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condena hubiera podido atrincherarse detrás de un des para que fuera crucificado»
mo significado.
«{Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hljosl»
Pero a -nosotros no nos interesa el asunto desde el
(Mt. 27, 25),
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punto de vista del procedimiento. Nos interesa desta
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car que, efectivamente, al amoldarse Pilatos a la mu
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no desmiente, sino que confirma este punto de vista.
chedumbre, se llega al final. Ya no hay instituciones,
También éste era un grito de la muchedumbre, con todas
no hay proceso, no hay derecho. La presión de la mu
sus características: hasta el acto de asumir la responsa
checlumbre lo barre todo. Después de su grito triun
bilidad puede ser un acto irresponsable.
fante no hay sino actos materiales. También el episo
En resumen: el pueblo que decidía la suerte de Jesús
dio de la inscripción del «rnalefícío» sobre la cruz, es
era una masa, con todas las características negativas que
decir, la motivación de la ejecución, pone en evidencia
a ésta se le atribuyen habitual y paradigrnáticamente,
l. y,
el silencio del derecho. Pilatos escribe, los hombres del
por lo Lanto, también de manera esquemátíca." En tal
Sanedrín protestan;' Pilatos los aleja con un gesto ele
caso, se puede hablar de democracia, pero bajo concli
fastidio:
ción de precisar: democracia en la peor de sus versiones
degenerativas, el régimen
L de la multitud inculta y emotí
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.va, de la plebe inconsciente e irresponsable. «Lo que he escrito, escrito está" (Jn. 19, 22),
cepto al que ...:e: uccsa de tc11ckncl:i cítusrc y nnLicli:m�1iati�. ve suplantado por las vías de hecho.
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Vox populi; vox dei
en manos e.le la muchedumbre, la hari adulado, <livi n i-
mantiene mudo a f
ín de que se cumpla el designio. Y el
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ausencia de procedimientos y garantfos a favor de la� vo-
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ces potenc1aln1en te discordes. .E] que se aparla del coro,
cosa que el momento culminante de ese silencio. La om existir; o expresarse, o, por Jo menos, expresarse libre-
niporcncia de Dios era 1a omnipotencia de la muche mente, a la luz del día (contrariamente a lo que hacía Ni-
Pero, independientemente del papel que le corres Precisamente en esto se puede ver un camuflaje y
ponde en el proyecto mesiánico, la decisión de la gente una prueba evidente de la ínstrumcntal ízación. En g ene
presenta dos características intrínsecamente divinas, que ral, se puede afirmar que todo� a_c¡uellos que ensalzan al
El objeto era la vida y la muerte. Quien se arroga el se...CHCe:··el ·püeblO ¡,a, habla do, el unto'
as está cerrado, es
derecho a disponer de la vida y la muerte de un ser hu ta1;1o.S anteunconcepto Instrumental d e la democracia.
mano, conceptualmente se sitúa por encima ele éste. El ocliec1;·6",�·ño ha y a dulación que sea desinteresada, y
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de oligarquía en el que los protagonistas mueven la mu escéptica, llamaremos, hemos dicho, democra-
llevaban el juego era amigo de la democracia, aunque to La posibilidad combate tanto el dogma como la reali
dos adulaban a la gente, Ouerían valerse de ella como dad, dado que, para ser posibilidad y no contradecirse,
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nunca puede desembocar en la aceptación pasiva de las
punto de apoyo. Como todos los que se aprovechan de la
democracia, en ella veían tan sólo w1 billete de ida, no' últimas consecuencias, como exige la necesidad. Postula
de ida y vuelta, por Jo. senda de su propio interés y de su que en toda situación hay algo que falta, una faceta que
la luz, y
- en la que es posible apoyarse para ir más allá.
