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Tras unas semanas de ausencia de esta serie de posts dedicados a los productos

de inversión, esta semana vuelvo con uno de los productos que dan más juego y
cuyo conocimiento es muy interesante, los Productos Derivados, aunque, a la hora
de la verdad, su uso no es muy adecuado para pequeñas cuentas de inversión.
En este grupo nos encontramos con varios productos como son los Futuros,
Opciones, CFDs, Warrants, …
Todos ellos tienen características comunes. Por eso, en este post voy a explicarte
qué son los productos derivados y cómo nacieron, así como los tipos de
operativas para las que se utilizan.
En los siguientes artículos te voy a explicar el funcionamiento de los productos
derivados más típicos. Futuros, Opciones y CFDs.
¿Te apetece seguir leyendo y descubrir los Productos Derivados por dentro?
¿Qué son los productos derivados?
Los productos derivados se pueden definir como instrumentos financieros cuyo
valor deriva de otro producto. Es decir, no cotiza por si mismo, si no que depende
de otro producto al que llamamos “activo subyacente”.
Este activo subyacente puede ser casi cualquiera: una acción, un índice bursátil,
una materia prima, una divisa …
En los productos derivados, la transacción del acuerdo se realiza en una fecha
futura con respecto a la firma del acuerdo. Es decir, el contrato se firma hoy pero
la transacción se realizará en una fecha futura, más o menos cercana en el
tiempo.
Un poco de historia
La existencia de los contratos aplazados en el tiempo es tan antigua como la
propia historia del comercio en el mundo.
Algunos de los ejemplos más famosos son:
 Aristóteles cita en su libro “Política” que Thales de Mileto se enriqueció
gracias a un contrato de este tipo porque realizó una previsión acertada
sobre la cosecha de aceitunas.
 los contratos que se hacían en Holanda durante la burbuja que se produjo
en el siglo XVII sobre los bulbos de los tulipanes.
 durante la misma época también se producían contratos de compra-venta a
futuro en Japón sobre el arroz.
Pero el auge en el uso de estos productos se remonta al siglo XIX en Estados
Unidos. En el año 1848 se crea en la ciudad de Chicago el primer mercado
organizado sobre estos productos financieros. Era el Chicago Board of Trade
(CBOT) y en él se negociaban, principalmente, productos agrícolas (trigo, soja,
arroz…).
No fue hasta el año 1978 cuando se crea el primer mercado de derivados en
Europa. Fue en Amsterdam y se denominó European Options Exchange.
Durante los años 80 se crean mercados de derivados en Londres y París. No fue
hasta 1989 cuando se crea en España.
El organismo encargado de regular el mercado de derivados en España es
el Mercado Oficial de Futuros y Opciones Financieros en España Holding de
Mercados Financieros (MEFF), supervisado por la CNMV y el Ministerio de
Economía y Hacienda. En este mercado se negocian los futuros y opciones sobre
bonos del Estado, acciones y el índice Ibex 35. En España también existe
el Mercado sobre Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) donde se negocian los
derivados de esta materia prima.
Origen de los productos derivados
Para explicarte los orígenes de los productos derivados voy a utilizar el uso de las
materias primas (trigo en este caso) porque, aparte de ser cierto, es que nos
facilita mucho su comprensión ya que son productos tangibles que puedes
entender fácilmente. Pero el mercado de derivados funciona del mismo modo para
productos financieros, aunque carezcan de ese carácter tangible.
Mercado al contado o spot vs mercado a plazo
Tanto en la vida cotidiana como en las finanzas, cuando quieres comprar algo
puedes hacerlo de dos formas: al contado o a plazo.
Si compras al contado quiere decir que, en el mismo momento que lo deseas,
acudes al mercado y compras el producto que te apetece. Por ejemplo, vas al
supermercado y haces tu compra de la semana. Cuando tienes la cesta llena,
acudes a la caja, pagas y te llevas las bolsas al coche.
Sin embargo, hay ocasiones en las que, por unas razones u otras, te interesa
comprar un producto a plazo. Y no me refiero a pagarlo a plazos, sino a realizar el
proceso de compra ahora y recibir el producto en un momento posterior. Por
ejemplo, cuando compras un coche o una vivienda. En estos casos, se firma un
contrato a plazo o forward, en el argot financiero.
