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Escuela Federal de Formación

Judicial

Tesina

La Defensa Adecuada Federal en el Nuevo

Modelo de Justicia Oral Laboral de México.

Para acreditar la:


Especialidad en Asesoría Jurídica

Presenta:

Abraham Gómez José

Mayo, 2022. México CDMX

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Contenido
Introducción............................................................................................................................ 3
Capítulo 1. El acceso a la justicia y la defensa adecuada. ...................................................... 5
1.1 El derecho de acceso a la justicia. ............................................................................ 5
1.2 El derecho a la defensa adecuada. .......................................................................... 8
1.3 El Acceso a la Justicia y la Defensa Adecuada en México. ..................................... 12
Capítulo 2. La Defensa Adecuada Federal en el Nuevo Modelo de Justicia Oral Laboral en
México .................................................................................................................................. 16
2.1. La Justicia Laboral Mexicana antes de la Reforma Constitucional de febrero de
2017. “Los Diálogos por la Justicia Cotidiana”. ................................................................ 16
2.2. La Reforma Constitucional de febrero de 2017 a la Justicia Laboral Mexicana. ...... 19
2.3 La Reforma Legal de mayo de 2019 a la Justicia Laboral Mexicana. .......................... 21
2.4. La Defensa Adecuada Federal en Materia Laboral ................................................ 23
2.4.1. Funcionamiento de las Instituciones de Defensa Adecuada Laboral. ................ 25
2.4.2. La defensa adecuada laboral en la Defensoría Publica Federal. ........................ 26
Capítulo 3. Conclusiones....................................................................................................... 27
Bibliografía ............................................................................................................................ 29

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Introducción

La defensa adecuada forma parte de las garantías consagradas en la Constitución


Federal como un elemento del acceso a la justicia la cual comienza a través de un
acuerdo bilateral entre el Ciudadano requerido de la justicia y el perito en la materia.
Sin embargo, para que sea adecuada requiere de ciertos elementos de carácter
social, económico, jurídico y político.

Dichos elementos se convierten en la base para que una persona pueda allegarse
de la justicia, dado que si no existe la posibilidad económica existe desventaja con
el que si tiene la posibilidad de pagar honorarios a un abogado, en la cuestión social
existe una determinación generalizada de dejar de acudir a la justicia debido a la
desconfianza en las instituciones, por lo tanto deben existir las disposiciones que
garanticen la defensa adecuada dentro del procedimiento es decir, no solo basta
con que se encuentre establecido en la constitución si no también que existan leyes
que regulen sus directrices, así como los elementos que permitan sancionar a
aquellos defensores públicos que no cumplan con su deber. Ahora bien, respecto a
la base política es importante debido a que las instituciones y las legislaciones se
generan a través de un órgano político el cual debe estar dispuesto a proteger y
garantizar ese derecho.

Debido a esas consideraciones en el 2016 el informe de los “Diálogos por la Justicia


Cotidiana”, derivo en la necesidad de proponer un sistema laboral eficaz, la cual
tuvo como resultado la reforma Constitucional en el 2017 y legal en el 2019, que
tuvo como objetivo principal transformar las instituciones encargadas de la Justicia
Laboral, hacer un proceso democrático sindical y garantizar la libre determinación
de los trabajadores de pertenecer a una.

Ahora bien en el caso de la defensa adecuada la transformación fue en cuanto a la


profesionalización de los defensores públicos al crear el Servicio Civil de Carrea al
que deberán ser parte los Defensores Públicos que hayan estado sujeto a un plan
de capacitación que estará a cargo de la Escuela de Formación Judicial. En ese
sentido podría decirse que la reforma permitió un a avance en cuanto a la
profesionalización de los Defensores Públicos, al quedar sujetos a un plan de
selección, capacitación, evaluación tal y como quedo estipulado en la Ley Federal
de la Defensoría Pública.

Otro aspecto importante dentro de la reforma Laboral fue respecto a la


obligación que tienen las procuradurías de la Defensa de los Trabadores de
incorporar en sus programas de formación y capacitación, metodologías para
brindar atención y asesoría en materia de Derechos Humanos a personas en

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situación de vulnerabilidad, es decir se fortalece la prioridad por la defensa en los
sectores más desfavorecidos, a razón de garantizar a toda persona una defensa
adecuada.

Así pues el estudio busca hacer transparente los nuevos derroteros en


materia de defensa adecuada, así como los problemas anquilosados que subsisten
en el Sistema Laboral Mexicano, que se convierte en responsabilidad de todos y
todas aquellas personas que se encuentran inmersas en el vaivén de la Justicia
Cotidiana del Derecho Laboral para superar esos problemas.

Finalmente el trabajo tiene como objetivo reflexionar acerca de los


elementos sociales, económicos, jurídicos y políticos con el fin de proponer una
defensa a adecuada en el cual las personas dejen atrás los prejuicios que a lo largo
de los años han subsistido debido a la ineficacia de las instituciones y de las que lo
hacen funcionar. La estructura del trabajo cuenta con dos capítulos que permiten
conocer los antecedentes y la estructura del nuevo modelo de defensa laboral en
México.

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Capítulo 1. El acceso a la justicia y la defensa adecuada.

1.1 El derecho de acceso a la justicia.

Para poder comprender el significado del derecho a una defensa adecuada en


los procesos jurisdiccionales, resulta de gran importancia conocer primeramente el
concepto de acceso a la justicia, Márquez Martínez refiere:
Que de acuerdo con algunos tratados internacionales el acceso a la
justicia es el derecho que tiene: (…) todo individuo a accionar los recursos
necesarios para la tutela de sus derechos (…) persiguiendo con ello una
respuesta acorde a derecho y ejecutable, obtenida en plazo razonable
ante un órgano competente independiente e imparcial luego de tramitar
un proceso con las debidas garantías que aseguren tanto la defensa como
la igualdad de condiciones en las partes que participen en él. (Marquez
Martínez, 2017, pág. 102)
En ese contexto la citada autora señala que el acceso a la justicia es un derecho
fundamental que debe promoverse, respetarse, protegerse y garantizarse. En su
obra Control Difuso desde una perspectiva de derecho de acceso a la justicia,
establece tres atributos estrechamente vinculados de este derecho fundamental y
son los de: su naturaleza operativa (1), su carácter igualitario (2) y democrático (3).
(Marquez Martínez, 2017)
De acuerdo a las consideraciones vertidas por la autora, la naturaleza operativa
del derecho de acceso a la justicia significa la posibilidad en la que se encuentra el
gobernado de reclamar la protección de sus derechos por medio de mecanismos
institucionales debidamente estructurados para la impartición de justicia, lo que no
solo requiere de leyes sustantivas, para su funcionalización, sino también de leyes
adjetivas y organismos que las cumplan y hagan cumplir, es decir los órganos
jurisdiccionales recaen en las instituciones estructuradas.
Ahora bien cuando se habla del carácter igualitario del derecho de acceso a la
justicia, esta concepción deviene principalmente del ámbito internacional como lo
es la Convención Americana de San José, el Pacto Internacional de Derechos
civiles y Políticos, el Pacto Europeo de Derechos Humanos, la Declaración
Internacional de los Derechos Humanos, en todos estos instrumentos
internacionales se puede encontrar el reconocimiento universal de que toda persona
tiene derecho a ser oída por un tribunal competente con las debidas garantías y
sin excepción alguna debe ser tratada con igualdad en la impartición de justicia.
El tercer atributo parte de la idea que el derecho de acceso a la justicia, al igual
que otros derechos humanos como el derecho de acceso a la información, la libertad
de asociación, contiene una dimensión política y que para su real efectividad
contempla la posibilidad de ser reclamados ante tribunales de justicia, ello partiendo
de la idea que estas instituciones del estado actúen para su protección protegiendo
libertades y derechos contemplados por leyes emitidas democráticamente. En ese

