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DERECHO Y BARBARIE

en la esfera de la excepción que ya no es


política, en una esfera antropológica de
sacralidad situada fuera del alcance del
disenso político.

“¿Quién es el sujeto
Esta transformación de una afirma-
ción archipolítica en un acercamiento
despolitizante es, a mi modo de ver, uno
de los rasgos más significativos del pen-
samiento puesto en el tapete de la dis-

de los derechos del hombre?”1 cusión contemporánea en torno


a los Derechos del Hombre, lo
Inhumano y los crímenes de
lesa humanidad. La transfor-
11
| Jacques Rancière mación es ilustrada más clara-
mente por la teorización de
Giorgio Agamben de la biopo-
Como sabemos, la cuestión planteada en el de los Derechos del Hombre era sólo una mera Este análisis, articulado hace
lítica, en particular en Homo
título adquirió una nueva relevancia durante los abstracción porque los únicos derechos reales más de cincuenta años, pare-
Sacer6. Agamben transforma
últimos diez años del siglo veinte. Los Derechos eran los derechos de los ciudadanos, los derechos ce hecho a medida, cincuenta
la ecuación –o paradoja– de
del Hombre o Derechos Humanos habían sido ligados a una comunidad nacional como tal. años después, para encajar en
Arendt a través de una serie
recientemente rejuvenecidos en los setenta y Esa polémica afirmación había sido formula- las nuevas “perplejidades” de los
de sustituciones que la equi-
ochenta por los movimientos disidentes en la da por primera vez por Edmund Burke contra la derechos del Hombre en la eta-
paran, primero, con la teoría
Unión Soviética y Europa del este –un rejuveneci- Revolución Francesa2. Y había sido recuperada pa “humanitaria”. Ahora debe-
foucaultiana del biopoder y,
miento que fue aún más significativo en tanto que en una manera significativa por Hannah Arendt. mos prestar particular atención
luego, con la teoría del es-
el “formalismo” de esos derechos había sido uno Los Orígenes del Totalitarismo incluyó un capítulo a lo que permite que encaje. Es
tado de excepción de Carl
de los primeros blancos de ataque del joven Marx, dedicado a las “Perplejidades de los Derechos del la conceptualización de Hannah
Schmitt.
pudiendo el colapso del Imperio soviético ser visto Hombre”. En ese capítulo, Arendt equipara la “abs- Arendt de un cierto estado de
como su revancha. Luego de este colapso, estos excepción. En un notable pasaje En un primer paso, el
tracción” de los “Derechos de los Hombres” con
derechos iban a aparecer como la carta (charter) del capítulo en torno a las per- argumento (de Agamben)
la situación concreta de aquellas poblaciones de
del movimiento irrefrenable que conduciría hacia plejidades de los Derechos del descansa en la oposición aren-
refugiados que habían huido por toda Europa lue-
dtiana de dos vidas, una opo-
10
un pacífico mundo post-histórico donde la demo- go de la Primera Guerra Mundial. Estas poblacio- Hombre, ella escribe acerca de los
cracia global se complementaría con el mercado sin-derecho: “Su drama no es que sición afirmada en la distinción
nes habían sido despojadas de sus derechos por el
global de la economía liberal. no son iguales ante la ley, sino que entre dos palabras griegas:
mero hecho de que eran sólo “hombres”, de que
no existe ley alguna para ellos; No zoe, que significa “nuda vida
Como es bien sabido, las cosas no sucedieron no tenían una comunidad nacional que asegura-
que son oprimidos, sino que nadie fisiológica”, y bios, que significa
exactamente así. En los años que siguieron, el ra esos derechos. Arendt encontró allí el “cuer-
desea siquiera oprimirles”4. “forma de vida”, y particularmente
nuevo panorama de la humanidad, liberado de las po” que encaja en la abstracción de los derechos
el bios politikos: “la vida de grandes
utopías totalitarias, se convirtió en el escenario de y plantea la paradoja de la siguiente manera: los Hay algo extraordinario en la afirma-
acciones y palabras nobles.” En su
nuevos brotes de conflictos étnicos y masacres, Derechos del Hombre son los derechos de aque- ción “nadie desea siquiera oprimirles” y en
mirada (la de Arendt), los Derechos
fundamentalismos religiosos, o movimientos ra- llos que sólo son seres humanos, que no tienen su tono claramente despectivo. Es como
del Hombre y la democracia moder-
ciales o xenofóbicos. El territorio de la humanidad ninguna otra propiedad más que la propiedad de si estas personas fueran culpables por
“post-histórica” y pacífica se reveló como el terri- ser humano. Dicho de otra manera, son los dere- no ser al menos capaces de ser oprimi-
torio de nuevas formas de lo Inhumano. Y los De- chos de aquellos que no tienen derechos, el mero dos, no ser al menos merecedoras de
rechos del Hombre se convirtieron en los derechos escarnio del derecho.3 ser oprimidas. Yo creo que debemos ser
de los sin-derechos, de las poblaciones arrancadas La ecuación misma fue propiciada por la visión conscientes de lo que esta en juego en la
de sus hogares y de sus tierras y amenazadas por de Arendt de la esfera política como una esfera afirmación de una situación y status que
matanzas étnicas. Parecían más y más como los específica, separada del reino de la necesidad. estaría “más allá de la opresión”, más allá
derechos de las víctimas, los derechos de aquellos Vida abstracta significaba “vida carente”. Significa- de cualquier descripción en términos de
que eran incapaces de ejercer ningún derecho ni ba “vida privada”, una vida atrapada en su “idio- conflicto o represión, de ley o violencia. 1
Artículo publicado previamente en South Atlantic
reclamo en su nombre, de manera tal que even- tez”, como opuesta a la vida de acción pública, De hecho, había personas que que-
Quarterly 103.2/3 (2004) pp. 297-310. Traducción
tualmente sus derechos tenían que ser invocados discurso, y aparición. Esta crítica de los derechos rían oprimirlos y leyes para hacerlo. de Ana clara Piechestein y Santiago Ghiglione.
por otros, a costa de destrozar el edificio del Dere- “abstractos” era, de hecho, una crítica de la de- La conceptualización de un “estado 2
Edmund, Burke, Reflections on the
cho Internacional, en nombre de un nuevo dere- mocracia. Descansaba en la asunción de que la más allá de la opresión” es mucho Revolution in France, ed. J. G. A. Pocock
cho a la “interferencia humanitaria” –que a la larga democracia moderna había sido echada a perder más una consecuencia de la rígida (Indianapolis: Hacket, 1987).
se redujo al derecho a la invasión. desde el comienzo mismo por la “piedad” de los oposición arendtiana entre la esfera 3
Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism
Así, emergió una nueva sospecha: ¿qué sub- revolucionarios por los pobres, por la confusión de lo político y la esfera de la vida (New York: Harcourt Brace, 1951), 297–98.
yace detrás de este extraño desplazamiento de El de dos libertades: libertad política, opuesta a la privada –lo que en el mismo capítu- 4
Arendt, Origins of Totalitarianism, 293(la
Hombre a La Humanidad y de La Humanidad a lo dominación, y libertad social, opuesta a la nece- lo ella llama “el oscuro trasfondo del traducción es de la versión de “Los orígenes…” de
Humanitario? Los Derechos Humanos se convirtie- sidad. En su visión, los Derechos del Hombre no mero dar”5. Está en la conservación de su Alianza, Madrid, 1987, pág. 429).
ron en el sujeto de estos Derechos del Hombre eran una fantasía ideal de los soñadores revolu- posición archipolítica. Pero paradójicamente esta 5
Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism (New York:
¿No hay parcialidad en el establecimiento de tales cionarios, como lo había planteado Burke. Eran los posición proveyó un marco de descripción y una Harcourt Brace, 1951), 297.
derechos? Era obviamente imposible reavivar la paradójicos derechos del individuo privado, pobre, línea de argumentación que más tarde demostra- 6
Giorgio Agamben, Homo Sacer (Stanford: Stanford
crítica Marxista. Pero otra forma de sospecha pue- no-politizado. ría ser bastante efectiva para despolitizar las cues-
University Press, 1998).
de ser reflotada: la sospecha de que el “hombre” tiones del poder y la represión y para asentarlas

