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QUE ES KARIGMA
Kerigma es un género literario bíblico de sesgo oratorio que actualmente podría estar
representado como el anuncio de una buena noticia. Esta palabra se aplica a la proclamación
de los cristianos que se inicia poco después de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret,
hacia el año 30. Wikipedia
Hechos 2, 22-25.
Por lo tanto, todo Israel esté en lo cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo
ha constituido Señor y Mesías.
Hechos 2, 36.
Estas manifestaciones con el aspecto de acusación están insertas, sin embargo, en el estilo y
la tradición del profetismo judío que podemos ver a lo largo del Antiguo Testamento. Además,
según la Biblia, cuando Jesús inició su ministerio público, ingresó a la sinagoga, tomó el rollo
del profeta Isaías y leyó:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la
Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad
a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.
Lucas 4, 18-19.
Después de leerlo se identificó a sí mismo como el mesías del cual hablaba el profeta en sus
escritos. La afirmación que hace Jesús en ese momento es conocida como el kerigma o
anuncio de la buena nueva y constituye la base de la prédica para sus seguidores.
Significado de Carisma
Qué es Carisma:
Se conoce como carisma a la gracia o encanto que ejerce una persona
sobre las demás. El término carisma es de origen griego “charis”.
El carisma debe ser visto como una cualidad natural que posee una persona
para atraer individuos con tan solo con su presencia, acciones o palabras.
Como tal, el carisma es un don innato, es inherente a la personalidad del
individuo y permite que se destaque entre el medio de la multitud, y causar
una buena impresión en las personas.
Carisma en la Biblia
En el Antiguo Testamento, carisma es visto como un don del Espíritu que
capacita al individuo en realizar una misión a favor de pueblo. Por su parte, el
Nuevo Testamento designa a los dones de Dios, al Espíritu Santo y a la divina
gracia.
San Pedro, “Cada uno ha recibido su don. Ponedlo al servicio de los demás,
como buenos administradores de los carismas recibidos de Dios” (1 Pe 4, 10).