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sentido Márquez Martínez afirma que el derecho de acceso a la justicia lleva
implícitos conceptos de “lo equitativo, lo bien distribuido” y que las resoluciones del
Poder Judicial dan voz a las minorías, lo que permite un balance y garantía de
derechos fundamentales que deben ser preservados incluso a pesar de las
mayorías, “aquí se advierte la dimensión política del derecho de acceso a la justicia
pues favorece la acción de ciertos grupos o colectivos en la esfera política, ello ha
incluido el derecho a la jurisdicción dentro de las libertades políticas relacionadas
con la existencia de un régimen democrático” (Marquez Martínez, 2017, pág. 109)
En sentido estricto el Acceso a la Justicia como derecho fundamental puede
definirse como “el derecho a ser oído y a presentar su causa ante un tribunal o ente
encargado de administrar justicia”, este derecho fundamental comprende dos
perspectivas la primera la del acceso y tramite y una segunda que los requisitos de
admisibilidad, sean claros, precisos y razonables, lo cual no implica que
irrestrictamente se tenga que admitir una demanda, es decir, el acceso a la justicia
no es absoluto, ni tampoco significa que se omita el análisis y valoración de los
requisitos de procedibilidad, considerando así que tales requisitos de admisibilidad
o procedencia se instituyen en razón de la seguridad jurídica que permite el acceso
pleno y no su obstrucción. (Marquez Martínez, 2017)
Siguiendo con la metodología de conceptualizar el acceso a la justicia como el
núcleo del derecho a la defensa adecuada, el Consejero de la Judicatura Federal,
Sergio Javier Molina Martínez, al preguntarse que implica el acceso a la justicia en
el siglo XXI, responde que en México ese derecho fundamental se encuentra
consagrado en el artículo 17 Constitucional y que actualmente establece dos vías
la jurisdiccional y la de los Medios Alternativos de Solución de Controversias.
Artículo de nuestra constitución política que ha sido reformado en cinco ocasiones
desde 1917 hasta el 2017. Molina Martínez afirma que:
“En ese sentido, dicha disposición constitucional es clara en determinar
que toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por
tribunales creados para impartirla, en los plazos y términos que fijen las
leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial. Asimismo, que su servicio será gratuito, quedando, en
consecuencia, prohibida las costas judiciales”. (Molina Martínez, 2021,
pág. 140)
Por lo que existen tres etapas para la ejecución: la primera etapa que es
la previa al juicio, esta es a la que corresponde el derecho de acceso a la
jurisdicción, lo que significa el derecho de accionar y solicitar justicia a las
instituciones jurisdiccionales y que estas resuelvan; la segunda etapa que es la
judicial, que va desde el inicio y cierre del procedimiento respetando las
garantías del debido proceso, y por ultimo tenemos la tercera etapa que es
posterior al juicio, la cual se refiere a la eficacia y ejecución de los fallos
emitidos.

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Continuando con la conceptualización del derecho de acceso a la justicia,
Mauro Cappelleti y Brian Garth, conciben el acceso a la justicia como: “La
posibilidad de que los justiciables puedan llevar sus conflictos a las instancias
jurisdiccionales y obtener de ellas una respuesta que contribuyan a solucionar sus
problemas en lo particular y los problemas sociales en general”. (Monroy Gómez,
2013, pág. 129)
Por otra parte, Monroy Gómez deja de manifiesto que en la VII Cumbre
Judicial Iberoamericana, celebrada en Cancún, México en el año 2002, los poderes
judiciales de los veintitrés países que integran la comunidad iberoamericana de
naciones, se aprobó la noción del Acceso a la Justicia en los siguientes términos:
“Es el derecho fundamental que tiene toda persona para acudir y promover la
actividad de los órganos encargados de prestar el servicio público de impartición de
justicia, con la finalidad de obtener la tutela jurídica de sus intereses a través de una
resolución, pronta, completa e imparcial”. (Monroy Gómez, 2013, pág. 130)
De lo anterior resulta interesante rescatar lo que en esta cumbre se dijo respecto
del acceso a la justicia de los indígenas y grupos vulnerables, resumiéndose de
manera concreta en los siguientes elementos:
a) El acceso a la justicia implica la existencia de una gama de instrumentos
jurídicos, administrativos y culturales, así como de una organización política
institucional que brinde diversidad de opciones para hacer efectivo los
derechos de las personas.
b) El acceso a la Justicia debe evitar la discriminación cultural, respetándose el
hecho de tener idiomas, costumbres y culturas propias. Desarrollando
programas de capacitación y sensibilización sobre culturas indígenas y el
derecho indígena.
c) Considerar las diferencias que existen entre hombres y mujeres respecto a
sus necesidades, intereses, funciones y recursos con el fin de eliminar todas
aquellas prácticas y costumbres que tengan efecto o resultado
discriminatorio, por razones de género o de cualquier otra naturaleza.
Hasta el momento vamos conociendo a fondo el concepto del derecho de acceso
a la justicia como un derecho fundamental de accionar a los órganos jurisdiccionales
para que impartan la justicia que solicita el justiciable de conformidad con las reglas
establecidas tanto en las leyes sustantivas como procedimentales. Este sería un
concepto más general, sin embargo como bien lo dice Monroy Gómez, el acceso a
la justicia no se reduce al acceso a los tribunales, pues este derecho fundamental o
derecho humano básico, implica una visión como servicio público que puede
contribuir de forma importante a la reducción de las desigualdades sociales
favoreciendo a la cohesión social. En ese sentido el autor citado reconoce tres
presupuestos conceptuales del acceso a la justicia y son los siguientes:
1) Adopción de una perspectiva integral: corresponde a todo el sistema de
justicia y en todas las fases del procedimiento.
2) Adopción de un enfoque funcional: barreras que limitan el acceso a la justicia.

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3) Adopción de un enfoque centrado en las personas vulnerables: actuación
mas intensa frente a unos mayores obstáculos. (Monroy Gómez, 2013, pág.
133)
Finalmente, Gabriel Zapata Bello, señala que “el derecho a un efectivo acceso
a la justicia debe considerarse como un derecho humano de importancia primordial,
por lo que aliviar la pobreza legal es decir la incapacidad de muchas personas para
hacer cabal el uso de la ley y de sus instituciones debe ser una de las
preocupaciones del poder público”. (Zapata Bello, 2001, pág. 386)
Hasta aquí se puede inferir que significa el derecho de acceso a la justicia. Ahora
bien, es partiendo de esta premisa general es que se ira desentrañando el otro
derecho fundamental que deriva del anterior y es precisamente el de la defensa
adecuada.

1.2 El derecho a la defensa adecuada.

Como se ha dicho anteriormente el derecho a una defensa adecuada se


circunscribe también dentro del acceso efectivo a la justicia, pues uno de los
obstáculos para que se tenga un efectivo acceso a la justicia es el que se refiere al
asesoramiento jurídico de las personas pues en muchos casos por falta de recursos
económicos y desconocimiento de la ley por mencionar solo un par de esos
obstáculos, el derecho fundamental a una defensa adecuada se hace nugatorio.
En relación al derecho a la defensa Verónica López, nos dice que “la defensa
al margen de su proyección como principio universal de derecho natural, es la más
alta de las garantías procesales, el más genuino de los derechos por su
consustancialidad con el espíritu del Hombre”. (López Yagüez, 2012, pág. 35)
Si bien es cierto el derecho a la defensa adecuada es un concepto que se ha
desarrollado primordialmente en el ámbito penal y puede entenderse dentro de este
campo del derecho como:
“La facultad reconocida a la persona que se presume participe en la
comisión de un hecho delictivo, de acudir a un proceso respetuoso con
los principios de contradicción e igualdad, justo y con todas las garantías,
donde, por si mismo o asistido de letrado, hacer valer sus derechos e
intereses legítimos y, mediante alegación y prueba en cuanto convenga,
oponerse a la pretensión que le viene formulada en contra. Ahora bien,
el que la titularidad del derecho corresponda al imputado no impide que
su ejercicio se encomiende a un sujeto distinto llamado a intervenir en el
proceso de defensa a sus intereses; razón está por la que el fundamento
del derecho de defensa resulta un tanto complejo”. (López Yagüez, 2012,
pág. 35)
En ese sentido la autora hace una diferenciación de defensa material y
defensa formal, la primera hace referencia a la defensa directa, es decir, a la
intervención del imputado en el proceso que encuentra su fundamento en el

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necesario respeto a su propia dignidad humana y en el reconocimiento a quien ve
amenazados sus derechos, de la posibilidad de articular la lucha por su
salvaguarda; el segundo que corresponde a la defensa formal es la que desarrolla
el letrado a favor del imputado, que significa el carácter técnico del proceso y la
necesidad de suplir la impericia del primero, en el intento de asegurar la garantía de
igualdad de partes procesales, por lo que puede afirmarse que defensa material y
defensa formal se complementan.
Una vez diferenciada la defensa material de la formal, para objeto del estudio
nos centraremos primordialmente en la defensa formal o técnica que sin que suene
a pleonasmo es la que podríamos definir como una defensa adecuada. La defensa
formal o técnica, es la que realiza un perito del derecho, en representación de una
de las partes y en favor de sus derechos e intereses legítimos.
López Yagües hace notar que la característica esencial de la defensa técnica
es la que se desarrolla “por un sujeto dotado de una específica preparación técnico-
jurídica, llamado a suplir la impericia por lo general presente en la persona del
imputado, que pone en serio riesgo la salvaguarda de su libertad individual. Esta
defensa técnica, en opinión de la doctrina, complementa y posibilita la eficacia de la
defensa privada o autodefensa; se configura, pues, como elemento indispensable
del que depende una defensa jurídica completa” (López Yagüez, 2012, pág. 46)
La defensa técnica o adecuada como puede denominarse, sin duda alguna a
encontrado su potencialización en los juicios penales, y esto seguramente se debe
a la búsqueda de satisfacer un interés no solo individual sino también social, como
lo es la protección de la libertad que muchos han identificado como uno de los
valores superiores del ordenamiento jurídico, solo quizás después del derecho a la
vida. Es en este campo del derecho público donde se han desarrollado las más
grandes teorías jurídicas, desde la perspectiva doctrinal, jurisprudencial,
constitucional y convencional.
En esta tesitura López Yagües define a la defensa formal o técnica “como la
actividad llevada a cabo por un profesional del derecho en nombre de la parte y a
favor de sus derechos e intereses legítimos… la característica de esta segunda
modalidad de ejercicio de la defensa – formal o técnica- es su desarrollo por un
sujeto dotado de una específica preparación técnico jurídica, llamada a suplir la
impericia por lo general presente en la persona del imputado, que pone en riesgo la
salvaguarda de su libertad individual”. (López Yagüez, 2012, pág. 46)
De lo señalado en párrafos anteriores se puede establecer que de una defensa
técnica o adecuada radica en que la intervención de un perito en derecho, es para
diseñar con eficacia la estrategia de defensa, ya que esta debe articularse conforme
a las normas adjetivas establecidas en el marco jurídico aplicable al caso en
concreto, es contundente López Yagües al decir que: “la puesta en marcha del
mecanismo procedimental hace a este intervenir, en su condición de técnico, y
ejercitar la defensa allá donde la actuación de la parte por si sola no garantiza un