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na descansan en la confusión de esas dos vidas aparecerían, entonces, como el intento radical por
–que, finalmente, implicaba la reducción del bios extraer todas las consecuencias de esta separa-
a un puro zoe. Agamben equipara su crítica (la de ción. Esto significa que el secreto de la democra-
Arendt) con la polémica foucaultiana en torno a cia –el secreto del poder moderno– puede ahora
la “liberación sexual”. En “La voluntad de saber” y mostrarse en primer plano. Ahora el poder estatal
“Defender la sociedad”, Foucault sostiene que la tiene concretamente que ver con la nuda vida. La sus siempre ambiguos actores. Como resultado,
así llamada liberación sexual y el libre discurso so- nuda vida no es más la vida del sujeto a reprimir. la excepción política es finalmente incorporada al
bre el sexo son, de hecho, efectos de una dispo- Tampoco es la vida del enemigo a matar. Es, dice poder estatal, enfrentándose a la nuda vida –una
sitivo de poder que urge a las personas a hablar Agamben, una vida “sagrada” –una vida dentro del oposición que el próximo paso adelante convierte
sobre el sexo. Son efectos de una nueva forma estado de excepción, una vida “más allá de la opre- en una complementariedad. La voluntad de pre-
de poder, que no es más el viejo poder soberano
sobre la vida y la muerte de los sujetos, sino un
poder positivo de control sobre la vida biológica.
sión”9. Es una vida entre vida y muerte que puede
ser identificada con la vida del hombre condenado
o la vida de una persona en estado de coma.
servar el reino de lo puramente político hace que
desaparezca en la mera relación de poder estatal y
vida individual. Política, por lo tanto, es equiparada
13
De acuerdo a Foucault, incluso la limpieza étnica En su análisis del Holocausto, Agamben en- con poder, un poder que es cada vez más tomado
y el Holocausto son más parte de un programa fatiza la continuidad entre dos cosas: la experi- como un irrefrenable destino histórico-ontológi-
biopolítico “positivo” que una vuelta al soberano mentación científica sobre la vida “indigna de ser co del que sólo Dios podría salvarnos.
derecho de muerte7. vivida”, esto es, los anormales, los mentalmente Si queremos salir de esa trampa ontológica,
A través de la conceptualización biopolítica, desaventajados o las personas condenadas, y tenemos que replantear la pregunta por los Dere-
que en Arendt era un defecto de la democracia el plan de exterminio de los Judíos, postulados chos del Hombre –más precisamente, la pregun-
moderna, en Agamben se transforma en una for- como la población experimentalmente reducida ta por su sujeto– que es, también, el sujeto de la
ma positiva de poder. Se convierte en cómplice de a la condición de nuda vida10. De esta manera las política. Esto significa plantear la pregunta acerca
la democracia, vista como la preocupación masi- leyes Nazis suspendiendo los artículos constitucio- de lo que la política es en una plataforma distinta.
va-individualista por la vida privada, con las tecno- nales que garantizaban la libertad de asociación y Para hacer esto, miremos más de cerca el argu-
logías del poder ejerciendo dominio sobre la vida de expresión pueden ser pensadas como una ma- mento Arendtiano sobre los Derechos del Hom-
biológica en tanto tal. nifestación clara del estado de excepción, que es bre y del Ciudadano, un argumento que Agamben
Desde este punto en adelante, Agamben lleva el secreto escondido del poder moderno. Corres- básicamente aprueba. Ella les plantea un dilema,
las cosas un paso más allá. Mientras Foucault opo- pondientemente, el Holocausto aparece como la que puede ser presentado del siguiente modo:
ne el biopoder moderno a la antigua soberanía, verdad escondida de los Derechos del Hombre – o los derechos del ciudadano son los derechos
Agamben las emparenta al equiparar el “control esto es, el status de nuda, indiferenciada vida, que del hombre –pero los derechos del hombre son
sobre la vida” de Foucault con el estado de excep- es el correlato del biopoder. El campo puede ser derechos de una persona no-politizada; son los

