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Eurídice Sosa Peinado

Universidad Pedagógica Nacional Unidad Ajusco

Revista Alter, Enfoques Críticos • Año X • Núm. 19 • enero - junio 2019

Correo electrónico:
esosa@upn.mx

La vida en velocidad
aumentada. ¿Una formación
posible para, entre y con los
jóvenes en las pantallas?
In memoriam de Beatriz Ramírez, sin cuya valiosa
interlocución no me habría adentrado en la exploración
de los nuevos mundos de los jóvenes con ella, además
de los que ya me habían relatado en las aulas. Me
fue posible compartir la exploración en el mundo de
las pantallas, dialogar lúdicamente con ellos sobre
sus personajes, pelis y caricaturas favoritas. Por ello,
siempre tendré un inmenso agradecimiento.

Palabras clave: Resumen


representaciones El presente artículo es un avance parcial de algunas de las reflexiones
sociales, experiencia,
conceptuales de la investigación doctoral titulada Diálogo intergeneracio-
jóvenes, pantallas.
nal, para repensar la vejez de calidad con comunidades de indagación
con jóvenes estudiantes, en la cual me he interrogado acerca de las no-
ciones de los estudiantes universitarios del envejecimiento y la vejez. La
indagación partió del desarrollo de un dispositivo de investigación acción
a lo largo de un semestre escolar con estudiantes de Psicología Educati-
va de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Ajusco. Respecto del
marco conceptual, se comparte parcialmente una síntesis del tópico so-
bre la caracterización de los cambios de la experiencia de los jóvenes en
el siglo XXI, para dar cuenta de las experiencias del envejecimiento de sus
mayores y el autorreconocimiento de la manera en que imaginan enveje-
cer. En particular, se reflexiona sobre los efectos que podemos sintetizar
en la experiencia de vida de velocidad aumentada.
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Keywords: Abstract
social
This article is a partial advance of some of the conceptual reflections of
representations,
experience, young the doctoral research entitled: Intergenerational dialogue, to rethink quality
students.
old age with communities of inquiry with young students, in which I have
questioned the notions of University students of aging and old age. The
inquiry was made based on the development of an Action Research device,
throughout a school semester with students of Educational Psychology of
the National Pedagogical University Unit Ajusco, regarding the conceptual
framework, a synthesis of the topic on the topic is partially shared. char-
acterization of the changes in the experience of young people in the 21st
century, to give an account of the experiences of aging of their elders and
the self-recognition of how they imagine aging, particularly then reflects on
the effects that we can synthesize in the Life experience of increased speed.

La complejidad de la Dicho proceso de disolución o replan-


experiencia de formación para teamiento de la educación y la escuela parece
y con los jóvenes en el mundo anticiparse y desdibujar la vocación de estas
de hoy como transmisoras de sentido y orientación
de futuros posibles para las nuevas genera-
La educación es una de las profesiones plan- ciones; como lo caracterizaba Freud (1927),
teada por Sigmund Freud como imposible; en los procesos de construcción es imposible
así lo afirmaba el iniciador del psicoanálisis a configurar el “porvenir de una ilusión”.
principios del siglo XX. Un siglo después, la
educación aparece ya no como una profesión De acuerdo con Durkheim (2009), edu-
imposible, sino como una práctica social en car es la transmisión sistemática e intencio-
proceso de disolución, de desarticulación. nada de las viejas generaciones a las nuevas
Los que somos más optimistas pensamos generaciones de las maneras de construir, ser
que la educación, como hoy la conocemos, y pensar nuestras sociedades. El porqué de
vive un proceso de redefinición y, con ella, la educación como profesión imposible pare-
la escuela como la institución especializada ce ahora desvanecerse debido a que, para al-
en las tareas de formación de las nuevas gunos docentes, cada vez se vuelve más una
generaciones. “educación líquida” (Bauman, 2009; Bauman,

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2012) o, en el marco de las prácticas de la mayoría de los temas. Es el espacio de cons-
cultura de lo efímero, una educación tanto trucción de identidades y de tanteos de futu-
efímera como desechable (Lipovetsky, 2004). ros, que la mayoría de los adultos no puede
Ello, en parte, nos coloca frente a la franca transmitir vivencialmente por las pantallas, ya
redefinición de la educación. que no produce e interactúa con contenidos y
tópicos en dichas pantallas. Lo más, los adul-
Dicha redefinición de la experiencia tos son consumidores de contenidos, pero la
educativa y escolar, según la bibliografía es- mayoría no es prosumidora (García Canclini,
pecializada (Delval, 2013; Pozo, 2008; Pozo 2012) de los mismos contenidos.
y Pérez, 2009; Pérez Gómez, 2012; Rockwell,
2018), responde parcialmente a la pérdida Existe, por ello, una paradoja formativa
de los sentidos de la realización de la acción o vértice de contradicciones de parte de los
educativa, así como de una actividad espe- adultos y viejos, de las generaciones adultas,
cializada de transmisión y anticipación de las que, al no tener una experiencia que trans-
prácticas de vida de cada sociedad. mitir en el mundo de las pantallas (Ramírez,
2017), se colocan, al parecer, en una situa-
Al parecer, hoy las viejas generacio- ción deficitaria ante las nuevas generaciones.
nes, a partir de la digitalización de todos los Si los adultos y los viejos transmitiesen sus
órdenes de vida, poco pueden transmitir las experiencias de vida en pantallas, los aportes
maneras de vivir a las nuevas generaciones, podrían ser vagos e imprecisos, pues las ge-
en donde la experiencia de vida de estas neraciones de adultos son parte de esa socie-
nuevas generaciones pareciera desechar la dad que gestó el tránsito a la digitalización y,
mayoría de las prácticas sociales que las an- más bien, creó el mundo digital hoy poblado
teceden; más aún, pareciera que en todos los por las nuevas generaciones, y le dio orien-
campos de la vida, después del uso intensivo tación y significados a la digitalización de la
de las nuevas tecnologías de la información, vida en sociedad, pero ahora no es tan activa
la mayoría de las prácticas sociales están en la producción de contenidos y tópicos,
innovándose o por innovar. Entonces, nos como sí lo son las nuevas generaciones que
preguntamos qué hay que transmitir de parte ya viven una inmersión total en las pantallas.
de los adultos.
Los adultos y mayores no son nativos
Esto obedece a que los adultos no digitales, sino que gestaron la propia socie-
han vivido plenamente digitalizados; así, dad digital y, con ello, las sociedades de los
suponemos que la mayoría de las prácticas conocimientos (Olivé, 2013). Por esta razón,
culturales está en déficit para una sociedad vale la pena detenernos en la identificación de
digital. Por su lado, los jóvenes y los infantes algunos de los principales rasgos de la trans-
se encuentran inmersos en la vida en panta- formación de la experiencia de los jóvenes en
llas (Ramírez, 2017), que ya es una experien- los procesos de transmisión de contenidos y
cia crucial y estructurante de la vida de las tópicos de vida en las generaciones que viven
generaciones jóvenes, en la que socializan la inmersas en pantallas (Ramírez, 2017), con