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Toda cos? deja entrever una pen,pectiva ele superación
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Democracia crítica y espíritu de la posibilidad
ción es siempre y sólo temporánea, porque está destina
En la manera ele guiar sus propios pasos. los hom da a. ser puesta, siempre y nuevamente, en tela de jujclo.
bres del Sanedrín (desde el principio) y Pilatos (al final) Por lo tanto, en la actitud de quien se inspira en la
�eg�rº1.!..!:" .!-E_ necesídad: ante aquella situación, la posibilidad hay una fuerza que actúa para ir constante
muerte de Jesús no ofrecía otras alternativas. Para todos mente más a1lá, incluso si no necesariamente «más ade
ellos, Jesús tenía que morir: por la nación hebrea o por lante», Efectivamente, en la posibilidad está también in
el poder de Roma. El dogmatismo y el realismo escépti cluida la eventualidad de la derrota, del tener que volver
por medio de quienes sirvieron a esos tiranos. Quien se que ver con esta actitud del espíritu, porque la posibili
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pone en manos de éstos no tiene después manera alguna
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��-d siempre tiene dos Jacetas __ y encierra tanto')����j_or
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de establecer un límile. y ha de tener en cuenta los re
l�a del pensamiento dogmático; fiat pnte,sra,; pochia ser en cambio, consideran los escépticos que se dejan deter
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del pensamiento escéptico; para ambos, hasta la con minar solamente por ]a fuerza existencial de la realí
secuencia extrema: pereat mundys_ En la impasibili.9.s\d dad-, pero tampoco asegurado, como a su vez creen los
(·rente a lo que pueda ocurrir; en la.<:ªp�ci4a'crc:O;nún que pretenden tener de su lado la fuente de seguridad de .
�°.'?� denom��-r.. _ta�l�� la actitud d_�(,!!!álic,¡ Por eso, la democracia crftjq rnmca será un régimen
escéptica. El pensamiento de la verdad y el del escepti- Bruilldad y olvidado de: SJiS raíces, como puede ser....en
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¡t cismo del po_der que es �naliclad en sí m�smo se encuen- cambio, la «democracia» según líl ve[llil.cl y !-iegún la Iner
.C-("' J trau aquí, abados, en el inexorable �p!n t!:I, de 1a �i za de la realidad. La democracia critica es, en cambio,
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si
La democracia crítica se Impide a sf misma las obras Vox populi, 11ox dciJ
que-a los partidarios de la política. vigorosa pueda pare Para la democracia crítica, nada es tan insensato
cerles desprovista de nervio, con aquella renuncia obtie como 1a divinización del pueblo cuya expresión
u es la m á
ne, sin embargo, librarse de la necesidad y abrirse a la xima vox popu.l.i., vox dei, auténtica forma de Iclolatrta
libertad. No se trata de la libertad triunfante y final de política. Esta grosera teología nniffie.:'l dcmoci-álica co
quienes creen en las realizaciones definitivas, en las con rresponde a los conceptos triunfalistMy acríticos del pO
quistas irreversibles de la humanidad, en los cumpli der del pueblo que, com_2 hemos visto, no son sino �
mientos que marcan una época (que son, para la necesi lac1ones interesadas.
dad, otras tantas formas de volver a tratar los asuntos de En la democracia crúíca. la autoridad del pueblo no
la política). Es, más bien, la libertad inicial y temerosa depende, ni mucho menos, de sus supuestas cualidades
de quien siempre s.e considera en los primeros pasos, sobrehumanas, como la omnipotencia y la infalibilidad.