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adecuado aprovechamiento de las posibilidades defensivas que el ordenamiento
jurídico le ofrece”. (López Yagüez, 2012, pág. 49)
El estudio que realiza Verónica López Yagües, de la defensa adecuada, a
través de su libro el Derecho a la Asistencia y Defensa Letrada, por sí mismo es tan
amplio en el análisis jurídico de este derecho fundamental, que resulta difícil para
esta tesina poder mencionar todo el acervo que en él se encuentra, sin embargo
para continuar con nuestra investigación es menester citar esta última reflexión que
dice que: “la defensa técnica responde a la exigencia de ver asegurado el principio
de contradicción y de su complemento inexcusable – el principio de armas
procesales- en cada aspecto del proceso, no lo es menos que la misma resulta
indispensable a los efectos de garantizar el regular ejercicio del poder jurisdiccional.
Como conocedor del derecho, garantiza con su presencia el correcto
desenvolvimiento del juicio en garantía, a su vez, de la consecución de la verdad y,
de este modo, de la tutela judicial efectiva que consagra la Norma Fundamental”.
(López Yagüez, 2012, pág. 51).
En otra publicación que da cuenta de la justicia penal española, la teoría de la
defensa adecuada desde la perspectiva del principio de contradicción e igualdad
procesal de las partes en el proceso, Luis Martí Mingarro, es muy enfático al decir
que el derecho a la defensa se configura como un “ auténtico escudo protector no
frente a la acción de la justicia, sino frente a la tentación de enjuiciar y condenar sin
la adecuada y plena contradicción desarrollada en un ámbito de igualdad de armas”.
(Martí Mingarro, 2010, pág. 27)
Al respecto el jurista español sostiene que desde la perspectiva de la
jurisprudencia constitucional española, el derecho a la defensa adecuada se ha
configurado o tiene su base fundamental en el derecho a la tutela judicial efectiva,
consagrada en el articulo 24 de la constitución de España, y que de un interpretación
realizada por el Tribunal Constitucional se ha calificado a la defensa adecuada como
un derecho irrenunciable y de configuración legal. (Martí Mingarro, 2010)
El Magistrado Baruch F. Delgado Carbajal, dice que bajo el contexto de la
garantía del debido proceso reconocido en los diversos instrumentos
internacionales protectores de los derechos humanos:
“El derecho de defensa es un derecho fundamental reconocido
constitucionalmente y en los textos de derechos humanos, el cual debe
salvaguardarse en cualquier procedimiento jurisdiccional. Es parte del
debido proceso y requisito esencial de validez de este, consiste en la
posibilidad jurídica y material de ejercer la defensa de los derechos e
intereses de la persona, en juicio y ante autoridades, de manera que se
asegure la realización efectiva de los principios de igualdad de las partes
y de contradicción; constituye un derecho ilimitado, por ser un derecho
fundamental absoluto. Justamente, la defensa de la persona en juicio y de
sus derechos se concibe solamente a través de la intervención del
abogado”. (Delgado Carbajal, 2020, pág. 58)

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Delgado Carbajal especialista en materia administrativa, apunta que la
defensa adecuada como garantía judicial, se encuentra en el artículo 8 de la
Convención Americana de los Derechos Humanos y para efectos concretos para
nuestro estudio puede decirse que este derecho fundamental a la defensa adecuada
cuenta con dos vertientes la primera de ser asistido por un defensor de su elección
y de comunicarse libre y privadamente con su defensor y la segunda vertiente de
ser un derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor asignado por el estado;
aquí en la segunda vertiente podemos darnos cuenta que el derecho convencional
obliga al estado a proporcionar al defensor técnico desde una concepción de
gratuidad y de servicio público a favor de los intereses de la persona. (Delgado
Carbajal, 2020)
De lo anteriormente expuesto se puede resumir que el derecho a la defensa
adecuada como garantía judicial en el debido proceso, se ha desarrollado más en
la doctrina y jurisprudencia constitucional, pero principalmente en el derecho penal
o mejor dicho dentro del proceso penal acusatorio, sin embargo diversos tratadistas
han sostenido que de una interpretación progresiva este derecho fundamental no
es exclusivo de la materia penal, sino todo lo contrario esta garantía judicial también
debe ser observada y respetada en todos los demás procesos jurisdiccionales no
solo de corte oral.
Alonso Rodríguez Eternod, al estudiar la calidad de los abogados en México,
parte de que el derecho a la defensa adecuada en el caso Mexicano, encuentra su
base constitucional en el artículo 20, sección B, fracción VIII de nuestra llamada
carta magna y este derecho se concibe desde la idea de que la defensa adecuada
debe ser realizada por un abogado, que puede ser elegido libremente por el
detenido y si este no quiere o no puede nombrar un abogado, después de que el
juzgador se lo haya requerido, el mismo le designara un defensor público para que
este comparezca en todos los actos procesales para que no esté en estado de
indefensión. (Rodríguez Eternod, 2017)
El autor antes mencionado hace una interpretación interesante del derecho a
la defensa adecuada reconocido en nuestro marco constitucional, partiendo sin
duda alguna desde la concepción de la defensa adecuada letrada, técnica o formal,
la cual es la que compartimos desde nuestra reflexión jurídica y es que este sostiene
que la defensa adecuada solo puede ser efectiva siempre y cuando sea realizada
por un abogado, al respecto él mismo señala que:
“El abogado es el único medio para garantizar el acceso a una defensa
adecuada. Por lo tanto, la elección de esté se vuelve un momento
fundamental en el procedimiento penal, ya que la capacidad de su
abogado será́ determinante para acceder o no al derecho a una defensa
adecuada. Dentro del diseño constitucional, la palabra «adecuada»
funciona como el adjetivo de un derecho (el derecho a la defensa) que
busca de cierta manera garantizar pisos mínimos en la forma en la que
trabajan los abogados defensores” (Delgado Carbajal, 2020, pág. 12)

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Se ha logrado comprender en términos generales que la mayoría de los
tratadistas especializados en procesos jurisdiccionales, coinciden que la defensa
adecuada por antonomasia es la defensa técnica que realiza un especialista de
derecho o en términos mas prácticos la defensa que hace un abogado en
representación de otra persona.
La mayoría de los estudios en defensa jurídica, coinciden en que la
intervención letrada y hábil se vuelve indispensable para hacer valer las garantías
del debido proceso que asisten en el caso penal a los imputados, lo cual ya se ha
manifestado en líneas anteriores no es exclusiva de esta materia si no es extensiva
también su goce y ejercicio como derecho fundamental en todos los demás
procedimientos legalmente establecidos.
Valle Haro dice que “la presencia del letrado permite ejercer adecuadamente
la defensa en el proceso, no nada más por la presentación de este en actos
procesales concretos (desahogo de pruebas, declaraciones, alegaciones, etc.), sino
también por el apoyo que se debe brindar para la comprensión cabal del proceso al
cual se ve sometido y la asistencia para definir una estrategia para afrontarlo”. (Valle
Haro, 2016, pág. 42)
En suma, la defensa técnica o adecuada, es la que realiza un abogado, es
decir, es el derecho fundamental de contar con un perito en derecho, que se haga
cargo de la defensa y representación legal en todas las etapas de los procesos
jurisdiccionales. Valle Haro asume lo cual nos parece acertado, que en la defensa
adecuada la opinión de expertos adquiere una importancia fundamental, por ello
menciona que:
“el apoyo de especialistas en las distintas disciplinas que de alguno u
otra forma se relacionan con el derecho penal. La participación de
interpretes o traductores, (cuyo trabajo cobra relevancia en países como
México, donde una cantidad significativa de la población hablan lenguas
diferentes al español) consultores técnicos, criminalistas de campo,
médicos forenses y peritos en cualquier materia, también forma parte de
una defensa adecuada”. (Valle Haro, 2016, pág. 43)

1.3 El Acceso a la Justicia y la Defensa Adecuada en México.

Para estar en posibilidades de estudiar los alcances que tiene la defensa


adecuada, debe analizarse de forma previa el núcleo del cual se desprende, es decir
el acceso a la justicia. En esa tesitura el presente apartado tiene como objetivo
general estudiar los criterios más importantes que ha emitido la Suprema corte de
Justicia de la Nación a través del desarrollo jurisprudencial el cual es aplicable en
cualquier materia, toda vez que deriva de lo que establece el artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ahora bien, el objetivo
específico queda establecido en el análisis del acceso a la justicia a través de la
defensa adecuada.