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el objeto de repensar la vigencia y necesaria construir y reconstruir las nociones de espa-
reconfiguración de las tareas de formación en cialidad y temporalidad (Cobo, 2011; Cobo,
las instituciones educativas y de las acciones 2016). Por esto, no es de sorprender que los
educadoras de estas en el horizonte actual estudiosos de la internet reconozcan cómo se
de paradojas formativas y tendencias que generaliza día con día un cambio en una velo-
hoy privan en la transmisión de contenidos y cidad mayor que ha sido introducido en nues-
tópicos entre generaciones, mediada por un tras vidas por las interacciones en la web. Por
mundo de pantallas. ello, es necesario identificar algunas de las
transformaciones importantes para pensar las
Desterritorialización y posibilidades, así como las incapacidades o
deslocalización de la las nuevas rutas, del diálogo intergeneracio-
experiencia de vida nal en esta condición de hiperconectividad to-
tal en las sociedades digitales, y, en especial,
La hiperconectividad es una condición ge- pensar cómo dicha condición modifica o no
neralizada en las experiencias de vida en las nuestras tareas educativas.
sociedades digitales (Castells, 2005). En todo
tipo de actividades y ambientes, nuestras En nuestra experiencia diaria, en la
prácticas de vida cotidiana se modifican por construcción de las nociones de espacialidad,
el uso intensivo de artefactos con los cuales se modifican y nombran nuevos fenómenos
accedemos a internet para estar comunica- como la transterritorialidad o desterritoriali-
dos en todo momento. Dicho de otra manera, zación (Martín-Barbero, 2015). Estos nuevos
estamos en condiciones de conectividad to- fenómenos de nuestra experiencia diaria en
tal, por lo que supondríamos que, de desearlo las redes están referidos a las acciones y a las
así, estaríamos en posibilidad de comunicar- diferentes interacciones en los ambientes y
nos con otros por la web las veinticuatro ho- escenarios organizados en torno a las tecno-
ras del día durante toda la semana, lo que logías de la información, a partir del acceso,
da por resultado más de diez mil minutos de usos y apropiación de cualquier dispositivo
comunicación. Estar en total conectividad digital que permita conectarnos a la red de
significa que los jóvenes están en posibilidad redes: internet.
de comunicarse con otros de manera total,
o sea, en todo momento. Con ello, estamos Es necesario preguntarse cuáles son
transformado posibilidades de comunicación hoy los cambios a los que están convocadas
como la disposición, la frecuencia y el con- las escuelas y el diálogo intergeneracional
tenido de las relaciones, vínculos e interac- que acontece en los escenarios educativos,
ciones de nuestras experiencias de vida de a fin de dilucidar cómo se construyen o
deslocalización de estas. reconstruyen los significados del envejeci-
miento y la vejez al mediarse el encuentro
Con la transformación de la hiperco- entre generaciones en nuevos escenarios y
nectividad en nuestras sociedades digitales, ambientes como los ecosistemas digitales o
se están afectando también las maneras de de tercer entorno.

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Con base en la generalización del Como resultado de sus experiencias,
uso de internet en todas las experiencias los nativos digitales se identifican con la inte-
de vida, incluso en la educación expandida, ractividad, lo cual es una respuesta inmediata
como algunos académicos han nombrado a todas y cada una de sus acciones. No hay
este fenómeno dentro y fuera de la escuela duda de que la escuela tradicional les ofrece
(Martín-Barbero, 2012), resulta pertinente sa- muy poco en este sentido, en comparación
ber cuáles son las implicaciones de la cons- con las distintas interacciones que se llevan a
trucción de presentes y futuros, del diálogo cabo en el resto del mundo.
y la transmisión cultural intergeneracional, del
diálogo entre las generaciones, dentro y fuera Hoy es común referirse a los nativos
de la escuela, en los ecosistemas de vida ar- y migrantes digitales, tanto en la bibliografía
ticulados y las comunidades en y para la red especializada como en la no especializada,
de redes, que es la internet. para explicar quiénes usan o no plenamente
las tecnologías de la información para apren-
En el texto “Nativos e inmigrantes di- der, comunicarse e interactuar con estas.
gitales” (Prensky, 2001) y en otros relativos Los términos nativos digitales y migrantes
al tema no se ha cesado de enunciar los digitales (Prensky, 2001) nos permiten ex-
rasgos que hoy caracterizan a los jóvenes plicar algunas de las nuevas competencias,
estudiantes, a saber: 1) se sienten atraídos capacidades y aprendizajes resultantes de la
por multitareas y procesos paralelos; 2) interacción y del uso de los diversos dispositi-
quieren recibir la información de forma ágil vos tecnológicos.
e inmediata; 3) prefieren los gráficos a los
textos; 4) se inclinan por los accesos al azar Respecto a la categorización de na-
(desde hipertextos); 5) funcionan mejor y rin- tivos y migrantes digitales, son migrantes
den más cuando trabajan en red; 6) tienen digitales todos aquellos que han tenido que
la conciencia de que van progresando, lo aprender de manera intencional o bajo un
cual les reporta satisfacción y recompensas procedimiento el uso de ambientes y escena-
inmediatas, y 7) prefieren instruirse de forma rios desarrollados a partir de las tecnologías
lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo de la información; a diferencia de los nativos
tradicionalista. digitales, que nacieron cuando ya existía un
uso pleno de los ecosistemas digitales, por
Con fundamento en investigaciones lo cual han aprendido de manera natural
neurológicas y psicológicas, se ha afirmado (como se aprende la lengua materna) a usar
que los niños que se han criado y desarro- las tecnologías, donde los aprendizajes están
llado a la par que la computadora “piensan contextualizados totalmente. Por ello, Prensky
de forma diferente al resto de las personas. (2001) propone un corte temporal, un poco
Desarrollan mentes hipertextuales. Saltan de arbitrario, en el año 1993. El momento en que
una cosa a otra. Es como si sus estructuras se generalizó el uso de internet como ecosis-
cognitivas fueran paralelas, no secuenciales” tema digital dominante fue cuando se deno-
(Prensky, 2001, p. 21). minó “generación Google” a esta generación