y, confiando en que se pueda obrar en pro de lo mejor, Depende, en cambio, de) motivo exactamente opuesto,
teme también, sin embargo, que en cada momento se es decir, del hecho de asumir que todos los hombres y el
pueda echar todo a perder; En esta doble aclih1d del es pueblo en su conjunto son necesanamentc li.mit�
mo, esmba el punto de e uilibrio de la democracia cnn Este punto de vista parece contener una contradic-
ca. a aspiración a lo mejor, no fluctuante por e temor ción que es necesario aclarar. ¿Cómo se puede con6ar en \
aTo peor, pondría en acción constantes superaciones del la decisión de alguien, cómo se le puede atribuir autnri
-
statu quo que generarían frustraciones sociales, y, junto dad. curndo no se le reconocen m&ritos y virtudes, sino
con éstas, demandas de certeza y seguridad, incompati vi_c;:ios v defectos' La respuesta está en el carácter gene
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bles con la democracia crítica, ral, precisamente, deJos V1c1os y de1·ectos. La acmocra
Así, sólo la democracia crítica es compatible con la cIB en aeneral, y articularmenle la deme ra iLC.L"Ítica,
to que es válido mientras resulta eficaz para ]a finali decir, gobierno de todos sobre todos; tendríamos, en
clacf gu_c._se_lc...h:wcsignawx. efectivamente, la decisión' cambio, alguna forma de autocracia, es decir, el gobier
popular no tiene nada preconstituido fuera de sí mis no de una parte (los mejores) sobre la otra (los peores).
rna, a lo que deba servil: En la democracia crítica, la Por lo tanto, si todos son iguales en los vicios y en las
democracia es función de sí misma. Y, dado que siem virtudes políticas, o, lo que es igual. si no existe ningún
pre se plantea a sí misma sus finalidades, es al mismo criterio generalmente aceptado a través del cual puedan
tiemEo medio y fin. Y siendo por lo tanto a la vez. me establecerse jerarquías de mérito y demérito,
l no tene
de la cual podamos vemos en la alternativa de salvar en su conjunto. Por lo tanto, para la democracia criticalH,) ...�.Js
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los fines renuncian.do a la democracia como medio, o la autoridad del pueblo no depende de sus virtudes, si110 .,,.,,, , .,\
salvaguardar la democracia como medio renunciando que se desprende -es necesario estar de acuerdo con
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\í>� Desde el punto de vista de una visión de la democra- ¿No sería mejor que el pueblo callase y cediese la pala,
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�,.. l" -cia que no se haga ilusiones, deben rechazar.;e como in bra a los mejores, a los más honrados, a los más compe
;,I°" • sensateces. que conüenen insidiosas lentaciones todo� tentes (categorías en las que inevitablemente se incluyen
� \¡Os conceptos de dt!mocrac1a q1 IC at Lib uvan al pueblo la los que plantean la pregunta)?
,!E ntrlnsecrunente en lo \1 t . Ante la evidencia de los he- el mejor de los casos, estas preguntas -tradicionales en
10s y e as expectativas frustradas que a diario des el repertorio antidemocrático de derechas. pero actual
mienten estas ideologías ingenuas <le la democracia (y, mente también difundidas en un ambiguo elitismo de iz
al mismo tiempo, triunfalistas), podríamos vemos indu quierdas- son solamente el fruto de una impaciencia
cidos a Condenar la democracia como tal y preferir algu o de una fatiga, de una actitud demasiado dispuesta a
na tecnología elitista del poder, mientras que lo que ha enardecerse y a decepcionarse porque =-para valernos
de condenarse no es al pueblo, sino a,l� de expec de las palabras de Max Weber-- «carece de sentido de
tativas que en él se hablan d�!l.Simdo. responsabilidad hacia la cosa». Pese a ello, no se puede
-i..�cia crítica es abandonar la negar que ponen el dedo en una llaga, más evidente hoy
ilusión de que la justicia esté al alcance de la mano, jun cuando más grandes y frecuentes son las posibilidades
to con la aceptación realista de que codos padecemos que la multitud tiene de hacerse oír y valer, directamen-