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Conforme a lo que establece el artículo 17 del Pacto Federal todas las
personas tienen derecho a que se le administre justicia por Tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. De esta manera se dice que
el acceso a la justicia es un principio básico del estado de derecho, toda vez que
debe velar porque el proceso judicial sea transparente, eficaz, sin actos
discriminatorios, así como ser promotores del acceso a la justicia para todos y
garantizar la asistencia jurídica. Sin ello las personas no pueden ejercer sus
derechos y hacer frente a la discriminación. El artículo 11, párrafo 1, de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, establece el derecho a la asistencia
jurídica o a la defensa adecuada, la cual es reconocida como un derecho Universal.
En ese sentido los países deben tener claridad en la independencia del sistema
judicial, junto con su imparcialidad e integridad, ya que es un requisito previo
esencial para apoyar el estado de derecho y lograr que la justicia se administre sin
discriminación. En consecuencia el Estado tiene la tarea del fortalecimiento de la
justicia en esferas como: la supervisión y la evaluación; el empoderamiento de los
pobres y marginados para buscar recursos y reparaciones ante la injusticia; la
mejora de la protección jurídica, la sensibilización jurídica y la asistencia letrada; la
supervisión de la sociedad civil y parlamentaria; la respuesta ante desafíos en el
sector de la justicia como la brutalidad policial, las condiciones inhumanas de
encarcelamiento, los prolongados períodos de detención preventiva, así como la
impunidad de los autores de violencia sexual y de género y otros delitos graves
relacionados con conflictos; y el fortalecimiento de los vínculos entre las estructuras
oficiales y oficiosas. (Acceso a la Justicia, 2022)

Ahora bien, el Estado Mexicano a través de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación ha pronunciado que en los países con sistemas jurídicos tradicionales
el concepto "justicia" se ha asimilado al conjunto de instituciones, procedimientos y
operadores que intervienen en la dinámica de la resolución de desacuerdos legales
dentro del aparato jurídico formal. (Rodriguez, 2015)

De acuerdo con esa concepción tradicionalista (formalista), las únicas


autoridades que se encontrarían obligadas a la observancia del derecho
fundamental de acceso a la justicia reconocido en el artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos serían las que realizan funciones
materialmente jurisdiccionales. Sin embargo, como lo ha mencionado esta visión
sigue siendo un tanto restrictiva al acceso a la justicia e impide la aplicación del
principio de progresividad -consagrado en el artículo 1º de la constitución mexicana-
, toda vez que el acceso efectivo a la solución de desacuerdos constituye la
protección de los derechos en un sentido más amplio es decir, desde los ámbitos
sociales, culturales, políticos, económicos y jurídicos que posibiliten el

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reconocimiento y el ejercicio efectivo de derechos de los gobernados dentro de las
organizaciones jurídicas formales o alternativas.

Por tanto, en congruencia con el principio aludido, la protección del derecho


fundamental citado debe extenderse a los mecanismos administrativos de tutela no
jurisdiccional que tengan por objeto atender una solicitud, aun cuando ésta no
involucre una controversia entre partes. (Acceso a la Justicia., 2015)

En ese contexto, el acceso a la justicia es más amplia que una definición


formal, en tal sentido la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha pronunciado que
es un derecho fundamental, la cual se garantiza por medio de la tutela jurisdiccional
y mecanismos de tutela no jurisdiccional, las cuales tienen el objetivo de resolver y
garantizar al ciudadano una respuesta por medio de las instituciones o Tribunales
facultados para resolver. En ese sentido una de sus características del acceso a la
justica es que sea efectiva antes que formal, lo cual no significa que permita actuar
fuera del marco legal, en tanto que el actuar del ciudadano como del encargado de
administrar justicia deben estar conforme a lo establecido en la constitución y las
leyes, la primera funciona como dador y delimitador del derecho, la segunda como
norma reguladora del procedimiento

Por otra parte la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación


al resolver el amparo directo en revisión 993/2015 (Derecho Fundamental de
Acceso a la Jurisdicción. , 2017), precisó que el acceso a la tutela jurisdiccional
comprende tres etapas, a las que corresponden tres derechos que lo integran: 1)
una previa al juicio, a la que atañe el derecho de acceso a la jurisdicción; 2) otra
judicial, a la que corresponden las garantías del debido proceso; y, 3) una posterior
al juicio, que se identifica con la eficacia de las resoluciones emitidas con motivo de
aquél. Derivado de ese criterio puede decirse que el derecho de acceso a la justicia
implica concomitantemente una puerta de entrada al aparato, así como a una puerta
de salida (la sentencia, fundada en derecho y ejecutable). En ese orden de ideas no
basta con la existencia de recursos y su admisión, sino también que se resuelva
dentro de los términos establecidos en la ley; que sea imparcial y gratuita, sin cobrar
costo alguno. (Acceso a la Impartición de Justicia, 2007)

En esta concepción jurisprudencial el Estado tiene la obligación no sólo de


garantizar las estructuras y la eficacia de la justicia sino también de velar que exista
una defensa adecuada. La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha dicho que el órgano jurisdiccional correspondiente, debe evaluar si la falta
de la defensa en su aspecto material impactó o no en el sentido del fallo reclamado.
En ese sentido para definir si existió o no violación al derecho a una defensa
adecuada en su vertiente material, debe analizarse caso por caso, toda vez que no
consiste en examinar de forma aislada una actuación o el contenido de una

14
diligencia en particular, sino el juicio en su conjunto. (Defensa Adecuada en su
Vertiente Material, 2019).

Por todo lo anteriormente señalado se ha dicho que la vulneración al derecho


de la defensa adecuada sólo es determinable a partir de la evaluación de un
conjunto de circunstancias que rodean al caso concreto, para ello ha dicho que
existe una limitante la cual versa en evitar que la evaluación del caso vulnere otros
derechos, como son el de pronta y oportuna impartición de justicia, o bien, la
afectación indiscriminada a los derechos de la contraria.

De lo anterior se pude inferir que existen los fundamentos legales y


jurisprudenciales para garantizar el derecho a contar con una defensa adecuada,
sin embargo, en el plano material hace falta que existan mecanismos que
verdaderamente garanticen su protección. En suma, con la existencia de
mecanismos eficaces para garantizar la defensa adecuada el estado México
avanzaría a una igualdad procesal y con ello el fortalecimiento del estado de
derecho.

15
Capítulo 2. La Defensa Adecuada Federal en el Nuevo Modelo
de Justicia Oral Laboral en México.
En este capítulo se abordara los antecedes y el propósito por el cual surge el nuevo
modelo de justicia oral laboral, así como el área que pretende cubrir para una mejor
defensa laboral.

2.1. La Justicia Laboral Mexicana antes de la Reforma Constitucional de febrero


de 2017. “Los Diálogos por la Justicia Cotidiana”.

Expertos en derecho del trabajo han comentado que el nuevo modelo de


justicia laboral oral implementado en nuestro país, nace de una de las reformas
constitucionales y legales de mayor peso e importancia de los últimos 100 años. La
justicia laboral mexicana antes de la reforma constitucional de febrero de 2017
estaba anquilosada y superada por lo que requería con urgencia un cambio de
fondo, al ser los conflictos laborales un elemento más de la llamada justicia
cotidiana.
La justicia cotidiana tiene su fundamento en el articulo 17 constitucional y en
los instrumentos internacionales que nuestro país a firmado y por medio del cual se
ha obligado, Valentina Martinez dice con respecto a esto: “La justicia cotidiana
proporciona a toda persona un recurso efectivo ante los tribunales competentes,
que lo amparen contra actos que violenten sus derechos fundamentales”. Menciona
también que se conforma principalmente por la justicia civil, la justicia de proximidad,
la justicia administrativa y la justicia laboral. (Martínez Martínez, 2021, pág. 19)
En ese contexto la justicia laboral mexicana que era sinónimo de corrupción
y dilación procesal ameritaba de una transformación que no solo terminara con esos
vicios, si no también que significara una transición de una impartición de justicia
realizada por un órgano dependiente del poder ejecutivo tanto a nivel federal y local,
por una impartición de justicia otorgada por un tribunal auténticamente
jurisdiccional. Por ello el proceso de análisis de una transformación no solo legal e
institucional, si no también cultural y educativa tuvo que operarse con las y los
mejores especialistas en la materia laboral, por ello es que el Gobierno Federal de
la administración 2012-2018, encabezada por el Presidente de la República Enrique
Peña Nieto encomendó al Centro de Investigación y Docencia Económica, la
realización de foros de consulta con juristas, académicos, sindicatos y
representantes de la sociedad civil, para elaborar un diagnostico sobre la justicia
cotidiana de nuestro país.
Martínez Martinez, menciona que los trabajos de análisis y diagnóstico de la
justicia cotidiana de nuestro país convocada por el CIDE en enero de dos mil quince,
en coordinación con otras diecisiete instituciones, quienes realizaron una serie de
foros temáticos en materia de justicia cotidiana. De manera paralela a esta serie de
eventos, la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados

16
Unidos Mexicanos organizó ocho foros especializados sobre la dimensión
estructural de la justicia local en los que participaron Jueces y Magistrados de los
diferentes Tribunales Superiores de Justicia del país que analizaron diversos
problemas y plantearon propuestas concretas de solución que más adelante se
mencionaran. (Martínez Martínez, 2021, pág. 20)
Si bien es cierto fue hasta el año 2015 que el gobierno federal mostró su
interés por garantizar el acceso efectivo a la justicia de las personas en los procesos
legales cotidianos a través de un primer ejercicio de diagnóstico, del cual se obtuvo
que era urgente “suprimir los procesos largos, costosos, poco flexibles o adaptables
a las circunstancias; que se privilegiara la resolución del conflicto mediante la
conciliación y se erradicara la idea de justicia lejana, por lo cual es necesario la
oportuna y adecuada información proporcionada a las personas que enfrenten un
conflicto”. (Martínez Martínez, 2021, pág. 20)
Enrique Díaz Larios, sostiene que a la reforma constitucional y laboral en
nuestro país, le preceden la presión que tuvo el Estado mexicano a raíz de la
sistemática violación a los derechos humanos y de las libertades sindicales de la
clase trabajadora de nuestro país ante el comité de libertad sindical de la OIT, lo
cual se decanto en la decisión del Ejecutivo Federal de elaborar un programa de
justicia cotidiana, mismo que encargo para su conducción en los meses de enero y
febrero de dos mil quince al Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
(Larios Díaz, 2019, pág. 39)
El resultado de las reuniones que se llevaron acabo entre juristas,
académicos y lideres sociales, en los llamados Diálogos por la Justicia Cotidiana,
tuvo como conclusión el atender de manera urgente los aspectos siguientes: (a)
generar medidas de protección para los derechos de las trabajadoras domesticas y
de los migrantes, temas que desde hace tiempo viene impulsando la OIT; (b) ampliar
el uso de los medios alternativos de solución de controversias, asunto que esta de
moda en USA; y (c) con carácter prioritario, en relación con los trabajadores, la
necesidad de revisar las Juntas de Conciliación y Arbitraje, toda vez derivado del
consenso relativamente amplio respecto a la falta de idoneidad en su desempeño,
así como sus graves problemas en el ejercicio de sus funciones, por lo que requería
una revisión seria y documentada y a su vez soluciones de fondo y medidas
urgentes relativas a su profesionalización para evitar focos de corrupción.
Se observó también que era necesario que el ejecutivo tomara medidas en
cuanto a la urgencia de modificar la integración de las Juntas de Conciliación y
Arbitraje para que funcionara de manera tripartita y su vez que estuviera incorporada
al Poder Judicial. Deducción coincidente con lo exigido por el representante del
Gobierno de Estados Unidos en las 104 Conferencia Internacional de la OIT”.
(Larios Díaz, 2019, pág. 39)
En los Diálogos participaron más de 200 personas de 26 instituciones de
todos los sectores: investigadores y representantes de la sociedad civil,
académicos, abogados, representantes de organismos autónomos y diversas

17
autoridades de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, quienes se reunieron
durante casi cuatro meses para diagnosticar y generar soluciones para resolver los
principales problemas en el acceso a la justicia.” (CIDE, 2016)
En lo que refiere al tema de la justicia laboral el diagnostico fue abordado en
la mesa dos donde se identificaron problemáticas generales que ameritaban una
modificacion urgente ya que eran problemas que se venían suscitando desde
décadas anteriores. Entre los principales problemas se detectaron el
desaprovechamiento de la conciliación; falta de modernización y agilización de
procedimientos mediante el uso adecuado de tecnologías de información; la falta de
implementación del juicio en línea; carencia de un órgano de inspección del
funcionamiento de las juntas; la falta de obligatoriedad a la adopción de criterios por
reiteración; la deficiencia en la implementación del servicio profesional de carrera;
limitación y cuestionamiento a la independencia de las juntas, sobre todo en el
ámbito local; insuficiencia de mecanismos que promuevan el convenio fuera de
juicio; dificultad en la ejecución de los laudos; retraso en la práctica de notificaciones
y exhortos; ausencia de un esquema de organización que permita concentrar los
recursos humanos y materiales con que se cuenta en las áreas más problemáticas
o que demandan mayor atención; insuficiencia administrativa, prácticas de
corrupción, entre otros problemas.
Del lado de los justiciables se puede señalar: uso indebido de la conciliación,
ya que con cierta regularidad se recurre a los tribunales bajo la idea de lograr una
disminución de las obligaciones mínimas legales; simulación de un abandono del
empleo que pudiera interpretarse como un despido; despidos injustificados que
simulan renuncia u ofertas de reinstalación del trabajador; abuso del principio de
oralidad, ofrecimiento excesivo de pruebas y de los medios de impugnación de los
laudos, y abuso del amparo. Todo esto a fin de prolongar la duración de los
procedimientos. Así mismo, presencia de contratos de protección patronal;
sindicatos fantasmas que desconocen los trabajadores; demora de los descuentos
sindicales para la titularidad de contratos colectivos, entre otros problemas.” (CIDE,
2016, pág. 36)
Como resultado del intenso debate y análisis por parte de los que integraron
las diversas mesas de trabajo respecto de la justicia laboral, se obtuvo como
propuesta tres soluciones las cuales son las siguientes:
1. Actualización de disposiciones contenidas en los ordenamientos que rigen
los procedimientos de carácter laboral. Estas por una parte son obsoletas
respecto a la realidad de las relaciones laborales y, por otra, no han cumplido
por completo su cometido, de manera que resulta necesario rediseñar,
abundar o precisar los preceptos de esos cuerpos normativos, para lograr su
eficaz cumplimiento.
2. La mesa también identificó prácticas exitosas de los distintos tribunales, a
nivel federal y locales, así como experiencias que se han implementado con
resultados positivos, para mejorar el ejercicio de la práctica profesional, la

18
prestación del servicio público de conciliación, y de impartición de justicia
laboral, con la intención de adaptar, perfeccionar y establecer dichas
experiencias como norma estándar en todas las instituciones encargadas de
impartir justicia laboral cotidiana.

Estas experiencias implican, entre otras, la simplificación de trámites y


procedimientos, la necesaria mejora en diversos procesos administrativos y
tecnológicos, la profesionalización de personal que labora en los tribunales
laborales y el fortalecimiento de las capacidades técnicas y de ejercicio
presupuestal de los órganos encargados de impartir justicia laboral.

3. Por último, la mesa identificó ambigüedades y vacíos legales, que han


propiciado que las diligencias, actuaciones, fallos y resoluciones de la
autoridad carezcan de la fuerza y contundencia suficiente para su plena
ejecución, y con ello garantizar transparencia, certidumbre jurídica y el cabal
cumplimiento de las decisiones y resoluciones de los tribunales laborales.
(CIDE, 2016, págs. 43-44)

En ese sentido y derivado de esos diálogos por la justicia cotidiana se realizo un


informe con diagnósticos y soluciones, que servirían posteriormente como base
para las reformas constitucional y legislativa, respectivamente.

2.2. La Reforma Constitucional de febrero de 2017 a la Justicia Laboral


Mexicana.