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de nativos digitales, cuyos integrantes nacie- de esta. Se están reconfigurando y constru-
ron en ese año. yendo nuevas maneras de saber y de estar
consigo mismo, con sujetos cercanos y dis-
En México, muchos de los adolescen- tantes, nuevas formas de conocer e informar-
tes y jóvenes que estudian son parte de la se, de participar en la “sociedad líquida” en
generación Google. Ser nativos digitales les que vivimos (Bauman, 2009). Sin embargo,
ha implicado nuevos tipos de aprendizajes, una particularidad de los aprendizajes invisi-
e incluso diferentes maneras de aprender. bles, como apuntan Cobo y Moravec (2011),
Autores como Cobo y Moravec (2011, p. es que no solo tienen lugar al margen de la
23) han conceptualizado estos aprendizajes experiencia escolar, sino que además no son
como “aprendizajes invisibles”, y otros como aprendizajes explícitos y fácilmente visibles
Martín-Barbero (2015), como “educación ex- en sitios como la escuela y el aula. Al respec-
pandida”. Este último autor plantea que “hoy to, Kumar explica:
la educación es una idea que funciona más
bien fuera de lugar, está mucho más fuera de En muchos casos ocurre que
la escuela, que en la escuela” (Martín-Barbero las competencias digitales son apren-
cit. en Díaz, 2012, p. 53). didas cuando estamos desempeñán-
donos en actividades que van más
Desde ambas perspectivas, el apren- allá del simple hecho de utilizar una
dizaje invisible y la educación expandida, se determinada tecnología. El aprendi-
señala que existen nuevos tipos de aprendi- zaje en general, y el de las compe-
zajes derivados del uso de las tecnologías tencias digitales en particular, ocurre
de la información que se realizan de manera cuando estamos haciendo “otras co-
“natural” o “contextual”, sin que los sujetos sas” (Vox, 2008). Es por ello por lo
hayan tenido que ir a un aula o haber usado que muchas habilidades digitales se
otro dispositivo intencionado de enseñanza adquieren en entornos de socializa-
para adquirir conocimiento. ción informales y de manera no in-
ducida […] Por ejemplo, es evidente
En la actualidad, niños y adolescentes que la mayoría de las personas no
hacen videos digitales, participan en chats, siguen un curso formal para aprender
abren y escriben en blogs, como lo mencio- a utilizar los servicios de las redes
nan Cassany, Sala y Hernández (2008). Por sociales en línea o para emplear el
lo tanto, el aprendizaje de estos niños y ado- correo electrónico, puesto que mu-
lescentes no solo es de tipo instrumental, sin chas de estas habilidades provienen
llegar a un grado relevante. de dinámicas muy cotidianas como la
observación o el hecho de aprender
Lo que también se transmite de ma- haciendo, buscando y/o resolviendo
nera invisible o como educación expandida problemas desde contextos no insti-
son los nuevos aprendizajes respecto de la tucionalizados (Kumar, 2010, cit. en
sociedad en red, los contenidos e ideologías Cobo y Moravec, 2011, p. 37).

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Complementando la idea del aprendizaje in- Encontramos que la mayoría de los
visible, Jesús Martín-Barbero, desde la pers- chicos pese a su acceso creciente a
pectiva de la educación expandida, recupera la computadora, al internet, cámaras
el texto clásico de Margaret Mead Cultura y digitales, hacen usos limitados de los
compromiso: estudio sobre la ruptura genera- nuevos medios en general bastante
cional, en el que afirma que “la nueva expe- estandarizados (como puede verse en
riencia cultural de los jóvenes no cabe en la las fotos de Facebook o en los videos
secuencia lineal de la palabra impresa”. Sobre que suben a YouTube). Los usos crea-
esto, Martín-Barbero (2012, p. 107) agrega tivos y desafiantes son minoritarios, se
que “cabe mucho más en los ritmos musica- dan en general con sectores sociales
les en las oralidades […] la transformación del altos, en escuelas con currículos ricos
sistema educativo, tienen que ver con que se y rigurosos que enseñan a leer y escri-
caigan los muros y la escuela se conecte en bir con textos e imágenes complejos
serio con las culturas vivas, con las sensibili- (Dussel, 2012, p. 189).
dades de los muchachos y muchachas, con
sus modos de soñar, expresarse, aprender”. La investigación de Dussel (2012) nos lleva
a afirmar de manera categórica que no todo
Sin embargo, hoy en América Latina, joven universitario es nativo digital, o que por
una experta en el campo de la educación y la ser nativo digital hace un uso creativo de las
tecnología, la investigadora Inés Dussel, pro- tecnologías para construir los propios apren-
pone ahondar en la anterior caracterización de dizajes. La posibilidad de transterritorialidad
los nativos digitales, y señala que “de distintas o desterritorialización de las experiencias
maneras, se viene subrayado que la escuela cotidianas de vida de los jóvenes, como lo
se viene atrás de los modos de conocimiento señala, son múltiples y heterogéneas, como
de las redes sociales y los videojuegos donde el resto de las prácticas de vida en sociedad.
se convoca a participar con rapidez, ironía y
creatividad” (Dussel, 2012, p. 183). En virtud del uso de las tecnologías
de la información pertenecemos a una comu-
Pese a la anterior generalización, la nidad de referencia, por los roles de vida o
autora muestra cómo diversas investigacio- las redes culturales presenciales a las cuales
nes no corresponden al pronóstico optimista nos afiliemos y estén en nuestras apuestas de
acerca de las capacidades digitales que los identidad. Por ello, algunos autores hablan
alumnos desarrollan in situ, es decir, en las más bien de tendencias de los migrantes digi-
aulas. Martín-Barbero (2012, p. 185) plantea tales de parte de la diversidad de comunida-
que “el lugar donde el uso del computador des de jóvenes que transitan de una identidad
era más inventivo eran los cibercafés y don- a otra, ayudados por los usos y las posibili-
de era pasivo e inerte [era] la escuela”. Lo dades de las tecnologías de la información.
anterior lleva a exponer a Dussel (2012) los Por lo anterior, las interacciones y la partici-
resultados de recientes investigaciones, entre pación de los jóvenes, y de nosotros como
los que destaca: adultos, en las redes virtuales se potencian