12 ción de Schmitt8. Schmitt había postulado al esta-


do de excepción como el principio de la autoridad
política. El poder soberano es el poder que decide
puesto como el “nomos” de la modernidad, y sub-
sumidos bajo una y la misma noción, los campos
de refugiados, la zona donde migrantes ilegales
derechos de los que no tienen derechos, lo que
equivale a nada– o los derechos del hombre son
los derechos del ciudadano, los derechos inheren-
sobre el estado de excepción en el cual la normali- son estacionados por las autoridades nacionales, tes al hecho de ser ciudadanos de tal o cual estado
dad legal está suspendida. En definitiva esto signi- o los campos Nazis de la muerte. constitucional. Esto significa que son los derechos
fica que la ley pende de un poder de decisión que De esta manera, la correlación entre poder de aquellos que tienen derechos, lo que equivale
se encuentra, él mismo, fuera de la ley. Agamben soberano y nuda vida tiene lugar donde pueden a una tautología12.
identifica el estado de excepción con el poder de localizarse los conflictos políticos. El campo es el Ya sean los derechos de aquellos que no tienen
decisión sobre la vida. Lo que está correlacionado espacio “de la imposibilidad absoluta de decidir derechos o los derechos de aquellos que tienen
con la excepcionalidad del poder soberano, es la entre hecho y derecho, norma y aplicación, ex- derechos. Ya sea una construcción vacía o una tau-
excepción de la vida. Es la vida como nuda vida cepción y regla.”11 En este espacio, el verdugo y la tología, y, en ambos casos, un truco engañoso, tal
o vida desnuda, la que, de acuerdo a Agamben, víctima, el cuerpo alemán y el cuerpo judío, apa- es la traba que ella construye. Funciona sólo a cos-
significa vida capturada en una zona de indiscer- recen como dos partes del mismo cuerpo “bio- ta de soslayar que evitaría el dilema. Hay, en efec-
nibilidad, o de indistinción entre zoe y bios, entre político”. Cualquier tipo de reclamo por derechos to, un tercer supuesto, que pondré del siguiente
vida natural y vida humana. o cualquier lucha reivindicando derechos está, así, modo: los Derechos del Hombre son los derechos
De esta manera, ya no hay más una oposición atrapada desde el comienzo mismo en la mera po- de aquellos que no tienen los derechos que tienen
entre poder soberano y biopoder. Poder sobera- laridad de la nuda vida y el estado de excepción. y que tienen los derechos que no tienen.
no es lo mismo que biopoder. Tampoco hay nin- Esa polaridad aparece como una suerte de des-
guna oposición entre poder estatal absoluto y los tino ontológico: cada uno de nosotros estaría en
Derechos del Hombre. Los Derechos del Hombre la situación de un refugiado en un campo. Cual-
hacen que la vida natural aparezca como la fuente quier diferencia entre democracia y totalitarismo
y la portadora de los derechos. Ellos hacen que el se desvanece y cualquier práctica política prueba 7
Foucault, The History of Sexuality, Volume 1: An
nacimiento aparezca como el principio de la so- estar ya atrapada en la trampa biopolítica. Introduction [The Will to Know], trans. Robert Hurley (New
beranía. La ecuación aún habría permanecido es- La visión de Agamben del campo como “nomos York: Pantheon, 1978) and Society Must Be Defended, trans.
condida en ese entonces por la identificación del de la modernidad” puede parecer alejada de la mi- David Macey (New York: Picador, 2003).
nacimiento –o natividad– con la nacionalidad, esto rada Arendtiana de la acción política. Sin embargo, 8
Carl Schmitt, Politische Theologie (Berlin: Duncker and
es, con la figura del ciudadano. El movimiento de yo asumiría que la suspensión radical de lo político Humblot, 1922).
refugiados en el siglo veinte habría separado esa en la excepción de la nuda vida es la consecuencia 9
Agamben, Homo Sacer
identidad y hecho que la desnudez de la nuda última de la posición archipolítica de Arendt, de su 10
Ibid.
vida, desprovista del velo de la nacionalidad, apa- intento de preservar la política de la contamina- 11
Ibid.
rezca como el secreto de los Derechos del Hom- ción de la vida privada, social, apolítica. Este inten-
12
bre. Los programas de limpieza étnica y extermino to despuebla el escenario político barriendo con Arendt, Origins of Totalitarianism, 294.

