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DE MIGRANTES A INFORMALES

Fue de osta manera que, para subsistir, los migrantes se convirtieron en


informales. Para vivir, comerciar, manufacturar, transportar y hasta consumir, los nuevos
habitantes de la ciudad tuvieron que recurrir al expediente de hacerlo ilegalmente. Pero no
a través de una ilegalidad con fines antisociales, como en el caso del narcotráfico, el robo o
el secuestro, sino utilizando medios ilegales para satisfacer objetivos esencialmente legales,
como construir una casa, prestar un servicio o desarrollar una industria. Como veremos
más adelante, existe una importante probabilidad de que, desde un punto de vista
económico, en estas actividades la gente directamente involucrada así como la
sociedad en general estén mejor si la ley nominalmente aplicable es violada que si es
cumplida. En tal sentido, podríamos decir que la informalidad se produce cuando el
Derecho impone reglas que exceden el marco normativo socialmente aceptado, no
ampara las expectativas, elecciones y preferencias de quien no puede cumplir tales reglas y
el Estado no tiene la capacidad coercitiva suficiente.
La noción de informalidad que utilizamos en el presente libro es, pues, una
categoría creada en base a la observación empírica del fenómeno. No son informales los
individuos, sino sus hechos y actividades. La informalidad no es tampoco un sector preciso
ni Estatico de la sociedad, sino una zona de penumbra que tiene una larga
frontera con el mundo legal y donde los individuos se refugian cuando los costos de cumplir
las leyes exceden a sus beneficios. Sólo en contados casos la informalidad implica no
cumplir con todas las leyes; en la mayoría, ge desobedecen disposiciones legales precisas
do una manera que describiremos más adelante. También son informales aquellas
actividades para las cuales el Estado ha creado un sistema legal de excepción a través del
cual un informal puede seguir desarrollando sus actividades, aunque- sin acceder
necesariamente a un status legal equivalente al de aquéllos que gozan de la protección y
los beneficios de todo el sistema legal peruano.

Este es un libro sobre esos migrantes que han devenido informales a lo largo de los últimos
40 años y que intenta mostrar por qué hemos llegado a convertirnos en un país en el cual el
48 % de la población económicamente activa y el 61,2% de las horas-hombre

son dedicadas a realizar actividades informales que contribuyen con el 38.9% del PBI
registrado en las Cuentas Nacionales. Es un Iibro que trata de explicar las razones y las
perspectivas del cambio que está ocurriendo en el Perú en base al análisis de la vanguardia
de ese cambio; es decir, de los informales. Intenta explicar también por qué nuestras
instituciones legales no han sido capaces de adaptarse tal cambio, por lo que la actividad
económica informal, no obstante una productividad media equivalente a sólo un tercio de la
formal, seguirá creciendo y llegará a generar en el año 2000 un 61,3% del PBI registrado en
las Cuentas Nacionales. Indica también cómo las nuevas instituciones que han desarrollado
los informales constituyen una alternativa coherente sobre la cual pueden sentarse las
bases de un orden distinto que abarque a todos los peruanos. Es también, por cierto, un
libro que aporta soluciones.

La primera parte del libro, constituida por éste y los tres próximos capítulos, muestra el
mundo que fuimos descubriendo al visitar y alternar con los informales y sus interlocutores
formales, durante los últimos seis años. Describe, a partir de tales observaciones de los
testimonios de otros investigadores, cómo en tres sectores específicos la vivienda, el
transporte y el comercio, donde el ILD ha podido completar sus investigaciones los
Informales han ganado espacio y se están adueñando de la mayor parte del mercado,
apropiándose de terrenos para vivir y producir, instalándose en las calles como ambulantes
para trabajar o invadiendo las vías principales de la ciudad para prestar el servicio de
transporte. En todos estos casos han desobedecido abiertamente las disposiciones legales
vigentes y han desafiado a las instituciones, hasta el punto de crear un forado por el cual el
resto de la sociedad está desertando también de la formalidad. A medida que los informales
han avanzado, el Estado peruano se ha ido replegando, considerando cada concesión como
temporal, "hasta salir de la crisis", cuando en realidad no es otra cosa que adoptar de mala
gana una estrategia de retirada permanente. Retirada que, paso a paso, socava su vigencia
social.

La primera parte es, pues, un testimonio de cómo el "Perú profundo" ha comenzado una larga
y sostenida batalla por integrarse a la vida formal, tan gradual que sus efectos recién
comienzan a vislumbrarse. Se trata, al parecer, de la rebelión más importante contra el status
quo que se haya producido en la historia del Perú republicano.
Los capítulos iniciales ilustran el desarrollo de este proceso en el caso concreto de Lima. El
primero muestra cómo a través de invasiones o adquisiciones ilegales. de terrenos se han
formado barrios que constituyen el 42.6% de las viviendas de Lima y albergan al 47% de su
población. Y revela que esas viviendas, edificadas con el sacrificio de los pobladores a través
de los años, tienen un valor de 8,319.8 millones de dólares. Valor que, a su vez, representa
parte del inmenso potencial generador de riqueza que tienen los informales.

El segundo describe la manera en que los 91 ,455 ambulantes de Lima dominan la distribución
minorista de los artículos de consumo popular en la capital. Refiere cómo mantienen a poco
más de 3143000 personas, entre familiares y dependientes, y cómo otros 39,000 ambulantes
han podido edificar o adquirir, para salir de las calles y pese a las múltiples restricciones
existentes, 274 mercados informales por un valor de 40.9 millones de dólares.

El tercero narra el modo en que, a través de la invasión de rutas, los informales han logrado
dominar el 93% del parque en el servicio de transporte urbano, el 74% de su capacidad y el
80% de sus asientos, Revela, asimismo, cómo estos informales han diseñado
espontáneamente las rutas de transporte que hoy comunican a Lima.

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