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y amplían más allá de las experiencias coti- En la producción de lo humano es po-
dianas culturales de los territorios y contextos sible encontrar hoy billones de referencias. En
de referencia o espacialidad presencial que 2005, Manuel Castells menciona, con base en
regularmente habitan. los grupos de investigación que él coordina
en la Universidad de California en Berkeley,
La cultura presencial ya no solo es po- que más de 90 por ciento del conocimiento
sible como experiencia de vida cotidiana, sino humano circula ya en la web, en muy dife-
que la experiencia de espacialidad se expande, rentes formatos y acervos, desde textos ori-
con una nueva capa, “la del tercer entorno”, ginales, videos, audios, hasta colecciones
como enuncia el filósofo Javier Echeverría iconográficas, entre otros posibles soportes.
(2000; 2003), o como él mismo conceptualiza
en Los señores del aire: Telépolis y el tercer en- Las anteriores condiciones de transfor-
torno (2000), a partir de las interacciones de vida maciones de la espacialidad y la temporalidad
de internet, aportando escenarios, nuevas inte- con la desterritorialización y deslocalización
racciones espaciales, posibles e imaginarias. de las experiencias de los jóvenes en las in-
teracciones, vínculos y relaciones posibles
Esta condición de ampliación o expan- abren una quizás aparente o real paradoja
sión de las experiencias espaciales, con las de la temporalidad y espacialidad de muchas
yuxtaposiciones surgidas de la virtualidad con experiencias de los usuarios en internet y las
el uso de las tecnologías de la información, tecnologías de la información. En reiteradas
genera una mayor densidad de las experien- ocasiones, estas se perciben como atempo-
cias de vida, y ello —como afirman muchos rales o “presentistas” (Cruz, 2014; Broncano,
usuarios y nosotros mismos— lleva a una 2019) o deslocalizadas, en el sentido de
saturación de experiencias que a veces pare- que, cuando el sujeto accede a la red, este
ce desbordarnos por la demanda de interac- se ubica en el presente y no está en diálo-
ciones en todos los sitios de la web en que go, interacción o relación con otros sujetos o
participamos y a los cuales estamos inscritos. sus productos multirreferenciales temporal y
La información deseada y, sobre todo, la con- espacialmente, y por lo menos es consciente
tingente parecen inundarnos y, de vez en vez, y reflexivo de las múltiples temporalidades en
llegar a nuestras vidas como verdaderos tsu- tensiones e interacciones y el posible diálogo.
namis de informaciones e interacciones.
Geometrización de la
Ahora, en términos de las temporalida- experiencia en territorios
des, las nociones de tiempo en la internet a superpuestos: desunificación
partir del uso de las nuevas tecnologías de- de la experiencia
vienen en nuevas experiencias de vida en la
práctica cotidiana, aparecen nuevas tempo- Los territorios donde viven, crecen y se repro-
ralidades y usos de estas, ya que en la web ducen las familias se califican hoy, en diversas
existen simultáneamente dichos registros y disciplinas, como presenciales y virtuales, ru-
posibilidades de participación temporal. rales y urbanos, de tránsito y de refugio. Así,