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designan grupos de individuos. Hombre y ciuda- intereses de la vida privada. La argumentación de


dano son sujetos políticos. Los sujetos políticos Olympe de Gouges precisamente muestra que el
no son colectividades definidas. Son nombres ex- borde que separa la nuda vida de la vida política
cedentes, nombres que plantean una pregunta o no puede ser trazado con claridad. Había al me-
disputa (litige) acerca de quién es incluido en su nos un punto en el que la “nuda vida” probaba ser
Tratemos de darle sentido a esta oración –o cuenta. De esta manera, libertad e igualdad no son “política”: había mujeres sentenciadas a muerte, la “ambigüedad constante” del pueblo, que es al
desarrollar la ecuación. Es claro que ella no pue- predicados pertenecientes a sujetos definidos. como enemigas de la revolución. Si podían perder mismo tiempo el nombre del cuerpo político y el
de ser resuelta con la identificación de una sola Los predicados políticos son predicados abiertos: su “nuda vida” a partir de un juicio público basado nombre de las clases bajas. Él ve en esta ambigüe-
X. Los derechos del Hombre no son los derechos abren una disputa acerca de qué implican exacta- en razones políticas, esto significaba que aun su dad la marca de la correlación entre nuda vida y
de un único sujeto que sería al mismo tiempo la mente y a quién conciernen en qué casos. nuda vida –su vida condenada a muerte– era polí- soberanía13. Pero el demos –o el pueblo– no sig-
fuente y el portador de los derechos y que sólo
usaría los derechos que él o ella posee. Si este fue-
ra el caso, en efecto, sería sencillo probar, como lo
La Declaración de Derechos establece que to-
dos los hombres nacen libres e iguales. Ahora la
pregunta que surge es: ¿cuál es la esfera de im-
tica. Si debajo de la guillotina, eran tan iguales, por
así decirlo, como los “hombres”, tenían derecho a
toda la igualdad, incluyendo la igual participación
nifica las clases bajas. Tampoco significa nuda vida.
La democracia no es el poder de los pobres. Es el
poder de aquellos que no tienen ninguna califi-
15
hace Arendt, que tal sujeto no existe. Pero la rela- plementación de este predicado? Si se responde, en la vida política. cación para ejercer el poder. En el tercer libro de
ción del sujeto con sus derechos es un poco más como hace Arendt, que la esfera de la ciudadanía Por supuesto la deducción no pudo ser apro- Las Leyes, Platón desarrolla una lista de las califi-
compleja e intrincada. Es instituída a través de una es la esfera de la vida política, separada de la esfera bada –no pudo si quiera ser escuchada– por los caciones que son o que supone que son fuentes
doble negación. El sujeto de derechos es el sujeto, de la vida privada, se supera el problema de ante- legisladores. Sin embargo, pudo ser representada de autoridad legítima14. Tales son los poderes de
en el proceso de un equívoco, en la construcción los amos sobre los esclavos, de los ancianos so-
de un disenso. Un disenso no es un conflicto de bre los jóvenes, de las personas educadas sobre
intereses, opiniones o valores; es una división en las ignorantes, y así. Pero, al final de la lista, hay
el “sentido común”: una disputa acerca de lo que una anomalía, una “calificación” para el poder que
es dado, acerca del marco a través del cual vemos él llama irónicamente la elección de Dios, lo que
algo como dado. Las mujeres podían hacer una significa la mera suerte: el poder obtenido por de-
doble demostración. Podían demostrar que eran cisiones azarosas, libradas al azar, cuyo nombre es
privadas de los derechos que tenían, gracias a la democracia. Democracia es el poder de los que no
Declaración de Derechos. Y podían demostrar, a tienen ninguna calificación específica para man-
través de su acción pública, que tenían derechos dar, excepto por el hecho de no tener calificación
que la constitución les negaba, que podían ejer- alguna. Como yo lo interpreto, el demos –el sujeto
cer esos derechos. Entonces, podían actuar como político como tal– tiene que ser identificado con la
sujetos de los Derechos del Hombre en el senti- totalidad conformada por aquellos que no tienen

