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Clase 13
Realización de prendas

Las especializaciones pueden comprender, entre otros, a realizadores de zapatería, sombrerería,

máscaras, efectos especiales y accesorios.

Uno de los roles más importantes es el de la caracterización, la cual es llevada adelante desde dos
jerarquías diferentes de especialización.

Por un lado, los maquilladores y peinadores, con quienes trabajamos conjuntamente las ideas
conceptuales y técnicas a partir del lineamiento que hayamos establecido con el equipo. El personaje
se completa a partir del aporte de la caracterización porque resulta fundamental ver y diseñar la
totalidad del cuerpo como una unidad. El maquillaje y el peinado son a veces lo único que nos habla
del personaje; en un primer plano cinematográfico, por ejemplo, debemos poder encontrar los
mismos elementos de sentido que con las prendas o el calzado de un personaje. En todo caso, la
conjunción de todos esos elementos construye el mensaje completo.

Por otro lado, en otra jerarquía de especializaciones, están quienes realizan pelucas, postizos y
elementos correspondientes al diseño de peinado, y quienes realizan efectos especiales de
maquillaje. Según la complejidad de un proyecto y el medio en el que se desarrolle -escénico o
audiovisual-, puede o no coincidir que las personas que hacen el diseño de peinado y maquillaje
también lleven a cabo las realizaciones mencionadas.

Todas estas especializaciones implican trabajos laboriosos y de una complejidad técnica que
requiere años de estudio y práctica.

Ambientación de prendas

La intervención que realizamos en el contacto entre cuerpo y textil es lo que denominamos

ambientación de prendas, que permite dotar a estas últimas del carácter necesario en cuanto al tipo
de uso y contexto dramático del que serán parte. Podemos aportar información acerca del tiempo
ficcional de cada prenda, el tipo de actividad que el personaje lleva a cabo, los lugares que transita o
también denotar características físicas, como una renguera con un desgaste diferente de ambos
zapatos, entre otras cuestiones.

Cada una de las partes en las que el cuerpo toca el textil produce modificaciones en las prendas. El
roce, con el tiempo, cambia la característica del textil original y, dependiendo del tipo de prenda y
del tipo de actividad, esas características toman un camino u otro: percudido, rugoso, ablandado,
rigidizado, desteñido, etc.

Tanto en cine como en teatro es necesario definir cuál será el uso que las prendas van a tener en
función de ubicarlas dentro del discurso narrativo visual, así como hemos hecho con las elecciones
de forma, color o textura. Desde esta perspectiva, podemos considerar la ambientación de prendas
como una herramienta comunicacional. Es el elemento que dota de vida a una prenda, le confiere la
dimensión del tiempo. Toda prenda tiene un período de existencia, de vida conjunta con el cuerpo de
quien actúa.

La articulación entre las formas corporales y las de la prenda se manipulan artificialmente por
medio de técnicas, materiales y herramientas para intervenir los textiles. Estas herramientas son

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casi infinitas, tanto como lo son los materiales con los que las prendas están confeccionadas. Por lo
tanto, si bien hay técnicas reiteradas como lijados, teñidos o desteñidos, engrasados, decoloraciones,
remiendos, etc., también es posible experimentar con lo que creamos útil hasta encontrar el efecto
deseado.

Según si trabajamos para cine o para teatro, también cambian las técnicas y el tipo de intervención
necesaria para cada prenda. La distancia que propone una sala teatral al ojo del público implica un
grado de acentuación de los elementos de gastado del vestuario mucho mayor al cinematográfico.

El trabajo cinematográfico también se diferencia del teatral porque requiere de una veracidad muy
precisa centrada en los detalles mientras que en lo teatral el objetivo está puesto en la totalidad. En
cine, pequeños elementos como puños, cuellos, uñas o botamangas son elementos que cuentan la
historia de cada personaje.

Sea cual sea el medio espectacular en el que trabajemos, cualquier prenda que un personaje use
debe pasar por el proceso de ambientación salvo cuando, por necesidad dramática, tenga que verse
nueva o recién puesta.

Aunque en general la ambientación es la última etapa de trabajo sobre el vestuario, a veces los
materiales se procesan en etapas anteriores, como cuando se realiza el teñido de telas para ser
usadas luego en la confección de las prendas. Por ejemplo, teñidos o lavados, para trabajar con una
materia prima más adecuada al diseño previsto.

Esta es una especialización que recién se está desarrollando en forma profesional. Aun faltan
especificaciones e investigaciones para cada medio.

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