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para los individuos, el territorio es la unidad, Echeverría (2000; 2003), corresponden a los
el escenario o la escala de la vida diaria. Un dos tipos de revoluciones tecnológicas: el te-
territorio es el espacio en escala humana de rritorio rural y el territorio urbano. Ambos han
vida cotidiana, es donde se organiza la vida y, sido constituidos bajo las lógicas de la pro-
sobre todo, se comparte con la comunidad de ducción agrícola en los territorios rurales, que
vida los significados que organizan su mundo: justamente tienen como referente el propio ci-
sentidos, prácticas, saberes y conocimientos. clo agrícola. No solo es un espacio específico
Aunque encontramos diversas maneras de de cultivo, sino además involucra las áreas de
clasificar los territorios, lo importante es que, pastoreo, la recolección de productos silves-
para los propósitos de la presente investiga- tres, las fuentes de agua en los territorios rura-
ción, pensemos el territorio, más allá de las les. En cuanto a las prácticas de vida en cada
clasificaciones posibles, como la unidad de edad, en estas regiones del mundo es donde
escala de la construcción de significados so- se vive una prolongación del periodo de vida,
bre el envejecimiento y la vejez. al estar en franca reestructuración durante los
últimos doscientos años, desde la Revolución
Los territorios son los espacios en la Industrial, y por el predominio de lo urbano y,
dimensión humana de vida, de construcción con la actual tercera gran revolución informá-
y reconstrucción de identidad y de perte- tica, del saber y del conocimiento.
nencias, de realización y aprendizaje de
prácticas, acciones, sistemas de creencias Un segundo territorio es el urbano
de una determinada comunidad de referen- en patente expansión, que en las últimas
cia. El territorio es la unidad espacial cuya décadas se ha colocado como un espacio
referencia es la comunidad o comunidades privilegiado de las relaciones humanas, en
en las cuales estamos integrados a partir transformación veloz y mutación permanente
de procesos de identificación; para algunos hoy, en el siglo XXI. Por ello, de los territorios,
será quizás unas manzanas o cuadras, para la ciudad (Sassen, 2010) se ha convertido en
otros, una gran extensión que se recorre re- el espacio privilegiado de la acción humana,
gularmente a lo largo del año o, en la virtua- el cual va desde el barrio o colonia hasta los
lidad, el espacio de interacción en las redes territorios de la industria, del transporte, del
sociales. Por ello, pasemos a la revisión de comercio o servicios financieros, entre mu-
diversas clasificaciones de territorios con chos otros. Quizás los centros comerciales,
el fin de determinar cuáles son pertinentes en las grandes ciudades, sean uno de los es-
como unidades de análisis en la presente pacios emblemáticos de la organización de la
investigación. vida de los ciudadanos en el siglo XXI.

Los dos primeros territorios corres- Detengámonos en las ciudades, aque-


ponden a las dos grandes revoluciones tec- llos espacios donde se presentan la síntesis
nológicas que dieron lugar a los principales de las formas de vida de lo urbano, donde las
ecosistemas artificiales que habitamos los tecnologías son protagonistas fundamentales
seres humanos y que, de acuerdo con Javier en la cotidianidad del siglo XXI, como espacios

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de confirmación o de reconfiguración de Multiplicación de
muchas prácticas sociales. Entonces, en un experiencias, creadora y
mismo territorio geográfico conviven diversas recreadora de significados
experiencias en capas, capas de la expe- culturales: prosumidores
riencia, como si se hubiesen descompuesto
geométricamente: se es habitante presencial A continuación, exploraremos dos posibles
o virtual de un espacio —del que se partici- espacios institucionales de construcción de
pa si se es sujeto de crédito—, se posee una significados en los cuales se observa una ne-
identidad a partir de determinados roles, se gociación de significados entre las generacio-
transita de lo virtual a lo presencial, en esa ida nes: la escuela y la red, que corresponden a
y vuelta, como permanentes migrantes digi- cada uno de los siguientes apartados.
tales (en contextos rurales o urbanos de todo
tipo), se usa el celular en un mismo territorio. La familia, como lo han propuesto teó-
Es posible tener participación y presencia ins- ricos de las más diversas disciplinas como la
tantánea en otros territorios geometrizando la antropología, la sociología o el psicoanálisis,
presencia de los sujetos en más de un lugar y desde Durkheim hasta Freud, converge en
al mismo tiempo y dosificando la propia ex- el espacio de transmisión inaugural de una
periencia, volviéndola más densa y múltiple cultura. Hoy, en el siglo XXI, se ha reconoci-
en un solo espacio, con ventanas abiertas en do, desde diversos enfoques, que la relación
el diálogo o el conflicto, en la diversión o el estructurante con la madre es el vínculo por el
empleo, en el aprendizaje y la enseñanza, con cual se transmite la lengua, la cultura y las na-
otros escenarios de vida y sujetos con víncu- rrativas para pensarse y actuar en el mundo.
los posibles.
Desde la perspectiva sociocultural, en
Esta geometrización de la experien- el campo de la psicología, en La educación,
cia empieza a ser relevante en la vida de los puerta de la cultura, Bruner (2012b) propone
jóvenes que están participando en muchas la recuperación del enfoque del culturalismo,
tareas, con diversos vínculos, aunque estén con los siguientes argumentos:
en un solo lugar. Nunca como ahora, las aulas
son un punto multirreferencial de vida, donde Toma su inspiración del hecho de evo-
cada dispositivo puede establecer una red lución de que la mente no podría existir
multipunto con otro lugar, otra comunidad, si no fuera por la cultura. Ya que la evo-
de manera muy azarosa, poco orientada por lución de la mente homínida está ligada
la actividad del aula. Más que interacciones al desarrollo de una forma de vida en la
orientadas a la geometrización de la experien- que la “realidad” está representada por
cia en el aula hacia otras comunidades, pare- un simbolismo compartido por los miem-
ce una densificación, a causa de la presencia bros de una comunidad cultural en la
permanente de los otros en las redes en que que una forma de vida técnico-social es
los alumnos y docentes participan en simultá- a la vez organizada y construida en tér-
neo en su estancia en las aulas. minos de ese simbolismo (2012b, p.11).