14 do preciso al que he hecho referencia. Actuaron


como sujetos que no tenían los derechos que te-
nían y tenían los derechos que no tenían.
ninguna “calificación”. Lo llamo el recuento de los
no contados –o la parte de los que no tienen par-
te. No significa la población pobre: significa una
Esto es lo que llamo disenso: poner dos mun- parte suplementaria, una parte vacía que separa la
dos en un único e idéntico mundo. Un sujeto comunidad política del recuento de las partes de
político, como yo lo entiendo, es una capacidad la población.
de montar esas escenas de disensos. Parece, de El argumento de Agamben está en línea con la
este modo, que el hombre no es el término vacío clásica oposición entre la ilusión de soberanía y su
opuesto a los reales derechos del ciudadano. Tiene contenido real. Como resultado, se pierde la lógi-
un contenido positivo que es la desestimación de ca de la subjetivación política. Los sujetos políticos
o más precisamente el proceso de subjetivación, mano. El punto es, precisamente, dónde se traza cualquier diferencia entre aquellos que “viven” en son sujetos excedentes. Ellos inscriben la cuenta
que traza un puente en el intervalo entre dos for- la línea que separa una vida de otra. La política se tal o cual esfera de existencia, entre aquellos que de los incontados como un suplemento. La políti-
mas de existencia de esos derechos. trata de ese borde. Es la actividad la que trae de están o no calificados para la vida política. La dife- ca no separa una esfera específica de vida política
Dos formas de existencia. Primero, son dere- vuelta la pregunta. Este punto fue planteado con rencia misma entre hombre y ciudadano no es un de otras esferas. Separa el todo de la comunidad
chos escritos. Son inscripciones de la comunidad claridad durante la Revolución Francesa por una signo de disyunción que prueba que los derechos de ella misma. Opone dos cuentas de su conteo.
como libre e igual. Como tales, no son sólo el mujer revolucionaria, Olympe de Gouges, quien en son vacíos o tautológicos. Es la apertura de un Se puede contar la comunidad con la suma de sus
predicado de un ser que no existe. Aun cuando su famosa declaración sostenía que si las mujeres intervalo para la subjetivación política. Los nom- partes –de sus grupos y de las calificaciones que
situaciones actuales de privaciones de derechos están legitimadas para ir al patíbulo, están legiti- bres políticos son nombres litigiosos, nombres cada uno porta. Llamo a esta manera de contar,
pueden desmentirlos, no son solamente un ideal madas para ir a la asamblea. cuya extensión y comprensión son inciertos y que policial. Se puede contar un suplemento de la
abstracto, situado lejos de lo dado de la situación. El punto era precisamente que las mujeres abren por esa razón el espacio de una prueba o suma, una parte de aquellos que no tienen parte,
Son también parte de la configuración de lo dado. nacidas iguales no eran iguales ciudadanos. No verificación. Los sujetos políticos construyen esos que separa a la comunidad de sus partes, lugares,
Lo que es dado no es sólo una situación de inequi- podían votar ni ser elegidas. La razón de esa pro- casos de verificación. Ellos ponen a prueba el po- funciones y calificaciones. Esto es la política, que
dad. Es también una inscripción, una forma de vi- hibición era, como de costumbre, que no enca- der de los nombres políticos, su extensión y com- no es una esfera sino un proceso.
sibilidad de la equidad. jaban en la puridad de la vida política. Alegaban prensión. No sólo confrontan la inscripción de los Los Derechos del Hombre son los derechos del
Segundo, los Derechos del Hombre son dere- que pertenecían a la vida privada y doméstica. Y el derechos a situaciones de negación; ellos juntan el demos, concebidos como el nombre genérico de
chos de aquellos que hacen algo de esa inscripción, bien común de la comunidad tenía que ser man- mundo en el que esos derechos son válidos con el
quienes deciden no sólo “usar” sus derechos sino tenido apartado de las actividades, sentimientos e mundo en el que no lo son. Ellos juntan una rela-
también construir tal o cual caso para la verifica- ción de inclusión y una relación de exclusión.
ción del poder de la inscripción. No es solamente El nombre genérico de los sujetos que mon-
13
una cuestión de comprobar si la realidad confir- tan tales casos de verificación es el nombre del Agamben, Homo Sacer.
ma o niega los derechos. El punto es qué significa demos, el nombre del pueblo. Al final de Homo 14
Plato, Laws, trans. Trevor J. Saunders (Middlesex: Penguin,
confirmación o negación. Hombre y ciudadano no Sacer, Agamben pone énfasis en lo que él llama 1970), bk. 3, 137–39.