Sin duda alguna el ejercicio de democratizar la discusión de la reforma a la


justicia laboral trajo buenos resultados en la percepción social de que México
transitaría a un nuevo modelo que diera más certidumbre no solo a la parte patronal
si no a la clase obrera y que los derechos laborales serian respetados con una
perspectiva de protección de los derechos humanos y ese fue quizá el mejor
resultado que se produjo en los Diálogos por la Justicia Cotidiana, al ser un referente
y punto de partida para iniciar con los procesos Legislativos de Reforma a la
Constitución, puntualmente las del articulo 123, que es la base de los Derechos
Laborales de las y los trabajadores de nuestro país. En ese sentido la Magistrada
Rosario Jiménez Moles sostiene que “En abril de 2016, el entonces presidente de
los Estados Unidos Mexicanos Enrique Peña Nieto, sometió ante el Congreso de la
Unión un proyecto de reforma al apartado “A” del artículo 123 Constitucional el cual
tuvo como eje de propuesta la modificación de las condiciones colectivas de trabajo,
con el objeto de garantizar la libertad y la democracia sindicales, y la desaparición
de la contratación colectiva de protección. Se depositaba en los trabajadores
sindicalizados la responsabilidad en la defensa de sus derechos, asegurando la

19
toma de decisiones mediante voto personal, libre y secreto. El efecto debería ser
fortalecer la exigencia de una negociación colectiva efectiva”. (Jiménez Moles,
2021, pág. 169)
Como es bien sabido, el sistema de justicia laboral mexicano comprende dos
perspectivas una colectiva y otra individual, por lo que necesariamente la Reforma
Constitucional Laboral debía contemplar ambas, es cierto, que la parte de las
libertades sindicales era una demanda añeja y que era necesaria para dar certeza
también al sector empresarial, sin embargo la parte individual y específicamente
aquella que comprende a los conflictos individuales del trabajo era precisamente
parte de la llamada justicia cotidiana, misma que estaba como lo hemos dicho
anquilosada y dañada por la corrupción y la excesiva burocratización que significaba
el menoscabo en los derechos laborales y en un obstáculo al acceso a la justicia de
las y los trabajadores principalmente, por ello el otro eje de la reforma constitucional
en materia laboral fue como dice la autora la transformación radical del Sistema de
Justicia Laboral de carácter privado. Desaparecerían las juntas de conciliación y
arbitraje, terminando con el tripartismo que caracterizaba su estructura orgánica, y
habrían de ser creados nuevos Tribunales de lo Laboral adscritos al Poder Judicial
Federal y Local.
Dentro de estos procedimientos, otro objetivo fue buscar la transparencia,
publicidad, eficacia, eficiencia y profesionalidad en la toma de decisiones
jurisdiccionales. Se dispuso que estas fueran emitidas por personal rigurosamente
capacitado con un nivel de conocimientos de excelencia en materia de conciliación,
de derecho social en general, y de derecho del trabajo y de seguridad social en
particular. Se requeriría una infraestructura que permitiera la tramitación ágil de los
asuntos puestos a consideración de las diferentes fases en que se compondría el
procedimiento laboral. El objetivo era ejercer una justicia pronta y expedita mediante
un procedimiento que permitiera resolver los asuntos en un periodo ideal de seis
meses o, en el peor de los casos, de un año. Para ello, la reforma quedo aprobada
el veinticuatro de febrero de 2017, previendo la migración de la justicia laboral del
Poder Ejecutivo al Judicial, con la finalidad de que los juicios redujeran sus tiempos”.
(Jiménez Moles, 2021, pág. 170)
Un tercer eje, que sin duda alguna es de las modificaciones más
trascendentales al modelo de justicia laboral es el de la conciliación o la institución
de una etapa prejudicial que estaría a cargo de un órgano administrativo en el
ámbito federal y local. La creación de esta etapa previa a la judicial ha sido
denominada como el de la justicia laboral en sede administrativa, donde la
competencia de los asuntos laborales federales seria tramitado ante el Centro
Federal de Conciliación y Registro Laboral y en el ámbito local por los centros de
conciliación, al respecto Martinez Martinez, menciona que la modificación que
introduce la reforma constitucional en el ámbito procesal laboral, respecto a la
conciliación es la de “ La creación del organismo descentralizado de la
administración publica federal y de los centros de conciliación laborales que

20
funcionaran en cada entidad federativa y en la Ciudad de México para atender y
resolver los conflictos laborales a través de la conciliación como mecanismo de
solución de controversias”. (Martínez Martínez, 2021, pág. 17)
En el nuevo modelo de justicia laboral, se instituye en el articulo 123 apartado
A fracción XX de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y
menciona que será obligatoria previo acudir a los tribunales laborales a cargo de los
centros de conciliación especializados e imparciales, por lo que solo llegaran a
tribunales aquellos asuntos en los que sea imposible la conciliación.
Es entonces la reforma constitucional del 24 de febrero de 2017, el
parteaguas e inicio formal de un nuevo modelo de justicia laboral en nuestro país
que en síntesis se plasmo en tres ejes: 1) democracia y libertad sindical; extinción
de la justicia laboral impartida por las Juntas de Conciliación y arbitraje por una
impartición de justicia hecha por tribunales laborales dependientes del poder judicial
federal y local; 2) creación de una instancia conciliatoria previa a etapa judicial, la
cual será operada por el centro federal de conciliación y registro federal y por los
centros estatales de conciliación.

2.3 La Reforma Legal de mayo de 2019 a la Justicia Laboral Mexicana.

El nuevo sistema de justicia laboral mexicano sentó sus bases en la reforma


constitucional del 24 de febrero de 2017, sin embargo, esta transformación al
derecho del trabajo en nuestro país imperiosamente tendría que plasmarse en la ley
federal del trabajo, cuya ultima reforma importante había acaecido en noviembre de
2012. Las elecciones presidenciales de 2018 no solo significaron un cambio al
sistema de partidos, si no también el cambio de una visión en el modelo económico
y social de gobernar, diferente a de los gobiernos anteriores, con la llegada a la
Presidencia de la Republica del Lic. Andrés Manuel López Obrador, se concibió
como de urgente necesidad reformar las leyes secundarias en materia del trabajo y
seguridad social, por ello el 01 de mayo de 2019 se publico en el Diario Oficial de
la Federación, el decreto por el cual se reformaron la Ley Federal del Trabajo, La
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, La Ley Federal de la Defensoría
Publica, La Ley del Instituto del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores y la Ley
del Seguro Social. La disposición transitoria del citado decreto confirma la entrada
en vigor del nuevo modelo de justicia laboral al día siguiente de su publicación, es
decir, el 02 de mayo del mismo año, nuestro país entraba a una nueva etapa de su
sistema de justicia laboral.
En este contexto de reforma laboral a las leyes secundarias, el maestro Gilberto
Chávez Orozco, es enfático y preciso en decir, que la citada reforma tuvo aspectos
sustantivos y adjetivos. Dice el reconocido tratadista del derecho laboral, que entre
los aspectos más relevantes de la reforma laboral ordinaria son las siguientes:

21
1. Extinción de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y la nueva impartición de
justicia laboral por Tribunales Laborales dependientes de los poderes
judiciales federal y local.
2. La creación de una instancia conciliatoria previa y obligatoria, antes de
acudir a los Tribunales Laborales, y que en materia federal será, además, de
registro de sindicatos y contratos colectivos de trabajo.
3. Excepciones a la conciliación obligatoria
4. Democracia, Libertad Sindical y negociación colectiva.
5. Un nuevo procedimiento laboral de característica oral.
6. Cambios en el aviso de recisión de la relación laboral por causas imputables
a los trabajadores, distribución de cargas probatorias en los juicios y efectos
del ofrecimiento del trabajo.
7. Libertad de designación de beneficiarios laborales.
8. Obligatoriedad de afiliación al IMSS para trabajadores del hogar. (Chávez
Orozco, 2021, págs. 54-55)
La reforma laboral del 01 de mayo de 2019, también atendió a un condicionamiento
principalmente del Gobierno Estadounidense de ese momento encabezado por el
Presidente Donald Trump, ya que para que prosperara la firma del TMEC, que como
acuerdo principal entre Estados Unidos, Canadá y México, era necesario para su
suscripción reformar las leyes ordinarias de nuestro país en materia laboral, sobre
todo en los temas relacionados a la libertad sindical y negociación colectiva, entre
otros temas que dicho gobierno norteamericano había diagnosticado como
necesario ante la incertidumbre jurídica que representaba para los inversionistas de
su país en territorio mexicano, dice el reconocido docente de la facultad de derecho
de la UNAM, Rafael Tena Suck “ El fundamento de la reforma de 2019 fue
requerimiento inaplazable de incorporar las disposiciones relativas a la ratificación
de fecha 20 de septiembre de 2018 del convenio 98 de la Organización Internacional
del Trabajo, sobre el derecho de sindicalización y negociación colectiva, y del
acuerdo comercial de Norteamérica (T-MEC), pendiente de ratificación, por el cual
el anexo 23 se condiciono su entrada en vigor a la instrumentación de las medidas
legislativas pertinentes para garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la
negociación colectiva”. (Tena Suck, 2021, págs. 205-206)

La reforma legal en materia del trabajo de mayo de 2019, por medio del cual
transformaría radicalmente el modelo de justicia laboral en nuestro país, no seria
aplicado de un día para otro, la misma reforma preveía etapas para su
implementación, para lo cual en las disposiciones transitorias del citado decreto por
el cual se reformo la Ley Federal del Trabajo, por la complejidad que traía aparejada
la llamada nueva justica social laboral, se establecieron disposiciones transitorias
que como puntualmente lo señala el Doctor Tena Suck tienen por objeto determinar
el modo, la vigencia, las etapas de instrumentación y la aplicación de la norma legal.
Los efectos de los artículos transitorios se agotan por el simple transcurso del