En el caso del coche, vas al concesionario, ves el coche que te gusta, firmas la
compra pero, normalmente, no suelen tenerlo en stock. Lo piden a fábrica o a
algún otro concesionario y te lo entregan un tiempo después.
En el caso de la compra de una vivienda, salvo que sea de segunda mano, suele
ocurrir lo mismo. Si la vivienda es de nueva construcción, la compra se realiza, a
veces, sobre plano. Es decir, cuando la vivienda se está aún construyendo. Te
sientas con el vendedor, eliges piso, firmas el contrato de compra, la hipoteca y a
esperar. En ese caso, incluso ya tienes un punto de parada en tus paseos diarios
o semanales. La obra de tu piso. A ver cómo avanza el ritmo, cómo está
quedando, si me la entregarán a tiempo. ¿No te ha pasado? Yo aún lo recuerdo
hace 11 años. Aún hoy veo a un montón de parejas mirando la estructura en
construcción de su vivienda cuando salgo a correr.
Como ves, estos dos tipos de compras, tan habituales hoy en día, no lo eran en el
siglo XIX. Lo normal era comprar a contado. Este tipo de compras se realizaban
en lo que se denomina mercado a contado o spot.
Sin embargo, en el ámbito de la agricultura, fundamentalmente, y con el objetivo
principal de reducir la incertidumbre del precio nacieron los contratos a plazo o
forward. La idea fue muy buena y verás por qué en este ejemplo.
Por qué y el cómo del contrato a plazo
Un agricultor y productor de trigo, por ejemplo, perdía el sueño pensando a qué
precio le iban a pagar su trigo tras la cosecha. Hoy en día también ocurre lo
mismo.
En el otro lado, se encontraba el industrial panadero que tampoco dormía
pensando a qué precio tendría que comprar el trigo para hacer el pan que más
tarde vendería.
Ambos no dormían muy bien pero la solución estaba en sus manos. Solo tenían
que sentarse, llegar a un acuerdo que recogiera las condiciones que ahora te voy
a comentar, y asunto finiquitado. Ya podrían dormir tranquilos. ¿Te parece lógico?
Pues así fue.
En ese contrato de compra-venta a plazo se recogían las siguientes condiciones:
 Cantidad y precio del producto.
 Fecha de vencimiento del contrato. Es decir, la fecha en la que se
produciría la compra-venta o intercambio del producto.
 Características del producto. En este caso, del trigo. Variedad, tamaño,
color, humedad, …
 Lugar de la entrega.
Por muy bien que estuviera realizado el contrato, no dejaba de ser un contrato
privado. Y esta circunstancia empezó a generar una serie problemas:
1. Faltaba un lugar de encuentro que facilitara y generalizara estos contratos.
2. Incumplimientos de contrato.
3. Dificultades en definir las características del contrato, independientemente
del precio (fecha de vencimiento, cantidad, calidad y lugar de entrega)
4. Volumen de las transacciones.
¿Cómo se creó el mercado de derivados?
La solución a estos problemas va a derivar en la creación del mercado de
derivados. Vamos a verlo uno por uno.
1.- La no existencia de un lugar físico dónde pudiesen reunirse los productores y
los industriales dificultaba el encuentro de los mismos y, por tanto, la
generalización de estos contratos a plazo o forward. Se creó, por tanto, un
mercado físico al que podían acudir a negociar. Este es el MERCADO DE
DERIVADOS.
2.- Para solucionar los problemas de incumplimiento de contratos, se crea la figura
de un intermediario entre las partes. De manera que, tanto productor como
industrial, una vez pactados, no firmaban entre ellos, sino con el intermediario.
Este intermediario se denomina CÁMARA DE COMPENSACIÓN y es la parte
jurídica que da garantías de cumplimiento a las partes. Es decir, cada una de las
partes se compromete jurídicamente con la Cámara de Compensación, no con la
otra parte.
Por tanto, es la Cámara la que asume toda la responsabilidad jurídica de los
contratos disminuyendo el grado de incumplimiento de los mismos. Si alguna de
las partes no cumple el contrato, la Cámara de Compensación da cumplimiento al
mismo y actúa jurídicamente contra la parte que ha incumplido. Además, la
Cámara solicita unas garantías monetarias para garantizar estos incumplimientos.