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identidad y al reconocimiento de su lugar en la


población global. Por lo tanto, el disenso político
en torno a la participación en común de la comu-
nidad, es reducido a la distribución en la cual cada
parte del cuerpo social obtiene la mejor parte que
puede obtener. En esta lógica, las leyes positivas
y los derechos deben aferrarse cada vez más a la
diversidad de grupos sociales y a la velocidad de
los cambios en la vida social y en las formas de vida
individuales. El objetivo de la práctica consensual
es la identidad entre derecho y hecho. La ley tie-
ne que transformarse en idéntica a la vida natural
de la sociedad. Para ponerlo en otros términos,
17
el consenso es la reducción de la democracia a la
forma de vida de una sociedad, a su ethos –signi-
ficando con esta palabra tanto la morada de un
grupo como su estilo de vida.
Como consecuencia, el espacio político, que
fue formado en la brecha misma entre la literali-
dad abstracta de los derechos y la polémica acerca
de su verificación, tiende a reducirse más y más
cada día. Finalmente, esos derechos aparecen,
de hecho, vacíos. Parecen ser de ninguna utili-
dad. Y cuando son de ninguna utilidad, se hace lo
mismo que las personas caritativas hacen con su
ropa vieja. Se las dan a los pobres. Esos derechos
que parecen ser inútiles en su lugar son enviados
afuera, junto con la medicina y la ropa, a personas
privadas de medicina, ropa y derechos. Es en este
sentido, como resultado de este proceso, que los