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De esta manera, es en la familia o en la comu- envejece y se vive la vejez, que se asientan en
nidad de referencia cultural donde se transmi- las prácticas culturales familiares y comunita-
ten significados por medio de los contenidos rias, que devienen en la negociación de signi-
culturales que se transfieren de generación ficados. Bruner (2012b), acerca del carácter
en generación, en la convivencia, en la pala- situado de los significados, explica:
bra, en las prácticas de vida familiar y en las
comunidades de referencia en las cuales los Es este carácter situado de los significa-
sujetos se inscriben e identifican. De tal forma, dos lo que asegura su negociabilidad y,
la identidad es una construcción y proceso en último término, su comunicabilidad.
sociocultural. “Este modo simbólico no solo La cuestión no es si existen los “signifi-
es compartido por una comunidad, sino con- cados privados”; lo que es importante
servado, elaborado y pasado a generaciones es que los significados aportan una
sucesivas que, a través de esta transmisión, base para el intercambio cultural. En
continúan manteniendo la identidad y la forma esta perspectiva, el conocer y el comu-
de vida de la cultura” (Bruner, 2012b, p. 11). nicar son altamente interdependientes
en su naturaleza, de hecho, virtualmen-
Se puede considerar, como lo propone te inseparables. Pues por mucho que
Bruner (2009), que la creación de significados el individuo pueda parecer operar por
es siempre contextual, o, como ya lo planteaba su cuenta al llevar a cabo la búsqueda
Vygotsky, sucede en el horizonte de la “zona de significados, nadie puede hacerlo
de desarrollo próximo” de cada sujeto. Por sin la ayuda de los sistemas simbólicos
ello, coincidimos con Bruner en que “la crea- de la cultura (Bruner, 2012b, p. 11).
ción del significado supone situar los encuen-
tros con el mundo en sus contextos culturales Lo anterior supone la posibilidad de desenca-
apropiados para saber ‘de qué tratan’. Aunque denar procesos de negociación de significados,
los significados están ‘en la mente’, tienen sus como lo señala Bruner (2012b), si admitimos
orígenes y su significado en la cultura en la que que el proceso de tal construcción parte del
se crean” (Bruner, 2012b, p.11). reconocimiento del carácter situado de esta, de
las posibilidades de negociación de significa-
Dicha conceptualización es fundamen- dos, de la identificación contextual de los sig-
tal en la presente investigación para pensar nificados y de las posibilidades de experiencias
la creación de significados del envejecimiento de intercambios culturales, en procesos de co-
y de la vejez. Esta creación siempre tiene un municación y de negociación de significados,
referente contextual, situado, en este caso, en acerca de los cuales se propone justamente la
las prácticas familiares y comunitarias de los presente investigación. Bruner afirma:
sujetos involucrados en la investigación; por
ello, es muy importante detenerse para se- Es la cultura la que aporta los instru-
ñalar que en cualquier proceso es necesario mentos para organizar y entender
tal referente contextual para pensar y repen- nuestros mundos en formas comunica-
sar los significados de la manera en que se bles. El rasgo distintivo de la evolución

Eurídice Sosa Peinado La vida en velocidad aumentada.


¿Una formación posible para, entre y con los jóvenes en las pantallas?

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humana es que la mente evolucionó la creación de sistemas simbólicos […]
de una manera que permite a los seres que establecen […] formas de pensar,
humanos utilizar las herramientas de representar, ser y actuar, que regulan
la cultura. Sin esas herramientas, ya las relaciones y las prácticas sociales
sean simbólicas o materiales, el hom- (Anzaldúa, 2012, p. 31).
bre no es un “mono desnudo”, sino
una abstracción vacía (2012b, p. 11). Es en las instituciones, como creadoras de
significaciones imaginarias, donde se crean y
De manera que pensamos que la significación recrean sistemas simbólicos, se producen los
es parte de dichos procesos y que las herra- significados. Serían los escenarios o ambien-
mientas culturales son las que permiten for- tes idóneos en donde es posible indagar sobre
mas comunicables. Por ello, más adelante, se la construcción de significados. De manera
analizarán diversos escenarios en los cuales que, primero, podemos recuperar lo plantea-
es posible la comunicación de significados y do por García Canclini (2012) respecto de otra
la negociación de estos, para ver las opciones manera de nombrar a los prosumidores:
de maneras en que se piensan y repiensan
los procesos de envejecimiento y vejez, que Nombres ensayados para designar a
son muy importantes en dichos procesos. los actores creativos jóvenes que ha-
brían desdibujado las fronteras entre
Ramírez y Anzaldúa (2012) asientan producción y consumo […] Un sector
que en especial los adolescentes y los jóve- de los artistas, escritores y editores
nes son quienes viven encuentros y desen- emergentes adhiere a los procedi-
cuentros de las convocatorias de significados mientos tecnológicos y sociales en
y de los imaginarios en circulación en un con- los que se produce y consume en una
texto, en una situación, que aluden a los sis- continuidad incesante (2012, p. 12).
temas simbólicos de la cultura, como afirma
Anzaldúa en el libro Imaginario social: Por ello, este segmento o sector de prosumi-
dores, de jóvenes productores de contenidos
Los sujetos y las sociedades crean para digitales, y no solo consumidores de ellos,
sí un mundo, un mundo ensídico, de tiene, entre otros rasgos, el dotarse de una
manera tal que lo que se entiende por formación para la vida y el trabajo. Al respec-
mundo es una elaboración de la socie- to, García Canclini afirma:
dad […] Toda sociedad se da como his-
toria, como devenir temporal en el que 1) son “prosumidores”; 2) se orien-
se autoaltera y autotransforma […] La tan hacia una educación centrada en
sociedad se constituye y autoaltera con un aprendizaje pragmático; 3) prac-
el flujo de significaciones imaginarias tican una formación configurativa, es
que crea para organizarse y dotarse de decir, formación entre pares y auto-
un mundo […] Ese mundo se crea a didactismo; 4) el aprendizaje como
través de instituciones. La institución es juego, y 5) forman parte de la primera