3.- El propietario del mercado, que no deja de ser una empresa privada, para
facilitar las condiciones de los contratos introduce la figura de
la ESTANDARIZACIÓN de los mismos. De esta manera, reduce la negociación de
los contratos al precio del producto. El resto de las características están fijadas.
Por supuesto existen varios contratos, y cada uno selecciona el que se ajusta a las
características de su producto.
4.- Montar todo este aparato de infraestructuras y logística no tiene sentido si no
existe un volumen lo suficientemente adecuado para ello. No nos olvidemos que
este mercado está en manos de una empresa privada que busca su beneficio
económico. Pero el problema es que no existen productores e industriales
suficientes para ello. ¿Qué se hizo entonces? Dar cabida a
los ESPECULADORES, ya que son éstos los que dan liquidez a los mercados. Se
establecen unas condiciones de entrada y de salida de los mismos, con objeto de
asegurar sus posiciones.
Tipos de productos derivados
Aunque lo recomendable es negociar estos productos derivados bajo la protección
jurídica de un mercado regulado, también existe la posibilidad de negociarlos fuera
de los mismos.
Esta circunstancia da lugar a dos tipos de productos derivados:
 Los que se negocian en mercados organizados que son los futuros y
opciones, tanto financieros como no financieros; y los warrants. En este
mercado los contratos son estandard y se negocian bajo la protección
jurídica de la Cámara de Compensación.
 Los productos OTC (over the counter) que se negocian en mercados no
organizados donde los contratos son a medida entre las partes. No cuentan
con la protección jurídica de la Cámara de Compensación y, por tanto, su
riesgo es mayor.
Tipos de operativa con productos derivados
Como hemos visto, al inicio de este mercado, las operaciones que se llevaban a
cabo tenían como objetivo minimizar el riesgo de precio de sus productos
agrícolas.
Ya hemos visto que, con objeto de incrementar el volumen de las operaciones,
para que el propietario del mercado tuviese mayores beneficios, se hizo partícipe a
los especuladores.
De hecho, actualmente, entre el 95 y el 98% de los contratos que se realizan no se
llevan a término, es decir, que son de carácter especulativo.
Veamos los tipos de operaciones que se pueden realizar con estos productos
derivados:
1. Operaciones de cobertura: se busca reducir o eliminar el riesgo derivado
de las variaciones que experimenta el precio del activo subyacente (es el
caso que veíamos con el origen de los derivados). Para cubrir una cartera
con derivados, lo que tiene que hacer es adoptar la posición contraria a
la que ya tiene.
2. Operaciones especulativas: la prioridad es maximizar los
beneficios mediante determinadas actuaciones. Se basa en las
expectativas que se tenga sobre la evolución de un determinado activo, es
decir, funcionan como una inversión más.
3. Operaciones de arbitrajes: son aquellas que se dan por las diferencias
de precios entre los mercados de contado (mercado bursátil) y los
mercados a plazo o de futuro.
Este tipo de operaciones te las voy a explicar en más detalle en el siguiente post
sobre los Futuros financieros. Por tanto, si te queda alguna duda, no te preocupes
que te la voy a resolver pronto.
Resumen
Lo que te he mostrado en este artículo es:
1. Que el precio de un producto derivado depende de otro producto al que
denominamos subyacente.
2. La diferencia entre comprar a mercado (o spot) y comprar a plazo.
3. Los orígenes del mercado de derivados (o a plazo) desde la antigüedad
hasta nuestros días.
4. Que los productos derivados se utilizaban sobre materias primas agrícolas
y que, con el tiempo, se han ido derivando hacia productos financieros
menos tangibles.
5. Que, actualmente, la mayoría de los contratos de productos derivados
tienen carácter especulativo o como cobertura de nuestras posiciones.
Soy consciente de que, conforme avanzo en la explicación de los productos
financieros, se incrementa su dificultad. Pero si tienes alguna duda, pásate por los
comentarios y pregunta. Que para eso estoy yo aquí. Para resolverte las dudas,
en la medida de lo posible.

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