constantemente. carencias respecto al deber común. Si, te y sin condicionemienros, es decir, de creer realmente
pese a. ello, seguimos confiando en la autoridad popular, que es vox dei. La democracia tiene una posíbillídad de
titfüi:-En ausencia de referencias objetivas, efectivamen cara la realidad. El aspecto de las democracias moder
té,-¿quién podría imaginar la sumisión de una parte del nas es frecuentemente poco presentable (pero no ne
pueblo a otra parte, motivada en el reconocimiento de cesariamente menos presentable que antaño). Negarlo •
mayores virtudes en ésta? ¿Quién, en la esfera política, para adular al pueblo haciéndole creer en Dios es una
reconocería valer menos que los demás? Donde se esta estrategia suicida para }a democracia. Pero, al contrario,
bleciese un enfrentamiento no sólo verbal en este terre buscar soluciones de elite en nombre de las exigencias
no: eso sería la guerra civil y la solución del conflicto no ele calidad es una contradicción que, a su vez, tiene las
dependería de la preponderancia de los méritos, sino de vías cerradas. Es propio del espíritu ele la democracia
la prepotencia de la fuerza. Por haber querido instaurar ! que, como suele decirse, subamos todos «al mismo bar
el reino de los mejores nos encontraríamos con el go co». De tal suerte, las carencias de algunos no pueden
i bierno <le los más fuertes. • ser válidas para justificar las pretensiones de otros al
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Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia, por lo privilegio político. En la democracia, los limites de al,
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das partes se levantan voces que denuncian d defecto guien se reflejan sobre 1a·cali'cllla ·c1e ]lí1il!i\1ocraéfo.-é'í,' su
cómo podrán prevenir las justas soluciones de los pro que régimen de todos, 18 democracia es �l únícb sistema ¡ ·
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blemas sociales de la masa del pueblo, desprovisto de de vida y de gobierno C\!Yª cualidad es un promedio que
toda aptitud e Instrumento para poder hacerles frente. abraza a todos; y en él está prohibido tomar partido por
¿ Cómo puede la voluntad de} ignorante gregario valer uno..mísmorast como-establecer graduaciones y fomen-
tanto y más que la del sabio que cada vez más escasea? taf'i:liveisiaáéfes, incluso sólo psicológicas._ · .
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Lo único que se puede decir, entonces, es· que en b mayor parte del pueblo) puede equivocarse, no tiene
]a democracia el defecto de calidad se convierte en una por tanto ningún sentido desde el punto de vista de la
carga para que todos, especialmente aquellos que se con democracia critica. ¡;
É s ta debería presuponer que el pue-
sideran por encima de los clemás en cualidades, doblen blo, así como puede equivocarse, también puede tener
sus esfuerzos por resolverla. El sentido de pertenencia razón. Pero el error o culpa y la razón no son categorías
·común y la conciencia de que nadie puede pretender sa de la democracia que se basa en la ética ele la posibilí
son, en definitiva, la fuerza que posibilita la mejora co siempre se puede obrar meior el pueblo y .sus ec1sí0ñcs
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que el voto del ignorante valga tanto como el del sabio y conla intención de condenarlos (o exaltados). sino s9la
sensato tiene aquí su respuesta: una respuesta que no es mente con la intención de premover el ambi
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fácil de aceptar por parte ele! que no se da cuenta del es n1ejor, Esto no es, ni mucho menos, democráticamente
fuerzo necesario en toda vida de comunidad y pretende ul ti'ajante. Todo lo contrario. A1 decir ase puede hacer
ría seguir vías expeditivas. Según las palabras de Antonio mejor, e invitar a ir más allá• hay un reconocimiento
Grarnsci, el cómputo de los «votos» no es la expresión que ninguna fo1n1a de democracia actitica está en con-l
� · a sus posibilidades, no consi en influir en el pue dice f(puebío11 y piensa c1plcbe», considcrándoloJ1LC!"!P.!