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generación formada en la red, cuyo de la indagación de los consumos y produc-
modelo de aprendizaje se basa en la ciones culturales de los estudiantes fuera del
interactividad y en la experimentación/ contexto escolar, sabiendo que es donde, de
descubrimiento de las posibilidades y mejor manera, pueden dar cuenta de cómo
herramientas multimedia que ofrece el se están aprendiendo nuevas competencias
medio (2012, p. 125). digitales. En especial, optaron por iniciar con
una investigación que titularon “Escribir ‘al
Aunque es un sector, un subgrupo, este pue- margen de la ley’: prácticas letradas vernácu-
de significar miles de prosumidores, como lo las de adolescentes catalanes”, en la que por
muestra, por ejemplo, la cantidad de produc- expresiones vernáculas se entiende:
tores de videos que diariamente se suben a
internet y consumen los jóvenes de diferentes Las TIC [tecnologías de la información
comunidades temáticas o de distintos tipos y la comunicación] mantienen y poten-
de filiaciones. Esto está sustentado en el es- cian algunas de las prácticas vernáculas
tudio coordinado por García Canclini et al. tradicionales, como el diario personal,
(2012) sobre la existencia de dichas comuni- la correspondencia privada, los álbu-
dades en Madrid y la Ciudad de México. mes de fotos […] Las TIC guardan, re-
producen y diseminan con facilidad los
Puede interpretarse que dichas aso- discursos vernáculos […] Las TIC han
ciaciones responden a estrategias de marke- generado géneros discursivos nuevos,
ting de una persona o un grupo de personas, como el chat, los mensajes breves de
que son propias de un entorno emergente y móvil […] En conjunto, las TIC multipli-
competitivo, en el que a diario surgen miles can los usos vernáculos de la escritura.
de prosumidores —avispados y dispuestos Hoy un adolescente puede hacer más
emprender—. Seguramente, hay algo de ello. cosas, más variadas y más poderosas
Pero parece más interesante seguir exploran- con la lectura y la escritura (Cassany,
do, como se hace en este volumen y en otros Sala y Hernández, 2008, pp. 8-9).
trabajos de investigación, el modo en que se
solapan las prácticas de aprendizaje basadas Al respecto, en los resultados de dicha inves-
en la generación de riqueza y la introducción tigación, Cassany, Sala y Hernández (2008)
de nuevas dinámicas y espacios de coopera- plantean que los adolescentes han enrique-
ción (García Canclini, 2012, p. 125). cido sus prácticas y usos de la escritura a
partir de las tecnologías de la información y la
En cuanto a este perfil de los jóvenes comunicación al margen de la escuela, de los
creativos y proactivos, nos preguntamos si espacios formales, al margen de la ley, entre
existen o no en ellos rasgos de la anterior sus pares. De manera desigual y diferenciada
definición de prosumidores. Por su parte, se han producido estos nuevos usos, sobre
desde otra tradición, la lingüística aplicada, todo desde la gestión de pequeñas comu-
Cassany, Sala y Hernández (2008) han desa- nidades virtuales, en las cuales se imprimen
rrollado un importante antecedente respecto nuevas prácticas y formatos.

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¿Una formación posible para, entre y con los jóvenes en las pantallas?

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A manera de conclusión preliminar: sobre algunos cambios
en las experiencias de los jóvenes en las sociedades digitales

Son relevantes las nuevas prácticas o experiencias comunicativas o sus modificaciones


en las comunidades de prácticas en contextos de plurilingüismo, el ambiente multimodal,
las formas de procesamiento paralelo y la escritura ideofonemática, combinados con una
exploración tanto cuantitativa como cualitativa de los contenidos y las prácticas digitales,
con base en formatos de producciones vernáculas, mediante el uso de las tecnologías
de la información. Aunque no podemos enunciar conclusiones finales, sí podemos explo-
rar algunas conclusiones provisionales, que a continuación se ponen a consideración de
nuestros lectores.

A partir de dispositivos centrados en las interacciones, en nuevas prácticas y en


contenidos de la experiencia de los jóvenes, vislumbramos la posibilidad y un antecedente
de la indagación desde el punto de vista de los actores, es decir, los jóvenes, los estu-
diantes, como productores y consumidores culturales, y combinando la precarización y la
velocidad de las experiencias para ellos.

Incluso, para Bauman (2012) o Feixia (2014), estos signos de la velocidad han pues-
to en cuestionamiento el interés y la utilidad del diálogo intergeneracional, ya que este pude
ser suplido, en muchos contenidos, por la información y los conocimientos disponibles en
internet. Por ejemplo, en una investigación realizada en 2015 en bachilleratos públicos de
la Ciudad de México acerca de la manera en que los jóvenes determinan qué continuar es-
tudiando y cuáles son las fuentes para tomar esta decisión, en una población aleatoria con
la cual se realizaron grupos focales, 70 por ciento de los participantes refirió que internet es
la principal y casi única fuente, espacio de interlocución, para tomar la importante decisión
sobre la carrera o el futuro laboral (Sosa, 2015).

Aunque estas afirmaciones fueron matizadas en los grupos focales efectuados con
los mismos estudiantes, en cuyas narraciones de vida cobra importancia su familia, sus
pares y su contexto de vida, aseguran que es un proceso solitario, y así “lo vivían”, acom-
pañados solo por la navegación y la ruta en internet.

Así, una primera conclusión provisional sugiere que el cúmulo de información y


conocimientos en la web podría, en una posición extrema, hacer innecesario o muy poco
relevante el diálogo, por ejemplo, acerca de temas tan importantes como el proyecto de
formación profesional. Incluso, la convivencia con los adultos —que son sus docentes,
sus pares estudiantes, sus comunidades de referencia integrada por niños, adolescentes,
jóvenes, adultos y viejos— parece desdibujarse frente al hecho de que internet es su única
fuente principal de información e interacción para los temas de interés.

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Las aulas y las escuelas son dos de las instituciones sociales relevantes en el terri-
torio que se constituyen en escenarios y ambientes cotidianos de diálogo, de creación de
significados y de confirmación o transformación de imaginarios sociales, sea la modalidad
o el contenido escolar. El dispositivo genérico escolar es una apuesta más o menos logra-
da de transmisión intergeneracional; es una construcción de las viejas generaciones para
disponer u ofrecer versiones de sociedad en tópicos diferentes.

Al respecto, Fernández Enguita y Vázquez (2016), en su reciente texto La larga y


compleja marcha del clip al clic. Escuela y profesorado ante el nuevo entorno digital, nos
convocan a la reflexión de las transformaciones en las instituciones escolares, para acom-
pañar las transformaciones de la experiencia de los jóvenes. Y, en este sentido, destacan
otras conclusiones provisionales compartidas con los autores referidos y algunos énfasis
derivados del desarrollo del avance parcial del marco conceptual de la investigación Diálogo
intergeneracional, para repensar la vejez de calidad con comunidades de indagación con
jóvenes estudiantes, que esquematizamos en las siguientes conclusiones provisionales:

1) Coincido plenamente con las afirmaciones de Fernández Enguita y Vázquez de que


enfrentamos un cambio de época ante las experiencias de producción y transmisión
de la cultura, que abre un nuevo periodo de incertidumbre y resistencia de nuevas
experiencias de vida, solo similar a la aparición de la imprenta, o sea, la transforma-
ción cultural más importante en los últimos 500 años.

