al precepto legal transcrito y la jurisprudencia


constitucional glosada, que la omisión o la inefectiva citación o notificación
con la primera Resolución que se dicte respecto de las partes y las
sentencias y resoluciones de carácter definitivo, son las que provocarían
en todo imputado el desconocimiento del proceso o generarían la
imposibilidad de impugnar las resoluciones desfavorables, generando de
esta forma un absoluto estado de indefensión que no condice con el
espíritu garantista de sistema procesal penal boliviano” (las negrillas son
añadidas).

                            

III.3.  Análisis del caso concreto

En el caso analizado, los accionantes consideran vulnerados la garantía del


debido proceso y los derechos al juez natural, a la defensa, así como el
principio de seguridad jurídica de su representado, toda vez que la autoridad
jurisdiccional demandada, el 9 de agosto de 2012, en audiencia de
consideración de medidas cautelares, dispuso su rebeldía, sin previamente
haber sido notificado en forma personal con la imputación formal ni con la
audiencia señalada por éste, conforme lo establece el art. 163 del CPP y la SC
“1036/2011-R”, como tampoco atendió a los justificativos de su inasistencia al
mencionado actuado, hechos que vulneran no sólo los arts. 90 y 91 del CPP,
sino amenazan con una restricción de su libertad, generando las condiciones
de una ilegal y arbitraria persecución penal, quien además, ante la falta de
pronunciamiento oportuno dentro de plazo sobre la revocatoria de declaratoria
de rebeldía y los memoriales que presentó, emitió decretos que lo dejaron en
total estado de indefensión.

De la revisión de antecedentes que cursan en obrados, se establece que


dentro del proceso penal, seguido contra el representado de los accionantes,
que en mérito a la ampliación de imputación formal presentada en su contra por
el Ministerio Público, el Juez demandado dispuso en primera instancia
señalamiento de audiencia de consideración de medida cautelar, para el 19 de
abril de 2012, actuado que fue suspendido al igual que la audiencia de 20 de
julio del año citado, por cuanto la primera fue realizada mediante cédula
dejada en el domicilio laboral del imputado, ante lo cual la autoridad
jurisdiccional demandada, al no haberse cumplido con las formalidades de ley,
señaló nueva audiencia de aplicación de medidas cautelares para el 9 de
agosto de ese mismo año, último actuado procesal con el que el imputado fue
notificado a través de cédula dejada en su domicilio procesal; audiencia a la
cual al no haber concurrido, el Juez cautelar mediante Resolución 440/2012,
declaró su rebeldía disponiendo la emisión de los correspondientes
mandamientos aprehensión y arraigo. Fallo del que el imputado solicitó su
revocatoria, presentando recurso de reposición y alternativamente suscitó
incidente de actividad defectuosa, actuados que si bien fueron admitidos y
contestados dentro de plazo oportuno, no fueron considerados por la autoridad
jurisdiccional, en tanto éste no cumpla con lo previsto por dispuesto en el art.
91 del CPP.

De lo anotado, se concluye en el caso de autos, que el Juez demandado actuó


de manera indebida, toda vez que no dio cumplimiento a lo establecido por el
art. 163 del CPP, al no observar que el representado de los accionantes debió
ser notificado de manera personal con la imputación formal y señalamiento de
audiencia de consideración de medidas cautelares, dispuesta en la audiencia
cautelar de 20 de julio de 2012, toda vez que la misma, al no haber sido
encontrado fue realizada mediante cédula dejada en su domicilio procesal, lo
cual conforme la normativa adjetiva penal y la jurisprudencia desarrollada al
respecto no son válidos, pues conforme lo establecido en el Fundamento
Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la
mencionada notificación debió ser realizada de forma personal y en caso de
no haber sido encontrado en su domicilio real practicársela conforme lo
señalado en la parte in fine del art. 161 del CPP, actuado con el que se vulneró
el debido proceso reclamado por el representado de los accionantes, quien
además de no haber sido notificado con la imputación formal, conforme la
normativa procesal señalada, no pudo tomar conocimiento de los cargos
atribuidos en su contra ni de la audiencia de medida cautelar de 9 de agosto,
razón por la cual la autoridad jurisdiccional demandada, no podía haber exigido
al accionante que purgue su rebeldía o justifique su inasistencia a un acto del
cual no tuvo conocimiento, restringiéndose su derecho a la defensa y al debido
proceso, más aún al haber dispuesto la emisión de los mandamientos
aprehensión y arraigo en su contra incidiendo en su libertad, restringió su
derecho a la libertad física, conllevando a una indefensión absoluta del
imputado, la misma que al estar vinculada directamente con la privación de su
libertad, hace viable su tutela a través de esta acción constitucional.

En consecuencia, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela impetrada,


a través de la presente acción de defensa, no ha evaluado correctamente los
datos del proceso ni las normas aplicables al mismo.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional y el
art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión,
resuelve:

1º REVOCAR la Resolución 021/2012 de 24 de agosto, cursante de fs. 51 a 52


vta., pronunciada por el Juez Primero de Sentencia Penal del departamento de
La Paz, constituido en Juez de garantías, y en consecuencia, CONCEDER la
tutela solicitada.

2º  Disponer que la autoridad jurisdiccional demandada, señale nueva


audiencia de consideración de medidas cautelares, conforme lo establecido por
la SCP 0110/2012 de 18 de mayo, así como la notificación personal de Telmo
Félix Mamani, con la imputación formal en su contra y el nuevo señalamiento,
conforme a la normativa procesal penal y la jurisprudencia establecida al
respecto; en consecuencia, se deja sin efecto las medidas dispuestas mediante
la Resolución 440/2012 de 9 de agosto.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani

MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga

MAGISTRADA

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