� 1ocracia, , si acaso, deben doblar los esfuerzos V re- un ideal verdadero y justo, cuyo peso la aplastaría y ante
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guntarse en qué se nn equivocado. el que irrernediablemente quedaría condenada. Es, en
L1. cuestión que recientemente se ha vuelto n plan cambio, el estado en que se encontraba un instante an
tear por quienes han quedado desconcertados por cier tes, respecto al que tiene sentido hablar de mejoramien
tas orientaciones de la masa que consideran fruto de in to posible. Si se razona así, eLespíritu ele la posihili.lli!cl
madurez política, es decir, si en democracia el pueblo (o puede ser w-ia fuerza que promueve eneI]pas y t¡ orien
�. no hacia el bien, sin.o, ·u�esLamenlt, -
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"t In -¡ey <lcl nl"in,cm" 1:1 que decrda: cicrt:uncnle, es mejer convcrtin:c en elhe Las decisiones irreve�iblcs
¡,or decreto. Por lo tamo. no se lr:\l:\ <le que qu)Cfl l11lckch1::ilmcntc "llene mu
c:�10"' � slcnt;i 1-cb.,j.1do ni nivel del l}/timo :\l\lllfabclo. sino de quien presume po·
Algo más atrás hemos sostenido que la autoridad del
seer mucho y quiere qui!arlc al hombre -cunlquicr:i" incl1L<;o csn frnccit.u infiui•
lc.'iim;tl de poder que p� p:;u-:i decidir sobre d curso <le !n vid.1 c:;t:1tnl.• pueblo, según la democracia crítica, no se desprende de
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unas cualidades que lo vuelvan semejante a Dios, sino de siempre se da la importancia. que merece. En la demo
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sus carencias, que lo vuelven semejante a los hombres cracia critica, toda decisión ha de ser revocable y revisa
que lo �omponen. A la frase vox populi, vox deí, ]a de ble. las decisiones definitivas, de hecho o de derecho,
mocracia crítica le opone vo.x populi, vo.x hominum. Evi no están admitidas porque el carácter .definilivo p resu
dentemente, esto es una inversión respecto a los concep pone la infalibilidad y en ellas el espíríiu de la posibili-
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tos trinfalístas de la democifü:iaquela·túnciam;n·� no dad queda anulado. e,
te un sistema. poHtico im perf�cto, sino que, <lire ctamen- hecho accidental de las democracias. Las califica en su
. , ¡ te, saca :su h11:JZ.a de:: lo iniperfecrióo· es atura elrsc Ullt
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n i esencia. Donde está prevista, tienen vigencia el dogma
.1 f" sobre sus límites.
tismo o el escepticismo: el dogmatismo, cuando el p ue
Los conceptos críticos de la
a d emocracia hablan con
b lo (o la parte d e éste qu e decide en nombre del todo)
lig ereza de s oberanía popular, q ueriendo con ello r efe
presume ser omnipotente hasta el extremo de disponer
r rsi e no sólo a que e] p ueblo es á t p or enc ma i d e c ual
(directamente o por mediación de sus jueces) del poder
quier otra autoridad (cosa que, en democracia, no se
de vida o muerte, como Dios; y en el escepticismo, cuan
p uede poner en tela de juicio), sino q ue pos ee tam bién
do incluso el valor de la vida se puede relativizar respec
u n po der ilimitado. La democracia crítica, en camb io,
to a otro valor.