22
tiempo o por el cumplimiento de la condición que se regulan. En el decreto de
referencia se establece un plazo máximo de cuatro años para la instrumentación
integral de la reforma. (Tena Suck, 2021, pág. 206)
Uno de los grandes impulsores de la reforma laboral del primero de mayo de
2019, sin duda alguna es el abogado sindicalista Arturo Alcalde Justiniani,
conocedor a fondo del sindicalismo mexicano, al emitir su opinión respecto al
génesis de esta reforma laboral, dice que en la transformación del modelo de justicia
laboral mexicano, convergieron factores políticos, económicos internacionales y por
supuesto el derecho internacional del trabajo, Alcalde Justiniani sostiene que la
reciente reforma a las leyes secundarias en materia laboral responde al cambio
constitucional de febrero de 2017, a los compromisos internacionales de nuestro
país contenidos en el anexo 23-A del Tratado entre México, Estados Unidos y
Canadá (T-MEC) y a diversos convenios de la Organización Internacional del
Trabajo, especialmente el 87 y 98 en materia de Libertad Sindical y Contratación
Colectiva. Asimismo, encuentra su explicación en el ascenso de un nuevo gobierno
que obtuvo la presidencia de la república y la Mayoría del Congreso de la Unión. Se
trata de una reforma amplia y profunda, que marca una gigantesca distancia del
modelo laboral vigente, mismo que en los últimos cuarenta años arrecio en el control
corporativo, la contención salarial y la simulación (Alcalde Justiniani, Arturo;
Villareal, Alma Ruby; Narcia Tovar, Eugenio, 2019, pág. VII)
Actualmente estamos en la tercera etapa de la implementación del nuevo
modelo de justicia laboral misma que empezara a operar a partir del 01 de octubre
del año 2022, pues recordemos que la primera etapa de la implementación de esta
reforma laboral inicio el 18 de noviembre de 2020. Con lo cual el nuevo sistema de
justicia laboral que predominantemente será de corte oral ya estará funcionando en
las 32 entidades federativas de nuestro país, cubriendo en su totalidad tanto la
competencia federal como local en la impartición de justicia por tribunales laborales.

2.4. La Defensa Adecuada Federal en Materia Laboral .

Después de realizar el estudio acerca de los antecedentes que dieron paso


a la Reforma Constitucional y Legal en materia Laboral de dos mil diecisiete y dos
mil diecinueve, la cual dio un gran paso hacia la protección de los derechos de las
y los trabajadores tanto individual como colectivamente, es importante precisar que
dicha reforma dejó de atender o robustecer la protección de la defensa adecuada
que garantiza la Constitución Federal, tema que se estudia en el presente capitulo.
Después de la reforma penal de dos mil ocho la defensa adecuada trascendió
en el plano Constitucional al quedar garantizado en su artículo 20 apartado B
Fracción VIII, que toda persona tiene “derecho a una defensa adecuada por
abogado, al cual elegirá libremente incluso desde el momento de su detención” ,
esto no fue así en el ámbito Laboral ya que como se ha precisado en capítulos

23
anteriores la reforma verso en la creación de nuevas instituciones, así como en el
fortalecimiento de las garantías sindicales y de los trabajadores de elegir libremente
un sindicato, la obligatoriedad de un proceso de conciliación, un nuevo
procedimiento laboral de carácter oral, así como cambios en el aviso de recisión de
la relación laboral por causas imputables a los trabajadores, distribución de cargas
probatorias en los juicios y efectos del ofrecimiento del trabajo y la obligatoriedad
de afiliación al seguro los trabajadores del hogar.
Después de la Reforma mencionada la justicia laboral, desde la perspectiva
de la defensa de los trabajadores, esta a cargo de las Procuradurías Federal de la
Defensa de los Trabajadores (PROFEDET) y de la Defensoría Pública Federal, sin
embargo, no ha existido una delimitación precisa como se verá a lo largo del
presente capitulo. De acuerdo con la ley que regula (Reglamento de la Procuraduría
Federal de la Defensa del Trabajo, 2014), el funcionamiento de las Procuradurías
Federales de la Defensa de los Trabajadores el artículo primero establece que
gozan de autonomía técnica y administrativa y que es un órgano desconcentrado
de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, conforme a la distribución de
competencias que señala la Constitución y su ley reglamentaria y que tiene como
objetivo el cumplir con las funciones que le confiere tanto la Ley Federal del Trabajo,
el Reglamento Interior de la propia Secretaría así como su Reglamento específico.
El Artículo 5 del reglamento de la procuraduria mencionaa se desprenden las
atribuciones que le corresponden a esta autoridad y que se resumen en:
a) Orientar y asesorar a los trabajadores, sus beneficiarios y sindicatos, de forma
personal y sin intervención de persona alguna, sobre los derechos y obligaciones
derivados de las normas de trabajo, de previsión y seguridad social, así como de
los procedimientos y órganos competentes para hacerlos valer;
b) Proponer a las partes interesadas soluciones amistosas para el arreglo de sus
conflictos, mediante los procedimientos de conciliación, haciéndolas constar en
actas autorizadas;
c) Representar a los trabajadores, sus beneficiarios y sindicatos, de forma personal
y sin intervención de persona alguna, a efecto de ejercitar las acciones y recursos
que correspondan en la vía ordinaria, especial e inclusive en el juicio de amparo,
hasta su total terminación;
d) Recibir de los trabajadores, sus beneficiarios y sindicatos, las quejas por el
incumplimiento y violación a las normas de trabajo, de previsión y seguridad social
y, en su caso, proporcionarles el servicio que proceda;
e) Formular las denuncias que correspondan ante las autoridades competentes, por
el incumplimiento y violación a las normas de trabajo, de previsión y seguridad
social, y ante el Ministerio Público por los hechos que presuntamente constituyan
ilícitos penales;
f) Realizar la planeación, programación, organización, dirección, control y
evaluación de sus actividades conforme a las normas legales y programas
aplicables, además de los lineamientos que emita el secretario;

24
2.4.1. Funcionamiento de las Instituciones de Defensa Adecuada Laboral.

De conformidad con el artículo sexto de la ley que lo regula todos los servicios
que presta la Procuraduría son gratuitos, esta característica se ha mantenido desde
su creación en 1929. Las funciones de estos órganos gubernamentales son muy
diversas, ya que van desde la promoción y asesoría de los derechos y obligaciones
de los trabajadores, hasta la representación de estos ante las autoridades
correspondientes, otra de las facultades que tiene es el promover la interposición
de juicios y recursos procedentes para la defensa de los intereses de sus
representados.
La PROFEDET ciñe su actuación en beneficio tanto de la procuración como
de la impartición de justicia laboral, toda vez que, independientemente de las
atribuciones que contemplan las distintas disposiciones que la regulan durante
mucho tiempo ha ejercido una importante labor como “guardián” de la impartición
de justicia, al presentar quejas administrativas en contra de los presidentes de las
Juntas Especiales de la Federal, quienes han retardado injustificadamente la
aplicación de las normas laborales, dejando de limitar sus funciones en las
asesorías, conciliaciones, juicios laborales y de amparo interpuestos para la
defensa del trabajador en nuevas condiciones de dignificación y eficacia en la
atención de sus usuarios.
Así también, otra función que ha ejercitado la PROFEDET, es la denuncia de
contradicciones de tesis ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esta labor
consiste, principalmente, en señalarle al máximo tribunal de justicia la existencia de
dos o más criterios divergentes que provengan de los tribunales colegiados de
circuito sobre una misma cuestión jurídica en la que la propia Procuraduría haya
sido parte como representante de los trabajadores, a fin de que el Pleno de la Corte
emita una resolución correspondiente, sentando con ello jurisprudencia obligatoria
que tienda a unificar los criterios de interpretación para salvaguardar la seguridad
jurídica de las normas laborales y coadyuvar con ello al equilibrio entre los factores
de la producción. (Ortiz Porras, 2001)
Con esta misma finalidad y con fundamento en las atribuciones que le son
encomendadas por su Reglamento, la PROFEDET ha iniciado la denuncia, ante el
presidente de la JFCA, de los laudos contradictorios que son emitidos por las juntas
especiales que integran al organismo y que, así también, generan inseguridad
jurídica al tomar decisiones diversas para casos análogos. Cabe señalar que es
facultad del Pleno de la Junta resolver estas contradicciones. Es importante aclarar
que esta facultad de denuncia por parte de la PROFEDET no constituye de manera
alguna una “revisión” de las decisiones jurisdiccionales tomadas por la Junta o por
los tribunales de circuito, toda vez que las situaciones jurídicas creadas por los fallos
correspondientes no son, ni pretenden ser, modificados por tales señalamientos,
sino que tienen el objetivo específico de preservar la unidad de interpretación en las