2) El despliegue de los recursos digitales hace posible pensar en nuevas experiencias


de vida, entre otras, en los “ecosistemas digitales”, donde la experiencia se desterri-
torializa geométricamente y se asumen nuevos roles, no solo como consumidores
culturales, sino también como productores culturales, donde en realidad se está
produciendo un cambio en el ecosistema de vida artificial; como lo propone Javier
Echeverría (2000 y 2003), vivimos simultáneamente en un tercer entorno.

3) Pensar a los estudiantes hoy como nativos digitales y a los docentes como mi-
grantes digitales puede ser solo una vía para la comprensión de las experiencias
de los jóvenes estudiantes, incluso puede ser una consideración que distorsiona
y complica. Quizás vuelva impotentes a los docentes, ya que, si estos no pueden
moverse en los registros y para la producción de la cultura digital, la promesa de
transmisión cultural en la escuela podría ponerse en cuestión. Asimismo, si los
docentes no transitan a la cultura digital y, con ello, al presente y el futuro de todo
tipo de comunidades de sus estudiantes, ya que, a diferencia de las nuevas gene-
raciones, los educadores poseen claves en la manera de leer, discriminar, analizar
y proponer frente al cúmulo de información existente. Por ello, complementaria-
mente a esta clasificación, habría que matizar que los profesores son portadores

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de claves de lectura y problematización —que comparten con las nuevas genera-
ciones— que estructuran la lectura, el análisis y la síntesis de sus conocimientos
de las disciplinas y de los enfoques interdisciplinares y transdisciplinares (García,
2000; García, 2006).

4) Por ejemplo, la mayor accesibilidad a la red ocurre mediante los dispositivos de te-
lefonía celular en nuestras sociedades. Esta es una realidad no prevista por muchos
hace una década. Sin embargo, aunque con mucha velocidad se ha generalizado
el uso del celular “inteligente” con acceso a la red, siempre existen las tensiones
y los riesgos de exclusión de sectores importantes de la población, solo por las
condiciones de acceso (Castells, 2005).

5) La verdadera brecha y reto de las sociedades digitales está en los usos, como lo
afirman Fernández Enguita y Vázquez (2016), más que en el acceso a los ambientes
y escenarios mediante la tecnología, lo cual amplía la brecha en las propias diver-
siones y desigualdades: “individuos, hogares y grupos sociales a lo largo de las
viejas divisorias: clase, etnia, género, funcionalidad, ciudadanía, hábitat y territorio”
(Fernández Enguita y Vázquez, 2016, p. 153). De esta manera, uno de los retos es
cómo generalizar los ecosistemas de las tecnologías de la información y no pro-
fundizar las divisiones y escisiones de nuestras sociedades. Por ello, es necesaria
una visión desde la complejidad, desde la teoría de sistemas (García, 2000; García,
2006) que permita la identificación de las transformaciones en la estructura de la
experiencia humana del espacio y el tiempo de vida, y no solo quedarnos en los
efectos de las formas de vida en las sociedades digitales, en las producciones de
dichas transformaciones estructurales.

6) Como lo plantean Fernández Enguita y Vázquez (2016, p. 153), “la brecha invisible
y más amenazante es la que se abre entre escuela y sociedad, profesor y alumno,
intramuros y extramuros. La escuela es sobrepasada por la sociedad y la enseñanza

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por la tecnología, lo que amenaza con una creciente irrelevancia de la institución”.
Al respecto, la sociedad está pautando fuera de la escuela, por ejemplo, el consu-
mo. Con frecuencia, las narrativas cinematográficas o de los videojuegos tienen
mayor influencia en las experiencias de vida que la escuela.

7) La tecnología ha entrado más de lleno en la administración y la gestión escolares


que en las aulas, incluso que en los procesos de autoaprendizaje. Cristóbal Cobo,
acerca de los aprendizajes invisibles (2012), afirma que en estos cada vez es más
notoria la diferencia entre “cómo se aprende en la vida y en la escuela”. Por ello,
las experiencias fuera del aula se han transformado, muchas veces, en las partes
más significativas o que más significados aportan a las vidas de los jóvenes (Bruner,
2012b). La velocidad con la cual viven de los jóvenes geometriza en gran medida
su experiencia de vida, pues la multiplica, la expande, por la simultaneidad de es-
cenarios espaciales y temporales, favorecida por la tecnología de la información y
el uso de pantallas (Castells, 2005; Ramírez, 2017; Echeverría, 2000; Echeverría,
2003), sobre los cuales están construyendo sus experiencias de vida y aprendizaje
(Martín-Barbero, 2012).

De manera que, más que cerrar o concluir esta trayectoria reflexiva, se les invita a continuar
la reflexión conceptual, metodológica y práctica de las transformaciones de las experien-
cias de los jóvenes en condición de velocidad aumentada, a partir de la inmersión en
el mundo de las pantallas (Ramírez, 2017) y las sociedades en red (Castells, 2005), del
tercer entorno (Echeverría, 2000; Echeverría, 2003), para poner a prueba sus efectos y
caracterizaciones, a fin de explorar el horizonte de educación expandida, dentro y fuera de
la escuela (Martín-Barbero, 2012), y de la experiencia escolar, tomando en cuenta que hoy,
más que nunca, en nuestras sociedades digitales aprendemos en todo momento, dentro
y fuera de los escenarios escolares, desterritorializandamente y destemporalizandamente.
Cada vez más, los procesos de aprendizaje se expanden y geometrizan las posibilidades
de construir y reconstruir nuestro conocimiento en todo momento.

Eurídice Sosa Peinado La vida en velocidad aumentada.


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