16 los sujetos políticos que representan –en escenas


específicas de disenso- la paradójica calificación de
de derechos nacionales, es la implementación de
la abstracción de esos derechos. La conclusión es,
Derechos del Hombre se convierten en los dere-
chos de los que no tienen derechos, los derechos
de los nudos seres humanos que están sujetos a
este suplemento. Este proceso desaparece cuan- de hecho, un círculo vicioso. Simplemente reitera la represión inhumana y a condiciones inhumanas
do se le asignan esos derechos a un único sujeto. la división entre aquellos que son merecedores o de existencia. Se convierten en derechos huma-
No hay hombre de los Derechos del Hombre, pero inmerecedores de hacer política, que era presu- nitarios, los derechos de aquellos que no pueden
no hay necesidad de tal hombre. La fuerza de esos puesta al comienzo. ejercerlos, las víctimas de la negación absoluta de
derechos yace en el movimiento de vaivén entre Pero la identificación del sujeto de los Dere- derechos. Por todo esto, no son vacíos. Los nom-
la primera inscripción del derecho y la etapa del chos del Hombre con el sujeto privado de cual- bres políticos y los lugares políticos nunca devie-
disenso en la que es puesto a prueba. De ahí que quier derecho no es sólo el círculo vicioso de una nen vacíos sin más. El vacío es llenado por alguien
los sujetos de la constitución Soviética podían ha- teoría; también es el resultado de una efectiva re- o algo más. Los Derechos del Hombre no devienen
cer referencia a los Derechos del Hombre en con- configuración del campo político, de un verdadero vacíos al transformarse en los derechos de aque-
tra de las leyes que denegaban su efectividad. De proceso de despolitización. Este proceso es lo que llos que no pueden realizarlos. Si no son realmen-
ahí también que hoy, los ciudadanos de estados se conoce con el nombre de consenso. Consenso te “sus” derechos, ellos pueden transformase en
gobernados por leyes religiosas o por la mera ar- significa mucho más que la razonable idea y prácti- los derechos de otros.
bitrariedad de sus gobiernos, e incluso los inmi- ca de solucionar los conflictos políticos a través de “Los Derechos del Otro” es el título de un en-
grantes clandestinos en las zonas de tránsito de formas de negociación y acuerdo, y de asignar a sayo escrito por Jean-François Lyotard, original-
nuestros países o las poblaciones en los campos cada parte la mejor porción compatible con los in- mente un trabajo preparado bajo los auspicios de
de refugiados, puedan invocarlos. Estos derechos tereses de las otras partes. Significa el intento por las Conferencias de Oxford sobre los Derechos del
son suyos cuando pueden hacer algo con ellos deshacerse de la política expulsando a los sujetos Hombre, organizadas en 1993 por Amnistía Inter-
para construir un disenso en contra de la negación excedentes y reemplazándolos por compañeros nacional15. El tema de los derechos del otro debe
de derechos que sufren. Y siempre hay personas reales, grupos sociales, grupos identitarios, y así. ser entendido como una respuesta a la pregunta:
entre ellos que lo hacen. Es únicamente si se pre- De esta manera, los conflictos son transformados ¿Qué significan los Derechos Humanos en el con-
supone que los derechos pertenecen a un sujeto en problemas a ser superados por la pericia apren- texto de la situación humanitaria? Es parte de un
definitivo o permanente que se debería afirmar, dida y un ajuste negociado de intereses. Consenso intento por repensar los derechos repensando
como hizo Arendt, que los únicos derechos rea- significa cerrar los espacios de disenso tapando los primero el Mal. La cuestión de repensar el Mal se
les son los derechos concedidos a los ciudadanos intervalos y rellenando las posibles brechas entre puso cada vez más en discusión después del co-
de una nación por su pertenencia a esa nación, y apariencia y realidad o derecho y hecho. lapso del Imperio Soviético y los decepcionantes
garantizados por la protección de su estado. Si se resultados de lo que se suponía era el último paso
15
Jean-François Lyotard, “The Other’s Rights,” in On Human
hace esto, por supuesto, se debe negar la reali- De esta manera, los “abstractos” y litigiosos Rights, ed. S. Shute and S. Hurley (New York: Basic Books,
Derechos del Hombre y del Ciudadano son trans- hacia la democracia universal. En el contexto de los
dad de las luchas llevadas por fuera del marco del 1994). This essay was originally presented as a paper within
formados con paso vacilante en derechos rea- nuevos brotes de odio racial y religioso y violencia, the auspices of the Oxford Lectures on the Rights of Man,
estado nacional constitucional y asumir que la si- ya no era posible asociar los crímenes contra la hu- organized in 1993 by Amnesty International.
tuación de los “simplemente” humanos, privados les, pertenecientes a grupos reales, ligados a su

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nidos como una respuesta a la “humanitaria” falta


de derechos son los derechos de los Otros, los de-
rechos de lo Inhumano. Por ejemplo, para Lyotard,
el derecho de expresión debe ser identificado con
el deber de “anunciar algo nuevo”17. Pero lo “nue-
manidad a ideologías específicas. Los crímenes de vo” que debe ser anunciado no es nada más que mal absoluto. Por lo tanto, los derechos que vuel-
los extintos regímenes totalitarios debían ser re- el poder inmemorial del Otro y nuestra propia in- ven al remitente –que es ahora un vengador– se
pensados: se decía que eran no tanto los efectos capacidad para cumplir el deber de anunciarlo. La asemejan a un poder de infinita justicia en contra
específicos de ideologías perversas y de regíme- obediencia a los derechos del Otro soslaya la he- el “Eje del Mal”.
nes fuera de la ley, como la manifestación de un terogeneidad del disenso político en beneficio de
La expresión “justicia infinita” fue desestima-
mal infinito –un mal que no podía seguir siendo
conceptualizado en el marco de la oposición entre
democracia y antidemocracia, de estado legítimos
una heterogeneidad más radical. Como en Agam-
ben, esto significa perpetuar el mal, sustituyen-
do el procesamiento de un mal político por una
da por el gobierno de los Estados Unidos pocos
días después de haber sido presentado como un
término inapropiado. Pero pienso que era bastan-
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o estado ilegal, pero que aparecía como un mal suerte de destino ontológico que sólo permite la
te apropiado. Una justicia infinita no es sólo una
absoluto, un mal impensable e irredimible. “resistencia”. No obstante, esta resistencia no es
justicia que desecha los principios del Derecho
una manifestación de la libertad. Por el contrario,
La conceptualizacion de Lyotard de Internacional que prohíben la interferencia en los
resistencia significa fidelidad a la ley de
lo Inhumano es uno de los ejem- “asuntos internos” de otro estado; es una justicia
la Otredad, que domina cualquier
plos más significativos de esa que borra todas las distinciones que solían definir
sueño de “emancipación hu-
absolutización. De hecho, el campo de la justicia en general: las distinciones
mana”.
Lyotard partió la idea de entre derecho y hecho, castigo legal y represalia
lo inhumano. Desde su Esta es la manera fi- privada, justicia, policía y guerra. Todas esas distin-
mirada, las formas de losófica de entender ciones decantan en un conflicto meramente ético
represión y crueldad, los derechos del Otro. entre el Bien y el Mal.
o de las situaciones Pero hay un enten-
La ética está, en efecto, en nuestras agendas.
de aflicción que dimiento de ellos
Algunos lo ven como un regreso a un espíritu
nosotros llamamos menos sofisticado
fundante de la comunidad, sostenedor de leyes
“inhumanas” son la y más trivial: si los
positivas y agencias políticas. Mi visión de esta
consecuencia de que sufren una re-
nueva región de la ética es bastante diferente.
nuestra traición presión inhumana
Significa para mí la eliminación de todas las
a otro Inhuma- no son capaces de