25
normas laborales a fin de evitar iniquidades en la impartición de justicia. Otro avance
significativo es la preocupación por la profesionalización de sus funcionarios,
quienes tienen la gran responsabilidad de asesorar, conciliar y defender en juicio a
los trabajadores, sus sindicatos o beneficiarios, y para lo cual requieren actualizar y
unificar sus propios criterios a fin de conseguir una eficiente representación, al
igualar las condiciones de los abogados patronales quienes son sus adversarios por
naturaleza.
En este punto, Néstor de Buen reconoce: “...no es frecuente la capacitación
que sí suele constituir un objetivo fundamental en la Procuraduría Federal de la
Defensa del Trabajo” No obstante la importancia de lo señalado, así como de otras
funciones que realiza la Procuraduría y que son menos obvias, como la valoración
médica gratuita y elaboración del dictamen correspondiente en los casos que se
requieran para la demanda de prestaciones de seguridad social; la impartición de
cursos a trabajadores para conocer sus derechos y obligaciones laborales; la
participación en diversos medios de comunicación para difundir sus funciones y
criterios y la orientación a estudiantes que requieran de información al respecto así
como su capacitación a través de la prestación del servicio social, existen muchas
carencias en lo que se refiere a la procuración de justicia frente a las necesidades
actuales. (De Buen Lozano, 2000)

2.4.2. La defensa adecuada laboral en la Defensoría Publica Federal.

La reforma laboral de 2019 contemplo que la defensa adecuada se encuentra


complementada con la Defensoría Publica Federal, esto por la transición que hubo
respecto a la incorporación al Poder Judicial de la Federación, en ese sentido es
importante destacar los puntos de convergencia que encuentra el reglamento que
regula el funcionamiento de las Procuradurías y aquellas que por disposición
general establece la ley Federal de Defensoría Pública.
Derivado del acuerdo ACT-JD/ORD/II/25/06/2019.06 , de la Junta Directiva
del Instituto Federal de Defensoría Pública, respecto de la aplicación de la reforma
a la Ley Federal del Trabajo así como de la Ley Federal de la Defensoría Pública
se advierte que respecto a la Defensa adecuada debe garantizarse, la inclusión de
la garantía del derecho a la defensa en materia laboral, mediante la posibilidad de
prestar servicios de asesoría jurídica a las personas que dispongan los Tribunales
Federales en materia laboral, y de conformidad con los artículos 1 y 3 de la Ley
Federal de la Defensoría Pública (Ley Federal), dicha norma tiene por objeto regular
la prestación del servicio de defensoría pública en asuntos del fuero federal, y para
tal efecto se crea el Instituto Federal de Defensoría Pública.
Ahora bien, en el artículo 15 se dispone que los servicios de asesoría jurídica
se prestarán preferentemente, entre otros, a las personas que estén desempleadas
y no perciban ingresos, los trabajadores jubilados o pensionados, así como sus
cónyuges, los trabajadores eventuales o subempleados y a las personas que

26
dispongan los Tribunales Federales en materia laboral, en términos de la
normativa aplicable. De tal manera que en el artículo 29, fracción I de la Ley Federal,
se le confiere facultad a la Junta Directiva para fijar la política y las acciones
relacionadas con la defensoría pública. Y establece como modalidad de la
prestación del servicio de asesoría jurídica que el Instituto brinda en orientación,
asesoría y representación.
Ahora bien, para el caso de garantizar una defensa adecuada y profesional
se crea el Servicio Civil de Carrea (Art.8), quienes recibirán un plan anual de
capacitación la cual estará a cargo de la Escuela de Formación Judicial, podría
decirse entonces que la reforma permitió un según avance en la profesionalización
de los Defensores Públicos, quienes estarán sujetos a un proceso de selección,
capacitación, evaluación aunada que esta puede ser en coadyuvancia con
instituciones Académicas (Art. 36).
Del estudio que se ha realizado a lo largo de este capítulo se puede concluir
que después de la reforma laboral se determinó como parámetro de los defensores
públicos la eficacia y la profesionalización constante, así como la prioridad de
prestar el servicio a las personas que se encuentren en estado de vulnerabilidad
desde personas desempleadas, trabajadores jubilados o pensionados, así como
sus cónyuges, los trabajadores eventuales o subempleados, esto previo a un
estudio social y económico (Art. 16) , la ley también permite elegir a discreción del
usuario el servicio de algún abogado (Art.14), quien deberá hacer el
acompañamiento desde la presentación de la demanda hasta la ejecución (Art. 4)
,finalmente el Quinto transitorio de la Ley Federal de la Defensoría Pública establece
que las autoridades deberán incorporar en sus programas de formación y
capacitación, metodologías para brindar atención y asesoría en materia de
Derechos Humanos a personas en situación de vulnerabilidad.
Finalmente llegamos a la conclusión que estos paradigmas de la Reforma
Laboral permiten generar esperanzas en la eficacia de la defensa adecuada,
máxime que se encuentra bajo un proceso de vigilancia y profesionalización
Constante.

Capítulo 3. Conclusiones

En este último capítulo se destacarán las aportaciones y reflexiones realizadas en


el desarrollo del trabajo de investigación, atendiendo a las preguntas ¿porque la
propuesta metodológica o estrategia jurídica es la adecuada? y ¿por qué la
propuesta implicaría un avance hacia la defensa adecuada en materia laboral?

La defensa adecuada federal en el nuevo modelo de Justicia Oral Laboral en México


debe implementarse a partir de las reformas constitucional y legal, de 2017 y 2019,
respectivamente. A partir de ese contexto de transformación del derecho del trabajo
el derecho fundamental a una defensa adecuada en materia laboral debe analizarse

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desde la perspectiva del derecho humano al acceso a la justicia, desde la
perspectiva convencional y constitucional.

Por ende, las conclusiones a las que se llegan a lo largo de esta tesina que, como
propuesta metodológica, aportara mayores elementos para el ejercicio del derecho
fundamental a la defensa adecuada en materia laboral son los siguientes:

Primera. Para una efectiva defensa adecuada federal en materia laboral, las
instituciones encargadas de brindar este servicio jurídico como la PROFEDET y el
Instituto de la Defensoría Pública Federal, deben asumir una política judicial de
maximizar la protección del derecho fundamental a la defensa adecuada y el acceso
a la justicia de las y los trabajadores.

Segunda. Las deficiencias del viejo modelo de justicia laboral, diagnosticadas en el


informe de los Diálogos por la Justicia Cotidiana, contribuyeron para que el
legislador mexicano, plasmara en las reformas constitucional y legal, de 2017 y
2019, respectivamente, el derecho fundamental a la defensa adecuada en materia
laboral.

Tercera. El derecho a la defensa adecuada en materia laboral es reconocido por


todos los instrumentos internacionales de los cuales México forma parte, si bien es
cierto el respeto y protección a esta garantía, esencialmente se ha desarrollado en
los procesos penales, esto no limita que también sea extensiva al nuevo modelo de
justicia oral laboral.

Cuarta. La defensa adecuada en materia laboral tiene como finalidad, que los
derechos de las y los trabajadores no se restrinjan, al ser una obligación del estado
mexicano, brindarlo como un servicio público, profesional y gratuito, a través de los
organismos públicos instituidos para esa función tales como la PROFEDET y el
Instituto de la Defensoría Pública Federal.

Quinta. El derecho a una defensa adecuada en material laboral se circunscribe


también dentro del acceso efectivo a la justicia, consagrado en el artículo 17
constitucional y por ende se concibe como un derecho fundamental de primer orden.

Sexta. La defensa adecuada en materia laboral tiene dos vertientes para su


ejecución: la primera que el trabajador o trabajadora puede ser asistida por un
defensor o defensora de su elección y de comunicarse libre y privadamente; y la
segunda vertiente de ser un derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor
o defensora asignado por el estado a través de los organismos públicos instituidos
ex profeso para brindar ese servicio público, gratuito y profesional.

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Séptima. La defensa adecuada en materia laboral significa que las instituciones
que brindan el servicio y asistencia para la protección de este derecho fundamental
deben garantizarlo a través de abogados y abogada no solamente acreditados con
título profesional de licenciado en derecho o en los términos señalados por la Ley
Federal del Trabajo, si no también con la profesionalización que brinda las
capacitaciones en el nuevo sistema de justicia oral laboral.

Octava. Se debe ampliar a la normatividad ordinara e interna de las instituciones


publicas como la PROFEDET y el Instituto de la Defensoría Publica Federal, el
derecho a la defensa adecuada en materia laboral, señalando con claridad las
actividades, funciones y competencias de estos organismos públicos, desde la
etapa conciliadora hasta la etapa judicial, para estar de conformidad con lo
establecido en los instrumentos internacionales, la constitución y leyes
reglamentarias en materia laboral.

Por lo antes mencionado, se puede ver que aún falta regular más el derecho
fundamental de la defensa adecuada en los procesos laborales, sin embargo se han
sentado las bases para ello, y se espera seguir avanzando para poder hacer eficaz
y efectivo el acceso a la justicia de los y las trabajadoras de nuestro país.

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