r echaza la soberanía p opular en este últim o sentido y
En otra pro-te hemos dicho que dogmatismo y esccp
afi rma que el pueblo p osee el oder supremo de orien
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Licismo incluso pueden coexistir. Esto ocurre, precisa
tar el gobierno de la cosa pública, per o que este pod er,
mente, en el caso de la pena de muerte cuando se afirma
au n siendo supremo, n o es ilimi tado. La democracia
una división en la sociedad: de un lado está la virtud, la
críti ca tiene una visión r ealista del p ueblo: ni lo divíní
mocracia, es decir, escépticas y dogmáticas. Estas últi «eorrompidan. que la recibe en nombre de su supuesto
las otras p orque, al contrario, no saben qué es la verdad i°;1ocra.cia de 'fa"" pena capital» donde se invoca ésta por el
y de esta ignorancia d educen que entonces todo está sector mayoritario de la sociedad -seguro de su morali
permitido. La democracia crítica, en cambio, cree que dad, «de bien» y feroz en su presunción- contra otro
es posible lo mejor y los límites que postula son válidos sector. el de los no integrados, sin domicilio fijo, p ertur
para asegurar la posibilidad de p erseguirlo constante b adores de la tranquilidad p ública. Lo selecto de la so
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Hay aqul'. un y fundamental al que Iuera de los sagrados principios del estado de d erecho o
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del «procedünicnto
., lega] debido» (el equivalente esta «de derecho» de la cuestión. La democracia clitica es in
· Pero la democracia critica no rechaza solamente la Mmente inmodificab es. En e momento actuar. e asunto
pena de muerte. También es incompatible con muchas Cicne que ver con la tendencia a atribuir a la democracia
otras decisiones. ya sea por ser éstas irreversibles, o por directa, particularmente al referéndum, el valor de un
implicar consecuencias irreversibles. No es éste el lugar Dikuu ante el que sólo cabe inclinarse, sin poder discu
guerra, In destrucción de recursos naturales y ambienta presa, la suya es la última palabra. Se dice que en ello ra
sociales que tienen una sola dimensión y, por lo tanto, Nosotros podemos ahora aclarar que esta convicción
una vez emprendidas, en caso de dificultad, no permiten está en la esencia de la democracia acrítica, Es la expre
soluciones alternativas o de repliegue, sino sólo de in sión de una absolutídad del poder popular que presupo
gales, como en el caso de la pena de muerte, expresa éía allf donde, como en el ordenamiento constitucional
mente prohibida por muchas legislaciones y constitucio italiano, el referéndum está pre:visto con efectos sola
nes. Hay decisiones que no se pueden excluir a priori de mente de abrogación. En esto se habría tenido que ver
una manera taxativa. Pero la democracia crítica contie- · una indicación muy clara en el sentido ele que la dcci
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ne, también para esos casos, una indicación que se di sión
C· popular, al abrogar, no vale para cerrar la cuestión
rige a la política. Dicha indicación tiene un doble COJl que ha sido sometida a su decisión, y menos aún para
tenido y puede enunciarse as!: antes ele llegar a tomar cerrarla definitivamente, sino que vale para lo exacta
decisiones irreversibles, el buen gobierno V la prudc nci a mente contrario, es decir, para volver a abrirla y ponerla
requieren ex pi orar 1a el fi0I1 d o v de: nuevo sobre tapete. El referéndum abrogatorio de
11as hasta e ú timo mo el
menor número de posibilidades Eu1tu:as,... v:isto bajo este prisma demuestra que los conceptos cr-íu
Hasta aquí hemos hablado de recisiones irreversibles cos de Ja democracia se ven frecuentemente obligados a
por motivos de hecho. Pero también existe un aspecto retroceder ante la democracia acrítica. es decir; como
47. L'\ culminación de este e:qx:ch\culo <le la democracia :;e h:i. alc;,n1.nclo
mada de la idea de que la soberanía popular, como om-
en los Es1:idos Unidas con l:i ejco1cl6r. capll:ll, solicitt1da par In opinión piiblk:,
itln revisiones. dogmfüicn y C!;Cép!lc:i :il mtsmc tiempo, de un ho111brc que la mls
ma fi:;c:i.lí::i.. ya no con:.:idcmba culpable del crlnu:n qm,: :-e le impul..'\b:t. Su nonl 48. l!n l¡:i.11:i conocemos bien lo que: :;e mcnclnn:i en el reato. Lo 111odiHc,"I•
brc cm Jcssc Ocwaync receta. ti! «no ha muerte en nombre de l:i ley. sino en ,Ión que se h;,, producldo en oueare sl,:lcm:i. de n:presc11lnciCm polllic.,. Je pru•
nombre de la dcmocr:11.-i:i. Su horc:1 110 ha :;Ido crir,:irla por los U1bun:ilcs. stoc porcion:i.l :'l. rn:i.)•orilr,rin. ha ocun1do l,¡:ijo el sir.no de b nc�ichtl de ejce\11:w 1:i.