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distinciones legales y el cierre de todo intervalo
no, que podemos ejercer los Dere-
político de disenso. Ambos son borrados en
llamar un “buen” chos Humanos que
el conflicto infinito entre el Bien y el Mal. La
Inhumano. Ese Inhu- son su último recur-
tendencia “ética” es, de hecho, el “estado de
mano es la Otredad so, entonces alguien
excepción”. Pero este estado de excepción no es
como tal. Es la par- más tiene que here-
la culminación de ninguna esencia de lo político,
te en nosotros que no dar sus derechos para
como es en Agamben. En cambio, es el resultado
controlamos. Puede ser ejercerlos en su lugar.
de la eliminación de lo político, en la pareja política
el nacimiento y la infancia. Esto es el llamado “derecho
consensual y policía humanitaria. La teoría del
Puede ser el Inconciente. Puede a la interferencia humanitaria”
estado de excepción, tal como la teoría de los
ser la Ley. Puede ser Dios. Lo Inhu- –un derecho que algunas nacio-
“derechos del otro”, transforma este resultado
mano es la otredad irreductible, la parte nes asumen para el supuesto benefi-
en un destino antropológico u ontológico. Es
de lo Indomesticable de lo que el ser humano es, cio de poblaciones victimizadas, y muy a menudo
rastreado hasta la inescapable premaduración del
como dice Lyotard, el rehén o el esclavo. El mal contra el consejo de las mismas organizaciones
animal humano. Creo que más vale dejamos el
absoluto empieza con el intento de domesticar lo humanitarias. El “derecho a la interferencia huma-
destino ontológico del animal humano a un lado
Indomesticable, de negar la situación de rehén, de nitaria” debe ser descripto como una suerte de
si queremos entender quién es el sujeto de los
desestimar nuestra dependencia del poder de lo “devolución al remitente”: los derechos en desuso
Derechos del Hombre y repensar la política hoy,
Inhumano, para poder construir un mundo que que habían sido enviados a los sin-derechos son
aun por fuera de su misma carencia. u Jacques Rancière enseña filosofía en la
podamos dominar enteramente16. devueltos a los remitentes. Pero estas idas y ve-
nidas no son una ecuación de “suma cero”. Otor- Universidad Paris VIII. Sus publicaciones
Ese sueño de libertad absoluta habría sido un incluyen “El maestro ignorante. Cinco
gan un nuevo uso a los “derechos en desuso” –un
sueño de la Ilustración y de la emancipación re- lecciones sobre la emancipación
nuevo uso que consigue en el escenario mundial
volucionaria. Aún estaría vigente en los sueños intelectual”, “La noche de los proletarios:
lo que el consenso en los escenarios nacionales:
contemporáneos de comunicación perfecta y los sueños de los trabajadores en la Francia
la eliminación del límite entre derecho y hecho,
transparencia. Pero sólo el Holocausto Nazi habría del siglo XIX”, “Los nombres de la historia”,
legalidad e ilegalidad. Los derechos humanos que
revelado completamente y llegado al núcleo del “En el borde de lo político”, “Desacuerdo:
son devueltos son ahora los derechos de la víctima
sueño: exterminar al pueblo cuya misión es dar política y filosofía”, Cortos Viajes al país del
absoluta. La víctima absoluta es la víctima de un
testimonio de la situación de rehén,,obedecer la pueblo y, más recientemente, La fábula
ley de la Otredad, la ley de un invisible e innombra- cinematográfica.
ble Dios. “Crímenes contra la humanidad” apare-
cen entonces como crímenenes de la humanidad,
los crímenes resultantes de la afirmación de una
libertad humana negando su dependencia a lo In- 16
Lyotard, “The Other’s Rights,” 136
domesticable. Los derechos que deben ser soste- 17
Ibid.

DERECHOYBARBARIE ¿QUIÉN ES EL SUJETO DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE?

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