por los electores, ::i lmvl.--. ele la voluntad de un:1 m::iyorfa• :t b que los jneees. in voluntad C;1prcMd!I cu referéndum y ns11mit!:i. como un dnro i,,-cvc�iblc. Se !m
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- nipotencia definitiva, es su atributo democrá- deo-democracia»), No se trata solamente de su estructu
La democracia crítica quiere apartar al pueblo de la nos ajenas. La democrnci� ele los sondeos no es estruc
pasividad y también de la mera reactívidad. Aspira a turaln1ente una democracia; la existencia de los sondeos
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convertirlo
y, por lo
en
tanto,
una
de
Iuerza
proyectos
activa,
poHticos
capaz
no
de iniciativas
elaborados
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ño es la ,nteba de la existe
autocracias -como la de Pilatos- puet en va ersc
· de una democracia. Las
e los
por nadie más que por él mismo. En pocas palabras: un sondeos sin renegar de s( mismas, pero prohíben las
pueble que sea sujeto de: la política, no objeto o instru elecciones libres. Hay una razón: a través del sondeo se
\ mento. registra una fuerza, que podrá ser utilizada por los inte
Dirán aquellos realistas que creen ser más inteligentes resados como les convenga. A través de las elecciones se
que los demás -los mismos que halagan al pueblo y dan ejerce una autoridad, El_pueblo sondeado es un objeto:
lecciones de «moral democrática» a quienes se permiten el pueblo que vota es L�n suieto.
criticarlo-e- que la nuestra es una ilusión, tal como nos
subrayan el papel activo de las minorías y el inevitable sión de comportamientos colectivos. Pero si se convierte
mente pasivo de las mayorías. Pero aquí se puede ver en en instrumento de gobierno altera el debate político, •
acción, precisamente. el p_�amienLo di! la posibilid�d. arrojando al ruedo el pueblo y sus presuntas orientacio
No se trata de proponerse lo irnpcsible, pero no por eso nes, no como un sujeto vivo, sino como un objeto muer
se debe renunciar a buscar lo mejor, aun conociendo sus lo, una fuerza bruta a la que se da y quita la palabra se
limitaciones. Este programa implica no plegarse pasiva gún lo que interese. A un pueblo capaz de iniciativa po
mente ante la resignada comprobación de las tendencias Iítica y de hacer escuchar su voz, los sondeos le sobran.
presentes, y, ante tocio, tomar conciencia dit las concep El pueblo de los sondeos, corno la muchedumbre de
el aislamiento
Pretorio,
en
también
que se tiene
es pasivo por otra
a sus componentes.
razón:
La
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«muestra», como la muchedumbre, parece un sujeto uni
democracia. No para esta ecer una democracia ideal rencias y lemas colectivos tipo santo y sena. Pero su «un
perfecta, sino para tratar de ver claro en el asunto y a alma sola» es el resultado de muchas soledades indivi
partir de ahí corregb; en la medida de lo posible, una duales. La muchedumbre, en la calle o en la muestra re
real democracia imperfecta como es la nuestra. No po presentativa, obra como suma de átomos que no ínter
demos aquí ir más alla de algunas alusiones a la actua actúan, no íntercarnbian conocimientos y opiniones, no
En primer lugar, debe rechazarse la ilusión de que una acción colectiva. En b masa los individuos se pier
pueda existir una «democracia e.le los sondeosn (In «son- den. Tan sólo pueden «hacer de masa», es decir, añadir
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